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COSMOVISIÓN, INTERCULTURALIDAD Y TRABAJO SOCIAL * Ildaura Fernández Baca Barrio de Mendoza ** . Resumen Las culturas o

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COSMOVISIÓN, INTERCULTURALIDAD Y TRABAJO SOCIAL *

Ildaura Fernández Baca Barrio de Mendoza ** .

Resumen Las culturas originarias del Perú, quechuas, aymaras y otras de la amazonía, hoy aún vigentes, son resultado de un largo y complejo proceso histórico cuya dinámica se aprecia en la interrelación con diferentes proyectos de desarrollo económico por sus potencialidades agropecuarias pero, desarticuladas de un real desarrollo integral. En las culturas andinas predominan los principios de solidaridad, reciprocidad, respeto y totalidad en el que se considera al hombre, la naturaleza y la Pachamama como un todo que tiene vida, sentimientos, el hombre no pretende ni domina a la naturaleza convive con ella. Desde el Trabajo Social, se debe revalorizar las culturas originarias respetando las etnías y las manifestaciones culturales de los pueblos del ande, este fortalecimiento se combina con los conocimientos académicos adquiridos y el saber popular que no siempre son comprendidos y que tienen que ver con las subjetividades, su dimensión cultural, espiritual y percepciones imaginativas de los individuos y de las colectividades descubriendo el sentido y los significados culturales y sus formas de percibir el mundo y explicar la realidad las que deben ser entendidas e interpretadas e incorporadas a partir de sus convicciones y prácticas rituales las mismas que son reproducidas en las ciudades y constituyen elementos importantes del capital sociales este mundo globalizado.

Palabras Clave: Cultura, interculturalidad, identidad, cosmovisión.

INTRODUCCIÓN

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Ponencia presentada al: Congreso Ciencias, tecnologías y culturas. Diálogo entre las disciplinas del conocimiento. Mirando al futuro de América Latina y el Caribe. 30 de Octubre al 2 de Noviembre del 2008. Universidad de Santiago de Chile. Docente de la Universidad Nacional del Altiplano, Puno - Perú. E-mail: urinsaya@ hotmail.com/

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El presente trabajo es un análisis desde la perspectiva conceptual de lo que es la cultura y la importancia que ésta tiene para la acción social de nuestra profesión; partiendo que la cultura, en el caso nuestro la andina, esta representada por formas de vida tradicionales aun vigentes que expresan un modo de ser peculiares, resultado de un largo y complejo proceso histórico de exclusión y desarticuladas de un real desarrollo integral, pero con una dinámica afirmación que se manifiesta en la interrelación con diferentes proyectos de desarrollo

económico

implementados

y

por

sus

potencialidades

organizacionales.

En las culturas andinas -quechuas y armarás- predominan, a pesar de su postergación secular a la que han sido sometidas, los principios de solidaridad, reciprocidad, respeto y totalidad como cosmovisión en el que se considera al hombre, la naturaleza y la Pachamama (la tierra) como un todo indisoluble, que tienen vida, sentimientos, en el que hombre no pretende ni domina a la naturaleza sino sabe convivir con ella.

Desde la perspectiva del Trabajo Social como profesión humanística, debemos revalorizar dichas culturas originarias de los pueblos del ande peruano fortaleciendo sus organizaciones, respetando su raza (india y chola) y sus manifestaciones culturales. Esta revalorización se fortalecerá con los conocimientos académico-científicos adquiridos con los saberes popularculturales que no siempre han sido comprendidos por la cultura occidental y su exceso de racionalidad que quisieron ver -con las subjetividad y percepciones racionalistas la dimensión cultural y espiritual del hombre andino y de sus comunidades colectivistas; desconociendo con ello el sentido y significados culturales andinos y las formas de percibir que éstos tienen del mundo, la naturaleza y el cosmos. Occidente

no pudieron entender ni mucho menos

interpretar dicha realidad e incorporar estas prácticas y conocimientos a su forma de percibir el mundo andino dejando pasar la oportunidad de construir un mundo pluricultural sin exclusiones y sin hegemonías.

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CULTURA E IDENTIDAD.

Reflexionar sobre el complejo tema de la cultura e interculturalidad que aparentemente pareciera ser un tema pasado de “moda” o que está fuera del contexto en el que actualmente vivimos, sin embargo, en el mundo postmoderno, especialmente desde la perspectiva Latinoamericana, existe una imperiosa necesidad de profundizar el diálogo entre dos formas de ver el mundo, dos concepciones distintas de sentir la vida; han venido produciendo encuentros y desencuentros culturales entre cultura occidental y las otras culturas, como la cultura andina latinoamericana.

Este mundo globalizado trae consigo un asombroso mundo de desarrollo tecnológico,

científico, especialmente de la informática, así como la

globalización y la economía de mercado, al mismo tiempo que trae consigo efectos positivos para unos y limitaciones para otros. El problema principal de este sistema es conocer las formas como se dan las condiciones para que se respeten las diversidades socioculturales en especial la andina basada en la complementariedad, reciprocidad, afectividad, respeto y el relacionamiento que establece el hombre con la naturaleza, la tierra y el cosmos; en su búsqueda de justicia y equidad social que es una forma diferente de pensar y de ser; los hombres al interactuar con la naturaleza no la transforma sino que convive con ella; sin embargo y en el contexto actual en que vivimos se va produciéndose un desplazamiento paulatino pero constante de significaciones culturales con nuevos contenidos de valores, costumbres, tradiciones

que

algunos autores denominan como nuevas mentalidades.

En los pueblos andinos de América se aprecia un mundo con características propias plasmado de conocimientos y prácticas que continúan transmitiéndose de generación en generación; conocimientos estos que para nosotros como parte de la sociedad significan saberes que no son estáticos, por el contrario son saberes que están en constante movimiento y que se renuevan cada instante en la lucha de resistencia de la población andina a los intentos de la globalización de no respetar su identidad cultural.

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El pueblo andino percibe su mundo a partir de un espacio simbólico que se encuentra inmerso en la naturaleza, la madre tierra – la Pachamama - el agua, los cerros, plantas y animales pues lo que técnicamente se denomina en los libros signos naturales sin razón ni explicación, es para ellos el sentido de su existencia.

La cultura andina tiene manifestaciones muy diversas. La que nos interesa como cientistas sociales es la relacionada con los aspectos antropológicos que interrelaciona dimensiones sociales, naturales y simbólicas, como creación histórica donde no sólo tienen vida los hombres, los animales y las plantas, sino también, los cerros,

las montañas y las

quebradas; donde los ríos,

manantiales y lagunas comparten esa condición animista conjuntamente con las lluvias, nevadas y granizadas.

Las estrellas, el sol, la luna son

consideradas también como los seres vivos con personalidad propia, por lo tanto, con derecho a tener un nombre, una su identidad con las relaciona de igual a igual; es decir,

que se

con armonía, afectividad, respeto y

reciprocidad.

Según Montoya (2000), cultura es todo aquello que una comunidad ha creado, es el conjunto de rasgos espirituales y materiales que, a lo largo de ese proceso, han llegado a modelar su identidad y a distinguirla de otras. Cultura son normas de vida, lengua, cosmovisión diversidad geográfica, es interacción con la sociedad, es un todo.

Cultura es una forma de vida, que incluye un proceso acumulativo de conocimientos que permite la construcción de valores, costumbres, música, cantos y bailes, creencias mitos, leyendas, ritos, es artesanía, vestimenta, comida, son hábitos,

es la vida misma del hombre en su proceso de

socialización, es la interacción de lo histórico y la experiencia actual cuya práctica se trasmite de una generación a otra, es una interacción directa del hombre con su pueblo en respuesta a determinadas situaciones presentes en el ámbito de la vida cotidiana, de allí que la cultura se puede estructurar en la llamada “resistencia” , es el fundamento de la existencia humana, son formas lógicas y coherentes de organización social, donde los seres humanos se 4

interrelaciona e interactúan entre sí para buscar satisfactores a sus múltiples necesidades (Eroles, 2005).

En cambio, la identidad, estaría conectada con nuestra forma de vivir, al concepto de mundo,

lugar donde vivimos, interactuamos

con el “otro”,

haciendo suyo no solo el territorio sino también las costumbres, tradiciones, idioma, ritos, música, vestido, comida; es decir, las manifestaciones humanas, hacer suyo o nuestro las prácticas culturales que se basan en principios lógicos de la racionalidad andina, de complementariedad y de reciprocidad.

a.- El principio de complementariedad, para el mundo andino significa que no hay relación absoluta, solo es relativa. Así el completo de la tierra es el cielo, del sol la luna, de lo claro lo oscuro, del día la noche, del varón la mujer, son opuestos (Enríquez 2005), pero necesariamente cada quién debe ser complemento del otro presente en la forma de vivir y de pensar, manifestada

en la comunidad andina de

diferentes formas, (Enríquez

2005). •

El hombre andino al llegar a su vida adulta y continua soltero o soltera se la considera como “persona incompleta” por lo tanto no puede asumir cargos dentro de su comunidad.



En la cosmogonía andina, la mujer representa la fertilidad y da vida a un nuevo ser y representa a la tierra, la Pachamama (la madre tierra), que también da vida y debe criar al nuevo ser que es la semilla.

b.- El principio de la reciprocidad, se fundamenta en la ayuda mutua, en el “ayni y la mink’a, que se da entre la población, así mismo el principio de reciprocidad existe entre el cosmos, la naturaleza - que hacen posible la fertilidad, y la producción que hace posible la supervivencia y el bienestar del hombre.

Además por

identidad, debe entenderse no sólo como la aceptación y

pertenencia a un grupo sino como el derecho al resguardo de la memoria colectiva. La reconstrucción de nuestro pasado histórico y la interpretación de la vida se debe hacer fusionando componentes objetivos y subjetivos que son 5

los que constituyen en la piedra angular de la historia del hombre y de su patrimonio cultural.

La identidad representa un conocimiento social e individual con significados simbólicos sobre la pertenencia a un determinado grupos social que se basa en el sentimiento de una comunidad, en su folklore, su arte y su idioma, en el manejo, conocimiento y respeto de su cosmovisión

INTERCULTURALIDAD.

Las culturas latinoamericanas (mayas, aztecas, mapuches, guaraníes) y en el caso peruano la cultura andina (quechuas y aymarás), son legados preciados de nuestros antepasados por los logros y avances

que han aportado a la

civilización que a pesar de los siglos, hoy aún persisten y se visualizan no sólo en los restos arqueológicos que aun quedan sino en la pervivencia de sus saberes

que

se

plasman

en el uso de las hierbas medicinales, en la

radiografía por medio del cuy, la curación del susto o la lectura de las hojas de coca, prácticas estas que expresan sentimientos de solidaridad, reciprocidad y armonía con la naturaleza y con la vida espiritual, expresan seguridad, certidumbre e identidad.

El mundo andino también se halla inmerso en la globalización, neoliberalismo para unos y para otros modernización en los ámbitos económicos, sociales y culturales.

Este modelo ha

enmarcado, en una relación desigual y de

subordinación, a la cultura andina. La homogenizar la cultura,

cultura occidental

ha tratado de

las costumbres y tradiciones de los pueblos,

controlando la vida de los hombres mediante el uso de la informática y los medios masivos de comunicación.

En estas circunstancias es que debemos hacer una seria reflexión sobre el significado y la práctica de la interculturalidad, pues este constituye en un componente central de la vida de nuestra sociedad multilingüe y pluricultural se manifiesta en un pasado, un presente y un futuro.

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Si bien la mayoría de la población de las comunidades campesinas quechuas y aymaras están adoptando rasgos de la llamada cultura occidental (valores, saberes,

tecnologías),

lo

que

genera

una

configuración de identidades colectivas que

compleja

y

contradictoria

muchas veces suelen ser

experiencias traumáticas por tener que asumir y hacer suyo culturas ajenas y hasta incompatibles con sus tradiciones, con rasgos

fuertes de exclusión,

racismo, maltrato, discriminación y violencia en contra de estas poblaciones. ( 1 )

Algunas manifestaciones culturales se pueden observar en la conservación de sus danzas, música, costumbres y tradiciones, de aquella población que ha dejado el campo migrando para la ciudad , son lo clubes que se crean para celebrar sus fiestas patronales de sus pueblos de origen, pero a la vez van adoptando expresiones urbanas, fusionando la música típicamente andina con otros ritmos y acompañado de instrumentos musicales distintos como batería, guitarra electrónica, conformando así ritmos, matices y nuevos estilos musicales.

Entre estos nuevos estilos musicales que han surgido están la música chicha, tecnocumbia, o la música contestataria que expresa protesta de corte antiimperialista y política, conformando la música denominada “trova andina”. Hoy, una multiplicidad de expresiones culturales, producto de diferentes formas y estilos de vida, uno de la cultura andina y la otra de consumo dominada por el mercado.

Es así que en las ciudades capitales de provincia y en los centros poblados en general se tiene un fuerte mestizaje, se produce un sincretismo de la religiosidad andina con la religión católica reflejadas en las celebraciones de sus festividades por ejemplo, la fiesta de las Cruces con las Alasitas

y la

presencia del Ekeko (el hombre de la abundancia), la fiesta de la Virgen de la Candelaria con la entrada de los kcapus, en la ciudad de Puno.

1

En la sierra sur del Perú existe expresiones peyorativas dirigidas a la población quechua y aymará tales como: la “mancha india, serranos, provincianos, campesinos” por su gran concentración de pobreza, analfabetismo, ausencia o escasos servicios sociales

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En este sentido, existen diferentes intereses y percepciones de sus costumbres, prácticas de valores y tradiciones expresadas por el entorno de las zonas urbanas, relaciones que se basan en un enfoque intercultural y que tienen derecho de pensar, actuar y ser desde su propia cultura valorando y fortaleciendo así su cosmovisión (Claverías, 2007).

Según Vargas (2007), es la revalorización de los conocimientos y tecnologías tradicionales o locales, esa sabiduría de los indígenas que permiten una vida más humana y sostenible

desde diferentes aspectos de la vida cotidiana;

fortaleciendo la identidad cultural sobre todo las actitudes, valores, normas que involucra el reconocimiento a la diversidad e integración cultural, así como la consolidación y prácticas para la construcción de derechos culturales con solidaridad, democracia y equidad.

La interculturalidad busca la construcción de relaciones sociales equitativas y el reconocimiento de las identidades y culturas diferentes, es la relación de personas o grupos de personas de diferentes culturas, es la interacción entre la pertenencia y la diferencia, que implica aceptar el mundo

de la vida y las

razones de los otros solo tienen sentido si somos plurales y diferentes culturalmente, con una multiplicidad de formas de vida y de conocimientos, donde el conocimiento científico occidental es uno más

COSMOVISIÓN ANDINA La cosmovisión andina es considera como “una totalidad” en el que todos los elementos o dimensiones del universo: la dimensión de lo humano (runas, en quechua, los jaques

en aymará), la dimensión de las divinidades apus y

wak’as (divinidades) y la dimensión de la naturaleza las sallq’a (la naturaleza silvestre se encuentra en equilibrio donde prima el dialogo, respeto, afecto y reciprocidad, en la lógica del pensamiento del hombre andino es el “sumaq kausay que es el vivir en armonía con los cosmos, es lograr el bienestar, es la esperanza de una vida mejor. (Enríquez – 2005).

Los Apus, Dioses protectores del hombre conjuntamente con la Pachamama, el agua, los cerros, tienen que ver con la ética, los valores, la historia y el 8

origen de sus comunidades; los relatos se centran en la presencia de los gentiles, huamanis o chinchillicos,- guardianes de los centros mineros – que sí el hombre no es solidario y agradecido con la naturaleza, tiene la capacidad de hacer desaparecer los yacimientos minerales, son pues seres buenos o maléficos que rigen y norman el comportamiento y las relaciones sociales que deben respetarse y mantenerse en el seno de la comunidad utilizados para defenderse de la intromisión de otras culturas y tecnologías sofisticadas que modifican y transforman la naturaleza y el medio ambiente, pero que no respetan ni conviven con ella. (Ansión, 1997).

La naturaleza tiene vida, sentimientos, sabe entristece y enojarse; el hombre debe vivir en empatía con esta madre naturaleza, por eso se debe pedir permiso a la Pachamama mediante la “ch’alla” para que nos permita hacer producir la tierra y que el hombre no muera de hambre, para preservar el medio ambiente y los ecosistemas existentes.

El pueblo

andino tiene gran diversidad de simbologías que le ha permitido

mantenerse e identificarse como hijos y guardianes de los cerros, nuestras costumbres y mitos son parte de esa simbología, dentro de ellos encontramos el comportamiento del verdadero sentir del

indígena, cada una de estas

montañas guarda en lo más recóndito de su espacio una sabiduría incomparable para nosotros. Hay que resaltar que es la cosmovisión que ha permitido que aún estemos perviviendo como pueblos en este territorio, la simbología la encontramos a nuestro alrededor y día tras día nos alimenta de sabiduría, armonía y alegría y ello nos hace dignos de existir

La comprensión

del concepto motivacional que en lo individual lleva la

necesidad de asimilar situaciones que contradicen formas tradicionales de vida vinculadas a nuevas formas de desarrollo que van a significar cambios en sus hábitos de consumo,

patrones de conducta ajenos a sus costumbres

ancestrales, estos nuevos estilos de vida entran en contradicción con la cosmovisión de los grupos sociales.

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En este sentido, es oportuno señalar que la sustentabilidad social está enmarcada en el respeto que se debe tener a la diversidad cultural que tiene que ver con los saberes tradicionales, con sus conocimientos sobre medicina natural, sus mitos y prácticas rituales, el pago a la Pachamama o madre tierra, sus hábitos y costumbres de vida. Por lo que se requiere de un análisis dialéctico de la relación hombre – naturaleza – sociedad, como punto de partida para comprender la importancia que tiene la cosmovisión del mundo andino en el que los recursos naturales tienen vida y espíritu igual que nos humanos por ejemplo “el agua los nevados”

es considerada como la sangre que baja de

todos los nevados y los cerros son los “Apus”, los dioses

protectores del hombre y la naturaleza en general, a quienes se dirige la “Misa”, ceremonia ritual de la cosmovisión andina, dirigida por el Pacco, yatiri, watugc o yachacg, para lograr el bienestar colectivo aun cuando la misa se haya celebrado a petición individual (Escalante R, Valderrama C; 1988).

Por todo ello, la cosmovisión andina merece un reconocimiento como parte de los saberes y la vida cotidiana de las personas de extracción o del área rural, que contribuyan desde el pensamiento complejo como señala Morin (2001), donde se localizan dicotomías presentes en la

racionalidad

cognitiva.

Relacionado con los conocimientos culturales en relación con el mundo natural y espiritual, dándole así sentido y razón a la valoración del mundo, son formas de enfrentar su sobrevivencia , significa costumbres alimentarias, formas de curarse, uso de hierbas medicinales, vestimenta es pues la historia del hombre en determinado contexto socio histórico.

Es una forma de percibir, interpretar, concebir la vida, la muere, el mundo, el tiempo y el espacio, es una forma de pensar y ser, es una dar y un recibir caracterizada por la reciprocidad entre los hombres y de los mismos con la naturaleza, donde prima el respeto, la solidaridad, la afectividad buscando el equilibrio con la madre tierra,. La relación con la Pachamama es afectiva está expresada en el sentido que se le da a la organización comunal, familiar, al trabajo que siempre se inicia con la “ch’alla”, el agradecimiento que a la tierra por los beneficios obtenidos de ella. Esta forma de concebir la vida, naturaleza,

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el mundo y los cosmos tienen sus principios: complementariedad, reciprocidad, la correspondencia entre el cosmos y el hombre.

EL

TRABAJO

SOCIAL

DESDE

LA

PERSPECTIVA

DE

LA

INTERCULTURALIDAD

l Trabajo Social, hoy en día se ha convertido en una de las profesiones más interesantes y complejas por que trabajamos con el hombre, con ese ser que lucha cotidianamente por su subsistencia y el de su familia en esta coyuntura en la que la cuestión social se presenta cada vez más compleja, comprendiendo e interpretando su dimensión cultural, su cosmovisión, comportamientos y modos de vida, con ese ser que tiene sentimientos, valores,

pensamientos, una forma de ver y sentir la vida en ese

relacionamiento “cara a cara” ( Shutz.)

En nuestra práctica profesional cuantas veces nos hemos sentido impotentes al no ser comprendidos y comprender a las personas, especialmente cuando son indígenas. ¿Cuántas puertas tocamos con la intención de acercarnos a alguien que puede ayudarnos y que, sin embargo, sentimos que nos rechaza?, ¿Cuántas reuniones convocadas con el fin de buscar aceptación sobre problemas que afectan a todos, y que, sin embargo, no logran involucrar más que a unos pocos a "los de siempre"? Esta es la realidad con las que nos encontramos casi siempre y que dificulta resolverlos. Esto en parte se debe al desconocimiento de la cultura andina y al no estar familiarizadas con ella.

El contexto andino está dado por creencias, presunciones, valores, significados e imaginarios compartidos, elementos que orientan, legitiman y regulan el comportamiento de los sujetos y grupos sociales y que si no los tiene en cuenta el trabajador social para proyectar y realizar su trabajo será poco probable que tenga éxito. El hombre andino crea, recrea y trasmite sus normas de conducta, sus emociones, valores, sentimientos, sus formas de pensar y ver la vida que es afectiva respetuosa, agradecida y solidaria

con la naturaleza que

son

trasmitidas para ser cumplidas en el grupo comunitario.

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Muchas veces el trabajador social, en su práctica profesional, se desempeña en espacios donde el sujeto social con quienes trabaja, generalmente se expresa en su idioma (quechua o aymará), utilizando código de símbolos que los grupos crean y recrean para enfrentarse con mayor seguridad a los problemas de adaptación externa y de integración interna,

en el contexto

urbano, donde se siente más presionado por condicionantes. Ante una situación como esta los profesionales de Trabajo Social debemos trabajar con las subjetividades a partir de la dimensión cultural y espiritual de estos actores sociales para construir su realidad junto a ellos a partir de su experiencia organizativa colectivista. Las prácticas culturales cotidianas no pertenecen a un mundo privado, si no que son públicas que se comparte un espacio geográfico y un tiempo expresado en sus interrelacionas sociales, familiares, productivas y su relacionamiento con la naturaleza y el cosmos. La relación e integración ínter subjetiva directa del trabajador social con el hombre andino en una relación “cara a cara” puede fortalecer y revalorar la cultura,

siendo la fenomenología,

la hermenéutica, el interaccionismo

simbólico, enfoques epistemológicos que nos permitirá contar con los elementos

necesarios para comprender a éste actor social en todas sus

dimensiones, especialmente en la dimensión materia y espiritual. ( 2 ) La interpretación a esta nueva forma de entender la subjetividad tiene que ver con el descubrimiento el sentido y significado que tiene la cultura entendida esta como una totalidad Es pues importante actuar con los actores indígenas desde una visión menos racionalista e interpretar y comprender los procesos de construcción socio cultural vinculadas a proyectos, esperanzas, aspiraciones por lo que es necesario la revisión, creación, recreación de

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técnicas e instrumentos que

La interpretación a esta nueva forma de entender la subjetividad tiene que ver con el descubrimiento el

sentido y significado que tiene la cultura entendida esta como una totalidad

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permitan de la comprensión y la interpretación de las conductas del hombre andino articuladas a la necesidad de su sobre vivencia. A MANERA DE CONCLUSIONES. De lo expuesto podemos resaltar que las expresiones culturales son muy complejas y tiene una sensibilidad profunda que se explican a través de tres dimensiones: •

La cosmovisión que es una forma de percibir el mundo de explicarnos la realidad y que responden a grandes paradigmas culturales, son pues diferentes formas de explicarnos, el tiempo, la vida y el mundo. La cosmovisión direcciona y edifica nuestra vida

mediante

cuatro

dimensiones: •

.Reciprocidad, entre el cosmos la naturaleza y el hombre, que hacen posibles la fertilidad, el bienestar del hombre brindándole productos para su supervivencia que se manifiesta en las comunidades mediante el “ayni y la mink’a” .



Ética. No es universal, son los valores que dan significado a la vida, basada en dimensiones valorativas

de respeto, trabajo, honestidad,

solidaridad, (“ama suya, ama k’ella, ama llulla, y ama llunk’u). •

Identidad, sentimientos de orgullo y pertenencia a un grupo cultural, que es la profundidad espiritual subjetiva que el hombre tiene visualizado a través de sus actos.

La interculturalidad permite construir sociedades donde se respete al otro que tiene sus propios paradigmas culturales. La cultura es un derecho fundamental reconocido por los organismos internacionales, por lo tanto este reconocimiento debe ser la suficiente para sensibilizar y valorar la las actitudes de aceptación y tolerancia a los grupos excluidos, dando oportunidad y de oportunidades, discriminación, racismo.

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Toda cultura, muchas veces ejerce una fuerte presión sobre sus integrantes, transmitiendo una gama de pensamientos, comportamientos, son rasgos sociales que son reproducidos y que nos distinguen unos de otros y que son internalizados mediante el lenguaje simbólico, las formas de vida, creencias, En lo referente a nuestra profesión, es importante señalar que el trabajador social conozca, comprenda y respete la riqueza cultural de los pueblos andinos, Debe poner en práctica sus habilidades comunicativas para establecer espacios adecuados

de

acción profesional para un

acercamiento al conocimiento y práctica cultural del hombre andino. Desde nuestra profesión no podemos mirar las cosas de manera neutral. Nuestro quehacer profesional lleva implícita la acción objetiva y subjetiva; entendida la acción como la capacidad que tienen las personas de saber y hacer las cosas relacionándolo con ese “mundo de la vida” al se refiere Heidegger, y es en este ámbito en el que se produce la acción comunicativa en el que juega un papel importante el idioma La cosmovisión andina tiene una relación muy directa con el hombres, con ese actor es con quienes nosotros interactuamos. Por eso es importante asumir una actitud de respeto al otro, revalorando su música, danzas, vestido, comidas, idioma, desarrollando un Trabajo Social verdaderamente intercultural y algunos actitudes interculturales sea elementos necesario para la formación profesional, tomando conciencia de nuestra propia identidad como latinoamericanos

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REFERENCIA BIBLIOGRAFICA Albo Xavier, Cultura e interculturalidad , ponencia Seminario Antroplogía – Puno 2008. Ansión, Juan, Escuela e Ideología del Progreso en Comunidades de la Sierra Peruana, (en Enríquez Porfirio – “Cultura Andina” - 2005). Claverías H. Ricardo, “Interculturalidad y Género”, Ed. CIED – Lima 2002 Delgado Fredy, Escobar Cesar, “Diálogo Intercultural e Ínter científico”, Plural editores, Bolivia 2005. Enríquez S. Porfirio, “cultura Andina”, Edt. Altiplano Puno 2005. Eroles Carlos, “Glosario de Temas Fundamentales en Trabajo Social”, Edt. Espacio – Argentina 2005. Huber Ludwig, “Consumo, cultura e identidad en el mundo globalizado”, Instituto de Estudios Peruanos – Lima 2000. Jiménez S. Pilar, “La Creación de Cultura, Signos, Símbolos y Antropología”, Edic. Universidad Autónoma de Madrid - 2006 Mansilla, H. “Ciencia y Mentalidad en el Área Andina” (fotocopia). Montoya Rodrigo, López luís E. “¡Quiénes somos? El tema de la Identidad en el Altiplano”, Edt. UNA Puno – 2000. Morin Edgar, “Introducción al Pensamiento Complejo”, Edt. Gedisa.S.A. España 2001.

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