Ensayo - Cerebro y Conducta

El Cerebro y Conducta, de Bryan Kolb, la unión de lo físico y lo abstracto Karolina Belalcázar El siglo XX estuvo marc

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El Cerebro y Conducta, de Bryan Kolb, la unión de lo físico y lo abstracto

Karolina Belalcázar

El siglo XX estuvo marcado con descubrimientos con respecto al funcionamiento del cerebro. Descubrieron el comportamiento de las neuronas para la generación de los recuerdos. Crearon herramientas para observar la función cerebral. Pero a pesar de realizar grandes avances en el estudio de la biología celular y química molecular, el conocimiento de cómo se unen todos estos circuitos para moldear la conducta humana aún es precario. Muchos psicólogos y científicos consideran que el siguiente nivel de entendimiento se logrará cuando se estudien seriamente los circuitos neuronales y no a las neuronas individuales. La hipótesis principal es que los circuitos neuronales representan funciones de alto nivel del comportamiento humano. Para comprobar esta tesis la nanotecnología, la neurociencia y la biología del cerebro jugarán un papel central. Cada una de las escuelas de la psicología ha tenido una gran influencia en el estudio de las funciones encefálicas y el comportamiento humano, sin embargo la mayoría de los psicólogos sostienen puntos de vista eclécticos que combinan aspectos de cada escuela. Existen al menos cuarenta teorías que han influido directamente en el estudio de la conducta humana, las más influyentes son: el conductismo, el psicoanálisis, la psicología sistémica, el funcionalismo, la psicología humanista y el cognoscitivismo. La psicología humanista, en oposición al conductismo, afirma que cada persona es responsable de sí misma y de su futuro, acentuando el existencialismo por medio de la libertad, el conocimiento, la responsabilidad, etc., por tanto el ser humano es mucho más que un conjunto de patologías o aspectos negativos (psicoanálisis) o variables perfectamente cuantificables (conductismo), pero carece de rigor científico. En el caso del funcionalismo la vida mental y el comportamiento son una adaptación a nuestro ambiente y no permite una correcta verificación experimental. El cognoscitivismo ha orientado la comprensión del mundo de acuerdo a la percepción de los objetos y de las relaciones e interacciones entre ellos, ha permitido un desarrollo en la enseñanza de las matemáticas y la lógica.

Si bien todas estas teorías han aportado con alguna premisa filosófica al entendimiento del comportamiento humano, se han alejado de la experimentación práctica debido a las limitaciones tecnológicas inherentes, pero en el contexto de un observador externo cada una de ellas han fundado los principios del entendimiento del cerebro humano y su comportamiento. Se ha comprobado científicamente la relación entre el funcionamiento cerebral y la conducta humana. Dos enfermedades que permiten evidenciar claramente la relación inherente entre estos, son el Alzheimer y el Parkinson. En el Alzheimer se observa el deterioro cognitivo y los trastornos conductuales conforme las células nerviosas mueren y algunas zonas del cerebro se atrofian. Gradualmente se pierden, incluso, las funciones biológicas que finalizan con la muerte de la persona. La deficiencia más notable es la pérdida de la memoria que influye en la conducta a tal grado que se presenta apatía persistente a lo largo de toda la enfermedad. En la actualidad con una evaluación neuropsicológica detallada se puede determinar dificultades cognoscitivas mucho antes de que la persona presente síntomas. La terapia de estimulación cerebral profunda es la esperanza del futuro, esta técnica intenta normalizar el déficit en un sistema o red neuronal determinada utilizando impulsos eléctricos de un neuroestimulador. El Parkinson es un trastorno neurodegenerativo crónico que conduce a una incapacidad progresiva, consecuencia de la destrucción de las neuronas pigmentadas de la sustancia negra y presenta una serie de manifestaciones motoras como la alteración de la motricidad fina e inestabilidad postural y no motoras como depresión, ansiedad, apatía y alteraciones cognitivas. La ansiedad se presenta en situaciones estresantes, como ejemplo, al no poder ejecutar tareas cotidianas como el paciente estaba acostumbrado o por tener que hablar en público, esta ansiedad puede llegar incluso a provocar mayor inestabilidad, dificultad para respirar y sudoración excesiva. Aunque existen una serie de tratamientos para ralentizar el avance de esta enfermedad, ninguno permite la curación, tan solo permite mejorar la calidad de vida del enfermo. Amabas enfermedades, cuyas causas son desconocidas, tienen un efecto negativo en las personas próximas a los enfermos; pues la persona enferma cambia su comportamiento de forma involuntaria, en muchos casos incluso haciendo daño físico a sus seres queridos. La investigación de la causa de estas enfermedades puede dar herramientas a los psicólogos y médicos en el tratamiento mental y físico de los afectados. En consecuencia de lo anterior el dominio neurobiológico es el dominio del cerebro y sus causas físicas y el dominio psicológico es el dominio de las personas y sus motivos. Ambos son esenciales para un completo entendimiento de porque actuamos como lo hacemos. Pero el cerebro y la mente son diferentes marcos para explicar la experiencia humana. La distinción entre ellas es apenas una cuestión académica: conlleva implicaciones cruciales para analizar sobre el comportamiento y la naturaleza humana, así también para aliviar el sufrimiento humano.