Finales de peones - Escaques 01 -I. Maizelis.pdf

l. MAIZELIS FINALES DE PEONES DEPÓSITO LEGAL B. 8380 - 1959 COLECCIÓN ESCAQUES l. MAIZELIS FINALES DE PEONES

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l. MAIZELIS

FINALES

DE

PEONES

DEPÓSITO LEGAL B. 8380

-

1959

COLECCIÓN ESCAQUES

l.

MAIZELIS

FINALES DE PEONES

EDITORIAL GRIJALBO ESPAÑOLA, S. L. BARCELONA

FINALES

DE

PEONES

'J. :711aizelis

Traducción directa del ruso de LYDIA KuPER DE VELAsco

y

AND R É S

FIERRO MENÚ

Proemio de ]AIME LLADÓ LuMBERA Maest r o 71/acional

©

1959

de Ajedrez

roR

EDITORIAL GRI]ALBO ESPAÑOLA, S.

L.

CERDEÑA, 209 ·BARCELONA - ESPAÑA

R E S E R V A D O S

T O D O S

L O S

D E R E C H O S

Este libro no puede ser reproducido en todo, ni en parte, en forma alguna, sin permiso.

Qráfica Bacbs - c. París, 175

-

Barcelo11a

PR OEMIO En realidad, este libro no necesita presentación de ninguna clase. Viene precedido del suficiente prestigio internacional para que lo mismo el profe­ sional que el aficionado, que incluso aquel que por primera vez asoma su curiosidad al campo de batalla, tan incruento como apasionante, del aje­ drez, le dé no sólo como bueno sino como ejemplar y único hasta ahora. Pero me parece oportuno aducir aquí el argumento de que, entre los numerosos libros que tratan de ajedrez, s· o n pocos -por lo menos que yo conozca- los consagrados a los finales de partida. Yo sé de esa especie de angustia que se le presenta al ajedrecista cuan­ do, previendo ganada la partida, se ve en el trance de elegir. Muchas, muchísimas veces, la elección llega a sus dedos como por divina inspira­ ción. Pero no es eso. Dejar que el azar intervenga, aunque sea para traerle el triunfo, no conjuga ni aun de lejos con lo que constituye para el jugador la esencia misma de su personalidad: lo exacto. Lo que está en sus manos evitar, o provocar. Se hacía precisa una sistematización de la experiencia en esta materia, hasta -si ello era posible- convertirla en sencilla, pura y simple teoría. Y tenía que ser un hombre de la talla de un Maizelis quien consiguiese un propósito de tanta envergadura. Este libro, FINALES DE PEONES, recoge y remata cuanto sobre ello se ha experimentado. Lo más difícil del propósito era conseguir una claridad de exposición tal que llegase a la comprensión inmediata incluso del profano. En este sentido, la obra de Maizelis puede presentarse como un modelo de la didáctica. Es clara; es eficaz; es poco menos que exhaustiva. Admirablemente traducida, creo que sus editores no podían elegir nada mejor para iniciar la COLECCIÓN ESCAQUES. JAIME LLADÓ LUMBERA Maestro Nacional de Ajedrez

VII

IN DICE

Proemio.

VII

Introducción .

.

.

.

.

.

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.

.

.

.

.

.

.

. 3

Casillas críticas o clave . Puntos de invasión Distancias, oposición y casillas conj ugadas

6

Capítulo primero: REY Y PEON CONTRA REY

17

Capítulo 11. REY Y DOS PEONES CONTRA REY

22

Capítulo l. 2. 3.

111: PEON CONTRA PEON Peones en la misma columna Peones en columnas vecinas Dos peones pasados . . .

25 25 30 33

Capítulo l. 2. 3.

IV: DOS PEONES CONTRA UNO Peones ligados Peones aislados Peones aislados doblados

40 40 73 91

Capítulo V: DOS PEONES CONTRA DOS PEONES .

101 102 1 14

l.

2.

.

Finales con peones pasados Finales sin peones pasados .

.

.

.

.

.

.

Capítulo VI: TRES PEONES CONTRA DOS PEONES Y CONTRA TRES l.

2.

Finales con peones pasados Finales sin peones pasados .

Capítulo VII: DESARROLLO DE LA TEORIA DE LAS CASILLAS CONJUGADAS . . . . . . . l.

2.

Oposición corriente ( sistema rectangular) Sistema del cuadrado y el triángulo IX

136 136 152

170 171 175

3. 4. S.

Sistema de las ocho casillas Sistema T . . . . . . . . Algunas observaciones y conclusiones >, 1900. Blancas : R3CR, P2TR, P4TR . Negras : R4TR, P3CR, P4CR, P3TR ; las blan­ cas ganan ( mate en 4 jugadas). l . P3TR, PCR X PT + ; 2 . R4A, P4CR + ; 3. RSA, PSCR ; 4. PTR x PC + + . Esta divertida miniatura, que ilustra cla­ ramente la idea del zugzwang, ha ser­ vido de modelo para infinidad de composiciones del mismo género . T,u curioso del caso es que estas últimas salieron generalmente a la luz como « final de una partida j ugada hace poco ( ?) en . . . (el nombre de una ciudad cualquiera)>>, pero siempre sin indicación de quiénes fueron los jugadores.

Los peones doblados de las negras en el 364 ( K. Rotlender, 1 893 ), sig­ nifican en realidad que las blancas tienen u n peun de ventaj a . Ahora bien, en el instante que se considere amenaza 1 . . . P4AR, lo que evidente­ mente conduce a tablas . De ahí el que las blancas recurran a un procedimiento característico, al sacrificio de un peón, a fin de facilitar la incursión de su rey y pro­ porcionarle el espacio suficiente pa­ ra maniobrar. Después de l. PSAR + !, decide la partida el distraer al rey negro gra-

364a. B . Horvitz , 1879. Blancas : R6TR, P3AD, P4D, PSR, P4AR. Ne­ gras : RlD, P4D , P2R, P2AR, P4AR ; ventaj a blanca. ( Amenaza 1 . . . P3R y tablas ; sin embargo, l . P6R? es pre­ maturo a causa de 1 . . . PAR x PR ; 2 . R7C, R2A ! , tablas . ) l . R7C, RlR ; 2. P6R ! , PAR x PR ; 3. R8C, RlD ; 4 . R8A, R2D ; S . R2A, R3D ; 6 . R l R , P4R ; 7 . PD x PR + , R3R ; 8 . R8A, R2D ; 8. R7A y ganan . 364b . Schpiss-Bürger, Berlín, 190S . Blancas : R3CR, P3TD, P4CD , P2AR, P3AR, P3TR. Negras : R4AR, P3TD, P4CD, P4CR, P3TR ; juegan las blan­ cas . l. P4AR, PCR x PA + ; 2. R4T ! , R4R ; 3 . R4C , P6AR ( o bien, 3 . . . P4 TR+ ; 4. R x PT, R6A ; S. RSC ) ; 4 . P4TR, P4TR + ; S . R x PT, R4A ; 6 . R6T, R3A ; 7 . PSTR y ganan . 364c. Scheve - Valbrodt, Berlín , 1 891 . Blancas : R3CR, P2CD , P4CD, P2AR, P3AR, P2TR. Negras : R4CR, P3CD , P4R, P2AR, P3CR ; j uegan las blancas . l . PSCD , P4AR ; 2 . P4AR + , R3A ( o bien, 2 . . . PR x PA + ; 3 . R3A, R3A ; 4 . R x PA, P4CR + ; S. R3C, si­ guiendo 6. P3TR y 7. P4AR ) ; 3 . PAR x PR + , R x PR ; 4. R3A, P4CR ; S. R3R, R4D ; 6 . P3TR, R4A ; 7 . P4AR y ganan . Después de l . PSCD, a las ne­ gras no las salva ningún otro movi­ miento ; por ejemplo : 1 . . . R4T ; 2 . P4AR ! , PSR ; 3 . PSAR ! , P4CR ; 4 . P3TR, P3AR ; S . P3CD, R3T ; 6. R4C , R2C ; 7 . P4TR y ganan ; o bien, 1 . . . R4A ; 2 . P4TR, P4CR ( 2 . . . PSR ; 3 . P4AR ) ; 2 . . . P3AR ; 3 . P3CD ) ; 3 . PSTR, P3AR ; 4. P3CD , R3R ; S. R4C y ganan .

·

212

·

364d. Pirc-Alatortsev, Moscú, 1935. Blancas : R3D , P3TD, P2CD, P4CD, P4AR, P2CR, P2TR. Negras : R3D , P2TD, P3CD , P2AR, P4AR, P3CR, P2TR ; juegan las negras . (El peón

pasado en el centro no es tan fuerte como en uno de los flancos, por cuanto no obliga al rey contrario a distraerse. El sacrificio del peón 4D es también inútil, ya que las blancas no consiguen apoderarse de la casilla 4AD ) . 1 . . . R4D ; 2. P4TD, P3TD ; 3. P3CD ( o bien, 3. P4CD, P4CD !) ; 3 . . . P3AR ; 4 . P4TR, P3TR ; S . P3CR, P4CR ; 6. R3R, PCR x PT ; 7. PCR x PT , P4TR ; 8 . R3D , P4CD ! , y la partida termina en tablas a causa de 9. PTD x PC, PTD x PC ; 10. R3R ( 10. R3A ?, RSR) ; 10 . . . R3D (3A, 3R), etc. 365

La realización del peón de más, pero doblado, del 365 ( posición posi­ ble de una variante de la partida Fine-Reshewsky, Nottingham , 1936 ) , ofrece dificultades . Las negras tras­ ladan su rey al centro, impidiendo así a las blancas hacerse con el es­ caque 6D y realizar el avance P2R­ P4R, P3AR-P4AR, P3CR-P4CR, segui­ do de P4AR-PSA, a fin de liberarse de los peones doblados. Fracasa tam­ bién el intento de las blancas de irrumpir con el rey a través de la casilla SCR, ya que las negras juegan P2TR-3TR. De ahí que las blancas deban esforzarse en continuar debili­ tando la posición de las negras, cen­ trando sus tiros contra el peón avan­ zado 3CR. Fine nos da a conocer el interesan­ te análisis que a continuación se ex-

pone : l . . . R1A ; 2. P4TR, R2R ; 3. R2C, R2D ; 4. PSTR ! , R3A (4 . . . PCR x PT ; S . R3T, R3A ; 6 . R4T, R4D ; 7 . P4AR ; 4 . . . P4CR ; S. P4CR, R3A ; 6. P4AR ! , R4D ; 7. R3A, RSD ; 8 . P6TR, R4D ; 9. P3R, PCR x PA ; 10. R x PA ! , R - ; 1 1 . RSC y 12. R6A ) ; S. PTR x PC, PAR x PC ( peor es 5 . . . PTR x PC, a causa de 6. P4AR, R4D ; 7. R3A, con­ tinuando luego R-4C-SC y R6A, mien­ tras que si el rey negro se halla en 2R, seguiría P2R-4R, R6A y P4AR­ SAR ) ; 6. P4AR, R4D ; 7. R3A, RSD ; 8. P4CR, P4CR ( o bien, 8 . . . R - ; 9. R3R, continuando después R3D, P2R4R y P4AR-SAR ; o bien, 8. P31'R ; 9. P3R + , R4D ; 10. R2R ! , RSR ; 1 1 . R2A, P4CR ; 1 2 . R3C ! y ganan ) ; 9 . PAR x PC ! ( a simples tablas conduce ahora 9. P3R + , R4D ; 10. R2A, RSR ; 1 1 . R3C, P3TR ! ; por ejemplo : 12. P4CR, R x PR ; 1 3 . PAR x PR, R x PR ; 14. R3A, R4R ! , etc. ) ; 9 . . . R x PR ; 10. R3R, R4D ( o bien, 1 0. . . R3D ; 1 1 . R4A, R2R ; 1 2 . P6CR ! , PTR x PC ; 13. RSC , R2A ; 14. P4R, R2C ; l S . PSR, R2A ; 16. R6T ) ; 1 1 . P6CR ! , PTR x PC ; 12. R4A, RSD ; 13. RSC, R6R ; 14. R x PCR y ganan . Pasando a considerar los finales con piezas iguales (en la mayoría de los casos), continuarems el examen de aquellos ej emplos en que el prin­ cipal procedimiento técnico conti­ núa · siendo minar la disposición de los peones enemigos ; hasta ahora, sin embargo, los movimientos de lí­ nea desempeñan un p apel insignifi­ cante (366 y 367 ) . En el 366 ( Esser-Davidson ) , la po­ sición del rey negro es muy fuerte, mientras que el rey blanco no ha tenido tiempo de ocupar el escaque lAR. De ahí el que el momento sea el más favorable para el movimiento 1 . . . PSAR. En contestación a esto, en la partida se jugó : 2 . PCR X PA ( no 2. P R x PA?, a causa de 2 . . . P6R ; 3. PAR x PR, R x PR y el peón 3CR queda indefenso ) ; 2 . . . RSCR ; 3 . R2 R?, P4TR ! ( no se puede contestar inmediatamente con 3 . . . R x PT, debi­ do a 4. P3AR y tablas ) ; 4. R1A ( aho213

366

ra no da resultado 4. P3AR + , PR x PA+ ; S. R2A, a causa de S . . . P3CR ) ; 4 . . . R x PTR ; S. R2C, RSC ; 6. R2T, R6A ; 7. R1C, PSTR, y las negras ga· naron la partida gracias al peón pa­ sado . En 1926, Reti indicó que después de 1. .. PSAR ; 2 . PCRx PA, RSC, se alcanzan tablas mediante : 3 . R1A ! ; por ejemplo : 3 . . . P4TR ; 4. R2C, P3CR (4 . . . R x PT ; S. P3AR ) ; S. P3AR + , PR x PAR + ; 6 . R2A, R x PTR ; 7 . R x PAR ; o bien, 3 . . . R x PT ; 4 . P3AR ! , PR x PA ; S . P4R, RSC ; 6 . PSR, R4A ; 7. R2A, etc. 367

El flanco de dama de las negras en el 367 se viene abaj o rápidamen214

te : l. RSD , R2R ; 2 . P4TD, P4TD ( des­ pués de esta jugada sólo queda pre­ parar P2CD4CD ) ; 3 . R4D, R2A (3 . . . P3TR ; 4 . P3CD ) ; 4 . R3A, R2R ; S . P4CD, R2A (no sirve S . . . P4D, a cau­ sa de 6. PCD x PT, representando p a­ ra las negras idéntica catástrofe tan­ to 6 . . . PCD x PT ; 7. PSAD, como 6 . R6D ; 7 . P6TD, R x PA ; 8 . PAD x PD + ) ; 6. PCD x PT, PCD x PT ; 7. R4D ( también se puede contestar inme­ diatamente 7. PSAD ) ; 7 . . . R1R ; 8 . RSD, R2A y e n este mismo momento las negras abandonan . Pudo haber seguido : 9. PSAD, PD x PA (o bien, 9 . . . R2R ; 10. PAD x PD + , PD x PA ; 1 1 . P7AD , etc.) ; 1 0 . R x PA, R2R ; 1 1 . RSD , R2A ; 12. R4A ( ganancia de tiempo característica ; véase el 333) ; 12 . . . R2R ; 13. RSA, P3TR ; 14. RSD, R2A ; 1S. R4A, R2R ; 16. RSA, R - ; 1 7 . RSC, y ganan . Entre los p rocedimientos técnicos de llevar la lucha ocupa un lugar des­ tacado el ataque de peones, es decir, el sacrificio de uno o varios peones a fin de abrir a otro el camino a dama. Los ejemplos más antiguos se bil­ saban fundamentalmente en los es­ quemas de distribución de los peo­ nes que se dan a continuación (368 a 371 ) . 368

369

La posición representada en el 368 la publicó por vez primera K. Cocio en 1 766 . Como ya es sabido, el rom-

pimiento se realiza sacrificando dos peones : l. P6CD ! , PTD x PC ; 2. P6AD, PCD x PA ; 3 . P6TD (o bien, 1 . . . PAD x PC ; 2. P6TD, PCD x PT ; 3. P6TD ) . Tocándoles j ugar a las negras , éstas evitan la brecha mediante 1 . . . P3CD ( pero de ningún modo 1 . . . P3AD ? ; 2. P6TD ! , etc. ) . En e l 369, las blancas abren bre­ cha moviendo un peón cualquiera, ya sea mediante l. P6CD, o bien , l. 6AD , etcétera, lo mismo que en el 368, ya j ugando l. P6TD ó l . P6D ; ahora bien, en este último caso ambas j u­ gadas deberán realizarse una detrás de la otra : l . P6TD, PCD X PT ; 2. P6D, PAD x PD ; 3. P6CD( 6AD ) , o bien, l . P6TD, P3CD ; 2. P6D, PAD x PD ; 3 . PAD x PC . Las negras no pueden impedir, j ugando uno cualquiera de sus peones, que rompan sus líneas . 370

371

El 370 representa una posición de mucha mayor importancia práctica. Después de l. PSCD (también se pue­ de l. PSAD ) ; 1 . . . PTD x PC ; 2. PAD X PC es inevitable ; 3. P6TD ; cual­ quiera que sea el peón que se juegue en lugar de 1 . . . PTD x PC, las blan­ cas consiguen un peón pasado. Si se admite que en contestación a l. PSCD, las negras realizan un movi­ miento cualquiera en el flanco de rey, las blancas continúan 2. PSAD , o bien , 2. P6CD , e indefectiblemente consiguen que uno cualquiera de sus peones alcance la promoción . En este caso, a las negras no las

salva ni siquiera el ser mano (1 . . . P3CD ; 2 . PSCD ! , o bien, 1 . . . P3AD, 2. PSAD , lo mismo que 2. PD x PA y 3. PSCD ) .

370a. Tomado de una partida. Blancas : R2R, P2TD, P2CD, P3R, PSR, P4AR, PSCR, PSTR. Negras : R4AD, P2TD, P4CD, PSAD, P3R, P2AR, P2CR, P3TR ; juegan las blancas . l . P4R ! , RSD ; 2 . PSAR R x PR ( o bien, 2 . . . PR x PA ; 3. P6CR) ; 3. P6AR, PCR x PA ; 4 . PCR x PT y ganan . En el 371 es también posible abrir brecha : l. PSR, PD x PR ; 2 . PSAD, PCD X PA ( de lo conrario, 3. P6D ) ; 3 . P6D, PAD x PD ; 4 . PSTD, etc . La brecha se consigue abrir una jugada antes si el peón negro 2TD se halla en P4TD . ·

371a. C. Salvioli, 1887. Blancas : R1AD, P4D, PSR, P4AR, PSCR, P4TR. Negras : RSCD, P3TD, P3R, P2AR, P3 CR, P2TR ; j uegan las blancas. La solución del autor es : l. PSD, PR x PD ; 2. PSAR, PCRx PA ( en caso de 2 . . . R4A se tiene 3. P6AR ! y 4. P6R ) ; 3. P6R ! (no 3. PSTR ?, R4A ! ; 4. P6R, R3D ! y ganan ) ; 3 . . . PAR x PR ; 4 . PSTR, PSAR ; S . PSCR, P6AR ; 6 . R2D y ganan . Salvioli hizo la salvedad de que en caso de haber un peón en 3CD o en 2CD serían tablas, pero hallán­ dose el peón negro en 3TD, las blan­ cas si se da l . PSD, R4A ; 2 . P6D . E n realidad, como se demostró en 1 937, no pueden ga­ nar, ya que a RSTD pueden replicar siempre las negras con R2CD. ¡ Inte­ resante ej emplo de la impotencia de un peón pasado protegido, cuando se dan ciertas circunstancias desfa­ vorables ! ( Véase el 389 . ) 37lb. Tomado d e una partida j u­ gada en 1921 . Blancas : R7D, P4TD, PSCD, P4AD, PSD, P4R. Negras : R1 CD, P4TD , P3CD, P2AD , P3D ; les toca j ugar a las blancas . l. PSAD ( gana también l. PSR ) ; 1 . . . PCD x PA ; 2 . P6CD, PAD x PC ; 3 . PSR, PD x PR ; 4. R7R y ganan. 2 15

La disposición de los peones en el último ejemplo es afín, en cierto gra­ do, a la distribución en forma de cadenas de peones. Daremos sólo dos posiciones de este tipo.

371c. B . Horwitz e l . Kling, 18S l . Blancas : R2AR, PSCD , P6AD , PSD , P4R, P3AR, P2CR. Negras : RSTR, . P3CD, P2AD, P3D, P4R, PSAR ; las blancas ganan. l. P3CR + , PAR X P C + ; 2. R2C, R4T ; 3. R x PC, R4C ; 4. P4AR + , etc. ( Una disposición se­ mej ante de los peones se dio en la partida Botvinnik-Thomas , Notting­ ham, 1 936 ; pero Botvinnik disponía además -de un caballo ) . 371d. l . Minkvits, 1879. Blancas : R1R, P4AR, P3CR, PSCR, P6TR. Ne­ gras : R3AD, PSR, P4AR, P3CR, P2TR ; victoria del blanco. l . P4CR, PAR x x PC ; 2. PSAR, PCR x PA ; 3. P6CR, PTR x PC ; 4. P7TR y ganan . 372

Lasker señaló que las negras ga­ nan moviendo l. . . PSTR ! ( véase el 370). Es dt-bil contestar a esto con 2. RST, a causa de 2 . . . PSAD , etc. Más consistente es 2 . R3A, R4C ; 3. R2R . aclaración de Dedrle ; Las­ ker seguía 3. R3C, PSAD ; 4. R3A, RST, aunque no dej a de ser más sencillo 4 . . . P6AD ! ; S . PCD x PA ; 6. R2R ; PSCD ! ; 7. RlD, PCD x PT ; B. R1A, P2TD ) ; 3. .. PSAD ! ; 4 . R2D ( 4. 216

P3CD, PAD x PC ; S . PAD X PC, PTD x PC ; 6. R2D, RSA ; o bien, 4. P3AD, PD x PA, y S . . . PAD x PD + ) ; 4 . . . RSA ; S. R2R, P6AD ! ; 6. PCD x PA, PD X PA ; 7. RlD, PSCD ! ; 8 . R1A, P6CD ! ; 9 . PAD x PC, PTD x PC ; 10. P4D, R6R y ganan . Tocándoles jugar a las blancas, és­ tas impiden la apertura de la bre­ cha mediante . l. P3CD, y después de l . . . R3C, las tablas son evidentes . Sin embargo, la tentativa l . P4TD ! es de mayor alcance. Ahora l . . . PS CD? pierde, a causa de 2. RST, PSAD ; 3 . P3CD ! , etc. Lo correcto es 1 . . . PCD x PT ! ; 2 . RST, R3R ; 3. R6C, R3D ; 4. R6A, PSAD ; S. PD x PA, R4A ; 6. R x PR, R x PA ; 7. R6D, P6D ; 8 . PAD x PD + , R6C ; 9. PSR, R x PC ; 1 0 . P6R, P6TD ; 1 1 . P7R, P7TD ; 1 2 . P8R =D, P8TD = D ; 13. DSR + , R8C ; 14. D x D + , R x D ; 1S. RSA, R7C, y ora 16. P4D, PSTD, ora 16. RSC, R6A, ta­ blas . ( Puede comprobarse una cierta semej anza con el final del 72a ; para la psicología del espíritu creador no dej a de tener interés el que este análisis precediera al torneo de San Petersburgo de 1914. )

372a. Maslov-Glebov, Leningrado, 1936. Blancas : R2CD, P3AD, P4R, P3 AR, P3CR, P4TR. Negras : Rl CR, PS TD, PSAD, P4R, P3AR, P2CR, P2TR ; juegan las negras . l . . . P4TR ! ; 2. R3A ( o bien, 2. P4CR, P4CR ! ; 3. PTRx PC, PSTR ; o de otro modo, 2 . P4AR, PR x PA ; 3. PCR x PA, P4CR ! ) ; 2 . . . P4CR ; 3 . R x PTD, P4AR ; 4 . RSC ( 4 . PTR x PC, PSAR ! ; o bien, 4. PR x PA, PSC ! ; S . PAR x PC, PSR ! ) ; 4 . . . PSAR ; S. PCR x PA, PCR x PT, y ganan . De los ejemplos examinados se de­ duce que las posibilidades de abrir brecha vienen determinadas por la misma estructura de los peones ; la superioridad de peones en el sector en que tiene lugar el rompimiento, aunque frecuente, no es obligatoria. En el ejemplo 373 son aleccionado­ res los errores cometidos por ambos adversarios. Su examen nos demues­ tra cuál debe ser la defensa corree-

373

se sido más sencillo abrir brecha in­ mediatamente : 4. P6TR, PCR x PT ; S . PSD + , R3A ; 6 . P6D, P6TD ; 7 . P7D, R2R ; 8. P7CR, P7TD ; 9. P8CR = D ) ; 4 . . . P4CD ; S. PSD + , R2D ; 6. P6TR, P6TD ; 7. R2A ( 7. R1A ! ) ; 7 . . PSCD ; 8. PTR x PC, P6CD + ; 9. R1C, P7TD + ; 10. RlT, P6AD ; 1 1 . P8CR = D . Las ne­ gras abandonan . .

ta para evitar que el contrincante abra brecha en l a estructura de peones . Después de 1 . . . P3TR ? ; 2. P4AR?, P3AR ; 3 . PSCR, RSD las blancas rin­ den . Sin embargo, en contestación a la mala jugada 1 . . . P3TR, era posi­ ble 2. P6AR ! , PCR x PA ; 3. P4AR, RSD ; 4. PSCR, PAR x PC ; S. PAR x PC, R4R ; 6. PCR x PT , R3A ; 7. R2A, y ganan . Una buena defensa contra la rup­ tura daba la jugada L. . P3AR ! ; por ejemplo : 2 . P6TR, PCR x PT ; 3. P4 AR, R4D . A 2 . P4AR, lo mejor '!S 2 . . . P3TR ! , aunque también es po­ sible 2 . . . R4D ; 3. PSCR, P3TR ! , pero de ningún modo 3 . . . PAR x PC ? ; 4 . PAR x PC , R4R, a causa d e S . P6AR, R3R (o bien, S . . . PCR x PA ; 6. P6CR, PTR x PC ; 7 . P6TR) ; 6. PAR x PC , R2A ; 7 . P6TR y ganan .

373a. Stahlberg-Tartakower, parti­ da fuera de torneo, 1934. Blancas : R2R, P3AD , P4D , P6CR, P2TR . Ne­ gras : R3R, P2TD, P2CD , P4D, P2CR ; les toca jugar a l as blancas . l . P4AD (la mej or jugada táctica en una posi­ ción sin esperanzas) ; 1 . . . PD x PA ? (lo correcto hubiese sido 1 . . . R4A ! ; 2 . PAD x PD , R x PCR y ganan ; ahora las blancas crean una « casilla erran­ te») ; 2. P4TR, P4TD ; 3. PSTR, PSTD ; 4. R2D ( según indicó l. Tiurn, hubie-

373b. Capablanca-Lasker, Londres, 1914. Blancas : R3D, P2TD , PSCR, PS TR. Negras : R4D, P3TD, PSD, P4AR, P2TR ; mueven las negras . Estas po­ drían haberse salvado mediante 1 . . . R3R, pero perdieron después de 1 . . . R4R? ; 2 . P6TR ! , y 3 . P6CR. Si en los ejemplos anteriores la posibilidad de abrir brecha dependía de los errore5 del contrincante, en las posiciones que siguen viene de­ terminada por la misma estructura de los peones. 373c. Bartts-Shenman, 1 927. Blan­ cas : R4AD, PSCD, PSAD, P4AR, P3CR, P2TR. Negras : R4TD , P2CD, PSR, P4AR, P3AR, P3CR ; juegan las blan­ cas . Después de l . P6CD, R3T ; 2 . P3TD, P6R ; 3 . R3D, R4CD ; 4 . R x PR, R x PA ; S . P4TR, R4D ; 6 . R3D y los contrincantes acordaron tablas . Ga­ naba sencillamente : l . P4TR, P6R ; 2 . R3D, R x P4C ; 3 . P4CR, PAR x PC ; 4. PSAR, PCR x PA ; S . R x PR, R x PA ; 6 . PSTR, etc. 373d. Gresser-Bikova, Moscú, 19SO. Blancas : RlR, P2AD , P4AR, PSAR, P4 CR, P4TR. Negras : R4D , PSAD, PSD , P3AR, P3TR ; les toca jugar a las blancas. E l blanco no se ha dado cuenta de la jugada l. PSTR !, con la que amenaza abrir brecha ; en con­ testación a ésta, 1 . . . R3D asegura el empate, pero pierde moviendo 1 . . . RSR?, a causa de 2 . PSCR, R x P4AR ; 3. PCR x PT, etc. La necesidad de preparar cuidado­ samente el ataque para abrir brecha se ve en la posición siguiente. En el 374 ( Najdorf-Kotov, Estocol­ mo, 1 948 ) , la forma más sencilla de 217

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alcanzar el obj etivo propuesto es l . P3AR ! , R2R ; 2 . P4AR, R2A ; 3 . PSAR ! ( amenazando 4. P6AR ) ; 3 . . . PCR x PA ; 4. R x PA, R2C ; S. RSC y ganan ( 13 1 , 135 ) . Las blancas jugaron l . PS CR, después de lo cual sólo queda abrir brecha moviendo P4TR-ST y convirtiendo el peón AR en peón pa­ sado ; por ejemplo : l . . . R2R ; 2. P4TR, R2A. El método más seguro de que disponen las blancas para llevar la partida (algo así como una >, según Komarov, 1954 ) , es ahora 3 . R6D, ocupando después la casilla T R y luego P2AR-4AR, P4TR-STR y P4 AR-SAR ; no obstante, también gana 3. P4AR, R2R (o bien, 3 . . . R2C ; 4 . PSTR, PCR x PT ; S . PSAR) ; 4 . PSTR, PCR x PT ( de lo contrario, S. PTR x PC) ; 6. PSAR, R2D (o bien, S . . . PSTR ; 6. R4A) ; 6. R4A, R3D ; 7. R3C, R4R ; 8. P6AR, R3R ; 9. R4T, P3TR ; 10. R x PT , PTR x PC ; 11. R6C . Naj dorf no halló ni uno solo de los numero­ sos modos de ganar, y la partida ter­ minó en tablas .

374a. Bogatiriov O. - Persits, Mos­ cú, 1948 . Blancas : RSCR, P4TD , PS CD, P4AD, P3CD, P4TR. Negras : R2 CR, P2TD , P3CD, P4AR, P3CR, P4TR ; juegan las . blancas. Lo correcto, se­ gún el analisis de Bogatiriov, hubie­ ra sido : l . PSTD, PCD x PT ; 2. PSAD, PSTD ; 3. P6AD, P6TD ; 4. P7AD, P7 218

TD ; S . P8AD = D , P8TD = D ; 6 . D7D + . RlA ; 7 . R x PC y mate. E n l a partida se jugó : l. PSAD ?, PCD x PA ; 2. PSTD, PSAD ; 3 . R4AR, P4CR+ ! ( réplica im­ prevista por las blancas, que crea un «cuadrado errante» peligroso, me­ diante una contraapertura de bre­ cha ) ; 4. R3R ! ( 4. PTR x PC, P6AD ; S . R3R ; PSTR ! ) ; 4 . . . P6AD ! ; S . R3D ! , PSAR ; 6 . PCR x PA, PSCR ! ; 7 . P6CD, PTD x PC ; 8. PTD x PC, P6CR, siendo tablas en final de dama. Es claro que el modo de abrir brecha viene deter­ minado por las características de la posición . En el caso, tomemos, por ejemlo, l. R4AR, R2AR( 3AR ) , no da resultado 2. PSTD, pero en cambio decide sin complicaciones 2. PSAD . 375

La posibilidad de abrir brecha en el 375 ( Betinsh, 190S ) , mediante P3 CR-4C, P4AR x PC ; P4AR-SA es evi­ dente ; sin embargo, después de P4 AR x 4C, el peón negro se hace peli­ groso. De ahí que haya que obligar al rey negro a situarse en la vertical CR, donde impedirá el avance de su propio peón ; por consiguiente, el rey blanco deberá retroceder a la co­ lumna R. ¿ Pero qué es lo correc­ to : l . RlR, o bien, l. R2R? Si se piensa más en cómo abrir brecha, se deduce que después hay que jugar PSAR-6AR, convirtiendo el peón TR en peón pasado y promo­ ver a dama en 8TR, a fin de impedir

al rey negro que vuelva a la colum­ na TR. De esto se desprende que después de PSAR-6A, P2CR x PA, al negro no le queda otra salida que avanzar el peón AR ; luego, lo co­ rrecto es, no l . R2R, sino l . RlR ! , para que e l peón A R n o pueda dar j aque en 6AR y de este modo ganar tiempo. Un cálculo concre to confir­ ma este esbozo previo del plan ge­ neral. l . RlR ! , R7C ( resulta floj a la ju­ gada 1 . . . R7T, a causa de 2. R2A, R6T ; 3. R3A, R7T ; 4. P4CR y ganan ) ; 2. P4CR, PAR x PC ; 3. PSAR, P6CR ; 4. P6AR ! , PCR x PA ; S. P6TR, P4AR ( S . . . R7T ; 6. P7TR ; o bien, S . . . R6A ; 6 . RlA ) ; 6. P7TR, PSAR ; 7. P8TR = D , P6AR ( de ir acompañado e s t e movi­ miento de un j aque, sería posible P6AR-7AR, dándose una posición de tablas ) ; 8. D8TD ! y ganan. Para lograr el rompimiento en d 375 es necesario realizar una sutil jugada preparatoria de rey. A este respecto es también muy significati­ vo el 206 ( Stoltz-Nimzowitch ) , donde un movimiento del rey cortó de raíz un posible contraataque mediante el « cuadrado errante» .

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que, las negras se ven forzosamente obligadas a perder un tiempo; si hu­ biesen contestado 2 . . . R x PC, resul­ taría que después de 3. R6R, PSTD ; 4. PCD X PT + , tendrían que perder un segundo tiempo, y esto traería ya consigo la pérdida de la partida. En cambio, ahora las negras ganan ; por ejemplo : 3. R6R (más consistente es 3 . R7R ! , PSTD ! ; 4 . PCD x PT , PSAD ; S. P4AR, P6D ; 6. PAD x PD , PAD x PD ; 7. PSAR, P7D ; 8. P6AR, P8D = D ; 9 . PSTD + , R x PC ! ; 10. P7AR, pero el rey negro se halla precisamente en la ' zona de promoción ; véase el 9 del « Apéndice») ; 3 . . . PSTD ! (en caso de 3. P4AR, o bien, 3. R8C, lo correc­ to sería 3 . . . PSAD ! ; en la posición que consideramos esto sería erróneo a causa de 4. PCD x PA, PSTD ; 5 . R6D ! y 6 . PSAD + ) ; 4 . PCD x PT, PS AD ; S. P4AR, P6D , y ganan.

376a. Tomado del archivo de N . Grigoriev. Blancas : R3TD, P2TD , P6 TD, PSCD. Negras : R6D, P2TD, P3CD ; ventaj a blanca . l . R4C , RSD ; 2. P4TD, R4D ; 3 . PSTD, PCD x PT + ; 4. R4T ! , R3D ; S . P6CD, o bien, 4. . . R4A ; S . R x PT y ganan . El dar un peón al adversario pue­ de obedecer a diversas causas. El 327 es un ejemplo evidente. He aquí otras posiciones : 376b. Y. Jashek, 1926. Blancas : R3AD, P6TD , PSAD . Negras : RSTR, P2TD, P3AD , P2AD ; las blancas ga­ nan. l. R4D, R6C ; 2. RSR, R6A ; 3 . R6R, RSR ; 4. R7D, R4D ; S . RlA ! ( no S. R x P2AD ?, R x PSAD ; 6. R7C, R3D ! ; 7. R x PT, R2A, tablas ) ; S . . . R x PA ; 6 . R7C y ganan .

En el 376, después de 1 . . . PSCD ; 2 . P T D x PC + , l a s negras realizan un:1 j ugada a primera vista incomprensi­ ble : 2 . . . R3C ! Sin embargo, esto tie­ ne fácil explicación : a causa del j a-

376c. M. Liburkin, 1 9S l . Blancas : R6A:R, PSTD, P6TD, P3AD, PSD . Ne­ gras : R4CD, P2TD , P4AD , P2AD, P2D ; superioridad del blanco . l . R7R, PSAD . ( en caso . de 1 . . . RSA, se tiene 2 : R x PD , R x PD ; 3. R8A ! , R3A ; 4. R8C, R2D ; S. R x PT , RlA ; 6. P4AD y ganan ; tampoco salva la situación l . . . P3D, a causa de 2 . R7D, RSA ; 3. R x P2AD, R x PA ; 4 . R7C , PSAD ; 5 . 219

R x PT, R - ; 6. R8C, P6AD ; 7. P7TD, P7AD ; 8. P8TD = D , P8AD = D ; 9 . P6 TD, y 10. D7CD ) ; 2, R8D ! ( 2 . R x PD ?, R4A ; 3. R8A, P3AD ! , tablas ) ; 2 . . . R4A ; 3 . RIA ! , P3AD ! ; 4 . P6D ! , R x PD ; 5. R8C ! , P4AD ; 6 . R7C y ganan .

376d. Una idea análoga quiso dar a conocer A. Kazantsev, 1954, en el problema de j ugadas ; por eso el rey blanco debe volver a SAD en un número «impar» de mo­ vimientos ) ; 6. R3A, R1T ; 7. R4D, R1 C ; 8. RSA, RlT ; 9. R6D ! , R1C (a causa de la amenaza R7A, las blancas han ganado un tiempo im­ portante ) ; 10. R x PR, PSD ; 1 1 . R7A y ganan . 398b. Grob - Nimzowitch, Zurich, 1934. Blancas : R4AD, P4TD, P3CD, 239

P3AR, P4TR. Negras : R3AD, P3TD, P4AD , P3CR, P4TR ; mueven las ne­ gras. La situación de éstas es du­ dosa debido a la falta de tiempo ; la continuación lógica 1 . . . R3D dej a a las blancas con un peón de ventaj a en final de dama después de 2. P4AR, R3A ; 3 . P4CD, PAD x PC ; 4. R x PC . R3C ; S. PSTD + , R3A ; 6. R4A, R3D ; 7. R4D, R3R ; 8. RSA, R4A ; 9. R6C, R x PA ; 10. R x PT , P4CR ; 11. PTR x PC, PSTR ; 12. P6CR, etc. No obstan­ te, las negras hallan el tiempo que les fal ta utilizando