Ensayo Estado de Bienestar

ESTADO DE BIENESTAR Carmen Raqui Pecho1 “El llamado “Estado del bienestar” se ha convertido, en realidad, en el -biene

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ESTADO DE BIENESTAR

Carmen Raqui Pecho1

“El llamado “Estado del bienestar” se ha convertido, en realidad, en el -bienestar del Estado-. El Estado despilfarra millones en todo tipo de actividades que no le son propias, y contrata en nuestro nombre a millones de empleados que no nos hacen falta. Para ello nos exige pagarle en forma de impuestos un porcentaje enorme de la riqueza que producimos mediante nuestro trabajo o negocios“.

Juan Pina.

1

Estudiante de Psicología y Trabajo Social ; Código 207245380. Universidad Inca Garcilazo de la Vega, Noviembre 03 del 2017.

INTRODUCCION Plantear el problema del Estado de Bienestar, hoy día, es referirse a diversos cambios que dicho sistema ha sufrido a lo largo de las dos últimas décadas. Durante este período, algunas economías occidentales, han criticado la forma en que se ha venido proporcionando dicho bien a la sociedad. A su vez, las distintas corrientes de pensamiento, así como las diferentes vías de reestructuración que se han efectuado por diversos gobiernos del Estado de Bienestar, han llevado a cuestionar la implicación del Estado a los procesos con fines sociales y que abordan una serie de características a las que hoy por hoy cualquier ciudadano tiene por derecho. Para explicar lo que es el estado de bienestar social primero debemos saber lo que es trabajo social en sí; el trabajo social tiende a ayudar a individuos que tienen dificultades para algún aspecto de su existencia. En él hay siempre una persona que ayuda a una persona a quien ayuda. Se enfrenta a otros problemas no menos importantes como los constituidos por los niños que viven en hogares cuyas condiciones no son satisfactorias o por aquellos que tienen dificultades en adaptarse a su situación escolar. Ahora lo que es el tema en sí, que es el trabajo social la que se encarga de realizar un sistema para que se pueda hacer el trabajo social de una manera óptima. Abordar las Metodologías y Métodos de Trabajo Social supone situarse en el plano de diferentes significaciones que de acuerdo a puntos de vista y contextos, se han construido.

DESARROLLO Entre estos factores se incluyen, e incidirán casi de la misma manera, aspectos económicos, sociales y culturales. Si bien es cierto que lo que se entiende por bienestar posee una importante carga subjetiva que le imprimirá cada individuo con su propia y singular experiencia, porque es claro, lo que para uno es bienestar para otro puede no serlo, existen factores objetivos para determinarlo y que son los que

nos permitirán hablar y distinguir cuando hay o no hay una situación de bienestar. (Bandura, 1997) Entonces, básicamente, en la concepción del bienestar social se incluyen todas aquellas cosas que inciden de manera positiva para que un sujeto, una familia, una comunidad, puedan alcanzar el objetivo de tener una buena calidad de vida. Un empleo digno, en el cual se respete la percepción de un salario acorde al trabajo, capacitación y esfuerzo que se desempeña, más el merecido lapso de descanso que le corresponda a cada cual por ley y por la tarea que realiza, recursos económicos para poder satisfacer las necesidades básicas como ser de educación, vivienda, salud, tiempo de ocio y entretenimiento, son las principales cuestiones que nos hablarán del bienestar o no en el cual vive una persona, una sociedad. Existen diversas maneras para medir el bienestar, desde un punto de vista estrictamente económico, porque sin dudas más allá de cualquier tipo de consideración, a favor o en contra, es lo que nos permitirá acercarnos al logro de una situación de bienestar global en la que se incluyan todos los otros aspectos, el social, el cultural, entre otros, el Producto Interior Bruto (PIB) de una Nación será el que asociado con el nivel de distribución de la riqueza al cual haya llegado dicha sociedad, nos dirá si hay o no bienestar, porque un alto PIB con una real distribución en materia de riqueza, provocará que el bienestar este extendido en la sociedad, pero si por el contrario, el PIB no es significativo y la concentración de la riqueza en unos pocos es lo que manda, entonces, no podremos hablar de bienestar en la sociedad en cuestión. Asimismo, los índices de precios, las canastas básicas, bien medidos, claro está, no los dibujos que muchos gobiernos hacen para favorecer sus gestiones y el índice de desempleo de una Nación, nos permiten saber del bienestar o no que existe en una sociedad. Porque por ejemplo, si en un determinado país, las estadísticas oficiales, nos dicen que una familia tipo (matrimonio y dos hijos) puede vivir con

2.000

soles

mensuales, nos permitirá saber cuántas familias disponen de bienestar y cuántas no, porque fácilmente quienes no dispongan de ese valor en su bolsillo cada mes no dispondrán del mencionado bienestar, tocando la carencia. Pero también y ya saliéndonos de lo estrictamente económico, hay otras formas para determinar el bienestar de una comunidad: la esperanza de vida al nacer, la tasa de alfabetización, la cantidad de libros que se publican al año, el número de personas que pueden acceder a la Universidad, la disponibilidad que existen de algunos bienes de consumo considerados no dentro de las necesidades básicas, como ser una computadora, un teléfono celular, entre otros. En tanto, el responsable máximo que tendrá en sus manos que una sociedad logre el tan ansiado bienestar es el estado, quien, mediante diversas políticas y medidas tendientes a corregir los vicios y las inequidades que se suscitan, promueva el bienestar para cada uno de los habitantes de la nación y por eso, además, tendrá la exigencia de él mismo poder generar y multiplicar riquezas. (Allardt, 1999). Distribuir eficientemente la renta y promover el desarrollo de servicios públicos que les garanticen a las personas la resolución de temas básicos como ser la salud y de manera gratuita, por supuesto que contribuirán ampliamente a implantar un contexto de bienestar social. Aunque desde concepciones y prácticas que se han manifestado en el tiempo como distintas y contradictorias, sabemos bien que el Trabajo Social se ha planteado permanentemente, como objetivo central, la búsqueda del bienestar social. En tanto el Trabajo Social Alternativo se afirma en su tronco histórico, resulta de primera importancia retomar el tema de bienestar, avanzar algunos conceptos polémicos, y ofrecerlos para que la reflexión multidisciplinaria los enriquezca a partir de las experiencias que la práctica profesional alternativa va gestando en los diversos países del continente. El bienestar social es un tema que suscita controversias cíclicas. Luego de un tiempo de latencia –en el que el debate parece haberse agotado- éste revive y se

generaliza, comprometiéndose en él las más diversas voces. Los ciclos, sin embargo, no se gestan en el vacío. A la base está el movimiento de las fuerzas económicas y políticas que procesa el cuerpo vivo de la sociedad. Sin considerarlo como un mero reflejo, ni pretender enmarcarlo en sincronías puntuales, bien podríamos afirmar –en consecuencia-, que la incapacidad de las clases dominantes para resolver esta etapa de crisis por la que atraviesa en la actualidad el mundo capitalista, es el mar de fondo del renovado interés por el bienestar social. Esta situación cuestiona e interpela la práctica profesional no solo de las trabajadoras sociales, sino de todos aquellos que laboran en el ámbito de las instituciones estables y privadas que procuran aliviar el malestar social mediante los servicios que proporcionan. Más aún, el tema del bienestar social no interesa tan sólo a los expertos en política o administración social; se discute en el ámbito de las ciencias económicas y sociales, tanto en el de la filosofía y la teología. Entendemos que el bienestar social se logra en tanto se va forjando el sujeto mismo del bienestar, conforme éste alcanza sus objetivos y los renueva a través de su lucha. Es más, cada pueblo tiene su propio proyecto o modelo de bienestar, vale decir, todo bienestar social refiere a un sujeto concreto, a su desarrollo como tal, y no puede ser anticipado mediante la reproducción de paradigmas que pretendan obviar la necesidad constante de recrear el diseño, pues este no puede quedar desligado de los procesos históricos particulares de cada pueblo. Se trata, en consecuencia, de contribuir un concepto de bienestar que se levante desde la experiencia popular que, al plasmarse en una propuesta totalizadora, recupere la dimensión colectiva de su creación y disfruten ya que el bienestar que se logra colectivamente. A su vez, el concepto requerido debe ser capaz de proporcionar la posibilidad de pensar la búsqueda del bienestar como una unidad contradictoria entro lo inmediato y lo mediato, lo particular y lo general. Ello resulta posible solo si tal unidad se percibe en la continuidad del cambio que renueva, en fases sucesivas, la identidad histórica del propio sujeto popular. En una primera aproximación, entendemos que

bienestar social es el proceso de construcción de mejores condiciones de vida, tanto en lo material como en lo espiritual, impulsado por personas o colectivos que operan como sujetos de su propio bienestar, a partir de un determinado nivel de vida y de un particular nivel de aspiraciones, que son histórica y socialmente determinados. Este concepto contiene varios elementos que es preciso analizar: - La noción de proceso se refiere al bienestar como un movimiento desde un estado insatisfactorio y que apunta hacia su superación. En tal sentido, recusamos la vida de bienestar como un indicador estático, como una cifra de una escala inamovible y, más bien, rescatamos la idea de un movimiento relativo y dinámico. - En relación directa con lo anterior, nos referimos a mejores condiciones de vida como una relación que parte de la evaluación de las condiciones de vida presentes como insatisfactorias, desde la que se impulsa una voluntad de cambio. En tal sentido, esas mejores condiciones de vida se construyen, es decir, se producen cuando se integran en la conciencia la insatisfacción (malestar) con su superación (bienestar). Este proceso se da en lo material, es decir, referido a las condiciones materiales de vida, pero también e inseparablemente en lo espiritual, o sea, en el ámbito de los valores y la ética social. Así entendido, el bienestar social atañe a las personas o colectivos, pero se distingue de sus niveles de ingreso o de consumo –que pueden medirse estadísticamente- en que supone una conciencia del bienestar.

CARACTERÍSTICAS DEL ESTADO DE BIENESTAR.

Existen distintas vertientes de conceptualización sobre el Estado de Bienestar, de la misma forma que existe diversas características que lo definen. Probablemente, se debe, a que el Estado de Bienestar es una construcción social e histórica. No obstante, conviene revisar ciertas definiciones básicas, las cuales fueron propiciadas por algunos autores sobre el Estado de Bienestar.

Según Bandrés (1999 p. 55-68), los objetivos del Estado de Bienestar, son básicamente tres: a) Dar seguridad económica y social a las personas; b) reducir las desigualdades, y c) desarrollar políticas para eliminar la pobreza. Lo anterior muestra, que el Estado de Bienestar es un conjunto de políticas públicas, de las cuales sirven como mecanismo de intervención por parte del Estado, para garantizar y dar respuesta a los problemas de las sociedades, que entre otras, son derechos sociales específicos.

Por su parte, para Estruch (1996), el Estado de Bienestar es una forma de organización institucional basada en el compromiso público con el pleno empleo, las cuales desempeñan diversos mecanismos tales como las políticas de intervención hacia el mercado, la existencia de sistemas con mayor cobertura, entre otras, que buscan como fin, la reducción de la desigualdad en ámbitos económicos y sociales.

En tanto, Vaquero (2000) plantea que el Estado de Bienestar es una organización de orden institucional y pública, que desempeñan diversas funciones

de tipo

económico y social; donde busca igualar en mayor grado las clases sociales, mediante el pleno empleo y la seguridad económica que proporcionan las prestaciones y los servicios sociales.

Monereo (1995, p 34- 35), a su vez, enfatiza que el Estado de Bienestar es una expresión de responsabilidad social que busca la satisfacción de la comunidad. Para este autor el Estado de Bienestar es “…aquella forma de organización del poder político en la comunidad que comporta una responsabilidad de los poderes públicos en orden a asegurar una protección social y bienestar básico para sus ciudadanos. Implica la provisión de una serie de servicios sociales, incluyendo transferencias, para cubrir las necesidades humanas básicas de los ciudadanos de una sociedad

compleja y cambiante y la responsabilidad estatal en el mantenimiento de un nivel mínimo de vida a todos los ciudadanos pertenecientes a una comunidad política”. TRANSFORMACIONES SOCIALES PROCEDENTES DEL ESTADO DE BIENESTAR

Se puede considerar, que el Estado de Bienestar ha logrado solucionar, en parte, los problemas de la sociedad a través del tiempo, sin embargo no los ha resuelto en su totalidad y contrario a ello, ha dado pie a la aparición de nuevos situaciones problemáticas para la misma.

Un problema central al cual se ha enfrentado el Estado Bienestar es la sociedad industrial. Situación en la cual se refleja el abandono e inexistencia por parte del Estado en algunos grupos sociales; igualmente se refleja la explotación y exclusión del trabajador por parte de las empresas, marcando una desigualdad eminente, que caracteriza este periodo. De esta forma, por un lado los trabajadores vivían integrados en la sociedad (por medio del trabajo), pero, por otro lado, existía una exclusión de tipo monetario, pues no dejaban que estos trabajadores gozaran de su riqueza producida. Por lo anterior, el Estado de Bienestar ha buscado la manera de participar en la integración de los trabajadores, ya sea en el aspecto laboral, por medio de sindicatos y leyes sociales que han permitido ese equilibrio social a través de la redistribución de los recursos, bienes y servicios.

Así, pues, el Estado, reconoce los derechos sociales y la importancia de estos, procurando que sean extensivos para

todos los ciudadanos por medio de leyes

sociales o derechos fundamentales, que promueven la seguridad básica en la vida. En respuesta a estos cambios, se ha logrado consolidar una nueva sociedad, de “clases medias”. Dejando atrás, para algunos Estados, la antigua sociedad polarizada (una minoría muy rica y una gran mayoría pobre) y para otros, como las sociedades occidentales, el goce de la nueva sociedad de clases medias.

En los aspectos económicos, ha logrado intervenir de alguna manera, para que la antigua clase obrera se haya transformado. A su vez, esta nueva clase obrera, se ha ido diversificado en varios trabajadores (media ejecutiva, media obrera industrial entre otras). Sin embargo, los cambios sociales han aumentado, permitiendo la disminución reguladora del control administrativo y de carácter colectivo, aumentando a su vez, los intereses de beneficio individual, dicho de otro modo, se está creando un sistema el cual que prive el colectivismo por el individualismo.

Lo anterior, no quiere decir que la desigualdad social esté totalmente acabada. Por el contrario, existen estudios que afirman, la existencia de inequidad social dentro de algunos sectores de la población, es especial, la clase media. Para Miralles (2000), analizar el caso de España resulta un poco paradójico, pues encuentra que para los estratos de nivel medio la discrepancia económica es absurda, pues al tener solo el 20% de familias con renta, sólo el 0,5% de estas familias gozan de la renta total. Lo anterior determina, que aunque se dé correcciones dentro del Estado de Bienestar, para encontrar el “equilibrio” general, ya sea de tipo económico o social, siempre va a persistir grandes vacíos en la anexión de este sistema, sea en las sociedades avanzadas o en vía de desarrollo.

Bajo otras circunstancias, algunos autores como Campo (1989), plantea, que la solución para los problemas de desequilibrio social, es acabando la clase obrera y la explotación laboral. Posiblemente resulte utópico, pues siempre se va encontrar pobreza entre los trabajadores y bajo esa misma perspectiva, la explotación como tal aunque exista el Estado de Bienestar.

Finalmente, conviene destacar que el Estado de Bienestar, es una forma amable de discernir la verdadera naturaleza de la institución estatal. No solo al contribuir a los grandes avances de progreso entorno a la asistencia social, sino porque también contribuye a los grandes excesos, por parte del Estado, en sus obligaciones. Si

existen mayores logros en las sociedades, no es gracias a la instauración de un sistema o el cambio de éste, sino por la fuerza marginadora de algunas clases o grupos sociales que buscan, el dominio como tal y a su vez, la satisfacción de ciertas necesidades que finalmente se traduce como la superación propia del individuo.

CONCLUSION El concepto de Bienestar es un concepto difícil de precisar, en particular debido a los aspectos subjetivos que afectan al bienestar individual y que se trasladan al bienestar colectivo o social; esta falta de precisión afecta lógicamente su medición pues siendo además un concepto multidimensional debido a sus variadas facetas, es casi imposible de abarcar a partir de datos empíricos. Aunque nadie sostiene la total equivalencia entre riqueza y bienestar, por lo que no se utilice el PNB como medida de bienestar de un país, y se acepta que el bienestar engloba otros aspectos. Aún se pretende la aproximación a la medición del nivel de bienestar midiendo solamente el factor económico, en concreto se pretende la aproximación a la medición del nivel de bienestar social a través de una medida que utiliza una sola variable: la renta o los ingresos del “individuo” (sea este una persona, una familia, etc.), de esta forma el bienestar se aproxima mediante la equidad, pues no se mide la renta en sí, sino su distribución entre los individuos. Existen otros autores que refieren que el bienestar recae principalmente en el ámbito individual para que de esta manera se pueda expandir hacia lo social. Lo cierto es que desde mi punto de vista, sólo está al alcance de quién estudia las ciencias sociales, establecer parámetros que se asemejen a lo que en su mayoría, la población refleje. Para fines sociales, deben existir reglas que promuevan la libertad y a su vez la tolerancia y el respeto hacia los demás.

BIBLIOGRAFIAS MINISTERIO DE ECONOMIA. Marco Macroeconómico Multianual 2009 – 2011: Del Crecimiento Económico al Bienestar. Lima, 2008. SCHMITDZ, David. BIENESTAR SOCIAL y RESPONSABILIDAD INDIVIDUAL. Lima, 2000.