En La Sangre, Ensayo

UNIVERSIDAD NACIONAL DE CÓRDOBA FACULTAD DE FILOSOFÍA Y HUMANIDADES, ESCUELA DE LETRAS CARRERA: LETRAS MODERNAS MATERI

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UNIVERSIDAD NACIONAL DE CÓRDOBA

FACULTAD DE FILOSOFÍA Y HUMANIDADES, ESCUELA DE LETRAS

CARRERA: LETRAS MODERNAS MATERIA: LITERATURA ARGENTINA I

ALUMNA VOCACIONAL/ MOVILIDAD ACADÉMICA (MÉXICO): KRISHNA KARINA ESPINOZA FIGUEROA

Práctico: CONSTRUCCIÓN DEL INMIGRANTE Y SU RELACIÓN CON EL GRUPO ARISTOCRÁTICO EN LA NOVELA EN LA SANGRE DE EUGENIO CAMBACERES

Córdoba, Argentina. A 14 de junio del 2007

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LA BARBARIE EN LA SANGRE, DE EUGENIO CAMBACERES En la sangre (1887),

la novela de Cambaceres (1843-1888) se puede estudiar el

discurso histórico sobre la inmigración en Argentina como el disparador del relato, así como el literario, descubrir la tendencia naturalista en la narración. En el presente trabajo me propongo unir ambas líneas para un análisis del discurso social expresado en un texto que obedece al naturalismo. Lo que resalta a mi vista después de leer dicha novela es la narración hasta cierto punto tendenciosa que realiza Eugenio Cambaceres, a fin de crear una novela dirigida a cierto sector elitista del país, valiéndose de la explotación de la figura del inmigrante, personaje caracterizado bajo los rasgos de la barbarie. Si seguimos lo que comúnmente se entiende por naturalismo en literatura, identificaremos en En la sangre la conformación del personaje principal: Genaro, a partir de sus comienzos, en este caso, su nacimiento. Para descubrir cómo fue que llegó a convertirse en lo que es, el narrador nos mostrará los hechos que lo van a ir marcando y qué delineará su personalidad, creencias, etc. A Genaro, el narrador lo deja sin salida posible, es él un ser estéril por todos los ángulos que se le vea. Posee una triple indigencia: la económica (porque nace pobre en uno de esos conventillos), la moral (en este punto se manifiesta la intencionalidad del autor, de dotarlo de elementos de la barbarie), y hasta la intelectual (los estudiantes criollos son más brillantes que él, éste no tiene ninguna posibilidad de igualarlos). En fin que en relación con los argentinos (los hijos de la tierra), Genaro está “condenado a ser menos”1 Continuamos con la conformación del personaje. Vemos una dualidad en la configuración de su personalidad, a partir de la herencia de su padre y la influencia (aunque insuficiente) de su madre y lo que ella quería para su hijo, mismo que le procuró en la medida de lo posible mientras se lo permitió el destino prescrito del joven. En la novela podemos entonces notar que por parte de la maternidad se forja un querer ser, o un parecer, y del lado de la paternidad, y que tiene mayor peso, como si sólo el cuerpo humano se conformara por la sangre paterna: el ser. Esto último es lo que a fin de cuentas gobierna en la moral y tendencias del personaje que más que de héroe posee la imagen de un antihéroe. 1

Cambaceres, Eugenio (2006). En la sangre. Bs. As.: Norma. P.78

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Víctima de las sugestiones imperiosas de la sangre, de la irresistible influencia hereditaria, del patrimonio de la raza que fatalmente con la vida, al ver la luz, le fuera transmitido, las malas, las bajas pasiones de la humanidad hicieron de pronto explosión en su alma. (P.77) Genaro quería ser como los demás, como lo que en la época tenía más valor –y así lo deja ver la tendencia narrativa de Cambaceres-, sin embargo algo dentro de él mismo, que lo conformaba, le dejaba fuera de su alcance tal posibilidad. Con el tiempo, tras varios desaires y desengaños, el chico se llega a obsesionar por la cuestión, y utilizará todas las artimañas que estén a su alcance para lograr homogeneizarse a la élite, torneada ésta como un nido de gente bien, poderosa y que decidía el destino social de los otros. El naturalismo surge efecto, actúa según algunos indicios que nos da el narrador de lo que llegaría a ser Genaro invariablemente. Lo que le imposibilita llegar a la meta es lo que a mi vista, parece la utilización del naturalismo de manera tendenciosa, y con pobres fundamentos. Ya nos avisaban en el título, lo traía en la sangre, invisible, intangible pero inmutable. El asunto se vuelve generalizado, es una lucha de razas, criollos (los aristócratas por lo pronto), contra los invasores, que de común acuerdo eran inferiores en una época histórica así como en una ficticia según vemos en la novela. Observamos en el texto apenas un indicio pequeño de la inserción de la política, lo que veníamos viendo en obras anteriores. Y aunque en ésta novela no se ahonda mucho en tendencias políticas, sí las hay de otro tipo. Encuentro un alegato racial, un pleito por la posesión de la tierra. Quién es superior a quién y por cuáles razones, aunque éstas sean subjetivas. Después de configurar al inmigrante, el narrador nos dibuja al criollo como el lado opuesto del bárbaro “gringo”, es el civilizado, por ende, el bueno de la novela, el de sentimientos fijos, poseedor de buena moral, capaz de querer (facultad que le es denegada a Genaro). Ante la indigente inteligencia del inmigrante, se presenta la brillantez natural del criollo, éste también lo trae en la sangre. Por más que Genaro estudiara, no podría igualar a sus compañeros, y esto era porque “brillaba en sus frentes la luz de la inteligencia, que podían ellos, que sabían, que comprendían…” (P. 84)

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Se nota la inserción de juicios de valor por parte de quien narra. Por ejemplo, en una reunión con sus compañeros de escuela, frente a tanta sublimidad de personajes, a Genaro “el aire le faltaba en aquella atmósfera elevada y pura, como falta a los reptiles donde se ciernen las águilas” (P. 107) Cabe detenerse y cuestionarse sobre la inclinación al naturalismo del texto. Si no se demarcaran los juicios de valor en las obras de esta índole, cómo podríamos identificar lo que va de acuerdo con lo bueno y lo malo, porque es el juicio de la sociedad lo que juega un papel muy importante en este tipo de textos. La crítica a la prostituta (vemos en Santa, de Federico Gamboa), se hace. No se observa como correcta su profesión, sin embargo, gracias a que conocemos la raíz del problema, si no se justifica, sí se entiende el porqué llegó hasta esa circunstancia. En la sangre lo que hace ruido son los argumentos que se presentan. Es la sangre la que define al personaje, el pasado que viene a significar hasta el futuro. Genaro trae en la sangre lo malvado a pesar de lo positivo que le pueda transmitir su madre, ¿igualmente pasará con su hijo, a pesar de ser hijo también de un ser bueno (por ser una criolla) como es Máxima? Es lo más posible, pero eso sale ya de la textualidad explícita. Finalmente, queda decir que en una opinión personal son inválidas las pruebas que nos da la novela, aparece como una obra tendenciosa a cumplir con supuestos subjetivos de un sector social aristócrata de la época en Argentina. El tema estaba de moda porque lo vivían, no es desconocida la reacción de cierta élite hasta de los literatos, frente a la que sentían como una invasión no sólo de los inmigrantes europeos, incluso de los integrantes del país que estaban rezagados. Como es notorio, resulta bastante fuerte la crítica a los inmigrantes, puesto que a ojos vista son caracterizados como bárbaros que llegan a un continente, a un país, a una tierra buena.

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BIBLIOGRAFÍA Cambaceres, Eugenio (2006). En la sangre. Buenos Aires: Norma. Págs. 231

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