Gimnasia y Yoga para Los Ojos

1 GIMNASIA Y YOGA PARA LOS OJOS La rehabilitación de la vista se consigue cuando mejoramos todo nuestro ser por medio d

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GIMNASIA Y YOGA PARA LOS OJOS La rehabilitación de la vista se consigue cuando mejoramos todo nuestro ser por medio de los acciones naturales: alimentación sana, ejercicio físico, descanso y relajación. Como todos los músculos del cuerpo, los músculos oculares se fortalecen cuando las ejercitamos debidamente, y al mismo tiempo facilitamos que la sangre fluya con más cantidad, nutriendo mejor todos los órganos de los ojos. Mediante todos los ejercicios podremos lograr dejar las gafas o mejor, no llegarlas a usar nunca, ¿Qué te parece?. Ejercicios generales de los ojos: 1- Con la cabeza erguida y fija, levantar al máximo los ojos mirando hacia arriba y luego bajarlos tanto como puedas. 2- Sin mover la cabeza girar los ojos a la izquierda tanto como puedas y luego igual a la derecha. 3- Mover los ojos en forma circular, arriba, a la derecha, abajo y a la izquierda sin mover la cabeza, forzando siempre para hacer el circulo tan amplio y tan deprisa como puedas. 4- Abrid los ojos tanto como puedas y luego cerradlos fuertemente. 5- Mira lejos al horizonte y súbitamente mira cerca. 6- Ejercitar los ojos a mirar la luz en pleno día y mirar a un lugar oscuro alternativamente. 7- Levantar el pulgar a la altura de la nariz y alejarlo tanto como se pueda, mirándolo fijamente mientras se acerca hasta que toque a la nariz. Concentrando la mente, el esfuerzo y la vista. 8- Haz con las dos manos un suave masaje por la frente y ambos ojos, mientras practicáis respiraciones profundas por la nariz con la boca cerrada. Este masaje es bueno hacerlo después de cada ejercicio descrito. Cada ejercicio debería repetirse de diez a veinte veces, empezando por pocos y aumentando cada día en la medida en que se gane fuerza. 9- Después de hacer esta gimnasia ocular, relajarse y descansar en la cama o sofá, aplicándose una compresa fría en la frente y ojos durante cinco o diez minutos. Se hará de la siguiente forma: se moja una toalla con agua fría del tiempo, se escurre, se dobla en cuatro y se aplica en la región indicada. No llevar nunca las gafas o lentes mientras se hacen los ejercicios. Es bueno parpadear a menudo cada cuatro o cinco segundos. Es bueno dormir de ocho a diez horas diarias, a partir de las diez de la noche. Aprende a vivir relajado, mantén el espíritu alegre y ejercita la memoria procurando de ver lo que miras y tu vista mejorará considerablemente. Ejercicios para hacer en la oficina 1- Siéntate frente a tu escritorio y asegúrate de tener la espalda recta. Cierra los ojos y apoya las palmas de las manos sobre cada ojo. Sentirás cómo los ojos comienzan a entibiarse y a liberar tensión. 2- Suelta las manos a los lados del cuerpo pero mantén los ojos cerrados. Respira profundamente y exhala despacio a medida que dejas caer la cabeza hacia delante. 3- Una vez que tengas el mentón contra el pecho, haz balancear la cabeza de un lado a otro, como si sólo colgara del cuello. Una vez que sientas el cuello relajado, haz círculos con los hombros, hacia atrás y hacia delante. 4- Ahora, cierra los ojos con fuerza y eleva los hombros lo más que puedas. Respira profundamente manteniendo la postura por unos segundos. Exhala y relaja todo el cuerpo. Repite este ejercicio varias veces. 5- Respira naturalmente mientras fijas la vista por treinta segundos sobre un objeto que se encuentre lejos. Intenta mantenerlo enfocado mientras pestañeas varias veces. Luego enfoca otro objeto y repite el ejercicio. Este ejercicio te ayudará a evitar hacer bizcos, que es algo que todos hacemos aunque no nos demos cuenta. Con los ojos apenas abiertos mira hacia arriba al exhalar. 6- Sentado en un lugar cómodo, intenta alinear columna y cabeza de la forma más recta posible. Respira profundo. Al exhalar, gira la mirada en todas las direcciones. 7- Respira otra vez y al hacerlo de nuevo vuelve la mirada hacia el centro. Este ejercicio debe hacerse de forma controlada, no comiences a mover los ojos sin ningún sentido, sigue el orden que quieras (ej: arriba, abajo, izquierda, derecha, en círculos lentos, etc.) Este ejercicio ayuda a desarrollar los músculos que sostienen y controlan los ojos. 8- Fija la vista en un objeto que tengas enfrente. Respira profundamente y mientras exhalas, mira hacia la derecha y hacia la izquierda, pero sin girar la cabeza.

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9- Respira nuevamente y mientras exhalas gira la cabeza de lado a lado y deja que los ojos sigan el movimiento. Respira una vez más girando el torso y deja que la cabeza y los ojos sigan ese movimiento. Al terminar todos los ejercicios, apoya las manos sobre los ojos hasta que se sientan tibios. Deja caer las manos a los lados del cuerpo, respira profundamente y abre los ojos. Estás listo para continuar trabajando. Ejercicios para relajar y descansar los ojos después de trabajar Todos sabemos que pasar mucho tiempo frente a la computadora puede ser agotador para el cuerpo y para la vista en especial. Si bien trabajar sentados no implica una gran actividad física, el cuerpo de todos modos gasta una gran cantidad de energía. La mente se esfuerza al leer, comprender y traducir, esto nos provoca tensión mental y nos sentimos agotados después de una jornada larga de trabajo. Como traductores, los ojos son particularmente susceptibles a la tensión. Sin embargo, podemos fortalecer los músculos alrededor de ellos, y contrarrestar los efectos del cansancio, por medio de ejercicios diseñados específicamente para desarrollar la concentración visual. Cómo desarrollar la concentración visual 1- Para empezar, será necesario relajarnos y poner la mente en blanco. Recuéstate boca arriba, con las palmas hacia arriba y las piernas extendidas y algo abiertas; los pies deben estar a la misma distancia que hay de hombro a hombro; mantén la espalda recta, pero no rígida; esta postura debe sentirse relajada y agradable. Respira profundo un par de veces y suelta el peso del cuerpo. 2- Concentra la mirada hacia la punta de la nariz sin pestañear. Mantente así lo más que puedas, luego cierra los ojos y relájate. Repite esto un par de veces, cierra los ojos y descansa unos momentos. 3- Otra vez sin pestañear, concentra la mirada en el área entre las cejas. Vuelve a cerrar los ojos y descansa. Al principio, concentrarse en un área que no se puede ver bien se sentirá difícil o incómodo, pero se irá haciendo más fácil con la práctica. 4- Sin mover la cabeza, fija la mirada de ambos ojos sobre el hombro izquierdo el mayor tiempo posible. Luego cierra los ojos y relájate. Repite el ejercicio mirando hacia el hombro derecho. 5- Para terminar, apoya las palmas de las manos sobre los ojos cerrados y tómate un buen rato hasta sentir que has descansado. La imaginación, el mejor remedio 1- Una vez más recuéstate boca arriba, las palmas hacia arriba, las piernas extendidas y algo abiertas; los pies deben estar a la misma distancia que hay de hombro a hombro. Respira profundo y relájate unos momentos. 2- Cierra los ojos y respira profundo. Siente cómo el aire entra a los pulmones e infla el abdomen. Repite las respiraciones varias veces antes de abrir los ojos de nuevo. 3- Mira fijamente algún objeto en la habitación y luego cierra los ojos. Con los ojos cerrados, sigue "viendo" ese objeto. Una vez que hayas formado la imagen mental del objeto, abre los ojos de nuevo y repite el proceso con otros objetos. Este ejercicio ayuda a descansar y a relajar los ojos. También es bueno para el desarrollo de la concentración y el uso de la imaginación. Gimnasia ocular para ver mejor El oftalmólogo neoyorkino William H. Bates creó un novedoso método basado en una serie de ejercicios para los músculos de la retina que permiten mejorar la visión de manera sencilla y saludable Problemas oculares Los defectos de visión se pueden corregir atacando sus causas: eliminar la materia tóxica de la sangre, fortalecer los músculos oculares y posibilitar que los órganos de la visión funcionen de forma saludable en un buen organismo. Tal es la premisa de la gimnasia y el naturismo ocular de Bates y otros expertos, quienes consideran a los ojos como parte integral del cuerpo, en vez de un órgano independiente, que están muy relacionados con el aspecto sicológico de la persona. Según Bates, la tensión sufrida por los músculos externos del ojo produce un mal funcionamiento que cambia la forma del globo ocular, interfiriendo la visión.

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Lo que Bates descubrió, en conflicto con las teorías vigentes, fue que la mayoría de los problemas oculares puede curarse al eliminar sus causas subyacentes y que pueden recuperar su salud, a menos que los afecte un mal degenerativo. Según este enfoque alternativo, los lentes permiten una vuelta instantánea de la visión clara, pero brindan un alivio temporal, al no eliminar la causa del problema y requerir gafas cada vez más potentes. El oftalmólogo neoyorkino basó su método en la necesidad de reeducar los músculos oculares externos mediante una serie de ejercicios que les devuelvan su estado saludable. Cuando se consigue esto, vuelve la visión clara. Se necesita tiempo pero se ha eliminado la causa del defecto ocular y una vez que la persona a reeducado sus ojos puede gozar de una visión clara hasta la vejez sin utilizar gafas. Sus principios se aplican independientemente de la edad y se dan resultados favorables en problemas como la miopía, el estrabismo, el astigmatismo, la hipermetropía y la presbicia. Fuera la tensión Para Bates la causa de casi todos los defectos visuales es la tensión mental, que se refleja en los ojos, sus músculos y nervios. Por lo tanto la clave de su método es la relajación. "Todo lo que descanse la mente beneficia los ojos", afirma. En Estados Unidos una clínica aplica sus principios, y en distintos países trabajan sus seguidores quienes han ido ampliando su método y proponen una serie de prácticas sencillas para mejorar la visión, eliminado la tensión ocasionada por ciertos hábitos visuales: "Ante todo, relajación. Si ya usa gafas, puede pasar una hora al día sin ellas para que los músculos del ojo puedan ajustarse, y al relajarse se vayan normalizando. "Siéntese frente a un cuadro o calendario con números y cierre suavemente los ojos un momento. Cúbralos ligeramente con las palmas de las manos sin hacer presión. Piense en la relajación, déjese ir, mueva un poco la cabeza de un lado a otro. Abra los ojos y parpadee: verá el cuadro o el calendario con mayor brillo y claridad. Las virtudes del parpadeo El abrir y cerrar los ojos, ayuda a mantenerlos húmedos, permitiendo una mejor lubricación. Aprenda a parpadear mientras utiliza los ojos, cerrando y abriendo los párpados con un movimiento casi imperceptible, un aleteo. Hágalo mientras lee, habla, mira por la ventanilla del autobús o tren o cuando ve una película o la televisión. Los secretos del palmeado Para relajar los ojos y la mente, siéntese lo más cómodo posible. Cierre los ojos y cúbralos con las manos, sin presionarlos pero tapando toda la luz. Trate de imaginar que la negrura se vuelve más y más oscura, sin detenerse en la condición de los ojos ni pensar en algo que lo distraiga, dejando que la mente tenga pensamientos ligeramente agradables. Si se efectúa esta gimnasia, que descansa y relaja los ojos, de cinco a 30 minutos, dos o tres veces al día, con el tiempo se consigue mejorar la vista. Relaje la musculatura del cuello Para relajar los vasos sanguíneos y nervios, que interconectan el cerebro, los ojos y distintas partes del cuerpo, se pueden efectuar dos ejercicios: rotar la cabeza en círculo, manteniendo quieto el cuerpo, 12 veces; o dejar caer la cabeza lo más posible sobre el pecho, manteniendo el cuello relajado, después elevarla y dejarla caer sobre los hombros y la espalda, repitiendo el movimiento 12 veces. Ambos ejercicios pueden hacerse por la mañana y la noche. Las claves de la buena lectura Para leer conviene sentarse en una posición relajada y erguida, con la cabeza ligeramente levantada y el libro o revista a 35 ó 40 centímetros de los ojos, parpadeando una o dos veces por cada línea. La luz debe ser adecuada y su fuente debe ubicarse a un lado y detrás. En el campo de visión no debe haber reflejos de luz o lámparas encendidas. No lea si está enfermo o cansado. Aproveche la luz del sol La luz solar es importante para los ojos, siempre que se emplee con moderación, ya que requieren unas siete u ocho horas diarias de oscuridad, pero trabajan mejor cuando alternan entre una buena oscuridad y una luz brillante. Hay que dar a los ojos un baño de luz solar de cinco minutos siempre que se pueda, manteniendo los ojos cerrados y dejando que el sol caiga sobre los párpados, girando la cabeza a ambos lados para que los rayos

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solares penetren en todas las partes del ojo. Ejercite el cristalino Para estimular el músculo ciliar, que interviene en la focalización actuando sobre el cristalino, hay que mirar un objeto lejano y enfocarlo cada pocos minutos, o mantener el pulgar a unos 15 centímetros de los ojos, enfocando la uña, mirando después a lo lejos y volviendo a enfocar la uña. Al conducir o mientras telefonea, enfoque sucesivamente diferentes objetos o lugares. Sus músculos focalizadores se volverán más flexibles y fuertes. Estimule la movilidad La habilidad para coordinar el movimiento de los músculos que permiten que los ojos se muevan arriba y abajo, a izquierda y derecha, dentro y afuera, siempre paralelos uno con el otro, determina gran parte de la forma visual. Un ejercicio útil para mantenerlos en forma y ejercitar los movimientos necesarios para leer correctamente, consiste en cruzar los ojos, intentar mirar el puente de la nariz o si no enfocar el pulgar a unos centímetros de la cara, acercándolo poco a poco hacia la nariz, mientras siente estirarse los músculos del ojo. Practique esta gimnasia entre 10 y 20 veces al día. Ricardo Goncebat / imp. EFE-Reportajes Gimnasia ocular La parte de nuestro cuerpo de la que menos nos ocupamos, es, sin embargo, una de las más importantes: los ojos. La mayoría de las personas, tanto si utilizamos gafas como si no, solemos acudir a los profesionales de la visión únicamente cuando tenemos algún problema (malas condiciones visuales o alguna patología como infección ocular). Tanto para los que gozan de visión perfecta como los que adolecemos de ella, la gimnasia ocular puede reportarnos grandes beneficios. Estos ejercicios fortalecen los músculos y ayudan a mantener más ágiles y jóvenes nuestros ojos. Si nos acostumbramos a reservar diez o quince minutos diarios para el cuidado de nuestros ojos, en pocas semanas notaremos una mejora en las condiciones de visión y un menor cansancio ocular. Es muy importante acostumbrarnos también a no forzar la vista porque ello conlleva un debilitamiento de la musculatura del ojo. Para evitarlo es necesario mantener unas condiciones correctas de iluminación, no utilizar maquillajes ni cremas no específicas en el contorno de los ojos, limpiar con agua los párpados varias veces al día, o, al menos, siempre antes de dormir. Dentro de la gimnasia ocular contamos con diferentes tipos de ejercicios: los activos, que se dedican a problemas determinados; y los de relajación, que se realizan para mantener nuestra visión en perfectas condiciones y descansar la vista. Durante el tiempo que empleemos en realizar los ejercicios, es necesario mantener un ritmo de respiración lento, con inspiraciones profundas y espiraciones lentas, pues esto ayuda a relajarnos y a aumentar la eficacia de la gimnasia ocular. Os dejamos unos cuantos de estos ejercicios, los que nos han parecido más interesantes, si queréis completar las sesiones, en este enlace encontraréis más información. - Masaje: Abre y cierra los ojos durante tres a cinco segundos cada vez. Repite estos movimientos 7 u 8 veces. Después cierra los ojos y masajéalos con los dedos con movimientos circulares 1 o 2 minutos. Presiona los párpados superiores con tres dedos, mantén la postura 2 segundos y suelta. Repite 5 veces. - Movimiento: Siéntate y relájate. Gira los ojos en el sentido de las agujas del reloj, luego en el sentido contrario. Repite 5 veces, parpadeando entre cada una. -La marca en el cristal: Siéntate a cincuenta centímetros de una ventana. Haz una marca en el cristal a la altura de los ojos (una pequeña línea negra o roja es suficiente). Mira la marca y luego concéntrate en algún punto lejano durante 10 a 15 segundos; después fija la vista en la marca de nuevo. Repite 10 veces. - Sigue el lápiz: Sujeta un lápiz en la mano frente a tu cara con el brazo extendido. Mueve el brazo lentamente hacia la nariz, hasta el límite en que aún puedas mantener el lápiz enfocado con los ojos. Repite 10 veces. - Escribe en la pared: Mira hacia una pared que esté en frente de ti e imagina que estás escribiendo con los ojos, sin mover la cabeza. Parece difícil al principio, pero con un poco de práctica es realmente divertido. Cuanto mayores sean las letras que “dibujas”, mejor será el efecto.

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- Imagina la hora: Imagina que estás de pie en frente de un reloj gigante. Mira al centro del reloj. Luego mira hacia de cualquier hora sin mover la cabeza. Mira otra vez al centro. Luego otra marca horaria. Practica este ejercicio al menos 12 veces. También lo puedes practicar con los ojos cerrados.