Ensayo, Hechos y Cambios Sociales

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UNIVERSIDAD FERMÍN TORO VICE RECTORADO ACADÉMICO FACULTAD DE ECONÓMICAS Y SOCIALES ESCUELA DE RELACIONES INDUSTRIALES

ENSAYO CRÍTICO EL HECHO Y LOS CAMBIOS SOCIALES SEGÚN LA CORRIENTE POSITIVISTA

Ekaterin Balza C.I. 25.138.970

CABUDARE; MARZO DE 2017

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El Hecho y los Cambios Sociales Según la Corriente Positivista El hecho y los cambios sociales son dos fenómenos que requieren de una explicación y un cuestionamiento lógico que vaya mucho más allá de un conocimiento vulgar, pues una vez que indagamos podemos no solo saber de qué tratan ambas, sino que además comprendemos su naturaleza y el porqué de muchos aspectos que se encuentran implicados en tales realidades de carácter sociológico y científico. En el marco de lo dicho anteriormente, es conveniente saber que es el positivismo, pues a partir de ello le daremos forma al tema en estudio. A juicio de Sandin (2003), el positivismo “sostiene la tesis del empirismo, según la cual el conocimiento objetivo y científico encuentra su garantía de verdad en la observación empírica de los objetos” (p.6). El hombre debe renunciar a conocer la razón de lo que se encuentre a su alrededor y dar cabida a la verdad de ello, lo cual solo puede ser proporcionado por la experimentación y la observación. El positivismo, es la corriente filosófica que dogmatiza que el conocimiento único es el científico y que este último solo surge a través de la aprobación de los métodos usados para su estudio. Su característica principal es la realidad, por lo que excluye todo aspecto que difiera de ella. Dicha corriente de pensamiento, señala que no existe otro saber más que el verificado y se basa en la explicación causal y probada de lo ocurrido y no únicamente en su percepción. En el positivismo, la imaginación queda subordinada a la observación, indaga y se atiene a lo real, a lo que solo mediante la experiencia es comprobado, valiéndose así del material empírico. Desde este punto, resulta importante decir que de todo ello se desprenden fenómenos como los

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hechos y cambios sociales, dado a que se encuentran fundamentados en dicha corriente filosófica y sociológica. Primero, por el método implementado para la medición, validación e investigación de estos; y segundo, por el objeto y el campo que se evalúa en ambos, hombre-sociedad. Además, que el positivismo es el paradigma por el cual se ven apoyadas la mayoría de las ciencias sociales. Tanto los hechos, como los cambios en este sentido, son dos conductas o inclinaciones totalmente distintas, que sin embargo, representan un mismo modelo colectivo. Por su parte, Durkheim (2010) en lo que respecta a los hechos sociales, indica que, son “casi todos los fenómenos que pasan en el interior de una sociedad” (p.35). Asimismo, Fernández (2006) de forma más resumida, hace referencia a las categorías de hechos sociales establecidas por el autor antes mencionado, las cuales son: “1. Las creencias y las prácticas constituidas, con una organización definida (como la religión, la ley escrita, las normas de educación, etc.); 2. Las corrientes sociales que no presentan esas formas cristalizadas (como la euforia o la indignación pasajeras de una muchedumbre en una asamblea); 3. Los movimientos de opinión, más duraderos que los anteriores, sobre materias políticas, literarias, artísticas, etc. (p.3)”. En otras palabras, un hecho social es básicamente un acto llevado a cabo mediante la influencia de una conducta tomada por un individuo, que pertenece a una comunidad o sociedad por cualquier motivo de carácter general, brevemente, que involucre, beneficie o hasta que afecte a dicha organización; son exteriores a ellos, pues son independientes de su real modo de ver, dado a que tales manifestaciones tienen un propósito colectivo.

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Un hecho es social, cuando un sujeto actúa por perseguir un objetivo en común con los demás; por ejemplo, una persona idealista a un partido político accionando a una conducta agresiva por defender a otros que también piensan u opinan como él, siendo quizás arrastrado a obrar hasta en contra de su propia voluntad, por circunstancias de interés general y no particular. Cabe decir, que aun y cuando estas personas creen estar haciendo lo más conveniente,

estos

sucesos

pueden

estar

acarreando

grandes

consecuencias o malos resultados, por razón de que son acciones impredecibles, ajenas al verdadero ‘ser’ de los mismos; viéndose reflejado en todo esto la popular frase de que “cada acción, genera una reacción”. Durkheim en su estudio y teoría sobre los hechos sociales, de acuerdo con su mismo aporte conceptual, también hace distinción a la conciencia individual y la conciencia colectiva, lo cual al definirlas nos ayuda a un mayor entendimiento de ello. Por una parte, la conciencia individual, que es justo de lo cual hacía mención anteriormente, del verdadero ser del individuo, cuyo comportamiento se deba a su temperamento, experiencias o crianza. Por otro lado, la conciencia colectiva, que se apoya en la manera de pensar, obrar, opinar y sentir de las personas que integran una sociedad y por ende tienen un mismo propósito o forman parte de un mismo grupo, viéndose obligada a actuar en pro de una colectividad, lo que en efecto difiere de la individual, dado a que esta última es interna y privada. No obstante, un hecho social no siempre va a traer consigo conductas ofensivas o provocativas, ni mucho menos malos resultados, pues como dije también son comportamientos que buscan un beneficio para todos, como por ejemplo la solución de una problemática vinculada con agenda pública que

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no es solventada por quienes les compete, buscando así contribuir al desarrollo de los mismos. Sobre la base de estas últimas consideraciones es que entonces se puede hablar ahora de cambios sociales. Grey (citado por Huarcaya, 2006) explica que: “(…) Por cambio social entendemos un cambio en la vida de un grupo social, de acuerdo a los parámetros establecidos por ese mismo grupo. Esta aproximación busca especialmente mejorar las vidas de los grupos marginados (tanto política como económicamente), y está guiada por los principios de tolerancia, la auto determinación, equidad, justicia social y participación activa de todos” (p.22). Los cambios sociales son básicamente acciones que se efectúan con la finalidad de transformar o conseguir la mejora de las condiciones de vida y el desarrollo sostenible y sustentable de los ciudadanos, lo que sin duda integra mucho más a estos, pues no actúan para satisfacer un bien particular, sino general (conciencia colectiva). Adicionalmente, Ander-Egg (1984) también hace un aporte de acción social, lo cual es básicamente un sinónimo de cambio, éste señala que es "toda actividad consciente, organizada y dirigida de manera individual o colectiva, que de modo expreso tiene por finalidad actuar sobre el medio social, para mantener una situación, mejorarla o transformarla" (p.2). Cabe agregar, que al estudiar la teoría de los cambios sociales, también nos encontramos con ‘el padre del positivismo’ Augusto Comte, dado a que este fue uno de los pioneros en el desarrollo de una proposición explicativa de tales transformaciones o pequeñas alteraciones comunitarias, que hoy día en su mayoría son por asuntos en materia de política y economía.

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De otro modo, existen tres elementos que destacan para comprobar que se trata de un verdadero cambio, en primer lugar la observación, dado a que si notamos diferentes aspectos en un hecho estos servirán para tener conciencia de si a través del tiempo (segundo elemento) se logró una verdadera distinción entre un hecho y otro y, por último la identidad persistente, donde se sitúa la estructura del grupo social, donde se reflejará si hubo una transformación. Pero ¿Por qué los hechos y cambios sociales se ven apoyados en el positivismo? Sencillo, una vez entendidos cada uno, es momento de relacionarlos. Las situaciones o lo sucesos que se efectúan en el centro de una sociedad y que por ende se encuentra en total correspondencia con esta, van a lograr producir un efecto, que bien puede ser bueno o malo, dependerá del comportamiento tomado en el primer tópico. Nuevamente esta la frase de “cada acción, genera una reacción” y es que ciertamente es así, pues una vez de haberse efectuado el evento, el mismo conllevará a una mínima alteración en los individuos o una notable transformación que indudablemente para saber si es una u otra, se debe hacer mediante la observación de tales elementos. Esto, por razón de que pueda ser comparada entre una época y otra posterior, que permita la reafirmación o modificación de las teorías, constatando así la hipótesis de un cambio real y no de una simple preposición o costumbre pasajera. En síntesis, el cambio, debe producirse en el tiempo. Podemos concluir diciendo que en ello es aplicable la ley causa y efecto, por motivo de que todo lo que hacemos es causal y todo efecto generado por ello desprenderá una consecuencia, un cambio, una modificación bien sea en nuestra vida o en la vida de otro; por lo que simultáneamente a esto, dado -6-

a que dichas acciones son llevadas a cabo por la experiencia exterior, los cambios en los que nos encontraremos serán de forma interior.

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Referencias Bibliográficas Ander-Egg, E. (1984). Metodología del trabajo social. México. El Ateneo. Durkheim, E. (2010). Las reglas del método sociológico. Buenos Aires. Del Libertador. Fernández, D. (2006). Una relectura del método sociológico: Emile Durkheim y el estudio científico de las formaciones sociales. Revista Digital Voces y Contextos. Otoño, núm. II, año I. Huarcaya, G. (2006) El comunicador para el desarrollo y el cambio social. Apuntes para la construcción de un perfil [Documento en línea] Disponible: http://udep.edu.pe/comunicacion/rcom/pdf/2006/Art020-039.pdf [Consulta 2017, marzo 22]. Palella, S. y Martins, F. (2006) Metodología de la Investigación Cuantitativa. (Segunda Edición) Fondo Editorial de la Universidad Pedagógica Libertador (FEDEUPEL). Sandin, M. (2003) Investigación Cualitativa en Educación. Fundamentos y Tradiciones. Madrid. Mc Graw and Hill.

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