Historia Naval de Chile 1810

Historia naval de chile 1810- 1880. (Principales acciones navales) El Primer Intento (2 de mayo de 1813) Advertencia La

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Historia naval de chile 1810- 1880. (Principales acciones navales)

El Primer Intento (2 de mayo de 1813) Advertencia Las acciones navales que se describen deben ser ubicadas cronológicamente entre los hechos militares y políticos en la Historia de Chile, que no serán mencionados en esta página Web y que pueden ser encontrados en cualquier texto de historia de nuestro país

El Brigadier Antonio Pareja había desembarcado en San Carlos de Ancud el 18 de enero de 1813, con una expedición para poner fin a los intentos de independencia de Chile. Organizó dos batallones de infantería y una brigada de artillería y el 17 de marzo zarpó a Valdivia, donde recaló el día 20 para recibir otras tropas y armamento, dirigiéndose a San Vicente donde fondeó el 26 de marzo. A pesar de la defensa que hizo el Gobernador de Talcahuano, Teniente Coronel Rafael de la Sotta, este puerto y Concepción cayeron en poder del Brigadier Pareja. Las provincias de Concepción y Maule también cayeron en poder de los españoles. Al saberse en Santiago estas acciones, la Junta de Gobierno, el Senado y los principales jefes militares, acordaron designar como General en Jefe del Ejército a José Miguel Carrera , quien aparte de otras medidas, ordenó al Gobernador de Valparaíso que pusiera el puerto en estado de defensa. Las acciones militares significaron que los patriotas tuvieran que replegarse al norte, concentrándose en Talca. Desde allí, José Miguel Carrera propuso la idea de bloquear Talcahuano para impedir la llegada de refuerzos para el Brigadier Pareja. Ante el conocimiento que la fragata "Warren" estaba bloqueando a Valparaíso escribió a la Junta de Gobierno para que se armase en guerra al bergantín "Potrillo"disponible en ese puerto y se adquiriera otro buque, para destruir los corsarios limeños y bloquear Talcahuano. La fragata "Warren", alias Javiera, era un buque norteamericano apresado por los españoles al ser sorprendido el 25 de septiembre de 1807 en el contrabando de mercaderías en la isla Quiriquina. Una vez en poder de los españoles, se había dedicado al corso y ahora estaba bloqueando Valparaíso con la esperanza de tomar alguna presa. La Junta de Gobierno acogió la proposición de Carrera y dispuso que el Gobernador de Valparaíso, don Francisco de la Lastra adquiriera o arrendara dos buques para apresar a la "Warren" y luego bloquear

Talcahuano. Así, se arrendó la fragata norteamericana "Perla" y se adquirió el bergantín, también norteamericano"Potrillo", surtos en el puerto. Con armamento requisado a un buque portugués, se armó ambos buques y con donativos del vecindario se enganchó la tripulación necesaria, incentivándola con promesas de repartir el producto de la presa. El 2 de mayo de 1813 zarparon ambos buques que se dirigieron directamente a la fragata "Warren" y cuando todos los espectadores esperaban ver sucumbir a la nave española, la "Perla" llegó al costado de la" Warren" y ambas dirigieron sus fuegos en contra del bergantín "Potrillo" y lo capturaron ante la mirada atónita de los porteños. La tripulación del bergantín "Potrillo" fue llevada a Lima donde se le siguió un proceso. El primer intento de incursionar en el mar, se vio fracasado debido a que las tripulaciones contratadas no eran nacionales, sino marineros extranjeros, que actuando de mercenarios vieron sus propias conveniencias, en vez de cumplir el compromiso de luchar por la independencia de Chile.

Nacimiento de la Primera Escuadra Nacional Advertencia Las acciones navales que se describen deben ser ubicadas cronológicamente entre los hechos militares y políticos en la Historia de Chile, que no serán mencionados en esta página Web y que pueden ser encontrados en cualquier texto de historia de nuestro país.

El 26 de febrero de 1817 recalaba inocentemente en Valparaíso un bergantín español, engañado por la bandera hispana que deliberadamente se mantenía izada en el puerto. Al fondear, las autoridades patriotas se apoderaron del buque. Se trataba del bergantín "Aguila" , de 220 toneladas. El Gobierno dispuso que fuera armado de inmediato con 16 cañones. Se le dio el mando al Teniente Raimundo Morris, joven marino irlandés que servía en el Ejército Libertador como oficial de artillería. Conformaron su dotación 43 tripulantes de los cuales 25 eran extranjeros. El 17 de marzo zarpaba con el pabellón chileno izado al tope del palo mayor, en misión de rescate de los patriotas que el General Mariano Osorio había confinado en el archipiélago de Juan Fernández, por disposición del Virrey del Perú, Fernando de Abascal.

Regresó dos semanas después con 78 ilustres ciudadanos que , con patriótica resignación habían sufrido dos años de destierro. Entre ellos, el Sargento Mayor de artillería Manuel Blanco Encalada. A Raimundo Morris, el joven Teniente de artillería, le cupo el honor de ser el primero que comandara un buque de guerra chileno, que posteriormente integró la Escuadra con el nombre de "Pueyrredón" . En forma similar, en los primeros días de abril, recaló en San Antonio el bergantín español "Carmelo" y también fue apresado por el subdelegado del puerto.

Venía del Atlántico con un valioso cargamento, cuya venta originó un considerable ingreso al menguado erario. El buque era viejo, pero no se trepidó en armarlo, para incrementar la Marina de Guerra en formación, con el nombre de "Araucano". Más tarde, el 22 de septiembre de 1817, se incorpora a la flotilla patriota la goleta "Fortunata", construida en el astillero de Nueva Bilbao, hoy Constitución, que fue adquirida y armada por el Gobierno.

El 5 de marzo de 1818, burlando el bloqueo español, entraba a Valparaíso la fragata "Windham" enviada por el agente de Chile en Londres José Antonio Alvarez Condarco. El 4 de abril de 1818 el Gobierno de Chile compra la fragata y la designa "Lautaro". Venía armada con 34 cañones, pero podía portar hasta 58 con 192 hombres de tripulación. Se hizo cargo del buque el ex Teniente de la armada británica Jorge O'Brien.

El 22 de mayo de 1818, arribaba el navío inglés "Cumberland", con 44 cañones y 100 hombres de tripulación al mando del Capitán Guillermo Wilkinson. A fines de junio pasó a ser propiedad del Estado con el nombre de "San Martín". Su Comandante y oficiales continuaron abordo incorporados al servicio de la Marina de Chile.

Al día siguiente recalaba también la corbeta "Chacabuco" (ex "Coquimbo"), que había sido construida en los Estados Unidos para destinarla a operaciones corsarias. Pero sus propietarios decidieron ofrecerla en venta al Gobierno para conformar la naciente Escuadra. El General Bernardo O'Higgins Riquelme, con su profundo sentido de la organización, no se limitó sólo a adquirir buques, sino que también estableció una compleja infraestructura de apoyo a la Escuadra para otorgar persistencia a las futuras operaciones y velando para que su obra perdurara en el tiempo. En octubre de 1817 fue creada la Comandancia General de Marina. En noviembre se dictó el reglamento provisional de Marina, el que fijó los sueldos y grados de oficiales y gente de mar, además de la correspondiente equivalencia entre los grados navales y del Ejército.

El 15 de junio de 1818 ya funcionaba la Comisaría de Marina, la que en agosto adoptó el nombre de Comisaría de Guerra y Marina, y a su proposición fueron designados los contadores de las unidades de la Armada. El 5 de diciembre de 1817 se dispusieron los preparativos para fundar un Arsenal destinado a almacenar el armamento, munición y todo artículo de que precisase la Escuadra. El 16 de junio de 1818 se creó el primer mando a flote con el título de Mando en Jefe de la Flotilla, subordinándole todos los buques y disponiendo la creación de tropas de marina para su guarnición. Le fueron fijadas sus atribuciones y responsabilidades e incluso se le proporcionaron instrucciones operativas. Este Mando dependió directamente del Ministro de Guerra y Marina, cargo que con extraordinaria eficiencia ejercía, José Ignacio Zenteno. A principios de julio de 1818 ya existían el Batallón de Infantería de Marina y la Brigada de Artilleros de Mar, para dotar las guarniciones y la artillería embarcada en las unidades de la Escuadra. El 4 de agosto de 1818 fue decretada la fundación de la Academia de Guardiamarinas, predecesora de la actual Escuela Naval. Si la obtención de las unidades navales y el desarrollo de la correspondiente infraestructura de apoyo logístico fueron arduos, más problemática aún resultó la formación de las tripulaciones. Dos tercios de los oficiales fueron marinos extranjeros de origen inglés, norteamericano y francés. Los únicos marineros con experiencia

eran extranjeros que obviamente trataron de sacar el máximo provecho de esta situación. Para ellos resultaba mucho más atractiva la alternativa de embarcarse en unidades dedicadas al corso, por ser más remunerativo que servir a bordo de la Escuadra Nacional. El entrenamiento y preparación de estas tripulaciones presentaron extraordinarias dificultades, ya que ni siquiera se contaba con un lenguaje común para emitir y hacer obedecer las órdenes de las más elementales maniobras marineras. Paulatinamente, se fueron superando los inconvenientes, y las dotaciones fueron integrándose hasta convertir a la Escuadra en una eficiente y poderosa herramienta estratégica que, hábilmente empleada, se adueñó de las aguas que bañan el litoral occidental de América desde California al Cabo de Hornos.

Combate Naval de Valparaíso (27 de abril de 1818) Advertencia Las acciones navales que se describen deben ser ubicadas cronológicamente entre los hechos militares y políticos en la Historia de Chile, que no serán mencionados en esta página Web y que pueden ser encontrados en cualquier texto de historia de nuestro país. El 5 de abril de 1818, los cañones de Maipú sellaban la Independencia nacional. Quedaron bloqueando a Valparaíso las naves españolas "Esmeralda" y "Pezuela". En la bahía estaba fondeada la fragata inglesa "Amphion", que acostumbraba a salir periódicamente a la mar y ponerse al habla con las naves bloqueadoras para atender reclamos relacionados con el comercio. Por tal razón, el Comandante Luis Coig, de la fragata "Esmeralda", se había familiarizado con las frecuentes apariciones del buque inglés. La fragata "Lautaro" ideó camuflarse para parecer lo más semejante posible al "Amphion" y aprovechar la circunstancia anterior para atacar a la "Esmeralda", explotando a un máximo el factor sorpresa. Cuando los detalles se completaron, zarpó la "Lautaro" de Valparaíso, el domingo 26 de abril a las 2 de la tarde al mando de Jorge O'Brien. Al pasar Punta Angeles, izó la bandera y el gallardete ingleses. Cuando aquella mañana los vigías divisaron al enemigo en el horizonte, sin trepidar se sobrepasó la Punta Curaumilla, que se encuentra al sur de Valparaíso. Al cabo de dos horas se avistaron ambos buques enemigos. Al rayar el alba del día siguiente, el Teniente Jorge O'Brien divisó los faroles de la fragata "Esmeralda", a través de una densa neblina. Preparado para el combate, a las 7 de la mañana ordenó gobernar sobre el

navío adversario y lo embistió disparando tres descargas sucesivas, mientras cambiaba la bandera inglesa por el pabellón nacional. El buque enemigo había creído desde un comienzo que la nave que se aproximaba era el "Amphion", que, como en otras ocasiones, venía a ponerse el habla. Es tanto, que lo esperaron en facha, y cuando ambos llegaron a acortar demasiado la distancia, el Comandante Luis Coig alcanzó a gritar con voz potente; "Ea, ese barco se nos viene encima!". Era ya tarde. Cual sería su asombro y el de su tripulación al ver que efectivamente el buque los abordó!. Jorge O'Brien, arrastrado por su valor, ejecutó personalmente el abordaje del buque enemigo acompañado por 25 hombres. En la cubierta adversaria procedieron de inmediato a arriar el pabellón de España, mientras su tripulación, en absoluto desconcierto, abandonaba la cubierta principal. La guarnición militar de la "Lautaro", rompió fuego de fusilería sobre la cubierta española. Y así Jorge O'Brien quedó en plena posesión del buque con su velamen aún al viento. Lamentablemente, un marinero español agazapado en una escotilla disparó un certero tiro a Jorge O'Brien, que le atravesó el pecho y lo derribó exánime a cubierta para no volver a levantarse. Antes de morir, alcanzó a murmurar: "No la abandonéis muchachos, la fragata es nuestra". Un golpe de mar separó ambos buques, y el Segundo Comandante de la "Lautaro", Teniente José Argent Turner, al ver que la fragata española había arriado su pabellón, la consideró rendida y se limitó a despachar una embarcación con 18 hombres a cargo de un oficial para reforzar el grupo de abordaje y asegurar la presa. Caído el jefe, los compañeros de asalto se batieron valientemente, pero fueron gradualmente aniquilados por la tripulación enemiga, que en los 45 minutos siguientes se repusieron de la sorpresa y lograron aniquilar a los abordadores. Así terminó sus días aquel heroico extranjero, hijo adoptivo de la Marina de Chile. A su muerte, Luis Coig recuperó el mando de la "Esmeralda" e izó de nuevo el pabellón de su patria. El combate tuvo alternativas de triunfo y derrota. El error de apreciación del Teniente José Argent Turner, segundo en el mando de la "Lautaro", originó que la presa se escapara. Sin embargo, fue reatacada con artillería ocasionándole daños de consideración que obligaron al buque a retirarse a Talcahuano con el "Pezuela". Sólo se había logrado romper el bloqueo de Valparaíso, que era una de las finalidades de la operación. Cuando regresó la "Lautaro" al puerto, con la triste noticia de la muerte de su Comandante, remolcaba una presa. Se trataba del bergantín español "San Miguel", que viajaba de Talcahuano a el Callao con importantes

y acaudalados pasajeros, que por su rescate cancelaron una elevada suma, aprovechada posteriormente para abonar lo adecuado por la compra de la fragata "Lautaro". Tal fue el primer esfuerzo en el mar de nuestra Marina de Guerra como tal, en el que lo sublime del arrojo corrió a parejas con una ofuscación en los detalles.

La Primera Escuadra Nacional (28 de octubre de 1818

El 21 de mayo de 1818 había zarpado desde Cádiz un convoy de 11 transportes escoltados por la fragata "Reina María Isabel", de del Pacífico una expedición de 2.080 soldados destinada a impedir la independencia de Chile. Durante la travesía en el Atlántico, se amotinó la tripulación del transporte "Trinidad", que tomó el control del buque y recaló el novedad de esta amenaza, en tránsito hacia el Pacífico.

El Ministro chileno en Argentina despachó urgentemente un emisario a Santiago, quien entregó esta información al Gobierno chileno

El General Bernardo O'Higgins Riquelme con el Ministro José Ignacio Zenteno se trasladaron de inmediato a Valparaíso para apr disponer el zarpe con el objeto de interceptar y capturar el convoy realista.

Se fijó el día del zarpe para el 10 de octubre. El Capitán de 1ª clase (capitán de navío) Manuel Blanco Encaladaconformó la Es izando su insignia en el primero:

Navío San Martín

Fragata "Lautaro"

Corbeta "Chacabuco"

Bergantín "Araucano"

1.350 toneladas

850 toneladas

450 toneladas

270 toneladas

Capitán

de

Fragata

Guillermo Wilkinson

Capitán

de

Fragata

de

Corbeta

Charles Wooster

Capitán Francisco Díaz Teniente Raimundo Morris

60 cañones

46 cañones

20 cañones

16 cañones

Armamento y tripulación, totales: 142 cañones - 1.109 hombres. A las 9 horas, las naves empavesadas con los colores nacionales zarparon al sur en medio de las salvas de las baterías del puerto.

Desde el amanecer, toda la población se puso en movimiento y agitación para observar a esta Fuerza Naval que partía en su operac

Se formulaban mil pronósticos: unos presumían que los tripulantes extranjeros se sublevarían. Otros dudaban del éxito por entrena estaban dominados de un profundo optimismo. Entre ellos, los grandes organizadores de la empresa: Bernardo O'Higgins Riquelme y el Ministro José Ignacio Zenteno.

En travesía oceánica, la Escuadra se desplazó hacia la Isla Mocha, para esperar allí el paso del convoy proveniente desde el Cab

quedó rezagada la "Chacabuco".

El 26 de octubre, a la cuadra de Talcahuano, el Comandante Manuel Blanco Encalada destacó el "Araucano", para reconocer el "rendez-vous" en la isla Santa María.

El día 27, fondeaban en esta isla el "San Martín" y la "Lautaro", enarbolando pabellón español. Encontraron allí la fragata ballener

informó al Comandante Manuel Blanco Encalada que la fragata"Reina María Isabel" había pasado el día 22 rumbo a Talcahu escasa en víveres. Había dejado cinco hombres en la isla con instrucciones para los transportes.

Estos tripulantes concurrieron engañados a bordo del "San Martín", creyendo que se trataba de uno de los transportes y le fragata "Reina María Isabel", en los que se disponía un punto reunión del convoy, en el puerto de Talcahuano.

Sin vacilar, el Comandante Manuel Blanco Encalada dispuso el zarpe a Talcahuano, lamentando no haber reunido todavía a la tota El navío "San Martín" y la fragata "Lautaro" ingresaban por la boca grande a la bahía de Concepción el día 28. La fragata "Reina María Isabel" disparó un cañón mientras izaba una bandera roja al tope del palo mayor.

El "San Martín" contestó el saludo e izó el pabellón inglés. Más cerca, fue repetido este procedimiento, pero se notaba que la fr tercer cañonazo fue con munición de guerra. Entonces, las naves chilenas izaron el pabellón nacional y gobernaron decididamente sobre la fragata enemiga.

El Comandante español descargó su batería de estribor sobre el "San Martín" y considerándose en enorme desventaja, orden vararse en la costa. Su tripulación ocupó inmediatamente los botes para ganar tierra.

El Comandante Manuel Blanco Encalada ordenó al Capitán Guillermo Wilkinson fondear y romper el fuego. A la primera andana de rendición. Acto seguido, el Jefe chileno envió un grupo a tomar posesión de la nave y proceder de inmediato a desvararla.

Por los prisioneros, el Comandante Manuel Blanco Encalada supo que en Concepción los españoles contaban con mil soldado

consecuencia, dispuso el inmediato desembarco del MayorGuillermo Miller con 150 soldados de marina para retardar a un máximo

Ambas fuerzas iniciaron el combate en tierra 30 minutos después, apoyados por el fuego de artillería de la fragata enemiga, ya captu La noche obligó a suspender el fuego de ambos bandos, mas no los esfuerzos que se hacían a bordo para reflotar la presa.

A las 2 de la madrugada, las fuerzas realistas trataron de abordar la nave, pero fueron hábilmente rechazadas por la tropa embarcad

A la alborada del día 29, la infantería realista inició un tiroteo sobre la cubierta de la fragata y el fuerte de San Agustín comenzó a

las embarcaciones que trataban de zafar la nave española.

Se entabló un largo duelo de artillería con dos piezas realistas, hasta que a las 11 de la mañana la "Reina María Isabel" flotó fina pleno tiroteo, fuera del alcance de la artillería enemiga.

Esta significativa jornada, la rendición de la "Reina María Isabel" y su rescate en la playa de la isla Rocuant, costó a la Escuadra pa

El Capitán Guillermo Wilkinson procedió a amarinar la presa y a las 3 de la tarde, el "San Martín" mandado ahora por el Teniente 1

Charles Wooster, y la "Reina María Isabel" al mando de Guillermo Wilkinson, salían de la bahía de Concepción a la captura de lo

Navegaron de regreso a la isla Santa María, donde arribaron el 31 de octubre a las 4 de la tarde enarbolando nuevamente convenientemente para apresar los transportes restantes de la expedición realista.

Luego se presentó la corbeta "Chacabuco" , que había quedado rezagada durante la travesía inicial. Asimismo, en este fonde

presentó para el servicio en la Escuadra el bergantín de guerra"Galvarino", recientemente adquirido para la Marina en Buenos Aire Los transportes españoles rezagados fueron recalando sucesivamente a la isla Santa María durante las dos semanas siguientes.

Al ver la enseña de España tremolando en los palos de nuestros buques, obedecían las señales de fondear a popa de la "Reina

Martín" indicaba el momento para el cambio de pabellón y los transportes con los regimientos embarcados caían prisioneros uno tra De las 12 naves que integraron el convoy, sólo 4 lograron arribar a su destino en El Callao.

El 17 de noviembre a las 11 horas, la Escuadra chilena regresaba a Valparaíso con todas sus presas. Zarparon 4 buques reclu cargadas de victoria, que despertaron en los patriotas delirios de entusiasmo. El fragor de los cañones y las aclamaciones del pueblo recibieron a los barcos que regresaban con gloria y honor.

El Supremo Gobierno dispuso por decreto que todas las tripulaciones de los buques participantes en esta empresa llevaran en el br mar en cuyo centro se leyera en letras de oro: "Su primer ensayo dio a Chile el dominio del Pacífico”.

La Toma de Corral y Valdivia (3 y 4 de febrero de 1820) Advertencia Las acciones navales que se describen deben ser ubicadas cronológicamente entre los hechos militares y políticos en la Historia de Chile, que no serán mencionados en esta página Web y que pueden ser encontrados en cualquier texto de historia de nuestro país.

En diciembre de 1818 arribó a nuestro país, Lord Thomas Alexander Cochrane, contratado por el Supremo Gobierno para asumir como Comandante en Jefe de la Escuadra, con el grado de Vicealmirante. Lo secunda en este mando, el ahora Contraalmirante Manuel Blanco Encalada. Una de las primeras medidas adoptadas por el nuevo Comandante en Jefe fue la de reorganizar la Escuadra en dos divisiones:

Primera División

Segunda División

Mando: Almirante Cochrane

Mando: Almte. Blanco Encalada

fragata "O'Higgins"Cochrane

bergantín "Galvarino"

navío "San Martín"

bergantín "Pueyrredon"

fragata "Lautaro"

bergantín "Araucano"

corbeta "Chacabuco"

La Marina de Chile asume la ofensiva en el mar al inicio del año 1819 y Lord Thomas Alexander Cochrane desarrolla dos largas y sucesivas expediciones al Virreinato del Perú para bloquear el puerto de El Callao e interferir las líneas de comunicaciones marítimas realistas en el área. A mediados de año, la Escuadra es incrementada con la corbeta "Independencia", de procedencia norteamericana, y el bergantín "Intrépido", adquirido recientemente al gobierno argentino. Lord Thomas Alexander Cochrane era hombre de recio carácter y extremadamente audaz. Durante el desarrollo de ambas operaciones en el territorio enemigo, buscó, pero no logró, acciones trascendentales con la Fuerza Naval adversaria. Consecuentemente, el nuevo Almirante buscaba con impaciencia la ocasión para coronar con la gloria las actividades de la Escuadra a su mando. En el mayor secreto, concibe asaltar la posición española en Corral y Valdivia.

La plaza que fundara Pedro de Valdivia, en un recodo del río Calle Calle, era en la época un fuerte militar de primer orden. Panamá, El Callao y Valdivia en el Pacífico; San Juan de Ulloa, Cartagena, Habana y Montevideo en el Atlántico, eran las puertas de hierro que guardaban contra extranjeros e indígenas el colosal imperio de España en el Nuevo Mundo. Tomar Valdivia, El Callao o Panamá, era lo mismo que encerrar a España y el negarle estas posiciones estratégicas, sería obligarla a ceder, capitular y entregar sus dominios en el Pacífico. En Valdivia se concentraba todo el poderío hispano de Chile en 1820. Allí se habían refugiado sus tropas vencidas y arrojadas del territorio nacional. Era la única puerta por donde podría iniciarse una nueva reconquista de la colonia, ya que la característica insular de Chiloé no presentaba la importancia estratégica de Valdivia. En la bahía de Corral había sembrada 15 fortificaciones con un total de 118 cañones y 1.800 soldados. El 18 de enero de 1820, entró la "O'Higgins" en Corral con bandera española y pidió un práctico. Desde tierra enviaron no sólo al piloto, sino también a un oficial acompañado de 4 soldados, que en el acto fueron hechos prisioneros. El práctico fue aprovechado para reconocer los canales que conducían a los fuertes. Se obtuvo toda la información necesaria respecto a las fuerzas enemigas, más la noticia de que se esperaba arribo del bergantín "Potrillo" con cuantiosa suma de dinero para pagar a la guarnición. Dos días después, Lord Thomas Alexander Cochrane apresaba al "Potrillo" con dinero, munición y pertrechos para Valdivia y Chiloé. Fue tripulado y despachado a Valparaíso con bandera chilena. Lord Thomas Alexander Cochrane, apreciando la magnitud de las defensas reconocidas, se dirigió a Talcahuano, ya en poder de los patriotas, para solicitar fuerzas de desembarco compatibles. Era Jefe Militar de Concepción el coronel Ramón Freire Serrano, a quien Lord Thomas Alexander Cochrane logró tentar con la operación planeada, la que fue acogida con entusiasmo y decisión. Ramón Freire ofreció al Almirante parte de su Ejército, sus mejores oficiales y los buques subordinados presentes en Talcahuano.

En pocos días, Lord Thomas Alexander Cochrane pudo organizar una expedición pequeña, pero resuelta. A la "O'Higgins" se le agregaron el bergantín "Intrépido" y la goleta "Moctezuma". La fuerza de desembarco fue conformada con 250 soldados al mando del Sargento Mayor Jorge Beauchef Isnel. Este y el Mayor Guillermo Miller iban a ser, después del Almirante, los héroes de la conquista de la plaza de Valdivia. A mediodía del 28 de enero zarpaban los tres buques al sur. Seis días después, iniciaban el asalto, pese a que durante la travesía varó la "O'Higgins" y que hubo de vencer enormes dificultades para zafarla. Lord Thomas Alexander Cochrane se vio obligado a cambiar su insignia a la "Moctezuma" y redistribuir a la tropa embarcada en los buques menores.

El "Intrépido" y la "Moctezuma" recalaron a la vista del enemigo y fondearon con absoluta osadía frente al fuerte "Aguada del Inglés", a cuyo pie había una pequeña caleta que facilitaría el desembarco. Nuevamente los buques izaron la bandera española, pidiendo un práctico y pretendiendo que venían de la Península agotados tras una ruda navegación. En tierra, las autoridades recelaban y exigieron que enviaran un bote al desembarcadero. Se le respondió que en el Cabo de Hornos habían perdido todas las embarcaciones menores. Los soldados españoles comenzaron a concentrarse en la playa en cantidad regular. Sucedió el imprevisto de siempre, de los botes que se alistaban por la banda opuesta, uno cortó la boza correspondiente y apareció a la vista del enemigo por la popa de la "Moctezuma". El fuerte del Inglés rompió el fuego y alcanzó al "Intrépido" con dos proyectiles.

El Mayor Guillermo Miller inició de inmediato la primera oleada de desembarco con 44 soldados de Marina y 3 botes, en uno de los cuales se embarcó Lord Thomas Alexander Cochrane. Bajo intensa reacción de fusilería, desembarcaron en la playa y se apoderaron de ella a la bayoneta. Inmediatamente después, continuó el desembarco, y en menos de una hora tenían en tierra los 300 hombres considerados. Las unidades navales facilitaron esta operación, con un efectivo fuego de apoyo de la artillería embarcada, lo que en gran medida obligó al enemigo a retirarse de la playa para guarecerse mejor. No había tiempo que perder. El Sargento Mayor Jorge Beauchef Isnel organizó tres columnas en tierra y procedió a la conquista del fuerte por dos frentes, lo que logró materializar al anochecer del mismo día. Los realistas escaparon y se fueron replegando de fuerte en fuerte perseguidos por los chilenos en acción nocturna. Cayeron así el fuerte San Carlos, la Batería del Barro, el fuerte de Amargo y el de Chorocomayo. A la 1 de la madrugada del día 4 de febrero, atacaban el fuerte de Corral entre el Sargento Mayor Jorge Beauchef y el Mayor Guillermo Miller, este último herido y ayudado para mantenerse en pie. Amilanados por la supuesta presencia de fuerzas muy superiores, los defensores se fueron rindiendo con bastante rapidez. Así, fueron tomando las baterías de la defensa occidental de la bahía. Faltaba aún la captura de la ribera norte del río y el lado opuesto de la rada. Evaluando el exitoso avance logrado, Lord Thomas Alexander Cochrane concluyó acertadamente que éste era atribuible a que los españoles creían habérselas con un enemigo, a lo menos seis veces superior. Decidió aprovechar a su favor este error. Entonces dispuso la entrada a la bahía de los tres buques y reembarcó a la tropa en el"Intrépido" y la "Moctezuma", para proceder al asalto de las fortificaciones ubicadas en la entrada del río. La súbita aparición de la fragata "O'Higgins" en la boca del puerto, indicó a los españoles que habiendo, sucumbido los mejores castillos sin el auxilio de los buques, la sola presencia de la formidable fragata hacía temerario insistir en la defensa. Consecuentemente evacuaron por sí solos los fuertes, retirándose por tierra y río a Valdivia.

Simultáneamente, desde Valdivia, la guarnición hispana había enviado refuerzos a Corral por el río. Pero éstos se encontraron con la desesperada retirada de los defensores del puerto y optaron por regresar para hacerse fuertes en la ciudad. El Almirante se apoderó de Valdivia, reestableció el orden y dispuso la elección de un gobernador civil. Los realistas vencidos fueron perseguidos por el intrépido Sargento Mayor Jorge Beauchef Isnel, quien los combatió y neutralizó en la posterior acción de la hacienda de El Toro. Así perdió España la célebre fortaleza de Valdivia. Al desembarcar en Valparaíso, el 6 de marzo, Cochrane fue saludado con las más vivas demostraciones de admiración y entusiasmo por parte del pueblo y sus autoridades. El Director Supremo General Bernardo O'Higgins, al felicitarlo por su triunfo, le manifestó su gratitud y la de toda la nación por la heroica e inverosímil toma de Corral y Valdivia. La satisfacción inundaba el alma del Almirante. Había logrado al fin una victoria que hizo brotar las aclamaciones de gloria que anhelaba escuchar del corazón de los chilenos para la Marina de su patria.

Expedición Libertadora del Perú (20 de agosto de 1820) Advertencia Las acciones navales que se describen deben ser ubicadas cronológicamente entre los hechos militares y políticos en la Historia de Chile, que no serán mencionados en esta página Web y que pueden ser encontrados en cualquier texto de historia de nuestro país. Las dos campañas navales desarrolladas anteriormente en el litoral del Virreinato, fueron exitosas en lo referente a la neutralización del Poder Naval español en el interior de El Callao, pero no se logró su destrucción. Aún cuando los buques enemigos entregaron el control del mar a la Escuadra chilena, en el frente terrestre un valiente, poderoso y disciplinado ejército ahogaba con mano de hierro el naciente patriotismo de los habitantes, para mantener bajo dominio las extensas y ricas comarcas del país, donde España había asentado la base de su imperio. Era necesario que desde Chile se enviara una expedición por el mar con un ejército capaz de adentrarse en el corazón del país y derribar el sistema colonial del virreinato. La expedición debió ser financiada integralmente por el Gobierno chileno, ya que después de la emancipación, Argentina se debatía en una profunda anarquía política.

El General José de San Martín y Matorras decidió desobedecer una orden de su gobierno en el sentido de regresar con el Ejército de los Andes a su Patria y subordinó sus tropas a las autoridades chilenas para la empresa libertadora del Perú, en gestación. La Escuadra tuvo como misión escoltar el convoy con el Ejército Libertador en su travesía al objetivo y posteriormente, amparar con su presencia en el litoral enemigo, las operaciones en el frente terrestre. El mando integral de la operación conjunta recayó en el General José de San Martín y Matorras. El Almirante Lord Thomas Alexander Cochrane retuvo el mando de la Escuadra conformada por los siguientes buques:



Fragata O”higgins, navio San martin, Fragata Lautaro, corbeta independencia, bergantín Galbarino, Araucano, Pueyrredon, gobeta, noctezuma .

José de San Martín y Matorras se embarcó en el buque de su nombre y el Almirante izó su insignia de mando a bordo de la "O'Higgins". El Ejército Libertador, de un total de 4.430 plazas, fue embarcado en 17 transportes, en su mayoría capturados al enemigo en los últimos tres años de lucha. El 20 de agosto de 1820, día de San Bernardo y de su cumpleaños, el Director Supremo de la Nación General Bernardo O'Higgins Riquelme, vio hacerse a la mar una poderosa Fuerza Naval de 25 navíos con 6.030 almas a bordo, rumbo al Perú.

La travesía no fue ausente de amenazas. El Virrey Pezuela había dispuesto con anterioridad el zarpe de una escuadrilla, conformada por las fragatas "Esmeralda" , "Prueba" y "Venganza", para interceptar al convoy. Estas desplegaron como piquete espía al bergantín norteamericano "Warrior". Aún cuando el tiempo y viento fueron favorables para un desplazamiento rápido, resultó imposible evitar la dispersión del convoy, dadas las muy dispares características veleras en los 17 transportes.

Sin embargo, la fortuna obró en poder de los marinos chilenos. A la altura de Coquimbo, la "O'Higgins" capturó al "Warrior" y el 7 de septiembre, recalaba el grueso del convoy a Paracas, puerto de destino de la expedición. El desembarco del Ejército no presentó mayores dificultades, porque los 630 soldados realistas a cargo de la defensa se retiraron al interior sin combatir. Quedaron rezagadas el bergantín "Aguila" y la fragata "Santa Rosa" , la fragata "Hércules" y el bergantín "Galvarino". Para su protección, Lord Thomas Alexander Cochrane había destacado al bergantín "Araucano", que recaló el día 11 sin novedad, con el "Aguila" y 600 soldados. Posteriormente, el Almirante avistó velas en el horizonte y zarpó a investigar con 3 buques. Se trataba de las fragatas españolas "Esmeralda" y "Venganza", que los navíos chilenos persiguieron hasta las cercanías de El Callao. Temiendo que se tratara de un apetecido señuelo para distraerlo de su objetivo principal, Lord Thomas Alexander Cochrane decidió regresar a Paracas, donde se enteró de que esta operación permitió el arribo seguro de la fragata española "Santa Rosa" con 300 soldados. Finalmente, el 23 de septiembre recalaban el bergantín "Galvarino", la fragata "Hércules" y una goleta apresada. Había así llegado al objetivo la totalidad de la expedición. Los acontecimientos en tierra, llevaron a José de San Martín y Matorras a decidir el reembarque del Ejército para caer sobre Ancón, donde desembarcó el 30 de octubre. Previamente, Lord Thomas Alexander Cochrane había iniciado el bloqueo de El Callao con la fragata "O'Higgins", la fragata "Lautaro" , corbeta "Independencia" y el bergantín "Araucano". La inactividad siempre implícita en las operaciones de bloqueo, no era consecuente con el temperamento dinámico y audaz del Almirante. Urdió, entonces, una operación destinada a aterrorizar al enemigo con un ataque atrevido y resuelto que causara un profundo impacto en sus ánimos. Se propuso tomar la fragata"Esmeralda" al pie de las fortificaciones de El Callao.