escuelas psicologicas

El Conductismo en la Psicoterapia: Si bien desde principios del siglo XX, comenzaron a aparecer trabajos sobre la aplica

Views 101 Downloads 1 File size 415KB

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD FILE

Recommend stories

Citation preview

El Conductismo en la Psicoterapia: Si bien desde principios del siglo XX, comenzaron a aparecer trabajos sobre la aplicación de los principios del aprendizaje en el tratamiento de ciertos trastornos; estas publicaciones tuvieron escasa difusión y efecto sobre las corrientes de la psiquiatría y la psicología clínica. Fue recién en los años 60 cuando la terapia de la conducta surgió como un enfoque sistemático y amplio para el abordaje de diversos trastornos. Hubo tres grandes líneas de trabajo, una fue la inglesa, otra la norteamericana, y la otra la sudafricana. J. Wolpe y sus discípulos en Sudáfrica, tomando como base las técnicas pavlovianas, para producir y eliminar neurosis en gatos, desarrollaron la técnica de desensibilización sistemática (técnica básica para el tratamiento de muchos trastornos de ansiedad). En Londres Eysenck y Shapiro, comienzan a destacar la importancia que tiene realizar investigaciones empíricas para la comprensión y tratamiento de un paciente individual, utilizando la teoría moderna del aprendizaje. Se concentraban en el estudio y tratamiento de pacientes adultos neuróticos, y tomaron en cuenta principalmente las ideas de Pavlov, Watson y Hull. En EE.UU., B. Skinner, junto a sus discípulos comenzaron a aplicar el condicionamiento operante, el cual fue desarrollado en laboratorios de condicionamiento animal, y fue utilizado con personas a nivel clínico con buenos resultados. La principal diferencia entre el grupo norteamericano y el británico, fue que el primero trabajó fundamentalmente con pacientes internados con problemas graves y patologías crónicas; en cambio el grupo británico trabajó principalmente con pacientes con patologías menos severas y en la mayoría de los casos con pacientes ambulatorios. Actualmente las aplicaciones de la terapia de conducta abarcan casi la totalidad de los trastornos mentales y muchos otros problemas de conducta o de relación. Entre ellos podemos mencionar los trastornos de la alimentación, los trastornos de ansiedad, en particular las fobias específicas, los trastornos o disfunciones sexuales, etc. La Terapia de Conducta: Describiré brevemente las características del tratamiento y mencionaré las principales técnicas de este modelo. El objetivo de los tratamientos conductuales es la modificación de los patrones conductuales desadaptativos que conducen a los síntomas patológicos. Se realiza en los primeros momentos del tratamiento una evaluación detallada de los principales parámetros de conducta y se establecen registros para poder después juzgar la eficacia del tratamiento. Con relación al tiempo, los tratamientos tienden a tener una cantidad limitada de sesiones. Tiene un diseño estructurado, por lo general y se le pone un especial énfasis a los aspectos técnicos en detrimento de la relación terapéutica. Técnicas conductuales: La terapia conductista desarrolló una amplia gama de técnicas, muchas de ellas muy específicas, para tratar diversos trastornos y problemáticas y sus diferentes usos exceden en mucho la psicoterapia, pudiendo utilizarse algunas de ellas para la educación, la toma de decisiones, la prevención, el marketing, la publicidad, los deportes, etc.. Cabe señalar que si

bien las técnicas pueden resultar fáciles de comprender, la aplicación requiere un profundo conocimiento de las mismas, mucha pericia y un alto grado de especificidad y preparación para lograr buenos resultados. Las técnicas más utilizadas son: Técnicas de respiración, Entrenamiento en relajación, Refuerzos, Técnicas aversivas, Desensibilización sistemática, Inundación, Modelado, Economía de fichas, Entrenamiento en asertividad y Entrenamiento en habilidades sociales. Los resultados de las investigaciones en el campo de la Terapia de Conducta: La psicoterapia conductista ha mostrado buenos resultados en varios trastornos, en particular en áreas en los que existen síntomas o conductas disfuncionales específicas. La terapia de conducta, al poner un énfasis especial en la contrastación empírica, desarrolló una enorme cantidad de investigaciones. El problema de la eficacia terapéutica, entendido como el problema de mostrar la relación entre una mejoría de un síntoma o conducta, por la utilización de una técnica específica utilizada, ha sido el foco especial de interés de las investigaciones. También hay muchas investigaciones de resultados en diversos cuadros psicopatológicos, que muestran los buenos resultados obtenidos por estas terapias. Las terapias para controlar hábitos o reaprender comportamientos, sean estos alimentarios, de ingesta de drogas, alcohol, control de los impulsos, etc., suelen basarse en métodos que derivan del conductismo.

El Psicoanálisis en la Psicoterapia: El psicoanálisis es el primer sistema estructurado de psicoterapia que surge para tratar de curar la mente o los trastornos mentales. Sigmund Freud, el creador del psicoanálisis elaboró un sistema sobre el funcionamiento del psiquismo humano y sobre el desarrollo y formación de la mente humana normal y la mente humana con trastornos mentales. La teoría de Freud, siglo XIX y principios del XX, tuvo un enorme impacto en la forma de entender el funcionamiento del ser humano en su vertiente psíquica-mental y en la explicación de cómo surge y se desarrolla en la infancia y como tiene o participa de la elaboración y origen de trastornos mentales como pueden ser: la neurosis, la histeria, y otras alteraciones psíquicas. La teoría del desarrollo psíquico de Freud explicó y describió como: -

Surge el desarrollo de la psique durante la infancia y su influencia posterior en el adulto y como Funciona la mente humana, el origen de ciertos trastornos mentales y su relación con procesos traumáticos infantiles.

A partir de la teoría del psiquismo surge el psicoanálisis, tratamiento de psicoterapia para enfermedades o trastornos mentales. Psicoanálisis: Psicoterapia que surge de la teoría del psiquismo elaborada y formulada por Freud y sus discípulos y que se aplica para ayudar terapéuticamente al paciente a manifestar sus trastornos mentales y busca la curación de los mismos. Psicoanálisis es el nombre que recibe el tratamiento terapéutico o psicoterapia freudiana. A partir del psicoanálisis clásico surgen diversas teorías y psicoterapias basadas en los postulados freudianos con sus divergencias y diferencias, en función de las divergencias y enfoques aparecen otras psicoterapias psicodinámicas o psicoanalíticas. Dentro de la escuela freudiana y las divergencias y disidencias cabe señalar la propuesta de: .- Psicología individual de Adler .- Psicología analítica de Jung Las psicoterapias de orientación psicoanalítica son aquellas que parten de los supuestos freudianos pero introducen variaciones o técnicas diferentes al psicoanálisis clásico para completar el tratamiento, pero su fundamento e intervención terapéutica se basan en los principios nucleares del aparato psíquico que describió Freud. Principios básicos de las T. de Conducta  Basadas en las Teorías del Aprendizaje: Condicionamiento Clásico y Operante.  Existe una supuesta continuidad entre Conducta Anormal y Normal: Las leyes de aprendizaje se pueden aplicar a todas los tipos de conducta.  Las conductas anormales o desadaptadas se adquieren por los mismos procesos que el resto de conductas: Se aprenden y se desaprenden.

 Las conductas alteradas aprendidas (que son los SINTOMAS), son el objetivo a tratar.  Es imprescindible una “Evaluación Conductual”, para diseñar las estrategias del programa terapéutico individual.

La

Gestalt en la Psicoterapia En la psicoterapia Gestalt los trastornos no son “mentales” sino del organismo total. La división en cuerpo mente es, en sí forma “trastornado” de pensar. Nuestras mentes no están enfermas; nosotros somos los que estamos enfermos, nuestro ser está enfermo. La división mente y cuerpo en Terapia Gestalt no existe. Aquello que se denomina “trastornos mentales” es lo que en el concepto de la terapia Gestalt llama interferencia en el proceso de formación y destrucción de la Gestalt. Dicha interferencia acarrea distorsión desequilibrada a nuestra integración básica, estos son: Trastornos del funcionamiento y desarrollo del yo. Como por ejemplo las características de una emisora mal sintonizada. Es así, que los trastornos del funcionamiento no son categorías fijas, como muy a menudo parecen ser en la terminología psicológica o más bien, las categorías son fijas pero nuestra conducta no lo es. Por tanto, la terapia Gestalt entiende que las diversas caracterizaciones de conducta sana y anormal son referencia de procesos actuales; es así, que estas caracterizaciones representan las conductas actuales del cliente o usuario en el momento o realidad presente; pero a medida que se da el cambio; se piensa, de él en forma diferente o sea el presente momento del tiempo y su realidad e lo que permite categorizar la conducta, eso no quiere decir que va a continuar a través del tiempo con lo mismo. Es así, que la caracterización del trastorno en terapia Gestalt consiste, en términos de diferencias del proceso de formación y destrucción de figuras en relación con su modo sano y normal en el momento actual, cuando se habla de trastorno de contacto o de apoyo de dificultades, al permitir que persista o aparezca el punto cero, o de la incapacidad para el cliente para dejar que se disuelvan las figuras después de que han dejado de ser pertinente y de define la anormalidad en relación con los mismo procesos que se tiene en cuenta para definir la salud; toma de conciencia, con tacto y cierre de asuntos inconclusos, etc. El ciclo de formación – destrucción de una Gestalt.

La Gestalt de la personalidad, es la totalidad que se manifiesta en la realización del sí mismo y que necesita la reintegración de las partes que había de las partes que habían sido aisladas de la personalidad. La Gestalt del comportamiento, la totalidad que emerge cuando una tarea en el sentido amplia de la palabra es emprendida, ha sido llevada a cabo a buen término. El concepto de Gestalt no terminada e inconclusa implica que una persona no puede estar disponible para otro tipo de experiencia hasta que hay llevado termino las experiencias incompletas de su vida. En tanto la Gestalt no está terminada, la persona reproducirá compulsivamente, y constituirá un patrón, un esquema repetitivo de su comportamiento. Este concepto de Gestalt expresa bien el proceso de crecimiento del ser humano integral. El otro punto es que estos trastornos del funcionamiento no son categorías fijas. Si son usadas, solamente representan al paciente en referencia a los procesos actuales. De esto, se deduce que, en Terapia Gestáltica la anormalidad es trabajada en función de la salud. (Yontef, 1997; Kepner y Brien, 1989, en Gutiérrez s/a). La caracterización del trastorno en la terapia Gestalt consiste, en términos de diferencias, en la clase y calidad de la discrepancia del proceso Gestalt de formación y destrucción de figuras en relación con su modo sano y normal. Se habla de trastornos del contacto o apoyo, o de dificultades al permitir que persista o aparezca el punto cero, o la incapacidad del paciente para dejar que se disuelvan las figuras después de que han dejado de ser pertinentes. Se define anormalidad en relación con los mismos procesos que se tienen en cuenta para describir la salud. (Latner, 1994). En un intento por explicar la posición respecto a la “enfermedad mental” establecida aquí, se utilizará trastorno, anormalidad, disfunción, interferencia y rompimiento en vez de los términos tradicionales. Lo que se implica es enfermedad, es decir, ausencia del libre funcionamiento. El funcionamiento sano, contiene en sí, vulnerabilidades. Nuestro contacto con el medio significa que constantemente estamos expuestos a peligro. Además el proceso de formación de la gestalt asegura que lleguemos a estar enfocados en nuestra atención en algún punto. (Latner, 1994). Los síntomas son expresiones de la vitalidad del organismo y ataques que se llevan a cabo contra la propia vitalidad. Son expresiones de los conflictos de la persona. Se es al mismo tiempo prisionero y carcelero, amo y esclavo. La gestalt está escondida, pero es tan fuerte que aparece en forma de conducta sintomática del funcionamiento deteriorado. En la terapia Gestalt los síntomas se entienden como intentos que se hacen para solucionar un problema grave interno y de la mejor manera posible, dada la conciencia limitada de la situación. De esta manera debería verse con claridad que desde el punto de vista de la terapia gestalt los criterios aislados de salud son la capacidad continua de crear y destruir gestalten. Si se puede abarcar el conjunto del medio y permitir a sus elementos que se muevan a un solo ritmo, se está sano. En cambio, si el ambiente está empobrecido, las figuras carecerán de la fuerza y la capacidad de hacer figuras puede tropezar con muchos impedimentos. Una de las cualidades de las figuras que se hacen en dichas circunstancias será su pobreza e inadaptación. De esta forma, la salud depende de la persona, pero también depende de lo

que el ambiente le permita a la persona. (Latner, 1994). En cuanto a la concepción de trastorno mental, en la Terapia Gestalt no son considerados como trastornos mentales, sino del organismo. La división en cuerpo y mente es en sí una forma trastornada de pensar. La mente no es la que está enferma, es la persona la que está enferma: todo el ser de la persona está enfermo. Aquello que se denomina trastorno mental, es lo que en el contexto de la terapia Gestalt se denomina interferencia con el proceso de formación y destrucción de la Gestalt, dichas interferencias acarrean distorsiones y desequilibrios a nuestra integración básica. Son trastornos del funcionamiento del yo. Estos trastornos del funcionamiento no son categorías fijas, o más bien, las categorías son fijas pero no la conducta. En la Terapia Gestalt, se entiende que las caracterizaciones de conducta sana y anormal son referencias de los procesos actuales. Ellas representan al paciente en un determinado momento del tiempo, pero a medida que él cambia, se piensa de él de forma distinta. (Latner, 1994) En cuanto al concepto de salud, la Terapia Gestalt la refiere de la forma siguiente: una conducta sana en los seres humanos debe ser una conducta integral. Cuando se tiene salud se está a tono con todas las capacidades y con el proceso que hace ser lo que se es. La persona se identifica con todas estas funciones vitales (Latner, 1994) Al funcionar holísticamente, todo nuestro ser es una parte de nuestra actividad en movimiento. La integración es un requisito previo para el funcionamiento satisfactorio del desarrollo figura-fondo. Para crear Gestalt que satisfagan las necesidades, se tiene que ser capaz de hacer una opción entre todas las posibilidades. Si no somos capaces de contar con todas las partes de nuestro yo, nuestras gestalten serán correspondientemente débiles. Si nuestra conducta está bien integrada, tendremos integridad, somos sinceros y auténticos. (Latner, 1994). La formación y destrucción satisfactorias de las gestalten es pues, otro aspecto de una conducta sana. Esta es realmente, en la terapia Gestalt, la definición funcional de salud. Ya que la formación de la gestalt es la función del organismo, la existencia de gestalten claras y fuertes es el criterio central de la salud. La capacidad de formar gestalten libremente y en forma apropiada, significa que la experiencia de vivir tendrá la profundidad y la satisfacción que es característica de la salud. Este criterio es autónomo, coherente en sí mismo y sin embargo común a cualquier realización concreta de una persona. No es necesario que se comprendan o resuelvan todos los problemas y traumas que se han acumulado en el transcurso de la vida para estar sano, ni es necesario no cometer faltas. Lo primero no siempre es lo más atinado para la vida actual, y los errores también son esenciales para la salud y la madurez. La capacidad de crear y destruir gestalten, ese proceso a través del cual se vive a tono con las aptitudes, es a la vez la definición más apta y sencilla de salud. Tener salud es poseer la capacidad de salir airosos con cualquier situación con que se tropiece, y un buen éxito es la solución satisfactoria de las diversas situaciones de acuerdo con la dialéctica de formación y destrucción de gestalten. (Latner, 1994). Formar gestalten en un funcionamiento libre no quiere decir que no implique esfuerzo. La salud no asegura que los obstáculos desaparezcan cuando se tropieza con ellos; solo significa que hay que dedicarse a esa tarea específica con todos los recursos. Esta actividad espontánea tampoco consiste en hacer aquello que se le antoje. Es hacer lo que se

desea cuando se está centrado, es decir, totalmente en conexión con uno mismo y con el medio. (Latner, 1994). Un concepto más amplio de la salud exige que se sepa lo que se necesita. La persona se debe mantener en contacto con lo que es importante para ella. Para saber qué es lo que se necesita, se debe saber y aceptar lo que se es en el momento presente, porque las necesidades están enclavadas en la existencia en el aquí y ahora. Este requisito para una buena formación de Gestalt implica su opuesto: se tiene que saber lo que no se es. Al distinguir lo que se es y lo que no se es, la persona se puede distinguir también del resto del campo. (Latner, 1994). Solo cuando todos los elementos del campo existen como entidades separadas y distintas, se pueden relacionar en forma significativa. Solamente cuando las cosas son diferentes se pueden unir. En la interacción humana, un encuentro genuino exige que se sea total y exclusivamente uno mismo. (Latner, 1994). La integración incluye algo más que aceptar todos los deseos, necesidades, procederes y aptitudes como partes de uno mismo. También exige reconocerse como parte del ambiente. Para Perls un organismo sano, es aquel que se encuentra en contacto consigo mismo y con la realidad (Perls, 1989) se debe vivir en una inserción creativa con el mundo exterior y en relación armoniosa con el ambiente del que se forma parte. (Latner, 1994). El aspecto final de un funcionamiento sano es la conciencia: sencillamente captar con todo el alcance de los sentidos el mundo de los fenómenos que está dentro y fuera de la persona, tal como se van presentando. La capacidad de percibir esto es la salud. Como la formación de la Gestalt exige la organización de las partes distintas y pertinentes del campo, un proceso implica que se tenga alguna experiencia con cada una de esas partes; solo podemos manejar lo que conocemos. (Latner, 1994). Lo que se requiere para la salud es tener una constante creatividad en estas circunstancias. Ser capaz de permanecer en marcha a pesar de los obstáculos y solucionar la situación de modo que nos satisfaga, eso es salud. Esto es, en cierto modo, un proceso con aspectos del ambiente constantemente favorables. Al estar involucrados en la figura que se nos presenta y en su solución se pone parte del ser en interacción con otras partes del ambiente: otra gente, plantas, animales y objetos. En esta interacción, los autolímites están dentro de nosotros. Estamos identificados con ellos. La relación con ellos ya no es entre un yo y un ello. Se convierte en una relación yo y tú. En esta forma se va asimilando el medio y transformándolo al cambiar la relación con él. El desarrollo va evolucionando de esta manera. Constantemente la persona está reorganizándose a sí misma y su relación con el ambiente. Esto se debe hacer si se quiere vivir, porque la vida sana es un proceso de adaptaciones creadoras. (Latner, 1994). El punto de vista del enfoque gestáltico acerca de la concepción de los procesos de salud y enfermedad, se caracterizaría por incidir en tres aspectos fundamentales: un ritmo de contacto/retirada pleno, fluido y adecuado a la necesidad dominante del individuo; la capacidad de autorregulación del organismo; y el tránsito del heteroapoyo o apoyo ambiental al autoapoyo, del apoyo ambiental al autosoporte. Si bien se revisarán estos tres puntos por separado, se advierte sobre la artificialidad de esta división. Los tres procesos no

son excluyentes entre sí, se dan en un mismo organismo y cada uno de ellos de alguna manera incluye a los otros dos.

Psicoterapia Sistémica Conceptos fundamentales   

La familia como sistema. Los miembros de la familia funcionan en interrelación donde la causas y efectos son circulares cada familia tiene características propias de interacción que mantiene su equilibrio y matiza los márgenes de sus progreso o cambio. La conducta de un miembro de la familia no se puede entender separada del resto de sus miembros.

Método terapéutico 1. Consiste en introducir un cambio en la estructura y funcionamiento familiar que aumentará la capacidad del sistema para manejar la nueva situación. 2. Dicho cambio se dirige a modificar patrones de relación familiares disfuncionales 3. Es labor del terapeuta:  convalidar a las personas en aquello a lo que están acostumbradas y establecer así una buena relación  enfrentar, en dosis aceptables, nueva información que cuestiona sus formas de pensamiento y de conducta.

Psicoterapia en el Modelo Humanista: Características  Sólo podemos comprender a una persona cuando nos podemos situar en su lugar para percibir el mundo desde ella misma.  Se rechaza el concepto de enfermedad mental y las clasificaciones de los trastornos mentales, asumiendo que toda conducta es normal cuando nos colocamos en el punto de vista de la persona afectada  La intervención terapéutica se suele centrar en el aquí y ahora de la experiencia actual e inmediata, concediendo poca importancia a los antecedentes históricos y a las intervenciones directivas. Método terapéutico Tres estrategias o técnicas fundamentales 



La empatía - La resonancia empática del terapeuta a las expresiones del paciente - La expresión de empatía por parte del terapeuta al paciente - La recepción del paciente de la respuesta empática del terapeuta. Consideración positiva incondicional

-



El terapeuta brinda la oportunidad al paciente a expresar sus sentimientos para facilitar autoaceptación. - Conlleva un aprecio hacia los sentimientos y la persona del paciente con todas sus aparentes contradicciones e irracionalidades. La congruencia - Se refiere a la autenticidad del terapeuta ante su paciente.

Psicoterapias cognitivas “Conjunto de técnicas basadas en los principios de la Psicología Cognitiva, cuya tesis principal es: que el pensamiento o los modos de pensar (cogniciones), intervienen en nuestras emociones, sentimientos y comportamientos” La intención de toda Técnica Cognitiva, es modificar los patrones de pensamiento par así modificar las emociones, los sentimientos y los comportamientos. Supuestos básicos de las terapias cognitivas 1.- Objetivo principal: Ocuparse de lo que hay entre estímulo y respuesta. Psiquismo humano, que entendido de forma simple y parcial, nos muestra como la conducta depende esencialmente de ciertos contenidos del pensamiento (ideas, imágenes, expectativas, atribuciones) = COGNICIONES 2.- Las Cogniciones rigen la conducta. 3.- Las Cogniciones pueden ser modificadas 4.- El tratamiento adecuado para los Trastornos Psicopatológicos, es modificar la distorsión cognitiva. 5.- Presentan a un hombre casi perfecto, capaz de controlar sus cogniciones y conductas. Tipos de terapias cognitivas Técnicas de reestructuración cognitiva: Terapia racional emotiva de Ellis. Terapia cognitiva de Beck para la depresión. Técnicas de manejo de situaciones: Manejo de ansiedad. Modelado encubierto. Inoculación al estrés. Técnicas de resolución de problemas: Resolución de problemas y técnicas de autocontrol. Habilidades cognitivo - interpersonales de resolución de problemas. Tipos de distorsiones cognitivas  Pensamiento categórico (todo/nada)

       

Catastrofismo Sobregeneralización Abstracción selectiva Inferencia arbitraria Magnificación y minimización Razonamiento emocional Afirmaciones de “debo de”, “tengo que” Calificación / descalificación

Errores cognitivos en los depresivos (I)  Sobregeneralización  Si es cierto en un caso se aplica a cualquier caso  Abstracción selectiva  los únicos hechos que importan son los fracasos, las privaciones...  Responsabilidad excesiva  se mide a uno mismo por los errores  Estabilidad en el tiempo  ha sido cierto en el pasado, siempre será cierto Errores cognitivos en los depresivos (II) 

Auto-referencias  soy la causa de las desgracias



Pensamiento catastrófico  siempre pensar en lo peor Pensamiento dicotómico  todo es un extremo



Psicoterapia en el Cognitivo-Conductual: La TCC es una forma de tratamiento psicológico que asume la existencia de cogniciones distorsionadas y/o conductas disfuncionales que mantienen (o causan) el malestar asociado a los trastornos mentales. En la TCC, el profesional ayuda al paciente a definir unos objetivos y le enseña a aplicar técnicas psicológicas que contribuyan a disminuir dicho malestar. Las técnicas de exposición, de reestructuración cognitiva o el entrenamiento en habilidades sociales son ejemplos de dichas técnicas. La TCC es una forma de tratamiento en general breve y tiene entre sus objetivos el cambio sintomático, aunque en la medida en que puede suprimir los síntomas del trastorno, puede ser resolutiva del mismo (y no sólo supresora de malestar). En comparación con otras formas de tratamiento psicológico, la TCC se caracteriza por ser más directiva, estar orientada a objetivos, centrarse en la modificación de cogniciones y conductas, y por utilizar frecuentemente ‘‘tareas para casa’’, es decir, practica repetida de las habilidades aprendidas.

La TCC es tan eficaz o más que otras formas de tratamiento (psicológico o psicofarmacológico) para la mayoría de trastornos mentales no psicóticos y, en algunos de estos, se considera tratamiento de primera elección. Los psicofármacos continúan siendo el tratamiento de primera elección para los trastornos psicóticos y el trastorno bipolar. En estos trastornos, la eficacia de la TCC en solitario se desconoce. Algunos datos sugieren que el tratamiento combinado (fármacos y TCC) es superior al tratamiento solo con medicación en personas con trastornos psicóticos, aunque esta es una cuestión discutida. En el trastorno bipolar no está demostrada la eficacia de la TCC en solitario, pero los programas psicoeducativos de orientación cognitivo-conductual son eficaces en la prevención de recaídas. Los ámbitos de aplicación de la TCC se han extendido notablemente durante los últimos años y también ha demostrado su eficacia en trastornos somáticos como el síndrome de fatiga crónica, la dismenorrea o la obesidad, así como en trastornos funcionales o ‘‘síntomas somáticos sin explicación médica’’ La TCC es el tratamiento (o uno de los tratamientos) de primera elección para un número importante de trastornos mentales no psicóticos, tanto en adultos como en niños/adolescentes, aunque su eficacia es variable según el trastorno y el procedimiento de comparación escogido. En todos los trastornos revisados, la TCC se ha mostrado superior al placebo farmacológico o psicológico, lista de espera y tratamiento habitual. Esto confirma que los efectos de la TCC, en general, no pueden explicarse u´ nicamente por factores inespecíficos (relacionados con una buena alianza paciente/profesional o las expectativas de cambio positivo). En todos los trastornos analizados –excepto en el trastorno por déficit de atención con hiperactividad en niños/adolescentes– la TCC se ha mostrado tan eficaz o más que la mejor opción farmacológica disponible. En el trastorno depresivo mayor, los resultados de esta comparación no son concluyentes.

El Constructivismo y la Psicoterapia El constructivismo es una forma determinada de entender al ser humano y la realidad, que a pesar de que tiene sus orígenes en la remota historia de la filosofía, no ha alcanzado su mayor relevancia en las teorías psicológicas hasta la década de los 80. Toda teoría científica es un producto del lugar y de la época en que se desarrolla, el constructivismo es un fruto de la postmodernidad actual, que en el campo de la psicología, supone la superación de los sistemas teóricos racionalistas y dejar de lado la metáfora del hombre como un ordenador que mantienen las teorías cognitivas clásicas. El estudio no mecanicista de los procesos mentales permite proponer una alternativa constructivista de los conceptos de realidad, objetividad y verdad. A grandes rasgos el constructivismo propone que el ser humano construye su conocimiento acerca del mundo que le rodea, es decir, la realidad cambia según el punto de vista de quien la mira, no podemos acceder directamente a la realidad sino que es interpretada según la persona que la percibe, en función de sus esquemas personales, sociales y culturales, se habla entonces de la realidad inventada.

Según define Paul Watzlawick, al hablar de realidad se debe diferenciar entre aquello que percibimos a través de nuestros sentidos, y el significado que atribuimos a esas percepciones. Así denomina realidad de primer orden a todo lo que nuestros sentidos nos alcanzan, mientras que el sentido, significado o valor que otorgamos a esas percepciones constituyen la realidad de segundo orden. Esta posición filosófica se mueve en el campo de las posibilidades humanas más que en el de las certezas establecidas y se opone a la postura tradicional, el objetivismo, que mantiene que la realidad se presenta directamente en la mente del individuo, el cual recibe de forma pasiva los estímulos del entorno y que el conocimiento es una aproximación sucesiva de datos sobre una verdad única y absoluta. Existe una variedad de teorías psicológicas y enfoques de psicoterapia que se basan en las ideas constructivistas, pero todas tienen en común una visión del ser humano como un agente activo que construye y da sentido a su experiencia según su propio patrón que constituye y da forma a su identidad como persona. Desde esta perspectiva los pensamientos, las emociones, las acciones y los síntomas psicopatológicos son fenómenos psicológicos que ocurren en el proceso de dar un significado a la realidad que os rodea. Mientras que los objetivistas se centran en la exactitud de sus teorías, los constructivistas se centran en la utilidad de sus modelos, en la intervención psicoterapéutica racionalista, los problemas son vistos como déficits y disfunciones que deben ser controlados y eliminados, las emociones intensas y negativas son un problema causado por el pensamiento irracional y la relación terapéutica implica una instrucción técnica.

Por contra la perspectiva constructivista se basa en la visión de los problemas como discrepancias entre la tensión ambiental y las capacidades de la persona en ese momento, las emociones son una forma de conocimiento que se debe explorar y la relación terapéutica proporciona un contexto seguro en el que se pueden desarrollar formar alternativas de relación con el mundo y con uno mismo. Una fundamental diferencia entre estas dos concepciones es el uso y la importancia otorgada al diagnóstico. Desde una postura objetivista la psiquiatría dedica sus mayores esfuerzos a diagnosticar de acuerdo a unos parámetros previamente establecidos y supuestamente universales como el DSM, el manual de diagnósticos de los trastornos mentales creado por la Asociación Americana de Psiquiatría. Para las posiciones más ortodoxas de esta concepción, el diagnóstico es un objetivo, algo imprescindible para llevar a cabo el trabajo terapéutico. Por contra desde una óptica constructivista, el encasillar a una persona dentro de una categoría diagnóstica, es algo que estigmatiza y puede hacer enquistar la sintomatología haciendo que la persona se construya a sí misma en función de esa descripción y actúe como determina dicha etiqueta. El diagnóstico pauta y restringe la mirada del clínico

estrechando su perspectiva, además de que parece no tenerse en cuenta el demostrado hecho de que, si se interacciona con alguien pensando que tiene una determinada patología se encontrarán los indicios que confirmen la idea de partida. El diagnóstico clínico ha de ser una orientación para el profesional con el fin de planificar la intervención, es además una forma de facilitar la comunicación entre profesionales y ha de ser utilizado como una guía para el proceso y no para el encasillamiento del cliente, como algo que abre caminos en lugar de cerrarlos.