FRATERNIDAD DE CRISTO SACERDOTE Y SANTA MARÍA REINA E XPOSICIÓN DE RODILLAS El sacerdote revestido expone el Santísi
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FRATERNIDAD DE CRISTO SACERDOTE Y SANTA MARÍA REINA
E
XPOSICIÓN
DE RODILLAS
El sacerdote revestido expone el Santísimo Sacramento como de costumbre.
M
ONICIÓN INICIAL
En la octava de Pentecostés, nos invita la Iglesia a honrar a Nuestro Señor Jesucristo como único y sumo sacerdote de la nueva y eterna Alianza que Dios ha hecho con los hombres. Toda su vida terrena se convierte en existencia sacerdotal desde la aceptación de su Encarnación hasta su glorificación a la derecha del Padre en su Ascensión desde la que sigue ejerciendo su mediación en favor de todos los hombres. Él se ofreció a sí mismo de una vez para siempre con un sacrificio de valor infinito pues es Dios hecho hombre. Él es al mismo tiempo sacerdote, víctima y altar. Es él quien ofrece el sacrificio de su vida por la salvación de los hombres. Él es la víctima porque se entrega a sí mismo. Es él el altar porque es su humanidad el altar de la ofrenda. La Santa Misa es la renovación sacramental de este sacrificio y la Eucaristía que adoramos y comulgamos es el Cuerpo y Sangre de Cristo Sacerdote victimados por nosotros.
(breve silencio)
L
ETANÍAS DE JESUCRISTO, SUMO Y ETERNO SACERDOTE (ver suplemento)
Terminadas las letanías se guarda un tiempo de silencio.
P
ROCLAMACIÓN EVANGÉLICA
Si hay posibilidad, se puede hacer de forma solemne proclamado por un diácono o sacerdotes, con turiferario y ceroferarios. Antes y después se puede entonar el Aleluya. DE PIE
ectura del Santo Evangelio según san Lucas En aquel tiempo Jesús volvió a Galilea por la fuerza del Espíritu y su fama se extendió por toda la región. Iba enseñando en sus sinagogas, alabado por todos. Vino a Nazaret, donde se había criado, entró, según su costumbre, en la sinagoga el día de sábado, y se levantó para hacer la lectura. Le entregaron el volumen del profeta Isaías, desenrolló el volumen y halló el pasaje donde estaba escrito: El Espíritu del Señor sobre mí, porque me ha ungido para anunciar a los pobres la Buena Nueva, me ha enviado a proclamar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, para dar la libertad a los oprimidos 19 y proclamar un año de gracia del Señor. Enrolló el volumen, lo devolvió al ministro y se sentó. En la sinagoga todos los ojos estaban fijos en él. Comenzó, pues, a decirles: - «Esta Escritura que acabáis de oír se ha cumplido hoy.» Y todos daban testimonio de él y estaban admirados de las palabras llenas de gracia que salían de su boca. Y decían: - «¿Acaso no es éste el hijo de José?» Él les dijo: - «Seguramente me vais a decir el refrán: Médico, cúrate a ti mismo. Todo lo que hemos oído que ha sucedido en Cafarnaún, hazlo también aquí en tu patria.» Y añadió: - «En verdad os digo que ningún profeta es bien recibido en su patria.».
PUNTOS PARA LA MEDITACIÓN. (a desarrollar por el director, en
este momento se
pueden intercalar cantos o antífonas apropiadas)
Jesús es el único y eterno Sacerdote que, con su Pasión, atravesó la muerte y el sepulcro y resucitó y ascendió al Cielo; está junto a Dios Padre, donde intercede para siempre en nuestro favor. No tengamos miedo de ir a Él a pedir perdón, bendición, misericordia. Él nos perdona siempre, es nuestro abogado: nos defiende siempre. (S.S. Francisco, 17 de abril de 2013)
El sacerdocio ministerial, por la potestad sagrada de que goza, forma y dirige el pueblo sacerdotal, confecciona el sacrificio eucarístico en la persona de Cristo y lo ofrece en nombre de todo el pueblo a Dios. (Lumen Gentium, 10)
Los fieles, en cambio, en virtud de su sacerdocio regio, concurren a la ofrenda de la Eucaristía y lo ejercen en la recepción de los sacramentos, en la oración y acción de gracias, mediante el testimonio de una vida santa, en la abnegación y caridad operante. (Lumen Gentium, 10)
B
ENDICIÓN
Tantum ergo sacraméntum venerémur cernui, et antíquum documéntum novo cedat rítui; praestet fides supleméntum sensuum deféctui. Genitóri Genitóque laus et iubilátio, salus, honor, virtus quoque sit et benedictio; procedénti ab utróque comparsit laudátio. Amen.
Veneremos, pues, inclinados tan gran Sacramento; y la antigua figura ceda el puesto al nuevo rito; la fe supla la incapacidad de los sentidos. Al Padre y al Hijo sean dadas alabanza y júbilo, salud, honor, poder y bendición; una gloria igual sea dada al que de uno y de otro procede. Amen.
V/. Panem de caelo praestitisti eis R/. Omne delectamentum in se habentem
V/. Les diste pan del cielo. R/. Que contiene en sí todo deleite.
Oremus: Deus qui nobis, sub Sacramento mirábili pasiónis tuae memóriam reliquisti: tribue quaésumus, ita nos Córporis et Sánguinis tui sacra mysteria venerári; ut redemptionis tuae fructum in nobis iúgiter sentiámus. Qui vivis et regnas in saécula saeculórum. R/. Amén.
Oremos. Oh Dios, que en este admirable sacramento nos dejaste el memorial de tú Pasión, te pedimos nos concedas venerar de tal modo los sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que experimentemos constantemente el fruto de tu redención. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. R/. Amen.
ACTO DE DESAGRAVIO Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, os adoro profundamente y os ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad, de Nuestro Señor Jesucristo, presente en todos los Sagrarios de la tierra, en reparación de los ultrajes, sacrilegios e indiferencias con que Él mismo es ofendido. Y por los méritos infinitos de su Sacratísimo Corazón y del Corazón Inmaculado de María os pido la conversión de los pobres pecadores.