ENSAYO El Sistema Nacional de Salud en Mex

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UNIVERSIDAD JUÁREZ DEL ESTADO DE DURANGO

FACULTA DE ENFERMERÍA Y OBSTETRICIA

ENSAYO

SISTEMA NACIONAL DE SALUD EN MÉXICO M.E. ANA BEATRIZ ANTUNA CANALES. ALUMNA: ADRIANA PATRICIA ESCAJEDA RODRÍGUEZ.

13/02/13

ENSAYO

SISTEMA NACIONAL DE SALUD EN MÉXICO. Condiciones de salud de la población mexicana. La evolución es un proceso de cambio paulatino e ininterrumpido, a través del cual una situación determinada da lugar a otra nueva de un modo insensible. Este proceso continuo se ve sacudido esporádicamente por situaciones de gran magnitud que introducen cambios profundos, con gran rapidez. En otras palabras, el curso de la evolución se ve transformado en su velocidad, y acaso en su dirección, bajo ciertas coyunturas revolucionarias. La salud no escapa a estas dos modalidades de cambio. En efecto, el campo de la salud refleja las circunstancias espectaculares que viven las sociedades contemporáneas. El objetivo de este simposio es hacer el recuento y analizar el proceso de evolución y revolución en salud. A manera de introducción, nos referiremos a los cambios que nos ha tocado presenciar en cuatro décadas de vida profesional en México. Si bien nos concentraremos en hechos y circunstancias de nuestro país, éstos no difieren sustancialmente de lo acaecido en muchos otros. México está pasando por una profunda transición, por un gran cambio que se inició hace algunos años y del que no escapa la situación de la salud de la población. En efecto, la salud resume de algún modo las transiciones demográfica, epidemiológica, cultural y educativa, económica, social y política en las que estamos inmersos. A continuación, haremos un análisis detallado de la forma en que estas situaciones de cambio repercuten sobre el estado de salud y sus formas de atenderla en beneficio de los mexicanos.

La transición demográfica que hemos experimentado a lo largo de este siglo se caracteriza, primero, por una disminución de la mortandad y un incremento de la natalidad, que da por resultado el aumento acelerado de la población; últimamente, se observa una disminución de la fecundidad, un descenso marcado en la tasa de crecimiento del número de habitantes y, aparejada, una redistribución de éstos, para pasar de ser un país rural a otro esencialmente urbano. Sin embargo, persiste una gran desintegración rural, pues hay más de cien mil comunidades con menos de 2500 habitantes. El cambio se refleja también en indicadores de salud. Así, la mortalidad general descendió de 27 defunciones por cada 1000 habitantes en 1940 a

cinco por cada 1000 en 1980, con la tendencia más acentuada en los grupos infantil y escolar; la esperanza de vida ya alcanza los 75 años. La pirámide poblacional altera su forma triangular con una base ensanchada para tender a un perfil de tipo "barril", debido al efecto de la disminución en la fecundidad y al creciente número de personas de edad avanzada. La transición epidemiológica en nuestro país ha recorrido las etapas señaladas de pestilencia, hambruna, disminución de las pandemias y enfermedades degenerativas así como las producidas por el hombre, como diabetes, hipertensión, cirrosis, agresiones, enfermedad pulmonar, infecciones respiratorias, entre otras. En efecto, en México y en general en países de menor desarrollo relativo, coexisten problemas de salud correspondientes a las los procesos demográficos, socioeconómicos y sanitarios. Situación a la que han denominado "transición de salud". Asimismo, de algunos padecimientos previamente controlados, como el paludismo, el dengue y donde, pensamos nosotros, también cabe la tuberculosis. Por último, hablan de una "transición polarizada", que se refiere al hecho de que las infecciones y la desnutrición afectan a los desposeídos, y las enfermedades crónicas degenerativas a los estratos sociales de mayores recursos.

Las transiciones cultural y educativa, económica, social y política también repercuten de manera importante en la salud. En efecto, considérese que el analfabetismo en la población ha disminuido de manera notable en 40 años; que la escolaridad promedio y el acceso a la educación superior han aumentado en forma evidente: la primera alcanza seis años. A pesar de lo anterior, la crisis económica, con el repugnante peso de la deuda externa, nos ha abrumado en la última década, lo cual ha causado una reducción de los recursos asignados para los programas y servicios de salud. Por otro lado, la mayor conciencia ciudadana, por su participación en los procesos políticos, plantea una exigencia también mayor de mecanismos democráticos transparentes y más y mejores servicios de salud, entre otras demandas. En este sentido, las promesas de los cambios estructurales recientemente implantados para abrir la economía y propiciar una democratización amplia en los servicios de salud. Esta compleja vialidad en transición sirve de marco de referencia para entender los cambios que se dan en el área de la salud y que pueden agruparse en dos vertientes principales: un nuevo enfoque para el cuidado de la salud y el acelerado progreso de la investigación biomédica. En cuanto a la primera vertiente, el cuidado de la salud se orienta ahora por una corriente que, a través de la última década, va cobrando arraigo en la conciencia de los gobiernos y de las sociedades de todo el mundo. Se trata del cambio en el paradigma de la atención a la salud, que significa el tránsito de la medicina individual de tipo curativo a un enfoque poblacional

de carácter preventivo, que se basa en la promoción de la salud. Se propone reducir el riesgo más que reparar el daño. Cabe señalar que este cambio significa "además de" y no "en vez de"; es decir, significa una variación en el énfasis, la decisión y la voluntad política, una redefinición de estructuras y funciones de los servicios de salud, nuevas fórmulas para la asignación de fondos públicos y la formación de recursos humanos, entre otras. Es importante señalar que la salud colectiva ha sido preocupación continua de los gobiernos y de la sociedad en México. Diversas experiencias se han puesto en práctica para cuidar de grupos vulnerables expuestos a riesgos específicos. En el siglo pasado, la salud pública estuvo al cuidado de un cuerpo colegiado autónomo, el Consejo Superior de Salubridad, que más tarde devino en Consejo de Salubridad General. El sistema de salud en México comprende 2 sectores, el privado y el público, que estos cubren los intereses y el bienestar de las mayorías. En el caso de la salud, incluyó a un organismo responsable de la salud, el Departamento de Salubridad; con la Secretaría de Asistencia, dio acomodo a la asistencia médica fundamentalmente representada por la práctica hospitalaria, ya que este tipo de instituciones recibió un significativo impulso a principios de los cuarenta. Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), Petróleos Mexicanos (PEMEX), Secretaría de la Defensa (SEDENA), Secretaría de Marina (SEMAR) y otros) y las instituciones y programas que atienden a la población sin seguridad social [Secretaría de Salud (SSA), Servicios Estatales de Salud (SESA), Programa IMSS-Oportunidades (IMSS-O), Seguro Popular de Salud (SPS)]. El sector privado comprende a las compañías aseguradoras y los prestadores de servicios que trabajan en consultorios, clínicas y hospitales privados, incluyendo a los prestadores de servicios de medicina alternativa. Estas instituciones habrían de imprimir un nuevo derrotero al ejercicio de la medicina institucional, al incorporar, como base y consecuencia de la atención médica, a la investigación científica y la formación de recursos humanos de alto nivel.

Los gobiernos establecieron su compromiso de hacer lo conducente para alcanzar la ambiciosa meta de "Salud para todos en el año 2000", utilizando como plataforma la atención primaria a la salud. Cabe hacer dos consideraciones:

Primera: el planteamiento de "Salud para todos", en cierta forma, se ha satanizado, invocando que es una ilusión inalcanzable. Quienes piensan de esta forma pierden de vista que su aspiración es garantizar el acceso a servicios de salud capaces de prevenir los daños, resolver la patología más frecuente y menos compleja así

como referir aquellos pacientes que lo requieren a niveles más refinados de atención. De este modo se pretende ofrecer a toda la población igualdad de oportunidades para gozar de la salud.

Segunda: la atención primaria a la salud, idealmente el primer contacto de personas y grupos poblacionales con el Sistema Nacional de Salud, hace confluir elementos de salud pública y de atención médica y en ella se involucran, además de médicos y enfermeras, personal no profesional, como auxiliares de la salud.

Así pues, constituyen, en particular para los países en desarrollo, la única alternativa viable para elevar el nivel de salud de la ciudadanía. La relación costo-beneficio es contundente a este respecto. "Salud para Todos" y Atención Primaria a la Salud han sido aceptados e impulsados por los gobiernos en los altos niveles del sector salud y de otros sectores concurrentes. El entendimiento del concepto y de las acciones que configuran la estrategia debe permear al amplio gremio de los trabajadores de la salud, sobre todo en los niveles operativos, y a otros ámbitos de la sociedad. Para impulsar su implantación y ejercicio falta formar recursos humanos idóneos y efectuar cambios estructurales.

En cuanto a la formación de los profesionales de la salud, en especial los médicos que son el soporte de los equipos de atención a la salud, se ha realizado un esfuerzo sistemático a nivel mundial durante varios años. Cada uno de los servicios de salud, tiene sus propios pacientes, esto implica el acomodo o bien la repartición de pacientes en cada una de las unidades de los servicios de salud, esto quiere decir que cada uno de los servicio da el mismo a un determinado número de habitantes, destacando también que estos mismos cuentan con una o más de las seguranzas públicas y privadas según sea el caso, notando que el IMSS por su parte da servicio a la mayoría de sus afiliados, y un régimen voluntario. En la mayoría de sus afiliados, y un régimen voluntario. El régimen obligatorio comprende cinco ramos básicos de protección social: seguro de enfermedad y maternidad, seguro de riesgos de trabajo, seguro de invalidez y vida, seguro de retiro y vejez, prestaciones sociales y seguras de guardería y otros. El seguro de enfermedades y maternidad garantiza atención médica, quirúrgica, farmacéutica y hospitalaria desde el primero hasta el tercer nivel, ayuda para lactancia y subsidios por incapacidades temporales. Las personas no asalariadas pueden establecer un convenio voluntario con el IMSS a fin de obtener parte de los beneficios médicos del seguro de enfermedades y maternidad. Régimen obligatorio comprende cinco ramos básicos de protección social: seguro de enfermedad y maternidad, seguro de riesgos de

trabajo, seguro de invalidez y vida, seguro de retiro y vejez, prestación social y segura de guardería y otros. El seguro de enfermedades y maternidad garantiza atención médica, quirúrgica, farmacéutica y hospitalaria desde el primero hasta el tercer nivel, ayuda para lactancia y subsidios por incapacidades temporales. Las personas no asalariadas pueden establecer un convenio voluntario con el IMSS a fin de obtener parte de los beneficios médicos del seguro de enfermedades y maternidad. Por otra parte el ISSTE, da servicio a todos los empleados de gobierno y sus familias, también da el mismo a jubilados y pensionados, garantiza el acceso a servicios de medicina preventiva, maternidad, atención médica, quirúrgica, hospitalaria, farmacéutica, y de rehabilitación física y mental, este es similar al servicio que presta el IMSS. Los asegurados de PEMEX, SEDENA y SEMAR cuentan con beneficios parecidos a los del IMSS e ISSSTE. El SPS garantiza el acceso a 260 intervenciones de salud, con sus respectivos medicamentos, que los afiliados reciben en las unidades de los SESA. También ofrece un paquete de 18 intervenciones de alto costo, dentro de las que se incluye el tratamiento para cáncer en niños, cáncer cervicouterino, cáncer de mama, VIH/Sida y cataratas. La población no asegurada recibe en las unidades de los SESA beneficios muy variados: servicios ambulatorios básicos en los centros de salud rurales y un conjunto más o menos amplio de intervenciones en las grandes ciudades. Por último, el IMSS-O ofrece servicios sobre todo en zonas rurales a través de clínicas de primer nivel y hospitales rurales de segundo nivel. La atención se concentra en servicios de medicina general ambulatoria y servicios hospitalarios materno-infantiles. Para el cambio estructural, en México hemos entendido que el cuidado de la salud requiere de la participación activa de varios sectores del gobierno y de la sociedad entera; que es inevitable incrementar la autonomía de los servicios estatales y reforzar su capacidad gerencial a todos los niveles pero, sobre todo, el de las jurisdicciones sanitarias; que es necesario precisar y armonizar las funciones de las distintas instituciones de salud, impulsar la investigación en salud y adecuar y formar los recursos humanos indispensables; en fin, que hay que explorar nuevas formas de financiamiento que nos adelanten en uno de los desiderata esenciales de la salud: la equidad. Aun cuando son indudables los adelantos logrados, hay amplio espacio para continuar perseverando en la dirección deseada.

En lo que toca a la segunda de las vertientes indicadas —el acelerado progreso de la investigación biomédica— es en verdad impresionante la forma vertiginosa en que, en nuestro tiempo, se han venido esclareciendo incógnitas que atañen al funcionamiento de nuestro organismo y a su relación con el ambiente.

Los gastos de estas instituciones los cubre en parte la población, con sus impuestas, los asegurados y el gobierno federal, según corresponda a cada una de las instituciones. Además estas instituciones cuentan con personal capacitado para brindar el servicio solicitado, pero no hay q dejar a un lado que también en mencionadas instituciones no se cuenta con el personal suficiente por cada 1000 habitantes ya que este está por debajo a la de otros países, esto haciendo mención a enfermeras y médicos. Sobre el sector privado no hay datos para precisar, pero es de notar que en mencionada institución privada no debe de existir tal problema ya que a este la cubre los involucrados. La concentración de la información en salud en México es responsabilidad de la Dirección General de Información en Salud de la SSA. A través del Sistema Nacional de Información en Salud (SINAIS), publica información sobre nacimientos, muertes, casos de enfermedad, recursos financieros, recursos humanos, recursos materiales, infraestructura y servicios. El SINAIS incluye varios subsistemas. Destacan dentro de ellos el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica (SINAVE), el Sistema Automatizado de Egresos Hospitalarios (SAEH) y el Sistema de Cuentas Nacionales y Estatales en Salud (SICUENTAS) En las instituciones públicas, la mayor parte del tiempo se cubre con el medicamento que requiere el paciente, pero también se ha hecho mención de medicamentos GI (Genéricos Intercambiables) a ellos los obligan a hacer pruebas de bioequivalencia para q las instituciones públicas las puedan seguir comprando para los pacientes. Los que aún no han comprobado del todo su confiabilidad son los llamados similares. Este tipo de cuestiones también han sido invocadas y discutidas en relación con otra área en la que se han dado impresionantes avances en los últimos años: la biología de la reproducción aplicada al género humano. El gobierno federal en conjunto con la secretaria de salud, tiene como objetivo brindar al su población vulnerable, un buen servicio de calidad y calidez, por tal motivo pone a la disposición del público interesado escuelas de medicina y facultades de enfermería, para formar a los profesionales, dando a estos la certificación de su responsabilidad como profesionistas. Esto de igual manera a los especialistas en diferentes ámbitos. La COFEPRIS (Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios) es una agencia de la SSA con autonomía técnica, administrativa y operativa encargada de realizar tareas de regulación, control y fomento sanitario. En las instituciones públicas el tiempo de espera es relativamente largo, comparado con la del sector privado; aunque el servicio de urgencias en las instituciones públicas es bueno, aunado a esto el gobierno federal aunado con la SSA, han buscado estrategias para mejorar el tiempo de espera en las salas de las unidades de salud, es por ello que han propuesto a una persona de la comunidad o que esté presente como paciente, para que ella

o el funjan su papel en representación de los habitantes y/o usuarios de los servicios, como portador de voz, al mencionar o exigir que los servicios sean de mejor calidad si es el caso, o mejorar los tiempos de espera, si así lo demanden, entre las otras muchas cosas que la sociedad requiera. Este se llama “Aval Ciudadano”. Los servicios de salud de PEMEX y SEDENA sus mismos usuarios los califican de buena o muy buena atención.

Lo anterior es sólo una muestra del avasallador avance de la experimentación biomédica y de su gran potencialidad. Sin duda, los grandes logros de la clínica y la cirugía son asociados a la aplicación creciente y sistemática de tales adelantos en beneficio de los pacientes a quienes es posible brindar medios diagnósticos más específicos, más sensibles, menos agresivos y recursos terapéuticos más eficaces y más seguros, a esto se une el SPS. La nueva imagenología, con el advenimiento de la tomografía axial computarizada, la resonancia magnética nuclear y la emisión de positrones, así como la aplicación del láser, acredita lo afirmado. Otra gran posibilidad que ya está con nosotros es el diseño de fármacos "a la medida molecular" de sus objetivos blanco: receptores en la membrana, estructuras subcelulares, sitio activo de una enzima, material genético de células normales, de células patológicas y de agentes patógenos. Cabe destacar que la salud pública también se ha beneficiado de los avances de la investigación biomédica básica. Un claro ejemplo se da en el desarrollo de las vacunas del futuro, mediante la aplicación de la metodología del ADN recombinante y de anticuerpos monoclonales. Otro caso ilustrativo: se reconoce que si el SIDA hubiese aparecido veinte años antes, las consecuencias de la pandemia hubieran sido infinitamente más desastrosas. En efecto, el advenimiento en los setenta de la tecnología para contender con los retrovirus permitió, en breve plazo, aislar y caracterizar el VIH y contar con medios diagnósticos que permiten establecer prevalencias. De esta forma, va cobrando carta de naturalización una epidemiología molecular. Estas son las circunstancias en las que, en el momento actual, está inmersa la problemática en salud. Las dos vertientes descritas no pueden verse como antagónicas, si bien suelen competir por recursos y por predominio. No se trata, cabe repetirlo, de una en vez de la otra. No podemos cerrarnos a los avances de la investigación biomédica y de sus aplicaciones tecnológicas; menos podemos desentendernos de la obligación de proporcionar servicios de calidad y cobertura universal para todos los mexicanos. Así pues, dichas vertientes no deben oponerse sino más bien complementarse. Los años venideros serán sin duda muy gratificantes y aleccionadores para enfrentar el desafío de cómo avanzar, con sabiduría, en la atención a la

salud, ofreciendo calidad y cobertura universal, al tiempo que se incorporan los productos del nuevo conocimiento. El reto es evitar que, por el enorme costo de su aplicación, los avances científicos y tecnológicos lleguen a ser discriminatorios y perturben el principio fundamental de la equidad que, en la salud más que en ningún otro ámbito, debe ser la norma imprescindible de nuestra actuación.