ENSAYO SOBRE EL CORONAVIRUS

CORONAVIRUS Los virus y bacterias no son más que elementos surgidos de la evolución de plantas y animales a través de la

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CORONAVIRUS Los virus y bacterias no son más que elementos surgidos de la evolución de plantas y animales a través de la existencia de la tierra, y aunque han influido en la diversidad biológica al contribuir con las especies en la adaptación al medio ambiente, también son causantes de múltiples enfermedades, de varios niveles de gravedad en todas las especies vegetales, animales y del hombre. En el presente ensayo se tratara el tema del coronavirus desde el punto de vista meramente biológico y médico. De acuerdo a Leguía y otros (2020), en la localidad de Wuhan – China, durante el transcurso del mes de Diciembre de 2019, en varios hospitales se tenían un gran grupo de pacientes con diagnóstico de neumonía cuya causa era indeterminada pero en ese momento la relacionaron con un mercado mayorista de mariscos asentado en la localidad mencionada. Una vez realizadas investigaciones a nivel molecular, se determina la existencia de un betacoronavirus que ya era conocido a través de la utilización de la secuenciación genética, mediante la utilización de las células epiteliales existentes en las vías respiratorias humanas, se logra aislar el nuevo coronavirus mutado que fue bautizado como SARS-CoV-2. En referencia a los brotes epidémicos causados por coronavirus, Cuestas (2020) indica que se tienen contabilizados un total de tres que son: a.- El SARS-CoV causante de una patología respiratoria grave llamada SARS (nombre abreviado del termino en inglés “Severe Acute Respiratory Síndrome”), se reportó en el año 2002 en China afectando más de 7000 personas en 30 países distintos, ocasionando 700 muertes implicando una mortalidad aproximada del 10%. b.- El MERS-CoV (abreviatura de Middle East Respiratory Síndrome), el cual provoco el síndrome respiratorio del oriente medio, apareció en el año 2012 con 2400 casos reportados y más de 800 fallecidos con una mortalidad estimada del 35%. c.- El actual 2019-nCoV (aparentemente el más letal por su rápida expansión), con origen animal con posterior contagio al hombre con una mortalidad (hasta ahora) calculada en un 2%. Es de aclarar que los coronavirus, como lo explica Bonilla y otros (2020) así llamados por su aspecto parecido a una corona con superficie que tiene protuberancias tal y como se muestra en la Figura 1, son parte del genero Betacoronavirus que, a su vez, pertenecen a la familia Coronavirinae, del orden Nidovirales, y están estructurados por ácido ribonucleico (RNA), esto último les da la ventaja de una mayor capacidad de adaptación, esto viene dado por la mayor cantidad de errores que produce la polimerasa especializada en la tarea de su replicación. Los coronavirus provocan infecciones respiratorias desde el resfriado común hasta enfermedades respiratorias graves como las ya mencionadas. La particularidad que el coronavirus 2019 (el de más reciente aparición) tiene sus genomas diferente a los conocidos hasta ahora, por lo que aún no tiene tratamiento específico para la neumonía que causa.

FIGURA 1. Aspecto del coronavirus. Mendoza y otros (2020) señalan que, de acuerdo a lo indicado en la última clasificación del Comité Internacional de Taxonomía de Virus, existen cuatro tipos de géneros de coronavirus que son α-, β-, δ- y γ- lo cuales abarcan 38 especies únicas en la subfamilia, los mamíferos son los principales infectados por los donde los CoV α y β mientras que los CoV γ y δ atacan principalmente a las aves. Otra clasificación es la siguiente: 1. Alfacoronavirus: Mejor conocido como Coronavirus Grupo 1 (CoV-1), que posee con 12 subgéneros y 17 especies. 2. Betacoronavirus: Identificado anteriormente como Coronavirus Grupo 2 (CoV-2) con 5 subgéneros y 11 especies. 3. Deltacoronavirus: Cuenta con 4 subgéneros y 7 especies. 4. Gammacoronavirus: Dividido en 2 subgéneros y 2 especies En esta última clasificación, los Alfacoronavirus y Betacoronavirus usan a los mamíferos (principalmente los murciélagos) como huésped y los Gammacoronavirus abarcan los coronavirus que tiene como huésped a las aves. Su identificación, fue anunciada el 11 de febrero del 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS) informa el nombre oficial de la enfermedad que provoca el nuevo coronavirus 2019, su nombre es enfermedad del coronavirus 2019, el mismo es abreviado como COVID-19, en el cual “CO” corresponde a “corona”, “VI” abrevia “virus” y “D” a “disease” (que en inglés es “enfermedad”) es de señalar que anteriormente a esta denominación, se le llamaba “nuevo coronavirus 2019” o “2019-nCoV”. La OMS, tiene registradas e identificadas (incluyendo el aquí tratado) siete cepas de coronavirus humanos (HCoV) las cuales son: 1.- Coronavirus humano 229E (HCoV-229E). 2.- Coronavirus humano OC43 (HCoV-OC43). 3. - SARS Co-V. 4. - Coronavirus humano NL63 (HCoV-NL63, New Haven coronavirus). 5.- Coronavirus humano HKU1. 6.- Síndrome respiratorio por coronavirus de Oriente Medio (MERS-CoV).

7. Wuhan coronavirus (2019-nCoV), también conocido como nuevo coronavirus 2019/2020 (neumonía Wuhan). Arteaga y Rodríguez (2020), dicen que en lo que se refiere al diagnóstico, las pruebas de imágenes, que clásicamente se utilizan para el diagnóstico de la neumonía y sus complicaciones asociadas son la radiografía de tórax y tomografía axial computada, sin embargo, en los pacientes afectados por el nuevo coronavirus, las pruebas iniciales de tomografía de tórax simple ya mostraban vistas anormales, los que consistían, por lo menos al inicio, en patrones de neumonía viral bilateral a expensas de consolidación lobar múltiples y segmentarias, opacificaciones en vidrio esmerilado. En revisiones posteriores se nota una mejora del patrón pero manteniendo las opacificaciones en vidrio esmerilado con resolución de consolidaciones iniciales. En pruebas de laboratorio, los pacientes contagiados se observan una variante en el recuento de glóbulos blancos ya que presentan, en su mayoría, leucopenia, leucocitosis y linfopenia, siendo esta última la más común. Igualmente se han observado altos niveles de aminotransferasa. Otra característica detectada es que, cuando el paciente es ingresado con neumonía, muestran normalidad en el nivel de procalcitonina sérica, pero cuando se agravan y son pasados a cuidados intensivos, el valor que presentan es anormalmente alto. Por lo anterior se pudo determinar que las infecciones respiratorias surgidas en la provincia de Whan, fueron causadas por el nuevo coronavirus COVID-2019, que tiene características. similares a la del SARS, en el sentido de que se une al las células del hombre usando el ACE2 que existe en las células bronquiales, por esta razón se presume que su huésped anterior eran murciélagos y que de alguna forma, haya pasado a algún huésped intermediario el cual no se ha identificado con certeza, pero basado en el material genético del COVID-2019 ha sido hallado en víboras, se cree que esta podría haber sido una de las vías de contagio hacia el ser humano. “Igualmente se ha comprobado que el paso de humano a humano, lo hace de forma parecida al SARS lo que facilita su dispersión por el mundo” (Alvarez y Colmenarez, 2020). . Ahora bien, aunque el COVID-2019 presenta una mortalidad más baja que el SARS y EL MERS (aunque su expansión es mucho mayor), Bonilla y otros (2018) indica que se debe tomar en cuenta que el virus puede mutar (por errores y cambios en el sitio ORF8) incrementando su nivel de mortalidad en futuras fases de la pandemia. Sobre la capacidad de infectar al hombre, se puede decir que el coronavirus 2019-nCoV, como todos los de su especie pero de forma más eficaz y letal, se dividen en partes con funciones muy específicas, una de las relevantes es el llamado dominio de unión al receptor (cuyas siglas en ingles son RBD) que tienen la función de permitir su adhesión a la célula huésped. Para que adhesión se dé en forma eficaz, debe existir un receptor en la célula huésped, como este último no tiene la misma composición en las especies, la variación del RBD hace que el virus halle un sitio celular para unirse a especies nuevas, en esto radica su gran ventaja, ya que no solo posee el mecanismos evolutivo adaptativo clásico como lo es la mutación (que en su caso es positiva), sino que además disponen de un mecanismo llamado recombinación el cual consiste en que el virus tiene la

capacidad de intercambiar partes de su genoma para adaptarse al nuevo requerimiento. Como consecuencia de lo anterior, el genoma de ARN al replicarse forma una cadena de poliproteína en la cual las proteínas están firmemente unidas, sin embargo, los coronavirus poseen una proteína no estructural cuya función consiste en separar las proteínas de la cadena lo que es una manera en que el virus establece una forma de economía genética, esto le da la ventaja de codificar una gran cantidad de genes con un número proporcionalmente bajo de nucleótidos. Ahora bien, Ramos (2020) explica que como la acción patógena de todo virus depende del animal que logre infectar y del tejido afectado, en el hombre solo es capaz de entrar y alojarse dentro de las células epiteliales respiratorias lo cual hace por contacto de la espícula de la cápside viral con sus receptores en la célula hospedadora, de esta manera por medio del proceso de endocitosis, los viriones penetran al citoplasma. Bajo el microscopio, las células enfermas muestran un aspecto vacuolado, con los cilios dañados y con capacidad de formar sincitios. Esto último activa la producción de mediadores inflamatorios, lo que produce aumentos de las secreciones inflamando la zona y así da origen a las manifestaciones clínicas. Esto da cuenta de que aun siendo este nuevo agente similar a otros betacoronavirus, resulta diferente químicamente al SARS-CoV y del MERS-CoV, como ejemplo se tiene que el estudio del genoma del nuevo coronavirus, este se diferencia del SARS en más de 380 aminoácidos. Para el diagnostico sospechoso de la enfermedad COVID-19, Valenzuela (2020) señala que se tienen dos opciones: Opción 1: La persona presenta una patología conforme a la de una infección respiratoria aguda con los siguientes síntomas presentados de manera súbita: tos, fiebre, disnea en cualquier nivel de gravedad, además de esto en los 14 días a la aparición de los síntomas mencionados cumple con alguno de los criterios de posible contagio siguientes: Historia de viaje a áreas con evidencia de transmisión comunitaria, historia de contacto estrecho con un caso probable o confirmado. OPCIÓN 2: Toda persona que es ingresada en la urgencia hospitalaria (o que ya esté hospitalizada) que presente un cuadro clínico de infección respiratoria aguda de vías bajas, esto combinado con la observación radiológica de: Infiltrados bilaterales con patrón intersticial o en vidrio deslustrado o infiltrados pulmonares bilaterales alveolares compatibles con SDRA, infiltrado unilateral multilobar con sospecha de etiología viral. Aunque no hay un tratamiento específico, como ya se dijo y por las razones expuestas, la OMS recomienda: a.- Iniciar de forma precoz, el tratamiento de soporte a los pacientes que presenten síndrome de distrés respiratorio del adulto (SDRA), dificultad respiratoria, hipoxemia o shock. b.- Administrar antimicrobianos empíricos para tratar los posibles agentes etiológicos del SDRA. c.- Administrar un inhibidor de la neuraminidasa sólo cuando haya circulación local del virus de la gripe u otros factores de riesgo para gripe.

d. No administrar corticoesteroides sistémicos de forma rutinaria para el tratamiento del SDRA o de la neumonía viral fuera de los ensayos clínicos. 5. El tratamiento debe ser adaptado a las condiciones de cada persona y sus comorbilidades.

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