esofagitis

Universidad Central del Ecuador Facultad de Ciencias Médicas Catedra de Hematología Nombre: Goméz Collaguazo Erick Josué

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Universidad Central del Ecuador Facultad de Ciencias Médicas Catedra de Hematología Nombre: Goméz Collaguazo Erick Josué Paralelo: HEE1 ENSAYO Tema: Esofagitis En este ensayo abordaremos el tema de la esofaguitis,definiendola como el paso del contenido gástrico al esófago capaz de producir síntomas y/o alteraciones inflamatorias del esófago. Denominándolo enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE).(1) En ocasiones puede ser asintomático; por lo que se considera normal o fisiológico. Sin embargo, cuando está asociado con síntomas como pirosis, disfagia, tos, crisis de asma o dolor toráxico atípico; se asocia generalmente a un daño de la mucosa esofágica, oro faringe, laringe, árbol bronquial, y pulmones. (2) Cuando el reflujo es sintomático y se acompaña de estas lesiones se conoce como enfermedad por reflujo esófago gástrico, (ERGE). Generalmente se produce por trastorno de los mecanismos que previenen la entrada excesiva de contendido gástrico (ácido, pepsina, y sales biliares) en el esófago distal.(2) Los factores que aumentan el riesgo de enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), y por lo tanto son factores en la esofagitis por reflujo, son los siguientes:    

Obesidad Fumar Embarazo Hernia de hiato, una condición en la que el estómago empuja a través de la abertura en el diafragma, donde el esófago se une al estómago(2)

Una serie de alimentos pueden empeorar los síntomas de ERGE o esofagitis por reflujo: alimentos basados en el tomate, frutas cítricas, cafeína, alcohol, alimentos picantes, ajo y la cebolla y chocolate.(2) Los objetivos del tratamiento son aliviar los sin ́ tomas, curar la esofagitis, evitar la recidiva de la clinica o de la esofagitis y prevenir y tratar las complicaciones (estenosis, úlcera, Barrett, hemorragia digestiva alta, ...). El tratamiento en la fase aguda y crónica de la ERGE dependerá de la presencia o no de daño mucoso, puesto que la historia natural de la enfermedad será diferente. En primer lugar tenemos unas medidas generales  Evitar las comidas pesadas o abundantes.

      

No acostarse ni agacharse inmediatamente después de una comida. Bajar de peso y no fumar. Levantar la cabecera de la cama de 4 a 6 pulgadas (10 a 15 centímetros). Antiácidos. Fármacos: Anti H2, los cuales tienen un efecto antisecreción gástrica. Fármacos que favorecen el vaciado como por ejemplo la metroclorpropamida. Cirugía: se utiliza la técnica denominada fundus duplicatura, en la que se dan puntos para unir el fundus del estómago y evitar que se deslice hacia el tórax.

Existen también otras causas de esofagitis como son: Esofagitis eosinofílica, esofagitis inducida por medicamentos y esofagitis infecciosa La esofagitis eosinofílica es una infiltración del esófago por eosinófilos, presumiblemente de origen alérgico, que se presenta en niños y adultos. En estos últimos es más frecuente en hombres de edad media y su característica clínica principal es la disfagia. Puede respuesta a antígenos ambientales en individuos predispuestos genéticamente (HLA-DR, locus de susceptibilidad genética en el cromosoma 5q22, gen de la linfopoyetina estromal tímica). Se han encontrado también niveles altos de IgE en tejidos de pacientes con EE, pero no está claro su papel en la patogenia. (3) El diagnóstico de EE se debe plantear siempre en el paciente con disfagia, con alteraciones morfológicas del esófago o sin ellas, especialmente en niños u hombres jóvenes que tengan historia de alergias a las comidas, alergias ambientales y/o asma o atopia. Hasta ahora, el tratamiento de la EE se ha basado en la experiencia clínica, series de casos y pequeños estudios .y no está claro si es suficiente el alivio sintomático o si es necesaria la resolución del infiltrado eosinofílico. (3) los fármacos más frecuentemente reconocidos y comunicados como causantes de esofagitis medicamentosa son, entre otros, los antibióticos, los antiinflamatorios y los bifosfonatos. Los antibióticos son responsables de aproximadamente la mitad de los casos, destacando las tetraciclinas y en especial la doxiciclina, por su efecto directo irritante. (4) Los antiinflamatorios son otro grupo destacado y con frecuencia producen estenosis, por sus cualidades ácidas, por afectar las propiedades protectoras de la mucosa y por favorecer el reflujo gastroesofágico.(4) Con los bifosfonatos, especialmente el alendronato, la aparición de esofagitis es menor en los que se administran semanalmente. Otros medicamentos menos empleados actualmente, como la quinidina o el cloruro potásico, también se han señalado como causantes de esofagitis. Recientemente se han comunicado varios casos de esofagitis por dabigatrán, un anticoagulante oral que se ha comenzado a prescribir en los últimos años.(4) La mayoría de los casos se resuelven de forma espontánea en pocos días, aunque los casos graves con imposibilidad para la ingesta oral requerirán ingreso

hospitalario. Lo más importante es identificar el cuadro, para así suspender el fármaco responsable siempre que sea posible o en su defecto adoptar una serie de recomendaciones, como tomarlo con abundante líquido (al menos 200 ml) y permanecer después en posición erguida durante al menos treinta minutos. Para favorecer la cicatrización de las lesiones esofágicas se recomienda el uso de inhibidores de la bomba de protones (IBP) y antiácidos, aunque no existe evidencia sobre su efectividad. (4) La esofagitis infecciosa puede ser causada por una bacteria, una infección viral, fúngica o parasitaria en los tejidos del esófago. La esofagitis infecciosa es relativamente rara y se presenta con mayor frecuencia en personas con mala función del sistema inmunológico. Así ocurre con los pacientes infectados por el virus de la inmunodeficiencia humana1 , aquellos en tratamiento quimioterápico o radioterápico y aquellos sometidos a trasplantes de órganos con tratamiento inmunodepresor. En este contexto, los agentes infecciosos más frecuentes son Candida albicans, virus herpes simple, Citomegalovirus y Mycobacterium tuberculosis. Estas infecciones también pueden aparecer en el paciente inmunocompetente, asociadas habitualmente a la presencia de alteraciones esofágicas subyacentes (que favorecen el estasis prolongado del contenido luminal), o al tratamiento con corticoesteroides tópicos inhalados. En este contexto, el agente infeccioso más frecuente es Candida albicans.(5) Los síntomas característicos de la esofagitis por Candidas son la disfagia y la odinofagia. La intensidad de los síntomas es variable y puede oscilar desde una leve disfagia orofaríngea, hasta una grave dificultad para la deglución con signos de deshidratación y malnutrición.(5) El método de elección para establecer el diagnóstico es la endoscopia digestiva alta que muestra típicas seudomembranas o placas blanquecinas adheridas a la mucosa esofágica. Cuando éstas se desprenden, es característica la visión de una escara eritematosa y friable. (5) En las formas graves las placas tienden a confluir, apareciendo úlceras y seudomembranas. El diagnóstico puede confirmarse mediante citología por cepillado (más sensible) o biopsias (permite excluir otras infecciones como VHS y CMV, especialmente en el enfermo con sida o neutropenia severa). El estudio histológico muestra la presencia de inflamación y de hifas junto con masas de hongos en desarrollo (que no suelen observarse cuando existe sólo colonización). El cultivo puede ser útil cuando se sospecha la presencia de Candidas resistente a los azoles, Mycobacterium tuberculosis, esofagitis bacterianas o infecciones por virus, en cuyo caso aquél goza de mayor sensibilidad que el propio examen histológico.(5) En el momento actual se dispone de terapias antifúngicas de reconocida eficacia. Éstas incluyen agentes poco absorbibles que ejercen un efecto tópico, como la nistatina y el cotrimazol, agentes que se absorben por vía oral como el ketoconazol, fluconazol e itraconazol, y agentes de uso parenteral como la anfotericina B, fluconazol e itraconazol. (5)

Bibliografia: 1. Suarez Parga J, Erdozain Sosa J, Comas Redondo C, Villanueva Pavon R. Enfermedad por reflujo gastroesofágico. Med [Internet]. 2009;12(1):11–21. Available from: http://dx.doi.org/10.1016/j.med.2016.01.002 2. Arredondo A, Amores J, Gerrero G, Reyes R. Enfermedad por reflujo esófago gástrico: una entidad a tener en cuenta. 2007;566–94. 3. Ortiz ÉM, Baños FJ. Esofagitis eosinofílica: Estado actual. Iatreia. 2013;26(1):54–66. 4. V.F. Moreira EG. Esofagitis por fármacos. 2015;107:2015. 5. Luis Cortés VB. Esofagitis infecciosas. 1996;213–20.