Guia 9

Universidad Católica de Santa Fe Facultad de Psicología Carrera: Lic. de Psicología Cátedra: Psicología Clínica de Niño

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Universidad Católica de Santa Fe Facultad de Psicología

Carrera: Lic. de Psicología Cátedra: Psicología Clínica de Niños y Adolescentes

Profesora Titular: Lic. Claudia Leonor Bolzán Profesora Adjunta: Lic. Ingrid Kunzi Ayudante Alumna: Daniela Mendieta

Alumno: Gustavo Furno

Año: 2010

GUÍA DE PREGUNTAS Nº 9 Tema: Abuso sexual-Consideraciones clínicas y manejo de los casos. 1. El principio imperante en la mentalidad popular es el que sustenta que la intervención legal-social es intrínsecamente dañina y que debido a las dificultades que las instituciones tienen en el manejo de los casos, es mejor dejarlos como están. Este tipo de ideología reproduce, isomorficamente, el desaliento, el aislamiento, la desconfianza crónica en el afuera, y en la omnipotencia, propias de las víctimas de abusos y sus familias. 2. Asumir una postura pasiva, es una no respuesta. Implica la ignorancia del riesgo, o permite la manipulación del o de los miembros más activos en la interacción abusiva, con el consiguiente agravamiento de la situación violenta. No hay que olvidarse de q el abuso es una forma de violencia en donde los miembros más poderosos someten a los más vulnerables. 3. sugieren una intervención activa, y esta implica el ejercicio de una cierta autoridad, una puesta de limites desde el afuera, una intromisión enérgica en los asuntos de familia, que puede implicar no solo la sugerencia de ciertos cambios, sino también la imposición de los mismos, y la imposición de medidas, y sanciones que pueden contradecir abiertamente lo deseado por la familia. Esto a su vez produce resistencia y rechazo de los individuos involucrados en la problemática, agregando a la intervención el sabor de tener que trabajar con sujetos que no demandan nuestra ayuda. Para poder producir cambios, es necesario romper el equilibrio patológico establecido en la familia, mediante la disrupción, la confrontación, el uso de recursos externos, y comunitarios que puedan apoyar y fortalecer a la víctima y, a la parte más débil y vulnerable del sistema. Se trata de intervenir mediante el uso creativo de la crisis que implica entre otras cosas, su anticipación mediante un buen planeamiento de los pasos y estrategias por seguir. 4. La primer dificultad con la que se pude encontrar un psicólogo es resolver el dilema “secreto profesional-obligación de denunciar”, lo cual, puede llevarlo a plantearse normas éticas. Se deberá hallar un delicado equilibrio entre lo que es apropiado y de beneficio compartir y informar a otros colegas o instancias, y lo que es apropiado callar por qué no pone en riesgo a ninguno de los participantes en el caso; en relación a esto, se incluye a los mismos profesionales, ya que su labor en sí misma está reglamentada por la ley, que lo obliga a informar tanto la detección de un caso, como el seguimiento y evolución del mismo, cuando queda con la responsabilidad del diagnóstico o del tratamiento. Otros aspectos que contribuyen a las dificultades que los profesionales comparten y que crean resistencias y ansiedades diferentes en el ejercicio del rol son: -La dicotomía entre su responsabilidad legal profesional de denunciar y la de mantener el secreto profesional; -El trabajo con los casos de violencia o maltrato infantil, que obliga a abandonar “la posición ascética, imparcial” y de distancia usualmente admitida como valor en el desempeño de la tarea clínica. El manejo de estos casos, que obliga a tomar partido y expone al profesional a la tarea de tomar decisiones en la vida de terceros que requieren sus servicios. -La tarea requiere que el profesional tenga que “dar cuenta” de su saber. -Como la mayoría de los casos de abuso sexual tienen derivaciones penales, no solo la víctima y su entorno familiar deben comparecer a declarar, sino también los profesionales intervinientes. Es más, estos se convierten en un valioso auxiliar de la justicia, ya que su

testimonio le servirá para evaluar aspectos tales como el daño producido a la víctima, la calidad de los vínculos familiares, etc. -Muchas veces el psicólogo debe “vestir” diferentes trajes en el momento de la intervención en crisis. -Los incesantes cambios en la vida de las víctimas obligan a redefinir la estrategia de abordaje y tratamiento. Por lo tanto, el profesional debe someter su práctica a un ejercicio permanente de evaluación y análisis de los objetivos alcanzados. -Cualquier profesional que deba, o quiera, trabajar con esta temática, deberá ser muy prolijo y detallista en sus afirmaciones, ya que muy probablemente tenga que sostenerlas y defenderlas en ámbitos judiciales. Por último, los casos de abuso sexual tienen, para el profesional de la salud mental, una característica que los diferencia del trabajo con otros tipos de maltrato, y es que la opinión profesional es requerida para contestar la pregunta: ¿el abuso sexual ocurrió o no ocurrió? 5. Todo alegato de abuso sexual, o sospecha del mismo, debe evaluarse e investigarse para determinar si ocurrió. A este proceso se lo denomina validación y consiste en la tarea de “interpretar la conducta, los signos físicos, si los hubiera, y la información recogida en las entrevistas de investigación clínica. 6. La posición que debe tomar el terapeuta en la tarea diagnóstica de la problemática se basa en la de una sospecha o de un alegato de abuso sexual en donde deberá comprender una conclusión acerca de la confirmación, negación o imposibilidad de validación. En algún punto uno tiene que sostener la creencia en la probabilidad de ocurrencia del abuso, y sostener que un niño que devela total o parcialmente una situación de este tipo tiene más para perder que para ganar; por lo tanto, lo más probable es que este manifestando algo cierto. 7. El proceso de recogida de información y evaluación de la credibilidad del relato es un proceso de investigación que puede ser llevado a cabo por profesionales de diversas disciplinas sociales, siempre y cuando estos profesionales cuenten con el entrenamiento adecuado, que aporte habilidades de conducción de una entrevista clínica, manejo de la psicología evolutiva y técnicas de focalización y dirección de las entrevistas. El trabajo investigativo que da pie a la intervención legal, tanto penal como tutelar está separado del clínico – psicológico, que apuntará mas a los aspectos más profundos, como la evaluación del daño. En el manejo de estos casos, suele haber 2 períodos diferenciados: el de la investigación, llevado a cabo por personal policial trabajadores sociales, psicólogos o una combinación de los mismos, y otro posterior, en el que el niño y su familia son derivados a algún centro de atención integral, para la mejor evaluación de sus necesidades de rehabilitación. 8. Las técnicas proyectivas, y los tests, dan un perfil del funcionamiento del individuo y podrán ayudar en un momento posterior a la confirmación o negación del alegato. La técnica empleada en este proceso de evaluación deberá permitir: - Formar un vínculo de confianza y seguridad para el niño. - Proveer la primera oportunidad de establecer una relación terapéutica. - Ayudar a validar o negar el alegato de abuso sexual. - Evaluar el nivel de riesgo y la necesidad de medidas de protección inmediatas o mediatas.

9. El proceso de investigación-validación se compone de distintas fases, y diversos objetivos que deberán alcanzarse en las mismas. La primera consiste en establecer una relación de confianza y comunicación que nos permita entrar en la segunda fase, que es la de recoger información específica acerca del abuso sexual sufrido o sospechado, además de detalles de la vida familiar, calidad de relaciones entre los miembros, etc. El paso próximo será explorar las expectativas que el niño tiene a partir de los hechos relatados. Por último, cabe destacar, que el proceso de evaluación deberá concluir con un planeamiento conjunto (dependiendo de la edad del niño) de los pasos a seguir, una explicación por parte del que realiza la evaluación, de lo que cree que ocurrirá, si habrá intervención legal o no, y cualquier otra estrategia alternativa que plantee. 10. si estamos trabajando con un abuso develado a alguna persona de confianza ( familiar, maestra etc.) , es decir si este develamiento da origen a la consulta, deberá mantenerse el secreto con el resto de los familiares, hasta tanto se halla planeado con el niño, y a veces, con la ayuda de otras instituciones en la comunidad, como proseguir, como cuidar, y prevenir una posterior victimización del niño. Esto apunta al tema del planeamiento estratégico: una confrontación de la situación con los miembros de la familia puede incrementar la exposición de la victima e impedir una adecuada protección. 11. el profesional deberá estar alerta, a que el proceso de investigación clínica no incremente la ansiedad del niño hasta niveles de desorganización. . En las entrevistas no se debe permitir que el niño muestre signos de que el trabajo clínico “es más de lo que puede tolerar”. Si esto ocurre durante una entrevista en particular, se deberá cambiar la focalización e interrumpir el proceso en casos extremos. 12. El proceso de evaluación se inicia con la persona que trae la sospecha o que sostiene el alegato. El trabajo clínico puede iniciarse de manera directa o indirecta, esto es, partir de la sospecha construida por algún adulto significativo en la vida del niño, o, comenzar desde el develamiento que haya hecho el niño a alguien de su entorno. En cualquiera de las dos circunstancias, el primer paso por seguir es la entrevista con el adulto que consulta, que contará entre los objetivos: 1. Evaluar la credibilidad del portador del motivo de consulta 2. Evaluar la coherencia de la sospecha 3. Recoger todos los datos de la historia infantil y familiar, hitos en la historia evolutiva, sintomatología presente y todo aquello que sea necesario conocer para poder empezar a trabajar con el niño 4. Evaluar la capacidad de sostén y el compromiso con el descubrimiento de la verdad que convertirán o no a este adulto en protector; esto es, evaluar el grado de riesgo en que se encuentra el niño. El paso siguiente es la entrevista con el niño. En esta se requiere creatividad, se podrá comenzar con el uso de dibujos libres, juego libre con muñecos o títeres, hasta acercarnos a temas más cargados afectivamente. 13. Para poder obtener un testimonio de abuso, hay que preguntar acerca del mismo. Lo importante es tener en cuenta la elaboración de las preguntas, ya que, cuanto más abiertas sean, mayor credibilidad se les asignará a las respuestas que otorgue el niño. Según Faller las preguntas de clasifican en: Preguntas de carácter general: son introductorias y pueden desembocar en una apertura inmediata de la situación que nos ponga de lleno en el análisis directo del relato infantil. Por

ejemplo: ¿sabes porque mamá te trajo a verme hoy? Respuesta: “Sí, para contarte lo que me hace mi papá en el pitulín, cada vez que me baño”. Preguntas focalizadas: son focalizadas, pero no sugieren ninguna respuesta. Pueden focalizarse en personas, por ejemplo: “¿Qué es lo que más te gusta hacer con mamá/papá?”, siempre dirigidas a la persona no sospechada del abuso. Una vez que el niño haya relatado parte del abuso, el tipo de preguntas destinadas a recoger información so las focalizadas en partes del cuerpo, por ejemplo: “¿Con qué parte de su cuerpo te toca?” Preguntas de múltiples respuestas: en este tipo, el entrevistador ayuda al niño a contestar, ofreciéndole distintas alternativas, por ejemplo: “¿tenías la ropa puesta o te la sacó?”. Preguntas de respuestas de sí/no: en el caso de que las preguntas más abiertas no hayan elicitado información específica, se puede utilizar este tipo de preguntas, pero no tienen el grado de objetividad que las anteriores, ya que el niño puede contestar si o no para complacer, o por que no entiende la pregunta, por ejemplo: “¿te puso el pene en la vagina?” 14. Para facilitar que el niño responda preguntas específicas, suelen utilizarse materiales como dibujos de las formas humanas adultas e infantiles, anatómicamente explícitas, en donde el niño pueda señalar las partes específicas aludidas en el abuso. Un material de utilidad son los muñecos llamados “anatómicamente correctos o explícitos”, desarrollados en Estados Unidos, como una de las técnicas más utilizadas por los profesionales en estos casos, ya que poseen toda la parte de su anatomía explícita, los orificios corporales están abiertos, lo cual permite al niño introducir cosas en ellos. 15. Las críticas a estos materiales están basadas en que inducen en el niño la producción de material sexual, que puede interpretarse como ocasionado de situaciones abusivas que no han ocurrido. Otra es que los muñecos no han sido sometidos al proceso de validación de los tests; ya que, como no poseen un protocolo estandarizado sobre su uso, ésta depende de la habilidad, el entrenamiento y la creatividad del entrevistador. Las ventajas asociadas con el uso de estos son: -Un medio facilitador del trabajo específico con niños pequeños o que sufren un retraso madurativo de algún tipo, o bien retraso intelectual; -Con algunos niños, es más fácil “mostrar” que hablar o contar; y -pueden estimular el recuerdo espontáneo de situaciones de abuso. 16. Se han identificado 7 posibles funciones que los muñecos “anatómicamente correctos” pueden cumplir: 1. Ayudar en la creación de un ambiente relajado y apropiado de entrevista. 2. Ayudar a iniciar la conversación sobre temas sexuales, que generalmente provocan vergüenza y ocultamiento. 3. Ayudar a evaluar el conocimiento de las distintas partes del cuerpo, el nivel de entendimiento de las funciones corporales y de las relaciones sexuales. 4. Ayudar al niño a mostrar, en vez de relatar el abuso. 5. Estimular el recuerdo de situaciones de abuso o de detalles del mismo. 6. Conocer los intereses o preocupaciones sexuales del niño.

7. Detectar indicadores específicos de abuso sexual en el comportamiento que el niño muestra con los mismos. 17. Los requisitos que deben cumplir otras técnicas alternativas, como dibujos u otra clase de muñecos van a depender de si recogen información respecto al abuso o no. Clase tipo de abuso ¿Cómo comenzó? Se trata de distinguir los diferentes tipos de conducta involucrada, si es posible recordar el inicio. ¿Cómo prosiguió? Si el tipo de actividad sexual se mantuvo siempre igual o si hubo cambios. El niño puede recordar que se comenzó acariciándolo, para después progresar a la realización de un fellatio. ¿Dónde ocurría el abuso? Si sucedía en la casa, en que parte de la misma o en que otro lugar se llevaba a cabo. ¿Dónde estaba el resto de la familia en el momento del abuso? Si hubo o no testigos, como alguno de los hermanos, por ejemplo. ¿Cuándo ocurría, en qué momento del día? ¿Cuánto hace que viene ocurriendo? Aquí sabemos que no tendremos un dato ajustado a la realidad, ya que el sentido del tiempo varía de acuerdo a la edad y factores asociados a la represión de acontecimientos dolorosos. Se puede ayudar al niño a que recuerde en que época determinada del año sucedió de su historia escolar, por ejemplo: “¿estaba en jardín, o en primaria?” ¿Pudo contarle a alguien lo que le estaba ocurriendo, o esta es la primera vez? Esto nos guía hacia la presencia del secreto impuesto, o de la presencia de amenazas. ¿Cuáles son los sentimientos acerca del perpetrador, u otros miembros significativos de su familia? ¿Cuáles son las razones que lo llevaron a develar el abuso en este momento? Esto será en el caso de que sea un develamiento intencional, y no una situación descubierta por alguna persona, o sea accidental. 18. El testimonio infantil deberá presentar una serie de características para ser considera válido, creíble, y estas son: * Conocimientos sexuales que excedan los esperados para su edad o nivel evolutivo * Presencia de detalles de la conducta, de contextos, de las conductas de las personas involucradas en el abuso * Descripción de los hechos con un lenguaje y una perspectiva acorde con una visión infantil de los mismos * La presencia en el relato de la existencia de múltiples incidentes de abuso, en el tiempo * Progresión de la conducta sexual desde formas menos íntimas a las más íntimas * Presencia de elementos de secreto en la interacción con el abusador * La presencia de maniobras de coerción para mantener al niño en el vínculo abusivo * Persistencia del relato a lo largo del tiempo

* Reacción emocional congruente con lo relatado: humillación, vergüenza, culpa.

19. Permanentemente se pone en duda la validez de lo dicho por el niño; a este fenómeno contribuye: 1. El hecho de que muchas denuncias hechas por los niños son negadas un tiempo después; a esto se denomina retractación. 2. La creencia generalizada acerca de la vulnerabilidad a la sugestión, la falta de credibilidad en la memoria y en la capacidad de separación de fantasía y realidad que supuestamente es dable encontrar en los niños. 20. Es en los casos de alegato de abuso sexual en divorcio donde las acusaciones suelen involucrar a las madres en contra de sus ex-cónyuges. Casi siempre, es la madre quien trae la sospecha basada en su preocupación por lo que ha visto o le ha dicho su hijo.la disputa se extiende en un clima de alta intensidad emocional para todos aquellos que intervienen, las necesidades del niño son ignoradas o pasan a ser secundarias en este clima de acusaciones y contraacusaciones, quedando siempre en el medio de la situación, gracias a la concepción subyacente de que es tan maleable y manipulable, y la estructuración de su memoria y sus recuerdos tan frágiles, q lo hacen susceptible de ser programado como robot , en intentos de acusaciones que quizás nunca ocurrieron. 21. Las circunstancias que pueden desencadenar un alegato de abuso sexual en el proceso de divorcio, según Faller (1900), son cuatro: La madre puede descubrir el abuso sexual y eso precipita su decisión de divorciarse. En otros casos, el descubrimiento del abuso está mediatizado por alguna institución (escuela, trabajadora social), es decir, la situación abusiva se hace pública y requiere de la intervención de protección antes que la madre decida el divorcio. El abuso sexual está instalado desde hace tiempo y sólo se revela en el contexto de la discusión marital. En esta circunstancia puede ser que el develamiento se produzca porque ya no exista la necesidad de mantener el secreto, siendo que el padre ofensor ya no convive. La pérdida de lazos familiares, de la contención que la estructura familiar brinda, puede posibilitar en personas dependientes, de baja autoestima, y con fuerte tendencia a la negación de conflictos, a actuar sus tendencias sexuales con los hijos. Por esto, es posible que, el padre ofensor encuentre en la interacción sexual una manera de satisfacer algunas de sus necesidades insatisfechas por un lado; y por otro, expresar sus deseos de venganza y hostilidad hacia la esposa percibida como la autora de la destrucción marital. El alegato está falsamente construido. 22. Los casos de falso alegato, según los autores, pueden agruparse de la siguiente manera, en dos grupos: El primer tipo de alegato, son los fabricados en base a erróneas percepciones, tomadas en situaciones de alto voltaje emocional, donde la percepción del otro está totalmente condicionada por los odios extraídos de la historia de la relación, como los casos de divorcios. En estos casos, la exacerbación de los conflictos puede hacer que la persona desvirtúe las características de su cónyuge, de tal manera que ciertas conductas son altamente deformadas, por ejemplo, un período de exceso de ingesta de alcohol, es transformado por otro cónyuge en un “alcoholismo crónico”.

Puedes ser que el “bañarse con el hijo” sea percibido como indicio de abuso sexual como indicio de abuso sexual si se une con alguna manifestación no especifica por parte del niño como por ejemplo:” no me gusta ir a la casa de papa”. El segundo tipo de alegato son los fabricados racional y maliciosamente por los adultos. Pero estos casos no son comunes de encontrar, ya que el factor preponderante es el trastorno de personalidad de los adultos denunciantes, rasgos antisociales, severos déficits en la estructuración del superyó, personalidades manipuladoras. Como interjuego, los niños manifestaban una excesiva simbiosis, mimetización emocional y cognitiva con los adultos de su entorno, discurso adultizado. 23. El primer objetivo frente a un indicio de falso alegato es llegar a una evaluación de la coherencia de la sospecha (madre, abuela). Esto nos dará una idea del grado de posibles influencias de las percepciones adultas en el relato infantil. Por lo tanto, cuanto más inespecífica sea la sospecha, mayor probabilidad hay de encontrarnos con la contaminación adulta de alguna circunstancia en particular. Es importante escuchar todos los elementos e indicios de la realidad que el adulto ha percibido cronológicamente y que le fueron despertando la sospecha. Tomar la decisión de creer en la factibilidad del abuso toma tiempo.