FILOSOFIA DE LAS CIENCIAS HUMANAS Y SOCIALES

Facultad de Ciencias Humanas y Sociales Programa: Licenciatura en Filosofía Curso: Método III Estudiantes: fray Jamer So

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Facultad de Ciencias Humanas y Sociales Programa: Licenciatura en Filosofía Curso: Método III Estudiantes: fray Jamer Sol Docente: Franklin Púa

FILOSOFIA DE LAS CIENCIAS HUMANAS Y SOCIALES. NOTA HISTORICA DE UNA POLEMICA INCESANTE. En el presente escrito, reseña reconstructiva, pretendo plantar los diferentes interrogantes que hace notar el autor en el texto propuesto, Filosofía de las ciencias humanas y sociales. Nota histórica de una polémica incesante, sin la necesidad de entrar a formar debate o crítica en su postura, simplemente plantear la estructura de su texto, la tesis e ideas principales sin ahondar mucho en ellas, sólo resaltarlas, para así llegar a las conclusiones que el autor propone. Mardones, J. M, en su libro sobre Las Ciencias humanas y sociales, quiere dar a conocer una introducción a los diferentes modos de definir el conocimiento científico en general, y a las ciencias sociales en particular. No obstante, dentro del texto leído se plantean los siguientes interrogantes ¿Son ciencias las disciplinas humanas y sociales? ¿Cómo se construye una teoría científica? ¿Cuál es el papel en la práctica científica del contexto ideológico y social? El autor busca explicitar la fundamentación del saber científico y de las diferentes disciplinas (la psicología, economía, derecho, pedagogía), y además, plantear el desigual consenso entre las ciencias del espíritu, ciencias humanas, sociales, y el positivismo. No obstante, hace un recorrido a través de la historia, resaltando diferentes autores y sus métodos en relación el quehacer científico. Si bien es cierto, la ciencia está en una constante relación con la sociedad que a través de la historia han pasado por diversos momentos de crisis, de ahí, que muchos pensadores intenten dar explicación a diferentes fenómenos históricos, teniendo como referente el estatuto científico de las diferentes disciplinas, entre ellos juegan un papel fundamental las ciencias humanas y sociales y las ciencias del espíritu. Mardones, en un primer momento, aborda la tradición aristotélica, en la cual Aristóteles consideraba que el principio es la observación, pero la explicación científica solo se consigue cuando se logra dar razón de sus hechos o fenómenos, es decir, el método de Aristóteles se fundamenta en la observación, y parte de un camino inductivo que va de la observación hasta los principios generales, es decir, se obtienen principios explicativos a través de los fenómenos que se han de explicar de una forma inductiva y deductiva. A medida que avanza el texto , Mardones, resalta los acontecimientos más significativos en la historia y en ella, los grandes pensadores y científicos, uno de ellos

es Galileo Galilei, astrónomo, filósofo, matemático, quien fue relacionado estrechamente con la revolución científica. Galileo logra plasmar una nueva mentalidad, y con las matemáticas logra remplazaran las explicaciones físicas cualitativas de Aristóteles. Esta nueva ciencia considera como explicación científica de un hecho, aquella que venga formulada en términos de leyes que relacionan fenómenos determinados matemáticamente (Mardones, J. M.1991, p.26). El trascurso de la historia trae consigo cambios, y estos se van desarrollando en el tiempo y con distintos personajes que revolucionan la manera de pensar según la época; luego, surgen nuevas teorías científicas que buscan analizar los diferentes fenómenos sociales, políticos, religiosos. Ya en el siglo XVI surgió el giro copernicano, la ciencia pone su interés el hombre pues “el centro no es ya el mundo sino el hombre” y éste, a nivel social avanza en nuevas reflexiones y análisis de la sociedad, es por esto que en el siglo XIX la filosofía de las ciencias sociales se extiende en su reflexión, y llega a tal punto de la aparición de nuevas corrientes tales como el positivismo y la hermenéutica. una vez el transcurrir histórico y social vivió el acontecimiento de la revolución francesa, la sociedad europea entro en crisis, tal como lo menciona Mardones, el modo de organización de la sociedad europea después de este acontecimiento tiende al declive, es por esto que surge la necesidad de un nuevo orden de la sociedad, y al mismo tiempo, un modo de comprensión del mismo hombre; surge, entonces, una ciencia fundamentada en la tradición galileana, y unas ciencias humanas con pretensiones científicas, el positivismo y la hermenéutica (Mardones, J. M.1991,p.29). La corriente positiva con su máximo exponente A.Conte y J. Mill, no se desliga de la tradición galileana de las ciencias, y sus rasgos más importantes son: el monismo metodológico, el modelo de las ciencias naturales exactas, la explicación causal, como característica de la explicación científica, el interés denominador del conocimiento positivista. De lo anterior, el desarrollo de este positivismo científico, pretende hacer ciencia social, histórica y económica. Más adelante emerge una tendencia anti positivista, que Mardones la trae a colación como la hermenéutica, y sus representantes, Dilthey, Max Weber, Rickert entre otros, ellos rechazaron rotundamente, el monismo metodológico, la física-matemática como caminos de toda explicación científica. En este recorrido de la consolidación y métodologia de las ciencias que resalta Mardones, se abre paso la lógica, y esta se vincula con el positivismo, es por esto que toma el nombre de positivismo lógico, con sus máximos exponentes, B. Rusell, Wittgenstein y los integrantes del Círculo de Viena. Estos autores sostienen que únicamente los enunciados sometidos a la lógica y la verificación empírica pueden ser calificados como científicos. Los demás deben ser considerados sin sentido. Es científico por tanto, aquel análisis de la realidad

que se rija bajo dos parámetros establecidos a saber, la teoría de la relación lógico-matemática y la fase o verificación empírica (Mardones, J. M.1991,p.33) Este positivismo lógico más adelante va ser criticado en tanto a la construcción de un lenguaje científico universal, es por esto mismo que se cuestiona si el lenguaje científico formalizado ¿no depende del lenguaje cotidiano? O ¿es posible un lenguaje científico totalmente independiente de un saber cotidiano previo? (Mardones, J. M.1991,p.34) es por esto que Popper será quien inicie la critica a este positivismo lógico, unas de sus críticas son sobre la experiencia mayor de verificabilidad, ya que En la experiencia no solo eliminará las afirmaciones metafísicas, sino aniquilará también la hipótesis empíricas y con ello, todo el conocimiento científico natural. Esto porque la mayoría de los enunciados no son verificables empíricamente. Por consiguiente abría que rechazarlos como afirmaciones sin sentido (Mardones, J. M.1991,p.34). Mardones ahora pone su atención en la escuela de Frankfurt y su fundador Horkhinmer y Adorno, para quienes tenían como pretensión analizar la sociedad occidental para así plantear una teoría de la sociedad, que permita a la razón emancipadora las orientaciones para caminar hacia una sociedad buena, humana y racional. No obstante, Horkhinmer critica al positivismo y la postura que toma K. Popper, en relación a que el positivista no advierte que su ver, percibir, esta mediado por la sociedad en la que vive. Si renuncia a percibir esta mediación de la totalidad social del momento histórico que vive, se condena a percibir apariencias (Mardones, J. M.1991,p.38). Prosiguiendo, llega la segunda generación de la escuela de Frankfurt, donde Habermas, discípulo de Adorno y Horkheimer, Tuvo la tarea de buscar una solución a los problemas planteados por sus antecesores (Adorno, Horkheimer), quienes concluyeron que la razón moderna en su afán por explicar la naturaleza a través de los instrumentos técnicos permitió ampliar el horizonte del pensamiento y la acción humana, pero a su vez, provocó un cambio en los individuos, como la reducción de su autonomía y sobre todo uno nuevo camino hacia la deshumanización, la razón entonces perdió fuerza y esperanza, y se camina a la barbarie. Luego, la razón se había convertido en un instrumento para alcanzar fines que la misma razón ya no entendía. La nueva generación de la escuela de Frankfurt tiene como finalidad servir a la construcción de una sociedad donde los individuos puedan ser realmente personas. Para ellos la teoría de la ciencia está ligada con la teoría de la sociedad. Se resalta una relación con Aristóteles para quien la ciencia era cultivada para hacer más, y mejores hombres en una buena sociedad (Mardones, J. M.1991, p.38).

El autor concluye que las ciencias humanas y sociales aún no han llegado a obtener un consenso acerca de la fundamentación científica.

A finales del siglo XIX, se registra una reacción de la tradición aristotélica contra el predominio de la concepción positivista de raíz galileana. Tal relación presenta cualificados representantes tales como, fenomenólogos y hermeneutas. En occidente existen dos grandes tradiciones científicas: la aristotélica que procura que los fenómenos sean inteligibles teleológicamente, y la galileana, la explicación científica que es explicación causal.

Bibliografía. Mardones, J. M. (1991). Filosofía de las ciencias humanas y sociales. Nota histórica de una polémica incesante. Filosofía de las ciencias humanas y sociales: materiales para una fundación científica, 19-42.