Ensayo Compartir

BENEMÉRITA UNIVERSIDAD AUTONOMA DE PUEBLA FACULTAD DE MEDICINA “Síndrome de Burnout” DHTIC – Otoño 2013 SINDROME DE B

Views 85 Downloads 0 File size 180KB

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD FILE

Recommend stories

Citation preview

BENEMÉRITA UNIVERSIDAD AUTONOMA DE PUEBLA FACULTAD DE MEDICINA

“Síndrome de Burnout” DHTIC – Otoño 2013

SINDROME DE BURNOUT

INTRODUCCIÓN: Amigos lectores, primero que nada agradezco la oportunidad brindada al tomar mi trabajo como objeto de estudio, investigación o como mero medio informativo, pues sea cual fuere el motivo, estoy segura que mi trabajo podrá satisfacer su necesidad. El presente ensayo pretende abordar el tema del conocido fenómeno de “quemarse en el trabajo” como coloquialmente se le conoce. Dicho fenómeno es distinguido en el ámbito médico como un síndrome, el “Síndrome de Burnout”, o “trastorno de agotamiento laboral”. En este trabajo trataré, en cuando mi entendimiento y mi investigación me lo permitan desglosar el poco popular tema, la forma en que se nos presenta y las razones inherentes a él. A su vez les comunicaré aquellos motivos que impulsan la creciente preocupación sobre el síndrome y con ello la razón de presentar este escrito.

Es de importancia para mí que ustedes como lectores interesados en el tema, conozcan los aspectos básicos del síndrome de Burnout, y puesto que es uno de los trastornos psicológicos menos tomados en cuenta y posiblemente de los más frecuentes en el mundo actual en que vivimos, debemos tomarlo en atención no como una de las enfermedades más peligrosas y alarmantes, sino como una de las enfermedades que requieren de mucha atención. ¿Por qué?, preguntarían algunos, y la respuesta sería sencilla. El síndrome de Burnout, bajo escasa percepción del medio diagnostico y estadístico ha pasado a ser un síndrome con un amplio cuadro de riesgos para las personas que lo padecen, e incluso para otros que por coincidencia y sin merecer se han convertido en un daño colateral del trastorno. Y seria este último punto aquel que nos muestre la faceta preocupante del trastorno, sin embargo, como ya lo mencione, no tratamos con un padecimiento mortal o que debiera representar un problema grave, ya que este trastorno tiene sus formas de expresarse y muchas otras para prevenirse. Es por eso que la necesidad de que se estudie y conozca el síndrome es fundamental

para evitar sus repercusiones tanto para las personas que lo sufren como para aquellas que se relacionan o dependen del ellas.

Por ello la motivación inicial en la realización del trabajo no es nada menos que la prevalencia del síndrome, y de forma más específica, la prevalencia en el grupo que nos concierne, pues con mayor frecuencia, y los que tienen mayor riesgo de presentarlo son los trabajadores de la esfera de prestación de servicios de la salud y relaciones humanas, siendo todos ellos quienes tienen cargas excesivas de trabajo, que tarde o temprano desgastan su integridad psíquica, física.

DESARROLLO:

1. Antecedentes históricos. Para empezar a desglosar el tema del que ahora tenemos un esquema básico debemos entonces de indagar un poco acerca de él. El primer dato recabado fue acerca de los orígenes del síndrome de Burnout, cuyo concepto de la palabra “Burnout” fue utilizado por primera vez en el ámbito de la psicología, pues fue el psicólogo estadounidense Herber Freudenberger quien en 1974 publicó un trabajo en el que daba a conocer un trastorno del que solo se tenían supuestos y metáforas como posible enfermedad mental, pero nada en especifico. Es difícil indagar de forma profunda los antecedentes de este trastorno por el hecho de no ser conocido antes de esa fecha, o simplemente porque el cuadro clínico presentado es bastante similar al de un trastorno mental depresivo, y en sus casos más severos se podría comparar con los signos y síntomas propios de una distimia que es una depresión con un cuadro mayor a dos años. Pero, sin importar el caso cabe recalcar que a mi consideración la razón por la que este síndrome no tuvo precedente si no hasta 1974 es por causas inherentes al mundo y la época en que vivimos los seres humanos ahora, es decir que, las personas de antes no estaban sometidas al mundo globalizado y los fenómenos sociales de ahora, la vida era más tranquila y relajada y el estrés que se acumula con el transcurrir de los días actuales, caminando entre cientos de personas, en el trafico, con el

exceso de trabajo y los problemas de cada persona no era ni cercano a lo que la estadística pudo llegar a demostrar en esos días. (UNAM 200)

2. Concepto y naturaleza del Burnout. Fue así que el término o concepto de “Burnout” empezó a emplearse, con un origen etimológico basado en el parecido con los términos “burn off” mencionados y usados en hipótesis y escritos previos a su mención por Freudenberger. Estos primeros vocablos en los que se sustentó el actual concepto de Burnout hacían referencia a su significado explicito: “burn off” que en el inglés significa “quemar”. La razón de usar la palabra “quemar” está fundamentada en el cuadro clínico que se presenta en el paciente, el cual se basa en una afección principal, la cual cursa y distingue por un agotamiento físico y mental tal que la sensación percibida con el tiempo durante el cual se desarrolla el trastorno es similar a la de estarse consumiendo (quemarse) con el tiempo. Más tarde, Maslach y Jackson propusieron tres dimensiones interrelacionadas: el cansancio emocional, la despersonalización y la realización personal, siendo estas dimensiones las que se integran en el cuestionario Maslach Burnout Inventory (MBI) que se utiliza para medir dicho síndrome en situaciones diagnosticas, y las cuales se trataran un poco más adelante.

3. Manifestaciones del síndrome. Como es de entender bajo los preceptos anteriormente mencionados, podemos afirmar que el estrés y las enfermedades psicosomáticas son hoy en día más frecuentes y sí afectan la salud, además del rendimiento profesional. El personal médico y paramédico que labora en las instituciones de salud no escapa a esta condición, la que repercute en la calidad de los servicios que ofrece. (UNAM 2007) Pero yendo a la explicación clara del tema en cuestión entendemos que el trastorno se trata de un constructo psicológico caracterizado por agotamiento; despersonalización y cinismo; y desmotivación e insatisfacción en el trabajo, que conllevan a un pobre desempeño laboral, todo a consecuencia de factores de

estrés prolongados tanto en la esfera emocional como en las relaciones interpersonales

en

el

trabajo,

por

ello

es

que

el

síndrome

descrito

como Burnout se refiere exclusivamente a la actitud en el desempeño laboral y debe diferenciarse claramente de la depresión clínica que afecta otras esferas de la vida. “En general se acepta que el factor central desencadenante es el excesivo agotamiento emocional que gradualmente lleva a quien lo experimenta, a un estado de distanciamiento emocional y cognitivo en sus actividades diarias, con la consecuente incapacidad de responder adecuadamente a las demandas de servicio. En el proceso de este distanciamiento ocurre una despersonalización caracterizada por indiferencia y actitudes cínicas hacia las responsabilidades o hacia las personas que demandan la atención de quien lo padece”. (UNAM 2007)

Bajo lo expuesto en el párrafo anterior por el artículo de la revista de un seminario escrito por el Dr. Enrique Graue Wiechers y Dr. Rafael Álvarez Cordero y

Dr.

Melchor

Sánchez

Mendiola.

El

Síndrome

despersonalización, el agotamiento emocional y la

de

“Burnout”:

La

insatisfacción en el

trabajo como problemas en el ejercicio de la medicina y el desarrollo profesional. México, Revista UNAM, 2007 entendemos la relación entre el agotamiento físico, mental y emocional debido al estrés y su traducción en ineficacia laboral. El cómo surge este estrés es multifactorial (estresores), como por ejemplo las fallas que se asumen como sentimientos de fracaso en las labores profesionales, largas jornadas, escasez de personal que apoye la carga de trabajo, los bajos salarios, el trato con usuarios problemáticos, la insuficiencia de funciones, tareas y formación profesional que implique conflicto. Con frecuencia los trabajadores que prestan servicio, y sobre todo aquellos relacionados con el área de la salud , que están en contacto directo con los usuarios, diariamente, junto a una convivencia sostenida con la enfermedad, la muerte, el dolor, la violencia, discapacidad, pobreza, impotencia,

el trato prolongado

con

pacientes de

enfermedad

crónico-

degenerativo, desahuciados, así como el trato con familiares preocupados,

cansados, que viven situaciones de crisis y duelo y que sin importar quién sea el afectado necesita de apoyo emocional, apoyo que poco a poco va acabando con el estado emocional del prestador del servicio, lo cual acarrea con el tiempo que la atención no cubra las expectativas de quien presta el servicio ni de quien lo recibe. Podríamos seguir sumando factores que podrían ser considerados como estresores, tales como conflictos con el resto del personal, las autoridades, y la estructura organizacional, el entorno social del

trabajador y sus relaciones

interpersonales. Es así que la incidencia del síndrome conlleva a la repercusión social generalizada y que para aquellos a quienes prestamos servicios seamos personal deshumanizado y despersonalizado, carente de empatía, cuando en realidad no se trata de nada más que de un endurecimiento afectivo del prestador del servicio.

Ahora, teniendo en cuenta una visión clara de la dimensión general les hablare sobre esta misma enfocada a varios aspectos de la vida de la persona que sufre el síndrome, por ejemplo: A. Dimensión afectiva: Dentro de este aspecto hay bastante de lo que podemos hablar pues es de esta dimensión afectiva de la que parte toda la afección del trastorno de Burnout. Como mencione en párrafos anteriores y enfocándonos a los trabajadores del área de la salud el desgaste emocional es algo gradual, alimentado por los infinitos conflictos que pueden surgir en nuestro quehacer médico, por ejemplo personas que trabajan en el área pediátrica intensiva de los hospitales, quienes por experiencia propia he visto sufren por las adversidades que llegan a presenciar, a eso sumadle los problemas que pudiéramos y que sí tenemos en la vida personal, todos ellos merman con el tiempo y el descuido la dimensión afectiva, la cual podemos resumir como el área en que el síndrome se desarrolla y a la cual debe su origen y prevalencia. B. Dimensión cognitiva: En cuanto al aspecto cognitivo, la relación es clara, el desgaste emocional causa una clara insatisfacción laboral en que las personas viven en sus errores y pierden el espíritu y las ganas de seguir adelante, la forma de pensar cambia y el rendimiento disminuye notablemente, similar a

querer trabajar después de una semana de exámenes, o después de no haber dormido hacia mucho. Como resultado los profesionales involucrados sufren de ineficacia laboral, se está menos concentrado, los detalles pueden omitirse y se está en riesgo de cometer el error, error que podría costar una vida. C. Dimensión física: Si bien el aspecto físico no es el más involucrado en este síndrome tiene su repercusión subsecuente al mismo, pues finalmente se trata de un agotamiento mental que difícilmente puede ir disociado del ámbito físico e incluso del fisiológico en casos que pudieran ser considerados graves. El desgaste puede reflejarse en un pequeño porcentaje como debilidad, y rara vez en dolor, como sería en el caso de trastornos distímicos severos. D. Dimensión conductual: Como podríamos distinguir a una persona que sufre de este trastorno por su comportamiento. Es un poco confuso pues su parecido con el trastorno depresivo es notable, de buena fuente se que se trata de una persona que pudiera considerarse a simple vista como apática o retraída, sin embargo, no lo es así y para ello el mejor indicador lo constituyen sus amigos y personas cercanas, quienes conocen al paciente en un estado normal, feliz y libre de estrés. Aquellos con Burnout pueden presentar características de una persona irritable o irascible, deseosa de desahogar el estrés y la sobrecarga que conlleva llevar un estilo de vida como ese, o simplemente puede comportarse como alguien indiferente, alguien que tiene suficiente con sus problemas como para atender los de otros, lo cual nos lleva a otra dimensión a continuación tratada. E. Dimensión social: Como se expuso en el motivo del presente ensayo la prevalencia y sus repercusiones a nivel social son punto esencial en la importancia del estudio de este trastorno. Pongamos por ejemplo a los médicos, quienes tienen a su cargo y en la mano el destino, la supervivencia o la contrariedad de la misma en cada paciente bajo su cargo, y que con tan solo sus decisiones, su actuar y su conocimiento puede cambiar el destino de la vida de las personas. Digo, tan solo el pensarlo me da miedo y podría causarme un ligero estrés, pero imaginemos al médico de guardia durante un periodo vacacional, recibiendo pacientes uno tras otro, durante días, cada uno

con sus problemas, buscando respuestas, exigiendo atención etc. Llegaría el día en que el correr de la vida lo haría perder la paciencia, la serenidad y el ánimo, pues sufre del síndrome de Burnout. Esa sería la versión donde todos ganan, pues el personal tomaría medidas y aplicaría el respectivo tratamiento, a diferencia lo que es la realidad, donde nadie sabe o piensa en que pueda tener el síndrome. Es entonces cuando la ineficacia en su labor como prestador de servicios lo afectan no solo a él, si no a sus pacientes, la institución y la relación que pudiera tener con otras personas cercanas, trayendo consigo y aunado a la creciente prevalencia en estos sectores un problema de salud mental que afecte a la sociedad en general. F. Dimensión actitudinal: Por último tenemos una esfera destinada a lo actitudinal, en la cual se va a notar lo que en un principio resumimos como tres dimensiones interrelacionadas con el síndrome de Burnout. Es entonces cuando las dimensiones pasadas fundadas sobre la esfera emocional resultan en otras dos dimensiones características del Burnout: la despersonalización y la realización personal. En la despersonalización vamos a encontrar prestadores de servicios apáticos, callados, poco interesados en el malestar del paciente, más metódicos que humanos y que abordan al paciente de manera distante

4. Prevención y tratamiento del síndrome En los apartados anteriores les mencioné el concepto y características del síndrome, además de dar a entender implícitamente la situación actual al respecto, y en la que tenemos más que claro que se trata de un trastorno no por fuerza patológico, mortal o por el estilo, sino de un trastorno creciente entre la comunidad de aquellos que brindan un servicio público personal. El número está en aumento sin duda, sin embargo su tratamiento es más que sencillo y no lleva a grandes tareas o costos. Se trata de un problema solucionado desde la escuela, en la universidad, cambiando la forma de pensar de muchos, donde la competitividad y el acumulo de bienes monetarios es el principal motivo de una carrera médica, razón por la cual crear conciencia vería reducida en gran

porcentaje la presión sobre jóvenes médicos que inician la vida laboral. Pero con respecto a la situación laboral lograr el cambio del estilo de vida en el trabajo disminuiría muchos de los estresores que pueden hacer prevalente el trastorno de Burnout, por ejemplo los que menciona la revista de la UNAM (UNAM 2007): disminución de horas excesivas en el trabajo, hacer buen uso de los días libres; la distribución equitativa de cargas de atención médica; permitir una autonomía controlada a las capacidades y llevar a cabo supervisión adecuada; la reducción de cargas administrativas innecesarias; crear un ambiente social fuera de las horas de trabajo; propiciar el apoyo de esposas y compañeros; propiciar ambientes familiares; estimular en los residentes la nutrición y el deporte; todos estos como objetivos de mejora para la calidad del tiempo en el trabajo, diminución del estresores y buen ambiente que evite el riesgo de los profesionales a sufrir de Burnout.

5. Ideas propias. Como parte de mi ensayo me gustaría agregar algunas de mis ideas con respecto al tema, las cuales desarrolle durante la planeación y mientras escribía el presente el trabajo. Como primera idea cabe resaltar que no solo la carrera de Medicina cursa con este tipo de afecciones, si no que cualquier personal del área laboral en general y que tenga trato común y directo con personas puede ser susceptible a desarrollarlo. “El síndrome de Burnout fue considerado por la Organización Mundial de la Salud como riesgo de trabajo y su trascendencia radica en el impacto que tiene en la relación laboral entre el personal médico y las instituciones de salud. Por ello, se considera importante indagar la presencia de este síndrome entre el personal médico que labora en un hospital”. Esta investigación nos apoya en el conocimiento de donde nos encontramos ante esta situación, a fin de modificar y cambiar aquello que sea necesario. Una vez más señalo el hecho de que el síndrome afecta no solo a personas del ámbito laboral sino también a estudiantes de carreras muy demandantes como Medicina, derecho, licenciaturas, ingenierías o alguna otra que absorba el tiempo de descanso de las personas; e incluso se ha

demostrado que actualmente muchos jóvenes están padeciendo este síndrome por la demanda que representa la universidad.

CONCLUSIONES:

Finalmente y para terminar con el presente trabajo quiero recalcar los puntos más significativos. Primeramente debemos tener claro que debido a la situación actual en el mundo, tan apremiante para muchos, muchos trabajadores están en riesgo de padecer el síndrome de Burnout. Dicho síndrome o trastorno se puede desarrollar en personal dedicado al trato con personas de forma directa y prolongada, como los prestadores de servicios de la salud (médicos, enfermeras, paramédicos, etc.). Además este síndrome es solo presentado en aquellos bajo situación laboral estresante y no tiene nada que ver, a pesar del parecido, con los trastornos mentales depresivos. Su diagnostico por ende es complicado y debe basarse en el buen estudio epidemiológico del paciente en cuestión y las personas cercanas a él. A pesar de todo esto el conocimiento escaso del síndrome en cuanto a su existencia y diagnostico es más bajo de lo esperado por lo que muchos pueden ser afectados sin darse cuenta de ello. Sin embargo y en mi opinión todo aquello desencadenante del trastorno puede estar relacionado con nosotros mismos, pues también es alto el número de médicos que estudian la carrera sin siquiera gustarles, lo cual a mi punto de vista los predispone a desarrollar problemas como este, los cuales en caso de existir pueden ser tratados con una modificación en el estilo de vida laboral, talleres de manejo del estrés, entre otros. Por ello es importante el conocimiento del síndrome de Burnout desde mucho antes de enfrentarnos al mundo laboral, sobre todo en el área de la salud.

REFERENCIAS: 

Luis Pereda–Torales y Félix Guillermo Márquez Celedonio y María Teresa Hoyos Vásquez y Marco Ismael Yánez Zamora. [en línea] Síndrome de Burnout en médicos y personal paramédico. Chile, Revista Scielo, 2009. [citado el 19-10-13], Formato htlm, Disponible en

internet:

http://www.scielo.org.mx/scielo.php?pid=s0185-

33252009000500006&script=sci_arttext, ISSN 0185-3325 

Dr.

Enrique

Graue

Wiechers

y

Dr.

Rafael

Álvarez

Cordero

y Dr. Melchor Sánchez Mendiola. El Síndrome de “Burnout”: La despersonalización, el agotamiento emocional y la insatisfacción en el trabajo como problemas en el ejercicio

de la medicina y el

desarrollo profesional. México, Revista UNAM, 2007. [citado el 19-1013],

Formato

htlm,

Disponible

en

internet:

http://www.facmed.unam.mx/eventos/seam2k1/2007/jun_01_ponencia.html 

María Luisa Rojas Bolaños y María Teresa Castillo León y Rebelin Echeverría Echeverría. Síndrome de Burnout en personal del primer nivel de atención sanitaria en Mérida, México. México, Revista Científica electrónica de Psicología, No.5, 2008. [citado el 19-10-13], Formato pdf y htlm, Disponible para descarga o vista en internet: http://dgsa.uaeh.edu.mx/revistas/index.php/psicologia/article/view/86/78 ,

ICSa-UAEH.