Guia Del Trotamundos - Aragon PDF

© GUIAS AZULES DE ESPAÑA S.A., 1993 Marqués de Monteagudo, 29. 28028 MADRID Reservados todos los derechos ISBN: 84-8023-

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© GUIAS AZULES DE ESPAÑA S.A., 1993 Marqués de Monteagudo, 29. 28028 MADRID Reservados todos los derechos ISBN: 84-8023-024-X Depósito Legal: M-6636-1993 Imprime: Gráficas Rama, S.A. - Madrid

Esta guia ha sido elaborada por: IGNACIO GONZÁLEZ OROZCO

con la colaboración inapreciable de: Caterina López i Rigo y de los siguientes amigos: Mana Villagrasa Ferrer Ángel Ferrer Muñoz Pilar Arroyo Zamora Jesús García Marín Cristina Bauza de Mirabo Ana Bergas Jiménez Joseba Salamanca Palmer Ignacio Alonso Suarez Leandro Garrido Alvarez Celina Bosch Agadía Antonio Picazo Muntaner Sebastián Ateca Franch Gonzalo Eguiluz Tomeu Vidal Moranta Patxi Riutort Bel Tomás Gabriel Alomar Ana Pérez Pérez Carmen García González Manolo Alegre Valentín Castarlenas Béseos Nicanor Gonzalo Luis Juan Carlos Robledo

La cartografía corrió a cargo de Joaquín González.

ANTES DEL VIAJE

LLEGAR A LA COMUNIDAD DE ARAGÓN Avión La Comunidad Autónoma de Aragón cuenta con un solo aeropuerto, el de Zaragoza, ubicado en el barrio de Garrapinillos, junto a las instalaciones de la base militar conjunta hispanoamericana. Se accede a él por un desvío de la autovía de Logroño. Hay varios vuelos regulares semanales con Madrid, Barcelona y Jerez. Iberia también organiza vuelos chárter desde Zaragoza con destinos europeos. El aeropuerto de Zaragoza tiene servicio de aerotaxi, alquiler de automóviles y servicio de autobús hasta el centro de la ciudad a partir de las 13,30 horas (inf. autobús tf. 976-324009 y 343821). Información aeropuerto, tf. 976-349050. Iberia-Aeropuerto, tef. 976-326262. Oficina Información Iberia-Zaragoza: C/Canfranc, 22, tf. 976-318257. Reservas Iberia tf. 976-318250. Tren Sabido es que los horarios de nuestra bienamada RENFE son tan mutables como los virus. Conviene por ello consultar en las oficinas de información de la ciudad de partida. Estos son algunos teléfonos de interés para el trotamundos proveniente de alguna de las principales ciudades del Estado: Madrid: 91- 5300202 5273333 (reservas) 3143686 (servicios Tarjeta RENFE) Barcelona: 93-4900202 Bilbao: 94-4238623

8/ARAGÓN Valencia: 96-3520202

Sevilla: 95-4414111 En la Comunidad Autónoma de Aragón se os informará en estos puntos y teléfonos: Zaragoza: Estación de Zaragoza-EI Portillo. Anselmo Clavé, s/n, tf. 976-211166. La estación cuenta con una Oficina de Información abierta diariamente de 6 a 22 hs. Oficina de viajes de RENFE. Sanclemente, 13, tf. 976226598. Huesca: Estación de RENFE. Zaragoza, 14, tf. 974242159. Teruel: Estación de RENFE. Camino de la Estación, s/n, tf. 974-602649. Calatayud: Estación de RENFE. Paseo Sixto (final), tf. 976-881212. Jaca: Estación de RENFE. Av. de Juan XXIII, tf. 974361332. Zaragoza es uno de los núcleos ferroviarios y de carretera más importante del Estado Español. Las correspondencias ferroviarias principales son aquellas que la unen con Madrid (14 servicios diarios, todos pasan por Calatayud), Barcelona (17 servicios diarios, unos paran en Lleida y otros en Tarragona), Alicante y Valencia (3 al dia con parada en Teruel) y PamplonaVitoria-Bilbao-Irún (3 al día). Con Calatayud y Huesca la comunican 10 servicios diarios a cada destino. De valioso conocimiento para los trotamundos será la línea ferroviaria Zaragoza-Zuera-Tardienta-Huesca-Ayerbe-Riglos-Santa María-Anzánigo-Caldearenas-Sabiñánigo-Jaca-Castiello-Canfranc, que les transportará hasta las bellezas del Pirineo permitiéndoles conectar en Canfranc, si así lo desean, con los ferrocarriles franceses (SNCF), un tanto mejores y más puntuales que los nuestros. Autobús En Zaragoza no existe una estación terminal de autobuses propiamente dicha, aunque funcionan enlaces prácticamente con todos los puntos de la geografía peninsular. Desde Madrid

ANTES DEL VIAJE/9 la compañía ARATESA, del grupo ENATCAR, fleta dieciséis servicios diarios a precio de ganga (menos de 1000 ptas. el pasaje de ida y vuelta) desde la Estación Sur, algunos con parada en Guadalajara y Calaiayud. Desde Barcelona hay seis servicios dianos desde la remozada Estació de Vilanova-Nord. En Madrid podéis informaros en el tf. 91-3292244. En Barcelona llamando al tf. 93-4904000. Otras procedencias y destinos nacionales son: Pamplona. Logroño, Bilbao, Soria... Zaragoza también está comunicada por autocar con varias capitales europeas, interesados llamar a los tf. 976-236452 ¡Amsterdam, Bruselas. Londres, París, Roma) y 976-229343 (Lisboa. Oslo). En Huesca sí hay estación terminal de autobuses. Está ubicada en la calle del Parque, 3. Os informarán en el tf. 974227011. De Barcelona parten tres servicios diarios todos los días laborales con destino a la capital oscense (información: 934904000). También hay comunicación con Lleida. Andorra. Pamplona y líneas provinciales La estación de autobuses de Teruel está emplazada en la Ronda 18 de Julio -luctuosa fecha-. Para obtener más información sobre los transportes llamad a la oficina de información del ayuntamiento, tf. 974-602176. Desde Barcelona hay un único servicio diario para muy madrugadores (sale a las seis de la mañana) desde las cercanías de la Estació de Sants {tf. 934196634); este autocar pasa también por Cuenca. Otras combinaciones unen la capital turolense con Valencia y Madrid.

INTRODUCCIÓN

IDENTIDAD Y CONFUSIÓN "Solamente diré de por donde vino el nombre de Aragón a este reino, per ser cosa más conveniente a la brevedad de estas nuestra Corografía. Lucio Marineo, siguiendo a algunos autores modernos dice que Aragón hubo este nombre de dos rios que en este reino hay, llamados Aragonés. (...) El doctor Beuter sigue la opinión de los dos nos aragoneses, discurriendo más atrás un buen pedazo de tiempo, que fue a parar en Hércules, porque dicen que Hércules, embarcado en Andalucía, fue a desembocar en Cataluña y que, desde allí, por la sierra, entró en Jaca, donde ordenó tiestas de luchas y otras semejantes, en las que se prueban las fuerzas, a las cuates llaman Agones en la lengua griega Y porque también havian algunos sacrificios a Júpiter, dice que llamaron a aquel lugar Aragonés, de donde quedó el nombre a los dichos ríos "

Gaspar Barreiros, Corografía de algunos lugares (mediados siglo XVI).

De casta le viene al galgo, y no pudo ser menos que Hércules el padre de esta progenie recia, franca y esforzada como es la aragonesa. Gentes no por altaneras menos hospitalarias, sabedoras del trajinar duro con una tierra avara en frutos, que a sus riquezas ocultas agrega un sinfín de bellezas por descubrir para las pupilas de nuestros trotamundos. Aragón enlaza su historia a la vecina Cataluña, así lo atestiguan siglos de confederación política que hizo posible la aventura mediterránea de Roger de Flor y sus almogávares: de esta relación extinta sobrevive la bandera cuatribarrada, la advocación a San Jorge y la presencia de la lengua catalana en una dilatada franja territorial que ribetea el oriente aragonés

12 /ARAGÓN desde las estribaciones pirenaicas hasta el agreste Maestrazgo turolense. Pero la desmesura del alma aragonesa no confraterniza con el parsimonioso senycatalán; más se aviene al vigoroso temple navarro, su vecino del oeste, con quien comparte también una similar configuración geográfica, el poso de aspereza de sus vinos y la secular tradición jotera. Y del vecino del norte, qué decir. La muralla infranqueable del Pirineo ha coartado de raíz toda comunicación estable con Francia, a lo largo de los siglos apenas se hablaron aragoneses y gabachos y la más sonada ocasión fue para guerrear fieramente en los terribles Sitios de Zaragoza, uno de los hitos definitivos -para propios y extrañosde cierta imaginería folcklorista que ensalza como virtudes aragonesas cualidades tan poco ilustradas como la tozudería y la impulsividad manifiesta. Porque heroicos y mártires han sido los aragoneses en la historiografía tradicional -y reaccionaria- española. Bajo el tópico se esconde la realidad de un pueblo orgulloso que no se arredró ante la opulencia militar napoleónica, pero que a punto estuvo de desintegrarse bajo el flagelo de la pobreza y la emigración. Un pueblo cuya conciencia nacional no ha cristalizado en sólidas instituciones políticas como su vecina Cataluña; que no cuenta con la ininterrumpida constante histórica del autogobierno foral navarro, pero siempre presente como entidad diferenciada cuya personalidad se trasmite oralmente de padres a hijos y que reposa en las sólidas realidades de su peculiar habla -donde rastreamos la impronta de una lengua propia, original y milenaria-, en las expresiones de su cultura y arte populares y en la riqueza de sus manifestaciones folcklóricas, receptáculo éste de las mejores galas aragonesas aunque bandera de peligrosas visiones foráneas de la realidad de este pueblo. Durante mucho tiempo Aragón ha sido considerado un artículo de zarzuela folcklorista, los doctores goebbels de la propaganda franquista explotaron la imagen del Aragón bizarro y cutre que ya mostrasen filmes como Nobleza baturra, se tuvo al aragonés por una especie de buen salvaje de divertido acento y nulo porvenir frente al progreso y los tiempos modernos: era el maño del ¡chufla, chufla, como no te apartes tú!, la versión contemporánea del vizcaíno del Quijote. Esa graciosa zafiedad,

INTRODUCCIÓN/ 13 hábilmente estereotipada, ocultó la verdadera realidad histórica, social y cultural de Aragón, tan publicitado oficialmente en su expresión tragicómica como ignorado por el poder centralista de los Borbones primero, de Franco y su corruptela más tarde. Ese semblante desconocido y veraz quisiéramos develar a quienes tengan esta guía entre sus manos. Pero tamaña empresa solamente puede culminarse merced al prurito errante y a la curiosidad insaciable de nuestros amigos trotamundos.

EL MARCO FÍSICO

Tres hermanas Huesca, Zaragoza y Teruel, de norte a sur, conforman la tierra aragonesa, encajonada entre las cimas pirenaicas y el muro agreste del Sistema Ibérico. La depresión del Ebro forcejea entre ambas murallas hasta abrirse paso camino del Mediterráneo. Navarra, La Rioja y Cataluña la flanquean, Castilla y el antiguo Reino de Valencia comparten su cordillera meridional. La tierra aragonesa ocupa 47.668 km. cuadrados de vegas, sierras y parameras, siendo Zaragoza la mayor de sus tras provincias con 17.194 km. cuadrados de área (en el marco del Estado Español solamente superan dicha extensión las provincias de Badajoz, Cáceres y Ciudad Real). Huesca y Teruel tienen, respectivamente, 15.671 y 14.803 km. cuadrados. La población de esta comunidad autónoma ronda el millón doscientas mil almas.

Cimas y llanadas La trayectoria descendente del río Ebro confiere una peculiar forma cóncava al suelo aragonés. La cordillera pirenaica es el verdadero techo de Aragón; allí, entre los macizos de la Maladetta y Aneto, los trotamundos amantes del alpinismo encontraréis más de cincuenta colosos que rebasan los tres mil metros

14/ARAGÓN de altitud: Aneto (3.404 metros), Tres Sórores (en el macizo de Monte Perdido, 3.352 m), Vignemale (3.298), Posets (3.352), Pico Perdiguero(3220) Característicos de estos parajes son los valles en forma de u, producto de la erosión glaciar, y las depresiones lacustres. De la muralla del Pirineo axial descienden estribaciones perpendiculares como las sierras de Benasque y de Cotefablo, cortadas por las sierras paralelas de Guara y de La Peña: la interacción da lugar a valles profundos como el de Ordesa, llamado el Paraíso de tos Pirineos, declarado Parque Nacional y visita obligada para quienes os lancéis a trotamundear estos parajes, donde no solamente contemplaréis algunos de los más hermosos paisajes europeos y magníficos exponentes de la fauna ibérica -aunque hay que saber observarlos, como hace nuestra amiga Caterina López, etóloga del Zoo de Barcelona-; también podréis conocer la vida de los diminutos caseríos que salpican sus laderas y donde las gentes viven en íntima comunión con la naturaleza circundante, tema éste que no por manido resta dramatismo a la alienación que lacra nuestra existencia urbana. El Sistema Ibérico viene a constituir las antípodas montañosas de la gran mole pirenaica. Por Adelantado tiene a la sierra del Moncayo (2.315 m), frontera entre Zaragoza y la castellana Soria, inmortalizada por las "Leyendas" de Gustavo Adolfo Bécquer y donde quien esto escribe pasó cierto agosto de su prístina adolescencia, en un campamento juvenil místicomilitardirigido por cuatro trasnochados y un cura trentino, nostálgicos del Detenimiento Nacional, con cierto ilustre fiambre todavía fresco en el Valle de los Caídos de un bando. La cordillera ibérica resurge al sur y sureste de la provincia de Teruel, en el Maestrazgo y las sierras de Javalambre (2.020 metros), Albarracín (1.856 m), Montes Universales (1.856), Gúdar (1.779) y San Justo (1.522). Al pie de ambos sistemas montañosos se extiende el Somontano, altiplanicies en declive hacia las márgenes del río Ebro donde hallaréis hoyas (depresiones) angostas en las que se asientan importantes poblaciones como Huesca, Barbastro, Calatayud, Daroca y Calamocha. El relieve del Somontano se caracteriza por sus pequeñas mesetas y cerros aislados.

INTRODUCCIÓN/ 15 El viejo patriarca y sus vástagos Entre ambas formaciones montañosas discurre, como ya hemos señalado, el amplio tajo del Ebro, el más caudaloso de los ríos españoles. Su nombre se pierde en la noche de los tiempos: los filólogos han resaltado la similitud de su antigua denominación, Iber, con el vocablo vascuence ¡bai(río), que denominó a la totalidad de la península (/ba/-em=lberia=país del río). Así lo reconoció tácitamente el polígrafo cántabro Menéndez Pelayo al hablar del "histórico río que a toda la península dio nombre simbolizando en su majestuoso curso la unidad suprema de la diversidad fecunda de la patria". Memeces y retóricas aparte, el Ebro se alimenta de las profusas aguas de la cornisa cantábrica para desembocar en la vertiente mediterránea y fertilizar las tierras de vasconavarros, aragoneses y catalanes: desde Fontibre (Cantabria) hasta Amposta (Tarragona) son 928 km. de longitud y una cuenca de 83.000 km. cuadrados, con doscientos veintidós afluentes en su recorrido. Ahí es nada. En tierra aragonesa recibe las aguas, provenientes del Sistema Ibérico, de los ríos Jalón, Jiloca, Mesa, Piedra -el Monasterio de Piedra, a la vera de este cauce, es uno de los parajes más recomendables para los amantes de la naturaleza-, Huerva y Martín. A su margen izquierda van a parar los cauces pirenaicos, más caudalosos: Ega, Arga, Aragón -"Ega, Arga y Aragón,/hacen al Ebro varón"ú\ce el refrán-, Gallego, Cinca -su cuenca comprende casi el 85% de la provincia de Huesca-, Noguera Ribagorzana y Segre -ambos fronterizos entre Aragón y Cataluña-. El Ebro y sus afluentes convierten los páramos aragoneses en rica vega horto-frutícola; claro que en este menester mucho ha influido la mano del hombre, constructora de oportunos canales y embalses. La más antigua de estas construcciones es el Canal Imperial de Aragón, iniciado ya en tiempos de Carlos I (1530) pero concluido entre pitos, flautas y otras gaitas en 1740: sus aguas riegan 28.000 hectáreas de la margen derecha del Ebro. No menos importantes son los canales de Tauste, Urgel, Aragón y Cataluña y Alto Aragón, este último con tres embalses en su curso -suman 972 millones de metros cúbicos de capacidady una zona de riego de 433.000 hectáreas. Los principales

16 / ARAGÓN embalses de la región son los de Yesa, Mediano, Baracona y La Peña. Tales creaciones del trabajo y la inventiva humanas han posibilitado el cultivo de grandes extensiones de terreno infecundas por tradición, caso de las Bárdenas (secarral compartido por Navarra y Aragón) y los Monegros (al este de la capital zaragozana). Un océano de aridez y silencio La contemplación del subdesierto de Los Monegros invita a la meditación. Sobre su tierra áspera se alinean ejércitos de matojos que tienen por mísero alimento la escarcha de las heladas, semejantes en su disposición a las esponjas abigarradas de los fondos marinos. Suaves lomas de tonos parduzcos, con vetas de un verdor escuálido, entretienen la mirada a semejanza de olas acuáticas. Alguna sabina solitaria se yergue en el páramo, como un vigía allí enclavado por la mano del hombre, del cual nos hablan caminos terrosos que parecen reptar hacia ninguna parte. Paraíso de desolación en el cual extraviarse y practicar el muy sano ejercicio de la introspección, ideal para los trotamundos de las latitudes del espíritu. ¿Oasis o secarral? Las grandes obras hidraúlicas responden a la habitual escasez de precipitaciones propia del clima continental. Las montañas que flanquean el Valle del Ebro impiden la circulación de las corrientes atmosféricas atlánticas y mediterráneas que provocarían tan deseadas lluvias; excepción hecha de la zona pirenaica, donde la pluviosidad es importante, así como en algunos puntos de laa sierras turolenses (por ejemplo, los Montes Universales). Esta configuración orográfica provoca también fuertes oscilaciones térmicas, con inviernos largos y veranos cortos que por igual registran temperaturas extremas. En la depresión del Ebro las lluvias son pocas y de carácter torrencial, es decir, nada benignas para la agricultura. La pluviosidad pirenaica hace más caudalosos los ríos de su vertiente, los más aprovechados en la construcción de embalses.

INTRODUCCIÓN / 17 La vegetación se ve limitada por este tipo de climatología rigurosa. En las zonas montañosas predominan los bosques de coniferas, principalmente el pino silvestre y el abeto. En las faldas serranas las especies originales han sido sustituidas por ejemplares mediterráneos como el pino, la encina, el carrasco y el boj, por efecto de una explotación forestal desmedida que se ha añadido a actividades tradicionales como la ganadería y el carboneo. El Valle del Ebro se muestra más huero en vegetación, proliferando aisladamente carrascas, sabinares, coscojas, romeros, espliegos y pinadas. En las vegas de los ríos, como si escoltasen el discurrir de sus aguas, pueden localizarse álamos, olmos o fresnos, solitarios tantas veces. Por lo que respecta a otro tipo de vegetales, los plantados por el hombre para su explotación, diremos que se circunscriben básicamente a la depresión del Ebro y sus afluentes. La agricultura es muy limitada en las zonas pirenaicas, tradicionalmente forrajeras y ganaderas. Al norte del Valle del Ebro, sobre todo en la zona de las zaragozanas Cinco Villas, contemplaréis un vasto mar de cereales. El Campo de Cariñena y la cuenca del río Jalón son una de las zonas de producción vinícola más importantes de la Península -¡comprobadlo vosotros mismos, trotamundos que rendís culto al generoso Baco!-. No es menor la importancia económica y la extensión del olivo en las comarcas turolenses de Bajo Aragón y Alcañiz. Las cuencas de los ríos Jalón, Jiloca y Cinca rivalizan en su producción hortofrutícola (pera, melocotón, albaricoque, ciruela, manzana). ¿Cómo tanta riqueza en una tierra yerma? Solamente cabe una respuesta: Aragón es casi un milagro, un vergel que brotó de la tierra yerma fecundada por el sudor secular de sus hijos.

POR LOS MARES DE LA HISTORIA

Vascones, ¡acétanos, suessetanos, ilergetes, ilercavones, sedetanos, titos, belos, lusones, turboletas, lobetanos. Tales fueron las tribus que poblaron el solar aragonés antes de la instauración del poder romano. Muchos y mal avenidos.

18 /ARAGÓN Pueblos pastoriles y belicosos, de los cuales dice Estrabón que andaban siempre a la greña unos contra otros (¿a qué os suena?). Algunos historiadores -por ejemplo Sánchez Albornoz, méritos aparte- olvidaron el fundamento científico de su disciplina y cuatro nociones nada superfluas de economía y sociología para declarar que del individualismo aguerrido de estas tribus pervive cierto "talante secular de tos pueblos hispanos", patente aún en nuestros días: tales estudiosos se distraían así con ejercicios de metafísica aplicada y contribuían a justificar académicamente el cerrilismo de los españoles de antaño -¿y de ahora?-, que mi modesta opinión atribuye tan sólo a la ignorancia secular. El caso es que los antiguos habitantes de Iberia combatían por igual a los romanos y a sus vecinos, costumbre que los impelió a desarrollar construcciones militares nada desdeñables: en varias poblaciones del Bajo Aragón (Cretas. Calaceite, Maella, Castellote, Caspe, Fabara. Azaila, Juslibol) encontraréis importantes restos de poblados fortificados de la época prerromana.

Se acabó la diversión A falta de la poción mágica del druida Panorámix y pese a la tenaz resistencia opuesta contra el invasor, pudo más la organización romana que el caos ibérico. Bajo el estandarte del SPQR llegaron las Humanidades, las obras públicas y un acelerado proceso de urbanización del Valle del Ebro. No así la moneda, que aquellos salvajes no tan buenos ya empleaban (se conservan monedas acuñadas por los jacetanos en las que figura el nombre de lak, la primitiva Jaca). Aragón perteneció administrativamente a la provincia romana Tarraconense. La zona pirenaica y las sierras meridionales turolenses, tan agrestes y poco aptas para la agricultura, apenas fueron colonizadas por el invasor que bien pronto se percató de las bondades de los trigos, aceites y vinos de las comarcas del Ebro, cuya comercialización influyó positivamente en el desarrollo urbano de las pequeñas poblaciones ribereñas.

INTRODUCCIÓN/19 Los precursores de la especulación inmobiliaria Los romanos se distinguieron como los grandes urbanizadores de la Edad Antigua, y en Aragón no iban a ser menos. Caesaraugusta, la actual Zaragoza, es fundada hacia el año 19 antes de Cristo por veteranos de las legiones romanas junto al poblado ibero de Salduba; Bilbilis (cerca de Calatayud), Celsa (Gelsa), Turiaso (Tarazona) y Osca (Huesca) fueron poblaciones a cuyos habitantes se concedió la ciudadanía romana. Los restos romanos de Zaragoza, Fabara, Sádaba y Uncastillo certifican el esplendor material que alcanzó la romanización de estas tierras. El humor en los tiempos del SPQOR Marco Valerio Marcial era un joven provinciano, natural de Bilbilis, que llevado de sus inquietudes literarias tomó el camino de la metrópolis el año 64 d. de C. En Roma contó con un buen enchufe, pues gozaba de la simpatía del emperador Domiciano, y con el tiempo habría de convertirse en el más importante poeta de la época Flavia. En sus escritos plasmó admirablemente su carácter sarcástico y burlón. Los "Epigramas" de Marcial han pasado a la historia como modelos de la poesía satírica. Obras suyas son también el "Libro de espectáculos", "Xenia"y "Apoploreta". El otro imperio romano Y fue en tiempos de la pax romana cuando un oscuro hijo de Israel llamado lago -o Santiago, para entendernos- arribó a Iberia para relatar cierta buena nueva a sus tercos pobladores. Al menos eso dice la leyenda, poque los historiadores no ven tan claro el asunto: cuestionan la posibilidad de tal viaje y alguno sugiere incluso que pudo ser Pablo de Tarso, y no Santiago, quien ocasional y fugazmente tocase suelo ibérico. Más probable parece la hipótesis de la llegada de algún converso instruido por uno de los anteriores y al que se encomendó la evangelización de este extremo -hasta hace poco se le denominaba trasero- de Eu-

20/ ARAGÓN ropa. Pero la España archicatólica, apostólica-romana y fetichista, devota de Frascuelo y de María, que durante siglos fue la espada de Dios en la tierra y más tarde -con la espada ya arruinada de vieja y oxidada- reserva espiritual de Europa, no podía conformarse con la triste posibilidad de haber recibido el cristianismo de algún discípulo anónimo de los apóstoles de Jesús. No, ¡por favor!, tuvo que ser uno de los doce -y el más farruco y militaroide de todos, Santiago Matamoros- quien evangelizó al Faro de Occidente. Y puesto que Jesús ya había ascendido a los cielos, vino en persona la Virgen María para ratificarlo en tan santa empresa y reconfortar su ánimo atribulado por la cazurrería de los iberos, apareciéndose sobre un pilar a la orilla del Ebro en la noche del 2 de enero del año 40 d. de C. Hasta ahí la tradición. Lo cierto es que poseemos documentos que mencionan la presencia de una importante comunidad cristiana en la Caesaraugusta del siglo III; refieren también la crudeza de la persecución del año 290, dictada por el emperador Diocleciano -todo un malo de las novelas románticas de Sienckiewitch- y en la que perecieron la renombrada virgen Eulalia y el obispo Valero, actual patrón de Zaragoza. Como es bien sabido las persecuciones no detuvieron el impulso expansivo del cristianismo, ni en Aragón ni en parte alguna, y del año 380 tenemos noticia del I Concilio Zaragozano que reunió a una docena de prelados hispanos y galos. Cabe decir que la cristianización fue profunda en el Valle del Ebro, donde se asentaban los principales núcleos urbanos comunicados por calzadas y rutas comerciales. La caída del Imperio Romano Corramos una nueva página del libro de la Historia, ese que tantas y tantas lecturas dispares comprende. El cristianismo es ya la religión oficial de un Imperio que se encuentra en franca decadencia política y militar, acosado por la presión fronteriza de los pueblos bárbaros -les urgía una salida hacia occidente porque los hunos les zumbaban por la retaguardia- y las disputas intestinas entre cuantos tenían legiones a su mando. Gauterico, que no era un pastor de Soria sino un aguerrido caudillo godo,

INTRODUCCIÓN / 21 irrumpe en Hispan ia por los Pirineos y conquista Caesaraugusta el año 472. Los godos acabaron haciéndose con el control militar y político de la Península Ibérica, pero fueron un pueblo culturalmente inferior a la población hispanorromana y que apenas ha dejado huellas materiales de su paso por la tierra aragonesa; basaban su poderío en la cohesión interna y en la imperiosa necesidad de expansión. En materia religiosa seguían la herejía de Arrio, condenada por la Iglesia romana. Con el paso de las generaciones volvieron al regazo papal (finales del siglo VI), pero lo que no retornó fue la pujante civilización urbana que habían contribuido a destrozar (a la invasión germana del siglo V sólo sobrevivieron las ciudades de Zaragoza, Huesca y Tarazona). El retroceso técnico, económico y cultural que supuso la invasión de los bárbaros tuvo por único freno los reductos conventuales, donde se siguieron cultivando las letras. Máximo, Juan, Braulio y Tejón, obispos cesaraugustanos, reunieron importantes bibliotecas y al primero debemos la Crónica Cesaraugustana. Restauración cultural Claro que las humanidades cristianas eran parvas en aquel tiempo, con los grandes tesoros bibliográficos de la antigüedad clásica arrasados, perdidos o dispersos: hacía falta la presencia árabe para que el Occidente latino redescubriese los bienes culturales que antaño produjo. La invasión agarena tomó por sorpresa al rey don Rodrigo mientras folgaba con la hija del conde don Julián -eso dice la leyenda; según los historiadores, estaba guerreando contra los indómitos vascones- y alcanzó las murallas cesaraugustanas el año 714. Cuentan que la ciudad no opuso excesiva resistencia a las fuerzas del Islam, como vino a ocurrir en la práctica totalidad del hoy denominado territorio nacional. Cambio de poder y cambio de nombre: donde antes ponía Avenida del Generalísimo hoy pone Avenida de la Constitución, lo que antes se llamaba Caesaraugusta pasó a conocerse por Saraqustat. La población chaqueteó en su inmensa mayoría, adoptando el Islam. Los más irreductibles emigraron al Pirineo -zona que no entraba en las consideraciones estratégicas del poder musulmán- donde apa-

22 / ARAGÓN recerá el prístino Condado de Aragón, que debe su nombre al río homónimo y en cuyo territorio se forjó la lengua romance aragonesa, hoy apenas conocida. El Condado de Aragón Fue su primer conde Aznar Galindo; sus diminutos dominios abarcaban unos 600 km. cuadrados, allá por los valles de Ansó y Hecho. Para subsistir debió contar con la protección del Imperio Carolingio. Galindo I, hijo de Aznar Galindo, amplió el territorio del condado hasta el norte de las zaragozanas Cinco Villas, Luesia, Biel, Agüero y Loarre en Huesca: 4000 km. cuadrados englobaba su pequeño estado bajo la tutela del rey de Navarra (siglo IX). Los monasterios de San Pedro de Siresa y San Martín de Ciella continuaron la tradición cenobita y cultural del periodo visigodo, pero obvia decir que esta actividad humanística no puede compararse al apogeo cultural musulmán, que desarrollaría avances sustanciales en tan variadas disciplinas como la medicina, agronomía, aritmética, astronomía, música, artesanía, etc. De condado a reino Resultaría agotador y por demás impropio de una obra de estas características, pormenorizar el relato de la expansión política y territorial de los cristianos aragoneses. Procuraremos ser concisos. Ramiro I (1035-1064), tras adueñarse del condado de Sobrarbe-Ribagorza, se proclama rey de Aragón, cuya capital estableció en Jaca su hijo Sancho Ramírez (1064-1094). Pedro I, su sucesor, conquistó Huesca y Barbastro. Alfonso I el Batallador tomó Zaragoza el 1118 y como era una especie de trotamundos de la guerra, envió expediciones militares contra Teruel, Valencia, Granada, Málaga, Córdoba, Cuenca y Albarracín; posteriormente conquistó Mequinenza. Armas y leyes Alfonso I, aunque belicoso, también se preocupó por la administración de sus dominios y ha pasado a la historia como

INTRODUCCIÓN / 23 defensor de las Comunidades, territorios con regímenes jurídicos propios que tenían una villa por capital. Los compendios de derechos y obligaciones (fueros) regulaban las actividades económicas y sociales de las Comunidades, en el marco de una sociedad eminentemente agrícola donde el peso de la población urbana resultaba poco significativo. La composición étnica del reino aragonés era por demás muy homogénea, pues la inmensa mayoría de los practicantes del Islam no descendían de cristianos renegados: la minoría más importante es la hebrea, implantada ya en la época romana y de pujante vigor económico y cultural. A ella perteneció Pedro Alfonso (1062-1135), converso oséense que fuera médico del rey Enrique I de Inglaterra e importante investigador de la ciencia de Hipócrates, cuyos estudios simultáneo con la confección de la "Disciplina clericalis", libro de ejemplos morales que gozó de justo renombre en el Medievo. La Campana de Huesca Ramiro II, hermano religioso de Alfonso I, obtuvo permiso papal para colgar los hábitos y ocupar el trono aragonés. Prosiguió la lucha contra los musulmanes, aunque no figura en el libro de la fama por sus hazañas guerreras sino por el episodio de la Campana de Huesca. Erase que se era un rey ex-monje al cual no acataba el patriciado de su reino, cuestionando su autoridad y conspirando abiertamente contra el soberano. Indeciso y despechado, el rey decide pedir consejo a quien hasta entonces ha sido su guía espiritual, el abad del cenobio de San Ponce de Torneras, su antigua comunidad monacal. El abad escucha atentamente las cuitas del rey, transmitidas por un mensajero de confianza, y se hace acompañar hasta el huerto, donde cuchillo en mano corta las coles que brotan del sembrado. "Ve y díle a tu señor cuanto has visto". Perplejo regresa el mensajero, pero bien comprende el iracundo Ramiro. Emisarios convocan a los nobles díscolos: deben presentarse en Huesca para que contemplen la magnífica campana que ha hecho fundir el rey, cuyos redobles -dice el pregón- habrán de escucharse en todo el reino. En el corazón

24 / ARAGÓN fatuo y prepotente de los intrigantes no ha lugar para la sospecha: consideran estúpido a su soberano, inepto para el gobierno e indigno de exigirles vasallaje. Sin duda acuden pensando en la traición, pero conforme traspasan el umbral de la residencia real caen sobre sus cuellos los soldados del rey. Las cabezas de los felones son dispuestas en el suelo de una lúgubre mazmorra como si de un sembrado de coles se tratase; la del cabecilla de la intriga -cuenta la leyenda que el mismísimo obispo de Huescaqueda colgada del techo, los cabellos sujetos a una cuerda: es el badajo de una terrible campana imaginaria en su toque de difuntos. La expansión mediterránea Alfonso II fue el primer monarca de la confederación catalano-aragonesa, en su calidad de vastago del conde de Barcelona Ramón Berenguer IV y de Petronila, hija de Ramiro el Monje y prometida al catalán a la temprana edad de ¡diez meses!. Alfonso II fundó la ciudad de Teruel y se aseguró un área de influencia y conquista en la zona levantina merced al Tratado de Cazorla, firmado el año 1179 con la corona castellana. Este pacto limaba asperezas entre las dos potencias militares ibéricas y posibilitaría las empresas guerreras de Jaime I el Conquistador, que arrebató la región valenciana y Baleares a los musulmanes. Y a falta de nuevos territorios peninsulares, sus descendientes expandieron los dominios catalano-aragoneses hasta Sicilia, Nápoles -allí reuniría Alfonso V una corte de filósofos, poetas, artistas y estudiosos de las ciencias que fue precursora de las cultas signorias renacentistas- y Cerdeña, y el anciano Mare Nostrum -donde se decía que hasta los peces portaban en sus lomos las barras de Aragón- contempló la aventura oriental de Roger de Flor y sus temibles guerreros pirenaicos, los almogávares, que salvaron al decadente imperio bizantino de la amenaza turca. Las libertades aragonesas La organización política del Reino de Aragón reposaba en los Fueros, compilación escrita y sistematizada de los mandatos

INTRODUCCIÓN / 25 y prebendas acumulados por el derecho consuetudinario -aquel que nace de la costumbre y de los pactos orales establecidos por las comunidades a lo largo de la historia-. El año 1283 Pedro III promulgaba el Privilegio General, sanción real de las prebendas y derechos de nobles, caballeros y ciudadanos (ni qué decir tiene que la gran masa campesina, los siervos de la gleba, y los menestrales de las ciudadaes y villas, quedaban excluidos de tales beneficios jurídicos), ante la presión de la Unión Aragonesa, una especie de lobby de aquel tiempo creado en Tarazona por los patricios del reino. Antes de ser acatados los reyes debían jurar respeto y cumplimiento del Fuero, compromiso que se adquiría como primer capítulo de la ceremonia de coronación, siempre celebrada en La Seo zaragozana. El Privilegio General era inalienable por la autoridad real. Establecía la cogobernación entre el monarca y las Cortes asamblea de representantes de los estamentos agraciados-, que tenían potestades económicas -aprobaban los impuestos para aportar al erario del reino- y legislativas. Las Cortes de Ejea (1269) establecerán la figura del Justicia, un delegado parlamentario elegido entre el estamento de los caballeros con doble función: ser mediador entre la nobleza y el rey y velar por el cumplimiento de las obligaciones y derechos sancionados por el Fuero. Esta segunda tarea era ejecutiva: al Justicia se le dotaba de poder jurídico sobre todos los subditos del reino y aun sobre el monarca en asuntos concernientes a la legislación foral, estaba capacitado para incoar o suspender procesos y podía conceder el hoy denominado habeas corpus (derecho de amparo) a los detenidos por la autoridad civil. Con el tiempo la figura del Justicia habría de convertirse en el símbolo de las libertades nacionales de Aragón. Libertades de las cuales bien orgullosas estaban las Cortes de 1451: "Siempre habernos oído decir amigamente e se trova por experiencia, que atendida la gran esterilidad de aquesta tierra e pobreza de aqueste Regno, si non fues por las libertades de aquél, se irían a vivir y habitar las gentes a otros Regnos e tierras más fructíferas."

26 / ARAGÓN Nuevos tiempos: el Compromiso de Caspe El año 1410 la Corona de Aragón queda huérfana de soberano al fallecer sin descendencia el rey Martín I. En la villa de Caspe, equidistante de los tres reinos de la confederación (Aragón, Cataluña y Valencia) se reúnen nueve prohombres para elegir nuevo monarca. Por Aragón acuden el obispo de Huesca Domingo Ram, el monje cartujo Francisco de Aranda y Berenguer de Bardají, letrado. La conferencia evita la guerra civil y culmina con el Compromiso de Caspe, por el cual las partes aceptan la candidatura de don Fernando de Antequera, infante de Castilla, nieto de Pedro IV de Aragón y miembro de la dinastía Trastámara. Los tres delegados aragoneses votaron a favor del electo, cuyo partido defendiera elocuentemente el dominico valenciano Vicente Ferrer y que contaba con el placet de Pedro de Luna y Gotor, papa cismático de Avignon con el nombre de Benedicto XIII y a la sazón natural de la zaragozana Illueca. Pero la historia demostrará que su acceso al trono sería perjudicial para los intereses de Aragón. Empezando por el debilitamiento y discriminación de la lengua aragonesa, marginada por una nueva administración castellanizada. Los cimientos de un nuevo orden autoritario y centralista La unificación dinástica de las principales coronas peninsulares, Aragón y Castilla, precursora de su unificación política, supuso serias disputas entre los valedores de las libertades torales y la concepción política autoritaria importada por la realeza castellana. Las atribuciones legislativas y presupuestarias de las Cortes aragonesas excedían tanto las potestades otorgadas a las Cortes de Castilla como la particular ambición del nuevo soberano, y continuaron vigentes tras el matrimonio de Fernando II e Isabel, los reyes sectarios y Católicos que arrasaron con la civilización andalusí y sumieron sus dominios en la indigencia técnica y económica con la criminal expulsión de los judíos, no sin antes haberse aprovechado de la generosidad de un banquero converso para financiar cierta expedición marítima a las remotas latitudes de Cipango y de Catay. Pese a mantener

INTRODUCCIÓN / 27 su peculiar status jurídico, el éxodo sefardita y la Santa Inquisición fueron impuestos al reino de Aragón por su soberano Fernando II.

La fatua gloria del Imperio Las sucesivas décadas no aportarían sino desgracias políticas y económicas a la historia de Aragón. En el Imperio de los Austrias no se ponía el sol, pero sobre Aragón planeaban las brumas de la bancarrota de la hacienda pública, el hambre y las epidemias. La política exterior de Carlos I y de su sucesor Felipe II, empeñados ambos en lucha sin cuartel contra una legión de enemigos reales o imaginarios que en este país han justificado los delirios de tantos caracteres dictatoriales a lo largo de los siglos y hasta nuestros días, incrementaron desmesuradamente los impuestos sobre los reinos peninsulares y enfrentaron con frecuencia a las Cortes aragonesas contra la institución monárquica Los Austrias jugaban al papel de superpotencias por encima de sus posibilidades económicas y a falta de Expo 92, AVE, Juegos Olímpicos y Quinto Centenario, que responden a la misma concepción pero son sofisticaciones propias de otros tiempos, se dedicaban al derroche bélico y a la defensa de la Fe -aunque se viesen en la triste necesidad de saquear Roma, Vaticano incluido-. Y todo ello con un único resultado: arruinar la propia hacienda.

Las Alteraciones de Aragón Así son conocidos los hechos que supusieron la derogación de los fueros y libertades seculares de Aragón. Todo comenzó con la huida de Madrid de Antonio Pérez, secretario del rey Felipe II y aragonés de origen, a quien se implicaba en el asesinato del secretario de don Juan de Austria, Escobedo; crimen que al parecer contaba con la aquiescencia del soberano. Pérez se acogió al Privilegio de Manifestación (derecho de asilo) del Fuero de Aragón, que le fue concedido por el Justicia

28 / ARAGÓN Juan de Lanuza. Las exigencias del monarca fueron desatendidas y las tropas imperiales invadieron territorio aragonés. Juan de Lanuza declaró contrafuero está intromisión y presentó batalla con una tropa de fueristas en Utebo. Los aragoneses fueron derrotados por completo, pero Antonio Pérez consiguió escapar a Francia con un buen número de secretos de Estado en su alforja. Juan de Lanuza moriría decapitado sin juicio previo en la plaza del Mercado de Zaragoza, la misma que hoy lleva su nombre, el 20 de diciembre de 1591. Las Cortes de Tarazona de junio de 1592 recortarían los privilegios aragoneses, hasta reducirlos a niveles casi simbólicos para incrementar el poder real, especialmente en su jurisdicción legal y económica.

Tierra de cultura y asilo Los enfrenamientos con la monarquía y la difícil situación económica no fueron óbice para el desarrollo de las letras y de las artes en el territorio aragonés. Los siglos XVI y XVII han legado a la posteridad una abultada nómina de creaciones plásticas influidas por los cánones estéticos del Renacimiento italiano, que convive en el tiempo con un nuevo auge del estilo mudejar, basado en formas y elementos ornamentales procedentes del arte musulmán. La universidad de Zaragoza es fundada el año 1542; ia capital cesaraugustana contaba con imprenta desde 1473. El canónigo Cerbuna, don Alonso y don Hernando de Aragón fueron importantes mecenas de la cultura y de las artes. Se acomete la gran obra hidráulica del Canal Imperial de Aragón, suspendida más tarde por los apuros económicos... De los cuatrocientos mil habitantes del territorio aragonés, casi setenta mil son moriscos, practicantes de la religión musulmana. Otros muchos miles procedían de la vecina Francia, huyendo de las guerras de religión; habían encontrado refugio en una población plural y tolerante, más tarde lacerada por la inopia y el fanatismo del gobierno centralista que en 1610 decretó la expulsión de los moriscos de los dominios de la Corona española.

INTRODUCCIÓN / 29 Literatura, ciencia y mística Las letras aragonesas también tienen un puesto de honor en el Siglo de Oro de la literatura en lengua castellana. Lupercio Leonardo de Argensola (Barbastro, 1559-Nápoles, 1613), literato y erudito, fue un importante traductor de clásicos latinos y poeta de rima inspirada, que compuso sonetos, sátiras, epístolas y canciones. Ocupó el cargo de secretario del Virrey de Ñapóles y en aquella ciudad italiana, como bon vivantque se preciaba de serlo, fundó la Academia de los ociosos. También se le debe una "Información de los sucesos de Aragón de 1590 y 1591" Su hermano Bartolomé Leonardo de Argensola (Barbastro, 1562-Zaragoza, 1631), eclesiástico a la vez que poeta, cultivó los mismos géneros líricos y continuó los "Anales" de la historia del Reino de Aragón iniciados por el cronista Zurita. Sin duda la gran figura de las letras aragonesas de esta época es Baltasar Gracián (Belmonte de Calatayud, 1601Tarazona, 1658), escritor de reflexión tan honda como radical carácter misógino -sin que por ello lo uno se relacione necesariamente con lo otro-. Cursó Humanidades en el Colegio de los Jesuítas de Toledo, Filosofía en Calatayud y Teología en Zaragoza antes de ordenarse sacerdote, el año 1627. Su condición de presbítero no le impidió batirse contra las tropas francesas en la batalla de Lérida (1646). La contemplación de la ruina política, económica y moral de la monarquía española debió influir en su pesimismo exacerbado, que alimentaron las lecturas de Séneca y Plutarco. Se le considera un escritor conceptista, la cumbre del escepticismo crítico español juntamente con Francisco de Quevedo. Merecen destacarse entre sus creaciones el "Oráculo manual" y "El Criticón", donde aparece la figura del hombre natural finalmente pervertido por obra de la sociedad y las mujeres. Gracián fue víctima de la intolerancia de su tiempo: ninguno de sus libros aparecieron firmados con su nombre, por temor a conflictos con la Inquisición. Víctima de esa misma intolerancia fue Miguel Servet, natural de la oscense Villanueva de Sijena y descubridor de la circulación pulmonar de la sangre, que fue quemado vivo en Ginebra por el ¡ntegrismo calvinista el año 1553. Pareja suerte

30 / ARAGÓN aguardaba a Miguel de Molinos: este aragonés fundó el movimiento quietista, que propugnaba la impasibilidad del hombre con el fin de no entorpecer la acción divina. Sus especulaciones místicas concluyeron en una celda de la Inquisición romana, donde falleció, suponemos -con respeto- que impasible ante la desgracia.

El Siglo de las Luces Se inauguró esta centuria con clarines de guerra. Muerto Carlos II, que por impotente decíase estaba hechizado, la casa de Austria se extingue en su linea directa. Pretendido el trono español por Felipe de Anjou y el archiduque Carlos de Austria, los aragoneses tienen la mala suerte de apostar por el caballo perdedor en la sangrienta carrera hacia la realeza. Cataluña, Valencia y Aragón creyeron en las promesas del austriaco, cifradas en la restitución de los antiguos regímenes torales. El victorioso Borbón se apresuró a suprimir los fueros aragoneses una vez victorioso en el campo de batalla; impregnado de las concepciones absolutistas de su abuelo Luis XIV, instauraría un régimen de administración centralizada con la promulgación del Decreto de Nueva Planta, que incorporaba el Consejo de Aragón al de Castilla. No obstante, Aragón se beneficiaría de la política económica de los monarcas ilustrados de la casa de Borbón. La agricultura fue impulsada con obras como la conclusión del Canal Imperial y la huella de una Ilustración firmemente arraigada en suelo aragonés se plasma en la Real Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País, fundada el año 1776. A la Real Sociedad Económica se debe la creación de la primera escuela agrícola y de la primera cátedra de Economía fundadas en España; también una cátedra y un museo de Ciencias Naturales, una cátedra de Matemáticas y otra de Derecho Público. Fruto de este ejemplo será la creación de instituciones homólogas en Jaca y Teruel. Y de un aragonés, el Conde de Aranda, ministro de Carlos III, partió la más sonada y drástica iniciativa del despotis-

INTRODUCCIÓN / 31 mo ilustrado español: la expulsión de los jesuítas de todos los territorios de la Corona. El genio de Goya Francisco de Goya y Lucientes es la figura más universal del siglo XVIII en Aragón, y aun de su historia entera. Nació en Fuendetodos, provincia de Zaragoza, el año 1746. Entró como aprendiz en el taller de José Luzán y acompañaría a su maestro a Italia entre 1770 y 1771. De nuevo en España se contrataron sus servicios para realizar el fresco sobre "La gloria del nombre de Dios" que puede contemplarse en la basílica del Pilar, así como varias pinturas murales en la cartuja de Aula Dei. Una vez casado con la hermana de Francisco Bayeu, renombrado pintor de corte, su cuñado lo enchufa en la Real Fábrica de Tapices (1775), donde concluirá sesenta y tres piezas de carácter costumbrista. En esta época recibirá fuertes influencias de la obra de Mengs. otro pintor cortesano caracterizado por el tratamiento clasicista de sus lienzos. La carrera funcionaría! de Goya es imparable. 1780: miembro de la Real Academia de San Fernando. 1786: pintor del rey. 1789: pintor de cámara. La desgracia se ceba sobre él en el invierno de 1792-93, cuando queda sordo. Esta tara le supone un rudo golpe psicológico, patente en su producción pictórica posterior: ha muerto el Goya convencional, recreador de candidas escenas populares y retratista fiel de grandes señores, del dolor surge un artista nuevo caracterizado por el dramatismo de sus invenciones y el rechazo a la zafiedad de una sociedad a medio camino entre la razón y la barbarie, donde las luces no acaban de cuajar. Los "Caprichos" aparecen en la última década del siglo XVIII y critican con verdadera saña los vicios de la España de aquel tiempo. Nombrado primer pintor de cámara el año 1799, desvela la debilidad mental de "La familia de Carlos IV" con esos trazos enérgicos y de cromatismo intenso que revolucionarán la técnica pictórica de su tiempo. De esta época son también las "Majas" (1803-1805). Aunque de ideas ilustradas, repudia la intervención francesa para alcanzar cimas de singular expresividad trágica en "La carga de los mamelucos" y "Los fusilamientos de La Moncloa"; pero no

32 / ARAGÓN por ello dejará de condenar las atrocidades de uno y otro bando en la serie de grabados sobre "Los desastres de la guerra" (1810-1820), donde escenas crudelísimas surgen de la magia del claroscuro. Y a los desastres siguen los "Disparates", experiencia alucinatoria precursora del moderno expresionismo, donde verterá en imágenes apocalípticas todo su decepción vital e histórica. Enemigo declarado del absolutismo y harto conocedor de la desgracia intelectual del nuevo rey Fernando Vil, toma el camino voluntario del exilio en 1824. En Burdeos, su última residencia, pinta la magnífica "Lechera" donde los estudiosos del arte han descubierto las raíces del posterior impresionismo. Cansado y enfermo fallecerá el año 1828. Más guerras El espejismo de prosperidad material y los ideales racionalistas de la Ilustración tocaban a su fin con el alba de la nueva centuria. La agresión francesa y sus afanes imperialistas defraudaron a quienes sinceramente habían creído ver en Napoleón el destino montado sobre un caballo blanco -Hegel dixit-, la encarnación de los valores revolucionarios de libertad, igualdad y fraternidad que conmovieron a tantas conciencias cultas y honradas en este país cavernícola, a la par que los más retrógrados enfundaban con argumentos patrióticos sus intereses personales o su cortedad de miras. Zaragoza quedó prácticamente arrasada tras el segundo de los sangrientos sitios a que fue sometida por las tropas napoleónicas (1809), episodios bélicos en que el pueblo entero de la capital combatió con pobres recursos contra la más formidable maquinaria bélica de ese tiempo. Notables fueron asimismo los asedios de Jaca, Monzón, Fraga y Alcañiz. Pero los aragoneses no solamente se distinguieron por su enconada oposición al invasor. Reunidos en Cádiz representantes de todos los reinos de la Corona española y constituidos los mismos en Cortes Constituyentes, elaboran una Constitución para los nuevos tiempos que habrán de suceder a las tribulaciones de la guerra, inspirada en principios democráticos y liberales. La Constitución de 1812 fue promulgada bajo la presidencia de don Vicente

INTRODUCCIÓN / 33 Pascual, canónigo de Teruel y primer firmante de la carta magna. También la signaron los diputados aragoneses Pedro María Ric, Juan Polo, José Alvarez, Isidoro Antillón y Eusebio Bardají a la sazón secretario de las Cortes Constituyentes. La Constitución abolía la esclavitud, extendía la ciudadanía española a todos los habitantes de las colonias de ultramar y postulaba como sistema de gobierno la monarquía parlamentaria. También hacía referencia a la restauración de las libertades históricas del Reino de Aragón. Un desengaño histórico Mas las desgracias no concluyeron con la victoria final sobre los franceses: la derogación de la Constitución de Cádiz y la instauración de un régimen absolutista por parte de Fernando Vil dividirá Aragón en dos bandos irreconciliables: absolutistas y liberales. Zaragoza fue una de las primeras ciudades españolas en sumarse al alzamiento liberal del general Riego (1820), que inauguraba un trienio liberal a la postre ahogado en sangre. La poco romántica carlistada Fernando Vil logró a duras penas que su autoridad omnímoda prevaleciese sobre las tormentas políticas y sociales de su reinado. Pero al morir sin descendiente varón originó el conflicto carlista. La candidatura al trono del infante Carlos María Isidro, hermano del difunto, aglutinaba las posturas más tradicionalistas. Los liberales confiaban en las intenciones reformistas de Isabel, hija de Fernando Vil. Huesca y el Bajo Aragón se mostraron partidarios del carlismo; a la liberal Zaragoza le tocó resistir un nuevo asalto militar el día 5 de marzo de 1838, siendo los carlistas violentamente rechazados de la capital. La jornada, popularmente conocida como cincomarzada, fue celebrada desde entonces como fiesta local. La verdadera crónica de las guerras carlistas ha sido deformada por incursiones literarias de tan estimable valor lírico como nula fidelidad histórica. Muy extendidda está la falsa creencia en una epopeya montaraz de héroes valerosos y

34 / ARAGÓN caballerescos, inflamados por grandes ideales que los hacían superarse a sí mismos en el siempre abrupto sendero de la hazaña. Nada más lejos de la realidad. Los desmanes de Ramón Cabrera, tigre del Maestrazgo y paladín del bando carlista, no guardan la mínima similitud con las novelas románticas de Walter Scott. Unos y otros realizaron prodigios de crueldad sin justificación alguna. La forja del presente La primera división provincial délos reinos españoles data del año 1823 y creaba cuatro demarcaciones administrativas aragonesas: Zaragoza, Huesca, Teruel y Calatayud. Diez años después la reordenación territorial suprimiría la cuarta provincia, anexionada a Zaragoza. El triunfo final del bando liberal en las sucesivas guerras civiles y pronunciamientos populares y castrenses estimulará la actividad comercial y la progresiva industrialización del país. El año 1864 se inaugura el ferrocarril Madrid-Zaragoza-Barcelona y la linea Zaragoza-Pamplona-Bilbao. La capital aragonesa comienza a perfilarse como un importante centro de comunicaciones: de ella nacerán una serie de ramales de singular trascendencia económica, pues van a comunicarla con las cuencas mineras de Ojos Negros y Utrillas. La Caja de Ahorros (fundada en el centenario de la Sociedad Económica, el año 1876) y la Cámara de Comercio e Industria estimulan la conciencia empresarial de la burguesía. Y ante el auge de las ciudades comienza la despoblación rural. Es el surgimiento del proletariado urbano, que en su origen se nutre de los desterrados del campo. Un proletariado prontamente receptivo a los nuevos ideales emancipadores. Laffargue, yerno de Marx, visita Zaragoza y se entrevista con dirigentes obreros. Aunque serán los partidarios de Bakunin quienes mayor eco hallarán entre las masas obreras de Aragón. La revolución desde arriba Los desequilibrios sociales y económicos de una industrialización apresurada e incompleta, así como el desfase intelec-

INTRODUCCIÓN / 35 tual entre una España profundamente católica y tradicionalista y la nueva mentalidad política y científica que se estaba fraguando en la Europa capitalista, constituirá el motivo de reflexión -y de pesar- del movimiento regeneracionista, cuya eclosión cabe situar en la publicación de "Los males de la patria y la futura revolución española", original del oscense Lucas Mallada (1841-1921). Los regeneracionistas pretendían adelantarse al colapso de un país fratricidamente compartimentado; en sus escritos se amalgaman la crítica despiadada del corrupto régimen de la Restauración borbónica y la exigencia de reformas sociales de corte populista, sin olvidar cierta nostalgia de la sociedad campesina aliñada con propuestas autoritarias de gobierno ilustrado. En buena medida se trata de una respuesta ética de la burguesía culta y filantrópica a la creciente pujanza del socialismo, que amenazaba con destruir los cimientos del sistema económico liberal. El testigo de Mallada fue recogido por Joaquín Costa (Monzón, 1846-Graus, 1934), jurista, político e historiador que se decantaría hacia posiciones republicanas y federalistas. A su pluma debemos un título clásico de la politología española, "Oligarquía y caciquismo como la actual forma de gobierno de España" (1902), que a muchos no sonará tan lejano como quisieran. Un producto del tesón aragonés La excepción -que confirma la regla- al estancamiento cultural y científico español contra el que clamaron los regeneracionistas se personifica en Santiago Ramón y Cajal (Petilla de Aragón, 1852- Madrid, 1934). Este médico aragonés, que contrajo la malaria en el ejército colonial, accedió a las cátedras de Anatomía de la Universidad de Valencia y de Histología y Anatomía Patológica en Barcelona y Madrid. Realizando investigaciones sin apoyo institucional, viviendo casi en la penuria, descubrió que las neuronas -células cerebrales- son unidades completamente independientes por lo que respecta a su función, estructura y origen. Presente das sus conclusiones ante la Sociedad Anatómica alemana (1839), sus trabajos gozaron de fama internacional y contribuyeron al mejor conocimiento de los tumo-

36 / ARAGÓN res del sistema nervioso. Se le considera el padre de la moderna neurología y obtuvo el Premio Nobel de Medicina en 1906, ex aequo con el italiano Cario Golgi. Luchó toda su vida por la promoción institucional de la investigación española: fue el único fracaso de su vida, basta mirar alrededor y hacer catálogo de las medidas restrictivas que a este respecto han tomado todos y cada uno de los gobiernos de dispar signo político habidos en este país, incluidos nuestros últimos y europeísimos gestores. Las dos Españas El desastre colonial de 1898, las guerras de Marruecos, la dictadura de Primo de Rivera... La clase obrera se siente estafada y oprimida por el régimen monárquico y por la burguesía, que teme más que a la peste a los sindicatos de clase. La anarquista C.N.T. cuenta con más de 20.000 afiliados en Aragón en la primera década del siglo. Hitos importantes como la creación de la Confederación Hidrográfica del Ebro (1926) o la inauguración del ferrocarril de Canfranc (1928), que abrió un enlace comercial estable con Francia, no mejoran sustancialmente las condiciones de vida de las clases populares ni suavizan las tensiones sociales. El advenimiento de la República, cargada de esperanzas pero en la práctica boicoteada por los poderes tácticos tradicionales (Iglesia, terratenientes, gran burguesía) no solucionará los problemas económicos de Aragón, aunque sí dará nuevos vuelos a sus seculares reivindicaciones nacionales. Los partidos republicanos y de izquierda redactan en mayo de 1936 un proyecto de estatuto de autonomía, el Estatuto de Caspe, a semejanza de los estatutos vasco y catalán. El proyecto pasa a tramitarse en Cortes, pero la sublevación militar de julio de 1936 da al traste con los renovados sueños de libertad aragoneses. La ignominia contra la utopía Las elecciones de febrero de 1936 mostraron un panorama político notablemente fragmentado y -lo que es peor- enfren-

INTRODUCCIÓN / 37 tado en territorio aragonés. Los partidos de derecha se hicieron con un amplio triunfo en la provincia de Teruel y ganaron con menor margen de ventaja en las zonas rurales zaragozanas. En Zaragoza capital y provincia de Huesca fueron mayoritarias las fuerzas de izquierda. El general Cabanellas se subleva en Zaragoza contra el gobierno legalmente constituido de la República, el 18 de julio de 1936. Calatayud, Tarazona, Huesca, Jaca y Teruel también quedan en poder de los fascistas; la resistencia republicana en el valle del Jalón, Alto Ebro y Cinco Villas es sofocada a tiros con la inestimable ayuda de los requetés-voluntarios carlistas- navarros. En manos republicanas permanecerán durante los primeros compases de la guerra casi la mitad de la provincia de Huesca, el Bajo Aragón y el sur turolense. Las sangrientas batallas de Belchite y Teruel, librada esta segunda en condiciones climatológicas siberianas, fehicitan la importancia estratégica que ambos bandos concedieron al territorio aragonés. Todas las guerras son odiosas. Pero no todo resultó metralla y muerte en Aragón: los libertarios del Bajo Aragón fundan una sociedad comunal ajena a los desastres de la guerra, un experimento libertarlo sin parangón en la historia de España. Alcañiz, Caspe, Albalate, Aínsa, Barbastro, Fraga y Benabarre serán las capitales de sendas federaciones comarcales que agrupan 275 poblaciones y 150.000 habitantes. Joaquín Aseaso, el presidente electo del nuevo Consejo de Aragón, que suprimirá la propiedad privada e intentará verificar, pese a lo precario de la situación, la vieja utopía de la posesión sin titularidad, de la producción sin explotación, de la distribución igualitaria de recursos y riquezas. Vivencia insólita de libertad que causó el horror del bando franquista y enormes recelos entre los mismos partidarios de la República. El fin de la contienda es bien conocido por todos. Posguerra y resurgimiento Los primeros veinticinco años de forzosa paz poco o nada reportan a la tierra aragonesa, aparte del dudoso honor de ubicar en sus cercanías una base aérea del imperio yankee, que no

38 / ARAGÓN dudó en avalar internacionalmente al tiranuelo a cambio de ensanchar su dominio militar sobre Europa. La depresión económica de las zonas agrícolas era tal, que Aragón se convertiría en el prototipo de región despoblada, de páramo erizado por los esqueletos de antiguos núcleos rurales. La emigración interior hacia la ciudad de Zaragoza, y aun más la exterior con destino a Cataluña, se convierten en exclusivo recurso de subsistencia para tantas y tantas familias aragonesas. Y los famosos Planes de Desarrollo (iniciados en 1964), si bien promueven la industrialización de la capital zaragozana, no hacen sino acentuar las tendencias migratorias de la población rural y sumen el resto de la región en el subdesarrollo. La postrera jugarreta del franquismo al pueblo aragonés consistió en el proyecto de trasvase de las aguas del río Ebro a Cataluña, con el subsiguiente peligro para la integridad de los regadíos aragoneses. Corría el año 1973 y más de 250.000 firmas contra el trasvase lograron reunirse en Aragón, pudiéndose frenar con esta presión social la arbitrariedad del gobierno central. Una movilización silenciosa que anunciaba el despertar de la conciencia aragonesa en los estertores del franquismo. Llega la autonomía Muerto por fin el dictador, los aragoneses han dado cumplidas muestras de su talante democrático y firme voluntad de autogobierno. Participan masivamente en las primeras elecciones a Cortes (1977), votan la Constitución y se manifiestan contra la algarada tragicómica de Tejero -y quién sabe quién más-. Cien mil personas habían pedido la autonomía en Zaragoza el año 1978, régimen que obtienen -si bien relegada a la llamada vía lenta, que se reserva a comunidades consideradas no-históricas por algún obtuso tasador de identidades políticasen el año 1983. La lucha pacífica y democrática por la mayor profundización de las competencias autonómicas sigue viva entre los aragoneses. Más de 130.000 personas se manifestaron con este motivo en Zaragoza en el mes de abril de 1992. Unos cuantos miles se desplazaron hasta Madrid para efectuar allí idéntica

INTRODUCCIÓN / 39 reivindicación en noviembre del mismo año, desplegando una inmensa bandera cuatribarrada frente al Congreso de los Diputados. ¿Y por qué todo ese clamor, amigos trotamundos que emprendéis la aventura de esta tierra milenaria? Simplemente porque Aragón ye nazión.

A FABLA ARAGONESA Ese peculiar acento... Ningún trotamundos que posea conocimientos del idioma cervantino tendrá problemas para entenderse con los naturales de esta tierra aragonesa. Mas tiempo hubo en que la Lengua del Imperio no campeó sobre Aragón, cuando los aragoneses poseían su propia fabla y la empleaban en toda la extensión de su territorio. El dialecto -así definido, tal vez con intenciones malsanas- aragonés ha quedado circunscrito a un área de aproximadamente 8000 km. cuadrados, que abarca un festón de valles del norte oscense. La parvedad territorial no es óbice para la convivencia de varias expresiones dialectales: cabe hablar de fabla ansotana, chesa, tensina, benasquesa, grausina... Vestigios de esta lengua vernácula son ciertos rasgos dialectales del castellano hablado en Aragón, como por ejemplo la graciosa transformación de las palabras esdrújulas en llanas (pajaro por pájaro; cántaro por cántaro) que llama tanto la atención del oído foráneo. En la prehistoria de las lenguas romances La fabla aragonesa está emparentada con el primitivo catalán y con el gascón -que todavía subsiste en el dialecto aranes, al norte de la vecina LLeida-. De hecho existen zonas de mestizaje idiomático al norte de Benabarre (Huesca), donde las gentes amalgaman en su hablar cotidiano la vieja fabla con vocablos y construcciones catalanas. Las paradojas de la historia quieren que el septentrión oscense fuese en tiempos remotos

40 / ARAGÓN habitado por vascones -tribu prerromana considerada la antepasada de los actuales vasconavarros-, cuya presencia fehicitan buen número de topónimos de la zona. La propia fabla conserva un núcleo nada despreciable de vocablos prerromanos emparentados con el euskera: ibón, chordón, caparra, etz... Gloria... Desde sus orígenes pirenaicos -cabe situar su formación en el liliputiense Condado de Aragón, entre los siglos VIII y IXla fabla fue expandiéndose progresivamente hacia las vegas del Ebro y los páramos del Bajo Aragón. A golpe de espada, claro está. En los albores del siglo XIII su espectro geográfico abarcaba ya los límites del Aragón actual. Muestras de su prístino vigor medieval son dos bellos textos anónimos, el Liber Regnum (narración histórica) y la Razón feita d'amor (Razón de amor, poema lírico escrito hacia el año 1205), así como las obras jurídicas del obispo de Huesca Vidal de Canellas, autor de la Compilazión de Uesca de los viejos Fueros aragoneses (1247). De la centuria siguiente es preciso mencionar la anónima Crónica de San Chuan d'a Peña (historia del monasterio de San Juan de la Peña, joya de la Jacetania románica) y las obras históricas del cronista Chuan Fernández d'Heredia (1360-1396), entre las cuales se destacan La Grant Crónica d'Espanya y La Crónica de los Conqueridores. Fernández de Heredia también realizó traducciones de textos griegos clásicos a la fabla aragonesa. ...pasión... El año 1412 se entroniza en Aragón la dinastía castellana de los Trastamara. Este hito histórico supone la castellanización lingüística de la vida administrativa y cultural. La nobleza adopta el castellano como signo de distinción frente a la plebe, que permanece aferrada a su lengua nativa. Entre los siglos XV y XVIII apenas se da un empleo literario del aragonés; no obstante conservamos los poemas del Bicario de Cariñena y de Ana Abarca de Bolea (siglo XVII). Persistieron en cambio ciertas manifestaciones de teatro popular, As Pasturadas, que hoy en

INTRODUCCIÓN / 41 día subsisten precariamente en algunas zonas del norte de Aragón. Resultado de esta segregación lingüística fue la pérdida de hablantes: en el siglo XVIII la frontera de la tabla se encuentra en Zuera, unas decenas de kilómetros al norte de Zaragoza. ...y muerte El Decreto de Nueva Planta promulgado por el Borbón Felipe V -que abolía definitivamente los Fueros de Aragónresultó decisivo en este proceso de retraimiento de la lengua aragonesa hacia los mismos parajes que hacía siglos la vieron nacer. Por fortuna a los aragoneses les fue ahorrado padecer las atrocidades que el inquisidor de Granada don Lope de Armentia -alavés de mal agüero y por gracia o desdicha antepasado de quien esto escribe- aplicó con sanguinaria eficiencia a los hablantes del andalusí, idioma romance de Al-Andalus, que perdieron su lengua -su lengua física-. Nuevos aires de juventud Pese a este arrinconamiento cultural, la literatura en lengua aragonesa resurge en pleno siglo XX con Domingo Miral, Leonardo Escalona, Beremundo Méndez, Pedro Arnal y Tonón de Baldomera, que emplearon distintos dialectos de la vieja tabla. La creación de una lengua standar preocupó a los autores aragoneses de los años setenta, en un proceso similar al experimentado por otras lenguas vernáculas y minoritarias como el euskera. En 1974 se publicó una ortografía unificada; la gramática habría de esperar hasta 1977. Autores contemporáneos en lengua aragonesa son José Grazia, Lucía Dueso, Eduardo Vicente de Vera, Inazio Almudébar y Anchel Conté. Una brevísima lección Para los trotamundos interesados en cuestiones lingüísticas brindamos a continuación una pequeña lista de peculiaridades de esta tabla en relación al castellano: * la o breve tónica latina se diptonga en uo, ua o ue: buano (bueno)

42 / ARAGÓN * el fonema j latino se transforma en II: uello (ojo) * la e breve tónica latina también diptonga, en ¡e o ia, y la e final suele perderse excepto si va tras t, en cuyo caso se conserva (párete = pared) * la o final suele desaparecer con su consonante correspondiente: blan (blando) * mantiene la f inicial latina, como el castellano medieval: fabla, faba * conserva las consonantes oclusivas intervocálicas p, t, k: capeza (cabeza) * los grupos pl, el y fl, que en castellano fueron sustituidos por II, mantienen su vigencia: plorar (llorar), clamar (llamar), flama (llama) * se mantienen géneros arcaicos: la val * al contrario que en castellano, los adjetivos presentan siempre doble terminación (granda) y aparecen los pronombres yo y tu en los casos oblicuos (a yo, para tu) * ha subsistido (como en el catalán literario) el antiguo artículo lo * la b aparece en el pretérito imperfecto de las tres conjugaciones: cantaba, temeba, partiba. Lengua y conciencia de un pueblo Podemos señalar que en la actualidad la lengua aragonesa es un bien cultural escaso y protegido por las autoridades autonómicas cual especie en extinción. Todos los cuidados son pocos para restablecer el antiguo vigor de este anciano venerable, ignorado por la gran mayoría de su progenie. Escribió con acierto Francho Nagore Laín: "minta chen aragonesa contina creyendo que l'aragonés ye una fabla fiera, sguntes les ne dizioran en a escuela. Agora puede estar qu'en bellas escuelas s'amuestre: astípuede trobá-se a dignificazión y o renaxer d'a nuestra fabla." Esperamos que estas líneas despierten el interés de no pocos trotamundos perseguidores de tesoros culturales, verdaderos Indiana Jones del humanismo, para quienes el placer de

INTRODUCCIÓN / 43 contactar con los supervivientes de esta fabla se sumará a los encantos naturales de los feraces valles donde se perpetúa la milenaria lengua de Aragón.

EL LEGADO MUDÉJAR Un estilo peculiar Durante su periplo por este Aragón tan cercano y a la vez desconocido para el turismo convencional, el trotamundos comprobará la variedad y riqueza artística de esta tierra: desde los yacimientos ibéricos y romanos hasta las modernidades contenidas en el zaragozano Museo Gargallo o expuestas en las galerías de la ciudad, los aragoneses pueden ufanarse mostrando al foráneo magníficas creaciones árabes, románicas, góticas, platerescas, barrocas, neoclásicas y sin olvidar la figura egregia de Francisco de Goya y Lucientes, verdadero padre de la pintura contemporánea. Pero si algún género artístico puede considerarse arquetípico, esencial en la historia de Aragón, sin duda nos estamos refiriendo a la arquitectura mudejar, considerada por Menéndez Pelayo la única expresión genuinamente hispánica de la historia del arte.

La fábula del conquistador conquistado Situémonos en el contexto histórico que dará lugar a este peculiarísimo estilo, verdadero crisol de sensibilidades y credos dispares, donde el numen artístico quiso hermanar cuanto desunían los intereses políticos y el fanatismo religioso. Corre el siglo XII. Las huestes de Alfonso I El Batallador, rey de Aragón, han tomado Zaragoza el año 1118. Los dominios del monarca aragonés se expanden sobre los valles de los ríos Ebro, Aragón y Jiloca: se trata de un proceso de auge militar frente a un poder musulmán fragmentado en pequeños reinos de taifas que deben pactar vasallaje con sus vecinos cristianos o resignarse a la desaparición. La extensión de los reinos cristianos engulle impor-

44 / ARAGÓN tantes núcleos de población musulmana que continuará profesando el Islam: son los mudéjares, muchos de ellos peritísimos agrónomos, artesanos, comerciantes. De sus nuevos convecinos musulmanes obtendrán los cristianos beneficios materiales y humanísticos, del magnífico arte islámico aprehenden técnicas de construcción y motivos ornamentales para aplicar a sus propios templos. Ha nacido el arte mudéjar, presente también en el Reino de Castilla aunque dotado de particularidades exclusivas en los territorios aragoneses.

Un ápice de teoría Las iglesias de estilo mudéjar suelen presentar planta de tres naves. Su ábside es poligonal -en ocasiones también circular-. Se emplea el arco de medio punto -no olvidemos que el mudéjar convive en sus inicios con la época de auge del estilo románico-, de herradura -el arco árabe por antonomasia, aunque los musulmanes lo habían tomado de las construcciones visigóticas- o tumidos -hinchados-. Para la construcción de techumbres se optaba por la madera. Los exteriores de los templos fueron adornados con motivos geométricos que recuerdan las grandes mezquitas del mundo árabe. El mudéjar aragonés se caracteriza además por la construcción en ladrillo, que progresivamente sustituiría a la piedra; incluso se dan casos como el de las iglesias de Daroca, comenzadas en piedra y concluidas con ladrillo. Sobre la nave central se alzaron cimborrios -el cimborrio es una torreón poligonal- y campanarios a los cuales se adherían plaquetas de cerámica vidriada, que los hacían refulgir bajo el severo sol aragonés. Para los campanarios optaron en un principio por la planta cuadrada u octogonal (siglo XIII, catedral de Teruel y San Pedro de Teruel), posteriormente los construyeron de base cuadrada con cuerpos superiores achaflanados (siglos XV y XVI, torre de Utebo). Los interiores se enriquecieron con decoraciones en yeso -los artesanos árabes eran consumados maestros del oficio-, azulejos y vistosos alfarjes -alfarje es un techo de madera labrada según formas elegantes y caprichosas a la par-.

INTRODUCCIÓN / 45 Delicias orientales en tierra de cristianos El periodo de apogeo del mudéjar aragonés comprende los siglos XIII y XIV. De esta época son las iglesias de San Pablo de Zaragoza; Santa María de Tauste; La Magdalena, San Miguel de los Navarros y Santa María de Calatayud; la Catedral, Santa María y San Pablo de Teruel. El mudéjar viene a ser una veta de exotismo oriental en el viejo Aragón, cristiano y austero. Su descubrimiento supone un nuevo aliciente para la sensibilidad errante del trotamundos, que hallará en su vagar retazos de Damasco, Bagdad o Marraquech dispersos a la vera del camino, cual si fuesen producto del capricho pueril de algún genio de las Mil y Una Noches.

LA JOTA...

Para cantar bien la jota es necesario tener cédula sacada en Huesca,en Zaragoza o en Teruel.

Origen incierto Baile por antonomasia de esta tierra, melodía y canto del orgullo patrio aragonés, la presencia de la jota en otras regiones del Estado Español nos remite a su posible carácter de sucesora de antiguas danzas solares prerromanas, hipótesis que de ser cierta la emparentaría con danzas de dispar cadencia y melodía como la sardana catalana. Los filólogos, en una nueva pirueta de su oficio, han creído descubrir en el término jota la evolución peculiar del latino saltare, vía el medieval sotar (saltar), que haría referencia a las querencias aéreas de sus ejecutantes. El maestro Felipe Pedrell, padre del nacionalismo musical español, se refirió a ella como "uno de esos cantos de danza que se han formado por conglomeración, como las capas geológicas", aludiendo sin duda a la yuxtaposición de estilos que le han propor-

46 / ARAGÓN cionado su ser actual. No falta quien busque sus raíces en el baile gitano, como el fandango. Y algunos estudiosos folkloristas consagran como su inventor al poeta y músico musulmán Aben Jot, expulsado de Valencia y asentado en Calatayud allá por el siglo XII.

¿Una creación reciente? Lo cierto es que el primer testimonio escrito referido a la jota data del siglo XVII: dos páginas de la Colección de cifras para arpa. También la menciona el Libro de diferentes cifras para guitarra, de 1705. La no inclusión de la jota en compendios de bailes populares anteriores a estas fechas parece indicar que su actual conformación es relativamente moderna, producto de una dilatada y apenas conocida evolución. Además de un ejército de anónimos cultivadores de esta danza bizarra, se han ocupado de ella buen número de músicos cultos de distintas nacionalidades como Glinka, Liszt, Saint-Saéns, Balakirev, Albéniz, Falla, Laparra, Serrano y Bretón.

Música y gimnasia La jota se baila por parejas y consiste en un ejercicio a la par alegre y enérgico, en el cual se combinan saltos desaforados y pasos comedidos. Los danzantes ejecutan su oficio al son de melodías de cadencia viva; suelen detener el baile cuando el coplero o coplera -los caracteriza su voz viril y áspera; a ellas la tesitura atiplada de la voz, y a unos y otras el ingente derroche pulmonar- emprende su canto en versos de ocho sílabas durante dos compases. Los músicos -la rondalla- acompañan a bailarines y cantantes tañendo bandurrias, guitarras y laudes. Y hablando de instrumentos: los danzantes se valen de las español (simas castañuelas, que en Aragón denominan pulgaretas. Para los entendidos en partituras cabe decir que la música de jota suele escribirse en compás de 3/4, 6/8 y a veces 6/4, siempre en modo mayor.

INTRODUCCIÓN / 47 Literatura popular En los anales de la copla jotera reposa la temperamentalidad aragonesa. La jota puede exaltar las virtudes de la patria chica Aragón la más famosa de entre España y sus regiones, porque aquí se halla la Virgen y aquí se canta la jota expresa con frecuencia peculiares concepciones del amor Te quiero, morena, como se quiere a la gloria, como se quiere al dinero, como se quiere a una madre demuestra que algún anónimo vate extrajo sabias consecuencias de su mili en Melilla Quien a un Viva España con un ¡viva! no responde, si es hombre no es español y si es español no es hombre puede expresar cierto desengaño del mundo Hay que pagar por casarse, al morirse y al nacer. Pa luego vengo yo al mundo si esto lo llego a saber recurre también al tópico tema de la madre Cuando oigo cantar la jota siento una pena muy grande, pues con ella me dormía en los brazos de mi madre o inmiscuye a la Virgen en las pendencias de los humanos La Virgen del Pilar dice que no quiere ser francesa, que quiere ser capitana de la tropa aragonesa. No se celebra en Aragón boda, comunión, bautizo o ágape que no concluya en alarde jotero. Vale la pena adentrarse en el universo entrañable de la inventiva popular: la hospitalidad

48 / ARAGÓN aragonesa, tan proclive a introducir al foráneo en las celebraciones propias, facilitará a los trotamundos el acceso a esta magnifica expresión del lirismo aragonés.

...Y ALGO MAS

Una diversidad ignorada por los tópicos Si limitásemos a la jota y su entorno esta rápida inmersión en el mundo del folcklore aragonés, caeríamos en los mismos lugares comunes que denostábamos en las palabras previas a esta guía. La jota es sin duda la expresión más extendida de la lírica popular aragonesa y además, como ya se dijo, ha conocido amplia proyección exterior. No obstante cohabitan con ella, aunque en situación de inferioridad por su limitación geográfica y desconocimiento, otros bailes y cantos antiguos y genuinos de esta tierra. Canción y melodía En el capítulo de los cantos, es significativo remarcar su íntimo ligamen con la vida social y sus manifestaciones religiosas, festivas o laborales, como es propio de las antiguas sociedades rurales. No había en otro tiempo actividad que careciese de su propio género lírico, con tonada, melodía y copla particulares: hoy en día se conservan auroras de rosarieros, gozos, albadas, rogativas, sanjuanadas, villancicos, oliveras, cantos de trilla y de siega, cantos de cuna y de corro, canciones de bodega, etc. El acompañamiento musical de estos cantos corre a cargo de instrumentos de origen remoto como son el chicotén (salterio, de forma triangular y cuerdas metálicas), la gaita de fuelle de Los Monegros (presente también en regiones mediterráneas como las Islas Baleares) y la dulzaina (flauta aguda, posiblemente emparentada con el txistu vasco). Instrumentos de acompañamiento son los hierrillos, la maraca de tres mazos, la carraca y la pandereta.

INTRODUCCIÓN / 49 Una perla del pasado: el dance Por lo que a los bailes respecta, merece destacarse el dance, singular amalgama de poesía, teatro y danza de la cual se han registrado más de setenta y cuatro modalidades a lo largo de la geografía aragonesa y cuyo posible origen se remonte a los autos sacramentales de la Edad Media. El dance posee dos vertientes, civil y religiosa; suele ejecutarse en festividades sonadas como el Corpus, la Inmaculada o Santa Orosia, suponiendo su representación todo un acontecimiento popular. Es interpretado por una compañía compuesta por un tañedor de chicotén que a su vez toca el chiflo (flauta recubierta con piel de culebra) y ocho danzantes, los cuales bailan danzas y contradanzas precedidas por una lyra recitada (se trata de coplas dialogadas y monólogos de tema sarcástico, lírico , religioso o referente a sucesos importantes ocurridos en el pueblo de la representación). Los danzantes suelen vestir atavíos típicos de su comarca. Variantes del dance son el palotiau (paloteado) de Yebra de Basa (Huesca), donde los danzantes entrechocan varas al compás del baile; la contradanza de Cetina (Zaragoza), donde ocho hombres dirigidos por un demonio bailan una danza de treinta cuadros que concluye con el triunfo de las fuerzas del bien simbolizado en la ejecución del diablo; el dance de la morisma de Ainsa (Huesca) y el dance de los escudos de Teruel. Una de las características exteriores del dance es la gran rivalidad entre los distintos pueblos por efectuar la representación más vistosa e imaginativa. De este carácter presuntuoso dan buena fe los versos de esta copla, perteneciente al dance de San Blas de Alloza (Teruel). "Está bien -díjele entoncesarrea pues al lugar y entre los mozos más pitos y que más sepan bailar, escoge doce danzantes ¡guapos, fuertes! y además que sepan bailar el dance como se debe bailar,

50 / ARAGÓN y no como en otros pueblos que al empezar a danzar, más que el baile de un buen dance paice el baile de un cancan. Encárgales sobre todo que salgan bien arreglados y que no lleven polainas, ni pantalón soldado, que ¡os palos sean gordos y los lleven adornaos por si hay que arrear un palo lo den bien arreglao y que los versos y dichos que han de decir al danzar sea cosa exquisita y muy digna de san Blas(...)". Como ya os habréis percatado, las últimas recomendaciones no tienen desperdicio.

YANTAR Y LIBAR Austera y rural Conocida como cocina de cristiano viejo por los componentes tradicionales de su dieta, la cocina aragonesa ha sido considerada una hermana menor de la prole gastronómica hispana. Más pobre en materiales, menos sofisticada que el recetario vasco o catalán, Dionisio Pérez señaló su calidad de "sencilla" en tanto Dolores Albiach la calificaba de "incompleta". El cerdo y el cordero son sus ejes fundamentales, como corresponde a una región interior y de climatología seca; los pescados apenas figuran en la dieta tradicional, salvo la trucha, variedad de salmónido muy abundante en los ríos aragoneses. La peculiariedad pirenaica La presencia de ganado bovino en el norte de Huesca aquella franja que los libros de texto escolar incluían en la España

INTRODUCCIÓN / 51 húmeda- transforma los hábitos alimenticios y culinarios: la carne de res se consume asada, a poco de su sacrificio puesto que las condiciones climáticas no favorecen su salazón o adobo. Aprovechando la leche de vaca como materia prima se fabrican quesos muy similares a los del valle de Roncal (Navarra). Hermano puerco, hermano borrego Del cerdo, ¡qué contar!. Los andaluces dicen que de él todo es bueno, hasta los andares, aludiendo al extraordinario rendimiento que produce su matanza. Abunda principalmente en las sierras turolenses, donde se ha adaptado perfectamente a las duras condiciones climáticas y al pobre alimento que ofrece el terreno. No en vano son famosos los embutidos de Teruel, especialmente su jamón curado en sal, pero no le van a la zaga el lomo fresco o curado, las salchichas, morcillas -de arroz o cebolla- y butifarra. Paletilla, lomo y solomillo son igualmente apreciados. De su piel ya seca, al freiría, se obtienen las cortezas; de su sangre, además de morcillas, se hacen bolas y tortetas, así denominadas según la forma de la masa. Compañero suyo en los fogones es el cordero, otro animal sulrido pues soporta condiciones climáticas extremas. Los rebaños de ovino salpican con sus tonos parduzcos, casi mimetizados en el ocre del terreno, toda la geografía de Aragón. El ternasco se ha convertido en algo así como el plato nacional aragonés: se trata de un cordero que no supera los tres meses de edad, siendo su peso inferior a los ocho kilos para facilitar su horneado general. Del cordero no se tira nada: la cabeza también es horneada y se sirve troceada en dos mitades, del intestino delgado se hacen las madejas al entrelazar su segmento con un brote de ajo tierno, pieza de jamón o de tocino; con tomate se cuecen las patas, que también pueden presentarse rebozadas. La presencia frecuente de ovejas y corderos muertos en los campos sirvió de estímulo para la creación de un plato de probada autenticidad rural, el cordero a la pastora, guiso del animal finado con sebo, ajo, sal, harina, patata, vino y hierbas aromáticas del entorno. El asado de rabo de cordero, otra especialidad rural, es conocido como espárrago del Pirineo. Sin olvidar las

52 / ARAGÓN criadillas (testículos del cordero o la res) rebozadas con leche, huevo y harina, que gozan de general aceptación, tal vez por aquel refrán que anuncia: "de lo que se come se cría"... Las delicias del chilindrón El capítulo de carnes quedaría incompleto si nos olvidásemos del pollo a la chilindrón, la especialidad más conocida de la cocina aragonesa fuera de su región. Chilindrón es un guiso compuesto de tomate, pimientos, cebolla, ajo, pimienta, jamón y aceite. Repite un poco pero está muy sabroso. Y para los más golosos trotamundos cabe recomendar la liebre al chocolate, cuyos dispares ingredientes -sin merma de la armonía del guisoson vino, harina, perejil, especias, cebolla y chocolate: ¡vaya mescolanza!. El pan de los abuelos Con independencia de estas exquisiteces, hora es de hablar del plato genuino del Aragón rural y pastoril, rancho secular de pastores en la soledad de los montes y recurso de tantas familias humildes en épocas de vacas flacas: las migas, sopas de miga dura de pan con grasa de animal, sal, ajo y cebolla. Las migas actualmente comercializadas en los restaurantes son más sofisticadas que el plato original -e indudablemente de mayor valor nutritivo-: prescinden del sebo y añaden otros condimentos e ingredientes, como por ejemplo embutidos. Precisamente son estos últimos la base de dos singularidades de la cocina aragonesa: los huevos al salmorrejo -escalfados con lomo, longaniza y cabezas de espárrago, deben preparase siempre en cazuela de barro- y Bardají -fritos por ambos lados, se les añade lonchas de jamón a modo de sandwich-. Persiguiendo la caries Si los platos hasta el momento enumerados le parecen de pocas calorías a algún trotamundos tragaldavas, está de enhorabuena porque la gran afición de los aragoneses al dulce puede

INTRODUCCIÓN / 53 resarcirlo de su insatisfacción. Tiene para escoger farinetas harina de maíz hervida con leche y miel-, guirlache de azúcar y almendra -el almendro es un árbol típico del Bajo Aragón-, natillas de monja -con bizcocho y clara de huevo batida-, roscones de huevos, leche, azúcar, harina, manteca y aceite; tortas, culecas (huevos de Pascua), torrijas -rebanadas de pan duro con leche, harina, azúcar, canela, huevo- y que no falten los famosos adoquines de Zaragoza, dulcísimos caramelos cuya denominación es suficientemente expresiva de su tamaño. Para limpiar estómagos Muchos de nuestros amigos tal vez no hayan podido contener una mueca de asco ante tamaño alarde de grasas y coleslerol. Para los trotamundos vegetarianos, macrobióticos o simplemente omnívoros, no limitados a la carnaza, es muy recomendable la visita a los mercados y ferias de las poblaciones aragonesas, donde contemplarán las magníficas hortalizas y legumbres de la Vega del Ebro y las frutas ubérrimas del Somontano. Nosotros hemos podido catar -por no hablar de empachólos melocotones y peras del huerto familiar de nuestra amiga y colaboradora en esta guía María Villagrasa, oriunda de Belver de Cinca (Huesca), excelentes por su sabor, textura y aspecto. Frutos estos de Aragón que merecerían mayor conocimiento foráneo y mejor promoción y comercialización. Solaz de caminantes Con pan y vino se anda el camino. Cuentan que los bodegueros franceses se habían convertido en los principales compradores de vino aragonés, el cual mezclaban con sus caldos en estudiadas dosis para conferir a éstos el cuerpo del que carecían. El vino de Aragón es recio, de tonalidad intensa y muchos grados, en consonancia con las fuertes comidas que acompaña. El cultivo de la vid es milenario en esta tierra, el más antiguo juntamente con el del olivo. Camino de Castilla se cosecha en la comarca de Borja-La Almunia, donde predomina la uva garnacha negra. El Campo de Cariñena es el gran

54 / ARAGÓN emporio del vino aragonés y su fama viene de antaño pues ya lo nombra Cervantes en el Quijote, al cual puede agregarse la zona de Oaroca. Las tres comarcas mencionadas pertenecen a la provincia de Zaragoza, pero no debemos olvidar los vinos suaves de Jaca y Barbastro en Huesca y los finos claretes y blancos de Valderrobres (Teruel). Comprobaréis la idoneidad de estos vinos al degustar alguno de los platos rurales que hemos mencionado en un principio. El fuerte sabor y su regusto de aspereza os sabrán a gloria cuando amortigüen el impacto de los densísimos guisos o embutidos de Aragón. Porque la morcilla que en el asador reviente de Góngora y el vaso dé bon vino berceano y campesino, en su unión, tal vez no figuren en la nómina de placeres aristocráticos ni queden contemplados entre las modas al uso de la Jet, pero además de excelente colación, pueden representar la mejor idea de la hospitalidad concebida por un pueblo y siempre suponen un momento de amable reposo en el camino del trotamundos.

LA CIUDAD DE ZARAGOZA

PASADO Y PRESENTE DE UNA CIUDAD BIMILENARIA Los tatarabuelos iberos Se tiene a la ibérica Salduie (o Salduba) por antepasado de la actual Zaragoza. Distintas hipótesis pretenden localizar este primitivo núcleo. Hasta hace poco se le ubicaba en la margen derecha del Ebro, cerca de Juslibol, donde los arqueólogos habían descubierto restos de una fortificación prerromana del siglo VI antes de Cristo. Otra posibilidad es que los romanos, aun trazando una ciudad de nueva planta en la orilla izquierda del viejo Iber, se valiesen también de elementos y construcciones precedentes; el primer poblado ibérico pudiera situarse entonces en el entorno de la actual iglesia de San Juan de los Pañetes, que cierra el flanco oeste de la plaza del Pilar. Pero los nuevos descubrimientos de cerámicas ibéricas a espaldas de La Seo, concretamente junto al convento del Santo Sepulcro, sugieren otro emplazamiento de la antigua Salduie, denominación que englobe tal vez un conjunto de pequeños enclaves fortificados dispuestos en tomo al eje natural del Ebro. Una ciudad con esqueleto romano La Caesaraugusta romana, colonia que tomaba nombre de quien concedió el privilegio de su fundación, hacia el año 19 a. de C, albergó a los veteranos de las legiones IV Macedónica, X Gemina y VI Victrix. Siguiendo la usanza de la arquitectura civil romana, la población fue rodeada de una muralla con cuatro puertas, una por cada punto cardinal. El trazado de esta venía a coincidir, grosso modo, con el actual Coso y de ella se conserva un breve tramo que nace en San Juan de los Pañetes; algunos de sus sillares son perceptibles en el basamento del Palacio de

56 / ARAGÓN la Audiencia y del convento del Santo Sepulcro. La remodelación urbanística del barrio de San Bruno, tras el ábside de La Seo, ha servido para desenterrar fragmentos de fortificaciones y posiblemente de un muelle fluvial. Los ejes vertical y horizontal de la ciudad romana [cardus y decumanus, respectivamente) se corresponden con la calle Don Jaime I y con las vías Manifestación-Espoz y Mina-Mayor. En la colonia cesaraugustana no podían faltar los grandes centros civiles que caracterizaron la civilización latina: los fundamentos de su teatro romano han salido a la luz en las inmediaciones del cardus (calle Don Jaime), en la calle Verónica. Sobre el emplazamiento del foro, punto neurálgico del comercio y de la vida política, lo sitúan unos en la plaza de Santa Cruz, prefiriendo ubicarlo otros en los alrededores de la actual Seo.

Mártires y bárbaros O de cómo matar la civilización romana Ciudad próspera durante siglos de dominación romana, enclave comercial privilegiado entre los puertos mediterráneos y los campos cerealísticos de la vega del Ebro que alcanzó una población de 30.000 almas en sus momentos de mayor apogeo económico. El cristianismo fructificó en ella con vigor inusitado y las persecuciones se cebaron en sus habitantes: Aurelio Prudencio Clemente ensalza el sacrificio de los mártires zaragozanos del siglo IV en su "Perístefano". Los bárbaros codiciaron su prosperidad. Requiario, caudillo godo, arrasó la vega circundante mas no pudo franquear sus murallas. Si lo hizo Gauterico el año 472, y los francos, en sus disputas contra el reino visigodo establecido en la península, la asediaron en 541. Como la miel no está hecha para la boca del burro, el esplendor de la colonia romana tocaba a su fin bajo el yugo de un pueblo tan guerrero como atrasado en comparación con la cultura latina. No conservamos ningún rastro arquitectónico de la presencia visigótica en Zaragoza, aunque se tiene constancia de la construcción de la catedral de San Vicente (en el emplaza-

LA CIUDAD DE ZARAGOZA / 57 miento de la actual Seo) y de la iglesia de Santa María, donde la Virgen se apareció -según es tradición- al apóstol Santiago. Sutilezas orientales Muza Iba Nusayr la conquistó sin gran esfuerzo para el Islam. Los descendientes de aquellos mártires del siglo IV aceptaron sin mayor problema la fe de agarena, cuya mezquita mayor se erigió sobre la catedral visigótica. Y con la palabra de Mahoma vino una corte de astrónomos, médicos, poetas y filósofos, y reviviría su condición de emporio comercial y plaza fuerte estratégicamente situada, desde donde podían controlarse los movimientos de los rebeldes cristianos refugiados en los valles del norte. La Saraqustat musulmana se convertiría en avanzada septentrional del opulento califato de Córdoba, aunque luego fuese pionera en la disolución del mismo, estableciéndose como reino {taifa) independiente en el siglo XI bajo el gobierno de la dinastía Banu-Hud Precisamente a esta familia debemos la construcción del palacio de la Aljafería, visita inexcusable para todo visitante de la capital aragonesa. Los mártires de antaño transformados en guerreros Alfonso I el Batallador devuelve Zaragoza al seno de la fe verdadera, el año 1118. Siete meses de asedio le costó ganarla lo cual, si comparado con el escaso trabajo que invirtió Muza en idéntica empresa, bien poco dice a favor del rey cristiano y del nuevo orden que portaba en el filo de su espada. Fuera de las murallas se creó el guettode la Morería Cerrada, germen del actual Arrabal, donde se permitiría a los musulmanes vivir y trabajar la tierra. A los judíos se les asignó una zona intramuros particular. La concesión a Zaragoza del título de cabeza del reino y la promulgación de su fuero promueve la rápida repoblación con gentes de religión cristiana, escasas tras su conquista. Del siglo XII data el barrio de San Pablo, al oeste de la antigua muralla, cuyos primeros habitantes fueron en su mayoría agricultores de las cercanas vegas. Las construcciones religiosas mahometa-

58 / ARAGÓN ñas, inicialmente consagradas al culto cristiano, irán desapareciendo paulatinamente: su solar lo ocuparán templos de estilo 'ománico, de los cuales apenas se conservan retazos -como el ábside de la Seo- porque a su vez sucumbirán bajo el empuje de la arquitectura mudejar. La atribulada Edad Media Una serie de perturbaciones políticas (guerra entre los nobles y el rey Pedro III, guerra de sucesión a la corona castellana) y las epidemias de peste de 1348 y 1349, ralentizan el desarrollo económico y urbanístico zaragozano durante el siglo XIV. De esta centuria data la hoy desaparecida muralla exterior de la ciudad. Arte y monetarismo Los siglos XV y XVI suponen para toda Europa la eclosión del comercio y las artes. Zaragoza no va a ser menos. La Lonja testimonia la enjundia de las actividades mercantiles de este periodo renacentista y la construcción del Puente de Piedra facilita la estrecha comunicación entre ambas márgenes del Ebro. El marco urbano se enriquece con nuevos palacios, en cuya factura rivaliza la nobleza y que alcanzan el número de doscientos; y la ciudad -que cuenta ya más de veinticinco mil habitantes- se obsequia a sí misma con la Torre Nueva, de planta octogonal y mudejar, que marcará las horas de la vida cotidiana. Los antiguos templos de Santa María la Mayor y de San Salvador no se escapan a reformas y ampliaciones. Los reveses de la Edad Moderna La expulsión de los moriscos (1610) constituyó una adversidad para la economía zaragozana, pues con ella perdería parte de su más experta población activa. Otros factores negativos a nivel demográfico fueron la guerra de Cataluña (1641) y la peste de 1652. Sin embargo el desarrollo urbanístico no cesa durante los siglos XVII y XVIII, centuria ésta que contemplará la conclu-

LA CIUDAD DE ZARAGOZA / 59 sión de las obras de la basílica del Pilar y en la cual se introduce en Zaragoza el estilo rococó, presente tanto en edificios civiles como en lugares de culto.

La ciudad sitiada Durante los archifamosos Sitios de Zaragoza (18081809), episodio romántico donde los haya, va a labrarse la moderna -y épica- conciencia histórica de la capital aragonesa. El vecindario se sumó a la defensa de la capital reforzando la exigua guarnición militar, que capitaneaba el general Palafox; sin otros medios que su coraje resistió dos asedios del poderoso ejército napoleónico, numeroso y bien adiestrado y pertrechado. Miles de combatientes de uno y otro bando perdieron la vida: se llegó a pelear casa por casa, incluso en el interior de las iglesias y el casco urbano de la ciudad resultó arrasado por los copiosos bombardeos de la artillería gala (el más terrible se registró un 4 de agosto de 1808 y su recuerdo se perpetúa en el nombre de una calle del Tubo). Una nómina de héroes populares se ha preservado en la memoria colectiva de los zaragozanos, y por cierto engrosada de personajes femeninos: el tío Jorge, los sacerdotes Sas y Boggiero -a quienes los franceses arrojaron al Ebro desde el Puente de Piedra-, Casta Alvarez, Manuela Sancho, la condesa de Bureta... y la inefable -y catalana de origen- Agustina Saragossa i Doménech, más conocida como Agustina de Aragón, que viendo caídos a los artilleros de la batería del Portillo tomó en sus manos la tea y abrió fuego contra la vanguardia francesa. Pero la historia, desgraciadamente, no es un cuento de hadas donde los buenos venzan a los malos con el solo recurso de su audacia y sacrificio. Aquella muralla de pechos patrios como otras tantas en la luctuosa historia militar de la España decimonónica- carecía de los contrafuertes necesarios para frenar sin mella los obuses enemigos. La ciudad hubo de capitular por fin, agotados todos los recursos defensivos, el 21 de febrero de 1809. Mudo testigo de la gesta es la Puerta del Carmen, que nos muestra las heridas inflingidas por los combates.

60 / ARAGÓN Desmantelamiento urbano La masacre le valió a Zaragoza el título de Heroica. Pero tanta proeza no evitará el desastre urbanístico generado por la desamortización de los bienes eclesiásticos, que dictaría el ministro Mendizábal en 1835. La supresión de las órdenes religiosas y la subasta de sus casas conventuales va a suponer la desaparición de valiosos ejemplares arquitectónicos adquiridos en pública subasta por particulares adinerados, enemigos declarados de la plástica y la estética, que hicieron derruir sus nuevas adquisiciones para aplicarse sin más a uno de los grandes males de nuestros días junto con la difusión del sida, el hambre y los U.S.A.: la especulación inmobiliaria. Otras construcciones religiosas fueron remodeladas y convertidas en cuarteles, lo que no se sabe si es aun peor. Por Dios, por la Patria y el Rey... Las tropas carlistas atacaron Zaragoza el 5 de marzo de 1836. Muy vanidosos ellos, pretendieron conseguir de golpe lo que tanta sangre y esfuerzo costó a Napoleón. Sus fuerzas fueron derrotadas en toda la regla por las Milicias Ciudadanas, organización paramilitar integrada por vecinos zaragozanos. La jornada permaneció como fiesta local -la cincomarzada- hasta que los fascistas la prohibieron para establecer el 5 de marzo como día del requeté. Y es que parecían bobos, pero no se les escapaba una... Y llegó la Revolución Industrial En la segunda mitad del siglo XIX la ciudad experimenta reformas sustanciales, en buena medida motivadas por la importancia económica que adquiere dada su estratégica situación geográfica. Se inaugura la gran avenida porticada del Salón de Santa Engracia, actual Paseo de la Independencia, y la comercial Alfonso I. En 1868 y 1885 se celebran dos Exposiciones Aragonesas, certámenes muy de moda en aquellos tiempos de la segunda revolución industrial, donde expositores extranjeros y

LA CIUDAD DE ZARAGOZA / 61 nacionales mostraban curiosidades, descubrimientos o invenciones en las secciones de Ciencias. Artes, Minerales, Agricultura e Industria. Y entre tanta novedad llega a Zaragoza la arquitectura modernista, fuertenmente influenciada por la obra del catalán Lluís Doménech i Montaner, hoy casi erradicada por la picota que blandieron irracionales políticas urbanísticas de la centuria en curso. Lucro burgués, cólera proletaria La Zaragoza de principios del siglo XX ronda los cien mil habitantes y está sujeta a fuertes transformaciones. El Paseo de Sagasta -tenía por modelo original los bulevares de París-, el paseo de Pamplona y el Mercado Central nacen en estas fechas. Para albergar la exposición hispano-francesa de 1908, conmemorativa del centenario de los Sitios, son urbanizados los contornos de la iglesia de Santa Eulalia, hasta entonces mera huerta. La burguesía se muestra sensible a las tendencias de la arquitectura vanguardista europea y en solares hueros se yerguen interesantes muestras del Art Nouveau. Bajo el lucro de los burgueses fermentaban las iras de las clases trabajadoras. La conflictividad laboral y política define el diagnóstico social del periodo 1916-1936. En 1917 la huelga general tiene un seguimiento masivo en la capital aragonesa, pero mayor resultó el impulso represor de las autoridades civiles y militares. En 1918 se pierden ni más ni menos que 400.000 horas de trabajo por disensiones entre patronos y obreros. Ambos bandos explotan para sus fines el pistolerismo -y un bando, además, explotaba para sus fines a los obreros-; su más conocida víctima el arzobispo de Zaragoza, cardenal Soldevilla, tiroteado y muerto el mes de junio de 1923. La dictadura -o dictablanda- del general Primo de Rivera no remediará el malestar social, pero sí deparará a la ciudad meritorias obras públicas: la central de Correos y Telégrafos, edificio neomudéjar del Paseo de la Independencia; la sede de Telefónica, en la misma arteria urbana y cuyo estilo es racionalista; el Gran Hotel, el campo de fútbol de Torrero, la Residencia de Estudiantes de la Universidad, etc.

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La catástrofe del 36 y sus secuelas Zaragoza se manifestó republicana en su debido momento, y las masas obreras contestaron al triunfo electoral de la C.E.D.A. con la huelga general de 1934. Sin embargo la sublevación de su guarnición militar en 1936, al mando del general Cabanellas, la situó del lado rebelde. Mientras la contienda devastaba otras poblaciones y ciudades de Aragón, Zaragoza se vio ajena a las grandes operaciones militares de la contienda, pudiendo salvaguardar así la integridad física de su casco urbano. Pero la experiencia demuestra que cuanto no destruyan las bombas, bien puede arruinarlo un concejal inepto. La depresión económica subsiguiente a la guerra /n-civil atrajo centenares, miles de familias campesinas a los suburbios de la mayor urbe aragonesa. Crecimiento demográfico estimulado posteriormente por gracia de Dios y de los planes de desarrollo, que desatan a partir de los años sesenta la carrera del crecimiento irracional y desbocado, de la edificación salvaje. Los desmanes de aquellos años, cuando no se respetó ningún criterio de unidad arquitectónica ni el valor estético o histórico de cuanto era execrado con el sambenito de viejo y consecuentemente demolido, son de difícil -casi imposible- reparación.

Panorámica actual Los desastres urbanísticos han conferido a la actual Zaragoza un aspecto en cierta manera desabrido e impersonal, que no resta un ápice la impresión general de vitalidad que el visitante recibe al establecer su primer contacto con la ciudad. La actividad comercial se aprecia ingente, comparable a la de las principales urbes del Estado; el trasiego de gentes, el callejeo es constante a todas horas y dentro de su masa social se deja notar el peso específico de la clase funcionarial. Abundan los locales dedicados a las distintas ramas de la hostelería, con lleno absoluto en todos ellos, sean de cualquier ralea. Los ensanches de la ciudad están trazados en torno a amplias avenidas y el

LA CIUDAD DE ZARAGOZA / 63 tráfico es intenso en ellas, lo cual no la diferencia de ciudades más pobladas; el magnífico parque de Primo de Rivera, cuya exploración no debe omitir ningún trotamundos, es el gran pulmón que amortigua la contaminación urbana. Los equipamientos e infraestructura de estos ensanches han mejorado sustancialmente en los últimos años, sobre todo en lo referente a la calidad y continuidad del pavimento y aceras. La falta de homogeneidad arquitectónica a la que nos referíamos anteriormente, se percibe por desgracia con mayor nitidez -y dramatismo- en el casco viejo de la ciudad. Lo salpican construcciones de pésimo gusto, erigidas en los años sesenta y setenta. La política de los gestores municipales sigue siendo básicamente- la picota, que campa por sus anchas. Las construcciones en proceso de ruina o mal estado de conservación son sencillamente arrasadas, pero en justicia debe decirse que el modelo de edificación ha cambiado y ya no se levantan los mamotretos de la época del desarrollismo, sino edificios de un máximo de tres alturas que con su sobriedad rectilínea recuerdan (aunque lejanamente) las formas tradicionales del caserío zaragozano de los siglos XV a XVIII. Construcciones emblemáticas han sido restauradas para acoger centros oficiales, instituciones culturales o viviendas, caso del palacio del Deán Ornal, sito en la calle de Santa Cruz (s.XVI). La introducción en este marco arquitectónico de elementos ornamentales de diseño será siempre un tema polémico; la evidencia es que se ha hecho, y con abuso del metal. No vendría mal la mejora del alumbrado público en el casco antiguo de Zaragoza, pues la penuria de luz (¿cómo es posible que una joya como el Arco del Deán duerma en la oscuridad?) acentúa la impresión de dejadez y caos. Otro problema lo reporta el tráfico, intenso en esta zona de calles estrechas, que impide un paseo sosegado y atento. Pero no se desanime el trotamundos. Ni el tráfico, ni los delirios posmodernos, ni la criminal picota y sus vastagos del desarrollismo privan a Zaragoza de su riqueza y variedad monumental y artística, ni han conseguido borrar de la faz de esta hospitalaria ciudad los encantadores rincones que guardan las espaldas de su Seo, o el interregno entre las calles de Alfonso I y Don Jaime, ni la Plaza del Justicia y su dédalo de callejas de

64/ARAGÓN trazado sinuoso que van a desembocar en la señorial plaza de San Felipe, donde encontraréis belleza, amistad y diversión.

LLEGAR A ZARAGOZA

Avión La compañía Iberia fleta dos vuelos diarios con destino a Zaragoza desde Madrid; y un vuelo desde Barcelona y Jerez todos los lunes, martes, miércoles y sábados. Si procedéis del extranjero, la compañía Aviaco dispone de un servicio internacional chárter con destino a Zaragoza. Un vuelo desde París los martes jueves y domingos; desde Londres, un vuelo los lunes, miércoles y viernes. Para más información llamad a los siguientes teléfonos: Iberia (vuelos nacionales): 218250. Aviaco (vuelos internacionales): 774389. Aeropuerto de Zaragoza: 326262. Tren La frecuencia y horarios de los ferrocarriles que enlazan Zaragoza con el resto del Estado puede variar según la época del año o los inexcrutables designios de RENFE. Ofrecemos a continuación el número aproximado de convoyes que tienen por destino la capital aragonesa. Si el bolsillo lo permite, son muy interesantes los trenes Talgo e Intercity -éste notablemente más barato que el anterior-. Para disponibilidades económicas más modestas quedan el Expreso -tren típico de compartimentos-, el Rápido -que no lo es tanto- y el Regional. Desde Madrid: doce servicios diarios. Barcelona: trece servicios diarios. Valencia: dos servicios. Bilbao: cuatro diarios. Teruel: tres los sábados, dos el resto de la semana. Canfranc-Jaca-Huesca: dos diarios.

LA CIUDAD DE ZARAGOZA / 65 Para informaros detenidamente llamad a los siguientes teléfonos: Oficina de viajes de RENFE: Sanclemente, 13. tf. 233802. Estación del Portillo. Avda. Clavé, s/n. tf. 280202. Autobús La compañía Aratesa se encarga del servicio de autobuses con Barcelona y Madrid. Zabitrans hace lo propio con Bilbao. La compañía Agreda une Zaragoza con Tarragona, Valladolid, Soria y Lérida. Para información de todas ellas: Paseo María Agustín, 7. Tf. 229343. Procedentes de Burgos, Logroño, Santander, Teruel, Vitoria y Castellón: Giménez, c/Juan Pablo Bonet, 13. Tf. 276179. La compañía La Oséense cubre los servicios entre Huesca-Jaca y Zaragoza. Paseo María Agustín, 84. Tf. 439782. De los buses que parten de Pamplona, San Sebastián y Tudela os informarán en Conda, Avda. Navarra, 81. Tf. 333372. De Valencia y Alicante en Arion Express, c/Asalto, 53. Tf. 397082.

DIRECCIONES PRACTICAS Oficina de Turismo municipal: Pza. Pilar. Tf. 239208. Oficina de Turismo de la Diputación General de Aragón: Torreón de la Zuda. Tf.393537. Oficina de Información al Consumidor: 226418. Oficina de Información, sugerencias y reclamaciones de la Diputación General de Aragón: 228899. Ayuntamiento: Pza. Pilar, 8. Tf. 398366. CruzRo¡a:C\ra. Huesca, s/n. Tf. 224883-224884-222222. Urgencias Seguridad Social: 355700-434111. Bomberos: 080. Ambulancias: 358500. Casa de Socorro: Paseo de la Mina, 9. Tf. 230291. Policía Nacional: 091. Guard/a Civil: 221100.

66 / ARAGÓN Guardia Civil de Tráfico: 217138. Jefatura Provincial de Tráfico: 358016 Correos y Telégrafos: Paseo Independencia, 33. Tf. 222650. Telefónica: 004. Aeropuerto de Zaragoza: 349050. Estación de RENFE-EI Portillo: 280202.

GUIA DE ALOJAMIENTOS Caro Gran Hotel*"". C/Costa, 5. Tf. 221901. Fue construido en los no tan felices veinte y es el clásico por excelencia de la hostelería zaragozana, dados su historia y su aire señorial. Mel'iá Zaragoza Corona"***. Avda. César Augusto, 13. Tf. 430100. Es el antiguo Corona de Aragón, que sigue ofreciendo excelentes servicios. Palafox*"**. Casa Jiménez, s/n. Tf. 237700. Aunque los tres establecimientos citados son de eso que suele llamarse alto standing, los precios no parecen abusivos si los comparamos con hoteles de similar categoría de Madrid o Barcelona, los emporios de la carestía nacional. Don Yo"**. C/Bruil, 4-6. Tf. 226741. Gracioso nombre y buen servicio. Muy céntrico, su traza moderna no acaba de congeniar con el entorno. Alfonso I*"*. Coso, 17-19. Tf. 394850. Otro clásico de la hostelería zaragozana, en el pleno corazón de la ciudad. Tibur"*. Pza. Seo, 2. Tf.202000. Panorámica espléndida de la Seo y el Pilar. Precios más que razonables. Medio Los hoteles Las Torres" (Pza. Pilar, 11; tf. 394250), Sauce" (Espoz y Mina, 33; tf. 398597), Maza" (Pza. España, 7; tf. 229355) y San Jorge* (Mayor, 4-6) son muy recomendables por su céntrico emplazamiento, esto es, su vecindad a los

LA CIUDAD DE ZARAGOZA / 67 itinerarios monumentales zaragozanos y a los itinerarios nocturnos del casco antiguo de la ciudad. Los precios son interesantes para cualquier bolsillo medio. En las inmediaciones del centro histórico, pero fuera de su acostumbrado bullicio, tenemos los hoteles Avenida" (Avda. César Augusto, 55; tf. 439364) y Gran Vía** (Gran Vía, 38; tf. 220707). Los precios oscilan en torno a las 6000 ptas. por noche la habitación doble. Barato Zaragoza cuenta con buen número de pensiones y hostales dignos, donde las economías menos pudientes pueden reposar de sus andanzas. En las oficinas de información turística os facilitarán información y tarifas referentes a estos establecimientos. Citaremos una pequeña selección de los mismos; el criterio seguido en la elección es su estratégica ubicación en el plano de la ciudad. Hostal Ambos Mundos. Pza. Pilar, 16. Tf. 299704. La presencia de residentes permanentes de la tercera edad le confiere un ambiente familiar. El aprovechamiento del espacio es admirable. Su situación, excelente. Navarra. San Vicente de Paúl, 30. Tf. 291684. Precios interesantes (menos de 3500 ptas. la habitación doble con baño) en una calle muy activa del centro histórico zaragozano. Plaza. Pza. Pilar, 14. Tf. 294830. Inmejorable ubicación. Un defecto: no tiene habitaciones con baño. España. Estébanes, 2. Tf. 298846. Su ventaja es hallarse en la calle central (y más cutre) del Tubo. Tampoco tiene habitaciones con baño. Paraíso. Paseo Pamplona, 23. Tf. 217608. Marisol. Avda. César Augusto, 72. Tf. 395978. Milmarcos. Madre Sacramento, 40. Tf. 224384. Algo más caro que los anteriores. En caso de emergencia Si la necesidad aprieta y dado que no es posible dormir bajo los arcos del Puente de Piedra, en la zona del Tubo, calle

68/ARAGÓN Alfonso I y adyacentes proliferan las fondas donde podréis reposar la dura jornada a precio módico (aprox. 1200-1500 ptas.). Claro está que no pueden exigirse mayores comodidades de estos establecimientos, donde las sábanas pueden estar raídas, las habitaciones carecer de calefacción o -lo que es muy normal- resulte imposible tomar una ducha caliente. Tampoco os extrañe si hay que compartir habilacion con personas ajenas. Y una advertencia: estas fondas se abarrotan en épocas festivas. Citamos algunos de estos lugares de reposo: Chueca. Méndez Núñez, 13. Tf. 299847. El colmo: menos de 1000 ptas. noche. Latorre. Méndez Núñez, 13. Tf. 299847. ídem, que la anterior. Haro. Estébanes, 4. Tf. 293963. Insa. Manifestación, 31. Tf. 299881. El Paso. Mártires, 7. Habitaciones sin lavabo. Quilez. 4 de agosto, 7-9. Tf. 395451. El colmo del colmo. Sin discusión lo más barato de Zaragoza. Las habitaciones tampoco tienen lavabo. Camping Camping Casablanca. Tf. 330322. Seguid la carretera Nacional 2 (Madrid-Francia) para tomar luego el desvío hacia el barrio de Valdefierro (km. 316-17). Su categoría es 19C. Permanece cerrado del 16 de octubre al! 30 marzo.

GUÍA PARA ESTÓMAGOS

Caro Aldaba. Santa Teresa, 26. Para los amantes de la cocina francesa y que no tengan reparos en el bolsillo. Begoña. Río Piedra, s/n. Amalgama en su carta las más famosas recetas de la cocina vasca con especialidades culinarias aragonesas.

LA CIUDAD DE ZARAGOZA / 69 La Matilde. Casta Alvarez, 10-14. Situado en el barrio de San Pablo. Destaca su selección de vinos de la tierra y delicias como el camemberí con confitura de tomate. Los Borrachos. Paseo Sagasta, 64. Simpático nombre para un establecimiento con merecida fama en el tratamiento culinario del pescado. Interesante la oferta de carnes de caza. Montal. Torre Nueva, 29. Ubicado en el corazón de la Zaragoza renacentista, en un edificio de valor histórico. Se trata de una bodega-charcutería que organiza comidas para grupos, siempre previa reserva (tf. 298998). Mefisto. Mefisto, 3. Para ponerse morado de marisco. L'Entrecotte. San Vicente de Paúl, 29. Acércate si eres un carnívoro impenitente. La Venta del Cachirulo. Autovía de Logroño, Km. 1,5. Tal vez se trate del restaurante más afamado entre las gentes zaragozanas. Moderno tratamiento de la cocina aragonesa. Exquisitas aves (pato, pollo a la chilindrón) y buen ternasco. Un conjunto jotero ameniza las cenas con sus cantos, para mejor digerir la opípara colación.

Medio La Rinconada de Lorenzo. La Salle, 3 (junto Pza. San Francisco). En 23 años de existencia les han concedido la Placa al Mérito Turístico del Ministerio de Información y Turismo (1976) y el Diploma al Mérito Turístico de la Diputación General de Aragón (1983). Están muy orgullosos de "no mentir nunca al cliente", declarándolo con vehemencia a la menor oportunidad. La relación calidad-cantidad-precio es excelente. Recomendamos que confiéis la elaboración de la comanda al camarero; pero de su carta pueden destacarse las migas con uva y longaniza, el pollo a la chilindrón, las morcillas de Fuendejalón, los pimientos rellenos, el ternasco, el helado de higos, la cuajada con miel sin olvidar la amplia carta de vinos de Aragón. Ojo a las fotos del patriarca familiar, expuestas en el comedor: un jotero con denominación de origen. Antigua Casa Lac. Está emplazada en la esquina más genuina del Tubo zaragozano, la que forman las calles Mártires

70 / ARAGÓN y 4 de Agosto, frente al legendario café-cantante El Plata. Una lápida anuncia en su puerta que fue fundada "reinando Fernando Vil", el año 1825. Es un complejo de pastelería-café-restaurante, un local de aspecto fino, silencioso y discreto pese a su ubicación en lugar tan bullanguero, con motivos ornamentales modernistas. En la planta baja sirven raciones de embutidos de la tierra a precios razonables. Bonaparte. Av. Goya, 17. En toda relación de restaurantes no puede faltar la mención a la cocina italiana, tan exitosa en los últimos tiempos. Casa Montañés. Boggiero, 41. Especialidad en marisco a precios aceptables. Anafe. Santa Inés, 6. Platos caseros, de esos que hacen las madres. Muy recomendable el jamón con ciruelas. Grill Master. Lagasca, 23. Lo distinguen sus parrilladas de carne. Posada de las Almas. San Pablo, 20. En este restaurante de nombre tan becqueriano hallaréis un estupendo surtido de cocina popular aragonesa, donde no podían faltar los muy apetitosos chilindrones y témaseos. Yo que vosotros me comería un buen plato de ajoarriero... Barato Casa Emilio. Av. Madrid, 5. Aunque esté alejado del casco histórico de la ciudad, vale la pena acercarse para degustar sus pescados y carnes, servidos siempre con generosidad en las raciones. Podréis degustar la cocina aragonesa a muy asequibles precios en La Nicanora (Moneva, 9, junto Paseo Independencia), Olimpo (en el Tubo, calle Cinegio, 3), Triana (pese a su nombre; en calle Estébanes, 7, también tubera), Francés (Conde de Aranda, 18), Aljafería (Paseo María Agustín, 87), Tío Faustino (Don Teobaldo, 14)... La calidad media es buena y las raciones satisfacen los apetitos voraces. McDonalds Pza. España, 4. Para los amantes de la comida de plástico. Todo se ha dicho y escrito ya sobre estos satélites del imperialismo cultural norteamericano. Aunque pue-

LA CIUDAD DE ZARAGOZA / 71 da parecer barato, es caro en relación a sus raciones y a las materias primas. Más barato todavía Están a vuestra disposición menús muy económicos en las siguientes direcciones: Bar Fonda. Madre Sacramento, 63. Tres Hermanos. San Pablo, 45. Cafetería Aragón. Alfonso I, 38. Sandwichería. Cádiz, 7. Tapeo Las calles Mártires, 4 de Agosto, Libertad, Estébanes, Cinegio y Ossau conforman el corazón del Tubo, entramado de callejas angostas de trazado medieval donde tradicionalmente se han asentado los locales de tapeo. Cierto aire decadente envuelve este rincón zaragozano, sito a un paso de la céntrica Plaza de España; los años no perdonan, el desarrollo urbano y demográfico ha diversificado la oferta hostelera e incluso el fantasma de la picota planeó amenazador sobre su trazado laberíntico. El Tubo no mantiene su esplendor vital de épocas pasadas, pero se mantienen abiertos decenas de bares donde el trasiego de individuos de todas las clases sociales es continuo, sobre todo los fines de semana. De tal profusión de establecimientos vamos a destacar los que puedan parecer más significativos, sin por ello menospreciar los omitidos. Casa Colás. Mártires, 10. Bocatas de calamares a la romana por 200 ptas. Local bullicioso, activísimo. Los Amigos. Junto al anterior. Netamente popular, no se diferencia de su vecino en materia de precios. En esta brevísima calle de los Mártires encontraréis varios bares similares. El Gastrónomo. También en la calle Mártires, conserva una bodega habilitada como comedor del siglo XV, impresionante, que merece visitarse: gruesos pilares sostienen su bóveda ligeramente apuntada. Es barato y ofrece un amplísimo surtido de tapas, aunque éstas son mejorables.

72 / ARAGÓN Porki's. En la calle 4 de Agosto, para quienes no podáis pasar sin la ultraconvencional hamburguesa. Sólo para salchichómanos. La flanquean un sex-shop con objetos "que pueden herir" vuestra sensibilidad y la Ortopedia La Francesa, cuyo diminuto escaparate muestra en exclusiva un montón de preservativos de diferentes marcas y colores, aunque no explica las virtudes ortopédicas de tales prendas. Kansas. En la esquina de 4 de Agosto con Libertad. El señor de la barra no es yankee, sino de Logroño y al parecer muy aficionado a los toros. Al entrar se percibe un penetrante y sabroso olor a bar y a fritanga. La especialidad de la casa es el cerdo (madejas, oreja, morro...) pero también pueden tomarse tapas más convencionales. Casa Pascualillo. En la calle Libertad y fundado en 1939 (el año que este país perdió su libertad). Un local fino en el centro del Tubo, lugar de tapeo de funcionarios y profesionales que trabajan en la zona del casco antiguo. Es la típica taberna con barra alta de madera y azulejos, muy bonita de aspecto. A la entrada contemplaréis un curioso cuadro que muestra los distintos pelajes de toro de lidia y sus respectivas denominaciones taurinas. Las tapas son variadas y de excelente calidad: madejas enormes, tortilla de ajos tiernos, cecina, morcilla, ajos tiernos con sesos (para quien le falten)...además de los tópicos calamares, champiñones, papas bravas, tortilla de patata, pulpo, etc. Cervecería Trota-Mundo. Está en la calle Cinegio y os aseguramos que no poseemos acciones de la misma. Calle Estébanes. En esta calleja transversal del Tubo subsisten bares cutres de luminoso macilento, pintura ajada por el humo y las toses y parroquianos de rostros etílicos. Conserva todo el encanto ruinoso de una calle tabernaria de tiempos pretéritos. Fuera del perímetro del Tubo, pero dentro del casco antiguo cabe citar otros lugares de tapeo: Plaza de Santa Marta. Ubicada a espaldas de La Seo, este enclave zaragozano cuenta con dos de los más afamados establecimientos de tapeo, El Lince y Dominó. Ambos son del estilo del ya mencionado Pascualillo. Zona calle Don Jaime I. Encontraréis una interesante oferta de ostras a precio muy asequible en el Bar Belanche (Don

LA CIUDAD DE ZARAGOZA / 73 Jaime I, casi esquina Plaza del Pilar). También merecen visitarse Casa Juanico (Santa Cruz, 21), la posmoderna y musical bocatería Pachanguita (en la Plaza de Santa Cruz), Casa Amadico (Urries, 3)... Del Coso nacen varias calles en dirección al Paseo de la Mina y calle Asalto, bien pertrechadas de bares de tapeo. Los locales más conocidos son: Alta Taberna de Pedro Sapunto. Antonio Agustín, 2022. Nombre rimbombante para un establecimiento donde el más exigente tapeador hallará su solaz por la calidad y variedad de lo ingerido. Casa Román. C/Comandante Repollés. Gallizo. San Lorenzo, 44. Los alrededores del Paseo Independencia tampoco se quedan cortos a la hora de tapear, aunque los precios puedan ser más elevados que en el Tubo o casco antiguo. Si el mediodía os sorprende en esta zona no dejéis de acercaros a Los Navarros, en la calle del 5 de Marzo, donde os aguarda una gran barra repleta de bocados (mariscos, cerdo, tortillas, cordero) para todos los paladares. Quien desee hacer una incursión en el peculiar mundo de camioneros y transportistas, que se acerque al Café Madrid (Avda. Madrid, 1), tradicional lugar de parada y fonda de este gremio.

LUGARES DE ASUETO, JARANA Y PERDICIÓN Los zaragozanos se ufanan en proclamar que su ciudad es la más marchosa de toda Europa. La ponderación resulta difícil y engañosa, pero una cosa sí es cierta: Zaragoza se divierte a rabiar noche y día, en buena parte gracias a que los restrictivos horarios continentales no han llegado todavía (y que sea por muchos años) a estas latitudes. Los Cafés zaragozanos Zaragoza está abarrotada de estos locales amables para la tertulia y decorados con esmerado detallismo. El Café Praga,

74/ARAGÓN en la Plaza de Santa Cruz, se caracteriza por su sobriedad; las luces de neón dan noticia de sus orígenes posmodernos. El Café Van Gogh, en la calle Espoz y Mina, es un referente obligado de este tipo de locales, con su interior de ladrillo y madera en tonos umbrosos que invitan al recogimiento y a la tertulia sosegada, no perturbada por la suave música ambiental; lo frecuenta preferentemente gente de hábitos serenos, de entre treinta y treinta y cinco años. Más luminoso resulta el Café La Candelaria (Avda. Goya, 66), barroco en su decoración a base de espejos y cachivaches antiguos; un simpático relieve, frente a la barra, representa un grupo de negros bailando lo que se supone un charlestón. En el Café Universal (Fernando el Católico, 32), muy frecuentado por los alumnos de la cercana Ciudad Universitaria, hay actuaciones de jazz y blues los jueves, viernes y sábados a las once de la noche. Zona Mercado Central Las calles Olmo, Temple, Contamina, Manifestación, Plaza del Justicia y calle Predicadores eran hace bien pocos años lugares desolados al anochecer, donde ningún noctámbulo pensaba recalar; hoy día constituyen la zona más interesante de la noche zaragozana. El horario de cierre ronda las cuatro de la madrugada. Algunos locales solamente abren los fines de semana y festivos. La calle Olmo ofrece un aspecto devastado, en contraste con la vitalidad de sus pubs. Avenida de la Opera es el más emblemático de ellos, un local sobrio con mesas de mármol donde no deben entrar los alérgicos a las flores. Es uno de los enclaves pioneros de la movida nocturna en este barrio, junto con su vecino El Olmo Rosa. En la acera opuesta a ambos, por marco uno de los solares fruto de la picota, puede contemplarse un círculo negro con todos los símbolos del ritual satánico, pintado sobre la pared a la altura del primer piso (en el Avenida de la Opera nos cuentan que está en el lugar antes ocupado por una casa de prostitución), justamente frente a la trasera del ábside de la iglesia de Santa Isabel. En la calle Templarios hallaréis La Pianola, primero entre todos los pubs que se asentaron en la zona, hará un par de años;

LA CIUDAD DE ZARAGOZA / 75 por su dejadez exterior y su hermetismo se asemeja a un local de dudosa reputación. La clave de su éxito se cifra en tres constantes vitales: humo, alcohol y canciones -dicho así, tan decadente, con un piano viejo y desafinado y un jotero reciclado que canta a Franck Sinatra: precioso cuadro para alguno de esos viejos y entrañables melodramas hollywoodienses. En la misma rúa está La Cucaracha, un local de aspecto pulcro, pintado de verde en su interior, cuyo principal motivo ornamental es el rugbi; para ir a los servicios se desciende a una bodega más que centenaria, con paredes de ladrillo. Esquina a la plaza del Justicia hallaremos El Licenciado Vidriera, de difícil parangón con la graciosa novela cervantina; tiene una barra central tipo "Cheers" repleta de botellería, su personal es simpático y ofrece una selección musical de clásicos del pop-rock anglosajón y de lo mejorcito del rock español. Otros locales nocturnos interesantes de este sector son El Corto Maltes (Temple, 23) y La Recogida (Temple, 16), ambos con público juvenil; El Marqués de Carabas (Contamina, 3) y La Bodega (en la monumental Plaza de San Felipe, junto al Museo Gargallo, un sótano con rock y mucha marcha para los más animados). Al otro lado del Mercado Central, en la calle Predicadores (un barrio de aspecto más chungo), conviven cafés-pubs del estilo de los anteriores con bares cutres donde no falta la parroquia de carrilanos. El Vertical, siempre abarrotado y con fama de lugar propicio para el ligue y El Ibicenco son los locales estrella de esta calle dilatada y poco agraciada estéticamente, donde el horario de cierre bien puede prolongarse hasta las seis de la mañana. Zona Doctor Cerrada La media de edad de los asiduos de estos pagos suele ser más joven. Entremezclados los soldados de la guarnición militar (en Zaragoza los hay a puñados), bachilleres y bailones en general, la zona tiene fama de bullanguera. Picasso (Laguna de Rins, 7) atronará tus oídos con la música discotequera del momento; los fines de semana es difícil permanecer en su interior

76 / ARAGÓN por el acumulamiento humano que llega a producirse. Otros puntos de referencia, todos ellos de similares características, son Acuarela, Babel, Me Río de Janeiro, Griffith, Complizze. Tennessy, Spandau Distrito, Post Moderno más de una docena de bares nocturnos dispuestos a lo largo de la calle del Doctor Cerrada, que se convierte no pocas veces en una verbena al aire libre. Zona León Xlll-Cesáreo Alierta El glamour zaragozano puebla de noche estos parajes, en los contornos del Paseo de Sagasta y del Paseo de las Damas. Gente bien, que realiza grandes inversiones en cosmética, vestuario y peluquería, de ademanes más comedidos que la soldadesca cuasi-adolescente, pero igualmente gran consumidora de alcohol. Abundan los típicos chico/a-escaparate, los figurines de posturita estudiada que pasan las horas autocontemplándose en las miradas ajenas. Podemos destacar El Café de los Artistas (Francisco de Vitoria, !9), Café La Paloma (San Vicente Mártir, s/n), Basket (Francisco de Vitoria, 30), Vitamina (Cesáreo Alierta, 37)... Muy cerca, en Residencial Paraíso (Paseo de Sagasta), se reúne un público más maduro y reposado donde no faltan cultúrelas que diserten sobre literatura y bel canto y celebridades locales: Paradise (Residencial Paraíso, 54), Valentinos (Residencial Paraíso, local 43), El Rincón de la Abuela (Residencial Paraíso, local 46)... No busquéis jarana, sino música suave y conversación. Zona Universitaria Quienes han pasado por las aulas de la Universidad recuerdan con singular nostalgia la despreocupación y el espíritu festivo que campeaba aquellos años mozos. Una ciudad de gran tradición universitaria, y a más juerguista como Zaragoza, no podía carecer de esta zona específica en su plano nocturno, comprendida entre la Plaza de San Francisco y la Avenida Goya. El bullicio de sus locales en nada envidia la estridencia de los

LA CIUDAD DE ZARAGOZA / 77 pubs de Doctor Cerrada, registrándose un ingente trasiego de personas entre el interior de los mismos y unas aceras convertidas -si la climatología lo permite- en improvisadas ágoras donde comentar, entre trago y trago y la herramienta siempre en mano, la vesanía de los profesores. Para los trotamundos interesados en conocer estos ambientes, cabe recordar que la clientela desciende notablemente en épocas de exámenes, pero que el personal que acude a su cita nocturna en tan delicados momentos es el auténticamente juerguista. Por cierto, no os costará ver a la Tuna bien pasada de copas por alguno de estos locales: El Capítol. Mariano Barbasán, 20. Madisson-Studio. La Ripa, 7. Pirracas. La Ripa, 39. Itaca. Lorente, 48. Kandinsky. García Sánchez, 8. Café Buñuel. García Sánchez, 6. Música en vivo La oferta es muy variada. Todos los géneros tienen cabida en esta ciudad heterogénea, rica en ambientes diversos. ¿Os gustan el rock y los watios? La Sala En Bruto (Comandante Santa Pau, 1), cercana a Residencial Paraíso, no os defraudará. Perfidia (Camino de las Torres, 42) ofrece una extraña mescolanza folcklórica a base de jotas y sevillanas; los precios no son precisamente populares, pero el llenazo está siempre asegurado, de modo que el lugar se ha convertido en uno de los buquesinsignia de la noche zaragozana. Malvaloca (en pleno centro histórico: calle Mayor, 10) puede hacerte llegar al éxtasis si amas los tangos y los boleros; todas las noches hay actuación con orquesta y vocalista, y como los presentes suelen ser acérrimos del género, el ambiente alcanza una emoción -propiciada por la visceralidad que fluye de las canciones- difícil de conseguir en otros círculos. Y si te confiesas amante del jazz y de los blues ahora mucho snob los ha abrazado con fruición- acude al Café Universal (Fernando el Católico, 32), donde hay actuación en directo los jueves, viernes y sábados a las once de la noche.

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Cafés-cantantes La fidelidad a la tradición frivola y festiva de otros tiempos pervive en el Café El Plata, enclavado en pleno Tubo (Calle del 4 de Agosto, s/n). A principios de siglo se creó como baile-taxi, donde acudían caballeros y pueblerinos por igual para bailar -y se supone que a algo más- con señoritas a las cuales se pagaba 25 céntimos por pieza. La reconversión en café-cantante se realiza en 1940. Sobre el pequeño escenario -cuyo trasfondo ocupa un decorado tropical tan feraz como añejo- la actuante canta una letrilla maliciosamente arreglada, se mete con tu bigote y alcanza a mostrar un retazo de carne generosa -y no siempre joven-. El mobiliario parvo e incómodo, la aglomeración del local, la humareda y los efluvios del alcohol no son propicios para claustrófobos o maniáticos en general; pero el contenido y desarrollo del espectáculo bien puede calificarse de documento histórico de los usos y costumbres sociales -si bien costumbres ocultas- de toda una época marcada por la férrea censura moral y política, que admitía pequeños desahogos libidinosos en este tipo de locales crípticos. En los últimos tiempos El Plata se ha convertido en objeto de visita obligada para el foráneo, pero la clientela local ha decrecido. Permanece inalterable el programa de tres funciones diarias, a las que asiste público de edad y calaña variopintas. En la calle de Boggiero, n9 28 (barrio de San Pablo), encontraréis otro café-teatro histórico: el Salón Oasis, fundado en 1917 por el empresario Ricardo Moreno. Ideado como cabaret, su ambientación lo hizo famoso como clásico lugar de alterne donde acudían a divertirse los señoritos burgueses. Adquiere su nombre actual en 1942, para convertirse en renombrado centro de music-hall. Carmen Amaya, Estrellita Castro y Carmen de Lirio -entre otras celebridades de la posguerra- pasaron por su escenario.

Otras alternativas En la Boite Aída (Madre Rafols, 2) podréis presenciar espectáculos pomo; como en todos los locales de este género, los precios son altos y la entrada selectiva.

LA CIUDAD DE ZARAGOZA / 79 Una sala de fiestas genuinamente andaluza -por lo que a la música se refiere- es Andalucía Plaza (Gran Vía, 36): sevillanas y rumbas hasta la hora del desayuno. Y ya se sabe: precios altos, entrada selectiva. Para bailar y bailar y ver amanecido a la salida tenéis las siguientes discotecas: Pacha (Sevilla, 6), KWM (Femando el Católico, 70), Heaven (Fernando el Católico, 51), DC14 (Doctor Cerrada, 14-16)... Son refugios para insomnes, embalses donde desembocan las corrientes de todos los cauces nocturnos a que antes hemos pasado lista. Entre semana cabe la posibilidad de entrar sin abonar entrada; los viernes y sábados, todo el mundo a cotizar. Al casino El Casino de Zaragoza (Carretera de Barcelona, km. 343), además de las actividades propias de este tipo de establecimientos, cuenta con hotel, discoteca y sala de actuaciones.

UN POSIBLE ITINERARIO MONUMENTAL Y CULTURAL

BASÍLICA DE NUESTRA SEÑORA DEL PILAR Se asienta en la plaza del mismo nombre, donde observaréis elementos arquitectónicos de origen, tratamiento e historia tan dispares como el sillar barroco, el hierro posmoderno, la losa, el mármol, el vidrio y el agua. Por su concepción, el diseño de la remozada plaza se basa en motivos verticales que rompen la continuidad horizontal de la gran explanada; un contraste fuerte, intencionado, entre estilos aparentemente contrapuestos. Un proyecto urbanístico caracterizado por su aversión a lo vegetal, como demuestra la actuación en la contigua Plaza de La Seo y que recuerda (con perdón) las plazas duras que han proliferado en la Barcelona olímpica. Las palomas enseñorean todo este mejunje estilístico; cabe prevenir contra sus vuelos rasantes (parecen muy bien

82 / ARAGÓN alimentadas, están rollizas y su colisión debe resultar muy desagradable). Estos simpáticos animales depositan sobre el mármol (un símbolo de lujo entre los hombres) la impronta genuinamente animal de sus defecaciones (ojo al sentarse, trotamundos). Pero hablemos del templo en cuestión. La construcción actual ocupa el mismo emplazamiento que las antiguas iglesias románica y gótica de Santa María la Mayor, ambas demolidas sin piedad; la primera piedra del nuevo templo fue colocada el 25 de agosto de 1681, siendo el arquitecto real Juan Herrera el Mozo el encargado de realizar un proyecto del zaragozano Felipe Sánchez. Ventura Rodríguez concluyó la obra en sí en el año 1765, tras muchos y diversos avatares económicos; no obstante quedaban por rematar algunas torres del actual edificio, que no se alzarían hasta el presente siglo. La basílica es de planta rectangular, alta y espaciosa, con tres naves paralelas de siete tramos cada una. El exterior presenta una sobriedad ornamental realmente severa, aunque ameno por el juego de volúmenes de sus cúpulas y torres. El perímetro lateral interior está flanqueado por distintas capillas. Pilares inmensos -en corcondancia con el nombre del templosostienen el entramado de bóvedas y cúpulas que coronan la fábrica. El corazón de la basílica no es otro que la Santa Capilla, sita en el flanco derecho de la nave central y donde es venerada la imagen de la Virgen -una pequeña escultura gótica en madera de cedro atribuida a Juan de la Huerta, de apenas 38 centímetros de talla y ubicada a la izquierda del monumental conjunto escultórico central-. Ventura Rodríguez, su autor, la ejecutó con la idea de conferirle independencia estilística y funcional dentro del conjunto del templo, dotándola de sacristía y coro propios y abundando en su decoración, donde trabajaron los escultores Carlos Salas, Manuel Alvarez de la Peña y José Ramírez de Arellano. así como el pintor Antonio González Velázquez, autor de los frescos de la cúpula. En torno a la Santa Capilla están dispuestas en ofrenda las banderas de los países hispanoamericanos -recordemos que la Virgen del Pilar es la Patrona de la Hispanidad-. En la cara exterior de uno de los pilares de esta

LA CIUDAD DE ZARAGOZA / 83 Santa Capilla, concretamente el que enfrenta la capilla de San Pedro Arbués, contemplaréis una curiosa lápida que anuncia la concesión a la pilanca del grado de "Capitana General del Ejército Español", fechada en 1909. Y en otro de estos pilares, frente a la Sala Capitular, están expuestas dos de las tres bombas que la aviación republicana lanzó sobre la basílica -en un gesto que no la honra precisamente- el día 3 de agosto de 1936; la tradición popular quiere creer que los artefactos no estallaron por la intervención divina, pero es de suponer que antes de ser colgados se procediese a su desactivación, por si la intervención divina era sólo eventual... Dos tradiciones piadosas hondamente arraigadas entre los zaragozanos tienen la Santa Capilla por escenario. Una de ellas es el paso de los niños por el manto de la Virgen: se alza al infante hasta la imagen, persiguiendo su bendición divina. Otra es el ósculo al Pilar -y en realidad no es un pilar, sino una columna- sobre el que se apareció la Virgen y que ha permanecido en el mismo lugar desde aquella legendaria madrugada -así lo afirman-. Un fragmento de la columna puede verse y besarse a través de un pequeño ventanuco, que se abre a espaldas de la capilla. Y por cierto: llama poderosamente la atención a creyentes y escépticos la profunda devoción que los zaragozanos profesan a su Virgen. Gentes de todas las edades, sexo y condición acuden con frecuencia a depositar su beso sobre tan peculiar objeto de culto. En el flanco opuesto a la Santa Capilla se yergue el monumental Coro Mayor, rodeado por una reja de oro macizo original de Juan Tomás Celma (1573). Esteban de Obray, Juan de Moreto y Nicolás Lobato labraron su magnífica sillería, joya del Renacimiento español, entre 1544 y 1546; emplearon para ello el mejor roble de Flandes. Los relieves de la sillería representan escenas de los dos Testamentos, de la vida de la Virgen y de los santos e incluso escenas históricas referentes al pasado de la Iglesia aragonesa -aunque no las distinguiréis desde la lejanía impuesta por la reja-. Las tallas del órgano las debemos a Juan de Moreto y Esteban Ropic, que realizaron el encargo entre 1529 y 1530.

84 / ARAGÓN En el exterior del coro hallaremos una lápida escrita en lengua latina, que celebra el triunfo fascista de 1936. Adherencias extrañas e indeseables como ésta destrozan el encanto de un monumento. A medio camino entre la Santa Capilla y el Coro Mayor encontraremos el Altar Mayor úe la basílica, con su correspondiente retablo de alabastro que tallase Damián Forment. Retablo con vocación arquitectónica, en el cual los contornos de formas góticas enmarcan la abigarrada profusión de episodios sacros. Una delicia para los amantes de la escultura, también para aquellos trotamundos que tengan tiempo y ganas de escudriñar las escenas esculpidas para averiguar su sentido; a unos y otros sorprenderán sus proporciones ciclópeas. Sobre el Altar Mayor y acrecentando la grandiosidad del conjunto contemplaréis la cúpula central de la basílica, decorada al fresco a partir de los bocetos de Bernardino Montañés y Marcelino de Unceta. Si el tiempo y el empacho de monumentos lo permiten, cabe también detenerse ante las capillas de Santiago -con baldaquino barroco- y de San Juan Bautista, el Coreto (coro de la Virgen) y la Sacristía de la Virgen. En la Sacristía Mayor, hoy museo, puede contemplarse un estimable conjunto de arte religioso: pinturas y esculturas de tema sacro de los siglos XVI, XVII y XVIII, artesanía mudejar, platería, custodias e imágenes procesionales y no podía faltar un ápice de fetichismo: las reliquias de los brazos de San Braulio y San Valero, patrón de Zaragoza. Más interesante -o cuando menos más entretenido- resulta el Museo Pilarista, también dentro del recinto de la basílica, que fue inaugurado en 1977. Allí se muestran la maqueta original de la Santa Capilla, diseñada por Ventura Rodríguez; el reloj de plata que el torero Cuchares ofrendó a la Virgen en 1839; el Libro de Horas de la reina Santa Isabel de Portugal (siglo XIII); el cuerno de guerra de Gastón de Bearn; los cálices de San Juan de la Cruz y del dialogante papa Juan XXIII; una carta autógrafa de Santa Teresa de Jesús; dos bocetos de Goya para frescos de la basílica; joyas donadas por la Familia Real española (¿para qué querrá joyas la Virgen?) y otras muchas piezas curiosas.

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JUNTO AL PILAR Muy cerca de la basílica, cerrando el flanco occidental de la Plaza del Pilar y reafirmando el conjunto monumental del enclave, está la iglesia de San Juan de los Pañetes, de estilo barroco y erigida sobre los cimientos del alcázar árabe: de éste subsiste el remodelado Torreón de la Zuda, actual oficina de turismo. Frente al torreón se conserva un lienzo de la muralla romana, víctima de los desaprensivos y modelnos urbanistas contemporáneos que la han enmarcado en horribles portales de hormigón. Y vecino a las murallas vemos el Mercado de Lanuza, construcción de estilo modernista que realizase en piedra y hierro Félix Navarro entre 1901 y 1903. Al lado opuesto de la basílica encontraremos la Lonja del siglo XVI, edificio de estilo renacentista donde los mercaderes mayoristas exponían y negociaban su género. Edificada entre 1541 y 1551, en ella laboraron el arquitecto municipal Juan de Sariñena y el cantero Juan de Segura, autor de las columnas interiores. La construyeron en ladrillo, como es típico entre las edificaciones aragonesas de la época, siendo rectangular su planta. Si bien el exterior es sobrio en exceso y poco atractivo, pjes confiere al curioso cierta impresión de pesadez, podemos destacar la elegancia de sus adentros surcados por ocho columnas de proporciones esbeltas y capiteles labrados, que soportan bóvedas nervadas de orden gótico. Este espacio público, perdido ya su carácter comercial, ha sido recuperado para la ciudad como sala de exposiciones. Próxima a la Plaza del Pilar encontramos la calle de San Braulio. En ella se yergue la modesta (de aspecto) sede del PSOE, exenta de interés artístico pero dotada de indudable valor testimonial. Los impactos de huevazos rellenos de pintura se perpetúan sobre la adusta fachada, para dejar constancia a las generaciones venideras de la magnífica gestión gubernamental que el partido socialista (sic) ha venido ejerciendo en este país desde el año 1982.

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LA SEO Los antiguos jardincillos de su plaza -prácticamente anexa a la del Pilar- han sido destruidos; dicho así, sin paliativos. La reforma de este espacio ciudadano erigió en lugar de aquellos una suerte de gran bloque -con dos tramos: uno inferior vidriado, el superior metálico- sobre el nuevo piso de losas, que con su gran volumen aborta toda perspectiva del conjunto catedralicio desde el frente sur de la Plaza del Pilar. El resultado es notoriamente más pobre que el de la plaza hermana. Durante los últimos meses se ha procedido a restaurar los exteriores del templo. La fachada neoclásica presenta un albor agresivo e impropio de un templo antiguo y venerable (se asemeja a la cara empolvada de un mimo). Otro cantar es la restauración del muro exterior de cerámica polícroma de la capilla de San Miguel, la parroquieta, que enfrenta el palacio episcopal: la magnífica ornamentación mudéjar ha recobrado su esplendor original y cabe observar con nitidez la yuxtaposición de estilos (románico, gótico y mudéjar) que conforman la esencia arquitectónica de esta catedral zaragozana. La Catedral del Salvador -abreviando: La Seo- se erige sobre la antigua mezquita mayor de Saraqustat. La estructura del edificio es típicamente gótica: tres naves de tres tramos -cada una de las cuales concluía en un ábside semicircular- con crucero y claustro. Las sucesivas reformas y adherencias modificaron parcialmente el diseño original e impiden contemplar partes del mismo que subsistieron a las posteriores innovaciones. El conjunto es de proporciones mucho menores a la grandilocuente Basílica del Pilar, aun siendo mayor su riqueza -basada en la heterogeneidad- estilística. Del exterior resalta la torre barroca de ladrillo, con su remate bulboso, construida entre 1686 y 1704 según proyecto del arquitecto italiano Juan Bautista Contini También posee un cimborrio mudéjar de planta octogonal, que aloja en su interior una impresionante bóveda de crucería. Las cinco naves del templo conforman un recinto cuadrangular, sostenido por robustos contrafuertes románicos y pilares góticos. Lo corona una sobria bóveda de crucería, con

LA CIUDAD DE ZARAGOZA / 87 claves de madera labrada en las intersecciones de sus nervios. El Retablo Mayor es un impresionante conjunto de alabastro labrado en proporciones mastodónticas, cuya realización compartieron los escultores Pere Johan y Hans Piet d'Anso (siglo XV). Y no menos admirable resulta el artesonado mudejar de la capilla de San Miguel, caracterizado por sus sutiles relieves geométricos; en el mismo recinto podréis contemplar el sepulcro del arzobispo don Lope Fernández de Luna -que costeó los gastos de construcción de esta capilla-, original del catalán Pere Moragues. En el centro de la nave principal topamos con el coro catedralicio. La sobriedad de su sillería doselada contrasta con la profusión ornamental del coro del Pilar. Fue construido entre 1445 y 1447 por encargo del arzobispo Dalmau de Mur. La reja de bronce que lo clausura es posterior, en tanto que forjada por Juan Ramírez e! año 1721. Los contrafuertes del muro perimetral sirven de marco para albergar buen número de capillas, destacándose entre ellas las dedicadas a San Bernardo -con tres conjuntos escultóricos de estilo plateresco- y San Valero -en La Seo se guarda la reliquia de su cráneo, que recibiera Zaragoza en enero de 1171 procedente de la oscense Roda de Isábena-. La Sacristía Mayor hace las veces de museo catedralicio. Contiene objetos de culto y piadosos. Para más de uno puede resultar morbosa la contemplación de las reliquias de los brazos de San Valero, San Pedro Arbués, San Agustín y San Raimundo y del cráneo de Santo Dominguito de Val; si estos objetos no son de vuestro agrado, otra opinión tendréis de la gigantesca custodia procesional -dos metros de altura, 218 kilos de peso en pura plata- cuyas aceradas formas góticas labró Lamaisón entre 1537 y 1541. Igualmente se guardan en este museo otras piezas escultóricas y pictóricas más que meritorias. Para quienes provengan del ramo del textil y curiosos en general aún no ahitos de visita, se recomienda una inspección al Museo de Tapices, con piezas de los siglos XV a XVIII. A juicio de los entendidos, una de las más importantes colecciones mundiales de este género.

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JUNTO A LA SEO La prolongación de la calle de Don Jaime I sobre las aguas del Ebro no es otra que el afamado Puente de Piedra, cuya construcción se atribuye errónea y tradicionalmente a la ingeniería romana. En el lado opuesto a la Plaza de La Seo, bordeando el ábside y la sacristía, hallaréis el arco del Deán, del siglo XIII; su ojiva soporta un corredor con ventanales mudejares. Se trata de una de las mejores piezas del llamado barrio gótico zaragozano, felizmente rescatado de la ruina en que se encontraba. El nuevo proyecto urbanístico de regeneración del casco viejo de Zaragoza, al cual nos hemos referido con asiduidad, ofrece otro de sus ejemplos en el Nuevo Barrio de San Bruno, ubicado frente al ábside de La Seo: un conjunto de 150 viviendas sociales de alquiler, en cuyo subsuelo se han rescatado significativos yacimientos de la ciudad romana que pueden ser contemplados -a través de cristalera- por los trotamundos que se acerquen al lugar. Varios bloques de ladrillo rojo pretenden emular las formas tradicionales de la vivienda zaragozana de épocas pasadas; la torre del reloj que preside el conjunto es un lejano calco de los torreones mudejares de planta cuadrada del Bajo Aragón. Con independencia del valor social de la obra, el resultado urbanístico -especialmente por su vecindad con La Seo- es más bien dudoso. IGLESIA DE SAN PABLO Preside y da nombre al barrio donde se asienta, y por su antigüedad y valor artístico ha sido considerada la tercera catedral zaragozana. Demolida en 1284 la primitiva ermita románica, se erigió el primer templo que constaba de una sola nave guarnecida por contrafuertes, ábside poligonal, capillas perimetrales y campanario. En el siglo XV las capillas desaparecieron con la contrucción de las dos naves laterales, comunicadas por sus cabeceras y pies. Las capillas actuales datan de los siglos XVI a XVIII.

LA CIUDAD DE ZARAGOZA / 89 Elementos arquitectónicos del gótico y del mudéjar se alean en este templo. A destacar la preciosa torre mudéjar de siete pisos y remate acerado (aunque posterior, del siglo pasado); tiene planta octogonal, fue construida en ladrillo y su ornamentación se basa en motivos geométricos (concretamente, friso de rombos). En el interior sobresalen el retablo mayor que naciese del cincel de Damián Forment (siglo XVI), con escenas de la vida de San Pablo y de la Pasión de Cristo; y el coro, al pie de la nave central, cuyas esculturas (labradas por Tomás Mesa) dorase José Goya, padre del genial pintor.

OTROS TEMPLOS MUDEJARES En las iglesias de San Gil Abad (Don Jaime I, 15), Santa María Magdalena (Plaza de Santa María Magdalena) y San Miguel de los Navarros (San Miguel, 52) os esperan tres magníficos ejemplos de torres mudejares de planta cuadrada, profusamente ornamentadas; la torre de la parroquia de Santa María Magdalena conserva su remate almenado original. Igualmente recomendable es la visita al claustro de San Miguel.

PALACIO DE LA ALJAFERIA Los zaragozanos pueden vanagloriarse de poseer en su ciudad una de las principales joyas de la arquitectura musulmana en España, como es el castillo-palacio de La Aljafería. AlYafariyya fue su nombre original y lo hizo construir para su asueto y protección Al-Muqtadir, soberano de la taifa de Saraqustat. Los posteriores soberanos cristianos ampliaron en sucesivas ocasiones la fábrica original, no siempre con acierto y buen gusto. Los Reyes Católicos pretendieron rivalizar con su esplendor infiel construyéndose su propio palacio dentro del recinto de la fortaleza, para mofa de las generaciones venideras que no admiten parangón entre la belleza de la Aljafería árabe y su hermanastra cristiana -algo similar ocurre con el palacio de

90/ARAGÓN Carlos V en la Alhambra granadina, una choza en comparación con la magnificencia y sensualidad de la arquitectura nazarí-. En épocas más recientes fue empleada como cuartel -con el subsiguiente desastre para su riqueza artística- y actualmente alberga el Parlamento aragonés -nos ahorramos el chiste-. Contemplaréis el soberbio exterior amurallado, sobre el que en su momento se efectuó buena restauración. De los dieciséis torreones semicirculares de alabastro que sobresalían del muro, apenas se conserva el basamento: hoy podemos observar la fiel reproducción de los mismos en sillares de piedra caliza. Entre dos de estos torreones se abre la puerta de herradura que da acceso al recinto interior. Fijáos en la gran torre de planta rectangular que sobresale sobre el resto de elevaciones de la muralla: es la torre del trovador, donde según la leyenda sufrió prisión el poeta Manrique de Lara: su desgraciada peripecia inspiraría el drama de García Gutiérrez y la celebérrima ópera verdiana "II trovatore". El hoy llamado Patio de Santa Isabel constituía el centro neurálgico del palacio musulmán. El corazón de su rectángulo lo ocupaba un estanque -que la imaginación presume de refinada sensualidad oriental, enchido de nenúfares y plantas aromáticasy a sus lados se abrían distintas estancias porticadas. Esta pieza fue en su momento expoliada, pues los arcos originales se guardan hoy en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid y en el Museo de Zaragoza. Interesa sobremanera la mezquita del palacio taifal, cuyo mihrab(e\ equivalente al presbiterio cristiano) encaminaba hacia La Meca las oraciones de los fieles. Observamos su planta octogonal, dominada por dos arcos de herradura; los que lean árabe podrán recitar los textos coránicos labrados en sus muros, que a los ojos del profano de confunden con los motivos ornamentales geométricos contiguos. La presencia aislada de figuras zoomórficas es una peculiaridad exclusiva del arte hispanomusulmán, también presente en la Alhambra granadina -el Corán prohibe expresamente la reproducción de figuras animales o humanas so pretexto de no caer en idolatría-. Los materiales básicos empleados en la construcción de la mezquita palaciega fueron alabastro, mármol y estuco.

LA CIUDAD DE ZARAGOZA / 91 Del palacio de Isabel y Fernando sobresale el amplio salón del trono, en cuyo solado vertieron los ceramistas de Muel toda su maestría; sobre los arcos conopiales de la galería -tan característicos del gótico tardío- se alza el suntuoso artesonado lacado en oro, donde resaltan el escudo de la Corona castellano aragonesa y el yugo y las flechas de los Reyes Católicos. Una inscripción laudatoria bordea el perímetro del salón -a modo de zócalo elevado- y encomia con palabras latinas a quien Maquiavelo consideró espejo de príncipes y a su egregia esposa: "Fernando, rey de las Españas, Sicilia, Córcega y Baleares, el mejor de los príncipes, prudente, valeroso, piadoso, constante, justo, feliz, e Isabel, reina sobre toda mujer por la piedad y grandeza de espíritu, insigenes esposos victoriosísimos con la ayuda de Cristo, después de liberar Andalucía de tos moros, expulsado el antiguo y fiero enemigo, cuidaron de hacer construir esta obra, en el año de la Salvación de 1492." ¿Cuántos de estos piropos dedicaríamos hoy a los promotores de la Ley de Extranjería?.

CARTUJA DE AULA DEI Está emplazada en el barrio de Montañana, en la zona del Arrabal. Si por esas contingencias de la naturaleza habéis nacido hembras y a pesar de encontrarnos en los prolegómenos del siglo XXI, la regla monástica os impedirá traspasar los muros exteriores de la Cartuja, vigilados por severos torreones que le confieren aspecto de fortaleza. Como si la tentación, que tan buenas pértigas blande, viese frenados sus ímpetus por esta especie de cilicio que separa el rigor conventual de las asechanzas del siglo... Se debe su fundación al arzobispo de Zaragoza don Hernando de Aragón, nieto que fue de los Reyes Católicos. Una vez atravesado el umbral accedemos a un patio en torno al cual están dispuestas las dependencias interiores visitables: iglesia, procura y hospedería. La iglesia es sencilla, aunque amplia; consta de una sola nave y crucero. Del portal barroco fue autor Manuel Rodríguez de Arellano, zaragozano, quien también se

92 / ARAGÓN encargó del retablo mayor con motivos marianos. La bóveda de crucería, huérfana de columnas, asienta sus nervios estrellados sobre pechinas en forma de escudo; el encalado superior inunda de luminosidad los interiores del templo. Observad la disposición de la sillería, paralela a los muros laterales, donde toman asiento los monjes en las distintas momentos de oración que jalonan la vida cotidiana de esta escrupulosa orden religiosa. Goya pintó varios óleos para la Cartuja de Aula Dei, el año 1774. Cuatro de estas obras se perdieron tras la desamortización; prendidos de los muros de la iglesia conventual podréis admirar siete piezas originales del genial artista aragonés, que representan escenas de la vida de la Virgen.

OTROS MONUMENTOS DE INTERÉS Iglesia de Santa Engracia (Plaza de Santa Engracia). La portada renacentista fue labrada en alabastro por Gil Mohanes (siglo XVI): su composición semeja un retablo, con nichos y bajorelieves, y el arco de medio punto con arquivollas esculpidas nos retrotrae a las formas románicas. El interior del templo, fruto de la recontrucción de 1899 -la iglesia había sido bombardeada por los franceses durante los Sitios y más tarde ocupada por un cuartel- no tiene gran interés. En la cripta se conservan las reliquias de los mártires zaragozanos del siglo IV -entre ellos Santa Engracia, San Lamberto y San Lupercio-, guardados en dos preciosos -y macizos- sarcófagos paleocristianos con relieves alusivos a sus huéspedes. Iglesia de la Mantería (Plaza de San Roque). Barroca y construida en ladrillo, de interior suntuoso, decorado con frescos del pintor Claudio Coello. Iglesia de San Carlos Borromeo (Plaza de San Carlos). Encierra un delirio de imágenes, escorzos, volutas, oropeles, columnas salomónicas... todo ello tremendamente abigarrado. La vista se extravía entre tanta sinuosidad. Una barroquísima exageración, pero sin duda bella y de trabajosa factura. Patio de la Infanta. Perteneció al desaparecido Palacio de los Zaporta, derribado en 1904. Actualmente se encuentra

LA CIUDAD DE ZARAGOZA / 93 reconstruido en el interior del enorme bloque de la Caja de Ahorros de Zaragoza, Aragón y Rioja -de por sí horrible- de la Plaza del Paraíso. El patio en cuestión tiene forma rectangular, flanqueado por ocho columnas con esculturas antropomórficas que sostienen un dintel profusamente labrado; sobre el dintel se yergue una galería de arcos de medio punto, a la usanza renacentista. Palacio de los Luna (Coso, 1). Actual Audiencia Territorial. Lo caracterizan dos gigantes esculpidos a ambos lados de su portada (Hércules y Teseo). Fue construido con piedra y ladrillo, siguiendo los cánones renacentistas.

LOS MUSEOS DE ZARAGOZA Museo Pablo Gargallo El escultor Pablo Gargallo (Maella, 1881-Reus, 1934), tras formarse en los cánones academicistas al uso, tomó contacto en París con los movimientos artísticos de vanguardia; allí intimaría con Picasso, Miró, Francis Picabea, Gris. De regreso a España establece su residencia en Barcelona, siendo de su autoría los decorados interiores del Palau de la Música Catalana. La impronta de Picasso, Braque y Leger queda patente en su obra; pero consiguió trascender los marcos estéticos del cubismo para adentrarse en el estudio de los volúmenes a partir de formas y espacios huecos. Artista comprometido, la dictadura del general Primo de Rivera -individuo ramplón donde los haya habido- lo condenó al ostracismo por sus ideas republicanas, retirándolo de sus ocupaciones docentes: por este motivo regresa a París, el año 1924, hasta ser públicamente rehabilitado por la República Española. De entre su producción escultórica -una de las más innovadoras y valiosas expresiones artísticas de esta centuria en España- destacaríamos: La muchacha de Caspe (1919), El virtuoso (1920), Buey vasco (1930), Bailarina española (1931) y El profeta (1933). El legado artístico y documental de este genial aragonés (esculturas originales, dibujos, cartones, material fotográfico y

94 / ARAGÓN biográfico) se conserva en el antiguo Palacio de los Condes de Argillo, sito en la Plaza de San Felipe. El edificio es de estilo barroco (data del siglo XVII), fue construido en ladrillo y lo corona una amplia barbacana, típicamente aragonesa. Su restauración se encargó al arquitecto Ángel Peropadre. Además de guardar tan valioso patrimonio, el museo (inaugurado en 1985) ha creado un importante centro de documentación sobre arte contemporáneo y alberga frecuentes exposiciones. En la misma plaza y como complemento a la incursión museística, podréis contemplar otra joya del mudejar zaragozano: el Torreón de Fortea, de maciza planta rectangular. Museo de Zaragoza Muy cerca del Paseo de la Independencia, en la Plaza de los Sitios. Ocupa el edificio construido para albergar la Exposición Hispano-Francesa de 1908, fábrica de ladrillo cargada de motivos historicistas -según la moda de aquellos días- que nos recuerdan la altivez señorial de los palacios renacentistas. Recorrer sus salas supone el repaso de la historia aragonesa. Ofrece a los ojos del curioso restos de utensilios y herramientas prehistóricas; esculturas , mosaicos, lápidas y restos arquitectónicos (capiteles, columnas) de la época romana; arcos de herradura procedentes del palacio de la Aljafería y monedas taifales; tablas góticas y cuadros de la época barroca (entre estos últimos destacan las pinturas de Claudio Coello); varios lienzos firmados por Goya (retratos y escenas de tema piadoso, además de un documento autógrafo del pintor de Fuendetodos) y parte de su obra gráfica se exhiben en sus salas 20 y 21; Durero, Vicente López, Fortuny, Rusiñol, Piranesi, Zuloaga y Sorolla tienen también su rincón. Un conjunto, en suma, de incuestionable riqueza y amenidad que ningún trotamundos aficionado a las Bellas Artes debe excluir de su periplo. Museo Etnológico Tan diminuto como coqueto. Lo conforman dos edificaciones que reproducen el tipo de vivienda rústica del valle de Ansó

LA CIUDAD DE ZARAGOZA / 95 (Huesca) y de la serranía de Albarracín (Teruel), ubicadas a la entrada del Parque de Primo de Rivera -la vecindad del tráfico y sus rugidos desfigura en buena medida la veracidad del conjunto: este parque feraz posee rincones mucho más adecuados para el emplazamiento de un museo de tales características, genéricamente asociado a la lejanía del mundanal ruido. Ambas están bordeadas por un firme de cantos rodados a imitación de su medio tradicional y se ha respetado la distribución interna de sus estancias. Acercaos a curiosear las colecciones de trajes y menaje doméstico guardadas en el interior de estas graciosas construcciones. Museo Camón Aznar José Camón Aznar (Zaragoza, 1898-Madrid, 1979) es una de las grandes personalidades de la cultura aragonesa de este siglo. Estudioso del arte, literato y ensayista, miembro de las Academias de la Historia, Bellas Artes y Ciencias Políticas y Morales, fue director del madrileño Museo Lázaro Galdeano. Su afición coleccionista le llevó a formar una valiosa muestra de obras de arte que legaría a su ciudad natal. Para acoger tal donación, Ibercaja adquirió y restauró el precioso palacio renacentista sito en la calle Espoz y Mina, 23. El edificio data del siglo XVI; bajo su alero exterior presenta una elegante galería con arcos conopíales, siendo tal vez su patio interior de planta cuadrada y antepechos profusamente esculpidos la pieza arquitectónica más valiosa del conjunto. Durante la visita al museo contemplaremos la variada colección de pintura y escultura que abarca desde la Edad Media hasta nuestros días, con la presencia de no pocas figuras señeras del arte universal (El Greco, Zurbarán, Velázquez, Van Dyck, Goya, Pisarro ).

FIESTAS EN ZARAGOZA Fiestas del Pilar, en el mes de octubre (el día 12 es la festividad de la pilaricá). La ciudad se desborda para honor de su

96 / ARAGÓN patrona. El Ayuntamiento organiza distintos actos culturales, musicales y artísticos, los gigantes y cabezudos que inmortalizase la zarzuela así intitulada ocupan las calles del casco viejo zaragozano para algarabía de jóvenes y mayores. Pero nada puede emular las tres citas tradicionales de estos festejos: la Ofrenda Floral a la Virgen del día 12 (la fachada principal de la basílica queda materialmente tapiada por una montaña de ramos de la más variada procedencia), la Ofrenda de Frutos de la tierra y el Rosario de Cristal (ambos el día 13). Cada año por estas fechas se celebra un afamado concurso de jotas, al cual concurren grupos y solistas de todo Aragón. Y todo generosamente regado en vino del país. Fiestas de San Valero. Este venerable varón comparte con la Virgen del Pilar el patronazgo de la ciudad. Su festividad se celebra el 29 de enero, fecha en que las familias se reúnen para degustar un tradicional roscón. Cincomarzada: Una fiesta cívica felizmente recuperada. La efemérides recuerda la defensa de Zaragoza contra el asalto carlista de 1836; tiene carácter primordialmente institucional y cultural. Semana Santa. Zaragoza se suma a la rica tradición sacra de estas fiestas con la Procesión General del Santo Entierro: las distintas cofradías de la ciudad representan un Via Crucis que comprende todos los episodios de la Pasión, desde la entrada de Cristo en Jerusalén hasta su descenso de la cruz y posterior postración en la "cama" sobre la cual se le conduce al sepulcro. Las distintas escenas se reproducen con pasos antiguos y con otros de reciente factura (del siglo XV a nuestros días).

PARA ENGROSAR VUESTRA MALETA Mercado de Lanuza Una delicia para el gastrónomo. La calidad de la oferta es superior a la que puede adquirirse en los mercados de otras grandes ciudades, y los precios son sensiblemente inferiores (sobre todo por lo que respecta a las verduras, carnes de cerdo y cordero y embutidos).

LA CIUDAD DE ZARAGOZA / 97 F. Rayo, escultor. Madre Sacramento, 59. Para pasar a la posteridad. Esculpe tu busto en cualquier tamaño. Pero en vez de maleta necesitarás un baúl. Salchichería Krutz Madre Sacramento, 34. Si vienes del tren y traes hambre, podrás comprar aquí suculentos embutidos alemanes. Siso. Se precia de ser la tienda más antigua de Zaragoza. Famosas son sus alpargatas. Almacenes Gay En la calle Alfonso, para todas las tendencias a la hora del vestir. Otros grandes almacenes, de género variado, son Galerías Preciados y C&A (ambos en el Paseo de la Independencia) y El Corte Inglés, que preside la esquina entre el Paseo de Sagasta y el Paseo de las Damas. El Tingladillo. Cortes de Aragón, 53. Atuendo y accesorios para el amante de la estética heavy El Mañico. Calle Alfonso, frente a Gay. Típica tienda de recuerdos del casco antiguo zaragozano. En su poblado escaparate resaltan los adoquines y las figuras del popular maño, individuo típico aragonés con su faja y cachirulo (pañuelo a cuadros, generalmente rojo con franjas negras, anudado a su cabeza). Otros establecimientos del mismo género y cercanos son La Española (en la Plaza de Sas y renombrada por su oferta de frutas confitadas de Aragón), El Maño (en la calle Alfonso, poco antes de que ésta desemboque en la Plaza del Pilar; un muñeco con trazas de cazurro nos asalta desde su escaparate con esta juiciosa sentencia: "Más enseña la necesidad que la universidad') y El Torico (calle Don Jaime, 46: además de un amplio surtido en frutas confitadas, dulces y souvenirs, vende vinos selectos de Aragón y piezas de alfarería de Muel y Teruel). Capitán Tappioca. Ossau, 9. Aventuras para pijos: luparegla-brújula, pasamontañas, botiquines, filtros y otros complicados artilugios al estilo del inspector Gadget, made in Gran Bretaña, China, Suiza y España. Luces de Bohemia. En la esquina de Ossau y Méndez Núñez. Una preciosa librería de viejo, cuyo escaparate expone grabados antiguos de tema religioso. Inocencio Ruiz Cinco de Marzo, 9. Muy concurrida por los bibliómanos zaragozanos, esta librería de ocasión sorprende frecuentemente con su olería de incunables.

98 / ARAGÓN Librería General, en el Paseo de la Independencia. Un océano de libros para naufragar gozosamente entre sus páginas. En sus cuatro plantas hallaréis ese título que andáis buscando. Ambigú. Gran Vía, 11 (frente a la antigua Facultad de Medicina). Regalos de artesanía, modelados, cerámica, maquetas Un establecimiento curioso y caro, donde también se realizan exposiciones. Centro Independencia. A estas galerías comerciales, sitas en el Paseo del mismo nombre, se las conoce popularmente como "el caracol". Galerías de arte, zapaterías, boutiques y negocios de hostelería se apiñan en sus pasillos. Chocolate, en la calle General Sueiro, os ofrece moda de diseño. Galería Miguel Marcos. Ciprés, s/n. La galería zaragozana con más peso en el mercado del arte. Asidua de diferentes muestras nacionales e internacionales, ha expuesto la obra de los principales artistas aragoneses de los últimos quince años (Broto, Víctor Mira, Santiago Arranz). Las mañanas de los días festivos se forman mercadillos callejeros en varios enclaves de la ciudad. Para comprar utensilios varios, ropa y trastos insólitos, acudid al rastro del barrio de la Romareda, junto al campo de fútbol del Real Zaragoza. Si os pasáis por la Plaza de San Felipe, numerosos lienzos de pintores aficionados llamarán vuestra atención. Amantes de la cerámica, visitad la Plaza de San Felipe. En la Plaza de San Francisco se exponen y venden sellos, monedas y minerales. Por si en el futuro pensáis complementar esta visita trotamundística a Zaragoza con el viaje de negocios, la Feria de Muestrasos ofrece un variopinto programa anual de certámenes nacionales e internacionales de maquinaria agrícola e industrial, robótica, decoración, automóvil, telecomunicaciones, infancia y juventud, etc. Las antiguas dependencias de la Feria se alzan en la Glorieta del Emperador Carlos V (actual Cámara de Comercio) y las caracteriza su torre de formas lejanamente neomudéjares. El nuevo recinto ferial, más moderno y capaz, se inauguraba el año 1985 en el km. 311 de la N-ll.

LAS CINCO VILLAS

En el extremo conopial y más norteño de la provincia de Zaragoza, fronterizas entre Navarra y Huesca, el viajero trabará las llamadas Cinco Villas. Comarca nimbada por el tridente del río Arba y sus afluentes (Riguel, Arba de Luesia, Farasdués y Arba de Biel), en ella se besan el llano de las esteparias Bárdenas con las estribaciones prepirenaicas de las sierras de Biel, Luesia, Santo Domingo y Leyre. Vascones y suessetanos parece que se repartieron su territorio en la noche de los tiempos: el historiador romano Tito Livio hace mención del secular odio que los suessetanos profesaban a sus vecinos del norte, los jacetanos; y del pueblo vascón se conserva el nombre de su capital, Segia, identificada con la actual Ejea. La romanización intensiva de esta feraz comarca cerealística se verifica entre los siglos II y IV de nuestra era: la calzada que unía Caesaraugusta con Pompaelo (Pamplona) la atravesaba de sur a noroeste y en los márgenes del Arbas surgieron las villae, explotaciones agrícolas de cariz latifundista cuya producción era transportada por las aguas del Ebro hasta los puertos mediterráneos de la Tarraconense. Moros y cristianos supieron apreciar también la riqueza de esta tierra y su importancia estratégica. El paso de las sucesivas culturas ha sembrado las Cinco Villas de inapreciables tesoros artísticos y de lugares y conjuntos de añeja belleza, que recatadamente aguardan la visita de nuestros trotamundos. El núcleo histórico y demográfico de las Cinco Villas lo integran las poblaciones de Tauste (su avanzadilla, junto a la confluencia del Ebro y el Arbas), Ejea de los Caballeros (capital económica de la comarca), Sedaba (importante por los hallazgos arqueológicos de su entorno), Uncastillo y Sos del Rey Católico (ambos imponentes conjuntos urbanos medievales). Castejón de Valdejasa, Erla y Luna son asimismo lugares de interés para el viajero.

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TAUSTE Tausle, estribación sureña de las Cinco Villas, es en la actualidad una población eminentemente agrícola y de aspecto próspero. Prueba de su pujanza económica es la Feria del Ganado y Maquinaria Agrícola que con carácter anual se celebra en la villa desde el año 1988. Se recomienda la visita a la iglesia parroquial de Santa María, comenzada a construir a principios del siglo XIII. Se modificó la fábrica en los siglos XVI, XVII y XVIII, hasta conferírsele el actual aspecto mudejar. En consonancia con su estilo arqitectónico, se empleó el ladrillo para la erección de este templo de nave única rematada por un campanario octogonal orlado con motivos geométricos. Del interior cabe destacar el retablo mayor plateresco que labrasen en el siglo XVI Gil Morlanes y Gabriel Yoli, y la capilla de la Virgen de Sancho Abarca, ligada a la historia del que fuera rey de Navarra. La grandilocuencia barroca de la capilla oculta la nuda beldad que caracteriza la talla gótica de su patrona. Fiestas populares El 21 de abril se celebra la festividad de la Virgen de Sancho Abarca. Esta efemérides tiene interés por la representación del tradicional dance de Tauste, que los actores ejecutan blandiendo palos. Coronas de flores y torres humanas (cuatro hombres con un niño encaramado en lo alto, que lejanamente recuerdan los castellers catalanes) son elementos complementarios de este dance. Yacer y yantar Para dormir y comer a buen precio dirigios a Hostal Casa Pepe (c/San Francisco, ns4), en pleno centro del pueblo. Allí se degustan buenas judías de la tierra y otros platos regionales (principalmente carnes y caza menor). También es recomendable para comer La Taberna de Calatro (San Jorge, 18). Por

LAS CINCO VILLAS/101 cierto: para quienes seáis aficionados al buen pan, huelga alabar la calidad del que se come en esta tierra hirsuta de trigales. Para tomar una copa Capicúa. Av. Constitución, 81. Música bailona hasta bien entrada la madrugada. Reserva cinegética Cerca de Tauste y en dirección a la provincia de Huesca, no dejéis de visitar la Reserva de caza de los Montes de Castejón, macizo cubierto por bosques de pino carrasco que delimita los confines del secarral trigueño. Los jabalíes y gatos monteses campan a sus anchas por las anfractuosidades del terreno, cediendo el dominio del cielo a las numerosas colonias de aves rapaces que anidan en los riscos.

EJEA DE LOS CABALLEROS La vieja Segia vascona, capital por derecho propio de las Cinco Villas y cabeza de su partido judicial, ronda hoy los dieciseis mil habitantes. Setia romana, Exea musulmana, su actual denominación fehicita el abolengo de quienes la repoblaron tras su conquista por el rey Alfonso I el Batallador, allá por el año 1105. De 1110 data su Fuero particular, que la convertiría en cabeza de merindad y suprajuntería. Del peso político de esta villa en el seno de la Corona aragonesa nos habla su elección como sede de las Cortes de 1265, entre cuyas resoluciones se incluiría el sistema de elección del Justicia de Aragón. Y prueba de su vitalidad cultural en el Medievo sería la fundación de la Escuela de Gramática y Dialéctica donde se impartieron los fundamentos teóricos del ecolasticismo. Rodeada de murallas hasta el siglo XVIII, brillaría en esa centuria el torero Martincho hijo de esta villa a quien Goya inmortalizase realizando el salto de la garrocha. El ariete del desarrollo urbano y demográfico demolió las antiguas fortificado-

102 /ZARAGOZA nesconstrictoras y del antiguo esplendor subsiste hoy la ingente actividad económica (ligada al sector agrícola y fuertemente estimulada a partir de 1959 con la inauguración del Canal de las Bardenas) e importantes construcciones medievales cuya visita no debe omitir el trotamundos. Alojamientos Hotel Cinco Villas***. Paseo del Muro, 10. TI. 660300. moderno y bien acondicionado, los precios son aceptables dados los servicios que dispensa. Hostal Aragón*. Media Villa, 21. Tf. 253462. Como su categoría indica, más barato que el anterior (no representa ningún problema para un bolsillo medio). Bien equipado, cuenta incluso con una pequeña sala de convenciones (por si pensáis celebrar algún evento grupal). Para hacer noche a precios reducidos (alrededor de 1500 ptas. por persona la habitación con lavabo) dirigios a las fondas Goya (Pza. Goya, 2), Los Navarros (Mediavilla, 12), Ana (Coso, 9) y Las Cuatro Esquinas (Salvador, 4). La parvedad de medios no impide el aseo y la simpatía de quienes regentan estos establecimientos. Saciar el hambre Bar Cuatro Esquinas. El Salvador, 4. Encontraréis buenas tapas y bocadillos. Otro tanto en La Oliva (Paseo del Muro,

1). Asador Aragón. Mediavilla, 14. Situado en el más bello rincón de esta villa, su especialidad son las carnes, principalmente el ternasco. Restaurante El Salvador. Concordia, 11. Y después de comer... Después de comer apetece una copa de brandy -u otro espíritu- en alguno de los cafés del pueblo: Oasis (Paseo del Muro, s/n), Mapachu (Doctor Fleming, 2) y Venecia (Los Sitios, 1)-

LAS CINCO VILLAS/103 Visita cultural a Ejea Iglesia Parroquial de El Salvador. Enclavada en el mismísimo corazón de la villa. Su disposición exterior revela la doble función, religiosa y militar, que antaño tuvo asignada. Se trata de una edificación románica, construida a base de gruesos sillares; la techumbre almenada y el campanario gótico fortificado con torreones cilindricos le confieren aspecto ceñudo y belicoso. Dos portales dan acceso a su interior: uno mira hacia el norte y fue reconstruido en época barroca, el otro encara occidente y cierra su arco de medio punto con arquivoltas labradas en el más puro estilo del románico aragonés. Penetremos en la nave única- del templo, rematada por ábside poligonal. La severidad de la bóveda de cañón, símbolo de la espiritualidad intimista y humilde -incluso humillante- difundida en toda Europa por la orden de Cluny, contrasta con las estilizadas formas del retablo gótico, que anuncian el advenimiento de la nueva religiosidad mundana de los siglos XIV y XV. Iglesia de Santa María de la Corona. La construcción más antigua conservada en la villa se asienta sobre una elevación del terreno, desde la cual se domina todo el casco urbano. Iglesia-fortaleza de estilo románico al igual que la anterior, la consagró en 1174 el obispo de Zaragoza. Es interesante la portada occidental de esta iglesia, donde apreciaréis -como si de una clase de Historia del Arte se tratase- el esquema básico de los grandes portales románicos: arquivoltas de medio punto, tímpano y crismón. Junto al ábside poligonal quedan restos del antiguo castillo al cual estaba adosada la iglesia. Plaza Mayor. De planta cuadrada y con porches, conserva el ambiente coqueto y rural de otros tiempos en que era mentidero público y coso taurino. Un arco rebajado la une/separa de la calle Mediavilla, donde sentaron sus reales las familias de más alcurnia de esta villa: así lo atestiguan las mansiones de ladrillo, construidas según cánones renacentistas, dipuestas a lo largo de su trazado y cuyos grandes aleros de madera dispensan grata sombra en los meses más calurosos y oportuno cobijo los días de lluvia.

104 /ZARAGOZA Las iglesias de Nuestra Señora de la Esperanza y de Nuestra Señora de la Oliva, también son de interés para el visitante por la portada renacentista de la primera y por la fábrica románica de la segunda.

Pesca y deportes náuticos Los amantes de la naturaleza hallarán su solaz en los cercanos pinares de Boalares y en el Lagunazo de Moncayuelo. Este último es famoso por sus bandadas de patos silvestres. Si se busca la pesca de la trucha, lo mejor es dirigirse a los embalses de El Bolaso y San Bartolomé, donde también se practica el windsurfing. Están a sólo diez kilómetros de Ejea: tomad la carretera A-1204 hacia Farasdués para luego seguir una pista forestal bien señalizada que comienza a 4km. de Rivas. Los alrededores de estos pantanos, repoblados con pinos, son aptos para la acampada. No es recomendable la práctica de este deporte en los meses de invierno, por las duras condiciones climatológicas del lugar. Os facilitarán información útil en el restaurante Herdy, en el hotel Cinco Villas y en la Fonda de los Navarros de Ejea. Y también en la Federación Aragonesa de Vela, Pza. de Tauste, 1 (Zaragoza). TI. 293115.

SÁDABA Camino de Navarra se encuentra la villa de Sádaba, vascona en la noche de los tiempos e importante núcleo romano. La tomó a los moros Alfonso I el Batallador (1091), pero a su muerte pasaría a la Corona de Navarra, que erigió la mole de su castillo roquero. Aragonesa nuevamente en 1261 por obra de Jaime I el Conquistador, la crónica de esta villa se diluye desde entonces en el anonimato histórico, como corresponde a una pequeña población agrícola de dos mil almas apenas susceptible a las transformaciones económicas de los últimos siglos. En esta suerte de estancamiento reside tal vez su encanto actual, pues el paso de los años no ha desfigurado sustancialmente la

LAS CINCO VILLAS/105 conformación medieval de su casco urbano. Quienes busquen tranquilidad y buen yantar no se verán desilusionados. Sin embargo, la infraestructura turística es prácticamente inexistente. Para comer y dormir es recomendable la pequeña fonda Cinco Villas, en la calle Urruti Castejón, n-32, en el centro del pueblo. También podéis acudir al restaurante Causín, en la calle Mayor, 19.

Sádaba monumental Castillo de Sádaba. Sitúan su construcción en el primer tercio del siglo XIII. Controla el pueblo desde un altozano desbrozado -como era normal en este tipo de construcciones- y llama la atención por su extraordinaria severidad: ninguna concesión al ornamento, su atractivo radica precisamente en la prestancia marcial de los volúmenes. De planta rectangular, sendos torreones cierran cada uno de sus ángulos; tres baluartes más se agregan a los tramos del muro, asimétricamente, cual si fuesen de posterior edificación al plan original de la obra. Desde la lejanía, y debido a la perseverancia rectilínea de sus constructores, semeja un castillo de juguete. A juzgar por la escasa ventilación -apenas un par de ventanales en las torres, las demás aberturas son estrechísimas troneras- la vida en el interior era de seguro oscura y poco higiénica. Iglesia Parroquial de Santa María. Aunque sus obras comenzaron ya bien entrado el siglo XVI -fue encargada la fábrica a Juan de Segura el año 1531 - se la considera uno de los más notables ejemplos del arte gótico en Aragón. Los contrafuertes exteriores y la prominencia del testero absidal le confieren aspecto de solidez; en las capillas interiores pueden contemplarse -y no sin esfuerzo, dada la parva iluminación- varios retablos góticos de colores ya ajados, que en su día seguramente resaltaron por la intensidad de sus tonalidades. Mención aparte merece la torre parroquial por su curiosa disposición: de un primer tramo de planta cuadrada surge un segmento octogonal, coronado a su vez por un chapitel enhiesto de pináculos, yuxtaposición de formas insólita en este tipo de construcciones.

106 /ZARAGOZA Restos romanos. La poderosa familia romana de los Atilios, que enseñoreó esta comarca, dejó constancia de su opulencia construyendo un mausoleo, popularmente conocido como El Altar de los Moros (siglo II d. de C), del cual se conserva un muro lateral con arcos ciegos, frontones y frisos labrados, edificado a base de gruesos sillares de piedra. A otro mausoleo romano del lugar se le denomina La Sinagoga (s.lV d. de C). Poca historia conocían quienes así los llamaron. En sus cercanías Muy próxima a Sádaba, siguiendo la carretera A-1202 en dirección a Uncastillo, os saldrá al paso el pueblo de Layana, a la vera del río Riguel, otro bien conservado conjunto urbano sobre cuya mole chata y ocre despuntan el campanario de la iglesia parroquial de Santo Tomás (bella construcción románica del siglo XII) y el solitario torreón del que fuese su castillo. Si por el contrario tomáis la A-127 (cuyo trazado discurre paralelo al de la antigua calzada romana), unos kilómetros más adelante está Castitiscar. Su iglesia románica del siglo XII guarda un sarcófago paleocristiano proveniente de los yacimientos arqueológicos de la vecina Sofuentes. La pieza en cuestión, que los estudiosos fechan allá por el siglo IV de nuestra era, representa en sus relieves la milagrosa resurrección de Lázaro.

SOS DEL REY CATÓLICO Si Ejea de los Caballeros es la capital económica y demográfica de las Cinco Villas, Sos es sin duda su emporio histórico, artístico y aun espiritual. Fue en origen plaza fuerte, baluarte cristiano en la linde de los dominios musulmanes: de ahí que el caserío creciese en torno a la mole de su castillo. Un documento del año 938 habla ya de Sause; por esa época pertenecía al reino navarro, pero se convirtió en aragonesa en 1044. Alfonso I le concedería Fuero el año 1125. El futuro Fernando el Católico nació en esta villa allá por 1452.

LAS CINCO VILLAS/107 Sos -empleemos su denominación original-, con poco más del millar de habitantes, es visita inexcusable para el trotamundos que transite los caminos de las Cinco Villas. El caserío, declarado Monumento Histérico-Artístico, se apiña en la cimera de un altozano quebrado por bancales (760 m. sobre el nivel del mar). Vagar entre sus estrechas calles, franqueadas por los muros de piedra de las vetustas casonas nobiliarias, nos retrotrae a las épocas de caballeros, damas y juglares con las que soñábamos en la infancia. Ojalá que este rincón aragonés, verdadero elixir para nuestra agarrotada imaginación, no sea engullido por la vorágine del turismo. Cama para todos los bolsillos Parador Nacional Fernando de Aragón***. Arquitecto Sáinz de Vicuña, s/n. Tí.888011. Muy recomendable si el bolsillo lo permite (entre 7000 y 10000 ptas. noche la habitación doble, según temporada alta, media o baja). Enclavado en uno de los más pintorescos rincones de la villa y dotado de un montón de comodidades. Fonda Fernandina. Emilio Alfaro, 1. Tf. 888029. Pequeña y acogedora, aunque un poco cara si consideramos la simplicidad de sus habitaciones sin baño. En la calle Pons Sorolla, n92, una antigua casona ha sido habilitada como vivienda de turismo rural. El precio del hospedaje (unas 6000 ptas. diarias) se contrapresta con la confortabilidad del establecimiento. También se sirven comidas caseras, pero a precios más comerciales que domésticos. Y plato para todos los buches Vinacua. Pintor Goya, 1. Tf. 888071. Por menos de 1500 ptas. se pueden comer buenos platos de la tierra, potajes y caza menor de los contornos. Probad el conejo con caracoles, la especialidad de la casa. Fonda Fernandina. Además de dormir, de seguro os gustarán sus comidas a base de guisos caseros y precios económicos.

108/ZARAGOZA En el Parador funciona también un restaurante de cocina aragonesa. Los precios son notablemente más elevados en comparación con estos dos establecimientos.

Un recorrido monumental Iglesia del Salvador y San Esteban. Responde al esquema de iglesia-fortaleza; no en vano se adosa a la muralla de la villa, parcialmente conservada en algunos tramos. De estilo románico, observad la gravidez de la obra y la severidad de su aspecto exterior que parece vigilada por el vecino torreón almenado de la muralla. Una gran espadaña corona su fachada adusta, construida con sillares de piedra. El interior es de bóveda de cañón sostenida por gruesos pilares y crucero pero la visita aún no ha concluido. Bajo la iglesia alta se tiende la cripta, cuyo acceso es un corredor igualmente abovedado: tres naves y un ábside con tres capillas la conforman, un templo en miniatura dentro de otro templo. En la capilla central se expone la Virgen del Perdón, valiosa talla gótica. Son asimismo interesantes los relieves de los capiteles que sostienen la bóveda de la cripta. Palacio de los Sada. En este caserón majestuoso, joya del gótico civil aragonés, nació Fernando el Católico. La sobriedad y el almenado del edificio recuerdan la importancia militar que antaño tuvo la plaza. Aneja está la iglesia de San Martín, románica, que hizo las veces de capilla privada del palacio. El conjunto fue restaurado en 1959. Ayuntamiento. Ubicado en la plaza del mismo nombre, importante conglomerado de edificaciones notables por su valor artístico. Es de estilo renacentista, como bien delatan sus ventanales rematados por frontones de tímpano labrado; aunque los pináculos y gárgolas de la barbacana denotan la persistente herencia del gótico. Numerosos caserones y conventos de esta misma época (siglos XV-XVI) se apiñan a lo largo y ancho del casco urbano de Sos. Ermita de Santa Lucía, esta modesta construcción románica del siglo XIII se encuentra extramuros de la villa.

LAS CINCO VILLAS/ 109 Windsurfing en Sos Al norte de Sos y limítrofe con Navarra se extiende el pantano de Yesa, otro punto obligado de mención. Además de la presencia de las reservas de caza del Hoyo de Nogueras y de la Sierra de Leyre y de la riqueza piscícola del propio pantano, el lugar concentra buen número de windsurfistas aragoneses y navarros. En la orilla misma del embalse está el Club Náutico de Tormos (tf. 974-250202) y funcionan dos campings: Camping Municipal de Sigues (N-240, km. 321; tf. 948-887194) y Mar del Pirineo (N-240, km. 337; tf. 948-887009), este último dotado con una playa de grava.

UNCASTILLO De esta pequeña villa próxima a las fuentes del río Riguel cabe destacar -como en el caso de Sos- el bien conservado conjunto medieval de su casco urbano, declarado Monumento Histórico-Artístico en 1966. Unum Castrum, Unocastello, Uncastillo Bien a las claras pues su origen mililar. Plaza fuerte cristiana y navarra ya en el siglo X, luego baluarte avanzado del pequeño reino aragonés. Siglos más tarde se reunían en ella Pedro IV de Aragón, Carlos II de Navarra y Enrique de Trastámara para sellar pacto guerrero contra Pedro I de Castilla. Emerge la villa de un paisaje árido y desolado, antesala de la vecina sierra de Luesia. El castillo, mutilada su antigua prestancia, enseñorea la villa desde las alturas de un cerro pelado, que la erosión de los vientos ha modelado casi cúbico. El caserío festonea la ladera del risco, pero no osa escalar hasta su cimera castrense; los tejados de pizarra parduzca se hermanan con el hosco cromatismo de la mole rocosa. Un pueblo chato, y ese elegante campanario ornado con chapiteles por estandarte. Desde la lejanía, su aspecto puede antojarse fantasmal. Pero en la villa siempre aguarda una mesa hospitalaria dispuesta para solaz del viajero, y algún contertulio de verbo generoso dispuesto a saciar la curiosidad del trotamundos.

110 /ZARAGOZA Para descanso del trotamundos En la calle Santa Luisa, ns4, encontraréis una vivienda de turismo rural regentada por don Alfonso Pemán, propietario de la panadería contigua. Hay habitaciones dobles con pensión completa a precios más que razonables. Y buen trato al cliente, que no es poco. Un restaurante Muy conocido es el restaurante Casa Sierra (Mediavilla, 61). Por dos mil pesetas (aprox.) puede degustarse una buena comida de la tierra. Los platos estelares, claró está, son el conejo y el cordero. Vestigios medievales Castillo. De él quedan un torreón octogonal, que de seguro fue baluarte principal de sus defensas; y un lienzo de muralla con dos arcos apuntados y torre adosada. El mimetismo de esta construcción (de los siglos XIII a XV) con su soporte es absoluta: parece un apéndice más del cerro, los irregulares colmillos de una encía en un tiempo pletórica, roída hoy por el paso de los siglos. La ascensión es breve, aunque empinada: basta con proponérselo y no hay mayor obstáculo. Otras muestras de arquitectura no-religiosa son el Ayuntamiento del siglo XVI, que llama la atención por la minuciosidad de su decoración exterior, y el Palacio de Martín I el Humano (siglo XV), además de numerosas casas nobles distribuidas por el casco urbano. Iglesia Parroquial de Santa María. Un bello exponente del estilo románico, consagrado en 1135. Cuenta con una sola nave y ábside circular. Del exterior destaca la torre-campanario, a la cual se agregaron garitas cúbicas coronadas por chapiteles. Circunda el perímetro absidal el llamado taqueado jaquense, cadena de pequeños cubos típica del románico aragonés; entre los contrafuertes exteriores del ábside se esculpieron gárgolas antropomórficas, algunas en ademanes grotescos que parecen

LAS CINCO VILLAS/111 hacer mofa de quien las observa. Tanto las arquivoltas de la portada principal como los capiteles interiores están profusamente decorados con relieves de tema sacro. El claustro es de estilo renacentista. Iglesia de San Miguel. Curiosa -y triste- historia la de este templo románico. El año 1815 sufrió el expolio de su portada, adquirida íntegramente por el Museo de Boston. La iglesia se convertía entonces en vivienda particular. Iglesia de San Martín. Del primitivo templo románico, consagrado el 1179 y reconstruido en el siglo XVI, subsiste el ábside circular y algunos retablos. Iglesia de San Juan. Al otro lado del río Riguel, es románica, de planta de cruz latina. En una capilla del crucero se guardan significativos murales del siglo XIII, donde podréis apreciar el estaticismo que caracteriza la pintura de esta época. Iglesia de San Felices. San Félix para los amigos, es una interesante construcción de una nave, ábside semicircular, torre y cripta. Románica, por supuesto, como casi todo en este pueblo. Iglesia de San Andrés. Románica y del siglo XII, con tres naves. Sufragada por el obispo Pedro del Frago como monumento funerario, en ella ejecutó diversas encargos el pintor Rolam de Mois (siglo XVI). La huella romana En el lugar conocido como Los Báñales, camino de Sedaba, encontramos los restos de un poblado ibero-romano que estuvo dotado de acueducto, termas y foro.

LUESIA Enclavada al pie de la sierra del mismo nombre, en una zona de maravillosos paisajes y abundante fauna. Hisn-Lawasa la llamaron los árabes, pero un documento del año 938 ya la cita como plaza fuerte cristiana en la frontera con los musulmanes. La repobló Alfonso I en 1125, Ramón Berenguer IV le concedió sus

112 /ZARAGOZA Fueros. Propiedad sucesiva de la baronía de Ayerbe y del Obispado zaragozano, ha conservado su aire medieval y los monumentos que antaño la distinguieron, como son las iglesias románicas de El Salvador y San Esteban y la ermita de la Virgen del Puyal, así como su ayuntamiento renacentista y varias mansiones señoriales. Sin olvidar los restos de su castillo. Encontraréis habitaciones y yantar en El Canguro, el Destajadas, ng10. Tf. 679061.

BIEL Vecina a Luesia por la carretera A-1202. Su serranía es uno de los lugares preferidos por los excursionistas aragoneses. En 938 pagaba diezmos al monasterio navarro de Leyre, según constancia documental; a partir de 1098 y por orden expresa del monarca aragonés Sancho Ramírez, los diezmos fueron rendidos al monasterio de San Juan de la Peña. La familia Luna la vendió en 1444 al Arzobispado de Zaragoza. En 1745 adquirió categoría de villa. El trazado de la villa comparte su raíz medieval con otras poblaciones anteriormente mencionadas en este periplo por las Cinco Villas. A sus encantos estéticos añade el interés ecológico de su término municipal, que comparte con la vecina Fuencalderas.

Matar el hambre, vencer el cansancio En la carretera de Luna funciona una vivienda de turismo rural regentada en régimen familiar por varios miembros de la familia Les. El precio de la habitación doble es muy interesante. En el Bar El Caserío (Mayor, 17) sirven bocadillos con embutidos de la tierra y comidas caseras a buenos precios.

LAS CINCO VILLAS/113 Románico La iglesia parroquial de San Martín es románica del siglo XI y a ella se adosa la gran torre octogonal del castillo roquero. Excursiones Una buena caminata remontando el curso del río Arba, o la ascensión al Puy Moné o al monte de Santo Domingo os depararán jornadas inolvidables por la belleza de los paisajes a recorrer. Pero conviene estar en buena forma para afrontar estas excursiones.

LA RIBERA DEL EBRO

Desde el término municipal zaragozano hasta Mequinenza, ya en tierras de lengua catalana aunque de administración aragonesa, se extiende una dilatada zona hortícola y de regadío a ambas márgenes del padre Ebro. Tierra ésta tal vez más pobre en patrimonio artístico y cultural que otras comarcas aragonesas, aunque rica en yacimientos que constatan su extraordinario desarrollo urbano y económico en tiempos de la romanización, cuando el río no solamente fecundaba la tierra sino que servía de rápida vía de transporte para los productos de su vega. Función ésta que conservó los siglos siguientes, como bien atestigua la crónica del viaje a Aragón de Jerónimo Münzer (1495): "El Ebro es un río que pasa ai pie de ¡os muros de Zaragoza, navegable, como lo es el Danubio en las proximidades de Ratisbona..." Los modernos medios de transporte y comunicación han sustituido al viejo Iber en tales menesteres, pero su cauce continúa siendo de vital importancia para la economía de esta Comunidad sedienta.

ALREDEDORES DE ZARAGOZA Remolinos: Su iglesia parroquial contiene varias pinturas de Goya. Utebo posee una esbelta iglesia mudejar, con un campanario apuntado de ladrillo rico en ornamentación y filigranas; el templo fue reconstruido en 1514 por Antonio de Sariñena. Después de contemplar la esquisitez de este monumento podéis hacer una parada gastronómica en Flunch (carretera de Logroño, km. 12), donde a precio barato se comen especialidades aragonesas como el conejo alioli o la valenciana paella. De mayor

116 /ZARAGOZA categoría pero igualmente razonable de precios es El Águila (carretera Logroño, km. 13), otro mesón de la tierra con carta más variada y hostal anexo. Para dormir resulta más barata -y notablemente más incómoda- la Pensión El Águila (Av. Zaragoza, 46). En Pinseque, si pilla de paso, hallaréis dos monumentos de inexcusable visita: la iglesia parroquia! y su torre mudejar y el ayuntamiento, que ocupa el antiguo Palacio de los Duques de Villahermosa, del siglo XVII. Juslibol. El interés de esta población tan cercana a Zaragoza radica en su galacho, un meandro del Ebro abandonado por éste en uno de sus sucesivos cambios de cauce. Rodeado de pinos y roquedas, ¡a contaminación no ha alcanzado estas aguas en las que existe una importante colonia de nutrias. Numerosas aves migratorias hacen escala en este paraje recoleto y en sus escarpaduras anidan las rapaces. En el cabezo (otero) del Castillo de Miranda, los aficionados a la historia antigua podrán contemplar los restos de una fortificación ibera.

GALACHO DE LA ALFRANCA

Al igual que en el caso de Juslibol, hallamos en el término municipal de Pastriz otro galacho, el de La Alfranca, declarado Reserva Natural por la Comunidad Autónoma de Aragón en 1991. Apenas doce kilómetros lo separan de Zaragoza. El galacho de La Alfranca (nombre de la cercana aldea) es el más importante de los meandros del Ebro aún conservados. Lo integran seis hectáreas acuáticas, quince de vegetación palustre y varias de matorral, arbolado (recientemente se repobló con choperas) y cultivos. Su carrizal, el llamado soto Benedito, es el más extenso de la ribera del Ebro y sirve de refugio a una vasta colonia de aves migratorias procedentes de la Europa septentrional. Garzas reales, patos silvestres, martinetes, avetorrillos... hacen las delicias del aficionado a la ornitología. El turón y la

LA RIBERA DEL EBRO / 117 nutria son los mamíferos más significativos de esta reserva, además de los habituales roedores de campo. A la entrada de la reserva, cesde el caserío de La Albarca, tenéis un centro de interpretación con información relativa a la zona y al comportamiento a seguir en su interior. Varios caminos señalizados bordean el paraje. Y no olvidéis la cantimplora, los binoculares y buenas dosis de paciencia: el decálogo de todo buen naturista. Para mayor información Servicio de Conservación del Medio Natural. Vázquez de Mella, 10. TI 976-558400 (Zaragoza).

CAMINO DE CASPE

Villafranca de Ebro conserva un casco antiguo interesante, con varios edificios civiles renacentistas. Fuentes de Ebro es conocida por sus objetos de artesanía. Velilla de Ebro. Muy cerca del pueblo, en los predios La Cabaneta, El Villary San Cristóbal, han aparecido yacimientos arqueológicos ibero-romanos. De ellos se han exhumado restos de cerámica con influencias áticas, prueba de la intensa relación comercial entre las tierras del Ebroy los puertos del Mediterráneo oriental. En Celsa (término municipal de Velilla) han localizado los arqueólogos la colonia lulia Victrix Lepida, primer establecimiento romano en el valle del Ebro, asentada a su vez sobre el primitivo poblado ibérico de Celse. Se ha rescatado buena parte del trazado urbano y descubierto vistosos murales y mosaicos. Velilla celebra sus fiestas entre el 5 y el 8 de diciembre. Por estas fechas se representa su afamado dance: la escenificación de la lucha eterna entre el bien personificado por la figura del ángel -un bien convenientemente tamizado por la doctrina eclesial- y el mal, el demonio. ¿Adivináis quién sale triunfante de la lid?.

118/ZARAGOZA

MONASTERIO DE RUEDA Ubicado en el término municipal de Escatrón, sus orígenes datan del siglo XIII. Este cenobio viene a ser un oasis gótico en el mar mudéjar del Bajo Aragón. La vida conventual comenzó aquí el año 1202, continuando ininterrumpidamente hasta la Desamortización de 1835. En la actualidad se lo somete a proceso de restauración integral, pues está planeado crear en su recinto el futuro Museo del Ebro. Nuestra Señora de Rueda era uno de aquellos grandes complejos monacales del Medievo rodeado de murallas, que comprehendía tanto edificaciones religiosas como otras muchas de índole económica o fabril. La orden del Cister regentaba esta pequeña ciudad: de su ideosincrasia había sido desterrada esa religiosidad intimista plasmada en el románico cluniacense, propugnaba la imbricación efectiva en los asuntos mundanos y una ascesis que partía no de la mera contemplación, sino de la manipulación de los objetos -y asuntos- mundanos. El visitante debe atravesar primeramente la portería y después el edificio abacial -la antigua residencia del prior del monasterio- para acceder al recinto central del complejo, una amplia plaza donde se alzan la hospedería y la iglesia conventual de estilo gótico, sin crucero, con tres airosas naves que concluyen en sendas capillas. Las obras de este templo se prolongaron desde 1225 a 1238. Fue construida en sillar de piedra, al igual que el resto del cenobio. Tal vez sea el claustro la pieza preferida por los curiosos que se acercan hasta el monasterio. Su planta es cuadrada y lo jalonan grandes ventanales de ojiva, en cuyo interior un parteluz sirve de encuentro a dos arcos lobulados. La cubierta del corredor es de bóveda de crucería, cuyos nervios arrancan de las columnas adosadas a los pilares laterales de los mentados ventanales. Pese a estos motivos estilísticos genuinamente góticos, la recurrencia a contrafuertes exteriores acentúa cierta gravidez más propia de una obra románica. Y se echa de menos ese vergel interior de fuentes, setos y frutales que la prolongada soledad del monasterio ha reducido a simple evocación.

LA RIBERA DEL EBRO / 119 La visita no debe concluir sin penetrar en las estancias donde discurría la vida cotidiana de la comunidad monacal, como son la sala capitular -allí se reunía la asamblea de los clérigos a deliberar- hirsuta de columnas de columnas, el refectorio comedor- que preside el pulpito donde un monje lector amenizaba la colación de sus compañeros con pasajes de las Sagradas Escrituras y el scríptorium, una espaciosa sala de dos naves con bóveda de crucería donde los monjes quemaban sus pupilas sobre códices y palimpsestos. El alojamiento más cercano al monasterio lo hallaréis en Escatrón: Pensión El Portellar, c/Mayor, 8. Tf. 170048. Ofrece también comidas caseras a buen precio.

En la margen del río Guadalope, poco antes de que rinda éste sus aguas al Ebro, se levanta la histórica y monumental ciudad de Caspe, conocida como la Ciudad del Compromiso por haberse verificado en ella -y tal vez no para bien- el acuerdo que entronizaba a la dinastía Trastámara en la Corona de Aragón. Los hallazgos prerromanos de la comarca nos refieren la existencia de varios núcleos de población (doce localizados) en los alrededores de esta ciudad milenaria, cuyo nombre proviene del árabe Qasb. Pero nada, si exceptuamos tal denominación, resta de la presencia musulmana en esta población reconquistada -tardíamente- por Alfonso II de Aragón en 1169. El año 1182 se hicieron cargo de su feudo los caballeros del Hospital de San Juan de Jerusalén, que erigieron en la parte alta de la ciudad su fortaleza y residencia. Precisamente estas dependencias fueron marco de las sesiones en que los delegados aragoneses, catalanes y valencianos eligieron a Fernando de Trastámara como nuevo soberano de la Corona de Aragón. El trotamundos hallará en Caspe un patrimonio monumental nada desdeñable y la posibilidad de practicar los deportes náuticos, además de apercibirse de la extraordinaria vitalidad económica y comercial de esta población de poco más de ocho

120 /ZARAGOZA mil habitantes. Sin que falte una buena oferta gastronómica, cosa muy a tener en cuenta. Guía de alojamientos Hotel Mar de Aragón** Plaza de la Estación, s/n. Tf. 630313. Muy bien acondicionado, sorprende por su precio económico (menos de 4000 ptas. por noche la habitación doble). Tiene la ventaja de estar ubicado frente a la estación de RENFE. Dado el resto de la oferta hotelera, es lo más recomendable del pueblo. Hostal Residencia Magallón*. Conde de Guadalorce, 21. Tf 630003. Aunque de inferior categoría, los precios son más caros. Pensión Los Jardines. Obispo García, 1. Tf. 632248. Tarifas ligeramente inferiores a las del Hotel Mar de Aragón. También sirven comidas. Pensión Don Quijote*. Pellicer, 14. Tf. 630668. Precios económicos, pero con un inconveniente: no dispone de habitaciones con baño. Camping Lake Caspe. Con este nombre de resonancias anglosajonas se designa este establecimiento de segunda categoría, situado en la carretera N-211, km. 286.7 (tf. 976-632486) y con capacidad para 192 plazas. Cierra los meses de diciembre, enero y febrero.

Restaurantes Casa Magallón. Obispo García, 1. Excelente tratamiento del ternasco. Precios regalados, dada la gran calidad de las viandas. Latorre. Plaza de Santa María, s/n. Tres cuartos de lo mismo. Bar Restaurante El Coso. Coso, 6. El Mesón. Plaza Alfonso XIII, 14. Pizzería. Obispo García, 8. Los Arcos. Plaza Ramón y Cajal, 9.

LA RIBERA DEL EBRO /121 Unas copas en Caspe Casino Principal. Baja, 21. Con todo el encanto de estos añejos centros sociales, que nos recuerdan tiempos pasados. Además de tomar copas, se juega a las cartas y al dominó. Un buen lugar para la tertulia en las frías tardes del invierno. Nivel 17. Para los más jóvenes y también para los más trasnochadores. Está en la calle Obispo García, 13.

Patrimonio monumental Colegiata de Santa María. Emplazada en la Plaza de Santa María, cuyo solar albergó en la Edad Media el alcázar de los caballeros hospitalarios. Se trata de una construcción gótica de extremada sencillez exterior: la portada principal presenta tres arquivoltas hueras de ornamentación -al igual que el tímpano superior-, flanqueadas por dos livianos contrafuertes y sendos ventanales ciegos, como si de una construcción inacabada o provisional se tratase; un conjunto, en suma, poco llamativo y carente de otros aditamentos góticos de mayor vistosidad (rosetón, vidrieras), al que en nada enriquece el contiguo campanario. Las obras de este templo comenzaron en el siglo XIV, prolongadas hasta entrado el siglo XVI. El interior se disecciona en tres naves, una central más espaciosa y elevada y dos laterales, cubiertas todas por bóveda de crucería. Y la misma sobriedad que resta encantos exteriores al templo, impregna su interior de serena belleza. Castillo-palacio de los caballeros hospitalarios. Apenas un montón de escombros. Solamente subsiste la sala del Compromiso, donde la historia o la tradición -siempre en busca de esa referencia física que confiera verosimilitud a lo narradoquieren emplazar el escenario de tan histórico pacto. Mausoleo de Miralpeix. Esta construcción romana fue reubicada en los jardines de la Plaza de Santa María antes de que las aguas del pantano de Mequinenza anegasen su situación original. Está edificada con grandes sillares de piedra y cubierta por bóveda de cañón.

122 /ZARAGOZA Ayuntamiento. Fue construido en el siglo XIX y merece ser mencionado por la pulcritud de sus formas clasicistas. Barrio de La Muela. El más antiguo de Caspe, yergue su perfil romo sobre un loma. Pervive su trazado medieval de callejas estrechas y sinuosas, un dédalo alegrado por el albor de sus fachadas encaladas. Muchas casas están coronadas por una loggia, o galería a modo de barbacana. En nada envidia este barrio a los cascos históricos de otras poblaciones monumentales. Palacio Piazuelo-Barberán. Casa noble del siglo XVII ubicada en la Plaza de España, sucesivas obras y reformas han deformado su antiguo aspecto. El tercer piso conserva restos de la configuración original del edificio. Frente a él se alinean los Arcos del Toril, con trazado ojival; son basamento de los soportales que cierran un lateral de la plaza. Convento de Santo Domingo. Aunque esté reducido a ruinas, pueden observarse vestigios de tres estilos diferentes y yuxtapuestos: gótico, renacentista y barroco. Torre de Salamanca. Curiosa edificación militar que se alza, ruinosa, en el cercano Cabezo de Monteagudo, una torre espigada de planta cuadrada con sendos anejos en forma de ábside adosados a cada uno de sus cuatro costados. Muy próxima está la ermita románica de Santa María de la Horta. Fiestas, tradiciones y ferias Procesión de la Veracruz. La noche del Viernes Santo, un larguero de madera que dicen fue arrancado de la cruz de Cristo -como otros cientos de kilómetros de astilla dispersos por el mapa de la cristiandad- cierra el desfile de las cofradías locales. La devoción y el recogimiento que presiden el paso de la reliquia tiene su contrapunto en la procesión de La Burreta. del Domingo de Ramos: un público bullanguero celebra la entrada en Jerusalén de Jesús a lomos de un asno. Y el Lunes de Pascua se celebra la tradicional Romería de San Bartolomé. Fiestas Mayores entre los días 15 y 16 de agosto, en honor de la Asunción de la Virgen y de San Roque (patrón de los apestados).

LA RIBERA DEL EBRO / 123 Para quien pueda interesar el tema, diremos que la primera semana de noviembre se celebra Expo Caspe, feria anual de maquinaria agrícola, industrial, comercial y ganadera. Deportes náuticos Buena parte de los 500 km. cuadrados del término municipal de Caspe bordean la ribera del Mar de Aragón, gigantesco embalse de las aguas del Ebro que se extiende desde Escatrón a Mequinenza con ochenta kilómetros de longitud y casi quinientos kilómetros de sinuosa costa, contorsionada en decenas de canales y recodos. A sólo dos kilómetros de Caspe, en la zona conocida como El Dique, marchan viento en popa las obras de un puerto deportivo que tal vez no colme de satisfacción a las conciencias más ecologistas -claro está que la propia existencia del pantano, que devoró sin compasión pueblos y parajes a cambio de suministro permanente para los regadíos, rio puede considerarse muy ecológica, aunque sí económicamente beneficiosa para la comarca-. La práctica del windsuríing es muy recomendable en los enclaves de La Rebalsa-EI Redondillo, La Herradura-Isla de la Mediana, El Pino de los Conejetes y Más de la Punta-Isla de Santa Magdalena. El acceso a estos lugares está bien señalizado desde la carretera que discurre entre Caspe y Mequinenza. La acampada libre está permitida en las márgenes del embalse. Para mayor información llamad al tf. 630050 (Oficina de Turismo del Ayuntamiento de Caspe). Cerca de Caspe En las afueras del pueblo de Fabara se conserva el mausoleo romano mejor conservado de España. Data del siglo II a. de C. Tiene planta cuadrada, con porche, friso labrado y frontón casi intacto sostenido por columnas de capiteles semejantes al orden dórico. Pequeño y coqueto, una monada. Mequinenza, población de lengua catalana, fue escenario de algunos de los más cruentos episodios de la batalla del Ebro. En julio de 1938 las tropas del Ejército Popular República-

124/ZARAGOZA no al mando del teniente coronel Modesto atravesaban el cauce del Ebro y rompían las lineas del Cuerpo de Ejército Marroquí del general Yagüe, alcanzando Gandesa, donde las tropas de Franco -en especial los requetés navarros- resisten con firmeza la ofensiva republicana. Comienza entonces una terrible contienda de desgaste, con el ejército republicano atrincherado de espaldas al río. Una verdadera masacre q j e reporta 70.000 bajas al bando republicano y 60.000 al llamado bando nacional (¿de dónde eran los otros?) y cuya resolución precipitó el término de la contienda. De Mequinenza cabe destacar la mole de su castillo, de origen árabe, así como la riqueza piscícola y faunística de su pantano y sierra. Si os acercáis hasta Maella cuna del escultor Pablo Gargallo. un buen lugar para comer y reponer fuerzas es la Fonda Mallo (Pablo Gargallo, 26). En las ruinas del castillo, ubicado en pleno casco urbano, comprobaréis la crudeza que las guerras carlistas alcanzaron en esta región. Observad el basamento de las murallas: se trata de sillares romanos. De seguro os gustará la torre del Ayuntamiento (siglo XVII), que a lo lejos parece el campanario parroquial.

LA TIERRA DEL VINO

He aquí el somontano sur del Valle del Ebro, el Aragón áspero de las solaneras estivales que en invierno se trocan en persistentes heladas. De la aridez de la tierra brotan los pardos contornos de la vid, albergando en sus escorzos el oro de esta comarca de tez macilenta; como si de un milagro bíblico se tratase, pues no en vano fue Noé quien agarró la primera trompa. Más antiguo su cultivo que la propia noción de Aragón, del vino han comido (y bebido) durante dos milenios los pobladores de esta zona de la actual provincia de Zaragoza, que se extiende entre su capital y las lindes turolenses Aquí -presumen sus naturales- se mantienen con mayor pureza el carácter y la ideosincrasia aragoneses; y de estos páramos -nos aseguran con vehemencia- nacen los mejores intérpretes joteros. Encontraremos gentes orgullosas y firmes en tales convicciones, de hablar rudo y trato generoso, trago largo y estómago insaciable. Si algún trotamundos se siente identificado con este prototipo humano, no dude en dilatar su paso por estos caminos. Pero los más morigerados tampoco deben ignorar esta pequeña simiente del más fogoso Aragón.

Será nuestra primera escala en el camino y accederemos a él por la carretera que une Zaragoza con Valencia. Una pequeña población de poco más de mil habitantes en las márgenes del río Huerva, cuyo caserío encalado se arracima en torno a la prominencia de la iglesia parroquial. Muel es la primera población del llamado Campo de Cariñena; romana de origen, toma su nombre de la Muwala árabe, que Alfonso I conquistó tras sangrienta batalla. Pero la dominación cristiana consintió la permanencia de un importante núcleo de población musulmana,

126 /ZARAGOZA mayoiitario entre sus moradores: hábiles artesanos que con su trabajo hicieron famoso a este pueblo. La crónica de Enrique Cock, viajero inglés del siglo XVI, refiere que estos moriscos "(...)siempre han quedado en sus leyes. No comen tocino ni beben vino y esto vimos allá que todos ¡os vasos de barro y vidrio que habían tocado tocino o vino, luego después de nuestra partida, los rompían para que no sintiesen olor o sabor de ello." La expulsión de los moriscos en 1610 despobló Muel; pero las enseñanzas de los ausentes mantuvieron viva la industria artesanal hasta bien entrado el siglo XIX. Fonda En la Fonda Rubio (García Giménez, 27; tf. 140059) se puede dormir y comer a precios asequibles para todos los bolsillos. Ingeniería y arte Dique romano. Curiosa -e importantísima- obra de ingeniería, una de las más antiguas de Aragón. Contenía las aguas del Huerva, de seguro con fines agrícolas; sillares de arenisca de tamaño variable (entre 20 y 190 cm.) y fijados por argamasa componen el muro de trece metros de altura, en cuyos intersticios se ha aposentado la vegetación. Antaño debió tener más apostura, pero la erosión del agua es voraz y bastante mérito acarrea el seguir manteniéndose en pie tras dos mil años y sometido a tan duras condiciones. Ermita de Nuestra Señora de la Fuente. Construida en 1777 sobre el dique romano. No descolla tanto su fábrica como dos singulares aditamentos: el zócalo de azulejos que los ceramistas locales confeccionaron para ella y los frescos de Goya en las pechinas (estribos) de su cúpula, realizados en 1772. La tradición ceramista Los conquistadores cristianos hallaron en Muel una intensa actividad artesanal. Por una vez el buen gusto pudo con el

LA TIERRA DEL VINO / 127 prejuicio: se respetó la vida, hacienda y religión de los moriscos, no se extinguió el fuego de sus hornos alfareros. Las manufacturas producidas en Muel se enviaban a Zaragoza y allí eran comercializadas. Crónicas del siglo XVI glosan las bondades de su loza dorada; poco antes de la expulsión de los moriscos, los alfareros de Muel habían comenzado a fabricar cerámicas policromadas. Y la tradición sobrevivió al cruel éxodo de 1610, con alfareros cristianos que habían asimilado las técnicas de los ausentes. Veinte fábricas funcionaban en Muel a mediados del siglo pasado, según cuenta Pascual Madoz. La originalidad de esta tradición ceramista que continuó apegada a los procedimientos de fabricación y a las formas y motivos tradicionales, habría de suponerle la ruina. Con el albor de esta centuria nuevos métodos de producción, modas y gustos arrinconarán un producto que dejará de comercializarse por tosco. Las piezas de loza pintadas a mano, con trazos ligeros y dibujos esquemáticos, casi infantiles, que recogían las imágenes de épocas pasadas, cayeron en el descrédito para una sociedad urbana ingrata y desatenta hacia sus orígenes rurales. Por fortuna para la economía de este pueblo y en pro de la recuperación de una parte sustanciosa de su acerbo histórico y cultural, la actividad alfarera ha recobrado en los últimos tiempos parte del esplendor pretérito. La Diputación de Zaragoza inauguró una Escuela-Taller que pretende asimilar la herencia tradicional con los métodos modernos de producción, así como un pequeño museo, y nuevos alfares han encendido sus fuegos. Para adquirir estos pequeños tesoros de la artesanía popular aragonesa: Cerámicas Casao, ctra. Villar de los Navarros, s/n; Cerámicas Vidal, c/Goya, 12; Cerámicas Jiménez, ctra. Villar de los Navarros, 86; Cerámicas Lara, San Jorge, s/n; Cerámicas Felipe Royo, Av. García Giménez, 77; Escuela de Cerámica, Ctra. Valencia, s/n. Un poco de arqueología Muy cerca de Muel está el pueblo de Botorrita, que cuenta con uno de los más importantes yacimientos romanos de la Península, correspondiente a las ruinas de Contrebia Belais-

128/ZARAGOZA ca. Si lo visitáis, no os extrañe su aspecto caótico: la dejadez administrativa ha hecho presa de este lugar, insuficientemente protegido. De cualquier manera pueden observarse busr número de fragmentos arquitectónicos (sobre todo fustes de columnas diseminados por los suelos) y los vestigios de un poblado prerromano.

LONGARES Esta villa que los cristianos tomaron en 1127, antigua posesión del arzobispado de Zaragoza, emerge en un altozano sobre la vastedad aorista de los viñedos que la cercan. El tiempo parece haberse detenido a las puertas de su reducto amurallado. Parada y fonda Gracia. Carretera de Valencia, km. 38. Tf. 142404. Pequeña casa de huéspedes, con sólo seis aposentos. Ofrece trato familiar y precios asequibles, aunque las habitaciones no tienen cuarto de baño. La joya local Iglesia Parroquial. Un templo precioso, construido de una sola nave en el primer tercio del siglo XVI. Entre 1556 y 1668 se le adosaron las dos naves laterales. Más antigua, anterior a la fábrica de las naves, es la torre mudejar {siglo XIV); levantada con ladrillo, claro está. En el interior del templo puede admirarse el recargado retablo de estilo plateresco del altar mayor (esculpido entre 1558 y 1561): la peculiaridad de la pieza es que tiene goznes para ser cerrado, tal que un tríptico de proporciones ciclópeas. Las imágenes del Ecce Homo y de la Inmaculada expuestas, respectivamente, en una capilla lateral y en el archivo parroquial son atribuidas al cincel de Alonso Cano, célebre imaginero granadino. Y en las dependencias interiores del templo se custodia la momia de cierta dama ilustre que antaño fuese benefactora de la parroquia.

LA TIERRA DEL VINO / 129

CARIÑENA Y por fin llegamos al emporio vinícola de la región -y tal vez segunda capital, espiritual, de Aragón-: la villa de Cariñena. Apenas tres mil personas la habitan, pero es uno de los más prósperos enclaves de toda la geografía aragonesa merced a la abundancia y generosidad de un vino que Cervantes elogiara como propio del montuoso Aragón, dilecto néctar de la uva garnacha. Conserva recoletos rincones en su casco antiguo, rodeado de bodegas y modernas instalaciones de tratamiento del vino como la Estación Enológica, que vela por la calidad de los caldos favorecidos con la Denominación de Origen de la comarca. Dormir en Cariñena Hotel Cariñena*. Carretera de Valencia, km. 47. Tf. 620250. Es un hotel moderno con precios medios, a la entrada del pueblo. Hostal lliturgis*. Plaza de Ramón y Cajal, 1. Tf. 620492. Más céntrico. Habitaciones dobles con lavabo a precios muy convenientes para bolsillos débiles. Pensión Care. Mayor, 43. Tf. 255982. Céntrica y aun más barata.

Solaz de estómagos Cariñena. Carretera Zaragoza-Valencia, km. 47. La opción para los bolsillos mejor provistos. Carta variada y amplísima muestra de los caldos de la tierra. Mesón El Escudo. Avenida de Valencia, s/n. Precios ligeramente inferiores al anterior y calidad similar. La Rebotica. San José, 3. Tal vez el más afamado de los restaurantes del lugar. Buenos asados a precios interesantes. Mesón de Paco. Cernada, 1. Tapas, bocadillos y comidas caseras.

130/ZARAGOZA Vinos y cubatas Avenida Mayor, 106. Lapeña. Av. Ejército Español, 12. Lugares de interés Ayuntamiento. Aunque la obra tardó en concluirse casi doscientos años, se respetó el original diseño renacentista. En sus cercanías hay varias tabernas típicas, interesantes por su ambiente y oferta. Iglesia parroquial. Del primitivo edificio gótico solamente resta la majestuosa torre de planta octogonal. Sus sillares se ven coronados por al menas. El templo nuevo es de estilo barroco; las obras duraron desde 1694 hasta 1734, fecha de su consagración. Contiene valiosas piezas artísticas, entre las que destacaríamos el baldaquino del altar mayor y el busto labrado en plata de Santa Ana, custodiado en las dependencias del Museo Parroquial. Murallas. De las fortificaciones medievales subsiste un torreón construido en el siglo XIV, cercano a la Plaza de toros de la villa. Bodegas. Cabe la posibilidad de visitar alguna bodega vinícola, donde os mostrarán los procedimientos de elaboración de los caldos del país y podréis adquirir sus mejores productos. Tomad nota: BodegasMonteviejo (Ctra. Valencia, s/n; tf. 620000), Bodegas Morte (San Valero, 12; tf. 620181), Bodegas San Valero (Av. Ejército Español, s/n; tf. 621036), Cariñena Vitícola (Ctra. Valencia, s/n; tf. 620237), Bodegas Don Mendo (Ctra. Valencia, km. 46; tf. 620400), Bodegas Casa Villarreal (Arrabal Alto, 1). Fiestas del vino Siendo en estos lugares más precioso el vino que el agua, no podía faltar una celebración festiva de naturaleza báquica. Se celebra todos los años el 14 de septiembre: la Fuente de la Mora, en el corazón del pueblo, inunda de vino los cuerpos y las almas

LA TIERRA DEL VINO / 131 de los mozos de Cariñena. Al día siguiente volverá a verterse el agua por su caño... Alrededores: la villa de Parriza Disputa con Cariñena por la calidad de sus vinos, denominados pajarilla (tipo sjave y poco espeso). Sobre su caserío descolla la esbelta torre mudejar de la iglesia de Nuestra Señora de los Angeles (siglos XIV-XV). Hijo preclaro de Paniza fue don Santiago Hernández, aragonés hasta la médula, alumno de la Institución Libre de Enseñanza y republicano por convicción. Don Santiago desempeñaba el cargo de inspector de primera enseñanza cuando la guerra lo sorprendió en Teruel. Sufrió con su familia el trance amargo del exilio, primero en Francia, más tarde en México donde habría de encontrar un nuevo hogar y una segunda patria. Fue catedrático de Pedagogía de la Universidad Nacional Autónoma de México y representante ante la UNESCO del país azteca, además de autor de numerosos ensayos de su especialidad. Un profesor insigne y, ante todo, un hombre de bien a quien el autor de estas lineas tuvo oportunidad de conocer en México, hace muchos años, cuando apenas sabía escribir. Que el recuerdo de su persona sirva de homenaje a tantos españoles de conciencia limpia a quienes la barbarie fascista expulsó de su país, pero también a los pueblos de América que los acogieron con fraternidad y a cuyos hijos esta ingrata Madre Patria paga hoy con su xenófoba Ley de Extranjería.

FUENDETODOS Casi escondido entre las lomas, semejante en la lejanía a la piedra del secarral por el cromatismo ocre de su caserío. Diminuto enclave humano del Aragón profundo, Fuendetodos recuerda a un niño somnoliento que se alimentase de la grandeza de un sueño pretérito, de una fantasía veraz llamada Goya. En una modesta casa de la calle de la Alhóndiga, na 12 -no os perderéis: el camino aparece profusamente señalado-, propie-

132/ZARAGOZA dad de los Lucientes -su familia materna- vino al mundo el pintor aragonés. De esta rama dicen algunos que heredó su locura, y el temprano interés por las coductas anormales que lo impulsaba a visitar las dependencias de dementes del Hospital de Nuestra Señora de Gracia, de Zaragoza, donde dos Lucientes parientes suyos fueron internados. Curioso legado el de esta progenie, acaso simiente de su genialidad. La modesta vivienda de planta baja y dos pisos, construida en piedra, llama la atención por su extrema sencillez interior: techos bajísimos, ambiente gélido que a duras penas debía caldear el fuego del hogar; aquí y allá mobiliario y utensilios de la época. Duras condiciones de vida que el guía se complacerá en resaltar. Junto a este sancta santorum de la historia de Aragón podréis contemplar una colección de obras de pintores y grabadores aragoneses, así como una serie de los grabados de Goya. Por cierto: las primeras pinturas de nuestro artista se conservaban en el interior del templo parroquial, pero desaparecieron como lo mejor de este país- durante la guerra provocada por Franco y sus rebeldes fascistas en 1936, al quedar la iglesia arrasada en los cruentos combates del frente sur aragonés. Y para concluir la visita, a pocos pasos de la casa-museo, una anciana y anónima taberna os ofrece las que posiblemente sean las mejores morcillas de Aragón, que es casi como decir las mejores del mundo.

BELCHITE

Trotamundear por los caminos de Aragón supone arribar con frecuencia a pueblos de nueva planta, sin ningún interés artístico e histórico, que fueron instalados apresuradamente, antes que las aguas de los pantanos por inaugurar arrasasen las poblaciones originales: durante los estíos, cuando el nivel de las aguas decrece, puede contemplarse la triste -o grotesca- silueta de un campanario recortada sobre la líquida planicie de algún embalse.

LA TIERRA DEL VINO / 133 Belchite es uno de esos pueblos de nueva planta que abundan en Aragón. Pero su modernidad no obedece al poder devorador de las ag jas. Motivos harto más penosos redujeron su casco urbano a mera escombrería. Durante el verano de 1937 fue escenario de una cruenta batalla entre las dos Españas; distintos golpes de mano de uno y otro bando ocuparon sucesivamente la población, hasta ser definitivamente rechazados los combatientes republicanos. Los nuevos jerarcas decidieron recompensar los sufrimientos de la villa con la edificación de un pueblo a estrenar. El esqueleto calcinado de la antigua población quedaría como ejemplo de heroísmo -más bien de vileza y horror- para las generaciones venideras de flechas y pelayos.

Alojamientos Huelga recalcar la falta de atractivos del nuevo pueblo, cabeza de una comarca duramente castigada por la emigración. Por si la noche sale a vuestro paso y decidís aguardar las luces del alba en Belchite, podréis dormir en las pensiones Arto (San Ramón, 7; tf. 831012) y El Pueyo (Carretera Comarcal 200, km. 1,2; tf.830827).

Poco y mucho que ver Ruinas del viejo Belchite. El horror y la barbarie también pueden ser instructivas -aunque mejor a toro pasado-, siempre y cuando muevan las conciencias a reflexión. Sobre este escenario dantesco se alzan todavía la torre de la iglesia de San Martín, de estilo mudejar y la torre del reloj de la antigua casa consistorial.

Más ruinas Pero de otro tipo. La cercana población de Azaila -apenas traspasada la raya de Teruel- cuenta en su término municipal con

134 /ZARAGOZA el fabuloso yacimiento arqueológico del Cabezo de Alcalá. Sobre este altozano que domina la planicie entre los ríos Martín y Aguasvivas, han salido a la luz tres núcleos urbanos yuxtapuestos. Los estudiosos datan los más antiguos vestigios en torno al siglo Vil a. de C, anteriores incluso a la propagación de la cultura ibera. Una segunda ciudad (siglo IV a. de C), esta sí ibera, fue erigida sobre ella para finalmente sucumbir bajo la espada cartaginesa (siglo II a. de C ) . Y de una tercera urbe, también Ibera pero fuertemente influida por el contacto con la cultura latina, puede contemplarse con precisión el trazado urbano y de numerosas viviendas y edificios públicos. Las largas avenidas que atraviesan el poblado -sin duda una plaza fuerte-, bien enlosadas y rectilíneas y la cimentación de las construcciones destierran la imagen arcaica del ibero sucio y con taparrabos que lanzaba pedruscos contra los aseados romanos.

DAROCA Tomemos en Cariñena la carretera N-330 en dirección hacia la provincia de Teruel. A nuestra izquierda quedará la Sierra de Herrera, auténtica faja del Campo de Cariñena, y el curso del río Huerva. Diminutas poblaciones se asomarán al camino, pero nuestro destino es Daroca, importante centro comarcal de doce mil habitantes en el valle del río Jiloca, vigilada por los montes de San Cristóbal y San Jorge. Calat-Daruqa la llamaron los árabes. Dos dinastías agarenas, los Banu-Qasi y sus rivales Tob-Jibíes, lucharon por el control de esta estratégica población. El Poema de Mío Cid refiere el paso de su protagonista por la ciudad musulmana, camino de Valencia. Alfonso I solventaba las disputas entre moros apoderándose de la plaza en 1120. Su Fuero data de 1142 y le fue concedido por Ramón Berenguer IV. Pedro IV la nombró Ciudad por su lealtad durante la guerra contra Pedro II de Castilla. El casco antiguo de la ciudad -donde se funden los estilos románico, mudéjar, gótico, renacentista y barroco- está protegido por la declaración de Conjunto Histórico-Artístico de 1931.

LA TIERRA DEL VINO/135 Buena oferta hotelera Medio Hotel Daroca**. C/Mayor, 42. Tf. 800000. No supera las seis mil pesetas el precio de la habitación doble. Muy céntrico y confortable. Hostal Legidos**. Ctra. Sagunto-Burgos, km. 217. Tf. 800190. Barato Hostal Residencia Agiría. Ctra. Sagunto-Burgos, km. 218. Tf. 800731. Comer y tapear Restaurante Legidos. Tf. 800427. Anejo al hotel del mismo nombre. Probad el abadejo, bocados de bacalao frito. Restaurante Agiría. Junto al hostal antes citado. Tf. 800731. Ofrece platos típicos aragoneses como el ternasco al horno y las judías con chorizo. Bar Restaurante La Roca. Mayor, 107. Tapas y comidas. Sitios espirituosos Casino de Daroca. Plaza de Santiago, 15. Café Capi. Mayor, 121. Baco. Callejón Oscuro, s/n. Wallter. Parque Serrano Carrato, s/n. Daroca monumental Murallas. Saldrán a nuestro paso en la linde de la ciudad. El perímetro del recinto murado se acerca a los cuatro kilómetros de longitud y asciende hasta las ruinas del antiguo castillo de la ciudad, que se encuentran en penoso estado. Las defensas de Daroca fueron edificadas entre los siglos XIII y XVI; del trazado

136 /ZARAGOZA

original han llegado a nuestros días catorce torres y las puertas Alta o Fondoneray Baja. Esta última se construyó en el siglo XV, consta de arco rebajado flanqueado por torreones almenados de planta rectangular y la corona una barbacana con troneras; se la considera una de las más notables construcciones mililares del Medievo aragonés. Iglesia de Santa María la Mayor. Del original templo románico solamente podremos admirar el ábside, donde se guardan los Corporales milagrosos que sangraron, según la tradición, en el año 1239. El templo actual presenta acentuadas reminiscencias del estilo gótico, aunque sus obras se realizaron entre 1585 y 1592, con tres naves cubiertas por bóveda de crucería y sustentada a base de robustos contrafuertes exteriores, que en la intimidad del templo albergan varias capillas. Erguido sobre el altar mayor contemplaréis un baldaquino de columnas con fuste retorcido, recuerdan las formas tortuosas del estilo churrigueresco; el baldaquino proyecta su sombra -metafórica- hacia la imagen de Nuestra Señora de la Asunciónque en 1682 esculpiese Francisco Franco (nos ahorramos el chascarrillo forzado). Museo Colegial, o del Santísimo Misterio. En él se guardan varias piezas de gran valor como por ejemplo: la custodia de los Corporales que se encargó al escultor Pedro Moragues en 1384 y sufragara el rey Pedro IV de Aragón; fragmentos del retablo de Santa Engracia realizado en alabastro Pedro Bermejo (siglo XV) y donde se aprecian fuertes influencias de las escuelas góticas borgoñona y flamenca; y el también gótico retablo de San Pedro. Iglesia de San Miguel. A este coqueto edificio románico del siglo XII los modelnos del XVII le añadieron una pila de aditamentos barrocos que en nada lo favorecen. Mejor si se hubiera respetado su integridad original. Iglesia de San Juan Bautista. Idéntico caso que el anterior. Por suerte se conservan frescos del siglo XIII en los muros interiores de su ábside románico, curiosa construcción que fue iniciada en piedra y concluida (por economía de tiempo, esfuerzo o dinero; quién lo sabe) en ladrillo.

LA TIERRA DEL VINO /137 Iglesia de Santo Domingo. La torre del siglo XIII es uno de los más antiguos y bellos ejemplos del arte mudejar aragonés. Al igual que el ábside de San Juan, de una primera edificación en piedra se pasó al remate con ladrillo. Bartolomé Bermejo pintó la tabla de su patrón (1477), actualmente conservada en el Museo del Prado. Hospital de Santa Ana. Amena portada con arquivoltas y ornamentos (yeserías) de estilo mudejar. En el tímpano de su iglesia está labrada la historia de los Santos Corporales. Casa de Don Juan de Austria. El azote de los turcos en Lepanto pasó por esta mansión señorial que perteneciera a la familia Luna. Destacan el artesonado del salón principal de la casa y las yeserías mudejares que decoran el patio central. Fuente de los Veinte Caños. Es del siglo XVII y de gusto barroco: frontones de silueta combada y otros de trazo quebrado se interseccionan en divertida filigrana. La repostería local A los golosos no se les debe olvidar la adquisición de postres tradicionales de la comarca: almojábanes, virutas y turrón de guirlache con almendras y miel. Lo encontraréis en Pastelería Segura, c/Mayor, 57.

Tradiciones y fiestas: los Santos Corporales Se nos refiere cómo en pleno siglo XIII -allá por 1239- un ejército cristiano procedente del Reino de Valencia y estacionado en Daroca, se disponía a oír misa cuando fue sorprendido por la incursión de tropas musulmanas. Seis hostias consagradas retiraría del altar el sacerdote oficiante, y las envolvió en los corporales (las telas que cubren el ara durante la celebración litúrgica y sobre los que se posan el cáliz y las sagradas formas) para apartarlas de la batalla, no sea que cayesen en manos enemigas y acabaran profanadas. Buscó el amparo de las murallas -porque al santo varón de seguro también le preocupaba su integridad física- a lomos de una mula que no debía andar

138 / ZARAGOZA muy sobrada de fuerzas, pues de tanto espolearla cayó muerta en el portal mismo de la iglesia de Santa Ana. Y he ahí el milagro: concluida la batalla con victoria cristiana, el sacerdote deposita los corporales sobre el altar y maravillado se percata de la transformación de las hostias en sangre que había tiznado los lienzos. Con oro proveniente de América se forjó un relicario para estos corporales miríficos, donado a la ciudad por los Reyes Católicos en 1498. El portento de los Corporales se celebra todos los años el 7 de marzo, día de fiesta mayor en Daroca. Y son sacados en procesión la festividad del Corpus Christi, la primera quincena del mes de junio, saludándose su paso con un aluvión de pétalos de flor. Los acompañan en esta ocasión las cruces procesionales de los siglos XV, XVI y XVII; el palio del arzobispo Martín Terrer de Valenzuela y la ya mencionada custodia que donase a la ciudad el rey Pedro IV. Por estas fechas, que ya anuncian los rigores del sofocante verano aragonés, se celebran también un festival de jotas y la feria taurina de Oaroca.

Una cita para melómanos La manifestación cultural de mayor relevancia de esta ciudad es sin duda el Festival Internacional de Música Antigua, que se celebra anualmente -desde 1979- en homenaje a Pablo Bruna, el ciego de Daroca, célebre organista del siglo XVI y continuador de la añeja tradición musical de la ciudad, que contó con otra figura señera en la persona de Pedro Ciruelo, profesor en París, Alcalá y Salamanca y destacado teórico musical del siglo XV. De ocho secciones especializadas consta este festival, a saber: órgano, clave, canto, vihuela y laúd renacentista, viola de gamba, flauta travesera, violín barroco y oboe barroco. Animaos a asistir a sus audiciones: escucharéis los mismos sonidos elogiados por Fray Luis de León en su oda a Francisco Salinas, las sublimes melodías que portan el alma hasta la esfera inmarcesible del séptimo cielo aristotélico.

LA TIERRA DEL VINO/139 Feria agrícola Para los interesados en las cosas del agro, no podía omitir este importante centro comarcal la celebración de la Feria agrícola, ganadera e industrial, de carácter anual.

LAGUNA DE GALLOCANTA Muy próxima a Da roca, limítrofe con la provincia de Teruel y repartida entre los términos municipales de Gallocanta. Tuernos, Las Cuerlas y Bello, se extiende la Laguna de Gallocanta, considerada la más grande del territorio español con sus 6720 hectáreas (7,5 y 2,5 km. de longitud y anchura máxima, respectivamente; 2,5 metros de profundidad en sus lugares más hondos). Declarada Refugio Nacional de Caza en la primavera de 1985, en sus manantiales (ojos) se entremezclan aguas dulces y cálidas con otras frías y salobres. Praderas subacuáticas de macrofitos, densos carrizales, espadañas, juncales y praderíos componen un marco vegetal adecuado para el asentamiento de diversas especies animales (hasta 253 de vertebrados). Sesenta mil ejemplares de grulla (récord europeo) se reúnen aquí en la época de las migraciones; completan el muestrario de aves la lavandera, el zarapito real, el avefría, escribanos, carriceros, bigotudos, la focha, el aguilucho lagunero, el pato colorado, el porrón pardo Para acceder desde Daroca a este paraje singular tomaremos la carretera C-211 hasta el desvío a Gallocanta, pueblo situado casi en la misma orilla de la laguna. Varios itinerarios señalizados, con puntos de observación todos ellos, indican posibles recorridos. Muy recomendable es la ascensión hasta la ermita de Santa Ana, cimera de una loma que domina la panorámica de la laguna. Para información más exhaustiva: Servicio de Conservación del Medio Natural. Vázquez de Mella, 10. Tf. 976-558400. 50009 Zaragoza.

REMONTANDO EL CURSO DEL RIO JALÓN

El río Jalón, de discurrir casi paralelo a la autovía que une Madrid con Zaragoza, será la gran avenida que habrá de conduciros, amigos trotamundos, desde la vega hortícola y lisa que acaricia las márgenes del Ebro, hasta las anfractuosidades del Sistema Ibérico y el delirio vegetal y acuático del onírico Monasterio de Piedra. Su curso se abre paso casi rectilíneo, cual si de un prodigio de voluntad se tratase, entre las prietas sierras que limitan Aragón y Castilla; aglutina en sus márgenes los principales núcleos de población de la comarca, engendra en su subsuelo las dádivas de generosas fuentes termales y traza la más importante ruta mudejar de la Península Ibérica. Se dice que titos, belos y lusones fueron los pobladores prerromanos de esta vega, atribuyéndoseles raíces celtibéricas. Muy aguerridas debieron ser estas gentes, pues su sublevación en el año 181 a. de C. originaría la I1 Guerra Celtibérica. Fluvio Flacco redujo la asonada a sangre y fuego: métodos tan faltos de sutileza fueron la antesala de la profunda romanización de estos lares, donde los conquistadores latinos iban a aplicar todo su talento técnico en la construcción de obras hidráulicas que garantizasen la explotación agrícola intensiva del valle del Salo (en palabras del poeta Marcial, que se refería al contenido salínico de sus aguas). Los árabes mejoraron esta infraestructura original; sus técnicas de cultivo convirtieron en un vergel digno del paraíso de Alá esta vega, ante la admiración -y seguramente el burdo horror- de sus enemigos cristianos. La reconquista respetó la labor de estos industriosos musulmanes: los moriscos continuarán trabajando la tierra hasta la cruel expulsión de 1610 y su partida abocará a numerosos pueblos a la desertización -por ejemplo: Calatorao y su campo-. No obstante la vega del Jalón es considerada una de las más fecundas y mejor trabajadas de España por Ignacio de Asso, que glosa las excelencias de sus

142 /ZARAGOZA frutos hacia finales del siglo XVII. Sólo la acción vivificadora del río, verdadero espíritu de la comarca, ha librado a ésta de la endémica depresión económica que asóla otras tierras aragonesas.

ÉPILA Se asienta sobre la falda de una colina que domina la huerta adyacente. Alfonso I la reconquistó a los musulmanes, concediendo su feudo a la familia de los Gurrea. Fue testigo de la batalla entre el rey Pedro IV y los nobles insumisos de la Unión Aragonesa, el año 1348; la victoria militar del monarca aragonés supuso la abolición del Privilegio aristocrático. Hijo de la villa -no sabemos hasta qué punto ilustre- sería el inquisidor Pedro de Arabués, hoy santo. El Conde de Aranda. prototipo español del gobernante ilustrado, escogió esta localidad zaragozana para concluir sosegadamente sus días. Las antiguas murallas medievales circunvalaron la villa hasta bien entrado el siglo XVIII.

Comida y alojamiento Fonda El Comercio. Avda. Rodenas, 8. Tf. 603071. Habitaciones sin lavabo a muy buen precio y comida casera. Bodega Santa Rita. Carretera de Muel, 13. Tf. 603785. Restaurante El Navarro. Ctra. Zaragoza, km. 285. Tf. 603589.

Vinos y café Casino de La Amistad. Plaza de España, 7. Café Vanguard. García Gómez, 8. Café Gato Negro. Plaza de España, 6. Pub Tiffanys. San Frontonio, 30. Música variada y horario para insomnes. Jamm San Frontonio, 34.

POR EL RÍO JALÓN/143 Románico, gótico, mudejar, barroco Puente medieval. De estilo gótico, con dos ojos apuntados, une ambas riberas del río Jalón. Iglesia parroquial de Santa María la Mayor. Su construcción se emprende el año 1722, prolongándose hasta 1782. Nos hallamos ante un templo de grandes proporciones y esmerado diseño, en cuya obra trabajó el arquitecto Agustín Sanz, discípulo de! gran Ventura Rodríguez. En consonancia con la más añeja tradición aragonesa, el ladrillo se convierte en material básico de construción para esta iglesia de formas barrocas. Las bóvedas presentan frescos can escenas de la vida de la Virgen. Iglesia de Nuestra Señora de Ródenas Posee una interesante cabecera donde se amalgaman los estilos gótico y mudejar. Palacio de los Duques de Híjar. Antigua propiedad de la familia Aranda. Barroco, construido en el siglo XVIII. Adosado al Convento de La Concepción, de resonancias mudejares, al igual que e Palacio de los Marqueses de Saudfn. Ermita de Santa María Magdalena. Fuera del casco urbano de la villa, percibimos en ella los vestigios de su primitiva fábrica románica.

Por tierras de moriscos La vecina Lumpiaque conserva una iglesia mudejar del siglo XV con notable torre. A la villa de Rueda de Jalón, próxima también, los musulmanes llamaron Rota. Fue plaza fuerte, lugar de asueto y a la par de refugio en tiempos de crisis para la dinastía de los Banu Hud; a más de estratégica posición militar. La expulsión de los moriscos supuso su práctico despoblamiento y posterior repoblación con cristianos viejos. De su pasado esplendor dan fe las ruinas del castillo agareno, construido a base de pequeños sillares grisáceos que parecen derretirse sobre el peñasco estriado que los sustenta.

144/ZARAGOZA

CALATORAO "Por vera la PilarícaA/engo de Calatorao"canta el coro de la zarzuela "Gigantes y cabezudos". Qalat-al-Tuad fue su nombre musulmán, que en román paladino significa castillo de tierra. Otra plaza fuerte en el camino de Castilla y lugar profundamente afectado por la expulsión de los moriscos de 1610, hasta el punto de convertirse en pueblo fantasma que tardó varios años en ser repoblado. Aparte de su huerta, son de gran importancia económica las canteras de piedra de este término. Cuando el hambre y el cansancio aprietan Fonda Moderna. Plaza de Zaragoza, 20. Tf. 607111. Bar Avenida. Ramón y Cajal, s/n. Monumentos locales Iglesia Parroquial de San Bartolomé. Más importante que su fábrica decimonónica es el Cristo del siglo XVI, atribuido a Gabriel Yoli, que se guarda en su interior. Torreón. Del siglo XIV, resto de las antiguas fortificaciones de la villa.

LA ALMUNIA DE DOÑA GODINA Parece ser que la prerromana Nertóbriga estuvo aquí asentada. Su nombre de raíz árabe designa las huertas que la circundan. Y de Doña Godina señalaremos su condición de rica heredera cristiana, viuda del acaudalado don Blasco Blázquez, que cedió estas tierras a la Orden de San Juan en el año 1176. La actual población es heredera de la medieval Cabañas, desaparecida en el siglo XV, que estaba ubicada en la vera misma del río Jalón. De antiguo le viene su vitalidad económica: las crónicas mencionan las numerosas almazaras (molinos de aceite) que distinguían antaño esta villa, así como su industria jabonera. La

POR EL RÍO JALÓN / 145 horticultura constituye hoy la principal fuente de ingresos del lugar.

Oferta hotelera El estratégico emplazamiento de La Almunia en el margen de la autovía Madrid-Zaragoza favorece el incremento del número de negocios de hostelería y de la categoría de los mismos. Medio Hotel El Patio" Avda. Generalísimo, 6. Tf. 601037. Hotel Grío**. Cita. Madrid-Barcelona, km. 263. Tf. 600001. Barato Hostal Residencia Manolo*. Avda. Zaragoza, 12. TI. 601138. Habitaciones con lavabo a buen precio. Hostal Residencia Mesón de la Ribera*. Crta. Madrid, km. 272. Tf. 600092. ídem, anterior. Hostal Residencia Mularroya*. Crta. Madrid, km. 263. Tf. 600055. Algo más caro que los dos anteriores. Hostal Residencia La Terraza*. Corazón de Jesús, 1. Tf. 600252. Precios similares a los del anterior.

Restaurantes y bares El Hotel El Patio cuenta con un restaurante de cocina tradicional y buena calidad, pero a precio medio-caro. Más asequible resulta el restaurante del Hostal Mularroya, donde por menos de 2000 ptas. puede comerse buen ternasco y excelentes platos a base de productos hortícolas del lugar. Muy recomendable también por sus precios y calidad es el restaurante del Hostal Mesón de la Ribera, de cocina tradicional aragonesa.

146 /ZARAGOZA José María. María Auxiliadora, 2. Mesón de la Ribera. Ctra. Madrid-Barcelona, km. 272. Bar Manolo. Ctra. Madrid-Barcelona, s/n. Y a la tarde-noche

unas copas

Casino Principal. Plaza José Antonio, 5. Godina Park. Laviaga Castillo, 17. La Noche. Laviaga Castillo, 8. Columbia. Laviaga Castillo, 14. Visita cultural Ermita de Nuestra Señora de Cabanas. En el extraradio de la villa. Su fábrica es románica del siglo XIV. Una restauración maléfica ha respetado, por fortuna, la contemplación de los frescos del siglo XIV, el alfarje (techumbre de madera) y la pila bautismal original. Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. Julián Garza y Ceballos proyectó este templo de formas neoclásicas, comenzado a construir en el año 1754. Del mismo estilo es el edificio del Ayuntamiento de la villa. Casco urbano. Conserva coquetos edificios de fachadas renacentistas. Del Palacio de la Orden de San Juan destacaremos su fábrica gótica; la iglesia adyacente es posterior, de estilo barroco. Cerquita De la villa de Riela, antigua encomienda de la orden templaría, destaca la torre mudejar de su iglesia parroquial, con abundantes ornamentos geométricos. Morata de Jalón, que ronda las dos mil almas, fue villa de extraordinaria prosperidad en tiempos pasados. Del esplendor pretérito sobreviven varios palacios de fachada renacentista dispersos por su pequeño casco urbano y el conjunto barroco de la Plaza Mayor, sobre el que despuntan la torre del reloj consistorial y la torre parroquial.

POR EL RÍO JALÓN /147 El interés principal de la villa de Chodes, huera de riquezas monumentales, es su condición de pueblo de nueva planta levntado a expensas del Marqués de Villaverde en 1676. La disposición de las calles emana de una plaza central poligonal. Algo más alejada (carretera A-1503) se encuentra Illueca, cuna del papa cismático Benedicto XIII, en el siglo Pedro de Luna y Gotor. Este religioso ascendió al pontificado de Avignon en 1394, y defendió sus derechos al solio pontificio -en un gesto de genuina tozudez aragonesa- después de la reunificación papal del Concilio de Constanza (1414), hasta que la muerte vino a visitarlo en Peñíscola el año 1423. En su villa natal -hoy importante centro de fabricación de calzados- se yergue el imponente castillo familiar de los Luna, construido en el siglo XIV, que asombra por la solidez y arrogancia de sus poderosos torreones cúbicos. Actualmente se lo somete a obras de restauración para albergar en el futuro inmediato un nuevo parador nacional. Merece también ser mencionada la iglesia de San Juan Bautista, mudejar del siglo XIV con adherencias barrocas posteriores.

CALATAYUD "Si vas a Calatayud/pregunta por la Dolores "dice la copla. Desconocemos la identidad de tal señora -o señorita- pero podemos afirmar que Calatayud es la segunda capital zaragozana, con sus casi veinte mil habitantes y una intensa actividad económica y comercial. Muy cerca de la celtíbera Bílbilis -que la mano hábil de Roma transformase en próspera colonia-, donde el Jiloca rinde el tributo de sus aguas al Jalón, erigieron los musulmanes su Qalat-Ayyub (Castillo de Ayub) el año 716, fundación ésta simultánea a la de Daroca. El caserío de la población creció sobre las colinas de Ravelín y del Reloj, que separa el barranco de La Rúa, finalmente también ocupado por las edificaciones. La plaza fue sólidamente fortificada, pues frecuentemente estuvo concernida en las disputas políticas y guerreras de los taifas locales -la

148 /ZARAGOZA familia de los tuchibíes- contra los zaragozanos Banu Qasi. Cinco sumaban los castillos de esta plaza: el original de Ayyub Consolación, La Peña, Don Alvaro y El Reloj. El incontenible avance del ejército de Alfonso I tomó tan majestuosa fortaleza a los debilitados taifas musulmanes. Una vez más iba a verificarse que tiempos hoy considerados oscuros y brutales no lo eran tanto, o cuando menos que brindaron buenos ejemplos no siempre imitados por generaciones posteriores y presuntamente más civilizadas: las vidas y haciendas de judíos y moriscos fueron respetadas por los cristianos, con el subsiguiente desarrollo de una comunidad plural y tolerante que alcanzaría importantes cotas de desarrollo económico y cultural. Pedro I el Cruel, rey de Castilla, consiguió tomar Calatayud el año 1362, no sin antes doblegar la enconada resistencia de la población. Esfuerzo que recompensaría Pedro el Ceremonioso con la concesión del título de ciudad. La celebración de Cortes en los reinados de Juan II y Fernando II (el Católico) iba a reforzar la importancia política de Calatayud en el seno del Reino de Aragón; importancia que decrecería conforme la Corona Castellana asumía mayores cotas de poder y representatividad políticas en el marco general del estado, a partir del siglo XVI. Empero trascendería su condición de capital comarcal y centro de actividades económicas, como demuestra la constitución de la provincia de Calatayud en la reforma de la administración territorial de 1820. Dicha demarcación fue absorbida por Zaragoza en 1823. Calatayud fue declarada Conjunto Histórico-Monumental en febrero de 1967. Alojamiento para todos los gustos y alcances Caro Hotel Calatayud*'*. Ctra. Madrid-Barcelona, km. 237. Tf.881323. Moderno y confortable, pero alejado del centro de la ciudad. Los precios son muy razonables.

POR EL RIO JALÓN /149 Hotel Fornos". Paseo Calvo Sotelo, 5. Tf. 881300. El céntrico emplazamiento eleva los precios. Medio Hostal Residencia Marivella** Ctra. Madrid, km. 241. Tf. 881237. ¡Qué pena hallarse en lugar tan poco céntrico!. Hostal Escribano. Ctra. Sagunto-Burgos, km. 255. Tf. 882542. Hostal Gimeno. Guedea Luis, 9. TI. 883559. Más sencillo, pero también notablemente más económico, que los dos anteriores. Las habitaciones no tienen cuarto de baño. Barato Los establecimientos Fonda El Carmen (Explanada de la Estación, s/n; tf. 881105), Fonda El Pilar (Gracián, 15; tf. 881223) y Avenida (Dicenta, 4; tf. 881223) son lo más barato de la ciudad: la habitación apenas supera las mil pesetas por noche. Claro está que se trata de sitios de extrema sencillez, donde por precios módicos también podréis comer. Algo más pagaréis en Pensión La Perla*(San Antón, 17; tf. 256282), Casa Sixto (San Antón, 9; tf. 883294) y El Comercio (Eduardo Dato, 33; tf.881115).

Un camping El Camping Calatayud (categoría: 2aC) está ubicado en la Ctra. Madrid-Barcelona, km. 239 (aproximadamente a tres kilómetros de la ciudad). Tf. 880592.

Restaurantes Buena oferta gastronómica la de Calatayud, tanto por la calidad de sus establecimientos como por sus precios.

150/ZARAGOZA Medio Lisboa. Cortes de Aragón, 10. Tf. 882535. Con los productos de la tierra elaboran unas judías guisadas y unos pimientos rellenos deliciosos. Marivella. En el hostal homónimo. Platos regionales y de otras Comunidades. Bílbilis. Madre Puig, 1. Tf. 883955. Castillo. Plaza de San Marcial, 2. Tf. 883432. Mesón El Roble. Justo Navarro, 6. TI. 880013. Barato El Mesón. López Landa, 5. Tf.882525. Menú copioso (con mucho vino). La Perla. San Antonio, 17. Tf. 881340. Las Tortillas Sandwiches, bocadillos, tortillas varias. Ideal para merendolas. Está en el Paseo Nicolás de Francia, s/n. Calatayud la nuit La ciudad cobra especial animación los fines de semana, con la afluencia de estudiantes que los días lectivos residen en Zaragoza. La zona preferida por la juventud son los aledaños del Paseo de Calvo Sotelo, en pleno centro de Calatayud, sobre todo las calles Justo Navarro y Madre Puig, emporios de la marcha local. De los numerosos bares escapa el rotundo sonido de sus altavoces, inundando la vía pública de rumores que no por desagradables a oídos del vecindario resultan menos hospitalarios para los noctámbulos: Karma(Justo Navarro, 8), /?/'o(Guedea Luis, 21), Trébol (Guedea Luis, 15) y Boris (Guedea Luis, 13) son lugares de encuentro de noctámbulos. Si el trotamundos de turno prefiere lugares más recoletos y apacibles, visite el Pub Jocha (Glen Ellyn, 5), con buena música rock. Para los más bailones -y musicalmente menos exigentesno está mal la Discoteca Vidrio's (calle Madre Rafols, 8) o Prisma (Pérez Darío, 1).

POR EL RÍO JALÓN/151 Un repaso a su patrimonio artístico Bílbilis. De la patria de Marcial poco nos queda, por desgracia. Los vestigios de la ciudad romana coronan el cercano cerro de La Bámbola (aproximadamente a seis kilómetros del casco urbano); se conservan parte de las termas y fragmentos de las iortificaciones y del teatro de esta próspera colonia romana. Castillo de Ayub La ascensión no resulta liviana. Desde sus alturas se divisa una magnífica panorámica de la comarca. Es de planta cuadrada, reforzado por sólidos torreones cúbicos. La vegetación ha contribuido a su deterioro, aunque aparenta un aceptable estado de conservación. Colegiata de Santa María. Esta iglesia de tres naves ocupa el emplazamiento de una antigua mezquita. El primer templo, de estilo mudejar, fue consagrado en el año 1249; de esta primera obra subsisten el ábside poligonal y el claustro. La torre, aunque también mudéjar, data del siglo XVI y por su riqueza ornamental se la considera una de las más hermosas de Aragón; lástima que la poco acertada implantación de un chapitel en el siglo XVIII -¡qué manía con remendar todo lo antiguo!- desvirtúe su estructura original. Sobresaliente es la fachada principal, plateresca: Juan de Tala vera y Esteban de Obray fueron sus autores (1526-28), que rellenaron la circunspecta sobriedad de las formas clásicas con una legión de esculturas y relieves ornamentales. Digno de encomio es también el alero de madera labrada que cubre este portal, característico en las construcciones renacentistas de la Corona de Aragón. Iglesia de San Pedro de los Francos. En ella se celebraron las Cortes aragonesas de 1411 y 1461. Construida ya en el siglo XII, combina elementos góticos (como la portada ojival profusamente labrada) y mudéjares de sucesivas reformas, aunque el esquema general del templo corresponda al segundo estilo: tres naves de idéntica altura culminadas por sendos ábsides. Ha sido declarada Monumento Histórico-Artístico. Iglesia de San Andrés. Tal vez la más antigua (cristiana) de Calatayud. Data del siglo XII y cabe destacar su torre poligonal mudéjar (siglo XVI), muy similar por sus aditamentos a la de Santa María.

152 /ZARAGOZA Iglesia-Colegiata del Santo Sepulcro. Templo que fue de la Orden templaría, pues Ramón Berenguer IV les concedió tierras bilbilitanas en 1156. La construcción que hoy contemplamos es muy posterior, ejecutada en el siglo XVII por Gaspar de Villaverde, quien siguiendo la tradición empleó ladrillo para esta obra de tres naves y ábside semicircular. Restos de las dependencias originales son las cuadras anejas y las ruinas del claustro mudejar. Iglesia-Colegiata de Nuestra Señora de la Peña. Iglesia-fortaleza del siglo XIV, erigida donde antes se alzaba el castillo de La Peña (como recordáis, una de las fortificaciones perimetrales de Calatayud). Es de una sola nave sin ábside, que concluye en capilla recta y presenta -¡cómo no!- añadidos barrocos. La habilidad de los artesanos mudéjares queda patente en las yeserías de sus capillas Mayor y de San Francisco Caracciolo. Tiempo hubo en que compartió con la Colegiata de Santa María la primacía eclesial de la ciudad, hasta que su cabildo fue asimilado al de la anterior. Iglesia de San Juan el Real. No podían faltar los jesuítas en la ciudad. Esta fue su sede, construida en el siglo XVII y deshabitada tras la expulsión de 1767. Se atribuyen a Goya los frescos de las pechinas de su cúpula. Puerta de Tener. Una imagen típica de la ciudad. Levantada en el siglo XVI, dos torreones casi cúbicos flanquean su arco rebajado. Sobriedad y elegancia aunados. Las ventanas de los torreones les ahorran el aspecto lúgubre de otras construcciones similares, sin por ello mermar su gravedad. Frente a ella hallaréis la no menos típica Fuente de la Sisa o de los Ocho Caños, construida durante el reinado de los Reyes Católicos. La nómina de la arquitectura civil bilbilitana no podría cerrarse sin hacer referencia a los palacios renacentistas de Pujadas, Vezlope y Zezéy al neoclásico Palacio del barón de Versage. Sin olvidar las mansiones señoriales que embellecen las más antiguas calles de la población. Museos. El Museo de Arte Sacro ha reunido valiosas piezas provenientes de parroquias bilbilitanas o de poblaciones de la comarca. El Museo Arqueológico os mostrará hallazgos de la cercana Bílbilis.

POR EL RÍO JALÓN/ 153 Fiestas y romerías El 8 de septiembre se celebra la romería de la Virgen de la Peña. La procesión parte del santuario homónimo para depositar la imagen venerada en la Colegiata de Santa María. La fiesta mayor tiene lugar en agosto, por San Roque. Delirio de música, vino y alegría en estas fiestas que comienzan con un chupínazo y en las cuales tienen protagonismo casi absoluto las peñas locales, almas de toda jarana. Por estas fechas se celebra la feria taurina en el coso de la ciudad.

Poblaciones vecinas El pequeño pueblo de Añinón, cuyo nombre cuesta pronunciar, conserva una preciosa iglesia gótico-mudejar del siglo XIV, con un retablo plateresco de los escultores Gil de Morlanes y Gabriel Joly Otro tanto podemos señalar de Maluenda: merece visitarse su iglesia mudejar, también del siglo XIV, con torre posterior (siglo XVI) profusamente ornamentada. Otro ejemplo mudejar de esta villa es la iglesia de las Santas Justa y Rufina. Paracuellos del Jiloca es célebre por su balneario (Ctra. Valencia, s/n; tf. 883225), cuyas aguas se recomiendan para el tratamiento de afecciones cutáneas y respiratorias. El balneario cuenta con alojamiento a precios medios.

Fue la celtíbera Attacum. En esta población se juntan las aguas del Jalón y del Manubles, río al que antaño hicieron célebre sus catastróficas avenidas. Sobre el río Manubles se celebraba en otro tiempo, el día 26 de diciembre, una batalla fluvial entre los vecinos de la villa. La tradición se ha perdido en la actualidad, pero según la crónica de Pascual Madoz todo el vecindario, mujeres incluidas, participaban en el combate -no hay noticia de víctimas mortales: se trataba de una batalla simulada, que no

154 /ZARAGOZA debía trascender los remojones y chichones habituales de estas prácticas-. Dos hostales Hostal Residencia A.T.K.**. No debía ocurrirsele ningún nombre a su propietario. Lo encontraréis en la calle Goya, 28. Tf. 842219. Muy bien de precio. Hostal Residencia Bernal*. Goya, 27. Tf. 842213 Ligeramente más económico. Habitaciones sin cuarto de baño. Para degustar los platos locales José María. Goya, 1. Tf.822443. Muy sabrosas las perdices escabechadas, especialidad de la casa. Bar Ateca. Avda. Goya, 24. Construcciones de mérito Iglesia de Santa María. Es del siglo XIV, mudéjar. La planta cuadrangular de su torre, así como la disposición de sus relieves ornamentales, sugieren la posibilidad de que nos encontremos ante el antiguo alminar de una mezquita preexistente al templo cristiano. Ayuntamiento. Construcción barroca del siglo XVII.

ALHAMA DE ARAGÓN Cifra su interés turístico en contar con ocho manantiales de aguas termales, famosas desde la época romana. Su propio nombre árabe, Alhama, hace alusión a dichas fuentes. Un excelente lugar para el reposo y la cura de salud, aunque la afluencia de visitantes promueva la apertura de locales nocturnos con fines no precisamente terapéuticos, que distraerán a quienes no necesiten las aguas bicarbonatadas, nitrogenadas, arsenicales, hipertermales y radiactivas que tan generosamente brinda la madre naturaleza en este lugar.

POR EL RÍO JALÓN M 55 Balnearios Martínez. San Roque, 4.Tf. 840014. Abierto los meses de julio, agosto y septiembre. Sus aguas son adecuadas para el tratamiento de reumatologías crónicas y afecciones respiratorias y otorrinolarringológicas. Termas Pallares. General Franco, 20. Tf. 840011. Abiertas todo el año. Si padecéis alguna afección reumática, respiratoria, circulatoria o nerviosa, o convalecéis de alguna traumatología (¡ojalá que no!), os serán de buen provecho estas aguas. Cantarero. San Roque, 1. Tf. 840004. Abierto del 15 de junio al 30 de septiembre. Una novedad: además de aptas para todas las afecciones ya mencionadas, se recomiendan ante trastornos y enfermedades ginecológicas. Guajardo General Franco, 3. Tf. 840002-840107. Abierto desde junio hasta la segunda quincena de octubre. Alojamientos Caro Hotel Parque***. General Franco, 20. Tf. 840011. Los precios varían notablemente según se trate de temporada alta, media o baja. Hotel Termas***. General Franco, 20. Tf. 840011. Del mismo propietario que el anterior, los precios no varían. Medio Hostal Balneario Termas de San Roque**. San Roque, 4. Tf. 840014. Hostal Lusa*. Tf. 812223. Barato Hostal Residencia Balneario Martínez. San Roque, 4. Tf. 840014. Lo más barato de Alhama. Habitaciones sin cuarto de baño.

156 /ZARAGOZA Hostal Balneario Guajardo**. General Franco, 3. Tf. 840002. Pensión Joma*. Manuel Cortés, 11. Tf. 840000. Buena relación servicio-precio. Pensión Avenida*. General Mola, 16. ídem, anterior. Restaurantes Avenida. Junto a la pensión del mismo nombre. Comida regional a muy buen precio. Tito. Constitución, 6. Los Conductores. Ctra. Madrid-Barcelona km. 205. Un templo Iglesia Parroquial de la Natividad. Barroco del siglo XVII. Más fuentes termales La vecina localidad de Jaraba ofrece al viajero tres balnearios en funcionamiento, a saber: La Virgen. Tf. 848187. Abierto de junio a octubre, recomiendan sus aguas para las infecciones de las vías urinarias y afecciones reumáticas. Baños de Serón. Tf. 848071. Abierto todo el año. Sicilia. Abre de junio a septiembre. Tf. 883225. Los establecimientos mencionados cuentan con dependencias hoteleras, con precios elevados en el Balneario Sicilia y bastante más asequibles en los dos restantes.

CETINA Los trotamundos interesados en el folcklore de la tierra tienen una cita inexcusable con la vecina villa de Cetina y su contradanza, una de las más interesantes variedades del dance aragonés, tanto por su vistosidad plástica como por los vestigios

POR EL RÍO JALÓN / 157 de danzas precristianas que en ella han apreciado antropólogos y etnólogos. La ejecución de esta danza tiene lugar en la noche del 18 al 19 de mayo, día de San Juan Lorenzo, natural de esta villa. Varios bailarines enmascarados portan antorchas y visten ropajes oscuros ribeteados con bordados blancos, representando esqueletos saltarines que nos retrotraen a las famosas danzas de la muerte medievales. Un demonio con elegantes atavíos rojos y aspecto de caballero renacentista dirige las evoluciones de tales esqueletos -que llegan a componer difíciles números de equilibrista- durante treinta cuadros; como conclusión el demonio será ejecutado, reminiscencia tal vez de ritos animistas, propios de sociedades agrarias, que simbólicamente daban muerte al espíritu invernal -asociado a la oscuridad y el mal- una vez alcanzada la eclosión primaveral.

NUEVALOS Y MONASTERIO DE PIEDRA Nuévalos reposa en la margen del río Piedra, donde éste cede sus aguas al embalse de La Tranquera. Este lugar fue antigua posesión de la Orden Templaría y su pasado medieval ha legado a nuestros días una torre del siglo XIV y el templo gótico de San Julián. El principal interés de esta pequeña población radica en su proximidad (apenas 2 km.) a uno de los parajes naturales más asombrosos de toda la geografía peninsular, el Monasterio de Piedra, oasis de feracidad a pocos pasos del rotundo secarral aragonés. La afluencia de visitantes ha desarrollado en Nuévalos un pujante sector de hostelería. Hoteles y pensiones Caro Hotel Monasterio de Piedra***. Ubicado en el mentado paraje, ocupa buena parte del antiguo cenobio cisterciense. Tf. 849011. Modernas comodidades en un marco natural semisalvaje. Buenas estocadas.

158/ZARAGOZA Medio Pensión Las Rumbas*. Tf. 849027. Pequeño establecimiento que sólo abre los meses de verano. Las tarifas son más propias de hostal que de pensión. Hotel Residencia Las Truchas**. Ctra. Cillas-Alhama de Aragón, km. 37. Tf. 849040. Confortable y económico; abierto todo el año. A la vista de la oferta, lo mejorcito del pueblo. Pensión La Bodega*. Generalísimo, s/n. Tf. 849027. Los precios son similares al anterior, pero con el inconveniente de tratarse de habitaciones sin cuarto de baño. Sólo abre la temporada estival. Barato Hostal Residencia Río Piedra. Ctra. Monasterio, s/n. Tf. 849007. Ofrece los mínimos servicios, pero a precios muy interesantes.

Camping Camping Lago Park. Ctra. Alhama de Aragón-Nuévalos, km. 39. Junto al Monasterio de Piedra, 1f. 849038. Abre del 1 de abril al 30 de septiembre. Categoría: 1§C.

Restaurantes Mirador. Ctra. Monasterio, tf. 849048. Un buen lugar para degustar apetitosa comida regional -y no sólo aragonesa-, adecuado para casi todos los bolsillos. Río Piedra. Ctra. Monasterio, tf.849007. Migas, judías estofadas, trucha del lugar -espléndida-, perdices Y en materia de precios, como el anterior. En el mismo parque del monasterio disponéis de bar y auto-servicio turístico, por consiguiente menos recomendable.

POR EL RÍO JALÓN/159 Monasterio de Piedra: el recinto conventual ¿Qué inspiración sublime condujo hasta este paraje recóndito, sepultado en un tajo de las estribaciones de la Cordillera Ibérica, aquel primer grupo de monjes cistercienses fundadores del cenobio? Aquí sentaron sus reales allá por el año 1164, procedentes del monasterio de Poblet, fascinados sin duda por una naturaleza pletórica que juguetea -pues a ninguna otra conducta humana podrían equipararse, metafóricamente, los caprichos y filigranas que el visitante contempla- con las aguas del río Piedra. Dilatada y a buen seguro penosa resultó la construcción del monasterio, dadas las dificultades del terreno circundante, muy celoso de sus bellezas. Conforme ascendemos las rampas y curvas de la moderna carretera imaginamos las precarias comunicaciones del paraje en época remota, los esfuerzos de los precursores y de quienes viniesen a reemplazarlos por acceder al lugar; y nos ronda una idea, quién sabe si ilusoria, acaso certera: nos figuramos aquellos espíritus místicos extenuados a las puertas del monasterio, felices de haber consumado un camino sin retorno que separaba por siempre el mundanal ruido de los gozos inmarcesibles de una naturaleza en cuyo esplendor percibían la magnificencia del Dios del Génesis. Hasta que la prosaica mente de Mendizábal y su Desamortización de 1835 vino a disolver el sueño ascético de los monjes. La fábrica original del monasterio quedó concluida en 1218. El perímetro cenobial lo cubre una pequeña muralla de piedra; la puerta abierta en la base de un torreón almenado del siglo XIV sirve de acceso al recinto. La iglesia y su claustro son de estilo gótico, aunque el estado de conservación es penoso; del antiguo monasterio también nos quedan otras dependencias como el refectorio, la cocina y la sala capitular. Mejor aspecto ofrece la residencia del abad, un palacete construido en el siglo XVI que se alza en la plaza de entrada al recinto, nada más franquear el torreón antes citado. Confiemos en la prontitud de una restauración integral que devuelva al conjunto monacal el esplendor de antaño. De ilusión también se vive.

160 /ZARAGOZA Monasterio de Piedra: su parque El río Piedra se precipita desde las alturas en un brusco cambio de nivel: sus tortuosas evoluciones dan lugar a esta maravilla de color, aroma y sonido, satisfacción completa para todos los sentidos (incluido el del gusto: abundan las truchas rollizas en las aguas cristalinas del monasterio). El recorrido por el parque está bien señalizado. Para quien pretenda adentrarse en este delirio acuático y vegetal, una advertencia: ropa cómoda y de batalla, algunos tramos de la excursión resultan excesivamente húmedos para determinados atuendos -y caracteres-. La visita comienza -seguid las flechas de color rojo- en el Mirador de la Cola de Caballo, sobre una cascada de más de cincuenta metros de altura: el río Piedra precipita aquí su caudal para generar las bellezas de este paraje. El siguiente paso consistirá en cruzar el estrecho corredor tendido entre la cascada y las paredes de la gruta horadada a espaldas del salto: una galería profunda coronada de estalactitas donde la luz solar, tamizada por la barrera de la cascada, apenas penetra tenuemente y contribuye así a reforzar su aspecto lúgubre. Facilis descensus avernus. No os extrañe si emergéis empapados de esta incursión por paisajes umbríos, propios de los Viajes Extraordinarios de Julio Verne. Más apacible aspecto ofrece el Lago de los Patos, la próxima escala, superada la cual se accede a La Caprichosa, alegre cascada que salpica el sendero de los visitantes. Alcanzado el Parque de Pradilla, podéis reponer fuerzas a la sombra de sus árboles frondosos: es el lugar ideal para tomar una pequeña colación, que si os place acompañaréis con las aguas medicinales de su manantial. Y una vez rebasado el plácido estanque que es el Lago del Espejo, nos encontraremos nuevamente al inicio de este periplo, en cuyo trascurso, además de los hitos mencionados, habremos contemplado numerosos saltos de agua y frondosas masas vegetales. Un paseo, por tanto, a través de una naturaleza feraz pero civilizada por la mano del hombre. Tan civilizada que no es posible la caminata sin abonar previamente entrada.

EL MONCAYO Y SU COMARCA

Nuestro vaguear por la provincia de Zaragoza concluirá en las cumbres mismas de la sierra del Moncayo, que separa -o une, según quiera entenderse- las tierras de Aragón y la castellana Soria. Mole rocosa ribeteada de comarcas vinícolas, cuyos caldos ásperos y secos, intensamente oscuros, compiten con el néctar de Cariñena. Monte ceñudo de resonancias esotéricas, cantado por Gustavo Adolfo Bécquer en ese prodigio de tabulación que son sus leyendas, y antes por el Marqués de Santularia, que había venido a guerrear a estas tierras. Cuenca aurífera, como todo lugar mágico, cuyas minas explotaron los romanos si hemos de creer las crónicas de Catón: acaso las mismas vetas que buscaron los templarios establecidos en la comarca. Montaña de romanza, que en el decir popular sopla con encono su cierzo, viento gélido con el cual se mofa de la liviandad de los mortales. Sólido dios animista de la imaginería popular aragonesa.

BORJA Capital comarcal del valle del río Huecha, ocupa un estratégico emplazamiento entre el cauce del Ebro, la sierra del Moncayo y la meseta castellana. La celtíbera Bursau, importante centro comercial, ya acuñó moneda antes de ser romanizada o mejor dicho conquistada por las legiones romanas tras la terrible batalla de Caravis (actual Magallón), en la cual perecieron 22.000 guerreros celtíberos, si los cálculos de Tito Livio son exactos. Los yacimientos prerromanos de La Corona y Esquilar, en el término de Borja, fehicitan la vitalidad cultural de los primeros pobladores del lugar. Una calzada romana que comunicaba Turiaso (Tarazona) con Caesaraugusta cruzaba sus campos: por esta vía

162 /ZARAGOZA circularon las riquezas minerales del Moncayo, camino de su comercialización. Y a la vera del camino surgirían las villae, haciendas agrícolas que aprovecharon cierta primitiva red de pequeños regadíos celtibéricos para transformarla y ampliarla. La agronomía y la ingeniería recalan así en la vega del río Huecha: numerosas obras romanas fueron aprovechadas, tras sucesivas reformas, hasta fechas recientes. La presencia posterior de la civilización islámica fue de extraordinaria trascendencia para Borja y su comarca. Los árabes, peritísimos agricultores, desarrollaron un método de explotación intensiva de cultivos (harim) que deparó gran prosperidad a la comarca. La dinastía Banu Qasi -descendiente de un conde visigodo convertido al Islam- presidió este periodo de la historia local. Borja, la Burya (en árabe, fortín) musulmana, adquirió oficio de plaza fuerte pero no tanto como para resistir la acometida de Alfonso I el Batallador, que la conquistaría en 1119, tras la toma de Tudela. La población musulmana continuó trabajando los regadíos, aunque sometida al despotismo fiscal de las ordenes templaría y hospitalaria y de los gestores terrenales eclesiásticos. Así hasta la expulsión de 1610, que a punto estuvo de colapsar la producción agrícola y la vida económica de la comarca (siete poblaciones del campo de Borja permanecieron largos años completamente deshabitadas: Bureta, Maleján, Ribas, Albeta, Agón, Fréscano y Bisimbre). Borja disfruta del título de Ciudad por concesión de Alfonso el Magnánimo (1438) y puede decirse que su más reciente historia se cifra en una lucha sin cuartel contra las adversidades naturales, para alcanzar los índices de desarrollo y prosperidad que lógicamente deben ornar a toda población que se precie de tamaña categoría. Desde la expulsión de los moriscos, los borjanos han trabajado arduamente para suplantar con éxito la maestría de los ausentes, y parecen haberlo conseguido. Empresas colectivas como la construcción de la Acequia Nueva de Valdecallos (1868) dejan constancia del tesón de estas gentes afanadas en los trabajos del campo. El fruto de su empeño puede enorgullecerlos, pues su ciudad (de apenas cuatro mil habitantes) se ha convertido en uno de los más

EL MONCAYO Y SU COMARCA / 163 importantes centros agrarios de Aragón y en la cabecera de la principal red de regadíos de esta Comunidad. Alojamientos La infraestructura hotelera de Borja es deficitaria. Podéis alojaros en el Hostal Gabás*. c/Capuchinos, 2. Tf. 867297. Habitaciones dobles con baño, aseadas y a buen precio. Restaurantes Bóveda del Mercado. Plaza del Mercado, 4. Tf. 868251. Cocina regional en un edificio típico. Yacomo. Parque de San Francisco, 5. Tf. 852106. Pizzas. De copas Casino La Amistad. Plaza España, 14. Discoteca Guinea. Concepción, 12.

Monumentos locales Antigua Colegiata de Santa María. Este templo con claustro, mudéjar, cuyas torres emergen del caserío de la ciudad, data del siglo XV, con posteriores reformas del siglo XVI. Destruida por un incendio en 1775, sufrió importantes remodelaciones. Sobrevivió al fuego el retablo mayor original, que compusiese Nicolás Zahortiga en 1465, hoy depositado en la sacristía del templo. Un segundo retablo, que actualmente ocupa el lugar del primero, fue encargado a finales del siglo XVII a Antonio y Gregorio Mesa. Una de las capillas de la ex-colegiata alberga la imagen de la Virgen de la Peana, patraña de Borja: la escultura es del último tercio del siglo XVIII. Iglesia Parroquial de San Miguel. Comenzaron sus obras en el siglo XIII. La zona presbiterial es gótica, como corresponde a la época de fundación del templo; pero su nave

164/ZARAGOZA denota la huella barroca del siglo XVIII. El estado de conservación del conjunto es lamentable. Ayuntamiento. Se levantó entre los años 1532 y 1534, mostrando las características comunes a los edificios del estilo renacentista aragonés. Otra meritoria muestra de arquitectura civil es la Casa de las Conchas (siglo XVI), antigua residencia de la familia Vera. Sin olvidar el conjunto de la Plaza del Mercado, con edificaciones de los siglos XVI y XVII. Paseando por las calles de Borja encontraréis varios conventos dieciochescos: San Agustín, Santa Clara, La Concepción y Santo Domingo.

Por el Campo de Borja... No dudéis en probar las excelentes morcillas de Fuendejalón, hechas con arroz y piñones: Mesón El Churro, Las Bodegas s/n. En Ainzón, importante centro vinícola, los vecinos continúan con la ancestral tradición de ofrecer al Cristo de la iglesia parroquial el primer mosto del año. El diminuto casco urbano conserva algunos edificios notables del siglo XVI, caracterizados por las galerías arqueadas que los coronan. Otra población monumental con caserío de similares características es Tabuenca, cuyo ayuntamiento presenta interesantes porche y galería renacentistas. La villa de Bureta -cuya condesa es una de las heroínas de la resistencia aragonesa a la invasión napoleónica- está adornada por su curioso palacio en forma de U, construido sobre las ruinas de un castillo defensivo entre los siglos XVI y XVIII. También posee una bella iglesia barroca del siglo XVIII. Magallón, la celtíbera Caravi, constituyó un importante nudo de comunicaciones en la época romana. El pueblo aparece tendido sobre una loma; la iglesia parroquial, alzada en el siglo XIV sobre las ruinas de un viejo castillo, es obra mudejar a la cual se agregó posteriormente una portada barroca. En sus afueras encontraréis el convento dominico (también mudejar) y la ermita de San Sebastián, que guarda pinturas sobre tablas de los siglos

EL MONCAYO Y SU COMARCA 1165 XV y XVIII. Podréis adquirir graciosas piezas de cerámica tradicional. Casi absorbida por el casco urbano de Borja, Maleján se concentra en tomo al Palacio de Dionís de Gascón, más bien una torre fortificada del siglo XIV, para cuya construcción se empleó ladrillo y manipostería. Del siglo XVI, de estilo gótico tardío, es su templo parroquial. Bulbuente fue la Burbon romana, donde nos apercibimos de las primeras ondulaciones que anuncian la proximidad de la sierra del Moncayo: su paisaje es el propio de un terreno de transición entre la depresión del Ebro y la montaña. En la Iglesia Parroquial de San Bartolomé se conservan valiosas tablas de los siglos XV y XVI. Muy cercana al tajo natural del Barranco de los Moros hallamos Ambel, de la que consta su importancia como plaza fuerte en la época medieval. Propiedad de la orden templarla (a ella le fue concedida en 1151), pasó a manos de los caballeros hospitalarios en 1308. Precisamente éstos levantaron el gran palacio que en población tan diminuta despierta la admiración del visitante: construcción de marcial sobriedad exterior y rematada por galería con arcos de medio punto, cuya fachada ha maltratado el paso del tiempo. Los constructores se permitieron delicados detalles ornamentales en el patio y las escaleras interiores.

MONASTERIO DE VERUELA

Entre las poblaciones de Vera de Moncayo y Alcalá de Moncayo existe un lugar conocido como La Aparecida, donde dice la tradición que vino a presentarse, allá por el siglo XII, la Virgen María. Próxima al prodigioso paraje se estableció la primera comunidad cisterciense del Reino de Aragón: Pedro de Atares hacía en 1146 la provisión necesaria para la fundación del monasterio, donando a tal fin sus posesiones de Veruela y Maderuela. Los primeros monjes llegaron en 1171; provenían del cenobio francés de Scala Dei y era su prior Raimundo Ramón. Aún exigua en aquellos días la fábrica del monasterio,

166 / ZARAGOZA hubieron de esperar hasta 1248 para ver consagrada su iglesia conventual. La orden cistercíense iba a convertirse en uno de los grandes señores feudales de la región. Ramón Berenguer IV concedió al monasterio el vasallaje de Monfort, Figueruelas y Alcalá de Moncayo. Vera, Pozuelo, Pujurosa y la fortaleza de Herrera pasaron a su jurisdicción por gracia de Alfonso II de Aragón. Bulbuente, Litago, Maleján y Ainzón fueron asimismo dominios de este cenobio. Los abades de Veruela podían exigir la servidumbre de los vecinos de las mentadas poblaciones y detentaban poder absoluto sobre los bosques, prados, molinos, hornos y regadíos de la zona. Sus vasallos entregaban puntualmente, so pena de ser encausados por el brazo secular, entre un quinto y un octavo de sus cosechas a los administradores -o debiera decirse: ladrones- monacales. La condición vitalicia del cargo de abad -así se mantuvo hasta el siglo XVIII- acentuaba la autoridad temporal de estos rectores de almas, tanto en los asuntos concernientes a la disciplina monacal como extra-muros del cenobio. La desamortización de 1835 dio por concluido el largo periodo de estancia en el monasterio de los monjes cistercienses, que por entonces ya habían perdido la inmensa mayoría de sus prerrogativas señoriales. Pasarían largos años hasta que los jesuítas viniesen a recuperar Veruela para la causa eclesiástica, y aún hoy se encargan de su administración. Pero la historia de tiranía y latrocinio que envuelve la memoria de estos muros -¡si la vetusta piedra hablase, cuántas vilezas contaría!- no resta un ápice a los valores estéticos de la magnífica construcción, edificada durante una época de transición entre los estilos románico y gótico. El complejo arquitectónico del Monasterio de Veruela parece dormir el sueño de los /n-justos tras los baluartes de su muralla exterior, tal vez alzada para defenderse de la ira de aquellas pobres gentes a quienes vampirizaba. Torreones cúbicos jalonan el muro exterior, abierto en un gran portal ojival que muestra los escudos heráldicos de dos benefactores de la institución, don Hernando de Aragón y el abad Lupo Marco. Una moldura octogonal añadida en el siglo XVI corona esta Dortada.

EL MONCAYO Y SU COMARCA / 167 Accedemos a un amplio patio interior. Siguiendo la clásica disposición de los conventos del Cister, lo flanquean el palacio abacial y la iglesia, un templo de portada románica pero en cuyo interior puede observarse ya la nítida penetración de los cánones estilísticos del gótico, con arcos apuntados -aunque ligeramente, sin la osadía de edificaciones posteriores de idéntico género arquitectónico-, bóveda de crucería, crucero y ábside con giróla (corredor que rodea el altar mayor). La extrema sobriedad del interior eclesíal; la poca alzada de las dos naves laterales, así como la estrechez de ambas y de la central, más espigada; la gravidez de los muros y contrafuertes, cuyo grosor apenas concede la apertura de escuetos ventanales; y el carácter romo de las ojivas denotan la remora de unas formas románicas no del todo desterradas de la memoria plástica de los constructores. Mención aparte merece el claustro. Sin concesiones a la ornamentación, al igual que la iglesia; pero la severidad de su galería ojival custodia un prado diminuto y arbolado que cautiva por su belleza tan sencilla como virginal, invitando a la meditación peripatética, la del fraile que vaga en derredor de un paraíso cancelado por las ojivas de sus visiones místicas. Experiencia ésta común al monje y al poeta: por el mismo corredor claustral deambularon las tabulaciones de Gustavo Adolfo Bécquer, huésped del monasterio tras la desamortización de 1835. El relato de su aventura espiritual quedó transcrito en una obra lírica e intimista, las "Cartas desde mi celda". Sobre la adustez gótica del cuerpo inferior del claustro, se erigiría posteriormente en ladrillo una galería adintelada, con arcada de medio punto y profusamente adornada con relieves en yeso, magnífico exponente del plateresco aragonés. Por el claustro se accede a otras dependencias igualmente notables como la sala capitular (donde se amalgaman bóveda de crucería y arcos de medio punto), el refectorio y el scriptorium. Tal vez las complicadas obras de restauración del monasterio -se pensaba transformarlo en Parador Nacional- os impidan visitar alguna/s partes del recinto. Esperemos que no sea así, que podáis admirar en toda su integridad la prestancia de este lugar en cuya crónica se entremezclan los más sublimes pensa-

168 / ZARAGOZA mientos con la bajeza de tantas acciones viles: tal y como es propio de la vida de los seres humanos, de todos nosotros. Alrededores del monasterio Vera de Moncayo es una población de caserío homogéneo y típico, con iglesia del siglo XIV. Famosos en Aragón son sus mantecados y magdalenas. Las leyendas de Bécquer mencionan el pueblo de Trasmoz, cuyo castillo medieval se dice que está embrujado. Interesante conjunto arquitectónico es el de Anón, con casas típicas construidas en piedra y rematadas por galerías de arcos. Los caballeros hospitalarios levantaron la actual iglesia gótica sobre un templo anterior, de estilo románico; también construyeron el castillo, allá por el siglo XIV, que fue refortificado durante las guerras carlistas. Anón conserva el peculiar dance de la Virgen del Rosario: durante su representación se declaman 936 versos referentes a la batalla de Lepanto.

TARAZONA Capital del Moncayo y emporio artístico; centro económico y religioso de su comarca. Tanta enjundia ya le viene de tiempos romanos: Turiaso fue próspera colonia del SPQR, asentada sobre una primitiva población de esta tierra de mestizaje, celtibérica y vascona, que se piensa localizada en las cercanías de la fuente del actual Paseo de San Juan. El trazado octogonal de la ciudad romana es aún perceptible en la disposición del casco viejo (El Cinto) de la ciudad; la acrópolis o fortaleza debió situarse en el lugar que hoy ocupa el palacio episcopal. Tarazona sobrevivió a la gran crisis del urbana de los siglos V y VI, tras la invasión visigoda. Ella y Caesaraugusta contemplaron la paulatina desaparición de importantes centros de población del Valle del Ebro. De hecho conservó la misión militar que ya le adjudicasen los romanos: defender las vegas de las incursiones de los vascones.

EL MONCAYO Y SU COMARCA / 169 La dominación árabe marca todo un hito en el desarrollo urbano, económico y cultural de Tarasuna, favorecido por los avances técnicos aplicados a la agricultura. Pero también merced a una próspera industria artesanal: curtidurías de cueros, cardaderías de lana, ferrerías, telares... Industrias que sobrevivieron al éxodo morisco del siglo XVII. En 1592 se celebraban las célebres Cortes de Tarazona, con la presencia del rey Felipe II, verdugo de las libertades aragonesas. De aquellas sesiones, celebradas bajo la presión del monarca castellano, salió la reforma del Fuero de Aragón. Los duros avatares de los siglos XVI y XVII, con la hacienda real en bancarrota y el poderío español eclipsándose en Europa, no parecen influir negativamente sobre Tarazona, que proseguirá un desarrollo económico firme y continuado. El año 1776 va a convertirse en la segunda población aragonesa. Pero los siglos XIX y XX pondrán freno a este desarrollo casi portentoso, aun preservando su indiscutible condición de capital comarcal. La popular cantante y artista de music-hall Raquel Meller (bautizada Francisca Marqués López), auténtico mito de la España de los no tan felices veinte, vio la primera luz en Tarazona el año 1888. Del primer y juvenil triunfo en el escenario del Teatro Arnau (1911), en el Paralelo barcelonés, saltó a la fama europea desde las tablas parisinas para más tarde convertirse en actriz cinematográfica. Joaquín Sorolla, Mariano Benlliure, Alfonso XIII y el genial Charles Chaplin se contaron entre sus más fervientes admiradores, cautivados por su voz y movimientos. ¿Quién de nosotros no ha escuchado a su abuela tararear "El relicario" o "La violetera"? Estas y otras muchas coplas, expresión de los sentimientos y esperanzas populares de toda una época de la historia española, fueron popularizadas por la Meller, que fallecería en Barcelona -su patria artística- el año 1962. Otro turiasonense pongamos que emérito, no tan memorable como Raquel Meller pero igualmente popularísimo, fue Paco Martínez Soria (1902-1981), actor(?) teatral y de cine, que con su humor(?) burdo e insulso, no exento de medidas dosis de soez lubricidad consentida por la censura franquista, pretendió demostrar al mundo entero que los españoles eran unos pazgua-

170/ZARAGOZA tos descerebrados, alanados en la explotación machista del turismo que es un buen invento. Un producto arquetípico de la cinematografía nacional -osea, del bando nacional- que no por ello dejaría de crear escuela entre las posteriores generaciones del cine cómico español. Guía de alojamientos Caro Hotel Ituri-Asso***. Virgen del Río, 3. Tf. 643196. El nombre del establecimiento hace referencia al pretendido origen vascón de la ciudad (Iturí-asso significa en euskera "abundante en aguas"). Los precios son elevados, pero no excesivos dados los servicios del hotel. Medio Hotel Residencia Brujas de Bécquer**. Ctra. Zaragoza, s/n. Tf. 640404. Barato Hostal Residencia María Cristina*. Ctra. Castilla, 3. Tf. 640084. Precios muy económicos. Comer en Tarazona San Juan. Av. de La Paz, 3. Tf. 641044. Temasco asado a precios medios. El Galerón. Av. La Paz, 1. Tf. 642965. Burgos. Martínez Soria, 4. Tf. 640014. Unas copas Casino de La Amistad. Plaza La Seo, 1. El Paraíso. Travesía Juan Navarro, 8. Pub 2000. Paseo Constitución, 3.

EL MONCAYO Y SU COMARCA / 171 Su patrimonio artístico y monumental Catedral. Las obras de construcción del templo mayor turíasonense dieron comienzo en el siglo XII, sobre una capilla mozárabe puesta bajo la advocación de la Virgen de la Hidra. Como fundadora figura la madre de Pedro Atares, a su vez fundador del monasterio de Verueía. Las guerras fronterizas causaron daños cuantiosos, irreparables algunos en el tesoro artístico de esta Seo. La configuración actual es debida a la reconstrucción efectuada entre los siglos XV y XVI. La torre catedralicia es fiel reflejo de los avatares de tan compleja edificación: románica por su proyecto original y basamento, se la continuó según los cánones góticos para concluirla con formas mudejares, a finales del siglo XVI. Observad las grandes proporciones de las naves interiores, cubiertas por bóveda de crucería. En la intersección del crucero y la nave central se alza el cimborrio (torre poligonal) diseñado por Juan de Sisuar: los motivos renacentistas y mudejares se armonizan en esta obra del siglo XVI. Avanzamos hasta la impresionante mole del retablo mayor, en la cabecera del templo, concluido en 1614; sus frontones y columnas evocan la serenidad clasicista de la arquitectura italiana del Rinascimento. La catedral turiasonense contiene numerosas obras de arte dispersas por las entrañas de sus capillas. Retablos góticos, platerescos y barrocos aguardan en la umbrosa quietud de sus emplazamientos la mirada curiosa del visitante o el ruego humilde del feligrés. No podemos olvidar el claustro, de estilo mudejar, construido en ladrillo entre los siglos XV y XVI. Rodea el jardín interior una arquería ciega de grandes ojivas. Tal cerrazón, no solventada por las celosías hábilmente talladas que clausuran el corredor interior, resta encantos a esta dependencia catedralicia, con independencia de sus méritos artísticos. Palacio Episcopal. Lo erigieron sobre la antigua zuda (palacio del gobernador) musulmana, en el siglo XIV. El edificio conserva algunos restos árabes del siglo XII y XIII, aunque predomine en él la fábrica renacentista del siglo XVI, ampliada más tarde en el XVIII. Es un edificio, por así decirlo, desgarba-

172/ZARAGOZA do, de aspecto poco coherente y débil, tal vez por haberse empleado el ladrillo en su construcción. El retablo exterior de Zuloaga no se aviene con la estructura del conjunto. Al palacio episcopal, situado en la parte alta de la ciudad, de accede por Los Recodos, una calle que repta en cinco revueltas separadas por sendos pretiles rematados en ladrillería. Iglesia de la Magdalena. Data del siglo XII y es por su antigüedad la decana de las iglesias turiasonenses. Otro bello puzzle el que nos brinda este templo: triple ábside de genuino estilo románico (vestigio de la fábrica primera), torre mudejar, co^trucciones platerescas... Plateresco es también su retablo mayor, que al parecer realizó Pietro Morone en 1566. Iglesia de la Merced. Es barroca, erigida entre 1629 y 1633. En su interior se venera un Cristo ligado a cierta leyenda turiasonense que bien podríamos calificar de triste. Cuenta la tradición que unos moriscos robaron la imagen, ocultándola bajo un puente. La pieza fue casualmente hallada por unos niños en 1582 -doble casualidad: por aquellas fechas se hacía campaña activa en favor de la expulsión de los moriscos del Reino de Aragón-. La imagen fue restituida a su templo y el hallazgo conmemorado desde entonces con un ritual de desagravio, el de las Cuarenta Horas. Iglesia de San Miguel. Los conquistadores cristianos la erigieron a principios del siglo XIII en el lugar que antes ocupaba una mezquita. La actual fábrica gótica es fruto de la reedificación de finales de! siglo XV. Santuario de la Virgen del Río. Dedicado a la patraña de la ciudad, fue construido en el siglo XVII. Cuenta la tradición que la imagen de la Virgen apareció flotando milagrosamente en el río Queiles. Ayuntamiento. Construido en el siglo XVI como Lonja municipal, lo corona una bella galería con arcos de medio punto y techumbre adintelada, muy semejante a la del claustro de Veruela. Asombra el detallismo y horror vacui (aglomeración de imágenes) de la fachada, completamente surcada por relieves, que en su friso narran la elección de Carlos V como emperador de Alemania. Por su gran tamaño descollan el escudo de Aragón y las figuras de dos héroes mitológicos, Hércules y Teseo.

EL MONCAYO Y SU COMARCA / 173 Palacio de Eguarás. La familia Eguarás se distinguió en el servicio del Emperador Carlos y de su hijo Felipe II. Este linaje hizo construir la gran mansión que nos ocupa, en pleno siglo XVII. Del magnífico conjunto destacaremos el patio interior con galería y columnas de orden toscano. Frondosos jardines rodean la casona. Antigua Plaza de Toros. El hospital de la ciudad sufragó las obras de este curiosísimo coso taurino a finales del siglo XVIII. Tiene planta octogonal y su estructura, aun conservando el trazado original, ha variado notablemente, pues perdida la primitiva función lúdica sería convertida en treinta y dos viviendas. Judería. En las calles (rúas) Alta y Baja, cuyo desnivel asciende hacia la cúspide de la población, se sitúa la judería turiasonense, que en épocas pasadas tuvo gran peso específico en la vida social de la ciudad. Ambas presentan un bello conjunto de edificaciones renacentistas, cuyas traseras, sostenidas por ménsulas sobre el vacío, constituyen las populares Casas Colgadas. Casa de Linares. En la entrada misma de la plaza de La Seo. Nos encontramos ante una típica construcción de estilo mudejar, aunque tardío, pues fue erigido en el siglo XVIII. Parque de San Prudencio. En la parte alta de la ciudad, posee un mirador que domina la sierra del Moncayo y el llano de Navarra y, en la lejanía, se divisa la gran mole de los Pirineos. Fiestas y tradiciones El Cipotegato. Este tradicional episodio, cuyo nombre tiene resonancias soeces, inaugura las fiestas en honor de San Atilano, hijo de Tarazona y obispo que fue de Zamora. El Cipotegato, hombre vestido con traje arlequinado, sale del Ayuntamiento a mediodía del 27 de agosto para ser calurosamente agasajado con una lluvia de tomatazos no siempre certeros, y de la refriega emergen los cuerpos y atavíos del público congregado (y numeroso) bañados en sangre de película de terror de la serie B. La figura del Cipotegato, que se tiene por heredera de los antiguos bufones, data del siglo XVIII, cuando

174 /ZARAGOZA acompañaba la procesión del Corpus con un látigo para disuadir de sus trastadas a posibles gamberros. Romería del Quililay. Consiste en una procesión desde Tarazona hasta la ermita de la Virgen del Moncayo, el primer domingo de julio. Cerca de Tarazona Si antaño gozó de fama por el gran número de sus alfares, en Santa Cruz de Moncayo apenas quedan hoy unos pocos artesanos. La vecina Torrellas conserva una de las plazas porticadas más coquetas de la provincia, con recios pilares encalados que adornan pequeñas macetas. Impresionante panorámica ofrece la localidad de Los Fallos, cuyo caserío, ocre y blanco, se apiña al pie mismo de una enorme pared pétrea horadada por la cueva del gigante Caco, mítico rival del portentoso Hércules. Cercana a dicha cueva se encuentra otra gruta donde en días remotos se fundó el cenobio de San Benito: allí vivió un tiempo San Atilano, patrón de Tarazona. No olvidéis visitar, en el casco urbano de este pueblo de poco más de doscientos habitantes, el Palacio de tos Duques de Villahermosa y la iglesia parroquial, con remate mudejar en su torre.

PARQUE NACIONAL DE LA DEHESA DEL MONCAYO El término municipal de Tarazona cuenta con un privilegiado espacio para los trotamundos amantes de la naturaleza, el Parque Natural de la Dehesa del Moncayo. Sus 1380 hectáreas abarcan buena parte de la sierra del Moncayo. Podemos distinguir tres zonas de vegetación y fauna, correspondientes a la elevación del terreno. Hasta los 900 metros de altitud, las laderas están cubiertas por bosques de encina y carrascal, con matorral de tomillo y aliaga, hábitat idóneo para pequeños mamíferos (conejo, principalmente) y aves como la

EL MONCAYO Y SU COMARCA / 175 perdiz y la tórtola. A esta zona se superpone una capa de rebollar, con arbolado de pequeñas dimensiones y sotobosque de jaras que alcanza los mil metros de altitud, donde se detecta la Dresencia del zorro y el jabalí. Entre los 1000 y los 1800 metros se extienden pinares con sotobosque de acebo y brezo, con gran profusión de aves insectívoras. Al pinar -morada de la rarísima perdiz pardilla- acompañan (entre los 1100 y 1650 metros) robles, fresnos y abedules, especímenes característicos de zonas húmedas y frías, cuyas copas enseñorea el azor. La vegetación desaparece paulatinamente en la proximidad de las cumbres, donde se aprecian grandes formaciones rocosas en las que anidan el vencejo real, las chovas, el buitre leonado, el alimoche, algunos quebrantahuesos -ave escasísima- y el águila real, señora entre las rapaces ibéricas. Los accesos al Parque son varios: desde Veruela o San Martín hay senderos PR bien señalizados que se adentran en el área protegida; si venís de Zaragoza, seguid la carretera CN-232 hasta su conexión con la CN-122, que os conducirá a los aledaños del Parque. Entrando al mismo veréis la casa forestalrefugio. Varias pistas forestales surcan la zona, bien señalizadas y dotadas de infraestructura de áreas recreativas y fuentes para solaz del viajero. Una de estas pistas se encarama casi a la cumbre misma del Alto del Moncayo(1813 metros), hasta el atrio de la ermita. Las rutas más usuales son la que parte de Veruela y pasa por Agramonte hasta el santuario de la Virgen, con 27 km. de recorrido; y la que discurre desde San Martín hasta la Ermita del Moncayo, con escala en Agramonte, de 15 km. de trayecto. Para más información: Ayuntamiento de Tarazona, tf. 600074; Servicio de Conservación del Medio Natural, tf. 558400.

LA CAPITAL OSCENSE

ANDADURA HISTÓRICA En el principio fue el verbo (de Plinio) Por las tierras del rio Isuela, en cuyo margen crece hoy la ciudad de Huesca, anduvieron ha muchos siglos ¡acétanos, ilergetes y vascones; siempre y cuando, claro está, no mientan las crónicas del romano Plinio. Posiblemente el núcleo originario de la ciudad, un poblado murado sobre el cerro donde siglos más tarde se alzarían los bastiones de la muralla medieval, perteneciese a la tribu ílergeta. La privilegiada posición de esta plaza debió coadyuvar a su desarrollo económico, pues desde su emplazamiento servía de puente comercial entre la vega del Ebro y ¡os territorios prepirenaicos donde se asentaba la ciudad de lacea (la actual Jaca). El caso es que la ibera Osea ya acuñó moneda propia en el siglo II antes de Cristo. Una verdadera lástima es la total ausencia de vestigios arqueológicos que confirmen las dimensiones de este desarrollo económico y urbano prerromano, cuya recreación se circunscribe al ámbito de las conjeturas ante la falta de datos empíricos. Una mezcla de guerrero, estadista y benefactor Sertorio la sometió a la ley del SPQR; más tarde el propio Sertorio pretendió independizarse de la metrópoli y crear un estado particular en Hispania. Durante cierto tiempo tuvo este caudillo romano su cuartel general en Osea, hasta ser derrotado definitivamente por Pompeyo. De Sertorio habían obtenido sus habitantes la ciudadanía romana y la creación del primer centro escolar superior de la historia española. Posteriormente César distinguiría la plaza con el título de Urbis Victrix, ciudad victoriosa.

178 /ARAGÓN De cómo el músculo no puede reemplazar al espíritu Los seiscientos años de dominación romana, que no es broma, estimularon las ya ancestrales actividades comerciales oscenses. Un periodo de prosperidad repentinamente truncado con la aparición en escena de los ramplones visigodos. La decadencia de la ciudad debió ser vertiginosa, aunque no desapareció como tal (funesta suerte que corrieron numerosas colonias romanas del actual territorio aragonés); tanto es así que apenas se han conservado restos del pasado latino de la capital oscense. Ni por supuesto huella alguna de la dominación bárbara. Las enseñanzas de los árabes Los árabes son materia aparte. La llamaron Waska y potenciaron extraordinariamente los cultivos y obras hidráulicas de sus contornos. Construyeron una segunda linea amurallada, hoy dessaparecida pero cuyo discurrir coincide básicamente con el de las posteriores defensas cristianas. Los cronistas de la época nos hablan de una ciudad próspera con mezquitas, baños públicos, mercados... Médicos, filósofos y artistas convivían con artesanos y comerciantes. Buena parte de la población oscense se mantuvo fiel a la fe cristiana, con el consentimiento de los gobernantes musulmanes; los mozárabes (cristianos subditos del poder agareno) de Huesca tenían su centro religioso en la iglesia de San Pedro. Por fin aragonesa La dominación árabe concluyó el año 1096. Pedro I de Aragón tomó la ciudad al frente de sus mesnadas para convertirla en capital del Reino y sede de las Cortes de Aragón, funciones que habría de desempeñar hasta que Alfonso I nombrase a Zaragoza Cabeza del Reyno. La primera aportación de los cristianos a la ciudad será el arte románico, singularmente ejemplarizado en el conjunto benedictino de San Pedro el Viejo. Emblemático de su pasada capitalidad es el Palacio Real oscen-

LA CAPITAL OSCENSE / 179 se, algunas de cuyas estancias -la más famosa y no precisamente por sus valores estéticos, una tétrica mazmorra donde la tradición sitúa el episodio de la campana de Huesca- pueden hoy contemplarse en el conjunto de la antigua Universidad Literaria, actual Museo Arqueológico Provincial. Los cristianos aprendieron la lección de convivencia del periodo musulmán. Hebreos y moriscos preservaron sus respectivos cultos y contribuyeron en gran medida al desarrollo urbano y económico de la ciudad, solamente frenado por calamidades naturales como las terribles epidemias de peste del siglo XIV. Jaime I promovería la construcción de su templo catedralicio y Pedro IV fundó en 1354 su Universidad Literaria, continuación de aquel primer centro de estudios creado por Sertorio. No es oro todo lo que reluce Los siglos XVI y XVII sembraron Huesca de hermosas mansiones señoriales. El patriciado de la ciudad, sensibilizado hacia las nuevas tendencias artísticas que configuraron el llamado Renacimiento aragonés, se propuso alcanzar esa trascendencia plástica que deparan la monumentalidad y el buen gusto estético. De este tiempo datan las casonas de los linajes Oña, Azlor, Calver y Climent, así como el edificio del Ayuntamiento. Pero las apariencias engañan. El lucro de los potentados no garantiza la prosperidad del común de la población. Tampoco el pasado glorioso del reino aragonés le aseguraba un futuro esplendoroso. Austrias y Borbones, llevados de sus pretensiones centralizadores, ahogan las libertades seculares de Aragón, cuya economía se precipita hacia la bancarrota. La expulsión de los moriscos mutila traumáticamente la sociedad aragonesa; si bien en otros reinos (caso de Valencia, donde se acusaba a la población musulmana de cooperar con el corso berberisco, o en Granada, que había conocido sangrientas sublevaciones moriscas) se respiraba fiera hostilidad hacia estos descendientes de agarenos, no ocurría lo mismo en Aragón cuyos moriscos estaban integrados en el conjunto de la población, habiendo aportado sobradas muestras de sumisión al poder establecido. La expul-

180/ARAGÓN sión hizo decrecer drásticamente la actividad artesanal en la ciudad de Huesca, así como la producción agrícola. El declive demográfico rebaja el censo de esta capital a cifras que ya se habían registrado quinientos años antes.

Agonía y nuevas esperanzas Tras una centuria dieciochesca anodina y mísera, el estancamiento oséense va a tocar fondo en el siglo XIX con la desamortización y el cierre de su universidad, la institución más significativa de la ciudad, el año 1845. El tímido desarrollo generado por la instalación del ferrocarril promoverá cierta revitalización económica a finales del pasado siglo, pero ni las arcaicas estructuras económicas españolas de principios de esta centuria, ni la guerra del 36 ni la depresión subsiguiente -que acarrearía a estas tierras la lacra de la emigración- constituían las condiciones idóneas para el despegue industrial que hubiera requerido un moderno desarrollo económico. La conciencia de esta crisis ya secular influyó en el entusiasmo con que los oscenses acogieron el Real Decreto de Preautonomía de Aragón (17 de marzo de 1978): precisamente fue en la catedral de Huesca donde juraron sus cargos los primeros consejeros de la Diputación General de Aragón (22 de abril de 1978).

La Huesca que verán los trotamundos Hasta tres sectores bien delimitados y caracterizados por su estructura urbana cabría distinguir en la actual ciudad de Huesca. En primer lugar el casco histórico, aposentado sobre un cerro en cuya cima se recortan los pináculos góticos de su catedral. Como precipitado desde su ladera sur, al otro lado del Coso Bajo, se extiende el antiguo arrabal de la ciudad ya en terreno llano. Y hacia el oeste del mismo, los nuevos ensanches del conglomerado urbano. Los brazos del Coso (Alto y Bajo), prolongados en las más recientes Rondas de Montearagón y Agustinos, estrechan la

LA CAPITAL OSCENSE /181 almendra de la ciudad antigua y sus pronunciados desniveles. El casco antiguo de Huesca, si accedemos a él desde las cuestas de Lizana y Rocafort que comunican con la seo, nos llamará la atención por su homogeneidad y buen estado de conservación general. Entre la Plaza de la Catedral y la Plaza de la Universidad (avanzando hacia el norte en dirección al río Isuela) encontraremos edificios restaurados y otros de reciente fábrica, pero construidos en ladrillo y según formas que no desentonan del conjunto (casas de dos o tres alturas con balconcillos en las fachadas). Las calles conservan el empedrado antiguo -o simílary suele reinar en ellas profundo silencio. La actividad comercial es prácticamente nula, al contrario que en los cascos históricos de otras ciudades. Pero si retornamos a la catedral y buscamos sus espaldas, o las calles empinadas que desde su flanco sur descienden hacia la Plaza de los Fueros, el paisaje urbano cambia notablemente. Las casas sencillas y tradicionales son sustituidas por pequeñas colmenas del siglo pasado con la colada tendida en los balcones, salpicadas por construcciones ruinosas que alojan no pocos huertos y a menudo se asientan sobre los restos de edificaciones defensivas medievales. Una vez ganado el extremo sur del casco histórico -la Plaza de San Pedro y su aledaña Plaza de López Allué, porticada a modo de plaza mayor con sus edificios decimonónicos y lugar de mercado los lunes por la mañana- la situación vuelve a trocarse: se multiplican los comercios y las calles presentan aspecto más cuidado y populoso. Al otro lado del Coso Bajo se enredan las calles del viejo arrabal, presidido por la iglesia de San Lorenzo, en cuya vecindad nace una urdimbre de callejones umbríos, apenas enderezada por las luengas calles de San Lorenzo y Padre Huesca. Callejas no siempre limpias que albergan el núcleo de la movida local hablamos del concurrido Tubo- y algunos caserones de señorial fachada pétrea. Y en la frontera del mismo la Plaza de Navarra, enclave modernista camino del Parque de Miguel Servet que es cabecera de los modernos ensanches oscenses; los cuales, por su buen trazado y equipamientos, confieren a esta ciudad la fisonomía de respetable capital de provincias.

182 /ARAGÓN

LLEGAR A HUESCA Avión Las pistas de aterrizaje más cercanas se hallan en el aeropuerto de Zaragoza. Tren Los enlaces con Huesca parten desde Zaragoza. La linea ferroviaria une Zaragoza, Huesca, Jaca y Canfranc. También funciona un expreso diario entre Huesca y Madrid. Bus Funcionan varias conexiones diarias con Zaragoza, Lérida y Barcelona. Todas ellas parten de las cocheras de La Oscense, en la calle Parque, nQ3. Tf. 227011.

DIRECCIONES DE INTERÉS Oficina de información turística. Coso Alto, 23. Tf. 974225778. Ayuntamiento. Plaza Catedral, 1. Tf. 974- 220400. Diputación Provincial. Porches de Galicia, 4. Tf. 974227311. Diputación General de Aragón. Plaza Cervantes, 4. Tf. 974227181. Correos. Plaza Cervantes, 4. Tf. 974-220673. RENFE. Zaragoza, 4. Tf. 974-245159. Estación de autobuses. Parque, 3. Tf. 974-227011. Jefatura de Tráfico: 974-221700. Cruz Roja: 974-221186. Policía Municipal: 974-223000. Protección Civil: 974-221540. Hospital de San Jorge: 974-233240. Parada de taxis. Coso Alto, 14. Tf. 974-244979/229340.

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GUIA DE ALOJAMIENTOS Caro Pedro I de Aragón***. Parque, 34. Tf. 220300. Este hotel de moderna construcción dispone de muchas comodidades, pero la tarifa de la habitación doble ronda las 15000 ptas. en temporada alta. Hotel Montearagón**. Ctra. Tarragona-San Sebastián, km. 206. Tf. 222350. Ni su ubicación alejada del centro de la ciudad ni su horrenda arquitectura (que nos trae a la memoria las deplorables construcciones segunda fila de playa de LLoret, Torremolinos o Palma Nova) pueden expiicar la enjundia de sus tarifas. Hotel Sancho Abarca**. Plaza Lizana, 15. Tf. 220650. Instalado en un edificio de construcción reciente, pero '^spetuoso con el entorno arquitectónico del casco viejo. Muy > ntrico y bien acondicionado para los duros inviernos oscenses. Hostal San Marcos**. San Orencio, 16. Tf. 222931. Por sus servicios no se trata tanto de un hostal como de un hotel. Está ubicado en la zona con mayor concentración de bares y restaurantes. Precios moderados Hostal Lizana I/Hostal Lizana II. Ambos en la plaza de Lizana, muy cerca (o muy abajo, según se mire) de la catedral. El dueño, sr. Antonio Torni!, es una persona afable y hospitalaria. Las instalaciones de sus dos hostales, en lineas generales, son aceptables, pero cabría esperar que en un futuro amplíe ligeramente los cuartos de baño de las habitaciones. Hostal Joaquín Costa**. Joaquín Costa, 20 bis. Tf. 241774. Si viajáis con animales de compañía, es un buen sitio al que acudir. Hostal Mirasol** Ramón y Cajal, 29. Tf. 223760. Pensión Juan XXIII**. Avda. Juan XXIII, 11. Tf. 222921. Hostal Residencia Alfonso I*. Padre Huesca, 67. Tf.

184 /ARAGÓN Hostal Fondeviia*. Ramón y Cajal, 43. Tf. 220024. Hostal Niágara". Ramón y Cajal, 67. Tf. 221254. Precios interesantes. Más económico Hostal Residencia Ordesa. Manuel Béseos, 1. Tf. 243038. Pensión Bandrés. Fatás, 5. Tf. 224782. Pensión Augusto Aínsa, 16. Tf. 220079. Pensión Torres. Heredia, 23. Tf. 222307. Pensión San Lorenzo. San Lorenzo, 66. Tf. 243053. Regalado Con nuestros más fervientes deseos de que no os veáis en la necesidad de acudir a este triste pero necesario establecimiento municipal, comunicamos que funciona en Huesca un albergue para transeúntes donde a más de dormir puede comerse caliente merced a la beneficencia institucional. El albergue se encuentra en la Ronda Montearagón, pegado a la Plaza de Toros. Camping Camping San Jorge, en la calle Ricardo del Arco, s/n. Lo encontraréis junto a la piscina municipal y al parque del mismo nombre, en el ensanche de la ciudad, su categoría es 1aC. Muy agradable en verano, por situarse en una zona de arbolado frondoso. Permanece abierto desde el 1 de mayo hasta el 15 de octubre. Tf. 227416.

GUÍA DE RESTAURANTES Caro Navas. San Lorenzo, 15. Tf. 224738. Caserío Aragonés. Plaza Lizana, 13. Tf. 220650. En los

LA CAPITAL OSCENSE / 185 bajos del Hotel Sancho Abarca. Migas con uva y temasco excelentes. Vinos de Cariñena y del Somontano oscense. Venta del Sotón. Ctra. Tarragona-San Sebastián, km. 226. Tf. 270241. Precios más moderados Bazul. Pedro I de Aragón, 2. Tf. 246936. Por dos mil ptas. puede ingerirse un buen yantar. Herví. C/Santa Paciencia, 2. Carta muy extensa y servicio amable, que te recita los platos del día. En materia de precios, similar al anterior. La Campana. Coso Alto, 78. Tf. 229500. Las Torres. María Auxiliadora, 3. Tf. 228313. Bigarren. Avda. Pirineos, 15. Tf. 229560. Seúl. En la Plaza de la Catedral. Como su nombre indica, se trata de comida coreana, aunque esté asentado en un edificio de estilo aragonés. Barato En la zona del casco antiguo encontraréis varios locales de comidas económicas, por ejemplo: Casa Paco (Ricafort, 2; tiene menús a buen precio y raciones). La Española (Goya, 15; comidas caseras) y Pizza Green (en la Plaza de López Allué, pasta italiana para comer allí o llevarse a casa). Tapear Preciso es señalar que una comida en un restaurante de precios medios puede costar lo mismo -incluso menos- que un almuerzo a base de tapas. Sin ser los precios exagerados, no puede decirse que Huesca sea barata en esta peculiar materia gastronómica. El Coso cuenta con numerosos bares y cafeterías en los que puede calmarse el hambre con cañas y tapas: Correos (frente a Ídem.), Candanchú, Menaka, Mi Bar, Olimpia, Santo Domingo... Son los típicos bares de funcionarios, oficinistas y comerciantes. El surtido de tapas suele ser convencional.

186/ARAGÓN En torno a las calles Padre Huesca, San Orencio y Berenguer, que conforman algo así como la cabecera del Tubo, abren sus puertas algunos clásicos del tapeo oscense: Mini, González, Montecarlo, Savoy, Chiquito, Ordesa.. Se trata de locales con barra pletórica en platos y bandejas, que también sirven menús diarios. La oferta estelar se cifra en los productos típicos de la tierra (madejas, morcillas, embutidos...). De grandes dimensiones es la Granja Anita, en la Plaza de Navarra, y amplia y diversa su oferta de tapas. Aunque este local es más frecuentado por madrugadores que acuden a desayunar y a la caída de la tarde, hora de la merienda.

COPAS EN HUESCA El peregrinaje etílico por las calles de Huesca debiera comenzar con la visita a alguno de sus cafés. El Café Oscense (Coso Bajo, 3) es un local acogedor -especialmente en invierno por su fuerte calefacción- para la lectura o la tertulia. No muy lejos, en la Plaza de Navarra, se alza el bello edificio modernista del Círculo Oscense, cuyas torres laterales evocan las mansiones rurales inglesas del pasado siglo. El Circulo alberga distintas dependencias, algunas de acceso vedado a los no socios. Para unos y otros tiene -además de bingo y sala de juegos- un café de estilo funcional, que contrasta con la ampulosidad del edificio y sus grandes salones. Si la tarde se presenta monótona, cuenta Huesca con una suerte de pub-ludoteca: El Edén, en el Pasaje Abellanas (junto a la calle del Parque, muy cerca de la estación de autobuses). Además de tomar una o varias copas, este local pone a vuestra disposición dardos, cartas, ajedrez, damas, 4 en raya, billar... A partir de las siete de la tarde, especialmente los fines de semana, empiezan a animarse los bares del Tubo. Pero los más tempraneros marchosos, una legión de quinceañeros amantes de la música estruendosa se han dado ya cita en el Bar El Peñista, en pleno casco antiguo de la ciudad (calle San Salvador, 12), donde un inmenso cartel a colorines les recuerda la prohibición gubernativa de servir alcohol a menores de dieciséis años.

LA CAPITAL OSCENSE / 187 Pocos metros más abajo, en la misma calle (ng6) y camino de la iglesia de San Pedro, contemplaréis una cerámica votiva que señala el lugar donde estuvo ubicado cierto pozo al que fueron lanzadas en el año 840 las mártires oscenses Nunila y Alodia. Hasta lugar de tan sagrado recuerdo alcanzan los berridos de estos infantes embargados en su sana diversión. Tempraneros de apertura son también los pubs de la cercana Plaza de los Fueros: Plaza Bar, La Parra y Particular. Remontando las cuestas que conducen a la catedral, rebasada ésta y alcanzado el repecho que conforma la Plaza de la Universidad, podremos tomar una copa en Botánica, muy frecuentado por los residentes del Colegio Mayor Universitario aposentado al lado opuesto de la plaza. Sin embargo el apogeo de la noche oséense se verifica en el Tubo, Chiquillos, jóvenes y algo mayores confluyen en su variada panoplia de bares. Los precios son asequibles: alrededor de libra y media la caña, cuatro libras un whisky. Tomaremos como ejes de nuestra travesía de la noche las calles Padre Huesca y San Lorenzo. Descendiendo por esta segunda hallamos varios locales de traza discotequera, donde predomina el sonido máquina: Equus, Street, Canal, Pipo. La Competencia difiere en cuanto a escenografía (por sus dimensiones más reducidas y la decoración verbenera a base de lienzos de papel de color) y lo mismo ponen salsa que pop-rock. Proseguimos la andadura por la calle Padre Huesca y arribamos a Bolinga, un bar heavy de exterior hermético e interior decoroso; en sus paredes han rotulado los nombres de conocidas bandas rockeras de este género musical, junto a las cuales pudimos ver el cartel propagandístico del grupo local Platero y tú. Frente al Bolinga tenemos Qué pacha, un local de exterior tirado y elegantes entrañas. Locales de música discotequera de esta arteria urbana son 1900, Tótem, PH54y Terminal. En el Pasaje Espinosa de los Monteros, que une las dos calles anteriormente comentadas, funcionan dos antros -dicho con todo cariño y respeto- que harán las delicias del personal alternativo. Una enorme "A" enmarcada en un círculo junto a la entrada de Netson nos da cuenta de la ideología de su personal:

188 / ARAGÓN se trata de un bar anarko de interiores tabernarios donde puede escucharse punkclásico y rock radikalvasco, sin que falte en sus paredes la habitual parafernalia de Degatas, pasquines y pintadas anti-estado. Pared con pared hallaréis Kabratoca. no tan politizado como el anterior, para adeptos al rock duro. Por cierto» Huesca es lugar propicio para los trotamundos a quienes agrade este género musical. Otro bar de similares características lo encontraréis en la calle -más bien callejón- de Azlor, a espaldas de la iglesia de San Lorenzo, su nombre es Arkanos. La travesía del Tubo puede completarse con un garbeo por las calles Cleriguech (con un local de grandes proporciones muy frecuentado por la gente adolescente, Mayster) y Roldan (Juan Sebastián Bar, Skape, C.R.27, etc.). Quienes pretieran la música melódica y el bolero interpretados en vivo, que se desplacen al Rincón Musical (San Jorge, 2; en la zona del parque). Y para bailones empedernidos, Huesca cuenta con las discotecas Asador Foro (C/Comercio, s/n.) y Sobrarbe (Sobrarbe, 27).

GASTAR EN HUESCA Pastelería Ascaso (Coso Alto, 5). La posibilidad de pagar con tarjeta de crédito da idea de sus precios. Ofrece todo tipo de pasteles, pastelillos y golosinas que harán las delicias de los más golosos. En Riba (Galicia, 2) hay castañas de mazapán, bombones frutos del mar y confitería tradicional. Por su parte, Cioccolato ofrece todo tipo de chocolates, a más de churros y croissans. Está en la calle San Lorenzo. Calzados Virto (Coso Aito, 40). Calzados de piel de becerro a muy buen precio, para sobrevivir sin sabañones a las bajas temperaturas del invierno oscense. Yago camisetas. En las galerías de la calle Amistad, junto al Coso Alto. Estampado de camisetas con motivos diversos. Para fardar en verano. Charcutería José. En el Coso Bajo, 66. Lleva el sobrenombre de "quesolandia", y a la vista de su escaparate las

LA CAPITAL OSCENSE / 189 razones son obvias. No le va a la zaga la Chacinería Escartín (Ramiro II, 5), con amplio surtido de embutidos típicos aragoneses. La Confianza es una tienda de ultramarinos (así se anuncia en su exterior) de la Plaza de López Ailué, con semblanza decimonónica y techumbres adornadas por bodegones pintados al fresco. En ella podréis adquirir legumbres de distinto tipo y características de Aragón. Damart. Coso Bajo, 73. Estas prendas interiores son mejores que el viejo parche de Santa Clara y librarán de un catarro a más de un trotamundos que se pierda por estos lares en meses poco soleados. Panacea (Quinto Sertorio, 10). Libros técnicos y de texto universitarios. Emplazada a pocos pasos del Colegio Mayor de Huesca. La Casa de las Novelas En la calle San Orencio. Juguetes, libros y discos. Are, en la Plaza de López Allué, os vende muebles de diseño. Balaguer. en la misma plaza, es una tienda de aspecto rústico que se dedica a la artesanía, principalmente en loza y cristal. En el escaparate podréis ver bandejas de cerámica con los escudos de distintos pueblos de la provincia.

HUESCA MONUMENTAL

Catedral. Iniciada como ya se dijo en el siglo XIII, fue erigida en el mismo emplazamiento que ya habían ocupado anteriores centros religiosos de la historia oséense: un templo romano, una iglesia visigótica y una mezquita musulmana que los cristianos consagraron a su culto en 1096. La construcción de este sobrio templo catedralicio (el más severo de España y monumento arquetipo del alma aragonesa, según palabras de Gregorio Marañón) se prolongó desde 1273 hasta 1515, iniciando las obras e! vizcaíno Juan de Olotzaga para concluirlas Pedro de Jalopa.

192 /ARAGÓN La obra se cataloga dentro del estilo gótico. Pero el lastre de la arquitectura románica se percibe en sus arquerías interiores tímidamente apuntadas y en su moderada alzada, que envidiaría la verticalidad portentosa de posteriores construcciones góticas. La torre de su fachada, de base cuadrada y remate octogonal, se asemeja más al esquema románico por su sencillez y gravedad. La portada principal presenta siete arquivoltas ojivales profusamente labradas con figuras humanas de tamaño natural; en el tímpano quedaron esculpidos la Virgen y el Niño. Los carteles de la entrada saludan al visitante y le anuncian que por 100 ptas. podrá escuchar una grabación refiriéndole la historia y la descripción del templo. La grabación, muy larga, concluye con breves estrofas de canto gregoriano. De planta es casi cuadrada, con tres naves y crucero (en él se emplaza el órgano) separadas por contundentes pilares. Carece de giróla, pero cuenta con cinco capillas absidales. También encontraremos capillas en las naves laterales, algunas cerradas por rejas doradas. El retablo mayor, esculpido en alabastro por Damián Forment (1520-1533), muestra la transición plástica entre el gótico y el estilo renacentista -la grabación se extiende ampliamente en la descripción y alabanza de esta pieza majestuosa-. En la sala capitular de la catedral oscense -estancia adherida en el siglo XVII- se ubica el Museo Diocesano. Sus fondos se cifran en pinturas murales y retablos góticos (entre ellas una Circuncisión que pintara en 1485 Martín de Soria) y piezas de orfebrería. Iglesia de San Pedro el Viejo. En la plaza de su mismo nombre, al pie de las cuestas que conducen al flanco de la catedral. Las obras de construcción comenzaron en 1117, sobre una basílica visigoda (ello la convierte en uno de los templos más antiguos de España). Nos hallamos ante un genuino exponente del románico aragonés. El exterior, tan ceñudo como suele ser característico de este estilo, presenta una portada de arco de medio punto con el anagrama de Cristo (el chrísmón) labrado en su tímpano. En el interior de planta rectangular destaca la altura de la bóveda y los restos de pinturas murales que en un tiempo

LA CAPITAL OSCENSE / 193 debieron cubrir la totalidad de sus paredes. Las tres naves concluyen en sendos ábsides. En el siglo XVII se le añadieron algunos elementos de fábrica y ornamentales, como el retablo mayor esculpido por Juan de Verrueta «1602). En la capilla de San Bartolomé fueron depositados los cuerpos de dos reyes de Aragón, Alfonso I y Ramiro II, ambos muy ligados a la historia de la ciudad. El claustro de San Pedro data del año 1140. Columnas geminadas con capiteles esculpidos soportan la arquería del corredor. El patio propiamente dicho aparece pavimentado en losa, quizás para desilusión de algún trotamundos que esperaba hallar un pequeño vergel monacal. Junto a la Plaza de San Pedro, en la calle Mozárabes, se alza un palacete renacentista en estado ruinoso. Cuenta en su galería superior con parteluces de madera labrada. Universidad Literaria. En la Plaza de la Universidad. Este edificio medieval de exterior severo conserva restos del antiguo palacio de los reyes de Aragón (construido en el siglo XI sobre la Zuda, residencia del gobernador musulmán), que ocupaba su mismo solar: los más significativos son la mazmorra donde se produjo el episodio de la campana de Huesca y las salas del trono y de doña Petronila, ambas románicas. En su interior está instalado el Museo Arqueológico Provincial, que entre sus fondos cuenta con vestigios del pasado prehistórico y romano de estas tierras, un mural paleocristiano, dibujos de Mengs y Miguel Ángel, pinturas góticas y del taller de Velázquez... Iglesia de San Miguel. Una simbiosis de elementos góticos (ábside), románicos (torre) y barrocos (cuerpo). Frente a ella tenemos restos de las fortificaciones medievales. La muralla de Huesca contaba con cuarenta torres, de las cuales sólo se conserva una en la que pueden apreciarse incrustaciones de la época romana. Iglesia de San Lorenzo. Consagrada al patrón de la ciudad. La fábrica gótica iniciada en 1339 vino a sustituir la primitiva construcción románica; en el siglo XVIII se la reforma según los cánones barrocos. En su interior guarda notables lienzos del aragonés Jusepe Martínez (siglo XVII) y un retablo de Bartolomé Vicente, de la misma centuria.

194/ARAGÓN Ayuntamiento. Precioso edificio de estilo renacentista aragonés. Su airoso voladizo enfrenta la severidad catedralicia. Juan Miguel de Orliens (siglo XVI) labró el pórtico y la escalera principal del edificio. En el interior se expone al público el cuadro La campana de Huesca, original de Casado del Alisal. Parque de Miguel Servet. No está de más pasear por este amplio jardín, cuyo aspecto decimonónico recuerda los parques románticos. Amplias avenidas de suelo terroso flanqueadas por pinadas y cipreses, fuentes, pérgolas, merenderos, escusados, ludoteca, cafetería abierta hasta la madrugada y un monumento en homenaje a los reyes de Aragón -leemos: "de estirpe pirenaica"- que imita las peculiares formas de las esculturas de Pablo Gargallo. El parque tiene por inquilinos unos cuantos patos bien cebados. En los aledaños de este parque se construyeron viviendas de estilo racionalista, algunas de ellas coquetas y elegantes. La Iglesia de Santa María de Foris (siglo XI), la Iglesia de San Vicente (barroca) y la Ermita de San Jorge (siglo XVI) también son lugares de interés para el visitante. Museo de la pesca. Cuatro Reyes, 10. Junto a la Plaza de López Allué. Se trata evidentemente de pesca de río. Una curiosidad más de la ciudad.

FIESTAS Y TRADICIONES Fiestas de San Lorenzo. Un santo que no perdió el sentido del humor cuando lo estaban martirizando, si no miente la copla popular: "San Lorenzo en la parrilla les decía a los judíos: dadme la vuelta, cabrones, que tengo los cojones fríos." El 9 de agosto es el día de San Lorenzo, patrón de Huesca. Las celebraciones religiosas comienzan al rayar el alba, con el Rosario de la Aurora -ese que siempre se dijo acababa mal- en la iglesia del santo. Posteriormente se marcha en procesión, con presencia de carrozas y actuación de danzantes.

LA CAPITAL OSCENSE / 195 Hasta el día 15 se sucederán los actos festivos -las numerosas peñas de la ciudad visten de blanco, con faja verde-, entre ellos la feria taurina. Fiestas de San Vicente. La vigilia del santo (20 de enero) los oscenses se empachan a base de patatas asadas en hogueras y fogones públicos.

CAMINO DE JACA

LOARRE Esta villa cuyo nombre evoca resonancias euskéricas es famosa por su imponente fortaleza, que se cuenta entre las más importantes obras del románico aragonés. Precisamente en el castillo se descubriría, el año 1889, un hacha prehistórica correspondiente a la Edad del Bronce. César contó con el apoyo de los pobladores de esta comarca en sus luchas contra Pompeyo, allá por el siglo I a. de C. Parece ser que se sumaron a sus legiones en la batalla de llerda (Lleida), donde obtuvo el definitivo triunfo militar sobre su enemigo y antiguo aliado. Indicios diversos señalan la relativa autonomía de Loarre durante la dominación musulmana. Al parecer sus habitantes profesaron siempre e! cristianismo, aunque dependientes administrativamente de la agarena Tolia (Bolea). En el siglo X Loarre aparece como plaza fuerte en los límites del Condado de Aragón, vasallo por entonces de los poderosos reyes de Navarra. La importancia del enclave se refuerza con la construcción de su fortaleza, en el siglo XI; pero paulatinamente perderá su valor estratégico, conforme las fronteras aragonesas se dilaten hacia latitudes sureñas. La mole inmensa del castillo se alza sobre un roquedo vecino al pueblo; consta de una muralla exterior, parcialmente conservada, más las dependencias interiores, entre las que destacan los volúmenes angulosos de la torre del homenaje (elevada sobre el severo palacio real) y el ábside semicircular de su iglesia. En esta construcción se hermanan la tradición mozárabe altoaragonesa -supondrá su canto del cisne- y el nuevo estilo románico importado de allende los Pirineos. Loarre es una pequeña población de apenas cuatrocientos habitantes, desprovista de infraestructura hotelera. Pero un

198 /ARAGÓN refrigerio o una comida casera para salir del paso los podréis tomar en el Bar Pola (Plaza de Miguel Moya, s/n). Claro está que el patrimonio monumental de Loarre justifica la visita. Además de su castillo citaremos: Iglesia Parroquial. Un templo de estilo gótico tardío en sus orígenes, construido en el siglo XVI. De la fábrica primitiva resta apenas el campanario de formas piramidafes. La iglesia fue derruida a los pocos lustros de su edificación y sustituida más tarde por la actual construcción del siglo XVIII. Ayuntamiento. Construcción renacentista, fechada en 1573. La fachada reúne las características arquetípicas de los palacios aragoneses de este periodo. Ermita de Santa Águeda. Pequeña edificación románica deí siglo XII. Un edificio recoleto, de aspecto humilde.

AYERBE De esta pequeña población cabe destacar el conjunto de su casco antiguo, con distintos edificios blasonados; el más significativo sea tal vez el Palacio de los marqueses de Urriés, construldo a finales del siglo XV. Tampoco son desdeñables las torres del reloj (siglo XVIII) y San Pedro (románica del siglo XII). La comarca de Ayerbe, plena de formaciones rocosas y escarpaduras, aloja una de las mayores colonias europeas de buitre leonado. También posee una importante población de jabalíes, zorros, corzos y ciervos. Aproximadamente a 15 kilómetros del pueblo se encuentran los Mallos de Riglos, paredes pétreas verticales que constituyen una de las citas preferidas de los alpinistas aragoneses. Dos buenos sitios para comer en Ayerbe, tanto por la calidad de sus platos como a la vista de sus ajustados precios, son los restaurantes Floresta (Joaquín Costa, 31) y Palacio (Ramón y Cajal, 34).

JACA Y LA JACETANIA

Con razón se considera a esta comarca cuna de Aragón, pues en estas latitudes tal topónimo dejó de ser mera acepción geográfica para adquirir una dimensión política trascendente. La Jacetania está enclavada al noroeste de la provincia de Huesca, en la depresión que separa las sierras pirenaicas interiores de las sierras exteriores. Bañan su territorio el río Aragón y sus afluentes y en menor medida algunas corrientes feudatarias del río Gallego. De sus primeros pobladores, los iaccetani, tenemos noticia gracias -una vez más- a los cronistas romanos pero también merced a los hallazgos de monedas acuñadas en su capital, lak. Tito Livio relata la derrota de este pueblo celtíbero a manos del cónsul Marco Porcio Catón el año 195 a. de C. La romanización de la comarca debió ser intensa, pues la atravesaba una de las calzadas que comunicaban Hispania con las Galias vía Summu Portu -actual Somport-. Parece ser que los iaccetani no obtuvieron la ciudadanía romana, a diferencia de otras colonias aragonesas: su capital solamente alcanzó categoría de civitas stipendiaria, colonia que anualmente desembolsaba un tributo a las arcas del Imperio. De la época visigótica queda un importante vestigio para la posteridad: la institución monacal de San Juan de la Peña, cuya fundación se verifica en aquellos días. De nula puede calificarse la presencia árabe en la Jacetania. Los agarenos se preocuparon por dominar la vega del Ebro y renunciaron a la costosa lucha de escaramuzas montaraces que hubiera supuesto la extensión de sus dominios al septentrión oscense. En las comarcas pirenaicas se organizan los restos del ejército y de la sociedad hispano-visigodos que se resisten a abrazar las leyes del Islam. Gallndo Aznárez, prote-

200 / ARAGÓN gido de Carlomagno, funda en 830 el Condado de Aragón y fija su capital en Hecho. Ramiro I, que nació conde pero murió rey de Aragón, concede a Jaca el título de ciudad y hace de ella su capital (1035) y cabeza episcopal del naciente reino. El 1077 Sancho Ramírez promulga el Fuero de Jaca, que establece garantías y franquicias para los nuevos repobladores, especialmente por lo que a las transacciones comerciales se refiere. La ciudad tuvo asiento y voto en las Cortes de Aragón y fue sede de la ceca del reino: la moneda aragonesa se conocía como libra jaquesa. Tras la ejecución del Justicia Juan de Lanuza, los bearneses pusieron cerco a Jaca. La ciudad resistió el asalto, su premio fue el título de Fidelísima y Vencedora concedido por Felipe II. A instancias de este monarca se construiría la Ciudadela o Castillo de San Pedro. Jaca no perdió su preeminencia regional durante el siglo XVII y llegada la centuria de las Luces fue sede de la Sociedad de Amigos del País de Jaca y sus Montañas. Dicha sociedad científica y filantrópica contribuyó a la modernización de los cultivos y de las actividades ganaderas de la comarca; también creó escuelas de formación profesional. En su Ciudadela se hicieron fuertes las tropas napoleónicas, que finalmente capitularon ante las fuerzas de Espoz y Mina. Del siglo XIX cabria citar también la construcción del Canal de Jaca, en 1892, que proveyó a la ciudad de agua corriente. A principios de la centuria en curso se procedió a derrocar las murallas jaquesas (1915), consideradas un freno (?) para la expansión urbanística de la ciudad. Jaca tenía fundadas esperanzas en el ferrocarril de Canfranc, inaugurado por Alfonso XIII en 1928 pero el proyecto resultó a la postre estéril. El rechazo político y social a la monarquía de Alfonso XIII iba a aflorar en Jaca el año 1930 con la sublevación de los capitanes Fermín Galán -condecorado en la guerra de Marruecos- y Ángel García Hernández, oficiales de su guarnición que tomaron partido armado en pro de la República. Ambos fueron conducidos ante el pelotón de fusilamiento, pero su ejemplo marcó el principio del fin de la monarquía de la Restauración. El resto del drama es de público conocimiento.

JACA Y LA JACETANIA / 201 Alojamientos La vecindad con el Pirineo, importante zona turística y su condición de centro comercial y de comunicaciones han favorecido la diversificación de la oferta hotelera jaquense. Pero estas mismas circunstancias han hinchado los precios de algunos establecimientos. Caro Gran Hotel"* Paseo Constitución, 1. Tf. 360900. Moderno hotel ubicado en el ensanche de la ciudad, a un paso de la Ciudadela. Buena calidad y precios elevados. Aparíotel Oroel***. Avda. Francia, 37. Tf. 362411. Hotel Conde Aznarez**. Paseo Constitución, 3. Tf. 361050. Precios mucho más asequibles en temporada baja. Hotel La Paz**. Mayor, 39. Tf. 360700. En pleno corazón del casco histórico de la ciudad. Hotel Ramiro I** Del Carmen, 23. Tf. 361367. Hostal Residencia Pradas". Obispo, 12. Tf. 361150. Medio Hotel Aboira*. Valle de Ansó, 3. Tf, 362528. Hotel Ciudad de Jaca*. Siete de Febrero, 8. Tf. 364311. Hotel Mur*. Santa Orosia, 1. Tf. 360100. Hostal Charle**. Ctra. Francia, s/n. Tf. 361889. Hostal Residencia Galindo*. Mayor, 45. Tf. 363743. Barato Hostal Residencia El Abeto**. Bellido, 15. Tf. 361642. Muy bien situado, a un paso de la catedral, pero no dispone de habitaciones con baño. Hostal Residencia París* Plaza de San Pedro, 5. Tf. 361020. ídem anterior. Hostal Residencia Victoria*. Llano Victoria, s/n. Tf. 360323.

202 / ARAGÓN Casa Huéspedes Paco. Salud, 4. Tf. 361618. Junto a la iglesia de San Salvador. Tal vez ¡o mejor de este tercer apartado de alojamientos. Habitaciones dobles con baño por 2500 ptas. (aprox.). Casa de Huéspedes Castán. Echegaray, 4-2B izq. Tf. 360760. Casa de Huéspedes Vivas. Gil Berges, 3. Tf. 361618. Lo más barato de Jaca (unas 1500 ptas./noche). Suele estar siempre lleno. Camping Peña Oroel. Ocupa una planicie arbolada en la carretera de Sabiñánigo a Jaca. Tf. 360215. Su categoría es 1aC y cuenta con excelentes servicios para el usuario. Abre del 23 al 30 de marzo y del 15 de junio al 15 de septiembre. Victoria. Ctra. Sabiñanigo-Puente la Reina, km. 19.800. Tf. 360323. Categoría: 2aC. Cierra del 15 de octubre al 1 de diciembre. Si recaláis en este establecimiento disfrutaréis de una soberbia panorámica de la cordillera pirenaica. Comer en Jaca Caro La Cocina Aragonesa. Paseo Constitución, 3. Tf. 361050. En los bajos del Hotel Aznar. Lo más refinado y célebre de Jaca. Las especialidades de la cocina local (temasco asado, migas y cordero a la pastora, huevos al salmorejo, sopas de ajo con huevo y jamón, pollo chilindrón, melocotón con vino rancio...) figuran en su carta. Vale la pena, a pesar de los precios. Palacio de Congresos. Juan XXIII, 17. Tf. 361986. Cocina internacional y especialidades aragonesas. Medio

José. Domingo Miral, 4. Tf. 361112. Casa Paco. Salud, 10. Tf. 361618.

JACA Y LA JACETANIA / 203 Asador Ansó. Avda. Jacetania, 50. Estupendas carnes a la brasa. Mesón Serrabio. Obispo, 3. Tf. 362418. Comida tradicional de regustos caseros a muy buen precio. Barato La Fragua. Gil Berges, 4. Podréis comer potajes o asados por poco dinero. Vital-Aza. Mayor, 8. Lugar especializado en tapas, también sirve menús económicos. Otro tanto ocurre con El Corbacho (Ramiro 1,2), un local que en invierno sólo abre por las tardes y a la noche, cuya insólita decoración semeja las cuevas de Altamira. Los aledaños de la calle Mayor son asimismo zona de vinos y tapeo. Asimismo pueden comerse menús aptos para todos los bolsillos en Vivas (calle Gil Berges, en la acera contraria a La Fragua) y Cafetería La Abuela 2 (Juan XXIII, 4). La afluencia de soldados y estudiantes a ambos locales fehicitan la economicidad de los mismos.

Tomar unos potes La ciudad de Jaca cuenta con dos inveterados centros sociales que merecen ser visitados, claro está que para tomarse una copa en ellos. Son: Casino de Jaca (Echegaray, 13) y Casino Unión Jaquesa (Carmen, 16). Una ciudad con estudiantes, soldados y militares de probeta -está instalada en Jaca la Escuela Militar de Montañaforzosamente tiene que tener animación nocturna. Claro que ésta se percibe con mayor nitidez los fines de semana, cuando dan cancha libre a unos y otros. En Bogart(Bellido, 19), London (Domingo Miral), Asfor (Barco, 5), La Cueva (Plaza Biscos, 9), Doña Taberna (Calvo Sotelo, 6) y Palace (Avda. Oroel, 10) encontraréis ese ambiente estruendoso que encanta a los más jóvenes La marcha puede prolongarse hasta el amanecer si la seguís en Jet (Avda. Madrid, s/n) o Crestas (Avda. Francia, 37).

206 / ARAGÓN Más tranquilo resulta el Café Icaro (Valle de Astún, 16), donde a menudo se celebran exposiciones artísticas. Un lugar hospitalario para la tertulia. Jazz (Juan XXIII, 9) es lugar de actuaciones en directo. Monumentos. Catedral de San Pedro. Se considera que fue esta la primera catedral románica construida en los reinos ibéricos. Data del siglo XI y fue Ramiro I su gran valedor. El aspecto exterior es de suma gravidez; la gruesa torre de base rectangularjnconclusa, acentúa tal impresión. Recorre su perímetro externo una cadena o imposta de pequeños cubos, motivo ornamental que se conoce como taqueado jaquense. Profusamente labrados se presentan los capiteles de las arquivoltas de su portada principal -algunas esculturas, barrocas, fueron añadidas al atrio siglos después-. Tiene planta de cruz latina, con tres naves, crucero y cabecera de tres ábsides. Sobre la poderosa alternancia de pilares cruciformes y columnas debió asentarse originalmente una techumbre adintelada, que en pleno siglo XVI fue sustituida por bóveda nervada. De los ábsides originales solamente se conserva el de la Epístola; muy acertado resulta el mantener un altar exento -sin retablo- en dicha pieza, sin más mobiliario que el ara y una talla gótica de la Virgen, pues tal era la huera disposición medieval: de esta manera gana interés frente a los otros dos ábsides, el uno oculto por un retablo renacentista y el otro transformado en capilla en el siglo XVIII. Y hablando de capillas, destaquemos la de La Trinidad, con un arco de entrada barroco y cúpula. Otras capillas del interior catedralicio (Santa Orosia, Santa Ana, Mayor) guardan un importante patrimonio pictórico de distintas épocas. Museo Diocesano. Ocupa unas dependencias-anexas al claustro de la catedral. Desde su inauguración en 1970 ha realizado una importante labor de rescate y restauración de tesoros artísticos medievales dispersos por la zona pirenaica, algunos de los cuales tal vez hubieran desaparecido si no es por esta intervención. Destacan los conjuntos pictóricos murales de Susín, Navasa, Ruesta, Sorripas, Bagues, Urriés, Escó, Orús y

JACA Y LA JACETANIA / 207 Cerésola. Contiene asimismo retablos, tallas, reconstrucciones arquitectónicas y una lápida romana. Iglesia de San Salvador y San Ginés. Conserva el único lienzo superviviente de la muralla jaquesa y está emplazada en el lugar que ocupó el primitivo núcleo poblacional de Jaca. La cripta del templo -consagrada a San Salvador- es de estilo románico, una nave cubierta por bóveda de cañón que nace del mismo piso sin intermedio de pilares o columnas; en esta estancia inferior puede contemplarse el basamento del campanario. Del templo superior románico -bajo la advocación de San Ginés- nada queda excepto la portada occidental y parte del ábside: fue reconstruido entre 1730 y 1735 según los cánones barrocos. En su interior se guarda el sepulcro de la infanta doña Sancha, hija de Ramiro I de Aragón. Iglesia de Santiago. Ramiro I ordenó su construcción sobre un templo anterior, el año 1088. Servía como alojamiento a los peregrinos del Camino de Santiago. Sufrió profundas transformaciones en el siglo XVII, hasta el punto de que su atrio se descubrió en fecha reciente. De la fábrica románica conserva el muro norte, el hoy presbiterio (atrio) y una torre que por sus ventanales de herradura recuerda las iglesias mozárabes del Serrablo. Ermita de San Pedro de Sarsa. Este templo diminuto del siglo X, hoy ornamento del casco urbano jaqués, fue trasladado piedra a piedra desde su anterior emplazamiento en la Peña Oroel y reconstruido en la Avenida del mismo nombre. Apenas quedan de él las cuatro paredes; el altar semeja un dolmen por su tosquedad. Pero es indudable el valor estético del monumento. Iglesia del Carmen. Templo barroco, con fachada principal recargada de esculturas y relieves. Guarda tres retablos notables del mismo estilo en su interior. Palacio Episcopal. Edificio construido entre los siglos XVII y XVIII, de gran sobriedad exterior. En su interior se custodia un importante legado artístico. Ayuntamiento. La armonía de proporciones y la severidad del conjunto convierten su fachada en una de las piezas más interesantes del plateresco aragonés (siglo XVI).

208 / ARAGÓN Torre del Reloj. Frente a la Casa Consistorial. Es de traza gótica y se asienta sobre los cimientos del desaparecido Palacio Real. Ciudadela. Consta de un recinto interior pentagonal, con sus esquinas reforzadas por baluartes en forma de punta de lanza; y de un recinto murado exterior que repite la forma del núcleo. El perímetro del segundo recinto lo abraza un foso. Un ejemplo de la ingeniería militar del siglo XVI, por cierto gemelo a la fortaleza de Lieja. Fiestas y certámenes culturales Fiesta de la Victoria. Se celebra anualmente el primer viernes de mayo, rememorando la victoria del conde Aznar sobre los musulmanes. Los ¡acétanos marchan en romería a la ermita de la Virgen de la Victoria: abre la marcha la figura del conde Aznarez, rodeado de estandartes y con su escolta de mozos de bandera, jóvenes ataviados con trajes de labriego y tocados con sombreros cubiertos de flores que portan viejas escopetas. Tras la misa y comilona se canta la jota y de vuelta ya a la ciudad, en el atrio de la catedral, tiene lugar el saludo de las banderas, una atronadora detonación que los mozos, animados por el vino y la jarana, ejecutan con placer. Fiestas Patronales de Santa Orosia y San Pedro. Orosia, virgen y mártir, murió a manos de una partida de musulmanes el año 880. Sus restos reposan en la catedral de Jaca. Las fiestas se celebran entre el 24 y el 30 de junio. Festival Folcklórico de los Pirineos. Certamen de carácter internacional que se celebra los años impares desde 1962. Y ahora os invitamos a recorrer los más significados rincones de la comarca de Jaca, la Jacetania o Tierra Alta.

MONASTERIO DE SAN JUAN DE LA PEÑA Aproximadamente a 25 km. de Jaca, entre las aldeas de Botaya y Santa Cruz de la Seros y al pie de una enorme mole

JACA Y LA JACETANIA / 209 granítica que le sirve de cobijo, el trotamundos hallará uno de los conjuntos románicos más significativos de Aragón, tanto por su valor artístico como por sus indisolubles vínculos con la historia del reino. Se trata del monasterio de San Juan de la Peña, erigido al amparo del barranco de Gótolas. Llegar no es complicado: tomad primero la comarcal Jaca-Puente la Reina, paralela a ia canal (valle oblongo) de Berdún, hasta el desvío de Santa Cruz de la Seros; desde esta bifurcación, una estrecha carretera vecinal os conducirá al monasterio. O la carretera nacional Jaca-Huesca: un desvío a mano derecha convenientemente señalizado llega hasta San Juan de la Peña. Un poco de leyenda Los orígenes de la vida monacal en este inhóspito aunque hermoso- paraje son casi inmemoriales. Al parecer ya existió una comunidad cenobita en tiempos de los visigodos. Cuenta la leyenda que andando el caballero Voto de montería por estos lares, el año 730, a punto estuvo su caballo de precipitarse en la gran hoquedad que alberga el monasterio. El caballero salvó la vida encomendándose a San Juan, y cuál sería su sorpresa posterior, mientras examinaba la gruta, al hallar las ruinas de una ermita dedicada a su santo benefactor y la tumba de un ermitaño con el nombre del difunto grabado en la losa: Juan de Atarás. El devoto caballero, en señal de agradecimiento a la mediación divina, decidió tomar los hábitos en el lugar, lo que hizo acompañado de su hermano Félix y de dos amigos, Marcelo y Benedicto. Algo de historia Hasta ahí la leyenda. Veamos qué dice la historia. Del año 920 data la consagración de un templo dedicado a los santos Julián y Basilisa. Sancho Garcés funda el monasterio sanjuanista en 992. Sabemos que en 999 un grupo de benedictinos se asientan en el cenobio: venían huyendo del temible Al-Mansur, que por entonces asolaba con sus razzias los reinos cristianos.

210 / ARAGÓN Las construcciones románicas que hoy en día nos es dado contemplar datan de 1025, cuando Sancho el Mayor ordena construir un monasterio de nueva fábrica que habrá de convertirse en centro espiritual y cultural del novel Reino de Aragón. La orden benedictina atesora bienes y vasallos hasta la adopción de la reforma cluniacense, cuya regla es estricta en materia de oración, pobreza y penitencia. En 1071 se adopta el rito romano, que sustituye al viejo rito visigótico. El año 1076 llega al monasterio el cáliz de la Ultima Cena de Cristo -el celebérrimo Santo Grial-, procedente del cenobio de San Pedro de Siresa. Aquí permanecerá hasta 1339, fecha de su traslado a la Aljafería de Zaragoza. Esta pieza puede contemplarse hoy en la catedral de Valencia. Los monarcas aragoneses Ramiro I, Sancho Ramírez y Pedro I lo convirtieron en Panteón Real: en él pasaron la cuaresma durante los años de sus respectivos reinados, en él recibieron sepultura. La decadencia del monasterio comienza con la entronización de Ramón Berenguer IV como rey de Aragón. La nueva dinastía, catalana de origen, estaba más ligada a otros cenobios como el de Poblet, futuro panteón de los reyes de Aragón. El año 1675 un terrible incendio destruyó buena parte del viejo cenobio. La diócesis optaría por construir un nuevo monasterio en el llano de San Indalecio, prado situado sobre el barranco. Las tropas francesas arrasaron las nuevas dependencias durante la Guerra de Independencia: de él solamente nos queda la iglesia conventual. Ambos monasterios han sido catalogados como Monumentos Histórico-Artísticos. El monasterio bajo La iglesia primitiva, de estilo mozárabe y consagrada en 992, consta de dos naves con bóveda de cañón y capillas en su cabecera; son dos templos gemelos, pues un altar está consagrado a San Juan y el otro a San Julián y Santa Basilisa. Fijaos en una particularidad: las paredes rocosas del barranco forman los muros de cabecera y parte del muro lateral derecho. La

JACA Y LA JACETANIA / 211 columna de fuste anillado que podréis contemplar en el centro de la nave es asimismo insólita en este tipo de templos. Los arcos de herradura de las capillas son reminiscencias de la arquitectura visigótica. En la bóveda se conservan fragmentos de pinturas murales románicas: representan el martirio de los santos Cosme y Damián. Componen la Sala del Concilio (siglo XI) cinco naves de distinta anchura con bóveda de cañón sostenida por recios pilares. Un ejemplo de cómo destrozar con barroquismos innecesarios un sereno conjunto románico del siglo XI lo brinda el Panteón de Nobles del monasterio, estancia cuya techumbre es la roca viva del barranco. Aquí descansan los restos del Conde de Aranda, paladín del Despotismo Ilustrado en tiempos del rey Carlos III. Pasamos a la Iglesia Nueva, románica del siglo XI. Los tres ábsides semicirculares de su cabecera -a los que se ingresa atravesando sendos arcos de medio punto- están cavados en la roca viva del macizo granítico: la tosquedad de la obra no resta un ápice de admiración hacia un penoso trabajo realizado con las meras fuerzas del hombre, sin ei concurso de los modernos instrumentos de perforación. Una curiosidad: los basamentos de los altares no son sino capiteles traídos de la galería norte del claustro. La única nave está cubierta por bóveda de cañón. Entremos ahora en el Panteón Real, a través de una puerta situada del lado del Evangelio. Se trata de una estancia oblonga, con bóveda ornada a base de linternas, coronas de laurel y motivos vegetales dorados. Al fondo de la estancia vemos un crucifijo enmarcado por dos columnas marmóreas que sostienen un frontón convencional, sobre el cual reposa el escudo de Aragón. A los costados, flanqueando los sepulcros, pilastras de mármol con capiteles toscanos blanqueados. El conjunto es de un clasicismo frío, que se antoja un tanto insulso y alienado del resto de la fábrica del monasterio. Tal vez sea el claustro la pieza más conocida del recinto monacal. Un arco de herradura (mozárabe) lo comunica con la iglesia alta. Sobre las dovelas, una inscripción en latín nos recuerda que "Por esta puerta entran los fieles al cielo, si además

212 /ARAGÓN de la fe guardan las leyes de Dios"; no se trata precisamente del umbral del Paraíso celestial, aunque sí franquea el acceso a un pequeño edén terrenal de recogimiento y silencio (paz que puede verse truncada si vuestra visita coincide con alguna excursión escolar). Otros claustros hay sin techumbre (nos viene a la memoria el de San Juan de Duero, por ejemplo), pero que se sepa ninguno resguardado por tamaño voladizo natural. La gigantesca hoquedad lo defiende de las inclemencias meteorológicas al tiempo que confiere una belleza singular, salvaje si se quiere. La obra humana data del siglo XII; observad los capiteles minuciosamente esculpidos con escenas del Antiguo Testamento (La Creación, el Pecado Original, Caín y Abel), el Adviento (La Anunciación, La Visitación) y la vida de Jesús (Nacimiento, Adoración de los Magos, Huida a Egipto, Bodas de Canaán, Resurección de Lázaro, Ultima Cena ), con figuras de gesto hierático y rostros imprecisos, que parecen obra de niños. En la impericia de los cinceles de la época contemplamos la ingenuidad medieval de una fe temerosa y mesiánica. La visita puede concluir en las capillas de San Victorián (gótica del siglo XV) y San Voto (barroca, siglo XVII); tampoco está de más recorrer las dependencias auxiliares del monasterio (horno, comedor, dormitorio, biblioteca, imprenta, etc.). El monasterio alto Indudablemente de menor interés para el visitante. Como ya hemos indicado anteriormente, sólo queda íntegra de él la iglesia conventual levantada entre 1675 y 1714. Es de planta dle cruz latina, con crucero, cúpula y dos campanarios. Pedro Onofre labró su recargado portal, donde vemos la imagen del patrón San Juan y el escudo de Aragón. Un lienzo de muralla desmochada rodea el recinto monacal. En las antiguas dependencias conventuales se ha habilitado una pequeña hospedería para viajeros. Nada desdeñable resulta el enclave paisajístico. El prado del monasterio aparece rodeado por frondosas pinadas. En sus proximidades hallaréis los miradores de San Voto (domina el monasterio bajo), Santa Teresa (que encara la Peña Oroel y las

JACA Y LA JACETANIA / 213 sierras de Loarre, Gratal y Guara) y Balcón del Pirineo (orientado hacia el norte, enfrenta la mole de los Pirineos centrales).

Alrededores: Santa Cruz de la Seros Esta pequeña aldea dispuesta en forma de U alrededor de una pequeña pradería, conserva dos importantes monumentos románicos: Iglesia de San Caprasio. Los estudiosos han visto en ella influencias de la escuela románica lombarda. La alzaron en el siglo XI, a partir del año 992, con una sola nave y ábside semicircular ornado en su exterior por pilastrillas (pequeños pilares adosados al muro). El interior, con bóveda de cañón, es severísimo. Ni la torre, erguida en el arranque del ábside, ni la imagen de San Caprasio -tallada en época barroca- pertenecen al templo original. Su aspecto aseado es fruto de recientes obras de restauración. Monasterio de la Santa Cruz. En la Plaza Mayor del pueblo, presidiendo el conjunto rústico. Lo fundó Sancho Garcés el año 992. Un templo más completo que el anterior, con cimborrio, crucero y torre de cuatro cuerpos. El remate octogonal del campanario le confiere singularidad entre las construcciones románicas de estos lares. Su portada presenta arquivoltas y tímpano labrado con el característico chrismón, anagrama de Cristo. Del interior debe destacarse la sala octogonal abovedada -se accede a ella por una escalera adosada al muro del Evangelio- y el retablo mayor gótico (1490).

VALLE Y COTO NACIONAL DE LA GARCIPOLLERA Esta comarca aparece en documentos medievales como Valle Cepollaria. Situada entre Jaca y el valle de Canfranc, fue dominio de la dinastía navarra de los Abarca. El valle, que alcanzó título de baronía, estuvo sometido durante siglos a la rapiña de sus riquezas forestales; agotadas éstas, devino la emi-

214 /ARAGÓN gración de sus habitantes y el abandono de los pueblos, hoy meros fantasmas de un tiempo pasado. La desforestación del valle exigió la intervención de los poderes públicos, que a través de ICONA repoblaron 5577 hectáreas de terreno con pinos y abetos y crearon el Coto Nacional de Caza de la Garcipollera. Después se reintrodujeron poblaciones de ciervos (unos doscientos ejemplares en la actualidad). Dos posibles itinerarios Se accede al coto por una pista asfaltada que nace de la carretera N-330 a la entrada de Castiello. También conducen al lugar pistas forestales que parten de las vecinas poblaciones de Villanúa, Yosa y Baraguás. Dichas pistas son de tránsito difícil, sólo aptas para vehículos todo-terreno. Si tomáis el primero de los caminos citados saldrá a vuestro paso la ermita románica de Santa Juliana, un edificio que ha perdido su techumbre. Y el no menos ruinoso pueblo de Béseos de Garcipollera, completamente deshabitado si exceptuamos la presencia del Centro de Mejora Ganadera, cuyos empleados son los robinsones del lugar. Caso de tomar la pista forestal que parte de Béseos, encontraremos los pueblos abandonados de Yosa de Garcipollera, Villanovilla, Acín y Larrosa, en un trayecto de apenas seis kilómetros. Rebasado el último pueblo encontraremos la iglesia de Santa María de Iguacel, un bello ejemplar románico que en su momento fue sabiamente restaurado. Servicios cercanos Los establecimientos de hostelería más cercanos se encuentran en Castiello: Hostal El Mesón**. Ctra. Francia, 4. Tf. 361178. Precios medios. Restaurante Jacetania. Arrabal, s/n.

VALLE DE CANFRANC

Surcado por el río Aragón, comunica la depresión de Jaca con la cordillera pirenaica, donde lo corona el Valle de Astún, un circo sin vegetación donde nace el río que da nombre a esta región. Los habitantes de este valle fronterizo firmaron en el siglo XIV un tratado con sus vecinos franceses del Bearn para el aprovechamiento común de los pastos. Un acuerdo vigente durante siglos a pesar de las contingencias políticas y de las guerras entre España y Francia, todavía observado en nuestros días. Lo que demuestra que la prudencia y previsión de estas gentes montañesas es mejor política que los inextricables cálculos y maniobras de los profesionales de la res publica. Villanúa Bajo la Peña Collarada, marca el comienzo del valle y en sus cercanías encontrará el trotamundos las grutas naturales de Essahundo, Cándalo (con lago subterráneo incluido) y Viejas; las simas del Infierno y Bojaquera; los dólmenes de Letranz, Güixas y Diezcampanas. Más de 120 km. de pistas forestales ofrecen itinerarios turísticos para todos los gustos y capacidades; funciona en el pueblo un club de senderismo y montañismo, su tf. es el 378198. Villanúa conserva una iglesia románica del siglo XI y el canto de \afÁíbadas, composiciones populares que solían glosar la belleza de las novias en las bodas; estas coplillas se cantaban con acompañamiento de guitarra y violín. Para alojarse lo mejor es el Hotel Faus" (Ctra. Francia, km. 658; tf. 378136), pero sus precios son elevados. Más asequibles resultan Roca Nevada*{C\ra. Francia, s/n; tf. 378035) y Reno* (Avda. Francia, 23; tf. 378066). Los tres disponen de servicio de restaurante, pero para el condumio es mejor y más barato La Estrella (Arrabal, 22).

216 / ARAGÓN Canfranc Romanos y árabes cruzaron por este paso a las vecinas Galias; los unos se sirvieron de él para sus intereses comerciales, los segundos tuvieron que volver sobre sus pasos tras ser derrotados por Carlos Martel en Poitiers. Más tarde serían los peregrinos, camino de Santiago, quienes aprovecharían su vado entre las montañas. El enlace ferroviario con Francia no llegó hasta 1928, en plena dictadura de Primo de Rivera: obra mastodóntica cuyo rendimiento fue mucho menor que las esperanzas depositadas en ella y que acabaría clausurándose en 1970. Hoy en día vuelve a funcionar y en ella vuelve a confiar el sector hostelero de la zona. Canfranc dispone de alojamientos modernos y cómodos a precios muy interesantes: el más recomendable por su relación entre calidad y tarifas es el Hotel Villa Anayez** (Plaza José Antonio, 8; tf. 373146); pero tampoco deben despreciarse los hoteles Residencia Ara* (Fernando el Católico, 1; tf. 373028), Casa Marracó* (Fernando el Católico, 31; tf. 373005) y Albergue de Santa Cristina* (Crta. Francia, s/n). En Canfranc funciona una vivienda de turismo rural, ubicada en la calle Primo de Rivera, 4 tf. 373365). No está mal dormir en una típica vivienda del Pirineo, con olor a chimenea, piedra y madera por menos de cuatro mil ptas. Quienes prefieran el camping: Canfranc (Ctra. N-330, km. 186), de categoría 2§C, abre del 1 de junio al 30 de septiembre. Otra posibilidad es el alquilar un apartamento en Los Arañones (Fernando el Católico, 25); los precios varían según temporada y características del apartamento, uno de dos habitaciones puede costar entre 5000 y 8000 ptas. diarias (las estancias superiores a catorce días comportan el 10% de descuento). La opción más barata, y también más grata para los espíritus aventureros o simplemente excursionistas son los refugios de montaña, que por estas latitudes están perfectamente equipados para garantizar una estancia cómoda e higiénica a sus usuarios.

VALLE DE CAFRANC/217 En Canfranc funcionan tres de estos enclaves: Cabana de Lacuas (en la Canal Roya, valle cercano al pueblo, a 1550 metros de latitud; tiene cerca un manantial de agua y dispone de sillas y mesas), Cabana del Ibón de Ip (a un kilómetro de la presa de Ip, tres horas de camino desde el pueblo, cuenta con habitaciones con literas) y Canfranc (C/Mayor, 19; tf. 373217. Tiene duchas de agua caliente, bar, alquiler de material de excursionismo y otros servicios). Llegada la hora de comer, os servirán cocina internacional en L'Anglasse(General Franco, 15) y Thania (Plaza Europa, 4): no en vano nos hallamos en una zona donde se reúnen turistas de diversas nacionalidades, especialmente franceses. A mejor precio comeréis migas montañesas y cordero a la pastora en Universo (General Franco, 20) y ternasco al horno en Flores (Fernando el Católico, 27).

Estación invernal de Astún La más reciente de las estaciones de esquí aragonesas. Sus cotas van desde los 1650 metros hasta los 2300. Las condiciones del valle son idóneas para la práctica del esquí: anchos prados sin arbolado ni accidentes rocosos. Las pistas, todas convenientemente señalizadas y que suman un total de treinta y cinco kilómetros de longitud, están dispuestas a modo de abanico; es decir, todos los recorridos concluyen en el mismo punto de concentración de esquiadores. El mayor número de pistas se ubica en la zona denominada La Panza, en las laderas del pico de La Raca. Cuatro telesillas con capacidad para transportar más de 2500 viajeros por hora comunican con seis pistas calificadas difíciles (La Raca, Pastores I y //, Tobogán, Los Muros y Llanos del Sol) y con dos de extrema dificultad: Las Crestas y Truchas. Los diez telesquís pueden transportar más de 3000 personas por hora. Alcanzan las dos pistas de categoría verde (fácil) de Principiantes; tres pistas de dificultad media: Sarrios I y // y Águila; y las cinco pistas de nivel rojo (difícil) de Lomas I y //, Anayet, Stadium y Slalom.

220 / ARAGÓN También funciona un telebaby que comunica con la pista de Debutantes, con capacidad para 300 viajeros por hora. La estación también cuenta en sus instalaciones con un trampolín de saltos homologado, con 104,50 metros de longitud de rampa que se desliza desde los 17,50 metros de la torre de salida. Su sola contemplación aterra al profano. La oficina de información de la estación se halla al pie del telesilla de La Raca, tf. 373034. Junto a ella están las instalaciones de la Escuela Española de Esquí, tf. 373279. La estación cuenta con supermercado, servicio de alquiler de material deportivo, tienda de complementos y equipos de esquí, tienda de regalos y souvenirs y un refugio para esquiadores. En la estación funciona el Hotel Europa*** (tí. 373312), un establecimiento muy bien equipado y cómodo, pero de precios elevados como suele ser norma en estos sitios. El hotel tiene pub y discoteca para desahogo de aquellos a quienes la jornada de esquí no haya cansado lo suficiente. En materia de condumio señalemos que funciona un restaurante de probada categoría como Casa Astún. Dado que sus precios pueden ser algo gravosos para muchos bolsillos, este local tiene instalado un self-service de buena calidad y más económico que su carta. Por cierto, Casa Astún también alquila apartamentos a precios que pueden ser interesantes para quien vaya a pasar varios días en el lugar. Otra posibilidad gastronómica la ofrece la Cafetería Virginia, con sus bocadillos y platos combinados. Estación invernal de Candanchú Si antes señalábamos que Astún es la más reciente de las estaciones pirenaicas de Aragón, debemos reseñar ahora que Candanchú es la decana de estos establecimientos y se cuenta entre las pioneras del deporte de la nieve en España. Está ubicada junto al puerto de Somport, a apenas un kilómetro de la frontera francesa. La cota mínima es de 1500 metros, la máxima 2240. Las catorce pistas se distribuyen por las laderas del Tobazo, La Hoya y Monte Candanchú. Es la

VALLE DE CAFRANC / 221 estación que más tiempo del año permanece con nieve natural. Cuenta con cinco telesillas que alcanzan la cumbre del Tobazo y funcionan también en verano. Completan los remontes mecánicos diecinueve telesquís. Estos remontes tienen capacidad para transportar 9000 personas por hora. Sus cuarenta kilómetros de pistas se dividen en siete azules (dificultad media), once rojas (difíciles) y cuatro negras (máxima dificultad). Los que deseen practicar el esquí de fondo disponen para ello de una pista de 7'5 km.de longitud. También hay un circuito de esquí nórdico de veinte kilómetros. La Escuela Española de Esquí de Candanchú, con más de setenta profesores, organiza cursos de alto nivel destinados a futuros deportistas de competición; para ello cuenta con stadium slalom y pistas convenientemente balizadas. También imparte clases de esquí alpino y de fondo para principiantes, individuales y colectivas. Incluso funciona un servicio de guardería con profesorado especializado para instruir a los más pequeños en los rudiemntos básicos de los deportes de nieve. La oficina de información está junto al telesilla del Tobazo, tf, 373263/373194. Cuenta con dos refugios para esquiadores, en Tuca Blanca y Tobazo. En las instalaciones inferiores encontraréis supermercado, guarda-esquís y cafetería. Tres establecimientos hoteleros son de categoría mediaalta: Hotel Edelwiss*** (Ctra. Zaragoza-Francia, km. 189,4; tf. 373200), Hotel Candanchú" (Ctra. Francia, s/n; tf. 373025) y Hotel Tobazo** (Ctra. Francia, km. 184; tf. 373125). Aquí hallaréis también pub y discoteca donde gente con pinta bien zarandea las caderas al parecer inmune al cansancio de la jornada deportiva. Si no estáis dispuestos a gastaros entre 8000 y 12000 ptas. por noche (pues tales son las tarifas de los sitios mencionados) os queda el Hostal Somport* (Ctra. Francia, km. 198; tf. 373009), un gracioso edificio de montaña, sencillo y acogedor, donde también se sirven comidas caseras a buen precio. Claro que más barato resulta aun pernoctar en el Albergue El Águila, refugio de montaña ubicado al pie mismo de las pistas de esquí de la estación: por menos de 1800 ptas. cama y

222 / ARAGÓN comida. Este ref jgio cuenta con duchas con agua caliente, bar y calefacción. Para comer funciona un self-service: Pista Grande, en la Ctra. Francia s/n (integrado en el complejo de la estación). Muy cerca encontraréis las cafeterías Estañes (bajos Edificio Himalaya) y Nevada, donde pueden engullirse bocadillos o menús a buen precio. Si deseáis hacer una comida o cena más seria, dirigios al restaurante Valle del Aragón, en los bajos del Hotel Candanchú.

VALLE DE ANSÓ

Ansó marca el confín noroccidental de la provincia de Huesca. Lo atraviesa longitudinalmente el río Veral, a cuyas márgenes se suceden los prados y bosques. Tal configuración física ha condicionado desde antaño la historia de este valle, tradicionalmente dedicado a la ganadería y la explotación forestal. Actividades no precisamente pujantes: la despoblación del valle es notoria y de 1700 habitantes con que contaba su capital en el año 1900, apenas quedan hoy medio millar. La huella ancestral de los vascones quedó grabada en la toponimia del lugar y acaso influyó en la consolidación del dialecto del valle. Al parecer los ansotanos heredaron también la belicosidad vascona, pues combatieron ya en los ejércitos del conde Aznar cuando éste arrebató Jaca a los sarracenos; siglos más tarde se distinguirían en las campañas del rey Jaime I, que en premio les concedió la propiedad de sus montes. Privilegio que luego confirmarían Jaime II (1323), Alfonso IV (1330), Pedro IV (1338), Martín I (1400), Fernando el Católico (1498) y los reyes de la Corona española Felipe II (1585) y Felipe III (1620). Una vez más los Pirineos no han impedido la relación de sus habitantes con los pobladores de la otra vertiente de la cordillera: ansotanos y vecinos de Aspe (Bearn) comparten los prados del monte Estañes. El carácter ansotano se caracteriza por el extraordinario apego a la herencia de los mayores, esto es, a las tradiciones, vestimenta y fabla que distinguen este valle. En estos parajes se emplea comúnmente una variedad dialectal de la ancestral lengua de Aragón.

224 / ARAGÓN

LA VILLA DE ANSÓ La capital del valle ostenta su mismo nombre. La panorámica de esta población impresiona al visitante: las casas son de piedra encalada, con pequeñas ventanas orientadas hacia el mediodía para aprovechar al máximo los rayos de luz que un Sol avaro dispensa parvamente en estas latitudes a menudo brumosas; los tejados son de doble, triple o cuádruple vertiente, adaptados a la evacuación de las cuantiosas nevadas; rasgo característico -y ciertamente señorial- de estas edificaciones son las portadas con arco de medio punto, así como las grandes chimeneas de piedra que las coronan. Con respecto al interior de las viviendas, cabe decir que la cocina es la pieza principal, pues en torno al hogar se reunían las familias para soportar las frías veladas de un invierno inacabable. En tales estancias se transmitieron de mayores a jóvenes la fabla ansotana y las leyendas, costumbres y reglas sociales del valle. Alojamientos Hostal Aísa*. Plaza Domingo Miral, 2. Tf. 370009. No tiene habitaciones con baño, pero sirve buenas comidas caseras. Posada Veral. Cocorro, 6. Tf. 370119. Habitaciones con baño a precios medios. Es una típica vivienda ansotana, completamente restaurada en su interior. Las comidas no están nada mal. Y el nombre de la calle se las trae. Fonda Estañes. Paseo Chapitel, 9. Tf. 370146. En el Paseo Chapitel n98 funciona una vivienda de turismo rural, la Posada Magoria (tf. 370049). Los precios son equiparables a los de los establecimientos antes citados. En ocasiones se debe compartir habitación con personas ajenas. Camping Zuriza. Ctra. Zuriza, km. 14. Tf. 370196. Categoría 2-C. Abierto todo el año.

VALLE DE ANSO / 225 Refugios de montaña El término de Ansó cuenta con varios refugios de montaña enclavados en lugares de especial interés paisajístico y deportivo: Refugio de Unza. En el Plano (llanura) de la Casa, junto a las pistas de esquí de fondo de Linza. Próximo a la Mesa de los Tres Reyes, donde convergen los límites de Aragón, Navarra y Francia. Posibilidad de realizar escalada en las Agujas de Ansabere, Dispone de bar y servicio de comidas. Tacheras Seguid la pista de Tacheras, que parte de Zuriza, hasta el río; desde allí se toma el sendero GR-11, que conduce hasta el refugio. Tiene cerca un manantial de agua potable. Sabucar. Se halla junio al Puente de la Mina, que cruza el barranco de Acherito. Para llegar a él es preciso seguir la carretera que une Echo y Siresa. Está equipado con mesa, bancos y chimeneas. Restaurantes Los hostales y pensiones que ya hemos citado ofrecen buenas comidas, con platos de cocinas regional (trucha, cordero, migas, judías con cecina...). La Posada Magoria sirve además un menú de régimen para quienes no deseen engullir tal cantidad de carnes y grasas. Los huéspedes comen juntos en una gran mesa, al más puro estilo de estas tierras. En los bares Echevarne (Mayor, 34), Borda Arracona (Valle Zuriza, s/n) y Bastere (Pérez Galdós, 13) también puede comerse un buen menú casero a precio económico. Vestigios medievales y de arte popular Iglesia Parroquial de San Pedro. Comenzaran sus obras en el siglo XV, para prolongarlas hasta bien entrado e! XVIII. La obra barroca no hizo desaparecer la primera fábrica gótica; no obstante se trata de un barroco más sencillo, inclinado a las formas clásicas, menos recargado. El precioso órgano

226 / ARAGÓN parroquial fue traído desde Francia pieza por pieza a lomos de jamelgos, atravesando los pasos pirenaicos. Torre medieval. Data del siglo XIV y la están restaurando. Museo de Arte Sacro y Costumbres ansotanas. Abierto los días laborales de 10,30 a 13,30 y de 15,30 a 20 hs. Se accede a él por la puerta de la sacristía de la iglesia parroquial. Guarda una colección de esculturas religiosas que van del siglo XVI al XVIII, además de documentos gráficos originales de dicha época, una gran cruz procesional y distintos objetos litúrgicos. Interesa más al trotamundos la sección costumbrista, donde se muestra una cocina con todos sus enseres, un telar e instrumentos agrícolas y de taller. Allí conoceréis el traje típico ansotano: los hombres llevan pañuelo de seda atado al cuello sobre el que colocan un sombrero de fieltro negro, visten camisa blanca o rayada de lino o cáñamo, chaleco de terciopelo negro, faja a la cintura, calzón negro corto, zaragüelles (medias) abombados y abarcas de cáñamo; el traje de las mujeres recuerda los atavíos de ¡as damas españolas de los siglos XVI y XVII, con corpino, falda larga y plisada que cae desde el pecho y gorguera almidonada al cuello. El tocado típico femenino consiste en dos trenzas anudadas con redecilla y pañuelo. En las cercanías La romana Virodunum es hoy Berdún, población que conserva su casco medieval y parte de la muralla que lo envolvía. Muchas de sus casas, apiñadas en callejuelas laberínticas y angostas, lucen escudos heráldicos que nos hablan del rancio abolengo de esta villa de cristianos viejos. Berdún es sede de la Escuela Internacional de Arte, centro que anualmente atrae numerosos artistas nacionales y extranjeros. La paz del lugar permanece fuera de las rutas turísticas convencionales- y el encanto de sus paisajes invita a la parada y fonda. Si así lo hacéis se os acogerá amablemente en el Rincón de Emilio (Plaza Martincho, 1; tf. 377459), una pensión ubicada en el centro del pueblo, en una casa antigua, donde se respiran los aromas campestres que nuestra pituitaria urbana olvidó hace tanto tiempo.

VALLE DE ANSO / 227 Bajo la sombra de su castillo en ruinas, Biniés oirece la vecindad de la Foz (cañón) homónima, cuyas profundas gargantas concitan la atención de numerosos excursionistas. Camino de Navarra está Zuriza, que en euskera significa "lugar blanco". Las nieves de Peña Ezcaurri y del Alano, cotas ambas de más de dos mil metros de altura, dan sobrada explicación del topónimo. Fue antaño tierra de osos, hoy desaparecidos, pero subsisten las rapaces y los sarrios. Las grandes montañas que la rodean constituyen un poderoso reclamo para montañeros y alpinistas.

VALLE DE ECHO

Preferimos la forma tradicional Echo a la castellanizada Hecho porque de aquella manera y no de otra se escribe en lengua aragonesa. Por cierto que en este valle se habla otra variante dialectal de la fabla, el cheso, que ha conocido cultivo literario en las obras de Domingo Miral y Veremundo Méndez. El valle de Echo corre paralelo al de Ansó, pero pertenece a la cuenca del río Aragón Suborden. Una pista forestal de diez kilómetros de longitud une las capitales de ambos valles, que rivalizan en belleza, abolengo y fidelidad a sus respectivas tradiciones. La orografía de Echo es aun más abrupta que el relieve de Ansó y presenta grandes formaciones rocosas que harán las delicias de los aficionados al montañismo y la escalada. Echo es uno de los territorios que formaron parte del primitivo Condado de Aragón. En tiempos de los romanos ya había sido vía de tránsito de gentes y enseres hacia las Galias: una calzada romana lo atravesaba en dirección a las alturas del Puerto del Palo, vestigio de ella es el puente romano conservado en Puente la Reina, a la entrada del valle. Ansó y Echo conformarían más tarde la marca de Seburicum, que Galindo Aznárez gobernase en calidad de feudatario del imperio carolingio. El monasterio de San Pedro de Siresa, en el corazón del valle, conservó la liturgia visigoda durante los años de esplendor político y militar del poder musulmán y vino a constituirse en el centro espiritual y cultural del condado aragonés. Alfonso I, que extendió las fronteras de Aragón hasta tierras turolenses, había nacido en Echo. Este rey concedió a la gente chesa carta de inmunidad y libertad, así como la franquicia de pastoreo desde las tierras de Monzón hasta el Moncayo. Hoy en día el pastoreo sigue siendo el modus vivendi de muchas familias de Echo. Los hombres pasan los días de verano

230 / ARAGÓN en el monte, con sus rebaños de ovejas, en tanto las mujeres secan la lana en plena calle. La defensa de estos ganados, paradójicamente, supuso la extinción del oso en el valle, antaño muy numeroso: todos los años por el mes de junio se designaban dieciocho hombres, expertos cazadores, para que batiesen los montes en busca de úrsidos. Estas cacerías resultaron tan eficaces como trágicas desde la perspectiva de su impacto ecológico. No en vano los chesos tenían fama de avezados monteros.

LA VILLA DE ECHO La capital del valle ofrece un aspecto pulcro y cuidado que impresiona favorablemente al visitante. Las antiguas casas han sido restauradas, siempre respetando las peculiaridades de la arquitectura de montaña. El casco urbano, que alberga casi un millar de habitantes, forma un dédalo de calles estrechas y sinuosas ubicado entre la carretera y el río. Las viviendas están construidas en piedra, con tejados de pizarra generalmente de doble vertiente; las estrechas ventanas y los grandes portalones recuerdan las casas del vecino Ansó, al igual que la distribución interior en torno a la gran estancia de la cocina. No difiere en mucho el traje cheso del ansotano: los distinguen, básicamente, la chaqueta blanca de los hombres y la falda verde, recogida en pico, del vestido femenino. Las vestimentas exteriores se confeccionan con lana tejida en basto; los' colores se adquieren mediante procedimientos artesanales cabe decir seculares- de teñido. El algodón y el lino se utilizan para las prendas interiores. Hoteles Hotel Residencia Lo Foratón**. Urbanización Cruz Alta, s/n. Tf. 375247. Modernidad y precios medios. Está fuera del casco histórico del pueblo. Hostal de la Val*. Cruz Alta, 1. Tf. 375028. Tiene habitaciones con vistas panorámicas del valle, enhorabuena si os toca

VALLE DE ECHO/231 una de ellas. Precios y confortabilidad similares al anterior, con la ventaja de hallarse en el casco de la villa. Hostal Casa Blasquico*. Plaza Palacio, 1. Tf, 375007. No tiene habitaciones con baño, pero es más barato que los anteriores y su personal derrocha simpatía. Más céntrico imposible. Camping El término de Echo cuenta con dos campings: Valle de Echo Contiguo a la villa, es de categoría 2-. Abierto todo el año. Tf. 375361. Selva de Oza. Ctra. de Oza, km. 12. Tf. 375168. Categoría 1SC. Abierto del 15 de junio al 15 de septiembre y del 20 al 31 de marzo. De este lugar parlen varios senderos con dirección a las montañas, el ibón (lago) de Acherito, el Castillo de Acher (formación rocosa que semeja una fortaleza medieval) y el torrente de Espata.

Refugios de montaña El valle de Echo es generoso en paisajes vírgenes y parajes aptos para los deportes de montaña. Varios refugios han sido instalados para beneficio del excursionista: Forestal de Acher. Seguid la carretera de Echo a Oza; después se debe remontar el barranco de Espata, hasta las cercanías del castillo de Acher. Se trata de un refugio rústico de pastores, comodones abstenerse. La Mina. Desde Oza, tomad la pista forestal que conduce al llano de La Mina. Refugio de Gabardito. Tomando ef desvío del km. 7 de la carretera Echo-Oza, se sigue una pista que lleva al refugio. Tiene duchas con agua caliente, bar y calefacción. Sabucar. Desde Oza tomad la pista que va hacia el Puente de La Mina; el refugio está a unos veinte metros de éste. Tiene mesas, bancos y chimenea, pero no se encuentra en muy buen estado.

232 / ARAGÓN Solana de Buxe. En la mencionada solana, cerca de Siresa. Con mesas, bancos y chimenea y manantial de agua cercano. Restaurantes Si os alojáis en Casa Blasquico, no dudéis en probar los guisos de la casa. Los precios son económicos. En el restaurante del hotel Lo Foratón se sirven platos típicos chesos como los espárragos montañeses (colas de cordero fritas), las judías de Embún con chorizo y oreja de cerdo o el cabrito asado. Platos con muchas calorías para entonar el cuerpo en esta tierra de clima gélido. Los precios bien pueden calificarse de baratos, si comparados con lo que se acostumbra pagar por platos similares en nuestras grandes ciudades. Una vuelta Iglesia Parroquial. La primitiva iglesia era de estilo románico, pero fue incendiada y destruida por las tropas napoleónicas en 1808. De ella sobrevivió el ábside de planta semicircular y una arquivolta con relieves en sus capiteles. Museo Etnológico. Expone fotografías antiguas referentes a la vida en el valle y enseres tradicionales varios.

Fiestas y certámenes culturales Fiestas de la Virgen de Escagüés. Del 7 al 13 de septiembre. La villa saca en procesión a su patrona y los jóvenes del pueblo, vestidos con el traje cheso, le ofrecen productos de la tierra. Las fiestas concluyen con lidia de reses bravas y una gran merienda colectiva en el vecino paraje de Las Eras. Simposio de Escultura y Pintura Moderna. Se celebra anualmente, entre los meses de julio y agosto. Artistas de diversa procedencia trabajan y dialogan durante estos días en Echo. Lo más interesante de la cita es la integración de buen número de obras de arte en el paisaje circundante. Y tampoco está nada mal

VALLE DE ECHO / 233 la inauguración del evento, una gran comilona a base de cordero asado en la que participa todo el pueblo. Por aquí cerca El baile det palotiau, a los acordes del chiflo (flauta rústica) y el tambor, se conserva en Aragüés del Puerto. Los danzantes entrechocan varas de boj (árbol abundante en el valle) durante sus evoluciones. Muy cercano está el Valle de los Sarrios, donde esta especie de cabra parda, de cuernos negros y retorcidos hacia atrás, campa a sus aires entre las peñas. Siresa, diminuta aldea a dos kilómetros de Echo, es famosa por su monasterio. Galindo Aznárez fundó el cenobio allá por 833, cuando estas tierras eran aún vasallas de Carlomagno. El año 1082 adoptaba este monasterio la regla agustlniana. Alfonso I se crió en él y como agradecimiento confirmó todos sus privilegios en 1116. La fábrica llama nuestra atención por su extrema sobriedad, sin concesiones a ningún tipo de ornamentación exterior: bloques de sillar -algunos de hasta tres metros de espesor- desnudos, arcadas y portales estrictos. Tan adusto, que alguna de sus perspectivas semeja más uno de esos grandes silos del campo aragonés que un recinto eclesiástico. Su planta es de cruz latina cubierta por bóveda de cañón, con ábside circular. A falta de campanario o cimborrio, se yergue una espadaña en cada una de sus fachadas. El interior guarda varios retablos y piezas góticas de considerable valía. Entre Echo y Siresa, siguiendo la carretera local (el camino puede hacerse andando entre ambas poblaciones), encontraréis las indicaciones de senderos que se dirigen hacia los picos de Picoya, La Reclusa y Lenito y a la Fuente de la Cruz de Ansó. Tales caminos no son practicables en algunas épocas del año.

VALLE DE TENA Y SERRABLO

Abandonamos la cuenca del Aragón para ingresar en el valle de otro histórico río, el Gallego. Sus primeros balbuceos, que recogen las aguas glaciares, descienden de las alturas pirenaicas para formar el profundo tajo del Valle de Tena, hasta desembocar en los relieves paralelos y menos ariscos del Serrablo. Dicen que el nombre de Gállego viene de Galias; parece ser que por las tierras altas de este río anduvieron algunas tribus celtas (600 a. de C), de las cuales tal vez fuesen desalojados por los ¡acetanos. Los romanos trazaron una calzada -secundaria con respecto a la vía que atravesaba el valle del Aragón- que subió por Sabiñánigo hasta la actual Panticosa, cuyas aguas termales ya se apreciaban en aquel tiempo. El valle de Tena debió pertenecer al original Condado de Aragón. Del siglo X datan los monasterios de San Andrés de Fanlo y San Martín de Cercito. El Serrablo permaneció durante dos siglos bajo dominio musulmán, pero su población conservaría la fe cristiana: las iglesias mozárabes de esta comarca son visita obligada para el viajero. El conjunto formado por Valle de Tena reúne parte sustancial de los atractivos turísticos y deportivos (estación invernal de Formigal, estación invernal y balneario de Panticosa) de la provincia de Huesca; el Serrablo aporta su desarrollo industrial y un valioso patrimonio artístico y cultural. Nuestro periplo por estas tierras será una progresión descendente. Partiremos de la zona pirenaica para acompañar al Gállego en su discurrir camino de las tierras bajas. Comencemos pues.

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SALLENT DE GALLEGO Las cimas de Peña Foradada (2285 m.) y Baladrias (1776m.) dominan los alrededores de esta población pirenaica, donde vienen a unirse los ríos Gallego y Aguasclaras. El caserío, con apenas 650 habitantes, se apretuja a 1300 metros de altitud entre prados de rasero desigual y salpicados de arbolado. Viejas mansiones blasonadas, con muros pétreos y tejados de pizarra, conviven con edificaciones de nueva factura que mantienen algunas lejanamente, todo hay que decirlo- las formas arquitectónicas de las construcciones de montaña. Hoteles Consideramos en este apartado los establecimientos hoteleros del casco urbano de Sallent. Las estaciones invernales tienen infraestructura propia, que en su momento citaremos: Hotel Balaitus*. Francia, 16. Tf. 488059. Un lugar tranquilo y acogedor para quienes prefieran el recogimiento a los más concurridos hoteles de esquiadores. Precios medios y buen servicio. Hostal Faure*. Ctra. Huesca-Francia, s/n. Tf. 488007. Ligeramente más económico, pero menos céntrico. Claro está que las distancias aquí son muy cortas. Pensión El Centro**. Vico, s/n. Tf. 488019. Céntrica, como su nombre indica. Habitaciones con baño, bien equipadas. Preparan buenas comidas caseras. Hostal Maximina. La Iglesia, 3. Tf. 488436.

Restaurantes El Rincón de Mariano. Zarrastiecho, 2. Tf. 488163. Típico mesón aragonés donde se comen bien y a buen precio los platos de la tierra. Comprobad vosotros mismos la bondad de sus asados. Gamo Blanco. Iglesia, s/n. Tf. 488219. Marión. Plaza Valle de Tena, s/n. Tf. 488251.

VALLE DE TENA Y SERRABLO / 237 Unas copas Sumamente grato resulta tomarse un café y una copa en el Casino Sallentino (Ctra. Francia, s/n). Ambiente de tertulia y chimenea para las lardes invernales. Monumentos Iglesia Parroquial. Es gótica tardía, del siglo XVI. Juan Segura dirigió las obras, a su vez sufragadas por el Lugarteniente de Aragón Juan de Lanuza. En las claves de la bóveda de crucería vemos el escudo de armas del bienhechor del templo. La pieza más valorada del conjunto es el retablo mayor plateresco, del año 1536; en él trabajaron los tallistas Juan de Moreto, Pedro Lasaosa y Miguel Peñaranda, y los pintores Antón de Plasencia y Miguel García. Puente romano. Sus dos vertientes atraviesan el río Aguaslimpias. Parece más fiable su adscripción a la época medieval.

Fiestas y tradiciones Fiestas Patronales. El día 5 de agosto, en honor de la Virgen de las Nieves (no podía ser otra). Se ejecutan bailes típicos como la jota y el bolero de Sallent. Exhaltación de la Cruz. Anualmente el 14 de septiembre. Feria de ganado. En el mes de septiembre. Exposición de reses y competiciones.

Cerca Los parajes de La Sarra (algo más de media hora a pie desde Sallent) y el Ibón de Arriel y el Pico Balatus (algo más lejanos, caminando a dos horas y media de La Sarra) son lugares favoritos de numerosos excursionistas del valle.

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ESTACIÓN INVERNAL DE FORMIGAL La estación invernal de Formigal tiene fama de ser la más importante entre los centros aragoneses de este género. Frente al complejo deportivo, al otro lado del río Gallego, ha surgido una gran urbanización turística dotada de todo tipo de infraestructuras. Examinemos primero las instalaciones de esquí para luego dar un repaso a la pujante ciudad de vacaciones. Estación invernal Sus pistas se sitúan entre las cotas de 1500 y 2200 metros de altitud. La incidencia de los rayos solares en el paraje de Articatengua, donde se asienta la estación, lo convierten en lugar despejado de nieblas invernales y favorecen la práctica sin riesgos del esquí. Las pistas ocupan la ladera septentrional del pico Tres Hombres (2450 m.); todas ellas están debidamente balizadas y se dividen en tres pistas de nivel muy fácil, cuatro fáciles, cinco difíciles y tres muy difíciles. La estación cuenta con varios tipos de remontes mecánicos: la telecabina Sextas (96 cabinas con capacidad para cuatro personas cada una, 800 viajeros por hora); los telesillas El Furco (96 biplaza, más de 400 personas por hora), Tres Hombres (126 monoplaza, 500 p/h) y Peña Blanca (126 monoplaza, 600 p/h); y los telesquís Cantal I (38 monoplaza, 400 p/h) y II (39 monoplaza, 500 p/h), Campo de Troya I (21 monoplaza, 500 p/h) y II (50 monoplaza, 600 p/h), de la Selva (130 perchas, 700 viajeros a la hora), Fuentes del Furco (90 perchas, 600 p/h), Peña Blanca (35 perchas, 600 p/h) y Articalengua (38 perchas, 500 p/h). En Formigal no podían faltar las instalaciones de la Escuela Española de Esquí, ubicadas en la zona del Cantal, al final del telesquí de Peña Blanca. La Escuela desarrolla cursos de aprendizaje de esquí a todos los niveles y dispone de stadium slalom y pista de descenso homologados, además de organizar pruebas de élite como los campeonatos de España de esquí alpino y nórdico, campeonatos universitarios, Trofeo Federación Española de Esquí y pruebas de ámbito regional.

VALLE DE TENA Y SERRABLO / 239 En plena zona de pistas, a 2040 metros de altitud y junto a las instalaciones de la Escuela, tenéis el Restaurante Cantal, con terraza y solarium para torrarse al sol del invierno. Esta cota se alcanza mediante la telecabina Sextas, el telesilla Furco y el telesquí Peña Blanca. En verano la ausencia de nieve se suple con actividades como el montañismo, la caza, la pesca y los cursos de ala delta. Por otra parte, la belleza paisajística es tal que en ninguna época del año cesa el trasiego de visitantes. El teléfono de información de la estación es el 488125. El tf. de la Escuela Española de Esquí de Formigal es el 488107.

Urbanización Formigal Ocupa la ladera de una montaña, al otro lado del Gallego. La zona más alta está ocupada por lujosos chalets; en la zona inferior se concentran los hoteles, apartamentos y servicios generales de la urbanización. Presidiendo el conjunto urbanístico contemplaréis la iglesia mozárabe de Basarán, procedente de un cercano pueblo abandonado. Esta joya de la arquitectura medieval fue erigida en el siglo XI; la construyeron de una sola nave con dos ábsides circulares (uno central y un segundo lateral que rompe la simetría de la cabecera eclesial). La entrada, así como los ventanales del campanario, presentan arcos de herradura característicos de este estilo arquitectónico. Al interior se incorporaron distintos elementos ajenos a la obra original: una pila de agua bendita procedente de la aldea de Cillas (siglo XVIII), la pila bautismal románica de Ruesta (siglo XI) y un retablo gótico de la ermita de la Virgen de Basarán (siglo XIV). Baquetones y arcadas ciegas ornamentan los exteriores del templo. Si pensáis alojaros en la urbanización, tened en cuenta que es un lugar donde abunda eso que se ha dado en llamar gente guapa, julais y demás, factor que ha disparado los precios. Ahora bien: las instalaciones hoteleras son impecables, cada una en su categoría. Disponéis de los siguientes establecimientos:

240 / ARAGÓN Hotel Formigal****. Urb. Formigal, s/n. Tf. 488000. Sus servicios rozan el lujo. Hotel Eguzki-Lore***. Urb. Formigal, s/n. Tf. 488075. Hotel Villa de Sallent*** Urb. Formigal, s/n. Tf. 488311. Hotel Nievesol". Estación de Formigal. Tf. 488034. Hotel Tirol*. Urb. Formigal, s/n. Tf. 488086. es el más barato de todos, pero aún así la habitación doble puede costar alrededor de 7000 ptas. en temporada baja. Los hoteles Formigal y Eguzki-Lore cuentan con sala de fiestas. La entrada a las mismas no es restrictiva y en temporada alta presentan lleno a rebosar con mucha niña mona. Existen también hoteles (o residencias, para expresarlo con más corrección) privados, reservados a socios de clubs deportivos. Caso del refugio Eduardo Blanchard, tras el Hotel Formigal, que es propiedad de la Sociedad de Montañeros de Aragón; y las residencias del Club de Tenis Pamplona y del Club Alpino Donostiarra. El Colegio Mayor San José Pignatelli aloja a estudiantes universitarios. En Formigal funcionan tres apartoteles. Para un viaje familiar representan una alternativa más económica que el hotel convencional (el alquiler mensual puede rondar las 65-70000 ptas. en temporada alta, reduciéndose notablemente durante otras épocas del año): Apartamentos Baladrias. Tf. 488105. Equipado con garaje, ascensor, calefacción, etc. Apartamentos Cervino Tf. 488041/488078. Apartamentos Anayet. Tf. 488184. A la hora de comer podéis elegir entre varios restaurantes y cafeterías dentro de la urbanización. Obvio es decir que los precios están igualmente hinchados: Restaurante Arriel. Tf. 418488. Platos regionales, asados gustosos, raciones de patés y quesos diversos. Koldo. Tf. 488075. El mejor elenco de platos de la cocina vasca. Pero no tan buenos como los de mi madre. Fidel. Tf. 485087. ídem, del anterior. Grajos. Tf. 488232. La influencia de la cocina de allende los Pirineos se percibe en sus apetitosas fondues.

VALLE DE TENA Y SERRABLO / 241 Collins. Tf. 488228. Pizzas y pastas. Mo podía faltar. Burguer Aragón. Edificio Aragón. Tf. 488003. Tampoco podía faltar en un lugar donde se junta tanta chiquillería. La urbanización también cuenta con complejo deportivo (piscinas, frontón, pistas de tenis ), supermercado, tiendas de artículos deportivos, servicio médico, peluquería masculina y de féminas, tiendas de artículos fotográficos y de regalos, boutique, taller mecánico, parking e iglesia.

PANTICOSA: ESTACIÓN INVERNAL Y BALNEARIO La villa de Panticosa es una de las poblaciones más hermosas del Pirineo aragonés. El caserío trepa por un desnivel del terreno, trazando vías sinuosas entre las casas de gruesos muros de piedra y tejados de pizarra. Este pueblo pintoresco conserva nobles mansiones que nos hablan de su pretérita enjundia nobiliaria. Distintos senderos parten de la población hacia Peña Forato (2820 m.), Peña Sabocos (2757 m.) y Peña Blanca (2558 m.). Excursiones duras, para piernas acostumbradas a la caminata montaraz, que brindan buenas posibilidades de ejercitacion a montañeros y alpinistas.

Hoteles Pese a la presencia de la estación invernal a la vera misma del pueblo, los alojamientos ofrecen tarifas mucho más asequibles que en el vecino Formigal: Medio Hotel Arruebo**. La Cruz, s/n. Tf. 487052. Los precios no varían mucho en temporada alta o baja. Se trata de un pequeño hotel de montaña, donde se dispensa trato familiar al cliente. Comidas caseras.

242 / ARAGÓN Hotel Escalar*. La Cruz, s/n. Tf. 487008. Ligeramente más económico, tal vez por contar con el doble de habitaciones. Hotel Morlans*. Laguna, 15. Tf. 487057. Hotel Panticosa*. La Cruz, s/n. Tf. 487000. Hotel Valle de Tena*. Carretera, s/n. Tf. 487073. Hotel Vicente*. Carretera Balneario, s/n. Tf. 487022. Barato Hostal Residencia Navarro**. Plaza de la Iglesia, s/n. Tf. 487005. Tal vez el más recomendable por su ubicación. No desmerece de los demás en cuanto a la calidad de las habitaciones. Restaurantes Restaurante torea. Edificio Almonsa, en el acceso al telesilla. Mesón O'Tochal. Alta, 3. Especialidades de la gastronomía pirenaica y aragonesa en general. Mesón Sampietro. La Parra, s/n. Tío Blas. Ocupa una cabana antes de la entrada del pueblo. Sirve comidas típicas de la región a buenos precios. Un viaje en helicóptero No es broma. Funciona en Panticosa un servicio de transporte aéreo en helicóptero. Interesados y curiosos dirigirse a Tavasa, San Miguel s/n. Tf. 487377.

Estación invernal de Panticosa El telesilla de acceso a sus instalaciones parte de una gran explanada-parking con capacidad para quinientos automóviles, al lado mismo del pueblo; su recorrido salva un bosque de pinos y abedules. Las cotas de esta estación se sitúan entre los

VALLE DE TENA Y SERRABLO / 243 1200 y los 1900 metros de altitud. En total son cuarenta kilómetros de zona esquiable. Las pistas se distribuyen en la ladera de Selva Verde: tres son idóneas para debutantes, cuatro tienen nivel fácil y otras cuatro presentan dificultad media. También hay una pista de esquí de fondo de 5 kilómetros de longitud. Cuenta con dos telesillas: Santa Cruz (117 biplazas, 680 viajeros por hora) y Petrosos (94 biplazas, 720 v/h). Los telesquís son tres: Fobas I (53 perchas, 600 v/h) y II (56 perchas, 600 v/h) y Selva Verde (49 perchas, 600 v/h). Junto al telesilla Selva Verde se encuentra la cafetería homónima, con self-service. La Escuela Española de esquí de Panticosa organiza anualmente la Operación Aguilucho, cursos de esquí para los escolares de las distintas poblaciones del valle. El teléfono de la oficina de información de la estación (ubicada al principio y final del telesilla Santa Cruz) es el 487088 La Escuela de Esquí (cota superior del telesilla santa Cruz) tiene el nQ de tf. 487088.

Balneario de Panticosa Ya hemos mencionado que los romanos apreciaron la bondad de los manantiales de Panticosa. La explotación turística de las aguas termales se convirtió en un negocio próspero a principios del presente siglo. Para llegar al balneario (1636 metros de altitud) debe seguirse una carretera de unos diez kilómetros, paralela a la impresionante garganta de El Escalar. La ruta desemboca en una hoya en forma de cubeta, cercada por laderas de vértigo que se despeñan sobre el Ibón de los Baños desde considerables alturas. En la orilla norte del lago se alzan los edificios del balneario, de planta señorial. Seis manantiales se cuentan en el lugar: son los de Fuente del Estómago, Fuente del Hígado, San Agustín, La Laguna, Fuente de la Belleza y Tiberio (éste con aguas sulfurosas y radiactivas que brotan a 51 f i de temperatura). Un tratamiento con estas aguas aliviaría las dolencias estomacales, respira-

244 / ARAGÓN tortas, nefrítico-urinarias, dérmicas, circulatorias, nerviosas y ginecológicas. ¿Quién da más? Tres hoteles funcionan en el balneario: Continental* (tf.487161) es el de precios más asequibles. Gran Hotel"* y Mediodía*** son de categoría (y tarifas) superiores. Los tres cuentan con servicio de restaurante. En el complejo turístico también disponéis de Pub-Casino, tiendas diversas, piscina de aguas termales y pistas deportivas. Los alrededores del balneario esconden el mejor circuito de esquí de fondo de todo el Pirineo aragonés (laderas de Brazato), así como parajes donde puede practicarse la escalada (en el vecino Macizo del Infierno, donde seis picos superan los tres mil metros de altitud, y en la Quijada de Pondiellos). En verano la pesca de la trucha y la caza del sarrio son reclamo de numerosos visitantes.

BIESCAS Puente entre el Valle de Tena y las tierras del Serrablo, sus hijos gozan del título de infanzones, concedido por Pedro I de Aragón el año 1096 en reconocimiento a su valor durante la batalla de Alcoraz. El río Gallego parte en dos la villa. En la ladera del monte Larán queda el barrio de El Salvador, a su vez compuesto por La Peña y el Barrio Bajo. Sobre un cerro, al lado contrario del caudal, se alza el barrio de San Pedro. Del viejo caserío no permanece en pie cuanto deseáramos muchos; apenas restan unas cuantas casonas típicas de piedra y dos plantas, los edificios de nuevo cuño han robado terreno a la vivienda tradicional de montaña. Característico de las antiguas moradas era el gran hogar acampanado de su cocina. Precisamente una reproducción de estas cocinas fue objeto de admiración en la Exposición Universal de París de 1889. Concluida aquella muestra internacional, dicha cocina fue instalada en un hotel de los Campos Elíseos, el Universal. Del pueblo cabe visitar el templo parroquial (con restos de su primitiva fábrica románica) y los caserones nobiliarios de las familias Acín y Estaún.

VALLE DE TENA Y SERRABLO / 245 Hoteles Hotel Giral*. Ctra. Francia, s/n. Tf. 485005. Hotel La Rambla*. Rambla de San Pedro, 7. Tf. 485177. Hotel Casa Ruba*. Esperanza, 20. Tf. 485001. Pensión Las Heras*. Agustina de Aragón, 35. Tf. 485027. Camping Las Nieves. Ctra. Francia, s/n. Categoría 1 S . Tf. 485200. Cuenta con bar, discoteca, supermercado y bungalows. En sus cercanías puede practicarse la pesca y la caza mayor. Restaurantes Asador Aínsa. Ctra. Ordesa, s/n. Tf. 485409. Mesón de Mozárabes. Agustina de Aragón, 7. Tf. 485476. Bar La Bodega de Pepe. Preciados, 11. Parque Forestal Pedro de Ayerbe Una importante obra de repoblación forestal realizada por el ICONA en la vecindad del casco urbano de Biescas. Los trabajos consistieron en la reconducción de aguas torrenciales, plantación de árboles y creación de zonas de esparcimientos con sendas, merenderos y lugares de acampada, respetando siempre el paisaje de montaña.

SABIÑÁNIGO Asentada en el Val de Ahornes, su territorio fue conquistado por el propretor de las Galias Calvisio Sabino en tiempos del Emperador Augusto. Los romanos explotarían su estratégica posición en la ribera del Gállego, cruce de caminos y puerta de los vados pirenaicos del Summu Portu. Y al parecer les debe su fundación, pues los estudiosos la han identificado con la latina Sabiniacum.

246 / ARAGÓN El caudillo árabe Muza pasó por estas tierras del Serrablo. No sólo saqueó, también tuvo tiempo para probar las aguas del Gállego y lisonjear la dulzura de las mismas. Durante algún tiempo la fortaleza musulmana de Abinyunash será el último bastión del califato omeya en la frontera misma de la marca carolingia. A principios del siglo XI encontramos a Santa María de Sabiñánigo integrada en la primera linea de plazas fuertes del Reino de Navarra, que extendiera hasta estos lares Sancho III el Mayor. Más tarde pasaría al patrimonio real de los monarcas de Aragón, por lo que se autorizó a la villa a lucir en su escudo las armas reales. Fernando el Católico concedió a sus habitantes la propiedad de la villa, del puente sobre el Gállego -los autorizaba así a cobrar peaje- y de los Montes Bailín. Esta población ya bimilenaria representa la excepción industrial en una región eminentemente rural y turística. Grandes empresas se han asentado en la villa, contribuyendo a su transformación económica y urbanística, desde el primer tercio del presente siglo. La capitalidad del Serrablo le pertenece sin discusión. La naturaleza industrial de Sabiñánigo resta atractivos artísticos o estéticos para el visitante. Pero no olvidemos que la villa posee una envidiable infraestructura hotelera y que por su emplazamiento puede ser tomada como base para excursiones radiales a distintos puntos de interés turístico de la comarca. Alojamientos Caro Hotel Residencia La Pardina***. Santa Orosia, 36. Tf. 480400. Hotel Mi Casa" Avda. Ejército, 32. Tf. 480400. Medio Reydi-Furco**. Arregueses, 1. Tf. 482210. Grasa. Avda. Ejército, 30. Tf. 480895.

VALLE DE TENA Y SERRABLO / 247 Barato Hostal Alpino** Avda. Serrablo, 58. Tf. 480725. Hostal Residencia Par*. Avda. Serrablo, 68. Tf. 480189. Hostal Residencia Sesé'.Avda. Serrablo, 15. Tf. 480063. Pensión Esla**. Avda. Serrablo, 25. Tf. 482935. Pensión El Parque. Sancho Ramírez, 14, Tf. 480653. Fonda Laguarta Avda. Serrablo, 21. Tf. 480004. Casa Huéspedes Escartín. Coli Escalona, 28. Tf. 480895. Restaurantes Medio Casbas. Sallent, s/n. Tf. 480119. Mesón Palentos. Avda. Huesca, 8. Tf. 480567. Asador El Picadero. Avda. Biescas, s/n. Tf. 482226. La Corona. Plaza Santa Ana, 2. Tf. 481311. Barato La Guaría. Serrablo, 21. Maravillas. Serrablo, 37. Tapas, bocadillos. De copas por Sabiñánigo Pradas Pub. Serrablo, 47. Copas y bocados. Salon-Stadium. Serrablo, 63. Phoenis. Serrablo, 15. Discoteca Luna Park. Fraga, 3. Dos museos, un templo Museo Ángel Orensanz y de Artes del Serrablo. Instalado en un caserón del siglo XIX, en el barrio de El Puente. El museo recoge más de mil piezas de diversa índole y valor etnológico, recopiladas entre los pueblos del Serrablo. Destaca la reproducción fiel -y con materiales originales- de una vivienda

248 / ARAGÓN tradicional con su gran cocina; asimismo podréis contemplar aperos agrícolas, herramientas de artesano, muebles y menaje domésticos, etc. Una sala del museo guarda distintas esculturas de Ángel Orensanz, antiguo propietario de la mansión. Este centro fue inaugurado en el año 1979. Iglesia Parroquial de Gavín. El pueblo de Gavín fue completamente arrasado por los combates de la guerra del 36. Los restos de su iglesia mozárabe pueden contemplarse hoy en día en el parque municipal de Sabiñánigo. Museo de dibujo Castillo de Larrés. Ubicado en el vecino pueblo de Larrés. Se trata de una curiosa fortaleza construida en el siglo XIV, con planta rectangular y dos severas torres en ángulos opuestos. Al carecer de almenas y estar cubierto por techumbres de doble vertiente, se asemeja más a un enorme caserón que a un castillo propiamente dicho. El museo tiene una sección dedicada a la arquitectura popular del Serrablo y un apartado donde se exponen dibujos de artistas prestigiosos como Benjamín Palencia, José Caballero, José Hernández y Antonio Saura. Fiestas Las fiestas patronales de Sabiñánigo se celebran en honor del apóstol Santiago (25 de julio). Los protagonistas de la fiesta son los mozos del pueblo, agrupados en peñas. El día 25 se oficia la misa baturra en honor del patrono, con cánticos populares y jotas. Se organizan concursos folcklóricos y competiciones de deportes rurales (barra aragonesa y tirada de soga).

Algunas iglesias mozárabes Como característica general diremos que se trata de templos de pequeñas proporciones, esparcidos por aldeas y pueblos abandonados o de escasos habitantes de la orilla izquierda del Gállego. Por lo general tienen nave única con techumbres adinteladas y es rasgo peculiar el empleo del arco de herradura en fachadas y ventanales.

VALLE DE TENA Y SERRABLO / 249 Iglesia de Cartirana, en las afueras de Sabiñánigo. De la fábrica mozárabe solamente queda una puerta con arco de herradura en la escalera que conduce al coro. Iglesia de Acumuer. Con planta de una nave y arcos de herradura. Algo desfigurada por las reformas de siglos posteriores. Iglesia de Yesero Camino del valle de Broto, en las cercanías de Biescas. Conserva la torre mozárabe de su fábrica primitiva. Iglesia de Olivan. A la nave única mozárabe se le añadió un cuerpo lateral en el siglo XVIII. Con ábside semicircular y portal de herradura rebajado. Iglesia de Susfn. Conserva el ábside mozárabe, cubierto por bóveda de horno. Se accede a él por un arco de herradura. Iglesia de San Juan de Basa. Una de las que mejor han conservado su estructura original, aunque el estado general de la obra sea ruinoso. Tiene nave rectangular con cubierta adintelada y ábside semicircular ornamentado exteriormente a base de baquetones. San Pedro de Lárrede. La mejor conservada y la de mayor tamaño entre sus hermanas. Data de principios del siglo XI y está declarada Monumento Nacional. Presenta planta de cruz latina con ábside semicircular; los brazos del crucero son capillas a las que se accede mediante arco de herradura. La cubierta de la nave es de bóveda de cañón; el interior del ábside lo cubre una bóveda de horno. La única entrada del templo luce arco de herradura, al igual que los ventanales del tramo superior de la torre de planta cuadrada. Iglesia de Arto. Río Gállego abajo, la aldea de Arto conserva entre las moles pétreas de sus casonas una iglesia con ábside y arcadas murales mozárabes. Iglesia Menor de San Pedro de Lasieso. Junto a un templo románico de mayores proporciones encontramos esta curiosa construcción mozárabe, cuya torre se alza -caso insólito en el mozárabe aragonés- sobre la cubierta de la breve nave rectangular.

250 / ARAGÓN Iglesia de Ordovés. Cuerpo mozárabe con nave rectangular de techumbre adintelada, ábside semicircular y friso exterior de baquetones. La torre es adherencia posterior.

PARQUE NATURAL DE LA SIERRA Y CAÑONES DE GUARA

La singularidad de este Parque Natural estriba en la variedad y veleidad de las formas que la erosión del viento y las aguas ha labrado en su relieve. Forma parte de la cadena de sierras prepirenaicas que enmarcan los cauces de los ríos Vero y Flumen; las rutas más cómodas de acceso son la carretera N330 Huesca-Sabiñánigo (al oeste) o la N-240 Huesca-Barbastro (al sur). Dentro de sus límites encontraremos las pequeñas aldeas de Nocito, Solanilla, Rodellar, Betorz y Barcabo. El caudal impetuoso de las aguas dio origen a las profundas gargantas del Parque, muy numerosas, que parecen cortadas a pico -hasta tal punto emulan los diseños rectilíneos humanos- por la mano de un coloso. Las gargantas de Leñases y San Martín, que encañonan el río Val de Onsera y los canales de Fragineto (garganta del río Guatizalema, con paredes de más de seiscientos metros de altura) son enclaves de gran belleza paisajística. Sin olvidar las más espectaculares formaciones del Parque: el portento natural del barranco de Gorgas Negras (paredes verticales de un kilómetro de altitud sobre el río Alcanadre), Barrasil y Piedra Foradada. Por su parte los vientos contribuyeron a la formación de los mallos (torreones pétreos de formas cilindricas), que hacen las delicias de los practicantes de la escalada: así el llamado Salto de Roldán, el estrecho del Palomar, los barrancos de La Peonera, El Castillo y Fornocal o los mallos de Liguerri. La porosidad del terreno calizo facilitó la formación de una complicada red de simas y cavernas subterráneas como el Solencio de Bastarás, galería con más de diez kilómetros de longitud subterránea que sirve de desagüe a un gigantesco embalse, igualmente subterráneo, del interior de la sierra. La

VALLE DE TENA Y SERRABLO / 251 sima de Grallera Alta, con 277 metros de verticalidad absoluta, se cuenta entre las más profundas del mundo. Por lo que respecta a las especies vegetales, diremos que pertenecen mayoritariamente al género esclerófilo mediterráneo, con abundancia de pequeño matorral (hiniesta, boj, coscoja, romero, tomillo, espliego, brezo, enebro, lentisco y sabina). Las formaciones forestales son escasas en la vertiente sur del Parque (algunas arboledas de encinas, robles y pino carrasco), pero abundantes en su vertiente norte (donde predomina el pino silvestre, pero también aparecen arboledas de hayas, robles y algún abeto). Las cimas rocosas y las abruptas paredes de los cañones fluviales son la morada de numerosas aves rapaces, como el buitre leonado (las colonias de Vadiello y San Martín de Val de Osera suman más de seiscientos ejemplares de esta especie protegida), el quebrantahuesos (ave de rara presencia en territorio español), el alimoche; las águilas calzada, culebrera, perdicera y real (el ave de mayor envergadura de la fauna ibérica); el halcón peregrino, el búho real, el vencejo real, la chova piquirroja y el treparriscos. Los estudiosos o meramente aficionados a la entomología están de suerte: simas y galerías contienen un rico muestrario de especies de invertebrados cuya clasificación aún está incompleta. Un campo de estudio abierto a la iniciativa individual de los interesados en la materia. El Parque Natural de Guara carece de infraestructuras turísticas o de visita; permanece en estado salvaje para delicia de naturalistas y montañeros, pero esta circunstancia limita las posibilidades de acceso de muchas personas. De todos modos existen numerosas pistas forestales que conducen a los más significativos rincones de este maravilloso lugar. Las paredes de los barrancos son una cita inexcusable para todo escalador que se precie; las autoridades recomiendan a los no conocedores del paraje que practiquen los deportes de montaña en compañía de guías, dada la peligrosidad de las escarpaduras. Lo mismo cabe decir con respecto a la práctica de la espeleología en las cavidades subterráneas.

252 / ARAGÓN Es frecuente que clubs y asociaciones deportivas organicen excursiones de distinta complejidad. Para mayor información: Oficina de Información del Ayuntamiento de Sabiñánigo: Plaza de España, 2. Tf. 974-480134. Oficina de Turismo de Huesca: Coso Alto, 23. Tf. 974225778. Servicio de Conservación del Medio Natural: Vázquez de Mella, 10 (Zaragoza). Tf. 976-558400. Federación Aragonesa de Montañismo: Albareda, 7 (Zaragoza). Tf. 976-227971/228429/229907.

SOBRARBE. VALLE DE BROTO Y PARQUE NACIONAL DE ORDESA

Avanzamos hacia el oriente para entrar en lo que se ha denominado Paraíso de los Pirineos. Los ríos Ara, Aso, Vellos y Cinca, al reptar entre las cumbres más elevadas de la cordillera, se confabularon para generar estos parajes deslumbrantes de belleza y feracidad, que por una vez la mano del hombre ha sabido respetar. La zona a batir por este apartado abarca un triángulo que tiene Aínsa por vértice inferior; desde esta villa se prolonga hasta Torla en dirección noroeste y hacia Bielsa al noreste. Su interior lo ocupa el oasis natural de Ordesa y Monte Perdido.

AÍNSA Las tierras del Sobrarbe trepan hacia el norte desde las confluencias de los ríos Ara y Cinca, comprehendiendo los desfiladeros de Laspuña y las Devotas, la garganta de Escuain y los valles de Añisclo y La Pineta. Antes de la invasión musulmana, Aínsa ya disfrutaba la capitalidad de esta comarca abrupta. El caudillo cristiano Garcí Jiménez la arrancó del poder sarraceno -cuentan que mediante osado golpe de mano- el año 724; los musulmanes volvieron poco después con mayor contingente de tropas y pertrechos y a punto estuvieron de tomar la plaza: solamente la milagrosa aparición de una cruz roja y fulgente sobre la copa de una encina, cuya contemplación enardeció los ánimos de la hueste cristiana, pudo salvar aquella jornada de armas. El escudo de la villa recoge esta tradición bélico-piadosa. Lo cierto es que el Sobrarbe fue en un tiempo condado vasallo del imperio carolingio, hasta el 940 en que fue ocupado por el ejército navarro-aragonés.

254 / ARAGÓN Alfonso I otorgaría carta de repoblación a la villa de Aínsa el año 1124. Desde 1212 gozó de idénticos privilegios que Jaca y tuvo asiento y voto en las Cortes de Aragón. Jaime I concedió a sus habitantes derecho de pastoreo, leña y madera en todo el terreno circundante que pudiera cubrirse en un día de camino (lástima que no exista constancia documental de las marcas atléticas de la época...): corría el año 1245. Y siguen las prebendas con Juan I, quien permitirá el cobro de impuestos sobre la carne, el pan y el vino -los beneficios de estas tasdas se invirtieron en la reparación de las murallas de la villa-. Distintas poblaciones del valle (incluidas la vecina Boltaña) pasarán a su jurisdicción en el siglo XIII. Con las guerras de religión del siglo XVI se reconstruye la fortaleza de Aínsa: Felipe II temía una invasión de hugonotes franceses a través de los Pirineos. La fortaleza albergaba una gran plaza donde la población de la villa podía encontrar refugio en caso de ataque. Los desastres de la guerra se cebaron sobre Aínsa con motivo del conflicto sucesorio entre el futuro Felipe V y el Archiduque Carlos de Austria. Aragón tomó partido mayoritario en pro del austríaco, y los ainsetanos no iban a ser la excepción. Las tropas francesas del general Saluzzo cayeron sobre la villa y tomaron el castillo a sangre y fuego. Los conquistadores decidieron derribar la parte del caserío más próxima a la fortaleza: así perdieron sus mansiones algunas de las más antiguas familias de Aínsa, como los Formigales, los Escalona, los Siest, los Samitier y los Monclús. Parecía en el año 1744 que Aínsa había perdido su carácter de plaza fuerte estratégica en el camino de Francia. Los soldados abandonaron la fortaleza y la paz reinaba en todo el Sobrarbe. Pero con el paso de los lustros llegaron a la villa las noticias de la guerra carlista. Volvieron los soldados en 1833; el castillo vivió su última aventura militar el año 1875, cuando su guarnición rechazó la acometida de la columna carlista de Dorregaray. La Aínsa de nuestros días, felizmente olvidadas ya las algaradas guerreras de otro tiempo, es una pequeña población de menos de 1500 habitantes erguida sobre un cerro, donde el río

PARAÍSO DE LOS PIRINEOS / 255 Ara rinde el tributo de sus aguas al Cinca. Se la considera con justicia una de las más bellas y pintorescas villas de Aragón. Alojamientos Medio Hotel Dos Ríos II**. Avda. Central, 4. Tf. 500014. Un pequeño hotel con servicio atento. Hotel Apolo**. Pineta, 4. Tf. 500888. Mayor y ligeramente más económico. Hostal Los Pirineos**. Avda. Sobrarbe, 7. Tf. 500008. Hotel Mesón de Aínsa*. Sobrarbe, 12. Tf. 500028. Barato Hotel Sánchez*. Sobrarbe, 10. Tf. 500008. Hostal Apolo XI*. Ctra. Campos, s/n. Tf. 500281. En un lugar con bellos paisajes. Habitaciones muy sencillas, ¡n baño. Hostal Dos Ríos**. Avda. Central, 2. Tf. 500024. Contiguo al hotel y con habitaciones mucho más sencillas, pero cómodas. Hostal Residencia Ordesa*. Avda. Ordesa, 22. Tf. 500009. Fonda Julia. Barrio Banastón, tf. 500078. Lo más barato de Aínsa, y también lo más modesto. Sólo cuatro habitaciones tiene este establecimiento, sito en una casa típica del lugar. La dueña dispensa un trato familiar al cliente y sirve comidas caseras a muy buenos precios. Vivienda de turismo rural En la Avenida Sobrarbe, 23. Unas seis mil ptas. diarias de alquiler por un estudio. Camping Camping Aínsa. Ctra. Aínsa-Campo, km. 1 (desvio Pueyo de Araguás). Tf. 500260. Categoría 1*C. Abierto del 1 de abril al 30 de septiembre.

256 / ARAGÓN Restaurantes Bodegón de Mallacán. Plaza Mayor, 6. Bodegón del Sobrarbe. Plaza Mayor, 2. Ambos se encuentran en edificios históricos del casco urbano ainsetano. Si sois de buen apetito, pedid alguna de las especialidades de la cocina ainsetana: sopa medieval (caldo de cocido con hígado de ternera, ajo, aceite, perejil y queso rallado), recau (guiso a base de judías blancas, salchichas, huevo duro y cebolla) o chireta (morcilla de arroz que también se añade a otros platos como acompañamiento). Bodegón L'Aínsa. Avda. Sobrarbe: 12. La Parrilla. Avda. Ordesa, 11. Frankfurt Apolo XI. Avda. Ordesa, 2. Una institución en Aínsa Sociedad Cultural L 'Abrevadero de Aínsa. C/ Mayor, s/n. Hace las veces de casino del pueblo.

Lugares típicos de la villa Plaza Mayor. Tal vez el único ejemplo de plaza mayor medieval que conserva íntegramente sus construcciones originales (a excepción del conjunto de casas que en el siglo XVIII hizo derribar el ya mencionado general Saluzzo). Tiene planta de rectángulo irregular y los edificios laterales (siglos XII-XIII) presentan soportales con arcos de medio punto u ojivales y gruesos pilares de sillar; excepto en su costado occidental, que ocupa la explanada previa a las ruinas del castillo. El aspecto de las edificaciones es muy homogéneo: parecen todas construidas por la misma mano, con sus balconadas de reja, los tejados a doble vertiente y el semblante adusto de la piedra desnuda de las fachadas. Un conjunto admirable. Castillo. La fábrica del siglo XVI tiene amplia planta rectangular (aproximadamente 100 por 60 metros). De la fortaleza medieval apenas resta la torre de base pentagonal del ángulo

PARAÍSO DE LOS PIRINEOS/ 257 noroeste y el muro que la une con el ángulo sureste. El pasadizo de ronda de las murallas está sustentado por una serie de arcos ciegos, verdadera innovación en la arquitectura militar española de la Edad Moderna. Algunos tramos del muro están ampliados con plataformas pentagonales que servían para el emplazamiento de las piezas de artillería. Muralla. De las fortificaciones de los siglos XI y XII han sobrevivido dos portales en la calle Grande y un tercero junto al ábside de la iglesia parroquial. Del segundo cinturón amurallado (siglos XIV-XV) quedan un portal ojival que era la entrada sur de la villa, el arco de escaleretas (en la Plaza Mayor) y dos lienzos pétreos que confluyen en el castillo. Casco medieval. Compuesto por las calles Grande y Pequeña. En la primera se yerguen varias mansiones señoriales, contando a su comiennzo y final con sendos portales. Las construcciones de la segunda vía son más modestas, pero igualmente significativas; todas ellas cuentan con grandes bodegas subterráneas. La calle Pequeña concluye en la Plaza del Salvador, donde se conserva la fachada románica de una iglesia semiderruida. Iglesia-Colegiata. Las obras de construcción del templo se prolongaron desde finales del siglo XI hasta el año 1181. Un ejemplo de extrema sobriedad de la arquitectura románica, pese a los relieves de las arquivoltas de su portal. Presenta planta de cruz latina; la bóveda es apuntada, la dilación de los trabajos de construcción permitió la asimilación de influencias del primer gótico francés. La talla gótica de la Virgen que se venera en su altar mayor fue traída desde el pueblo de Tricas, hoy deshabitado. Los trabajos de restauración del templo (1972-74) permitieron el descubrimiento de la antigua cripta románica; las esculturas de sus capiteles son de un primitivismo torpe, pero conmovedor. En las naves del claustro se amalgaman elementos góticos y románicos. Y con respecto a la torre eclesial, decir que fue tomada como modelo de numerosos campanarios del Serrablo: los dos primeros tramos tienen estrechas aberturas que son en realidad troneras (la torre formaba parte del sistema defensivo de la villa); el tercer tramo contiene las campanas, que asoman a través de sus ventanales de arcos peraltados; y en el remate luce

258 / ARAGÓN cuatro grandes ventanas abocinadas de medio punto. Un arco del siglo XII une la Colegiata con el antiguo hospital de la villa. Cruz Cubierta. La encontraréis en un llano al norte del pueblo: es un templete de columnas toscanas y cubierta piramidal, clausurado por una verja de hierro forjado. Rememora la aparición milagrosa de la Cruz de Sobrarbe en la batalla contra los musulmanes, que la tradición quiere ubicar en esta pradería.

Fiestas y tradiciones Fiestas de la Morisma. En conmemoración del triunfo de los cristianos de Garcí Jiménez sobre los árabes. Consiste en una añeja representación de teatro popular, que ya había adquirido merecida fama en el siglo XVII cuando las Cortes de Aragón acordaron subvencionarla con diez libras jaquesas anuales (1678). El rey Felipe V confirmaría dicho estipendio en 1716. Más de cien personas -actores aficionados todos, naturales de Aínsa- intervienen en la representación, recitando un texto en verso que los estudiosos consideran relativamente moderno. La inicia un pastor que llega con la noticia de la inminente irrupción de las huestes moras. Acto seguido entran en escena dos generales para comentar la novedad; un soldado interviene con sus chascarrillos, aportando la pincelada cómica del drama. Después llega el turno a los representantes de los distintos pueblos del antiguo Sobrarbe (más de uno desaparecido en nuestros días: Labuerda, San Vicente, El Pueyo, La Fueva, Banastón, Araguás, Cagigosa...), que expresarán su fidelidad a la causa cristiana. Y aparecen por fin los malos, osea los moros, que cuentan con la ayuda de una cohorte de demonios. Antes del combate, cierta reina mora de dudosa autenticidad histórica se convierte al cristianismo. Finalmente acaecerá la gran batalla moros y cristianos arremeten entre sí con verdadera unción teatral- y la aparición milagrosa de la cruz sobre la encina. El mismo pastor que abrió la representación es el encargado de clausurarla, al anunciar su marcha a Jaca y San Juan de la Peña para dar cuenta del triunfo cristiano.

PARAÍSO DE LOS PIRINEOS / 259 Fiesta de la Caridad. El origen de esta fiesta se pierde en las simas de la memoria colectiva de los ainsetanos. Se celebra e! día siguiente a la fiesta de San Sebastián (20 de enero) y consiste en un reparto simbólico de pan y vino en la Plaza Mayor, seguido de la rifa de una tarta de proporciones familiares. Alrededores Boltaña, encajonada entre los barrancos de Javierre y San Martín, conserva un casco urbano pintoresco y abigarrado donde no faltan vestigios de su pasado medieval. Su iglesia parroquial de San Pedro, gótica, posee una notable bóveda de crucería del siglo XIII; meritorio es también su coro, cuyos relieves representan escenas de (a vida monacal y que perteneció al monasterio de San Victorián. El río Ara, a su paso por Boltaña, ofrece su riqueza truchera a los aficionados a la pesca, que pueden alojarse a muy buen precio en el Hostal Boltaña* (Avda, Ordesa, 39), o en las más populares fondas Alegría (Avda. Ordesa, 20) y Avenida (Avda. Ordesa, 6), donde también hallarán buen yantar. Sin despreciar por ello los platos regionales que se sirven en El Parador (Avda. Ordesa, 37). Por cierto: es costumbre que en festividades sonadas se repartan a la salida de misa las tortas de la caridad, hechas de harina, anís en grano, azúcar y aceite.

TORLA Cinco formidables guardianes custodian la villa: Mondiciero (2296 metros), Litro (2019), Diazas (2237), Duáscaro (2150) y Mondarruego (2848). Un barranco cierra el paso a las casas montañesas. Torla parece un pueblo sitiado por las fuerzas de la naturaleza, como si éstas no se fiasen -y con razón- de las intenciones humanas. Torla es corrupción de torrella. El nombre hace alusión a las fortificaciones -hoy desaparecidas- que la guardaban de las algaradas de sus vecinos franceses, quienes la cercaron en tiempos de Juan II de Aragón y de Fernando el Católico (1512)

260 / ARAGÓN Por fortuna ya no se repiten en este lugar los eventos bélicos: la afluencia de ciudadanos franceses es aún intensa, pero sus armas son las cámaras fotográficas. Alojamientos Medio Hotel Edelweis**. Ctra. Ordesa, s/n. Tf. 486173. Hotel Ordesa**. Ctra. Ordesa, s/n. Tf. 486125. Hotel Viñamala*. Fatás, 5. tf. 486156. Hotel Bujaruelo*. Ctra. Ordesa, s/n. Tf. 486174. Pensión Bellavista**. Avda. Ordesa, 6. Tf. 486153. Medio Hostal Residencia Alto Aragón** Capuvita, 11. Tf. 486172. Fonda Bailarín. Capuvita, 11. Tf. 486155. Cocina de la tierra La gastronomía pirenaica se enriquece en Torla con platos tan exquisitos como el rebeco con coñac. También es común en estos lares el cordero a la pastora con patatas y pimientos. El Rebeco. Fatás, s/n. La Brecha. Francia, s/n. El Taillon. Francia, s/n. Camping La proximidad del Parque Nacional de Ordesa ha favorecido la apertura de varios establecimientos de este tipo. Son los siguientes: Ordesa. A dos kilómetros del pueblo, en la carretera C138, dirección norte. Tf. 486146. Categoría 1§C. Abierto del 1 de abril al 31 de enero. Es el mejor equipado de todos.

PARAÍSO DE LOS PIRINEOS / 261 Río Ara. Lavatuero, s/n. Tf. 486248. Categoría 3aC. Abierto del 1 de abril al 31 de octubre. San Antón. Tf. 486063. Categoría 2a. Abierto desde Semana Santa hasta el 12 de octubre. Valle de Bujaruelo. Ctra. de Ordesa a Bujaruelo. Categoría 2-C. Abierto desde el 24 de marzo al 31 de octubre. Para bailones Discoteca As Proas. Fatás, 1. Monumentos Casco urbano. De calles estrechas y empinadas, pavimentadas con losa o canto rodado a la antigua usanza. El caserío está construido en piedra rojiza (algunas casas aparecen blanqueadas), con tejados de pizarra a doble vertiente. Muchas casas muestran el escudo de armas de sus antiguos moradores, y algunas ventanales góticos y portales adovelados; no escasean los balcones corridos con barandas de madera ni las solanas. La Plaza Mayor posee un bello conjunto de soportales con arcos rebajados. Iglesia Parroquial. Un templo rústico y severo de fábrica románica. En sus dependencias se custodia una valiosa pieza: la cruz procesional gótica de plata, adornada con estatuillas y pináculos (siglo XVI). Casa de Viu. Esta magnífica casa señorial ha sido declarada Monumento Histórico-Artístico. A través del pórtico blasonado accederéis al patio central; las construcciones que lo envuelven son de los siglos XVII y XVIII. De su aspecto exterior destacan la galería de amplias proporciones y el ventanal con alero de la segunda planta. La sala principal del palacio conserva en mejorable estado las pinturas de sus muros (el autor retrató pájaros, flores, paisajes ). En dicho salón, es muy curioso el sistema de soportes de su entibado: basado en repisas a modo de falsas columnas. Además de las estancias nobiliarias la mansión conserva una típica cocina montañesa, de esas que tanto hemos comentado en estas páginas. Encontraréis la Casa

262 / ARAGÓN de Viu en la calle Lerabarbero, junto a un prado con frescos y nogales orientado hacia las alturas de Ordesa. Fiestas populares muy sibaritas Fiestas patronales. En torno al 12 de octubre, festividad del Pilar. Los danzantes de Torla ejecutan una variante del baile del palotiau (entrechocan varas de boj en una evocación simbólica de las luchas entre moros y cristianos), acompañados por guitarras y violines. Con motivo de las fiestas es costumbre la preparación de varios platos típicos: la sopa bodeSa (a base de carne de sarrio y vino tinto), pollo con salsa de azafrán y canela, cecina de sarrio, truchas fritas con alioli, carne a la brasa con nueces y un guiso de sarrio con zanahorias, puerros, cebolla, tomillo, zanahoria, patatas al vapor, bacon y huevos duros, el sarrio al estilo Ordesa. Este último manjar precisa que la carne del animal pase cuatro noches en maceración con vino tinto antes de su preparación. Alrededores: valle de Bujaruelo Seguid la carretera hacia el Puente de los Navarros, un paseo en coche o a pie que constituye una verdadera delicia para la vista. Cruzad el río Ara para tomar la pista forestal que comienza a la izquierda del puente. Atravesaréis el barranco de Sopeliana y entraréis en una garganta angosta, a cuyos pies discurre un bravo Ara, vivficador del paraje de abetos, pinos y heléchos. Rebasada la ermita de Santa Elena, el camino prosigue entre barrancas abruptas y elevados picos hasta la aldea de San Nicolás de Bujaruelo, con puente romano sobre el río Ara y muy próxima a la frontera francesa. Allí podréis reponer fuerzas en su mesón, donde sirven excelentes guisos. En suma, una excursión más que recomendable.

BIELSA La encontramos sobre una pequeña terraza alzada en la confluencia de los ríos Barrosa y Cinca, envuelta por praderías y

PARAÍSO DE LOS PIRINEOS / 263 arboledas. Conserva excelentes muestras de la arquitectura de montaña característica de estos lares, pero no ha resistido las exigencias del turismo. De modo que su casco urbano está salpicado de nuevas edificaciones, algunas más respetuosas que otras con las formas tradicionales. Ta! vez por culpa del turismo haya prácticamente desaparecido el dialecto belsetano, peculiaridad local de la fabla de Aragón. Con él se perdió buena parte de un rico patrimonio de bailes y cantos lolcklóricos que antaño distinguían este valle. Alojamientos Caro, y bueno Parador Nacional del Monte Perdido***. Ubicado en el valle de Pineta, en la vertiente este del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Entre 8-10.0000 ptas. puede costar la estancia diaria en esta sobria construcción que evoca las formas tradicionales de la arquitectura de montaña, enclavada en un mimado paraje pirenaico, de los mejor conservados de la cordillera. El aislamiento del lugar no impide que el Parador cuente con las más modernas comodidades. El servicio es amable y eficaz, y su restaurante pasa por ser uno de los mejores del Pirineo aragonés. Medio Hotel Bielsa II*" C/Medio, s/n. Tf. 501008. Un establecimiento en verdad barato, dada su calificación oficial y los servicios que ofrece. Funciona del 20 de marzo al 2 de noviembre. Hotel Valle de Pineta*. Los Cuervos, s/n. Tf. 501010. Hostal Pirineos*. Francisco Meliz, s/n. Tf. 501015. Pensión Los Valles. Crta. Parzán, s/n. Tf. 501105. Barato Hostal Residencia Vidaller*. Calvario, 4. Tf. 501004.

264 / ARAGÓN Camping Fineta. En la carretera del Parador de Monte Perdido, km. 7. Tf. 501089. Categoría 2»C. Abierto del 15 de junio al 15 de septiembre. Cuenta con zona deportiva, supermercado, lavandería, bar, etc. Restaurantes. Chínchecle. Calvario, s/n. Bielsa. Medio, s/n. Pineta. Plaza Mayor, s/n. Visita obligada Ayuntamiento. Edificio del siglo XVI con distintos elementos ornamentales en su fachada. Tiene soportales inferiores con arcos de medio punto, amplio ventanal y una pequeña torre con troneras en su ángulo izquierdo. Iglesia Parroquial. Sus tres amplias naves le confieren aspecto catedralicio. La fábrica data del siglo XVI, aunque fue reconstruida en 1919 y 1939. Museo Etnológico del Valle de Bielsa. Lo hallaréis en unas dependencias interiores de la Casa Consistorial. En él se exponen colecciones de trajes típicos, utensilios caseros y herramientas y aperos tradicionales. El traje belsetano se compone, en los hombres, de chaqueta con amplias solapas y que a menudo cierran botones de plata, calzón, faja y cachirulo negro de fieltro; el atavío femenino consta de falda de vuelo redondo hasta media pierna, camisa, jubón de terciopelo, medias de lana, zapatos o abarcas y por tocado un pañuelo doblado. El Carnaval de Bielsa Goza de merecida fama entre las fiestas populares altoaragonesas. Aparecen en este evento lúdico personajes con varios siglos de existencia: ¡rangas (disfraz compuesto por una saya y pieles y cuernos de cabra, cuyo portador blande una vara),

PARAÍSO DE LOS PIRINEOS / 265 madamas (jovencilas vestidas de blanco inmaculado), amontanto(un hombre con traje de paja, acompañado de un muñeco que simula una anciana), caballet, esos y Carnaval (la estrella del elenco, pero simple monigote de paja y trapo que permanece colgado de un balcón del ayuntamiento durante el desarrollo de los festejos: su final es la hoguera que clausura las celebraciones). Durante el Carnaval se baila a los acordes de la peculiar gaita de Bielsa. Excursiones Las cercanías de Bielsa guardan gratas sorpresas para el excursionista. Son recomendables los paseos hasta las aldeas de Javierre (con iglesia románica del siglo XII) y Espierba. Bosques frondosos, lagos y cascadas aguardan al caminante.

PARQUE NACIONAL DE ORDESA Y MONTE PERDIDO El marco físico El Paraíso de los Pirineos se extiende entre los municipios de Torla, Fanlo, Broto, Telia y Bielsa, sobre una depresión de origen glaciar (con más de doscientos millones de años de antigüedad) que abarca el valle de Ordesa, el circo de Pineta y los cañones kársticos de Añisclo y las gargantas de Escuaín (formados por la erosión torrencial). Los caudales del Parque desembocan en el río Cinca, cuyas fuentes se ubican en las laderas del Monte Perdido (3351 metros, techo del lugar). Varias montañas del Parque superan la barrera de los 3000 metros. Alrededor de 1500 especies vegetales se dan cita en el Parque. Las laderas de los montes y valles, hasta una altitud de 1200 metros, están tapizads por densas masas boscosas (aproximadamente el 18% de la superficie total del espacio protegido). Las hayas enseñorean el valle de Ordesa; el pinar ocupa el circo de Pineta y en las garagantas de Añisclo y Escuaín se amalgaman encinas, quejigos, acebuches, higueras, hayas y abetos.

266 / ARAGÓN Fresnos, arces y serbales engalanan las orillas de los ríos. Por lo que a matorral respecta, predomina el boj. Los casquetes forestales se espacian por encima de los 1200 metros. Amplias praderías cercadas por arboledas de pino negro dominan las alturas intermedias; en ellas se diversifica la vegetación herbácea: pueden distinguirse la cañuela (planta endémica del Pirineo), el trébol alpino, la genciana, el brezo, la orquídea, la antenaria, el astrágalo, la edelweiss (flor de las nieves), la valeriana pirenaica y la rosa alpina. Varias especies animales protegidas tienen su habitat en el Parque. Así las mariposas de Graells (tal vez la más bella de Europa) y morena española, el tritón pirenaico, el lagarto verde, la perdiz nival, el urogallo, el rebeco, el bucardo (cabra montes), el armiño, el desmán de los Pirineos, la marmota, la nutria, el quebrantahuesos, el buitre leonado y el águila real. Accesos e infraestructura para visitantes El mejor acceso es a través de la carretera N-330 de Huesca a Biescas; llegados a esta villa, tomad la N-260 BiescasBroto, por el Puerto de Cotefablo. También existen accesos asfaltados al circo de Pineta y garganta de Añisclo por carreteras locales que parten de la comarcal 138 (Aínsa-Francia). Desde esta comarcal parte también una pista forestal (no asfaltada) que comunica con la garganta de Escuaín. Funciona un centro de recepción e información junto a la estación forestal, al final de la carretera C-138. Puede ser el lugar idóneo para adentrarse en el Parque, pues allí acapararán los trotamundos los datos necesarios (itinerarios, previsión meteorológica, precauciones, normas de respeto a la naturaleza a observar) para una visita provechosa al lugar. La explanada del centro de recepción es límite obligado de la circulación rodada. Junto a ella funciona un restaurante que sirve menús a buenos precios. En materia de alojamientos hoteleros, solamente el Parador Nacional (ver hoteles Bielsa) funciona en la margen misma del espacio protegido. Dentro del Parque está prohibida la

PARAÍSO DE LOS PIRINEOS / 267 acampada libre, excepto en los alrededores del refugio de Góriz (a unas cuatro horas de caminata del centro de recepción, consta de 120 camas a precios módicos y sirve comidas económicas) y del refugio de cazadores del valle de Añisclo. Existe una red de refugios para descanso del excursionista en el interior del Parque, donde no se puede pernoctar y cuyo disfrute es temporal: Duáscaro, Calcilarruego, La Cadiera, Carriata, Cotatuero, Bosque de las Hayas, Las Gradas, Abé, Soaso Una alternativa es la utilización de los servicios de camping de las poblaciones que bordean el Parque: Torla, Bielsa o Aínsa. El Parque cuenta con una oficina de información en la ciudad de Huesca, en la calle General Las Heras n-8, tf. 974221180. Itinerarios y excursiones De entre las múltiples posibilidades que ofrece el Parque, destacamos las siguientes: 'Parador de Monte Perdido-Collado de Añisclo: itinerario bien señalizado, pero duro para los no acostumbrados a los andurriales montaraces. *Parador de Monte Perdido-Balcón de Pineta-Lago de Marboré: recorre el macizo de Monte Perdido, con especial interés paisajístico. *Parador-Faja Formosa-Cascada del Cinca-Parador: una ruta clásica y asequible. "Pradera de Ordesa-Circo de Soaso-refugio de Góriz: observaréis las curiosas formas escalonadas de las cascadas de Soaso y su salto entre dos altas barrancas. Desde el circo de Soaso también puede ascenderse al refugio de Calcitarruego, un itinerario duro y con cierto riesgo que avanza al borde de los acantilados. Torla-camino de Turieto Bajo-pradera de Ordesa: desde el Puente de los Navarros de Torla y a través del valle de Bujaruelo. *Casa de recepción-circo de Carriata-Tozal de Mallo: itinerario entre grandes zonas boscosas.

VALLE DE BENASQUE Y RIBAGORZA

Nuestro trotamundear por comarcas pirenaicas va a finalizar en las alturas de Benasque, desde donde contemplaremos tas impresionantes moles de La Maladeta, cuyo pico principal, el Aneto, es rey entre los gigantes del Pirineo (3404 metros). Luego descenderemos hacia tierras deí somontano oséense siguiendo el curso del río Esera, verdadera columna vertebral de la Ribagorza. Al parecer fueron los ¡lergetes sus pobladores prerromanos, los constructores de la legendaria Vescelia -que algunos identifican con la actual Benasque-. La furia ilergeta hizo retroceder en un principio a las legiones de Roma, hasta ser finalmente aplacada por Sertorio La obra latina en el valle fue notable: trazaron caminos y puentes, excavaron minas en busca de vetas de plata y hierro, construyeron termas y roturaron los campos aptos para el cultivo. Por sus pasos de montaña pudieron entrar en la Península las oleadas de invasores germanos; los francos dominaron el valle y en él fundaron un condado autónomo que resistió triunfalmente las acometidas árabes. Los ríos Cinca, Isábena y Esera, y el accidentado relieve constituyeron las mejores defensas de estos parajes frente a la hueste musulmana. La tutela carolingia -Benasque formaría parte de la marca hispánica- vino más tarde a garantizar la integridad territorial del valle, futura cabecera del Condado de Ribagorza. A partir del siglo XI, Ribagorza forma parte del reino aragonés. Su inserción en el Camino de Santiago proporcionará un notable legado cultural y artístico a la comarca.

BENASQUE La villa y su valle tuvieron autonomía administrativa desde el siglo XIV, cuando constituyeron una Universidad (concejo)

270 / ARAGÓN dotada de competencias militares, fiscales, judiciales y comerciales. El aislamiento físico secular de esta región obligaba a la creación de este tipo de organismos políticos casi plenipotenciarios, que perduraron -con distintas modificaciones-hasta bien entrado el siglo XIX. No obstante el aislamiento no fue fructífero para el valle. Felipe II sólo se acordó de Benasque para destruir su castillo, durante las célebres Alteraciones de Aragón. La villa no contó con más medios que su tesón y esfuerzo para aliviar los daños producidos por el devastador terremoto de 1660. La primera carretera no llegó a estas latitudes hasta bien entrado el siglo XX. La presencia del turismo, en os últimos veinte años, ha revitalizado la esclerotizada economía del valle.

Alojamientos No dudamos que la diversidad de la oferta facilitará la elección del usuario. La relación calidad-precio suele ser buena en todos los establecimientos mencionados, aunque las tarifas de algunos parezcan ligeramente elevadas en relación a su categoría oficial. Caro Hotel San Marcial*" Francia, s/n. Tf. 551616. Hotel San Antón***. Ctra. Francia, s/n. Tf. 551611. Hotel Ciña***. Avda. de los Tilos, s/n. Tf. 551612. Hotel Vallibierna**. Campalet, s/n. Tf. 551271. Medio Hotel Aneto**. Ctra. Anciles, s/n. Tf. 551061. Hotel Aragüells*. Avda. de los Tilos, s/n. Tf. 551619. Hotel El Puente II*. San Pedro, s/n. Tf. 551211. Hostal El Puente**. San Pedro, s/n. Tf. 551279. Hotel Avenida*. Avda. de los Tilos, s/n. Tf. 551126. Hotel El Pilar*. Ctra. Francia, s/n. Tf. 551263.

VALLE DE BENASQUE/ 271 Barato Hotel Benasque*. Ctra. Anciles, s/n. Tf. 551011. Hostal Salvaguardia*. San Marcial, 3 y 5. Tf. 551039 Hostal Residencia Valero**. Ctra. Anciles, s/n. Tf. 551061. Fonda Barrabás. Mayor, 5. Tf. 551654. Sirven comidas caseras. Fonda Solana. Plaza Mayor, 5. Tf. 551019. Habitaciones con baño en una típica casa de Benasque, en el corazón mismo de la villa. Muy recomendable. En Benasque existen tres viviendas de turismo rural con tarifas baratas. Las encontraréis en: Las Plazas, 6 (funciona en verano, la pensión completa son 2500 ptas. diarias); El Castillo, 17 (todo el año) y Horno, 5 (apartamentos por mil duros al día, sólo en temporada estival). Camping Aneto. A poco menos de cuatro kilómetros de Benasque, en la carretera de Francia. Tf. 551141. Abierto todo el año. Categoría: 2§C. Se encuentra en una zona de alta montaña y en sus inmediaciones pueden practicarse el senderismo y la escalada. Chuise. En la carretera de Francia, muy cerca del camping anterior. Abre del 20 de junio al 30 de agosto. Categoría: 23C. Refugios de montaña El valle de Benasque cuenta con varios refugios en parajes de alta montaña e interés deportivo y paisajístico: Batisielles. Ubicado sobre un montículo en la orilla noreste del lago pequeño de Batisielles. Tiene capacidad para tres personas. Se accede a él por un camino que nace en el aparcamiento de la entrada del valle de Estos (dos horas de trayecto aproximado). Cabaña de Anglios En los lagos de Anglios, próximos al Aneto. Se llega a él por el sendero GR-11, desde el refugio de

272 / ARAGÓN LLausets o desde el puente de Salencas. Dotado de mesas, bancos y chimenea. Cabaña de Botornás. Al norte del embalse de Llauset, cerca del ibón de Botornás y en las proximidades del Aneto. Hasta aquí arriba el sendero GR-11 (dirección Vallibierna). Con capacidad para tres personas, tiene literas. Cabaña de la Coma. En la coma del Perdiguero (valle de Estos), cerca de Benasque. Puede llegarse en coche al aparcamiento del valle de Estos, donde se toma la pista hasta la Cabana de Santa Ana; desde allí descenso hacia el río, que deberéis cruzar para seguir luego la linde izquierda del bosque (hora y media de camino desde el aparcamiento). Muy cercanos están el pico Perdiguero y la frontera francesa. Cabaña de Quillón. Ubicado en la pista de Vallibierna (GR-11), a mitad del valle. Cabaña de Santa Ana. En la pista del valle de Estos (30 mminutos andando desde el aparcamiento a la entrada del valle). Cerca se hallan los lagos de Batisielles y Perramó. Clot de Chill. Este clot (depresión) se encuentra en la margen izquierda del valle de Eriste. Seguid la pista de la aldea de Eriste hasta el puente de la cascada y desde allí tomad un camino que asciende a mano derecha, cerca del torrente Royo (una hora de caminata aproximada). Capacidad para dieciséis personas. Estos. En la margen jzquierda del valle de Estos; para llegar tomad el GR-11 desde el aparcamiento de la entrada del valle (menos de tres horas de marcha). Pertenece a la Federación Aragonesa de Montañismo, que cobra 800 ptas. a los no federados por guarecerse en el refugio. La Renclusa. Junto al Forau de la Renclusa, en la falda misma de los macizos de Maladeta, Salvaguardia y Mulleres. Una pista asfaltada, casi al final de la carretera del valle de Benasque, os conducirá hasta el Plan de L'Están; desde aquí tomaréis un camino hasta el refugio (media hora a pie). El refugio es propiedad del Centre Excursionista de Catalunya. Las llaves debéis solicitarlas a los sres. Antonio Garié y Antonio Lafont, del Hostal Avenida de Benasque.

VALLE DE BENASQUE / 273 Restaurantes La Parrilla. Ctra. Francia, Edificio Luchón. Tf. 551134. El Pesebre. Mayor, 17. Tf. 551027. El Puente. San Pedro, s/n. Tf. 551279. Ñam-ñam. San Pedro, s/n. La Pizzería. Director Ferraz, s/n. Tomar copas en Benasque Rabasón. Mayor, 27. Una taberna de las de antes, en un rincón típico del pueble. Flor de Nieve. Mayor, 17. Bar Plaza. Plaza Mayor, 7. Pub Surcos. San Pedro, s/n. Peñablanca. San Marcial, 8. Una sala de baile con público de edad heterogénea. Curioso. Discoteca Petronilla. San Marcial, 8. Discoteca Ñaka. San Marcial, 6. Tomar las aguas Si alguien -deseamos que no- tiene problemas reumáticos, cardiacos, circulatorios, nerviosos, digestivos, respiratorios, urinarios no le sentarán mal las aguas termales de los Baños de Benasque, que ya usaron los romanos para calmar sus dolencias. El balneario está situado en la carretera C-139, a diez kilómetros del pueblo, en un magnífico paraje de alta montaña la pureza de sus aires seguramente produce efectos tan beneficiosos como la acción de las aguas-. Funciona entre el 24 de junio y el 30 de septiembre y su único establecimiento hotelero, el Hostal Baños de Benasque* (tf. 551061), es un sitio agradable para el reposo, con habitaciones con baño a precios que bien pueden considerarse baratos. Monumentos locales Iglesia Parroquial de Santa María. Un bello templo románico del siglo XIII que ha experimentado (¿sufrido?) distin-

274 / ARAGÓN tas reformas a lo largo de su historia. El aspecto exterior es de suma rusticidad; la variedad de tamaños y formas de sus sillares le confieren aspecto de obra parcheada, tal que concluida con precipitación y defectos de acabado que más tarde hubieron de repararse. Pero esta impresión no le resta un ápice de encanto. Tiene un portal con arquivoltas desnudas -caso curioso: sin tímpano, su espacio lo invade la madera del portón-, un ventanal redondo que lejanamente emula un rosetón, torreón de planta cuadrada -de aspecto más robusto que la fachada del templo-, nave única y crucero. Los interiores están cubiertos por bóveda de cañón, pero en ella se aprecia una tímida estilización hacia la forma ojival. Palacio de los Condes de Ribagorza. Edificio renacentista que contemplaréis en la calle Mayor. Alero característico de las mansiones aragonesas y elementos defensivos en el exterior. Casa Juste. Casona medieval con entrada adovelada y matacán aspillerado. Una edificación contemporánea de esta mansión es la Torre de los Infanzones, fortificación de planta cuadrada y cimera almenada. El dialecto benasqués Merece unas palabras de atención por su singularidad la peculiar tabla de Benasque. Una versión de la lengua aragonesa enriquecida con aportaciones del euskera (en la Edad Media acogió un importante flujo migratorio proveniente de tierras navarras), del catalán, del gascón (que pervive en la lengua aranesa) y del provenzal. El dialecto benasqués está íntimamente ligado al medio natural en que se ha desarrollado y posee una enorme riqueza léxica para definir con precisión y todo lujo de matices los accidentes geográficos y los fenómenos naturales y meteorológicos del valle. Fiestas Las fiestas en honor de San Marcial, patrono del valle, se celebran a finales de junio. La víspera del santo los mozos

VALLE DE BENASQUE/ 275 compiten en arrojo a la hora de saltar la gran fogata. Al día siguiente ejecutarán el ball, variedad benasquesa del dance aragonés que sólo interpretan los hombres: en su melodía se funden la jota y distintas influencias de origen francés y catalán. Alrededores Recordamos que el valle de Benasque es la antesala de las más altas cumbres pirenaicas. La escalada al Aneto o a la Maladeta es una experiencia fabulosa y un reto para el montañero. El refugio de La Renclusa es el punto de partida idóneo para ambas expediciones. Lugares próximos a estos colosos y de belleza salvaje son el lago Batisielles, el ibón y la aguja (crestas rocosas) de Perramo, el Plan (llano) de Aiguallut, el valle de Vallibierna (poblado por un bosque feraz y agitadas torrenteras) y los misteriosos lagos de Vallibierna, cuyo paisaje lunar y oscuras aguas serían dignos de albergar seres de naturaleza fabulosa. De estas y de otras muchas rutas os informarán en la Oficina de Turismo de Benasque, abierta todo el año en la calle de San Pedro s/n, tf. 551289.

ESTACIÓN INVERNAL DE CERLER Con ella finalizamos el examen de las estaciones de esquí aragonesas. Está situada junto al pequeño pueblo de Cerler, una aldea que ha visto transmutada su rústica existencia tradicional en los últimos treinta años por la llegada del turismo de invierno. El recinto meramente deportivo ocupa los valles de Ardonés, Ampriu y Puimastre (2350 hectáreas). En la confluencia de estas vertientes se ubica una zona residencial. Las cotas de la estación se sitúan entre los 1506 y los 2364 metros. El variado entramado de veintitrés pistas satisface todas las necesidades de los usuarios y responde a sus niveles de destreza en la práctica del esquí. El acceso a las pistas se realiza mediante dos telesillas {Coronetes y Rovellons) y tres telesquís (Cogulla, Skima y Debutantes). Estos remontes pueden transportar casi tres mil viajeros por hora.

276 /ARAGÓN La estación cuenta con siete pistas de descenso olímpico con desnivel superiora los ochocientos metros. El mayor descenso es el que va del Pico de Castanesa al puente Vadiello: más de siete kilómetros de longitud con un desnivel de 1200 metros. La oficina de información de la estación se encuentra en la cota 1500, tf. 551012.

Alojamientos y servicios La estación cuenta con los hoteles Monte Alba*** (tf. 551136) y Cerler**(tf. 551261). Los precios de ambos (especialmente del primero) son elevados. En la aldea de Cerler funciona una vivienda de turismo rural, c/La Fuente s/n. Tf. 551067. Precios económicos y ambiente agradable para el viajero. Cabe la opción de alquilar temporalmente un apartamento. Os informarán en el tf. 551012. Por lo que respecta a bares-restaurantes, los encontraréis en zona de pistas junto a la oficina de información de la estación y en la cota superior del telesilla Rovellons. En la zona residencial de la estación tenéis el Chinelta (Apartamentos Isarso, sirve platos combinados), la Pizzería Pepe's (bajos del Edificio Pirineos) y la Croíssantería La Cabana (para desayunar y merendar). Por lo que al pueblo respecta, cuenta con los restaurantes La Borda del Mastín (Única s/n; comidas típicas de la tierra) y La Picada (comida casera).

Río Esera abajo, allá donde se besan las sierras de San Martín, Grustan, San Pedro, Arriba, Laguares y Benabarre y rebasadas pequeñas poblaciones de aspecto idílico (Vilanova, Castejón de Sos, Campo, Murillo de Lena ), el viajero recalará en la Muy Antigua y Muy Noble Villa de Graus, antaño vital enclave del Condado de Ribagorza.

VALLE DE BENASQUE /277 La comarca gradense es rica en yacimientos arqueológicos: restos de la cultura de la Edad del Bronce han sido hallados en las cuevas de Olvena; a los pies de la Peña del Morral fueron descubiertas siete tumbas de origen celtibérico; La Puebla de Castro y Estrada poseen vestigios de su pasado romano y paleocristiano. Se piensa que estos contornos, poblados por los ilergetes, pertenecieron a la romana Riparcutia. Graus fue la más septentrional de las posiciones musulmanas en la Ribagorza y capituló ante Sancho Ramírez el año 1083, no sin antes reisitir sendos asedios por parte de Bernardo Unifredo y de Ramiro I. La Carta de Población concedida por Sancho Ramírez establecía Graus como residencia del Justicia Mayor de Ribagorza. El gradense Berenguer de Bardají participaría en las deliberaciones del Compromiso de Caspe (1412) como juez de la parte aragonesa. Años más tarde (1428) el monarca Alfonso V concedió a la villa la prebenda de acogerse a los Privilegios Generales del Reino. Los estatutos jurídicos de Graus se complementan en 1552 con la redacción de sus Ordinaciones. En el Colegio jesuíta de Graus residió un tiempo, en calidad de exiliado, el gran escritor conceptista Baltasar Gracián. Parece ser que durante este periodo de forzado ostracismo redactó la segunda parte de su genial Criticón. La página más triste de la historia gradense vino a escribirla el caballero Dasfelt. lugarteniente de las tropas del Borbón Felipe V en la Guerra de Sucesión. El susodicho ordenó el saqueo e incendio de Graus, que había tomado partido por el Archiduque Carlos de Austria. El producto de este saco fue valorado en una cifra astronómica para la época: 90.616 libras jaquesas. Hijo ilustre de esta villa fue el escritor y político regeneracionista Joaquín Costa, de quien ya hemos hablado en las páginas de esta guía. Por cierto: originaria de esta población oscense era la familia Torquemada, linaje del célebre Inquisidor de los Reyes Católicos. El casco urbano de Graus fue declarado en 1975 Monumento Histórico-Artístico.

278 / ARAGÓN Alojamientos Medio Hotel Ueida*. Glorieta de Joaquín Costa, s/n. Tf. 540925. Barato Hostal Maella*. Joaquín Costa, 6. Tf. 540143. Pensión Aynés**. Salamero, 9. Tf. 540066. Pensión López*. Salamero, 2. Tf. 540087. Habitaciones con baño a precios casi regalados. Fonda Casa Peperillo. Joaquín Costa, 8. Tf. 540149. Restaurantes Las pensiones Lópezy Aynés y la fonda Peperillo sirven menús a buenos precios. Las Forcas. Barasona, 1. Mesón Oséense. Barranco, 43. Graus. Salamero, 13. Bar Restaurante Francés. Salamero, 22. Para juerguistas y bailones La Bullanga. Don Carlos, 2. Rock-Ola. Barranco, 37. Centro Recreativo Grádense. Valle de Aran s/n. Discoteca Grádense. Valle de Aran s/n. Productos de la tierra Embutidos Artesanos Melsa. Barranco, 40. Monumentos Iglesia Parroquial de San Miguel. Unas migajas de sus orígenes románicos subsisten en la fachada de este templo. La

VALLE DE BENASQUE / 279 fábrica que hoy contemplamos -bastante ramplona, todo sea dicho-pertenece al siglo XVIII. En el interior se guardan dos tablas góticas del siglo XV, un crucifijo donado a la parroquia por San Vicente Ferrer -que pasó a predicar por Graus, camino de Francia-y la tumba del Beato Pedro Cerdán. Basílica de Nuestra Señora de La Peña. Domina sobre una elevación del terreno los tejados de la villa. Un templo gótico del siglo XVI, con una sola nave cubierta por bóveda de crucería y exteriores tan sobrios como de apariencia maciza. Juan de Zeant y Juan de Marta dirigieron las obras de construcción del templo; destruido éste durante la guerra del 36, la restauración corrió a cargo del arquitecto Teodoro Ríos. Plaza Mayor. Rebautizada como Plaza de España. Tiene forma rectangular y soportales en sus cuatro costados; algunas de sus edificaciones son de estilo renacentista: el Ayuntamiento con gran alero y balconada corrida (una reproducción fiel puede contemplarse en el Pueblo Español de Barcelona) y la Casa de los Heredia (con tímpanos policromados) son las construcciones sobresalientes del conjunto. Otros monumentos gradenses dignos de visitarse son: el Hospital de San Lorenzo (barroco del siglo XVII), el Coventode Santo Domingo (idem. anterior), el Convento de la Compañía de Jesús (de esta construcción solamente queda la iglesia del siglo XVII); las puertas de Chinchín, Linésy Barón (restos de la muralla, levantadas en el siglo XVII): y las casas solariegas de los linajes Mur, Barón, Bardají y Torquemada. Fiestas Las fiestas patronales en honor de San Vicente Ferrer (mediados de septiembre) han sido declaradas de interés turístico nacional. En ellas se dan cita distintas tradiciones folcklóricas de indudable valor etnológico. Una es el dance de las cintas, baile ancestral cuyos ejecutantes, hombres y mujeres que sujetan cintas prendidas de un palo, entrecruzan sus pasos hasta lograr el trenzado perfecto de aquellas. Durante el dance suenan las notas de la gaita de fuelle gradense; las coplas se recitan en la fabla de la tierra. Los célebres gigantes y cabezudos de Graus,

280 / ARAGÓN que representan distintos personajes populares de cariz grotesco,alegran estas festividades. A unos kilómetros Roda de Isábena, que fue sede episcopal a partir del siglo X y centro espiritual de la Ribagorza. es una pequeña población de aire medieval, idónea para los que busquen sosiego en su trotamundear Su catedral y el cercano monasterio de Obarra, ambas construcciones románicas, son visita obligada para quien ande por estos lares.

POR TIERRAS DEL BAJO CINCA

El curso del Cinca trazó buena parte de la antigua frontera entre Aragón y Cataluña, hasta que el rey Jaime II trasladó dicha divisoria a las aguas del Noguera Ribagorzana. El pasado de esta vega de regadíos y frutales, que cuenta con algunas de las más ambiciosas obras hidráulicas de Aragón, está plagado de recuerdos bélicos: los musulmanes resistieron tenazmente la presión militar cristiana en los siglos XI y XII; fuerzas franco-catalanas invadieron estas tierras durante la Guerra de Secesión de Cataluña (1640-1652) devastando villas y cosechas; no menores fueron los desmanes de las tropas borbónicas durante la Guerra de Sucesión, que se cebó especialmente en puentes y vías de comunicación; y de cruentos pueden calificarse los combates del frente del Cinca, durante la guerra del 36-39 Historia ingrata, que pretende enjugarse con el presente laborioso de una comarca que ha diversificado su tradicional actividad agraria para dar cabida a la producción industrial.

BARBASTRO De origen romano, muy preciada debió ser esta población para los musulmanes a juzgar por la sangrienta batalla que hubo de librar Pedro I para su conquista (1064) y de la posterior reacción agarena, que expulsó a los cristianos de sus murallas poco tiempo después. El poder aragonés en Barbastro no habría de asentarse hasta bien entrado el siglo XII, y de la importancia medieval de esta villa nos dan testimonio buen número de monumentos de su casco histórico. Alojamientos Es destacable la buena calidad general de los alojamientos de Barbastro, así como lo ajustado de sus precios.

282 / ARAGÓN Caro Hotel Sancho Ramírez***. Ctra. Tarragona-San Sebastián, km. 162. TI. 310050. Medio Hostal Residencia Palafox** Corona de Aragón, 20. Tf. 312461. Barato Hostal Clemente**. Corona de Aragón, 5. Tf. 310186. Hostal Roxi*. Corona de Aragón, 21. Tf. 311064. Hostal La Sombra*. Argensola, 9. Tf. 311532. Hostal Pirineos. General Ricardos, 13. Tf. 310000. Fonda de Nadal. Caballeros, 7. Tf. 310761. Fonda San Ramón. San Ramón, 28. Tf. 310250. Comer en Barbas tro Medio Flor. Goya, 3. El Jabalí. Ejército Español, 6. L Arrabal. Avda. Pirineos, 7. El Chopo. Ctra. Barbastro-Francia, km. 8. El Mercado. Pablo Sahún, 29. La Cadiera. Cofita, s/n. Aneto. Ejército Español, 4. Barato El Pueyo. Junto al Santuario de Nuestra Señora del Pueyo. Casa Paco. Martínez Vargas, s/n. Bocata. Cinca, 22. Frankfurt Plaza. Plaza Diputación, 9.

BAJO CINCA / 283 Mister Croissant. Escuelas Pías, 2. Para desayunos y meriendas. Una población alegre Mucha animación la de esta villa, donde funcionan varios pubs de ambiente agradable (y todo sea dicho, algo pueblerino), principalmente en la zona de la Avenida del Ejército Español. Cabe citar: Coso 22. Coso, 22 (elemental). Público. Fonz, s/n. Sub. Via Taurina, 3. Melanomanfa. Ejército Español, 27. Queen. Ejército Español, 3. Encuentros. Ejército Español, 24. Sociedad Mercantil y Artesana. Ejército Español, 7. Café y discoteca para todos los gustos y edades. Monumentos Catedral. Notable edificio renacentista de principios del siglo XVI. Destaca su magnífico altar mayor, con columnas salomónicas de fustes profusamente ornamentados y pinturas de intensa policromía, que aún recuerdan los motivos góticos. Al mismo estilo arquitectónico pertenece el Palacio Episcopal, mandado edificar por el obispo Muñoz Serrano a fines del siglo XVI y que guarda una interesante colección de tapices flamencos (siglos XVI-XVII). Anexo al templo catedralicio encontraréis el Museo Diocesano, cuyo fondo se compone de distintas obras de arte sacro; y en el espacio adyacente se alza la Torre de Campanas, fortificación del siglo XIV. Iglesia de San Julián y Santa Lucía. Otro templo renacentista, que se comenzó a construir en el ecuador del siglo XVI. Tiene nave única con bóveda de crucería y ábside poligonal. Iglesia de San Francisco. Edificación de ladrillo de finales del siglo XVI. Con nave única y muy espaciosa, cuyos tres primeros tramos están cubiertos por bóveda de crucería estrellada; el ultimo tramo presenta bóveda de cañón.

284 / ARAGÓN Otros edificios notables son las sedes de la Casa Consistorial y de la Casa de Cultura.

MONZÓN

Plaza fuerte musulmana en los límites del poder agareno, Sancho Ramírez la conquistó en 1089 para fundar un pequeño reino independiente con capitalidad en esta villa. El mini-estado, rodeado por las plazas musulmanas de Barbastro, Huesca, Fraga y Lérida fue regido por Pedro I y contó con moneda propia durante su breve existencia, que concluiría a manos de los caballeros templarios (1134). Monzón será a partir de entonces una de las más importantes poblaciones de Aragón durante la Edad Media, como lo demuestra la frecuente reunión en esta villa de las Cortes de la Corona. Actualmente ha sustituido su vieja influencia política por la pujanza industrial en el seno de la economía aragonesa.

Alojamientos Medio Hotel Vianetto**. Avda. Lérida, 25. Tf. 401900. Barato Hostal Bellomonte**. Avda. Lérida, 87. Tf. 402044. Hostal Residencia Rabal*. Murel, 6. Tf. 401277. Hostal Residencia Florida*. Barón de Eróles, 8. Tf. 400532. Pensión El Pilar. Avda. Pilar, 2. Tf. 401227. Fonda Nueva. Plaza Cervantes, 2-2a. Tf. 400984. Casa Huéspedes Rech. Cervantes, 8. Tf. 402241. Casa Huéspedes Pilar Vidaller Cervantes, 4. Tf. 401565.

BAJO CINCA / 285 Restaurantes Medio Jairo. Santa Bárbara, 10. El Rincón de Marco. Avda. Lérida, 62. Templarios. Avda. Lérida, 52. Mesón del Carpintero. Juan de Lanuza, 8. La Selva. Sierra Mediana, 1. Barato Acapulco. Avda. Lérida, 11. La Carrasca. Binacel, 2. Frankfurt Cervecería. Calvario, 30. La marcha de Monzón Ya se sabe que donde hay currantes hay bares. La noche en Monzón es animada, a continuación citamos algunos de los puntos álgidos de la marcha en esta villa: Acapulco. Lérida, 11. Qué. Santa Bárbara, 50. Límite. Un disco-pub con horario after. Santa Bárbara, 42. Tucán. Barón de Eróles, 29. Chaplin Barón de Eróles, 41. Círculos. Avda. Goya, 16. Metropolitan. San Mateo, s/n. Malcolm Mor de Fuentes, 11. Clash. Ctra. Lérida, s/n. Discoteca para trasnochadores irreductibles. Monumentos Iglesia de Santa María. Existía ya en tiempos de los visigodos y fue centro de culto mozárabe durante la dominación musulmana. La fábrica que podréis contemplar es románica, con

286 / ARAGÓN tres naves (la central presenta bóveda apuntada, las laterales de cañón) y triple ábside. Iglesia de San Juan. Edificación románica de origen similar al templo citado anteriormente. Esta iglesia fue capilla real y más tarde santuario de la orden del temple, al igual que la

Capilla de San Nicolás (siglo XII). Castillo. De esta fortaleza templaría salió el todavía adolescente Jaime I para hacerse cargo de sus dominios catalano-aragoneses. Se trata de una construcción de planta rectangular, elevada sobre un roquedo a la entrada del pueblo, que conserva su estructura y dependencias originales: foso, caballerizas, garita de guardia, jardín, aljibe, cementerio, estancias de la guarnición, etc. Torre árabe. Su función consistía en la comunicación mediante señales luminosas con los castillos musulmanes que cubrían la ribera del Cinca. Data del siglo X.

FRAG

La capital histórica, económica y cultural de La Franja, territorio oriental oscense de lengua catalana. Un lugar "muy fresco, porque tiene una ribera hermosa y grande, que le pasa por la puerta, cercada por una parte y de la otra por muchos pomares y huertas, en las que hay muchas quintas", según la describe Gaspar Barreiros en su Corografía de algunos lugares (1542). El entorno físico, obras hidrológicas aparte, no ha variado sustancialmente en nuestros días. A sólo cinco kilómetros del actual casco urbano pueden contemplarse las ruinas de Villa Fortunatas, importante población romana del siglo II antes de Cristo; enclave comercial que debió ser un gran centro de distribución de los productos agrícolas de los contornos. Entre los años 714 y 1149 fue posesión musulmana y resistió con éxito distintos ataques cristianos: el mismísimo Alfonso I el Conquistador sucumbió con sus caballeros a las puertas de Fraga, en 1134. Por algo se la conoce como La Sultana del Cinca.

BAJO CINCA / 287 Ramón Berenguer IV iba a conquistarla en 1149, aunque permitiría la convivencia entre los cultos judío, islámico y cristiano. Los moriscos constituyeron durante siglos el principal baluarte de la economía local. El embajador y humanista italiano Andrea Navaggiero cuenta en su Viaje por España que "en este pueblo, cuando pasé, había muchos moros" refiriéndose a Fraga. De ahí que la expulsión de 1610 supusiese el colapso de la economía comarcal. Las g jerras de Secesión catalana y de Sucesión acentuaron los problemas económicos de La Franja, especialmente por la sistemática destrucción de sus puentes, que iba a limitar las comunicaciones y el comercio con otras regiones. En Fraga y su comarca germinaría durante las primeras décadas del siglo XX la semilla de las organizaciones de base anarquistas, que tomaron el poder local en 1936. Es el comienzo de una leyenda viva del anarcosindicalismo español: las colectivizaciones de Aragón, federación de comunas locales cuyo Consejo se instaló en Fraga. Por unos meses desapareció la propiedad privada y las relaciones sociales fueron estructuradas (al menos, esa fue la idea) en base a las premisas de igualitarismo social y democracia directa. Una utopía libertaria en la Europa de los dictadores, que fue acusada de entorpecer los intereses de la causa antifascista por sus propios compañeros de viaje socialistas, comunistas y republicanos. Un sueño que Líster se encargó de desbaratar por la fuerza de las armas y con la anuencia de la legalidad republicana.

Alojamientos Caro Hotel Casanova*. Avda. Generalísimo, 78. Tf. 471990. Medio Hostal Oasis" Ctra. N-ll, km. 442. Tf. 470654.

288 / ARAGÓN Barato Hostal Aribau" Avda. Madrid, 25. Tf. 471887. Hostal Flavia*. Paseo Barrón, 13. Tf. 471540. Hostal Residencia Trébol*. Avda. Aragón, 9. Tf. 471533. Fonda Buen Estar. Mayor, 1. Tf. 471533. Fonda Ollés. Avda. Madrid, 33. Tf. 470435. Restaurantes y casas de comidas La gastronomía fragatina se emparenta con el recetario catalán. Los platos típicos del lugar son la sanfaina (especie de pisto a base de tomate, pimientos, cebolla, ajo y berenjena) y el diñar barretjat (la comida mezclada, potaje de judías, acelgas, patatas, fideos, tocino blanco y butifarra negra: un plato único para los amantes de la comida de puchero y que satisface la necesidad de los más voraces estómagos). Y de postre, el pa de figa, pan con higos aliñados y almendra picada. Comida Inequívocamente rural, tan ancestral como exquisita. Mesón Aragonés. Turina, 3. Sorolla. Avda, Cataluña, s/n. La Estación. P- Constitución, s/n. Pizzería Dino's. San Quintín, 25. Granja Briscólo Reyes Católicos, 13. Granja Maite. Avda. Aragón, 20. Frankfurt T.J. Avda. Aragón, 1. Bares, pubs, discotecas La mayor parte de los locales de diversión de Fraga se encuentran en la zona del Paseo Barrón. Vayan algunos puntos de encuentro del copeo y la marcha local: Flamingo. Camino Torrente, 19. Una cafetería agradable para el café, la copa y el puro. Orus. Avda. Madrid, 37. Sonic. Paseo Barrón, 20. Zoviet. Pfi Barrón, 22. Copeo. Paseo Barrón, 1.

BAJO CINCA / 289 Victoria. P- Barrón, 2. Euterpe. Plaza España, 19. Un local con buena música pop. Florida. San Quintín, 1. Para bailar hasta la madrugada. Su patrimonio histórico y monumental Villa Fortunatos. Los estudiosos han llegado a identificarla con la colonia romana Gallica Flavia (siglo II a. de C). La calzada romana que remontaba el curso del Cinca cruzaba este enclave agrario y comercial, cuyos restos pueden contemplarse a cinco kilómetros de la villa actual. Iglesia Parroquial. Templo de estilo románico, construido en el siglo XII. Los capiteles interiores aparecen esculpidos con escenas referentes a San Miguel. Palacio de Moneada. Construcción renacentista en piedra, de apariencia señera y coronado por un gran alero esculpido. Tradiciones fragatinas Día de la faldeta. Una fiesta de reivindicación cultural, el homenaje al traje típico de la comarca de Fraga. Incluso existe un monumento a la dona de faldetes, la mujer ataviada con los ropajes de sus antepasados. Carnaval. Ninots (muñecos) y mascres (máscaras) invaden las calles de Fraga durante estos festejos, que se cierran el sábado anterior al inicio de la Cuaresma con la rifa del tocino y la rúa o desfile de disfraces.

LA CIUDAD DE LOS AMANTES

UN POCO DE HISTORIA Un idilio: turboletas y cartagineses Allá donde los ríos Guadalaviar y Alfambra vienen a hermanarse para crear el caudaloso Turia, en un valle abrupto, rodeado por cerros torrados de bosques de abeto y pinares, los turboletas -pueblo celtibérico que mencionan las crónicas romanas de la Segunda Guerra Púnica- fundaron la remota Túrbula, tatarabuela del Teruel de nuestros días. Los estudiosos han creído localizar esta población casi legendaria en las ruinas prerromanas de Alio Chacón, en los aledaños de la ciudad actual. Estos turbolatas hicieron buenas migas con los ejércitos cartagineses. Parece ser que un pleito de sangre y mala vecindad los enfrentaba secularmente contra los saguntinos, aliados de Roma y tenaces resistentes a la penetración púnica. Los guerreros turboletas participarían en el definitivo asalto y devastación de Sagunto, el año 212 a. de C. Romanos y musulmanes Sometidos finalmente al yugo de Roma, tras el definitivo descalabro cartaginés, la ciudad queda integrada en la provincia Tarraconense. En tiempos del SPQR debió perder su antigua importancia estratégica; a los romanos les interesaban más las vegas del Ebro y del Jalón y el trigo de las Cinco Villas que esta comarca montañosa del sur, menos adecuada para sus proyectos agrícolas y comerciales. De la musulmana Tirwal conservamos buena parte de su estructura urbana. Los musulmanes potenciaron la antigua función de plaza de fuerte que ya tuvo la primitiva ciudad prerroma-

292 / ARAGÓN na. El trazado de las calles del casco histórico, con vías angostas y sinuosas que reptan por los desniveles del terreno, pertenece a este tiempo. El toro, la estrella y los Fueros Alfonso II el Casto tomó la ciudad en 1171. Cuenta la tradición que cuando el ejército cristiano avistó sus murallas, los caballeros hallaron un toro bajo una estrella que bramó al verlos. Este episodio fue interpretado como de buen augurio: toro y estrella figuran desde entonces en el escudo de Teruel. Los cristianos fortificaran la ciudad, pero también la proveyeron de sus Fueros, el año 1176. Dicha legislación pasa por ser de las más avanzadas de aquel tiempo, por el régimen de convivencia y libertades ciudadanas que estatuía. El Fuero respetaba a las minorías judía y morisca y concedía importante autonomía administrativa y política al municipio. Un juez nombrado anualmente se encargaba de hacer cumplir este código de vida civil, cuya copia (datada el año 1240) se guarda celosamente en el Ayuntamiento turolense.

Una época de guerreros y donceles Las campañas militares que culminarían con la conquista de Valencia supusieron el reforzamiento estratégico y económico de la plaza de Teruel, donde la actividad bélica iba a generar una importante industria de fabricación de armas. La expansión levantina de la Corona catalano-aragonesa abrió nuevas rutas mercantiles que convirtieron la villa en base y escala comercial de primer orden, reconocida por las Cortes de Aragón el año 1347 con la concesión del título de Ciudad. Pujanza medieval que ornan la triste y a la par sublime historia de los amantes Diego Martínez de Marcilla e Isabel de Segura -a la que en su contexto nos referiremos- y el heroísmo del juez Francisco Villanueva, cuya defensa de los privilegios forales ante el rey Alfonso IV habría de costarle la vida. Privilegios, por cierto, que juraron los Reyes Católicos el año 1482.

LA CIUDAD DE LOS AMANTES / 293 El ocaso La abolición de sus fueros por parte del rey Felipe II (1598) marca el inicio de la profunda decadencia económica y urbana de Teruel. Estancamiento que habrá de prolongarse hasta nuestros días. Ni la circunstancia de haberse convertido en sede de la Junta Cívica de Aragón -organismo político que agrupaba a los sublevados contra la administración napoleónica- el año 1809; ni el hecho de que las Cortes de Cádiz fuesen presididas por el canónigo turolense Vicente Pascual; ni la prolongada batalla contra el carlismo que tuvo por escenario las serranías turolenses, habrían de reportar beneficio a una ciudad sumida en el estancamiento. Tiempos modernos La Guerra /n-Civil de 1936-39 machacaría esta pequeña capital aragonesa. Bastión primero de las tropas franquistas, los leales a la República la recuperaron en 1937 para nuevamente cederla a los sublevados en 1938. La Batalla de Teruel fue uno de los más penosos episodios de aquella contienda criminal, pues a la rudeza de los combates se sumaron terribles condiciones meteorológicas (los termómetros registraron temperaturas siberianas: alrededor de veinte grados bajo cero ). El flagelo de la emigración ha sido la verdadera sangría de las tierras turolenses. Uno de sus efectos consistió en la ralentización del crecimiento demográfico y urbano de la capital; y uno piensa a veces que precisamente esta capitalidad la ha librado de circunstancias peores. Un paseo por el Teruel de nuestros días El Teruel que va a contemplar el trotamundos semeja algo así como un plato roto, que hubiera caído del cielo y cuyos fragmentos han quedado caprichosamente dispersos por los accidentes del terreno. La ciudad ocupa el centro (más o menos) de una gran hoya o depresión natural, presidida por un cerro a su vez cercado de barrancas. Sobre este cerro queda asentado el

294 / ARAGÓN casco histórico de la ciudad, de proporciones por así decirlo familiares, abarcables en un par de horas por los pasos de un caminante sosegado que no se arredre ante sus numerosas cuestas y escalinatas. Arracimados en las laderas del cerro o dispersos por los pliegues circundantes del terreno divisamos pequeños barrios con casas de tipo cuartelero, construidos la mayoría de ellos en tiempos del infausto y antiestético Ministerio de la Vivienda franquista. Solamente en las márgenes de la carretera de Sagunto se encuentran los tímidos indicios de un ensanche moderno de la ciudad pero aún queda mucho para verlo convertido en realidad. Ni qué decir tiene que estos barrios perimetrales, en principio, no tienen interés para el visitante. La infraestructura urbana no carece de defectos. Las papeleras brillan por su ausencia y un recorrido por el casco antiguo depara la triste sorpresa de descubrir callejas sucias y flanqueadas de casas ruinosas (¿no será alguna un verdadero peligro para los peatones?) a la vera de maravillosas construcciones medievales. La rotulación de las calles es insuficiente para el foráneo (no dudamos que los turolenses conocen a la perfección su pequeña capital y prescinden por ello de la referencia que brindan las placas y los planos), los semáforos están apagados o perpetuamente intermitentes y el tráfico, a determinadas horas, puede ser caótico, produciendo atascos que el visitante consideraba propios de grandes ciudades y ojo con la población adolescente, que campa a sus anchas a lomos de ciclomotor. La intensidad del tráfico no se aviene con el carácter tranquilo de los turolenses. Las mañanas se pueblan de paseantes de la tercera edad, sobre todo en la zona de La Glorieta, típico lugar de esparcimiento a la entrada del casco antiguo. Las calles están repletas de gentes empleadas en los más diversos menesteres, abundando el señor de mediana edad que circula con la carpeta bajo el brazo, señal de su condición funcionarial. El peso social de esta clase es enorme en una ciudad como Teruel, en cuyo casco histórico se apiñan las delegaciones provinciales de las administraciones autonómica y central. Teruel es una de las ciudades con menor actividad delictiva del Estado. Apenas se ve a la policía por la calle, los municipales no llevan porra ni pistola y más que vigilar parecen

LA CIUDAD DE LOS AMANTES / 295 hacer tertulia con los viandantes que se paran a saludarlos. Porque en Teruel, dadas sus pequeñas dimensiones -aun siendo la tercera ciudad aragonesa, su población apenas alcanza las treinta mil almas- y a diferencia de las deshumanizadas megalópolis, la gente se saluda y se detiene a conversar por las calles cor frecuencia llamativa para el foráneo, a más de conservar los buenos modales y la simpatía que el maremagnum de las grandes urbes ha sepultado bajo el estrés y la sospecha hacia el desconocido.

DIRECCIONES PRACTICAS Información turística. CATomás Nogués, 1. Tf. 974602279. Ayuntamiento. Pza Catedral, 1. Tf. 974-602177. Cruz Roja. 974-602609. Hospital Comarcal de la Seguridad Social. Avda. Aragón, 46. Tf. 831718. Estación de RENFE. Camino de la Estación, s/n. Tf. 974602649. Juzgados. Pza. San Juan, 6. Tf. 601218. Delegación Territorial de la Diputación General de Aragón. General Pizarro, 1. Tf. 974-607932. Taxis. Tf. 974-609804/607082/607081. Guardia Civil. San Francisco, 1. Tf. 601130. Policía Nacional. Córdoba, 2. Tf. 601130.

LLEGAR A TERUEL Avión El aeropuerto más cercano es el de Zaragoza. Tren La comunicación ferroviaria es deficitaria. Solamente existen lineas directas con Zaragoza (tres servicios diarios),

296 / ARAGÓN Valencia (dos servicios diarios) y Cuenca (dos servicios diarios). Si vuestro punto de partida difiere de estas tres capitales, elegid la más cercana para dar el salto a Teruel. Bus El bus cubre, en parte, las escasas comunicaciones terroviarias. No hay oficina de información general en la pequeña estación de autobuses, pero si un buen número de carteles indicadores de los horarios (se recomienda llamar a la oficina de información turística o a las distintas empresas concesionarias). Con Madrid y Valencia ha/ un par de enlaces diarios (en Madrid salen de la Estación Sur), uno a Barcelona (Estació del Nord) y Cuenca. La mejor combinación es con Zaragoza (cinco servicios diarios).

GUIA DE ALOJAMIENTOS

Caro Parador Nacional de Turismo***. En la ctra. SaguntoBurgos, fuera del casco urbano. Tf. 601800. Hotel Reina Cristina***. Paseo Ovalo, 1. Tf. 606860. Junto a la torre de San Salvador, en pleno casco histórico. Medio Hotel Residencia Civera**. Avda. Sagunto, 37. Tf. 602300. Hotel residencia Oriente*. Avda. Sagunto, 5. Tf. 601550. Situado casi a la entrada del viaducto, puerta del casco histórico, es muy recomendable por la confortabilidad de las habitaciones, que tienen muebles tradicionales de la tierra. Hostal Residencia El Milagro**. Ctra. Sagunto-Burgos, km. 123. Tf. 603095. Su único inconveniente, estar alejado del casco histórico. Hostal Continental*. Juan Pérez, 9. Tf. 602317.

LA CIUDAD DE LOS AMANTES / 297 Hostal Ovidio*. Estación, 6. Tf. 602866. A más de uno le interesará por su vecindad a la estación del ferrocarril. Barato En Teruel encontraréis buen número de establecimientos de precio asequible para todas las economías. A continuación una somera relación de los mismos: Hostal Utrillas*. Ronda Dámaso Torán, 23. Tf. 602421. Habitaciones sin lavabo y comidas a buen precio. Pensión García. Rosario, 10. Tf. 601262. Fonda El Pilar. Pza. Tremendal, 2. Tf. 602632. Fonda Alcodorí. Temprado, 15. Tf. 602909. Fonda El Tozal. Rincón, 4. Tf. 601022. Casa Huéspedes Oliete. José Torán, 4. Tf. 603242. Fonda Moderna. Tomás Nogués, 3. Tf. 601280.

GUÍA DE RESTAURANTES

A diferencia de su hermana mayor Zaragoza, y también para sorpresa del viajero, no destaca precisamente Teruel ni por el número de sus bares y restaurantes ni por la variedad de los mismos. Dos sitios recomendables para comer barato son el Burguer Evana (Pasaje del Torico), lugar repleto de adolescentes, y el Café Central (Av. Sagunto, 20), que pese a su nombre no está en el centro de la urbe y tiene aspecto de bar de carretera: su especialidad son los tocatas. El Chiringuito, en la calle de Santa Amalia, es otra buena opción para tomarse un tentempié sin excesivo gasto. Jamón de Teruel, morcillas, madejas y queso a buen precio pueden degustarse en el Mesón Ovalo, un establecimiento pequeño de dimensiones y amplio en surtido, sito en el número 6 del Paseo del mismo nombre. Otro lugar interesante para degustar productos y platos típicos de la tierra es el mesón Isabel y Diego (Muñoz Degrain, 27).

298 / ARAGÓN Para una comida más seria -y de mayor gasto, sin por ello decir que se trate de locales caros, cuando menos si comparados con los precios de las grandes ciudades- son recomendables estos restaurantes: Círculo Mercantil. Nueva, 22. Tf. 607058. Mesón Rufino. Ronda de Ambeles, 36. Tf. 605526. La Parrilla. San Esteban, 2. Tf. 605923. Kalanchoe Av Sagunto, 39. Tf. 601550. La Menta. Bartolomé Esteban, 10. Tf. 607532. El más afamdo y caro de los restaurantes turolenses.

TOMAR COPAS EN TERUEL

Una buena noche de copas en Teruel debe comenzar a la tarde, con la visita a alguno de los cafés de la ciudad, por ejemplo: El Gran Café. En los bajos del Círculo Mercantil, c/Nueva, 22. Entre los tonos amarillo-macilentos de su iluminación aparecen las fotos del Teruel de antaño y los espejos de marcos barrocos. Columnas de escayola quebradas dan el toque clásico del lugar. La gente joven juega a los dados, al parchís, a las cartas, al billar y a las malditas tragaperras, bajo los acordes del pop-rock. Café Don Diego. En la Plaza de San Juan, corazón administrativo de la ciudad. Ocupa los bajos del Círculo de Recreo turoiense, junio con el Cine Marín. Un local de apariencia mucho más convencional que el anterior, idóneo para el estilo de los funcionarios que trabajan en los edificios públicos de la plaza. Pub Isavis. De cuidada decoración y exterior lujoso, parece muy apropiado para gente que ya ha superado la treintena. Está en la calle Joaquín Arnau, a espaldas de la Plaza de San Juan. La gente más joven empieza pronto la juerga en la discoteca Ossiris (Joaquín Arnau, 5). Pero la animación nocturna se centra, a partir de las once de la noche, en La Zona,

LA CIUDAD DE LOS AMANTES / 299 entramado de calles angostas junto a la antigua judería de la ciudad, entre la Plaza de San Juan y la Ronda de Arríbeles. Un trayecto nocturno por La Zona estaría saturado de paradas técnicas en los numerosos bares que han llegado a acumularse en tan pequeña extensión urbana. Los noctámbulos circulan de uno a otro lado y el jaleo musical (los volúmenes de los equipos estéreo son atronadores) inunda la vía pública, cuyas paredes están surcadas de pintadas de corte facha o anarko, con predominio de estas segundas. Vagad por la Plaza Bolamar y por las calles Valcaliente, San Esteban, Abadía, San Andrés, La Parra: os esperan Flip's, York, Hollidays, Sorpresa, Rayos, locales donde el pop-rock se combina con las estridencias del sonido bakalao, y que pese a su hermética apariencia exterior no son casa de lenocinio. En Tarkus, local anegado de neón verde y de generosas dimensiones, rebajan el precio del alcohol en épocas como la cuesta de enero. Muy cercanos, en la calle Caracol, hallaréis dos templos del bakalao, Bogumil y Cheli. Y mención especial merece por sus características singulares la Nueva Taberna (calle San Esteban), cuartel general del punk turolense: un local con la pinta desgarbada de este tipo de bares alternativos -van desapareciendo ya de nuestras ciudades- donde se reúnen quienes escriben caos con K, música atronadora (buen lugar para los amantes del rock radical vasco), litronas a cuatro libras y auténticos palmeros de whisky a sólo tres. Por cierto: en este local tuvimos la oportunidad de asistir al apocalíptico concierto del grupo local K.B.K.S. (Karrero Blanco Kampeón de Salto). En verdad encantador. Por los alrededores de la Nueva Taberna vemos varios carteles del grupo o asociación Alternativa Joven, compuesto por gente de Teruel que pretende realizar actividades sociales y culturales al margen de las iniciativas anquilosadas de la administración. Por si os interesa contactar con ellos, tienen su sede en la calle Temprado, ns13. Muy cerca de La Zona, pero fuera de su meollo, en la calle Muñoz Degrain, encontraréis Gravedad, un disco-pub instalado en una amplia lonja. Su interior semeja la nave de Alien y en él pueden escucharse ritmos diversos. En la misma calle está

300 / ARAGÓN Vértigo, en los bajos de un caserón restaurado, local de similar género que el anterior. Los bares de La Zona y adyacentes suelen cerrar hacia las cuatro de la madrugada al menos, oficialmente. Es común el permanecer en su interior a puerta cerrada y con menor volumen de música hasta las claritas del alba. Quienes van motorizados, optan a menudo por desplazarse a la cercana población de Celia para concluir la farra en la discoteca Nave, centro de los bailones comarcales. Pero aún hay más Recordaréis que al pergeñar la breve semblanza histórica de Teruel, al principio de estas páginas, mencionábamos la secular pendencia que enfrentaba a sus primitivos pobladores, losturboletas, contra los moradores del litoral valenciano, y cómo participaron en la destrucción de la plaza de Sagunto; después hacíamos referencia al papel desempeñado por Teruel durante la invasión catalano-aragonesa del reino taifa de Valencia, en el siglo XIII. Pues bien, parece ser que cierta querencia invasora impele aún a los turolenses hacia las tierras valencianas, aunque de naturaleza dispar a aquellas incursiones belicosas. Los fines de semana y épocas festivas, cuando la marcha turolense va marchitándose con la proximidad del amanecer, los más osados guerreros del bailoteo emigran a Valencia en busca de sus afamadas discotecas playeras, donde la jarana se prolonga día y noche a golpe de máquina.

ITINERARIO MONUMENTAL TUROLENSE La Escalinata. Será lo primero que encontréis si llegáis a Teruel en tren, pues comunica la terraza donde se encuentran la estación de RENFE y el Instituto Nacional de Bachillerato con el casco histórico de la ciudad. Se trata de una preciosa escalera de principios de siglo adornada con motivos mudejares en ladrillo rojo y azulejos; en su rellano principal, un relieve de grandes proporciones nos recuerda la triste historia de los amantes Diego e Isabel. Viaducto. Si por el contrario habéis elegido el bus como medio de transporte para llegar a Teruel, deberéis cruzarlo en

LA CIUDAD DE LOS AMANTES / 301 vuestro camino hacia el casco histórico. Inaugurado en 1929, salva una profunda barranca. Muy semejante al viaducto madrileño, fue una de las obras de la ingeniería civil española más importantes de la primera milad del siglo XX. Catedral. La antigua parroquia de Santa María de Mediavilla, reformada y ampliada a mediados del siglo XIII, aunque su condición de catedral le viene del siglo XVI. Del exterior cabe destacar su torre mudejar, cuyo remate apuntado pertenece a tiempos posteriores: el cuerpo de planta cuadrada fue levantado en el año 1257, siendo precursora del estilo mudejar en esta ciudad, utilizándose para su construcción sillar y ladrillo. En esta torre se aunan elementos arquitectónicos del románico con motivos claramente pertenecientes al arte musulmán. Si es vuestra intención -muy recomendable- entrar en el templo, os saludarán una serie de carteles colocados en las entradas, a más de indicaros que con la introducción de monedas de cien pesetas en distintos aparatitos recaudadores se encenderán potentes focos estratégicamente situados, que permiten la mejor contemplación de los tesoros artísticos del templo: también los curas se apuntan a la explotación monetaria del turismo. Prosigamos la visita: el interior es de tres naves, con arcos forneros de formas ojivales y un magnífico artesonado -se lo considera el más importante de España- que sustituye a la bóveda en la nave central. El artesonado representa escenas de la historia medieval turolense y puede examinarse con mayor precisión si ascendemos a la galería superior del templo, construida ex profeso para este menester, a la cual se accede por una lóbrega entrada señalizada junto al coro catedralicio. Y hablando de tallas, no menor es el interés del retablo mayor, que realizase en 1532 el escultor Gabriel Joli. Sobre el crucero se alza un cimborrio con bóveda estrellada -construido a imagen de las bóvedas de la mezquita de Córdoba- y chapiteles exteriores. Varias capillas encierran interesantes retablos y tablas de finales de la Edad Media; el baptisterio, por el contrario, fue construido en el siglo XVIII y sus muros recubiertos con azulejos que representan escenas de tema sacro. Algunas calles circundantes aparecen sucias y ruinosas. No son un buen marco para esta preciosa catedral mudéjar.

304 / ARAGÓN Ayuntamiento. A pocos pasos de la catedral, se trata de un edificio de fachada sobria y encalada levantado a mediados del pasado siglo. Dos murales interiores del pintor Agustín Alegre recuerdan una vez más la desgraciada historia de los amantes Diego e Isabel. Murallas. De las fortificaciones medievales subsisten algunos lienzos diseminados de muralla en torno al casco histórico y los torreones de Ambeles y Lombardera. Este segundo, situado frente al edificio del archivo provincial y junto al acueducto, tiene una losa escrita en latín que rememora la conquista de la ciudad por Alfonso II de Aragón. Acueducto de ¡os Arcos. Otra importante obra de ingeniería turolense, construida por el arquitecto francés Pierre de Vedel entre 1537 y 1558. Está formado por dos cuerpos de arquería y cumplía la doble función de suministrar agua a la ciudad y servir de puente, pues el Fuero de Teruel obligaba a que su arcada inferior estuviese abierta la tránsito de los viandantes. Iglesia de San Martín. La primera fábrica del templo data del año 1196, pero sufrió posteriores reformas en el siglo XVIII. Descolla su Impresionante torre mudejar, comenzada a construir en 1315, tal vez el más valioso y monumental-por sus proporciones- exponente de la arquitectura turolense. Es de planta cuadrada, erigida en ladrillo con remate almenado y está surcada por luminosos ornamentos: cenefas, azulejos en ajedrezado, estrellas de ocho puntas Tamaña construcción se sostiene, en un prodigio de pericia por parte de sus constructores, sobre un arco apuntado que hace las veces de portal de una estrecha calle empinada. Los cuerpos inferiores de la torre presentan ventanales abocinados de medio punto y arcos ciegos, que acentúan la gravidez de la fábrica. Frente a la torre de San Martín encontraréis la Casa de Cultura, edificio cuyas sobrias formas recuerdan la prestancia señorial de los alcázares castellanos. Este centro cuenta con biblioteca, hemeroteca, fonoteca y salón de actos, a más de albergar el Instituto de Estudios Turolenses. Iglesia de El Salvador. Este templo fue construido a finales del siglo XIII. Su fantástica torre es gemela a la de San Martín. La sostiene sobre la calle una bóveda de crucería

LA CIUDAD DE LOS AMANTES / 305 sencilla. La estructura exterior es prácticamente idéntica a la anterior, pero aparece ornada con más profusión. Una y otra nos recuerdan los alminares de la Al-Andalus. Iglesia de San Pedro. En este templo, enclavado sobre la antigua judería de la ciudad, se aprecian las huellas tanto del estilo gótico como del mudejar. Su torre es gemela al campanario catedralicio. De planta cuadrada y arco apuntado en su base, la adornan frisos de arcos de medio punto entrecruzados. Con ventanales abocinados en sus tramos inferiores, tales aberturas están enmarcadas por alfiz cuadrado. Debe mencionarse asimismo el ábside poligonal del templo, igualmente mudejar, con pequeñas torres octogonales exteriores. El interés de esta iglesia no radica solamente en sus bellezas arquitectónicas. A su vera puede visitarse el Mausoleo de los Amantes, donde éstos yacen enterrados. Y ya es hora de que abordemos la narración de este singular episodio de la historia de Teruel. Cuentan las crónicas que allá por el siglo XIII vivían en esta ciudad dos jóvenes de familia noble, amigos desde la más tierna infancia, en quienes el ocaso de la niñez había encendido la llama del más apasionado amor. Diego Martínez de Marciila e Isabel de Segura se llamaban aquellas almas marcadas por el sino trágico de la incomprensión familiar. Diego era hijo segundón, y no podía ofrecer a los padres de Isabel una dote suficiente a la calidad de su linaje. Dispuesto a todo para conseguir la mano de su amada, incluso a arrostrar los peligros de la guerra, Diego propone a Isabel la concesión de un lapso de espera de cinco años para consumar la unión: durante este tiempo marchará a combatir al infiel, así espera ganar fortuna y fama, en tanto ella aguarda su regreso. Pero si el plazo se cumple sin fruto, la joven no tendrá más remedio que casarse con el pretendiente impuesto por su progenitor. Pasan los años. Don Pedro Segura vive impaciente, presiona a su hija para que rompa su promesa sin conseguir doblegar la voluntad de la amante. Mas he ahí que la clepsidra de su compromiso acaba por agotarse. Cinco años han transcurrido sin noticias de Diego e Isabel debe doblegar su ánimo a la disposición familiar. Muy a su pesar contrae nupcias con un rico

306 / ARAGÓN heredero turolense y acata su forzoso papel de esposa, cuya hiél ni el lujo ni la consideración social pueden endulzar. Y a poco de casada deviene la tragedia. Diego regresa feliz de la guerra. Su arrojo le ha deparado honores y botín cuantioso; pero el tráfago de la contienda lo ha retrasado fatídicamente. Quién sabe si vuelve engañado, creyendo vanamente que el plazo de su dicha no ha concluido aún. Solo y anónimo, curtida la antigua apariencia de suave doncel en los fragores del combate, entra en su ciudad por la puerta de Ambeles. Acude al caserón familiar, donde no troba sino luto por el hijo que ya daban por muerto. Corre a buscar a Isabel: la funesta realidad lo golpea con ímpetu mayor al de las armas sarracenas sobre su lacerada cota de mallas. Vaga contristado por las calles, siente en propia carne la vanalidad de una joven vida consagrada a una meta excluyente de toda otra premisa, de todo otro placer. Porfía ante su amante, que no puede renunciar al vínculo sagrado recién contraído y resuelve alejarse por siempre de Teruel, no sin antes conseguir una cita secreta, la de su despedida de este mundo, con Isabel. Bajo la amparadora oscuridad de la noche mendigará a su amante la prenda de un beso, para luego perderse por siempre en los caminos de la tierra. Pero la honorable Isabel teme al pecado, y le niega ese postrer gesto de un amor aún palpitante en su corazón. Las insistencias de Diego no consiguen franquear la barrera del escrúpulo. Y es tanta la vehemencia del ruego, que el corazón dolorido del galán sucumbe a las angustias del despecho. Isabel contempla horrorizada el cadáver de su amado. Si le hubiera concedido ese beso, tal vez ¿Qué es mayor pecado, faltar a su decoro de esposa o denegar auxilio a un moribundo enfebrecido por los arrebatos de la pasión? El sentimiento de culpa y la añoranza del amante perdido se desbordan en catarata de sollozos y lamentos, que atraen la presencia del marido. Y se dispone que el cadáver sea portado hasta el portal de la casa de los Marcilla, para que el linaje del difunto se tiña de vergüenza. Don Martín de Marcilla dispone que su hijo sea enterrado en la iglesia de San Pedro. Buen cortejo de allegados acompaña

LA CIUDAD DE LOS AMANTES / 307 el féretro hasta el templo. Los presentes se percatarán de una figura femenina que asciende con paso cansino hacia la iglesia. La mujer abraza el cuerpo de Diego y retira los pliegues del sudario para besar el rostro lívido, quedando tendida sobre su cuerpo. Cuando acuden a separarlos descubren a Isabel exánime, muerta de amor. Si los hombres les negaron el tálamo nupcial, al menos se les concedió compartir su lecho da muerte. Los amantes fueron enterrados juntos, y actualmente cubre sus cuerpos un sepulcro tallado por el escultor Juan de Avalos Igtesia de la Merced. La engalana una torre de estilo mudejar, construida en el siglo XVI. En su interior guarda un retablo mayor de estilo plateresco. Convento de San Francisco. Fue construido según los cánones góticos entre 1391 y 1402. La iglesia conventual tiene una sola nave con bóveda de crucería y ábside poligonal. Museo de Teruel. A espaldas de la catedral y ubicado en el hermoso edificio de piedra de la Casa de la Comunidad, del siglo XVI, con galería superior adintelada. Conserva importantes hallazgos arqueológicos y muestra reproducciones de las pinturas rupestres de la provincia; siempre resulta interesante visitar su sección de artes populares, completa exposición de los atuendos, instrumentos, aperos, muebles y ornamentos típicos de la región. Plaza del Torico Este espacio urbano turolense bien puede considerarse emblemático de la ciudad. El centro de su irregular triángulo porticado lo ocupa una columna de orden dórico -o similar- rematada por la figura de un pequeño toro -de ahí el diminutivo-. La plaza es un importante centro comercial, con hermosos edificios modernistas restaurados (como por ejemplo el de la Caja Rural Provincial) y otros de reminiscencia neomudéjar. Plaza de San Juan. Es el centro administrativo de la ciudad; puede decirse que en su perímetro sólo falta el Ayuntamiento. Se parece a las plazas duras zaragozanas, con sus farolas esbeltas sobre bloques de mármol y la pirámide de hierro que se alza en uno de sus costados. Los porches con arcada le confieren aire de plaza mayor. Destaca entre sus construcciones

308 / ARAGÓN el edificio del Teatro Marín, neomudéjar, con balconada superior y galería arqueada, recubierio de piedra y rematado en ladrillo.

FIESTAS Y CERTÁMENES CULTURALES

La Vaquilla del Ángel. A principios del mes de julio, el domingo más próximo a la fiesta de San Cristóbal, las vaquillas corren libres por las calles de Teruel para regocijo de grandes y mayores y para alarde de los más osados. El toro ensogado es el favorito de los mozos de la ciudad. Fiesta del sermón de las Tortillas. Se celebra el martes de Pascua. La tradición invita en salir al campo de romería para comer la españolísima tortilla de patata, gloria donde las haya de la cocina carpetovetónica. Fiestas del jamón. Tienen lugar en el mes de septiembre. Se organizan grandes degustaciones de los mejores jamones de esta tierra. Imprescindible para los amantes de ese sublime animal que es el cerdo. Además de estos eventos lúdicos y de otros de cariz religioso, Teruel organiza anualmente una Semana Internacional del Folcklore (finales del verano), la Semana Internacional de Cine y Video y la Semana de Jazz, ambas en el mes de diciembre.

SOUVENIRS DE TERUEL

La cerámica de Teruel. La tradición alfarera y ceramista de esta ciudad se remonta a los siglos XII y XIII. Los alfares turolenses de la Edad Media seguían técnicas características del mundo musulmán; de su producción destacaban los vidriados estañíferos. La originalidad de los modelos primeros fue perdiéndose a medida que se imitaban las creaciones de los ceramistas valencianos de Paterna y Manises (siglos XIV y XV). A esta

LA CIUDAD DE LOS AMANTES / 309 influencia sucedió la de los modelos de la cerámica castellana (Talavera, Puente del Arzobispo) y catalana. Los tonos verdes de antaño fueron remplazados por la ornamentación en azul esponjado, siendo la loza el material básico de trabajo. Los artesanos de hoy en día pretenden imitar los motivos prístinos de la cerámica mudejar, recurren nuevamente a los tonos verdes e ilustran sus creaciones con imágenes que parecen extraídas de los chronicones y miniaturas medievales. Podréis adquirir estas piezas en Artesanía La Catedral (Joaquín Costa, 4), Domingo P'mter (Pza. Catedral; ofrece también piezas de artesanía oriental y souvenirs de la región), Almutazaf (Los Amantes, 37) y Recuerdos Mudéjares (en la calle de Santa María; además de cerámicas, vende curiosas reproducciones en arcilla de monumentos mudejares turolenses). Regalos Nilo. El Salvador, 15. Si os agradan los artículos y tejidos orientales, aquí encontraréis pendientes, pulseras, alfombras, bandejas labradas, teteras... todo del mundo árabe. Embutidos típicos de la región curados según procedimientos naturales y artesanos (así lo leemos en su fachada) y a precios muy asequibles se ofrecen en Jamón de Teruel (Joaquín Costa, 29), tienda de aspecto rústico y contenido exquisito. Muy cerca, en la Plaza del Torico n-5, Jamones Lapuente llama nuestra atención con el anuncio de insólitos embutidos como el jamón y el chorizo de ciervo y jabalí y el jamón de pato, además de las tradicionales madejas y cecina; en cuanto a productos de la mar, extiende su oferta al congrio seco, las sardinas de Cuba y el bacalao de Inglaterra. Mármoles Ortiz. San Miguel, 2. Leemos: "Especialidad en mesas de altar". Por si tenéis alguna capilla privada que amueblar... Calzados Marín. Plaza del Torico, 8. Zapato de montaña, ideal para patear las bellas sierras turolenses, a muy buen precio. Trajes Regionales. Plaza del Torico, 25. A alguno le hará gracia llevarse un atuendo completo de baturro. Librería Universitaria. Joaquín Costa, 1. Libros de texto y técnicos.

310/ARAGÓN

AL SUR DE LA CAPITAL: LA SIERRA DE JAVALAMBRE Este macizo montañoso, fronterizo con tierras castellonenses, alcanza los 2020 metros de altitud y encierra habitáis de gran valor paisajístico y ecológico -no en vano nace en ella el río Paraíso-. Entre los densos pinares y las arboledas de robles y arces corren arroyos de aguas clarísimas poblados de truchas, a cuyos márgenes bajan a beber los jabalíes durante la noche. Animal que por su abundancia ocupa lugar privilegiado en el recetario culinario de los pueblos de estas latitudes turolenses: los lugareños lo despellejarán recién cazado para luego introducirlo íntegro, con su cuero, en un tonel de vino durante dos días con sus noches, suavizando así el fuerte sabor de su carne. Por cierto, una advertencia para el viajero: las primeras nieves suelen llegar en el mes de octubre. Valles y muelas (pequeñas mesetas) se alternan en esta serranía apenas poblada por el hombre. Parajes como la fuente Gavilán, la sima del Paul o el barranco de las Fuentes, próximos a Manzanera; y las balsas y el cerro Cavero, en Arcos de Salinas, ofrecen posibilidades casi ilimitadas a los trotamundos practicantes del excursionismo. A su disposición tienen el sendero G.R.8, bien señalizado, que los conducirá a las más interesantes panorámicas de la zona. Los establecimientos hoteleros más cercanos se encuentran en Alfambra (Fonda Pérez, comida y cama baratísimas) y Manzanera {Hostal Javalambre, también muy asequible). En Arcos de Salinas disponéis de una vivienda de turismo rural (c/ Tejería, 19) abierta todo el año.

ALBARRACIN Y SU SIERRA

Las alturas de esta comarca agreste del sudoeste turolense, que alcanzan los 1900 metros, son cuna de cinco ríos: Tajo, Guadalaviar, Cuervo, Gabriel y Júcar. Los elevados índices pl jviométricos de la comarca alimentan sus caudales y propician la abundancia de manantiales y arroyos que el excursionista encuentra en su camino. Si el paisaje del llano turolense se resiente en su aridez de la parvedad de lluvias, otro tanto sucede aquí con las temperaturas extremas que convierten las anfractuosidades de esta comarca en páramos helados. No es raro que las primeras nevadas se registren en el mes de octubre, dificultando los accesos a la zona. Pero las condiciones inhóspitas para el ser humano favorecen la proliferación de especies animales características de parajes montañosos, como el jabalí, el ciervo, la ardilla, la liebre y la perdiz. Un gozo auténtico para los aficionados a la caza y para los estudiosos de la fauna y la naturaleza. Entre sus riscos y pinares se oculta buen número de yacimientos arqueológicos, principalmente por lo que se refiere a pinturas rupestres, prueba fehaciente de que estas tierras fueron pobladas ya en épocas remotas pese a su carácter agreste. Y su capital, Albarracín, está considerada el más importante conjunto histórico-artístico de Aragón. Vayamos con ella.

ALBARRACÍN Le viene su nombre de la dinastía musulmana BanuRazín, soberanos que vinieron a cambiar el primitivo nombre cristiano de Santa María de Oriente. Un guerrero navarro, Pedro Ruiz de Azagra, iba a apoderarse de esta taifa en el siglo XII para convertirla en base de sus incursiones de salteador de

312 / ARAGÓN caminos: el favor de los reyes navarros lo mantuvo al frente de la ciudad, que debió disfrutar de un curioso y poco preciso régimen de autonomía con respecto a las monarquías cristianas vecinas. Pedro IV de Aragón la incorporó a sus dominios en el siglo XIII y su sucesor Juan II le concedió el título de ciudad. Albarracin encarama sobre un cerro caprichoso -¡cómo si no habría de ser en este paisaje donde la linea recta es mera ensoñación, puro desvarío del hombre urbano!- la frontera de sus murallas, ondulantes como la marea sobre los accidentes de la pendiente. Los tejados ocres se escalonan en la ladera; gruesos contrafuertes de piedra sostienen algunas casonas sobre el vano de las barrancas. Contemplada desde la carretera, o desde la margen del río Guadalaviar -que la abraza con su herradura de agua- semeja un bloque homogéneo, sin esas fisuras necesarias que son las calles; y a fe que el grosor de éstas resulta mínimo; hasta el punto de que bien podría denominarse a Albarracin la ciudad de la penumbra, porque sus rincones se guardan mucho de los rayos solares con la colaboración inestimable de los voladizos, que casi tapian el cielo. Y a falta de nubes que contemplar, vuelve la vista el viajero hacia la señorial prestancia de la piedra y en ella reconoce la adustez -humilde, pero orgullosa- de estas gentes del confín de Aragón.

Hoteles Caro Hotel Albarracin***. Azagra, s/n. Tf. 710011. Su confortabilidad no es óbice para que los precios resulten un tanto desproporcionados con la categoría oficial del establecimiento. Pero la belleza del edificio renacentista que lo alberga puede compensar con creces -cuando menos a los más esteticistas- este desfase de los precios. Apartotel El Recreo** Bernardo Zapater, 2. Tf. 710243. Hotel Residencia Arabia**. Bernardo Zapater, 2. Tf. 710212. Podríamos decir lo mismo que del primer establecimiento citado.

ALBARRACÍN/313 Hotel Residencia Santo Cristo** Camino del Cristo, 2. Tf. 700301. Habitaciones cómodas, bien equipadas. Otra opción es la vivienda de turismo rural de la calle Palacios, n s 1, tf. 601474. Pensión completa por 6000 ptas. al día en una vivienda típica de Albarracín. Medio-barato Los hostales Montes Universales* (Ctra. Valdedecar, tf. 710158), Olimpia*(Barrio San Antonio, 8; tf. 710083) y El Gallo* (Los Puentes, 1; tf. 710032) son limpios y confortables. Hay gran diferencia entre los precios de las habitaciones dobles con baño, que oscilan en torno a las 3500-4500 ptas. (según temporada) y las piezas con lavabo del último establecimiento, que rondan las 1500 ptas. Camping Ciudad de Albarracín. Camino de Gea, 972. Tf. 710197. Restaurantes Los restaurantes Rincón del Chorro, Eí Portal y Los Olmos son los de mayor categoría de Albarracín. A precios razonables podréis comer buenas magras de cerdo, estupendas setas -tienen fama las de estas tierras- y guisos tradicionales de Aragón. No más de 1000 ptas. debe costaras una comida en los hostales El Gallo y Olimpia. Se trata de una buena opción para los bolsillos más modestos que deseen comer caliente y casero. Atención a las migas con uva, las truchas fritas y el conejo a la pastora. Bodegón Tener. Azagra, 2. El Recreo. Bernardo Zapater, 2. Visitar Albarracín El casco urbano al completo de Albarracín es nuestro objeto de admiración. Las murallas, cuyos tramos más antiguos

314 /ARAGÓN datan del año mil, saldrán primero a nuestro paso presididas por la torre de La Engarrada y e\ castillo -sus restos- de Et Andador, supervivientes del magnífico sistema defensivo medieval, que en sus mejores tiempos contó con tres fortalezas: la de Doña Blanca, la de El Señorío y el mencionado Andador. Accederemos al interior de la ciudad por el Portal de Molina, o si lo prelerís por el Portal del Agua, que custodian las moles cúbicas de sendas torres defensivas. Alcanzada la Plaza Mayor, oblonga e irregular, domirada por las balcones corridos de las casonas; fijaos en el Ayuntamiento renacentista, en la urdimbre de callejuelas tortuosas que la circundan y sus mansiones señoriales barrocas (las de los Navarro de Arzuriaga, Monterde, Antillón, Dolz de Espejo...), cuyas puertas lucen caprichosas aldabas y que aparecen coronadas con voladizo y galería. Perdiéndoos en el entramado urbano hallaréis la Catedral gótica, que parecen guardar las casas colgantes; el templo fue erigido a instancias del obispo don Martín y reformado en el siglo XVI sobre la primitiva obra del siglo XIII. El Palacio Episcopal, posteriormente adosado al templo, es de estilo barroco. Sin olvidarnos de la iglesia de Santa María, el edificio más antiguo de la ciudad, construido como templo cristiano por los mozárabes -subditos cristianos del poder musulmán-; reconstruida en el siglo XVI por el arquitecto Pierres Vedel, consta de nave única y capillas entre los contrafuertes del muro, y pertenece al estilo gótico tardío al igual que la iglesia de Santiago, de rico interior. El catálogo de monumentos religiosos debe incluir también el convento barroco de Los Escolapios, el monasterio dominicano de San Bruno y San Esteban (siglo XVI) y la ermita del Cristo de la Vega (siglo XVII). Si os gusta escudriñar en la sima de los tiempos, Albarracín cuenta en su término municipal con varios exponentes del arte rupestre. Series de figuras de animales (algunas tienen varios metros de longitud) han sido descubiertas en los parajes Fuente del Cabrerizo, Prado del Navazo, Cocinilla del Obispo, Callejones Cerrados, La Losilla, Cueva de Doña Clotilde y otros. Todo un festón de primitiva pericia pictórica que nos hace recordar aquella sentencia del gran Joan Miró: "El arte está en decadencia desde la época de las cavernas"...

ALBARRACÍN/315 Una tradición: los Mayos de Albarracín Mayo es el mes de María en ia tradición cristiana. Mes que trae la gran eclosión primaveral -símbolo de la vida que resurge tras el lato paréntesis del invierno- personificada por la madre de la divinidad. Los Mayos son canciones de corte piadoso, seguramente sacralizaclones de antiguos cantos profanos que glosaban las alegrías de la juventud y la feracidad de la naturaleza; ensalzan las bondades de la Virgen y en ellos se recogen las particularidades del castellano de esta región aragonesa. Algunos filólogos y estudiosos han creido encontrar en una de las cantigas de Alfonso X el Sabio un precedente culto de esta manifestación lírica popular. La interpretación ritual de los Mayos tiene lugar el día 30 de abril. Alrededores Dos monumentos góticos conserva el pueblo de Valcuenca, la ermita de San Roque y la iglesia de San Nicolás. Ambos fueron erigidos en el siglo XVI. En Jabaloyas, a los pies de la Sierra de Javalón, encontraréis otro pequeño conjunto monumental, similar al de Albarracín por la estructura de su casco urbano. Entre las casonas apiñadas destaca la iglesia parroquial de La Asunción, que alzaron entre los siglos XV y XVI con bóveda de crucería y torre defensiva. La Plaza Mayor conserva un conjunto homogéneo de casas señoriales y no debe abandonarse la visita sin contemplar la mestiza ermita de la Virgen de los Dolores, donde los estilos gótico y mudéjar, tantas veces hermanados en tierra turolense, fueron requeridos por sus constructores del siglo XVII. Las pinturas rupestres de Tormón están emparentadas con las culturas paleolíticas que sembraron de estos peculiares graffitis el Levante español (caracterizados por su esquematismo y sencillez cromática). En el paraje conocido como Cerrada del Tío José se descubrió en 1924 la figura de un toro en actitud de embestida, grabada sobre la piedra en tonos rojos y castaños; muy cerca, en la Ceja de Piezarrodilla, otro toro quedó pintado para la posteridad con gruesos trazos negros; pero la muestra

316/ARAGÓN principal de arte rupestre del lugar está en el barranco de las Oiivanas, conjunto de figuras humanas y animales que ha despertado la atención de los estudiosos tanto por su composición como por los materiales que aquellos primitivos tormonenses emplearon para la elaboración de los colores. Restos de un pasado no tan remoto pueden hallarse asimismo en Calomarde: adheridos al ábside de su iglesia parroquial de San Pedro Apóstol son fácilmente observables los restos de un sepulcro romano; vecina al templo hay una vivienda de turismo rural (c/lglesia, s/n; tf. 715024). Frondosos pinares rodean esta población de los Montes Universales, al igual que a su vecina Frías de Albarracín en cuyo término, casi a 1500 metros de altura, mana una de las fuentes del Tajo. Si deseáis hacer parada y fonda en este paraje virgen de la geografía turolense, hospedaos en el Hostal Frías* (Egido, 4; tf. 715072), aprovechando lo económico de sus precios. Tampoco resulta excesiva la tarifa de la vivienda de turismo rural de la Ctra. Teruel, n°2 (alrededor de 3000 ptas. diarias la habitador doble). Orihuela del Tremedal tiene cierto aire mediterráneo, se lo confieren sus casas de muros alegremente encalados. Se asienta sobre un desnivel -para variar- y tiene por centro la iglesia parroquial del siglo XVIII, dedicada a San Millán. Posee además un interesante conjunto renacentista, cuyas estrellas son el Ayuntamiento y la Casa de los Franco Pérez de Liria (observad el enrejado exterior de los ventanales). De la obra gótica del Santuario de Nuestra Señora del Tremedal nada queda, aunque conservemos la imagen de la patraña, labrada en el siglo XIV. Esta villa apenas habitada en invierno se puebla de veraneantes en los meses estivales. Podréis degustar los guisos de la comarca y el popularísimo chilindrón en el restaurante La Sierra (Plaza de José Antonio, 7; 1f. 714029), donde también es posible pernoctar por poco dinero. El Hostal Los Pinares* (Ctra. Caude-Albarracín, km. 38; tf. 714251) resulta más caro (circa 5000 ptas. la habitación doble) pero igualmente más confortable. Otra población de veraneantes es Bronchales, población cuya economía depende en buena medida de los vastos pinares

ALBARRACIN/317 de sus cercanías. No hay duda de que el lugar solazará a los trotamundos de temperamento sosegado, aficionados a las caminatas montaraces. Si elegís esta población como escala de vuestro periplo, el Hotel Ballester** (Joaquín Ballester, s/n; tf. 714129) y el Hostal Suiza (Rafael Bea, 12) ofrecen habitaciones dobles con baño a precios interesantes. Más barata es la Pensión Isabel (Dr. Palmeiro, 14; 1f. 714157), pero no tanto si nos atenemos a comparaciones de equipamiento y comodidad Un fin de semana en la vivienda de turismo rural de la calle San Roque, 12 puede costar en torno a las 7000 ptas. la habitación doble, una oferta nada desdeñable. Para quienes lo prefieran existe un área de acampada en las inmediaciones del pueblo, junto a la carretera de Albarracín. Y cerramos este recorrido por la Serranía de Albarracín con la visita a Celia. Esta población cuenta con la mayor fuente artesiana del mundo -así lo afirman en el pueblo-. La paz cotidiana del lugar suele truncarse las noches de fin de semana en tomo a la Discoteca Nave, lugar idóneo para sufrir un estallido de tímpanos bajo los efectos del más estruendoso sonido máquina.

ALTO MAESTRAZGO

Tierra de valles profundas y gargantas de vértigo, su solo nombre evoca mil y una peripecias de contrabandistas, bandoleros y guerrillas que hicieron de sus escarpaduras bastión inexpugnable a lo largo de los siglos. Así fue llamada porque a ella vinieron a establecerse los caballeros de la orden militar de Montesa y San Jorge de Alfama, fundada el año 1319 y cuya misión era la lucha contra bandoleros y corsarios musulmanes. Estas latitudes remotas del oriente turolense, caracterizadas por su aridez y temperaturas extremas, que alcanzan los 1900 metros de altitud en la Sierra del Rayo, cobijan pequeñas poblaciones que antaño tuvieron la misión de proteger los caminos entre los reinos de Aragón y Valencia. El secular aislamiento ha preservado auténticas joyas arquitectónicas medievales, como el conjunto de Mirambel Y acaso fuese este mismo ostracismo geográfico, propicio a los comportamientos conservadores y reacio ante cualquier atisbo de transformación social, la razón de que el Maestrazgo se sumase entusiásticamente a la causa del pretendiente Carlos María Isidro en los inicios de la cuestión carlista, allá por el año 1833. Por estas serranías cabalgaron los audaces -y cruelesguerrilleros del general Cabrera, el tigre del Maestrazgo. En defensa de la cuasi-sacrosanta causa de don Carlos cometió este personaje montaraz buen número de atrocidades; también sufrió en propia carne el fuego de la crueldad, pues su madre murió fusilada a manos de los liberales por el sólo hecho de haberlo engendrado. Tristes episodios de una contienda que la literatura ha idealizado como la última guerra romántica. Para fortuna del trotamundos los tiempos se han sosegado. Del pasado guerrero apenas queda el recuerdo idealizado. Que nadie busque aventuras montaraces en el Alto Maestrazgo; es decir, aventuras que vayan más allá de la práctica de los deportes de montaña, el excursionismo, la caza mayor y pesca... lo

320 / ARAGÓN que no es poco, pues un gran espacio natural, que a sus encantos intrínsecos auna las obras de los hombres de otra época, todas ellas en intima simbiosis con el marco físico, aguarda al visitante para ser descubierto.

MIRAMBEL El Premio Europa Nostra concedido a esta villa el año 1981 deja bien a las claras el valor histórico y monumental atesorado por una población que apenas alcanzó los 167 habitantes en el último censo. La armonía de su casco pétreo, completamente cercado por murallas y en su práctica totalidad cerrado -por fortuna- al tráfico rodado, sobrecoge al visitante y nutre en su ánimo cierta inclinación al temporal aislamiento, a ese ocio ilustrado que fomentan la bucólica paz del lugar y los incentivos estéticos del conjunto urbano. Para comer y dormir Por poco dinero se puede comer y pernoctar en un edificio típico de Mirambel, la Fonda Guimera (c/Agustín Pastor, 28; tf. 178269). La carta del establecimiento ofrece los más suculentos platos de la gastronomía del Maestrazgo, basados en las carnes curadas y la caza mayor. La huella del pasado Murallas. La verdad es que no parecen muy sólidas, pero constituyen el contorno ideal para un conjunto tan homogéneo como el de Mirambel. Tienen aspecto de muralla pobre, compuesta de pequeños sillares irregulares. La erizan cinco torres y está abierta por igual número de portales, que son los de Las Monjas, San Roque, San Valero, El Estudio y Las Monjas (este último es el único accesible a la circulación rodada). Iglesia Parroquial de Santa Margarita. Fue construida en el año 1679, sobre una terraza arbolada que enseñorea la muralla. Su campanario está adosado al cinturón defensivo de la

ALTO MAESTRAZGO / 321 villa. Los contrafuertes exteriores acentúan la gravedad del sobrio edificio, cuyo peso parece excesivo para la aparente precariedad de su basamento. Convento de las Agustinas. Se alza junto al Portal de las Monjas. Su sacristía gótica sirve de base a una torre circular coronada por chapitel de tejas, de periclitado cariz defensivo. Construcciones civiles. Además del Ayuntamiento renacentista, edificio exteriormente adusto, observad las mansiones señoriales construidas en piedra, con grandes aleros y balconadas clausuradas por celosías de madera labrada. Destacan por su prestancia las casonas de las familias Zurita, La Sota, Julianes, Aliaga, Castellot, Villarroya y Costeras. Una tradición: la Sanantonada Rememorando las famosas tentaciones del ermitaño San Antonio Abad -a quien de seguro no hubieran disgustado para sus meditaciones estas latitudes turolenses-, patrón de los animales domésticos, los vecinos de Mirambel celebran en el mes de enero la popular Sanantonada, representación teatral que narra episodios de la vida del santo y cuyo origen se remonta varios siglos atrás, hasta entroncar con la tradición medieval de los autos sacramentales. El queso de Tronchón En el vecino pueblo de Tronchón, cuyo censo apenas alcanza los doscientos vecinos, se elabora un sabroso queso artesanal con leche de oveja, de suave sabor (atribuido a la peculiaridad de los pastos de la zona) y curiosa forma de hogaza. Este queso gozó de fama reconocida: Cervantes lo menciona en el capítulo LXVI del Quijote, Luis XVI y María Antonieta lo honraron con su predilección, fue galardonado en la Exposición Hispano-Francesa de 1908. La comercialización del producto se había perdido hace unos cuantos lustros; su fabricación quedó circunscrita a las mujeres de las masadas (haciendas y casas campesinas) de los alrededores del pueblo y era posible adquirirlo en fechas festivas (13 de junio, día de San Antonio de

322 / ARAGÓN Pádua), en una tradicional subasta para recaudar fondos para los gastos de la festividad local. La tradición festiva continúa, pero hoy en día tenemos oportunidad de comprarlo en cualquier fecha del año en Queseros Artesanos de Tronchen, c/Hondonera n g 1.

CANTAVIEJA

A esta villa amurallada se la ha llamado Nido de águilas por hallarse encaramada en las alturas de la sierra, en la zona más abrupta del Maestrazgo, y su historia aparece repleta de hechos de armas. En esta plaza se hicieron fuertes los caballeros templarios contra las mesnadas del rey Juan II de Aragón, cuando éste dictó la disolución de la orden en sus dominios. Siglos más tarde alojaría los cuarteles de invierno del general Cabrera; desde aquí resistió con éxito durante varios años las incursiones de tropas regulares más numerosas y mejor entrenadas que sus partidas de paisanos, cuya superioridad militar estribaba en la absoluta comunión con el terreno que pisaban. Cabrera enseñoreó las rutas de tránsito entre Aragón y Levante, permitiéndose incluso arriesgadas expediciones contra la vega del Ebro y las tierras levantinas en los momentos de máximo apogeo de su poder militar. Por fortuna las guerras y avatares respetaron su conjunto monumental, uno de los más homogéneos del gótico aragonés.

Reposo de caminantes.... Hotel Balfagón Alto Maestrazgo**. Avda. Maestrazgo, 20. Tf. 185076. Asequible para cualquier bolsillo medio y muy recomendable por lo económico de sus precios, dada la categoría del establecimiento. Fonda Julián. García Valiño, 2. Tf. 185005. Tan sencilla como digna. Baratísima.

ALTO MAESTRAZGO / 323 ...y refugio de hambrientos En la Fonda Julián podréis comer un menú casero a muy buen precio. Para paladares más caprichosos, el restaurante Buj, en la Avda. Maestrazgo, 6, tf. 185033. Monumentos Ayuntamiento. Edificio del siglo XIII, construido en sillar sobre un soportal de arcos de medio punto. Luce el escudo de ia villa y balconadas con delicados parteluces. En su cimera pueden observarse, bajo el alero, troneras que en otro tiempo debieron servir para lanzar dardos contra posibles asaltantes. El conjunto de la plaza es magnífico, con los tres laterales restantes flanqueados por arcos ojivales. Iglesia Parroquial de la Asunción. Fue edificada en el siglo XVII. Es de considerables proporciones, con giróla y coro en su nave central. Cuenta con una puerta-campanario rematada por un cuerpo octogonal y porche lateral. Iglesia de San Miguel. Iglesia que fue de la orden del Temple, construida según el estilo gótico. Casa Bayle. En esta mansión residió el impetuoso general Cabrera. Fiestas El 19 de enero, festividad de San Lamberto, se celebra la Fiesta de los Mozos, en la que los quintos del pueblo prueban su valor toreando una res brava. Alrededores La Iglesuela del Cid, villa murada que otea el vano de una profunda barranca, rememora las andanzas de Rodrigo Díaz de Vivar por estas tierras turolenses, cuando iba camino de Valencia. Penetramos en el pueblo por la bella Puerta de San Pablo, que sustenta la Casa Guijarro (edificio con interesantes celosías de madera caprichosamente labrada). El casco urbano conserva interesantes muestras de la arquitectura gótico-renacentista,

324 / ARAGÓN como la Iglesia de la Purificación, del siglo XVI y el Ayuntamiento, antigua casa de la orden templaria, con su esbelta torre del exconjurado o el Nublos. Cerca de la mencionada puerta de San Pablo contemplamos las mansiones de los Aliaga Malutano-Daudén, Daudén, Matutano, Santa Paz y Guijarro, antiguos linajes de la comarca. En la Ermita de ¡a Virgen del Cid, edificada en 1546 y objeto de reciente restauración, podréis contemplar inscripciones romanas e iberas en sus muros exteriores; el interior guarda asimismo un grabado celtíbero. Para hacer noche y tomar un merecido condumio podéis dirigiros al Hostal Casa Amada (Fuente Nueva, 10), establecimiento tan simpático como económico. Funciona una vivienda de turismo rural a muy b jen precio en la Calle Mayor, 36 (de enero a marzo y de julio a septiembre). Otra posibilidad es la Fonda Ibáñez (FuenXenueva, 7). Mosqueruela ofrece otro interesante conjunto históricoartístico, a más de su bella ubicación entre las sierras de Mayabona y del Rayo, al pie del puerto homónimo (que alcanza los 1475 m. de altitud). Su muralla conserva bastones cilindricos; del interior del recinto murado cabría destacar la Iglesia de la Asunción con su portal gótico, el Palacio del Rey Don Jaime y el Hospital, así como la Calle de los Ricos Hombres, cuya denominación hace referencia a las familias nobiliarias que moraban en esta arteria urbana. El pasado esplendor de estos linajes ha legado a la posteridad hermosos caserones de los siglos XVI y XVIII, con los habituales voladizos y galerías de la arquitectura civil de esta región. En Mosqueruela funcionan tres fondas: Zarzón Montenieve (Venta del Aire, s/n; con discoteca anexa para deleite de los más marchosos), Alcón (Mayor, 12) y El Portal (Mayor, 9), todas pulcras y económicas, donde podréis comer guisos caseros y reposar las fatigas de vuestro trotamundear. También hay una vivienda de turismo rural, en la Cuesta Casica, s/n; tf. 805130.

VILLARLUENGO Extenso para sus escasos habitantes (no llegan a doscientos cincuenta), su masa encalada parece adherida artificial-

ALTO MAESTRAZGO / 325 mente sobre las terrazas de la ladera en que se asienta, mirador privilegiado que hará las delicias de los aficionados a ¡a fotografía y las vastas panorámicas. Parada y fonda Hostal La Trucha*". Las Fábricas, s/n. Tf. 773008. Este curioso edificio fue antaño la primera fábrica de papel continuo del todo el Estado español. Sus precios son tan caros como el papel, incluso más. Un tanto exagerados, cabría objetar. Fonda Najer. No tiene habitaciones con baño, de modo que hay que elegir entre la carestía del primero o la humildad de este segundo. Comidas caseras económicas. Está en la Plaza de Carlos Castell, 1. Tf. 773014. Vivienda de Turismo Rural. C/La Fuente, 22. Tf. 773018. Alquiler mensual de apartamentos. Visita cultural Ayuntamiento. Edificio renacentista, construido en piedra el año 1590 por Francisco Gomba, con soportal inferior. Para las puertas y ventanas se empleó madera de pino. El Vado. Se sitúa la construcción de este puente en la época romana, no sabemos si con excesiva rotundidad. Fortificaciones. Tres torreones se conservan de las antiguas fortificaciones aledañas a la villa. Son los de El Santo, Piquer y Mas de Gorgue. Convento del Monte Santo. Cuenta la tradición que en este paraje la Virgen se apareció a un pastor. La construcción data del año 1540. Iglesia Parroquial. Un monumento reciente, edificado en la segunda mitad del pasado siglo por el arquitecto Fabregat y Segura. Guarda la imagen de la Virgen del Monte Santo en el interior de un templete barroco. Fiestas y tradiciones Las Albadas de San Juan. Los habitantes de Villarluengo saludan el solsticio de verano con el canto de las albadas,

326 / ARAGÓN composiciones líricas populares interpretadas al amanecer del día de San Juan. En esta misma fecha se ejecuta el tradicional baile del Reinado. Romería de San Pedro de la Roqueta. En esta fiesta lucen los trajes típicos de la comarca, el domingo más próximo al 25 de abril. Escalada y fortificaciones En las cercanías del vecino pueblo de Montoro de Mezquita se yerguen los órganos de Montoro, macizo rocoso modelado por la erosión del aire con forma de estalagmitas que recuerdan los tubos de un órgano y ocultan tras sus relieves un valle estrecho y profundo, al que se llega cruzando el puente de El Vado. Buena ocasión para que los aficionados a la escalada ejerciten sus músculos. De la villa de Aliaga, importante población en la Edad Media, mencionaremos su castillo -que dicen perteneció al Cidy la calle mayor con soportales arqueados.

SIERRA DE GUDAR

Las alturas de Gúdar compiten en anfractuosidad con sus hermanas del Alto Maestrazgo. Desde las vegas de los ríos Mora y Mijares, 900 metros sobre el nivel del mar, se alza hasta los 2024 de las montañas de Peñarroya;, el puerto más alto de la Península Ibérica, Puerto Linares, lo hallaremos en esta cadena abrupta flanqueado por profundos tajos. Nuestros trotamundos presumirán ya, a la vista de tamañas alturas, que la comarca es fría y lluviosa. Nada más cierto: los rigores de su climatología agostan prácticamente todo cultivo, pero a cambio son generosos en pastos para la ganadería, sobre iodo ovina. Tampoco escasean laszonas forestales, que mantienen la actividad maderera secular -industrial y artesana- de las escasas poblaciones vecinas -apenas una quincena de pueblos en toda la sierra-, además de haberse convertido en símbolos de la magnificencia de la naturaleza: antaño, en época de fiestas, los hombres subían al monte para cortar el pino más alto y robusto, luego colocado en el centro de la plaza del pueblo para presidir los festejos a modo de gran tótem. Estos mismos bosques albergan Importantes reservas cinegéticas, con poblaciones numerosas de ciervos y jabalíes que constituyen la mayor fuente de aportación proteínica de los vecinos de Gúdar. Las vías de acceso más usuales a Gúdar son la carretera N-243 (Valencia-Teruel) y la C-232 (Castellón-Teruel).

MANZANERA Se tiene constancia de la existencia de núcleos de población vecinos a esta villa ya en la época paleolítica; distintos yacimientos arqueológicos iberos y el hallazgo de una lápida y monedas romanas completan las más ancianas nociones sobre el pasado de Manzanera De la dominación musulmana, a falla

328 / ARAGÓN de monumentos, nos resta el peculiar trazado de las calles del pueblo que conquistase Pedro II de Aragón el año 1202. Las murallas medievales, que le conferían rango de plaza fuerte, fueron debidamente reforzadas por las tropas del general Cabrera, cuyos esfuerzos combativos no bastaron para repeler a los soldados del general Hoyos. Este militar del bando isabelino tomó la villa tras asediarla durante varios días, y en premio a su triunfo recibiría el título de Marqués de Manzanera. Manzanera iba a sufrir en propia carne los desastres de la guerra del 36, cuando la evolución del frente de Teruel la situó en el ojo del huracán bélico durante nueve terribles meses. Hoy que los tiempos son calmos y el fantasma de aquella contienda consiste apenas -tal vez para mal- en un recuerdo impreso en la mente de los más viejos, numerosas personas acuden a la villa para beneficiarse de las bondades de sus manantiales termales -adecuados para el tratamiento de afecciones del aparato digestivo, reumáticas, circulatorias, hepáticas y dérmicas: lo más parecido a la panacea de los médicos medievales- y de las bellezas naturales de su contorno. Alojamientos Hotel Balneario El Paraíso**. Ctra. Abejuela, km. 2. Tf. 781818. Las instalaciones y servicios son buenos, pero los precios resultan caros. Así suele ocurrir con los balnearios en general. Hostal Javalambre*. Tomás Ariño, 112. Tf. 780303. Más económico, pero también más sencillo. En Barrio Los Cerezos, s/n funcionan dos viviendas de turismo rural (mayo-octubre), una opción interesante para quienes deseen residir temporalmente en casas típicas de la comarca.

Cocina de la tierra Restaurante Manzanera. Tomás María Ariño, 112. Tf. 781808.

SIERRA DE GÚDAR/ 329 Restaurante Duque de Calabria. Eras Arriba, 3. Tf. 781821.

Portales, templos, museo Portal de Arriba. Era la entrada principal de las antiguas murallas. La construcción es del siglo XIV, aunque hubo necesidad de restaurarlo hace pocos años. Portal de Abajo. Su anverso, de posterior factura (siglo XV). Declarado Monumento Histórico Nacional. Iglesia de El Salvador Construyeron esta obra renacentista de trazas góticas entre los siglos XVI y XVII. Despierta la curiosidad su campanario almenado de base cuadrada, cuya planta recuerda las torres mudejares (claro está que la fábrica de piedra y la ausencia de ornamentos ceramísticos despejan toda duda sobre el asunto). Ermita del Oreto. También del siglo XVI, una reja clausura la sobria fachada de esta pequeña edificación. Museo Etnográfico Municipal. No es común que una población de apenas quinientas almas albergue un museo, por minúsculo que este sea. He aquí uno de los pocos casos en que tal caso se verifica. Además de contener restos arqueológicos iberos hallados en el término de ia villa y buen número de fósiles, cabe elogiar las piezas de cerámica turolense y levantina expuestas al público. Contemplando los distintos utensilios domésticos de la muestra nos hacemos una idea lejana de los menesteres caseros de nuestros abuelos.

Una excursión Mosqueruela y su vecina Abejuela están comunicadas por un sendero practicable a pie o en bicicleta, una excursión de bellas vistas y longitud aceptable para quienes no destaquen precisamente por sus condiciones atléticas, pero colmada de repechos pues bordea la sierra de Javalambre.

330 / ARAGÓN

MORA DE RUBIELOS A orillas del río Mora, en un paraje pletórico en manantiales y custodiada aún por el espectro de su castillo, la villa de Mora de Rubielos cautiva al visitante con su magnífico conjunto monumental, el ambiente rústico de sus calles y plazas y la pervivencia de tradiciones seculares como la del toro embolado, espectáculo que para algunas sensibilidades -a qué negarlopuede resultar desagradable.

Una oferta hotelera variada Caro Hotel Jaime I***. Plaza de la Villa, s/n. Tf. 800092. Ocupa un precioso caserón acondicionado a la última. Si el bolsillo lo permite (unas 10000 ptas. habitación doble) no lo dudéis. Medio Hostal Residencia Mora de Aragón** En la carretera de Castellón, tf. 800177. Barato Fonda La Parra. La Iglesia, 6. Tf. 800080. Habitaciones sencillas y comidas económicas. En invierno puede hacer frío. Habitaciones Clemente. Hispanoamérica, 13. Tf. 800031.

Para reponer energías Restaurante El Rinconcico Barrio de Santa Lucía, 4. Tf. 806063. Bar San Miguel. Avda. Ibañez Martín, s/n.

SIERRA DE GÚDAR / 331 Para tomarse unas copas y bailar La Carrasca. La Pinada, s/n. Discoteca El Yuguete. La Pinada, s/n. Productos típicos Jamones Barrachina Barrio Masecicos, 1. Tf. 800156. Jamones Gargallo. Barrio La Cuba, 43. Tf. 800016. Antigüedades Barnad. Cruces, 8. Tf. 800152. Monumentos Castillo y Colegiata de Santa María Estas dos construcciones datan del siglo XV y se deben al peculio del linaje Fernández de Heredia. Concebidas como un conjunto religiosomilitar, un pasadizo amurallado comunica la fortaleza propiamente dicha -asentada sobre la cima de un cerro, en la parte superior del pueblo- con el templo. Al castillo puede accederse por su torre oeste, que comunica el patio de armas. Murallas. Quedan tres puertas del primitivo recinto murado, las de los Olmos, las Monjas y la Plaza. Construcciones civiles. Un paseo por el casco urbano de Mora de Rubielos brinda la posibilidad de contemplar distintas mansiones señoriales de la época renacentista.

El toro embolado La tradición lo enmarca en las fiestas de San Miguel, entre el 28 y el 30 de septiembre. Celebración tan peculiar consiste en colocar sobre la testuz de una res un yugo de madera o hierro sobre el que prenden dos bolas de lana embadurnadas en cera virgen y petróleo. La piel del animal se recubre de barro, una costumbre que deriva de la necesidad de protegerlo contra la resina que antaño tiznaba las bolas de fuego. La res es brava en los últimos tiempos, aunque en los orígenes de la fiesta se trataba de un buey de arar, eventualmente destinado a estos fines

332 / ARAGÓN lúdicos -lúdicos para los humanos, claro está, no para la pobre bestia-. El animal despavorido por la proximidad del fuego es liberado en un recinto cercado que abarca la plaza del pueblo y calles adyacentes. Los bares de la plaza, clausurados con barreras de madera, permanecen abiertos y repletos de gente durante la fiesta. La res salta y encorre a los más osados que han saltado las barreras para citarla; así hasta que las bolas se consumen (una hora y media o dos horas, aproximadamente), momento en que el toro es ensogado y devuelto al corral. Se trata por tanto de un espectáculo incruento, pero que removerá las conciencias de algún trotamundos por la dosis de crueldad que supone hacer befa de un animal aterrorizado e indefenso.

ALCALÁ DE LA SELVA Una carretera comarcal comunica Mora de Rubielos con Alcalá de la Selva, al pie del puerto de San Rafael (1600 metros de altitud). La elevación del terreno y la circunstancia de hallarse esta población en paraje tan montuoso -en palabras de los clásicos- nos dan ¡dea de las condiciones climáticas extremas del lugar. De Al Qalat -castillo, en árabe- deviene su nombre. La primitiva población se limitaba a las actuales calles del Castillo Alto y del Castillo Bajo, corazón de la villa actual. Alfonso II el Casto la conquistó a los musulmanes el año 1170, para conceder su patronato posteriormente al monasterio gascón de Selva Mayor (en 1174: ya tenemos formada la denominación completa del pueblo). Desde 1494 perteneció al marquesado de Mora, que enseñoreó las tierras de Gúdar. Los carlistas ocuparon Alcalá de la Selva en 1839, reconstruyendo su castillo. Pero bien poco les duró la alegría, porque las tropas isabelinas comandadas por O'Donell los expulsaron de esta villa en 1840. Alcalá de la Selva cuenta en sus cercanías con la única estación invernal aragonesa existente fuera de la cordillera pirenaica.

SIERRA DE GÚDAR / 333 Hoteles, apartamentos y otros servicios Caro Hotel Esther". Virgen de la Vega, 29. Tf. 801040. Medio Hotel Mesón de la Nieve**. Urb. Las Majadas, s/n. Tf. 801083. Hostal Ríos**. Virgen de la Vega, 9. Tf. 801077. Hostal La Vega**. Virgen de la Vega: 1. Tf. 801006. Barato Camping Los Iglús. Fuente La Reina, 1. Tf. 803167. 3categoría. Abierto casi todo el año, cierra por vacaciones del 16 de septiembre al 14 de noviembre. Alquiler de apartamentos La Vega Servicios Inmobiliarios. Virgen de ia Vega, 26. Tf. 803140. Viviendas de turismo rural Funcionan varias en Alcalá de la Selva, con precios asequibles (entre las 2000-3000 ptas. la habitación doble por noche, o bien entre 30.000-60.000 ptas. por un mes de alquiler). Dirigios a: Calle Alta, 16; La Rocha, 53 (tf. 801039); Plaza La Fuente, 2 (tf. 801039) y Plaza La Fuente, 7.

Lugares de interés Iglesia Parroquial de San Judas y San Simón. De finales del siglo XVI data este templo pétreo donde se confunden las formas góticas y renacentistas. Curiosa manipostería.

334 / ARAGÓN Castillo. Sobre el cerro Norte, que domina el pueblo desde sus alturas. De origen medieval -buen trabajo el de los canteros, alzar sobre la roca viva esta mole-, sufrió reformas, ampliaciones y ataques durante la ^- Guerra Carlista. Santuario de la Virgen de la Vega. Manipostería y sillería concilian sus naturalezas contrapuestas en esta construcción de estilo barroco, edificada en pleno siglo XVIII. Guarda en su interior la talla románica de la Virgen de la Vega, patrona de la villa. Está situado el santuario a dos kilómetros del pueblo y a su alrededor se ha desarrollado la infraestructura turística del mismo. Ermita de Loreto. En realidad de trata de dos ermitas unidas por su cabecera, cual si de hermanas siamesas se tratase. Conjunto gótico-renacentista del siglo XVII. Una tradición: la Natividad de la Virgen Estas fiestas conservan una curiosa manifestación folcklórica que nos remite a los tiempos medievales. Se celebran a principios de septiembre. La Virgen de la Vega sale de su santuario en procesión acompañada por niños-danzantes que visten faldas blancas -explícita alusión a la inocencia de los mismos, los mejores representantes de una mujer que concibió sin mediación de la carne según el dogma católico-; concluida la romería los vecinos del pueblo interpretan una escenificación de las luchas entre cristianos y musulmanes por el dominio de estas tierras, peculiar variedad del dance aragonés en Alcalá de la Selva.

Estación de esquí de Valdelinares-Sierra de Gúdar Es la de más reciente creación entre las estaciones invernales aragonesas. Atrae gran número de esquiadores de la región levantina y de la provincia de Teruel, que antes debían desplazarse hacia los remotos Pirineos o a las estaciones de la Comunidad de Madrid: si bien los días laborables hay cancha para todos, llegado el fin de semana son normales las aglomera-

SIERRA DE GUDAR / 335 ciones, favorecidas por la aún pequeña infraestructura de esta estación novel. Valdelinares está equipada con sistemas de fabricación de nieve artificial. Sus cotas de altitud se sitúan entre los 1800 y los 2024 metros. Cuenta con cuatro pistas más una de esquí de fondo, cinco remontes mecánicos -un telesilla y cuatro telesquísy escuela de esquí. Funcionan dos parkings, un restaurante (Sierrade Gúdar)y un hostal en la misma estación, al que deben sumarse los establecimientos hoteleros de Alcalá de la Selva y Mora de Rubielos. El teléfono de información de la estación es el 801014. Alrededores El pueblo de Gúdar, asentado sobre un macizo rocoso, es uno de los mejores ejemplos regionales de estrecha comunión entre la obra del hombre y los valores paisajísticos de su entorno . Muros y peñas han adquirido idéntica tonalidad, cual formas periféricas de un mismo núcleo pétreo, de modo que en la lejanía se hace difícil discernir donde sucumbe la presencia inconsciente y caprichosa de la naturaleza para ser sustituida por los trazados rectilíneos de la cultura humana. En los pinares que rodean la población hay un ejemplar gigantesco, llamado El Escobón por los vecinos, cuyo tronco precisa de seis hombres para ser abrazado. Y si la contemplación del paisaje y los paseos por la orilla del río Linares os han despertado el apetito, degustaréis buena comida de la tierra en el restaurante El Rancho Grande (La Iglesia, s/n). Por lo que respecta a Linares de Mora, cabe decir que semeja desde la carretera uno de esos pueblos de cartón, arracimados en menos de un palmo de área, que suelen colocarse en los belenes de Navidad, con casas encaladas y tejados rojizos de doble vertiente tendidos sobre el desnivel de la pendiente. Las ruinas del castillo medieval vigilan aún el caserío, preservando el porte orgulloso del guerrero vencido por los años pero invulnerable al miedo y los rigores del clima. Por cierto: las extremas temperaturas -nos encontramos en una de las comarcas más frías de la Península Ibérica- son propicias para la

336 / ARAGÓN curación del jamón. Y como un jamón es siempre un souvenirúe suculenta memoria, no está de más hacerse con uno en la Jamonería Linares de Mora (Escuela, s/n). Para comer y dormir a precios muy asequibles tenéis La Venta (Regajo, 6; tf. 802018).

RUBIELOS DE MORA Un importante conjunto monumental, que ha obtenido diversos premios nacionales e internacionales por la sabia conservación de sus valores estéticos tradicionales. Alojamientos Medio-caro Hotel de montaña Rubielos**. Avda. Mártires, s/n. Tf. 804236. Dada la oferta y la relación calidad-precio, es lo mejor para alojarse en Rubielos. Hostal Residencia Portal del Carmen**. Glorieta, 2. Tf. 804153. En temporada alta los precios son ligeramente más elevados que los del anterior. Barato Fonda Victoria. El Plano, 5. Tf. 804033.

Restaurantes Restaurante La Posada. Josefa Villanueva, 11. Tf. 804378, Restaurante Victoria. El Plano, 6. Tf. 804151.

Copas Bar Pichan. El Plano, 8. Bar Collado. Sin Cabo Baja, 28.

SIERRA DE GÚDAR/ 337 Hitos de una villa monumental Murallas. Conserva parte de sus fortificaciones medievales, destacando las puertas-torre de San Antonio y del Carmen. Ambas tienen arco de medio punto en su base y remate de poderosas almenas. En el lienzo de muralla anexo a la puerta de San Antonio se ha integrado una vivienda con una balconada de madera tan rústica como admirable. Ayuntamiento. Construido en el siglo XVI, no os dejéis seducir por la prestancia de su pórtico y pasad al patio interior, donde un entibado de vigas de madera sostiene el peso del piso superior en un esfuerzo que se antoja excesivo a los ojos del profano. Después no estaría de más visitar los antiguos calabozos; el pulcro aspecto presente ninguna similitud debe guardar con su realidad de antaño. Convento de los Carmelitas. Sobresaliente su claustro renacentista con doble arcada de arcos de medio punto. Extremadamente sobrio pero de grandes proporciones para la población en que se encuentra. Otras muestras notables de arquitectura religiosa son el Convento de las Agustinas y la Iglesia de Santa María la Mayor. Sin olvidarnos de construcciones civiles tan meritorias como el Hospital de Pobres, la Hostería y el Hospital Menor, ni de las mansiones renacentistas que aún conservan sus viejos blasones.

ALCAÑIZ Y BAJO ARAGÓN TUROLENSE

Retomamos al páramo aragonés, tendido entre tas cuencas de los rfos Martin, Guadalope y Matarraña, caudales que concentran en sus márgenes los núcleos de población de la comarca a modo de cuentas ensartadas en alambres tortuosos. Tienen fama estas tierras de ser cuna de hombres rudos, gentes de canto viril y trago largo, porque como dicen los aragoneses hay baturros y cazurros. Pero también albergan en su dilatada extensión -que se desliza desde las alturas de Beceite hasta las llanadas de Chumilla e Híjar- la presencia de la lengua y la cultura catalanas, conservadas secularmente en su flanco oriental y patente en tantos topónimos aunque tal realidad no siempre haya agradado a las instituciones aragonesas. Pero mucho antes de que existiesen las lenguas romances, estas comarcas ya estaban habitadas por pueblos iberos que debieron utilizar las corrientes fluviales como vías de comunicación y comercio. Los romanos cultivaron el olivo y la vid en estas tierras y por obra de la pericia árabe surgieron las huertas y los regadíos. Con el paso de los siglos el hombre no se conformó con los frutos de la tierra y removió las mismísimas entrañas de ésta para extraer el carbón, preciado combustible y factor -en su momento- de desarrollo económico y demográfico. Todos los caminos de Aragón conducen hasta estos lares. Pero si realizáis vuestra visita a comienzos de la primavera, coincidiendo con la Semana Santa, no puede haber temor a extraviarse: el sordo eco de las tamborradas os guiará, cual faro de estruendosa piedad, hacia el Bajo Aragón.

340 / ARAGÓN

ALCAÑIZ Comienza nuestro periplo por la más importante población del Bajo Aragón turolense, la ciudad de Alcañiz, cuyo contorno ya estuvo poblado en tiempos prehistóricos. Aquellos primeros pobladores dejaron su huella en el Val del Charco del Agua Amarga (una gruta con pinturas rupestres similares a las de la cultura levantina) y en el Cabezo del Cuervo (vasos campaniformes de la época neolítica). Vestigios algo posteriores, pertenecientes ya a la Edad del Bronce, han sido descubiertos en los yacimientos de El Cañizar y El Cascarujo, y también en el ya citado Cabezo del Cuervo. La presencia ibera queda constatada por las excavaciones del vecino Cabezo de Palao; la comarca de Alcañiz estaba habitada por este pueblo en el siglo VI a. de C, que acuñó moneda e hizo uso del torno alfarero. Algunos estudiosos han aventurado la identificación -no refrendada aún por los hallazgos arqueológicos- de la ciudad ibera de Anitorgis -aparece en las crónicas de Tito Livio y Apiano- con la Alcañiz de nuestros días, cuyo origen parece más acertado situar en la musulmana Alqanit (Tos Cañizos'). Los árabes fundaron la ciudad -sobre el Puy (loma) Pinos- como centro administrativo de sus dominios en el Bajo Aragón. Ramón Berenguer IV, tras conquistarla a los musulmanes en 1157, le concedió Carta de Población y los Fueros de Zaragoza. Sin embargo las prebendas de la ciudad se vieron amenazadas con su sometimiento a la Encomienda de la Orden de Calatrava, bajo cuya jurisdicción habría de colocarla Alfonso II de Aragón (1179). La población de Alcañiz se sublevó reclamando los Fueros en sucesivas algaradas, hasta que el rey Alfonso V restituyó sus antiguos derechos en 1438. La recuperación de los Fueros vendrá acompañada de la reactivación económica y el desarrollo demográfico. Alcañiz entra en la Edad Moderna como uno de los más prósperos corregimientos de Aragón; a su importancia económica se une una intensa actividad cultural que habrá de mantenerla entre las principales urbes del reino durante los siguientes siglos.

ALCANIZ / 341 La Guerra de Independencia dejó en Alcañiz la lacra terrible de la desolación y el saqueo. Los alcañizanos combatieron valerosamente contra los franceses en la batalla del monte de Pueyos, pero no pudieron evitar que la ciudad fuese presa del enemigo. Durante las guerras carlistas su comarca fue asolada con frecuencia por las incursiones de los boinas rojas del Maestrazgo. Los desastres de la guerra no consiguieron despojar a Alcañiz de su condición de capital del Bajo Aragón, ni privarla de su patrimonio artístico y monumental. Riqueza esta que atrae anualmente buen número de visitantes y que en buena medida ha transformado una economía tradicional, eminentemente agraria, en un sistema mixto donde tienen cabida tanto las actividades agrarias como los sectores industrial y de servicios.

Guía de hoteles Caro Parador de la Concordia*"*. En la cima del cabezo de Puy Pinos, ocupa el antiguo Castillo de los Calatravos, fortaleza de la orden militar que durante siglos recibió vasallaje de esta ciudad (tf. 830400/04). Un edificio de innegables valores históricos y estéticos. Las tarifas son elevadas (aprox. 10.000-12.000 ptas./noche según temporada), pero el marco arquitectónico, su ubicación privilegiada sobre el casco urbano y los servicios que ofrece a quien en él se hospede lo hacen altamente recomendable. Hotel Calpe***. Ctra. Zaragoza, s/n. Tf. 830732. Carece de la belleza del anterior, pero los servicios son equiparables y los precios sensiblemente más bajos. Medio Hotel Meseguer**. Avda. Maestrazgo, 9. Tf. 831002. Muy buena relación calidad precio. Hotel Señante*. Ctra Zaragoza, s/n. Tf. 830550.

342 / ARAGÓN Barato Hotel Guadalope' Plaza de España, 8. Tf. 830750. Céntrico y pulcro, una posibilidad a tener en cuenta. Comidas a buen precio. Hotel Residencia Aragón*. Espejo, 3. Tf. 831045. Fonda Villar. Caldereros, 28. Tf. 830256. Un establecimiento digno; para viajeros con menores exigencias. Casa de Huéspedes Santo Domingo. Plaza Santo Domingo, 1. Tf 831026. Pensión Avenida*. Avda. Aragón, 30-1Q. Tf. 831967. Restaurantes Varios son los establecimientos de Alcañiz donde podréis comer platos típicos del Bajo Aragón a precios más que regulares. Vayan algunos ejemplos: Calpe. En el hotel del mismo nombre. Tf. 830732. Meseguer. Igualmente junto al hotel homónimo. Tf. 831002. Barajas. Avda. Aragón, 10. Venta La Panolla Ctra. Zaragoza, s/n. La Parrilla. Calanda, 35. Tf. 832389. Cocina francesa encontraréis en El Biombo (Avda. Maestrazgo, 30; tf. 833212). Y si os gustan las hamburguesas, salchichas, etc. acudid a Wimpi Spring (Blasco, 24; tf. 832629). Unas copas en Alcañiz No es mala idea para quien haga parada y fonda tomarse unos potes en Alcañiz. La tarde es el momento más adecuado para aposentarse en alguna de las mesas del Casino Artístico y Comercial (Glorieta de Valencia, 1), un calé de los de antes que viene a ser el mentidero y centro neurálgico de la vida social alcañizana. Con la caída de la noche varios pubs invitan a proseguir las consumiciones acompañadas de música y conversación: Dalys (Avda. Aragón, 61), Menfis (Ronda de Teruel, 42), Camel (Plaza Mendizábal, 15), Marlen (Avda. Aragón, 77).

ALCAÑIZ / 343 Y como siempre quedan insomnes, o gentes que buscan mayor ruido y gentío, la velada puede concluir en las discotecas Sonata (Avda. Aragón, 30) y Paradise Palace (Avda. Maestrazgo, s/n) o en la sala de fiestas La Manzana (Ctra. Zaragoza, 56). Locales donde los focos deslumbrantes, los miles de watlos de sonido y las cuadrillas de julais demuestran que no hay nada nuevo bajo el sol. Artesanía y repostería Cerámica Artística Ferrando. Plaza San Pedro, 4. Tf. 831704. Trabajos artesanos del Bajo Aragón. Probad la repostería local, las tortas del alma y las tetas de Santa Águeda: Trinidad (Trinidad, 39), Llombart (Baja, 13), Panaderos Artesanos (Plaza Deán, 4). Patrimonio histórico y cultural Castillo Aunque no penséis alojaros en el Parador Nacional, conviene darse una vuelta por su sede actual, el castillo de la Orden de Calatrava. El grueso de la fábrica data del siglo XII; a excepción de la fachada del siglo XVIII. Su apariencia exterior es de gran sobriedad, los torreones cuadrados que guarecen los ángulos del edificio le confieren cierto aire severo, propio de construcciones militares. La capilla del castillo es románica y en ella yacen los restos del Justicia Juan de Lanuza. En el claustro se aprecia la evolución del románico al gótico, por la presencia de arcos ligeramente apuntados y capiteles esculpidos con formas geométricas. De la poderosa Torre del Homenaje cabe destacar la presencia de pinturas murales góticas -los estudiosos han percibido en ellas influencias de la plástica francesa de dicho periodo- referentes a la conquista de Valencia por Jaime I de Aragón. El Palacio de los Comendadores es de estilo barroco y alberga las instalaciones del Parador. Desde el cerro donde se asienta podréis divisar una bella panorámica de la ciudad y de la vega circundante. Colegiata de Santa María la Mayor. Templo de estilo barroco, con algunas reminiscencias de la tradición mudejar

344 / ARAGÓN aragonesa, cuya construcción iniciaría Miguel de Aguas en 1736. Monumental por sus dimensiones y meticulosa ornamentación. La fachada principal muestra un rico conjunto escultórico ordenado a modo de retablo y encuadrado por un arco de grandes dimensiones. El esquema de esta colegiata se cifra en una planta rectangular con los añadidos de sendas torres en cada uno de sus ángulos; del templo gótico anterior subsiste un campanario del muro lateral. No está de más una visita a la colección de arte sacro custodiada en su sacristía. Ayuntamiento. Se considera a este edificio una de las mejores creaciones de la arquitectura civil aragonesa del periodo renacentista. Construido en piedra durante el siglo XVI, consta de tres plantas sobre las que dispensa su sombra un gran alero. La fachada presenta el blasón de la ciudad y una armoniosa galería superior con arcos de medio punto, muy en la linea del peculiar clasicismo renacentista. En su interior guarda una serie de esculturas de Damián Formenl procedentes del castillo. Lonja. Junto al edificio de la Casa Consistorial. Una cosntrucción gótica del siglo XV, cuya fábrica original alteraron posteriores intervenciones. Presenta tres grandes arcadas ojivales con adorno de cresterías y un basamento conformado por pilares fasciculados. La tamborrada de Alcañiz La ciudad de Alcañiz no podía carecer de su propia tamborrada: desde la tarde del Viernes Santo hasta la tarde del Sábado Santo, comparsas de tamborileros ataviados con túnica azul y caperuzo rizado atruenan las calles de la población con el redoble ininterrumpido de sus instrumentos. Un ejercicio agotador que expresa el duelo de la Semana Santa desde el siglo XVIII. Deportes náuticos En el pantano de La Estanca, una depresión del terreno muy próxima a Alcañiz que acapara las aguas sobrantes de los regadíos. Se accede a él por la N-232 (dirección Híjar). Los

ALCAÑIZ / 345 alrededores del pantano aparecen repletos de arbolado y son un rincón agradable para la acampada. El Club Náutico de Alcañiz tiene instalado un hangar para la custodia de tablas de windsurfíngy otros materiales deportivos, y organiza cursos de distintos niveles y regatas durante la temporada estival. Una excursión Puede resultar interesante la visita al Val del Charco del Agua Amarga, donde se conservan pinturas rupestres descubiertas en el año 1913.

CALACEITE Las raíces de su pasado se pierden en la noche de los tiempos. El monte San Antonio, cercano a Calaceite, guardó celosamente durante siglos las reliquias de la presencia ibera en estas tierras: en las ruinas del poblado prerromano fueron halladas buen número de piezas de gran interés arqueológico, como ese Caballo de Bronce que perteneció al Museo del Louvre y hoy figura entre las colecciones del Museo Arqueológico Nacional de Madrid. El origen de la villa, tal como hoy la conocemos, se debe a los musulmanes. Calaceite quiere decir en árabe Castillo del Olivo. En la comarca de Calaceite (o Calaceit), a las puertas mismas de Cataluña, se escucha ya la anciana lengua de Ausías March y Ramón LLull. Durante el Medievo estas tierras estuvieron ligadas al Obispado de Tortosa, hasta que las Cortes de Cervera (1359) las confirmaron definitivamente como territorio aragonés. No obstante se verían envueltas, siglos más tarde, en la Guerra de Secesión catalana contra los abusos centralistas de Felipe IV y su corte madrileña. Los siglos XVIII y XIX fueron amargos para todo el Bajo Aragón. Primero fueron las represalias borbónicas que motivó el apoyo aragonés a la candidatura de Carlos de Austria al trono español, a ellas se sumaría la desolación causada cien años

346 / ARAGÓN después por las guerras carlistas, especialmente virulentas en estas regiones sometidas al azote de las partidas del Maestrazgo. Y para colmo de males habría de llegar la guerra del 36 y su cohorte de desgracias, prolongadas durante aquella dura posguerra marcada por la depresión económica y la emigración. Una sangría demográfica que a punto estuvo de despoblar por completo las tierras del Bajo Aragón. Hijo ilustre de Calaceite fue el profesor y arqueólogo Juan Cabré (nacido en 1882), investigador del patrimonio prehistórico de estas comarcas turolenses. Donde dormir y comer Hostal Los Cazadores*. Avda. Cataluña, s/n. Tf. 851156. Fonda Alcalá. Avda. Cataluña, 49. Tf. 851028 Su restaurante tiene fama de bueno y barato en la comarca. Las judías con sardina (!) son exquisitas. Bar Riol. Avda. Cataluña, 40. Artesanía Cerámicas Teresa Jassá. Plaza Diputación, 5. Conserva la antigua tradición ceramista de la villa.

Monumentos Iglesia Parroquial de La Asunción. Las obras de construcción se iniciaron en 1605. Es un templo barroco de grandes proporciones, con portada esculpida por Francisco Ibargüeño en 1701. De la fachada, muy recargada por lo que respecta a la ornamentación, resaltan sus columnas salomónicas y las molduras florales. Plaza Mayor. La encontraréis en la parte inferior del pueblo, con el edificio porticado del Ayuntamiento (siglo XVII). Ermita de San Cristóbal. Sobre el cerro del mismo nombre, barroca del siglo XVIII. El camino de ascenso está

ALCAÑIZ / 347 jalonado por catorce capillas de piedra con escenas del Via Crucis en bellos azulejos. Alrededores Leónica fue el nombre romano de la villa de Mazaleón (en catalán, Massalió), en cuyo término se han descubierto notables yacimientos arqueológicos. Conserva varios monumentos renacentistas como su Ayuntamiento (siglo XVII), el Hospital (siglo XVI) y la iglesia de Santa María (siglo XVI). Los artistas de la prehistoria nos legaron el testimonio de su destreza infantil en las pinturas rupestres de Cretas (grutas del Barranco de Calapatá y Barranco deis Gascons) y Mazaleón (Els Secans y Caídas de Salbine).

VALDERROBRES Tierra de cerel, olivos y vides esta de Valderrobres (o Vallderoures valle de robles), asentada sobre un cerro a la orilla del río Matarifaña, en la antesala misma de la serranía de Los Puertos de Beceíte. Villa de habla catalana y arquitectura levantina, que hoy ha desbordado los viejos diques de sus murallas para expandirse hasta la vega misma del río, aunque conservando la fisonomía tradicional de su precioso casco histórico. Alojamiento Pensión Querol". Avda. Hispanidad, 14. Tf. 850192. Habitaciones con baño, sencillas pero aseadas y a muy buenos precios. Fonda Albesa. Avda. Hispanidad, 34. Tf. 850063. Fonda Blanc. Plaza España, 2. Tf. 850106. Restaurantes Restaurante Albesa. Avda. Hispanidad, 36. Bar Stop. Cortes de Aragón, 29.

348 / ARAGÓN Unas copas Camelot Cortes de Aragón, 20. Recorrido por el casco histórico de Valderrobres Entramos a la antigua villa cruzando el puente de San Roque, sostenido por arcos ojivales; atravesamos el arco de Bergós (siglos XII -XIV), al final del puente, para penetrar en la Calle Mayor, arteria principal de la antigua villa donde encontraremos el Ayuntamiento renacentista de finales del siglo XVI y el palacete de la familia Latiguera. De esta vía nacen calles angostas y de trazado sinuoso que reptan por la colina en dirección a los edificios emblemáticos de la villa, que son el castillo y la iglesia de Santa María la Mayor. El templo parroquial (siglos XIV-XV) es un magnífico ejemplo de gótico levantino, con portal ojival ornado por once arquivoltas y rosetón; la torre eclesial formaba parte del sistema defensivo de la villa, al igual que el corredor amurallado y coronado de almenas que comunica la iglesia con el castillo, fortificación de gruesos sillares y planta casi cuadrada -por su forma semeja uno de aquellos entrañables exin-castillos de nuestra infancia- que mandase construir el arzobispo García Fernández de Heredia. El Carnaval de Valderrobles La fiesta se abre con la fantasmada (desfile de máscaras y disfraces) y con la llegada del Carnaval, un muñeco que será ritualmente inmolado en la hoguera la última noche de jarana.

Poblaciones vecinas La Casa Consistorial de La Fresneda (La Freixneda) es uno de los edificios renacentistas más notables del Bajo Aragón. Su fachada muestra sobrio porte, con balconada y dos grandes ventanales coronados por sendos frontones, entre los cuales se aprecian las armas de la villa talladas sobre la piedra sillar; a más

ALCAÑIZ / 349 de galería superior y torreones cilindricos, eminentemente defensivos, reforzando los ángulos de la construcción. Fijaos en el curioso portal de este ayuntamiento: no se encuentra, como suele ser usual, en el centro de la fachada sino en el chaflán aporchado del edificio. Otros monumentos renacentistas locales son la Casa de la Encomienda de la orden de Calatrava, el Palacio del Marqués de Tosos (ambos del siglo XVI) y las mansiones de la Calle Mayor. Si se tercia hacer un alto en el camino, podréis reposar y comer en la Fonda Vieja (Empedrada, 2; tf. 854000) a precios muy interesantes. Renombrados son los jamones (con denominación de origen propia) de Peñarroya deTastavins. El cerdo es sin duda la columna vertebral de la economía de esta villa (incluso funciona un Centro de Inseminación Artificial Porcina) que conserva varias edificaciones medievales y renacentistas de interés, como el santuario de Nuestra Señora de la Fuente (siglo XIII) y la Casa Consistorial de\ siglo XV, además de distintas casonas nobiliarias de los siglos XVII y XVIII. Beceite, villa de origen musulmán, conserva restos de sus fortificaciones medievales y cuenta en su término municipal con la Reserva Natural de los Puertos de Beceite, cuna del río Matarraña e importante paraje cinegético (con presencia de la cabra hispánica) y piscícola. La reserva está surcada por numerosos caminos y senderos aptos para la excursión a pie o en bicicleta de montaña. Otra posibilidad consiste en la práctica de deportes como la escalada y el trekking.

CALANDA

Ya antes de los romanos debió existir un poblado fortificado ibero junto a las confluencias de los ríos Guadalope (río de lobos) y Guadalopín. Su estratégica posición entre ambos cauces fue muy apreciada en la Edad Medía, cuando Calanda pasó a convertirse en encomienda de la orden de Calatrava. Estos frailes-soldados edificaron un poderoso castillo, según cuentan las crónicas; pero sus muros no pudieron resistir el embate de los

350 / ARAGÓN carlistas de Cabrera: lo arrasaron, al igual que buena parte del pueblo. El nombre de esta villa está ligado a un hecho portentoso: el milagro de Calanda. Escribanos, notarios y jueces del siglo XVII dieron por probado, como resultado de un dilatado proceso judicial que involucró a la justicia secular val estamento eclesiástico, el carácter milagroso de la restitución física de una pierna amputada al calandés José Pellicer. El miembro le había sido arrollado por un carro, y tras su pérdida, este infortunado mendigaría durante meses a las puertas de la basílica del Pilar de Zaragoza. Una noche, hallándose ya en su casa de Calanda, vio en sueños a la Virgen que le traía la pierna perdida...y al despertar comprobó el portentoso evento. Hasta ahí la tradición. Pero hablar de Calanda es hablar de uno de los más geniales hijos de Aragón: Luis Buñuel. que nació en esta villa el año 1900. Y aquí pasó buena parte de su niñez, hasta su marcha a la Residencia de Estudiantes de Madrid y el salto a París, donde inició su andadura cinematográfica como ayudante de Jean Epstein -allí seguiría la estela de otro memorable cineasta turolense, Segundo de Chomón, el Spieldberg de las dos primeras décadas del siglo XX-. Individuo polifacético, de carácter tan violento como tierno, boxeador aficionado que frecuentaba los urinarios públicos de Madrid a la caza de homosexuales aunque amigo leal de Federico García Lorca; colaborador de Dalí en los delirantes tanteos del surrealismo cinematográfico con El perro andaluz, republicano y antifascista exiliado en México, donde rastreó el carácter de sus gentes, el ambiente de sus calles y plazas, los posos personalísimos supervivientes de la ideosincrasia colonial para hallar en ellos acomodo a su sensibilidad a la par lírica y salvaje, plasmada visualmente merced a cintas irrepetibles como Los Olvidados o Nazarín; el vapuleador de la religión católica -¿quién no recuerda la sacrilega, insultante irreverencia de esa parodia de la Ultima Cena que representan los mendigos de Viridiana?- y de los vicios ocultos, de Ese oscuro objeto del deseo de la burguesía hipócrita y pervertida bajo su disfraz moralizante... Una personalidad histórica en la cultura europea y latinoamericana del siglo XX.

ALCANIZ / 351 Hoteles Hostal Residencia El Molino". General Franco, 42. Tf. 846007. Hostal Balfagón**. General Franco, s/n. Tf. 846312. Fonda La Plaza. Plaza España, 9. Tf. 846102. Restaurantes Hoya. General Cascajares, 5. Tf. 846129. El Molino. General Franco, 42. Balfagón. General Franco, s/n. Avenida. Ramón y Cajal, 5. Tf. 846326. Y llegada la noche... Las Vegas. Plaza España, 4. Los Tambores. San Miguel, 1. Discovere Pub Ramón y Cajal, 42. Dantis Pub. San Miguel, 12. Artesanía popular Cerámicas Fraga. Ctra. Alcolea del Pinar, s/n. La tamborrada de Calanda Calanda es sin discusión la capital de la Ruta del Tambor, como se conoce al conjunto de poblaciones turolenses que rememoran la Pasión de Cristo con el estruendo de su percusión. Comienza la tamborrada con la tradicional rompida de la hora, a las doce del mediodía del Viernes Santo. A partir de ese momento serán 26 horas de redoble incesante por las calles del pueblo, que concluirá con la marcha palillera. Alrededores La villa de Alcorisa, de orígenes prerromanos, conserva el trazado urbano medieval de su casco histórico, donde se alza

352 / ARAGÓN la iglesia de Santa María la Mayor (siglo XVII) El Hostal Los Arcos** (Plaza General Franco, 6; tf. 840296) ofrece habitaciones con baño a precio medio-barato; más sencilla es la Casa de Huéspedes Las Tres RRR (Plaza Constantino Lorente s/n; tf. 840359). Si pernoctáis en el pueblo, no estaría de más tomar una copa en Canal Cero (un disco-bar de la calle San Pascual, 5) o en Tropical (San Pascual, 1) antes de ir a dormir. Pasado Alcorisa una carretera local os conducirá hasta Molinos, pequeña población famosa por sus grutas: la filtración del agua por las porosidades calizas ha modelado estalactitas y estalacmitas excéntricas, que en vez de presentar un trazado vertical crecen en diagonal (algunas incluso rozan la horizontalidad en la cavidad principal: el Palacio efe Cristal) con respecto a las paredes superiores e inferiores de las grutas.

ÍNDICE

ANTES DEL VIAJE Llegar a la Comunidad de Aragón Avión Tren Autobús

5 5 5 8

INTRODUCCIÓN Identidad y confusión El marco físico Tres hermanas Cimas y llanadas El viejo patriarca y sus vastagos Un océano de aridez y silencio ¿Oasis o secarral? Por los mares de la historia Se acabó la diversión Los precursores de la especulación inmobiliaria El humor en los tiempos del SPQOR El otro imperio romano La caída del Imperio Romano Restauración cultural El Condado de Aragón De condado a reino Armas y leyes La Campana de Huesca La expansión mediterránea Las libertades aragonesas Nuevos tiempos: el Compromiso de Caspe Los cimientos de un nuevo orden autoritario y centralista La fatua gloria del Imperio Las alteraciones de Aragón Tierra de cultura y asilo

11 13 13 13 15 16 16 17 18 19 19 19 20 21 22 22 22 23 24 24 26 26 27 27 28

354 / ARAGÓN Literatura, ciencia y mística El Siglo de las Luces El genio de Goya Más guerras Un desengaño histórico La poco romántica carlistada La forja del presente La revolución desde arriba Un producto del tesón aragonés Las dos Españas La ignominia contra la utopía Posguerra y resurgimiento Llega la autonomía A fabla aragonesa Ese peculiar acento En la prehistoria de las lenguas romances Gloria ...pasión ...y muerte Nuevos aires de juventud Una brevísima lección Lengua y conciencia de un pueblo El legado mudejar Un estilo peculiar La fábula del conquistador conquistado Un ápice de teoría Delicias orientales en tierra de cristianos La jota Origen incierto ¿Una creación reciente? Música y gimnasia Literatura popular ...Y algo más Una diversidad ignorada por los tópicos Canción y melodía Una perla del pasado: el dance Yantar y libar Austera y rural La peculiariedad pirenaica Hermano puerco, hermano borrego Las delicias del chilindrón El pan de los abuelos

_. . . .

29 30 31 32 33 33 34 34 35 36 36 37 38 39 39 39 40 40 41 41 41 42 43 43 43 44 45 45 45 46 46 47 48 48 48 49 50 50 50 51 52 52

ÍNDICE/355 Persiguiendo las caries Para limpiar estómagos Solaz de caminantes

...

52 53 53

Pasado y presente de una ciudad milenaria Los tatarabuelos iberos Una ciudad con esqueleto romano Mártires y bárbaros O de cómo matar la civilización romana Sutilezas orientales Los mártires de antaño transformados en guerreros . . . . La atribulada Edad Media ... Arte y monetarismo ... Los reveses de la Edad Moderna La ciudad sitiada Desmantelamiento urbano Por Dios, por la Patria y el Rey Y llegó la Revolución Industrial ... Lucro burgués, cólera proletaria La catástrofe del 36 y sus secuelas Panorámica actual Llegar a Zaragoza Direcciones prácticas Guía de alojamientos Guía para estómagos Lugares de asueto, jarana y perdición Un posible itinerario monumental y cultural Basílica de Nuestra Señora del Pilar Junto al Pilar La Seo Junto a La Seo Iglesia de San Pablo Otros templos mudejares Palacio de la Aljafería Cartuja de Aula Dei Otros monumentos de interés Los museos de Zaragoza Museo Pablo Gargallo Museo de Zaragoza

55 55 55

LA CIUDAD DE ZARAGOZA

56 57 57 58 58 58 59 60 60 60 61 62 62 64 65 66 68 73 79 79 85 86 88 88 89 89 91 92 93 93 94

356 / ARAGÓN Museo Etnológico Museo Camón Aznar Fiestas en Zaragoza Para engrosar vuestra maleta

94 95 95 96

LAS CINCO VILLAS Tauste Ejea de los Caballeros Sádaba Layana Castiliscar Sofuentes Sos del Rey Católico Uncastillo Luesia Biel

100 101 104 106 106 106 106 109 111 112

LA RIBERA DEL EBRO Alrededores de Zaragoza Remolinos Utebo Pinseque Juslibol Galacho de la Alfranea Camino de Caspe Villafranca de Ebro Fuentes de Ebro Velilla de Ebro Monasterio de Rueda Caspe Fabara Mequinenza Maella

115 115 115 116 116 116 117 117 117 117 118 119 123 123 124

LA TIERRA DEL VINO Muel Longares

126 128

ÍNDICE / 357 Cariñena Alrededores: la villa de Paníza Fuendetodos . Belchite Da roca Laguna de Gallocanta

129 131 131 132 134 139

REMONTANDO EL CURSO DEL RÍO JALÓN Épila Lumpiaque Rueda de Jalón Calatorao La Almunia de Doña Godina Riela Morata de Jalón Chodes Illueca Calatayud Añinón Maluenda Paracuellos del Jiloca Ateca Alhama de Aragón Cetina Monasterio de Piedra

142 143 143 144 144 146 146 147 147 147 153 153 153 153 154 156 159

EL MONCAYO Y SU COMARCA Borja Fuendejalón Ainzón Bureta Magallón Maleján Bulbuente Ambel Monasterio de Veruela Vera de Moncayo Trasmoz

161 164 164 164 164 165 165 165 165 168 168

358 / ARAGÓN Anón Tarazona Santa Cruz de Moncayo

.

168 168 174

Torrellas

174

Los Fallos Parque Nacional de la Dehesa del Moncayo

174 174

LA CAPITAL OSCENSE Andadura histórica En el principio fue el verbo (de Plinio) Una mezcla de guerrero, estadista y benefactor . De cómo el músculo no puede reemplazar al espíritu . . . . Las enseñanzas de los árabes Por fin aragonesa No es oro todo lo que reluce Agonía y nuevas esperanzas La Huesca que verán los trotamundos Llegar a Huesca Direcciones de interés Guía de alojamientos Guía de restaurantes Copas en Huesca Gastar en Huesca Huesca monumental Fiestas y tradiciones

177 177 177 178 178 178 179 180 180 182 182 183 184 186 188 189 194

CAMINO DE JACA Loarre Ayerbe

197 198

JACA Y LA JACETANIA Jaca Monasterio de San Juan de la Peña Alrededores: Santa Cruz de la Seros Valle y Coto Nacional de la Garcipollera

200 208 213 213

ÍNDICE / 359

VALLE DE CANFHANC Villanúa Canfranc Estación invernal de Astún Estación invernal de Candanchú

215 216 217 220

VALLE DE ANSÓ La villa de Ansó Berdún Zuriza

224 226 227

VALLE DE ECHO La villa de Echo Aragüés del Puerto Siresa

230 233 233

VALLE DE TENA Y SERRABLO Sallent de Gallego Estación invernal de Formigal Panticosa: Estación invernal y balneario Biescas Parque Forestal Pedro de Ayerbe Sabiñánigo Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara

236 238 241 244 245 245 250

SOBRARBE. VALLE DE BROTO Y PARQUE NACIONAL DE ORDESA Aínsa Boltaña Torla Valle de Bujaruelo Blelsa

254 259 259 262 262

360 / ARAGÓN Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido

265

VALLE DE BENASQUE Y RIBAGORZA Benasque Estación invernal de Cerler Graus Roda de Isábena

270 275 276 280

POR TIERRAS DEL BAJO CINCA Barbastro Monzón Fraga

281 284 286

LA CIUDAD DE LOS AMANTES Un poco de historia Un idilio: turboletas y cartagineses Romanos y musulmanes El toro, la estrella y los Fueros Una época de guerreros y donceles El ocaso Tiempos modernos Un paseo por el Teruel de nuestros días Direcciones prácticas Llegar a Teruel Guía de alojamientos Guía de restaurantes Tomar copas en Teruel Itinerario monumental turolense Fiestas y certámenes culturales Souvenirs de Teruel Al sur de la capital: la Sierra de Javalambre

292 292 292 293 293 293 293 293 295 295 296 297 298 300 308 308 310

ALBARRACIN Y SU SIERRA Albarracín Valcuenca

311 315

ÍNDICE / 361 Jabaloyas Tormén Calomarde Orihuela del Tremedal Bronchales Celia

315 315 316 316 316 317

ALTO MAESTRAZGO Mirambel Cantavieja Iglesuela del Cid Mosquéatela Villarluengo Morvtoro de Mezquita

320 322 323 324 324 326

SIERRA DE GÚDAR Manzanera Mora de Rubielos Alcalá de la Selva Estación de esquí de Valdelinares Gúdar Linares de Mora Rubielos de Mora

327 330 332 334 335 335 336

ALCAÑIZ Y BAJO ARAGÓN TUROLENSE Alcañiz Val del Charco del Agua Amarga Calaceite Mazaleón Cretas Vaiderrobres La Fresneda Peñarroya de Tastavins Beceite Calenda Alcorisa Molinos

340 345 345 347 347 347 348 349 349 349 351 352

362 / ARAGÓN

ÍNDICE DE MAPAS Carreteras Zaragoza Huesca Jaca Pirineos Teruel

6 80 190 204 218 302

PUEBLOS Y CAPITALES

Aínsa (Huesca), 253 Ainzón (Zaragoza), 164 Albarracín (Teruel), 311 Alcalá de la Se Va (Teruel), 332 Alcañiz (Teruel), 340 Alcorisa (Teruel), 351 Alhama de Aragón (Zaragoza), 154 Ambel (Zaragoza), 165 Ansó, valle de (Huesca), 223 Ansó, villa de (Huesca), 224 Añinón (Zaragoza), 153 Anón (Zaragoza), 168 Aragüés del Puerto (Huesca), 233 Astún, estación invernal de (Huesca), 217 Ateca (Zaragoza), 153 Ayerbe (Huesca), 198 Barbastro (Huesca), 281 Beceite (Teruel), 349 Belchite (Zaragoza), 132 Benasque (Huesca), 270 Benasque, valle de (Huesca), 269 Berdún (Huesca), 226 Biel (Zaragoza), 112 Bielsa (Huesca), 262 Biescas (Huesca), 244 Boltaña (Huesca), 259 Borja (Zaragoza), 161 Bronchales (Teruel), 316 Broto, valle de (Huesca), 253 Bujaruelo, valle de (Huesca), 262

Bulbuente (Zaragoza), 165 Bureta (Zaragoza), 164 Calaceite (Teruel), 345 Calanda (Teruel), 349 Calatayud (Zaragoza), 147 Calatorao (Zaragoza), 144 Calomarde (Teruel), 316 CandanchÚL estación invernal de (Huesca), 220 Canfranc (Huesca), 216 Canfranc, valle de (Huesca),

215 Cantavleja (Teruel), 322 Cariñena (Zaragoza), 129 Caspe (Zaragoza), 119 Castiliscar (Zaragoza), 106 Celia (Teruel), 317 Cerler, estación invernal de (Huesca), 275 Cetina (Zaragoza), 156 Cretas (Teruel), 347 Chodes (Zaragoza), 147 Daroca (Zaragoza), 134 Dehesa del Moncayo, Parque Nacional de la (Zaragoza), 174 Echo, valle de (Huesca), 229 Echo, villa de (Huesca), 230 Ejea de los Caballeros (Zaragoza), 101 Épila (Zaragoza), 142 Fabara (Zaragoza), 123 Formigal (Huesca), 238 Fraga (Huesca), 286 Fuendejalón (Zaragoza), 164

364 / ARAGÓN Fuendetodos (Zaragoza), 131 Fuentes de Ebro (Zaragoza), 117 Galacho de la Alfranca (Zaragoza), 116 Gallocanta, laguna de (Zaragoza), 139 Garcipollera, Coto Nacional de la (Huesca), 213 Garcipollera, valle de la (Huesca), 213 Graus (Huesca), 276 Guara, Cañones de (Huesca), 250 Gúdar (Teruel). 335 Gúdar, sierra (Teruel), 327 Huesca, 177 Iglesuela del Cid (Teruel), 323 Illueca (Zaragoza), 147 Jabaloyas (Teruel), 315 Jaca (Huesca), 200 Jalón, río (Zaragoza), 141 Javalambre, sierra de (Teruel),

310 Juslibol (Zaragoza), 116 La Almunia de Doña Godina (Zaragoza), 144 La Fresneda (Teruel), 348 Layana (Zaragoza), 106 Linares de Mora (Teruel), 335 Loarre (Huesca), 197 Longares (Zaragoza), 128 Los Fallos (Zaragoza), 174 Luesia (Zaragoza), 111 Lumpiaque (Zaragoza), 143 Maella (Zaragoza), 124 Magallón (Zaragoza), 164 Maleján (Zaragoza), 165 Maluenda (Zaragoza), 153 Manzanera (Teruel), 327 Mazaleón (Teruel), 347 Mequinenza (Zaragoza), 123

Mirambel (Teruel), 320 Molinos (Teruel), 352 Monasterio de Piedra (Zaragoza), 156 Moncayo, el (Zaragoza), 161 Monte Perdido (Huesca), 265 Montoro de Mezquita (Teruel), 326 Monzón (Huesca), 284 Mora de Rubielos (Teruel), 330 Morata de Jalón (Zaragoza),

146 Mosqueruela (Teruel), 324 Muel (Zaragoza), 126 Nuestra Señora del Pilar, Basílica de (Zaragoza), 79 Ordesa, Parque Nacional de (Huesca), 265 OrihueladelTremedal (Teruel), 316 Paniza, villa de (Zaragoza), 131 Panticosa (Huesca), 241 Paracuellos del Jiloca (Zaragoza), 153 Pedro de Ayerbe, parque forestal (Huesca), 245 Peñarroya de Tastavins (Teruel), 349 Pinseque (Zaragoza), 116 Roda de Isábena (Huesca), 280 Remolinos (Zaragoza), 115 Ribagorza (Huesca), 269 Riela (Zaragoza), 146 Rubielos de Mora (Teruel), 336 Rueda de Jalón (Zaragoza), 143 Rueda, Monasterio de (Zaragoza), 118 Sabiñánigo (Huesca), 245 Sádaba (Zaragoza), 104 Sallent de Gallego (Huesca), 236

PUEBLOS Y CAPITALES / 365 San Juan de la Peña, Monasterio de (Huesca), 208 Santa Cruz de la Seros (Huesca), 213 Santa Cruz de Moncayo (Zaragoza), 174 Serrablo (Huesca), 235 Sierra, Parque Natural de la (Huesca), 250 Siresa (Huesca), 233 Sobrade (Huesca), 253 Sofuentes (Zaragoza), 106 Sos del Rey Católico (Zaragoza), 106 Sádaba (Zaragoza), 104 Uncastíllo (Zaragoza), 109 Utebo (Zaragoza), 115 Tarazona (Zaragoza), 168 Tauste (Zaragoza), 100 Tena, valle de.(Huesca), 235 Teruel, 291

Torla (Huesca), 259 Tormón (Teruel), 315 Torrellas (Zaragoza), 174 Trasmoz (Zaragoza), 168 Valcuenca (Teruel), 315 Val del Charco del Agja Amarga (Teruel), 345 Valdelinares, estación de esquí de (Teruel), 334 Valderrobres (Teruel), 347 Velilla de Ebro (Zaragoza), 117 Vera de Moncayo (Zaragoza), 168 Veruela, Monasterio de (Zaragoza), 165 Villafranca de Ebro (Zaragoza), 117 Villanúa (Huesca), 215 Villarluengo (Teruel), 324 Zaragoza, 55 Zuriza (Huesca), 226