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LA MODERNIZACION DEMOCRATICA DE VENEZUELA El modelo de modernización democrática que se vio en Venezuela desde 1958 hasta 1988 constituye una coyuntura política, económica y social en la que el sistema político venezolano asume características bien diferenciadas que van configurando la cultura política y ciudadana de la población nacional. Luego de una serie de dictaduras militares que ocuparon la escena venezolana, y de toda una reconfiguración internacional, las ideas democráticas ocuparán roles y momentos coyunturales, momentos en los que se pueden visualizar una serie de características de despliegue integral de las mismas, características que van desde toda una construcción institucional modernizadora que hicieron emerger la modernización, hasta una serie de elementos críticos que la hacen colapsar en la década de los 80 – 90. En el período de 1958 hasta 1988 se destaca el modelo político de la modernización, que llega a cristalizarse como factor interno del descenso de los niveles de credibilidad en la institución armada. Desde el punto de vista de la gestión de gobierno; este descenso se da por las acusaciones de corrupción que envolvían al gobierno de Marcos Pérez Jiménez y de los altísimos niveles de represión y tiranía que caracterizaron este régimen. Por otra parte y como factores generadores de inestabilidad internacional, se presenta el contacto con instituciones internacionales de jóvenes políticos venezolanos que permanecían en el exilio y las tensas relaciones de Washington y Caracas, derivadas de la toma de algunas decisiones por parte del gobierno de Pérez Jiménez. En Venezuela se hizo necesario entonces presentar un modelo político que cambiara el rostro de la represión y la tiranía que se había instalado en el país tanto en el periodo Gomecista, como en la dictadura de 1948, cuestión que lleva a afirmar que en el país se han propugnado cuatro modelos de modernización, el propuesto por el general Juan Vicente Gómez, el de 1920 marcado por la asunción del petróleo como motor generador de la riqueza nacional, el modelo dictatorial de 1948 y el modelo democrático de modernización de 1958, este último soportado en el Pacto de Punto Fijo y en el diseño de toda una novedosa plataforma institucional implantada. El Pacto de Punto Fijo era un acuerdo o tregua obrero patronal celebrado entre los partidos políticos y altos mandos de las fuerzas armadas decididos a 1

mantener el orden democrático y a frustrar todo intento golpista. En definitiva trató de lograrse un amplio consenso entre los principales actores políticos y sociales en relación con unas reglas de juego básicas del orden político. Ya desde la década de los 80 el sistema político democrático de consenso interinstitucional había comenzado a colapsar producto de la crisis económica que se afianzaba en el país y a nivel mundial. Esta crisis era neurálgica para el gobierno puntofijista, que había basado su estabilidad en la tenencia de gran cantidad de recursos económicos, elemento que le permitía cubrir el nivel de gastos sociales que se desprendían de la forma clientelar de la política democrática venezolana de entonces y del utilitarismo que era ya el único vínculo que unía el pueblo y el gobierno. Este panorama fue deslegitimando al sistema tradicional de partidos nacionales representados ya para la época por AD y COPEI, deslegitimación que además sufría de la ausencia de nuevos liderazgos y de nuevas corrientes intrapartidistas que pudieran contener el inminente desplome del pacto de punto fijo, desplome que se evidenció en las explosiones sociales del 89 y de 1992, esta última enmarcada en la insurrección militar, cuestión que enfrentaba a los sectores civiles y militares en el terreno político. Es decir, en el país se ha pasado de gobiernos militares a gobiernos civiles y de gobiernos civiles a militares ante el colapso de alguno de estos sectores como garante de la efectiva consolidación integral del país, elemento que se refuerza por el ascenso al poder de la coalición democrática puntofijista y ante el trastorno de las dictaduras militares que se habían instalado en el país a lo largo del siglo XX.

Bases teóricas del modelo político de la Modernización El modelo político de la modernización (1958-1988) como se expresó anteriormente, surge dentro de una coyuntura de gran inestabilidad política, económica y social, como se evidencia en el propio pacto constitutivo de la democracia venezolana, argumento a partir de la cual se parte para establecer el sustento teórico del mismo. Es así como el mencionado modelo, se soporta sobre la teoría estructuralista, las ideas de John Maynard Keynes y la teoría de la dependencia, modelos teóricos que para la época permearon las esferas estatales de occidente y su carrera hacia la modernización. 2

La teoría estructuralista en América Latina, entra en escena para la década de los 50 producto de la emergencia de concepciones internacionales de desarrollo promovidas por organismos internacionales; por esta situación, la coyuntura política del hemisferio para esta década se vio profundamente permeada por este cuerpo teórico, derivado por una parte, de la emergencia de modelos teóricos a nivel mundial, y por otro lado, dichos fundamentos fueron tomados como plataforma teórica por organismos como la CEPAL para el caso de América Latina. Así para el caso venezolano, la teoría estructuralista se convierte en elemento central del modelo político de la modernización, por lo menos hasta 1980 en virtud de que la misma planteaba los postulados de un desarrollo hacia adentro, enmarcado en la sustitución de las importaciones mediante la instalación de toda una plataforma industrial apoyada por la investigación e innovación tecnológica, elemento este que podría romper la dependencia internacional que era el único escenario posible para solucionar la dicotomía desarrollo- subdesarrollo. Las ideas Keynesianas también marcaron ese proceso de modernización que no solo vivió Venezuela, en virtud de que Keynes en su libro "La teoría general de la ocupación, el interés y el dinero" (1936), deja la puerta abierta para la intervención gubernamental en la economía, cuestión que repotenció progresivamente el rol del Estado, elemento teórico presente en el despliegue del modelo político de la modernización en Venezuela. Otro cuerpo teórico presente lo constituye la teoría de la dependencia, soportada sobre la desigualdad entre los países ricos y los países pobres, desigualdades marcadas por la relación entre el avance de los países ricos con respecto al de los países empobrecidos. Esta distorsión se presenta por el empobrecimiento constante que según la teoría de la dependencia los países ricos infringen a los países pobres. Las desigualdades planteadas por la teoría de la dependencia se encuentran soportadas en los avances tecnológicos que los países de rentas elevadas han ido acumulando a partir del acceso que han tenido de las materias primas de los países pobres, y por la escasa transferencia tecnológica que los mismos han realizado, estableciendo una relación de empobrecimiento constante de un segmento de países y una riqueza exuberante de los países desarrollados. Es así como este cuerpo teórico, que a su vez fue tomado por la CEPAL para la formulación del modelo de industrialización por sustitución de importaciones como estrategia de desarrollo para vencer las desigualdades propias 3

del comercio internacional, se convirtió en motor de la planificación económica de los países latinoamericanos y el cual Venezuela lo asume para su implantación desde la década de los 50. Despliegue económico del proyecto político Modernizador El despliegue de este modelo en lo económico puede visualizarse desde el establecimiento en el país de la propuesta Cepalina de la industrialización por sustitución de importaciones, un modelo que es asumido desde el consenso y la idea general de desarrollo compartida por los distintos actores económicos, políticos y sociales. Dicha idea se encontraba soportada en dos supuestos básicos: a) el logro del crecimiento de un conjunto de bienes y servicios , y b) la idea de redistribución a partir de la incorporación de todos los sectores sociales en los beneficios. Desde el punto de vista económico el modelo de desarrollo asumido desde la coalición democrática estaba inscrito en el capitalismo, un capitalismo que se convertía en la meta del país en cuanto a crecimiento económico, en tanto era herramienta del mantenimiento de la estabilidad de un régimen democrático que requería de una gran solvencia económica para mantenerse en virtud de la lógica con la que comenzó a operar desde el punto de vista redistributivo. El financiamiento del mismo se dio a través de los recursos provenientes del negocio petrolero, situación que representaba para el país un elemento propiciador en Venezuela de un aparato industrial que potenciara en gran medida el crecimiento del país, de la mano de la inversión y participación protagónica del Estado venezolano en la dotación de capitales y en asesoramiento técnico y financiero del empresariado nacional. Del conocimiento de dicho despliegue puede verse el rol del Estado al interior del modelo de la modernización y las relaciones que se establecían en el mismo, es decir, se diseñaba un triángulo interconectado compuesto por el Estado como generador y redistribuidor de recursos, un mercado que operaba desde la acumulación de capitales y una sociedad que dependía de esa redistribución estatal para mantenerse cohesionada con el régimen político democrático. Dicho elemento fue configurando en el país un actor social, el empresario industrial moderno que vendría a ocupar posiciones relevantes desde el punto de vista del modelo de desarrollo que se planteaba desde el Estado, un actor que debía convertirse en protagonista de la transformación del aparato

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económico nacional, un empresariado novel que nació de la mano del Estado desde un punto de vista integral. Todo este apoyo estatal apuntaba hacia el logro de la independencia industrial, bandera principal del modelo de la modernización, una independencia que pasaba por la instalación de una planta industrial, un aprendizaje tecnológico y una innovación y creación sobre ese aprendizaje, elementos que iban acompañados de una serie de apoyos económicos (aranceles internacionales, barreras a la importación, créditos, congelamiento de tasas de interés sobre créditos, divisas), y político-jurídicos ( ley impositiva, asesoramiento técnico y jurídico, relativa estabilidad política). Despliegue del modelo político de la Modernización en lo social La política social durante el despliegue de este modelo se expresa a través de una agresiva política de inclusión y de justicia social. En política social se establecieron políticas de aumento de población, defensa y valorización del capital humano, protección a la madre y al niño, política de vivienda y lucha contra el desempleo. Es así como puede detectarse que, como se expresó en el aspecto económico de despliegue del modelo, es el Estado venezolano el que asume la protección de la población nacional, protección expresada en la motorización de una serie de políticas públicas orientadas a la satisfacción de las necesidades y expectativas de esa población, que era convocada desde lo oficial a mantenerse pasiva y a insertarse en los planes desde los cuales se hacía viable la política pública. Las políticas sociales a partir de las cuales el modelo político bipartidista establece su accionar, se inscriben en la democratización total de las mismas, potenciadas en el diseño constitucional que sirve de marco legal a dicho modelo, una democratización que se enmarca en un modelo de política pública social universalista a través de la cual se buscaba el acceso general de la población a los beneficios sociales generados por la bonanza energética. El Estado venezolano que se creó a partir del modelo político de la modernización, ocupa un rol central en el modelo, pues estableció una relación de centralidad redistributiva que se iba convirtiendo en el vínculo que mantenía la estabilidad de la relación pueblo- gobierno, a partir de la cobertura que él mismo pudiera dar a las demandas sociales, que cada vez se acrecentaban.

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Esto vinculado al establecimiento en la administración pública de un criterio de abundancia constante. Colapso del proyecto Desde el punto de vista económico, toda esa explosión industrial que se planteó a partir del modelo de sustitución de importaciones, no logró alcanzarse en virtud de la emergencia de elementos como la implantación industrial manifestada a través de la instalación de una serie de industrias cuyo mercado interno era bastante reducido derivado de la inexistencia de una cultura de consumidores de algunos bienes y servicios que se colocaron para estar a la par de otros países que ya en el hemisferio habían instalado el modelo sustitutivo de importaciones (caso Argentina y Chile). Otro elemento de este colapso lo constituye el nivel de competitividad internacional, vinculado sobre todo a los estándares de calidad y a las fortalezas de los parques industriales de Europa y Estados Unidos, elemento que impactó profundamente en virtud de la escasa intención empresarial, cuestión que fue gestando la insostenibilidad del modelo de desarrollo nacional. Es decir, los empresarios nacionales no lograron montarse en el tren de la inversión, de la creación, de las ganas de ser y de lograr posicionarse dentro de los mercados referenciales a nivel internacional. De lo anterior se desprende el hecho de que el modelo de industrialización por sustitución de importaciones colapsa en la década de los 70 como política de diversificación y posicionamiento de la economía nacional, en virtud de que fue el Estado el que asumió en su totalidad el despliegue del mismo, elemento que fue anquilosándolo y haciéndolo insostenible, y por ende fue el Estado el que recibió el impacto de su colapso expresado en el endeudamiento y posterior deterioro de las cuentas nacionales. En lo político y social, el modelo político fue haciéndose artificial, en virtud de que el desarrollo político y social fue sometido al desarrollo económico, es decir , el Estado venezolano fue progresivamente financiando su estabilidad; los grupos de apoyo y los ciudadanos recibían su pago por los servicios electorales prestados, y esa identificación con el partido que se materializó en la década de los 60- 70 se esfumó, al igual que esa Venezuela Saudita que a manos llenas trató de financiar un desarrollo que nunca llegó. Entonces, el paternalismo, el clientelismo, el excesivo burocratismo y el partidismo de Estado se convirtieron en enfermedades socio-políticas que se 6

enquistaron en la sociedad venezolana, y fueron diseñando en la misma una cultura de utilitarismo que se constituía en amalgama perfecta entre una sociedad que ya tenía estos patrones de acción bien definidos y un Estado que ya comenzaba a ver el ocaso económico y por ende político y social. Es decir, el colapso del sistema de partidos tradicionales que fundaron la democracia venezolana puede englobarse en dos aspectos centrales. El primero de ellos lo constituye la distorsión presentada en la gestión política representada en elementos como el clientelismo, la excesiva partidización de los espacios de socialización, y la corrupción; y el segundo aspecto producto del primero, se manifiesta a través de una serie de distorsiones económicas producidas por la forma de gestión gubernamental. Conclusión De lo anterior se desprende el hecho de que el modelo político de la modernización tuvo momentos de gloria en los que lo económico soportó el vacío ideológico sobre el que se montó el modelo, soportó el burocratismo y la corrupción, situaciones que fueron generando la exclusión de amplios sectores y por ende la insatisfacción de las demandas cuando lo económico se hizo insuficiente y como punto crítico la deslegitimación de los mecanismos de control y de las estructuras partidistas democráticas que abrieron una época, que diseñaron un camino, pero que abrieron un umbral hacia preguntas que aún hoy la Venezuela del siglo XXI no ha podido resolver. Es decir, Venezuela hoy sigue en gran medida montada sobre una gran cantidad de preceptos del modelo político de la modernización del 58, entonces pudiera pensarse que el modelo en sí mismo no colapsó desde el punto de vista de planteamiento, sino que por el contrario en su seno se fueron diseñando una serie de distorsiones que fueron resquebrajándolo como modelo aplicable y como nexo eficaz entre Estado, mercado y sociedad. Bibliografia DIAMOND, Larry, LINZ, Juan J. and LIPSET, Seymur Martin. Democracy in developing countries. Latin America, Volume Four. Pag. 247-290 KEBADJIAN, Gérard. Les Théories de l’économie politique internationale, chapitre 7 La théorie néolibérale, et chapitre 8 La théorie néoréaliste contemporaine. Pags. 199-253.

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El imperialismo en Venezuela El comienzo del siglo XX venezolano es fundamentalmente rural. El campo era mucho más importante que las ciudades. Sin embargo esta dinámica se ve trastocada con la aparición del petróleo. El estallido del pozo petrolero, engendra en Venezuela un nuevo movimiento. Comienza un fenómeno de migración interna, la población emigra del campo a las ciudades. Los margariteños –por ejemplo- se desplazan hacia Maracaibo y a los campos petroleros en búsqueda de una vida mejor. La vida petrolera venezolana –como lo explica Miguel Otero Silva en su novela "Casas Muertas"- implicó el desarrollo de pueblos que conocen el salvajismo que la civilización ofrece. Se institucionaliza la prostitución, los hábitos de vida tradicional se ven alterados y una nueva dinámica invade al país. Finalizada la extracción petrolera muchos de estos pueblos se sumergen en el tedio de días infinitos en donde los hombres no tienen empleos ni posibilidades de desarrollo. La explotación petrolera en la época Gomecista (1908-1935) en Venezuela fue desenfrenada. Los banqueros poseían doble sistema de almacenaje y mucho petróleo era ilegalmente era enviado de contrabando a los Estados Unidos.

Marcos Pérez Jiménez 1953- 1958 El Gobierno de Marcos Pérez Jiménez que duró cinco años, entre el 2 de diciembre de 1952 y el 23 de enero de 1958, se caracterizó por ser un régimen de tipo personalista y dictatorial, en el que los abundantes ingresos del fisco se utilizaron principalmente en la ejecución de un amplio programa de obras públicas, así como en la dotación de los recursos necesarios a las fuerzas policiales y militares que le permitieran mantenerlo en el poder. Esto último lo logró mediante la represión de las actividades políticas y sindicales, por una parte, y a través de la persecución y encarcelamiento de sus adversarios, por la otra. Durante el Gobierno de Marcos Pérez Jiménez los ingresos fiscales se duplicaron por el hecho de haber aumentado en más del doble los ingresos procedentes de la industria petrolera, llegando a representar los mismos el 71% de los ingresos fiscales en 1957. De estos cuantiosos recursos que el país 9

recibió en esa época, más de la mitad fueron destinadas a los gastos de seguridad y defensa del régimen dictatorial, y a la construcción de obras públicas. Durante la dictadura PérezJimenista se estimula la mecanización de la economía, provocando un crecimiento favorablemente de las actividades agrícolas e industriales, al mismo tiempo que se expandió el mercado interno. Esto último se logró principalmente por el considerable aumento de las inversiones públicas y privadas, aunque desde el punto de vista social los resultados obtenidos no fueron halagadores, sobre todo por el incremento de la migración del campo a las ciudades que la motivada por un aumento de la demanda mundial de hidrocarburos. Luego de finalizada la Segunda Guerra Mundial, la producción petrolera de Venezuela se duplicó entre los años 1945 y 1951. Por su parte, durante este período se aumenta la extracción de petróleo, por encima de 1,8 millones de barriles diarios en 1957. Esto se tradujo en un aumento considerable de las exportaciones, así como en un sustancial incremento de los ingresos fiscales, los cuales se canalizaron de nuevo a la economía a través del gasto público. Durante el régimen PérezJimenista, específicamente en los años 1956 y 1957, se otorgaron nuevas concesiones a las compañías petroleras internacionales, de acuerdo a la ley de Hidrocarburos de 1943. El otorgamiento de nuevas concesiones petroleras durante los años 1956-1957 acentúo la dependencia de la economía venezolana del exterior, según lo confirma J.L. Salcedo Bastardo: "la dependencia venezolana del extranjero y del petróleo se acentúa; la importación de mercancías crece sin parar, Venezuela cambia su aceite por bienes perecederos y suntuarios en gran medida. La corrupción administrativa favorece el saqueo del país; el régimen sirve a las apetencias foráneas y en ellas encuentra, recíprocamente, su mayor base de sustentación".

Rómulo Gallego Betancourt 1958-1963 La obra efectiva de la administración del Presidente Betancourt muestra muchos aspectos resaltantes en los cuales destacan: La ley de Reforma Agraria, que estableció como objetivo central transformaciones de la estructura agraria 10

del país. Para lograr esto último, así como la incorporación de la población rural al desarrollo económico, social y político de la nación, la mencionada Ley en su primer artículo estableció la sustitución del sistema latifundista por un sistema de propiedad, tenencia y explotación de la tierra basado en su equitativa distribución, conjuntamente con asistencia integral a los productores del campo. Otra medida importante es la creación de la Corporación Venezolana del Petróleo-CVP, empresa nacional que tenía por objeto la exploración, explotación, refinación y transporte de hidrocarburos, así con compra, venta y permuta de los mismos en cualquier forma, dentro o fuera del país. A medida que el Estado fue aumentando su participación en los beneficios derivadas de la industria petrolera, la nación venezolana iba ganando en conocimientos acerca del negocio los hidrocarburos, al mismo tiempo que se fue desarrollando una conciencia nacionalista. Como marco de referencia se planteó la necesidad de que el Estado participara directamente en la administración de su principal recurso, tal como lo contemplaba la Ley de Hidrocarburos de 1943, ya que la actividad exploratoria de las empresas privadas extranjeras había disminuido como consecuencia de la política nacional de no otorgar más concesiones. Sin embargo, la CVP se dedicó principalmente al mercado doméstico de productos derivados del petróleo y a la distribución de gas en la zona metropolitana, ocupándose en reducida escala de la exploración y del comercio internacional, actividades claves para el desarrollo de la industria petrolera nacional, convirtiéndose en subsidiaria de la casa matriz Petróleos de Venezuela, S.A.-PDVSA el 30 de agosto de 1975, en el marco de la nacionalización de la industria petrolera.

Lucha Armada en Venezuela 1960 - 1970 Los cambios político-estructurales en el sistema capitalista que ocurrieron después de la caída de la dictadura de Pérez Jiménez (1953-1958) permitieron la insurgencia de movimientos sociales distintos al tradicional enfrentamiento burguesía-proletariado o terratenientes-campesinos. La aparición de importantes sectores de clases medias, favoreció el desarrollo de movimientos estudiantiles, profesionales, feministas, pacifistas y ambientalistas, entre otros. En Venezuela, la particular estructura económica dependiente y petrolerorentista, permitió la existencia de grupos sociales intermedios que cumplieron un papel de primer orden en la lucha política por conquistar la democracia liberal, 11

lucha que en las décadas de 1960 y 1970 sería llevada más allá, con propuestas nacionalistas y socialistas. En este proceso los movimientos estudiantiles jugaron un papel fundamental. La lucha armada de los años 60 en Venezuela está inscrita en el contexto de la guerra entre Estados Unidos y la Unión Soviética, potencias empeñadas en el dominio del planeta a nombre de la "Democracia" una y del "Socialismo" la otra, pero en nuestro caso ésta lucha guarda antecedentes en la resistencia anticolonial iniciada en el momento mismo que ocurre la invasión imperialista europea a América liderada por España y sus aliados europeos. El comandante Fabricio Ojeda, quien presidia el Frente de Liberación Nacional en los estados de Lara, Portuguesa, Barinas y Trujillo, ha hecho un pormenorizado análisis de las causas que han conducido al pueblo hermano a lanzarse a la lucha armada para lograr su definitiva liberación. Él planteó que "Venezuela era un país en proceso de transformación total. Las fuerzas revolucionarias de vanguardia se habían trazado nuevas metas, nuevos objetivos, y a la lucha por los derechos democráticos se le había adicionado un elemento sustancial: la liquidación de la dependencia imperialista y la explotación semi- feudal en nuestros campos".

Raúl Leoni 1964-1969. Todo esto es referente al petróleo. Hasta el año 1966 las empresas petroleras declaraban sus ingresos, a los fines del pago del impuesto sobre la renta, con base en el precio de realización, o sea, el precio efectivo de venta percibido por las compañías. En vista de que este último precio estaba por debajo del prevaleciente en el mercado internacional, el Gobierno de Leoni decidió cambiar el sistema de fijación de precios del petróleo, introduciendo los precios de referencia a los efectos fiscales, los cuales se determinarían de común acuerdo con las empresas petroleras. Los precios de venta del petróleo en los mercados internacionales se determinaron en la década de los años 60, debido a un conjunto de factores, entre los que se pueden mencionar, el surgimiento de nuevos exportadores como el caso de la Unión Soviética, y la competencia por parte de otras fuentes de energía, así como las presiones ejercidas por algunos países productores para aumentar sus exportaciones. Esta situación tuvo efectos desfavorables en la economía venezolana al disminuir los ingresos del fisco por concepto de impuesto sobre la renta pagado por las empresas petroleras, el cual 12

se calculaba en base a los ingresos declarados por las minas, utilizando a tales efectos, el precio de realización o precio de venta al que efectivamente se colocaba nuestro petróleo en los mercados internacionales. Sin embargo, este precio fue objetado por el Gobierno aduciendo que estaba por debajo del precio real del mercado, por lo que se efectuaron reparos a las declaraciones de rentas de las compañías concesionarias, correspondientes a varios años anteriores a 1966. Las empresas petroleras por su parte, aceptaron pagar el Fisco Nacional las cantidades convenidas para compensar los impuestos adeudados, acordándose al mismo tiempo con el gobierno, la utilización de un sistema de precios de referencia a los efectos fiscales. Según este nuevo sistema de fijación de precios del petróleo, adoptado en 1966 durante el Gobierno de Leoni, los precios a los que las compañías petroleras calcularían sus ingresos a los efectos del pago del impuesto sobre la renta, para el lapso 1967-1971, serían los precios acordados con el Ejecutivo Nacional, siempre y cuando el precio reportado de venta fuera inferior al precio de referencia. En caso de que vendiera efectivamente a un precio mayor al de referencia, se utilizaría ese precio de realización a los efectos fiscales.

Rafael Caldera 1969-1974 Se destacan las siguientes medidas durante este período: * Rafael Caldera denunció el tratado Comercial de Venezuela con los Estados Unidos en un momento de decaimiento de la economía. Se producen dos devaluaciones de la moneda venezolana. * Se buscó una reorientación del gasto público, a la vez que se propiciaron mejores condiciones de vida para los venezolanos. * Se esforzó la ejecución de obras públicas, tales como: carreteras, autopistas, aeropuertos, edificaciones escolares, sanitarias y hospitalarias. * Como política de comercio en lo que respeta al comercio interior, se trató de nivelar los precios de los artículos de primera necesidad, en relación a lo percibido por sueldos y salarios, mediante instrumentos de regulación y fiscalización.

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* Se impulsaron las exportaciones y se aplicó debidamente la relación de términos de intercambio, de una manera efectiva cuyo resultado positivo fue el aumento del saldo activo de la balanza de pagos, de Bs. 84 millones en 1970 a Bs. 267 millones en el año 1972. * Se establecieron los incentivos y ayudas necesarios para el desarrollo de las diferentes regiones del país. * Se aumentó la industrialización en sus más variadas ramas. * En política exterior, se mantuvieron relaciones diplomáticas y comerciales con todos los países, sin distingas de ideologías.

Carlos Andrés Pérez 1973-1978 Entre los puntos más resaltantes se deben señalar que en 1974 se creó la Comisión Presidencial de Revisión, la cual tenía como finalidad analizar las diferentes opciones para lograr la nacionalización de la principal industria del país, el petróleo. La nacionalización de la industria petrolera se realizó en Enero 1 de 1.976, lográndose de forma armoniosa y bien planificada. A través de la ley Orgánica que Reserva al Estado la Industria y el Comercio de los Hidrocarburos, quedando extinguidas a partir de esta fecha todas las concesiones anteriormente otorgadas. Es así como la empresa Petróleos de Venezuela, S.A. debió asumir como empresa pública holding, la dirección y el control de la industria petrolera venezolana, garantizándole el funcionamiento a compañías concesionarias.

Luis Herrera Campins 1978-1983 La economía venezolana durante la presidencia de Herrera Campins evolucionó desfavorablemente, al haber disminuido la producción al mismo tiempo que se aceleró la inflación y el endeudamiento externo, conjuntamente con la fuga de capitales. En ese comportamiento influyeron un conjunto de factores de origen externo e interno, poniéndose en evidencia una serie de contradicciones en materia política económica, lo que contribuyó a crear un clima de incertidumbre y 14

desconfianza poco propicio para la recuperación del ritmo de crecimiento de las actividades económicas. Durante el gobierno de Luis Herrera Campings se inició un reajuste de la economía, luego del redimensionamiento de todas las variables económicas durante la presidencia de Pérez. Una de esas variables que tuvo influencia determinante en la explicación del paso del crecimiento acelerado de la economía al estancamiento y la recesión fue la inversión privada, la cual disminuyó sustancialmente desde 1978 hasta 1983, debido principalmente a la fuga de capitales que se produjo en esos años .

Jaime Lusinchi 1983-1988 Una de las principales preocupaciones del gobierno del Presidente de Jaime Lusinchi fue la de resolver el problema derivado del vencimiento de la deuda externa venezolana. Con el fin de lograr un clima apropiado para poder refinanciar esa deuda y aligerar las tensiones de ésta sobre la economía del país, el Presidente Lusinchi tomó una serie de medidas económicas el mismo día de su toma de posesión el 8 de Febrero de 1984, asegurando que Venezuela pagaría hasta el último centavo de deuda externa. A continuación emitió un conjunto de decretos durante los tres primeros meses de gobierno con el fin de lograr el retorno de la confianza en la economía del país, factor este que había originado serios inconvenientes en el gobierno anterior. De igual forma el Congreso Nacional decretó en Junio de 1984, la Ley Orgánica que lo autorizaba por un año, para adoptar medidas por el interés público. Este instrumento legal, conocido como ley habilitante le daba poderes especiales al Presidente de la República para imponer los urgentes correctivos necesarios para recuperar progresivamente la economía venezolana, fuertemente afectada por políticas, económicas erradas e incoherentes tomadas por la administración anterior. Debido a que las decisiones en materia económica tomadas en los primeros meses del Gobierno de Lusinchi, afectaban a los sectores de menores recursos, se decretaron un conjunto de medidas compensatorias de tipo social para atenuar esos efectos.

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Aun cuando no se puede negar que el Gobierno del Presidente Lusinchi tuvo que enfrentar serias dificultades económicas, al haberse reducido los precios petroleros a la mitad en 1986, sin embargo, en los dos años siguientes han debido tomarse una serie de medidas de ajuste, según el criterio del Banco Central de Venezuela y de algunos organismos internacionales, que de haberse aplicado, hubieran impedido que el año 1988 concluyera con graves desequilibrios internos y externos en la economía venezolana.

Carlos Andrés Pérez 1988-1993 La segunda Presidencia de Pérez se inicia instrumentando medidas económicas de acuerdo con la estrategia del Fondo Monetario Internacional. Se aspira a la transformación de una economía venezolana mixta en una economía de mercado que permita un crecimiento económico apoyado en la sustitución de importaciones tradicionales principalmente del petróleo. El Estado se encontró en la necesidad de abandonar el intervencionismo económico y social que realizaba apoyado en la renta petrolera comercial tendiente a incentivar la producción nacional y la aplicación de una política arancelaria que favorecía las importaciones y así crear la competencia. La aplicación de las medidas económicas desata la especulación y el desabastecimiento, caída del salario real y subida de precios sin aumento del salario. Los efectos devastadores de las medidas económicas condujeron al estallido social desorganizado del 27 de febrero de 1.989, y a dos intentonas golpistas en 1.992. Controlados los brotes golpistas y subversivos siguió la intranquilidad política, ya que en diciembre de 1.992 algunos dirigentes de partidos de oposición introdujeron en la Corte Suprema de Justicia una acusación contra el Presidente Pérez por uso indebido de recursos y en Mayo de 1.993, la Corte declaró que había méritos para enjuiciar al Presidente y este fue suspendido de sus funciones.

Ramón J. Velásquez 1993

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Fue designado por el Congreso para que gobernase el país con carácter interino hasta la finalización del período de Pérez. Para facilitar sus funciones el Congreso aprobó una ley habilitante mediante la cual el Presidente tendría facultades extraordinarias sobre materia económica y fiscal, con el propósito de activar la economía del país la cual estaba altamente contraída.

Rafael Caldera 1993-1998 El hecho más resaltante durante la segunda presidencia de Rafael Caldera en materia petrolera ha sido la elaboración del Plan de Negocios que ha estructurado Petróleos de Venezuela-PDVSA para los próximos 10 años, y el cual contempla la apertura petrolera, al ser adjudicados en el mes de junio importantes yacimientos a inversionistas extranjeros. El duplicar la producción petrolera implica la apertura petrolera y su respectivo impacto sobre la economía el cual ha sido analizado desde tres ámbitos: * En la balanza de pagos: se considera que el grueso de la producción es para la exportación, por lo tanto los ingresos por exportaciones en 10 años serán cercanos a los 200 millones de dólares resaltando que en 1996 estuvo cerca de los 18.500 millones. * El ingreso fiscal petrolero va a crecer al crecer la producción * La inversión doméstica: es importante que se produzca una recomposición del gasto con incremento en la generación de infraestructura que permita atender el deterioro de la planta física nacional que depende del gobierno. La internacionalización le da mucha estabilidad al ingreso petrolero de Venezuela, ya que al estar verticalmente integrado, en cuanto cae el precio del crudo aumentan los márgenes de refinación y cuando aumentan los precios del crudo disminuyen los mercados de refinación.

Realidad socio – político desde el año 1999 hasta el 2004 Invito de esta manera a revisar algunos aspectos del proyecto democrático y la realidad socio – político desde el año 1999 hasta el 2004.

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EL GOBIERNO DE HUGO CHÁVEZ. Fue electo en 1998 por los partidos: Movimiento V República (MVR), Causa R, MAS, PPT, y otros partidos. Durante la campaña electoral insistió en la necesidad de promulgar una nueva constitución nacional. El pueblo así lo entendió y le concedió un amplio apoyo absoluto al elegir las personas que integrarían la Asamblea Nacional Constituyente, como cuyo objetivo era redactar la nueva constitución. El nuevo texto constitucional se ratificó mediante un referéndum celebrado el 15 de Diciembre de 1999. El 30 de julio del 2000 es llamado nuevamente el pueblo para una consulta electoral y Hugo Chávez Frías resultó elegido de nuevo para un período de 6 años. PROCESO POLÍTICO. 1. Gobierno de democracia participativa (realización de dos referéndums). 2. Promulgó la constitución de 1999 en la cual se elevó el período presidencial a 6 años y se permite la reelección inmediata. Fue ratificado en Julio del 2000 como Presidente de la República. 3. Varias marchas y concentraciones tanto de la oposición como del oficialismo. Sucesos que conmocionaron al país: como los asesinatos de "Puente Llaguno" (11/04/2002), en la Plaza Francia Altamira (06/12/2002) y Paseo los Ilustres (03/01/2003). 4. Un gran sector de la población se plegó al paro nacional convocado por FEDECAMARA y la Confederación de Trabajadores de Venezuela-CTV desde el 2/12/2002, al cual se unieron los trabajadores de Petróleos de VenezuelaPDVSA, hasta comienzo del 2003. 5. En el 2003, se solicita la activación de un nuevo mecanismo constitucional para la revocatoria del mandato de funcionarios públicos electos popularmente. 6. La moneda sufrió una fuerte devaluación. Se estableció un control cambiario regulado por la Comisión de Administración de Divisas-CADIVI. SUCESOS DE 11 DE ABRIL DE 2002 Luego de una marcha organizada por sectores opuesto al gobierno y la muerte de varias personas en la calle cerca del palacio de Miraflores, un grupo de militares y civiles depusieron al Presidente Hugo Chávez e instauraron un gobierno que se autodenominó de transición, presidido por Pedro Carmona Estanga. Los poderes públicos fueron disueltos y los gobernadores y alcaldes del país fueron destituidos. Finalmente, otro grupo de militares y civiles exigió el respeto a las instituciones y a la constitución. Carmona dejó el poder y Hugo 18

Chávez

reasumió

la

Presidencia

de

la

República.

CONCLUSIÓN La historia permite determinar cómo ha evolucionado Venezuela en materia político-petrolera durante cada periodo presidencial desde 1908 hasta la fecha, además de involucrar las diferentes ampliaciones transitorias por las que la economía minera y petrolera ha pasado. Por otro lado, se considera relevante mencionar que los periodos de mayor auge del petróleo se observaron durante el mandato de los presidentes Guzmán (ampliación de concesiones y enriquecimiento estatal), Carlos Andrés Pérez (nacionalización) y Rafael Caldera (apertura petrolera). El advenimiento del petróleo constituye al hecho económico más trascendente dentro de la historia económica del país. El Petróleo destaca como factor fundamental que sustenta y dinamita la economía nacional en sus diversas áreas y sectores. Por esta razón el desarrollo económico venezolano presentó una estrecha correlación entre la expansión del sector petrolero y el crecimiento interno bruto. Los primeros treinta años de la democracia tuvieron en el movimiento estudiantil al principal protagonista del conflicto social. Sin lugar a dudas, fue en las universidades en donde se concentró la oposición al bipartidismo adecocopeyano. En un contexto social en el cual los sectores obreros y campesinos permanecieron por décadas en pasividad debido al férreo control sindical que el partido Acción Democrática ejercía sobre esos sectores, los movimientos estudiantiles representaron con sus luchas a los sectores que le hicieron oposición. La derrota de la izquierda en sus intentos de derrocar al gobierno de Betancourt (1958-1963), conllevó que esa izquierda se concentrara en universidades. Habiendo perdido sus vínculos orgánicos con sectores obreros y campesinos, los partidos de izquierda parecieron conformarse con "hacer trabajo político" en universidades. A esto ayudó la misma estructura social venezolana, en la cual existe un grueso sector de clases medias, que desde la llamada generación de 1928 jugó un papel determinante en los acontecimientos políticos del país.

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Luego de los 60, ya no se podía aceptar que los participantes en las protestas fueran individuos anónimos e irracionales, como habían defendido los seguidores de las teorías sobre la sociedad de masas; los nuevos investigadores habían descubierto que se trataba de individuos racionales, bien integrados a la sociedad, miembros de organizaciones, y que en sus acciones de protesta estaban impulsados por objetivos concretos, valores generales, intereses claramente articulados y cálculos racionales de estrategia (Pérez, 1993: 162). Los cambios estructurales en el sistema capitalista han permitido la insurgencia de movimientos sociales distintos al tradicional enfrentamiento burguesíaproletariado o terratenientes-campesinos. La aparición de importantes sectores de clases medias favoreció el desarrollo de movimientos estudiantiles, profesionales, feministas, pacifistas y ambientalistas, entre otros. Durante el período democrático, la estructura económica continuó dependiendo de la renta Petrolera, y los planes desarrollistas inspirados en la política de industrialización vía sustitución de importaciones, no pasaron de ser buenos deseos que nunca se cristalizaron, como se pudo comprobar amargamente a comienzos de la década de los 80, con el estallido de la crisis que se desencadenó el viernes negro de Febrero de 1983. Los lazos de la dependencia se prolongaron y se fortalecieron, gracias a la penetración de las compañías multinacionales y al carácter puramente declarativo de las medidas nacionalistas formuladas por los gobiernos que se sucedieron.

La economía de Venezuela En un trabajo de 1980. B. Mommer calculó cuidadosamente el trabajo en horas que hay en un barril de petróleo y lo comparó con la cantidad de horas de trabajo contenida en los bienes que obtenemos por él en el mercado internacional [2]. La relación es en general superior a 4. Es decir, el país, debido a que en su territorio hay petróleo, recibe por lo menos el producto de 4 horas de trabajo por cada una que da. Puede ser mucho más (8 o 9) en épocas de precios altos. Dicho sin eufemismos: somos un país parasitario en trabajo. Si, dejando de lado la simplificación marxista de que el valor es producido sólo por el trabajo, tenemos en cuenta que en la formación del valor interviene la capacidad científica, tecnológica y organizativa, que importamos dando muy poco en retribución, la diferencia es aún mayor. Cuando un venezolano formado en el país gracias a esa renta que recibimos del exterior se queda en el exterior contribuyendo al desarrollo de otro país que se ahorra su 20

formación, o cuando científicos venezolanos hacen, gracias a las facilidades que se les dan, una contribución científica que beneficia más a otros países que al nuestro, o cuando un empresario que ha acumulado dinero en el país lo envía al exterior, esto puede considerarse, desde un punto de vista internacional, desapasionado y objetivo, como una pequeña compensación de aquella continua asimetría en el intercambio. Es duro, pero esencial, reconocer esta verdad. El otro punto básico de nuestra economía es que esa renta petrolera entra exclusivamente al gobierno y en forma de divisas, es decir de capacidad de importar. Esto, dejando ya de lado la cuestión del parasitismo, parece justo nacionalmente. El dueño de recurso petrolero sería el pueblo de la nación y el producto obtenido por él debe ser administrado por el gobierno que lo representa. Desde la nacionalización se ha discutido y peleado por decidir si una parte de esa renta le corresponde distribuirla a la empresa que lo extrae. Ésta, gracias a su eficiente organización y superior conocimiento, se independizó mucho del estado accionista y se convirtió en un nuevo centro de reparto. En el 2003 el estado controló la empresa a costa de reducir su eficiencia. Con el tiempo puede que se independice otra vez. Es una tendencia de la gerencia de toda gran empresa. En la práctica la administración de todos nuestros gobiernos ha sido un reparto de la renta petrolera misma y de los impuestos al trabajo nacional privado, cuyo mantenimiento depende fuertemente de la capacidad de importar y de las subvenciones directas e indirectas generadas por aquella renta. Esto ha dado un poder extraordinario al gobierno y una gran intensidad a la lucha para entrar en él (y antes en PDVSA), es decir para entrar lo más alto posible en la pirámide de repartidores. Este sistema, que llamamos rentismo distribucionista ha pasado por varias modalidades. Brevemente: Militar autocrático (Gómez, 1928-1935); militar institucional (López y Medina, 1936-1945); político exclusivista (Betancourt y Gallegos, 1945-1948); militar dictatorial (Pérez Jiménez, 1949-1957); político multipartidista centralizado (políticos del pacto de Punto Fijo, con un intento, al final, de descentralización, 1958-1998); militar populista centralizado (Chávez, 1999) hasta el presente. Este último gobierno ha llegado a controlar totalmente a la empresa petrolera y la distribución de divisas, y potencialmente, a toda la economía y ha elevado al máximo el reparto de la renta. Todos estos sistemas rentistas de reparto han tenido rasgos comunes: 1. Han buscado apoyo político usando el reparto de la renta petrolera. 21

2. Han formado un aparato de distribución (pirámide de reparto), por vinculaciones entre funcionarios, socios, familiares, clientes políticos, militares, banqueros y empresarios protegidos. 3. Como consecuencia de esto, aunque hayan comenzado por un reparto más equitativo, han hecho al consolidarse la pirámide, un reparto muy desigual, produciendo enormes diferencias de ingreso y por tanto grandes diferencia de riqueza, nivel de vida, información, oportunidades y poder. 4. Cuando el sistema de reparto ha durado un tiempo el sistema se ha transformado en un aparato de apropiación, apropiándose cada vez más, distribuyendo cada vez menos en su base y aumentando la desigualdad. Nuestros estudios [3] muestran que esta transformación es una evolución inexorable de todo sistema de reparto y sucede a pesar de las buenas intenciones de algunos dirigentes. El aparato de reparto crece hasta absorber todos los recursos dentro de sí mismo. 5. Otra consecuencia (confirmada por la historia de las modalidades mencionadas) es que, cuando el sistema de reparto se ha transformado en uno de apropiación, se vuelve cada vez más exclusivo, deja afuera a más y más parte del pueblo. El gobierno que lo comanda, acusado de corrupto, queda en peligro de caer. Si es sustituido por un nuevo sistema de reparto de distinta gente y de igual carácter rentista, queda condenado a igual evolución. No puede resolver el problema de la pobreza. 6. Por último la otra característica básica es su absoluta dependencia del consumo petrolero mundial. Si se desarrollaran fuentes de energía alternativas todo el sistema decaería o colapsaría. La historia de casos semejantes muestra que es peligroso depender de un atraso científico particular. Este suele ser transitorio. Y el parasitismo no se tolera mucho tiempo. 7. Las oscilaciones del precio petrolero producen ciclos: gran reparto que se construye en las subidas y endeudamiento estatal y devaluación para proseguir el reparto en los descensos. No hay aquí espacio para discutir las consecuencias sociales y políticas del rentismo distribucionista. Los más notables son: Arbitrariedad en los proyectos y trabajos que se desarrollan; pugnacidad política (si tu recibes más yo recibo menos); irrespeto a la propiedad (se supone mal habida); despilfarro, el país no quiebra aunque la política económica sea arbitraria e ineficiente; corrupción generalizada, inevitable en los sistemas de 22

reparto; productividad baja pues se recibe mucho dando poco; centralización política, que facilita la apropiación al repartir y dificulta el control por los de la base de la pirámide. No todo es negativo. Han habido progresos notables en educación, salud, obras públicas, instituciones, investigación y hasta 1992 en la producción privada. Han habido también intentos de descentralización (1992-1998). Todos estos progresos han estado subordinados a proyectos de reparto que los distorsionan. Lo más grave es que todo ese progreso en instrucción y desarrollo empresarial no ha logrado una economía independiente. Cuando el desarrollo producido ha sido suficiente (la llamada siembra de petróleo) ni los receptores de la renta ni sus distribuidores han sido capaces de pasar a la etapa de cosechar lo producido mediante un proceso de selección y exigencia que acompañe, cada vez más rigurosamente, al reparto y la protección. Sembrar sobre lo sembrado arruina las posibilidades de una economía independiente. Tampoco puedo extenderme aquí en las salidas de esta situación recurrente. Se trata de desmontar el sistema de reparto y lograr flexibilidad tecnológica. Implica un esfuerzo de todos y a largo plazo para irse autoeducando, ir reduciendo el parasitismo petrolero y el distribucionismo clientelar. Es esencial que todos vean la realidad de esta trampa en que han caído y sus peligros. Ver que el ingreso petrolero no basta, aunque se duplique, para mantener a todos ni siquiera a un nivel miserable y que ese ingreso bajará a largo plazo mientras la población crece. Hay que ver que toda dádiva o protección debe dignificarse exigiendo por contrato una contrapartida en producción y capacitación. Hay que acercar el pueblo a los que toman las decisiones, alentando las iniciativas mediante la participación, la información y la descentralización. Recuperar los talentos y capitales emigrados y excluidos dándoles oportunidades de trabajo e inversión. Controlar a la empresa estatal petrolera desde afuera mediante la competencia con otras nacionales y extranjeras. No controlarla lleva al autoritarismo de sus gerentes. Subordinarla al Estado para extraer la máxima renta lleva a su degradación en una productora de crudo contratadora de transnacionales. Activar y proteger la economía privada, pero exigir, por contrato, productividad y exportaciones. Integrar las empresas grandes con redes de empresas menores. Comenzar la diversificación de exportaciones sin tener en cuenta las imposiciones del FMI y la OMC. Tomar conciencia de que en el mundo ya existe la era del conocimiento. Nuestro futuro dependerá de lo que sepamos en cantidad y calidad. Abandonar la pelea política. Todo debe hacerse sin excluir a nadie. Al país no le sobran recursos humanos y la recuperación requiere de la dedicación, capacitación y acuerdo de todos.

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El consumo como política que produce bienestar y a la vez genera pobreza La pobreza y la gobernabilidad en América Latina son temas de obligatoria reflexión hoy en día , sobre todo donde ésta ha crecido escandalosamente en los últimos años , dejando estragos que han sido ignorados por falta de sensibilidad o de ética , pero que aun así por razones políticas no se deben perder de vista. Se define a la pobreza como la carencia de lo necesario para el sustento de la vida. Dependiendo de la concepción que se tenga de la pobreza, se han producido métodos de medición, que describen el fenómeno desde distintas ópticas, con bastante frecuencia sin entrar en explicaciones sobre las causas o asomando explicaciones superficiales. La pobreza es un fenómeno complejo y multidimensional, pero tiene a nuestro juicio una causa estructural: la desigual distribución de los ingresos del estado. El Banco Mundial, CEPAL citado por Romero (2002), define a la pobreza como la carencia de recursos materiales para tener condiciones de vida que la sociedad considera básicas. Otros autores van más allá e incorporan "carencia de capacidades". La pobreza puede descomponerse en cada lugar en diversos factores (algunos relacionados directamente con la desigualdad, otros no tanto) que funcionan como una especie de polinomio y que van desde lo estrictamente individual a lo global o viceversa. Desde esta última perspectiva, podemos considerar el empobrecimiento como el resultado de un sistema (el sistema mundial) cuyos procesos están formados, a su vez, por subsistemas desiguales entre sí (Estados, multinacionales, organizaciones) que, a su vez, actúan como sistemas para ulteriores subsistemas desiguales (clases, grupos, instituciones) y así sucesivamente hasta alcanzar el nivel del sistema de la personalidad. El crecimiento económico no es necesariamente re-distributivo, ni necesariamente alivia la pobreza. Pero una efectiva intervención estatal puede hacer que sus frutos se distribuyan mejor entre los diversos grupos sociales, aminorando la pobreza y reduciendo la concentración del ingreso. El bajo crecimiento económico, en cambio, aunque reduzca la concentración del ingreso, genera más pobreza, agravando todos los males de la sociedad. Dicho pues de manera convencional: el crecimiento económico es condición necesaria, más no suficiente, para la lucha contra la pobreza. Aquellas políticas 24

que, buscando mayor equidad, pongan en riesgo el crecimiento, producen un balance neto negativo, en lo relativo a la equidad: los efectos re-distributivos que producen se ven más que compensados por los devastadores efectos del bajo crecimiento, y hunden a la sociedad en un círculo vicioso de bajo crecimiento y pauperización. Es un hecho real que estamos inmersos en una economía crecientemente globalizada, que está cambiando las formas de hacer negocios e interrelacionarse en el mundo. El desarrollo del Internet, el abaratamiento relativo de las comunicaciones y la reducción de los costos de transporte han ocasionado un crecimiento sin precedentes de los flujos de capitales y de comercio de bienes y servicios. A veces, por ignorancia y otras veces por motivaciones políticas, los gobiernos que procuran el desarrollo distribuyendo mejor la riqueza por medio de la Inversión Social son llamados "populistas". Las políticas sociales pueden producir, en amplios grupos humanos tradicionalmente excluidos de la sociedad capitalista, la magia de convertirlos, además de consumidores, en ciudadanos, en actores sociales productivos y en promotores de proyectos de toda índole. El tema de la pobreza y la gobernabilidad en Venezuela hoy en día es bastante complejo, en mi opinión; este es un país que ha roto con todos los esquemas explicativos, su análisis requiere de enriquecimiento teórico que está por construirse. La República Bolivariana de Venezuela es un país con abundante recursos, incluso ingentes yacimientos de petróleo que eran el pilar de su economía, se ha visto sacudida en los últimos decenios por episodios de inestabilidad política, crisis económicas y profundas divisiones en la sociedad; sufre un empobrecimiento progresivo de su población ya que los largos años de retroceso económico agravan terriblemente la pobreza, que tiene raíces tradicionales e históricas. La pobreza y extrema pobreza es un fenómeno que tiene muchas dimensiones, por lo que no existe una única manera de definirla, la mayor parte de las veces, se ha definido la pobreza como la incapacidad de una familia de cubrir con su gasto familiar una canasta básica de subsistencia. Este enfoque metodológico clasifica a las personas como pobres o no pobres.

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