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EMPRENDIMIENTO, LA CLAVE DE HOY PARA UNA MEJOR SOCIEDAD Por: Valeria Granada Montoya

Para comenzar es importante definir con claridad y coherencia la palabra que hoy por hoy se está convirtiendo en filosofía. Emprendimiento: “es un término últimamente muy utilizado en todo el mundo. Aunque el emprendimiento siempre ha estado presente a lo largo de la historia de la humanidad, pues es inherente a ésta, en las últimas décadas, éste concepto se ha vuelto de suma importancia, ante la necesidad de superar los constantes y crecientes problemas económicos. En conclusión, emprendimiento es aquella actitud y aptitud de la persona que le permite emprender nuevos retos, nuevos proyectos; es lo que le permite avanzar un paso más, ir más allá de donde ya ha llegado. Es lo que hace que una persona esté insatisfecha con lo que es y lo que ha logrado, y como consecuencia de ello, quiera alcanzar mayores logros”1. Con base en la anterior definición se tiene pues que el emprendimiento ha surgido y ha tomado fuerza gracias al constante hallazgo de necesidades, deseos, oportunidades y problemas que han acompañado a la humanidad en sus transcursos evolutivos y inconstantes. Se puede afirmar que la evolución va totalmente ligada al emprendimiento, pues gracias a éste no existe ningún punto estático, totalmente. En el mismo orden de ideas se encuentra el emprendimiento social, una forma relativamente nueva y con un enfoque más altruista. “Los emprendedores sociales poseen dos atributos sobresalientes: una idea innovadora que produzca un cambio social significativo y una visión emprendedora a la hora de realizar sus proyectos. 1

http://www.gerencie.com/emprendimiento.html

Son individuos que poseen la visión, la creatividad y la determinación tradicionalmente asociada a los emprendedores de negocios pero su motivación es la de generar un cambio social profundo y duradero y no el beneficio económico”2. Es así como el emprendimiento adopta una forma más consciente y humanitaria inherente a la evolución favorecedora que gira en torno a la sociedad. De igual forma y sin salir de sus contextos, tanto el emprendimiento como el emprendimiento social convergen en un mismo punto de partida: la identificación como herramienta para generar un cambio. En consecuencia de lo anterior, “todo cambio comienza con una visión y una decisión de emprender la acción”3. De esta manera es como se generan grandes ideas que producen cambios de alto impacto en la sociedad. Se requiere de mucha determinación e intrepidez para lograrlo, no obstante, la capacidad visionaria y atenta de estos emprendedores es una herramienta clave para identificar fácilmente oportunidades, problemas y necesidades. “Este tipo de persona es el que impulsa el cambio social”, así lo afirma David Bornstein en su libro Cómo cambiar el mundo. En síntesis, “los emprendedores sociales tienen un profundo efecto sobre la sociedad, si bien su función correctora se entiende mal y se subestima”4. Aún existe mucho escepticismo y recelo respecto a éste tema; pero sin embargo, es mucho el interés por abordarlo y estudiarlo para identificar en él una herramienta de independencia personal y evolución social. Por otra parte y ante la grave situación que atraviesa el mundo, se puede ver el emprendimiento social como un salvavidas ante la interminable lista de problemáticas que cada día flagelan la humanidad. Por este motivo se hace indispensable recapitular este tema en todos los aspectos de la academia. También resulta prudente fomentarlo en los jóvenes con el fin de concientizarlos con una mentalidad más abierta y visionaria desde temprana edad, para que de esta forma tengan pautas para desarrollar ideas impactantes y solucionadoras. 2

http://www.emprendedoressociales.org/definicion David Bornstein, Cómo cambiar el mundo, Los robles nacen pequeñas bellotas, p32. 4 David Bornstein, Cómo cambiar el mundo, Gente incansable, p19. 3

Por consiguiente, y para lograr lo anteriormente mencionado, se debe contar con la ayuda y cooperación de entidades tanto privadas como del estado. Iniciar programas dedicados a promover la generación de ideas, creación de empresas entre profesionales y jóvenes emprendedores. Crear estímulos e incentivar la innovación como herramienta de emprendimiento. En suma, emprender e implementar desde ahora una cantidad de medidas encaminadas a retomar y a re conceptualizar el emprendimiento con el fin de darle la importancia y el entendimiento que este se merece. Para terminar, el emprendimiento se debe aprender a ser visto como una herramienta, como una virtud, como una actitud y aptitud con la que se podrá salir triunfador en tiempos de crisis.