Hora Santa

HORA SANTA PARROQUIA DE LA SAGRADA FAMILIA CRISTO REY PARROCO FRAY RAUL DIRECTORES DE ESCUELA DE PASTORAL LA SAGRADA

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HORA SANTA PARROQUIA DE LA SAGRADA FAMILIA

CRISTO REY

PARROCO FRAY RAUL DIRECTORES DE ESCUELA DE PASTORAL

LA SAGRADA FAMILIA Parroquia HORA SANTA CRISTO REY Exposición del Santísimo Sacramento Canto inicial: “Tu reinarás” Tú reinaras, este es el grito Que ardiente exhalan nuestra fe Tú reinaras, oh Rey Bendito Pues tu dijiste ¡Reinare! Coro: Reine Jesús por siempre Reine su corazón En nuestra patria, En nuestro suelo Que es de María La nación Tú reinarás, dulce esperanza, Que el alma llena de placer; Habrá por fin paz y bonanza, Felicidad habrá doquier Tú reinaras en este suelo, Te prometemos nuestro amor, Oh buen Jesús, danos consuelo En este valle de dolor Tu reinaras, Reina y ahora, En esta casa y población Ten compasión del que implora Y acude a ti en la aflicción. Tú reinaras toda la vida Trabajaremos con gran fe En realizar y ver cumplida La gran promesa: ¡Reinare!

GUIA: Iniciamos esta Hora Santa. En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo TODOS: Amen GUIA: (De pie) 1 Lectura del Santo Evangelio según San Juan 18, 28-40 28 De la casa de Caifás llevan a Jesús al pretorio. Era de madrugada. Ellos no entraron en el pretorio para no contaminarse y poder así comer la Pascua. 29 Salió entonces Pilato fuera donde ellos y dijo: "¿Qué acusación traéis contra este hombre?" 30 Ellos le respondieron: "Si éste no fuera un malhechor, no te lo habríamos entregado." 31 Pilato replicó: "Tomadle vosotros y juzgadle según vuestra Ley." Los judíos replicaron: "Nosotros no podemos dar muerte a nadie." 32 Así se cumpliría lo que había dicho Jesús cuando indicó de qué muerte iba a morir. 33 Entonces Pilato entró de nuevo al pretorio y llamó a Jesús y le dijo: "¿Eres tú el Rey de los judíos?" 34 Respondió Jesús: "¿Dices eso por tu cuenta, o es que otros te lo han dicho de mí?" 35 Pilato respondió: "¿Es que yo soy judío? Tu pueblo y los sumos sacerdotes te han entregado a mí. ¿Qué has hecho?" 36 Respondió Jesús: "Mi Reino no es de este mundo. Si mi Reino fuese de este mundo, mi gente habría combatido para que no fuese entregado a los judíos: pero mi Reino no es de aquí." 37 Entonces Pilato le dijo: "¿Luego tú eres Rey?" Respondió Jesús: "Sí, como dices, soy Rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad. Todo el que es de la verdad, escucha mi voz." 38 Le dice Pilato: "¿Qué es la verdad?" Y, dicho esto, volvió a salir donde los judíos y les dijo: "Yo no encuentro ningún delito en él. 39 Pero es costumbre entre vosotros que os ponga en libertad a uno por la Pascua.

¿Queréis, pues, que os ponga en libertad al Rey de los judíos?" 40 Ellos volvieron a gritar diciendo: "¡A ése, no; a Barrabás!" Barrabás era un salteador. Palabra de Dios TODOS: TE ALABABAMOS SEÑOR Reflexión: Momento de Silencio CANTO: Aleluya, bendito el que viene en nombre del Señor Aleluya, aleluya, aleluya. Bendito el que viene en nombre del Señor. Bendito el reino que viene de nuestro padre David. Aleluya, aleluya, aleluya.

GUIA: (De pie) 2 Libro de Sabiduria 15, 1-19 "Pero tú, oh Dios nuestro, eres bueno y veraz; tú eres paciente y gobiernas el universo con misericordia. 2.Aunque pequemos, somos tuyos, pues reconocemos tu poder; pero, sabiendo que somos tuyos, evitaremos el pecado. 3.Toda la rectitud consiste en conocerte; reconocer tu poder es el punto de partida de la inmortalidad. 4.Nosotros no nos hemos dejado engañar por una invención mentirosa de los hombres, por esas obras inútiles de los artistas, esos ídolos embadurnados de colores. 5.Solo conmueven a los insensatos, que pueden excitarse por la belleza inanimada de imágenes muertas. 6.En verdad, los fabricantes de imágenes sólo buscan su desgracia y la tienen bien merecida, y lo mismo los que creen en ellas y las adoran. 7.Veamos ahora a un alfarero: moldea concienzudamente la blanda arcilla, modela para nuestra utilidad toda clase de objetos. De la misma masa saca utensilios destinados a usos nobles y otros, a usos ordinarios. ¿Para qué servirá tal o cual cántaro? Eso lo decide el alfarero. 8.Con la misma arcilla elabora la estatua de un dios falso: ¡cuánto trabajo perdido por un hombre justamente salido de la tierra y que dentro

de poco volverá a ella cuando le pidan de nuevo su alma! 9.No reflexiona que tendrá que morir y que su vida es breve: sólo piensa en rivalizar con los orfebres y los fundidores de plata, imita a los que cuelan el bronce y se gloría de fabricar cosas falsas. 10.Su corazón no es más que ceniza, sus ambiciones son más inconsistentes que la tierra; pero su existencia tiene menos valor que la arcilla 11.ya que ignora al que lo formó y no reconoce al que le insufló un alma consciente, poniendo en él el soplo vital. 12.La vida le parece un juego, y la existencia una seguidilla de negocios: "¡Hay que sacar provecho, dice, de cualquier parte, incluso del mal!" 13.Ese hombre sabe mejor que los otros que peca al fabricar de un mismo barro, cosas e imágenes divinas. 14.Pero los enemigos de tu pueblo, los que lo oprimieron, eran realmente insensatos, y merecían más lástima que pobres niños ingenuos. 15.Habían adoptado como dioses a ídolos venidos de todas las naciones imágenes incapaces de ver con sus ojos, respirar con su nariz, oír con sus oídos; que no podían ni tocar con sus dedos ni caminar con sus pies. 16.Eso era normal pues fue un hombre quien las hizo. El que las elaboró no tenía más vida que la que se le dio, y ni siquiera era capaz de hacer un dios que se le asemejara, 17.porque sus manos impías de mortal sólo producían cosas muertas. Ese hombre tiene más valor que los objetos que adora: él por lo menos vive, pero éstos, jamás. 18.Esa gente adora hasta a las fieras más repugnantes (porque de hecho son más estúpidas que las demás). 19.Estas no tienen absolutamente nada de atrayente y espantan cualquier deseo de alabar a Dios y de darle gracias." Palabra de Dios TODOS: TE ALABABAMOS SEÑOR Reflexión: Momento de Silencio CANTO: Anunciaremos tu Reino, Señor, tu Reino, Señor, tu Reino. Reino de paz y justicia, Reino de vida y verdad. Tu Reino, Señor, tu Reino. Reino de amor y de gracia, Reino que habita en nosotros.

Tu Reino, Señor, tu Reino. Reino que sufre violencia, Reino que no es de este mundo. Tu Reino, Señor, tu Reino. Reino que ya ha comenzado, Reino que no tendrá fin. GUIA: (De pie) 3 Lectura del Santo Evangelio según San Mateo 8 "Jesús, pues, bajó del monte, y empezaron a seguirlo muchedumbres. 2.Un leproso se acercó, se arrodilló delante de él y le dijo: «Señor, si tú quieres, puedes limpiarme.» 3.Jesús extendió la mano, lo tocó y le dijo: «Quiero; queda limpio.» Al momento quedó limpio de la lepra. 4.Jesús le dijo: «Mira, no se lo digas a nadie; pero ve a mostrarte al sacerdote y ofrece la ofrenda ordenada por la Ley de Moisés, pues tú tienes que hacerles una declaración.» 5.Al entrar Jesús en Cafarnaún, se le acercó un capitán de la guardia, suplicándole: 6.«Señor, mi muchacho está en cama, totalmente paralizado, y sufre terriblemente.» 7.Jesús le dijo: «Yo iré a sanarlo.» 8.El capitán contestó: «Señor, ¿quién soy yo para que entres en mi casa? Di no más una palabra y mi sirviente sanará. 9.Pues yo, que no soy más que un capitán, tengo soldados a mis órdenes, y cuando le digo a uno: Vete, él se va; y si le digo a otro: Ven, él viene; y si ordeno a mi sirviente: Haz tal cosa, él la hace.» 10.Jesús se quedó admirado al oír esto, y dijo a los que le seguían: «Les aseguro que no he encontrado a nadie en Israel con tanta fe. 11.Yo se lo digo: vendrán muchos del oriente y del occidente para sentarse a la mesa con Abrahán, Isaac y Jacob en el Reino de los Cielos, 12.mientras que los que debían entrar al reino serán echados a las tinieblas de afuera: allí será el llorar y rechinar de dientes.» 13.Luego Jesús dijo al capitán: «Vete a casa, hágase todo como has creído.» Y en ese mismo momento el muchacho quedó sanó. 14.Jesús fue a casa de Pedro; allí encontró a la suegra de éste en cama, con fiebre. 15.Jesús le tocó la mano y se le pasó la fiebre. Ella se levantó y comenzó a atenderle. 16.Al atardecer le llevaron muchos endemoniados. Él expulsó a los espíritus malos con una sola palabra, y sanó también a todos los enfermos. 17.Así se cumplió lo que había anunciado el profeta Isaías: Él tomó nuestras debilidades y cargó con nuestras enfermedades. 18.Jesús, al verse rodeado por la multitud, dio orden de cruzar a la otra orilla. 19.Entonces se le acercó un maestro de la Ley y le dijo: «Maestro, te seguiré adondequiera que vayas.» 20.Jesús le contestó: «Los zorros tienen cuevas y las aves tienen nidos, pero el Hijo del Hombre ni siquiera tiene dónde recostar la cabeza.» 21.Otro de sus discípulos le dijo: «Señor, deja que me vaya y pueda primero enterrar a mi padre.» 22.Jesús le contestó:

«Sígueme y deja que los muertos entierren a sus muertos.» 23.Jesús subió a la barca y sus discípulos le siguieron. 24.Se levantó una tormenta muy violenta en el lago, con olas que cubrían la barca, pero él dormía. 25.Los discípulos se acercaron y lo despertaron diciendo: «¡Señor, sálvanos, que estamos perdidos!» 26.Pero él les dijo: «¡Qué miedosos son ustedes! ¡Qué poca fe tienen!» Entonces se levantó, dio una orden al viento y al mar, y todo volvió a la más completa calma. 27.Grande fue el asombro; aquellos hombres decían: «¿Quién es éste, que hasta los vientos y el mar le obedecen?» 28.Al llegar a la otra orilla, a la tierra de Gadara, dos endemoniados salieron de entre los sepulcros y vinieron a su encuentro. Eran hombres tan salvajes que nadie se atrevía a pasar por aquel camino. 29.Y se pusieron a gritar: «¡No te metas con nosotros, Hijo de Dios! ¿Has venido aquí para atormentarnos antes de tiempo?» 30.A cierta distancia de allí había una gran piara de cerdos comiendo. 31.Los demonios suplicaron a Jesús: «Si nos expulsas, envíanos a esa piara de cerdos.» Jesús les dijo: «Vayan». 32.Salieron y entraron en los cerdos. Al momento toda la piara se lanzó hacia el lago por la pendiente, y allí se ahogaron. 33.Los cuidadores huyeron, fueron a la ciudad y contaron todo lo sucedido, y lo que había pasado con los endemoniados. 34.Entonces todos los habitantes salieron al encuentro de Jesús y, no bien lo vieron, le rogaron que se alejase de sus tierras." Palabra de Dios TODOS: TE ALABABAMOS SEÑOR Reflexión: Momento de Silencio CANTO: Tu reino es vida, tu reino es verdad; tu reino es justicia, tu reino es paz; tu reino es gracia, tu reino es amor: venga a nosotros tu reino, Señor; venga a nosotros tu reino, Señor. Dios mío, da tu juicio al rey, tu justicia al hijo de reyes, para que rija a tu pueblo con justicia, a tus humildes con rectitud; para que rija a tu pueblo con justicia, a tus humildes con rectitud. Que los montes traigan la paz, que los collados traigan la justicia;

que él defienda a los humildes del pueblo, que socorra a los hijos del pobre; que él defienda a los humildes del pueblo y quebrante al explotador. Que dure tanto como el sol, como la luna, de edad en edad; que baje como lluvia sobre el césped, como rocío que empapa la tierra. Que en sus días florezca la justicia y la paz hasta que falte la luna. Librará al pobre que suplica, al afligido que no tiene protector; se apiadará del humilde e indigente, y salvará la vida de los pobres; salvará de la violencia sus vidas, pues su sangre es preciosa ante sus ojos. Que su nombre sea eterno, que su fama dure como el sol; que sea bendición para los pueblos; que las naciones los proclamen dichoso. Bendito eternamente su nombre, que su gloria llene la tierra. GUIA: (De pie) 4 Lectura del Santo Evangelio según San Mateo 3

"1.Por aquel tiempo se presentó Juan Bautista y empezó a predicar en el desierto de Judea; 2.éste era su mensaje: «Renuncien a su mal camino, porque el Reino de los Cielos está cerca.» 3.Es a Juan a quien se refería el profeta Isaías cuando decía: Una voz grita en el desierto: Preparen un camino al Señor; hagan sus senderos rectos. 4.Además de la piel que llevaba colgada de la cintura, Juan no tenía más que un manto hecho de pelo de camello. Su comida eran langostas y miel silvestre. 5.Venían a verlo de Jerusalén, de toda la Judea y de la región del Jordán. 6.Y junto con confesar sus pecados, se hacían bautizar por Juan en el río Jordán. 7.Juan vio que un grupo de fariseos y de saduceos habían venido donde él bautizaba, y les dijo: «Raza de víboras, ¿cómo van a pensar que escaparán del castigo que se les viene encima? 8.Muestren los frutos de una sincera conversión, pues de nada les sirve decir: "Abrahán es nuestro padre". 9.Yo les aseguro que Dios es capaz de sacar hijos de Abrahán aún de estas piedras. 10.El hacha ya está puesta a la raíz de los

árboles, y todo árbol que no da buen fruto, será cortado y arrojado al fuego. 11.Yo los bautizo en el agua, y es el camino a la conversión. Pero después de mí viene uno con mucho más poder que yo, - yo ni siquiera merezco llevarle las sandalias - él los bautizará en el Espíritu Santo y el fuego. 12.Ya tiene la pala en sus manos para separar el trigo de la paja. Guardará el trigo en sus bodegas, mientras que la paja la quemará en el fuego que no se apaga.» 13.Por entonces vino Jesús de Galilea al Jordán, para encontrar a Juan y para que éste lo bautizara. 14.Juan quiso disuadirlo y le dijo: «¿Tú vienes a mí? Soy yo quien necesita ser bautizado por ti.» 15.Jesús le respondió: «Deja que hagamos así por ahora. De este modo respetaremos el debido orden.» Entonces Juan aceptó. 16.Una vez bautizado, Jesús salió del agua. En ese momento se abrieron los Cielos y vio al Espíritu de Dios que bajaba como una paloma y se posaba sobre él. 17.Al mismo tiempo se oyó una voz del cielo que decía: «Este es mi Hijo, el Amado; éste es mi Elegido.»" Palabra de Dios TODOS: TE ALABABAMOS SEÑOR Reflexión: Momento de Silencio CANTO: Pueblo de reyes, asamblea santa, pueblo sacerdotal, pueblo de Dios, bendice a tu Señor. Te cantamos, oh Hijo amado del Padre, te alabamos, eterna Palabra, salida de Dios. Te cantamos, oh Hijo de la Virgen María. Te alabamos, oh Cristo nuestro hermano, nuestro Salvador. Te cantamos a Ti, esplendor de la gloria, te alabamos, Estrella radiante que anuncias el día. Te cantamos Jesús, Luz eterna de Dios, te alabamos, Antorcha de la Nueva Jerusalén. Te cantamos, Mesías que anunciaron los Profetas, te alabamos, oh Hijo de Abraham e Hijo de David. Te cantamos, Mesías esperado por los pobres, te alabamos, oh Cristo, nuestro Rey de humilde corazón. Te cantamos, Mediador entre Dios y los hombres, te alabamos, oh ruta viviente camino del cielo.

Te cantamos, Sacerdote de la nueva alianza, te alabamos, tú eres nuestra paz por la sangre de la cruz. Te cantamos, Cordero de la Pascua eterna, te alabamos, oh Víctima que borras nuestros pecados. Te cantamos, oh Templo de la nueva alianza, te alabamos, oh Piedra angular y roca de Israel. Te cantamos, Pastor que nos conduces al Reino, te alabamos, reúne a tus ovejas en un redil. Te cantamos, oh Cristo, manantial de la gracia, te alabamos, oh Fuente de agua viva que apaga nuestra sed. Te cantamos, oh Viña plantada por el Padre, te alabamos, oh Viña fecunda, nosotros tus sarmientos. Te cantamos, oh Cristo, Maná verdadero, te alabamos, oh Pan de la vida que el Padre nos da. Te cantamos, Imagen del Dios invisible, te alabamos, oh Rey de justicia y Rey de paz. Te cantamos, Primicia de aquellos que duermen, te alabamos, a ti, el viviente, principio y fin