Ensayo Del Fracking- Admon

La fractura hidráulica o fracking es una técnica para la extracción de gas y petróleo del subsuelo que ha revolucionado

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La fractura hidráulica o fracking es una técnica para la extracción de gas y petróleo del subsuelo que ha revolucionado el sector. Consiste en la perforación de un pozo vertical hasta alcanzar la profundidad deseada para, posteriormente "inyectar" a presión agua con ciertos componentes. Con este procedimiento se consigue fracturar la roca madre (respondiendo así a la pregunta de qué es el fracking) y liberar de ella el llamado "gas de esquisto", que es un hidrocarburo que se encuentra en las rocas de pizarra. Al no encontrarse en "bolsas", como habitualmente tenemos el petróleo o el gas natural, se trata de un metodo de extracción no convencional. las dudas con respecto a las repercusiones que esta agresiva técnica podía tener sobre el medio ambiente. Y es que la manera en la que se fractura la roca, utilizando productos químicos además de agua, posibilita que se puedan dar graves contaminaciones de los acuíferos.

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GENTE EQUO QUÉ HACEMOS TRANSPARENCIA PARTICIPA PRENSA Inicio Energía ¿QUÉ ES EL FRACKING?

¿QUÉ ES EL FRACKING? 1 Octubre, 2015Energía, Medioambiente, Noticias TwitterFacebookMeneameWhatsAppTelegramEmailPrintFriendlyCopy Link

El fracking es una técnica para extraer gas natural de yacimientos no convencionales. Se trata de explotar el gas acumulado en los poros y fisuras de ciertas rocas sedimentarias estratificadas de grano fino o muy fino, generalmente pizarras o margas, cuya poca permeabilidad impide el movimiento del gas a zonas de más fácil extracción. Para ello es necesario realizar cientos de pozos ocupando amplias áreas (la separación entre ellos ronda entre 0,6 a 2 km) e inyectar en ellos millones de litros de agua cargados con un cóctel químico y tóxico para extraerlo. (Se sabe que hay al menos 260 sustancias químicas presentes en alrededor de 197 productos, y algunos de ellos se sabe que son tóxicos, cancerígenos o mutagénicos). ¿Dónde se está desarrollando está técnica en nuestro país (los estudios y la prospección)?

No es fácil determinar en qué zonas se va a aplicar el fracking, ya que las empresas no están obligadas a decirlo hasta que se perfora el pozo. La manera más gráfica y más completa de ver que zonas están ya bajo concesión y, diferenciados por el nivel de avance en los permisos para prospección y explotación, es accediendo a este mapa: (Información oficial Actualizada a 2012. ) ¿Qué empresas están detrás? En el mapa del punto anteriorvienen las empresas a las cuales les ha sido concedidos lo diferentes permisos y su nivel de alcance y desarrollo. Pinchando en la hoja 9 se ven todas las que se han repartido las adquisiciones de derechos. Las empresas dedicadas al fracking han creado un lobby: Shale Gas España. Aquí se pueden ver las empresas implicadas. ¿Cuántos puestos de trabajo se crean? Los datos que circulan por la red por parte de la industria del sector, toman como referencia que en EE.UU trabajan 1.700.000 trabajadores en 400.000 pozos, es decir, 4,25 por pozo. Estos mismos técnicos sostienen que en España se podrían creer unos 50.000-60.000 empleos. Haciendo la misma regla de 3, entiende y estima esta industria que se explotarán en España unos 13.500 pozos para llegar a esas cifras. Comparando la extensión de EEUU con la de España se puede entender que esperan que la densidad de explotaciones sea algo menos intensa aquí que en EEUU. Allí un pozo cada 24 km2 y aquí uno cada 37 km2 (Datos obtenidos de entrevista a Isaac Álvarez Fernández experto asesor de empresas especializadas en esta técnica) Hay que añadir que la mayoría de esos puestos de trabajo son de baja cualificación, y de baja duración, pues la vida media de cada pozo ronda los 5 años. ¿Qué peligros tiene para la salud y el medio ambiente? 

Riesgos durante la perforación: Riesgos de explosión, escapes de gas, escapes de ácido sulfhídrico (muy tóxico en bajas concentraciones), y derrumbes de la formación sobre la tubería. Entre las sustancias disueltas a partir de la fracturación rocosa, donde está el gas y durante el proceso











de fractura, se encuentran metales pesados, hidrocarburos y elementos naturales radiactivos. Contaminación de acuíferos: Posibilidades de que una de las fracturas inducidas alcance un acuífero, contaminando el agua con los fluidos de la fracturación y con el propio gas de la formación que se pretende extraer. Cada perforación, necesita unos 200,000 m3 de agua para la fracturación hidráulica. Teniendo en cuenta que los aditivos químicos suelen suponer entorno a un 2% del total de agua introducida, esto supone que en cada pozo se inyectan 4,000 toneladas de productos químicos altamente contaminantes, estos retornan a la superficie (sólo un 15-80% de los mismos) teniendo que ser depurados, si bien no se detallan técnicas reales de depuración y cantidad de fluido que pudiera ser retornados una vez depurados. Contaminación del aire: Muchos de estos aditivos son volátiles pasando a la atmósfera directamente. Por otro lado para el acondicionamiento e inyección en la red de suministro, una cantidad de este gas, en mayor o menor grado dependiendo de la calidad de la explotación, pasará a la atmósfera por escapes y acondicionamiento del mismo. El gas no convencional extraído está formado por metano en su gran parte. Este es un gas de efecto invernadero mucho más potente en la atmósfera, que el propio CO2, en concreto, 23 veces más potente que los gases que se generan en su combustión. Terremotos: Se ha constatado un aumento de la sismicidad coincidiendo con los periodos de fracturación hidráulica. De singular peligrosidad en las cercanías de centrales hidroeléctricas, nucleares, centros logísticos de almacenamiento de combustibles, refinerías, oleoductos, etc. Ocupación del terreno: Se suelen perforar de 1.5 a 3.5 plataformas por km2, con una ocupación de 2 hectáreas por cada una, lo que supone un gran impacto paisajístico. El periodo de ocupación de cada uno de estos pozos es dependiendo de la riqueza energética interna del subsuelo variable entre 5 y 7 años. Especulación económica: Se deja entrever una gran fuerza de los lobbies energéticos estadounidenses para vender el producto de su experiencia e investigación tras años de ensayos y errores. Puede entrar en juego la

especulación de que cada país haga creer a los demás los ricos potenciales de este gas que en su interior albergan sus subsuelos. Situación en otros países Es EEUU el verdadero motor y exportador de esta técnica y el que está impulsando su expansión en el resto del mundo. En otros países la situación legal está como sigue: En Europa ya se han declarado moratorias o prohibiciones al fracking , como por ejemplo en Francia, Bulgaria, Irlanda, Rumanía, Chequia, o algunos estados alemanes. En otros, como Austria, se imponen límites ambientales muy severos para el uso de la técnica. En Estados Unidos, en donde se está usando ampliamente la fractura hidráulica desde hace una década, la oposición popular está muy extendida tras comprobarse los peligros reales de esta técnica. El documental Gasland expuso la situación y una campaña en contra del fracking ha reunido a un centenar de artistas como Lady Gaga, Yoko Ono, Paul McCartney o Susan Sarandon. En Francia y Bulgaria se celebraron manifestaciones multitudinarias en 2012 y el 22 de septiembre ha sido declarado como día internacional contra el fracking. http://partidoequo.es/que-es-el-fracking/

El fracking es un método de extracción de gas y petróleo que consiste en someter a una fuerte tensión el subsuelo para fracturar la roca y recopilar el combustible. El fracking o fractura hidráulica es un método no convencional de obtener gas, es decir, no consiste en la perforación de una gran bolsa de gas, que una vez penetrada libera el combustible hacia la superficie gracias a la diferencia de presión. En este caso se trata de extraer pequeñas concentraciones dispersas de hidrocarburos (también puede hacerse con el petróleo). Para hacerlo se realiza una perforación vertical de cuatro o cinco kilómetros y después se introduce agua mezclada con productos químicos para fracturar el sustrato rocoso, filtrándose el combustible hacia el conducto.

La escasez lleva tiempo rondando el mercado de la energía y especialmente acuciante es la tendencia en lo que se refiere a los hidrocarburos. Las reservas de petróleo y de gas natural se reducen año a año, pese al descubrimiento de algunos nuevos yacimientos. Una de las soluciones que se han aplicado para contrarrestar este escenario es el fracking. Se denomina también fractura hidráulica y tiene su origen a mediados del siglo XIX, cuando los primeros explotadores de petróleo forzaban al sustrato rocoso para que manara el oro negro. Pero no fue hasta finales de los años 40 del siglo pasado cuando se sentaron las bases de esta técnica, que incluía el uso de agua para fracturar la roca. En las últimas décadas este método de extracción se ha expandido en Estados Unidos y más recientemente muchos países están empezando a utilizarlo. El procedimiento para extraer el gas de esquisto o pizarra, también llamado shale gas, consiste en llegar a la zona donde se encuentra el gas disperso, a través de una perforación en la corteza terrestre. Cuando se alcanza la profundidad suficiente se empieza a perforar en horizontal, con el fin de abarcar la mayor cantidad de roca posible. Una vez hecho esto se bombea a través de la perforación agua a gran presión con productos químicos disueltos. La tensión a la que se somete el sustrato rocoso hace que éste se quiebre. Por las grietas recién creadas se filtrará el gas que volverá a la superficie mezclado con el agua. El fracking en el centro de la polémica Esta técnica permite obtener gas o petróleo donde hace unos años no habría ningún yacimiento que explotar, pero las implicaciones que tiene para el medio ambiente han señalado al fracking como una práctica dañina. Por un lado los productos químicos que van mezclados con el agua contaminan la zona, mientras que la fractura de la roca libera elementos tóxicos, como el plomo, que son arrastrados a la superficie junto con el gas. Aparte de este perjuicio, para que la extracción de gas salga rentable en una zona es necesario hacer varias perforaciones, pues cada una cubre un área relativamente reducida. Según un documento de Greenpeace, la separación entre los pozos

está entre los 0,6 y los 2 kilómetros, con lo que a veces se abren cientos de ellos y se cree que su funcionamiento puede generar mini terremotos en el lugar. http://www.expansion.com/2014/03/19/empresas/energia/1395263562.html La fracturación hidráulica (también conocida como fracking) es una técnica de extracción de gas que comenzó en los años 40 y se ha popularizado desde 2007, después de su utilización masiva en Estados Unidos. ¿En qué consiste el ‘fracking’? La fractuación hidráulica es una técnica para la extracción del gas de esquisto (shale gas) acumulado entre las rocas, en una capa entre 2.000 y 3.000 metros de profundidad. Mediante unos conductos, se inyecta agua a alta presión, mezclada con arena y 400 productos químicos. Cuando el líquido impacta contra la roca, la rompe, liberando el gas de su interior, que sale a la superficie y se almacena. ¿Cuáles son los riesgos de esta técnica? Su aplicación en EEUU muestra que, en muchos casos la presión causa microseismos o el gas se filtra, contaminando el agua de los acuíferos. Esto provoca que el agua no sea viable para el consumo humano y tampoco para su uso agrícola. Sin embargo, el sector señala que las leyes comunitarias, más exigentes, y los avances derivados de la experiencia en América, reducen el riesgo de que este tipo de fugas suceda en Europa.

http://www.energiasrenovablesinfo.com/general/fracking-significadoproblemas-ventajas/

¿Qué es el fracking? El fracking o fracturación hidráulica es una técnica empleada para recuperar gas y petróleo del interior de rocas de esquisto que pueden estar a mucha profundidad y que por medios tradicionales de extracción, no es posible ni viable su explotación. Para ello, se tiene que perforar la tierra y a través del sondeo realizado, introducir agua a alta presión directamente sobre la roca, con el fin de se fracture y que libere el gas. Junto con el agua, se inyectan arena y sustancias químicas en la roca con el fin de facilitar la liberación del gas o petróleo y que fluya hacia la boca del pozo de extracción. El proceso se puede llevar a cabo verticalmente, o como es más normal, horizontalmente hasta la capa de roca. Además, se pueden crear y abrir nuevas vías para seguir explorando el subsuelo en busca de nuevos recursos.

Proceso de fracking

¿Por qué es llamado fracking? Es el término en inglés que acorta su verdadera denominación, fractura hidráulica, y que hace referencia a cómo la roca se fractura por efecto de las altas presiones.

¿Por qué hay tanta polémica en torno al fracking? El fracking está siendo una práctica muy extendida en los últimos años en EEUU, que ha logrado multiplicar la producción de petróleo por cinco, lo que le permite hoy en día, no tener que importar petróleo externo. Sin embargo, hay mucha preocupación con respecto a los posibles problemas medioambientales que

Existen muchas inicitaivas partidarias de prohibir el fracking

ocasiona: 1.

Lo primero es que el fracking usa grandes cantidades de agua que deben ser llevadas al yacimiento del fracking, con un coste mediambiental elevado. Estamos hablando de miles de millones de litros de agua por pozo. 2. Lo segundo, es la preocupación por los químicos potencialmente carcinogénicos que se usan y que podrían liberarse de forma incontrolada y contaminar las aguas subterráneas. Las industrias aducen que eso es sólo como resultado de una mala práctica, más que un riesgo inherente, pero eso no es sino reconocer que existe, ¿verdad? 3. Hay también preocupación porque se piensa que el fracking causa pequeños terremotos. En la zona de Blackpool en Reino Unido se registraron dos terremotos de magnitud 1,5 y 2,2 en el año 2011, tras haber emprendido labores de fracking. Aunque se reconoce como un efecto secundario de la técnica, son tan pequeños y locales que se consideran un mal menor para la población en general. 4. Finalmente, los medioambientalistas creen que mediante el fracking las grandes multinacionales energéticas y los gobiernos dejan de apoyar la investigación y desarrollo de las energías renovables para seguir apostando por los combustibles fósiles y sus problemas ambientales asociados.

El Gobierno español de hecho, ha aprobado este diciembre de 2014, unas medidas encaminadas a fomentar la búsqueda de recursos energéticos para fracking y han aprobado nuevas tasas de tal forma que lo que se recaude cuando se utilice esta técnica, irá destinado a las Comunidades Autónomas y Ayuntamientos donde se exploten estos hidrocarburos. También, se incentivará a los propietarios de los terrenos con el 1% del valor de la producción anual. Es curioso que para las energías renovables y limpias no se siga el mismo guión.

El fracking, ¿tiene alguna ventaja? El fracking permite acceder a recursos de gas y petróleo imposibles de explotar de la manera convencional. En EEUU como se ha dicho, ha significado un gran impulso a la producción de petróleo y es por ello también por lo que actualmente disponemos de precios en los combustibles (gasolina, gasoil…) a nivel de 2012. Además, EEUU gracias al fracking han asegurado sus reservas para otros 100 años. España que es un país netamente dependiente de la importación de petróleo (se gastan 100 millones de euros diarios en la compra de combustibles) podría verse beneficiada por el empleo de esta técnica. Pero, ¿merecerá el peaje medioambiental a pagar?

¿Se trata de una técnica eficaz para la explotación de hidrocarburos o es la condena definitiva de nuestro ecosistema? La respuesta está en algún punto del medio: bien usada puede traer grandes beneficios, pero tiene peligros muy serios. Alejandro Ospina Angarita* ¿Qué es el fracking? La decisión del gobierno nacional de dar vía libre a la exploración y desarrollo de yacimientos no convencionales (YNC) de hidrocarburos y a la práctica asociada con esta actividad - el fracking o fracturamiento hidráulico – ha dado pie a un debate del más alto interés para Colombia. Aunque se trata de una tecnología que la industria utiliza desde hace por lo menos ochenta años, la intensidad de uso del fracturamiento en esta nueva era del desarrollo de los YNC ha puesto de relieve los riesgos que ella implica. Comienzo por recordar que los hidrocarburos, como el petróleo y el gas, se encuentran atrapados en diminutos poros que forman los granos o partículas de las rocas sedimentarias. Tradicionalmente, estos poros se encuentran intercomunicados y por tanto permiten que los fluidos se muevan desde esas rocas hacia los pozos que se perforan para su explotación. Esto es lo que hoy se denomina “yacimientos convencionales”. No obstante, por su génesis, algunos hidrocarburos se encuentran atrapados en rocas que no tienen la mencionada interconexión entre sus poros, es decir, que son de muy baja o casi nula permeabilidad e impiden el paso del petróleo o el gas hacia los pozos perforados. Estos son los yacimientos no convencionales (YNC), y su explotación se proyecta como una gran opción para atender la demanda creciente de hidrocarburos en el mundo.

Consiste en utilizar la potencia hidráulica conseguida mediante el bombeo de agua a alta presión para producir micro-fracturas que conecten los poros donde se encuentran los hidrocarburos. Para resolver el problema de flujo que se presenta en los YNC, la técnica más extensamente utilizada es el fracking, que consiste en utilizar la potencia hidráulica conseguida mediante el bombeo de agua a alta presión para producir micro-fracturas que conecten los poros donde se encuentran los hidrocarburos. Para decirlo de manera simple: se trata de construir canales mediante los cuales el gas o el petróleo puedan moverse de sus poros de origen hasta el pozo que se perfora. Este procedimiento incluye la inyección, junto con el agua, de arena natural o sintética, para que sirva de soporte y prevenga el cierre de las pequeñas fracturas a manera de cuñas para mantener la estabilidad de la mezcla durante la operación. En muchos países se exige divulgar la lista de aditivos que se utilicen en las operaciones de fracking, como una forma de garantizar el control apropiado de las mismas (aunque en Estados Unidos esta divulgación no es obligatoria debido al sistema de protección de patentes). Estados Unidos ha sido el abanderado en el uso de esta técnica, a tal punto que el diario español ABC publicó un artículo donde muestra que gracias a ella para 2035 este país producirá más barriles de petróleo que Arabia Saudita y logrará la autosuficiencia energética, lo que representa un gran avance para la agenda política norteamericana.

Impacto en el paisaje de la extracción por fracturamiento. Foto: Simon Fraser University Public Affairs and Media Relations

Los riesgos Todo lo que anteriormente se describe, en apariencia, no tiene mayores complicaciones operacionales, pero implica una serie de riesgos que, de no ser considerados apropiadamente, pueden convertirse en impactos adversos para el ambiente y las comunidades. Estos riesgos son: 

la emisión involuntaria de hidrocarburos al ambiente (atmósfera y acuíferos dulces),



la contaminación del agua dulce con aguas usadas en el fracturamiento,



la afectación de fuentes superficiales debido a la captación para uso en proyectos de este tipo, y



la sismicidad inducida.

Todos esos riesgos son reales y serios, pero en su mayoría no son ajenos a la práctica convencional petrolera y pueden ser manejados apropiadamente a fin de evitar consecuencias indeseables. 1. Es cierto que en yacimientos excesivamente someros las fracturas generadas durante el proceso se pueden propagar hasta la superficie o hasta fallas naturales aledañas al pozo, y por esa vía los hidrocarburos, principalmente el gas natural, puedan alcanzar acuíferos superficiales o incluso la atmósfera. Sin embargo se debe aclarar que el avance en la tecnología del fracking permite predecir con gran exactitud la dimensión de las fracturas que se producirán lo cual, acompañado de un adecuado conocimiento de la geología regional y de las prácticas adecuadas para el completamiento de pozos, hace posible evitar la materialización de este riesgo. 2. Otro asunto que despierta gran preocupación es el manejo que se dé a la técnica en superficie y la eventual reinyección de las aguas que son usadas en el fracturamiento y extraídas simultáneamente con los hidrocarburos. En

muchos casos, dichos fluidos son inyectados a otros estratos rocosos en el subsuelo, y al aumentar su presión pueden llegar a interconectarse con acuíferos superficiales, lo que produce la contaminación del agua dulce. La producción petrolera, en todo el mundo, está históricamente asociada con la producción de agua. Esta agua se halla atrapada con el petróleo y el gas de forma natural y pertenece a un sistema totalmente aislado del sistema hídrico superficial que soporta el sistema biótico terrestre. El manejo de esta agua en superficie y su posterior reinyección se han hecho durante décadas y, aunque existan casos de malas prácticas que pueden causar contaminación, en el presente este proceso puede ser desarrollado con total seguridad. Colombia, en particular, tiene condiciones para lograr producciones de hasta nueve veces más cantidad de agua que de petróleo en un mismo yacimiento en cuencas como la de los Llanos orientales. Dicha agua, en ocasiones, se reinyecta al subsuelo y, en otras, se vierte en la superficie, pero cumpliendo las regulaciones vigentes en Colombia, que es coherente con los estándares internacionales para el manejo de efluentes líquidos. 3. La industria petrolera colombiana no es una usuaria intensiva de agua como insumo para sus procesos industriales, pero en el desarrollo de sus proyectos en regiones remotas y en procesos puntuales, como la perforación, se requieren ciertos volúmenes de agua fresca, principalmente para consumo y aprovechamiento humano.

En yacimientos excesivamente someros las fracturas generadas durante el proceso se pueden propagar hasta la superficie o hasta fallas naturales aledañas al pozo. Pero las fuentes de captación de agua con destino a las actividades de fracking, que son considerablemente mayores, están previstas en la regulación existente en Colombia, orientada a evitar que se produzca un desbalance en los sistemas hídricos superficiales.

Para nuestra tranquilidad, la tecnología que permite el reciclaje del agua utilizada en estos procesos es cada vez más eficiente y por tanto la demanda de agua será menor con el paso del tiempo. 4. También existe el temor de posibles repercusiones negativas como producto de la sismicidad inducida o del aumento de la actividad sísmica de una región en particular. Al respecto es importante aclarar que así como existe una buena cantidad de estudios que muestran una relación entre el fracturamiento hidráulico y este fenómeno, otros tantos descartan un vínculo entre ellos.

Represa de Guatapé en Antioquia. Foto: Julián Mauricio Pérez

Cierto es que el sistema rocoso de la geosfera del planeta es un sistema dinámico, lo que es evidente tanto en la actividad de las placas tectónicas como en sistemas regionales fallados y fracturados que, dada su edad reciente, aún presentan condiciones que podrían considerarse relativamente inestables.

En estos últimos casos existe una probabilidad, cuando menos en teoría, de exacerbar procesos naturales que pudieran inducir mayor frecuencia o intensidad en la actividad sísmica. Sin embargo, los casos más típicos que han sido asociados con el fracking en ningún caso han representado situaciones que pongan en riesgo la vida humana o el equilibrio ambiental. Un tema delicado No obstante la posibilidad objetiva de controlar los riesgos asociados con el fracking, es indudable que la percepción pública sobre esta tecnología y

sobre la industria extractiva en general tiene un gran peso en el momento de las decisiones. Razón de más para que estas decisiones, si bien son de naturaleza política, estén basadas en la evaluación objetiva de los riesgos y en el análisis de las alternativas para mitigarlos. Los trabajadores de la industria, que conocemos de primera mano esta realidad y hemos sido parte fundamental del éxito del sector petrolero colombiano, tenemos que contribuir a establecer la mejor forma de aplicar este avance tecnológico para bien del país. El reto para Colombia en relación con el avance en la exploración y desarrollo de sus YNC de hidrocarburos no es sencillo. Es evidente la gran importancia del sector petrolero en la economía colombiana, lo que contrasta con la tendencia declinante de sus actuales campos y la incorporación insuficiente de nuevas reservas en yacimientos convencionales, sin que se avizore algún sector alternativo que pueda sustituirlo. Por otra parte, el aumento de los conflictivos sociales y la presión de los movimientos ambientalistas sobre la industria petrolera en el mundo y en Colombia hacen particularmente difícil la aceptación social de este tipo de proyectos, lo que se podría traducir en un alto costo o en la inviabilidad de esta iniciativa.

*Ingeniero de Petróleos, magister en Gestión de la Industria de los Hidrocarburos, presidente de la Unión de Trabajadores de la Industria Energética Nacional Seccional Hidrocarburos. http://www.razonpublica.com/econom-y-sociedad-temas-29/7897-elfracking-riesgos-y-ventajas-reales.html

Ventajas y Desventajas del fracking en Colombia. Esta practica tiene dos perspectivas en una esfera global que es aplicada en cualquier país.



Ventajas del fracking.

1. Colombia, tiene bastantes pozos petrolíferos y tiene métodos para extraer el mismo, sin embargo si esta nueva técnica decide ser implementada tendría beneficios en su explotación, ya que el número de barriles seria 6 veces mayor que lo normal. 2. El ministro de Minas y Energía, Tomás González señaló que "Mantener la producción es el mejor antídoto para combatir la caída de los precios (...) mayor producción significa mayor

actividad de la industria, lo que se ve reflejado en empleo local y compra de bienes y servicios en los municipios productores (...)". 3. Contrarrestando la retórica ambiental, el fracking ha demostrado ser la solución

ecológica de esta década, como un método transitorio hacia el futuro, hasta que las energías renovables se encuentren listas para competir con los combustibles fósiles. El gas natural genera 45% menos emisiones de CO² que el carbón y cuesta mucho menos que la actual energía solar y la eólica. En 2012, las emisiones de dióxido de carbono en Estados Unidos cayeron a su nivel más bajo en 20 años, 14% por debajo de su nivel pico alcanzado en 2007. Mediante la sustitución del carbón, el gas de esquisto ha evitado cerca de 500 toneladas métricas de emisiones de CO² en los EE.UU.. Eso es aproximadamente el doble del efecto total del Protocolo de Kioto y cualquier otra legislación sobre el cambio climático en el resto del mundo durante los últimos veinte años. 4. Desde que la revolución del fracking comenzó, el precio del gas en EEUU ha caído más de un 44%, mientras en Europa subía un 23% de media. Pero, además en Europa la electricidad, según el presidente de la CE, Durao Barroso, es un 50% más cara que en EEUU y el gas industrial, casi un 75% superior. Estados Unidos es autosuficiente en gas e importa menos petróleo que en 2007, y va camino de autoabastecerse. Además, ha creado 600.000 puestos de trabajo derivados de esta actividad. 5. La fractura hidráulica reduce el coste de la energía, ya que permite reducir la importación de gas o electricidad, e incluso puede conseguir autobastecer al país. Y con un coste energético más barato las empresas serán más competitivas. Se calcula que en España, mediante esta técnica, se cubrirían las necesidades de gas durante al menos 40 años.

[Desde abajo]. (2014, octubre 10). Fracking en Colombia, opinion Edgar aguirre. Retomado de https://www.youtube.com/watch?v=ku02jdSsXY0



Desventajas del fracking 1. Debido a que es una excavación especial puede que hayan riesgos de explosiones, escapes de gas, escapes de ácido sulfhídrico y derrumbes de la formación de las tuberías. 2. La contaminación de los acuíferos es muy peligroso ya que esto hace referencia a lo contaminante que son los fluidos de perforación y el gas de la roca para las aguas en el caso de que se filtre. se corre el riesgo de que se conecte el nuevo poso con otros pozos antiguos mal sellados y que el gas se filtre generando una contaminación a un acuífero o a la superficie. Además hay que agregar que durante la perforación se deben utilizar compuestos volátiles como aditivos los cuales pueden ser contaminantes para la atmosfera. 3. Como ya fue mencionado anteriormente en las zonas donde el fracking está más desarrollado aumenta la sismicidad (terremotos) 4. La ocupación del terreno y los riegos químicos de los aditivos van de la mano pues en relación con el espacio se necesitan demasiadas hectáreas ya que cada 2 kilómetros debe haber un numero de 1,5 a 3,5 plataformas de 2 hectáreas de ocupación cada una, y debido a esto deben haber transporte y traslado de sustancias y aditivos para la perforación, lo cual generara que haya camiones transportando mas de 4 mil toneladas de sustancias toxicas generando inseguridad vial, emisión de gases de efecto invernadero y contaminación acústica. Además, esta técnica conlleva movimientos de tierra, destrucción del hábitat, y creación de balsas de superficie de lodos tóxicos.

5. Genera problemas de salud para la humanidad, múltiples estudios han comprobado que puede causar cáncer, problemas respiratorios, daños cerebrales, desórdenes neurológicos e hipersensibilidad a químicos, debido principalmente a la contaminación del agua y del aire. Estos riesgos sanitarios afectan a las personas que viven alrededor de estas explotaciones y también a las personas que trabajan en ellas. http://frackinginformacion.blogspot.com.co/2015/05/ventajas-y-desventajasdel-fracking-en.html

Ventajas y desventajas del uso de fracking Información acerca de las ventajas y desventajas del uso de la técnica de fracking

Julieta21 24/09/2013 15:2 3

Aspectos favorables y obstáculos para la expansión del desarrollo y la producción de gas no convencional en el resto del mundo. A favor: Existe un enorme potencial de recursos de gas no convencionales en todo el mundo La tecnología de extracción ya es competitiva en Norteamérica. Las grandes empresas de exploración y producción han comenzado a exportar la tecnología a otros países. China, India y Australia tienen gran potencial de recursos de gas no convencionales, y pueden ser los siguientes países en desarrollarlos a gran escala. Es posible localizar recursos de gas no convencionales en países de la OCDE, por tanto cercanos a las infraestructuras de transporte de gas existentes y a los centros de consumo. En Europa diversas compañías han iniciado ya prospecciones de recursos no convencionales. Obstáculos: Limitado conocimiento de las propiedades geológicas de los reservorios y su localización Aun existen incertidumbres sobre los costes de extracción y la tasa de declino de la producción de los pozos. La demanda de gas ha caído por la crisis económica y los precios del gas se encuentran en niveles bajos, dificultando la rentabilidad de nuevos proyectos. Falta de interés en su desarrollo por los países que ya tienen reservas de gas convencional (Rusia) Impacto medioambiental elevado de la explotación del gas no convencional; particularmente en Europa, el desarrollo puede verse dificultado por los requerimientos medioambientales

http://www.colaboras.com/tema.php?tema=Ventajas-y-desventajas-del-usode-fracking&id=2466

Si quemamos gas natural, calentamos nuestra casa. Pero si lo dejamos escapar de pozos abiertos por fracturación hidráulica o de la fusión del ártico, calentamos todo el planeta. Los últimos rayos de sol se filtran a través de las píceas cubiertas de nieve que bordean el lago Goldstream, a las afueras de Fairbanks, en Alaska. En el lago, Katey Walter Anthony contempla el hielo negro bajo sus pies y las burbujas blancas atrapadas en su interior. De todos los tamaños y dispuestas en capas, las burbujas se extienden en todas direcciones, como estrellas en el cielo nocturno. Walter Anthony, ecóloga de la Universidad de Alaska en Fairbanks, coge un picahielos y se enrolla el mango de cuerda alrededor de la muñeca. Un estudiante de posgrado sostiene una cerilla encendida sobre una burbuja grande, en la que Walter Anthony hinca el picahielos. El gas que sale por el orificio se inflama con una explosión que la hace tambalearse. «Mi trabajo es el peor que hay, porque cada dos por tres me prendo fuego», dice sonriendo. Las llamas confirman que las burbujas son de metano, el principal componente del gas natural. Contándolas y midiéndolas, Walter Anthony intenta calcular la cantidad de metano que se desprende del lago Goldstream, y de otros millones de lagos similares que ocupan casi una tercera parte de la región ártica. El Ártico se ha calentado mucho más deprisa que el resto del planeta en los últimos decenios. Y con la fusión del permafrost, los lagos que ya existían han crecido y han aparecido otros nuevos. En sus lechos cenagosos se forman burbujas de metano que son difíciles de cuantificar, hasta que el primer hielo translúcido del otoño capta una instantánea de las emisiones de todo un lago. A veces, cuando Walter Anthony camina por ese hielo, en Alaska, Groenlandia o Siberia, una pisada suya es suficiente para liberar el metano, que escapa con un suspiro audible. Dice la ecóloga que algunos lagos tienen «puntos calientes» donde el gas burbujea con tal fuerza que nunca llega a formarse hielo, dejando unos agujeros visibles desde una avioneta. «De un orificio pequeño pueden salir 10 o 30 litros de metano al día, y así todo el año – explica–. Entonces te das cuenta de que hay cientos de puntos como ese y millones de lagos.» Al añadir metano a la atmósfera, los lagos intensifican el calentamiento global que los creó, ya que el metano es un potente gas de efecto invernadero. El dióxido de carbono es el principal de esos gases, porque está presente en la atmósfera en una cantidad 200 veces superior. Pero un volumen similar de metano atrapa 25 veces más calor, a menos que antes se queme, y entonces entra en la atmósfera como CO₂. Esa es la otra cara de esta historia: en la actualidad se está quemando mucho metano. En el último decenio, en Estados Unidos, la denominada técnica de fracturación hidráulica, o fracking, ha permitido extraer gas natural de arcillas compactadas situadas a gran profundidad que antes no se podían explotar. La oferta de gas natural ha subido como la espuma, y los precios se han desplomado. Ahora el controvertido fracking se está propagando por todo el

mundo. La fiebre del gas natural ha degradado paisajes y contaminado el agua, pero también ha tenido beneficios medioambientales. Quemar gas natural es mucho más limpio que quemar carbón. En parte porque muchas centrales eléctricas de Estados Unidos han pasado del carbón al gas natural (más barato), las emisiones estadounidenses de CO₂ por quema de combustibles fósiles descendieron en 2011, mientras el mundo batía un nuevo récord. El problema es que las emisiones de metano van en aumento. Las emanaciones de los lagos del Ártico son preocupantes, advierte Walter Anthony, porque parte del gas parece no proceder del limo del fondo sino de depósitos geológicos más profundos que hasta ahora habían estado sellados por el permafrost y que contienen cientos de veces más metano del que hay actualmente en la atmósfera. Aun así, la mayoría de las emisiones actuales de metano proceden de latitudes más bajas y están relacionadas más directamente con la actividad humana. Las fugas de los gasoductos y los pozos de gas natural, por ejemplo, van en aumento. El alcance del calentamiento planetario en este siglo dependerá en parte del balance que hagamos entre las ventajas y los inconvenientes del metano, de la cantidad que capturemos y quememos, y del volumen que dejemos escapar involuntariamente. El metano es el hidrocarburo más sencillo: un solo átomo de carbono rodeado de cuatro átomos de hidrógeno. Suele formarse cuando se disocian moléculas orgánicas más grandes, ya sea por acción de microorganismos o del calor. Los microorganismos lo producen cuando consumen materia vegetal muerta en ambientes húmedos y pobres en oxígeno. Ellos son la fuente del metano que burbujea en el lago Goldstream; en los pantanos y las ciénagas; en los arrozales, vertederos y balsas de estiércol de creación humana, y en los estómagos de las vacas y otros rumiantes. Las termitas también desprenden gran cantidad de metano. Sin embargo, la mayor parte del gas natural que extraemos para usarlo como combustible no fue producido por microorganismos, sino por el calor y la presión del subsuelo, lo mismo que el petróleo y el carbón, que también suelen encontrarse en los mismos sitios. En las minas de carbón, el metano puede causar explosiones; en los pozos de petróleo, estuvo considerado durante mucho tiempo como una molestia que era preciso quemar o, peor aún, liberar directamente a la atmósfera. El petróleo era más valioso como combustible y mucho más fácil de transportar a los mercados; pero los gasoductos tendidos durante el boom constructivo posterior a la Segunda Guerra Mundial facilitaron enormemente el transporte del gas natural. El sector energético empezó a explotar entonces los gigantescos depósitos naturales que había en lugares como Rusia, Qatar e Irán. Estados Unidos produce la mayor parte del gas que consume, pero el máximo de producción se alcanzó en 1973. En 2005 comenzó a notarse la escasez, y el sector empezó a construir nuevas terminales portuarias para importar gas natural licuado, pero el auge del fracking cambió las cosas. Desde 2005 la producción de gas procedente de arcillas compactadas situadas a gran

profundidad se ha multiplicado por diez y representa ahora más de un tercio del total, que en 2011 superó el récord de 1973. Según las previsiones del Departamento de Energía (DOE), dentro de 10 años Estados Unidos pasará a ser exportador neto de gas. Las estimaciones del volumen de gas atrapado en las formaciones arcillosas y la probable duración de este último boom son muy variables. En 2011, el DOE calculó que las «reservas no probadas» de gas no convencional atrapado en arcillas gasíferas (shale gas en inglés) eran de 23,7 billones de metros cúbicos, pero en 2012 redujo esa estimación en más de un 40  %. La producción de los pozos abiertos por fracturación hidráulica ha disminuido más rápidamente de lo previsto por los analistas del DOE. Así las cosas, algunos críticos señalan que el actual auge es una burbuja a punto de estallar, pero el DOE mantiene sus previsiones de crecimiento rápido para la producción de gas en Estados Unidos y sostiene que el gas de arcillas representará la mitad de la producción total en 2035. Sin embargo, las formaciones arcillosas profundas no son la única fuente de metano, y tanto el DOE como la industria energética están tratando de encontrar el modo de explotar la mayor de todas: los hidratos de metano congelados que yacen bajo extensas áreas del lecho marino y del permafrost ártico. En todo el mundo, los hidratos pueden contener más energía que todos los otros combustibles fósiles juntos. Por lo general son blancos como la nieve y parecen hielo, pero son un material extraño, y no es fácil extraerles el metano. En los hidratos, cada molécula de metano está atrapada en una jaula de moléculas de agua que solo es estable a presión alta y temperatura baja. Si las condiciones cambian ligeramente, la jaula se desmorona y el volumen del metano fugado se multiplica por un factor de 164. A los expertos en clima les preocupa que el calentamiento planetario desestabilice las capas de hidratos, en la tierra o en el mar, y desencadene una liberación masiva de metano que podría intensificar aún más el calentamiento. Unos pocos científicos se toman en serio la posibilidad catastrófica de una liberación rápida, en el plazo de una vida humana, con el consiguiente aumento abrupto de la temperatura planetaria. La concentración de metano en la atmósfera ha aumentado casi un 160% desde la época preindustrial, hasta situarse en 1,8 partes por millón. Durante unos años, entre 1999 y 2006, pareció estabilizarse. Algunos investigadores atribuyen esa estabilización a las prácticas de los arroceros asiáticos, que empezaron a desecar los arrozales durante la estación de crecimiento de la planta para ahorrar agua, reduciendo así las emisiones de metano. Pero desde 2006 la concentración de metano atmosférico ha vuelto a aumentar. Muchos observadores creen que no es coincidencia que el número de pozos perforados en arcillas compactadas profundas también se esté multiplicando. La mayor formación de arcillas gasíferas de Estados Unidos, la formación Marcellus, se encuentra a unos dos kilómetros de profundidad bajo los montes Apalaches, en un arco que se extiende desde Virginia Occidental hasta Nueva

York a través de Ohio y Pennsylvania. El tramo correspondiente a Pennsylvania es de una gran belleza: suaves colinas, prados y, en el noroeste, los bosques de los Pennsylvania Wilds. En los últimos tiempos camiones cisterna, hormigoneras y semirremolques cargados de arena y de tuberías rugen sin cesar por las sinuosas carreteras de dos carriles. Aquí y allá, en claros abiertos en los bosques o en tierras agrícolas, hay montículos aplastados de tierra removida de dos hectáreas de extensión. Durante unas semanas, altas torres de perforación se levantan sobre esas plataformas, y los camiones y remolques se congregan a su alrededor. El agua contaminada de los nuevos pozos fluye hacia los camiones cisterna o hacia balsas forradas de plástico. Al cabo de un tiempo desaparecen las torres, pero el pozo permanece, conectado por redes de tuberías verdes y válvulas a nuevos gasoductos permanentes, tanques de condensación y estaciones compresoras. Buena parte de Pennsylvania se ha transformado desde 2008. Las raíces del boom se remontan a la década de 1980 en Texas, cuando un buscador de petróleo llamado George Mitchell empezó a prospectar la formación Barnett Shale cerca de Dallas. Ya se sabía que las arcillas negras, que son cieno comprimido de origen marino, son rocas madre de petróleo. Pero a lo largo de las eras geológicas gran parte del petróleo y del gas había migrado hacia estratos de arenisca porosa, y allí es donde los buscaba la industria petrolera. Los pozos que terminaban en arcillas nunca producían mucho, porque son sedimentos demasiado densos y poco permeables para permitir la circulación del gas. La solución de Mitchell Energy, desarrollada a lo largo de 20 años con el apoyo del DOE, se convirtió en la receta para el auge del fracking. La técnica se divide en dos partes. Lo primero es perforar verticalmente hasta las arcillas compactadas y luego perforar horizontalmente uno o dos kilómetros; eso permite captar más cantidad de gas. En segundo lugar se inyectan millones de litros de agua, lubricantes químicos y arena a presión para fracturar la roca y permitir que el metano fluya hacia el pozo. El gas de los pozos fracturados hidráulicamente ha beneficiado a los consumidores. El 55% de los hogares estadounidenses tiene calefacción de gas, y el invierno de 2010-2011 los precios registraron el nivel mínimo de los últimos 10 años. En Pennsylvania, el boom ha revitalizado la economía con la creación de 18.000 puestos de trabajo y el pago de millones de dólares en concepto de licencias de explotación y regalías. Pero algunos propietarios que han concedido licencias sobre sus tierras a las compañías gasistas están cambiando de idea. Sherry Vargson es una de esas personas. En 2008, la empresa Chesapeake Energy inició las perforaciones en la granja lechera de 78 hectáreas que su familia posee en Granville Summit, en el nordeste de Pennsylvania. En junio de 2010 Vargson abrió el grifo de su cocina y se encontró con una desagradable sorpresa: había «aire» en las tuberías. «Era como servirse un vaso de AlkaSeltzer, efervescente y lleno de burbujas», recuerda. Los análisis revelaron que

el agua contenía más del doble de metano de lo que se considera riesgo de explosión. Desde entonces Chesapeake le suministra agua embotellada, pero sostiene que la contaminación es natural. Mientras tanto, los pagos que Vargson recibía en concepto de regalías han pasado de más de 1.000 dólares mensuales a menos de 100, ya que la producción del pozo ha caído en picado. El principal argumento del sector para tratar de tranquilizar a la población de Pennsylvania y otros lugares es que las arcillas gasíferas suelen encontrarse cientos de metros por debajo de los acuíferos de donde procede el agua potable. En consecuencia, la contaminación, ya sea por gas de arcillas o por aguas residuales de la fracturación hidráulica (que contienen las sustancias químicas del proceso, sales, metales pesados y elementos radiactivos lixiviados de las rocas), debería ser físicamente imposible. El argumento parece sensato, pero todavía no hay conclusiones definitivas. Recientemente, científicos de la Universidad Duke han documentado la migración de fluidos (aunque no de fluidos de fracturación) desde la formación Marcellus hacia arriba a través de fisuras naturales. En un estudio anterior los investigadores de Duke tomaron muestras de 60 pozos de agua de titularidad privada del nordeste de Pennsylvania y no encontraron el menor indicio de fluidos de fracturación. Sin embargo, los niveles de metano eran por término medio 17 veces superiores en los pozos cercanos a las perforaciones y parte del metano tenía el indicador químico del gas de arcillas. En opinión de estos científicos, el gas puede haber pasado a los acuíferos poco profundos a través de revestimientos defectuosos de los pozos perforados para extraer el gas. El Departamento de Protección Medioambiental de Pennsylvania (DEP) atribuyó asimismo el problema a defectos en el revestimiento cuando en 2009 multó a la empresa Cabot Oil & Gas por contaminar el agua potable de 19 hogares en Dimcock Township, 90 kilómetros al este de la granja de Vargson. En ese caso el metano no procedía de las arcillas gasíferas, sino de depósitos menos profundos atravesados por los pozos de gas. El DEP también ha multado a empresas gasistas por una mala gestión de las aguas residuales de fracturación y por permitir vertidos que contaminaron ríos y torrentes. En Pennsylvania y otros lugares, la explotación de las arcillas gasíferas ha avanzado con mucha más rapidez que los esfuerzos para comprender y limitar sus consecuencias. Hasta el momento, sin embargo, su impacto parece mucho menor que el de la minería del carbón, que en Pennsylvania ha causado una contaminación mucho más grave de los ríos, en Virginia Occidental ha arrasado la cumbre de muchas montañas y en Estados Unidos aún mata a cientos de mineros al año, en su mayoría a causa de enfermedades pulmonares. La comparación es relevante porque el gas natural barato está reduciendo el consumo de carbón. Hace muy poco, en 2007, el carbón generaba casi la mitad de la electricidad de Estados Unidos. En marzo del año pasado su participación había bajado al 34  %.

Según John Hanger, un abogado de Pennsylvania que ayudó a elaborar las leyes de energías renovables del estado y que dirigió el DEP desde 2008 hasta principios de 2011, «el cambio masivo del consumo de carbón al consumo de gas probablemente ha hecho más por limpiar el aire de Pennsylvania y el de Estados Unidos que cualquier otra medida que hayamos tomado». A diferencia del carbón, el gas natural no desprende dióxido de azufre, mercurio ni otras partículas cuando se quema; no deja cenizas, y emite solo la mitad de dióxido de carbono. El inventario de gases de efecto invernadero elaborado por la Agencia de Protección del Medio Ambiente de Estados Unidos (EPA) muestra que las emisiones de CO₂ de todo el país fueron un 7 % más bajas en 2010 que en 2005, lo que supone poco más de 400 millones de toneladas. (Los datos preliminares para 2011 indican que se mantiene el descenso.) Las emisiones reducidas de las centrales eléctricas, sobre todo por el cambio del carbón al gas, explican un poco más de un tercio de esa disminución. Algunos ecologistas que al principio dieron la bienvenida al gas de arcillas precisamente por esa causa cambiaron de idea después de ver las consecuencias del boom en Pennsylvania. Pero Hanger espera que la explotación de las arcillas gasíferas se difunda al resto del mundo, como parece probable que suceda. «En China hay unas reservas potencialmente gigantescas de ese gas no convencional –dice–. Sería un beneficio enorme para el clima que China sustituyera por gas parte del carbón que quema. Y el beneficio sería inmediato; no habría que esperar a 2040 o 2050.» Sería beneficioso, a menos que una cantidad excesiva de metano pasara a la atmósfera. Entre 2005 y 2010, mientras las emisiones de CO₂ disminuyeron en Estados Unidos, las de metano aumentaron. En 2010, según la EPA, el aumento fue equivalente en potencial de calentamiento planetario a la emisión de unas 40 millones de toneladas de CO₂ al año, lo que representa el 10 % de la reducción en las emisiones de CO₂. Más de la mitad del aumento de las emisiones de metano, apunta la EPA, procedían de la industria del gas natural: la principal emisora del país. A juzgar por los números de la EPA, la fracturación hidráulica sigue siendo una clara favorita desde el punto de vista climático. Pero algunos científicos, en especial Robert Howarth y sus colaboradores de la Universidad Cornell, creen que la EPA ha subestimado las emisiones de metano y, lo que es más importante, el potencial de calentamiento planetario de cada molécula del gas. Sostienen que las fugas de metano de los pozos, los gasoductos, los compresores y los tanques de almacenamiento determinan que el gas de arcillas sea en realidad peor para el clima que el carbón. Otros investigadores cuestionan el punto de vista de Howarth. Pero el debate persiste, en parte porque las cifras referentes al metano son bastante inciertas. La nueva normativa elaborada en 2012 por la EPA exigirá a la industria gasista que mida sus emisiones y también que las reduzca. Una de las principales

fugas se produce cuando la apertura de un pozo ha terminado y los fluidos de la fracturación hidráulica, que están a gran presión, regresan al pozo arrastrando consigo el metano. Las nuevas normas impondrán que a partir de 2015 las empresas empiecen a captar ese gas. Algunos expertos consideran la captación de metano como una gran oportunidad, pues es mucho más sencillo que controlar el CO₂ para ralentizar el calentamiento planetario, al menos a corto plazo, ya que pequeñas cantidades de metano tienen efectos considerables y además se trata de un combustible valioso. China, por ejemplo, principal productor mundial de carbón, libera enormes cantidades de metano de sus minas para evitar explosiones. En la década de 1990, cuando el geólogo egipcio Mohamed El-Ashry presidía el Fondo para el Medio Ambiente Mundial, esta agencia creada por Naciones Unidas y el Banco Mundial destinó diez millones de dólares a proyectos que extraían metano de varias minas chinas y lo suministraban como combustible a miles de hogares cercanos. Según El-Ashry, hay cientos de proyectos similares en todo el mundo esperando financiación. Drew Shindell, experto en clima del Instituto Goddard para Estudios Espaciales de la NASA, ha dirigido un equipo mundial de científicos que analizaron siete estrategias para la reducción del metano, desde el drenaje de los arrozales hasta la captación del gas que emiten los vertederos y los pozos de extracción. A diferencia del CO₂, el metano afecta la salud humana, porque es un precursor de la polución urbana. Según las conclusiones del grupo de Shindell, teniendo en cuenta las consecuencias para la salud, los beneficios de controlar las emisiones de metano superan los costes en una proporción de al menos 3 a 1, y en algunos casos de hasta 20 a 1. «Hay algunas fuentes difíciles, si no imposibles, de controlar –afirma Shindell–. En mi opinión, las emisiones del Ártico son casi imposibles. Pero también hay gasoductos de larga distancia, y en ese caso sabemos cómo controlar las fugas: poner cierres herméticos de primera calidad y revisarlos periódicamente. También están las instalaciones de producción de petróleo, gas y carbón, y en todas ellas es sencillo controlar una fracción sustancial de las emisiones de metano.» La primavera pasada, un grupo de científicos que investigaba en la «pendiente ártica» de Alaska con financiación del DOE probó con éxito un método para extraer metano de hidratos sepultados. Aunque según el comunicado de prensa del DOE el proceso «puede tardar años» en ser económicamente viable, «lo mismo podría decirse de las primeras investigaciones sobre el shale gas […] que el Departamento respaldó en las décadas de 1970 y 1980». Incluso si una pequeña fracción de los hidratos de metano es recuperable, los recursos de gas de Estados Unidos podrían duplicarse, según estimaciones del DOE.

Parte del metano que burbujea en los lagos del Ártico podría proceder de hidratos, dice Walter Anthony. Hace unos 56 millones de años, en el paleoceno, un prolongado calentamiento planetario culminó en un brusco aumento de 5 °C en la temperatura. Muchos científicos sospechan que la causa fue una masiva desestabilización de los hidratos de metano. La mayoría, incluida Walter Anthony, no cree que hoy pueda producirse una catástrofe semejante. Pero el metano del Ártico podría agravar considerablemente el calentamiento planetario en los próximos siglos. «Si pudiéramos capturarlo, sería una gran fuente de energía», dice Walter Anthony. http://www.nationalgeographic.com.es/ciencia/grandes-reportajes/los-pros-ylos-contras-del-fracking-2_7125

Artículo escrito por Helena Niño El fracking o fractura hidráulica es una técnica de extracción de hidrocarburos muy de moda en los medios estos días por el inagotable culebrón que se está desarrollando en tierras cántabras. Como si de un combate de boxeo se tratase, gobierno y autonomías luchan por el uso del subsuelo español, desautorizándose los unos a los otros con cada vuelta de tuerca. Por un lado, de calzón azul y gaviotas blancas, el Ministro de Industria, Energía y Turismo José Manuel Soria. Por el otro los aspirantes al título de “indignados y afectados”, de calzón verde y logotipo de la cordillera cantábrica: vecinos de las zonas afectadas, ecologistas de Greenpeace, plataformas anti-fracking y representantes de los Gobiernos Autonómicos de Cataluña y Cantabria. El último en asestar un golpe en esta pelea de gallos ha sido el Ministro Soria, quien ha echado por tierra la actual ley en vigor antifracking cántabra con su consulta al TC. La resolución, que ha salido hace tan sólo unos días, le ha dado la razón al Gobierno Central y legitima

el

uso

de

esa

técnica

en

tierras

norteñas.

¡Toma derechazo brutal! Aunque el golpe ha sido tremendo y casi noqueador, el gobierno autonómico de esta región ha sabido levantarse rápido, y lejos de

amilanarse, pide unidad en la lucha para ganar la batalla al fracking. ¡Se ve que aún queda mucho combate por delante! ¿Pero qué es el fracking y a qué viene tanta historia? Pues se trata de una técnica nacida en los EEUU (1860) y que ya se encuentra ampliamente extendida por el globo. Para que nos hagamos una idea, sólo en este país en 2013, se usó en dos millones de pozos y sus extracciones representaron el 43% del petróleo y el 67% del gas natural total que se obtuvo ese año. Esta buena

cosecha supone

un

espaldarazo

al

sueño

de

independencia energética americano, para quienes los analistas predicen que en 2014 alcanzarán los 8 millones de barriles diarios, llegando a exportar más de lo que importan. El mecanismo en sí consiste en perforar zonas ricas en gas o petróleo del subsuelo (hasta 5.000 metros). Esto se consigue inyectando chorros de agua a altas presiones, que mezclada con arena y sustancias químicas, aprovechan las fracturas existentes en el sustrato rocoso (menores de 1 mm) para conseguir romper la roca y liberar así pequeñas burbujas de gas que se encontraban en los minúsculos recovecos de la roca y que, de otra forma, serían imposibles de extraer. ¿Pero qué hay de verdad en esta psicosis hidráulica a la que nos estamos viendo arrastrados estos días? Realmente ¿es una panacea energética que nos traerá maná del cielo cómo a nuestros transoceánicos vecinos? o ¿es otro “culo veo, culo quiero” de nuestro actual gobierno? Hacemos un análisis de los principales puntos a tener en cuenta: A favor de la técnica: 1- El principal argumento que esgrimen los grupos profracking es que debido al aumento del precio de los combustibles fósiles y a la

elevada demanda de éstos interesa optar por el autoabastecimiento, lo que haría a estos pozos económicamente rentables; 2- Al ser un método muy extendido en diversas partes del mundo como en Polonia (uno de los líderes mundiales de este tipo de extracciones) Alemania, Países Bajos, Reino Unidos, Rumanía, Lituania, Dinamarca, Suecia y Hungría, su implantación evitaría que España quedase rezagada en la carrera energética; 3- Lo favorable del rendimiento de cada veta: por cada etapa de fractura (entre 2 y 5 días) se mantiene el pozo funcionando unos 15 años; 4- Defensores de esta técnica de extracción aseguran que los aditivos utilizados se pueden encontrar en elementos de uso doméstico; En contra de la técnica: 1- Los enormes niveles de contaminación de las aguas subterráneas y superficiales que provoca la liberación al medio del componente que se inyecta junto con el agua y la arena y que se usa de “sostén”. Un 0,49 % de aditivos muy tóxicos, (alergénicos e incluso cancerígenos), que dejan el subsuelo y los acuíferos próximos irrecuperable tras su uso. Siendo además probable que acaben en circuitos domésticos (bien en aguas que abastecen poblaciones, bien en productos de agricultura que han ido acumulando y concentrando tóxicos a los que han estado expuestos durante su crecimiento) 2- La ocupación y destrucción del territorio por toda la maquinaria e infraestructura que necesita el proceso, que deja inmensas áreas de terrenos incompatibles con el desarrollo medioambiental; 3- Terremotos inducidos por la profundidad de las perforaciones que provocan efectos muy negativos sobre las infraestructuras próximas;

4- Emisiones de gas metano a la atmósfera que repercuten en el empeoramiento del efecto invernadero; Habrá que ver qué pasa estos días en Cantabria para saber a qué nos tendremos que atener el resto de comunidades. http://www.elcaptor.com/economia/rentabilidad-medioambiental-proscontras-fracking

A través del fracking se pueden extraer recursos minerales del subsuelo, atrapados en rocas de esquisto y llevarlos a superficie para su producción comercial.

Países a favor del fracking. El negocio de la extracción de hidrocarburos es un ámbito de muy buen rendimiento, sin embargo, algunos recursos se encuentran en zonas o yacimientos que no son rentables económica o técnicamente, por esta razón

surge

la

necesidad

de

convencionales como el fracking.

producirlos

con

tecnologías

no

Taladro de perforación. Fuente: Energías renovadas.

Dentro

de

los países que

encuentra Canadá

y

apoyan

Estados

a

la

técnica

Unidos,

del

quienes

Fracking

se

actualmente

producen shale gas y shale oil, estos países son pioneros en esta controversial técnica, debido a que extraen hidrocarburos de esquisto de manera comercial, aumentan sus niveles de producción volumétrica. Otros países que apoyan al fracking son China y Argentina, el primero se dedica a la producción de shale gas y el segundo a la extracción de shale oil. Las empresas en China encargadas de la extracción de hidrocarburos a través de esta técnica son SinoPec y PetroChina, mientras que en Argentina es YPF. Los países que actualmente apoyan esta técnica han registrado aumentos en sus niveles de producción de hidrocarburos, mejorando su sistema de comercialización y estimando un incremento exponencial que podría llevarlos al autoabastecimiento en el mediano plazo, gracias a la

combinación

del fracking y

los

métodos

de

producción

convencionales. Entre algunos de los países que muestran su intención de trabajar comercialmente con el proceso de fractura hidráulica se encuentran: Argelia, Australia, Colombia, México y Rusia.

Países en contra del fracking. En la actualidad muchos países han prohibido la utilización de la técnica del fracking debido a los daños ambientales que esta causa, entre estos daños se encuentran: contaminación de acuíferos subterráneos y superficiales, daño a las capas externas de la tierra, altos índices de utilización de agua, gases expulsados a la atmósfera, entre otros. Por estas razones muchas naciones no se encuentran de acuerdo con esta técnica de extracción de hidrocarburos no convencionales, debido al alto riesgo que representa para la población en general su aplicación.

Posibles puntos de riesgo en el proceso de fracking. Fuente: argentinasinfracking.

Entre estos países que no apoyan la técnica de fracturas hidráulicas se encuentran: 

Francia.



Bulgaria.



Alemania



Reino Unido.



República Sudafricana.



República Checa.



España.



Suiza.



Austria.



Irlanda del Norte.



Italia.



República de Irlanda.

La Sociedad Médica de Massachusetts generó un informe relacionado al fracking el cual sirvió de guía para los países en contra de este proceso,

esta

sociedad

analizó

durante

un

período

de

tiempo

determinado los componentes que se utilizan para llevar a cabo una fractura

hidráulica,

determinando

que

en

su

mayoría

(75%)

son tóxicos y representan un riesgo para los ojos, piel y demás órganos sensibles del cuerpo humano como lo son el sistema nervioso, respiratorio

y

gastrointestinal.

Poco más

de

la

mitad de

los

componentes utilizados produce daños en el cerebro y a su vez en el sistema nervioso central, el 25% tienen la posibilidad de desarrollar en el ser humano algún tipo de cáncer o mutaciones. La extracción de hidrocarburos mediante el proceso de fractura hidráulica representa una ventana para alcanzar la independencia energética de los países importadores de hidrocarburos, debido a la posibilidad de extraer recursos que no podrían ser producidos utilizando los

métodos

convencionales.

Sin

embargo,

el fracking ha

sido

duramente criticado debido a sus consecuencias sobre la salud humana y sobre el medio ambiente, grupos conservadores han creado campañas

en su contra, obteniendo resultados positivos en muchos países a nivel mundial, logrando cambiar la legislación en muchos de estos, con el objetivo

de

prohibir

el

uso

de

ésta

técnica.

Actualmente

el fracking posee muchos países a favor y en contra, cada uno con sus razones certeras y estudios que las sustentan. Autor: Jesús Carrillo. https://geoinnova.org/blog-territorio/fracking-paises-favor-paises/

Su utilización para extraer gas no convencional del subsuelo fracturando la roca por el efecto de la presión hidráulica ha levantado expectativas, pero también muchas dudas. 

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El 'fracking' en Euskadi: 17 proyectos en fase de estudio La productividad y el futuro del 'fracking' ¿Qué es el fracking?



El Parlamento Vasco no prohibirá el 'fracking'



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La fracturación hidráulica, más conocida como fracking, es uno de los temas más polémicos del panorama energético hoy en día. Su utilización para extraer gas no convencional del subsuelo fracturando la roca por el efecto de la presión hidráulica ha levantado expectativas, pero también dudas que han llevado a muchos colectivos y ciudadanos a oponerse a ese sistema y pedir su prohibición. Ésta técnica es conocida desde hace mucho tiempo, ya que su uso para la extracción de hidrocarburos existe desde el siglo XIX, y su primera utilización comercial se remonta a 1947. Sin embargo, hoy por hoy, cuando nos referimos al fracking hablamos sobre una técnica concreta que se está desarrollando sobre la marcha y que ha creado un boom del gas no convencional en EEUU. Ahora se pretende expandir por todo el mundo para paliar el declive de los yacimientos convencionales de gas natural.

(Implantación de una planta para la explotación mediante el 'fracking' en EEUU. Foto: cc-by/Daniel Foster) LA TÉCNICA Este tipo de gas, conocido como "shale gas" o gas pizarra, no se encuentra en bolsas, sino pegado a la roca. Para extraerlo, hay que realizar una perforación vertical de un pozo, atravesando varias capas de roca y acuíferos, desde una plataforma en la superficie hacia donde se encuentra el estrato rocoso de interés, que puede estar a varios kilómetros. Antes de llegar a la capa que se quiere explotar, comienza la perforación en horizontal o dirigida, penetrando en el estrato de interés una media de 11,5 kilómetros. Una vez alcanzado el estrato deseado, se crean pequeñas grietas para que sirvan como guías. En ese momento, comienza la fractura hidráulica, bombeando un fluido (agua con arena silícea para el apuntalamiento y una serie de aditivos químicos) a gran presión para abrir y extender las fracturas. Después, al reducir la presión, el fluido vuelve a la superficie con el gas y otras sustancias presentes en la roca. Una vez fuera, la mezcla es procesada para separar el gas. ADITIVOS QUÍMICOS, ¿PRESENTAN ALGÚN RIESGO? Según Aitor Urresti, ingeniero industrial, profesor de la UPV y miembro de la plataforma Fracking Ez Bizkaia, los aditivos químicos utilizados para la fracturación pueden llegar a ser hasta el 2 % del fluido. Esa serie de aditivos son productos químicos que sirven para lograr una distribución homogénea de la arena para el apuntalamiento, para facilitar el retroceso

del fluido, para limpiar los orificios y tubos, para inhibir la corrosión, como antioxidante y como biocida, entre otras cosas. Pero el problema no acaba con las toneladas de químicos que se inyectan al subsuelo. Todas esas cantidades de agua y aditivos tienen que ser trasladadas y almacenadas in situ, "por lo que las mezclas las hacen en el mismo lugar, y al manipular esos elementos tóxicos sin estar diluidos en agua, pueden derramarse y filtrarse a algún acuífero", asegura Urresti. "Hasta ahora, las empresas no han especificado cuantos ni que aditivos utilizan para la fracturación, debido a los secretos industriales de patente. Pero, como todo ese secretismo ha creado un gran rechazo social, éstas han empezado a optar por ser un poco más 'transparentes' y han empezado a informar sobre algunos de los productos que utilizan, aparentando siempre que son poco dañinos", añade Julio Barea, responsable de la campaña de Energía de Greenpeace. Desde Shale Gas España, una plataforma formada por empresas que quieren utilizar la técnica de la fracturación hidráulica, informan que el porcentaje de los productos químicos utilizados en el fluido para fracturar la roca es mínimo: cerca del 0,5 %. Aseguran que se usan unas concentraciones muy bajas de hasta doce aditivos químicos, "presentes en su mayoría en productos de limpieza del hogar, cosméticos o alimentos". Además, Mónica V. Cristina, portavoz de la plataforma, afirma que todos ellos están regulados y controlados por las legislaciones europeas y del Estado Español. "Los aditivos se dan a conocer a las autoridades competentes y se mantienen informadas a las comunidades locales", añade. Por su parte, Iker García, vocal del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos de Minas del País Vasco, Navarra, La Rioja y Soria, informa que los aditivos que se emplean habitualmente son compuestos como el ácido clorhídrico, ácido cítrico, glutaaldehido, bisulfito de Amonio y el etilenglicol, entre otros. Este último, explica que es un anticongelante, "habitual en la geotermia y para abastecer de calor una calefacción". Asimismo, comenta que en general éstos aditivos no son perjudiciales para el medioambiente, "aunque puede haber alguno tóxico. Pero se está tendiendo cada vez más a los productos ecológicos y biológicos; que no alteren nada en absoluto". Pese a eso, desde Greenpeace denuncian que "todo eso es una campaña propagandística. Saben vender bien su imagen, pero la realidad es otra, ya que utilizan elementos cancerígenos como el benceno". EMISIONES A LA ATMÓSFERA Otro elemento que causa controversia son las emisiones de gases de efecto invernadero, y por consiguiente, el cambio climático. Las empresas mantienen que el gas natural es el combustible fósil más limpio disponible en la actualidad. Shale Gas España cita un estudio de la Comisión Europea que indica que "las centrales eléctricas de gas de ciclo combinado emite entre un 41 % y un 49 % menos gases de efecto invernadero que las centrales eléctricas de carbón". Por ello, sostienen que la progresiva sustitución del carbón por el gas natural sería "clave" para reducir las emisiones de CO2.

(Emisiones atmosféricas de los combustibles en su ciclo de vida completo. Fuente: Howarth et al. 2011) Los grupos ecologistas mantienen que éste gas es más limpio a la hora de producir electricidad, pero el problema está en los escapes de metano del gas natural que se producen en los procesos de extracción, "las emisiones furtivas de metano contaminan mucho más que el carbón y que el petróleo", asegura el responsable de Greenpeace, "siendo veinte veces más perjudicial que el CO2", añade Aitor Urresti. Además de esas emisiones, existen otras vías de contaminación atmosférica grave producidas por el fracking. El agua contaminada que se recupera del subsuelo tras la fracturación se aloja en balsas para después procesarla. "Ahí, parte del agua se evapora junto con los compuestos volátiles que son emitidos a la atmósfera", explica el ingeniero de la UPV. Un estudio de la escuela de Salud Pública de la Universidad de Colorado (McKenzie et al., 2012) asegura que la contaminación atmosférica ligada al fracking afecta seriamente la salud de las personas. Las emisiones atmosféricas de hidrocarburos como el benceno, etilbenceno, tolueno y xileno, generados por ésta técnica, incrementan los riesgos de padecer patologías agudas o crónicas como el cáncer en la población cercana a los pozos. ¿POSIBLE RIESGO PARA LAS AGUAS SUBTERRÁNEAS? En el caso de las investigaciones que se están llevando a cabo en Gran Enara (Araba) y la posible futura explotación de sus pozos, una de las mayores preocupaciones de los vecinos de la zona es la contaminación de los acuíferos, como el de Subijana, "que es el abastecimiento de emergencia en caso de sequía en Araba, además de abastecer hoy por hoy varias poblaciones de la zona", comenta Urresti. Shale Gas España asegura que "la estimulación mediante la fracturación hidráulica no puede contaminar acuíferos porque no crea ninguna conexión entre éstos y los yacimientos". Explica que los procesos se desarrollan a gran profundidad por debajo de las masas de agua subterránea, separadas por rocas de muy baja permeabilidad y aisladas por dos barreras de tuberías y cementación.

Por su parte, Aitor Urresti asegura que el riesgo de contaminación de los acuíferos viene de tres puntos posibles: "La primera, cuando se genera la fractura, que esa ascienda hasta la masa de agua". Explica que eso es bastante complicado en el caso de Gran Enara, "pero no imposible". "Hay mínimo un kilometro de distancia entre la zona que se quiere explotar y el acuífero. Pero, la zona intermedia y la propia formación que guarda el gas, la Balmaseda, está muy fracturada, por lo que, ¿quién asegura que a la hora de abrir la fractura que genera el fracking esa no contacta con otra grieta que ya está abierta previamente?", se pregunta. En ese caso, las fracturas se pondrían en comunicación y por ahí podría ascender hasta la masa de agua.

(Almacenamiento del agua para la fracturación hidráulica. Foto: Fracking Ez Araba) Otra posibilidad sería a través de los propios pozos, porque puede que no estén bien cementados, "no se puede asegurar la estanqueidad al 100 %", asegura el ingeniero. Además, el cemento se va empeorando con el tiempo, "por lo que ahí puede haber un problema de que surja una grieta en la tubería". Y, por último, la otra vía de contaminación sería por la superficie. "Puede que haya un derrame. Cuando el líquido de fracturación vuelve, es almacenado en una balsa hasta que se trata, y esa balsa puede tener fugas". El profesor de la UPV denuncia que las empresas siempre dicen que no hay ningún caso documentado en el que se haya demostrado que un acuífero se haya contaminado debido a la fracturación hidráulica. "Eso es mentira", sentencia. "Hay casos que al hacer la fracturación, la grieta se pone en contacto con un pozo viejo, que está en las cercanías. Ese pozo está mal cementado o está ya tan viejo que está rajado, entonces, a través de él se comunica con el acuífero. Aquí en Araba tenemos cerca de 100 pozos, muchos de ellos perforados en las décadas de los 40, 50 y 60, que no sabemos ni en qué estado están. Y muchos de ellos cortan también la Subijana", explica Urresti. Desde el Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos de Minas comentan que las empresas que exploten el gas natural "harán todo lo posible para que no se produzca ninguna filtración". Además, informan de que

el Gobierno Vasco hará un seguimiento del 100 %, "para ver si se hacen bien las cosas, ya que si se toman las técnicas mineras adecuadas, no debería de haber ningún problema". Por su parte, Mónica V. Cristina reconoce que ninguna actividad tiene "cero riesgo". Según ella, "la clave está en conocerlos y disponer de la tecnología necesaria para gestionarlos. Junto con una regulación que impulse el uso de las mejores prácticas, la tecnología existente hoy permite el desarrollo seguro del fracking". Pese a que la tecnología va avanzando, y por consiguiente, mejorando las técnicas de la fracturación hidráulica, los grupos contrarios al fracking no consideran que sea suficiente como para que se asegure el medioambiente. Según informa Aitor Urresti, "investigadores de la Universidad de Duke (Carolina del Norte, EEUU) han demostrado en un estudio la contaminación por gas de agua potable cercanos a sitios de extracción de gas no convencional, después de analizar muestras de agua de 141 pozos. Todos ellos debido a la mala práctica de las empresas". RIESGO DE TERREMOTOS Shale Gas España asegura que las empresas, antes de empezar las explotaciones, estudian a fondo la geología de la zona para anticipar cómo responderá la roca y garantizar la seguridad de todo el proceso. Según comenta, durante los más de 60 años en los que se está usando este sistema de extracción de gas en millones de pozos en todo el mundo, "sólo se han registrado dos casos de sismicidad asociados a la fracturación hidráulica". Sin embargo, un estudio publicado en la revista Science relaciona los terremotos con la inyección de aguas residuales, una de las operaciones del fracking. Investigadores de la Universidad de Columbia (EEUU) aseguran que cuando se produce un terremoto de cierta magnitud, se desencadenan otros seísmos menos potentes a miles de kilómetros, en zonas donde la tierra ha sido alterada por las sustancias químicas que se han inyectado en el subsuelo a gran profundidad. El estudio habla, por ejemplo, de un terremoto en Chile que provocó actividad sísmica en Oklahoma (EEUU) y de otro en Japón (el del tsunami de 2011) que generó seísmos en Texas (EEUU). IMPACTO PAISAJÍSTICO La extracción de gas pizarra a partir del fracking implica también una importante ocupación del terreno. "La CAV es un territorio muy limitado, por lo que la implantación de éstos pozos de extracción traería un impacto paisajístico grandísimo", asegura Julio Barea. Según informa Urresti, sólo en Araba está previsto que pongan en funcionamiento 2.000 pozos, ocupando cada uno de ellos una media de 1 a 2 hectáreas (exceptuando si se opta por pozos agrupados, que la ocupación sería menor), a lo que abría que sumar todos los caminos de acceso y otras infraestructuras. Además, esto traerá consigo un aumento de tráfico considerable, "ya que hay que transportar grandes cantidades de agua de un lado a otro". Así, aumentará el ruido y las emisiones en las propias zonas, "que suelen ser rurales y bastante tranquilas". Por lo que supondrá "un fuerte impacto en las propias comunidades", augura.

(Gran densidad de pozos de gas no convencional en Texas (EEUU). Foto: ccby/Amy Youngs) Shale Gas España mantiene que para éste tipo de explotaciones se requiere una superficie de terreno "relativamente pequeña, cerca del tamaño de uno a tres campos de fútbol", para realizar las operaciones de perforación y estimulación. Además, una vez construido el pozo, asegura que el espacio necesario es "mucho menor". El proceso de construcción del emplazamiento, perforación y estimulación de un pozo para la explotación dura, de media, un año. Una vez acabados los trabajos, explica que las operadoras "asumen la responsabilidad de restaurar el paisaje y dejar la estructura del terreno tal y como la encontraron de acuerdo con los planes de restauración aprobados por la Administración". ¿ALTERNATIVAS A LA EXTRACCIÓN DE GAS NO CONVENCIONAL? Frente a todos estos riesgos medioambientales, los contrarios a la explotación del gas no convencional tienen claro cuál es la alternativa: las energías renovables. Para Julio Barea, "toda la energía que nos hace falta la tenemos sobre nuestras cabezas. La alternativa es apostar al 100 % en las energías renovables, ya que todo el Estado Español es rico en geotermia, en viento, en mareas y en sol, entre otras cosas. No hace falta quemar más hidrocarburos". Según Aitor Urresti, las renovables son cada vez más rentables, "hay que fomentar ese tipo de energías, pero el Gobierno lo único que hace es paralizarlas". Por su parte, desde Shale Gas España aseguran que "la abundancia de gas juega a su favor como complemento de las energías renovables, cubriendo las intermitencias que se producen en fuentes como la eólica o la solar y permitiendo una fácil adaptación a los picos de demanda". Iker García admite que toda producción de energía, ya sea renovable o mediante la quema de hidrocarburos, "es complementaria y nos va a valer para hacer muchas cosas". Pero asegura que no se puede quitar el gas y el petróleo de golpe, "porque son materias primas en sí mismas". Mantiene que la sociedad está migrando hacia las renovables, pero cree que hasta dentro de muchos años ese tipo de energía no será capaz de soportar toda "nuestra economía energética". "Tiene que ser una progresión, poco a poco, porque con la crisis, las energías renovables han sufrido un parón. Además, el Gobierno de Rajoy ha suspendido las ayudas que había para instalación de plantas solares", denuncia.

http://www.eitb.eus/es/noticias/sociedad/detalle/1398038/fracking-euskadi-argumentos-favor-shale-gas/

El hidrogeólogo Tomás Rodríguez Estrella considera que la fractura hidráulica no tiene por qué ser peligrosa para los recursos naturales de la Región si se realiza bien y en el lugar adecuado ¿'Fracking' sí o no? Hasta el momento han sido casi unánimes en la Región de Murcia los argumentos en contra de esta polémica técnica de extracción de hidrocarburos, y ya sabéis que todos los municipios de la Región afectados por permisos de investigación para poner en marcha la fractura hidráulica se han posicionado en contra. Por eso creo que es interesante leer este artículo publicado el jueves en 'La Verdad'. Su autor, el veterano profesor e hidrogeólogo Tomás Rodríguez Estrella, rompe tímidamente una lanza en favor del 'fracking'. Asegura que es una técnica segura y apunta los lugares del Noroeste de Murcia y el Sureste de Albacete donde podría realizarse sin peligro.

¿‘Fracking’?, depende Por Tomás Rodríguez Estrella, exprofesor de Geología e Hidrogeología de la Universidad Politécnica de Cartagena Aunque este es un tema controvertido, podemos afirmar que la realización de ‘fracking’ en el Noroeste de la Región de Murcia y el Sureste de la provincia de Albacete es compatible con el medio ambiente, si se hacen bien las cosas. Es decir, si se eligen los lugares idóneos y si se efectúan las operaciones necesarias no tienen por qué producirse contaminaciones en los acuíferos ni provocarse terremotos. La zona del NW de Murcia (Moratalla, Caravaca y Calasparra) y la del SE de Albacete (Socovos) no son sísmicamente activas, por lo que serían las más adecuadas para realizar ‘fracking’; de ahí que hayan sido elegidas, ahora y en distintas ocasiones, como áreas a investigar para captar hidrocarburos. En efecto, en los años 60 del siglo XX se efectuaron en el Anticlinal de Socovos los sondeos petrolíferos Socovos 1 y Socovos 2, y se observó que en las margas negras del Kimmeridgiense inferior y Neocomiense existía gas. Lo mismo ocurrió con los sondeos Río Segura G-1 (Sierra de la Puerta) y más recientemente (finales del siglo XX) en el sondeo Ascoy 1; todos ellos ubicados dentro del Prebético Interno y Prebético Meridional. También a mediados del siglo referido el IGME perforó varios sondeos, con los mismos objetivos, en la Depresión de Lorca y se encontró gas en unas pizarras bituminosas del Mioceno superior; pero en esta última zona no es aconsejable realizar investigaciones de este tipo, pues es conocido por todos su carácter sismo-tectónico y la operación podría excitar la liberación de la energía acumulada. Países como Estados Unidos o Gran Bretaña llevan más de 70 años explotando gas por este sistema y solo en una ocasión, en el último país referido, se produjo un sismo de magnitud 2, atribuible a esta causa. En la zona referida existen dos importantes acuíferos, que son el Anticlinal de Socovos y Sinclinal de Calasparra; ambos presentan grandes recursos y reservas hídricas asentadas en rocas carbonatadas del Cretácico superior. Sin embargo, el ‘fracking’ se realizaría en las margas negras impermeables (no acuíferas) del Kimmeridgiense inferior (roca madre), situadas a más de 1.500 metros por debajo del muro de los referidos acuíferos (y a unas profundidades no inferiores a 2.000-4.000 m), existiendo por tanto un potente ‘colchón impermeable de seguridad’ intermedio que protegería a los acuíferos suprayacentes.

A todo lo dicho anteriormente hay que añadir que, conforme aumenta la profundidad, las aguas subterráneas se van calentando por el efecto del grado geotérmico (cada 100 m. aumentan 3º C) y, como consecuencia, se van salinizando, ya que con la temperatura se aumenta la solubilidad; por otro lado, al estar ubicados los sondeos en zonas del acuífero confinadas o cautivas (con potentes rellenos margosos del impermeable de techo próximo a los 1.000 m., en el Sinclinal de Calasparra), esto contribuye a que la energía geotérmica no se disipe, al tratarse de rocas aislantes, al tiempo que impiden que se produzca una regeneración de aguas atmosféricas, ligadas al ciclo hidrológico. Según esto, se puede afirmar que los acuíferos (pertenecientes al Cretácico inferior) que están situados entre la zona de ‘fracking’ y los dos acuíferos regionales importantes referidos, a partir de los 800 m. de profundidad estarían salados, ya que la temperatura de su agua subterránea sería próxima a los 50º C. Este fenómeno se ha podido comprobar en el sondeo del Judío, de la Comunidad de Regantes de AscoyBenís-Carrasquilla de Cieza, que con 700 metros de profundidad, el agua presentaba una temperatura de 35º C y el agua tenía una conductividad de 8.800 microsiemens/cm, que la hacía inutilizable. Es preferible realizar el ‘fracking’ en el Anticlinal de Socovos que en el Sinclinal de Calasparra, pues en aquel, además de saber ya que existe gas en el Kimmeridgiense inferior, los espesores de las rocas impermeables que separan la zona de ‘fracking’ y el acuífero del Cretácico Superior son mucho mayores. No obstante, también se podría realizar en el Sinclinal de Calasparra, pero en su mitad meridional (al Sur de la Venta del Olivo), ya que ahí está representado el Prebético Interno, con grandes espesores del tramo intermedio impermeable del Cretácico inferior. En este último sector, el muro de la roca madre (Kimmeridgiense inferior) estaría a una profundidad de 3.000 m. y entre la zona de extracción de gas y el muro del acuífero carbonatado del Cretácico superior hay 1.500 m. de rocas impermeables, que protegerían con toda seguridad el acuífero. Los permisos que ha concedido la Consejería de Industria de la Región de Murcia son solo para realizar una investigación (prospección geofísica por el método sísmico de reflexión, que se realiza desde la superficie) y no una explotación, ni siquiera una exploración todavía. Primero hay que saber si hay gas o no; segundo, si es rentable su explotación o no y a la vista de los resultados… ya veremos. Y hasta aquí el artículo de Tomás Rodríguez Estrella. ¿Algún comentario?

http://lospiesenlatierra.laverdad.es/blog/4030-a-favor-del-fracking Otra de 'fracking', esta vez la opinión de dos personajes relevantes, uno a favor y otro en contra. Se trata del duelo dialéctico que mantuvieron el domingo en 'La Verdad' el ingeniero y diputado regional del PP Juan Guillamón y el hidrogeólogo Francisco Turrión, experto en aguas subterráneas. Simplemente os reproduzco sus artículos (solicitados por el periódico debido a la polémica que está generando la posible extracción de hidrocarburos en el Noroeste y el Altiplano) para que tengáis nuevos argumentos y os ayuden a formaros una postura propia. Una curiosidad: Juan Guillamón es el primer político del Partido Popular que se atreve a pronunciar la palabra 'fracking' en la Región de Murcia.

Necesitamos nuevas fuentes de energía Por Juan Guillamón (ingeniero y diputado regional del PP) Hablamos de 'fracking' porque la dependencia exterior energética de España es muy alta y procedente de países políticamente poco estables, porque su factura supera los 50.000 millones de euros, porque hay que buscar nuevas fuentes de energía a buen coste y reducir emisiones de CO2, y porque combatir el paro es opción prioritaria.

Del 'fracking', hasta hace unos meses, se puede decir que casi todos lo ignoraban y, sin embargo, casi todos están en su contra. Hoy ya no. El 'fracking' es la técnica empleada para fracturar, mediante agua a presión y aditivos, estratos profundos (pizarras) y extraer a través de pozos horizontales y verticales el gas (metano) ocluido en estratos impermeables a gran profundidad. Tal técnica, muy consolidada en países como los EE UU, aún resulta novedosa en Europa y, en particular, España. Lo cierto es que no existe una normativa específica para las buenas prácticas en tal procedimiento, lo cual no hace inviable la aplicación de normas no específicas en materia ambiental cuyo contenido sí tiene que ver con ellas. Actualmente en Europa, y pese a que el Parlamento Europeo ha rechazado una enmienda que pretendía instar a los estados miembros a no autorizar nuevas operaciones de 'fracking' en la UE, existen diversidad de criterios ante esta cuestión. Así, países como Dinamarca, Chekia, Bulgaria y algunos landers alemanes han dispuesto sus moratorias, otros como Polonia y Reino Unido han dado vía libre a la exploración y explotación de sus yacimientos. En Francia y España puede decirse que hay división de opiniones, si bien en nuestro país ya se han dado un buen número de autorizaciones. Cantabria ha prohibido el 'fracking' hasta tanto en cuanto no se demuestre que la afección ambiental es tolerable. Mi opinión es que, siendo aceptable tal postura, es posible que a fin de cuentas haya perdido el tiempo. Sí, porque de las grandes penalidades y destrozos que el 'fracking' –según sus detractores– puede causar, quedará sobre el tapete final tan solo el rastro de todas las apocalípticas admoniciones que (por cientos y miles) cualquier estudioso puede encontrar en las innumerables páginas de la Red en donde se describen terremotos, contaminaciones, cánceres y demás angustias explicitadas. Eso sí, previo tránsito obligado de la incertidumbre técnica a lo absoluto e indiscutible de la ideología. Mi opinión, en modo alguno falaz, ponzoñosa, miope e ignorante, es que el lector se dé una científica vuelta por las páginas de la EPA (Agencia de Protección Ambiental de EE UU) que vigila desde hace más de 60 años el funcionamiento de cerca de los 40.000 pozos de 'fracking' que están haciendo de este país cada vez menos dependiente de la energía exterior, de costes menores y, lo que es más excitante, que empieza a cumplir las exigencias de Kioto. Los riesgos, que no incertidumbres, del 'fracking' son la cantidad de agua empleada, mucha o poca, la naturaleza de los aditivos químicos, la contaminación de acuíferos y la posibilidad de ocasionar terremotos. La EPA determinó, tras revisar unos cuarenta incidentes denunciados durante estos cinco años, que las causas de los mismos en casi su totalidad se debieron a deficiencias técnicas en la aplicación de los mecanismos. Tales deficiencias tienen, siempre, su solución en el mundo de la tecnología. Igual que los aviones se construyen para que no se caigan, los pozos de ataque del 'fracking' se hacen para que no pierdan su integridad. Los componentes de los aditivos empleados en su mezcla con el agua ya han sido publicados y, si no en su totalidad, la exigencia de su conocimiento es prioritaria. Por precisar, en el Noroeste de nuestra Región, en donde se han dado dos autorizaciones de exploración previa al 'fracking', el estrato de las margas negras impermeables donde se supone está el metano se sitúa a más de 1.500 metros de profundidad respecto al estrato que sustenta el acuífero contenido sobre el sinclinal de Calasparra: la posibilidad (con buena técnica) de contaminación es nula. No sé si utilizar el agua supone mucha o poca cantidad. Todo es relativo. Si hay suficiente y, además, se recicla en casi su totalidad, no es un problema. Y tampoco, a mi juicio, el peligro de un terremoto, pues la zona del Noroeste no es sísmicamente activa. Si advertimos lo que la EPA controla parece que nunca se han producido seísmos de magnitud mayor de 3,5 Richtter, magnitud que –por cierto– rara vez pueda sentirse, me parece. Y termino mostrando mi estupor cuando leo el argumento que el profesor universitario Manuel Garí emplea para expresar su punto de vista: «El 'fracking' está pensado para que algunos amigos de los gobernantes hagan negocio». Didáctica, doctrina y adiestramiento: tres en uno. Prefiero aprender del ‘National Geographic’ de abril en su ‘Gas Metano: pros y contras del 'fracking'’.

Jugando a la ruleta rusa Por Francisco Turrión (hidrogeólogo)

Fracking’ es como ‘repelar’ el gas y el petróleo que queda en las rocas, bien porque ‘la molla’ ya se extrajo o bien porque nunca se llegó a acumular allí. Para ello hay que romper. Se perforan pozos en forma de ‘L’ y en el tramo horizontal se colocan explosivos para fracturarla. Luego, se inyecta agua a alta presión con arena y aditivos tóxicos. La mezcla penetra por esas fisuras y libera las burbujas de gas. Posteriormente, se extrae ese líquido mezclado con el gas y se acumula en balsas para reutilizarlo. Bueno, todo el líquido no, pues apenas se recupera entre el 20% y el 50%, el resto se queda por ahí abajo, entre los 2.000 metros de profundidad y la superficie. Esto significa, según los datos de un reciente informe del Parlamento Europeo, que cada pozo puede perder en el subsuelo no menos de 10 toneladas de aditivos que son claramente tóxicos para la salud humana. Por si esto fuera poco, el fluido de inyección no sube solo con el gas, pues puede extraer también pequeñas cantidades de arsénico, mercurio, plomo y elementos radiactivos como el uranio, torio, radio y gas radón (222Rn). El proceso descrito se puede repetir varias veces en el mismo sondeo y las explosiones para fracturar producen terremotos hasta de grado 3 en la escala Richter (los de Lorca de hace dos años fueron de entre 4 y 5). A nadie le extrañará que con tanto traqueteo, parte del gas y del líquido que lo acompaña se escapen por fallas hasta adentrarse en los acuíferos que se encuentren a su paso, y desde allí seguir ascendiendo hasta los lechos de los ríos. En EE UU, donde esta técnica lleva décadas utilizándose, la inmensa mayoría de las reclamaciones son por contaminación de pozos, y sus jueces ya han condenado a distintas empresas por contaminar con gas metano las aguas subterráneas. En las zonas rurales se han dado casos de salir llamaradas del grifo de la cocina al acercar un mechero e incluso llegar a explotar la propia vivienda. Ya en superficie, la depuración del efluente sobrante es muy costosa. Hay que trasladarlo a vertederos muy alejados de las perforaciones y siempre está la tentación de arrojarlo a los cauces. También en EE UU son muchas ya las sanciones por contaminar así ríos, arroyos y humedales. Y todos estos riesgos, sin que se sepa todavía si el ‘fracking’ es rentable en Europa. La resolución del Parlamento Europeo del 21 de noviembre pasado explica exhaustivamente estos y otros peligros del gas esquisto y recomienda mucha prudencia. Países como Francia y Bulgaria, gobiernos regionales como los de Renania del Norte-Wesfalia en Alemania, Friburgo en Suiza, Quebec en Canadá, Nueva Gales del Sur en Australia y cuatro estados de EE UU, tienen en vigor una prohibición o aplican una moratoria sobre el ‘fracking’. En Murcia bebemos y regamos con agua subterránea, pues el 60% del caudal del río Segura procede de manantiales que se nutren de la lluvia infiltrada en las rocas calizas de las montañas, unos 600 hectómetros cúbicos al año. Además, otros 500 viajan por conductos subterráneos más profundos y se trasfieren a otras cuencas o se pierden en el mar. Pero aún hay más. Esas calizas guardan ‘un patrimonio oculto’ de unos 50.000 hectómetros cúbicos en embalases subterráneos casi ‘vírgenes’. Nuestras aguas subterráneas son nuestro mayor tesoro, aunque todavía no lo sepamos. Nos las esconden en informes ‘pseudocientíficos’ y en ‘cortinas de humo’ como esta del ‘fracking’, o la de los ‘trasvases imposibles’, o la de las desaladoras que ahora quieren que paguemos entre todos. Deberíamos potenciar con esas aguas la industria hortofrutícola, que es puntera en Europa y que no deja de crecer a pesar de la crisis, y también la industria en general. Rescatemos aquellos informes del Plan Nacional de Investigación de Aguas Subterráneas (PIAS) de los años 70, donde se definieron los cinco acuíferos superpuestos que tenemos en los 2.000 primeros metros de profundidad en casi toda la mitad norte de la cuenca del Segura.

Este es otro modelo de desarrollo. Está basado en el sol, en nuestra agua, en la excelencia de nuestros productos y en el cuidado del medioambiente, que podemos explorar nosotros, o esperar a que lo hagan nuestros hijos. Pero si contaminamos nuestros embalses subterráneos con vertidos tóxicos, sus aguas serán inservibles. En ese caso, ya no solo estaríamos jugando con nuestro futuro, sería como jugar a la ruleta rusa apuntando a nuestros hijos. ¿Qué opináis vosotros? ¿Qué argumentos os convencen más? PD. Jumilla es el tercer ayuntamiento de la Región gobernado por el Partido Popular que rechaza el 'fracking', junto con Totana y Mula. El caso de Jumilla es relevante porque los permisos de prospección de hidrocarburos concedidos por la Comunidad Autónoma afectan de lleno a su término municipal.