Ensayo Sobre La Identidad Dominicana

Instituto Tecnológico de Santo Domingo INTEC Área de Ciencias Sociales y Humanidades Procesos Socio-Históricos Dominican

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Instituto Tecnológico de Santo Domingo INTEC Área de Ciencias Sociales y Humanidades Procesos Socio-Históricos Dominicanos CSG-203

Maestra: Reina C. Rosario Fernández Sección: 07. Practica No: 4. Proyecto: Ensayo Tema: Identidad Dominicana. Día de entrega:

martes 28 de junio 2011.

Valoración:

15 ptos.

Presentado por: Katherine Jiménez Matos. Estudiante de: Economía. Matricula:

2010-0349.

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Ensayo sobre la Identidad Dominicana Por Katherine Jiménez Matos ____________________________________________________________________ __ Antes de abarcar el tema como es debido, es necesario que analicemos una palabra que resalta dentro de este material, “identidad”. Según su etimología basándonos en la lengua matriz, el latín se le conoce como identĭtas, -ātis, que, a su vez, es un derivado artificial de idem, ‘el mismo’, según el modelo de ens, ‘ser’. “Identidad” es un término que no solo representa o idea lo que somos sino también de donde venimos y que es lo que nos forma. Precisamente por eso se representa el tema como “identidad dominicana” porque es lo que hasta el sol de hoy somos y en lo que incluso nos hemos tras la historia, moldeando. Carlos Andújar menciona en su articulo “LA IDENTIDAD DOMINICANA Y SUS FANTASMAS” una frase que me causó interés, y fue la siguiente:

“Identidad no es solo historia y cultura. También esta constituida por ideologías que privilegian determinados valores en detrimento de otros. Aquellos aspectos que no se quieren asumir como parte de la identidad que constituyen los fantasmas que nos rodean” Este párrafo me hizo comprender que identidad no es solo lo que se va moldeando y nos convierte en quienes somos sino también en lo que luego con el paso del tiempo se refleja en el comportamiento de la sociedad, los cambios, los rechazos y discriminaciones a lo que realmente somos o de donde provenimos. Por ello es sumamente importante resaltar que somos, como sociedad, una raza muy compleja, por lo tanto debemos de retomar un pequeño instante de historia, recordarnos de nuestros nativos tainos, los conquistadores de piel blanca y sus esclavos negros, que representan la primera muestra de

que somos una combinación única alrededor del mundo, que somos una raza, por CONT.

decir, multicolor, no solo reflejado en el color de piel, sino también en nuestras costumbres, así como actitudes artísticas, culinarias, religiosas, sociales, entre otras. De allí florece el mestizaje y nace la palabra “dominicana”, las innumerables gamas de una misma sociedad, acompañados de fuertes momentos que eclipsaron nuestro presente: La Independencia de 1844 en busca de la emancipación dominicana luchando en contra del pueblo hermano, la Republica de Haití que luego ya en la Restauración del 1863 sirvieron como soportes para tantos hombres dominicanos que defendían a su país como suyo y de los suyos, y que ya no debía pertenecerle a ninguna potencia por mayor que sea esta. Incluso la migración haitiana en la Era Trujillista (1930-1961), la cual se trató de evitar mediante la Masacre de Perejil, que se llevó la vida de mas de 15,000 haitianos, mostrando un lado bastante sombrío y superficial de aquel “Jefe” que tenia ideales hitlerianos de purificación de la sociedad de aquel entonces, momentos en que incluso se vio fluida la discriminación hacia individuos de piel oscura de nacionalidad dominicana. Tal como explica Josefina Zaiter, en su articulo de titulo “PENSAMIENTO SOCIAL E IDENTIDAD NACIONAL DOMINICANA”, resulta mas interesante analizar y entender como la sociedad de hoy se olvida, o mas bien, niega su propia identidad. Y eso somos, momentos en la historia en donde tantas veces razas colaboraron para formar la nuestra. Pero como explica Andújar, exponer la identidad dominicana podría llegar a ser un trabajo interminable, ya que habría que cubrir el aspecto psicológico, cultural, social e incluso el personal, por lo tanto debemos de enfocarnos en el comportamiento que hoy atenta en contra de la identidad dominicana, un comportamiento sumamente variado llevado a cabo por su propia sociedad. Que veremos a continuación:



El Alzheimer que rodea la influencia negra en nuestra cultura.

Uno de los comportamientos mas transparente de la sociedad dominicana hoy en día es el rechazo a la existencia o a la relación primogénita que tiene nuestra cultura con la cultura negra, la dificultad que enfrenta un CONT. pueblo para asumir su origen como suyo, como tal, la cultura negra fue como mencionamos anteriormente un factor determinante en la creación de nuestra identidad desde un comienzo de la historia de la isla a la que pertenecemos. Podríamos atribuirle este comportamiento a las ideologías que yacen en lo más abstracto de la sociedad de nuestro país, la marginación del negro, la confusión o relación de lo negro con lo haitiano, o como algo que no pertenece en ningún aspecto a lo que somos hoy. La discriminación del origen negro de nuestra raza mulata es absurda, llegando incluso a presentarse en la sociedad con bastante efusión, cuando las personas que dirigen a nuestra nación sirven como ejemplo de dicha discriminación que lleva el pueblo como una insignia indirecta que se representa en las elecciones incluso, cuando nunca hemos tenido en toda nuestra historia un presidente de color. Hoy esa discriminación, ese asqueo a la verdad de que nuestra cultura esta plagada de remanentes negros, en nuestra herencia espiritual, en la artística, donde muchas danzas tradicionales se derivan de vertientes de la cultura negra. Incluso podríamos considerar esta conducta no ajena a la historia, ni como un fenómeno reciente, de alguna u otra forma, esos episodios en los cuales nuestra nación hermana, Haití intento ocuparnos mucho antes y después de la independencia de 1844 tiene mucho que ver en este rechazo superficial, tratando siempre de buscar como diferenciarnos de nuestros hermanos. Eso podemos evidenciarlo como una continuación de la misma conducta dentro del tema de la migración haitiana que subió a hito últimamente luego del terremoto ocurrido el 12 de enero del año pasado en Haití, en el que la misma sociedad dominicana emitía un signo de negación, y repugna al hecho de que muchos ciudadanos haitianos desprevenidos de ayuda y bajo plena desesperación ante un impacto social, económico seguido de una inestabilidad política ante las elecciones

presidenciales que se avecinaban de alguna manera u otra, en un claro mal momento, buscaban un mejor horizonte al emigrar a nuestro país de manera ilegal. Las razones que llevó a que la migración haitiana ha ascender durante el resto del año fueron motivos para que se produjeran muchos argumentos sobre la seguridad fronteriza, la puesta en peligro de la “identidad dominicana” dándole entrada a una raza que CONT. profundizaría el mestizaje. La discriminación del dominicano se representa de manera psicológica, y común, que es lo que convierte a esta conducta en una amenaza para resolver el conflicto de identidad que aguarda en nuestra cultura de hoy porque se ha visto afianzada por los años, y darnos cuenta que este problema no es solo alguna acción que se resolvería con el simple fomento de la riqueza negra y efectiva que forma el mestizaje, estamos hablando de una transformación ideológica-psicológica en la cual se debe de plantear una reeducación hacia las raíces negras, sean estas africanas o haitianas, como componentes base de la identidad dominicana y su esencia. • Todo lo extranjero como lo atrayente e ideal. De hecho otro conflicto que afecta de una forma directa y altamente preocupante, no solo por el desprecio que representa a nuestra propia identidad sino también a la ideología o el sentimiento de admiración e incluso el querer adoptar la identidad de potencias extrajeras. Seamos honestos, somos una población maltratada por cada gobernante que ha desfilado en el Estado, la mala administración, las continuas contiendas de gabinete elitista, seguidas por actos de nepotismo, dejando al aire la pobreza extrema y su incesante pero trágico subdesarrollo, acompañado de la gran falta de interés en lo que un pueblo en este nivel, poniendo el ahora como ejemplo, necesita. Muchas personas que han tenido la gran suerte de emigrar a otros hemisferios o rincones del mundo se sorprenden, comparan y concluyen con que aquellas “tierras maravillas” tienen lo que quizás en su país de origen no se les ofrece. De allí surge esa admiración, esa ideología en la que plantean al mundo exterior como algo moderno, con mejor calidad de vida, con mejor oportunidades, en donde la gente tiene la

creencia de que se es mejor persona por solo vivir o ser parte de esa nación extranjera, esto nos lleva a rechazar muchas veces de manera simbólica todo lo que nos conforma y nos hace dominicanos hoy en día. Y el asunto no solo esta en que la sociedad admire la cultura extranjera sino que llega a justificar y a obviar que esta precisamente también tiene sus aspectos negativos. Tomemos por ejemplo a alguna persona de clase baja, que al viajar a los Estados Unidos, conocido entre muchos como el CONT. “sueño americano”, se maravilla y su primera y ultima impresión al salir de allá es “que es un paraíso”, que todo allí es “organizado, perfecto”, “toda la gente vive bien”, “hay trabajo”, “te dan posibilidades y ayudas para la familia”, “la seguridad ciudadana”, “la equidad”. Estos son solo espejismos alimentados muchas veces por la ignorancia; He tenido la gran suerte de discutir muchas veces con personas que guardan un punto de vista similar al anterior y es como si ahora sobresalieran todos los puntos nocivos debido a la recesión económica que estamos enfrentando a nivel global. Pero esta actitud de veneración por lo extranjero no mejora ante la presencia de la recesión y el aspecto que esta le da a las grandes naciones hoy afectadas incluso a un grado inimaginable, ya que se debe encontrar los semblantes negativos a pesar del mal momento financiero mundial. Todas las sociedades del mundo tienen desmejoras, recordemos que pertenecemos a un mundo de potencias chicas y grandes, ricas y pobres, desarrolladas y subdesarrolladas, pero ninguna superior a la otra en su cultura, costumbre, eso es algo que no se puede medir. Tanto nuestro país como otras naciones como la estadounidense, tienen discrepancias en los que a aspectos económicos, políticos y sociales se refiere, ventajas y desventajas que nos impiden ser como otras naciones, pero no por ello somos menos que las grandes potencias, somos una de pocas islas independientes en ambos lados (Republica de Haití y Republica Dominicana), somos una de pocas naciones con una confección de raza mixta y compuesta por otras, que compone todo lo que somos culturalmente, y al rechazar muchos aspectos que representan alguna característica de nuestra tierra, rechazamos lo que somos. Por eso hay que considerar necesario siempre resaltar lo nato de nuestra esencia

dominicana, ver las maravillas que existe en ella primero que en todas las demás culturas o sociedades a nuestro alrededor, claro que tampoco debemos elogiar de manera objetiva recordemos que toda sociedad y país tiene sus vulnerabilidades y malos atributos así como las naciones que infantilmente muchas veces admiramos, por su grandeza o historia, tenemos que recordar que en esta porción de isla hay momentos y personajes que de ser contados de la manera correcta y ser guiados a través de la historia como debería nos daría regocijo y melancolía no haber pertenecido a esa época de un ideólogo como Duarte, un luchador

CONT. infalible como Luperon, un catorcista en plena Tiranía, un compatriota en la ocupación del 1965 al lado de Caamaño de Ño, y ver, vivir y sentir el instante, la responsabilidad, el ideal, el sueño, la sed del pueblo y su búsqueda incansable por el bienestar y el pertenecer quisqueyano, puede que eso haya sonado un tanto poético o incluso trillado pero esa es la verdad, desde mi punto de vista hoy, hasta este momento mi experiencia sobre la historia y la manera en que la he conocido hasta este grado de tiempo, me hace valorar mas quienes somos, y de donde venimos y los grandes hombres que nos representan y que muchas veces ignoramos por miedo al aburrimiento y esas partes del pasado son las que hay que analizar y apreciar porque todos y cada uno de esos intervalos de tiempo en la historia muestra una o varias características especificas de un hecho o de una figura heroica que nos haga pensar en el orgullo y acato que les debemos, somos orgullosamente dignos de decir que en esta nación se ha luchado, se ha enfrentado y se ha salido victorioso con mucho esfuerzo y esmero de identidad, una identidad que no puede desvanecerse ante ninguna otra, sin importar las circunstancias políticas o económicas que estén por delante.

• La identidad castigada por la realidad individualista. Un factor tan importante como este genera el mismo comportamiento de rechazo a lo que somos, es la insuficiente unión y cooperación por

parte del pueblo con las personas que el elige para regir a su país. El distanciamiento entre la conexión de una nación, trabajando todos y para todos se aleja, y se va formando una idea negativa, una perspectiva que separa al pueblo dejando en claro mas discrepancias que similitudes, que son aquellas las que nos hacen comportarnos como una unidad, un todo, en un “gestalt”, según la Psicología Social. La falta de compromiso del pueblo por el bien del país, se ve afectado primeramente por la falta de interesa colectivo de las instituciones y organizaciones que se encargan de administrar y desglosar cada órgano funcional del Estado, en bienestar del pueblo y del gobierno mismo. Esto nos lleva a entender que no solo hay prejuicios económicos o políticos de CONT. por medio, esto es un carácter subjetivo. Nuestra identidad nos ha demostrado con el paso del tiempo lo fuerte que ha sido el pueblo ante las necesidades que lo auguran, la defensa de su propia identidad y la urgencia de compromiso de la sociedad con el Estado mismo. Recordando que todos somos piezas claves para que nuestra identidad se mantenga intacta de forma armoniosa. Muchas veces esto también se refleja en la conducta de individualismo que posee actualmente nuestra sociedad, es sencillamente deprimente, ver como dentro de nuestro propio sentir de pueblo nos subdividimos y buscamos la manera de sonsacar nuestro bienestar a costa de otros, en contra de otros y por encima de otros, un comportamiento individualista, objetivo y dañino, esto forma parte del repertorio en donde nadie tiene esa voluntad solidaria en donde nace la unión y asi la identificación de una sociedad por si misma, por sus acciones y fundamentos en vínculo buscando y persiguiendo la misma meta, Como sociedad esa es una de las dogmas mas efectivas para reivindicar de fortaleza la identidad cultural e histórica de una nación. Sin embargo tenemos que entender que este individualismo, de “cada quien se las arregla como puede”, se ha vuelto una conducta, una forma de vida, una moraleja dominicana y un mal chiste, porque al final de todo, a pesar de la gran dificultad que nos presenta para ser removida de la conciencia y actitud del dominicano, es una condición universal,

que se presenta en distintos niveles, en un mundo competitivo y depredador como el de hoy, pero esto no nos debe abstener de sentir responsabilidad entre nosotros mismos y por los demás, empezar a vernos como lo que deberíamos ser en realidad, una sociedad conjunta, pueblo y estado en busca de perpetuar la identidad, siguiendo un solo objetivo en común es así como podemos recobrar lo aun no perdido sino simultáneamente olvidado. • Cambio o reconstrucción de la identidad dominicana. Como todos los demás países del globo, nos vemos obligados a sentirnos afectados por la tecnología, la era de modernización, los nuevos estándares adoptados por la sociedad, las modas que las rodean. Somos una especie que tiende a verse afectada a los cambios con muchas otras, CONT. diferenciándonos siempre de la capacidad de razonamientos que otras especies no poseen, por ello, es necesario analizar el verdadero efecto que surge la nueva era del siglo XXI en nosotros, en nuestro comportamiento y como nos vemos a nosotros mismos a través de ella, esto podría llevarnos a crear conflictos mas serios dentro de nuestra deteriorada y amnésica identidad. Muchos de estos fenómenos mundiales, un ejemplo es el gran desarrollo tecnológico que acapara parte de esta era y de nuestra historia, puede de manera ignorante aceptarse como una influencia que desplaza y maquilla la superficie de nuestra identidad. Una vez más reitero, y es necesario, que la identidad se lleve hacia las mentes de hoy para un mañana, no como lo que somos sino de donde venimos, porque son las raíces de la historia dominicana las que nos han permitido hoy ser lo que somos, con todo y conflictos de determinación de la misma. Es cierto que la modernización nos aflige de forma inevitable, sin embargo, el grado en el cual nos afecta se ve reflejado hacia la gran falta de establecimiento de una identidad social, cultural e histórica misma, única. Quizás sea el factor de nuestra inconstancia de identidad la que nos permite ser semi-moldeados y confundidos. Tecnología no es parte de una identidad, forma parte del desarrollo de una sociedad, que debe de identificarse para impedir ser manipulada por medios externos a ella, con tanta facilidad.

Para concluir finalmente con mi exposición, quisiera plantear algo muy interesante y llamativo, y es que quizás esa es nuestra identidad, nuestra identidad se trata de resolver las lagunas sociales-mentales que yacen en la historia y en nuestro presente, quizás esta lucha por vencerlas sea parte de ella y nos refiera a ella. En mi autoconcepto de la palabra, identidad, para no ser confundida o tildada, debe de entenderse de que hablamos de “origen”, el “de donde provenimos” mas que lo que somos, “ser” es un verbo muy amplio, la raíz de nuestra existencia a través del tiempo es la que nos lleva a “ser”, por lo tanto reitero que identidad debe referirse a nuestros umbrales históricos, y transportarlos de la manera debida para que nosotros y los futuros ciudadanos de esta nación tengan un aprecio por sus orígenes culturales de manera equitativa, alejando ideales de pesimismos e individualismo producto de las perspectivas “de esperanza” sobre otras naciones hermanas, de la realidad económicaCONT. catastrófica que vivimos hoy en día y de los prejuicios que hemos efectuado a través de ellas.