Espuma y Nada Mas

“ESPUMA Y NADA MAS” El cuento Espuma y nada más, es publicado en 1950, en pleno furor de la violencia colombina, exacta

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“ESPUMA Y NADA MAS”

El cuento Espuma y nada más, es publicado en 1950, en pleno furor de la violencia colombina, exactamente dos años después del asesinato del líder Jorge Eliecer Gaitán.

La trama del cuento se centra en la ética y la violencia de un barbero tradicional, conservador, entregado a su oficio y revolucionario que no aceptaba las atrocidades de los liberales de la época y un capitán del ejército, Torres, que perseguía revolucionarios y los capturaba, y disfrutaba del maltrato que se les proporcionaba a los detenidos, llega un día a que el barbero lo afeite. Durante el desarrollo de la trama, podemos observar como el barbero realiza un diálogo en su interior con respecto al capitán Torres, que en otras palabras lo consideraba su enemigo; el barbero sabia del capitán y su procederes y al llegar a la barbería, entra en un sinfín de conflicto sobre como actuar frente al enemigo, pero al mismo tiempo que empieza su ceremonial proceso al afeitarlo, lo hace como si cualquier persona estuviera allí sentado en el sillón, con la cabeza atrás, confiado de que su afeitada sea la mejor, no deja de pensar en el momento tan oportuno para poder vengarse de lo que el capitán le hacía a sus copartidarios, pero después de una lucha con sus pensamientos, se sentía orgulloso del trabajo que había hecho; pero la historia después de tener en suspenso, da un giro cuando el capitán se alista para salir y da vuelta diciéndole: “Me habían dicho que usted me mataría. Vine para comprobarlo. Pero matar no es fácil. Yo sé porque se lo digo.”

Como dije anteriormente, la violencia está en la escena por los hechos políticos ocurridos, podemos observar como en la conciencia de alguien, revolucionario, no dejan de haber emociones encontradas frente a una supuesta necesidad de venganza, por la lucha de unos ideales, a simple vista estaría en un derecho, pero la ética y tal vez la conciencia humana, influyeron para que este barbero, con todo el poder en ese instante, no matará aquel que perseguía, torturaba y mataba a los revolucionarios. Su dignidad le impiden

llegar a convertirse en un asesino, nadie se lo merece, dice él. Y es cierto nadie merece convertirse en un asesino de aquel que asesina, no se merece convertirse esto en un círculo vicioso, pero lamentablemente en nuestra sociedad esto es pan de cada día. En los tiempos en que se desarrolla la historia, parecía ser común ver perseguidos, atrapados, asesinados, torturados y prófugos que aprovechando la oscuridad salían a vengarse; pero este barbero al final lo que hizo fue anteponer su ética profesional de trabajo a su rabia por lo que pasaba con sus amigos, vecinos y demás.

Por otra parte, el Capitán Torres, también muestra su profesionalidad del momento, cabe resaltar que pienso que ningún ser humano, llámese militar o lo que sea esta con el derecho de maltratar a otro por una convicción, pero aquí el capitán, deja ver su lado humano, al no hacer nada en contra del barbero sabiendo quien era él y que al final se lo deja saber con esa frase que me pone a pensar que él hace ese tipo de trabajo obedeciendo órdenes, cumpliendo, según el lema, con un deber, cuidar la patria, como se dice en el ejército. Hoy como enseñanza debemos entender que existen diferencias de ideales en cualquier campo que se desempeñe, pero que hay que anteponer, la inteligencia, no dejarnos llevar por la ambición de estar por encima del otro, hay que trabajar para un bien común. Sé que esto es como complicado que se lleve a cabo, pero bien se dice que: “mi derecho llega hasta donde empieza el derecho del otro”. El momento histórico del que conocemos hoy en Colombia, el proceso de paz, el fin del conflicto que llevo por cincuenta años a nuestro país, es una forma de inteligencia, aunque haya muchas ideas contrarias, muy respetable, cada quien vivió ese conflicto a su manera y lo asume como quiera. Pero que de ese grupo de personas hayan salido muchas a decir en público que los perdonan por todo lo sucedido, es de admirar.

REFERENCIA BIBLIOGRAFICA

Téllez, Hernando, 1908-1966; Cenizas para el viento, 2da ed. Bogotá, Editorial Norma, 2003; 202 p. Colección Cara y Cruz.