ETAPAS DEL DESARROLLO MORAL DE LAWRENCE KOHLBERG

ETAPAS DEL DESARROLLO MORAL DE LAWRENCE KOHLBERG Kohlberg decía que la moral se desarrolla en cada individuo pasando po

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ETAPAS DEL DESARROLLO MORAL DE LAWRENCE KOHLBERG

Kohlberg decía que la moral se desarrolla en cada individuo pasando por una serie de fases o etapas. Estas etapas son las mismas para los seres humanos y se una en el mismo orden, creando estructuras que permitirán el paso a etapas posteriores. El desarrollo biológico e intelectual es una condición necesaria para el desarrollo moral, pero no suficiente, Kohlberg decía que no todos los individuos llegan a alcanzar las etapas superiores de este desarrollo. El paso de una etapa a otra se ve como un proceso de aprendizaje en el que se adquieren nuevas estructuras de conocimiento, valoración y acción. Estas estructuras son solidarias dentro de cada etapa, es decir, actúan conjuntamente y dependen de unas de la puesta en marcha de otras. Una vez puestas en funcionamiento, dejen de actuar, aunque si acepta que se producen fenómenos de desajuste en algunos individuos que han adquirido las estructuras propias de la etapa de un modo deficiente. En este cado los restos de estructuras de la etapa anterior podrían actúan aun, dando la impresión de un retroceso en el desarrollo.

Etapas del desarrollo moral: El desarrollo moral comienza con la etapa cero. Donde se considera bueno todo aquello que se requiere y que gusta al individuo por el simple hecho de que se quiere y de que gusta. Nivel 1: Moral preconvencional El castigo y la obediencia. Propósito e intercambio. 4-10 años: actúan bajo controles externos, obedecen para evitar el castigo o por propio interés. Las reglas son obedecidas para obtener la recompensa y evitar el castigo, calificando una acción como buena o mala según las consecuencias físicas. Aquí no hay autonomía sino heteronomía, es decir, las causas externas determinan lo que hay que hacer y los que no hay que hacer lo justo es la obediencia a la norma, la evitación de castigos y no causar daño a las personas o cosas.

Lo correcto o incorrecto se determina con base a las necesidades individuales que satisfaga, reconociendo que también los demás puedan tener intereses y necesidades personales. Una fase que representa esta etapa seria “te respeto si me respetas”. Lo justo es seguir la norma cuando se beneficia alguien, actuar a favor de los intereses propios y que los demás también lo hagan. Nivel 2: Moral convencional Expectativas, relaciones y conformidad interpersonal. Sistema social y conciencia. +10 años: Se internalizan las normas de la figura de autoridad. Se preocupan por ser buenos, de complacer a otros y de mantener un orden social, aunque hay muchos adultos que nunca la alcanzan. Se da a raíz del comienzo de la adolescencia, etapa en la que se actúa según lo “socialmente aceptado”. Expectativas, relaciones de conformidad interpersonal. Se empieza a ver en la pre adolescencia o en la adolescencia, etapa en la que ser niño empieza a ponerse en lugar del otro y valoran los actos según ayuden o sean aprobados por los demás. Persiguen sus intereses personales pero sin hacer daño a los demás, esperando más de unos mismos y de los demás. En esta etapa lo que mueve es el querer agradar y ser querido por los demás, cumpliendo las expectativas que las personas tienen de nosotros. Lo justo es vivir de acuerdo a lo que los demás esperan de uno mismo, preocuparse por los demás, ser buena persona y mantener relaciones de confianza, lealtad, respeto y gratitud. Sistema social y conciencia, aquí las personas son leales a las leyes, respetan la autoridad y las normas sociales. Hay que actuar con justicia para el correcto funcionamiento de las instituciones, para evitar la disolución del sistema y cumplir las obligaciones. Lo justo es cumplir los deberes que se han aceptado ante el grupo, Kohlberg considera que la mayoría de las personas adultas se quedan en este estado.

Nivel 3: Moral postconvencional Derechos previos y contrato social. Principios éticos universales.

Adultez temprana: Reconocen conflictos morales y hacen propios juicios con base en principios de la justicia e igualdad. Perspectiva superior a la sociedad, enfoque abstracto y que van más allá de las normas sociales. Pocos adultos llegan a este nivel. Derechos previos y contrato social, las personas piensan racionalmente, valoran la voluntad de la mayoría y el bienestar social. Las leyes que comprometen los derechos humanos o la dignidad son consideradas injustas, pero la obediencia se sigue considerando lo mejor para la sociedad. Se comprende que todos los seres humanos tienen derecho a la vida y a la libertad y que esos derechos están por encima de las instituciones sociales. Por encima del contrato social se encuentran los valores y los derechos como la vida y la libertad. Lo justo consiste en ser consciente de la diversidad de valores y opiniones y represar las reglas para asegurar la objetividad del contrato social. La persona distingue entre el bien y el mal según su propio criterio. La consciencia individual implica conceptos abstractos como el de justicia, dignidad humana e igualdad. “No hacer al otro lo que quiero para mi” seria la frase que definiría esta etapa. Lo justo es seguir los precios éticos universales basados en la razón, principios éticos mediante los que se determina las leyes particulares y acuerdos. Kohlbert extrajo las definiciones concretas de sus etapas del desarrollo moral de la investigación que realizo con niños y adolescentes de los suburbios de Chicago, a quienes presento días situaciones posibles en las que se daban problemas de elección moral entre dos conductas. El análisis del contenido de las respuestas, el uso de razonamientos y juicios, la referencia o no a principios, se analizaron treinta factores diferentes en todos los sujetos fue la fuente de la definición de las etapas, Posteriormente y para demostrar que estas etapas eran universales Kohlberg realizó una investigación semejante con niños de un aldea de Taiwán, traduciendo sus dilemas morales en Chino y adaptándolos un poco a la cultura china. El desarrollo moral comenzaría con la etapa cero, donde se considera bueno a todo aquello que se quiere y que gusta al individuo por el simple hecho de que se quiere y de que gusta. Una vez superado este nivel anterior a la moral se produciría el desarrollo. La crítica de Gilligan hacia la teoría del desarrollo moral de Kohlberg: definición de un nivel moral postconvencional contextualista: La importancia de las ideas de Gilligan en el marco de la filosofía feminista resulta vital, ya que fue dicha autora quien marcó el inicio del debate

contemporáneo sobre mujeres y teoría moral. Con la publicación de su obra In a Different Voice (1982), mostró las consecuencias sociales de plantear la cuestión de las mujeres dentro de los parámetros del discurso científico establecido, y señaló que tanto los teóricos morales como los de la psicología habían “adoptado implícitamente la vida del varón como norma, tratando de crear mujeres a base de un patrón masculino” De este modo, puso de relieve la necesaria incorporación de la experiencia femenina en la teoría moral y política, históricamente asociada a los hombres y al ámbito público. La crítica de Gilligan hacia la obra de Kohlberg se centra en señalar que dicha teoría es válida sólo para medir un aspecto de la orientación moral focalizado en la justicia y los derechos, dejando de lado las cuestiones particulares o de vida buena. Sin embargo, al contrario de afirmar la existencia de una moralidad propia de las mujeres, su crítica muestra que otros caminos de desarrollo moral son posibles. Por tanto, Gilligan trata de expandir el ámbito de la moralidad proponiendo la noción de ética del cuidado y sentando las bases para su posterior diálogo y complementación con la ética de la justicia. A la hora de poner en práctica el test de Kohlberg en sus propias investigaciones, dicha autora observó que las mujeres obtenían de forma general puntuaciones bajas y no solían llegar al nivel moral final que había categorizado el mismo autor, y que se supone, es de corte superior. En un primer momento, dicha evidencia fue interpretada por Kohlberg como una incapacidad de la mujer para emitir juicios morales superiores, provocada por su emplazamiento en la sociedad, referido al espacio privado-doméstico, donde se desarrollan los temas del cuidado, afecto y responsabilidad. Así pues, volviendo a la teoría del desarrollo cognitivo de Piaget, se podría entender que las mujeres se hallaban en una especie de inmadurez moral fruto de su experiencia en el ámbito privado. En un principio, dichas premisas podrían resultar aceptables para un mundo basado en la dominación masculina, por esta razón, tuvo que ser una mujer la que señalara el problema de desigualdad que implicaba realizar dicha afirmación. En lugar de pasar por alto esta evidencia, Gilligan se adentró en la problemática a partir de dos premisas básicas de la teorización feminista: la realidad social se organiza en base a un sistema sexo-género que define nuestra forma de percibir el mundo; y dicho sistema se basa en la dominación patriarcal, en el que un grupo humano (los hombres) detenta el poder sobre otro (las mujeres). Preguntándose el porqué de este hecho, y no dando por sentado que se debía

a una supuesta “inmadurez moral” de las mujeres, Gilligan mostró que en los estudios de Kohlberg no se tenían en cuenta las estructuras sociales de exclusión sexo-género, ni el hecho de que las experiencias concretas de los sujetos condicionan los modos que tienen de desarrollar sus razonamientos morales. Desde la posición de Gilligan, como aclarará en el prólogo del año 1993 a su obra In a different voice donde responde a las críticas y malentendidos de su trabajo, la posición que una persona ocupa en el mundo determina su modo de desarrollar la moral: “For example, it seems obvious to me, as a psychologist, that differences in the body, in family relations hips, and in societal and cultural position would make a difference psychologically” En esta línea, Gilligan pone en entredicho la justicia universalista contemporánea basada en un modelo de ciudadanía construido a través de lo común y dejando de lado las diferencias, priorizando pues una moralidad sobre otra y a un grupo humano sobre el otro: hombres por encima de mujeres, esfera pública sobre esfera privada, justicia y deber sobre cuidado y responsabilidad. Gilligan se afanó en mostrar que no existe un modo único de entender la moralidad, sino que “los caminos divergentes de desarrollo moral que siguen chicos y chicas en términos de diferencias de experiencia (realidad vivida)”, marcan diferentes modos de desarrollar la moral. Así, en referencia a una de sus entrevistadas, Gilligan señala que: Aunque parece clara la naturaleza postconvencional de la perspectiva de Diane, su juicio de los dilemas morales no satisface las normas del pensamiento con principios en la orientación de la justicia. Sin embargo, este juicio refleja una concepción moral diferente, en que el juicio moral va orientado hacia cuestiones de responsabilidad y cuidado. De esta afirmación se desprende que no todas las personas en el nivel postconvencional de desarrollo moral, tienen porqué centrar su perspectiva en las cuestiones de justicia universal, sino que pueden centrarse en las de cuidado. Así, lejos de la teoría del desarrollo moral de Kohlberg centrada en el monismo moral, en que se afirma que solamente existe En esta línea, “la hipótesis de la universalidad del desarrollo moral, tal como fue descrita por Kohlberg, es discutible”, ya que existe otro modo de entender la moralidad, otro proceso que puede llevarnos a establecer juicios morales verdaderamente justos. Y es que “la idea de que un mundo en el que las familias u organizaciones hogareñas de tipo familiar muestran su apoyo, preocupaciones y cariño entre sí es preferible a un mundo en el que éste no es el caso, y esto último es una afirmación moral universalizable”.

Así pues, se destaca que las acciones que desarrollan los individuos en el mundo de la vida (en términos habermasianos), suponen también los pilares para la definición de principios morales basados en el respeto, el amor y la reciprocidad. La forma en que las mujeres definen su perspectiva moral a partir de sus vivencias en el ámbito del cuidado, es una señal de madurez en el juicio que permite entender el mundo no como un ente aislado, sino como un ser situado dentro de una red de conexiones.

Fuentes de consulta:   

El desarrollo moral: una introducción a la teoría de kohlberg. Disponible en: https://www.redalyc.org/pdf/805/80519101.pdf La teoría del desarrollo moral de Lawrence Kohlberg. Disponible en: http://webdelmaestrocmf.com/portal/la-teoria-de-desarrollo-moral-delawrence-kohlberg/ La ética del cuidado y Carol Gilligan: una crítica a la teoría del desarrollo moral de Kohlberg para la definición de un nivel moral postconvencional contextualista. Disponible en: https://revistas.um.es/daimon/article/view/199701/190981