Historia Del Cine Sueco

CULTURA SUECA István Borbás • Suecia tiene unos 8.900.000 habitantes. • Anualmente registra 16 millones de entradas al

Views 195 Downloads 5 File size 850KB

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD FILE

Recommend stories

Citation preview

CULTURA SUECA

István Borbás

• Suecia tiene unos 8.900.000 habitantes. • Anualmente registra 16 millones de entradas al cine. • Hay aproximadamente 800 cines (y 1.100 salas) en el país. • Una entrada al cine cuesta en promedio 70 coronas suecas. • Cada año se proyectan por primera vez en el país unas 200 cintas, de las cuales 20 son financiadas en parte o totalmente con medios suecos. Actualmente su número tiende a aumentar. • La parte de las películas suecas en la taquilla total del país es del 20% aproximadamente. • Cada año hay algunas películas suecas que tienen éxito nacional. La mayoría no cubre sus propios costos. • La gran galardonada del Festival de cine sueco de 2001 fue “Canciones del segundo piso” (Sånger från andra våningen), que marcó el retorno de Roy Andersson como director de películas argumentales después de 25 años. La cinta recibió cuatro premios Guldbaggen, equivalentes del Oscar estadounidense otorgados por la industria cinematográfica sueca: • por la mejor película • por el mejor director • por el guión • por la cinematografía (István Borbás y Jesper Klevenås)

Per-Anders Jörgensen

“Canciones del segundo piso”. Torbjörn Fahlström y Bengt CW Carlsson.

FESTIVALES Anualmente se celebran en Suecia unos doce festivales de cine de diversa índole. Los dos más importantes son los internacionales de Gotemburgo, en febrero, y de Estocolmo, en noviembre. En el festival de cine de Umeå, en septiembre, se proyectan principalmente documentales; en el de Uppsala, en octubre, cortometrajes. BUFF son las siglas de un festival de cine para niños y adolescentes.

DIRECCIONES

CENSURA DE CINE

• www.kultur.nu

Suecia tiene la censura de cine más antigua que aún ejerce sus funciones. La autoridad de censura, la Oficina Nacional de Clasificación Cinematográfica (Statens Biografbyrå), se instauró en 1911 a petición de los opositores del cine y del ramo cinematográfico. En general ha reinado la armonía entre el ramo y la censura. La tarea más importante de la Oficina es actualmente impedir que los niños sufran daños psicológicos debidos a películas. Sus censores pueden aprobar la proyección pública de una película para todas las edades, o pueden establecer una edad mínima de 7, 11 ó 15 años. Las películas o escenas que pueden estimular la brutalidad (debido a su violencia manifiesta o prolongada, por ejemplo) no están permitidas tampoco para el público adulto. Sin embargo, muy pocas películas se prohiben completamente. Si se le solicita, la Oficina también examina los vídeos de empresas que los alquilan y desean evitar que se les acuse públicamente de violar la ley que prohibe la representación de la violencia. En algunos casos, las medidas aplicadas –u omitidas– por la censura han suscitado agitados debates, como ocurrió, por ejemplo, con la prohibición de 491 (491) de Vilgot Sjöman y la aprobación de El silencio de Ingmar Bergman el mismo año. En varias ocasiones, la justificación de la censura cinematográfica ha sido cuestionada por críticos y políticos. Pero hasta ahora han fracasado todos los intentos de abolirla, principalmente debido a que el ramo no sabe a ciencia cierta qué consecuencias traería tal decisión.

• BUFF - Barn- och ungdomsfilmfestivalen (Festival de cine infantil y juvenil) Box 179, SE-201 21 Malmö Tel: +46 40 30 91 64. Telefax: +46 40 30 53 22 www.kajen.com/buff/

COMPAÑÍAS PRODUCTORAS AB Svensk Filmindustri (SF) ha sido, a lo largo de más de 75 años, la mayor sociedad cinematográfica del país. Fue fundada en diciembre de 1919 por fusión de las dos principales compañías del ramo que existían: Svenska Bio y Skandia. De esa forma, la SF ha quedado asociada con todos los grandes clásicos del cine mudo. Desde la década de los 20, la SF se ha mantenido como productora más activa y propietaria de la mayor cadena de cines de Suecia. En 1948 se llevó a cabo otra fusión de gran magnitud: a la SF se incorporó AB Europa Film, otra empresa importante de vieja tradición. Ya desde comienzos de los años 30, la AB Europa Film había sido una de las principales del país, como propietaria de cinematógrafos y como productora. Desde comienzos de los 80, el consorcio Bonnier –una de las mayores empresas de medios de difusión de Suecia– es copropietaria de la SF. Ésta participa activamente en casi todos los sectores de medios y desarrolla actividades también en el extranjero. La Sandrew Film AB tuvo su origen a fines de la década de los 20. El comerciante en ultramarinos Anders Sandrew, fundador de la empresa, empezó por abrir una cadena de salas de proyección en Estocolmo. En la década de los 40, la sociedad se convirtió en una importante compañía productora. Como empresario constructor de cinematógrafos, Sandrews ha sido un pionero también en años más recientes. Desde hace algunos años la

• Dramatiska Institutet (Escuela Superior de Cine, Radio, Televisión y Teatro) Box 27090, SE-102 51 Stockholm Domicilio: Filmhuset, Borgvägen 3-5 Tel: +46 8 665 13 00. Telefax: +46 8 662 14 84 www.draminst.se • Filmvetenskapliga institutionen (Facultad de cinematografía) Stockholms Universitet, Box 27062, SE-102 51 Stockholm Domicilio: Filmhuset, Borgvägen 1-5 Tel: +46 8 674 70 00. Telefax: +46 8 665 07 23. www.su.se • Göteborg Film Festival (Festival de cine de Gotemburgo) Box 7079, SE-402 32 Göteborg Tel: +46 31 339 30 00. Telefax: +46 31 41 00 63 www.filmfestival.org • SVT Fiction/Drama SE-105 10 Stockholm, Domicilio: Hangövägen 18 Tel: +46 8 784 66 90. Telefax: +46 8 784 68 56 www.svt.se.drama • Sandrew Metronome Box 5612, SE-114 86 Stockholm Domicilio: Floragatan 4 Tel: +46 8 762 17 00. Telefax: +46 8 10 38 50 www.sandrewmetronome.se

ULTURA SUECA

Autor: Leif Furhammar es cineasta, productor de televisión, crítico cultural del diario Dagens Nyheter y profesor de ciencias cinematográficas. Ha publicado unos diez libros, principalmente sobre cine, entre los que destaca la obra Filmen i Sverige (1991).

PUBLICADO POR EL INSTITUTO SUECO • DICIEMBRE 2001 • DI 112 B

El cine sueco

El autor es el único responsable de las opiniones expresadas en esta hoja de información. Traducción: Álvaro Eljach

• Sonet Film AB Box 201 05, SE-161 02 Bromma Domicilio: Tappvägen 24, Mariehäll Tel: +46 8 555 248 00. Telefax: +46 8 28 58 34 www.sonetfilm.se • Statens Biografbyrå (Oficina Nacional de Clasificación Cinematográfica) Box 7728, SE-103 95 Stockholm Domicilio: Regeringsgatan 65, uppgång C Tel: +46 8 24 34 25. Telefax: +46 8 21 01 78 www.statensbiografbyra.se • Stockholms filmfestival (Festival de cine de Estocolmo) Slupskjulsvägen 36, SE-111 49 Stockholm Tel: +46 8 677 50 00. Telefax: +46 8 20 05 90 www.filmfestivalen.se • AB Svensk Filmindustri (SF) SE-127 83 Stockholm Domicilio: Dialoggatan 6, Kungens Kurva Tel: +46 8 680 35 00. Telefax: +46 8 710 44 60 www.sf.se

Laleh Pourkarim en “Yal-la! Yal-la!” por Josef Fares.

• Svenska Filminstitutet (Instituto del Cine Sueco) Box 27126, SE-102 52 Stockholm Domicilio: Filmhuset, Borgvägen 5 Tel: +46 8 665 11 00. Telefax: +46 8 661 18 20. www.sfi.se

BREVE HISTORIA DEL CINE SUECO

• Umeå Internationella Filmfestival (Festival internacional de cine de Umeå) Box 43, SE-901 02 Umeå. Tel: +46 90 13 33 88 Telefax: +46 90 77 79 61. www.ff.umea.com • Uppsala Internationella Kortfilmfestival (Festival internacional de corto metraje de Uppsala) Box 1746, SE-751 47 Uppsala. Tel: +46 18 12 00 25 Telefax: +46 18 12 13 50. www.shortfilmfestival.com

El Instituto Sueco (SI) es una autoridad estatal cuya misión es difundir conocimientos sobre Suecia en el extranjero. Este folleto se publica como parte de su servicio de información. Todo material del Instituto puede reproducirse libremente, a condición de que se cite la fuente. El Instituto Sueco tiene una amplia gama de publicaciones informativas, en varios idiomas, sobre diversos aspectos de la sociedad sueca. Para mayor información diríjase a la Embajada o el Consulado de Suecia en su país, o Svenska institutet: Box 7434, SE-103 91 Stockholm, Suecia. Sede social: Sverigehuset (Casa de Suecia), Hamngatan/Kungsträdgården, Estocolmo. Tel.: + 46-8-789 20 00 Fax: + 46-8-20 72 48. E-mail: [email protected] http://www.si.se

El cine sueco recibió su primer impulso decisivo por la gran exposición de arte e industria de Estocolmo, en 1897. Fue entonces cuando se rodaron también las primeras pequeñas cintas suecas. Se filmó al rey Oscar II a su llegada a la exposición, y así el monarca se convirtió en la primera estrella de cine. Durante los años del cine mudo, alrededor de 1920, Suecia se contaba entre los países de vanguardia del séptimo arte. Directores como Victor Sjöström y Mauritz Stiller hicieron varias películas consideradas por sus contemporáneos como obras maestras, y como clásicos por la posteridad. Varias de esas cintas –como La carreta fantasma (Körkarlen) y El tesoro de Arne (Herr Arnes Pengar)– estaban basadas en narraciones de la Nobel sueca Selma Lagerlöf. Pero esa época de grandeza fue efímera. Sjöström y Stiller emigraron a Hollywood, acompañados de la estrella recién surgida Greta Garbo. Al nacer el cine sonoro, a comienzos de los años 30, sus profesionales suecos abandonaron toda aspiración artística y ambición internacional para caer en el provincialismo y el popularismo. En los círculos artísticos y literarios el cine nacional se consideraba tan vulgar que lo calificaban de “vergüenza” para la cultura sueca. Alrededor de 1940 –cuando casi todo el resto de Europa se encontraba en plena guerra– se produjo un cambio debido a que el cine asumió una función importante en la defensa psicológica. La gravedad de ese período de alerta militar exigía nuevos temas e intenciones artísticas paralelamente al uso escapista que se daba al celuloide. Directores como Alf Sjöberg y Hasse

Instituto del Cine Sueco

EN EL ALBOR DEL SIGLO XXI

compañía ha estado asociada con el Grupo Schibsted, que tiene su sede en Noruega, y ha adoptado el nombre de Sandrew Metronome AB. Desde los últimos años 90, Sonet Film AB ha tenido mucho éxito como productora y distribuidora de películas audaces y que se apartan de lo común. Sveriges Television, SVT, es un factor importante en la vida cinematográfica de Suecia. No sólo produce películas propias para distribución en cines y para la “pantalla pequeña”, sino que también participa como coproductora en muchas de las cintas realizadas. La principal sección productora de películas de SVT es SVT Drama.

Jens Assur

En 1963 se llevó a cabo la reforma cinematográfica sueca: un ingenioso plan del político cultural socialdemócrata Harry Schein. Mediante un acuerdo entre el Estado sueco y la industria cinematográfica se abolió el impuesto del 25% sobre diversiones que pesaba sobre las entradas de cine. En compensación, los propietarios de salas de proyección se comprometieron a abonar el 10% de la taquilla al Instituto del Cine Sueco (Svenska Filminstitutet), una fundación que se acababa de crear. La mayor parte de esos ingresos se destinó al fomento de la producción cinematográfica de calidad en Suecia. La clave de ese sistema era que también el producto de cintas extranjeras subvencionara la cinematografía sueca. La eficacia original de la reforma se ha minado por la merma en la venta de entradas de cine. En consecuencia, el Acuerdo Cinematográfico original se ha adaptado, complementado y expandido varias veces, la última en 1999. Hoy también se cuentan entre los signatarios del Acuerdo interlocutores de la industria de televisión. El gobierno concede una asignación anual considerable (cerca de SEK 200 millones) al Instituto del Cine Sueco. De las “asignaciones anticipadas” que destina el Instituto a la producción de películas suecas de calidad decide un pequeño grupo de consultores de cine con gran responsabilidad personal. Hay fondos especiales disponibles para actividades de fomento de la distribución y proyección de películas. Además de su actividad de fomento, el Instituto del Cine Sueco ejecuta muchas labores de cultura cinematográfica de otra índole (biblioteca, archivo, cinemateca, restauración de películas, etc.). El Instituto tiene su sede en la Casa del Cine (Filmhuset) de Estocolmo, donde están instaladas, además, la facultad de cinematografía de la Universidad de Estocolmo y la Escuela Superior de Cine, Radio, Televisión y Teatro (Dramatiska Institutet): las dos entidades suecas más importantes en la investigación teórica y la formación práctica, respectivamente, en el campo de la cinematografía.

ISSN 1101-606X

LA REFORMA CINEMATOGRÁFICA

Michael Nyqvist en “Juntos”.

C

CULTURA SUECA

Greta Garbo y Mauritz Stiller a bordo del M/S Drottningholm en la ruta de Gotemburgo a Nueva York.

CULTURA SUECA

AB Svensk Filmindustri

GÉNEROS CINEMATOGRÁFICOS

Ingmar Bergman dirigiendo El séptimo sello. Bengt Ekeroth en el papel de la Muerte.

El cine sueco se ha ganado una reputación de frío, escueto y grave. Desde Sjöström y Stiller a la película para niños Ronia, la hija del bandolero (Ronja Rövardotter), han sido motivos fílmicos prominentes la naturaleza, las dificultades de la vida en común y la muerte. Han sido tan frecuentes en las cintas populares como en las grandes producciones y las obras de arte más comentadas. La notable serie de Richard Hobert sobre los siete pecados capitales en la Suecia contemporánea, terminada en 2000 con “El cumpleaños” (Födelsedagen), puede considerarse como una manifestación reciente del drama moralista serio. Pero el cine sueco no sólo es ambiente severo y melancolía. En buena parte trata del amor. ¡Basta con echar una ojeada a la lista de “películas favoritas a través de las épocas”! La hilaridad –las comedias, sátiras y farsas– casi siempre han tenido un fiel público y asegurado la base económica de la industria cinematográfica. En tiempos de crisis han sido ante todo los géneros jocosos los que han sustentado el ramo. En los años 40, el cine sueco contaba incluso con un cómico de renombre internacional: Nils Poppe.

ÓSCARES SUECOS El prestigioso “Oscar”, o Academy Award de la Academia de Cine de EE.UU., ha sido otorgado a los siguientes cineastas y películas suecas: 1944: Ingrid Bergman –el mejor papel principal femenino en Luz que agoniza (Gaslight) 1948: “El ritmo de una ciudad” (Människor i stad) –el mejor cortometraje documental (director: Arne Sucksdorff) 1951: Kon-Tiki –el mejor documental (productor: Olle Nordemar) 1954: Greta Garbo –Special Award 1956: Ingrid Bergman –el mejor papel femenino en Anastasia 1960: El manantial de la doncella (Jungfrukällan) –la mejor película extranjera (director: Ingmar Bergman) 1961: Como en un espejo (Såsom i en spegel) –la mejor película extranjera (director: Ingmar Bergman) 1970: Ingmar Bergman –Irving G Thalberg Memorial Award 1973: Sven Nykvist –la mejor fotografía, en Gritos y susurros 1974: Ingrid Bergman –el mejor papel secundario femenino, en “Crimen en el Orient Express” (Murder on the Orient Express) 1983: Anna Asp –la mejor decoración, en Fanny y Alexander 1983: Fanny y Alexander –la mejor película extranjera (director: Ingmar Bergman) 1983: Marik Vos –el mejor vestuario, en Fanny y Alexander 1983: Sven Nykvist –la mejor fotografía, en Fanny y Alexander 1988: “Pelle, el conquistador” (Pelle Erövraren) –la mejor película extranjera (dirección: Bille August) 1995: Per Hallberg –los mejores efectos sonoros, en Braveheart

Ingrid Bergman y Charles Boyer en Luz que agoniza.

Ingmar Bergman.

La contribución de Suecia a la historia del cine incluye la exportación de un asombroso elenco de intérpretes, en su mayoría mujeres. La principal de ellas ha sido Greta Garbo, que tras un par de películas mudas rodadas en Suecia emigró a Hollywood acompañada de Victor Sjöström y Mauritz Stiller. La Divina se convirtió en el prototipo de la estrella a lo largo de muchos años con Ana Karenina (1927 y 1935), A Woman of Affairs (Orquídeas salvajes, 1929), Queen Christina (La reina Cristina de Suecia, 1934), Camille (La dama de las camelias, 1937) y Ninotchka (1939). La siguiente superestrella sueca de Hollywood fue Ingrid Bergman. Se la llevaron en 1939 para que actuara con Leslie Howard en la versión estadounidense de la renombrada película sueca Intermezzo, y hasta su muerte fue objeto de la admiración internacional. En Hollywood actuó con Humphrey Bogart en Casablanca, con Gary Cooper en For Whom the Bell Tolls (Por quién doblan las campanas), con Charles Boyer en Gaslight (Luz que agoniza), con Bing Crosby en The Bells of St. Mary (Las campanas de Santa María) y con Gregory Peck en Spellbound (Recuerda). Después de Ingrid Bergman cogieron rumbo de EE.UU., entre otras, Signe Hasso, Marta Toren, Viveca Lindfors, Mai Zetterling y Anita Ekberg, para convertirse allá en estrellas más o menos luminosas, de esplendor más o menos duradero. Posteriormente, también Lena Olin se trasladó a Norteamérica, lo mismo que Pernilla August. Durante el nazismo, las actrices suecas Zarah Leander y Kristina Söderbaum llegaron a ser grandes divas del cine alemán. Algunas intérpretes prominentes de Suecia alcanzaron reputación mundial en los años 50 y 60, gracias a su actuación en películas de Ingmar Bergman. Entre ellas se cuentan Bibi Andersson, Harriet Andersson, Eva Dahlbeck, Ingrid Thulin, Gunnel Lindblom y Liv Ullman (nacida en Noruega). Todas ellas han sido contratadas en la industria cinematográfica internacional. De los actores de Bergman fue Max von Sydow el que logró llegar a ser una estrella internacional. En la producción norteamericana ha encarnado los más variados personajes, desde el Jesús de The Greatest Story Ever Told (La historia más grande jamás contada) hasta toda suerte de seres demoníacos de películas de terror y de misterio. Otros caras suecas que han conquistado celebridad en Hollywood desde 1970 –algunas relacionadas con el cine de Ingmar Bergman– han sido Erland Josephson, Peter Stormare, Stellan Skarsgård, Bo Svensson y Dolph Lundgren.

INGMAR BERGMAN

PELÍCULAS FAVORITAS A TRAVÉS DE LAS ÉPOCAS El personaje de cine sueco que ha atraído el mayor público ha sido un escanio muy metido en carnes, de sonora voz y gestos cómicos: el actor Edvard Persson (1888-1957). En sus mejores años, antes de la segunda guerra mundial y durante ella, sus películas registraron millones de espectadores en las salas suecas. En la posguerra, su equivalente en popularidad fue el actor John Elfström, que en 19 cintas hizo exageradas y grotescas caricaturas de campesinos en la serie Åsa-Nisse, constantemente atacada por los críticos, aunque –al menos las primeras– gozaron de un enorme favor del público rural.

ESTRELLAS DE FAMA INTERNACIONAL

Bengt Wanselius

“Los hermanos Corazón de León”. Allan Edwall, Staffan Götestam y Lars Söderdahl.

En 1951 se estrenó el mayor éxito de la historia cinematográfica sueca hasta hoy: Un solo verano de felicidad (Hon dansade en sommar), de Arne Mattsson: una obra que, si bien tiene muchas cualidades, debió su fuerza de atracción principalmente a los osados desnudos de Ulla Jacobsson. Hubo que esperar diez años hasta que a Un solo verano de felicidad le quitara la predilección del público otra historia fílmica, de tierno erotismo, enmarcada en la noche estival sueca. Esta vez era la pareja de Christina Schollin y Jarl Kulle la que se bañaba desnuda: con sus 2.800.000 espectadores, “¿Tú crees en ángeles?” (Änglar finns dom?) sigue registrando la cifra de público más alta de los cinematógrafos suecos. El director Lars-Magnus Lindgren logró, en 1964, un extraordinario triunfo comercial más, con los mismos actores y la misma franqueza erótica. Adorado John (Käre John) fue el éxito cinematográfico más rotundo de Suecia en el extranjero hasta 1967, cuando su taquilla fue triplicada por otra producción: Soy curiosa – amarillo (Jag är nyfiken gul), de Vilgot Sjöman, que también traía sensacionales escenas eróticas. Ese récord lo sigue manteniendo después de 30 años. La película que ha ganado el mayor favor del público y recibido más publicidad en los últimos años 90 ha sido “Fucking Åmål” (Fucking Åmål) de Lukas Moodyson: un retrato de la vida de los adolescentes en un ambiente de pequeña ciudad, que trata de manera espontánea y audaz la realidad actual de Suecia. Su película siguiente, “Juntos” (Tillsammans, 2000), también fue un éxito de taquilla y despertó el interés de la crítica.

Mikael Silkeberg, AB Svensk Filmindustri

AB Svensk Filmindustri

Como en un espejo. Harriet Andersson.

El discreto cómico Lasse Åberg ha conquistado repetidos éxitos en el mercado cinematográfico nacional desde los años 70, y el más reciente ha sido “El viaje de salud” (Hälsoresan 1999). El equipo que ha actuado en la serie de películas de la “Banda Jönsson” también ha ganado el favor popular con varias de ellas. En el año 2000 salió a cartelera “La gran audacia de la Banda Jönsson” (Jönssonligan spelar högt). En años recientes, los creativos hermanos Måns y Felix Herngren han tenido gran éxito como cineastas independientes con diferentes coautores, en comedias como “Adán y Eva” (Adam och Eva, 1997) y “Adultos” (Vuxna människor, 1999), respectivamente. Los documentales han sido desde hace más de 80 años orgullo del cine sueco. Una larga tradición de documentar la naturaleza culminó en la década de los 50 en La gran aventura (Det stora äventyret), célebre cinta de Arne Sucksdorff. Esta tradición se conserva hoy gracias a numerosos cineastas, y entre ellos Mikael Kristersson fue muy recientemente objeto de atención internacional por una cinta argumental fascinante sobre la conducta de las aves –y de los humanos– llamada “En el ojo del halcón” (I falkens öga, 1998). A raíz del empeño político en los años 60 nacieron documentales más orientados a las cuestiones sociales. En 1968, “Los inadaptados” (Dom kallar oss mods), un inaudito estudio de problemas juveniles hecho por Jan Lindqvist y Stefan Jarl, marcó un hito en la historia del cine documental sueco. Jarl continuó con la misma temática y los mismos personajes a lo largo de un proyecto sociológico de muchos años. La segunda película de la serie fue “Una vida respetable” (Ett anständigt liv, 1979) y la tercera, “La herencia social” (Det sociala arvet, 1993). Además de Stefan Jarl hay toda una vigorosa generación de documentalistas de crítica social. El documental más original del año 2000 fue el autobiográfico de Lars-Lennart Forsberg, “Mi madre tuvo catorce hijos” (Min mamma hade fjorton barn), basado en centenares de fotografías de una viveza excepcional. El cine infantil ha sido especialmente favorecido por el apoyo de la comunidad desde los años 50. También se ha convertido en insignia de la cinematografía sueca, en un comienzo gracias a Astrid Lindgren y a las cintas Pippa (Pippi Långstrump), Miguel el Travieso (Emil i Lönneberga) y algunas más que tratan de otros héroes de los párvulos. Casi todas las versiones cinematográficas de cuentos de Astrid Lindgren han tenido buena acogida en el extranjero. Suecia también se ha considerado como precursora de un tipo de cine para niños más poético y serio, que ha merecido atención internacional desde hace cuatro décadas. Hugo y Josefina (Hugo och Josefin), de Kjell Grede, salió a la cartelera en 1967 y marcó la pauta de esa vertiente. A la misma categoría pertenece la célebre “Los hermanos Corazón de León” (Bröderna Lejonhjärta, 1977), del director Olle Hellbom, sobre una narración de Astrid Lindgren. La última sensación del género infantil ha sido “Tsatsiki, la mamá y el policía” (Tsatsiki, morsan och polisen) de Ella Lemhagen. En la ceremonia del Guldbagge 2000 conquistó cuatro premios, incluido el de la mejor película. Como el cine para niños, también el de dibujos animados experimentó un auge en Suecia, donde desde los años 70 se ha venido formando un notable grupo de dibujantes hábiles y originales. El maestro Per Åhlin, con su más reciente producción, “Hotel de perros” (Hundhotellet) y Stig Lasseby, recientemente fallecido (autor de Pelle Svanslös, “Pedrito Sin Cola”, 1981) son dos de los que han hecho largometrajes, mientras que un buen número de duchos dibujantes de personalidad muy heterogénea y marcada se dedica al cortometraje. Entre ellos, Magnus Carlsson se cuenta entre los más reconocidos internacionalmente. La brutalidad cada vez mayor, el desempleo, los conflictos de inmigrantes y la delincuencia juvenil han aportado en años recientes temas para películas sobre problemas sociales. Algunas de ellas aprovechan las posibilidades que ofrece el tema plasmando excesos de consumo de drogas, violencia, sangre y sexo, mientras que otros tratan de abordar el tema con matices psicológicos y claridad sociológica. En los años 70, se consideraba, sin mucha justicia, que Suecia estaba a la vanguardia del cine pornográfico. Esa reputación provenía del hecho innegable de que varios de los mayores éxitos cinematográficos en el ámbito internacional en las décadas inmediatamente anteriores, fueron de un erotismo bastante audaz. Pero el concepto de “Schwedenfilm” (“película a la sueca”), acuñado en Alemania, pronto perdió todo significado de nacionalidad. Lo que quizá se pueda decir es que el cine sueco abrió las esclusas a la pornografía de celuloide, pero no ha aportado mayor caudal a esa corriente.

Instituto del Cine Sueco

AB Svensk Filmindustri

La carreta fantasma. Victor Sjöström y Tore Svennberg.

Ekman trajeron la esperanza de que Suecia volviera a ser un país respetado en la cinematografía. Después de la guerra, Suecia mantuvo su lugar cuando el moderno hábito de celebrar festivales generó una mayor demanda de películas de valor artístico. Algunos documentalistas, como Arne Sucksdorff, fueron elogiados repetidas veces en el ámbito internacional, y las películas argumentales suecas merecieron una atención cada día mayor. Alf Sjöberg conquistó su mayor triunfo en 1951, año en que ganó el Grand Prix de Venecia con Señorita Julia (Fröken Julie). En 1952 Arne Mattsson sorprendió al público del festival de Berlín –y de todo el mundo– con Un solo verano de felicidad (Hon dansade en sommar). Cuatro años más tarde entró Ingmar Bergman en la escena internacional con Sonrisas de una noche de verano (Sommarnattens leende). Suecia volvía a ser foco del interés cinematográfico mundial. Posteriormente, Ingmar Bergman se mantuvo en un lugar central del cine mundial mientras produjo películas, y su fama no hizo más que crecer con los años. No ocurrió lo mismo con el cine sueco en general. Alrededor de 1960, la industria cinematográfica sueca sufrió una profunda crisis causada por el auge de la televisión. Gran parte del público abandonó las salas de cine; la producción sueca se comercializó y la mayor parte de los colegas y competidores de Bergman carecían de vena artística. Esa situación cambió en 1963 al celebrarse un convenio de política cultural entre los productores y el Estado: la denominada “reforma cinematográfica” (véase abajo). Mediante ella se liberaron importantes recursos económicos con la finalidad expresa de fomentar la realización de películas de calidad. Gracias a la reforma pudo surgir una nueva generación de cineastas originales que alcanzaron éxito: Jan Troell, Bo Widerberg, Vilgot Sjöman, Kjell Grede y otros. Al mismo tiempo se politizó el cine sueco bajo el influjo de los vientos de izquierda de la época, con las consiguientes nuevas señales estéticas y de contenido. Pero seguía disminuyendo el público de cine, y en buena medida el de películas suecas. El cambio más positivo que se dio en los años 70 y 80 fue el avance de la mujer en el trabajo cinematográfico fuera de la actuación. La estrella Mai Zetterling había pasado a ser directora ya en los años 60. Le siguieron Gunnel Lindblom (también ex actriz), Marianne Ahrne, Marie-Louise De Geer Bergenstråhle, Christina Olofsson, Suzanne Osten, Maj Wechselmann y otras cineastas. Como escritora, Astrid Lindgren ha sido una de las mujeres de más fuerte presencia en el cine sueco, y gracias a ella las películas suecas para niños fueron una atracción mundial durante varios años. La explosión mediática que experimentó Suecia en los años 80 cambió enteramente las condiciones en que trabajaba la industria. La cinematografía se enfrentó a nuevos competidores en el mercado del espectáculo; pero pronto se integró en el conjunto de los medios que la rodeaban. Durante muchos años la industria cinematográfica ha tenido amplia participación en los mercados de televisión, vídeo y emisiones de televisión pagadas. Sin embargo, debido a los costos crecientes, los riesgos económicos de un número cada vez mayor de películas suecas fueron compartidos por diversos patrocinadores, muchas veces con apoyo del extranjero. En la década de los 90, una buena parte de la producción cinematográfica se trasladó de Estocolmo, la capital, a centros de producción de varias regiones del país, en especial al oeste. Hoy ya los adelantos de la tecnología de vídeo y de la digital logrados estos últimos años han vuelto a hacer posible que se produzcan películas a costo relativamente bajo, incluso para proyección en salas de cine. El número de cintas argumentales de largo metraje por año acusa una clara tendencia a aumentar a comienzos del siglo XXI. Al mismo tiempo, los hijos de inmigrantes han empezado a distinguirse entre los cineastas suecos. “Antes de la tormenta” (Före stormen) de Reza Parsa, “Alas de vidrio” (Vingar av glas) de Reza Bagher y “Yal-la! Yal-la!” (Jalla! Jalla!) de Josef Fares son tres ejemplos de cintas del año 2000 aclamadas por la crítica.

Sandrew Film AB

Instituto del Cine Sueco

CULTURA SUECA

Jarl Kulle y Christina Schollin en “¿Tú crees en ángeles?”

Björn Kjellman y Josefin Nilsson en “Adán y Eva”.

El director Ingmar Bergman es la mayor celebridad que ha tenido el cine sueco en toda su historia, y también el más reputado director de teatro del país. Al comienzo de su carrera tropezó con una fuerte resistencia de los productores y la crítica, pero desde el éxito mundial de Sonrisas de una noche de verano (Sommarnattens leende, 1955) ha sido el centro de una permanente atención internacional. Algunas de sus cintas más comentadas son: Prisión (Fängelse, 1949), Un verano con Mónica (Sommaren med Monika, 1953), El séptimo sello (Det sjunde inseglet, 1956), Fresas salvajes (Smultronstället, 1957), El silencio (Tystnaden, 1963), Persona (1966) y Gritos y susurros (Viskningar och rop, 1973). El mismo Bergman asegura que Fanny y Alexander (Fanny och Alexander, 1982) es su última película. Sin embargo, posteriormente ha escrito los guiones de varias películas de otros directores, entre ellas “Infieles” (Trolösa), dirigida por Liv Ullman y estrenada en 2000.

CULTURA SUECA

AB Svensk Filmindustri

GÉNEROS CINEMATOGRÁFICOS

Ingmar Bergman dirigiendo El séptimo sello. Bengt Ekeroth en el papel de la Muerte.

El cine sueco se ha ganado una reputación de frío, escueto y grave. Desde Sjöström y Stiller a la película para niños Ronia, la hija del bandolero (Ronja Rövardotter), han sido motivos fílmicos prominentes la naturaleza, las dificultades de la vida en común y la muerte. Han sido tan frecuentes en las cintas populares como en las grandes producciones y las obras de arte más comentadas. La notable serie de Richard Hobert sobre los siete pecados capitales en la Suecia contemporánea, terminada en 2000 con “El cumpleaños” (Födelsedagen), puede considerarse como una manifestación reciente del drama moralista serio. Pero el cine sueco no sólo es ambiente severo y melancolía. En buena parte trata del amor. ¡Basta con echar una ojeada a la lista de “películas favoritas a través de las épocas”! La hilaridad –las comedias, sátiras y farsas– casi siempre han tenido un fiel público y asegurado la base económica de la industria cinematográfica. En tiempos de crisis han sido ante todo los géneros jocosos los que han sustentado el ramo. En los años 40, el cine sueco contaba incluso con un cómico de renombre internacional: Nils Poppe.

ÓSCARES SUECOS El prestigioso “Oscar”, o Academy Award de la Academia de Cine de EE.UU., ha sido otorgado a los siguientes cineastas y películas suecas: 1944: Ingrid Bergman –el mejor papel principal femenino en Luz que agoniza (Gaslight) 1948: “El ritmo de una ciudad” (Människor i stad) –el mejor cortometraje documental (director: Arne Sucksdorff) 1951: Kon-Tiki –el mejor documental (productor: Olle Nordemar) 1954: Greta Garbo –Special Award 1956: Ingrid Bergman –el mejor papel femenino en Anastasia 1960: El manantial de la doncella (Jungfrukällan) –la mejor película extranjera (director: Ingmar Bergman) 1961: Como en un espejo (Såsom i en spegel) –la mejor película extranjera (director: Ingmar Bergman) 1970: Ingmar Bergman –Irving G Thalberg Memorial Award 1973: Sven Nykvist –la mejor fotografía, en Gritos y susurros 1974: Ingrid Bergman –el mejor papel secundario femenino, en “Crimen en el Orient Express” (Murder on the Orient Express) 1983: Anna Asp –la mejor decoración, en Fanny y Alexander 1983: Fanny y Alexander –la mejor película extranjera (director: Ingmar Bergman) 1983: Marik Vos –el mejor vestuario, en Fanny y Alexander 1983: Sven Nykvist –la mejor fotografía, en Fanny y Alexander 1988: “Pelle, el conquistador” (Pelle Erövraren) –la mejor película extranjera (dirección: Bille August) 1995: Per Hallberg –los mejores efectos sonoros, en Braveheart

Ingrid Bergman y Charles Boyer en Luz que agoniza.

Ingmar Bergman.

La contribución de Suecia a la historia del cine incluye la exportación de un asombroso elenco de intérpretes, en su mayoría mujeres. La principal de ellas ha sido Greta Garbo, que tras un par de películas mudas rodadas en Suecia emigró a Hollywood acompañada de Victor Sjöström y Mauritz Stiller. La Divina se convirtió en el prototipo de la estrella a lo largo de muchos años con Ana Karenina (1927 y 1935), A Woman of Affairs (Orquídeas salvajes, 1929), Queen Christina (La reina Cristina de Suecia, 1934), Camille (La dama de las camelias, 1937) y Ninotchka (1939). La siguiente superestrella sueca de Hollywood fue Ingrid Bergman. Se la llevaron en 1939 para que actuara con Leslie Howard en la versión estadounidense de la renombrada película sueca Intermezzo, y hasta su muerte fue objeto de la admiración internacional. En Hollywood actuó con Humphrey Bogart en Casablanca, con Gary Cooper en For Whom the Bell Tolls (Por quién doblan las campanas), con Charles Boyer en Gaslight (Luz que agoniza), con Bing Crosby en The Bells of St. Mary (Las campanas de Santa María) y con Gregory Peck en Spellbound (Recuerda). Después de Ingrid Bergman cogieron rumbo de EE.UU., entre otras, Signe Hasso, Marta Toren, Viveca Lindfors, Mai Zetterling y Anita Ekberg, para convertirse allá en estrellas más o menos luminosas, de esplendor más o menos duradero. Posteriormente, también Lena Olin se trasladó a Norteamérica, lo mismo que Pernilla August. Durante el nazismo, las actrices suecas Zarah Leander y Kristina Söderbaum llegaron a ser grandes divas del cine alemán. Algunas intérpretes prominentes de Suecia alcanzaron reputación mundial en los años 50 y 60, gracias a su actuación en películas de Ingmar Bergman. Entre ellas se cuentan Bibi Andersson, Harriet Andersson, Eva Dahlbeck, Ingrid Thulin, Gunnel Lindblom y Liv Ullman (nacida en Noruega). Todas ellas han sido contratadas en la industria cinematográfica internacional. De los actores de Bergman fue Max von Sydow el que logró llegar a ser una estrella internacional. En la producción norteamericana ha encarnado los más variados personajes, desde el Jesús de The Greatest Story Ever Told (La historia más grande jamás contada) hasta toda suerte de seres demoníacos de películas de terror y de misterio. Otros caras suecas que han conquistado celebridad en Hollywood desde 1970 –algunas relacionadas con el cine de Ingmar Bergman– han sido Erland Josephson, Peter Stormare, Stellan Skarsgård, Bo Svensson y Dolph Lundgren.

INGMAR BERGMAN

PELÍCULAS FAVORITAS A TRAVÉS DE LAS ÉPOCAS El personaje de cine sueco que ha atraído el mayor público ha sido un escanio muy metido en carnes, de sonora voz y gestos cómicos: el actor Edvard Persson (1888-1957). En sus mejores años, antes de la segunda guerra mundial y durante ella, sus películas registraron millones de espectadores en las salas suecas. En la posguerra, su equivalente en popularidad fue el actor John Elfström, que en 19 cintas hizo exageradas y grotescas caricaturas de campesinos en la serie Åsa-Nisse, constantemente atacada por los críticos, aunque –al menos las primeras– gozaron de un enorme favor del público rural.

ESTRELLAS DE FAMA INTERNACIONAL

Bengt Wanselius

“Los hermanos Corazón de León”. Allan Edwall, Staffan Götestam y Lars Söderdahl.

En 1951 se estrenó el mayor éxito de la historia cinematográfica sueca hasta hoy: Un solo verano de felicidad (Hon dansade en sommar), de Arne Mattsson: una obra que, si bien tiene muchas cualidades, debió su fuerza de atracción principalmente a los osados desnudos de Ulla Jacobsson. Hubo que esperar diez años hasta que a Un solo verano de felicidad le quitara la predilección del público otra historia fílmica, de tierno erotismo, enmarcada en la noche estival sueca. Esta vez era la pareja de Christina Schollin y Jarl Kulle la que se bañaba desnuda: con sus 2.800.000 espectadores, “¿Tú crees en ángeles?” (Änglar finns dom?) sigue registrando la cifra de público más alta de los cinematógrafos suecos. El director Lars-Magnus Lindgren logró, en 1964, un extraordinario triunfo comercial más, con los mismos actores y la misma franqueza erótica. Adorado John (Käre John) fue el éxito cinematográfico más rotundo de Suecia en el extranjero hasta 1967, cuando su taquilla fue triplicada por otra producción: Soy curiosa – amarillo (Jag är nyfiken gul), de Vilgot Sjöman, que también traía sensacionales escenas eróticas. Ese récord lo sigue manteniendo después de 30 años. La película que ha ganado el mayor favor del público y recibido más publicidad en los últimos años 90 ha sido “Fucking Åmål” (Fucking Åmål) de Lukas Moodyson: un retrato de la vida de los adolescentes en un ambiente de pequeña ciudad, que trata de manera espontánea y audaz la realidad actual de Suecia. Su película siguiente, “Juntos” (Tillsammans, 2000), también fue un éxito de taquilla y despertó el interés de la crítica.

Mikael Silkeberg, AB Svensk Filmindustri

AB Svensk Filmindustri

Como en un espejo. Harriet Andersson.

El discreto cómico Lasse Åberg ha conquistado repetidos éxitos en el mercado cinematográfico nacional desde los años 70, y el más reciente ha sido “El viaje de salud” (Hälsoresan 1999). El equipo que ha actuado en la serie de películas de la “Banda Jönsson” también ha ganado el favor popular con varias de ellas. En el año 2000 salió a cartelera “La gran audacia de la Banda Jönsson” (Jönssonligan spelar högt). En años recientes, los creativos hermanos Måns y Felix Herngren han tenido gran éxito como cineastas independientes con diferentes coautores, en comedias como “Adán y Eva” (Adam och Eva, 1997) y “Adultos” (Vuxna människor, 1999), respectivamente. Los documentales han sido desde hace más de 80 años orgullo del cine sueco. Una larga tradición de documentar la naturaleza culminó en la década de los 50 en La gran aventura (Det stora äventyret), célebre cinta de Arne Sucksdorff. Esta tradición se conserva hoy gracias a numerosos cineastas, y entre ellos Mikael Kristersson fue muy recientemente objeto de atención internacional por una cinta argumental fascinante sobre la conducta de las aves –y de los humanos– llamada “En el ojo del halcón” (I falkens öga, 1998). A raíz del empeño político en los años 60 nacieron documentales más orientados a las cuestiones sociales. En 1968, “Los inadaptados” (Dom kallar oss mods), un inaudito estudio de problemas juveniles hecho por Jan Lindqvist y Stefan Jarl, marcó un hito en la historia del cine documental sueco. Jarl continuó con la misma temática y los mismos personajes a lo largo de un proyecto sociológico de muchos años. La segunda película de la serie fue “Una vida respetable” (Ett anständigt liv, 1979) y la tercera, “La herencia social” (Det sociala arvet, 1993). Además de Stefan Jarl hay toda una vigorosa generación de documentalistas de crítica social. El documental más original del año 2000 fue el autobiográfico de Lars-Lennart Forsberg, “Mi madre tuvo catorce hijos” (Min mamma hade fjorton barn), basado en centenares de fotografías de una viveza excepcional. El cine infantil ha sido especialmente favorecido por el apoyo de la comunidad desde los años 50. También se ha convertido en insignia de la cinematografía sueca, en un comienzo gracias a Astrid Lindgren y a las cintas Pippa (Pippi Långstrump), Miguel el Travieso (Emil i Lönneberga) y algunas más que tratan de otros héroes de los párvulos. Casi todas las versiones cinematográficas de cuentos de Astrid Lindgren han tenido buena acogida en el extranjero. Suecia también se ha considerado como precursora de un tipo de cine para niños más poético y serio, que ha merecido atención internacional desde hace cuatro décadas. Hugo y Josefina (Hugo och Josefin), de Kjell Grede, salió a la cartelera en 1967 y marcó la pauta de esa vertiente. A la misma categoría pertenece la célebre “Los hermanos Corazón de León” (Bröderna Lejonhjärta, 1977), del director Olle Hellbom, sobre una narración de Astrid Lindgren. La última sensación del género infantil ha sido “Tsatsiki, la mamá y el policía” (Tsatsiki, morsan och polisen) de Ella Lemhagen. En la ceremonia del Guldbagge 2000 conquistó cuatro premios, incluido el de la mejor película. Como el cine para niños, también el de dibujos animados experimentó un auge en Suecia, donde desde los años 70 se ha venido formando un notable grupo de dibujantes hábiles y originales. El maestro Per Åhlin, con su más reciente producción, “Hotel de perros” (Hundhotellet) y Stig Lasseby, recientemente fallecido (autor de Pelle Svanslös, “Pedrito Sin Cola”, 1981) son dos de los que han hecho largometrajes, mientras que un buen número de duchos dibujantes de personalidad muy heterogénea y marcada se dedica al cortometraje. Entre ellos, Magnus Carlsson se cuenta entre los más reconocidos internacionalmente. La brutalidad cada vez mayor, el desempleo, los conflictos de inmigrantes y la delincuencia juvenil han aportado en años recientes temas para películas sobre problemas sociales. Algunas de ellas aprovechan las posibilidades que ofrece el tema plasmando excesos de consumo de drogas, violencia, sangre y sexo, mientras que otros tratan de abordar el tema con matices psicológicos y claridad sociológica. En los años 70, se consideraba, sin mucha justicia, que Suecia estaba a la vanguardia del cine pornográfico. Esa reputación provenía del hecho innegable de que varios de los mayores éxitos cinematográficos en el ámbito internacional en las décadas inmediatamente anteriores, fueron de un erotismo bastante audaz. Pero el concepto de “Schwedenfilm” (“película a la sueca”), acuñado en Alemania, pronto perdió todo significado de nacionalidad. Lo que quizá se pueda decir es que el cine sueco abrió las esclusas a la pornografía de celuloide, pero no ha aportado mayor caudal a esa corriente.

Instituto del Cine Sueco

AB Svensk Filmindustri

La carreta fantasma. Victor Sjöström y Tore Svennberg.

Ekman trajeron la esperanza de que Suecia volviera a ser un país respetado en la cinematografía. Después de la guerra, Suecia mantuvo su lugar cuando el moderno hábito de celebrar festivales generó una mayor demanda de películas de valor artístico. Algunos documentalistas, como Arne Sucksdorff, fueron elogiados repetidas veces en el ámbito internacional, y las películas argumentales suecas merecieron una atención cada día mayor. Alf Sjöberg conquistó su mayor triunfo en 1951, año en que ganó el Grand Prix de Venecia con Señorita Julia (Fröken Julie). En 1952 Arne Mattsson sorprendió al público del festival de Berlín –y de todo el mundo– con Un solo verano de felicidad (Hon dansade en sommar). Cuatro años más tarde entró Ingmar Bergman en la escena internacional con Sonrisas de una noche de verano (Sommarnattens leende). Suecia volvía a ser foco del interés cinematográfico mundial. Posteriormente, Ingmar Bergman se mantuvo en un lugar central del cine mundial mientras produjo películas, y su fama no hizo más que crecer con los años. No ocurrió lo mismo con el cine sueco en general. Alrededor de 1960, la industria cinematográfica sueca sufrió una profunda crisis causada por el auge de la televisión. Gran parte del público abandonó las salas de cine; la producción sueca se comercializó y la mayor parte de los colegas y competidores de Bergman carecían de vena artística. Esa situación cambió en 1963 al celebrarse un convenio de política cultural entre los productores y el Estado: la denominada “reforma cinematográfica” (véase abajo). Mediante ella se liberaron importantes recursos económicos con la finalidad expresa de fomentar la realización de películas de calidad. Gracias a la reforma pudo surgir una nueva generación de cineastas originales que alcanzaron éxito: Jan Troell, Bo Widerberg, Vilgot Sjöman, Kjell Grede y otros. Al mismo tiempo se politizó el cine sueco bajo el influjo de los vientos de izquierda de la época, con las consiguientes nuevas señales estéticas y de contenido. Pero seguía disminuyendo el público de cine, y en buena medida el de películas suecas. El cambio más positivo que se dio en los años 70 y 80 fue el avance de la mujer en el trabajo cinematográfico fuera de la actuación. La estrella Mai Zetterling había pasado a ser directora ya en los años 60. Le siguieron Gunnel Lindblom (también ex actriz), Marianne Ahrne, Marie-Louise De Geer Bergenstråhle, Christina Olofsson, Suzanne Osten, Maj Wechselmann y otras cineastas. Como escritora, Astrid Lindgren ha sido una de las mujeres de más fuerte presencia en el cine sueco, y gracias a ella las películas suecas para niños fueron una atracción mundial durante varios años. La explosión mediática que experimentó Suecia en los años 80 cambió enteramente las condiciones en que trabajaba la industria. La cinematografía se enfrentó a nuevos competidores en el mercado del espectáculo; pero pronto se integró en el conjunto de los medios que la rodeaban. Durante muchos años la industria cinematográfica ha tenido amplia participación en los mercados de televisión, vídeo y emisiones de televisión pagadas. Sin embargo, debido a los costos crecientes, los riesgos económicos de un número cada vez mayor de películas suecas fueron compartidos por diversos patrocinadores, muchas veces con apoyo del extranjero. En la década de los 90, una buena parte de la producción cinematográfica se trasladó de Estocolmo, la capital, a centros de producción de varias regiones del país, en especial al oeste. Hoy ya los adelantos de la tecnología de vídeo y de la digital logrados estos últimos años han vuelto a hacer posible que se produzcan películas a costo relativamente bajo, incluso para proyección en salas de cine. El número de cintas argumentales de largo metraje por año acusa una clara tendencia a aumentar a comienzos del siglo XXI. Al mismo tiempo, los hijos de inmigrantes han empezado a distinguirse entre los cineastas suecos. “Antes de la tormenta” (Före stormen) de Reza Parsa, “Alas de vidrio” (Vingar av glas) de Reza Bagher y “Yal-la! Yal-la!” (Jalla! Jalla!) de Josef Fares son tres ejemplos de cintas del año 2000 aclamadas por la crítica.

Sandrew Film AB

Instituto del Cine Sueco

CULTURA SUECA

Jarl Kulle y Christina Schollin en “¿Tú crees en ángeles?”

Björn Kjellman y Josefin Nilsson en “Adán y Eva”.

El director Ingmar Bergman es la mayor celebridad que ha tenido el cine sueco en toda su historia, y también el más reputado director de teatro del país. Al comienzo de su carrera tropezó con una fuerte resistencia de los productores y la crítica, pero desde el éxito mundial de Sonrisas de una noche de verano (Sommarnattens leende, 1955) ha sido el centro de una permanente atención internacional. Algunas de sus cintas más comentadas son: Prisión (Fängelse, 1949), Un verano con Mónica (Sommaren med Monika, 1953), El séptimo sello (Det sjunde inseglet, 1956), Fresas salvajes (Smultronstället, 1957), El silencio (Tystnaden, 1963), Persona (1966) y Gritos y susurros (Viskningar och rop, 1973). El mismo Bergman asegura que Fanny y Alexander (Fanny och Alexander, 1982) es su última película. Sin embargo, posteriormente ha escrito los guiones de varias películas de otros directores, entre ellas “Infieles” (Trolösa), dirigida por Liv Ullman y estrenada en 2000.

CULTURA SUECA

AB Svensk Filmindustri

GÉNEROS CINEMATOGRÁFICOS

Ingmar Bergman dirigiendo El séptimo sello. Bengt Ekeroth en el papel de la Muerte.

El cine sueco se ha ganado una reputación de frío, escueto y grave. Desde Sjöström y Stiller a la película para niños Ronia, la hija del bandolero (Ronja Rövardotter), han sido motivos fílmicos prominentes la naturaleza, las dificultades de la vida en común y la muerte. Han sido tan frecuentes en las cintas populares como en las grandes producciones y las obras de arte más comentadas. La notable serie de Richard Hobert sobre los siete pecados capitales en la Suecia contemporánea, terminada en 2000 con “El cumpleaños” (Födelsedagen), puede considerarse como una manifestación reciente del drama moralista serio. Pero el cine sueco no sólo es ambiente severo y melancolía. En buena parte trata del amor. ¡Basta con echar una ojeada a la lista de “películas favoritas a través de las épocas”! La hilaridad –las comedias, sátiras y farsas– casi siempre han tenido un fiel público y asegurado la base económica de la industria cinematográfica. En tiempos de crisis han sido ante todo los géneros jocosos los que han sustentado el ramo. En los años 40, el cine sueco contaba incluso con un cómico de renombre internacional: Nils Poppe.

ÓSCARES SUECOS El prestigioso “Oscar”, o Academy Award de la Academia de Cine de EE.UU., ha sido otorgado a los siguientes cineastas y películas suecas: 1944: Ingrid Bergman –el mejor papel principal femenino en Luz que agoniza (Gaslight) 1948: “El ritmo de una ciudad” (Människor i stad) –el mejor cortometraje documental (director: Arne Sucksdorff) 1951: Kon-Tiki –el mejor documental (productor: Olle Nordemar) 1954: Greta Garbo –Special Award 1956: Ingrid Bergman –el mejor papel femenino en Anastasia 1960: El manantial de la doncella (Jungfrukällan) –la mejor película extranjera (director: Ingmar Bergman) 1961: Como en un espejo (Såsom i en spegel) –la mejor película extranjera (director: Ingmar Bergman) 1970: Ingmar Bergman –Irving G Thalberg Memorial Award 1973: Sven Nykvist –la mejor fotografía, en Gritos y susurros 1974: Ingrid Bergman –el mejor papel secundario femenino, en “Crimen en el Orient Express” (Murder on the Orient Express) 1983: Anna Asp –la mejor decoración, en Fanny y Alexander 1983: Fanny y Alexander –la mejor película extranjera (director: Ingmar Bergman) 1983: Marik Vos –el mejor vestuario, en Fanny y Alexander 1983: Sven Nykvist –la mejor fotografía, en Fanny y Alexander 1988: “Pelle, el conquistador” (Pelle Erövraren) –la mejor película extranjera (dirección: Bille August) 1995: Per Hallberg –los mejores efectos sonoros, en Braveheart

Ingrid Bergman y Charles Boyer en Luz que agoniza.

Ingmar Bergman.

La contribución de Suecia a la historia del cine incluye la exportación de un asombroso elenco de intérpretes, en su mayoría mujeres. La principal de ellas ha sido Greta Garbo, que tras un par de películas mudas rodadas en Suecia emigró a Hollywood acompañada de Victor Sjöström y Mauritz Stiller. La Divina se convirtió en el prototipo de la estrella a lo largo de muchos años con Ana Karenina (1927 y 1935), A Woman of Affairs (Orquídeas salvajes, 1929), Queen Christina (La reina Cristina de Suecia, 1934), Camille (La dama de las camelias, 1937) y Ninotchka (1939). La siguiente superestrella sueca de Hollywood fue Ingrid Bergman. Se la llevaron en 1939 para que actuara con Leslie Howard en la versión estadounidense de la renombrada película sueca Intermezzo, y hasta su muerte fue objeto de la admiración internacional. En Hollywood actuó con Humphrey Bogart en Casablanca, con Gary Cooper en For Whom the Bell Tolls (Por quién doblan las campanas), con Charles Boyer en Gaslight (Luz que agoniza), con Bing Crosby en The Bells of St. Mary (Las campanas de Santa María) y con Gregory Peck en Spellbound (Recuerda). Después de Ingrid Bergman cogieron rumbo de EE.UU., entre otras, Signe Hasso, Marta Toren, Viveca Lindfors, Mai Zetterling y Anita Ekberg, para convertirse allá en estrellas más o menos luminosas, de esplendor más o menos duradero. Posteriormente, también Lena Olin se trasladó a Norteamérica, lo mismo que Pernilla August. Durante el nazismo, las actrices suecas Zarah Leander y Kristina Söderbaum llegaron a ser grandes divas del cine alemán. Algunas intérpretes prominentes de Suecia alcanzaron reputación mundial en los años 50 y 60, gracias a su actuación en películas de Ingmar Bergman. Entre ellas se cuentan Bibi Andersson, Harriet Andersson, Eva Dahlbeck, Ingrid Thulin, Gunnel Lindblom y Liv Ullman (nacida en Noruega). Todas ellas han sido contratadas en la industria cinematográfica internacional. De los actores de Bergman fue Max von Sydow el que logró llegar a ser una estrella internacional. En la producción norteamericana ha encarnado los más variados personajes, desde el Jesús de The Greatest Story Ever Told (La historia más grande jamás contada) hasta toda suerte de seres demoníacos de películas de terror y de misterio. Otros caras suecas que han conquistado celebridad en Hollywood desde 1970 –algunas relacionadas con el cine de Ingmar Bergman– han sido Erland Josephson, Peter Stormare, Stellan Skarsgård, Bo Svensson y Dolph Lundgren.

INGMAR BERGMAN

PELÍCULAS FAVORITAS A TRAVÉS DE LAS ÉPOCAS El personaje de cine sueco que ha atraído el mayor público ha sido un escanio muy metido en carnes, de sonora voz y gestos cómicos: el actor Edvard Persson (1888-1957). En sus mejores años, antes de la segunda guerra mundial y durante ella, sus películas registraron millones de espectadores en las salas suecas. En la posguerra, su equivalente en popularidad fue el actor John Elfström, que en 19 cintas hizo exageradas y grotescas caricaturas de campesinos en la serie Åsa-Nisse, constantemente atacada por los críticos, aunque –al menos las primeras– gozaron de un enorme favor del público rural.

ESTRELLAS DE FAMA INTERNACIONAL

Bengt Wanselius

“Los hermanos Corazón de León”. Allan Edwall, Staffan Götestam y Lars Söderdahl.

En 1951 se estrenó el mayor éxito de la historia cinematográfica sueca hasta hoy: Un solo verano de felicidad (Hon dansade en sommar), de Arne Mattsson: una obra que, si bien tiene muchas cualidades, debió su fuerza de atracción principalmente a los osados desnudos de Ulla Jacobsson. Hubo que esperar diez años hasta que a Un solo verano de felicidad le quitara la predilección del público otra historia fílmica, de tierno erotismo, enmarcada en la noche estival sueca. Esta vez era la pareja de Christina Schollin y Jarl Kulle la que se bañaba desnuda: con sus 2.800.000 espectadores, “¿Tú crees en ángeles?” (Änglar finns dom?) sigue registrando la cifra de público más alta de los cinematógrafos suecos. El director Lars-Magnus Lindgren logró, en 1964, un extraordinario triunfo comercial más, con los mismos actores y la misma franqueza erótica. Adorado John (Käre John) fue el éxito cinematográfico más rotundo de Suecia en el extranjero hasta 1967, cuando su taquilla fue triplicada por otra producción: Soy curiosa – amarillo (Jag är nyfiken gul), de Vilgot Sjöman, que también traía sensacionales escenas eróticas. Ese récord lo sigue manteniendo después de 30 años. La película que ha ganado el mayor favor del público y recibido más publicidad en los últimos años 90 ha sido “Fucking Åmål” (Fucking Åmål) de Lukas Moodyson: un retrato de la vida de los adolescentes en un ambiente de pequeña ciudad, que trata de manera espontánea y audaz la realidad actual de Suecia. Su película siguiente, “Juntos” (Tillsammans, 2000), también fue un éxito de taquilla y despertó el interés de la crítica.

Mikael Silkeberg, AB Svensk Filmindustri

AB Svensk Filmindustri

Como en un espejo. Harriet Andersson.

El discreto cómico Lasse Åberg ha conquistado repetidos éxitos en el mercado cinematográfico nacional desde los años 70, y el más reciente ha sido “El viaje de salud” (Hälsoresan 1999). El equipo que ha actuado en la serie de películas de la “Banda Jönsson” también ha ganado el favor popular con varias de ellas. En el año 2000 salió a cartelera “La gran audacia de la Banda Jönsson” (Jönssonligan spelar högt). En años recientes, los creativos hermanos Måns y Felix Herngren han tenido gran éxito como cineastas independientes con diferentes coautores, en comedias como “Adán y Eva” (Adam och Eva, 1997) y “Adultos” (Vuxna människor, 1999), respectivamente. Los documentales han sido desde hace más de 80 años orgullo del cine sueco. Una larga tradición de documentar la naturaleza culminó en la década de los 50 en La gran aventura (Det stora äventyret), célebre cinta de Arne Sucksdorff. Esta tradición se conserva hoy gracias a numerosos cineastas, y entre ellos Mikael Kristersson fue muy recientemente objeto de atención internacional por una cinta argumental fascinante sobre la conducta de las aves –y de los humanos– llamada “En el ojo del halcón” (I falkens öga, 1998). A raíz del empeño político en los años 60 nacieron documentales más orientados a las cuestiones sociales. En 1968, “Los inadaptados” (Dom kallar oss mods), un inaudito estudio de problemas juveniles hecho por Jan Lindqvist y Stefan Jarl, marcó un hito en la historia del cine documental sueco. Jarl continuó con la misma temática y los mismos personajes a lo largo de un proyecto sociológico de muchos años. La segunda película de la serie fue “Una vida respetable” (Ett anständigt liv, 1979) y la tercera, “La herencia social” (Det sociala arvet, 1993). Además de Stefan Jarl hay toda una vigorosa generación de documentalistas de crítica social. El documental más original del año 2000 fue el autobiográfico de Lars-Lennart Forsberg, “Mi madre tuvo catorce hijos” (Min mamma hade fjorton barn), basado en centenares de fotografías de una viveza excepcional. El cine infantil ha sido especialmente favorecido por el apoyo de la comunidad desde los años 50. También se ha convertido en insignia de la cinematografía sueca, en un comienzo gracias a Astrid Lindgren y a las cintas Pippa (Pippi Långstrump), Miguel el Travieso (Emil i Lönneberga) y algunas más que tratan de otros héroes de los párvulos. Casi todas las versiones cinematográficas de cuentos de Astrid Lindgren han tenido buena acogida en el extranjero. Suecia también se ha considerado como precursora de un tipo de cine para niños más poético y serio, que ha merecido atención internacional desde hace cuatro décadas. Hugo y Josefina (Hugo och Josefin), de Kjell Grede, salió a la cartelera en 1967 y marcó la pauta de esa vertiente. A la misma categoría pertenece la célebre “Los hermanos Corazón de León” (Bröderna Lejonhjärta, 1977), del director Olle Hellbom, sobre una narración de Astrid Lindgren. La última sensación del género infantil ha sido “Tsatsiki, la mamá y el policía” (Tsatsiki, morsan och polisen) de Ella Lemhagen. En la ceremonia del Guldbagge 2000 conquistó cuatro premios, incluido el de la mejor película. Como el cine para niños, también el de dibujos animados experimentó un auge en Suecia, donde desde los años 70 se ha venido formando un notable grupo de dibujantes hábiles y originales. El maestro Per Åhlin, con su más reciente producción, “Hotel de perros” (Hundhotellet) y Stig Lasseby, recientemente fallecido (autor de Pelle Svanslös, “Pedrito Sin Cola”, 1981) son dos de los que han hecho largometrajes, mientras que un buen número de duchos dibujantes de personalidad muy heterogénea y marcada se dedica al cortometraje. Entre ellos, Magnus Carlsson se cuenta entre los más reconocidos internacionalmente. La brutalidad cada vez mayor, el desempleo, los conflictos de inmigrantes y la delincuencia juvenil han aportado en años recientes temas para películas sobre problemas sociales. Algunas de ellas aprovechan las posibilidades que ofrece el tema plasmando excesos de consumo de drogas, violencia, sangre y sexo, mientras que otros tratan de abordar el tema con matices psicológicos y claridad sociológica. En los años 70, se consideraba, sin mucha justicia, que Suecia estaba a la vanguardia del cine pornográfico. Esa reputación provenía del hecho innegable de que varios de los mayores éxitos cinematográficos en el ámbito internacional en las décadas inmediatamente anteriores, fueron de un erotismo bastante audaz. Pero el concepto de “Schwedenfilm” (“película a la sueca”), acuñado en Alemania, pronto perdió todo significado de nacionalidad. Lo que quizá se pueda decir es que el cine sueco abrió las esclusas a la pornografía de celuloide, pero no ha aportado mayor caudal a esa corriente.

Instituto del Cine Sueco

AB Svensk Filmindustri

La carreta fantasma. Victor Sjöström y Tore Svennberg.

Ekman trajeron la esperanza de que Suecia volviera a ser un país respetado en la cinematografía. Después de la guerra, Suecia mantuvo su lugar cuando el moderno hábito de celebrar festivales generó una mayor demanda de películas de valor artístico. Algunos documentalistas, como Arne Sucksdorff, fueron elogiados repetidas veces en el ámbito internacional, y las películas argumentales suecas merecieron una atención cada día mayor. Alf Sjöberg conquistó su mayor triunfo en 1951, año en que ganó el Grand Prix de Venecia con Señorita Julia (Fröken Julie). En 1952 Arne Mattsson sorprendió al público del festival de Berlín –y de todo el mundo– con Un solo verano de felicidad (Hon dansade en sommar). Cuatro años más tarde entró Ingmar Bergman en la escena internacional con Sonrisas de una noche de verano (Sommarnattens leende). Suecia volvía a ser foco del interés cinematográfico mundial. Posteriormente, Ingmar Bergman se mantuvo en un lugar central del cine mundial mientras produjo películas, y su fama no hizo más que crecer con los años. No ocurrió lo mismo con el cine sueco en general. Alrededor de 1960, la industria cinematográfica sueca sufrió una profunda crisis causada por el auge de la televisión. Gran parte del público abandonó las salas de cine; la producción sueca se comercializó y la mayor parte de los colegas y competidores de Bergman carecían de vena artística. Esa situación cambió en 1963 al celebrarse un convenio de política cultural entre los productores y el Estado: la denominada “reforma cinematográfica” (véase abajo). Mediante ella se liberaron importantes recursos económicos con la finalidad expresa de fomentar la realización de películas de calidad. Gracias a la reforma pudo surgir una nueva generación de cineastas originales que alcanzaron éxito: Jan Troell, Bo Widerberg, Vilgot Sjöman, Kjell Grede y otros. Al mismo tiempo se politizó el cine sueco bajo el influjo de los vientos de izquierda de la época, con las consiguientes nuevas señales estéticas y de contenido. Pero seguía disminuyendo el público de cine, y en buena medida el de películas suecas. El cambio más positivo que se dio en los años 70 y 80 fue el avance de la mujer en el trabajo cinematográfico fuera de la actuación. La estrella Mai Zetterling había pasado a ser directora ya en los años 60. Le siguieron Gunnel Lindblom (también ex actriz), Marianne Ahrne, Marie-Louise De Geer Bergenstråhle, Christina Olofsson, Suzanne Osten, Maj Wechselmann y otras cineastas. Como escritora, Astrid Lindgren ha sido una de las mujeres de más fuerte presencia en el cine sueco, y gracias a ella las películas suecas para niños fueron una atracción mundial durante varios años. La explosión mediática que experimentó Suecia en los años 80 cambió enteramente las condiciones en que trabajaba la industria. La cinematografía se enfrentó a nuevos competidores en el mercado del espectáculo; pero pronto se integró en el conjunto de los medios que la rodeaban. Durante muchos años la industria cinematográfica ha tenido amplia participación en los mercados de televisión, vídeo y emisiones de televisión pagadas. Sin embargo, debido a los costos crecientes, los riesgos económicos de un número cada vez mayor de películas suecas fueron compartidos por diversos patrocinadores, muchas veces con apoyo del extranjero. En la década de los 90, una buena parte de la producción cinematográfica se trasladó de Estocolmo, la capital, a centros de producción de varias regiones del país, en especial al oeste. Hoy ya los adelantos de la tecnología de vídeo y de la digital logrados estos últimos años han vuelto a hacer posible que se produzcan películas a costo relativamente bajo, incluso para proyección en salas de cine. El número de cintas argumentales de largo metraje por año acusa una clara tendencia a aumentar a comienzos del siglo XXI. Al mismo tiempo, los hijos de inmigrantes han empezado a distinguirse entre los cineastas suecos. “Antes de la tormenta” (Före stormen) de Reza Parsa, “Alas de vidrio” (Vingar av glas) de Reza Bagher y “Yal-la! Yal-la!” (Jalla! Jalla!) de Josef Fares son tres ejemplos de cintas del año 2000 aclamadas por la crítica.

Sandrew Film AB

Instituto del Cine Sueco

CULTURA SUECA

Jarl Kulle y Christina Schollin en “¿Tú crees en ángeles?”

Björn Kjellman y Josefin Nilsson en “Adán y Eva”.

El director Ingmar Bergman es la mayor celebridad que ha tenido el cine sueco en toda su historia, y también el más reputado director de teatro del país. Al comienzo de su carrera tropezó con una fuerte resistencia de los productores y la crítica, pero desde el éxito mundial de Sonrisas de una noche de verano (Sommarnattens leende, 1955) ha sido el centro de una permanente atención internacional. Algunas de sus cintas más comentadas son: Prisión (Fängelse, 1949), Un verano con Mónica (Sommaren med Monika, 1953), El séptimo sello (Det sjunde inseglet, 1956), Fresas salvajes (Smultronstället, 1957), El silencio (Tystnaden, 1963), Persona (1966) y Gritos y susurros (Viskningar och rop, 1973). El mismo Bergman asegura que Fanny y Alexander (Fanny och Alexander, 1982) es su última película. Sin embargo, posteriormente ha escrito los guiones de varias películas de otros directores, entre ellas “Infieles” (Trolösa), dirigida por Liv Ullman y estrenada en 2000.

CULTURA SUECA

István Borbás

• Suecia tiene unos 8.900.000 habitantes. • Anualmente registra 16 millones de entradas al cine. • Hay aproximadamente 800 cines (y 1.100 salas) en el país. • Una entrada al cine cuesta en promedio 70 coronas suecas. • Cada año se proyectan por primera vez en el país unas 200 cintas, de las cuales 20 son financiadas en parte o totalmente con medios suecos. Actualmente su número tiende a aumentar. • La parte de las películas suecas en la taquilla total del país es del 20% aproximadamente. • Cada año hay algunas películas suecas que tienen éxito nacional. La mayoría no cubre sus propios costos. • La gran galardonada del Festival de cine sueco de 2001 fue “Canciones del segundo piso” (Sånger från andra våningen), que marcó el retorno de Roy Andersson como director de películas argumentales después de 25 años. La cinta recibió cuatro premios Guldbaggen, equivalentes del Oscar estadounidense otorgados por la industria cinematográfica sueca: • por la mejor película • por el mejor director • por el guión • por la cinematografía (István Borbás y Jesper Klevenås)

Per-Anders Jörgensen

“Canciones del segundo piso”. Torbjörn Fahlström y Bengt CW Carlsson.

FESTIVALES Anualmente se celebran en Suecia unos doce festivales de cine de diversa índole. Los dos más importantes son los internacionales de Gotemburgo, en febrero, y de Estocolmo, en noviembre. En el festival de cine de Umeå, en septiembre, se proyectan principalmente documentales; en el de Uppsala, en octubre, cortometrajes. BUFF son las siglas de un festival de cine para niños y adolescentes.

DIRECCIONES

CENSURA DE CINE

• www.kultur.nu

Suecia tiene la censura de cine más antigua que aún ejerce sus funciones. La autoridad de censura, la Oficina Nacional de Clasificación Cinematográfica (Statens Biografbyrå), se instauró en 1911 a petición de los opositores del cine y del ramo cinematográfico. En general ha reinado la armonía entre el ramo y la censura. La tarea más importante de la Oficina es actualmente impedir que los niños sufran daños psicológicos debidos a películas. Sus censores pueden aprobar la proyección pública de una película para todas las edades, o pueden establecer una edad mínima de 7, 11 ó 15 años. Las películas o escenas que pueden estimular la brutalidad (debido a su violencia manifiesta o prolongada, por ejemplo) no están permitidas tampoco para el público adulto. Sin embargo, muy pocas películas se prohiben completamente. Si se le solicita, la Oficina también examina los vídeos de empresas que los alquilan y desean evitar que se les acuse públicamente de violar la ley que prohibe la representación de la violencia. En algunos casos, las medidas aplicadas –u omitidas– por la censura han suscitado agitados debates, como ocurrió, por ejemplo, con la prohibición de 491 (491) de Vilgot Sjöman y la aprobación de El silencio de Ingmar Bergman el mismo año. En varias ocasiones, la justificación de la censura cinematográfica ha sido cuestionada por críticos y políticos. Pero hasta ahora han fracasado todos los intentos de abolirla, principalmente debido a que el ramo no sabe a ciencia cierta qué consecuencias traería tal decisión.

• BUFF - Barn- och ungdomsfilmfestivalen (Festival de cine infantil y juvenil) Box 179, SE-201 21 Malmö Tel: +46 40 30 91 64. Telefax: +46 40 30 53 22 www.kajen.com/buff/

COMPAÑÍAS PRODUCTORAS AB Svensk Filmindustri (SF) ha sido, a lo largo de más de 75 años, la mayor sociedad cinematográfica del país. Fue fundada en diciembre de 1919 por fusión de las dos principales compañías del ramo que existían: Svenska Bio y Skandia. De esa forma, la SF ha quedado asociada con todos los grandes clásicos del cine mudo. Desde la década de los 20, la SF se ha mantenido como productora más activa y propietaria de la mayor cadena de cines de Suecia. En 1948 se llevó a cabo otra fusión de gran magnitud: a la SF se incorporó AB Europa Film, otra empresa importante de vieja tradición. Ya desde comienzos de los años 30, la AB Europa Film había sido una de las principales del país, como propietaria de cinematógrafos y como productora. Desde comienzos de los 80, el consorcio Bonnier –una de las mayores empresas de medios de difusión de Suecia– es copropietaria de la SF. Ésta participa activamente en casi todos los sectores de medios y desarrolla actividades también en el extranjero. La Sandrew Film AB tuvo su origen a fines de la década de los 20. El comerciante en ultramarinos Anders Sandrew, fundador de la empresa, empezó por abrir una cadena de salas de proyección en Estocolmo. En la década de los 40, la sociedad se convirtió en una importante compañía productora. Como empresario constructor de cinematógrafos, Sandrews ha sido un pionero también en años más recientes. Desde hace algunos años la

• Dramatiska Institutet (Escuela Superior de Cine, Radio, Televisión y Teatro) Box 27090, SE-102 51 Stockholm Domicilio: Filmhuset, Borgvägen 3-5 Tel: +46 8 665 13 00. Telefax: +46 8 662 14 84 www.draminst.se • Filmvetenskapliga institutionen (Facultad de cinematografía) Stockholms Universitet, Box 27062, SE-102 51 Stockholm Domicilio: Filmhuset, Borgvägen 1-5 Tel: +46 8 674 70 00. Telefax: +46 8 665 07 23. www.su.se • Göteborg Film Festival (Festival de cine de Gotemburgo) Box 7079, SE-402 32 Göteborg Tel: +46 31 339 30 00. Telefax: +46 31 41 00 63 www.filmfestival.org • SVT Fiction/Drama SE-105 10 Stockholm, Domicilio: Hangövägen 18 Tel: +46 8 784 66 90. Telefax: +46 8 784 68 56 www.svt.se.drama • Sandrew Metronome Box 5612, SE-114 86 Stockholm Domicilio: Floragatan 4 Tel: +46 8 762 17 00. Telefax: +46 8 10 38 50 www.sandrewmetronome.se

ULTURA SUECA

Autor: Leif Furhammar es cineasta, productor de televisión, crítico cultural del diario Dagens Nyheter y profesor de ciencias cinematográficas. Ha publicado unos diez libros, principalmente sobre cine, entre los que destaca la obra Filmen i Sverige (1991).

PUBLICADO POR EL INSTITUTO SUECO • DICIEMBRE 2001 • DI 112 B

El cine sueco

El autor es el único responsable de las opiniones expresadas en esta hoja de información. Traducción: Álvaro Eljach

• Sonet Film AB Box 201 05, SE-161 02 Bromma Domicilio: Tappvägen 24, Mariehäll Tel: +46 8 555 248 00. Telefax: +46 8 28 58 34 www.sonetfilm.se • Statens Biografbyrå (Oficina Nacional de Clasificación Cinematográfica) Box 7728, SE-103 95 Stockholm Domicilio: Regeringsgatan 65, uppgång C Tel: +46 8 24 34 25. Telefax: +46 8 21 01 78 www.statensbiografbyra.se • Stockholms filmfestival (Festival de cine de Estocolmo) Slupskjulsvägen 36, SE-111 49 Stockholm Tel: +46 8 677 50 00. Telefax: +46 8 20 05 90 www.filmfestivalen.se • AB Svensk Filmindustri (SF) SE-127 83 Stockholm Domicilio: Dialoggatan 6, Kungens Kurva Tel: +46 8 680 35 00. Telefax: +46 8 710 44 60 www.sf.se

Laleh Pourkarim en “Yal-la! Yal-la!” por Josef Fares.

• Svenska Filminstitutet (Instituto del Cine Sueco) Box 27126, SE-102 52 Stockholm Domicilio: Filmhuset, Borgvägen 5 Tel: +46 8 665 11 00. Telefax: +46 8 661 18 20. www.sfi.se

BREVE HISTORIA DEL CINE SUECO

• Umeå Internationella Filmfestival (Festival internacional de cine de Umeå) Box 43, SE-901 02 Umeå. Tel: +46 90 13 33 88 Telefax: +46 90 77 79 61. www.ff.umea.com • Uppsala Internationella Kortfilmfestival (Festival internacional de corto metraje de Uppsala) Box 1746, SE-751 47 Uppsala. Tel: +46 18 12 00 25 Telefax: +46 18 12 13 50. www.shortfilmfestival.com

El Instituto Sueco (SI) es una autoridad estatal cuya misión es difundir conocimientos sobre Suecia en el extranjero. Este folleto se publica como parte de su servicio de información. Todo material del Instituto puede reproducirse libremente, a condición de que se cite la fuente. El Instituto Sueco tiene una amplia gama de publicaciones informativas, en varios idiomas, sobre diversos aspectos de la sociedad sueca. Para mayor información diríjase a la Embajada o el Consulado de Suecia en su país, o Svenska institutet: Box 7434, SE-103 91 Stockholm, Suecia. Sede social: Sverigehuset (Casa de Suecia), Hamngatan/Kungsträdgården, Estocolmo. Tel.: + 46-8-789 20 00 Fax: + 46-8-20 72 48. E-mail: [email protected] http://www.si.se

El cine sueco recibió su primer impulso decisivo por la gran exposición de arte e industria de Estocolmo, en 1897. Fue entonces cuando se rodaron también las primeras pequeñas cintas suecas. Se filmó al rey Oscar II a su llegada a la exposición, y así el monarca se convirtió en la primera estrella de cine. Durante los años del cine mudo, alrededor de 1920, Suecia se contaba entre los países de vanguardia del séptimo arte. Directores como Victor Sjöström y Mauritz Stiller hicieron varias películas consideradas por sus contemporáneos como obras maestras, y como clásicos por la posteridad. Varias de esas cintas –como La carreta fantasma (Körkarlen) y El tesoro de Arne (Herr Arnes Pengar)– estaban basadas en narraciones de la Nobel sueca Selma Lagerlöf. Pero esa época de grandeza fue efímera. Sjöström y Stiller emigraron a Hollywood, acompañados de la estrella recién surgida Greta Garbo. Al nacer el cine sonoro, a comienzos de los años 30, sus profesionales suecos abandonaron toda aspiración artística y ambición internacional para caer en el provincialismo y el popularismo. En los círculos artísticos y literarios el cine nacional se consideraba tan vulgar que lo calificaban de “vergüenza” para la cultura sueca. Alrededor de 1940 –cuando casi todo el resto de Europa se encontraba en plena guerra– se produjo un cambio debido a que el cine asumió una función importante en la defensa psicológica. La gravedad de ese período de alerta militar exigía nuevos temas e intenciones artísticas paralelamente al uso escapista que se daba al celuloide. Directores como Alf Sjöberg y Hasse

Instituto del Cine Sueco

EN EL ALBOR DEL SIGLO XXI

compañía ha estado asociada con el Grupo Schibsted, que tiene su sede en Noruega, y ha adoptado el nombre de Sandrew Metronome AB. Desde los últimos años 90, Sonet Film AB ha tenido mucho éxito como productora y distribuidora de películas audaces y que se apartan de lo común. Sveriges Television, SVT, es un factor importante en la vida cinematográfica de Suecia. No sólo produce películas propias para distribución en cines y para la “pantalla pequeña”, sino que también participa como coproductora en muchas de las cintas realizadas. La principal sección productora de películas de SVT es SVT Drama.

Jens Assur

En 1963 se llevó a cabo la reforma cinematográfica sueca: un ingenioso plan del político cultural socialdemócrata Harry Schein. Mediante un acuerdo entre el Estado sueco y la industria cinematográfica se abolió el impuesto del 25% sobre diversiones que pesaba sobre las entradas de cine. En compensación, los propietarios de salas de proyección se comprometieron a abonar el 10% de la taquilla al Instituto del Cine Sueco (Svenska Filminstitutet), una fundación que se acababa de crear. La mayor parte de esos ingresos se destinó al fomento de la producción cinematográfica de calidad en Suecia. La clave de ese sistema era que también el producto de cintas extranjeras subvencionara la cinematografía sueca. La eficacia original de la reforma se ha minado por la merma en la venta de entradas de cine. En consecuencia, el Acuerdo Cinematográfico original se ha adaptado, complementado y expandido varias veces, la última en 1999. Hoy también se cuentan entre los signatarios del Acuerdo interlocutores de la industria de televisión. El gobierno concede una asignación anual considerable (cerca de SEK 200 millones) al Instituto del Cine Sueco. De las “asignaciones anticipadas” que destina el Instituto a la producción de películas suecas de calidad decide un pequeño grupo de consultores de cine con gran responsabilidad personal. Hay fondos especiales disponibles para actividades de fomento de la distribución y proyección de películas. Además de su actividad de fomento, el Instituto del Cine Sueco ejecuta muchas labores de cultura cinematográfica de otra índole (biblioteca, archivo, cinemateca, restauración de películas, etc.). El Instituto tiene su sede en la Casa del Cine (Filmhuset) de Estocolmo, donde están instaladas, además, la facultad de cinematografía de la Universidad de Estocolmo y la Escuela Superior de Cine, Radio, Televisión y Teatro (Dramatiska Institutet): las dos entidades suecas más importantes en la investigación teórica y la formación práctica, respectivamente, en el campo de la cinematografía.

ISSN 1101-606X

LA REFORMA CINEMATOGRÁFICA

Michael Nyqvist en “Juntos”.

C

CULTURA SUECA

Greta Garbo y Mauritz Stiller a bordo del M/S Drottningholm en la ruta de Gotemburgo a Nueva York.

CULTURA SUECA

István Borbás

• Suecia tiene unos 8.900.000 habitantes. • Anualmente registra 16 millones de entradas al cine. • Hay aproximadamente 800 cines (y 1.100 salas) en el país. • Una entrada al cine cuesta en promedio 70 coronas suecas. • Cada año se proyectan por primera vez en el país unas 200 cintas, de las cuales 20 son financiadas en parte o totalmente con medios suecos. Actualmente su número tiende a aumentar. • La parte de las películas suecas en la taquilla total del país es del 20% aproximadamente. • Cada año hay algunas películas suecas que tienen éxito nacional. La mayoría no cubre sus propios costos. • La gran galardonada del Festival de cine sueco de 2001 fue “Canciones del segundo piso” (Sånger från andra våningen), que marcó el retorno de Roy Andersson como director de películas argumentales después de 25 años. La cinta recibió cuatro premios Guldbaggen, equivalentes del Oscar estadounidense otorgados por la industria cinematográfica sueca: • por la mejor película • por el mejor director • por el guión • por la cinematografía (István Borbás y Jesper Klevenås)

Per-Anders Jörgensen

“Canciones del segundo piso”. Torbjörn Fahlström y Bengt CW Carlsson.

FESTIVALES Anualmente se celebran en Suecia unos doce festivales de cine de diversa índole. Los dos más importantes son los internacionales de Gotemburgo, en febrero, y de Estocolmo, en noviembre. En el festival de cine de Umeå, en septiembre, se proyectan principalmente documentales; en el de Uppsala, en octubre, cortometrajes. BUFF son las siglas de un festival de cine para niños y adolescentes.

DIRECCIONES

CENSURA DE CINE

• www.kultur.nu

Suecia tiene la censura de cine más antigua que aún ejerce sus funciones. La autoridad de censura, la Oficina Nacional de Clasificación Cinematográfica (Statens Biografbyrå), se instauró en 1911 a petición de los opositores del cine y del ramo cinematográfico. En general ha reinado la armonía entre el ramo y la censura. La tarea más importante de la Oficina es actualmente impedir que los niños sufran daños psicológicos debidos a películas. Sus censores pueden aprobar la proyección pública de una película para todas las edades, o pueden establecer una edad mínima de 7, 11 ó 15 años. Las películas o escenas que pueden estimular la brutalidad (debido a su violencia manifiesta o prolongada, por ejemplo) no están permitidas tampoco para el público adulto. Sin embargo, muy pocas películas se prohiben completamente. Si se le solicita, la Oficina también examina los vídeos de empresas que los alquilan y desean evitar que se les acuse públicamente de violar la ley que prohibe la representación de la violencia. En algunos casos, las medidas aplicadas –u omitidas– por la censura han suscitado agitados debates, como ocurrió, por ejemplo, con la prohibición de 491 (491) de Vilgot Sjöman y la aprobación de El silencio de Ingmar Bergman el mismo año. En varias ocasiones, la justificación de la censura cinematográfica ha sido cuestionada por críticos y políticos. Pero hasta ahora han fracasado todos los intentos de abolirla, principalmente debido a que el ramo no sabe a ciencia cierta qué consecuencias traería tal decisión.

• BUFF - Barn- och ungdomsfilmfestivalen (Festival de cine infantil y juvenil) Box 179, SE-201 21 Malmö Tel: +46 40 30 91 64. Telefax: +46 40 30 53 22 www.kajen.com/buff/

COMPAÑÍAS PRODUCTORAS AB Svensk Filmindustri (SF) ha sido, a lo largo de más de 75 años, la mayor sociedad cinematográfica del país. Fue fundada en diciembre de 1919 por fusión de las dos principales compañías del ramo que existían: Svenska Bio y Skandia. De esa forma, la SF ha quedado asociada con todos los grandes clásicos del cine mudo. Desde la década de los 20, la SF se ha mantenido como productora más activa y propietaria de la mayor cadena de cines de Suecia. En 1948 se llevó a cabo otra fusión de gran magnitud: a la SF se incorporó AB Europa Film, otra empresa importante de vieja tradición. Ya desde comienzos de los años 30, la AB Europa Film había sido una de las principales del país, como propietaria de cinematógrafos y como productora. Desde comienzos de los 80, el consorcio Bonnier –una de las mayores empresas de medios de difusión de Suecia– es copropietaria de la SF. Ésta participa activamente en casi todos los sectores de medios y desarrolla actividades también en el extranjero. La Sandrew Film AB tuvo su origen a fines de la década de los 20. El comerciante en ultramarinos Anders Sandrew, fundador de la empresa, empezó por abrir una cadena de salas de proyección en Estocolmo. En la década de los 40, la sociedad se convirtió en una importante compañía productora. Como empresario constructor de cinematógrafos, Sandrews ha sido un pionero también en años más recientes. Desde hace algunos años la

• Dramatiska Institutet (Escuela Superior de Cine, Radio, Televisión y Teatro) Box 27090, SE-102 51 Stockholm Domicilio: Filmhuset, Borgvägen 3-5 Tel: +46 8 665 13 00. Telefax: +46 8 662 14 84 www.draminst.se • Filmvetenskapliga institutionen (Facultad de cinematografía) Stockholms Universitet, Box 27062, SE-102 51 Stockholm Domicilio: Filmhuset, Borgvägen 1-5 Tel: +46 8 674 70 00. Telefax: +46 8 665 07 23. www.su.se • Göteborg Film Festival (Festival de cine de Gotemburgo) Box 7079, SE-402 32 Göteborg Tel: +46 31 339 30 00. Telefax: +46 31 41 00 63 www.filmfestival.org • SVT Fiction/Drama SE-105 10 Stockholm, Domicilio: Hangövägen 18 Tel: +46 8 784 66 90. Telefax: +46 8 784 68 56 www.svt.se.drama • Sandrew Metronome Box 5612, SE-114 86 Stockholm Domicilio: Floragatan 4 Tel: +46 8 762 17 00. Telefax: +46 8 10 38 50 www.sandrewmetronome.se

ULTURA SUECA

Autor: Leif Furhammar es cineasta, productor de televisión, crítico cultural del diario Dagens Nyheter y profesor de ciencias cinematográficas. Ha publicado unos diez libros, principalmente sobre cine, entre los que destaca la obra Filmen i Sverige (1991).

PUBLICADO POR EL INSTITUTO SUECO • DICIEMBRE 2001 • DI 112 B

El cine sueco

El autor es el único responsable de las opiniones expresadas en esta hoja de información. Traducción: Álvaro Eljach

• Sonet Film AB Box 201 05, SE-161 02 Bromma Domicilio: Tappvägen 24, Mariehäll Tel: +46 8 555 248 00. Telefax: +46 8 28 58 34 www.sonetfilm.se • Statens Biografbyrå (Oficina Nacional de Clasificación Cinematográfica) Box 7728, SE-103 95 Stockholm Domicilio: Regeringsgatan 65, uppgång C Tel: +46 8 24 34 25. Telefax: +46 8 21 01 78 www.statensbiografbyra.se • Stockholms filmfestival (Festival de cine de Estocolmo) Slupskjulsvägen 36, SE-111 49 Stockholm Tel: +46 8 677 50 00. Telefax: +46 8 20 05 90 www.filmfestivalen.se • AB Svensk Filmindustri (SF) SE-127 83 Stockholm Domicilio: Dialoggatan 6, Kungens Kurva Tel: +46 8 680 35 00. Telefax: +46 8 710 44 60 www.sf.se

Laleh Pourkarim en “Yal-la! Yal-la!” por Josef Fares.

• Svenska Filminstitutet (Instituto del Cine Sueco) Box 27126, SE-102 52 Stockholm Domicilio: Filmhuset, Borgvägen 5 Tel: +46 8 665 11 00. Telefax: +46 8 661 18 20. www.sfi.se

BREVE HISTORIA DEL CINE SUECO

• Umeå Internationella Filmfestival (Festival internacional de cine de Umeå) Box 43, SE-901 02 Umeå. Tel: +46 90 13 33 88 Telefax: +46 90 77 79 61. www.ff.umea.com • Uppsala Internationella Kortfilmfestival (Festival internacional de corto metraje de Uppsala) Box 1746, SE-751 47 Uppsala. Tel: +46 18 12 00 25 Telefax: +46 18 12 13 50. www.shortfilmfestival.com

El Instituto Sueco (SI) es una autoridad estatal cuya misión es difundir conocimientos sobre Suecia en el extranjero. Este folleto se publica como parte de su servicio de información. Todo material del Instituto puede reproducirse libremente, a condición de que se cite la fuente. El Instituto Sueco tiene una amplia gama de publicaciones informativas, en varios idiomas, sobre diversos aspectos de la sociedad sueca. Para mayor información diríjase a la Embajada o el Consulado de Suecia en su país, o Svenska institutet: Box 7434, SE-103 91 Stockholm, Suecia. Sede social: Sverigehuset (Casa de Suecia), Hamngatan/Kungsträdgården, Estocolmo. Tel.: + 46-8-789 20 00 Fax: + 46-8-20 72 48. E-mail: [email protected] http://www.si.se

El cine sueco recibió su primer impulso decisivo por la gran exposición de arte e industria de Estocolmo, en 1897. Fue entonces cuando se rodaron también las primeras pequeñas cintas suecas. Se filmó al rey Oscar II a su llegada a la exposición, y así el monarca se convirtió en la primera estrella de cine. Durante los años del cine mudo, alrededor de 1920, Suecia se contaba entre los países de vanguardia del séptimo arte. Directores como Victor Sjöström y Mauritz Stiller hicieron varias películas consideradas por sus contemporáneos como obras maestras, y como clásicos por la posteridad. Varias de esas cintas –como La carreta fantasma (Körkarlen) y El tesoro de Arne (Herr Arnes Pengar)– estaban basadas en narraciones de la Nobel sueca Selma Lagerlöf. Pero esa época de grandeza fue efímera. Sjöström y Stiller emigraron a Hollywood, acompañados de la estrella recién surgida Greta Garbo. Al nacer el cine sonoro, a comienzos de los años 30, sus profesionales suecos abandonaron toda aspiración artística y ambición internacional para caer en el provincialismo y el popularismo. En los círculos artísticos y literarios el cine nacional se consideraba tan vulgar que lo calificaban de “vergüenza” para la cultura sueca. Alrededor de 1940 –cuando casi todo el resto de Europa se encontraba en plena guerra– se produjo un cambio debido a que el cine asumió una función importante en la defensa psicológica. La gravedad de ese período de alerta militar exigía nuevos temas e intenciones artísticas paralelamente al uso escapista que se daba al celuloide. Directores como Alf Sjöberg y Hasse

Instituto del Cine Sueco

EN EL ALBOR DEL SIGLO XXI

compañía ha estado asociada con el Grupo Schibsted, que tiene su sede en Noruega, y ha adoptado el nombre de Sandrew Metronome AB. Desde los últimos años 90, Sonet Film AB ha tenido mucho éxito como productora y distribuidora de películas audaces y que se apartan de lo común. Sveriges Television, SVT, es un factor importante en la vida cinematográfica de Suecia. No sólo produce películas propias para distribución en cines y para la “pantalla pequeña”, sino que también participa como coproductora en muchas de las cintas realizadas. La principal sección productora de películas de SVT es SVT Drama.

Jens Assur

En 1963 se llevó a cabo la reforma cinematográfica sueca: un ingenioso plan del político cultural socialdemócrata Harry Schein. Mediante un acuerdo entre el Estado sueco y la industria cinematográfica se abolió el impuesto del 25% sobre diversiones que pesaba sobre las entradas de cine. En compensación, los propietarios de salas de proyección se comprometieron a abonar el 10% de la taquilla al Instituto del Cine Sueco (Svenska Filminstitutet), una fundación que se acababa de crear. La mayor parte de esos ingresos se destinó al fomento de la producción cinematográfica de calidad en Suecia. La clave de ese sistema era que también el producto de cintas extranjeras subvencionara la cinematografía sueca. La eficacia original de la reforma se ha minado por la merma en la venta de entradas de cine. En consecuencia, el Acuerdo Cinematográfico original se ha adaptado, complementado y expandido varias veces, la última en 1999. Hoy también se cuentan entre los signatarios del Acuerdo interlocutores de la industria de televisión. El gobierno concede una asignación anual considerable (cerca de SEK 200 millones) al Instituto del Cine Sueco. De las “asignaciones anticipadas” que destina el Instituto a la producción de películas suecas de calidad decide un pequeño grupo de consultores de cine con gran responsabilidad personal. Hay fondos especiales disponibles para actividades de fomento de la distribución y proyección de películas. Además de su actividad de fomento, el Instituto del Cine Sueco ejecuta muchas labores de cultura cinematográfica de otra índole (biblioteca, archivo, cinemateca, restauración de películas, etc.). El Instituto tiene su sede en la Casa del Cine (Filmhuset) de Estocolmo, donde están instaladas, además, la facultad de cinematografía de la Universidad de Estocolmo y la Escuela Superior de Cine, Radio, Televisión y Teatro (Dramatiska Institutet): las dos entidades suecas más importantes en la investigación teórica y la formación práctica, respectivamente, en el campo de la cinematografía.

ISSN 1101-606X

LA REFORMA CINEMATOGRÁFICA

Michael Nyqvist en “Juntos”.

C

CULTURA SUECA

Greta Garbo y Mauritz Stiller a bordo del M/S Drottningholm en la ruta de Gotemburgo a Nueva York.