Ensayo Delincuencia en El Callao

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ENSAYO DELINCUENCIA JUVENIL EN EL CALLAO

ALUMNO:

DOCENTE:

LIMA – PERÚ 2017

INDICE GENERAL

1.

INTRODUCCIÓN........................................................................................ 3

2.

DESARROLLO........................................................................................... 4

2.1.

DEFINICIÓN DE LA DELINCUENCIA:.......................................................4

2.2.

PANORAMA ACTUAL DE LA DELINCUENCIA JUVENIL..............................5

2.3.

LA VIOLENCIA....................................................................................... 6

2.4.

FAMILIA Y DELINCUENCIA JUVENIL......................................................10

2.5.

LA DELINCUENCIA EN EL PERÚ...........................................................12

2.6.

ESTADÍSTICAS.................................................................................... 14

2.7.

DELINCUENCIA EN EL DISTRITO DEL CALLAO......................................15

CONCLUSIONES............................................................................................ 20 REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS...................................................................21

1.

INTRODUCCIÓN En el presente ensayo titulado la delincuencia juvenil en el Callao, es un estudio que muestra conceptos de delincuencia, siendo un tema muy conocido ya en nuestro Pals ya que diariamente se observan noticias de su incremento y diversidad, pero teniendo siempre la misma característica la violencia. La delincuencia juvenil es un fenómeno muy representativo desde el siglo pasado, la delincuencia juvenil es uno de los problemas criminológicos que crece cada día más, no solo en nuestro país, sino también en el mundo entero; es una de las acciones socialmente negativas que va a lo contrario fijado por la ley y a las buenas costumbres creadas y aceptadas por la sociedad. La delincuencia juvenil es un fenómeno social que pone en riesgo la seguridad pública de la sociedad, así mismo va contra las buenas costumbres ya establecidas por la sociedad. La delincuencia juvenil es un fenómeno de ámbito mundial, pues se extiende desde los rincones más alejados de la ciudad industrializada hasta los suburbios de las grandes ciudades, desde las familias ricas o acomodadas hasta las más pobres, es un problema que se da en todas las capas sociales y en cualquier rincón de nuestra civilización. Es en el Callao donde se da un mayor porcentaje de delincuencia juvenil, donde se observa sobre todo la presencia de pandillas manejadas con violencia y la existencia del vicariato donde se utilizan a los jóvenes para realizar estos actos, siendo un problema que aqueja no solo al distrito sino que también al Perú de manera global, siendo un tema en el cual se debe buscar soluciones inmediatas para bien d e nuestra sociedad.

2. 2.1.

Desarrollo DEFINICIÓN DE LA DELINCUENCIA: La delincuencia se refiere a un conjunto de actos en contra de la ley, también como una conducta por parte de una o varias personas que no coinciden con las requeridas en una sociedad determinada, que atentas contra las leyes de dicha sociedad. La delincuencia puede diferir según el código penal de cada país.Garrido Vi. (1990) Este tipo de acciones atentan contra el normal funcionamiento de nuestra sociedad, poniendo en peligros de diferente naturaleza a sus miembros. Sin duda la delincuencia es uno de los temas que más preocupa a la sociedad actual, debido principalmente al aumento del número de delincuentes, los delitos cometidos pueden ser de carácter menor o también llegar a ser graves y clasificados, pero no son de grandes proporciones, es decir, no son cometidas por grupos organizados ni planeadas para afectar en gran manera a la sociedad. Se incluyen aquí delitos como asaltos, robos, fraudes, violaciones, vandalismo, grafitis y pinturas en muros y monumentos, entre otros. En cuanto a la delincuencia más grave, se denomina delincuencia organizada e implica una organización o grupo mayor y un delito de grandes proporciones que puede ser de carácter intermedio o mayor. Además de estar aumentando la delincuencia, cada vez es más violenta. Anteriormente era más común que el delincuente usara la fuerza sólo en caso de necesidad, pero hoy, la mayoría primero agrede y luego comete el delito, como en el caso de los robos con violencia y a mano armada. Se han realizado muchas investigaciones para tratar de descubrir los factores que han influido en aquellos que delinquen, llegando a destacar problemas como la pobreza y la exclusión social, el desempleo y la vagancia, la deserción escolar, las desigualdades, la personalidad, la disfunción en la familia, entre otros. Otras teorías apuntan también a problemas biológicos o genéticos.

Corrientemente empleamos el término ‘’delincuente’’ sin preocuparnos por su ambigüedad, a veces sin notarla, exactamente por esto nos lleva a la confusión y mal interpretación. Pero ¿realmente estamos hablando de inadaptados sociales haciendo abstracción de sus sentimientos? Se podría decir que es hoy, en un siglo que estas clases diferentes a las nuestras se haya convertido en uno de los acontecimientos más traumáticos para el Perú. Ya no puedes salir sin tener el temor de ser asaltado, extorsionado, asaltado, o en el peor de los casos hasta herido, definitivamente ¿son culpables? ¿El Estado debería destinar a estos ‘’indecentes’’ como se les dice a la perpetuidad sin ningún remordimiento? ¿Cómo lo sabemos? Juzgamos su desesperación, el miedo, temor de conseguir algo en la vida, porque esos ‘’inadaptados’’, ‘’dependientes sociales’’ como se les dice son seres humanos con miles de problemas y defectos como cada uno de nosotros, claro está que no por eso se les debe justificar, pero cada uno sabe controlarse debidamente, ellos no (Javes, 2013).

2.2.

PANORAMA ACTUAL DE LA DELINCUENCIA JUVENIL. La delincuencia juvenil ha aumentado de forma alarmante en los últimos tiempos, pasando a ser un problema que cada vez genera mayor preocupación social, tanto por su incremento cuantitativo, como por su progresiva peligrosidad cualitativa. La delincuencia juvenil es además una característica de sociedades que han alcanzado un cierto nivel de prosperidad y, según análisis autorizados, más habitual en los países anglosajones y nórdicos que en los euro mediterráneos y en las naciones en vías de desarrollo. Vacca, R (2000). Es decir, en las sociedades menos desarrolladas la incidencia de la delincuencia juvenil en el conjunto del mundo del delito es menor que en las comunidades más avanzadas en el plano económico.

En las grandes ciudades latinoamericanas, la delincuencia juvenil está ligada a la obtención delictiva de bienes suntuarios de consumo y por lo general no practican la violencia por la violencia misma sino como medio de obtener sus objetivos materiales. Los estudios criminológicos sobre la delincuencia juvenil señalan el carácter multicausal del fenómeno, pero a pesar de ello, se pueden señalar algunos factores que parecen decisivos en el aumento de la delincuencia juvenil desde la II Guerra Mundial. Así, son factores que se encuentran en la base de la delincuencia juvenil la imposibilidad de grandes capas de la juventud de integrarse en el sistema y en los valores que éste promociona como únicos y verdaderos (en el orden material y social, por ejemplo) y la propia subcultura que genera la delincuencia que se transmite de pandilla en pandilla, de modo que cada nuevo adepto trata de emular, y si es posible superar, las acciones violentas realizadas por los miembros anteriores del grupo. 2.3.

LA VIOLENCIA Consiste en la presión ejercida sobre la voluntad de una persona, ya sea por medio de fuerzas materiales, ya acudiendo a amenazas, para obligarla a consentir en un acto jurídico. VILLORO, T., (2002. Pág.382) La violencia es un elemento que se encuentra comúnmente en la delincuencia juvenil y es uno de los factores que influyen a los jóvenes a cometer actos ilícitos llevados por la violencia. Causas de la Violencia El fenómeno de la violencia es muy complejo. Hay muchas causas, y están íntimamente relacionadas unas con otras y conllevan a la delincuencia de menores. En general se agrupan en biológicas, psicológicas, sociales y familiares. Tan sólo por citar algunos ejemplos dentro de cada grupo, tenemos:

Causas Biológicas Se ha mencionado al síndrome de déficit de atención con hiperactividad como causa de problemas de conducta, que sumados a la impulsividad característica del síndrome, pueden producir violencia. Un estudio con niños hiperquinéticos mostró que sólo aquellos que tienen problemas de conducta están en mayor riesgo de convertirse en adolescentes y adultos violentos. La conclusión es que hay que hacer un esfuerzo para aportar a aquellos niños hiperquinéticos con problemas de conducta recursos terapéuticos más oportunos e intensivos. Causas Psicológicas La violencia se relaciona de manera consistente con un trastorno mental en realidad de personalidad y su contraparte infantil, el trastorno de la conducta, llamado ahora disocial, aunque hay que aclarar no todos los que padecen este último evolucionan inexorablemente hacia el primero, y de ahí la importancia de la distinción. El trastorno antisocial de la personalidad se establece entre los 12 y los 15 años, aunque a veces antes, y consiste en comportamiento desviado en el que se violan todos los códigos de conducta impuestos por la familia, el grupo, la escuela, la iglesia, etc. El individuo actúa bajo el impulso del momento y no muestra arrepentimiento por sus actos. Inicialmente esta violación persistente de las reglas se manifiesta como vandalismo; crueldad con los animales; inicio precoz de una vida sexual promiscua, sin cuidado respecto al bienestar de la pareja; incorregibilidad; abuso de sustancias; falta de dirección e incapacidad de conservar trabajos; etc. Salvo que tengan una gran inteligencia o que presenten formas menos graves del trastorno, fracasan en todo tipo de actividades, incluyendo las criminales, ya que carecen de disciplina, lealtad para con sus cómplices,

proyección a futuro, y siempre están actuando en respuesta a sus necesidades del momento presente. El trastorno es cinco a diez veces más frecuente en hombres que en mujeres. Como estos sujetos están más representados en los estratos más pobres, hubo alguna discusión sobre si la pobreza induce o potencia estas alteraciones. Esto se ha descartado: los individuos con trastorno antisocial de la personalidad, por su incapacidad de lograr metas y conservar empleos, tienden a asentarse naturalmente en los estratos de menores ingresos. Causas Sociales La desigualdad económica es causa de que el individuo desarrolle desesperanza. No se trata de la simple pobreza: hay algunos países o comunidades muy pobres, como el caso de algunos ejidos en México, en los que virtualmente desconocen el robo y la violencia de otro tipo. Sin embargo, la gran diferencia entre ricos y pobres y sobre todo la imposibilidad de progresar socialmente sí causa violencia: la frustración se suma a la evidencia de que no hay otra alternativa para cambiar el destino personal. Más importante como causa social es la llamada subcultura delincuente. Aunque sus detractores dicen que esta hipótesis carece de evidencia experimental, hay comunidades, barrios y colonias en donde niños y jóvenes saben que para pertenecer al grupo y formar parte de su comunidad necesitan pasar algunos ritos de iniciación, entre los que se encuentran robar, asaltar o quizá cometer una violación. La falta de medición requiere de estudios, sí, mas no de desestimar lo que obviamente es un factor de formación de conductas y conceptos sociales. Entorno Familiar En la familia, los dos factores que con más frecuencia se asocian al desarrollo de violencia es tener familiares directos que también sean violentos y/o que abusen de sustancias. Un entorno familiar disruptivo potencia las predisposiciones congénitas que algunos individuos tienen

frente a la violencia (i.e. síndrome de alcohol fetal) y por sí mismo produce individuos que perciben a la violencia como un recurso para hacer valer derechos dentro de la familia. Un estudio con niños adoptados mostró que los actos que desembocaban en una pena de prisión correlacionaban mejor con el número de ingresos a la cárcel de sus padres biológicos que con la conducta de sus padres adoptivos. El Individuo Violento En los individuos violentos vemos la interacción de los trastornos descritos. Por ejemplo, en los delincuentes crónicos se encuentran varios o todos los siguientes rasgos. 1. Socialización

pobre

como

niños:

pocos

amigos,

no

los

conservaban, sin ligas afectivas profundas, etc. 2. Poco supervisados o maltratados por sus padres: los dejaban solos, a su libre albedrío, y cuando estaban presentes, los maltrataban. 3. Buscan sensaciones en forma continua: desde chicos son “niños problema,” y los mecanismos de control social no tienen gran influencia sobre ellos. 4. Manejan prejuicios como base de su repertorio: “todos los blancos/negros/mujeres/hombres son así” 5. Abusan del alcohol. 6. Nunca han estado seriamente involucrados en una religión principal. 7. Carecen de remordimientos, o aprenden a elaborar la culpa y así evitarlos. 8. Evitan asumir la responsabilidad de sus actos: construyendo casi siempre una pantalla o justificación que suele ser exitosa para

librarlos (i.e. “es que cuando era niño me maltrataban”). http://www.hiperactivos.com/prevencion.shtml

2.4.

FAMILIA Y DELINCUENCIA JUVENIL La familia como el primer espacio de socialización del niño, ejerce gran influencia en los patrones conductuales y relacionales con el mundo que lo rodea. Por tanto cuando la familia no desarrolla un vínculo funcional protector, promotor y armónico, puede sobrevenir la inadaptación. Según

Amando

Vega

(1994),

las

características

familiares

más

frecuentemente asociadas con la delincuencia son: 

·La antisocialidad de los padres.



Supervisión y disciplina ineficaz.



Desavenencias y falta de armonía familiar, pobres relaciones entre padres e hijos.



Familias numerosas y marginación social. Vacca (1998), explica que una familia disfuncional puede conducir a uno o más de sus integrantes a desarrollar una determinada patología, definiéndola

como

“un

patrón

de

conductas

desadaptativas

e

indeterminadas que presenta de manera permanente uno o varios integrantes de una familia, y que al relacionarse con su membrecía se genera un clima propicio para el surgimiento de patologías específicas e inespecíficas”. El mismo autor refiere que los diversos tipos de familias disfuncionales propiciarán un clima psicopatológico al interior de la misma, que afectará en diferente grado a los miembros del núcleo familiar, condicionando patologías específicas: 

· Familias disfuncionales neurotigénicas



· Familias disfuncionales psicotigénicas



· Familias disfuncionales psicopatogénicas, y



· Familias disfuncionales adictogénicas

Cada una de las cuales y en contacto con los factores de riesgo compatibles con cada uno de sus miembros y/o su factor predictivo correspondiente

pueden

incubar

y

desencadenar

los

cuadros

psicopatológicos respectivos. Por tanto, la adicción tendría lugar por la conjunción de una serie de factores de riesgo que predisponen, exponen o facilitan que una persona desarrolle un vínculo patológico con una actividad, aparato o persona que desencadene en una posterior adicción. La posibilidad de “engancharse” y generar una adicción se potencializa si el individuo posee un Factor Predictivo Positivo, referido a una predisposición orgánica heredada (bioquímica, neurológica, fisiológica y psicológica), dependiendo también del tipo de adicción desarrollada, por ejemplo, en el caso de los consumidores de PBC, se observa que desarrollan rápidamente una psicopatización secundaria. Dicha posibilidad disminuye si dicho individuo posee factores de protección suficientes para enfrentar con éxito los riesgos a que todos en cierto momento, estamos expuestos. Por ejemplo podemos citar como factores protectores el hecho de tener un trabajo satisfactorio, pertenecer a clubes deportivos, organizar racionalmente su tiempo, ser asertivo, etc. Entre los factores de riesgo tenemos los macrosociales, que son aquellos propios de la estructura social, como la actitud permisiva de la sociedad frente a algunas sustancias, la presión de grupo, la accesibilidad para obtener una droga, los mensajes publicitarios que promueven el consumo y el gasto, la exclusión social, la corrupción, la pobreza, la falta de oportunidades de trabajo, estudio y autorrealización en general, etc.

Los factores microsociales, están referidos al sistema familiar, la distribución de roles y responsabilidades, las creencias, los patrones de crianza, etc. Principalmente las familias denominadas “Familias Disfuncionales Adictógenas”, son aquellas que promueven el uso de drogas convencionales y no convencionales. En este caso se observa maltrato entre los miembros, abuso de drogas legales o ilegales, comportamientos obsesivos y compulsivos, alianzas patológicas, rigidez en las normas y problemas de comunicación, entre otros. La característica de personalidad del individuo puede ser un factor de riesgo individual, cuando existen rasgos disfuncionales como baja tolerancia al estrés, baja autoestima, deficiente repertorio de habilidades sociales, impulsividad, así como sentimientos de soledad, curiosidad y falta de apoyo emocional. Es así que se puede afirmar que la adquisición de una conducta adictiva, convencional o no, posee una etiología multicausal, es decir, tiene lugar debido a una combinación de factores individuales y ambientales que se deben tener en cuenta en la prevención y tratamiento con la finalidad de controlar y/o disminuir y extinguir según el caso aquellos elementos de riesgo y predictivos, y reforzar, promover e incrementar los factores protectores o funcionales.

2.5.

LA DELINCUENCIA EN EL PERÚ Es a principios de este siglo en que se ubica la preocupación en 105 países de nuestra región. Esto es el resultado, por un lado, de la internacionalización de las ideas que se inician en el Siglo XX. La primera legislación específica que se conoce fue la Argentina, promulgada en 1919. Pero fue en décadas posteriores en donde se promulgaron la mayoría de las primeras legislaciones, por ejemplo Colombia en 1920, Brasil en 1921, Uruguay en 1934 y Venezuela en 1939. Durante este período y hasta los años 60, podemos afirmar que el

derecho penal de menores se desarrolló intensamente, en su ámbito penal, fundamentado en las doctrinas positivistas-antropológicas. En la década de los 60, con excepción de Panamá que promulgó su primer ley específica en 1951 y República Dominicana en 1954, se presenta un auge del derecho penal de menores en el ámbito legislativo, con la promulgación y reformas de leyes especiales, por ejemplo, en los siguientes países: Perú en 1962, Costa Rica en 1963, Chile en 1967, Colombia en 1968, Guatemala en 1969 y Honduras también en 1969. En la década de los 70, se promulgan las siguientes legislaciones: México en 1973, Nicaragua en 1973, El Salvador en 1973, Bolivia en 1975, Venezuela en 1975, Ecuador en 1975 y Cuba en 1979. La violencia Consiste en la presión ejercida sobre la voluntad de alguna persona, ya sea por medio de fuerzas materiales, amenazas Causas de la Violencia El fenómeno de la violencia es muy complejo. Hay muchas causas, y están íntimamente relacionadas unas con otras. En general se agrupan en biológicas, psicológicas, sociales y familiares. Entorno Familiar En la familia, los dos factores que con más frecuencia se asocian al desarrollo de violencia es tener familiares directos que también sean violentos y/o que abusen de sustancias. Un entorno familiar disruptivo

potencia

las

predisposiciones

congénitas

que

algunos

individuos tienen frente a la violencia y por sí mismo produce individuos que perciben a la violencia como un recurso para hacer valer derechos dentro de la familia. Un estudio con niños adoptados mostró que los actos que desembocaban en una pena de prisión correlacionaban mejor con el número de ingresos a la cárcel de sus padres biológicos que con la conducta de sus padres adoptivos. 2.6. ESTADÍSTICAS Las cifras del Plan Nacional de Seguridad Ciudadana 2013-2018, elaborado por el mismo Ministerio del Interior y que fue publicado en el diario oficial El Peruano refleja que la delincuencia ya no es una percepción, sino una realidad.

Las denuncias policiales por diversos delitos pasaron de 617 por 100 mil habitantes (en 2010) a 846 por 100 mil habitantes (2016). Es decir, hubo un alza de 37%. Los robos se incrementaron en un 31% entre los años 2010 y 2016. Mientras que los hurtos (o arrebatos al paso) subieron en un 33% en el mismo periodo. Otro tema alarmante es el aumento de los casos de violaciones sexuales, que pasaron de 18 denuncias por 100 mil habitantes en 2010 a 29 denuncias por 100 mil habitantes en 2016. Lo lamentable es que el Plan Nacional de Seguridad Ciudadana muestra que el 56% de la población considera que el Poder Judicial es corrupto, seguido por la Policía Nacional (52%), el Congreso de la República (47%), los partidos políticos (27%) y las municipalidades (24%), entre otras entidades. (Delincuencia se incrementó en más de 30%, 2016) De hecho, un reciente informe del INEI (Instituto Nacional de Estadística e Informática), con datos del segundo semestre del año pasado, señala que del 2011 al 2016, se ha reducido en 6,8% los peruanos víctimas de algún hecho delictivo (de 45,1% a 38,3%) y el robo o intento de robo de viviendas ha pasado de 19,9 a 16,8% (-3,1%). Por otra parte en Lima las víctimas de algún hecho delictivo pasaron del 48,4 al 39,9%, y en cuanto a homicidios Lima está lejos de ser la ciudad peruana con mayor índice de asesinatos. (Valdivia, 2013)

2.7.

DELINCUENCIA EN EL DISTRITO DEL CALLAO Como bien sabemos este problema en el Perú es de índice alarmante ya que ha provocado que seamos unos de los países más inseguros de Latino-América, encontrándonos en el puesto número 8 y de esa manera reduciendo en un 15% el progreso del turismo. La amenaza es latente y estamos frente a este peligro constantemente, pero ¿A qué se debe esto? si el congreso asegura ir mejorando en el progreso de la seguridad del país pero esto aun no se ve reflejado.

El “tráfico ilícito de drogas en menores” es un delito que tiene alta incidencia en la Provincia Constitucional donde muchos jóvenes son utilizados por los traficantes como “burriers” o para la venta de drogas ilegales. También son un problema mayor los jóvenes que integran las pandillas y provocan lesiones en las personas y dañan bienes públicos o privados, utilizando armas de fuego o armas blancas. Como consecuencia de la desidia de las autoridades municipales y policiales, en los últimos meses, la delincuencia juvenil se ha incrementado notoriamente en Callao, atentando contra la vida humana y creando inestabilidad empresarial y zozobra en el primer puerto del país. Es casi una costumbre ver a grupos de pandilleros, jóvenes y adolescentes, que parados en las esquinas asaltan, roban, hieren y hasta asesinan a quienes se les enfrenten por defender sus pertenencias. Callao es tierra de nadie y cada vecino hace lo que cree conveniente para cuidar su vida y propiedad. Las pandillas integradas por jóvenes y adolescentes de entre 17 y 25 años aproximadamente, vestidos de casacas con “capuchas” que suelen colocárselas encima de los gorros, llegan a formar grupos que superan las 20 personas. Estos grupos son el terror de tiendas, bodegas, puestos de mercado, pasajeros y vecinos chalacos. Callao que se caracterizaba por tener zonas peligrosas donde hasta la policía no ingresaba como los “Barracones”, “La Siberia”, “Corongo”, “Puerto Nuevo”, “Chacaritas”, “San Judas”, etc., ahora tiene el deshonroso mérito de ser el puerto más peligroso del Pacífico y la ciudad porteña con mayor número de atentados contra la vida y la salud. Si bien es cierto que la delincuencia juvenil es producto del rol familiar, también es real que es consecuencia de la negligencia de las autoridades regionales y municipales.

En el Callao. las personas del mal vivir han tomado literalmente calles como los jirones Saloom, Guisse, Loreto, Apurímac, Ancash y Av. Grau (ex Buenos Aires), ubicadas en la periferia del cuartel Alipio Ponce de la Policía Nacional del Perú (PNP), sólo por citar a la periferia de Callao Cercado. Por cierto que los escasos policías y personal del serenazgo están en la principal Av. Sáenz Peña, Av. Grau, Jr. Lord Cochrane y Jr. Colón, cerca del Mercado Central. Muchos vecinos que hacen sus compras en los supermercados Totus tienen que regresar a sus hogares en taxis, afectando a la economía familiar. Pagar un promedio de cuatro soles (US$ 1.20) por sólo tres o cuatro cuadras (300 ó 400 metros) para evitar ser presa de éstas pandillas. Ocasionalmente, circulan patrulleros y motorizados de la PNP, pero como van en caravana es fácil detectarlos desde lejos. Los delincuentes ver pasar a la caravana por una calle y se trasladan a la siguiente cuadra para continuar haciendo sus fechorías. Saben que la policía no regresará más. Emprendedores de la micro empresa que comercializan productos como anticuchos, mazamorras, dulces, frutas y otras mercancías son las principales víctimas. Los esfuerzos para reactivar el turismo en Callao y crear empresas es limitado por las acciones delincuenciales que no tiene cuando acabar. Es normal escuchar tiroteos todos los días, ver enfrentamientos entre bandas delincuenciales, observar a grupos de jóvenes libando licor en las calles, y ser testigos de cientos de asaltos menores (robos de teléfonos celulares, carteras, paquetes, lentes, etc.) Sabemos que la delincuencia es un problema social, y al parecer, los únicos interesados en tratar de cambiar esta situación son las iglesias evangélicas y grupos carismáticos, que suelen hacer servicios religiosos en determinadas calles, pero aún, la delincuencia es el pan de cada día en el Callao.

Cifras de la Policía Nacional del Perú indican que en el 2015 hubo 110 muertes por armas de fuego y 39 por sicariato. El principal caso fue el Wilbur Castillo, quien fue asesinado a plena luz del día en el distrito de La Perla. Un estudio del Instituto Integración señala que 58 de cada 100 personas, no se sienten seguras de caminar por las calles del país, y por ende, del Callao. Es común ver que jóvenes vecinos del Callao, capturados por haber cometido algún delito, son hijos, nietos o sobrinos de personas que han pisado la cárcel. INEI La problemática de la delincuencia juvenil se transmite de generación en generación y ello se ha evidenciado en los distintos operativos que la Policía realiza en el primer puerto, a donde en el último mes se han destinado más de mil efectivos a fin de reforzar la seguridad ciudadana. En los casos de microcomercialización de drogas, cuando se arresta al vendedor, el negocio pasa a ser administrado por un familiar. "Capturas a uno y el hermano, la hija o el tío continúan con el negocio. Es una cadena" El alto mando policial del Callao indicó que, pese a este complejo problema social, la Policía realiza denodados esfuerzos para combatir la delincuencia en el primer puerto, y ahora con el incremento de efectivos, hacen vigilancia y operativos en horas en las que antes no había resguardo. Valores trastocados No obstante, la lucha contra la delincuencia enfrenta a diario la protección que brindan los familiares y vecinos de los malhechores, así como una evidente distorsión de los valores y de las sanas costumbres. En barrios peligrosos, vecinos y familiares se enfrentan a la Policía para impedir que delincuentes juveniles sean capturados y trasladados a la comisaría. "Ellos saben en qué están metidos sus hijos, pero en vez de hablarles y orientarlos, les permiten sus delitos".

Algunos jóvenes tienen una fijación con las armas de fuego. "Les gusta estar armados, les gusta la pistola, a diferencia de otros que quieren jugar pelota". Los datos estadísticos del Instituto Nacional Penitenciario (INPE) indican que un porcentaje importante de reos en las cárceles de Lima y Callao provienen del primer puerto. Guetos en el Callao Al antropólogo Alex Huerta-Mercado, profesor de la Pontificia Universidad Católica del Perú, le llamó la atención que en el Callao converjan dos situaciones: por un lado, la reorganización de la ciudad y mejora del transporte público e incluso del ornato; por el otro, la delincuencia. "Me da la impresión de que en el Callao se han constituido guetos, o sea que mientras en zonas urbanas periféricas de Lima, como San Cosme o El Pino, ha habido un ascenso social, las clases criollas de antaño han quedado relegadas en suertes de callejones y han quedado abandonadas por el Estado", opinó. El antropólogo señaló que en estos guetos se forman micro mundos con códigos propios, que, sin embargo, mantienen las estructuras de poder de las sociedades tradicionales, es decir, se organizan mediante jerarquías con líderes. En esos micros mundos, las pistolas y las motocicletas son símbolos de status y motivos para el enaltecimiento. "Hay un nuevo capital simbólico. Se venera al más agresivo, al más vivo, al más fuerte, al que cumple una serie de funciones que lo llevan a una categoría de prestigio en el micromundo donde se mueve", explicó el antropólogo. "Es una suerte de símbolo de status-poder, una suerte de ascenso de la chaira al fierro", agregó.

Asimismo, tratando de profundizar en la idiosincrasia de los delincuentes del Callao, recordó que, de acuerdo a un estudio del actual Ministro del Interior, José Luis Pérez Guadalupe, existen dos categorías de malhechores: los faites y los atorrantes. "Los faites sólo asaltan camiones blindados, bancos, perpetran grandes robos y no se meten con mujeres ni con niños", relató Huerta-Mercado. Los atorrantes, por el contrario, no respetan nada ni a nadie.

.

CONCLUSIONES

La violencia es un fenómeno social muy complejo de carácter multifactorial y multicausal, que implica una respuesta impulsiva, en contra de las normas de convivencia pacífica, afectando, perjudicando y agrediendo los derechos de las personas y la sociedad, principalmente los referidos a la vida, la libertad, el desarrollo, la propiedad, etc. La violencia juvenil, es decir, aquella ejercida por adolescentes y jóvenes, es una realidad que se ha visto agravada en los últimos 20 años en el país, principalmente en las grandes urbes, constituyéndose en uno de los problemas más álgidos, conjuntamente con la falta de empleo y la producción y consumo de drogas. La edad de inicio en el consumo ha disminuido y existe un aumento en la ingesta de diferentes drogas asociado a conductas desadaptadas. Es así que la inadaptación social puede llevar al consumo de drogas o viceversa, en el primer caso hablamos de “psicopatía primaria” y en el segundo de “psicopatía secundaria”. La intervención oportuna e integral, conjuntamente con la habilidad del terapeuta, el compromiso de la familia y la motivación del paciente al cambio, serán factores muy importantes en la recuperación y reinserción sociofamiliar. El Callao es un distrito altamente peligroso y de mayor incidencia delictiva en nuestro país, proliferando mucho la delincuencia juvenil en muchos tipos de violencia y hechos delictivos, lo cual debe de buscar disminuir y talvez desaparecer para bienestar de nuestra sociedad.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

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VILLORO, TORANZO. Miguel "introducción al Estudio del Derecho "México, Editorial:Porrúa, 2002. Pág.382

2.

Alex Huerta-Mercado, profesor de la Pontificia Universidad Católica del Perú entrevista diario la Republica julio – 2015

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Congreso de la República: “Violencia cotidiana en niños y jóvenes del Perú. Causas, consecuencias y recomendaciones”. Lima, 1998.

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Garrido Genovés, Vicente. “Pedagogía de la delincuencia juvenil”. Barcelona, 1990

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De la Garza G., Fidel y otros. “Adolescencia marginal e inhalantes. Medidas preventivas. México D.F., 1988

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CEDRO, Revista científica “Psicoactiva” Nº 10. Lima 1993

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CEDRO, Revista científica “Psicoactiva” Nº 06. Lima 1989

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