FENOMENOS MORFOLOGICOS

CAPITULO I FONÉTICA Y FONOLOGÍA 1. LA LENGUA HABLADA La lengua escrita es una mera sustitución convencional de la lengu

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CAPITULO I

FONÉTICA Y FONOLOGÍA 1. LA LENGUA HABLADA La lengua escrita es una mera sustitución convencional de la lengua hablada. Entre otras diferencias, sobresale la de que la primera utiliza letras para su expresión mientras que la segunda lo hace mediante sonidos y fonemas. Para la comprensión y diferenciación de estos tres términos (letras, sonidos, fonemas), podríamos imaginar que nos encontramos en un mercado ante un puesto en el que vendan exclusivamente rábanos: si los observamos atentamente, veremos que ningún rábano es idéntico al de al lado ni a ninguno de los restantes (equivaldría a decir que los sonidos de la lengua son todos distintos entre sí y tan numerosos como la suma de los rábanos existentes en el puesto); pero todos los rábanos son, en definitiva, rábanos, es decir, una hortaliza distinta a los tomates, a los pimientos,... (lo que equivaldría a decir que, por muy diferentes que sean los sonidos y los rábanos entre sí, no se salen nunca de eso que los caracteriza frente a otras hortalizas, el ser rábanos, es decir, el ser un determinado fonema); si observamos ahora el rótulo comercial del puesto, se verá dibujado en él un rábano junto al nombre del comerciante (equivaldría a una representación escrita del concepto rábano, como las letras de la escritura son representaciones escritas de los fonemas). 1.1.

LOS SONIDOS: de la garganta humana (que son, en realidad, una parte mínima de la infinidad de ruidos que se producen en la Naturaleza) son, a su vez, casi infinitos si nos fijamos en las ingentes posibilidades articulatorias que pueden llegar a producirse cada vez que un ser humano intenta articular un brevísimo mensaje: cada hablante pronuncia de muy distinta manera a como lo hace el de al lado; incluso dentro del mismo hablante se producen distintas pronunciaciones de los mismos sonidos dependiendo de si está -por poner un solo ejemplo- sano o resfriado. Cada uno de esos sonidos puede ser también denominado alófono y, en una transcripción fonética, se representan mediante unos símbolos especiales

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1.2.

FONEMAS Pero todos esos casi infinitos sonidos que puede producir un hablante (castellano, por referirnos ya a una sola lengua) intentan siempre acercarse lo más posible a un número finito de ellos, generalmente muy corto (veinticuatro tenemos en castellano), a los que se denomina fonemas. En una trasncripción fonológica, se representan también mediante símbolos especiales muy semejantes a los de los sonidos, que luego señalaremos en un esquema,

1.2.1. LETRAS: Cuando esos veinticuatro fonemas del castellano se usan en la escritura, necesitan de veintiocho letras para poder ser representados ya que hay fonemas que son representados por más de una letra e incluso hay letras que no representan a ningún fonema. Para su representación se utiliza el alfabeto: viaje, ámbito. Todo lo anteriormente dicho puede ser ejemplificado nuevamente del siguiente modo: si hacemos que un grupo de diez hablantes pronuncie las palabras Bartolomé, Venancio y Wenceslao y estudiamos fonética y fonológicamente cómo ha sido realizado el primer sonido (o fonema, o letra) de esas palabras, apreciaremos que los sonidos resultantes podrían acercarse fácilmente a la treintena (ya que cada hablante articula los sonidos y sus alófonos de muy distinto modo); los fonemas resultantes serían solamente uno (pues todos los hablantes pretenden la pronunciación de /b/ y, por mucho que intentasen pronunciarla de un modo extraño, siempre les saldría ese único fonema /b/); y las letras utilizadas para la escritura de esos vocablos serían tres (B, V y W). En resumidas cuentas, los fonemas (algo abstracto) de una lengua se pronuncian con sonidos más o menos distintos (pero muy concretos) y se escriben con letras. FONÉTICA, FONOLOGÍA Y ORTOGRAFÍA Son las tres partes de la Gramática que estudian este fenómeno, como se aprecia en el siguiente esquema:

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2. LA PRONUNCIACIÓN Mientras se produce la pronunciación de un sonido cualquiera, los órganos articulatorios realizan dos acciones básicas: 2.1.

LA FONACIÓN La primera es una expulsión de aire desde los pulmones hasta el exterior (fonación), de modo semejante a cuando respiramos o a cuando tocamos una flauta: hasta que no tapemos algún agujero de la flauta, el sonido será siempre el mismo.

2.2.

LA ARTICULACIÓN En la segunda, el aparato articulatorio utiliza tres órganos (las cuerdas vocales, el velo del paladar y la lengua) para conseguir que ese sonido deje de ser siempre el mismo y varíe hasta producir todos los sonidos (o fonemas) de nuestra lengua (articulación). Según usemos estos tres órganos, así se articularán los distintos sonidos, produciéndose un efecto semejante al que se consigue tapando con los dedos los agujeros de la flauta. Se da lugar, así, a una combinación de posibles sonidos distintos según tapemos uno, dos o varios agujeros de ese instrumento o según vibren las cuerdas vocales o no vibren, o según dejemos que el aire salga por la boca o por la nariz, o según pongamos la lengua de una manera o de otra. Se producen así, por tanto, tres grupos de rasgos distintivos o pertinentes en cada sonido, que permitirán la plena diferenciación de un sonido (o, mejor ahora, un fonema) con respecto a otro. Así:

2.2.1. Al pasar el aire por las cuerdas vocales, estas vibran o no lo hacen, lo que produce que el sonido que llega a la cavidad bucal sea sonoro o sordo; 2.2.2. La acción que realiza después el velo del paladar permite que los sonidos sean orales o nasales, es decir, emitidos sólo a través de la boca o acompañados de la expulsión de parte del aire por la nariz. 2.2.3. La acción que finalmente realiza la lengua consiste en adoptar distintas posiciones dentro de la cavidad bucal; de ese modo, en la boca se producirá una caja de resonancia tal que los sonidos resultantes pueden ser muy distintos: todo dependerá del modo en que se encuentre esa cavidad y del punto en que toque la lengua dentro de esa cavidad. Los distintos lugares de la boca que intervienen en la articulación de los fonemas son los siguientes: los labios, los dientes, los alvéolos, el paladar y el velo del paladar.

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3. CLASIFICACIÓNDE LOS SONIDOS DEL CASTELLANO 3.1. CLASIFICACIÓN DE LAS VOCALES En el momento de la pronunciación de las vocales, las cuerdas están vibrando, por lo que todas son sonoras. Como siempre salen con la boca bien abierta, son también todas orales, así que para poder pronunciar las cinco vocales castellanas de modo distinto ha de ser la lengua la única que intervenga para diferenciarlas. Por ello, las vocales sólo se clasifican atendiendo al punto y al modo de articulación, es decir, al punto o lugar en que se coloca la lengua y al modo como se pone la cavidad bucal; y se denominan según muestra el siguiente esquema:

Para comprobar gráficamente la diferencia existente entre ellas basta con pronunciarlas todas seguidas, pero en el orden i e a o u, para que se vaya apreciando cómo la cavidad bucal va adoptando distinta abertura y se va produciendo el sonido cada vez más adentro. 3.2. CLASIFICACIÓN DE LAS CONSONANTES Las consonantes se clasifican atendiendo a todos los rasgos de articulación que hemos señalado antes; y hay que añadir, además, que la acción de las cuerdas vocales no sólo las clasifican en sonoras y sordas sino también en líquidas o no líquidas, como se ve en el siguiente esquema:

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Como se aprecia en el esquema, las consonantes pueden clasificarse atendiendo a tres puntos de vista distintos: 3.2.1. ACCIÓN DE LAS CUERDAS VOCALES Según la acción de las cuerdas vocales, se dividen en: 3.2.1.1.

SORDAS, cuando no existe vibración.

3.2.1.2.

SONORAS, cuando sí existe vibración. Para percibir didácticamente esta vibración basta con intentar pronunciar /b/ y se notará inmediatamente que se produce en la garganta un "ronroneo" antes de poder abrir los labios; si se intenta a continuación pronunciar /p/ se verá que no se produce ese "ronroneo", señal evidente de que las cuerdas vocales vibran para la pronunciación de /b/ y no lo hacen al pronunciar /p/.

dentro de las sonoras han de ser incluidas las líquidas, denominadas así por ser más sonoras de lo que suele ser una consonante. Las líquidas tienen la particularidad de ser casi tan sonoras como las vocales, lo que les permite ser pronunciadas junto a otras consonantes al unísono; así, lo mismo que podemos pronunciar /ba/, /pa/, podemos pronunciar /bra/, /bla/, /pra/, /pla/, pues esas dos consonantes (l,r) están a medio camino entre las vocales y las consonantes. 3.2.2. EL PUNTO DE ARTICULACIÓN Según el punto de articulación (o punto o lugar concreto de la cavidad bucal donde se produce el fonema), las consonantes se clasifican atendiendo a los siguientes rasgos distintivos: 3.2.2.1. BILABIALES, pues son los dos labios los que, al juntarse, permiten la pronunciación de /p,b,m/. 3.2.2.2. LABIODENTALES, pues los dientes superiores se afirman en el labio inferior para poder pronunciar /f/. 3.2.2.3. INTERDENTALES, pues la lengua se coloca entre los 3.2.2.4. 3.2.2.5. 3.2.2.6. 3.2.2.7.

DENTALES, pues la lengua toca los dientes por su parte interior para la pronunciación de /t,d/. ALVEOLARES, pues la lengua toca los alvéolos para que puedan pronunciarse /s, n, r, rr/. PALATALES, pues la lengua toca el paladar para pronunciar /ch, y, ñ, l, ll/. VELARES, pues la lengua toca el velo del paladar para la

3.2.3. EL MODO DE ARTICULACIÓN Según el modo de articulación, la cavidad bucal se coloca de determinadas formas para que puedan ser diferenciados los grupos de fonemas anteriores. Si no fuese así, podrían 8

pronunciarse iguales consonantes como /b/ (bilabial y sonora) y /m/ (bilabial y sonora), o /y/ (africada y sonora) y /ñ/ (africada y sonora). Hace falta, pues, otro rasgo distintivo para que no se confundan esos fonemas u otros. Los rasgos correspondientes al modo de articulación son: 3.2.3.1. oclusivas: la cavidad bucal se queda como "atrancada" antes de "soltar" los fonemas /p,t,k,b,d,g/. 3.2.3.2. fricativas: el aire sale en forma de "chorro" mientras se 3.2.3.3.

3.2.3.4. 3.2.3.5. 3.2.3.6.

africadas: es un modo de articulación conseguido con la mezcla consecutiva de los dos anteriores, ya que se produce un "atranque" seguido de un "chorro" de aire para pronunciar /ch,y/. nasales: el velo del paladar permite que parte del aire salga por la nariz en la pronunciación de /m,n,ñ/. vibrantes: la punta de la lengua vibra una o varias veces para pronunciar /r ,rr/. laterales: la lengua se tuerce lateralmente para la pronunciación de /l ,ll/.

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CAPITULO II

FENOMENOS FONETICOS GRAMATICALES Se llama concurrencia vocálica cuando se encuentran juntas dos o más vocales dentro de una sola palabra. Ejemplo: P OE MAR IO Los fenómenos que pueden producirse en la concurrencia vocálica son: diptongo, hiato y triptongo. 1. EL DIPTONGO. Es la unión de dos vocales concurrentes que se pronuncian en una sílaba de una sólapalabra.Las vocales no deben ser repetidas.Las opciones son :VC+VC;VA +VC y VC+VA Ejemplo Viudo, cuidado, ruin, cuy Cianuro, paisaje, diáfano, causa. Nota importante: La ―H‖ intermedia no impide la formación del diptongo. Ejemplo: Prohi – bi – do, rehu – sar · Si se repiten las vocales no habrá diptongo

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Ejemplo: ―Odriista‖ debe de leerse así: O – dri – is – ta. (Esta separación recibe el nombre de Hiato) · Palabras como: Guevara, quinua, guitarra, etc. no tienen diptongo porque en estos casos la ―u‖ no ejerce sonido como vocal. Si se usa diéresis si habrá diptongo (pingüino, aguita) · A la palabra ―sobreesdrújula‖ la podemos fusionar así: sobreesdrújula. Este fenómeno no se llama diptongo, sino CONTRACCIÓN GRAMATICAL. 1.1. CLASE DE DIPTONGO 1.1.1. DIPTONGO CRECIENTE Cuando se pronuncia primero la vocal cerrada y luego la vocal abierta. Ejemplo: mien – te , tien – de 1.1.2. DIPTONGO DECRECIENTE Cuando se pronuncia primero la vocal abierta y luego la vocal cerrada. Ejemplo: cau – sa, reu – ma 1.1.3. DIPTONGO HOMOGÉNEO o NEUTRO Cuando ambas vocales son cerradas Ejemplo: Piu – ra ,ciu – dad 2. EL HIATO Es el fenómeno mediante el cual las vocales concurrentes (juntas) se pronuncian en sílabas distintas. Reglas:  Se produce hiato si se encuentran dos vocales abiertas. 11

Ejemplo: po – e – ma , lo – ar, so – ez  Existe hiato cuando una vocal cerrada con una vocal abierta y viceversa, siempre en cuando, la mayor fuerza de voz recaiga en la vocal cerrada. Para esto, dicha vocal debe llevar tilde (aún en contra de las reglas generales de acentuación)

Nota: La ―H‖ entre dos vocales no afecta la formación del hiato: bú – ho. 3. EL TRIPTONGO Es la unión de tres vocales (cerrada + abierta + cerrada) que se pronuncian en una sola emisión de voz (el acento debe recaer en la vocal abierta). Ejemplo: Hioides, Huaura, averiguáis Nota: · Si la mayor fuerza de voz recae en la vocal cerrada, entonces no habrá triptongo: (ha – bla – rí – ais, lu – cha – rí – ais) 3.1.

EL ATRIPTONGO

Es necesario para formar el triptongo que la vocal abierta esté entre dos vocales cerradas, de lo contrario no habrá triptongo: (de – se – áis) Un atriptongo es la unión de tres vocales, que pronunciamos en una sola emisión de voz. Pero no todas las uniones de tres letras forman atriptongos. Cuando tres letras se pronuncian en más de una emisión de voz, estamos ante un atriptongo. El atriptongo existe cuando se coloca una vocal débil acentuada (i, u) entre dos vocales fuertes. Ejemplos de atriptongos: 12

Eía: reía, veía Oía: oía, roía Aía: bahía, atraía Uía: huía, arguía Cerca de la bahía, ella reía mientras veía como el barco se alejaba. El recuerdo de su tormentoso amor huía, mientras la luz del día languidecía y el crepúsculo le atraía al embrujo de la noche.

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CAPITULO III

FENOMENOS FONETICOS FISIOLOGICOS 1. LOÍSMO El loísmo es una peculiaridad de ciertos dialectos del español que consiste en la sustitución del pronombre personal "le" (que representa generalmente al objeto indirecto) por "lo" (que se reserva, en dialectos no loístas, para el objeto directo). Desde el punto de vista del español normativo la Real Academia Española condenó el loísmo en 1874 y lo reconoce como un vulgarismo, por lo que no es correcto el uso "loísta" en español normativo. A veces cambia el significado de las frases: Cuando un "loísta" dice "Lo pegué", un no-loísta entiende que "la cosa" referida fue pegada (con un adhesivo) y no "golpeada"—que es lo que el "loísta" quería decir. Para saber si un complemento antecedido por la preposición "a", es indirecto se debe reemplazar por "para"; entonces, si el sentido de la oración sigue siendo el mismo, el complemento es indirecto. En un caso contrario, es complemento directo. La lengua castellana mantiene la antigua declinación latina y uso de los casos latinos en los pronombres personales, a pesar de la evolución de la lengua castellana hacia la eliminación total de los casos latinos, reflejo que tienen algunas personas en la tendencia a suprimir la diferencia de funciones entre el complemento directo y complemento indirecto por medio del género. Esto se traduce en el uso de "lo" y "los" en función de complemento (objeto) indirecto; cuando el referente es del género masculino en vez de "le" y "les". Se produce por paralelismo con el laísmo: "la" y "las" para el género femenino; "lo" y "los" para el género masculino. El "loísmo" es un fenómeno paralelo al laísmo y al leísmo pero mucho menos habitual, puesto que las entidades a las que según la norma laísta/leísta refiere el pronombre "lo" raramente toman el papel semántico habitualmente asignado al objeto indirecto. Un ejemplo sería "a lo que dijiste "lo" pude haber dado más relevancia, pero no lo hice".

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El "le" indirecto es ambiguo; para quitar la ambigüedad se utiliza un segundo pronombre con preposición: "Dale un beso, a ella (a él)". 2. LAÍSMO El laísmo es el uso de los pronombres personales "la" y "las" en función de objeto indirecto para referentes del género femenino en lugar de las formas estándar "le" y "les". En ciertos dialectos del español el laísmo es un fenómeno extendido. La lengua castellana mantiene la antigua declinación latina y uso de los casos latinos en los pronombres personales y la evolución de la lengua castellana tiende a la eliminación total de los casos latinos, reflejo que tenemos en la tendencia a suprimir la diferencia de funciones entre el complemento directo y complemento indirecto por medio del género. Esto se traduce en el uso de "la" y "las" en función de complemento (objeto) indirecto; cuando el referente es femenino en vez de "le" y "les". Cuando un "laísta" dice: La pegué, un no "laísta" entiende que "la cosa" referida fue pegada (con un adhesivo) y no "golpeada", que es lo que el "laísta" quería decir.1 El "le" indirecto es ambiguo; para quitar la ambigüedad utilizamos un segundo pronombre con preposición: Dale un beso, a ella (a él). 3. LEÍSMO El leísmo es la sustitución del pronombre personallo / la por leen la posición de complemento directo y en los verbos que tradicionalmente rigen el caso acusativo (también llamados verbos transitivos) en español: (Forma leísta) Juan le ha visto. (Forma estándar) Juan lo ha visto. 3.1.

TIPOS DE LEÍSMO

3.1.1. LEÍSMO Y NORMATIVA LINGÜÍSTICA El leísmo es un rasgo característico de los dialectos del centro de la península Ibérica, a los que la Real Academia Española considera actualmente vulgares. El dictamen académico se ha moderado recientemente, y se considera aceptable la forma leísta exclusivamente cuando el complemento directo de la acción es una persona de sexo masculino. Por tanto, así le vi [a Juan] se tolera, mientras que *le vi [a Inés] o *le vi [al buque] no. En el caso de ser el complemento directo 15

masculino y plural, referido a personas, la Academia hace notar que aunque el uso de les "no carece de ejemplos literarios", es "desaconsejable en el habla culta"; por tanto,decir *les vi llegar (a ellos) es desaconsejable y, por supuesto, *les vi llegar (a los buques) ya es incorrecto sin paliativos.1 La posición oficial de la Academia ha variado con las épocas; durante el siglo XVIII la tendencia a la unificación de los casos era dominante, y de hecho en 1796 la Real Academia dictaminó que el pronombre átono debería usarse para el acusativo masculino con exclusión de lo. No sería hasta 1854 cuando la doctrina se revertiría; atendiendo a una propuesta de Vicente Salvá, se reintrodujo la distinción entre ello usado para el acusativo y elle dativo. En una primera instancia se reconoció simplemente la legitimidad de la distinción entre pronombres y luego prescribiéndola explícitamente. Para fines de siglo, el dictamen de 1796 se había invertido por completo, y el uso de le se consideró incorrecto, aunque con la salvedad de aceptar el leísmo para el pronombre masculino singular, diciendo que ...nunca o rarísima vez convendría el «le» acusativo a pronombre de cosa. El criterio para las rarísimas veces se explicitó poco y mal. Posiblemente a causa de ello, la decisión académica alteró paulatinamente el uso escrito en las regiones no distinguidoras, que por fuerza fueron adecuándose a las normas de la RAE. 3.1.2. LEÍSMO APARENTE Superficialmente similar al leísmo, la variación en el uso pronominal puede deberse también a variaciones dialectales en el régimen de algunos verbos. La atenuación de la oposición entre dativo y acusativo en el sistema de casos del español ha llevado a tendencias divergentes en cuanto a la utilización de verbos en los que el complemento tradicionalmente considerado directo es raramente explícito. Es el caso de verbos como pegar o enseñar, que se complementan tanto con una referencia personal, en forma de dativo, como una inanimada o abstracta, en forma de acusativo; sin embargo, la segunda es tácita muchas veces, por lo que a la forma estándar el policía le pegó al obrero [un cachiporrazo] la sustituye muchas veces en algunos dialectos *el policía lo pegó al obrero. Lo mismo sucede con verbos como tocar, con la estructura de doble objeto típica del español; aunque la frecuencia de uso es muy similar a la de los verbos precedentes, aquí la censura de la Academia es menos tajante, y se admiten tanto las formas él le tocó [las manos] como él la tocó, representando la variación pronominal un desplazamiento del significado. También se deja al arbitrio del hablante y a consideraciones contextuales la elección del dativo o el acusativo para los verba sentiendi —aquellos que expresan una afección sensitiva, perceptiva o intelectual. En los verbainfluendi la 16

opción se codifica en la gramática académica según el verbo lleve o no normalmente la preposición a antes de la proposición sustantiva que cumple la función de objeto; así, prohibir se complementa con el pronombre de dativo, mientras que obligar lleva el de acusativo, aunque la estructura funcional es idéntica. 3.1.3. LEÍSMO DEFERENTE O DE CORTESÍA Una de las formas más extendidas de leísmo, que se emplea aún en variantes que normalmente siguen el modelo distinguidor, es el uso del pronombre de dativo para concordar con la forma de respeto usted. Se ha interpretado de diverso modo como forma de desambiguar con la tercera persona, de separarse de la forma familiar o como extensión del patrón leísta general. En el leísmo de respeto, la forma estándar Ayer lo llamé por teléfono [a usted] se convierte en ayer le llamé por teléfono [a usted]. La Academia la admite, en especial en las fórmulas convencionales de tratamiento y protocolo. 3.2.4. LEÍSMO DE CONTACTO Otras formas de leísmo aparecen, también, en dialectos del español que se caracterizan por la situación prolongada de bilingüismo o diglosia en contacto con lenguas en las que el régimen pronominal es distinto. La influencia del guaraní en el español paraguayo, del quechua en el español andino o del euskera en País Vasco y Navarra llevan en algunos casos a la supresión completa de la diferenciación entre pronombres de dativo y de acusativo, sustituyendo todos los casos por le. Acompañada de una tangible modificación en el empleo de los pronombres, que se utilizan sistemáticamente de manera redundante en todas las funciones —a diferencia de la forma estándar del español, que prescribe la redundancia sólo en el dativo: yo le di la carta a mi hermana—, es efecto de la asimilación a un sistema gramatical desprovisto de la distinción de casos. En ocasión se considera vulgar, sobre todo en las zonas de transición entre dialectos afectados por esta forma de leísmo y dialectos no leístas, pero forma parte de la norma culta en las regiones en que el dialecto leísta es exclusivo o mayoritario, y tiene expresión en la lengua formal y escrita. No cuenta, sin embargo, con la sanción de la RAE. El área afectada por esta forma de leísmo comprende la mayor parte de Castilla y León. La forma más pronunciada se manifiesta en Valladolid, el este de León, Palencia y el noroeste burgalés, donde le sustituye a lo y les a los para todos los antecedentes animados de género masculino. El resto de la provincia de Burgos, las zonas aledañas a Valladolid y las regiones leístas de Segovia y Soria oscilan entre les y los para el plural, usando le invariablemente para el singular. En la provincia de Salamanca, Ávila y las zonas de transición entre éstas, Madrid y Cáceres el plural no es leísta salvo en raros casos. Menos estudiada es la distribución del leísmo para el pronombre femenino, que la mayoría de los autores

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juzgan limitada al habla popular, aunque no se dispone de investigación sociolingüísticas en profundidad. 4. DEQUEÍSMO A pesar de que se ha señalado que el fenómeno del dequeísmo es norma general del español de Chile y que se lo estudia como fenómeno ocurrente en todo el mundo de habla hispánica, en este corpus oral de informantes cultos es mucho menos frecuente de lo que se podría haber supuesto.–―... la percepción que fuimos teniendo durante la campaña nos indicóde que el mensaje que estábamos tratando de transmitir calaba en nuestra base...‖ 5. QUEÍSMO El queísmo es la omisión de una preposición, sobre todo de, cuando precede a que en oraciones subordinadas. Ejemplos son las frases:      

Es hora que me escuchen (título de un libro de Eduardo Duhalde, ex presidente de la Argentina, en vez de Es hora de que me escuchen). Me alegro que te vayas (en vez de Me alegro de que te vayas). No me di cuenta que habías venido (en vez de No me di cuenta de que habías venido). Estoy de acuerdo que hay que hacerlo (en vez de Estoy de acuerdo en que hay que hacerlo). Intentaré convencerte que siempre te amé (de una canción de Antonio Orozco, en vez de Intentaré convencerte de que siempre te amé). Estoy segura que esta vez (de una canción de Paulina Rubio, en vez de Estoy segura de que esta vez).

La Real Academia lo considera un empleo indebido, aunque es una simplificación muy habitual en el lenguaje coloquial tanto en España como en América. Desde el punto de vista normativo, se considera un error diametralmente opuesto al dequeísmo, y a veces se considera una ultracorrección de este fenómeno gramatical. Para las personas que hablen español como lengua primera, una forma de saber si la opción normativa obliga a utilizar o no la preposición de (u otra), es sustituir toda la oración subordinada por eso: ejemplo: Estoy seguro de (que vienes) -> Estoy seguro de eso. Estoy seguro eso, no tendría sentido. Para quienes aprendan castellano como lengua extranjera hay listas de verbos y de las preposiciones con las que van para memorizar.

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6. EL SESEO Es una confusión entre las consonantes c - z y la consonante s, en el habla: ce, ci y za, zo, zu se pronuncian como se, si y sa, so, su. Se sustituye el fonema /Ø/ por el fonema /s/. Afecta sólo a la pronunciación, no a la escritura. Ejemplos: taza se pronuncia tasa, cena - sena, cielo - sielo, zumo - sumo, lazo laso. Dicha pronunciación está admitida socialmente y no se considera defectuosa. Este fenómeno se inicia en los siglos XV y XVI en Sevilla y su comarca, de allí se extiende a otras zonas - no todas - de Andalucía, Canarias, Hispanoamérica y pequeños núcleos de Badajoz, Murcia y Alicante. Existe también el seseo en Cataluña, Valencia, Galicia y Vascongadas, según los estudiosos; su uso aquí es considerado socialmente como defectuoso. En todas estas zonas conviven hablantes de seseo, hablantes de ceceo y hablantes que distinguen entre las consonantes c - z y la consonante s. A veces, los escritores incluyen en sus obras textos con seseo, casi siempre para caracterizar personajes. Juan Ramón Jiménez dice de Platero "Tien'asero" (tiene acero). 7. EL CECEO Es una confusión entre la consonante s y las consonantes c - z, en el habla: se, si y sa, so, su se pronuncian como ce, ci y za, zo, zu. Se sustituye el fonema /s/ por el fonema /Ø/. Afecta sólo a la pronunciación, no a la escritura. Como vemos, es lo contrario del seseo. Ejemplos: serio se pronuncia cerio, simpático - cimpático, rosa - roza, beso - bezo, suspiro - zuzpiro. Es una pronunciación menos admitida socialmente que el seseo. Se inicia, como el seseo, en los siglos XV y XVI en Sevilla y su comarca, de allí se extiende, de forma mucho menos intensa, a otras zonas - no todas - de Andalucía, Canarias, Hispanoamérica y pequeños núcleos de Cáceres. A veces, los escritores incluyen en sus obras textos con ceceo, casi siempre para caracterizar personajes, como en los sainetes de Carlos Arniches. 8. EL YEÍSMO Confusión de la consonante ll con la y en el habla: lla, lle, lli, llo, llu se pronuncian como ya, ye, yi, yo, yu. Es un fenómeno admitido en la pronunciación; en la escritura es una incorrección. Se puede decir caye en vez de calle, siya por silla, gayina por gallina, yuvia por lluvia, pero no se pude escribir caye, siya, etc. 19

Esta confusión entre de ll - y produce otra grave incorrección: escribir ll en vez de y: se debe cuidar no escribir mallo por mayo, pallaso por payaso, sullo por suyo. El yeísmo se inicia en la Edad Media y se afirma en el s. XVI. La causa es la mayor facilidad de pronunciación de la y que de la ll. La zona de yeísmo más intensa se sitúa en Madrid y hacia el sur; abunda en Hispanoamérica, en Canarias y en el judeoespañol (llamado también judeo-sefardí). El yeísmo ha estado muchas veces asociado al habla de la ciudad frente al habla rural. Hoy es un fenómeno en alza, sobre todo entre los jóvenes, debido a su uso continuo en radio y televisión. 9. VOSEO Es la utilización de vos por tú. Se usa para dirigirse a una persona con la que se tiene confianza o igualdad. Para situaciones de respeto se usa usted. El voseo solamente se emplea en la segunda persona del singular. En plural se usa ustedes, nunca vosotros. El voseo modifica el verbo: se usan plurales de segunda persona cantás, tenés, e imperativos andá, vení. Se utilizó en España hacia 1500, pero desapareció. Es una característica del habla de algunos países de Hispanoamérica: Argentina, Uruguay, Paraguay y América Central. Alternan el vos y el tú en Panamá, Colombia, Venezuela, Ecuador, Chile. En el resto se utiliza tú: Méjico, Perú, Las Antillas, etc. Los escritores hispanoamericanos lo utilizan en sus obras, baste el "Vos creés que estás en esta pieza pero no estás", de Julio Cortázar en "Rayuela".

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BIBLIOGRAFIA

http://www.livingspanish.com/fonetica-y-fonologia.htm http://www.monografias.com/trabajos5/fonora/fonora.shtml http://es.answers.yahoo.com/question/index?qid=20110501123300AAh qEdw http://www2.udec.cl/~srebolledo/tecom/index.php?l=concurrencia_voc alica http://es.scribd.com/doc/29936077/LA-CONCURRENCIA-VOCALICA http://recursostic.educacion.es/humanidades/ciceros/web/profesores/e so1/t2/teoria_2.htm http://darkwing.uoregon.edu/~rldavis/historia/proyectos/servi/habla.ht ml http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/ayudadetareas/espanol/espa 18.htm

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INDICE

CARATULA DEDICATORIA INTRODUCCION

i ii iii CAPITULO I

FONÉTICA Y FONOLOGÍA

4 CAPITULO II

FENOMENOS FONETICOS GRAMATICOS

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CAPITULO III FENOMENOS FONETICOS FISIOLOGICO

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BIBLIOGRAFIA

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