Filosofia Latinoamericana

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Luis Arturo Sáenz Herrera Universidad Autónoma de Querétaro Filosofía Latinoamericana Dr. Oscar Wingartz Ensayo final Junio de 2012

Filosofía en Latinoamérica: ¿una reflexión a medias?

En este ensayo se tratará de dar una perspectiva general de la estructura reflexiva que hay detrás de la filosofía latinoamericana. En este sentido nos apoyaremos en las ideas de Horacio Cerutti para después advertir el carácter europeo que tanto Cerutti como los autores en general, otorgan a esta reflexión, incluso cuando la reflexión radica precisamente en la distinción de ambas filosofías (europea y latinoamericana). Se tratará de evidenciar como existen ciertos aspectos específicos característicos del pensar y sentir latinoamericano que simplemente se hacen a un lado cuando la reflexión filosófica exige su rigor. Ahora bien ¿en qué consiste este rigor? En este sentido nos serviremos de las ideas del maestro Cerutti para responder esta pregunta, y tratar de localizar los parámetros actuales para el desarrollo del discurso latinoamericanista. Esta reflexión va encaminada hacia la siguiente hipótesis: El rigor que aplicamos en la reflexión filosófica de Latinoamérica es netamente europeo, es por esto que se omiten, muchas veces sin siquiera advertirlo, rasgos fundamentales de la cultura Latina. El maestro Cerutti en su texto Historia de las ideas y filosofía latinoamericana1 hace una crítica a como se ha institucionalizado la filosofía mediante conceptos absolutistas que, al final de cuentas, no tiene nada que ver con la reflexión filosófica. Algunos síntomas de esta condición institucional-filosófica son los siguientes: La filosofía vista como sistema, creer que lo filosófico es sinónimo de universal, la filosofía desde este punto absolutista no incluye el análisis histórico, entre otros puntos.

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Historia de las ideas latinoamericanas ¿disciplina fenecida? H. Cerutti-M. Magallón, Juan Pablos/UCM, México 2003.

Para Cerutti la filosofía sistemática no reconoce la historia porque al absolutizar y fundamentar todo de manera universal no dialoga con la contingencia característica del estar humano, y por supuesto del mundo; cabe recalcar que la contingencia del mundo lo es en tanto es el ser humano quien interpreta ese mundo. A este respecto Agnes Heller2 en su libro Una filosofía de la historia en fragmentos3 hace un detallado análisis de este carácter contingente del estar del hombre. Heller hablará de este carácter no como una adición o un simple adjetivo sino como El carácter del hombre, es decir, la condición propia del estar humano. El hombre es ser contingente. Cerutti entiende que la Filosofía institucional, sistemática, absolutista, purista, etc. “busca superar la diversidad del conocimiento y rebasar la variedad de las opiniones que la aturden y sacan de balance”4, esto es, busca la verdad última y definitiva de las cosas. Ya que esto no se puede dar, puesto que no hay tal verdad, se concluye pues que existe un sin sentido, que la acción del hombre esta arrojada a la nada. Para el maestro Cerutti esto parece ridículo. Respecto a esto argumenta: “vista desde la Filosofía institucionalizada, la historia vivida por los seres humanos aparece, por contraste, como insensata, sin-sentido. Nunca pasa por esas embotadas mentes, ni siquiera pensar la remota posibilidad de que el supuesto sin sentido pudiera ser comprendido según otro significado que el lato; simplemente como otro sentido, como una forma diferente de tener sentido”. Este argumento es el mismo argumento base del Nihilismo bien entendido. El Nihilismo no es otra cosa si no éste advertir la contingencia, advertir que las cosas son consecuentes pero que no siguen un orden especifico. De ahí el reconocimiento de la nada, pero en tanto esta nada puede ser llenada de sentido, es por eso que autores como Nietzsche pongan tanto énfasis en la voluntad, puesto que una vez que el hombre advierte esta nada, es decir advierte que el propio hombre es quien pone los sentidos, lo que hace falta es tomar acción sobre ello, en otras palabras voluntad para poner sentidos. 2

(Budapest, 1929) Filósofa húngara. Destacada representante de la escuela de Budapest y discípula y ayudante de Lukács, fue expulsada con él de la universidad. Dejó su país (1978) y marchó a Australia y luego a EE UU. Además de dos estudios sobre la vida cotidiana (1970), es autora de Teoría de las necesidades en Marx (1974), Instinto, agresividad y carácter. Introducción a una antropología social marxista (1980), Teoría de la historia (1982), Eastern left, Western left (1986), Beyond Justice (1987), General Ethics (1988), Políticos de la postmodernidad(1989) y Una revisión de la teoría de las necesidades(1996). Pagina web: Infoamérica. URL. http://www.infoamerica.org/teoria/heller1.htm 3 Una filosofía de la historia en fragmentos, Agnes Heller, Ed. Gedisa, Barcelona, 1999. p. 15 4 Historia de las ideas latinoamericanas ¿disciplina fenecida? H. Cerutti-M. Magallón, Juan Pablos/UCM, México 2003. p. 15

En este sentido el maestro Cerutti pondrá en lugar de esta filosofía institucionalizada la historia de las ideas. Digamos que una filosofía que dialoga con la contingencia que evidencia el análisis histórico. Según Cerutti: “se puede afirmar que la historia de las ideas es el intento por mostrar el nacimiento y desarrollo de algunos de los conceptos dominantes de una organización social y cultural a través de largos periodos de cambio mental y aspira a brindar la reconstrucción de la imagen que los seres humanos se han forjado de sí mismos y de sus actividades en una época y cultura dadas” Y más adelante agrega: “No puede haber un a priori formal que conduzca al conocimiento del pasado, porque lo que ocurrió y el cómo pensaros lo seres humanos de otros tiempos y espacios requiere una investigación empírica e interpretativa especifica”5 Esto último coincide con la opinión de Martin Heidegger al respecto. Heidegger en su texto La época de la imagen de mundo6 afirma que para lograr un análisis, hasta ciertos límites, satisfactorio de una época (cualquiera), es necesario analizar que concepción de lo ente tiene y cuál es la interpretación de verdad que da fundamento al discurso propio de la época en cuestión. Por ejemplo para Heidegger uno de los fenómenos que caracterizan a la modernidad y dan cuenta de esta noción de ente y verdad, es la ciencia y de su mano la tecnología. Estos dos fenómenos en gran medida son los parámetros de la verdad moderna. Es decir para contestar la pregunta por la realidad, el mundo, las cosas, (lo ente), etc. y la verdad que de esto resulta, se tiene que recurrir a la ciencia y a la tecnología ya que al parecer son las disciplinas autorizadas para decir esto. En este sentido, para Heidegger, no cabe la posibilidad de comparar “la ciencia moderna con la antigua únicamente por una cuestión de grado”7 De esta manera Cerutti centra la reflexión filosófica en la historia, en la historia de las ideas.

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Ibíd. 17 Caminos del bosque, M. Heidegger, Ed. Alianza, Madrid, 1995 7 Ibíd. p. 64-65 6

En este sentido Karl Löwith, en su libro El hombre en el centro de la historia reconoce esta tendencia histórica (historicista e historiográfica) y advierte: “Hay que aferrarse pues al hecho de que el ser humano se halla de forma ineludible dentro de la historia y tiene, además, una historia, pero que ni vive de ella ni es ella, y que, en consecuencia, historia y ser humano nunca coinciden del todo”

Y termina el párrafo diciendo: “orientarse por la historia, estando en medio de ella, sería como querer agarrarse de las olas en un naufragio”8 En este texto Löwith reconoce la importancia que se la ha dado y se le da a la condición histórica y pone al descubierto varios excesos. Volviendo con nuestro autor en cuestión, la estructura histórica será la forma que usará para dar cuenta del pensamiento filosófico Latinoamericano. Sin embargo no profundizaremos en el tema latinoamericano, nos quedaremos en la definición preliminar de Latinoamérica por parte del maestro Cerutti, y retomaremos lo dicho anteriormente en relación a la historia. Nos dice el maestro: “Con el nombre genérico de Latinoamérica se conoce la producción filosófica elaborada con una perspectiva latinoamericana. Se hace referencia con esta expresión a una filosofía auténticamente tal elaborada desde una determinada situación histórico-cultural especifica, la cual es explícitamente asumida en el nivel conceptual”

En esta cita podemos dar cuenta de un pequeño desajuste. En esta definición de Latinoamérica, no es la historia de las ideas de un lugar en específico (Latinoamérica) sino la PERSPECTIVA de un lugar en específico de un modelo que no es propio, en este caso la filosofía. Esto no debe malentenderse. No queremos decir que no se pueda hacer filosofía en Latinoamérica sino que debemos advertir

que cuando se analiza el pensar

latinoamericano desde los estilos y métodos europeos es consecuente encontrar desajustes y pensamientos que nos lleven a la pregunta por la existencia de una filosofía determinada que se ajuste a las situaciones de esta región.9 Es decir si en verdad hemos adoptado una 8

El hombre en el centro de la historia, Karl Löwith, Ed. Herder, Barcelona, 1995. p. 129 Es por esto que integramos en el texto nociones de filósofos europeos en las que Cerutti concuerda, o tal vez recupera. Para evidenciar que incluso la pretendida deconstrucción del pensamiento latinoamericano se hace desde la estructura filosófica europea. 9

filosofía europea pues más vale asumirlo de una vez para dar paso a una reflexión más fiel al contexto de la propia situación, y pueda existir un dialogo más profundo con lo europeo. Y por otro lado, si no es así, entonces debemos atender a lo que caracteriza y nutre a la cultura latinoamericana, y como menciona Cerutti hacer una historia de las ideas de esta situación específica. Es curioso como la mayoría de los filósofos latinoamericanos comienzan la reflexión histórica-filosófica desde el contraste con lo europeo, estamos de acuerdo en que es un factor inherente a la situación de esta región, sin embargo, no el único, ni el más importante. Si queremos dar cuenta de un sentir y un pensar propio de Latinoamérica es necesario incluir en la reflexión todas las prácticas que integran esta vasta cultura, por ejemplo las idiosincrasias de los distintos sectores de esta región. Rituales, arquitectura, arte, lenguaje, y un sinfín de elementos precolombinos son relegados a la reflexión mística, en el mejor de los casos, debido a una supuesta carencia de “veracidad” en sus hechos. Pareciera pues que Latinoamérica en tanto concepto se fragua desde los parámetros europeos. En caso de que esto se entendiera así, como decíamos líneas arriba, es necesario asumirlo y salir de la confusión que resulta de la pregunta por una identidad respecto del pensamiento europeo. Pensamos que el rigor filosófico en Latinoamérica no debe pasar solo por las categorías desarrolladas en otros contextos, las cuales, hay que decir, son parte ya de esta cultura, sino también por aquellas características propias del desarrollo en Latinoamérica.



Nota: este ensayo resulto en un esbozo para una reflexión posterior centrada en algunos aspectos que consideramos son fundamentales en el desarrollo del pensar latinoamericano, tanto en el presente como en el pasado.

Bibliografía. -Historia de las ideas latinoamericanas ¿disciplina fenecida? H. Cerutti-M. Magallón, Juan Pablos/UCM, México 2003.

- Una filosofía de la historia en fragmentos, Agnes Heller,

Ed. Gedisa, Barcelona, 1999.

- Caminos del bosque, M. Heidegger, Ed. Alianza, Madrid, 1995

- El hombre en el centro de la historia, Karl Löwith, Ed. Herder, Barcelona, 1995.