Ensayo Nubes Ardientes

ENSAYO NUBES ARDIENTES JUAN PEDRO BRAVO AGUIRRE COD 113008 UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA FACULTAD INGENIERIA Y ARQU

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ENSAYO NUBES ARDIENTES

JUAN PEDRO BRAVO AGUIRRE COD 113008

UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA FACULTAD INGENIERIA Y ARQUITECTURA PROGRAMA DE INGENIERIA CIVIL GEOLOGIA MANIZALES – CALDAS 2013 ENSAYO NUBES ARDIENTES

JUAN PEDRO BRAVO AGUIRRE COD 113008

EUGENIO DUQUE Profesor

UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA FACULTAD INGENIERIA Y ARQUITECTURA PROGRAMA DE INGENIERIA CIVIL GEOLOGIA MANIZALES – CALDAS 2013

El volcán nevado del Ruiz ha estado activo durante millones de años siendo un factor que ha generado cambios en el ambiente que lo limita, en general las erupciones de este volcán son de tipo pliniano lo que da origen a corrientes de gas caliente y roca denominado flujos piroclasticos los cuales han generado un sistema de preocupación en la sociedad ya que estos generan los denominados lahares que son flujos de lo do y escombros siendo una amenaza gigantesca a atenta contra la vida humana y el mismo medio ambiente como lo ocurrido el 13 de noviembre de 1985 cuando erupciono este y desencadeno un lahar que que enterro al pueblo de Armero. Está construido sobre el mismo basamento del Cerro Bravo, en la compleja intersección de cuatro grupos de fallas, donde las más significativas son Palestina y Termales Villamaría. Han ocurrido tres estadios denominados Ruiz Ancestral, Ruiz Viejo y Ruiz que incluyen la construcción y destrucción alternada de tres edificios, generando lavas, depósitos de flujos piroclásticos, de oleadas piroclásticas, de avalanchas de escombros, de piroclastos de caída y de lahares y domos. Sus productos son fundamentalmente andesitas de dos piroxenos, con variaciones a dacitas y andesitas basálticas. El volcán está cubierto por un casquete glaciar, su principal atractivo del los órdenes local hasta internacional,. con un volumen de hielo calculado en 1200 a 1500 millones de metros. Es el volcán de mayor atracción turística en Colombia; posee fuentes termales, fumarolas, rutas para escaladores en hielo, refugio, miradores e infraestructura turística. Además, hace parte del Parque Nacional Natural Los Nevados. El acceso al volcán se hace partiendo de la ciudad de Manizales, se toma la vía a Bogotá y en el sector conocido como el 8 o La Esperanza se desprende la carretera que conduce a la población de Murillo, de la cual se desprende un ruta en el sitio conocido como Brisas que llega hasta el borde de la nieve. Para ingresar al Parque Nacional Natural de los Nevados se requiere pagar una pequeña suma de dinero al Ministerio del Medio Ambiente, con el fin de darle mantenimiento y recuperación al Parque; así mismo hay que contratar un guía que acompañará y dará los comentarios pertinentes para desarrollar un turismo neta y exclusivamente didáctico y ecológico. Las nubes ardientes o flujos piroclásticos comprenden una masa seca y caliente de material de origen volcánico, compuestos de una mezcla de bloques, bombas, lapillis, cenizas y gases calientes, los cuales, dependiendo del fenómeno volcánico predominante, son referidos en términos de flujos de ceniza, flujos de pumita, flujos de bloques, nubes y avalanchas ardientes. Dichos materiales al ser expulsados en forma violenta por el volcán, se comportan como un fluido de baja viscosidad que se desplaza por la superficie del terreno, siendo su movimiento controlado por la energía inicial adquirida en el momento de la erupción: fluyen a altas temperaturas (100-800 grados C) y a grandes velocidades (100 a 300 km./hora): en los primeros kilómetros fluyen sin control topográfico y luego son encausados a lo largo de depresiones y valles de ríos. Los riesgos volcánicos asociados con flujos piroclásticos, implican asfixia, enterramiento, incineración y daño por impacto a causa de los fragmentos contenidos en el flujo. Este tipo de evento es el más peligroso y severo de los fenómenos volcánicos. Como es lógico, en la delimitación de las zonas con riesgos por flujos piroclasticos, se tomó como referencia el conocimiento

geológico que sobre este tipo de fenómeno se tiene en el área de influencia del volcán Nevado del Ruiz. Con base en las diferentes columnas estratigráficas levantadas hasta el momento se toman como erupciones tipo, de acuerdo a las áreas mínimas afectadas por ellos, las de 1985, 1595 y 6200 A. P. (Antes del Presente), con intervalos de recurrencia de 259, 400 y 6000 años respectivamente, correspondiendo en la actualidad a probabilidades relativas de ocurrencia de 57 , 29 , y 4 en el caso de presentar se una nueva erupción. Sin perder de vista la probabilidad de ocurrencia de flujos Sin perder de vista la probabilidad de ocurrencia de flujos piroclásticos en el volcán del Ruiz, la zona de mayor riesgo por este concepto comprende un área con radio de 10 Km. alrededor del cráter: se consideran dentro de esta misma categoría de riesgo, los cauces de los ríos Azufrado, Lagunillas, Recio, Gualí, Claro, y Molinos hasta una distancia de 20 km. a partir del cráter, en donde la altura de la nube formada por el flujo puede alcanzar hasta 100m. ( http://www.elnevadodelruiz.com/mapa-del-volcan-nevado-del-ruiz.html)

MAPA DE AMENAZA VOLCANICA DEL NEVADO DEL RUIZ

La tragedia de Armero fue un desastre natural producto de la erupción del volcán Nevado del Ruiz el 13 de noviembre de 1985 en el departamento de Tolima, Colombia. Tras sesenta y nueve años de inactividad, la erupción tomó por sorpresa a los poblados cercanos, a pesar de que el Gobierno había recibido advertencias por parte de múltiples

organismos vulcanológicos desde la aparición de los primeros indicios de actividad volcánica en septiembre de 1985.1 Los flujos piroclásticos emitidos por el cráter del volcán fundieron cerca del 10% del glaciar de la montaña, enviando cuatro lahares —flujos de lodo, tierra y escombros productos de la actividad volcánica— que descendieron por las laderas del Nevado a 60 km/h. Los lahares aumentaron su velocidad en los barrancos y se encaminaron hacia los seis ríos más grandes en la base del volcán. El pueblo de Armero, ubicado a poco menos de 50 km del volcán, fue golpeado por dichos lahares, muriendo más de 20 000 de sus 29 000 habitantes.2 Las víctimas en otros pueblos, particularmente en la localidad de Chinchiná, aumentaron la cifra de muertos a 23 000. Alrededor del mundo se publicaron tomas de vídeo y fotografías de Omayra Sánchez, una adolescente víctima de la tragedia, que estuvo atrapada durante tres días hasta que finalmente falleció. Otras fotografías del impacto del desastre llamaron la atención de la opinión pública e iniciaron una controversia sobre el grado de responsabilidad del Gobierno colombiano en la catástrofe. Los esfuerzos de rescate fueron obstaculizados por el lodo, que hacía casi imposible el moverse sin quedar atrapado. Para el momento en el que los rescatadores alcanzaron Armero, doce horas después de la erupción, muchas de las víctimas con heridas graves ya habían muerto. Los trabajadores de rescate quedaron horrorizados tras observar el panorama de desolación dejado tras la erupción, con árboles caídos, restos humanos irreconocibles y escombros de edificaciones. Esta fue la segunda erupción volcánica más mortífera del siglo XX, superada sólo por la erupción del Monte Pelée en 1902 en la isla de Martinica, y el cuarto evento volcánico más mortífero desde el año 1500. Fue una catástrofe previsible, exacerbada por el desconocimiento de la violenta historia del volcán, pues geólogos y otros expertos habían advertido a las autoridades y a los medios de comunicación sobre el peligro durante las semanas y días previos a la tragedia. Se prepararon mapas de riesgo para las inmediaciones pero fueron escasamente difundidos. El día de la erupción se llevaron a cabo varios intentos de evacuación, pero debido a una tormenta las comunicaciones se vieron restringidas. Muchas de las víctimas se mantuvieron en sus hogares, tal como les había ordenado, creyendo que la erupción ya había terminado. El ruido de la tormenta pudo haber impedido que muchos escucharan el sonido proveniente del Ruiz. El Nevado del Ruiz ha hecho erupción en varias ocasiones desde el desastre y continúa siendo una amenaza para las más de 500 000 personas que viven a lo largo de los valles de los ríos Combeima, Chinchiná, Coello-Toche y Gualí. Un lahar (o un grupo de lahares) similar en tamaño al de 1985 puede ser iniciado por una erupción relativamente pequeña y podría viajar hasta cien kilómetros desde el volcán. Una erupción lo suficientemente grande puede llegar incluso a Bogotá, la capital del país. Para combatir esta amenaza, el Gobierno colombiano creó la Dirección de Prevención y Atención de Desastres, un ente especializado encargado de concienciar a la población sobre las amenazas naturales. El Servicio Geológico de los Estados Unidos creó también el Programa de Asistencia en Desastres Volcánicos y el Equipo de Asistencia en Crisis Volcánicas, los cuales evacuaron a cerca de 75 000 personas del área cercana al Monte Pinatubo antes de la erupción de 1991. Adicionalmente, muchas ciudades de Colombia cuentan con programas propios para crear conciencia frente a los desastres naturales. Los residentes cercanos al Nevado del Ruiz son especialmente cautelosos frente a la actividad volcánica; cuando se presentó

una nueva erupción en 1989, más de 2300 personas que vivían en las inmediaciones del volcán fueron evacuadas. (http://www.elnevadodelruiz.com/nevado-del-ruiz-1985.html) La amenaza del nevado del Ruiz es latente, por lo que no debemos estar la espera de que este presente síntomas de una erupción que devaste nuevamente como lo ocurrido en la tragedia de Armero, pues si vuelve a ocurrir una erupción no se sabría que daños podría ocurrir estamos a la incertidumbre de lo que pueda pasar, ya que la naturaleza no es predecible y en cualquier momento no pueden pasar ni un minuto y ya a arrasado con todo a su alrededor. En la actualidad se presentan muchos avances en cuanto al estudio y la prevención de desastres naturales los cuales hacen a diario revisiones temporales del medio ambiente que nos muestran el riesgo que puede ocasionar tal fenómeno para lo cual se han diseñado y se ha educado a las personas para tal ocasión si podría suceder. La mejor forma de prevenir menos daños en la comunidad ya que esto no se puede parar de ninguna manera es el evacuo inmediato de las personas y enseñándoles como actuar en estas situaciones de peligro inminente.