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• Katia Lariisaa Jauregui

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Katia Larissa Jáuregui Hernández 611

LA MIGRACION En los últimos años, la migración se ha presentado con mayor fuerza en todo el mundo, teniendo como principal causa los problemas económicos y la búsqueda de una mejor calidad de vida. Esto implica la necesidad de salir de su país y laborar en otro, sin embargo, no se conoce lo que hay detrás de la mano de obra migrante, ya que legalmente es considerada un delito, pero a su vez es utilizada y aceptada por la sociedad para atribuirse un beneficio propio. Pero en realidad ¿La migración tiene un impacto negativo o positivo para la economía del país receptor? Los migrantes son considerados simplemente mano de obra, la que es utilizada a conveniencia propia, pero en realidad son la principal fuente económica para el progreso del país y del mercado laboral. Se piensa que la migración afecta en muchos aspectos al país que los recibe, principalmente en el aspecto económico y laboral, sin embargo, esta idea es errónea, ya que el migrante llega al país, generalmente con la misión de conseguir un mejor nivel de vida, por consiguiente a base de esfuerzo y dedicación logra establecerse en el mercado laboral, generalmente con empleos en los que se abusa de su necesidad y se explota al máximo su mano de obra, ya que los nativos ven al migrante como un delincuente que solo aporta problemas al país y como una competencia para la obtención de un mejor empleo . Si se analiza la situación, se encuentra que los migrantes son personas que emigran principalmente por razones económicas y al realizar actividades laborales, generan un ingreso económico y esto permite que se utilicen servicios y bienes en su nuevo país, lo que trae consigo un incremento en el consumo que eleva la cantidad de personas empleadas y éstas pueden ser tanto migrantes, como nativos. Si no existieran los migrantes ¿Cómo pudiese aumentar el consumo y demanda? No puede pasar, ya que como ciclo básico de la vida la población así como nace, también muere por lo que el aumento es algo sin relevancia, sin embargo, la entrada de nueva población a un país que generalmente es desarrollado, trae consigo el consumo de bienes y con ello, el pago de más impuestos que generan más recursos económicos para el país. El argumento que señala que los migrantes desplazan a los trabajadores nativos, comienza al suponer que ambos tipos de trabajadores son sustitutos. No obstante, es conocido que los migrantes toman puestos de trabajo en regiones con escasez de mano de obra y ocupan posiciones que en ocasiones los trabajadores nativos no están dispuestos a aceptar. Además, se dice que los trabajadores inmigrantes, mexicanos en

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particular, con cierta calificación a veces desempeñan actividades con menor calificación laboral (Car y DiNardo, 2000). Con esto, queda claro que un migrante no desplaza a un nativo de su empleo, más bien, realiza el trabajo que tiene menor valor para la sociedad, a tal grado que se utiliza para humillar a aquella persona que busca una oportunidad en el país, la cual es vista simplemente como mano de obra, que ningún nativo está dispuesto a realizar, por lo que es ilógico que se ataque y discrimine al migrante, ya que su trabajo y esfuerzo resulta benéfico para la sociedad porque tienen una gran fuerza laboral que traen consigo desde su país de origen . Los migrantes también elevan la productividad al facilitar que los trabajadores nativos se desplacen de áreas poco productivas a áreas con mayores oportunidades. Por ejemplo, los migrantes, al trabajar en el hogar reducen las actividades que los trabajadores nativos realizan, y les permite obtener un mejor puesto en otra área laboral. Esto se confirma con lo que dice Javier Corrales (2005): ¨Al asumir ciertas labores domésticas, en particular el cuidado de los niños, los trabajadores migratorios pueden indirectamente ayudar a trabajadores locales a insertarse en el mercado laboral. En otras palabras. La presencia de trabajadores migratorios que se encargan de esas labores libera mano de obra local, sobre todo mujeres muchas veces calificadas, que de otra manera no podrían insertarse en el mercado laboral. Esto es particularmente relevante en países en los que no existen programas estatales o subsidiados para el cuidado de niños en edad pre-escolar.¨

La migración debería de verse como una cadena de favores, al subir una montaña, se necesita a alguien que ayude a llegar a la cima, es lo mismo para lograr mejorar en cualquier aspecto. Como dice Juan Pablo II ¨La solidaridad no es un sentimiento superficial, es la determinación firme y perseverante de empeñarse por el bien común, es decir, el bien de todos y cada uno, para que todos seamos realmente responsables de todos ¨. (1997). Todos necesitamos de algo para poder progresar, así como el migrante necesita al nativo, el nativo también necesita de éste y es algo que se tiene que reflexionar, porque generalmente se ve al migrante como un delincuente o un esclavo, siendo que no es así, un migrante es necesario y genera grandes beneficios tanto al país como a la sociedad. Otro punto importante, es el hecho de que la inmigración genera un gran crecimiento económico para el país receptor, esto debido a que rejuvenece la fuerza laboral, es decir, tiene mejor condición para rendir mejor en un empleo. Sobre este punto, Borjas (1994) dice que cuando los migrantes generan altos niveles de productividad, se adaptan mejor a las condiciones del mercado laboral, lo que genera una contribución

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significativa al crecimiento económico. Por el contrario, si los migrantes no tienen la habilidad necesaria para cumplir con lo que se les pide, encuentran más dificultades para su adaptación y esto aumenta costos, debido a los salarios que se otorgan, sin ser explotados al máximo. Se sabe que el crecimiento económico de un país, proviene principalmente de la productividad del mercado, es decir, de las empresas y el impacto que tienen en la sociedad, lo que engloba: la mano de obra, el capital de la empresa y la productividad total. Si estos tres aspectos aumentan, traen consigo el crecimiento potencial de país, y esto solo puede lograrse con la ayuda del migrante que así como consume, contribuye en la producción de bienes y servicios de una manera más entregada que un nativo. Los países desarrollados, poco a poco se están quedando con más personas pensionadas, lo que es un cargo financiero mayor para la economía del país, y esto solo se puede neutralizar con mano de obra joven y dispuesta a servir al máximo, como lo es la mano de obra del migrante, aunque sea difícil de aceptar para una persona nativa, el migrante no es un esclavo ni simple mano de obra, es una persona que viene a ayudar al progreso económico del país. En resumen al tema expuesto, la migración tiene un impacto benéfico para el país receptor, debido que con su mano de obra joven genera mayor productividad y bienes que traen consigo un gran crecimiento. Por otro lado , el migrante no debe de ser tratado como un delincuente, eso es algo totalmente injusto , ya que no le pide nada al país, más bien le aporta, debido a que el migrante ahí hace su vida , lo que implica un mayor consumo de bienes y servicios , con ello ,mayores impuestos , hasta llegar a un mayor fondo económico . Tampoco se debe ver al migrante como una competencia laboral, por el contrario, son un apoyo para que los nativos puedan desarrollarse en un área laboral que el migrante no puede estar. La mano de obra del migrante es un arma poderosa, ya que tiene una fuerza incomparable que cambia y logra grandes cambios positivos tanto en el país, como en la vida de su familia. De esta manera, se puede concluir que los migrantes no son solo mano de obra para ser explotada, sino son la principal fuente económica para el progreso del nuevo país.

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REFERENCIAS BBVA Servicio de Estudios Económicos (2006), “Inmigración: Teoría y Evidencia”, Monitor Hispano. Card, D. y DiNardo, J. (2000), ¨Do immigrants Inflows Lead to Native Outflows? , The American Economic Review, Vol. 90, No. 2, pp. 360-367. Comisión Interamericana de Derechos Humanos (2005), “Consecuencias económicas de la Migración”, Revista Futuros, No 11. 2005 Vol. III. Juan Pablo II (1997) ¨Karol Wojtyla y su visión personalista del Hombre¨, Cuestiones Teológicas. Vol.39, pp. 119