Ensayo Homero

Nombre: Jorge Peña C.I: 23.724.560 Ensayo Homero y Hesíodo Homero Los cantos homéricos, puede afirmarse sin reparo, fuer

Views 312 Downloads 8 File size 87KB

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD FILE

Recommend stories

Citation preview

Nombre: Jorge Peña C.I: 23.724.560 Ensayo Homero y Hesíodo Homero Los cantos homéricos, puede afirmarse sin reparo, fueron destinados a un público dado a la guerra, que sintiera y se hubiera ejercitado en el manejo de las armas: una aristocracia guerrera, muestra de ello es la amplitud, precisión y veracidad con que las batallas son narradas en sus obras. Sin embargo, sus cantos, esencialmente y ante todo son una obra de arte. Aunque destinada a la recitación, debe especularse que Homero escribió su Ilíada, tanto como para facilidad de los rapsodas, como para darle una más cuidada estructuración, porque no cabe duda que Homero tenía plena conciencia del arte del aedo y del futuro que deparaban a sus obras. Como artista y centrándonos nada más en La Ilíada, Homero quiso infundir a su obra todos los caracteres de las obras de arte. Como tal, narro los hechos de la guerra de Troya, no como lo hiciera un historiador, del principio al fin, sino de una manera fragmentaria. La acción, desde el comienzo de la batalla en el Canto II hasta la recuperación del cuerpo de Patroclo en el Canto XVIII, transcurre en el breve espacio de cinco días. Uno de sus resortes artísticos consiste, pues, en darnos la historia por fragmentos: a medida q un héroe se presente capaz de hacerla revivir. Y sin reparos, la acción se detiene, se aplaza hasta el final de la digresión, a veces algunos de ellos de centenares de versos, sin que decaiga la atención ni cese el interés que la narración despertara. A homero solo le interesa llevar hasta el fin los temas anunciados en el Canto I: la cólera de Aquiles, el designio de Zeus y la venganza de Aquiles. Considerada la dimensión artística de la concepción global del poema, interesa destacar la belleza formal de su exposición. Caracterizan la narración homérica la majestuosa lentitud de su desarrollo y el gusto por el detalle que, al llegar al punto culminante, se resuelven en una radical brevedad. Sin embargo, por lento y majestuoso que sea el relato, por muy sembrado de imágenes o lleno de detalles y descripciones, nunca resulta expectante, pues el desenlace final era conocido de antiguo por el público, mas, el parcial, el del episodio en sí, nunca se retarda, al contrario, se halla en sus primeras líneas. Es remarcable el uso del epíteto, del que se vale magistralmente Homero en sintonía con la tradición; no existen diálogos

cortados y casi ninguna exclamación, cuando los personajes charlan entre sí o discuten, lo hacen por una serie de discursos completos, llenos de fórmulas hechas. En cuanto a la repetición de frases enteras y formulas (quizá en un principio como medio suplementario de expresión y quedaron después como ornamento), vemos en ello otro de los resortes artísticos, que indica hasta qué punto era consciente el arte de Homero. Otro de los requisitos esenciales en toda obra de arte es la unidad, unidad no exenta en La Ilíada; esta hay que buscarla, no en su conjunto, sino en cada uno de sus cantos, ya que las epopeyas se recitaban fragmentariamente (tres o cuatro cantos a lo sumo) y en todos ellos los acontecimientos se suceden íntimamente enlazados. Los grandes poemas épicos, cuando son bellos, lo son en su conjunto y lo son por fragmentos. Un poema de larga extensión es el que se puede resumir. Ahora bien, poema es lo que no se puede resumir. No se resume una melodía1. Esto son las obras de Homero: poemas irresumibles, compuestos de melodías sucesivas enlazadas entre sí.

Hesíodo En sus versos es manifiesta la tendencia hacia el naturalismo, distinta del carácter clásico propio de la precedente poesía de Homero. Su estilo tosco y rural, y esa tendencia al naturalismo, que acabamos de señalar, nos muestran al poeta con carácter y temperamento formados en las tareas del campo. En su poesía, áspera y viril, a veces amarga y apasionada, abundan, sin embargo, los pasajes de encantadora belleza; es con gracia y sutileza que sabe ser humano y descriptivo. Por ejemplo en Los trabajos y los días, nos damos cuenta que su contenido no es solo narrativo, sino reflexivo y moralizante; principios y sentencias se suceden y alterna con profundos pensamientos sobre la condición y el destino del hombre, todo esto sin abandonar el lenguaje y forma tradicional de la epopeya. Con Los trabajos y los días se fijó un momento de importancia crítica en la historia de la cultura griega: aquel en que el rapsoda, habituado a divertir a las cortes y aristocracias con la celebración de gestas y virtudes, se vuelve a considerar la realidad cotidiana y la vida del hombre común. Hesíodo ve la vida de los campos con los ojos del hombre culto y la expresa con formas literarias tradicionales; no es el poeta que va 1

Paul Valéry: Rhumbs, Le diván. 1927.

cantando de un lugar a otro, haciendo de ello su única ocupación, sino el pequeño propietario, más bien pobre que rico, pero para quien la poesía es un descanso y un placer que alterna con el duro trabajo. Por eso, además de cantar las virtudes de los dioses, las gestas de los héroes, los orígenes del universo, enjuiciar los males y enaltecer el bien, ha aprendido y nos enseña cómo se cultiva la tierra, como se construye un arado, una embarcación, a que época del año corresponde tal labor o cuando es propicio salir al mar para la buena pesca. Así fue como Hesíodo, al dar una misión a sus versos, un mensaje, hizo que naciera la poesía didáctica. La poesía hesiódica, severa, a menudo árida y salvaje… no pretende ser nunca pura representación, gozar ni hacer gozar de sí misma; pero, preocupándose poco de la narración, se preocupa más de enseñar y de recopilar hechos2.

Homero y Hesíodo: comparativa En el panorama de la literatura griega, es remarcable el hecho de que, acto seguido de Homero, surgiera un poeta tan distinto de este como Hesíodo. Distintos no solo por lo que respecta a la inspiración, sino por el carácter; en los dos aspectos, no pueden ser más opuestos. Hesíodo se nos presenta como hombre practico, con marcada tendencia hacia el naturalismo. Homero es el poeta de la aristocracia y de las virtudes heroicas, el declamador de grandes gestas heroicas. Sin embargo, ambos usan el mismo estilo y métrica, o más bien, puntualizando, Hesíodo hace uso del mismo estilo y la métrica homérica, si bien, como se expuso antes respecto a los otros aspectos de la concepción de sus obras, poseen sus diferencias como poetas.

2

Friedrich von Schlegel: Über das Studium der griechischen Poesie. 1797