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Fabulas El Aguila Y El Escarabajo A punto de ser atrapada por una enorme águila, la liebre le pidió a un escarabajo que

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Fabulas El Aguila Y El Escarabajo A punto de ser atrapada por una enorme águila, la liebre le pidió a un escarabajo que por allí pasaba, que intentara hacer algo para salvarle la vida. El voluntarioso escarabajo, caminó de forma decidida hacia el pájaro y le rogó que dejara en libertad a la pobre liebre. A pesar de sus buenas palabras, el águila lo ignoró por completo, dando cuenta de la liebre frente a él. Escandalizado por tan cruel comportamiento, el escarabajo dedicó los siguientes meses de su vida a observar al águila para encontrar el mejor momento para vengarse. Un día, mientras el águila se marchó para buscar algo de comer, el escarabajo bajó hasta su nido y empujó los huevos de su enemiga al suelo. Así fueron pasando los años hasta que el águila, harta de esta situación le pidió a Zeus que le diera una solución para su problema. El Dios decidió acoger los huevos del ave en su regazo, para que estuvieran más seguros. A pesar de sus precauciones, el escarabajo le lanzó una bola de barro a Zeus, el cual se levantó rápidamente para limpiarse, lanzando sin querer los huevos al suelo. Desde entonces, las águilas jamás ponen sus huevos cerca de los escarabajos. MORALEJA Nunca menosprecies aquello que parece poco importante El hombre y la estatua Un hombre muy pobre, se encontró tirada en medio del campo una bellísima estatua de un dios. Estatua, que el hombre se apresuró a limpiar para verla en todo su esplendor, llevándosela a casa con la esperanza de que el Dios representado recompensara su buena acción. Los días fueron pasando y el hombre comenzaba a desesperarse. Harto de no obtener respuesta a su buena acción, agarró al dios por los pies y lo lanzó con todas sus fuerzas contra una pared. Al golpear la cabeza de la estatua en la pared, esta se partió en mil pedazos, dejando a la vista una enorme cantidad de monedas de oro. Sorprendido ante tal hallazgo, el hombre corrió a recogerlas mientras decía:

- Me da la impresión de que no tienes muy claro cómo hacer tu labor correctamente. Cuando te he estado cuidando y adorando sin descanso no me has ayudado en lo más mínimo y ahora que te estoy maltratando, no solo no me castigas, sino que encima me premias con una gran fortuna. MORALEJA Si quieres conseguir algo de alguien ingrato no le elogies, ya que con este tipo de personas tan solo funcionan los castigos El Gusano de seda y la Araña Trabajando un Gusano su capullo, la Araña que tejía a toda prisa, de esta suerte le habló con falsa risa, muy propia de su orgullo: "¿Qué dice de mi tela el señor gusano?, ésta mañana la empecé temprano, y ya estará acabada a mediodía. ¡Mire qué sutil es, mire qué bella!..." El Gusano, con disimulo respondía: "¡Usted tiene razón; así sale ella!" Moraleja Se ha de considerar la calidad de la obra, y no el tiempo que se ha tardado en hacerla. El León enfermo y los Zorros Hace mucho, el Rey León cayó enfermo y su médico, el sabio Búho, le sugirió que descanse por un tiempo. El León decidió que como iba a estar por mucho tiempo inactivo, sólo y aburrido, vayan a visitarlos cada uno de los animales de cada especie. Eso si, se hizo hincapié, que habrá total inmunidad contra sus temibles garras y que ninguno de sus invitados serían presa de él. Los animales decidieron elegir a un Embajador y los Zorros pensaban en quien será el elegido. De pronto, uno de ellos interrumpió la charla y dijo: "Acabo de regresar de los alrededores de la cueva del León, y he podido comprobar que hay huellas de animales que fueron a visitarlo, pero todas se dirigían hacia la entrada, pero ninguna regresa o sale. Gracias a esta investigación, debemos tener cuidado, porque a pesar de la promesa de inmunidad, es fácil entrar a la cueva del León, pero imposible saber cómo poder salir." Moraleja No creas en promesas de hábiles malvados,

su condición no cambia, ni enfermos ni cansados. El cerdo y los carneros Hace muchos, muchísimos años, un cerdo se escapó de una granja en el que era maltratado por sus compañeros. Tras vagar muchos días por el campo sin rumbo fijo, encontró un enorme rebaño de carneros comiendo tranquilamente en un vasto prado. Con mucho cuidado y sin hacer ningún aspaviento, el cerdo se acercó hasta ellos, con la esperanza de que no le hicieran daño. No solo no le hicieron ningún tipo de daño, sino que además se integró en el rebaño como si de un miembro más se tratara. Así fueron pasando los días, hasta que el pastor se percató de su presencia y lo atrapó para llevárselo a casa. Al verse agarrado por una de sus patas, el cerdo comenzó a intentar liberarse de todas las manera posibles, liberando unos estridentes gruñidos. Ante tal escándalo, los carneros le reñían de la siguiente manera: - No formes tanto escándalo amigo. A nosotros también nos agarra el pastor y no armamos tanto revuelo. - No es lo mismo –dijo el cerdo muy enfadado- . A vosotros os agarra para quitaros la lana, pero lo que me quiere quitar a mí es la carne. MORALEJA No llores por lo que puedes reponer, sino por aquello que nunca puedes volver a tener La pulga y el hombre Mientras disfrutaba de un magnífico sueño, un hombre comenzó a sentir picores por todo el cuerpo. Indignado por esta situación, buscó y rebuscó por toda su cama para ver quién le estaba causando tan grave molestia. Tras minutos de incesante búsqueda, encontró a una minúscula pulga a la que le dirigió las siguientes palabras: - ¿Quién te has creído que eres insignificante bichejo, para estar picándome por todo mi cuerpo y no dejarme disfrutar tranquilamente de una merecida siesta?. Contestó la pulga: - Discúlpeme usted querido señor, no deseaba perturbarle de ninguna manera; le pido que me deje seguir viviendo, ya que por mi pequeño tamaño no puedo llegar a causarle a alguien tan grande como usted un gran perjuicio. El hombre, riendo a mandíbula batida las ocurrencias de la pulga, le dijo: - Lo siento pequeña, pero no puedo hacer otra cosa que acabar contigo para siempre, ya que no deseo que no tengo ningún motivo para seguir aguantando tus picaduras, por muy grande o pequeño que pueda ser el perjuicio que me causes. MORALEJA Todo aquel que le hace daño a otra persona, debe estar dispuesto a afrontar las consecuencias

Fabula el Astrónomo En un país muy lejano, donde la ciencia es muy importante para sus habitantes, había un anciano astrónomo, le gustaba realizar el mismo recorrido todas las noches para observar las estrellas. Un día, uno de sus viejos colegas le dijo que había aparecido un extraño astro en el cielo, el anciano salió de la ciudad para poder verlo con sus propios ojos. Muy emocionado estaba el astrónomo mirando al cielo, no se dio cuenta que a pocos pasos de él había un agujero. Cuando se cayó al agujero comenzó a gritar pidiendo ayuda. Cerca del agujero pasaba un hombre, el cual se acercó hasta el agujero para ver lo que sucedía; ya informado de lo que había ocurrido, le dijo al anciano: "Te ayudaré a salir de ahí, pero ten mucho cuidado la próxima vez que salgas por un lugar que desconoces, tienes que estar muy atento por donde caminas ya que te puedes encontrar con cualquier cosa en el suelo." Moraleja: Antes de lanzarse a la aventura, hay que conocer el lugar por el que se transita. Fabula la Pulga y el Hombre Un hombre disfruta de un buen sueño, cuando comenzó a sentir picazón por todo el cuerpo. Molesto por la situación, buscó por toda su cama para ver qué era lo que les estaba causando tanta molestia. Tras su búsqueda encontró a una minúscula pulga y le dijo las siguientes palabras: - ¿Quién te crees que eres insignificante bicho, para estar picándome por todo mi cuerpo y no dejarme disfrutar de mi merecido descanso? - Contestó la pulga: "Discúlpeme señor, no fue mi intención molestarlo de ninguna manera; le pido por favor que me deje seguir viviendo, ya que por mi pequeño tamaño no creo que lo pueda molestar mucho." El hombre riéndose de las ocurrencias de la pulga, le dijo: - Lo siento pequeña pulga, pero no puedo hacer otra cosa que acabar con tu vida para siempre, ya que no tengo ningún motivo para seguir aguantando tus picaduras, no importa si es grande o pequeño que pueda ser el prejuicio que me causes. Moraleja: todo aquel que le hace daño a otra persona, debe estar dispuesto a afrontar las consecuencias.

EL DESEO DEL PASTOR Érase una vez un pastor que se encargaba de cuidar una manada de bueyes. Un día se extravió un ternero y él desesperado salió en su búsqueda recorriendo los alrededores, pero nada, no pudo hallarlo. Tanta era la angustia por la pérdida de este ternerito que le prometió a Zeus que si le decía quién era el responsable sacrificaría un cabrito en su nombre. El pastor continuó buscando y encontró a un león comiéndose a su ternerito. Cuando vio quien era el responsable de esto se asustó muchísimo y levantó las manos exclamando: – ¡Gran Zeus, sé que antes te he pedido que me muestres al ladrón a cambio de un ternerito; pero ahora te pido que me ayudes a escapar de este león y te prometo sacrificar un toro! Moraleja: Los problemas tienen soluciones pero siempre ten presente que al encontrarle, puedes estar encontrando el siguiente problema.

EL FRACASO DE LOS TRES BUEYES Érase una vez tres bueyes que pastaban juntos y que siempre permanecían muy juntos. Durante varios días un león se mantuvo observándolos con el propósito de devorarlo pero siempre sentía un poco de miedo porque al nunca separarse los tres bueyes, lo ponía en desventaja si llegaba a luchar en contra de los tres. Muy inteligente el león creo una estrategia basada en mentiras y patrañas con el objetivo de lograr destruir esa unión entre los tres bueyes. Una vez que logró su objetivo pudo separarlos y así comerse a cada uno de forma independiente. Moraleja: Nunca permitas que nadie destruya la unidad que tengas con tus amigos y familia porque solo de ese modo serás más fácil de hacer daño.

EL PERDÓN DE LA MUERTE En una ocasión un pobre anciano, muy cansado porque su día de trabajo había sido muy fuerte, cargaba sobre su espalda leña que acababa de cortar. Llevaba mucho tiempo caminando y aun el camino que le quedaba era largo, así que decidió llamar a la Muerte y de este modo el poder descansar. Al escuchar su llamado la muerte se presentó en el sitio donde estaba el anciano, y mirándolo fijamente le preguntó que por qué la había llamado. El pobre anciano, después de haber descansado algunos minutos, y con pena en el rostro le dijo: – Quería preguntarle si usted era tan amable de ayudarme a trasladar esta carga tan pesada. Era solo eso. Moraleja La muerte perdonó al anciano pues sus ganas de vivir eran tantas que habían logrado hacer que él se olvidara del agotamiento y del dolor que sentía.

LOS SUEÑOS DE UNA LECHERA Había una vez una joven, hija de un granjero que iba al pueblo a vender leche, y mientras trasladaba la vasija llena de leche, planificaba su futuro. – Cuando termine de vender toda la leche, invertiré el dinero en trescientos huevos. De estos una parte no va a nacer, pero de seguro que al menos 200 pollo tendré. Cada pollo podrá ser vendido a precios altos ya que para la época para la que estén listos los precios en el mercado habrán subido. Si logro esto tendré el dinero necesario para comprarme un vestido de fiesta muy bello con el que podré asistir causando sensación. Al asistir a los bailes tan hermosa lograré que todos los jóvenes me pretendan, pudiendo yo valorar a cada uno de los presentes. De repente tropezó con una piedra y cayó al suelo junto con el recipiente de leche el cual se derramó completamente, destruyéndose también cada uno de los planes que había hecho. Moraleja: No debes desear tener una fortuna mayor pues nada de lo que tengas te parecerá suficiente. No pienses en el futuro sin antes haber asegurado tu presente pues solo así tu futuro tendrá resultados.

LAS LÁGRIMAS DEL RICO Cierta tarde de verano un grupo de "mujeres lloronas",se les había pagado, para que llorar la muerte de una de las hijas de un acaudalado hombre. Una de las hijas muy sorprendida se acercó a su madre y le pregunto: - Madre ¿cómo nosotras que sufrimos la desgracia en carne propia, apenas si lloramos? en cambio esas lloronas, que jamás la conocieron, se deshacen en grandes lamentos. La madre contestó: - No te extrañes, hija mía: esas mujeres no lloran lágrimas, sino dinero. Nunca olvides que las monedas son las lágrimas del rico. MORALEJA Con el dinero conviertes a sanos en sufrientes

Cuento corto del adivino

Instalado en la plaza pública, un adivino se entregaba a su oficio. De repente se le acercó un vecino, anunciándole que las puertas de su casa estaban abiertas y que habían robado todo lo que había en su interior. El adivino levantose de un salto y salió corriendo hacia su casa, desencajado y suspirando, para ver lo que había sucedido. Uno de los que allí se encontraban, viéndole correr le dijo: -Oye, amigo, tú que te vanaglorias de prever lo que ocurrirá a los otros, ¿por qué no has previsto lo que te sucedería a ti? El adivino no supo qué responder. Moraleja: no hay que fiarse de aquellos que dicen que pueden adivinar el futuro de los demás. Tan sólo pretenden estafarnos y quitarnos nuestro dinero.

Fabula los 3 Pájaros en la Cerca Habían tres pájaros montados en una cerca. De esos tres, dos decidieron volar muy lejos, mientras que el otro decidió quedarse en la cerca donde estaban. ¿Cuantos pájaros quedaron? Quedaron 3 pájaros. Moraleja: Decidir algo no es suficiente. ¡Tienes que hacerlo!

Fabula el Buen Tiempo y la Lluvia “Nunca llueve a gusto de todos” así dice el refrán, y la historia que sigue parece darle la razón. Había una secuela muy hermosa en un pueblo apartado. A la escuela iban tres perritos y tres ranitas. Ellos vivían muy cerca y eran buenos amigos. A menudo iban juntos a clase, eran muy puntuales. Muchas veces antes de llegar a la escuela peleaban. Si el día amanecía con lluvias las ranitas se ponían felices, a diferencia de los perritos ya que se ponían rabiosos. "¡Wiii! Que feliz estoy, nos daremos un buen baño en las charcas que la lluvia está formado." - Decía una de las ranitas. "Que feo es cuando llueve, es un día perdido para mi, me deprime tanto la lluvia." - Dijo uno de los perritos con una cara triste. Cundo el día amanecía soleado un con radiante sol, sucedía todo lo contrario; los perritos no se cambiaban por nadie, se sentían felices. En cambio las ranitas estaban sin ánimos, ya que se imaginaban el calor y la sequedad que iba a torturarlas. Sé que todos se estarán preguntando que día estarían contentos los perritos y las ranitas. ¡Muy fácil! Los días que amanecían grises y fríos pero sin lluvia, que pocos días amanecía así. Moraleja: Debemos aceptar la vida tal cual como se presenta, de esta manera nunca se sentirán infelices.

El bobo y la grulla Mientras un lobo se comía un hueso, se le atragantó en la garganta, y empezó a correr por todas partes en busca de ayuda. En su camino se encontró a una grulla y le pidió que le salvara de aquella situación y que le pagaría por ello. La grulla aceptó, introdujo su cabeza en la boca del lobo y sacó el hueso atravesado de la garganta. Entonces, le pidió su compensación al lobo, a lo que este le respondió: – “Oye amiga, ¿no crees que es suficiente paga el haber sacado tu cabeza sana y salva de mi boca? Moraleja: Nunca hagas favores a malvados, traficantes o corruptos, pues mucha paga tendrías si te dejan sano y salvo.

El caballo viejo Un caballo que ya estaba muy mayor fue vendido por su amo a un molinero que lo empleó para que diera vueltas a la piedra de un viejo molino. El caballo no hacía otra cosa desde la mañana hasta la noche que girar y girar alrededor de aquella rueda, lo cual no solo le cansaba mucho sino que lo ponía muy triste. Y es que el viejo caballo recordaba lo veloz y famoso que había sido en sus años de juventud, en los que había vivido infinidad de aventuras y también cómo se burlaba de los otros caballos que eran más viejos y lentos que él. Ahora viéndose en esta situación en la que pasaba sus días atado y dando vueltas a dicho molino, se arrepentía de aquella actitud que había tenido cuando era poderoso: “Después de las grandiosas vueltas que di en las carreras durante mi juventud, mira las vueltas que tengo que dar ahora. Este es un justo castigo por burlarme de aquellos a los que veía más débiles e inferiores”. Moraleja: Mejor ser humilde cuando tienes poder, porque un día u otro lo has de perder.

El lobo con piel de oveja Un lobo pensó un día cambiar su apariencia para así obtener comida de forma más fácil. Ni corto ni perezoso, se metió dentro de una piel de oveja y se fue a pastar con el rebaño, despistando totalmente al pastor. Al atardecer, fue llevado junto con todo el rebaño al granjero, donde le cerraron la puerta para que ningún lobo entrara a

comerse a las ovejas. Sin embargo, en la noche, el pastor entró buscando la cena para el día siguiente, tomó al lobo y creyendo que era un cordero, lo sacrificó al instante. Moraleja: Según hagamos el engaño, así recibiremos el daño. Las ranas pidiendo rey Cansadas las ranas del propio desorden y anarquía en que vivían, mandaron una delegación a Zeus para que les enviara un rey. Zeus, atendiendo su petición, les envió un grueso leño a su charca. Espantadas las ranas por el ruido que hizo el leño al caer, se escondieron donde mejor pudieron. Por fin, viendo que el leño no se movía más, fueron saliendo a la superficie y dada la quietud que predominaba, empezaron a sentir tan grande desprecio por el nuevo rey, que brincaban sobre él y se le sentaban encima, burlándose sin descanso. Y así, sintiéndose humilladas por tener de monarca a un simple madero, volvieron donde Zeus, pidiéndole que les cambiara al rey, pues éste era demasiado tranquilo. Indignado Zeus, les mandó una activa serpiente de agua que, una a una, las atrapó y devoró a todas sin compasión. Moraleja: A la hora de elegir los gobernantes, es mejor escoger a uno sencillo y honesto, en vez de a uno muy emprendedor pero malvado o corrupto.

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Cuentos EL ARCO IRIS Cuando llueve y sale el sol, la luz en las gotas de agua dibuja en el cielo ese maravilloso fenómeno semicircular llamdo arco iris, compuesto por una familia de siete colores. Son tres los padres primarios de todos los colores existentes: rojo, amarillo y azul. Al rojo fuego lo sigue el amarillo oro, y entre ellos aparece el naranja, secundario producto de su cálida unión. El luminoso amarillo y el aéreo azul generan al equilibrado verde, dueño de la primavera. Tras el azul encontramos otro azul hermano, llamado añil o índigo, profundo y único como tú, y al final el místico violeta, fusión del azul y el rojo. Y cuando todos giran en ronda, se produce el milagro absoluto del blanco. Es el arco iris.

EL CUMPLEAÑOS DEL SR.LEÓN Estaban conversando la jirafa y la elefanta, muy animadas, y ¿sabes de qué hablaban? Querían celebrar el cumpleaños del señor león e invitar a todos los animales de la selva. La paloma y don búho fueron los encargados de avisar por toda la selva. Al día siguiente, con un sol radiante, se pusieron a trabajar. Hicieron un gran pastel para que hubiera suficente para todos. Formaron una gran orquesta y lo dejaron todo preparado. El monito Tití fue el encargado de ir a buscar al león y su familia, que no sabían nada. Cuando llegó, el león se emocionó mucho y se puso muy feliz. Le cantaron el cumpleaños feliz y comenzó la celebración, que duró toda una semana.

EL CONEJO DE LAS OREJAS LARGAS Amanecía en el bosque cuando el conejito de las orejas largas salió de casa con su mameluco azul y una canasta, para comprar verduras y frutas. Saltando entre pinos y zarzamoras, de donde comenzaron a salir zorzales, perros y ratoncitos para ayudarlo con sus compras, llegó donde los feriantes. Eligió zanahorias, lechugas y rabanitos, para fortalecer la vista y los dientes.

También manzanas con vitaminas para endulzar la merienda, y todas las que ustedes quieran recomendarle para llevar. A su regreso, la mesa estaba servida y sus 15 hermanitos, con las patitas lavadas, esperaban para almorzar. Después de lavarse los dientes y dormir la siesta saldrían, como premio, a jugar con sus amigos los animalitos, aves e insectos del bosque.

AL AGUA PATITO A un patito pequeñito, hermoso, inteligente y amarillo, le gustaba jugar, correr, cantar, saltar y nadar. Pero no le gustaba bañarse. Su mamá preocupada, le creó una canción. Tomando la esponja y el jabón, en el baño cantaba. "Al agua patito nos vamos a bañar, con el jaboncito a refregar". El patito escuchó la canción y se escondió debajo de la cama, pero su mamá siguió cantándola. El patito, curioso, quiso ver qué hacía su mamá en el baño y... - ¡Cuac! - gritó el patito. Su mamá jugaba y cantaba entretenida con la espuma. ¡Lo estaba pasando súper bien! El patito corrió a sumergirse en el baño, para cantar la canción y jugar junto a su mamá.

ALBOROTO EN LA COCINA Cierto día en mi cocina se desarrolló el congreso anual de los alimentos. Se reunían para discutir cual de los alimentos era el más saludable para hacer crecer sanos a los niños. Primero el chocolate dijo: "¡Yo soy el mejor!, ya que con mi sabor hago felices a los niños". "¡Nooo!", dijeron en coro las patatas. "Nosotras, fritas, somos las preferidas de los niños". "¡Cállense!", dijo el tomate. "Yo soy el mejor porque pertenezco a las finísimas verduras". Le contestaron las frutas a gritos: "¡Nosotras somos más importantes, porque entregamos vitaminas a los niños!" Era tanto el alboroto que había, que llegaron los cereales a poner orden.

De pronto la sabia leche dice: "No sigan peleando, ya que todos somos importantes para hacer crecer a los niños sanos".

EL JARDÍN DE LAS FLORES TRISTES Las flores del jardín de la familia Rosales un día dejaron de brindar al hogar su fragancia exquisita. ¿Por qué? Dalia y Jazmín, hermanitas encargadas de regar las plantas, lo hacían refunfuñando: "¡Queremos jugar y no regar!", decían. Las flores se entristecieron y por eso no olían a nada. Cuando el padre decidió arrancar las plantas de flores sin olor, intervino el hada del jardín. Esa noche las niñas soñaron que una bella hada les decía: "Las flores volverán a ser olorosas si ustedes las riegan con alegría y amor". Al día siguiente, el padre fue a eliminar las plantas, pero notó con alegría que el jardín era otra vez fragante. Dalia y Jazmín lo regaban cantando. EL GATO DORMILON Había una vez un gato muy dormilón que se pasaba los días y las tardes enteras echado en el sofá. Siempre se preguntaban que es lo que hacía para quedar tan exhausto, pero nadie lo veía haciendo otra cosa que no fuera descansar. Una noche su dueño tuvo la idea de ir a buscarlo y ver si también dormía toda la noche, pero mientras bajaba la escalera pudo verlo… ahí estaba él, sentado frente al acuario, viendo cómo dormía la tortuga. Sólo se quedó allí mirando en silencio a su gato, despierto y sereno estaba cuidando el sueño de su amiga tortuga. Al día siguiente pudo verlo como de costumbre, durmiendo en el sofá y entonces pudo comprender el porqué de su sueño durante el día, pero no notó que la tortuga también lo cuidaba desde su sitio. FIN

MUÑECO DE NIEVE Había dejado de nevar y los niños, ansiosos de libertad, salieron de casa y empezaron a corretear por la blanca y mullida alfombra recién formada. La hija del herrero, tomando

puñados de nieve con sus manitas hábiles, se entrego a la tarea de moldearla Haré un muñeco como el hermanito que hubiera deseado tener se dijo. Le salio un niñito precioso, redondo, con ojos de carbón y un botón rojo por boca. La pequeña estaba entusiasmada con su obra y convirtió al muñeco en su inseparable compañero durante los tristes días de aquel invierno. Le hablaba, le mimaba...Pero pronto los días empezaron a ser mas largos y los rayos de sol mas calidos... El muñeco se fundió sin dejar mas rastro de su existencia que un charquito con dos carbones y un botón rojo. La niña lloro con desconsuelo. Un viejecito, que buscaba en el sol tibieza para su invierno, le dijo dulcemente: Seca tus lagrimas, bonita, por que acabas de recibir una gran lección: ahora ya sabes que no debe ponerse el corazón en cosas perecederas.

TRES RATONES ENVIDIOSOS Había una vez tres ratones muy envidiosos, querían todo para ellos solos. Pero cuando llegaba a visitarlo un vecino, ellos escondían todo el queso que tenían guardado. De pronto se acercó un gato muy peludo, asomó su nariz en el agujero y los ratones envidiosos se arrinconaron muy asustados. Cuando gritaron, el vecino los escuchó y se acercó al gato lleno de valor y como pudo lo alejó de la puerta. Quedó tan cansado el pobre ratón que los envidiosos salieron a agradecerle el favor y por fin lo invitaron a comer. Todos felices disfrutaron de un estupendo platillo de queso y entre risas recordaban al gato que corrió muy enojado.

Daniel y las palabras mágicas Daniel juega muy contento en su habitación, monta y desmonta palabras sin cesar. Hay veces que las letras se unen solas para formar palabras fantásticas, imaginarias, y es que Daniel es mágico, es un mago de las palabras. Lleva unos días preparando un regalo muy especial para aquellos que más quiere. Es muy divertido ver la cara de mamá cuando descubre por la mañana un buenos días, preciosa debajo de la almohada; o cuando papá encuentra en su coche un te quiero de color azul.

Sus palabras son amables y bonitas, cortas, largas, que suenan bien y hacen sentir bien: gracias, te quiero, buenos días, por favor, lo siento, me gustas. Daniel sabe que las palabras son poderosas y a él le gusta jugar con ellas y ver la cara de felicidad de la gente cuando las oye. Sabe bien que las palabras amables son mágicas, son como llaves que te abren la puerta de los demás. Porque si tú eres amable, todo es amable contigo. Y Daniel te pregunta: ¿quieres intentarlo tú y ser un mago de las palabras amables? FIN Sara y Lucía Entonces Sara se sintió ofendida y se marchó llorando de la tienda, dejando allí a su amiga. Lucía se quedó muy triste y apenada por la reacción de su amiga. No entendía su enfado ya que ella sólo le había dicho la verdad. Al llegar a casa, Sara le contó a su madre lo sucedido y su madre le hizo ver que su amiga sólo había sido sincera con ella y no tenía que molestarse por ello. Sara reflexionó y se dio cuenta de que su madre tenía razón. Al día siguiente fue corriendo a disculparse con Lucía, que la perdonó de inmediato con una gran sonrisa. Desde entonces, las dos amigas entendieron que la verdadera amistad se basa en la sinceridad. Y colorín colorado este cuento se ha acabado, y el que se enfade se quedará sentado. FIN

La gatita encantada Erase un príncipe muy admirado en su reino. Todas las jóvenes casaderas deseaban tenerle por esposo. Pero el no se fijaba en ninguna y pasaba su tiempo jugando con Zapaquilda, una preciosa gatita, junto a las llamas del hogar. Un día, dijo en voz alta: Eres tan cariñosa y adorable que, si fueras mujer, me casaría contigo. En el mismo instante apareció en la estancia el Hada de los Imposibles, que dijo: Príncipe tus deseos se han cumplido El joven, deslumbrado, descubrió junto a el a Zapaquilda, convertida en una bellísima muchacha. Al día siguiente se celebraban las bodas y todos los nobles y pobres del reino que acudieron al banquete se extasiaron ante la hermosa y dulce novia. Pero, de pronto, vieron a la joven lanzarse sobre un ratoncillo que zigzagueaba por el salón y

zampárselo en cuanto lo hubo atrapado. El príncipe empezó entonces a llamar al Hada de los Imposibles para que convirtiera a su esposa en la gatita que había sido. Pero el Hada no acudió, y nadie nos ha contado si tuvo que pasarse la vida contemplando como su esposa daba cuenta de todos los ratones de palacio. Mariposita Caprichosa. La Mariposita tenía un lindo color amarillo. Un día, mientras volaba entre las flores vio una mariposa azul; regresó donde estaba su mamá y le dijo: Mami, mami, he visto una mariposa azul. ¿Y qué? preguntó mamá mariposa. 'Que yo quiero ser azul', dijo Mariposita. La mamá pintó las alas de su hijita de un lindo color azul, que enseguida salió a lucir al jardín. Ah! Pero entonces vio una mariposa color naranja, y la historia se repitió. Mariposita quiso tener alas de color naranja; la mamá la complació de nuevo, pintando sus alas de color naranja. Al otro día temprano, mariposita voló y voló, luciendo nuevo color en sus alas. Y de esta vez más allá del jardín. Y se encontró con un grupo de mariposas blancas. De inmediato voló a casa. 'Mami, mami. Ya no quiero este color, quiero ser blanca, como unas mariposas que he visto hoy', rogó la mariposita. Y la mamá, de inmediato, lavó las alas de la pequeña y las pintó de un blanco reluciente. Pero sucedió que mariposita estaba tan oronda con su nuevo color, que no se dio cuenta de que llegaba una fuerte lluvia. Se refugió en un árbol, porque las mariposas nunca dejan que la lluvia las moje. Pero el viento era muy fuerte, y la pequeña mariposita no pudo evitar que le cayeran unas cuantas gotas desprendidas de las hojas del árbol. ¿Saben lo que pasó entonces? Que las alas de mariposita empezaron a desteñirse, a tomar todos los colores que su mamá le había pintado, aunque no aparecía su lindo color amarillo. Cuando regresó a su casa, mariposita estaba muy fea. Su mamá casi no la conoció. "Ves, hijita. Esto te ha pasado por caprichosa. Debiste estar feliz, contenta con tu color y no andar queriendo parecerte a otras mariposas." La pobre mariposita lloró un montón. Estaba arrepentida. Creyó que nunca volvería a lucir el lindo color amarillo de sus alas. La mamá la dejó llorar, hasta que fue a ayudarla, le limpió las alas hasta que se vió aquel amarillo que parecía oro. Desde entonces, mariposita no volvió a tener caprichos tan tontos, y aprendió a quererse a ella misma, fuera como fuera.

La familia Perico Don Perico buscó por muchos años una hermosa periquita con quien pasar todos los años. Y la encontró, Doña Perica era la lora más hermosa del bosque .El día del casamiento todos sus amigos hicieron una gran fiesta. “Felicidades Don Perico”, le decían algunos. “Doña Perica tienes al mejor periquito del bosque y más allá”, le decían otras. Pasaron muchos años felices hasta que una la tarde Don Perico salió en búsqueda de frutas. “No tardes que ya está oscureciendo”, le dijo su esposa. “Regresaré pronto”, le respondió mientras volaba tras el agonizante sol de aquel día. La noche llegó y su compañero de toda la vida no regresaba. “Don Conejo ¿ha visto a Don Lorenzo? Doña Águila ¿Sabe dónde está Don Lorenzo? Preguntó y preguntó pero nadie no le dio buenas noticias “Doña Perica”, dijo Doña Tortuga. “Los hombres tomaron por sorpresa a Don Perico y se lo llevaron; no sé a dónde”. Aquel día Doña Perica lloró y lloró porque se sintió amargamente sola. Sin embargo, pese a su llanto, decidió buscar a su amado periquito. Desde ese entonces, cuando pasa una bandada de periquitos sobre un pueblo, se puede ver que uno de ellos va de último. Es Doña Perica que va mirando y preguntando a cuanto periquito enjaulado encuentre si ha visto a su periquito robado. Doña Perica voló y esperó todos los atardeceres a que por ese cielo anaranjado apareciera volando hacia su hogar el plumaje verde de su compañero eterno.

EL OJITO Ésta era la historia de una niña llamada Saulis. Un día común, Saulis se despertó y salió corriendo. – ¡Mami!, ¡mami!. – Dijo gritando Saulis. – ¿Qué pasa nena?. – Contestó la mami de Saulis. – Hay dos hombres vigilando la casa. – Dijo Saulis. -¿Qué cosas dices Saulis?. – Respondió su mami. La mamá salió a ver que pasaba fuera, mientras Saulis estaba agitada e impresionada. – ¡Oh no! ¡Saulis corre!!. – Gritó su mamá. Saulis corriendo se escondió bajo su cama. La mamá pensó que Saulis mentía pero en realidad Saulis había visto los abogados de su padre, los cuales venían a buscar a la pequeña Saulis para que se fueran con ellos. Finalmente todo quedó en un susto y todos siguieron viviendo felices.

UNA NIÑA QUE SE SENTIA SOLA Cuento Corto para niños y niñas, escrito por: Duarte Ivana Había una vez una niña que se sentía sola, quería un animalito para jugar y quererle. Los padres de la niña le dieron una sorpresa y se levantaron temprano para comprarle un perrito y sorprenderla, querían que fuera muy feliz. Llegaron con el perrito y le pusieron en la cama de la niña sin que ella se diera cuenta, después de unos minutos la niña se levantó. La niña se puso a pensar: – “¿Soñé con un perrito?” Y nada más decir esto escuchó un ladrido y ahí estaba el perrito, bajo la sabana. Ella se puso súper contenta y dijo que nunca más jugaría sola. El árbol mágico Hace mucho mucho tiempo, un niño paseaba por un prado en cuyo centro encontró un árbol con un cartel que decía: soy un árbol encantado, si dices las palabras mágicas, lo verás. El niño trató de acertar el hechizo, y probó con abracadabra, supercalifragilisticoespialidoso, tanta-ta-chán, y muchas otras, pero nada. Rendido, se tiró suplicante, diciendo: "¡¡por favor, arbolito!!", y entonces, se abrió una gran puerta en el árbol. Todo estaba oscuro, menos un cartel que decía: "sigue haciendo magia". Entonces el niño dijo "¡¡Gracias, arbolito!!", y se encendió dentro del árbol una luz que alumbraba un camino hacia una gran montaña de juguetes y chocolate. El niño pudo llevar a todos sus amigos a aquel árbol y tener la mejor fiesta del mundo, y por eso se dice siempre que "por favor" y "gracias", son las palabras mágicas.

La princesa de fuego Hubo una vez una princesa increíblemente rica, bella y sabia. Cansada de pretendientes falsos que se acercaban a ella para conseguir sus riquezas, hizo publicar que se casaría con quien le llevase el regalo más valioso, tierno y sincero a la vez. El palacio se llenó de flores y regalos de todos los tipos y colores, de cartas de amor incomparables y de poetas enamorados. Y entre todos aquellos regalos magníficos, descubrió una piedra;

una simple y sucia piedra. Intrigada, hizo llamar a quien se la había regalado. A pesar de su curiosidad, mostró estar muy ofendida cuando apareció el joven, y este se explicó diciendo: - Esa piedra representa lo más valioso que os puedo regalar, princesa: es mi corazón. Y también es sincera, porque aún no es vuestro y es duro como una piedra. Sólo cuando se llene de amor se ablandará y será más tierno que ningún otro. El joven se marchó tranquilamente, dejando a la princesa sorprendida y atrapada. Quedó tan enamorada que llevaba consigo la piedra a todas partes, y durante meses llenó al joven de regalos y atenciones, pero su corazón seguía siendo duro como la piedra en sus manos. Desanimada, terminó por arrojar la piedra al fuego; al momento vio cómo se deshacía la arena, y de aquella piedra tosca surgía una bella figura de oro. Entonces comprendió que ella misma tendría que ser como el fuego, y transformar cuanto tocaba separando lo inútil de lo importante. Durante los meses siguientes, la princesa se propuso cambiar en el reino, y como con la piedra, dedicó su vida, su sabiduría y sus riquezas a separar lo inútil de lo importante. Acabó con el lujo, las joyas y los excesos, y las gentes del país tuvieron comida y libros. Cuantos trataban con la princesa salían encantados por su carácter y cercanía, y su sola prensencia transmitía tal calor humano y pasión por cuanto hacía, que comenzaron a llamarla cariñosamente "La princesa de fuego". Y como con la piedra, su fuego deshizo la dura corteza del corazón del joven, que tal y como había prometido, resultó ser tan tierno y justo que hizo feliz a la princesa hasta el fin de sus días.

El cohete de papel Había una vez un niño cuya mayor ilusión era tener un cohete y dispararlo hacia la luna, pero tenía tan poco dinero que no podía comprar ninguno. Un día, junto a la acera descubrió la caja de uno de sus cohetes favoritos, pero al abrirla descubrió que sólo contenía un pequeño cohete de papel averiado, resultado de un error en la fábrica. El niño se apenó mucho, pero pensando que por fin tenía un cohete, comenzó a preparar un escenario para lanzarlo. Durante muchos días recogió papeles de todas las formas y colores, y se dedicó con toda su alma a dibujar, recortar, pegar y colorear todas las estrellas y planetas para crear un espacio de papel. Fue un trabajo dificilísimo, pero el resultado final fue tan magnífico que la pared de su habitación parecía una ventana abierta al espacio sideral. Desde entonces el niño disfrutaba cada día jugando con su cohete de papel, hasta que un compañero visitó su habitación y al ver aquel espectacular escenario, le propuso cambiárselo por un cohete auténtico que tenía en casa. Aquello casi le volvió loco de alegría, y aceptó el cambio encantado. Desde entonces, cada día, al jugar con su cohete nuevo, el niño echaba de menos su cohete de papel, con su escenario y sus planetas, porque realmente disfrutaba mucho más jugando con su viejo cohete. Entonces se dio cuenta de que se sentía mucho mejor cuando jugaba con aquellos

juguetes que él mismo había construido con esfuerzo e ilusión. Y así, aquel niño empezó a construir él mismo todos sus juguetes, y cuando creció, se convirtió en el mejor juguetero del mundo.

El elefante fotógrafo Había una vez un elefante que quería ser fotógrafo. Sus amigos se reían cada vez que le oían decir aquello: - Qué tontería - decían unos- ¡no hay cámaras de fotos para elefantes! - Qué pérdida de tiempo -decían los otros- si aquí no hay nada que fotografíar... Pero el elefante seguía con su ilusión, y poco a poco fue reuniendo trastos y aparatos con los que fabricar una gran cámara de fotos. Tuvo que hacerlo prácticamente todo: desde un botón que se pulsara con la trompa, hasta un objetivo del tamaño del ojo de un elefante, y finalmente un montón de hierros para poder colgarse la cámara sobre la cabeza. Así que una vez acabada, pudo hacer sus primeras fotos, pero su cámara para elefantes era tan grandota y extraña que paracecía una gran y ridícula máscara, y muchos se reían tanto al verle aparecer, que el elefante comenzó a pensar en abandonar su sueño.. Para más desgracia, parecían tener razón los que decían que no había nada que fotografiar en aquel lugar... Pero no fue así. Resultó que la pinta del elefante con su cámara era tan divertida, que nadie podía dejar de reir al verle, y usando un montón de buen humor, el elefante consiguió divertidísimas e increíbles fotos de todos los animales, siempre alegres y contentos, ¡incluso del malhumorado rino!; de esta forma se convirtió en el fotógrafo oficial de la sabana, y de todas partes acudían los animales para sacarse una sonriente foto para el pasaporte al zoo.

Los juguetes ordenados Érase una vez un niño que cambió de casa y al llegar a su nueva habitación vió que estaba llena de juguetes, cuentos, libros, lápices... todos perfectamente ordenados. Ese día jugó todo lo que quiso, pero se acostó sin haberlos recogido. Misteriosamente, a la mañana siguiente todos los juguetes aparecieron ordenados y en sus sitios correspondientes. Estaba seguro de que nadie había entrado en su habitación, aunque el niño no le dio importancia. Y ocurrió lo mismo ese día y al otro, pero al cuarto día, cuando se disponía a coger el primer juguete, éste saltó de su alcance y dijo "¡No quiero jugar contigo!". El niño creía estar alucinado, pero pasó lo mismo con cada juguete que intentó tocar, hasta que finalmente uno de los juguetes, un viejo osito de peluche, dijo: "¿Por qué te sorprende que no queramos jugar contigo? Siempre nos dejas muy lejos de nuestro sitio especial, que es donde estamos más cómodos y más a gustito ¿sabes lo difícil que es para los libros subir a las estanterías, o para los lápices saltar al bote? ¡Y no tienes ni idea de lo incómodo y frío que es el suelo! No jugaremos contigo hasta que prometas

dejarnos en nuestras casitas antes de dormir" El niño recordó lo a gustito que se estaba en su camita, y lo incómodo que había estado una vez que se quedó dormido en una silla. Entonces se dio cuenta de lo mal que había tratado a sus amigos los juguetes, así que les pidió perdón y desde aquel día siempre acostó a sus juguetes en sus sitios favoritos antes de dormir.

Leyendas LA LEYENDA DE LAS SIRENAS Según la mitología griega las sirenas eran criaturas fantásticas con la mitad del cuerpo en forma de pájaro y la otra mitad de mujer. Eran compañeras de Perséfone y al ser raptada ésta por Hades, no lograron salvarla por lo que en venganza la madre de Perséfone, la diosa Deméter, las transformó en un hibrido, mitad mujer y mitad pescado. Vivían en la isla de Artemisa y tenían un canto melódico como el de los pájaros, sumamente atractivo, seductor, que llamaba la atención de los marineros, advirtiéndoles de los encantos ocultos del mundo submarino, engañándolos así para hacerlos caer en su trampa y devorarlos. En la Odisea, el autor griego Homero relata que cuando el barco de Ulises navegaba frente a la isla Artemisa, él hizo que toda su tripulación tapara sus oídos con cera para no escuchar el seductor canto de las sirenas y caer en sus encantos maléficos. En tanto él no pudo tolerar su curiosidad y planificó una estrategia, se ató al mástil del barco y ordenó que no lo dejaran soltarse por nada. Ante esta frustración las sirenas se tiraron al mar ahogándose.

EL CADEJO La leyenda del cadejo o cadejos está presente en casi todo centroamérica, se trata de un perro enorme de color blanco y ojos rojos que protege a los hombres cuando llegan a altas horas de la noche, sin embargo el cadejo tiene un enemigo, el cadejo negro, un ser diabólico que ataca y mata a las personas de dudosa moral, cuando ambos el espíritu protector y el diabólico se encuentran comienza entre ambos una lucha a muerte que normalmente da tiempo a la persona a huir. El cadejo blanco como protector acompaña al hombre que trasnocha hasta

sucasa lo hace muchas veces desde las sombras y sin dejarse ver, normalmente se siente como un presencia que no puedes localizar. Su finalidad es defender al borracho o trasnochador del cadejo negro El cadejo negro dependiendo de la cultura que enfoca la leyenda puede tener dos fines, matar a las personas de dudosa moral a las que no puede defender el .cadejo blanco siempre a altas horas de la noche, o simplemente golpearle y aplastarle, en ambas creencias el cadejo nunca muerde (salvo en su lucha con el cadejo blanco) y causa el daño golpeando y aplastando, debido a su gran tamaño deja al hombre al que ataca como si hubiera recibido una paliza. Según las leyendas en Guatemala, es un animal fantás magórico que aparece en suelo guatemalteco. La versión más conocida de este animal es la de forma de un perro de color negro y ojos rojos que pareciera tienen fuego. Se cree que cuida a aquellos que se embriagan y deambulan por las noches ayudándoles a encontrar el camino a casa o bien durmiendo cerca de ellos para evitar les roben o dañen. Las otras versiones refieren que este ser tiene dualidad, el negro y blanco, este último cuida de mujeres en el mismo estado físico, sin embargo éstos son rivales y no pierden oportunidad de agredirse, aunque se narra que se han unido para salvaguardar a sus protegidos de otro espectro como La Llorona, Siguanaba o de algún maleante. También este personaje tiene su resonancia precolombina maya en un espectro bienechor guardián de los caminos.

EL SOMBRERON Una de las leyendas más conocidas sobre este personaje de la cultura guatemalteca y ademas también es muy conocida en Aguadas, Caldas dice así: Una noche El Sombrerón caminaba en un barrio de La Antigua Guatemala cuando vio a una muchacha muy bella con pelo largo y se enamoró de ella. Buscó su casa y le llevó serenata una y otra noche, pero ella no le dijo nada a sus padres sobre él. Un día empezó a dejar de comer hasta el punto de que casi murió, y fue entonces cuando la madre se dio cuenta que era por El

Sombrerón. Llevó a su hija a un convento creyendo que ahí iba a estar mejor, pero la niña siguió sin comer y un día despertó con una trenza en su pelo hecha por el espectro y ese día murió. Luego en el velorio, apareció El Sombrerón llorando y sus lágrimas eran como cristales. También se cuenta que les hace trenzas a los caballos y mulas...Se cuenta también que este espanto aparte de enamorar a muchachas jóvenes, gusta por cabalgar mulas y caballos de los establos de las fincas en las noches agotándolos. Por ello, las bestias durante el día no cumplen las tareas sumado a que se vuelven hostiles con las personas, los campesinos y finqueros al ver este comportamiento buscan si el Sombrerón no les ha hecho trenzas en la greñas. Si es así, el animal ya no sirve para tareas... Una forma de saber si el Sombrerón está haciendo de las suyas en fincas y casas, es colocar ya sea cerca de un balcón de casa o cerca de los establos una silla y mesa de pino recién elaboradas, junto a aguardiente y una guitarra en noche de luna y deben guardar silencio todas las personas, sólo así se escuchará la guitarra y los cantos del Sombrerón. Montado en su caballo blanco recorre la zona tocando su armónica; la música tiene un efecto casi mágico en el ganado, que lo sigue tranquilamente y se deja meter sin problemas en los corrales. Una vez que los animales están guardados y las puertas debidamente cerradas, El Sombrerón se aleja a trote ligero o haciendo cabriolas en su corcel. A la mañana siguiente, los rancheros encuentran una fogata apagada, la colilla de un puro hecho con hojas de guarumo y huellas de botines y herraduras, que son un testimonio indiscutible de que El Sombrerón estuvo en el sitio

Leyenda de la Siguanaba Siguanaba era una hermosa mujer. De la cual todos los indios y principalmente los caciques se habían enamorado. Cuando Sihuahuet cumplió alrededor de dieciocho años, un emisario del cacique de mayor jerarquía de la región, se dirigió a ella indicándole que había sido elegida para ser esposa de su jefe. Sihuahuet rehusó aceptarlo porque su

corazón le pertenecía a otro hombre, además el cacique en cuestión era cuarenta años mayor que ella. Al saber aquel poderoso hombre la decisión de Sihuahuet, decidió vengarse y envió a uno de sus guerreros a darle muerte al joven enamorado de Sihuahuet y a ella la mantuvo cautiva en una cueva hasta que un shaman por medio de un hechizo maligno la convirtió en una mujer fea y despreciable. Su cara fue deformada, sus pechos crecieron hasta rozar sus pies y aquella piel tersa y hermosa se había arrugado casi por completo. Desde ese entonces ella se pasea angustiosa por la orilla de los ríos y las quebradas, intentando volver a ver al joven que tanto amo y arrastrando sus pechos en las piedras. Otra versión cuenta que fue su propia vanidad la que le convirtió de Sihuahuet (mujer bella) a Siguanaba (mujer horrenda). Incluso existe una tercera versión que hace alusión a las torturas y prisión que sufrió aquella desventurada joven por parte del tirano que nunca pudo obtener su amor.

LA TATUANA Apareció en mitad de la plaza del pueblo como quien planta un árbol y espera que de fruto al instante. Erguida hasta la arrogancia, saludable y en ademán de invitar a la cata del fruto prohibido. Dijeron que había llegado en barco sin que pudiera afirmarse que lo vieron arribar en playa o puerto alguno. Corrían los tiempos de la Inquisición y su temible brazo castigador conseguía vadear las aguas del Atlántico sin perder nada de su lava destructora, cuando la mujer más hermosa a la que accediera mirada humana se presentó bajo el nombre de Tatuana. Apenas transcurridos unos meses, y sin que tampoco nadie pudiera explicar de dónde salieran los dineros, montó casa. Y era casa de postín y mucha juerga por la que no hubo hombre maduro ni joven que no se dejara caer , cuando menos, alguna nochecita.

El tiempo pasaba y los adoquines se embriagaban noche y día de chillones atuendos coronados por generosos escotes. Todos sabían y callaban, hasta que llegó el día en que la Tatuana celebraba fiesta de aniversario de la feliz inauguración de su casa cuando con mandado de la Inquisición vinieron a buscarla y a prenderla. “Y de qué se me acusa” quiso saber. La respuesta sólo llegó tras varios días de encierro al conducirla ante el Tribunal . Se le acusaba de bruja por haber hechizado a todos los hombre s de la localidad, amén de muchos extranjeros de paso. No tuvo defensa ni tortura pues la condena fue inmediata: moriría quemada viva. La Tatuana, aún espléndidamente ataviada de fiesta en la víspera de su ajusticiamiento, miró desde lo más profundo de sus negros ojos a los de su carcelero y le rogó que le concediera un último deseo: un carbón para dibujar. Por la mañana vinieron a buscarla para conducirla hasta la pira. En uno de los muros, con trazo firme y algo infantil, se veía navegando y alejándose un velero como el que decían que la había traído a las costas de América, el catre aún caliente y la celda vacía.

LA NIÑA DE LAS ESCALERAS Hace algunos años, en una linda casa en medio del campo vivía una familia de tres hijos y su madre, la cual se unió al poco tiempo con un hombre, convirtiéndolo en padrastro de los pequeños, pero; este tipo era muy violento, maltrataba a los niños sin razón, les quitaba sus alimentos, les negaba el agua, hasta los golpeaba solo por gusto. Aunque trataba muy mal a los tres niños, parecía tener un odio mayor por la hija de 10 años, a quien golpeaba de forma más salvaje, llegó un día hasta el punto de arrojarla por las escaleras… y la pequeña murió al momento.

Para no enfrentar el castigo por lo ocurrido, el resto de la familia huyó a alguna ciudad que se desconoce. La casa pasó a manos de otra familia, que duró poco tiempo en ella, pues escuchaban a menudo la voz de la pequeña pidiendo ayuda. Las siguientes personas que habitaron esa casa, se quedaron el tiempo suficiente para escucharla llorar y gritar en medio de la noche, hablando cuando la gente estaba de espaldas y al voltear no veían nada… también golpeaba en ocasiones la puerta para pedir un poco de agua, pero; lo más inquietante de su presencia, era cuando se paraba en la escalera… pues no se sabe si estaba cuidando a los demás para que no cayeran, o a propósito aparecía para tirarlos como lo hicieron con ella y corrieran su misma suerte. Siguen sin conocerse sus intenciones, pues hasta el momento el hecho de verla, para muchas familias ha sido suficiente… y la casa ahora permanece abandonada porque esa niña estará ahí por siempre.

DE LA GEMELAS Una feliz familia vivía en un rumbo muy cercano a una transitada carretera, debido a esto la joven madre las acompañaba diariamente al colegio y caminaban las tres tomadas de la mano, teniendo especial cuidado al toparse con la mencionada carretera, las pequeñas hasta el momento no tenían permiso de cruzar solas. Uno de tantos días la madre recibió en su celular una llamada urgente del trabajo la cual tuvo que atender, le exigían su presencia de inmediato, por lo cual se vio en la necesidad de dejar que las gemelas continuaran el camino solas. Con mucho pesar despidió a las niñas, dando indicaciones para no se soltarse de la mano y tener mucho cuidado al cruzar. Las dos pequeñas siguieron las instrucciones de su madre, miraron a ambos lados de la carretera, y al ver que estaba libre cruzaron. Apenas se giraba la madre para cambiar de rumbo, cuando se escuchó un golpe muy fuerte a sus espaldas, volteó de inmediato para ver con terror que sus hijas estaban debajo de un camión, fueron atropelladas perdiendo la vida en al instante. El pesar duró mucho tiempo, pero transcurridos cuatros años, la madre dio a luz de nuevo gemelas, estas era muy parecidas a sus fallecidas hermanas, lo cual le hacía tener presente aquel fatal accidente. Esta vez tenía una terrible obsesión por su cuidado y no les permitía estar cerca de ningún peligro, en especial aquella temida carretera. Pero no podía estar detrás de ellas las 24 horas, y un día, se vieron muy cercanas al peligroso lugar, decididas a cruzar vieron hacia los dos lados, no había ningún auto, con un paso en el asfalto, fueron tomadas del hombro bruscamente por su madre, quien lloraba desconsoladamente, diciendo –No crucena lo cual recibió una respuesta inesperada de las dos pequeñas: -

No pensábamos cruzar, ya nos atropellaron una vez, no volverá a suceder…Leyenda de la princesa y el pastor Esta leyenda es la base de las leyenda de Qi xi y Tanabata. La princesa Orihime (también llamada la princesa tejedora), tejía vestidos para su padre (tejía las nubes del cielo) a orillas del río. Su padre era el rey celestial. Orihime se enamoró de un pastor llamado Hikoboshi. En un principio la relación se desarrolló sin dificultades, pero luego ambos comenzaron a descuidar sus tareas por estar tan compenetrados en su amor. Al ver que esta situación no se solucionaba, el rey celestial los castigó separándolos y convirtiéndolos en estrellas. Sin embargo, los enamorados pueden volver a verse una noche en el año, el séptimo día del séptimo mes.

Leyenda de la Mojana Según la leyenda colombiana, la Mojana es una mujer diminuta que rapta a los niños que se acercan a sus dominios. Vive en una casa de piedra, debajo del agua, es blanca y tiene larguísimos cabellos dorados. Para proteger a los niños de la Mojana es necesario atarlos con un cordón.

medusa Perseo es el principal protagonista del mito de Medusa, debido a que fue este el héroe que pudo derrotarla, poniendo así fin al tormento del monstruo y el de las personas que habían sido sus víctimas. Medusa era una Gorgona que convertía a las personas que la miraban en piedra, tenía aspecto de mujer, pero cabello de serpientes vivas, este aspecto le fue impuesto por una maldición de la diosa Atena, quien luego ayudó al héroe Perseo a eliminarla. Con la ayuda de su escudo, el héroe pudo mirar a la Gorgona a través del reflejo del mismo y así pudo finalmente decapitarla, posteriormente le entregó la cabeza a la diosa Atena para que ella la colocara en su escudo como arma, debido a que contenía los poderes petrificantes que tanto daño habían hecho.

zeus Cuando Zeus nació tenía un destino fatal, el cual era ser tragado por su padre Cronos, pero gracias a la intervención de su madre Rea, pudo escapar a este cruel final, ya que ella fue a parirlo a la tierra y le entrego a su esposo una roca envuelta en pañales simulando que era el bebe. Al pequeño lo escondieron en una cueva en la isla de Creta desde que nació hasta que fue adulto. Ya en su adultez Zeus conoció la horrible verdad, que su padre había tragado a sus cinco hermanos mayores, al conocer esto se decidió a castigar a Cronos, con la ayuda de un veneno muy poderoso logró hacer que su padre vomitara a sus hermanos, una vez reunidos los dioses del Olimpo todos juntos, liberaron los monstruos que estaban en el tártaro para que los ayuden, juntos libraron una batalla de más de 10 años de duración, la cual culminó con la derrota de los titanes y la victoria de Zeus, junto a los demás dioses y los monstruos. Zeus fue coronado rey del Olimpo y dios supremo por sobre los demás, así al fin pudo tener un final feliz, cambiando bruscamente su destino inicial.

planchada Un mito más que interesante que transcurre en hospitales es sin dudas el mito de la planchada, el cual nos narra la triste historia de una enfermera llamada Eulalia. Cuenta la historia que esta enfermera era una mujer simpática, pulcra y siempre llevaba su uniforme perfectamente planchado, dicen que un doctor la engañó prometiéndole casamiento pero luego se fue a casar con otra, desde ese día nunca pudo volver a ser la misma, comenzó a descuidar su trabajo y a los pacientes a los que dejaba fallecer por sus descuidos. Un día la muerte se presentó en el hospital y condenó a la enfermera a ayudar por toda la eternidad a los necesitados de los hospitales, desde ese día muchos alegan haber visto a una enfermera en los hospitales, la misma lleva un traje de enfermera antiguo perfectamente cuidado y planchado, esta enfermera ayuda a los pacientes, les da sus medicinas y luego desaparece.

quintanaroo La infidelidad de la diosa Ixchel. Estaba el dios Sol casado con la diosa Ixchel que era también la diosa de la luna, ella se paraba para bendecir los cultivos siempre y que los mismos crezcan, pero era reconocida por sus infidelidades, en una ocasión se fue con el rey buitre. El dios sabio mandó a una mosca para decirle a un buitre que había un venado muerto para comer en el bosque, cuando fue, entonces lo atrapó el sol y hizo que lo lleve hacia el castillo del rey buitre, allí encontró a su mujer, la obligó a seguirlo nuevamente y castigó al buitre.

El Minitauro El Minotauro era un monstruo con cuerpo de hombre y cabeza de toro que había nacido de la unión de la reina cretense Pasifae y el fabuloso toro blanco que Poseidón había entregado a su marido el rey Minos. Pese a la orden de sacrificarlo en su honor, Minos desobedeció al dios y lo mantuvo en su corte con desastrosas consecuencias. Minos se avergonzó tanto de la existencia de esta criatura, cuyo nombre significaba «toro de Minos», que lo encerró en un complejo llamado Laberinto construido por Dédalo. Allí, la criatura tenía siete jóvenes y siete doncellas atenienses para devorar cada nueve años. Teseo, con la ayuda de la hija de Minos, Ariadna, acabó con esta práctica cuando buscó a la bestia en el Laberinto y acabó con ella, encontrando luego la salida gracias al hilo que su amante le había dado al entrar en el complejo.

LA LLORONA La Llorona, la mujer fantasma que recorre las calles de las ciudades en busca de sus hijos. Cuenta la leyenda que era una mujer de sociedad, joven y bella, que se casó con un hombre mayor, bueno, responsable y cariñoso, que la consentía como una niña, su único defecto... que no tenía fortuna. Pero el sabiendo que su joven mujer le gustaba alternar en la sociedad y " escalar alturas ", trabajaba sin descanso para poder satisfacer las necesidades económicas de su esposa, la que sintiéndose consentida despilfarraba todo lo que le daba su marido y exigiéndole cada día más, para poder estar a la altura de sus amigas, las que dedicaba tiempo a fiestas y constantes paseos. Marisa López de Figueroa, tuvo varios hijos estos eran educados por la servidumbre mientras que la madre se dedicaba a cosas triviales. Así pasaron varios años, el matrimonio. Figueroa López, tuvo cuatro hijos y una vida difícil, por la señora de la casa, que repulsaba el hogar y nunca se ocupo de los hijos. Pasaron los años y el marido enfermó gravemente, al poco tiempo murió, llevándose " la llave de la despensa ", la viuda se quedó sin un centavo, y al frente de sus hijos que le pedían que comer. Por un tiempo la señora de Figueroa comenzó a vender sus muebles. Sus alhajas con lo que la fue pasando. Pocos eran los recursos que ya le quedaban, y al sentirse inútil para trabajar, y sin un centavo para mantener a sus hijos, lo pensó mucho, pero un día los reunió diciéndoles que los iba a llevar de paseo al río de los pirules. Los ishtos saltaban de alegría, ya que era la primera vez que su madre los levaba de paseo al campo. Los subió al carruaje y salió de su casa a las voladas, como si trajera gran prisa por llegar. Llegó al río, que entonces era caudaloso, los bajo del carro, que ella misma guiaba y fue aventando uno a uno a los pequeños, que con las manitas le hacían señas de que se estaban ahogando.