• Author / Uploaded
• Luisa Molina

Citation preview

ENSAYO Actualmente poseemos una cultura de riqueza solo de valor monetario, al contrario de esto la historia de Padre Rico, Padre Pobre nos enseña que está en nosotros el ver nuestra perspectiva de vida de una manera positiva y no facilista como de una u otra manera se piensa. En nuestra vida encontramos un paralelo en sentido figurado de optar el ejemplo de un padre rico o un padre pobre. Podríamos decir que el papa pobre es quizá aun más valioso que el papa rico. Sencillamente porque el papa pobre es quien tiene todos los conocimientos y ha llegado a un alto nivel académico y el papa rico es aquel que llego hasta solo octavo grado y aun así a pesar de no tener dinero o estar en el fracaso se expresaba como si tuviera una gran fortuna. El padre rico es quien ambiciono y logro, y el padre pobre aunque fue a la escuela no aprendió cómo funcionaba el dinero y paso toda la vida trabajando por el, en cambio el padre rico aseguraba que el dinero trabajaba para él, mas no que él trabajaba para el dinero. Hoy en día la mayoría de personas trabajan por el dinero, acompañadas del miedo a fracasar en el intento de independizarse. En una escuela o en una universidad no nos enseñaran que el dinero debe trabajar para nosotros, esto solo lo aprendemos mediante conocimientos financieros y el empeño que coloquemos a las actividades que hagamos. Ahora, si nos dicen que no nos pagaran sino que trabajemos sin sueldo, lo haríamos? La riqueza no se obtiene fácilmente, la mayoría de personas abandonan en el intento, pero aprendiendo las lecciones de ambicionar y no quedarnos estancados podemos lograrlo. No podemos ser el tipo de personas que cada vez que la vida nos golpee entonces desistimos, no podemos pasar la vida teniendo fácilmente los logros, sino que debemos permitir que los golpes de la vida nos lleven a la solución. Seria satisfactorio pensar que fue mejor el intento de perder que no haber hecho nada por intentarlo. Es desear algo mejor, es dominar el poder del dinero, no podemos ser esclavos del dinero, no debemos ser esclavos bien pagados. La vida nos empuja a todos, está en nosotros el seguir luchando y no rendirnos.

Debemos trabajar usando el cerebro y así la mente es quien nos guía a ganar dinero de una manera más fácil. La clave para lograr la lección es no dejarse intimidar por los sentimientos ni dominar por el deseo ni por el miedo porque eso nos lleva es a solo trabajar por el dinero y no que el dinero trabaje por nosotros. No debemos ambicionar trabajar en una excelente compañía sino ser el dueño de una excelente compañía, es crear nuestra propia empresa. No debemos ser conformistas ni tener pensamientos mediocres si queremos ser verdaderamente ricos. Ciertamente como opina el padre rico: ser podre es eterno en cambio estar quebrado es algo temporal. Debemos afrontar las derrotas, no tener una actitud negativa sino ambicionar. Actualmente la mayoría de padres se expresan que es por los hijos o por sacarlos adelante que no poseen riquezas, expresión errada, porque si pensamos inteligentemente podríamos decir que ellos son nuestro motor y son la razón por quien se debe luchar y lograr ser ricos. En algunas ocasiones pensamos como el padre pobre, seguimos en la rutina de quejarnos; sin saber que deberíamos optar por la actitud de este padre rico de no renegar y siempre tener esas ansias de salir adelante. Debemos desear algo mejor, trabajamos por dinero pero la alegría que proporciona el dinero nos inclina a cada día tener más pensando que el dinero calma las almas atormentadas. Hay personas que tienen mucho dinero y se sienten esclavos de este, y quizá tienen más miedo que las personas que no lo tienen. Debemos recibir educación no basándonos solo en las calificaciones sino en el aprendizaje financiero, no debemos caer en la trampa del miedo y la ignorancia, porque son ellos quienes nos pueden tener atrapados. Es decir nuestro título universitario no debe caer en esa trampa. No debemos rendirnos ante las emociones como el miedo y la ambición. Los ignorantes debido al miedo viven buscando un empleo por un sueldo, donde el dueño del asno solo nos pone una zanahoria para tentarnos a estar allí esclavizados. En conclusión no debemos trabajar para el dinero, sino tener dinero trabajando para nosotros.