Ensayo Historia de Ideas Politicas

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CORPORACION UNIVERSITARIA REGIONAL DE LA COSTA CURC – IAFIC

ENSAYO SOBRE IMPORTANCIA DE LA DIVICION DE LOS PODERES EN UN SISTEMA PRESIDENCIALISTA COMO COLOMBIA

MATERIA: Historia de las Ideas Políticas II.

Docente: Doctor WILLIAN MALLARINO

Estudiante III Semestre de Derecho:

AQUILEO DE JESUS MOLINA ESCORCIA

Cartagena de Indias D, T y C 26 de Octubre de 2016

Ensayo: Historias de las Ideas Políticas Aristóteles contempla en su obra la política en el LIBRO PRIMERO: COMUNIDAD POLÍTICA Y COMUNIDAD FAMILIAR Origen del Estado y de la Sociedad: Todo Estado, está conformado por una asociación de familias que tienden a un bien común, y éste bien es el objeto más importante de esta asociación de tipo política, ya que, como en todas las asociaciones que forma el hombre, sólo hacen lo que les parece bueno. En las familias las bases de las asociaciones se dan, entre el señor y el esclavo, y entre el esposo y la mujer, donde el que está dotado de razón y previsión sea el dueño, y el que por sus facultades corporales sea capaz de obedecer y cumplir las órdenes, obedezca como esclavo. La naturaleza le concede al hombre exclusivamente la palabra, mediante la cual, diferencia el bien del mal y lo justo de lo injusto, siendo esto la principal característica que lo hace distinto de los demás animales. Dice Aristóteles que: “La justicia es una necesidad social, porque el derecho es la regla de la vida para la asociación política, y la decisión de lo justo es lo que constituye al derecho.” Por su parte Platón En La República: Expresa: el sistema político que propone Platón para su comunidad, es un sistema intermedio entre democracia y oligarquía, a éste modo de gobierno, él lo llama República, por ser el correspondiente a los ciudadanos que empuñan las armas. La constitución que pretende, es una compuesta por elementos de demagogia y tiranía. La crítica a este sistema, es que necesariamente da lugar al predominio de los que pagan más, ya que muchos de los pobres se abstendrían de votar y que de ninguna manera se les puede obligar a ello. Para Montesquieu: “El espíritu de las leyes” habla de los conceptos de poder ejecutivo, poder legislativo y poder judicial pero, sobre todo, de la relación de los tres. Montesquieu rechaza las teorías absolutistas en las que una persona debería concentrarlos todos en su figura y apuesta por un “equilibrio de poderes”. Este se debería producir de manera muy sencilla, donde cada uno de los poderes controle al otro y todos se controlen entre sí. Según los historiadores, Montesquieu tenía delante de él (en Gran Bretaña) una división de poderes que él consideraba perfecta. El rey sería el poder ejecutivo; los nobles, mediante la Cámara de los Lores, el legislativo y judicial; y la gente representaría el legislativo con la Cámara de los Comunes. Al abordar, La historia de Colombia ha estado fragmentada según sus diferentes épocas. Esto se debe al proceso económico y social del país. Es decir que durante

la época de la colonia, Colombia fue gobernada por virreyes y pertenecía al virreinato de la nueva granada, junto con Venezuela, Perú, Bolivia y ecuador. Colombia fue gobernada por militares desde 1810 hasta épocas bastante posteriores a la reconquista española. E incluso es imposible hablar de partidos políticos antes de 1849 con la creación del partido liberal y posteriormente el conservatismo partidos tradicionales durante muchas décadas. CUÁL ES LA IMPORTANCIA DE LA SEPARACIÓN DE PODERES EN UN SISTEMA PRESIDENCIALISTA COMO EL DE COLOMBIA? Es fundamental hacer esta reflexión para entender a cabalidad lo que está en juego en nuestro país, tras los inusuales acontecimientos de los últimos días. Montesquieu, con su obra El espíritu de las leyes, define el poder como función y como órgano. Allí, se describe una división de los poderes del Estado en el Ejecutivo, representado por el Gobierno, el Legislativo, personificado por el Congreso, y el Judicial, por los Tribuales de Justicia. Si bien el concepto pretendía ser usado para contrarrestar el poder del Rey sobre el poder Legislativo, éste pudo aplicarse cabalmente en el marco de los gobiernos republicanos de carácter presidencialista, que nacieron en nuestro continente principalmente a partir del modelo de los estados unidos de américa. La base fundamental de este concepto entonces, es prevenir que una rama del poder se convierta en suprema y más bien hacer que cooperen mutuamente para el buen funcionamiento del Estado, a través de un sistema donde se garanticen los controles y equilibrios entre las ramas del poder, característica ineludible en un Estado de Derecho propio de las democracias liberales. Aunque en últimas esto pretende generar una serie de reglas de procedimiento que permitan que una de las ramas limite la otra, en sistemas presidencialistas la separación total de poderes es imposible y tampoco es deseable. Es decir, el Ejecutivo prima sobre las otras ramas por su misma naturaleza u origen conceptual y práctico. Recordemos apenas cuatro características del presidencialismo que lo diferencian del parlamentarismo, sistema que sí pretende tener total equilibrio de poder: 1) Los jefes de Estado son elegidos popularmente. 2) Los períodos tanto del Ejecutivo como los del Legislativo son fijos y no requieren de la ratificación mutua a través de votos de confianza. 3) El presidente elegido nombra directamente a los funcionarios del Gobierno. 4) El presidente tiene cierta autoridad legislativa concedida constitucionalmente.

Dicho lo anterior, nos damos cuenta más claramente sobre lo que realmente está en juego actualmente en nuestro país: la degradación de nuestras instituciones a partir de no respetar la jurisdicción que tiene cada una de las ramas del poder público, y la extralimitación de sus poderes a partir de rencillas circunstanciales. Pero si de equilibrio de poder se trata, el tema de la reelección es ineludible. Como tal, permitir la reelección por una vez y de manera consecutiva, no es necesariamente inadecuado dentro de las reglas de juego en un sistema presidencialista, puesto que le permite al electorado 'premiar' o 'castigar' directamente la gestión como un todo del gobernante de turno. Pero sin duda, un sistema presidencialista con posibilidad de reelegir al jefe del ejecutivo dos veces consecutivas, destruye por completo dicho equilibrio. Un gobierno sin límites aplasta toda filosofía sobre la libertad personal y colectiva de los pueblos, adormecerse el desarrollo, quebranta la energía de los talentos y hasta desmerita sus hazañas en la historia. Como lo expresa la siguiente frase "el más fuerte no es nunca lo bastante fuerte para ser siempre el jefe, si no que transforma su fuerza en derecho y su obediencia en poder". Así las cosas, es inminente que en Colombia se hagan las reformas del caso para garantizar el adecuado balance de poderes. Este pude ser el papel central de la Comisión de Ajuste Institucional, puesto que la discusión central es sobre legitimidad e independencia, condiciones que están directamente relacionadas con la forma de elegir los diferentes representantes de las tres ramas del poder público. El voto popular, aunque imperfecto sea, es el más adecuado para elegir tanto a los miembros del Congreso como al Ejecutivo, pero la esencia del asunto está en el nombramiento de los magistrados de las altas cortes. No obstante lo anterior, y con el ánimo de poner fin a la coyuntura que se vive en el momento, en buena hora la Corte Constitucional se pronunció y fue consecuente con sus propias funciones y deberes, al determinar cómo cosa juzgada la pasada reelección. Con ello, sin duda, le dará seguridad al Ejecutivo en cuanto a su legitimidad actual. De esta manera, se abrirá un camino para que el Gobierno reanude sus relaciones con el poder judicial, y así se concentren todos los esfuerzos en una verdadera reforma institucional y no en 'soluciones' parciales que van en detrimento de la democracia y el Estado de Derecho.-