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“Carlos kasuga una persona ordinaria que se volvió extraordinaria… “ Así dio inicio esta grandiosa entrevista el conductor Carlos Alazraki del canal 40 en el programa “Platicando con Alasraki”, Carlos Kasuga se describe a sí mismo como alguien: “de fabricantes japoneses, pero ensamblado en México” Sus padres fueron inmigrantes nipones, los cuales se establecieron en México en el estado de San Luis Potosí en la década de los 30, estudio la primaria en el Liceo Alemán, a sus 18 años viajo a Japón para perfeccionar su escritura y aprender un oficio que le sirviera para toda su vida, ese momento fue cuando su vida empezó a cambiar, Kasuga observo que los empresarios en Japón eran muy distintos a los mexicanos, ya que en el país asiático los empresarios son los primeros en llegar y los últimos en irse, los sanitarios para los empleados son los mismos para los jefes y los empleados, siempre ponen el ejemplo de trabajo, honestidad y puntualidad. Carlos Kasuga comenta que el éxito que ha tenido como empresario radica en un principio fundamental, este principio es tratar a todo el personal desde directivos hasta obreros de igual forma ya que todos merecen un trato justo. Carlos Kasuga presidente de Yakult tiene claro que una empresa adquiere calidad y prestigio a través de su capital humano, por eso es de vital importancia convivir con el trabajador, y una de las estrategias que llaman la atención en su forma de liderar es convivir todos los jueves con uno de sus trabajadores y así saber las inquietudes o necesidades de sus empleados. “No es la maquinaria ni la tecnología, sino los seres humanos los que mejoran una organización”. El método que emplea en la busca de sus nuevos talentos se basa en la ética y los valores humanos, por este motivo solo hay 5 razones por lo que él podría despedir a uno de sus empleados y son: 1. Impuntualidad. 2. Faltas.

3. Robar, para kasuga no hay perdón en tomar lo ajeno. 4. Llegar al trabajo drogado o con aliento alcohólico. 5. Fuga de Información. El también ex presidente y socio fundador del Liceo Mexicano-Japonés, mencionó que en esta institución educativa se les forma con el valor de la limpieza, a diferencia de la educación impartida por la SEP donde la limpieza puede verse como un castigo para aquellos alumnos que se comportaron inapropiadamente. Asimismo señaló que el principal problema de la sociedad mexicana viene desde muy pequeños, enfatizo que las primarias públicas están educando a los niños en una cultura del miedo, lo cual debe ser desterrado para formar seres creativos y con abundancia económica, social, moral y humanitaria. El empresario mexicano tiene una filosofía de negocios basada en el trabajo arduo, confianza y cooperación. Carlos Kasuga ha alcanzado su éxito siguiendo cuatro pasos día con día y son: 1. El bien ser: Ser puntuales, ser disciplinados, ser honestos, ser trabajadores y ser responsable. 2. El bien hacer: Todo lo que hagas hazlo bien, brindar lo mejor de uno en todo lo que se haga. 3. El bien estar: gracias a que cada día dimos lo mejor de nosotros a todas las personas con quienes convivimos. 4. El bien tener: se consigue naturalmente como consecuencia del bien ser, el bien hacer y el bien estar. Para poder obtener algo tiene que haber una inversión de tiempo, de esfuerzo. Finalmente para Kasuga, es importante que los ejecutivos hagan sentir necesarios, útiles y respetados a sus empleados. Esto es lo que el empresario denomina el “sueldo moral”. Una de las frases que llama la atención es:

“Si ganamos un peso, debemos gastar solo 80 centavos y si no podemos tener todo lo que queremos, debemos cuidar lo que tenemos”.

Comentario Carlos Kasuga tiene ese ingenio audaz y perspicaz mexicano que nos caracteriza en el mundo y tiene esa extraordinaria disciplina japonesa de la cual carecemos millones de mexicanos, por eso es que ha llegado a ser ese empresario talentoso. Esta entrevista es una plática motivacional que me impulsa a lograr mis objetivos desde otra perspectiva, no siempre el jefe debe ser alguien que da órdenes e impone su criterio, sino que también hay jefes que enseñan y motivan a sus trabajadores con lo que Carlos Kasuga denomina el “sueldo moral”. También nos motiva a perder el miedo a actuar y ser mejores, a perder ese pensamiento del “hubiera” y arriesgarse a lograr los objetivos. Finalmente deseo culminar este ensayo de esa grandiosa entrevista con una frase que me llamo demasiado la atención: “Si no puedes tener todo lo que quieres, ama lo que tienes”.