El trabajo: Entrevistas con William S. Burroughs Daniel Odier

El trabajo Entrevistas con William S. Burroughs Daniel Odier 1 Del diario de un niño de seis años del colegio estadou

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El trabajo Entrevistas con William S. Burroughs Daniel Odier

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Del diario de un niño de seis años del colegio estadounidense de Tánger: «Me levanto a las 8:30. Desayuno. Luego voy al trabajo.» Cuando le preguntaron que quería decir con el trabajo contestó: «El colegio, por supuesto.»

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El trabajo

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La reproducción, del Edén a Watergate En la revista Encounter, que como se sabe, está subvencionada por la CIA, apareció un artículo de George Steiner titulado «Palabras de la noche 1». Hablando de mis escritos y de otros autores en cuyas obras se describen de forma explicita y francamente escenas de sexo, dice: «En nombre de la intimidad humana, ¡basta!» ¿En nombre de quien se evoca la dignidad humana? ¿En nombre de los que pusieron micrófonos ocultos en la habitación de Martin Luther King y saquearon la consulta del psiquiatra de Ellsberg? ¿Y cuántas otras habitaciones han colocado micrófonos? ¿Cree alguien que se trata de hechos aislados? ¿Qué los pillaron a la primera? ¿Aquí quién está tirando la primera piedra? Sólo mediante la eliminación del concepto de privacidad en su conjunto podrá acabarse con el monopolio que el gobierno de Nixon desea establecer. Cuando a todo el mundo le da igual, entonces la vergüenza deja de existir y todos podremos volver al jardín del Edén sin que haya ningún Dios merodeando por ahí como un gilipollas con una grabadora. Los libros y las películas en las que el acto sexual se representa explícitamente sin duda suponen un paso en la dirección correcta. Es precisamente esta eliminación de la vergüenza y del miedo con respecto al sexo lo que el gobierno de Nixon quiere impedir para así poder continuar a utilizar la vergüenza y el miedo como armas de control político. Suele darse por supuesto que la palabra hablada precedió a la escrita. Sugiero que la palabra hablada, tal y como la conocemos, llega después de la escrita. Al principio fue el Verbo y el verbo fue Dios, y el verbo se hizo carne… carne humana… al principio de la escritura. Los animales hablan. No escriben. Ahora bien, una rata vieja y sabia puede saber mucho sobre trampas y venenos, pero no puede escribir «Trampas mortales en tu almacén» para el Reader’s Digest, explicando tácticas para atacar en comandita a perros y hurones y ocuparse de espabilados que taponan las ratoneras con lana de acero. Es dudoso que la palabra hablada pudiera haber evolucionado más allá del estado animal sin la palabra escrita. En el discurso humano la palabra escrita es ilativa. Existe versión castellana de este artículo en George Steiner, Lenguaje y silencio, trad. Miguel Ultorio, Ed. Gedisa, Barcelona 2003 (N. del t.). 1

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Mi teoría fundamental es que la palabra escrita fue en realidad un virus que hizo posible la palabra hablada. La palabra no ha sido reconocida como un virus porque ha alcanzado un estado de simbiosis estable con su portador, aunque en la actualidad esta relación simbiótica se está desmoronando, por razones que indicaré más adelante. Cito de Mechanisms of Virus Infection, editado por el señor Wilson Smith, un científico que realmente reflexiona sobre el tema que estudia, en lugar de limitarse a relacionar datos entre sí. Reflexiona sobre la intención última del organismo vírico. En un capítulo titulado “Virus Adaptability and Host Resistance”, de G. Belyavin, se amplían las especulaciones respecto al objetivo biológico de la especie virus. «Los virus son parásitos celulares obligatorios y, por tanto, dependen totalmente de la integridad de los sistemas celulares que parasitan para sobrevivir en estado activo. El hecho de que muchos virus destruyan en última instancia las células en las que viven tiene algo de paradoja.»

¿Es, por tanto, el virus una simple bomba de relojería abandonada en este planeta para ser activada por control remoto? ¿Será en realidad un programa de exterminio? En su recorrido desde la virulencia plena a su objetivo final de simbiosis, ¿logrará sobrevivir alguna criatura humana? «Adoptando el punto de vista del virus, la situación ideal, por lo visto, sería aquella en que el virus se replicara en las células sin perturbar en modo alguno su metabolismo normal. Se ha sugerido que esta sería la situación biológica ideal hacia la que todos los virus evolucionan lentamente. ¿Opondría usted resistencia a un virus bien intencionado en su lento recorrido hacia la simbiosis? «Conviene señalar que si un virus tuviera accediese a un estado de equilibrio completamente benigno con su célula huésped es improbable que su presencia pudiera ser detectada fácilmente o que fuera necesariamente reconocido como un virus.» Yo sugiero que la palabra es precisamente un virus de esa clase. El doctor Kurt Unruh von Steinplatz ha propuesto una teoría

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interesante sobre los orígenes y la historia de la palabra virus. Sostiene que la palabra fue un virus de la que él denomina «mutación biológica» que provocó en su portador un cambio que luego se transmitió genéticamente. Una de las razones por la que los simios no pueden hablar es porque el interior de sus gargantas sencillamente no está preparado para articular palabras. Von Steinplatz sugiere que las alteraciones en la estructura del interior de la garganta fueron provocadas por una enfermedad vírica. ¡Y qué ocasión! Esta enfermedad podría haber provocado una elevada tasa de mortandad, pero algunas hembras debieron de haber sobrevivido y dado vida al Wunderkinder. Tal vez la enfermedad adoptó una forma más maligna en los machos a causa de su estructura muscular, mucho más desarrollada y rígida, que provocó así la muerte por estrangulamiento y fractura vertebral. Como el virus, tanto en el macho como en la hembra, precipita el frenesí sexual mediante la irritación de los centros sexuales del cerebro, el macho habría fecundado a las hembras en el transcurso de sus espasmos de muerte y habría transmitido genéticamente la estructura alterada de la garganta. Ach, Junge, vaya escena que tenemos aquí… los simios mudando el pelaje, desfogándose, las hembras gimoteando y babeando sobre machos agonizantes como vacas aftosas entre un tufo almizclado, dulce, un hedor de metal corrompido del fruto prohibido en el Jardín del Edén… La creación de Adán, el Jardín del Edén, el desvanecimiento de Adán durante el que Dios fabricó a Eva a partir de su cuerpo, el fruto prohibido, que era por supuesto el conocimiento de todo el apestoso tinglado y que podría denominarse el primer escándalo Watergate, todo ello encaja claramente en la teoría del doctor Von Steinplatz. Y esto era un mito blanco. Esto nos lleva a suponer que la palabra virus asumió una forma especialmente maligna y letal en la raza blanca. ¿Qué es lo que explica entonces esta especial malignidad de la blanca palabra virus? Lo más probable es que la mutación del virus fuera provocada por la radioactividad. Todos los experimentos sobre animales e insectos llevados a cabo hasta ahora indican que las mutaciones procedentes de una radiación son desfavorables, es decir, poco propicias para la supervivencia. Dichos experimentos reflejan los efectos de la radiación en criaturas autónomas. ¿Y qué hay de los efectos de la radiación en los virus? ¿No habrá tal vez experimentos secretos y clasificados ocultados detrás de la seguridad nacional? 6

Las mutaciones víricas provocadas por la radiación podrían ser muy favorables para el virus. Y un virus semejante podría muy bien romper el pacto ancestral de la simbiosis, el equilibrio benigno con la célula huésped. Ahora bien, con las grabadoras de Watergate y la lluvia radioactiva provocada por los ensayos atómicos, el virus se agita inquieto en todas vuestras gargantas blancas. En otro tiempo fue un virus asesino. Podría haber vuelto a ser un asesino una vez más y propagarse por las ciudades del mundo como un incendio forestal. «Es el principio del fin.» Esta fue la reacción del agregado científico en una de las principales embajadas de Washington ante los informes de que un fragmento de que se había producido un gen sintético en un laboratorio. «A partir de ahora cualquier país pequeño puede crear un virus contra el que no existe cura. Bastaría con un pequeño laboratorio. Cualquier pequeño país con buenos bioquímicos podría hacerlo.» Y cabe supone que cualquier país grande puede hacerlo de manera más rápida y mejor.

Propongo la teoría de que en la revolución electrónica un virus es una unidad de palabra e imagen muy pequeña. He apuntado cómo esas pequeñas unidades pueden ser activadas biológicamente para que actúen como cepas transmisibles del virus. Empecemos con las tres primeras grabadoras en el Jardín del Edén. La grabadora número uno es Adán. La número dos es Eva. La tercera es Dios, que después de Hiroshima, se deterioró hasta transformarse en el Feo Estadounidense. O, por volver a nuestra escena primigenia: la primera grabadora es el simio macho en un desamparado frenesí sexual mientras el virus lo estrangula. La segunda grabadora es el arrullo de la hembra montada a horcajadas sobre él. La tercera grabadora es la MUERTE. Von Steimplatz postula que el virus de la mutación biológica, que él denomina virus B-23, está contenido en la palabra. Desencadenar este virus de la palabra podría ser más letal que desencadenar la energía del átomo. Porque en la palabra están contenidos todo odio, todo dolor, todo miedo, y todo deseo.

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Ahora tenemos tres grabadoras. Así pues, haremos un sencillo virus de la palabra. Supongamos que nuestro objetivo es un político rival. En la primera grabadora

grabaremos

discursos

y

conversaciones,

introduciendo

cuidadosamente balbuceos, errores de pronunciación, frases ineptas, la peor grabación número uno que podamos crear. Ahora, en la segunda cinta grabaremos una cinta amorosa colocando un micrófono en su habitación. Podemos potenciar esa cinta empalmándola con un objeto sexual inadmisible o inaccesible o las dos cosas, por ejemplo, con la hija adolescente del senador. En la tercera grabadora grabaremos voces reprobatorias y llenas de odio. Empalmaremos las tres grabadoras

a intervalos muy breves, y las

reproduciremos ante el senador y su electorado. Este proceso de corte y reproducción puede ser muy complejo, y puede requerir codificadores de voz y pilas para la grabadora, pero el principio fundamental es simplemente ensamblar cintas sexuales con cintas reprobatorias. Una vez establecidas las líneas de asociación, se activan cada vez que se activan los centros de habla del senador, es decir, siempre (que el cielo ayude ese triste hijo de puta como le pase algo a su bocaza). Así su hija adolescente se arrastra a su alrededor mientras Texas Rangers y mujeres decentes y religiosas salen de la grabadora tres

gritando:

«¿¡QUÉ

ESTÁIS

HACIENDO

DELANTE

DE

GENTE

DECENTE!?» La hija adolescente no es más que un refinamiento. Fundamentalmente lo único que hacen falta son grabaciones sexuales en la grabadora número dos y grabaciones hostiles en la número tres. Con esta sencilla formula cualquier hijo de perra de la CIA puede convertirse en Dios, esto es, en la grabadora número tres. Tomen nota del énfasis en el material sexual en los hurtos y las escuchas en la ciénaga de Watergate, por ejemplo, las escuchas en la habitación de Martin Luther King. Mua, mua, adiós muy buenas. Una técnica de asesinato letal. Como mínimo garantizada para alterar a los adversarios y ponerlos en situación de desventaja. Así que el verdadero escándalo de Watergate, que no ha salido a la luz todavía, no es que los dormitorios estuvieran pinchados o que se saqueara la consulta del psiquiatra, sino el uso específico que se hizo de ese material sexual. Esta formula funciona mejor en circuito cerrado. Si las grabaciones y los videos sexuales estuvieran muy difundidas, toleradas, y mostradas en público, la

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grabadora número tres perdería su poder. Lo que, tal vez, explica porque el Gobierno Nixon quiere acabar con las películas pornográficas y restablecer la censura en todas las películas y los libros: para mantener la grabadora número tres en circuito cerrado.

Y esto nos lleva a la cuestión del SEXO. En palabras del difunto John O’Hara: «Me alegra que hayas acudido a mí en lugar de ir a uno de esos charlatanes de la planta superior.» Los psiquiatras, los curas, o como se llamen, quieren suprimirlo y conservar la cuota de mercado de la grabadora número tres. Volvamos a activarlo. Libertinos, utilizad cámaras de video y grabadoras para grabar y fotografiar vuestras sesiones. Luego repasad la sesión y seleccionad las partes más sexys, ya sabéis, cuando la cosa se sale de madre de verdad. Reich construyó una máquina con electrodos que se conectaban al pene para medir la carga de ese orgasmo. Aquí hay un orgasmo desagradable hundiéndose abominablemente en el momento en que interviene la grabadora número. Simplemente lo hizo. Y aquí hay un orgasmo placentero ascendiendo en el gráfico. Así que tomad lo mejor de vuestras sesiones e invitad a los vecinos a verlas. Es una cuestión de buena vecindad. Intente intercalarlas unas con otras alternando veinticuatro fotogramas por segundo. Intentad ralentizar y acelerar. Construid un acumulador de orgón y experimentad con él. Es una simple caja, de cualquier forma y tamaño, forrada de hierro. A los treinta y siete años, vuestro periodista intrépido obtuvo un orgasmo espontáneo, sin manos, en un acumulador de orgón construido en un naranjal de Pharr, Texas. Fue la pequeña aplicación directa del acumulador lo que lo hizo posible. Eso es lo que cada chico o chica con sangre en las venas deberían de estar haciendo en los talleres de los sótanos de sus casas. El acumulador de orgón puede ser enormemente potenciado empleando hierro magnetizado, que desencadena un poderoso campo magnético en el cuerpo. Y por pequeños acumuladores como pistolas láser. Ahí tenemos a «Dos cañones» Magee vaciando ambos en los calzoncillos. La pistola se le cae de las manos. Por rápido que fuera, no lo fue bastante.

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Consiga seis poderosos imanes para un pequeño acumulador direccional. Disponga sus planchas de hierro magnetizado de manera que formen una caja. En un lado de la caja haz un agujero con el taladro e inserte un tubo de hierro. Ahora cubra la caja y el tubo con cualquier material orgánico: goma, cuero o tela. Luego guíe el tubo hacia sus partes intimas y a las de los amigos y vecinos. Es bueno para jóvenes y viejos, hombres y bestias, y se conoce como SEXO. También sabemos que tiene una conexión directa con lo que se conoce como VIDA. Quitémonos de encima a San Pablo a y quitémonos el Bible Belt2. Y digámosle a la grabadora número tres que cubra sus propias vergüenzas. Desde el Jardín del Edén a Watergate, apesta. He dicho que el verdadero escándalo de Watergate es el uso que se ha hecho del material grabado. ¿Y cuál es ese uso? Tras haber hecho las grabaciones del modo que he descrito, entonces, ¿que hacen con ellas? Respuesta: Las reproducen in situ. Reproducen esas grabaciones ante el objetivo, en caso de que éste sea un individuo, desde los coches que pasan y los agentes que se cruzan con él por la calle. Reproducen esas grabaciones en su vecindario. Por último, las reproducen en el metro, en restaurantes, en aeropuertos, y en otros lugares públicos. La reproducción es el ingrediente fundamental. Llevo experimentando con grabaciones y reproducciones en la calle durante años y lo sorprendente es que no hacen falta grabaciones sexuales ni tampoco cintas manipuladas para que la reproducción surta efecto. Cualquier grabación reproducida in situ de la manera que describiré a continuación, puede producir efectos. Sin duda alguna, las cintas sexuales o manipuladas serían más potentes. Sin embargo, algo del poder de la palabra se libera en la simple reproducción, como puede comprobar cualquiera que se tome el tiempo de experimentar. A menudo he observado que esta sencilla operación —grabar o fotografiar algún lugar que quieras poner en evidencia o destruir, y luego reproducir las grabaciones y hacer más fotos— provoca accidentes, incendios, mudanzas, sobre 2

Literalmente «cinturón bíblico». Extensa región de Estados Unidos en la que el cristianismo

evangélico está profundamente arraigado en la vida social y las costumbres. (N. del t.).

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todo esto último. El objetivo se mueve. Llevamos a cabo esta operación con el centro de Cienciología del número 37 de Fitzroy Street. Algunos meses después se mudaron al número 68 de Tottenham Court Road, donde hace poco se llevó a cabo una operación parecida. Aquí tienen una operación muestra llevada a cabo contra el Moka Bar del número 29 de la calle Frith, en Londres, W1, que empezó el 3 de agosto de 1972. Retrocedamos a ese jueves. El motivo de la acción fue la escandalosa descortesía no provocada y una tarta de queso tóxica. Bien, estrechemos el cerco en torno al Moka Bar. Grabo. Fotografío. Permanezco fuera, delante de la puerta. Dejo que me vean. Ahí dentro están furiosos. El viejo y horrible propietario, su mujer de pelo ensortijado y su hijo embobado, el empleado malhumorado. Los tengo pillados, y ellos lo saben. «Muchachos, tenéis fama de alborotadores. Venga, salid afuera y alborotad. Romped una cámara y llamaré a un agente. En la vía pública tengo derecho a hacer lo que quiera.» Si hubieran hecho algo, le habría explicado al policía que estaba haciendo grabaciones en la calle y haciendo un documental sobre el Soho. Al fin y al cabo, era el primer bar de café expreso de Londres, ¿no? Les estaba haciendo un favor. No podían decir que ambos lo sabíamos sin hacer el ridículo. «No está rodando ningún documental. Intenta hacer explotar la máquina de café, incendiar la cocina, armar alboroto dentro, intentando que nos ponga una multa la Consejería de Sanidad.» Sí, los tenía pillados y ellos lo sabían. Le eché una mirada al viejo propietario y sonreí, como si a él fuera a gustarle lo que estaba haciendo. La reproducción llegaría después, junto con más fotos. Me tomé mi tiempo y me fui hacia el mercado de Brewer Street, donde grabé una partida de cartas. Ahora lo ves, ahora no lo ves. La grabación fue reproducida varias veces con más fotos. El negocio se resintió. Empezaron a trabajar cada vez menos. El treinta de octubre de 1972, el Moka bar cerró. El local fue ocupado por el Queen’s Snack Bar.

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Cómo aplicar la analogía de las tres grabadoras a esta sencilla operación. La grabadora número uno es el Moka Bar en su estado primigenio. La grabadora número dos son mis grabaciones de las inmediaciones del Moka bar. Estas grabaciones son acceso. En el Jardín del Edén la grabadora número dos era Eva hecha a partir de Adán. Así que una grabación realizada en el Moka Bar es un fragmento del Moka bar. Una vez realizada, ese fragmento se vuelve autónomo y está fuera de su control. La tercera grabadora es la reproducción. Adán siente vergüenza cuando la tercera cinta, que es Dios, reproduce ante él su conducta ignominiosa. Al reproducir mis grabaciones al Moka Bar cuando yo quiera y con cualquier cambio que se me antoje, me convierto en Dios para ese local. Les perjudico. Ellos no pueden perjudicarme a mí. Supongamos, por ejemplo, que en interés de la seguridad nacional su cuarto de baño y su dormitorio han sido pinchados y equipados con cámaras infrarrojas ocultas. Esas imágenes y grabaciones proporcionan el acceso. Puede que no experimente vergüenza durante la defecación y el coito, pero podría muy bien sentirla cuando esas grabaciones se reproduzcan ante un público moralista. La vergüenza es reproducción: la exposición a la reprobación. Ahora consideremos el terreno de la política y la aplicación de escuchas en ese ámbito. Por supuesto, hay numerosas grabaciones disponibles de forma inmediata, ya que los políticos dan discursos en televisión. Esas grabaciones, sin embargo, no proporcionan acceso. El hombre que está dando un discurso en realidad no está ahí. Por consiguiente, son precisas grabaciones íntimas o al menos privadas, motivo por el cual los conspiradores de Watergate tuvieron que recurrir al hurto. Un candidato a la Presidencia no es una presa fácil como el Moka Bar. Puede hacer todas las grabaciones de sus adversarios que quiera. Así que el juego es complejo y competitivo, y supone grabaciones hechas por ambas partes. Esto conduce a técnicas más sofisticadas, cuyos detalles todavía no han salido a la luz. La operación básica de grabar, fotografiar y fotografiar más, y reproducir puede llevarla a cabo por cualquiera que tenga una grabadora y una cámara. 12

Cualquiera puede jugar. Millones de personas llevando a cabo esta operación básica pueden anular el sistema de control que quienes están detrás del Watergate y de Nixon quieren imponer. Como todos los sistemas de control, ese también depende del mantenimiento de una posición de monopolio. Si cualquiera puede ser la grabadora número tres, entonces la grabadora número tres pierde poder. Dios tiene que ser «El» Dios. Londres, 1973 William S. Burroughs

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Navigare necesse est. Vivere non est necesse. «Viajar es necesario. Vivir no es necesario.» Estas palabras inspiraron a los primeros navegantes del siglo

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cuando las vastas fronteras de mares

desconocidos se abrieron ante sus velas. El espacio constituye hoy la nueva frontera. ¿Está esa frontera abierta a la juventud? Cito del London Express del 30 de diciembre de 1968: «Si es usted un joven sano, menor de veinticinco años, vivo de reflejos, que no teme a nada en la tierra ni en los cielos, y está ávido de aventuras, no se moleste en buscar trabajo como astronauta.» Lo que buscan son padres de familia «enrollados», ligados por los tubos de una bombona de oxígeno a sus «medias naranjas». El doctor Paine, del Centro Espacial de Houston, dice: «Este lanzamiento ha sido un triunfo para todos los cabezas cuadradas que no son hippies, trabajan con reglas de cálculos y a los que no les ruboriza rezar de vez en cuando.» ¿Es ésta la gran aventura espacial? ¿Son éstos los hombres que van a internarse en lugares literalmente indescriptibles? Para viajar por el espacio hay que deshacerse de la anticuada basura verbal: que si Dios, que si la patria, que si la madre, que si el amor, que si el partido. Hay que aprender a vivir solo y en silencio. Quien reza en el espacio no está en el espacio. La última frontera le está siendo vedada a la juventud. No obstante, hay muchos caminos que conducen al espacio. Liberarse por completo de los condicionamientos del pasado es estar ya en el espacio. Existen técnicas para obtener tal liberación, y están siendo ocultadas y prohibidas. En El trabajo examino técnicas de revelación.

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Prólogo del autor

En un principio, este libro se concibió como una serie de entrevistas espontáneas. Ahora bien, como el señor Odier hizo preguntas a las que en muchos casos había respondido en diversos libros, artículos y relatos breves, en lugar de parafrasear o resumir, inserté el material indicado. El resultado es formato entrevista presentado como una película con fundidos en negro y flashbacks a modo de ilustración de las respuestas.

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1. Viaje a través del espacio-tiempo

DANIEL ODIER: Sus libros, sobre todo a partir de El tiquet que explotó, ya no son «novelas»; en El almuerzo desnudo se percibe una ruptura con la forma novelística. ¿Hacia qué destino o meta se orienta esta ruptura? WILLIAM BURROUGHS: Es muy difícil decirlo. Creo que la forma novelística probablemente esté caduca y que quizá haya que contemplar un futuro en que la gente no lea nada, o sólo lea libros ilustrados y revistas o alguna clase de lectura abreviada. Para competir con la televisión y las revistas ilustradas, los escritores tendrán que desarrollar técnicas especiales capaces de producir en el lector el mismo efecto que una fotografía de acción sensacionalista. D. O.: ¿Qué es lo que distingue a El almuerzo desnudo de Expreso Nova? ¿Cuál ha sido la evolución más importante entre estos dos libros? W. B.: Yo diría que la evolución más importante entre estos dos libros es sin duda la introducción de los métodos del cut-up y del fold-in (cortar y pegar y plegado) que se produjo entre El almuerzo desnudo y Expreso Nova. En Expreso Nova, creo que me alejo más de la forma convencional de la novela de lo que lo hice que en El almuerzo desnudo. No tengo la impresión de que Expreso Nova sea, en modo alguno, un libro plenamente logrado. D. O.: Usted ha escrito: «La escritura lleva cincuenta años de retraso respecto de la pintura.» ¿Cómo se podría superar este desfase? W. B.: Eso no lo escribí yo. Fue el señor Brion Gysin, que es a la vez pintor y escritor, el que escribió: «La escritura lleva cincuenta años de retraso respecto de la pintura.» ¿A qué se debe este desfase? A que el pintor puede tocar y manejar sus materiales, cosa que el escritor no puede hacer. El escritor aún no sabe qué son las palabras. Sólo opera con abstracciones extraídas de la fuente de las palabras. La posibilidad que el pintor tiene de tocar y manipular sus materiales engendró las técnicas de montaje hace sesenta años. Es de esperar que la divulgación de las técnicas de cut-up conduzca a experimentos verbales

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más precisos, que acorten este desfase y doten a la escritura de una dimensión completamente nueva. Esas técnicas pueden enseñar al escritor lo que son las palabras y ponerle en comunicación táctil con su medio de expresión. A su vez eso podría posibilitar el acceso a una ciencia exacta de las palabras y a demostrar cómo combinaciones concretas de palabras producen determinados efectos en el sistema nervioso de los seres humanos. D. O.: ¿Utilizó usted las técnicas de fold-in y cut-up durante mucho tiempo antes de pasarse al magnetófono? ¿Cuáles fueron sus experiencias más interesantes con las técnicas anteriores? W. B.: La primera aplicación del método cut-up se produjo como resultado del uso del magnetófono y fue obra de Brion Gysin. El cut-up magnetofónico más sencillo se hace grabando algo de material e intercalando en él otros pasajes al azar. Por supuesto se borra la grabación en las partes en las que se realiza el corte, y así se obtienen yuxtaposiciones muy curiosas. Algunas son útiles desde el punto de vista literario y otras no. Yo diría que mi experiencia más curiosa con las técnicas anteriores fue descubrir que, cuando se hacen cut-ups, no se obtienen simples yuxtaposiciones aleatorias de palabras, sino que estas tienen significado, y a menudo este se refiere a algún suceso futuro. He hecho muchos cut-ups y luego me he dado cuenta de que se referían a algo que leí después en un periódico o un libro, o bien a algo que llegó a ocurrir. Pondré un ejemplo muy sencillo: hice un montaje de algo escrito por el señor Getty, creo que en Time and Tide, y salió la frase siguiente: «Es mala cosa pleitear contra el padre de uno.» Unos tres años más tarde su hijo le puso un pleito. Quizá los acontecimientos estén escritos y registrados con antelación, y el futuro brota al cortar los renglones. He visto ejemplos suficientes para estar convencido de que los cut-ups son una clave fundamental para acceder a la naturaleza y función de las palabras. D. O.: Para usted el magnetófono es un aparato para derribar las barreras que envuelven a la conciencia. ¿Cómo llegó a utilizarlo? ¿Qué ventaja tiene esta técnica sobre las del fold-in y el cut-up? W. B.: Bueno, creo que se debió en gran medida a la influencia de Brion Gysin, que señaló que el método del cut-up podía llevarse mucho más allá con

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magnetófonos. Por supuesto, con el magnetófono se pueden hacer todo tipo de cosas imposibles de hacer con cualquier otro medio: efectos de simultaneidad, ecos, aceleraciones, ralentíes, audición simultánea de tres pistas, etcétera. Hay una infinidad de cosas factibles con el magnetófono que no pueden indicarse de ninguna manera en una página impresa. El concepto de simultaneidad sólo puede indicarse muy toscamente en la página impresa mediante el uso de columnas, y aun así el lector tiene que leerlas de una en una. Estamos acostumbrados a leer de izquierda a derecha, línea tras línea, y no es fácil deshacer este condicionamiento. D. O.: Cuando ya tiene la mezcla o montaje, ¿sigue el rumbo que le marca el texto o ajusta la mezcla a lo que quiere decir? W. B.: Diría que sigo el rumbo que me marca la reorganización del texto. Esa es la función más importante del cut-up. A veces cojo una página, la fragmento y se me ocurre una idea totalmente nueva para una narración convencional, prescindiendo del material fragmentado, o puede que sólo aproveche una o dos frases. No tiene nada de inconsciente; es una operación muy precisa. La forma más sencilla de hacerlo consiste en coger una página, cortarla vertical y horizontalmente por la mitad y luego recomponer las cuatro partes. Ahora bien, esta es una forma de cut-up demasiado simple, que sólo sirve para hacerse una vaga idea de una posible recomposición de las palabras de la página en cuestión. Es muy consciente, no tiene nada que ver con la escritura automática ni con procedimientos inconscientes. Uno no sabe qué va a obtener debido al simple hecho de las limitaciones de la mente humana, del mismo modo que el individuo medio es incapaz de planear cinco movimientos por adelantado en una partida de ajedrez. Cabe suponer que una persona con buena memoria fotográfica pudiera mirar una página y desmontar mentalmente el contenido, es decir, cambiar la posición de las palabras… Hace poco he escrito un guión cinematográfico sobre la vida de Dutch Schultz. Ahora bien, se trata de una narrativa completamente lineal. No obstante, lo desmonté página por página y de repente se me fueron ocurriendo nuevas ideas que a continuación fui incorporando a la estructura del relato. Es

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un procedimiento cinematográfico absolutamente normal, del todo asequible para el lector medio, y no se trata en modo alguno de escritura experimental. D. O.: ¿Espera alguien usar el cut-up en el cine? W. B.: Los cut-ups se vienen utilizando en el cine desde hace mucho tiempo. De hecho, las películas se componen en la sala de montaje. Al igual que el pintor, los técnicos cinematográficos pueden tocar y manipular sus materiales, cambiar fragmentos de sitio y probar nuevas yuxtaposiciones. Por ejemplo, un pasaje de narrativa lineal puede contener una secuencia de delirio o alguien en estado de confusión puede recordando sucesos pasados… Por supuesto, el escritor puede elaborar una escena semejante de forma consciente y artística. Mi método consiste en mecanografiar los materiales a utilizar y luego tamizarlos a través de cut-ups sucesivos. Así creo que se obtiene un cuadro más realista del delirio del que podría conseguirse mediante una reconstrucción artificial. Uno maneja, por así decirlo, los materiales y los procesos del delirio. Hago cierto número de cut-ups y luego selecciono los que me parecen más logrados. La selección y la disposición de los materiales es plenamente consciente, pero existe un elemento de azar mediante el que obtengo el material que voy a utilizar, que luego selecciono y trabajo hasta darle una forma aceptable. D. O.: ¿Hasta qué punto controla usted lo que incluye en sus montajes? W. B.: Controlo lo que incluyo en mis montajes, pero no controlo plenamente el resultado. Es decir, que selecciono la página que voy a desmontar y tengo control sobre lo que incluyo. Lo que resulta de los cut-ups me limito a insertarlo de nuevo en una estructura narrativa. D. O.: ¿Trabaja usted cuando viaja en tren o en barco? W. B.: Lo he hecho, sobre todo cuando he viajado en tren, cuando he podido disponer de un compartimiento privado y un escritorio. No suelo viajar en barco muy a menudo. En un tren intenté hacer montajes de lo que iba viendo por la ventanilla y describí estos intentos en una entrevista que publicó Paris Review; ese es un ejemplo de viaje en ferrocarril en el que probé a escribir a

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máquina, incorporando lo que veía al pasar por las distintas estaciones a la vez que iba tomando fotos. Fue un experimento sin más… D. O.: Cuando toma material real sin elaborar de la vida misma mediante diversos procedimientos, ¿siempre lo proyecta sobre otra dimensión espacio-temporal? W. B.: Muchas veces sí. Por ejemplo, leo algo en el periódico o veo algo por la calle, o quizá obtenga inspiración para un personaje a partir de alguien que veo por la calle… Luego lo transformo y cambio el decorado. D. O.: ¿Acompaña las grabaciones magnetofónicas con fotografías o películas? ¿Utiliza películas con banda sonora acoplada? ¿Qué resultados da la yuxtaposición de materiales diferentes? W. B.: He realizado muchos experimentos de grabación y filmación simultánea y he acumulado algunos resultados más bien extraños, ninguno de ellos concluyente; interesantes, pero en realidad poco aplicables a la escritura. Se me han ocurrido muchas posibilidades, muchas sugerencias e ideas para nuevos efectos cinematográficos. Por ejemplo, se coge un aparato de televisión, se quita el sonido, y se reproduce una banda sonora cualquiera de forma arbitraria: parecerá que encaja. Si uno proyecta imágenes de gente corriendo para coger el autobús en Picadilly y las acompaña de efectos de sonido que reproduzcan disparos de ametralladora, parecerá Petrogrado en 1917; quien las vea dará por supuesto que la gente corre porque está siendo ametrallada. Lo que vemos está determinado en gran medida por lo que oímos. Se pueden hacer infinidad de experimentos… Yo, por ejemplo, grabé la banda sonora de uno de esos programas tipo Danger/James Bond/El agente de CIPOL y luego sustituí con ella el sonido de otro programa del mismo género, y se lo proyecté a alguien. Fue incapaz de notar la diferencia, y no fui capaz de convencer a esa persona de que el sonido no era el que correspondía a la imagen. O coge uno a un político, graba su discurso y lo reemplaza por el de otro. Por supuesto, nadie notará la diferencia, porque en realidad no hay mucha. D. O.: A la hora de componer un texto a partir de materiales diversos, ¿qué importancia tienen los puntos de intersección? Partiendo de este material, ¿cómo se organizan las «secuencias» y los «ritmos»? 20

W. B.: Desde luego, los puntos de intersección son importantísimos. Al hacer montajes se obtienen puntos en los que el material nuevo conecta con el anterior de una manera muy definida y por ahí se empieza. En cuanto a si las secuencias y ritmos se organizan motu proprio, en fin: no, no lo hacen. Los cutups le proporcionan a uno material nuevo utilizable, pero no le dicen cómo utilizarlo. D. O.: ¿Ha intentado ampliar las técnicas magnetofónicas recurriendo, digamos, a algún tipo de ordenador? W. B.: Sí, es algo que puede hacerse con un ordenador. Ian Somerville, un programador que es muy buen amigo mío, dice que es perfectamente posible, aunque muy complicado. No cabe duda de que un ordenador puede hacer infinidad de cut-ups y reorganizaciones del material que se le introduzca. D. O.: Pero, ¿usted no ha experimentado con ellos? W. B.: Hasta cierto punto, sí. Brion Gysin introdujo en un ordenador algunos de sus poemas permutados. Cinco palabras —todas las permutaciones posibles— ocupan unas setenta y cuatro páginas, creo. D. O.: ¿Qué clase de cosas suele usted grabar? W. B.: Últimamente no he grabado mucho. He estado muy ocupado con la narrativa lineal. Pero he grabado todo tipo de cosas… ruidos callejeros, música, fiestas, conversaciones… D. O.: Cuando utiliza la música, ¿qué es para usted lo más importante? W. B.: La música es tremendamente importante. El conjunto del mundo musulmán está prácticamente controlado por la música. Determinada música se interpreta en determinadas ocasiones, y el poder asociativo de la música es de los más poderosos. John Cage y Earl Brown han llevado el método del cut-up mucho más lejos en la música que yo en la escritura. D. O.: ¿Le interesa alguna clase de música en especial?

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W. B.: En Marruecos he realizado muchas grabaciones callejeras que incluyen música. No tienen nada de especial; simplemente grabé música que me apetecía escuchar. D. O.: ¿Cree usted que cabe atribuir los prejuicios contra el método del cut-up y su difusión al miedo a internarse a fondo en el tiempo y en el espacio? W. B.: Sin duda alguna. El control de la palabra tal como lo ejerce la prensa, es, por supuesto, uno de los instrumentos de control más poderosos; el de la imagen también, y, claro está, la prensa contiene ambas… Ahora bien, si usted hace un cut-up con ellas y las reorganiza, está deshaciendo el sistema de control. Es el sistema de control quien dicta el miedo y los prejuicios, del mismo modo en que la Iglesia fomentó los prejuicios contra los herejes. No se trataba de algo inherente a la población, sino que los dictó la Iglesia, que en aquel entonces detentaba el poder. Esto pone en tela de juicio la posición de la clase dirigente de cualquier sistema parecido y, por lo tanto, ésta se opondrá a él y manipulará a la gente para que lo tema, lo rechace, o lo ridiculice. D. O.: La capacidad de «ver lo que tenemos delante», ¿representa una forma de escapar de la imagen-prisión que nos rodea? W. B.: Decididamente sí. Pero muy poca gente posee esa capacidad, y conforme pase el tiempo serán cada vez menos. Para empezar, porque el bombardeo absoluto de imágenes al que estamos sometidos nos embota. Recordemos que hace cien años había relativamente pocas imágenes, y la gente que vive en un entorno más sencillo, en un medio ambiente agrícola, se topa con pocas imágenes, y aquellas con las que se topa las ve con toda claridad. Sin embargo, si a uno lo bombardean sin cesar con imágenes procedentes de los camiones o coches que pasan y de la televisión y los periódicos, uno acaba embotado y se forma una neblina permanente delante los ojos que ya no deja ver nada. D. O.: Cuando dice que en un mundo de imágenes sencillas éstas se ven con más claridad ¿qué quiere decir con «claridad»? W. B.: Que no se interpone nada entre ellos y la imagen. Un granjero ve realmente a sus vacas de verdad, ve realmente lo que tiene delante con gran

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claridad. No es una cuestión de familiaridad: el problema es que haya algo interpuesto entre uno y la imagen, de manera que uno no puede verla. Y como he dicho, este constante bombardeo de imágenes lo sumerge todo en una neblina; es como caminar en medio de una niebla tóxica: no logramos ver nada. No digo que el granjero tenga alguna especie de identificación mística con la vaca, pero sí que sabe cuándo a la vaca le pasa algo; es consciente de todo lo que tiene que ver con la vaca en la medida en que le es útil, y encaja en su entorno. D. O.: La inserción de lo que usted llama el «mensaje de resistencia», ¿es lo más importante del montaje? ¿Por qué? W. B.: Pues sí, yo diría que es un factor muy importante del montaje porque en efecto, tiende a disolver los principales instrumentos de control, representados por la palabra y la imagen, y, hasta cierto punto, a anularlos. D. O.: Sus libros no suelen ser oscuros o difíciles de entender y me ha mencionado usted su deseo de ser todavía más claro. ¿Es congruente ese deseo de claridad con una exploración aún más amplia de las infinitas posibilidades que ofrecen sus métodos literarios? W. B.: Cuando la gente habla de escribir con claridad, suele referirse a la trama, a la continuidad, a la presentación, al nudo y al desenlace, a ceñirse a un orden «lógico» … Ahora bien, las cosas no ocurren con arreglo a un orden lógico ni las personas piensan en secuencias lógicas. Ningún escritor que pretenda aproximarse a lo que de verdad ocurre en la mente y en el cuerpo de sus personajes puede ceñirse a una estructura tan arbitraria como el orden «lógico». A Joyce se le acusó de ser ininteligible, y eso que se limitó a presentar un solo nivel de actividad mental: el monólogo subvocal consciente. Yo creo que se pueden crear sucesos y personajes en múltiples niveles que el lector podría comprender con todo su ser orgánico. D. O.: Dice usted que las técnicas magnetofónicas o cinematográficas pueden alterar o falsificar la realidad. ¿Cómo? W. B.: Pensamos en el pasado como algo inmutable. En realidad, podemos conformar y cambiar el pasado a voluntad. Dos hombres charlan. Dos hombres 23

sentados bajo un árbol de tronco desgastado por otros que se sentaron allí, antes o después que el tiempo hiciera pasar la pista a través de un prado de florecillas blancas. Si no se graba, la conversación sólo existirá en la memoria de los actores. Supongamos que yo grabase esa conversación, y que alterara y falsificara la grabación, y luego hago escuchar a los actores la cinta alterada. En el caso de que haya aplicado los cambios de forma hábil y plausible (Sí… es muy posible que el señor B dijera eso mismo), ambos actores recordarán la grabación alterada. Filme una película sonora de usted mismo saliendo por la mañana a comprar tabaco y prensa. Rebobínela: recuerda usted todo lo que pasó, ahí está, en pantalla y grabado en la banda sonora. Ahora bien, yo puedo hacerle recordar algo que no pasó con sólo hacer un empalme. Un camión pasó justo en ese momento: ahí lo tiene en la pantalla, empalmado para que usted lo recuerde. Siempre se necesita un pretexto. Pero, bueno, si inserto «un camión pasó justo en ese momento» ¿qué tiene eso de particular? Nada, salvo que no pasó por allí justo en ese momento, sino un año antes. ¿Y habría algo más lógico que el que el susodicho camión atropellara tres años después a una mujer en una esquina de París? «Me pregunto si la vaca vieja habrá muerto o no», dijo aturdido mientras se lo llevaban los paramédicos. Ve lo que quiero decir en cuanto entra en juego el camión con Larry «the Lorry» («Larry el Camión») al volante bajando sin frenos por Canal Street sangre y zapatos de tenis por toda la calle una pata coja colgando o digamos que empalmo un zoquetillo que le pregunta la hora son cosas que pasan y es curioso no me había acordado hasta ahora. Pues bien, en cuanto el hombrecillo que no estaba ahí entre en juego bien podría sacar un estilete y asesinar al cónsul francés en cuanto esté abierta la brecha en la realidad y la duda esté disipada todos los hechos de la historia resueltos con inserciones retroactivas todos los archivos y registros de cualquier índole han ser inmediatamente destruidos por orden del Departamento de Emergencia Sanitaria los documentos son falsificaciones por naturaleza antes o después resulta obvio.

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D. O.: ¿Hasta qué punto esta «nueva mitología», este nuevo entramado de asociaciones e imágenes, actúa sobre la conciencia del lector y le hace desplazarse en el tiempo y en el espacio? W. B.: Eso depende por completo del lector, en lo abierto que esté a las nuevas experiencias y de la capacidad que tenga para salirse de su propio marco de referencia. Por supuesto, la mayor parte de las personas sólo es capaz de prestar una mínima atención a lo que leen (o a cualquier otra cosa que hagan) debido a sus diversas preocupaciones compulsivas, y prestando tan solo una décima parte de su atención a algo no pueden ir muy lejos. Otros son capaces de aplicar mucha más atención. D. O.: Sus personajes están inmersos en un torbellino de sucesos infernales. Están empantanados en la materia del libro. ¿Tienen alguna posibilidad de salvación? W. B.: Me opongo a la palabra salvación por sus connotaciones mesiánicas cristianas de solución final… No creo que mis personajes, ni los libros en que aparecen, reflejen un estado de ánimo desesperado. En realidad, en muchos aspectos, pertenecen a la tradición de la novela picaresca. Todo depende de lo que usted entienda por «sucesos infernales»; alguna gente está dotada de una tolerancia mucho mayor que otras para los sucesos inusitados. A los habitantes de localidades pequeñas les horroriza hasta el menor cambio, mientras que a los habitantes de grandes ciudades les trastornan mucho menos. Si los motines continúan produciéndose de forma reiterada y sin cesar, la gente acabará considerándolos como algo normal, y de hecho, ya lo está haciendo. D. O.: ¿Existen hombres libres en sus libros? W. B.: No existen hombres libres en los libros de nadie, porque son creaciones del autor. Yo diría que ahora mismo no hay hombres libres en este planeta, porque no existen en cuerpos humanos: por el mero hecho de tener cuerpo humano estamos sujetos a toda clase de necesidades biológicas y ambientales.

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D. O.: Usted utiliza con frecuencia el silencio como instrumento de terror —un «virus», como lo llama usted— que decompone a los personajes en códigos insignificantes. ¿Qué representa este silencio? W. B.: No considero el silencio como un instrumento de terror en absoluto. En todo caso, todo lo contrario. El silencio sólo resulta aterrador para la gente que verbaliza compulsivamente. Como sabrá, existen cámaras de privación sensorial y cámaras de inmersión; en la Universidad de Oklahoma hay una. Pues bien, metieron dentro a infantes de marina y, en unos diez minutos, se volvían absolutamente locos. No podían soportar el silencio y la soledad a causa de las contradicciones interiores que suelen encubrir las palabras. Pero el general Heard se metió en una de esas cámaras con una dosis completa de LSD y permaneció allí tres horas. Personalmente, el silencio no me resulta nada inquietante. De hecho, las cosas nunca son lo bastante silenciosas. Yo diría que el silencio sólo es un dispositivo de terror para quienes verbalizan compulsivamente… D. O.: Su interés por la civilización maya, ¿está relacionado con la ampliación de la conciencia que trata de estimular en sus lectores? CONTROL

W. B.: Los antiguos mayas tenían uno de los calendarios de control más exactos y herméticos jamás utilizados en este planeta, y controlaba efectivamente los actos, los pensamientos y los sentimientos del pueblo llano en cualquier día dado. El estudio de este sistema modélico arroja luz sobre los métodos de control contemporáneos. El conocimiento del calendario era monopolio de una casta sacerdotal que se mantenía en el poder con un mínimo de fuerza policial y militar. Los sacerdotes tuvieron que comenzar con un calendario muy exacto del año tropical, compuesto por trescientos sesenta y cinco días divididos en dieciocho meses de veinte días y un período final de cinco días, los «días Ouab», que se consideraban especialmente adversos y, en consecuencia, acababan siéndolo. Para establecer y consolidar el poder de los sacerdotes era fundamental un calendario exacto. Los mayas dependían casi por completo de la cosecha de maíz, y el método agrícola empleado era el de corte y quema. Se talaban los matorrales, se dejaban secar y luego se quemaban. El

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grano se sembraba con coas. Los mayas no tenían arados ni animales domésticos que pudieran arrastrarlos. Dado que en esta zona la capa superior del suelo es poco profunda y a quince centímetros de profundidad hay una capa de piedra caliza, el arado no sirve y el método de corte y quema sigue utilizándose en la actualidad. El cultivo por corte y quema depende de una sincronización exacta. Los matorrales deben talarse con tiempo suficiente para que se sequen antes de que empiecen las lluvias. Un error de cálculo de unos pocos días puede acarrear la pérdida de la cosecha de todo un año. Junto al calendario anual que regulaba las faenas agrícolas, existía un almanaque sagrado de doscientos sesenta días. Este calendario ceremonial regía trece festivales de veinte días cada uno. El calendario ceremonial recorría el año como una rueda y, en consecuencia, cada año los festivales se celebraban en fechas distintas, aunque siempre en el mismo orden. Los festivales consistían en ceremonias religiosas, música, fiestas y a veces sacrificios humanos. Por consiguiente, los sacerdotes podían calcular con toda exactitud lo que el pueblo estaría haciendo, oyendo y viendo en una fecha determinada. Por sí sólo, esto les hubiera permitido predecir el futuro o reconstruir el pasado con notable exactitud,

pues

para

cualquier

fecha

dada

podían

determinar

qué

condicionamientos iban a aplicarse o se habrían aplicado a una población mantenida en hermético aislamiento durante muchos años, y resguardada por montañas y junglas infranqueables de las oleadas de invasores que barrían las llanuras centrales de México. Hay toda clase de razones para deducir la existencia de un tercer calendario, secreto, referido al orden preciso de los condicionamientos a que era sometido el pueblo so pretexto de los festivales, de forma muy similar a cómo un prestidigitador utiliza la verborrea y la escenografía para encubrir movimientos que de lo contrario serían captados por el público. Hay muchas formas de inculcar tales condicionamientos, la más sencilla de las cuales es la sugestión en estado de vigilia, que luego explicaré con detalle. En resumidas cuentas, la sugestión en estado de vigilia es una técnica para implantar sugestiones verbales o visuales que afectan directamente al sistema nervioso autónomo debido a que la atención consciente del sujeto está concentrada en otras cosas, en este caso en el contenido manifiesto de los festivales. (Las sugestiones en estado de vigilia no

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se deben confundir con las sugestiones subliminales, que se implantan a nivel del inconsciente). De manera que los sacerdotes podían calcular lo que el pueblo veía y oía en un día dado, así como qué sugestiones se habían implantado secretamente ese día. Para hacerse una idea del calendario secreto pensemos en la Reactive Mind («mente reactiva») tal y como la postula L. Ron Hubbard, el fundador de la Cienciología. El señor Hubbard describe la M.R. como un instrumento ancestral de control ideado para atrofiar y limitar la capacidad de actuación en cualquier sentido, ya sea constructivo o destructivo. Según la formulación de Hubbard, la M.R. está considerada como material confidencial, ya que puede causar enfermedades y trastornos, así que me ceñiré a consideraciones generales sin dar las frases exactas utilizadas: la M. R. consta de proposiciones consecuentes, secuenciales y contradictorias, con valor de órdenes en el nivel automático del comportamiento, tan automáticas e involuntarias como las órdenes del metabolismo que regulan el ritmo cardíaco, la digestión, el equilibrio de los componentes químicos del torrente sanguíneo o las ondas cerebrales. Situado detrás del cerebro, el hipotálamo es el centro regulador del sistema nervioso autónomo que controla los procesos corporales y el metabolismo. El hipotálamo, sin duda, es el punto de la intersección neurológico donde se implanta la M.R., que puede describirse como un sistema regulador, artificialmente construido y muy desventajoso injertado sobre el centro regulador natural. Según expone el señor Hubbard, la M.R. es de una antigüedad considerable; precede a todas las lenguas modernas y sin embargo se manifiesta a través de todas ellas. En consecuencia, tiene que estar referida a un sistema simbólico. Y de no haber sido por la intervención del obispo Landa, podríamos inferir por analogía en qué consistía dicho sistema, puesto que todos los sistemas de control son fundamentalmente parecidos. El obispo Landa reunió todos los libros mayas que pudo encontrar, hizo una pila de dos metros de altura con ellos, y los quemó todos. Hasta la fecha solamente han aparecido tres códices mayas que sobrevivieran a tan bárbara acción.

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El señor Hubbard postula, de forma lógica, que las órdenes de la M.R. surten efecto porque se refieren a fines, necesidades y condiciones concretas de aquellos a los que afecta. Una orden consecuente es una orden que uno tiene que obedecer como consecuencia de haber nacido, de «estar aquí dentro de un cuerpo humano». Una orden secuencial se sigue de esta proposición elemental: «buscar alimentos, refugio, satisfacción sexual»: «existir en relación con otros cuerpos humanos». Las órdenes contradictorias son dos órdenes dadas al mismo tiempo y que se contradicen mutuamente. «¡FIRMES!» El soldado se tensa automáticamente ante la orden. «¡DESCANSO!» El soldado se relaja automáticamente. Imaginemos ahora que un oficial que entra con paso resuelto en los barracones ladrando «¡FIRMES!» por un lado de la cara y «¡DESCANSO!» por el otro (algo perfectamente posible de lograr mediante procedimientos de doblaje). El intento de obedecer al mismo tiempo dos órdenes netamente contradictorias, ambas con valor de órdenes a nivel automático, desorienta al sujeto. Este puede reaccionar con rabia, apatía, ansiedad, e incluso sufrir un colapso. Otro ejemplo: Yo doy la orden «Siéntese», y si el sujeto la obedece con presteza recibe una recompensa. En caso contrario recibe una potente descarga eléctrica. Cuando ya ha sido programado para obedecer, añado la orden «levántese» y le adiestro, por el mismo procedimiento, a obedecerla exactamente del mismo modo. Ahora le doy ambas órdenes a la vez. El resultado bien puede ser un colapso total, igual que los perros de Pavlov sufrían colapsos cuando recibían señales contradictorias a intervalos de tiempo tan breves que su sistema nervioso era incapaz de asimilarlas. Desde la perspectiva de un sistema de control, el objetivo de estas órdenes es limitar y restringir. Todos los aparatos de control emplean tales órdenes. Para que las órdenes contradictorias tengan fuerza, el sujeto tiene que haber sido adiestrado para obedecer automáticamente ambas órdenes, y las órdenes deben remitir a fines propios del sujeto. «Firmes», «Descanso», «Siéntese», «Levántese», son órdenes arbitrarias débilmente relacionadas con cualquier aspiración elemental del sujeto. (Por supuesto, «Firmes» se remite a la finalidad de ser un buen soldado, o al menos a la de no acabar en el calabozo, y esto es lo que le dota a la orden de la relativa fuerza que posee.)

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Examinemos otro par de órdenes contradictorias: «causar buena impresión»/«causar pésima impresión». Estas se remiten a objetivos muchos más fundamentales. Todo el mundo quiere causar buena impresión. La autoestima, la subsistencia y la satisfacción sexual dependen de causar buena impresión. En tal caso, ¿cómo es posible que un individuo que intenta desesperadamente causar buena impresión, cause la peor impresión posible? Pues porque, operando a un nivel involuntario automático, también tiene como objetivo causar mala impresión. Este propósito autodestructivo representa tal amenaza para su ser que reacciona contra él. Puede ser consciente, o parcialmente consciente, del objetivo negativo, pero no puede afrontarla directamente. El objetivo negativo le obliga a reaccionar. La M.R. consta de objetivos tan repugnantes o aterradores para el individuo que éste reacciona compulsivamente contra ellos, y es precisamente esta reacción la que mantiene en vigor los objetivos negativos. Los objetivos negativos se implantan mediante el miedo. Examinemos un par de órdenes contradictorias de las que, sin lugar a dudas, se sirvieron de algún modo los sacerdotes mayas: «rebelarse con estrépito»/«someterse con humildad». Cada vez que un trabajador hacía acopio de valor para rebelarse, se le activaba el objetivo negativo de sumisión, lo que le hacía rebelarse de forma cada vez más estridente, y por lo tanto, activaba cada vez con mayor fuerza compulsiva el objetivo negativo de sumisión. Así que tiembla, tartamudea y termina por derrumbarse ante una figura de autoridad que aborrece conscientemente. Ningún ejercicio de la llamada fuerza de voluntad afecta a estas reacciones automáticas. El objetivo de sumisión era inculcado a través de una amenaza tan terrible que el individuo no podía afrontarla y es obvio que los libros secretos mayas consistían en tales cuadros de horror. Los pocos que han sobrevivido así lo atestiguan. En ellos aparecen hombres convirtiéndose en ciempiés, cangrejos o plantas. El obispo Landa quedó tan horrorizado al verlos, que su propia mente reactiva dictó su acto vandálico. Al igual que sus homólogos contemporáneos, que claman por la censura y la quema de libros, no tuvo en cuenta el hecho de que cualquier amenaza vista y afrontada con claridad pierde fuerza.

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Los sacerdotes mayas tuvieron buen cuidado de que el pueblo llano no viera los libros. La M.R. del señor Hubbard consta de unos trescientos motivos. Algunos son órdenes dispuestas en parejas, otras son representaciones visuales. Utilizando la M.R. como modelo —y el sistema maya debió de ser muy parecido —, supongamos que durante un mes ceremonial de veinte días se repitiesen o representasen cuatro motivos veinte veces cada uno el primer día, otras veinte veces otros cuatro el segundo día, etc., y así sucesivamente hasta completar ochenta motivos en cada mes de veinte días. En el siguiente mes de veinte días del almanaque sagrado se representarían otros ochenta motivos, y así hasta agotarlos, tras lo cual serían repetidos en el mismo orden, constituyendo de esta forma el calendario secreto. Los sacerdotes podían, por tanto, calcular qué órdenes reactivas habían sido estimuladas de nuevo, o lo serían, en cualquier fecha pasada o futura; y estos cálculos les permitían reconstruir el pasado o predecir el futuro con notable precisión. Jugaban con las cartas marcadas. Los cálculos sobre las yuxtaposiciones de los diversos calendarios, tanto del pasado como del futuro, ocupaban buena parte de su tiempo, y se interesaban más por el pasado que por el futuro. Esos cálculos se remontan a cuatrocientos millones de años atrás. Cabe interpretar estos sondeos del pasado remoto como una afirmación de que los calendarios siempre han existido y siempre existirán. (Todos los sistemas de control pretenden reflejar las leyes inmutables del universo). Los cálculos debieron tener aproximadamente este aspecto: año, mes y día del calendario de trescientos sesenta y cinco días, calculado a partir de 5 Ahua 8 Cumhu (una fecha mítica en la que habría comenzado el tiempo) año, mes y día del almanaque sagrado o calendario ceremonial año, mes y día del calendario secreto Los estudiosos de la cultura maya han conseguido descifrar fechas del calendario de trescientos sesenta y cinco días. Al carecer de referencias cruzadas comparables a la Piedra de Rosetta, muchos de los textos siguen sin descifrar. Si entendemos que la escritura se orienta hacia el control, cabe suponer que todas

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las inscripciones se refieren a fechas y a acontecimientos, ceremonias, sugestiones, imágenes y yuxtaposiciones planetarias en correlación con las fechas. Cualquier sistema de control depende de una sincronización exacta. Una imagen o una sugestión pueden ser perfectamente inocuas en un momento y devastadoras en otro. Por ejemplo, «causar una impresión espléndida»/«causar una impresión espantosa» puede no tener efecto alguno sobre alguien que no se encuentre en un contexto competitivo. La misma persona puede ser arrasada por este mismo par de órdenes contradictorias, convenientemente reactivadas, en caso de que aspire a las estrellas de teniente o a ser aprendiz de sacerdote. Este calendario de control, al parecer hermético, se desmoronó antes incluso de que los aztecas invadieran Yucatán, y mucho antes de la llegada de los españoles. Todos los sistemas de control están basados en el binomio castigorecompensa. Cuando los castigos son desproporcionados en relación con las recompensas y cuando a los amos ya no les quedan recompensas que otorgar, se producen revueltas. Tal vez el factor desencadenante fuera la continua exigencia de trabajos forzados en los templos y estelas, acompañada de un período de hambruna. O quizá algún Bolívar olvidado desvelara el contenido de los libros. En cualquier caso, los trabajadores se rebelaron, mataron a los sacerdotes y destruyeron las estelas y los templos en tanto símbolos de la esclavitud. Traduzcamos ahora el calendario maya de control a nuestro tiempo. Los medios de comunicación de masas, los periódicos, la radio, la televisión y las revistas constituyen un calendario ceremonial al que está sometida toda la ciudadanía. Los «sacerdotes» se ocultan hábilmente tras montañas de datos contradictorios y niegan a voces su existencia. Al igual que los sacerdotes mayas, pueden reconstruir el pasado y predecir el futuro sobre bases estadísticas mediante la manipulación de la información. La prensa diaria, almacenada en hemerotecas, posibilita la reconstrucción detallada de fechas pasadas. ¿Cómo pueden predecir los sacerdotes contemporáneos hechos futuros que a primera vista están sujetos al azar? Empecemos por los muchos factores de los medios de comunicación de masas que pueden controlarse y pronosticarse:

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1. Maquetación. El formato de los periódicos y revistas puede ser decidido por adelantado. Los programas de televisión a emplear en yuxtaposición con las emisiones de noticias pueden decidirse por adelantado. 2. Noticias a resaltar y noticias a minimizar. Hace diez años, las detenciones por drogas ocupaban cuatro líneas en la última página de los periódicos ingleses. Ahora son titulares de primera página. 3. Editoriales y cartas al director. Las cartas publicadas, por supuesto,

son

seleccionadas

de

acuerdo

con

una

política

preconcebida. 4. Publicidad.

Así

pues,

el

calendario

ceremonial

contemporáneo es casi tan predecible como el de los mayas. ¿Y qué hay del calendario secreto? Pueden insertarse cuantas órdenes reactivas se desee en anuncios, editoriales y artículos de prensa. Tales órdenes están implícitas en la maquetación y yuxtaposición de los artículos. Las órdenes contradictorias forman parte intrínseca del entorno industrial contemporáneo: «Pare.» «Siga.», «Espere aquí.» «Vaya allí.» «Pase.» «Aguarde fuera.» «Sea Hombre.» «Sea mujer.» «Sea blanco.» «Sea negro.» «Viva.» «Muera.» «Sea usted mismo.» «Sea otro.» «Sea un animal humano.» «Sea un superhombre.» «Sí.» «No.» «Rebélese.» «Sométase.» «BIEN.» «MAL.» «Cause buena impresión.» «Cause pésima impresión.» «Siéntese.» «Levántese.» «Quítese el sombrero.» «Póngase el sombrero.» «Cree.» «Destruya.» «Viva para el momento.» «Viva para el futuro.» «Viva en el pasado.» «Obedezca la ley.» «Incumpla la ley.» «Sea ambicioso.» «Sea modesto.» «Acepte.» «Rechace.» «Sea previsor.» «Sea espontáneo.» «Decida por sí mismo.» «Escuche a los demás.» «Hable.» «SILENCIO.»

«Ahorre

dinero.»

«Gaste

dinero.»

«Acelere.»

«Disminuya la velocidad.» «Por aquí.» «Por allí.» «Derecha.» «Izquierda.»

«Presente.»

«Ausente.»

«Abierto.»

«Cerrado.»

«Entrada.» «Salida.» «DENTRO.» «FUERA», etc., a todas horas.

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Todo esto constituye un caudal inmenso para los fabricantes de noticias estadísticas. Son precisamente las reacciones automáticas incontrolables lo que se convierten en noticias. Los controladores saben qué órdenes reactivas van a reestimular y, en consecuencia, saben lo que va a suceder. Las sugestiones contradictorias son la fórmula elemental de la prensa cotidiana. «Tome drogas. Todo el mundo lo hace»/«Tomar drogas está MAL.» Los periódicos difunden la violencia, el sexo y las drogas, y luego nos salen con la vieja cantinela de BIEN MAL FAMILIA IGLESIA Y PATRIA. Ya está muy desgastada. El calendario de control contemporáneo se está desmoronando. En la llamada sociedad «permisiva», el número de castigos se ha vuelto desproporcionado en relación con el de recompensas y la juventud ya no quiere las mezquinas recompensas que se les ofrecen. La rebelión es universal. Los controladores actuales disponen de una ventaja que no tenían los sacerdotes mayas: un arsenal abrumador de armamentos que los rebeldes no pueden esperar conseguir ni igualar. Cualquiera puede fabricar cachiporras y lanzas. Los tanques, los aviones, los acorazados y las armas nucleares son monopolio de quienes hoy detentan el poder. Conforme su dominación psicológica se debilita, las clases dirigentes de hoy día dependen cada vez más sobre esta ventaja y ahora mantienen sus privilegios mediante la fuerza bruta (¿Cómo de permisiva es la «sociedad permisiva»?) Ahora bien, la ventaja de los armamentos no es tan abrumadora como pudiera parecer. Los controladores necesitan soldados y policías que manejen las armas, y estos guardianes tienen que estar sometidos a control reactivo. De ahí que los controladores tengan que apoyarse en gente cada vez más estúpida y degradada por el adiestramiento indispensable para que cumplan su función represiva. Existen técnicas para eliminar la mente reactiva y obtener una completa liberación de los condicionamientos del pasado e inmunizarse contra ellos en el futuro. Esto se logra por medio de los procedimientos de la Cienciología. La eliminación de la M.R. se lleva a cabo en el E-metro, un indicador de reacciones muy sensible inventado por el señor Hubbard. Si el E-metro registra un motivo de la M.R. es que el sujeto sigue aún sensibilizado por dicho motivo. Cuando el

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motivo deja de aparecer ya no esta sensibilizado por él. Puede ser necesario repasar la M.R. ciento de veces antes de lograr su eliminación absoluta. Pero se elimina. El método funciona. Puedo atestiguarlo por propia experiencia. Lleva tiempo: al menos ocho horas diarias durante dos meses para aprender a manejar el E-metro y cómo hacer pasar el material. Y es caro, unos tres mil dólares por la formación y el procesamiento que conducen a la limpieza de la M.R. Una reconstrucción del sistema simbólica subyacente a la M.R. allanaría el camino hacia una eliminación más precisa y rápida. Dos

experimentos

recientes

indican

la

posibilidad

del

desacondicionamiento en masa. En uno de ellos, los voluntarios fueron conectados a una pantalla de encefalogramas que registraba sus ondas cerebrales. Cuando aparecían en pantalla las ondas cerebrales alfa, que corresponden a estados relajados de la mente y del cuerpo, se pedía al sujeto que mantuviese ese estado durante todo el tiempo posible. Tras algún tiempo de práctica, las ondas alfa podían producirse a voluntad. El segundo experimento es más detallado y concluyente. Según el New York Herald Tribune, 31 de enero de 1969: «Científicos estadounidenses han demostrado que animales adiestrados mediante el sistema castigo-recompensa pueden aprender a controlar respuestas automáticas tales como el ritmo cardíaco, la presión arterial, la secreción glandular y las ondas cerebrales. El psicólogo N. E. Miller afirma que sus hallazgos invalidan la idea tradicional de que el sistema nervioso autónomo (regulador del funcionamiento del corazón, del aparato digestivo y de otros órganos internos) es completamente involuntario. Utilizando como recompensa, cuando se producía la respuesta deseada, la estimulación eléctrica directa de las llamadas zonas recompensa del cerebro, el doctor Miller y sus colaboradores lograron enseñar a los animales a aumentar o disminuir la cantidad de saliva que segregan, a incrementar o reducir su presión arterial, a aumentar o disminuir las contracciones intestinales, la actividad estomacal y el volumen de orina, así como a modificar los patrones de sus ondas cerebrales. Tras noventa minutos de entrenamiento, las ratas lograron aprender a acelerar y disminuir el ritmo cardíaco en un veinte por ciento. Según el doctor

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Miller, pruebas posteriores demostraron que retuvieron bien la lección aprendida.» ¿En qué se diferencian estos experimentos de aquellos con los que Pavlov demostró la existencia de los reflejos condicionados? Cito de Newsweek, 10 de febrero de 1969: «Hasta la fecha, la mayor parte de los psicólogos creían que el sistema nervioso autónomo sólo podía ser entrenado mediante los progresos del conocimiento. Las declaraciones abiertamente fascistas del señor Hubbard… (China es el auténtico peligro para la mundial, la Cienciología defiende el hogar, la iglesia, la familia, la decencia moral… (nada de intercambio de parejas) … las fronteras nacionales, los conceptos de BIEN Y MAL contra los malvados psiquiatras librepensadores mal pueden hacerlo recomendable para los estudiantes militante ¿De parte de quién está usted, señor Hubbard, de parte de quién está? D. O.: Usted escribió: «Soy un registrador… No pretendo imponer el relato, el argumento ni la continuidad.» ¿Es eso posible? W. B.: A esa pregunta sólo puedo responder diciendo que quizá me excedí al afirmar eso. Uno intenta no imponer el relato, el argumento o la continuidad de manera artificiosa, pero tiene que componer los materiales: no se puede poner encima de la mesa sin más un montón de notas, pensamiento y consideraciones, y esperar que la gente lo lea. D. O.: «Las palabras —al menos tal como las utilizamos nosotros— tienden a ocultarnos la experiencia inmaterial.» En cuanto se suprimen las barreras que Aristóteles, Descartes y compañía fueron colocando en el camino, ¿es esta experiencia inmaterial paralela a —es decir, está interrelacionada con— la experiencia física? Es decir, ¿se vive toda experiencia física a diversos niveles? W. B.: Sí, desde luego. Por ejemplo, las llamadas experiencias paranormales se experimentan, en el caso de que uno las viva, a través de los sentidos físicos. La gente ve y oye fantasmas, siente diversas emanaciones, presencias, etc.

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D. O.: ¿Cree usted que el pensamiento filosófico clásico ha ejercido un efecto perjudicial sobre la vida humana? W. B.: Bueno, está completamente caduco, como ha señalado Korzybski, el hombre que descubrió la semántica general. El principio aristotélico del tercero excluido —una cosa es esto o aquello— es uno de los grandes errores del pensamiento occidental, porque ya no es cierto en absoluto. Esta forma de pensar ni siquiera corresponde a lo que en la actualidad sabemos del universo físico. D. O.: ¿Por qué ha sido aceptado durante tanto tiempo? W. B.: Hay ciertas fórmulas, ciertas palabras claves, capaces de aprisionar a una civilización entera durante mil años. Sucede así con el principio aristotélico de identidad: esto es una silla. Ahora bien, sea lo que sea, lo que no es una silla; no es la palabra silla ni es la etiqueta silla. La idea de que la etiqueta es la cosa desemboca en toda clase de discusiones verbales, cuando uno está lidiando es con palabras mientras cree estar lidiando con objetos. Sí, yo estaría rotundamente de acuerdo en que Aristóteles, Descartes y toda esa línea de pensamiento es extremadamente embrutecedora y no corresponde ni siquiera a lo que conocemos del universo físico, y es particularmente desastrosa porque sigue dominando el mundo académico

en

conjunto, que se opuso

denodadamente a Korzybski y a su semántica general, que parece basarse en consideraciones obvias, por ejemplo, que las etiquetas no son las cosas que representan, y que cuando se discute sobre etiquetas, cuando se habla de cosas como democracia, comunismo y fascismo, estas no tienen referencias claramente delimitadas, no se está hablando de nada. D. O.: La gente, repantigada en lo que usted llama sus «cubos de basura verbales», ¿sigue siendo capaz de sentir la violencia de su discurso, o es necesario recurrir a la violencia física para sacarla de esos cubos de basura? W. B.: En líneas generales, yo diría que cualquiera que realmente esté atrapado por las palabras no experimentará otra cosa con mis libros salvo una desaprobación automática. Es muy probable que sea necesario recurrir a la violencia física, cosa que ya está sucediendo por doquier. No parece haber otra

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alternativa, dado que las clases dirigentes no parecen estar dispuestas a cambiar sus premisas fundamentales. D. O.: ¿Cree usted que existe algún medio, incluida la violencia física, que realmente sea capaz de hacer cambiar a gente completamente atrapada? W. B.: El objetivo de la violencia física es derrocarlos. Las personas totalmente verbales, como los jueces y los políticos, no están en absoluto dispuestas a cambiar sus premisas; y, por supuesto, si la gente se niega absolutamente a cambiar sus premisas y pese a todo el movimiento progresa, en último término acaba siendo derrocada por alguna forma de violencia o de desastre. D. O.: ¿Qué lugar ocupa el humor en el marco de su obra? W. B.: Bueno, considero que mi obra es, no me atrevería a decir que en gran medida humorística, pero sí desde luego que contiene considerables elementos de humor. D. O.: El infierno que usted describe y las acusaciones que hace llevan implícitos antagonismos y expiaciones; por tanto, cabría interpretar que ofrecen a la humanidad una salida. Se ha dicho de usted que es un gran moralista. ¿Qué opina? W. B.: Sí, yo diría que quizá demasiado. Hay infinidad de cosas que podrían hacerse en la situación actual. El caso es que no se están haciendo; ninguna de ellas se está haciendo. Y no sé si hay alguna posibilidad de que se hagan, dada la magnitud de la estupidez y de las malas intenciones de la gente que detenta el poder. Uno se da de cabezazos contra un muro incluso cuando se limita a señalarlo; pero se podrían hacer todo tipo de cosas para paliar la situación actual, cosas perfectamente simples desde el punto de vista de la técnica actual. Y en definitiva se reduce a disolver tres fórmulas fundamentales. Una de ellas es la fórmula de la nación. Se traza una línea alrededor de un territorio y se dice: esto es una nación. Entonces hay que tener policía, control aduanero, ejército y, por último, problemas con la gente que hay del otro lado de la línea. Esa es una de las fórmulas, y cualquiera de sus variantes viene a ser lo mismo. La ONU no va a llegar a ningún lado. ¿A qué se dedica? A crear más

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puñeteras naciones cada día. Esa es una de las fórmulas. La siguiente fórmula es, cómo no, la familia. Y las naciones son una simple prolongación de la familia. Y —quizá esto atañería a técnicas futuras— todo el método actual de nacimiento y reproducción. Estas son las fórmulas fundamentales que hay que disolver. D. O.: ¿Piensa usted en cambios de gran alcance? W. B.: Sí, desde luego. Hay que pensar muy a largo plazo. Hay formas de disolver la familia. Por supuesto, los chinos van camino de conseguirlo. Son el único pueblo que ha hecho algo al respecto. Los rusos decían que iban a hacerlo, pero no lo hicieron. Y todavía conservan la vieja familia burguesa. D. O.: ¿Qué quería usted decir cuando escribió: «Un cierto empleo de las palabras y de las imágenes puede desembocar en el silencio»? W. B.: Creo que fui excesivamente optimista. Dudo de que la problemática de conjunto de las palabras pueda resolverse nunca partiendo de sus propios presupuestos. D. O.: Wright Morris calificó a El almuerzo desnudo de hemorragia de la imaginación ¿Lo entiende usted como un cumplido? W. B.: La verdad es que no sabría cómo tomármelo. D. O.: Parto del supuesto de que quiso decir una hemorragia mortal. W. B.: Las hemorragias no conducen necesariamente a la muerte. En realidad, no me lo tomaría como un cumplido. ¿Qué sugiere la frase? Una hemorragia cerebral, alguien al que se le están fundiendo los fusibles del cerebro. No, en absoluto me lo tomo como un cumplido. D. O.: ¿Quién es Wright Morris? W. B.: No tengo ni idea; nunca he oído hablar de él. D. O.: Usted se sitúa al margen de la novelística estadounidense de posguerra, que en realidad desconoce lo que significa la imaginación. Los escritores norteamericanos presuponen que al público sólo le interesan los hechos reales en el sentido más material de la expresión. Sus libros son muy

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leídos en los Estados Unidos; quizá describan un universo que es a la vez imaginario y real. W. B.: Pues sí, eso creo yo. En realidad, son muchas las novelas actuales que están dominadas por criterios periodísticos: intentan describir con precisión lo que hacen concretamente las personas. Se trata más de periodismo o antropología que de literatura. En mi opinión, la novela debe reelaborar y no limitarse a enjaretarle al lector un puñado de datos fruto de la observación. D. O.: ¿Cómo explica usted el apego de los novelistas estadounidenses por la realidad material? W. B.: Bueno… Por supuesto, tuvimos las novelas sociales de los años treinta y esa tradición sigue siendo muy fuerte. La idea de que una novela debe lidiar con la realidad, con personas, con problemas reales y sobre todo con cuestiones sociales de una clase u otra —cosa que no está muy alejada de las novelas de Zola— es una tradición relativamente vieja. No creo en absoluto que se limite a los escritores estadounidenses. D. O.: ¿Cuál es su relación con el movimiento Beat, con el que usted mismo se asocia? ¿Qué importancia literaria tiene este movimiento? W. B.: En absoluto me considero ligado a este movimiento, y nunca lo he estado, ni con sus objetivos ni con su estilo literario. Varios amigos íntimos míos pertenecen al movimiento Beat: Jack Kerouac, Allen Ginsberg y Gregory Corso son todos buenos amigos míos desde hace muchos años, pero no estamos haciendo lo mismo en absoluto desde el punto de vista literario ni compartimos los mismos puntos de vista. Sería difícil encontrar cuatro escritores más distintos y más diferenciados entre sí. Es una simple cuestión de yuxtaposición más que una verdadera conjunción de estilos literarios u objetivos de conjunto. ¿Que cuál es la importancia literaria de este movimiento? Yo diría que la importancia literaria del movimiento beatnik quizá no sea tan evidente como su importancia sociológica… realmente ha cambiado el mundo y lo ha llenado de beatniks. Ha derribado toda clase de barreras sociales y se ha convertido en un fenómeno mundial de una importancia tremenda. Los beatniks viajan a lugares como África del Norte y entran en contacto con los árabes a un nivel que me parece a mí mucho más fundamental que el de los antiguos colonos que 40

hablaban árabe, que siguen pensando a lo T. E. Lawrence. Es un fenómeno sociológico importante y, como digo, de dimensiones mundiales. D. O.: Cuando dice usted que se comunican a un nivel elemental, ¿quiere decir que todos los pueblos del mundo comparten ciertos niveles elementales? W. B.: Bueno, en parte sí. Los beat entran contacto con los árabes por el tema de las drogas —es decir, por el asunto del kif— que es un punto de contacto importante. ¿Cómo se puede entrar en contacto con la gente? Al fin y al cabo, se hace a niveles elementales: el sexo, las costumbres, las drogas… Pero más allá de eso, los beat están coordinados por la música pop, por una forma de vestir, por un estilo de vida; es algo que ha influido a la juventud de todo el mundo, no sólo en los países occidentales, sino también en el Este. D. O.: Amplitud de miras, aquello de lo que el colono europeo carece ¿no es eso? W. B.: Sí. Los antiguos colonos siguen anclados en el siglo

XIX.

«Esta gente

es verdaderamente encantadora, pero, por supuesto, nunca los entenderemos de verdad, en realidad no.» Y a continuación, ofrecen alguna anécdota para ilustrar lo pintorescos que son los árabes y lo diferente que su mentalidad es de la nuestra. Ellos ven a los árabes desde fuera, como observadores, y con ideas preconcebidas acerca de cómo piensan. Los beatniks no adoptan este punto de vista folklórico. Dan por supuesto que los árabes piensan de una forma que no difiere fundamentalmente de la suya y establecen contacto con ellos de forma directa. Los viejos colonos crean un abismo por el simple hecho de dar por sentado que existe. D. O.: ¿Qué piensa usted de Mailer, Bellow y Capote? W. B.: Es una pregunta muy difícil… Uno tiene que tener cuidado con lo que dice de sus colegas literarios. Por desgracia no soy un gran lector y cuando leo tiendo a leer ciencia ficción, así que la verdad es que no puedo hablar con demasiado criterio. He leído una de las primeras obras de Mailer, Los desnudos y los muertos, que me pareció una novela muy buena, y El hombre en suspenso, de Bellow, que me gustó. Creo que las primeras obras de Capote demostraban un talento extraordinario y nada habitual, cosa que no puedo decir de A sangre

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fría, que en mi opinión podría haber sido escrita por cualquier redactor jefe de The New Yorker. D. O.: Como la mayoría de sus colegas de otros países, los escritores norteamericanos parecen especialmente interesados en juzgarse, apoyarse o condenarse unos a otros, y al parecer cada uno de ello tiene la impresión de que sólo él está en posesión de la verdad. ¿Cómo le hace sentirse este tipo de cosas? W. B.: Bueno, eso de las camarillas de escritores ha ocurrido siempre. Creo que llegó al punto culminante en Francia, cuando los surrealistas se dedicaron a atacar a todos los demás escritores. Breton pasó gran parte de su tiempo escribiendo cartas insultantes a otros escritores… Personalmente, creo que las discusiones literarias son una pérdida de tiempo tremenda. No me interesa meterme en polémicas, manifiestos y condenas de otros escritores y otras escuelas literarias. D. O.: ¿Ha habido escritores de la tradición «clásica» convencional que hayan logrado escapar al encierro de las palabras? W. B.: Bueno, la expresión «escapar al encierro de las palabras» resulta un tanto equívoca. Creo que hay escritores de la tradición clásica convencional que han logrado efectos extraordinarios con las palabras que a veces iban más allá de éstas. Uno de mis escritores favoritos es Joseph Conrad, que desde luego pertenece a la tradición clásica, y escribió algunos libros muy notables en colaboración con Ford Madox Ford que en la actualidad son muy poco leídos. Mencionaría Los herederos y Romance, en los que hay pasajes en que el autor parece escapar a las palabras o ir más allá de ellas, dentro de una forma narrativa absolutamente convencional y muy clásica. D. O.: Finnegan’s Wake suele considerarse, en general, como un magnífico callejón sin salida literario. ¿Usted qué opina? W. B.: Creo que Finnegan’s Wake más bien ilustra la trampa en la que puede caer la literatura experimental cuando se convierte en puramente experimental. En cualquier experimento dado, yo llegaría hasta cierto punto y luego regresaría; es decir, ahora vuelvo a escribir narrativa lineal puramente

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convencional, pero aplico lo que he aprendido del cut-up y demás técnicas a los problemas de la escritura convencional. Si se va demasiado lejos en una dirección, sencillamente ya no puede volver y uno se queda allí completamente aislado, como aquel antropólogo que pasó los últimos veinte años de su vida inmerso en la controversia sobre las batatas, que radicaba en si éstas eran originarias del Nuevo Mundo o si habían llegado flotando desde Indonesia o viceversa. Esto duró veinte años en el transcurso de los cuales escribió cartas mordaces a varias publicaciones antropológicas muy especializadas atacando a quienes se oponían a sus puntos de vista; ¡pero me he olvidado de en qué dirección creía que había viajado la batata! D. O.: ¿Beckett? ¿Genet? W. B.: Tanto a Beckett como a Genet los admiro sin reservas. Ambos son escritores excepcionales, creo. Y, por supuesto, Genet no es un innovador verbal ni pretende serlo. Pertenece a la tradición clásica, y ahí tenemos a otro autor que, utilizando la tradición clásica, desde luego parece escapar al encierro de las palabras y obtener logros que uno creería imposibles de lograr con palabras. D. O.: ¿Qué opina usted del compromiso de los escritores que confían en obtener remedio o mejoras para nuestra civilización a través de la militancia política? ¿Cree usted que esta clase de actividad tiende a limitar la capacidad creadora o quizá a poner de manifiesto sus limitaciones? W. B.: Pienso que un compromiso excesivo con objetivos políticos limita sin lugar a dudas la capacidad creadora; uno tiende a convertirse en polemista más que en escritor. Al ser muy escéptico en lo que a política se refiere y estar en contra del concepto de nación como tal, que la política presupone, el compromiso me parece algo muy semejante a un callejón sin salida, al menos para mí. Supongo que hay escritores cuya inspiración procede realmente de su compromiso político y que a veces logran buenos resultados. Malraux es un ejemplo que viene al caso: una de sus primeras obras, como La condición humana, sin duda arraigada en su compromiso político, es no obstante una gran novela.

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D. O.: Las técnicas literarias de Raymond Roussell pretenden enredar al escritor en un sistema; las suyas, por el contrario, tienden a liberarlo. ¿Qué importancia tiene la técnica para un escritor? W. B.: Bueno, puede tratarse de experimentos interesantes, y algunos servirán y otros no. En el caso de algunos de estos experimentos se puede decir que el autor ha realizado un experimento muy interesante y que resulta absolutamente ilegible. Yo también he realizado muchos experimentos de esa clase. He escrito cosas que consideré interesantes desde el punto de vista experimental, pero que eran sencillamente ilegibles. D. O.: ¿Necesita usted al lector? W. B.: Un novelista se dedica fundamentalmente a crear personajes. Necesita al lector en tanto espera que algunos de sus lectores se conviertan en personajes suyos. Los necesita como vehículos sobre los que escribe. La pregunta que suele hacérsele a un escritor es: «¿Escribiría usted si estuviera en una isla desierta y nadie pudiera leerle?» Yo respondería que sí, que por supuesto, escribiría para poder crear personajes. Para mí mis personajes son tan reales como las llamadas personas reales, y esa es una de las razones por las que no estoy sometido a lo que se conoce como soledad. Tengo mucha compañía.

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2. ¡Prisioneros de la Tierra, salid!

DANIEL ODIER: Hablábamos de imágenes y palabras que aprisionan al hombre, y que son la consecuencia lógica de un descomunal sistema de aniquilamiento. El siguiente paso sería localizar los diversos resortes del mecanismo y, para empezar, sus orígenes. ¿Cómo lo ve usted? WILLIAM BURROUGHS: Las imágenes y las palabras son los instrumentos de control empleados por la prensa cotidiana y por revistas como Time, Life, Newsweek y sus homólogas inglesas y europeas. Por supuesto, se puede utilizar un instrumento sin conocer su naturaleza fundamental ni sus orígenes. Para llegar a sus orígenes tenemos que analizar los propios instrumentos, esto es, la naturaleza real de la palabra y la imagen. Quienes utilizan la palabra y la imagen como instrumentos de control tratan de desalentar estas vías de investigación. Por eso no sabemos lo que son una palabra ni una imagen. El estudio de las lenguas jeroglíficas demuestra que una palabra es una imagen… la palabra escrita es una imagen. Ahora bien, hay una diferencia importante entre las lenguas jeroglíficas y las silábicas. Si muestro un cartel con la palabra «ROSA» escrita en él y usted lo lee, se verá forzado a repetirse a sí mismo la palabra «ROSA». Si yo le enseño la imagen de una rosa, no hace falta que usted repita la palabra. Puede registrar la imagen en silencio. Una lengua silábica obliga a verbalizar de acuerdo con patrones auditivos, una lengua jeroglífica no. Creo que cualquier persona interesada en descubrir la exacta relación que hay entre palabra e imagen debería de estudiar una forma de escritura jeroglífica simplificada. Semejante estudio tendería a debilitar la reacción verbal automática frente a la palabra. Son precisamente estas reacciones automáticas frente a las propias palabras las que permiten a los manipuladores de las palabras controlar el pensamiento a escala masiva. D. O.: ¿Qué importancia tiene el poder, en todas sus formas, dentro de la maquinaria destructiva?

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W. B.: La maquinaria destructiva consiste precisamente en el ejercicio del poder por el poder. Se diría que se trata de algo que ha existido a lo largo de toda la toda la historia, y en cierto sentido es así. Es una cuestión de grado. El poder a la antigua, el Generalísimo que liquida de un tiro a un gobernador provincial en su despacho, tiene objetivis que lo autolimitan, y al menos cierto instinto de conservación. Confundir esta clase de poder a la antigua con las manifestaciones de demencia controladora que vemos actualmente en este planeta sería como confundir una verruga en vías de desaparición con un cáncer en plena proliferación. Tanto daría esperar cierta moderación, o al menos de instinto de conservación, por parte del virus de la rabia, que muere cuando lo hace su víctima, tras haber cumplido su misión. Lo que vemos en la actualidad es el poder ejercido con objetivos puramente destructivos. Lo sepan o no, los controladores actuales están condenados a la aniquilación. D. O.: ¿Y qué hay del dinero y la propiedad? W. B.: Los intereses creados del poder y/o del dinero son quizá el factor más poderoso que se opone a la libertad individual. Se suprimen descubrimientos y productos nuevos porque amenazan intereses creados. La clase médica está suprimiendo el acumulador de orgón de Reich y sus descubrimientos sobre los usos y peligros de la energía orgónica. Se están suprimiendo la Dianética y la Cienciología, descubiertos por el señor L. Ron Hubbard. Están suprimiendo el uso de dosis masivas de vitamina E para la prevención de las enfermedades cardíacas, y el uso de dosis masivas de vitamina A para curar resfriados. (Llevo treinta años empleando este sencillo remedio y funciona. Todas aquellas personas a las que se lo he recomendado han descubierto que cura el resfriado o al menos lo modera. Ante las primeras dolencias faríngeas que preceden al comienzo de un resfriado corriente, se toma uno quinientas mil unidades de vitamina A. Sólo de vitamina A. Y nada de vitamina C, que es completamente inútil para los resfriados. Una vez estuve pensando en comercializar este remedio, pero me dijeron que no se podía hacer porque la Asociación Americana de Médicos (AMA) se opone a la automedicación. La AMA se opone a la automedicación si es eficaz.). La clase médica está impidiendo que se utilice la apomorfina para tratar el alcoholismo y la drogadicción, así como para la regulación general de las perturbaciones del

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metabolismo. La clase médica tiene intereses creados en la enfermedad. Suprime cualquier descubrimiento que ataque las enfermedades de raíz. Los grupos de presión inmobiliarios tienen intereses creados en la escasez de viviendas. Sabotean cualquier intento de proporcionar casas buenas y baratas. Un ejemplo de este sabotaje es el caso de la vivienda Lustron. Un individuo llamado Lustron diseñó un modelo de casa prefabricada a base de acero esmaltado con una capa aislante en medio. La casa era a prueba de termitas, a prueba de oxidación y a prueba de los años. Seguiría en pie un millar de años después. Lustron planeaba sacarla al mercado por un precio de cinco mil dólares. Sólo logró fabricar unos centenares de casas antes de que los grupos de presión inmobiliarios lo obligaran a cerrar el negocio impidiéndole obtener los materiales que necesitaba. El coche Tucker es otro ejemplo. Tucker diseñó un coche tan superior a cualquier otro que hubiera en el mercado que habría obligado a las grandes empresas automovilísticas a cambiar sus matrices y a producir coches capaces de rendir lo mismo. Dado que podían vender los coches de inferior calidad que ya estaban preparados para producir, era más fácil y barato bloquear a Tucker. ¡Lo dejaron sin materias primas! Tucker perdió veinte millones de dólares y estuvo a punto de acabar en la cárcel. El coche Tucker nunca llegó al mercado. Otro ejemplo sería el bloqueo de la industria del ramio por los Dupont y otros fabricantes de fibras sintéticas. ¿Dónde están los helicópteros a pedales que deberíamos tener a estas alturas? ¿Dónde están las casas de aluminio? La policía tiene intereses creados en la criminalidad. El Departamento de Narcóticos tiene intereses creados en la adicción. Los políticos tienen intereses creados en la existencia de las naciones. Los militares tienen intereses creados en la guerra. Los intereses creados, sean privados, del capital u oficiales, suprimen cualquier descubrimiento, producto o forma de pensar que amenace su coto de monopolio. Tanto en Estados Unidos como en Rusia, la guerra fría sirve de pretexto para ocultar y monopolizar la investigación, y limitar así el conocimiento a los organismos oficiales. No es exagerado decir que en la actualidad toda investigación importante es de alto secreto, hasta que alguien se 47

va de la lengua. Es el caso de los infrasonidos. Cito de un artículo de Sunday Times del 16 de abril de 1967, «Acústica», de Frank Dorsey, titulado «Joshua Knew a Thing or Two» («Josué sabía alguna cosilla que otra.»): «El mundo no está precisamente falto de armamento letal, pero un equipo de científicos franceses de Marsella trabaja en un rayo de la muerte, una máquina diseñada para conseguir un método completamente nuevo de destruir a los seres humanos. El proyecto comenzó cuando el laboratorio de electroacústica se trasladó a un nuevo edificio hace tres años. Entonces el personal comenzó a quejarse de jaquecas y náuseas, y se puso en marcha una investigación. Se sospechaba de las ondas electromagnéticas, que fueron eliminadas; se hizo otro tanto con las ondas ultrasónicas. Llegados a este punto, uno de los técnicos sacó un anticuado detector de infrasonidos, es decir, de vibraciones de aire que se repiten a un ritmo inferior a diez veces por segundo o diez hertzios. (El oído humano percibe como vibraciones sonoras las comprendidas entre los dieciséis y veinte mil hertzios). Se había utilizado durante la Primera Guerra Mundial para distinguir el fuego de los cañones del movimiento de trenes demasiado lejanos para que el oído pudiera diferenciarlos. En seguida identifiqué la fuente del malestar: el ventilador gigante de la fábrica de al lado. Tras modificar la frecuencia del ventilador, el equipo de cinco hombres encabezado por el profesor Vladimir Gavreau decidió seguir investigando acerca de las propiedades de los infrasonidos.» Como todo el mundo sabe, el sonido es una sucesión de ondas en las que el aire se ve alternativamente comprimido y descomprimido. Las vibraciones rápidas atraviesan los objetos sólidos o rebotan al tropezar con ellos, causando por lo general pocos daños, incluso cuando son muy fuertes. Pero las vibraciones lentas, por debajo del nivel auditivo, pueden llegar a crear una especie de acción pendular, una reverberación en los objetos sólidos que aumenta rápidamente hasta alcanzar una intensidad intolerable. Para estudiar este fenómeno, el equipo construyó un silbato gigante y lo conectó a una manguera de aire comprimido. Luego pusieron en marcha el aire. Según el profesor Gavreau: «Afortunadamente pudimos cortarlo enseguida. Todos nos encontramos mal durante horas. Nos vibraba todo: el estómago, el corazón, los 48

pulmones. También enfermó todo el personal de los demás laboratorios. Y se enfadaron mucho con nosotros.» El primer soplido fue audible sólo al bajar hasta los ciento noventa hertzios. Tenía una fuerza acústica de aproximadamente cien vatios, comparado con un único vatio del silbato de un árbitro de fútbol. A partir de aquel momento, el equipo se esforzó en reducir la frecuencia, pero teniendo cuidado en mantener baja la entrada de energía. Construyeron un silbato más grande, de aproximadamente un metro y medio de ancho. Emitía un sonido muy débil, pero audible, de unos treinta y siete hertzios. De haberlo puesto a toda potencia hubiera desarrollado dos mil vatios y el edificio se hubiera derrumbado, igual que las murallas de Jericó ante la trompeta de Josué. Dada la fuerza empleada, no ha hecho más que provocar griets en el techo. El equipo ha descubierto que siete hertzios es la longitud de onda más peligrosa para la vida humana. A siete hertzios, emitidos a muy baja potencia, se siente una vaga impresión de sonido y una sensación generalizada de malestar. A tres hertzios y medio no se oye nada directamente, pero se produce un curioso efecto secundario. Los sonidos próximos, como el del aire que sisea en la tubería, adquieren una cualidad vibrante: vibran a tres pulsaciones y media por segundo. Todos los sonidos vecinos parecen ulular rítmicamente. El equipo ha padecido a consecuencia de sus experimentos. Algunas de las lesiones invisibles parecen ser persistentes. Según el profesor Gavreau: «No sólo afecta a los oídos, sino que penetra directamente en los órganos internos. Se produce una especie de fricción entre los diversos órganos debido a una especie de resonancia. Esto provoca una irritación tan intensa que, horas más tarde, cualquier sonido de baja frecuencia parece reverberar dentro del cuerpo de uno.» Para convertirlo en arma militar, los científicos se proponen recurrir a una especie de silbato de guardia, tal vez de una anchura de aproximadamente cinco metros y medio, montarlo en un camión, e insuflarle aire con un ventilador accionado por un pequeño motor de aviación. Esta arma, dicen, emitirá unos diez mil vatios acústicos capaces de destruirlo todo. Podría matar a un hombre a una distancia de ocho kilómetros. Hay una pega: de momento la máquina es tan peligrosa para quienes la manejan como para el enemigo. El equipo trabaja para dar con la forma de dirigirla. Se han probado diversos sistemas de bafles, pero el

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método más prometedor parece ser propagar un sonido diferente y complementario a una longitud de onda por detrás de la máquina. Esto modifica la frecuencia de la longitud de las ondas que avanzan en esa dirección, protegiendo así a cualquiera que se halle detrás de la máquina. Existe, cómo no, una forma mucho más simple de protegerse: operar la máquina desde una distancia segura. Este resumen de las experiencias del profesor Gavreau con los infrasonidos se basa en el artículo del Sunday Times. Apareció

un

artículo

mucho

más

extenso

en

una

publicación

estadounidense, el National Enquirer, vol. 42, nº 27, 10 de marzo de 1968. Los descubrimientos del profesor Gravreau han sido patentados y cualquiera puede obtener los planos y una descripción completa de la oficina francesa de patentes por el precio de dos francos. Sin duda, hay proyectos de alto secreto explorando las posibilidades militares de los infrasonidos. Puesto que los infrasonidos no mortíferos paralizan las funciones psíquicas —en palabras del profesor Garvreau, «era incapaz de sumar dos y dos»—, pues bien, sume dos y dos y verá que los sonidos son un arma ideal contra elementos disidentes dentro del sistema establecido. Esperemos que los aficionados obtengan los planos y experimenten. Los materiales necesarios son baratos y fáciles de obtener. Quizá los infrasonidos tengan propiedades terapéuticas a bajo volumen, y los infrasonidos al límite podrían añadir una nueva dimensión a la música pop. Otro científico que difundió a los cuatro vientos sus descubrimientos fue Wilhelm Reich. Murió en una prisión federal. La mayor parte de ustedes sabe algo acerca de los experimentos, descubrimientos y teorías de Reich, por lo que no voy a hacer un resumen detallado. Los libros de Reich todavía se pueden comprar, pese a la quema llevada a cabo por los cerdos de la Food and Drug Administration para emular a sus prototipos nazis. Me gustaría llamar la atención sobre los experimentos realizados por Reich con la DOR. (Deadly Orgone Radiation, Orgón Mortal). La DOR se produce colocando cualquier material radioactivo dentro de un acumulador de orgón. En sus experimentos, Reich utilizó cantidades muy pequeñas de materia radiactiva. Sin embargo, el efecto ha sido descrito como semejante a «ser golpeado en la cabeza con un

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mazo». Uno de los sujetos sometidos al experimento casi murió como consecuencia de la prueba. Una exposición muy débil produce confusión mental, depresión, ansiedad y desasosiego. Al igual que los infrasonidos, la DOR posee una gama que va de lo casi imperceptible a lo mortífero. Los experimentos con la DOR se describen con detalle en el capítulo titulado «Física Orgónica» de las Obras escogidas de Wilhelm Reich3. Cualquiera que tenga un reloj con esfera de radio puede repetir estos experimentos. Parece ser que la inmunidad al DOR se obtiene mediante la exposición gradual. De hecho, la finalidad de los experimentos con la DOR era encontrar el medio de transmitir inmunización colectiva a las enfermedades radiactivas. Como sabe, los libros y los papeles de Reich fueron quemados, sus experimentos fueron declarados ilegales y él acabó en la cárcel. Me atrevería como mínimo a decir que es probable que los organismos oficiales estén llevando a cabo experimentos secretos de alto secreto con la DOR. Sin duda, los experimentos que ofrecen cualquier posibilidad de inmunización frente a las enfermedades radiactivas merecen ser plenamente explorados y ampliamente difundidos. El señor L. Ron Hubbard, el fundador de la Dianética y de la Cienciología, también ha sido perseguido por la Food and Drug Administration. Hasta la fecha, el señor Hubbard ha rehusado publicar sus últimos descubrimientos. Todo parece indicar que los descubrimientos de la Cienciología están siendo utilizados por la CIA y otros organismos oficiales. Habiendo caído estos descubrimientos en las peores manos posibles, es de esperar que el señor Hubbard revise su política actual. El señor Hubbard tiene el mérito de haber hecho pública un arma secreta ampliamente utilizada por rusos y estadounidenses en la lúgubre farsa de la guerra fría. Se trata de la hipnosis mediante dolor y drogas. La hipnosis normal no obliga al sujeto a actuar contra sus preceptos morales, sus propios intereses o su propia integridad física. La hipnosis mediante dolor y drogas, sí. Se droga al sujeto hasta que pierde el sentido, se le golpea de forma que no queden señales —con el listín telefónico o con una almohada dura— y se le sugestiona. El sujeto obedecerá estas sugestiones sin darse cuenta de que ha sido drogado y sometido 3

Ed. cast.: Obras escogidas, trad. Luis Fabricant y Felipe Suárez, RBA Coleccionables,

Barcelona 2006. (N. del t.)

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a hipnosis con dolor y drogas. Obedecerá las sugestiones por mucho que contradigan sus principios morales o sus intereses. Incluso se le puede inducir al suicidio. Con

toda probabilidad,

en el caso

de Reich

y Hubbard, sus

descubrimientos han sido silenciados por los organismos oficiales para ocultar experimentos secretos en el mismo sentido. Un reciente artículo de la revista Esquire, escrito por un antiguo agente de la CIA contiene la siguiente anécdota: un individuo que tenía fotos de Bahía de Cochinos iba camino de la redacción de un periódico cuando el agente que le seguía telefoneó a un «número especial» en Washington. «Mientras iba de camino hacia la redacción del periódico le atropelló el camión de una lavandería.» No es tan fácil atropellar a alguien que está paseando por la ciudad; al fin y al cabo, la gente suele mirar antes de cruzar la calle. Me aventuraría a conjeturar que fue un láser lo que lo colocó delante del camión de la lavandería. Los láser son capaces de poner y sacar a los satélites de órbita. Podrían poner a alguien delante de un camión. ¿Están estos conocimientos en las mejores manos? Hace nueve años hablé con un químico holandés en Ámsterdam, que me dijo que habían sintetizado una droga infinitamente más potente que el LSD y que no podían asumir la responsabilidad de ensayarla con sujetos humanos debido a la posibilidad de lesiones residuales en el cerebro. Más tarde oí que la droga había sido entregada a «organismos oficiales» estadounidenses. Podría muy bien tratarse del «gas nervioso no mortal» utilizado en Vietnam. Hace poco alguien relacionado con el proyecto de investigación sobre el láser dirigido por la Marina de los Estados Unidos me dijo: «De hecho, se puede enviar un pensamiento.» Experimentos realizados en Noruega hace algunos años apuntaban a la posibilidad de activar patrones de habla directamente en el cerebro mediante un campo electromagnético. ¿Oye voces últimamente? La Caja Negra, que produce iones positivos que permiten a cualquiera que esté dentro de su campo de acción operar a un alto nivel de eficiencia sin fatiga, fue utilizada por el ejército de los Estados Unidos y mantenida en secreto durante diez años. ¿Está ya en el mercado?

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Investigaciones importantes, que podrían usarse para liberar al espíritu humano, están siendo monopolizadas por intelectos mezquinos en nombre de la «seguridad nacional» ¿Qué saca usted de la «seguridad nacional»? La guerra fría es un factor fundamental para el mantenimiento de las clases dirigentes tanto de Occidente como de Rusia y tiene todas las características de un acuerdo bajo mano. Las investigaciones clasificadas como de alto secreto no lo son porque los rusos pueden descubrirlas. Los rusos ya las conocen y, en la mayor parte de casos, llevan mucho adelanto con respecto a Occidente. Las investigaciones de alto secreto lo son porque las clases dirigentes no quieren que la juventud de todo el mundo descubra lo que están haciendo. D. O.: El lemur es un extraño animal que usted menciona en El almuerzo desnudo. ¿Qué simboliza? W. B.: Parece ser que en una época hubo muchos experimentos humanoides, y que algunos eran demasiado grandes, otros eran demasiado pequeños, otros eran incapaces de trabajar en equipo… El lemur es una de tales posibilidades. Es posible que alguna haya habido seres reales semejantes al lemur, hace unos quinientos mil años. Seguramente desaparecieron porque no eran lo bastante agresivos. En un libro muy interesante titulado Génesis en África Robert Ardrey desarrolla una teoría que sostiene que el hombre apareció en las llanuras africanas y que sobrevivió porque era un asesino. «El mono agresivo del Sur», le llama. «El hombre no nació en Asia ni en estado de inocencia. El hogar de nuestros padres fue el altiplano africano, en una sabana de cielo límpidos preñada de amenazas.» D. O.: ¿Cree usted en las promesas frecuentemente reiteradas de una humanidad futura mejor gracias al desarrollo de la automatización o a la tecnología en general? W. B.: Decididamente no. Eso depende de quién dirija la tecnología, dado que la tecnología es un instrumento más o menos neutral. No hemos visto nada tranquilizador en ese sentido. En vista la gente que detenta actualmente el poder, cuanto más eficiente sea la tecnología, mayor será la amenaza que representan. D. O.: ¿Hay alguna forma de escapar a la «Conspiración Nova»? 53

W. B.: Ahora mismo creo que todo pende de un hilo. D. O.: En sus libros hay individuos clasificados en diversas categorías: los factualistas, los licuacionistas, los divisionistas. ¿Qué representan? W. B.: Eso fue en El almuerzo desnudo, y era una clasificación bastante tosca y aproximativa, y creo que en el libro se explica. No se sostiene muy bien en la actualidad y ahora no usaría las mismas categorías. D. O.: ¿Cómo se lleva a cabo hoy el exterminio de los resistentes en los hornos Nova? W. B.: La máquina tiene muchas formas de lidiar con cualquiera que le resulte

incómodo.

Personas

como

Wilhelm

Reich,

por

ejemplo.

Caracterológicamente no estaba capacitado para defenderse; carecía de sentido del humor y no se dio cuenta de con quién o a qué se enfrentaba. Primero le indujeron a la paranoia, a cometer errores, a ignorar los mandatos y citaciones federales. Finalmente lo enviaron a la cárcel y allí murió. Hay otros muchos ejemplos… Las leyes antidroga son un pretexto para ampliar el poder de la policía, aumentar el número de policías y organizar un Estado policíaco con la colaboración de una prensa controlada. La legislación antidroga es un pretexto para difamar a cualquiera que se oponga al Estado policíaco. En primera página: fulano de tal detenido por drogas en una redada. Ciertas sustancias —lacre, hierbas aromáticas, jabón— han pasado a disposición del laboratorio forense para su posterior análisis. Dos semanas después, en la última página: no se ha presentado ningún cargo contra fulano de tal. Mientras tanto, fulano de tal ha perdido su empleo, ha sido desnudado y registrado en siete aeropuertos, y cada uno de esos registros ha salido en primera plana. Jamás se ha aplicado tan vergonzosamente el principio macartista de culpabilidad por asociación como en la prensa inglesa actual. He aquí una muestra: «Los aduaneros registran a otros dos conjuntos pop: El equipaje y automóvil de otros dos conjuntos ingleses de música pop ha sido registrado por el personal de aduanas del aeropuerto de Sidney. El registro siguió al decomiso de dos libros propiedad de Eric Burdon: The History of Eroticism, de Kenneth Anger, y An Olympia Reader, que contiene una selección de cuentos de varios autores, entre ellos Henry Miller.» La prensa tiene muchas 54

formas de causar molestias o incapacitar a cualquiera que se interponga en el camino de la máquina. D. O.: ¿A qué cree usted que se debe el deseo de uniformidad intelectual que parecen experimentar tan violentamente las sociedades dominadas por el poder del dinero? W. B.: La uniformidad intelectual se hace cada vez más necesaria a medida que las contradicciones y los fracasos de la sociedad se vuelven cada vez más obvias. Las cosas han llegado a un punto en el que expresar cualquier opinión sensata es poco menos que un delito. Si usted expresa una opinión moderada acerca de las drogas, se le acusa de fomentar su uso y se le denuncia como criminal. Insinúe que hay cualquier cosa fundamental en la sociedad que anda mal, y lo tacharán de anarquista que amenaza los cimientos mismos del orden civilizado. No pueden dejar ningún margen porque las contradicciones son demasiado flagrantes. ¿Sucede lo mismo en otro tipo de sociedades? Pues claro. Ocurre tanto en Rusia como en China, y de forma muy marcada. No es sólo un problema de dinero, sino de cualesquiera que sean los intereses creados del poder. No pueden tolerar desviación alguna. D. O.: Se nos promete que la Máquina salvará a la especie humana en un futuro próximo. ¿Cómo ve usted esta salvación? W. B.: Bueno, no veo cómo podría llegar, puesto que la máquina está dirigida por alguien y tiene que estar controlada por alguien, y dependerá por tanto de las intenciones e inteligencia del operador. Wieners nos advirtió que la máquina puede pensar mil veces más deprisa que nosotros, y bien puede arrastrar a sus dueños al desastre antes de que se den cuenta de lo que está haciendo. Usted introduzca en la máquina órdenes como «Gana la guerra de Vietnam a cualquier precio», y la máquina irá adelante y lo hará, pero usted no sabe lo que puede suceder. No, en manos de los individuos y grupos que actualmente detentan el poder en este planeta, no veo ninguna salvación en las máquinas, ni en la maquinaria, ni en la tecnología, ni en los ordenadores. D. O.: Muchos creen que la censura es una salvaguardia útil y que no todo el mundo debería estar expuesto a todo. ¿Qué piensa usted?

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W. B.: Pienso que hay que abolir cualquier forma de censura. No creo que los llamados libros obscenos hayan inspirado nunca a nadie a cometer ningún crimen más grave que masturbarse. Ahora bien, existe un tipo de escritos que sí induce a la gente a cometer crímenes, y son lo que escribe la prensa internacional. Robert Benjamin Smith, de dieciocho años, de Mesa, acusado del asesinato de cuatro mujeres y una niña el 12 de noviembre en una escuela de estética de Mesa, se declaró inocente el miércoles alegando enfermedad mental. Smith le dijo al sargento de policía Ray Gómez que obtuvo la idea leyendo acerca de asesinatos en serie cometidos en Chicago y en Austin, Texas. Si se escarba en los registros de los depósitos de cadáveres se comprobará cuántas veces el preso obtuvo la idea leyendo sobre algo similar leído en la prensa. Al individuo que le disparó a Rudy Dutschke se le ocurrió la idea leyendo acerca del asesinato de Martin Luther King. La disculpa alegada para censurar la literatura narrativa, según la cual ésta induce a la gente a delinquir, es absolutamente ridícula en vista de los crímenes cometidos a diario por personas que se inspiran en lo que leen en la prensa. Y la televisión viene a ser igual de nefasta, porque este medio mezcla noticiarios sobre cosas que están ocurriendo en la actualidad con ficción. Situada en esa yuxtaposición, la ficción parece ejercer más influencia: hay cuatro o cinco casos recientes de jóvenes que se han ahorcado después de ver un western por la televisión. Un factor añadido son los telediarios, las cosas que están sucediendo realmente, a diferencia de la ficción, que todo el mundo entiende que es fantasía. La gente no sale corriendo a cometer asesinatos después de haber leído a Agatha Christie, pero sí que comete asesinatos después de haber leído acerca de otros asesinatos en la prensa. A propósito, creo que en Dinamarca acaban de suprimir todo tipo de censura y no ha pasado absolutamente nada. De hecho, las estadísticas, aunque todavía no sean definitivas, indican una disminución de los casos de violación y demás delitos sexuales violentos. Lo que la gente en el poder intenta ocultar a través de la censura es el hecho de que si se suprimiera toda clase de censura no pasaría nada. D. O.: En Boston hubo un juicio sobre El almuerzo desnudo. Norman Mailer y Allen Ginsberg testificaron a su favor. ¿Estuvo usted presente? ¿Qué impresión le causó el juicio? 56

W. B.: No, yo no estuve. Me pidieron que me personara, pero me negué. Tenía la impresión de que era todo una farsa total. La defensa intentó demostrar que El almuerzo desnudo tenía relevancia social, y a mí me parece que eso no venía al caso y que no va al fondo del problema de la existencia de la censura como tal, que es el derecho del gobierno a ejercer censura alguna. Estoy seguro de que mi presencia allí tampoco habría servido de mucho. D. O.: Cuando la gente califica a una obra de pornográfica, ¿qué cree usted que quieren decir? W. B.: No creo que signifique nada, y ellos tampoco lo creen, porque la definición de pornografía —la definición legal— es cada vez más confusa. Ahora dicen que si tiene alguna relevancia social atenuante, signifique eso lo que sea, ya no es pornografía. Además, las decisiones judiciales son cada vez más contradictorias: «Por explotar la pornografía para con ánimo de lucro.» Bueno, por supuesto que cualquier editor confía en obtener beneficios de sus libros. Pienso que es una de esas palabras de doble filo con connotaciones denigrantes que carecen de todo significado preciso. D. O.: ¿Cree usted que en las cosas que consiguen sortear la censura hay pornografía en el sentido habitual de la palabra sólo que disfrazada? W. B.: ¡Claro que sí! No cabe duda de que se salen con la suya muchísimas veces; es muchísimo lo que se cuela. Y por supuesto, está todo el problema de la pornografía de la violencia, que seguramente tiene más probabilidades de tener efectos negativos que la pornografía sexual, aunque yo no crea en censuras de ninguna clase, ni en el cine, ni en el teatro, ni en la literatura. Pero sí, desde luego, es muchísimo lo que se cuela siempre y cuando vaya un poquito encubierta. D. O.: ¿Hay alguna vía política para la liberación del mundo? Un cambio ideológico radical, por ejemplo, la sustitución del mundo capitalista por el socialista, ¿sería una solución? W. B.: Yo opino que rotundamente no, porque los socialistas no hacen más que barajar las mismas fórmulas de siempre. ¿Qué sucede, por ejemplo, cuando el gobierno se apodera de los llamados medios de producción? Nada. En la

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actualidad las fábricas occidentales son prácticamente de propiedad estatal. Es decir, puede que alguien sea propietario de la fábrica, pero se le dice desde fuera cuánto debe pagar a los trabajadores o a cuánta gente tiene que emplear… Es poco más que un director y su posición no se distingue demasiado de la del director de una fábrica rusa. No creo que supusiera diferencia alguna apenas. D. O.: Quizá los anarquistas estén entre los pocos que ofrecen posibles soluciones para el futuro. ¿Cree usted en las soluciones anarquistas? W. B.: No sé muy bien cuáles son, aunque sí que diré lo siguiente: no creo en ninguna solución de medias tintas. A menos que logremos abolir el concepto mismo de nación y de familia no vamos a ninguna parte. Vendría a ser lo mismo con otro nombre. Por ejemplo, yo no veo ninguna solución en las Naciones Unidas. Naciones Unidas… ahí mismo tiene el problema, en Naciones. Los anarquistas proponen abolir todas las leyes, pero las leyes, por supuesto, no son más que una consecuencia de las naciones. Me parece que no van a la raíz del problema, sino que plantean una solución para un hecho consumado que no va a funcionar. Dejan en pie la nación y dicen que vamos a a abolir las leyes. Eso es como intentar abolir los síntomas de una enfermedad y a la vez dejar intacta la enfermedad como tal. D. O.: La eliminación del dinero, ¿podría alterar las estructuras de la sociedad? W. B.: En 1959, en Minutes to Go, escribí: «Estoy terriblemente débil, y apenas puedo volver a casa tambaleándome, cariño, el dólar se ha hundido.» Minutes to Go, que incorporó por primera vez los experimentos con el cut-up, ha resultado ser un libro profético. Es evidente que algo falla en el concepto mismo del dinero. Cada vez hace falta más para comprar cada vez menos. El dinero es como el jaco. La dosis que te deja bien el lunes no te dejará bien el viernes. Vamos a toda velocidad camino de una inflación mundial comparable a la que se produjo en Alemania después de la Primera Guerra Mundial. Los ricos están atesorando desesperadamente oro, diamantes, antigüedades, pinturas, primeras ediciones, sellos, comida, licores, medicinas, herramientas y armas. Una vez, el heredero de una conocida familia de banqueros me contó un secreto de familia. Cuando un joven banquero alcanza cierto estado de 58

responsabilidad y conocimiento, lo conducen a una habitación llena de retratos familiares en cuyo centro hay un retrete dorado. Acude ahí a defecar todos los días hasta que se da cuenta de que el dinero es mierda. ¿Y qué devora la máquina monetaria para transformarlo en mierda? Devora la juventud, la espontaneidad, la vida, la belleza y, sobre todo, devora la creatividad. Devora calidad y caga cantidad. Hubo un tiempo en que la máquina se alimentaba con moderación de una despensa bien surtida, y reemplazaba lo que se comía. Ahora la máquina devora más deprisa, mucho más deprisa de lo que puede reponerse lo que devora. Ésta es la razón por la que el dinero, por propia naturaleza, cada vez vale menos. La gente quiere dinero para comprar lo que la máquina devora para cagar dinero. Cuanto más devora la máquina, menos queda. Así que tu dinero cada vez compra menos. El proceso va en progresión geométrica. Si Occidente no empieza antes una guerra nuclear, el sistema monetario se vendrá abajo a través del inexorable consumo de vida-arte-sabor-belleza por parte de la máquina para cagar cada vez más mierda que cada vez sirve para comprar cada vez menos vida-arte-sabor-belleza porque cada vez queda menos para comprar. La máquina lo está devorando todo. Llegará un día en que el dinero no pueda comprar nada, porque no quedará nada que pueda comprar. El dinero se eliminará a sí mismo. D. O.: El eje Beat/Hip, sobre todo figuras como Ginsberg, quiere transformar el mundo mediante el amor y la no violencia. ¿Comparte usted este empeño? W. B.: Rotundamente no. La gente que tiene el poder no desaparecerá por propia voluntad, y darles flores a los polis no servirá de nada. Esa forma de pensar está alentada por las clases dirigentes, a las que nada les gusta tanto como el amor y la no violencia. La única manera que me gusta ver recibir flores a los polis es dentro de macetas y desde una ventana bien alta. D. O.: ¿Cree usted en las virtudes pacificadoras del desarme? W. B.: No. No va a ocurrir, por una razón: no está ocurriendo y no puede ocurrir en función de sus propios criterios. En cuanto se tienen armas, el desarme se vuelve inverosímil. El absurdo mismo de gastar dinero en armamento es, para empezar, una excrecencia de la fórmula elemental de la

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nación, y mientras esa fórmula no sea atacada de raíz, es decir, mientras no se disuelva la familia biológica, no habrá ningún auténtico desarme… sólo conversaciones, comités y tonterías. D. O.: ¿Qué piensa usted de la pena capital? W. B.: Que es una práctica bárbara. Por supuesto, debería abolirse en todas partes. D. O.: ¿Existen realmente el bien y el mal? W. B.: En términos absolutos, no. Algo es bueno o malo según las necesidades y la naturaleza del organismo de uno. Lo que se opone o trata de aniquilar a una persona o especie es considerado por esa persona o especie como malo. Creo que es ingenuo basar absolutos sobre esta cuestión; el bien y el mal sólo existen en relación con las condiciones de vida de un organismo, especie o sociedad dados. D. O.: ¿Qué piensa usted del sistema penal? W. B.: Que es un disparate, una reliquia de la Edad Media. En primer lugar, la sociedad fabrica a los delincuentes de forma muy deliberada, en esos grandes campos de concentración a los que arrojan a los llamados delincuentes… muchos son psicópatas, es decir, refractarios al control. En cuanto se convierten en delincuentes ya no darán más problemas. Entran en el juego de policías y ladrones y pasan el resto de su vida en un campo de concentración. Pero ahora han comenzado a ampliar cada vez más estos campos de concentración por el procedimiento de dictar más leyes y convertir a cada vez más gente en delincuentes. Si se exigiera el cumplimiento de todas las leyes, prácticamente todo el mundo estaría en el campo de concentración, y todos los demás harían falta como guardianes. Han llegado a un punto muerto: o admiten que es todo una farsa y que las leyes no están ahí para que se cumplan, o las cambian, u obligan a cumplirlas. Y cualquiera de estas tres cosas les da miedo. No pueden admitir que se trata de una farsa, y no quieren hacer cambios fundamentales. Y, por supuesto, obligar a cumplir esas leyes sería lo más peligroso que podrían hacer. Tendrían que encarcelar a treinta o cuarenta millones de norteamericanos, y ¿cuántos harían falta para detener, custodiar y

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juzgar a tantos delincuentes? Tendríamos a todo el país entero convertido en una concha inmensa cerrada en torno a un lúgubre núcleo de infractores. ¿Cómo iba a sacar adelante la defensa nacional si se encarcelara a toda la juventud? En caso de una agresión, ¿dónde estarían sus soldados? Contemporizan, exactamente igual que en Inglaterra. No están dispuestos a realizar cambios sustanciales. No paran de repetir que eso no puede suceder aquí; sucedió en Francia, pero Inglaterra es diferente. El mundo occidental en conjunto está zozobrando en la estupidez absoluta, intentando hacer que funcione aquello que no puede funcionar de ninguna manera. D. O.: A menudo se habla de los países escandinavos como ejemplo de países exitosos. W. B.: Es una tarea fácil, son más pequeños. En Dinamarca, por ejemplo, hay cuatro millones de personas más o menos homogéneas. No tienen un problema de delincuencia. En Dinamarca no se puede delinquir: todo el mundo lo sabría enseguida. No tienen guetos. No tienen hampa, ni lugares dónde colocar los objetos robados. Allí han conseguido realmente que el delito, a cualquier escala, resulte imposible. Por supuesto, tienen un sistema penal muy civilizado para quienes cometen algún delito —algún que otro asesinato esporádico—, lo mismo que en Suecia. Simplemente, son países más pequeños, más homogéneos, donde el control de los factores es mucho más fácil. Allí no hay pobreza: no está permitido ser pobre. La gente no es muy feliz, pero no cabe duda de que está bien cuidada. D. O.: ¿Se es feliz en alguna parte? W. B.: En España, con toda la pobreza que tienen, desde luego son mucho más felices que en Suecia, con tanta prosperidad y su elevado nivel de vida. D. O.: No obstante, España es un buen ejemplo de país altamente controlado, con un gobierno represivo, una religión comecocos… de todo. W. B.: De todo. Tienen todo tipo de problemas. Pero verá, la pobreza mantiene a la gente ocupada. Allí se ve por la calle una felicidad en los rostros de la gente que no se ve en las calles suecas.

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D. O.: «Es necesario crear siempre tantos conflictos nuevos como sea posible y agravar siempre los conflictos existentes.» ¿Podría ser ésta una definición de política? W. B.: Sí. Creo que alguien ha escrito hace poco un libro en el que señalaba que la guerra es absolutamente esencial para el mantenimiento de la sociedad contemporánea, y que siempre tiene que haber alguna en marcha en alguna parte. Son necesarias tanto psicológica como económicamente, porque el concepto mismo de nación reposa sobre la hostilidad de otra nación al otro lado de una línea. Si no existiera ese factor de hostilidad, si no hubiera conflictos de intereses y los políticos no fueran capaces de crear conflictos, las fronteras se desmoronarían y los políticos se encontrarían sin naciones que gobernar. D. O.: ¿Qué sucedería en un Estado gobernado por hombres «normales»? W. B.: Bueno, me opongo a la palabra «normal»; no sé lo que significa. D. O.: Personas corrientes, intolerantes y potencialmente capaces de asfixiar a quienes se salgan de lo común. W. B.: Creo que sería una pesadilla total, y es muy probable que ocurra, porque debido a la superpoblación cada vez hay más de los llamados hombres normales, es decir, estúpidos hijos de perra normales y corrientes. Ese es otro gran problema, la superpoblación que resulta del concepto de nación, la necesidad de ejércitos y la necesidad de que haya grandes cantidades de gente produciendo y consumiendo bienes de consumo. Como consecuencia de la superpoblación, la calidad del material humano está bajando de forma desastrosa. Cada día son más estúpidos y más incompetentes, y cada día hay más. D. O.: ¿Qué piensa usted de la Norteamérica contemporánea? W. B.: A nivel oficial es una pesadilla. Cuesta creer que la gente que ocupa posiciones de poder y que diseñan la política exterior e interior de Norteamérica puedan ser tan estúpidos y tan fundamentalmente malintencionados. El conformismo de una inmensa clase media —los entusiastas de Wallace— y la disidencia de la juventud, los intelectuales y los profesionales liberales ha alcanzado dimensiones sin precedentes. No creo que haya ningún otro país en el 62

que la disidencia esté tan extendida y tenga mejores posibilidades de efectuar cambios fundamentales. Creo que en la esfera artística y política pasan más cosas hoy en Estados Unidos que en ninguna otra parte. La censura prácticamente ha dejado de existir. Desde luego, cualquier visitante del Viejo Mundo —y yo, tras regresar después de pasar tantos años en Europa y África, veo las cosas desde la perspectiva de un visitante— queda impresionado por el nivel de comodidad y servicios. Calefacción central. Comida buena y barata a la vuelta de la esquina a cualquier hora del día o de la noche. Sostengo sin reservas que en la actualidad Estados Unidos tiene la mejor comida del mundo y para lo que a uno le cuesta, quizá sea el país más barato del mundo. Desde luego, es más barato que Londres, Roma o París. Acabo de volver de Estados Unidos y me parece que ha cambiado tanto que resulta irreconocible desde la última vez que estuve allí hace tres años. Norteamérica podría muy bien ser la esperanza del mundo. También es el origen de plagas emocionales como la histeria de las drogas, el racismo, el moralismo del Bible belt4, la ética protestante capitalista, el cristianismo muscular, que se han difundido por todas partes y han convertido este planeta en un anexo del infierno. D. O.: ¿Concibe usted alguna forma de que Estados Unidos supere los problemas planteados por la política exterior y la integración racial sin un cambio radical en su forma de gobierno? W. B.: No, no lo concibo. No hay un solo político norteamericano que admita que falle algo fundamental. Piensan que basta con poner parches sin examinar las premisas básicas y darse cuenta de que el sistema es inviable. No hay forma de que funcione. Y, naturalmente, si se limitan a poner remiendos, que es todo lo que probablemente estén dispuestos a hacer, las cosas irán de mal en peor. Y creo que el cambio más probable sería alguna forma de fascismo de extrema derecha, un golpe de Estado militar. Es muy probable que eso ocurra. Y a diferencia de lo que creía Marx, por supuesto, los países industrializados se vuelven fascistas, y son los países subdesarrollados los que se vuelven comunistas. Puede ser que el comunismo arraigue en Sudamérica, pero es muy poco probable que arraigue ahora mismo en los Estados Unidos.

4

Región del sudeste y el centro de Estados Unidos célebre por su fanatismo religioso (N. del t.)

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D. O.: ¿Le parece a usted que la cuestión del Vietnam es uno de esos problemas típicos con los que Estados Unidos se tropezará una y otra vez? W. B.: Por supuesto, se tropezarán con él una y otra vez. Primero fue Corea, ahora es Vietnam. Si alguna vez lo solucionan, será en otra parte. La idea misma de contener el comunismo a escala global sólo puede llevar a comprometerse en una aventura absurda una tras otra. Desde luego que volverá a suceder en cualquier otra parte; es inevitable. Basta con que cualquier gobierno derechista diga que está luchando contra el comunismo para que Estados Unidos se implique. D. O.: ¿Cuál es su postura respecto al Vietnam? W. B.: Tengo por norma no meterme en asuntos políticos. En cuanto un problema alcanza la etapa político-militar ya es insoluble. No obstante, a veces pienso en voz alta: los franceses estuvieron en Indochina, si la memoria no me falla, bastantes años antes de constatar que estaban perdiendo, bajo cualquier criterio, en lo que el número de bajas se refería… estaban perdiendo a sus soldados profesionales; y volvieron a descubrir lo mismo en Argelia. Ahora tomemos una fórmula como ésta: Nacionalismo-Ejército-Policía = Problemas con otras tribus de la Edad de Piedra… y cuando empiecen a utilizar bombas atómicas en vez de hachas de piedra, se acabó lo que se daba, señores… Por lo visto hay quien cree que la única solución para todo este desastre es hacer saltar todo el tinglado por los aires y empezar de cero. Puede ser que ya haya sucedido varias veces, dado que la especie tiene unos quinientos mil años y lo que llamamos historia se remonta sólo a unos diez mil años atrás, milenio arriba, milenio abajo. ¿Qué estuvieron haciendo durante cuatrocientos noventa mil años? Hemos pasado de las hachas de piedra a las bombas atómicas en diez mil años. Es posible que haya sucedido varias veces antes. La verdad es que todo resulta bastante familiar a partir del momento en que aparecemos nosotros. Ahora bien, si uno no quiere ver cómo salta todo el tinglado por los aires, está claro que los norteamericanos deberían salir del Vietnam antes de que… «Tropas chinas y americanas se enfrentan al Norte de Hanoi» … «El discurso más duro de Johnson hasta la fecha» … «Kosygin advirtió claramente». Y, por supuesto, todas las naciones deberían destruir sus armas atómicas, y quizá de

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paso también a sus físicos atómicos, para estar bien seguros. Pero hasta eso plantearía un problema de eliminación de residuos de considerable magnitud. Y es, si me permite decirlo, muy improbable. Las armas están hechas para ser utilizadas y serán utilizadas tarde o temprano, pues la fórmula no se puede disolver en función de sus propios criterios. Es decir, de acuerdo con criterios político-militares. D. O.: ¿Aún es posible destruir la maquinaria policíaca? W. B.: Es posible, sí. La maquinaria, desde luego, está a la defensiva en la actualidad, y con suficiente resistencia a escala mundial todavía sería posible destruirla. Por supuesto que la maquinaria policíaca no será aplastada mientras no sea destruida junta con el concepto mismo de nación. Veo un futuro en el que ejércitos de liberación de guerrilleros se levantan en Hispanoamérica y África. «Marcharemos sobre la maquinaria policíaca. La destruiremos en todas partes. Destruiremos la maquinaria y todos sus archivos, y destruiremos el órgano de la maquinaria policíaca conocida con el nombre de prensa conservadora.» D. O.: Uranium Willy5 intenta insuflarle vida a la humanidad: «¡Prisioneros de la Tierra, salid!», grita. ¿Sigue habiendo suficientes uranianos sobre la faz de la Tierra para derribar los muros de las cárceles? W. B.: Últimamente parece que no lo están haciendo nada mal. Francia, Estocolmo, Alemania, Estados Unidos… es bastante universal. Se diría que el mensaje de la resistencia total está presente en la onda corta del mundo entero. D. O.: ¿Cuál es su postura ante los motines y la violencia estudiantil? W. B.: Debería haber más motines y más violencia. A la juventud occidental se le ha mentido, vendido y traicionado. Lo mejor que puede hacer es destrozar este mundo antes de que sea destruida en una guerra nuclear. La guerra nuclear es inevitable si los controladores actuales siguen en el poder. La juventud es la única que plantea un desafío efectivo a las autoridades establecidas. La autoridad establecida es muy consciente del reto que representa. La autoridad establecida ataca a la juventud en todas partes. Hoy día ser joven es poco menos que un delito. Es una guerra total en la que la 5

Personaje de Expreso Nova (N. del t.).

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oposición empleará las tácticas más sucias a su disposición. El único país que se ha ganado el apoyo de su juventud es la China comunista, y es por eso por lo que el Departamento de Estado ha prohibido viajar a la China comunista. No quiere que los estadounidenses vean y comprendan que cualquier país que ofrezca a la juventud lo más mínimo obtendrá su apoyo. Las clases dirigentes occidentales no ofrecen nada. No tienen nada que declarar salvo sus malas intenciones. Pues dejémoslos que lleguen abiertamente hasta el fin con sus malas intenciones. Llegados a ese punto, todo el mundo participaría. En la actualidad la rebelión de los estudiantes es un movimiento mundial. Nunca antes en la historia conocida se había impugnado de manera tan fundamental a la autoridad establecida a escala mundial. Ahora bien, los incidentes que desencadenan rebeliones estudiantiles son con frecuencia nimios: el despido de un profesor progresista, la negativa a modificar el sistema de exámenes, o a satisfacer otras reivindicaciones de escasa entidad. Una de las razones fundamentales para que toda la juventud se rebele es la existencia de investigaciones secretas llevadas a cabo, en las universidades o en cualquier otra parte. Todo el saber, todos los descubrimientos, pertenecen a todo el mundo. Las investigaciones calificadas de alto secreto se traducen en investigaciones dirigidas contra los intereses de la juventud, conocimientos negados a la juventud y descubrimientos utilizados contra la juventud. La cuestión fundamental es el monopolio mundial del saber y de los descubrimientos para fines contrarrevolucionarios. El grado de traición y engaño que esto implica va mucho más allá de la tradicional reticencia conservadora a satisfacer las reivindicaciones de una mayor libertad para la juventud. Todo saber, todos los descubrimientos, te pertenecen por derecho. Es hora de reclamar lo que te pertenece. Lo diré bien claro: el juego está amañado. En un juego de trileros como éste, ¿quién es el agresor, el paleto que descubre que está siendo estafado y trata de recuperar su dinero o los timadores? Cito de un artículo reciente publicado en la revista Mayfair, que se titula “The Fire Breaks out6” («Se desata el incendio»): «La difícil primavera de 1969. So pretexto de controlar las drogas, se han establecido Estados policíacos represivos en todo el mundo occidental. La programación exacta de los pensamientos, sentimientos e impresiones sensoriales aparentes mediante la 6

Publicado en forma levemente alterada en Evergreen Review, Nº 67, junio de 1969, bajo el

título “My Mother and I Would Like to Know”.

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tecnología bosquejada en el boletín 2332, permite a los Estados policíacos para mantener una fachada democrática tras la cual denuncian estridentemente como delincuentes, pervertidos y drogadictos a todos aquellos que se oponen a la maquinaria de control. En las grandes ciudades operan ejércitos clandestinos que abruman a la policía con información falsa mediante llamadas telefónicas y cartas anónimas. La policía, pistola en mano, irrumpe en el banquete del senador… un banquete muy especial por lo demás, que debía cerrar un suculento negocio con aviones sobrantes. “Nos han soplado que aquí hay una reunión nudista con marihuana. Muchachos, hagan cisco el local. ¡Y ustedes, manténganse vestidos si no quieren que llene sus sucias tripas de plomo!” Colocamos falsas alarmas en la onda corta de la policía, dirigiendo a los coches patrulla hacia motines y delitos inexistentes, lo que nos permite golpear en otros lugares. Patrullas de falsos policías cachean y maltratan a los ciudadanos. Falsos obreros de la construcción levantan el pavimento, agujerean las tuberías del suministro de agua y cortan los cables eléctricos. Máquinas de infrasonidos hacen que se disparen todas las alarmas antirrobo de la ciudad. Nuestro objetivo es el caos total. En México y demás países de América Central y del Sur, hay unidades guerrilleras organizando un ejército de liberación para liberar a los Estados Unidos. En África, unidades similares, desde Tánger a Timbuctú, se disponen a liberar Europa occidental y el Reino Unido. Pese a la diversidad de objetivos y de las fuerzas que lo integran, el underground está de acuerdo en sus objetivos fundamentales… Pretendemos marchar en todas partes contra la policía. Pretendemos destruir la maquinaria policíaca y todos sus archivos. Pretendemos destruir la casa-madre de la maquinaria policíaca mundial, que que se conoce con el nombre de prensa conservadora. Pretendemos destruir todos los sistemas verbales dogmáticos. La unidad familiar y su cancerosa proliferación en forma de tribus, regiones, naciones, la erradicaremos de raíz. No queremos oir más cháchara familiar, maternal, policial, curil, patriótica, ni partidista. Lo diré bien claro: ¡ya basta de chorradas!

D. O.: ¿Tiene algo que decir sobre el asesinato de Robert Kennedy?

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W. B.: Parece probable que el asesinato fuera preparado por la extrema derecha y que los conspiradores estén aprovechando la ocasión para aprobar leyes contra las armas y desarmar al país para preparar un posible golpe fascista. Eso ocurrirá, sin duda, si Estados Unidos entra en guerra con China. En cuanto a cómo se organizan tales asesinatos, existen técnicas muy precisas. Los asesinos suelen oír voces que les ordenan matar. ¿Son necesariamente imaginarias esas voces? Los micrófonos direccionales pueden proyectar voces. Las investigaciones de alto secreto sobre el láser estudian la posibilidad de transmitir el pensamiento. Experimentos realizados en Noruega indican la posibilidad de activar patrones verbales en el cerebro mediante técnicas magnetofónicas. El siguiente relato explora tales posibilidades…

23 SKIDDOO

Trabajo en el Departamento de Erráticos 23. Tenemos ficha de todos los chiflados y cada caso está clasificado como 23: podría escribir una carta amenazadora o arrojar una pistola descargada o con cartuchos de fogueo contra una reina si le enervásemos hasta ese punto desde luego no así un 23…::: que tiene madera de asesino ahora bien para esto lo mejor es el viejo tipo tranquilo que lee la Biblia se mantiene solitario la mirada de sus ojos parece soñadora y al mismo tiempo una mirada desagradable que a nadie le gustaba mirar así que pasó desapercibida hasta que un día cuando el Cónsul bajó de su coche a las 10:23 se sorprendió cuando se le acercó lo que tomó por un zafio mendigo que llevaba una Biblia en una mano y en la otra lo que después de ser extraído de la espina dorsal del Cónsul tras penetrarle repetidas veces en el hígado y abdomen resultó ser un chuchillo de deshuesar de veinte centímetros. Mientras le apuñalaba el asesino dijo: «Al fin y al cabo, Dios creó los cuchillos.» Reducido por los guardias del Cónsul y entregado a la policía el asesino admitió ser miembro del temido «Fly Tox Movement» una secta extremista que siente horror por el hachís y se colocan mediante la carencia de vitaminas en gran escala un preparado de esa clase usted puedes captar su onda con toda claridad. «¿Me oyes, Homero? Claro que me oyes. Te estoy diciendo lo que 68

tienes que hacer Homero. Nosotros te protegeremos Homero. Los platillos volantes te estarán esperando después de haber cumplido con lo que te pedimos.» Ahora bien, a veces ocurre que se pierde un chiflado y que no se encuentra su onda pues entonces se manda a la calle a todos los polis que tengan poli dentro para localizar al chiflado perdido antes de que hable con demasiada sensatez de lo que hacemos aquí en el departamento lo que es impensable porque nosotros llegamos aquí primero pesados y fríos como la porra de un poli en una noche de invierno y buscábamos a un chiflado perdido al que se contactó por última vez en un acumulador de orgón la pantalla se cascó generalmente en estos casos resultan ser sabotajes interdepartamentales o reclutamiento ilegal el departamento entero está podrido de eso quizá el Departamento de Etnología lo utilizó para un asesinato ritual somos hombres de mundo son cosas que pasan…. —Joe que se me pudran las carnes si este departamento sabe de lo que hablas. Atravesando el frío odio del departamento por un contable puesto en entredicho que sabe que sus libros están en orden. Tuvimos que afrontar la posibilidad de que nuestro chiflado hubiera sido torturado y quizá pudiera ser utilizado para exterminar a uno de nuestros muchachos de pelo blanco como el Jefe Buenazo. En la fiesta de la oficina el señor Blankslip de contabilidad preparó su «especial apagón» y una vocecita fría le dijo este hombre debe morir para salvar al Cordero de Dios de la Bestia 666 como miembro del escuadrón especial su deber está claro camarada un hombre tiene que cmplir con su simple tarea porque la Total Oil Company siempre cuida de los suyos ¿no pensarías que iba a abandonarte hijo? ¿Dios? Bueno no exactamente sólo un puro Joe con una tarea que cumplir igual que tú tienes una tarea que cumplir ahora cara a cara con el indecible Jefe Buenazo después de tres martinis nos deja a sus colaboradores como él nos llama saber que todos nosotros somos puros Joes decentes y alegres como él tenía modales babosos digamos si un miembro del personal entraba en su oficina sin los zapatos lustrados el jefe dejaba de lustrar sus propios zapatos y llamaba la atención sobre ello en todo momento al recibir dignatarios extranjeros se disculpaba por el estado de sus zapatos «como 69

cuestión de protocolo de oficina ¿me entiende?» hasta que uno capataba la indirecta y se presentaba con los zapatos como cristales de obsidiana y el jefe sonríe despacio como melaza tiesa y dice «Me alegro de verle» o deja una pequeña cantidad de dinero en la mesa de despacho que luego probablemente birlara él mismo. —Eh, ¿Grimsy? —¿Sí, señor? —¿No habrá visto quince chelines en mi mesa de despacho? Se me ha ocurrido que quizá los hubiera guardado usted en la caja. ¿No? Estaban ahí, sobre la mesa… —No los he visto señor. —Bueno, no tiene importancia…Buenas noches Grimsy… —Buenas noches, señor. —Ah, Grimsy. —¿Sí, señor? —Si necesita un adelanto de su sueldo puede pedirlo, ¿sabe?… Tiene una forma dejarse caer para visitar a sus empleados a cualquier hora ningún miembro de la plantilla tenía permiso para tener cerraduras en su puerta ni siquiera en el cuarto de baño en cualquier momento del día o de la noche el Jefe Buenazo abría la puerta de golpe y le sonreía a uno. —Vaya ¿escribiendo en el diario hasta tan tarde? Debe ser interesante de leer. Está claro que es cosa de la I.E. (influencia Exterior). Secciones enteras de la maquinaria están ahora agujereadas y obstruidas por lo que el Secretario del Partido llama «bufones comunistas con ojos de santo que sabotean proyectos importantes». Tenemos que rastrear todos los casos en que se ha perdido el contacto aunque

como

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interdepartamentales uno se mete en una unidad de reptiles como ésta pero nunca se sabe cuándo un chiflado perdido ha caído en manos de la I.E. hasta que el daño ya está hecho. Amigo mío cuando uno ve al chiflado ya es demasiado tarde. —Quítame las manos de encima, viejo vagabundo asqueroso. Da la casualidad de que calle vacía portero vuelve la esquina para una escaramuza… sangrando con profusión fue llevado a un portal donde describió a su agresor diciendo que iba «vestido con un traje azul celeste con manchas de huevos revueltos en el pecho y oliendo abominablemente a cebollas crudas y alcohol barato.» El agresor había desaparecido. —Volverá a ser utilizado con otro disfraz por supuesto. Mi superior asintió: —Algún viejo demente con panfletos. Intenten tropezárselo. La I. E. podría jorobarnos el departamento entero ahora que nos hemos perfeccionado y lo hemos demostrado sobre el terreno con la operación Masa 23 Skiddoo..: :: Indonesia:::.. inducida por técnicas informatizadas en una población por lo demás normal una filtración a estas alturas es sencillamente impensable eso podría impensar a todo el departamento preocupado con tales pensamientos le asombró que lo parara con tan malos modos un gendarme. —Verá, soy del Ministerio del Interior —dijo mirando al agente con gesto severo—. Su informe es falso. Miró alrededor en busca de un poli de verdad y murió sin recobrar el conocimiento. El asesino, descrito por la policía como «el hermano profesional de un poli» dijo que el Subsecretario había hecho un gesto amenazador y disparó en defensa propia. Un día como cualquier otro el americano silencioso come huevos revueltos en Needicks de repente el cocinero filipino sale de detrás del mostrador moviéndose de manera extrañamente decidida… «Nuevo en el empleo… deseoso de agradar» pensó el americano silencioso. Sonríe con afecto. «¿Quiere volver a calentarme los huevos, Jojo?»

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huevos fríos café frío americano frío en el suelo. —Buenas señor7 Le gusta mi país, ¿no? —Pues claro, a mamá y a mí nos encanta México. ¿Quiere tomarse una cerveza con nosotros? —Dos gringos más o menos entre machos8, he sido un grosero. Lo primero que pensó ella fue que debía de haberse dejado algo en el restaurante y que aquel horrible joven con chaqueta de cuero negro salía corriendo para dárselo ella era demasiado rica para darle una propina pero ¿qué era exactamente lo que llevaba en la mano? La granada hizo volar su abrigo de visón a cincuenta metros. Un hombre que había tomado por un portero nuevo le cerró el paso al Yale Club de pronto sacó una botella le roció de gasolina y le prendió fuego. Nunca se sabe cuándo el daño está hecho pues el fiel escudero se retrasa y una pantalla de acumulador de orgón se cascó una noche de invierno sin más suele ser una avería de la pantalla y todo el departamento es ilegal el señor Blankslip preparó su apagón Cordero de Dios de la Bestia 666 ahora enfrentado al innombrable Departamento de Etnografía todos sus colaboradores como nos llama sabemos que estas cosas pasan por Joes como él tenía una forma babosa digamos de hablar atravesándome la carne el Jefe Buenazo después de tres martinis. —Todos nosotros somos puros Joes decentes y alegres claramente guarros. Granada… antesala del consulado un nuevo portero cerrándole el paso traje azul celeste rociado con gasolina yo estaba crudo9 un gendarme. —¿No quiere tomar una cerveza?

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Recobrando la conciencia los asesinos acechan a los transeúntes y todos hermanos de un poli dijo el Cónsul sueco comiendo huevos revueltos tranquilamente en Needicks… Los Oswald y los Ruby no eran sino clichés caídos de bolsillos bombas de relojería humanas explotadas por orden de un ordenador. Ahora se ha perdido cualquier precisión. Asesinos y bufones al azar merodean la calle y toda esta anarquía es el resultado de haber perdido un chiflado. ¿Y quien cree usted que fue el primer agente en llegar al campo de golf? ¿Por casualidad este mismo desconocido? Al fin y al cabo soy 23..: ::

D. O.: ¿No prefiere el hombre su prisión al descubrimiento de un espacio nuevo? W. B.: No lo creo. Creo que sólo quien haya sido tan absolutamente doblegado y adiestrado por la máquina que no le quedan pensamientos propios piensa así. Claro está que eso es lo que le va a ocurrir a la mayor parte de la gente, puesto que, estadísticamente, la mayor parte de la gente creerá lo que se le diga y se verá abrumada por sus circunstancias. Sin embargo, hoy no hay un porcentaje de sumisión suficiente como para evitar serias resistencias. La posición de los controladores nunca se ha visto tan seriamente amenazada como en la actualidad. D. O.: La tortura de la «centralita telefónica» que usted describe en El almuerzo desnudo, ¿es el proceso normal para alcanzar la «civilización»? W. B.: Es el procedimiento normal de adiestrar a la gente para que crea lo que se le dice. D. O.: En sus libros, habla con frecuencia de «llegar a ser uno mismo». ¿Qué es lo que implica esta búsqueda de uno mismo? W. B.: Creo que lo que implica es un ego que uno sea, al margen de las formas de pensar impuestas.

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NO HAY QUE PENSAR

Acabo de volver de un paseo por el jardín. Son las seis en punto y todos los de mi sección se están duchando. Me he cruzado con varios jóvenes en calzoncillos y albornoz que llevaban toallas. No transpiro demasiado. Me siento en mi habitación, abro la ventana y enciendo un cigarrillo. Los dos sirvientes que cocinan y sirven la comida le están dando la lección de geografía a su nenita, con los mapas extendidos por el suelo. Los observo a través del humo del cigarrillo. Su presencia no me conmueve. El centro está en algún lugar de Austria y en esta época del verano hace calor y humedad. Llevo aquí alrededor de un mes. Estoy aquí para aprender una nueva forma de pensar. No hay clases ni profesores. No hay libros ni tareas. No hago prácticamente nada. El primer paso consiste en dejar de hacer todo lo que uno «tiene que hacer». En simular una forma de pensar a la que esté obligado. Hay un ejercicio procedente de la Cienciología que todos hemos estudiado en una u otra ocasión. El ejercicio debilita el influjo del pensamiento impuesto y amplía el dominio del pensamiento no-obligatorio. Ejemplo: tiene que hacer las cosas que va a hacer hoy: escribir cartas, llamar a tal o cual por teléfono, llevar la ropa a la lavandería, ver si puede hacer que arreglen los radiadores. Se ocupa de estas cuestiones diez veces cuando una ya es demasiado. Ahora simule ocupaciones imaginarias. Elija a una persona cuya manera de vivir sea completamente distinta de la suya y simule sus pensamientos. (Ejemplo: tiene que improvisar entrevistas o situaciones en las que usted desempeñe un papel activo ante un público imaginario. Bien, simule algo. Ahora simule algún pensamiento impuesto que no esté obligado a tener, lo que esté obligado a pensar algún otro, lo que tiene que pensar el gángster Dutch Schultz, lo que tiene que pensar un director de hotel, lo que tiene que pensar un pobre campesino marroquí.) El epílogo es que no tiene que pensar en nada. ¿Y entonces? En esta sección hay estudiantes como yo. Comparto habitación con uno de ellos. Se está duchando. Es una habitación larga y estrecha como un pasillo techo alto una 74

chimenea de mármol veteado los objetos de higiene en la estantería de encima dos camas estrechas dos armarios una estufa de porcelana desconectada por ser verano. Sobre la estufa hay una macetea con una planta de caucho. Estoy sentado en un raído sillón de cuero junto a la ventana de paneles hechos del mismo plástico con que se cubren el invernadero y los planteles del jardín. Hay un lavabo con un espejo colgado de un clavo para lavarse y afeitarse. La puerta da a un pórtico y más allá al jardín donde comemos bajo un emparrado. La cena será a las siete, compota, carne, ensalada, cerveza, pudín o bollo. Después de la cena daré un paseo por el jardín del castillo al borde del estanque de los peces y les arrojaré pan a los peces o me sentaré en la sala común que tiene sofás de cuero y estatuas de bronce y números atrasados de la Illustrated London News y revistas ilustradas alemanas e italianas. No puedo decir gran cosa sobre mi compañero de habitación. Es una forma confusa bajo una fina manta. La maor parte del tiempo no nos vemos puesto que él suele estar fuera cuando yo estoy en la habitación. Sé que es estudiante como yo y no miembro de la plantilla. Los empleados se distinguen de los estudiantes en que tienen obligaciones por mínimas que sean. Son carteros expedidores y cosas así es decir que a veces llevan mensajes o transportan paquetes de un lugar a otro. Los empleados detestan a los estudiantes y nos saludan mirando para otro lado y farfullando hoscamente. Sólo he visto a una persona que les dé órdenes a los empleados. Es una mujer joven que vive en el castillo más allá del jardín. De vez en cuando sale para enviar a algún empleado en busca de otro o para darle instrucciones al jardinero, quien se me ha quejado esta tarde de que «espera que me ponga bajo tierra y germine.» Los terrenos no están bien cuidados y la impresión general es de abandono. Una mujer gorda de mediana edad guisa para nuestra sección. Su marido sirve los platos y limpia lo justo para que nuestras estancias sean habitables. Viste lederhosen y fuma en pipa de arcilla. Café y panecillos por la mañana, sopa fría, pescado y fruta para almorzar, carne, sopa y postre para la cena. Sólo se sirve cerveza en la cena. Para almorzar bebemos sidra. La nueva forma de pensar no tiene nada que ver con el pensamiento lógico. Ni es un pensamiento corporal subconsciente orgánico oceánico. Está precisamente está delimitado por lo que no es. Al no saber lo que es y lo que no es no sabemos. Como una película cinematográfica el discurrir del pensamiento parece continuo cuando en realidad los pensamientos fluyen se detienen 75

cambian y vuelven a fluir. Allí donde el flujo se detiene hay una pausa de una fracción de segundo. La nueva manera de pensar se desarrolla en estas pausas entre pensamientos. Observo a los sirvientes en el suelo señalando sobre el mapa y no pienso nada en absoluto sobre lo que veo. Mi mente se desplaza por una serie de auténticos puntos muertos sin etiquetas y sin preguntas. Los objetos que me rodean los cuerpos y las mentes de los demás simplemente están ahí y yo me muevo entre ellos sin esfuerzos ni comentarios. Aquí no hay nada que hacer, ni cartas a las que contestar ni facturas que pagar ni objetivos obstáculos o castigos. Aquí no hay ningún motivo que obligue a pensar dentro de límites determinados de necesidades estructurales o ambientales. La nueva forma de pensar es la que uno tendría si no tuviera que pensar en ninguna de las cosas en que suele pensar si no tuviera que trabajar nada que temer ni planes que preparar. Para lograrlo deben dejarse de lado cualquier clase de ejercicios destinados a lograrlo. Es la forma en la que usted pensaría de no tener que inventarse una forma de pensar a la que no esté obligado. Aprendemos a detener las palabras a ver y tocar las palabras a moverlas y utilizarlas como si fueran objetos. Los sirvientes se han ido a preparar la cena. Me quito las zapatillas y me pongo en pie. Me quito la camisa dejo caer los pantalones y los calzoncillos y me siento desnudo en la silla notando el cuero frío contra la espalda allí donde le ha dado la última brisa de la tarde. Todos nosotros hemos recibido la misma formación más o menos. Veo un edificio de ladrillos rojos más allá del río borroso y errático que se divisa a lo lejos: la Academia. El programa original de la academia se basaba en el supuesto de que semejante academia podría establecerse sin oposición. Ese supuesto resultó ser erróneo. Nunca se habían movilizado tan a la desesperada las fuerzas de la represión para impedir cualquier formación que capacitara a los estudiantes para impugnar la continuidad parasitaria de un sistema establecido inviable. En consecuencia, la enseñanza académica tuvo que ser descentralizada y camuflada. Recibimos lecciones de karate y aikido en escuelas dispersas por las grandes ciudades del mundo, y las enseñanzas de Cienciología en los centros de Cienciología. Otras materias se imparten a través de una red de institutos y fundaciones a menudo efímera. La enseñanza se interrumpe con frecuencia. Tres meses de karate y Cienciología me ocupan todo el tiempo y justo antes de los cursos avanzados de 76

Cienciología se me traslada a El Cairo para seguir un curso intensivo sobre jeroglíficos egipcios. El gobierno cierra el centro. Después hay un curso sobre armas financiado por un multimillonario derechista del Este de Texas donde aprendemos a manejar toda clase de armas desde ballestas a un rayos láser, un seminario sobre magia negra africana patrocinado por un instituto etnográfico de Londres que siempre anda corto de fondos, un experimento voluntario de restricción sensorial prolongada organizado por la Marina Estadounidense que terminó con una investigación del Congreso sobre lavados de cerebro, un club de caída libre en Dakota del Norte, buceo y justo cuando me estoy habituando a las bombonas nos echan de Ceilán donde se desarrollaba el programa y hago una temporada de yoga en el norte de la India. A continuación, descubrí la DOR en Noruega. El libro de consulta sobre la DOR son las Obras escogidas de Wilhelm Reich, publicado por Noonday Press de Nueva York página 351 Física del Orgón. En su forma más simple el acumulador de orgón de Reich es una caja de madera o de cualquier materia orgánica forrada de hierro. Se pueden fabricar acumuladores más potentes añadiendo capas adicionales de hierro y de material orgánico y se han llegado a construir acumuladores de más de cien capas alternantes. En 1950 Reich descubrió que incluso pequeñas cantidades de material radiactivo colocadas dentro de un acumulador de orgón engendraban lo que él llamó DOR: Deadly Orgone Radiation (Radiación Mortal de Orgón). La exposición a la DOR provoca síntomas graves o la muerte, pero la exposición gradual a dosis controladas desarrolla una inmunidad general. Cito de la «Física del Orión»: «Los experimentos fueron planeados con objeto de encontrar un antídoto eficaz contra las enfermedades de la radiación nuclear.» Los experimentos resultaron más peligrosos de lo previsto. Los investigadores experimentaron los siguientes síntomas: un penetrante sabor salado en toda la lengua, que se volvía ligeramente amargo o ácido, fuerte conjuntivitis, náuseas, presiones sincopadas en la frente, temblores fríos que alternan con sofocos y acaloramiento. En algunos casos la piel se pinta de manchas. Además de estos síntomas generales la DOR «ataca a cada persona en su punto más flaco». Los que tenían un historial de enfermedad hepática padecieron ictericia, etc. Sin embargo, el efecto de la DOR era sacar a la luz la enfermedad y eliminarla. «No sólo volvieron a tener buena salud todos los investigadores tras unas pocas 77

semanas, sino que se sintieron especialmente fuertes y activos una vez que la DOR fue neutralizada. Tenemos la clara impresión de que los que participan en los experimentos han desarrollado una cierta inmunidad a los efectos de la DOR. Hemos conseguido un arma eficaz contra las enfermedades de las radiaciones. Ahora bien, las cualidades curativas de la DOR sólo se lograrán con una dosificación cuidados. Un médico que trabajaba en este proyecto casi murió como consecuencia de sobreexposición a la DOR. 19 de febrero de 1951: 12: 30 Protocolo sobre.........Doctor en medicina «Meto la cabeza dentro del acumulador durante un instante y de pronto me sentí como si me hubieran golpeado con un mazo. Comienzo a sentir miedo que crece hasta convertirse en una angustia mortal como nunca había experimentado. Estaba semi inconsciente, aturdido, y no podía ver con claridad. Tenía el pulso muy débil y lento, entre 45 y 48. Tenía dificultades para respirar. Sentía como si fuera a morirme, sencillamente a pararme. «Un criminal que odiase a la humanidad o un enemigo político podría fácilmente dejar caer dispositivos activados por DOR que tuvieran aspecto de simples cajas forradas de metal… No hay ninguna posibilidad de protegerse de la DOR. Lo atraviesa todo y ni el plomo ni los ladrillos ni las planchas ni las máscaras protegen. El campo de acción del DOR es al campo de acción de la energía atómica en intensidad y extensión como el infinito es a un grano de arena…» Recuérdese que incluso un reloj de pulsera con esfera de radio introducido en el acumulador genera síntomas palpables de DOR. Reich experimentó con cantidades muy pequeñas de radio. Está claro que una pila de material radiactivo colocada en un acumulador de mil capas produciría desastres inimaginables. «Por otro lado, mediante exposiciones graduales, quizá se pueda conseguir una inmunización masiva contra las enfermedades de la radiación.» El centro es todo de cristal y acero que brillan a la fría luz del sol nórdico. Sólo con mirarlo veo a locos científicos de enloquecidos ojos azules brindando unos con otros en el aire líquido mientras extraen el arma definitiva de una

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instalación polar. El director parece el espectro de Hammarskjöld. Tiene la voz más muerta que he oído nunca. —La supresión de los experimentos del doctor Reich y la retirada de sus libros de la circulación subraya la posibilidad de que las eh autoridades en cuestión intenten utilizar el DOR contra cualesquiera eh elementos disidentes. Es fácil apreciar la eh conveniencia de conseguir la correspondiente inmunidad… Aprieta un zumbador. —El doctor Anderson le explicará. El doctor Anderson me mira y me dice: —Hola, joven—. Me guía por un largo pasillo blanco hasta una habitación soleada con una pared de cristal que da al consabido fiordo. Hay un sofá junto a la ventana y una mesa de madera clara encima de la cual hay un cuenco amarillo con jacintos de agua. La habitación huele a ozono y a flores. El doctor Anderson me indica la silla situada enfrente de lo que parece un busto envuelto en vendas. —La llamamos Medusa. ¿A que es ingenioso? Enreda con varios botones sobre la cabeza de Medusa y se aparta a un lado. Algo resbala de encima del hombro derecho de Medusa y me golpea directamente en el corazón. Me estoy muriendo. Corazón respiración cerebro se paran. Intento decirle sin garganta sin lengua que me estoy muriendo. Se pone en jarras y me mira desde arriba. —Bueno, jovencito, creo que vivirás. Me pongo erguido en el asiento y luego me levanto. —¿Cómo te sientes? —Colocado, tío, flotando. Miro por la pared de cristal y el fiordo de postal explota en mi cerebro verde y rosa y azul. —Ahora te apetecerá una sauna.

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Me someto a nueve sesiones a lo largo de un período de tres semanas. Al final de la serie ya casi no siento nada. El director me dice que ahora soy inmune. —Es muy pronto para decir exactamente cuál es el alcance de los efectos… pruebas que aún no son concluyentes tienden a sugerir que el envejecimiento se detiene o en todo caso se retrasa por la exposición gradual a la DOR. En confianza yo le diría que en cierto modo puede estar inmunizado contra la mismísima muerte. Y yo le dije: —¿Qué lo creería? Hay cursos de estudio de virología, lingüística y semántica general, curso sobre técnicas de asesinato, curso sobre armas improvisadas y curso sobre motines. Cualquiera de estas disciplinas puede convertirse en una forma de vida, pero hay alguien a quien nunca vemos que nos mantiene en continuo estado de movimiento y rotación. El objetivo es aplicar lo que hemos aprendido de una disciplina a las demás y no quedarnos estancados en una manera de hacer las cosas. Algunas veces estoy en un curso con otros estudiantes de la Academia, pero lo más frecuente es que no. Nunca había visto con anterioridad a ninguno de estos estudiantes. Todos tienen la mirada de la Academia a la vez especulativa e impersonal remota y alerta. Puedo determinar cuál ha sido el entrenamiento de los demás algo de Cienciología, un poco de aikido, la forma de vestir del curso de jeroglíficos, la manera de mirar los extintores de incendios, los cuchillos de cocina y las bombas de las bicicletas del curso de armas improvisadas. (Recordemos los láser caseros que disparaban de lado, los silbatos de infrasonidos que inutilizan las alarmas antirrobo en kilómetros a la redonda, cañones proyectores y de DOR, la señal conectada que hace que la pantalla alterne veinticuatro veces por segundo caras amigables y hostiles, catapultas y cerbatanas, dispositivos para producir explosiones de polvo de carbón y aserrín.) En este instante llega mi compañero de habitación con una toalla en torno a las caderas. Nunca le he visto antes. Sé que se llama Harper. Su cuerpo es un molde lleno de luz, un molde que pronto se vaciará. Creo que éste es el último curso. Todos los cursos son juguetes en un juego de supervivencia. El cazador

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debe cazar para vivir. Los tigres con dientes de sable son una amenaza para el cazador. Fijémonos en las fábricas y las bombas atómicas. Artefactos, juguetes en un juego de supervivencia. Las naciones tienen que producir para vivir. Los chinos y los rusos amenazan a nuestras pacíficas ciudades. Fijémonos en el cerebro humano. También es un artefacto. «La Academia de St. Louis era un gran edificio de ladrillo rojos en un risco sobre el río. Un polvo azul como crepuscular caía sobre el río cuando Bill Harper un estudiante de primer año descendió del coche tirado por caballos frío ajeno domingo vientos frescos del sur hace mucho tiempo.» A años luz la academia que nunca existió y que nunca habría podido ser. El Cerebro no podía permitir que eso sucediera o ya hubiera sucedido hace miles de años. El Cerebro no te permitirá descubrir lo fácil que es resolver los problemas. Una vez resueltos los problemas el artefacto del cerebro se vuelve obsoleto. ¿Qué es un problema? El señor Hubbard ha definido el problema como postulado contra postulado, intención contra intención. El artefacto cerebral posee un mecanismo intrínseco que le impide resolver problemas y ese mecanismo es La Palabra. El Cerebro sólo puede producir más artefactos de supervivencia que producen más palabras. En este último curso nosotros hemos borrado esa palabra. El artefacto cerebral con su mecanismo de palabras autolimitador se ha quedado ahora obsoleto. No está hecho de metal ni de pedernal. No dejará ningún rastro de sí mismo salvo el molde calizo de un hogar vacío. D. O.: Usted escribió: «Yo no soy dos, soy uno.» ¿Qué consecuencias tiene esta unidad? W. B.: He hablado de fórmulas inviables, y quizá la fórmula más inviable de todas sea el mismo concepto del universo dualista. No creo que en ningún planeta haya lugar para más de una persona, es decir, una sola voluntad. En cuanto hay dos comienzan los problemas. El dualismo es el fundamento de este planeta: bien y mal, comunismo, fascismo, hombre, mujer, etc. En cuanto hay una fórmula como esa está claro que va a haber problemas. El planeta está habitado por varios grupos, sus condiciones de vida son completamente incompatibles y no se van a unificar. No es cuestión de que se unifiquen y se amen los unos a los otros: no pueden porque sus intereses son distintos. Fíjese 81

en el caso de los hombres y las mujeres, por ejemplo: nunca se entenderán, no tienen los mismos intereses. D. O.: ¿Qué valor tiene la inteligencia para la búsqueda de uno mismo? W. B.: Yo definiría la inteligencia simplemente como la capacidad de adaptarse a situaciones y entornos nuevos y resolver problemas; un instrumento útil, desde luego, que probablemente acabará siendo dejado de lado. En realidad, el cerebro humano en su conjunto es un artefacto, y cuando un artefacto ya no se necesita se tira. D. O.: ¿Qué valor tiene la ciencia? W. B.: ¿La ciencia? No sé que entenderá usted por ciencia. Lo que suele entenderse por ciencia —un método generalizado de evaluar las informaciones de acuerdo con datos experimentales— es obviamente valioso. D. O.: «Nada es verdad, todo está permitido», dice Hassan i Sabbah. ¿Es éste el principio de la libertad? W. B.: Sí, yo diría que sí. Si nada es verdad, entonces todo está permitido. Es decir, si nos damos cuenta de que todo es ilusión, entonces cualquier ilusión estaría permitida. En cuanto decimos que algo es verdadero o real, inmediatamente hay cosas que no están permitidas. D. O.: ¿Es el amor una solución? W. B.: No lo creo en absoluto. Pienso que el amor es un virus. Creo que el amor es una estafa organizada por el sexo femenino. No creo que sea la solución para nada. D. O.: ¿Qué opina de los seres humanos? W. B.: Que tienen posibilidades de desarrollarse, pero no van a convertirlas en realidad a no ser que se deshagan de los factores y de los individuos que los reprimen y que los mantienen deliberadamente donde están, que no sólo los reprimen, sino que los hunden cada vez más, de forma que se vuelven cada vez más idiotas. No hay nada fundamental en los seres humanos que falle, pero desde luego van a tener que dar un paso fundamental en la evolución. Es muy

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probable es que el verdadero origen de lo que llamamos el hombre moderno fuese la palabra. En un principio era el verbo. Creo que el siguiente paso tiene que ser ir más allá de las palabras. La palabra es hoy un artefacto caduco. Cualquier forma de vida que no consigue deshacerse de un artefacto caduco inherente a ella está condenada a la destrucción. Los dinosaurios sobrevivieron porque eran muy grandes, y luego se hicieron cada vez más grandes, y por supuesto, esto desembocó en último término a su extinción. La forma actual de ser humano probablemente proceda de la palabra, y, si la humanidad no se deshace de este artefacto caduco acabará por extinguirse. D. O.: Usted habla de la necesidad de demoler la fórmula misma de países y naciones separados. ¿Cómo se podría llegar a esto? W. B.: En la actualidad todos estamos encerrados en campos de concentración llamados naciones. Se nos obliga a obedecer leyes que no hemos aprobado y a pagar impuestos exorbitantes para mantener las prisiones en que se nos tiene encerrados. El pretexto de que, en alguna medida, hay consentimiento o que se reciben beneficios empieza a estar muy gastado. Los norteamericanos ni siquiera sabían que existía la bomba atómica. Menos aún se les consultó sobre si debía utilizarse o no. Así pues, una de las decisiones más desastrosas de la historia de la humanidad fue tomada por unos cuantos individuos incompetentes, mal informados y malintencionados. ¿Cómo se puede atacar el concepto de nación? 1. Mediante el repliegue de individuos afines en comunidades separadas dentro de las naciones. Los Musulmanes Negros han adoptado esta orientación. Lo mismo los hippies. Se podrían organizar otras unidades preferentes: comunidades exclusivamente masculinas, comunidades ESP 10, comunidades sanitarias, comunidades de judo y karate, comunidades de vuelo sin motor y globos, comunidades de yoga, comunidades reichianas, comunidades de silencio y abstracción sensorial. Tales comunidades no tardarían en hacerse internacionales y derribarían las fronteras nacionales. Es una aplicación de los principios enunciados en la serie de la academia.

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Extrasensory perception, percepción extrasensorial (N. del t.)

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2. En 1961 Herr Doktor Kurt Unruh von Stinplatz enunció su teoría de las unidades de autoridad o gobiernos simultáneos. La unidad de autoridad es un conjunto, simple o elaborado, que tiene la apariencia de la autoridad. La apariencia de la autoridad es autoridad. La forma más simple vendría a ser el puesto de policía que puede colocarse en áreas de crecimiento para extorsionar a los turistas. Fundido en negro a noche neblinosa en México. Tres jóvenes han juntado sus recursos y han comprado un Puesto Unruh. Se apoltronan mientras intentan darle a la caseta la apariencia de estar habitada. El coche debería de aparecer en cualquier momento. —Ahí tenemos el primer cliente. Detenido en la carretera por una cadena y un foco en la cara. —Bajen, señores11. Control de pasaportes. Dos turistas estadounidenses camino de Acapulco. El taxista les acompaña como intérprete. —Dice algo no bien en su pasaporte. Pasaporte muy malo12. Usted paga multa de cien dólares mexicanos. —¿Qué? Eso es ridículo. Dígale que no pagaré ni un céntimo. —Dice que si no pagar usted pasar seis meses en la cárcel. Junto al puesto de policía hay un patio con recia reja de hierro y candado. Dentro están todos los lisiados leprosos medio bobos y lunáticos del pueblo reunidos por el ofrecimiento de comida y pulque gratis. —Hola, Johnny, te joderemos aquí dentro. —Quiero hablar con el cónsul de los Estados Unidos. —Buenas noches, Rodríguez. Da la casualidad de que pasaba por aquí. —Aquí está su cónsul, míster.

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En castellano en el original.

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En castellano en el original.

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El cónsul lo escudriña con vista miope: —En el Departamento de Estado no hacemos recomendaciones a los ciudadanos norteamericanos, pero a veces pensamos en voz alta. Sabemos que los ciudadanos norteamericanos son vícitmas de abusos, pero no hay nada que podamos hacer para evitarlo. Si arma usted un escándalo a este nivel, el asunto se acaba llevando ante otra autoridad superior y eso significa más dinero. Mientras tanto usted está ahí dentro y pueden pasar meses antes de que podamos sacarlo. Un pobre tipo se volvió loco ahí dentro. Off the record, le diré que lo más barato es pagar… Eh, mmm, disculpe—. Se produce una consulta fuera del puesto de policía mientras uno de los polis vigila a los turistas a la vez que palpan el cañón de su pistola y tararea «La Cucaracha». El cónsul vuelve a entrar. —Es más serio de lo que pensaba. Por lo visto el taxista llevaba cocaína en el coche. Dice que ustedes le dijeron que la pusiera allí. Según la ley mexicana les pueden caer diez años. Mientras tanto estarán aquí puede que hasta dos años, hasta que el caso vaya a juicio. —dice el cónsul mirando a los turistas—. ¿Hasta cuánto pueden reunir, muchachos? ¿Seiscientos dólares en cheques de viaje? No sé, a lo mejor da resultado. Ustedes firmen los cheques. Operando desde una barraca en Casablanca, Herr Doktor comenzó a producir puestos de policía prefabricados, incluyendo tres uniformes, pistolas e impresos oficiales. Luego pasó a fabricar unidades más elaboradas. Alquilando edificios anónimos en grandes ciudades, abrió cárceles y tribunales. El objetivo es detenido por detectives, conducido a prisión (donde se le permite entrevistarse con un asesor legal y consultar a un abogado), juzgado, multado, encarcelado e incluso ejecutado. Por cinco millones de dólares puede entregar un pequeño país completo, con ejército, policía y aduanas. Por veintitrés mil millones una unidad deluxe, con su bomba atómica de las de antes y programa espacial. Estas unidades de autoridad se han extendido por el mundo occidental, destruyendo de raíz el concepto de autoridad igual que un flujo de dinero falso indetectable destruiría el sistema monetario. (Conviene señalar de paso que el buen doctor no era un hombre dotado de tacto en todos los aspectos. Cuando la editora de una revista femenina le preguntó qué pensaba de la «cuestión femenina, contestó jovialmente: «¿Porr qué no cortarrles la cabeza? Los pollos pueden vivirr sin cabeza y alimentarrse 85

con tubérrculos y, porr supuesto, lo mismo sucederría con las mujerres. Así que una vez reconciliada con su auténtica misión de tenerr hijos varrones fuerrtes descubrirrá su sencilla satisfacción, ¿no es así? Apelo a usted como mujer de buena voluntad parra que facilite mis experrimentos.») En el cuarto volumen de su tratado sobre la naturaleza, desarrollo y últimas etapas del Virus de la Autoridad, predice que la Enfermedad Moral Estadounidense paralizará a Occidente intelectual, artística y técnicamente mediante la persecución sistemática de cualquiera que supere el nivel medio de rendimiento humano. Esta persecución se dirigirá en primer lugar contra los actores, cantantes y artistas, en tanto sector de población más refractario al control, pero pronto se ampliará a científicos y técnicos. Los ricos serán despojados de su dinero por los mismos funcionarios que ellos designaron para proteger sus privilegios. Predice que se levantarán grandes ejércitos guerrilleros en Sudamérica y África, y que estos ejércitos atraerán a la juventud estadounidense y europea, que millonarios fugitivos financiarán las guerrillas, que científicos y técnicos escapados instruirán a estas en tácticas y habilidades increíbles. Predice que Occidente, desposeído de sus ventajas técnicas, invadirá Sudamérica y África en una cruzada contemporánea, encontrándose así con la guerrilla en su propio terreno y repitiendo el error del Vietnam. Predice que Occidente será absolutamente derrotado para finales del siglo

XXIX.

Predice que

las guerrillas destruirán hasta los últimos vestigios de la antigua economía basada en la producción y el consumo masivos. Predice una nueva economía dedicada a trascender en todos los campos el nivel del rendimiento humano. Referente a los pasos necesarios para alcanzar esta victoria, dice: «Quien se opone a la fuerza solo con una fuerza contraria constituye aquello a lo que se opone y a su vez es constituido por ello. La historia atestigua que cuando un sistema de gobierno es derrocado por la fuerza, un sistema similar en muchos aspectos ocupa su lugar. Por otro lado, aquel que no se resiste a la fuerza que lo esclaviza y extermina será esclavizado y exterminado. Para que la revolución realice cambios fundamentales en las condiciones existentes se requieren tres tácticas: 1. Desorganizar. 2. Atacar. 3. Desaparecer. Mirar para otro lado. Hacer caso

omiso.

Olvidar.

Estas

tres

tácticas

han

de

ser

empleadas

alternativamente.»

86

Así enunció el concepto de unidades My Own Business (Asuntos Propios), compuestas por individuos afines que forman comunidades separadas. «Las MOB13 tiene que camuflarse para sobrevivir. Por ejemplo, una MOB se apodera de un edificio de apartamentos desde las hipotecas hasta el conserje, ahora de otro edificio vecino, luego de una manzana entera (en apariencia gente estúpida perfectamente normal.) O una MOB se apodera del sheriff, la cárcel y el banco de una localidad pequeña. Nada de barbas ni de pelos largos, exactamente sólo una localidad pequeña corriente y moliente. «Los nuevos conceptos sólo pueden surgir cuando uno consigue desembarazarse en alguna medida de las condiciones del enemigo. Por otro lado, en un campo de concentración desembarazarse es difícil, ¿verdad?… 1. Desorganizar… Cincuenta jóvenes graban efectos de sonidos de un motín en magnetófonos portátiles. Esconden los magnetófonos bajo sus gabardinas. A la hora punta ponen los magnetófonos a todo volumen, gritos, silbatos de la policía, cristales rotos, crujidos de porras, gas lacrimógeno que brota de sus ropas… 2. Atacar durante la confusión subsiguiente… 3. Retirarse a la MOB. Aprender chino… Desorganizar otra vez… Atacar… Desaparecer. Mirar para otro lado. Hacer caso omiso. Olvidar.»

D. O.: Usted ha descrito Estados Unidos como una pesadilla. ¿Podría extenderse sobre este punto? W. B.: Estados Unidos no es tanto una pesadilla como un no-sueño. El nosueño americano es precisamente una iniciativa destinada a erradicar el sueño. Soñar es una actividad espontánea y, por tanto, peligrosa para un sistema de control creado por los no-soñadores. Ciertos experimentos realizados por el doctor Gross, en el Hospital Monte Sinaí de Nueva York, indican que cualquier sueño de un individuo varón está acompañado de una erección. El programa de no-sueño está específicamente orientado contra el principio viril. Por encima de todo, es antisexual y antiviril. Cualquier progreso o sistema de pensamiento necesita un terreno sobre el que desarrollarse, y más un programa vegetal como este peso muerto del 13

Acrónimo que significa multitud, mafia, populacho. (N. del t.)

87

pasado que pretende aumentar el número de vegetales humanos. El terreno para el programa de no-sueño ya estaba bien preparado a principios de siglo, listo para la simiente que con el tiempo rendiría su espantoso fruto. Dada la fórmula básica del nacionalismo, las guerras mundiales primera, segunda y tercera ya eran inevitables. La aparición concomitante del comunismo sirvió de pretexto para más medidas de control a la vez que los comunistas se verían obligados a aplicar medidas similares, sirviendo así al plan maestro. Examinemos algunos de los hitos fundamentales del plan antisueño: The Oriental Exclusion Acts («Las leyes de exclusión de orientales»): La ecuanimidad de los chinos se debe, por supuesto, a su idioma, que permite períodos de silencio y pensamiento no dirigido, absolutamente intolerables para los no-soñadores, que tienen que programar todo pensamiento. Ya he hablado de la diferencia entre la escritura jeroglífica y la silábica. (Si muestro un letrero en el que está escrita la palabra «ROSA», usted tiene que repetir la palabra de manera subvocal. Si muestro un signo jeroglífico de la rosa, usted no tiene que repetir la palabra, e incluso tiene la opción de guardar silencio.) Ciertamente, dos modelos de control, el maya y el egipcio, estuvieron basados en la escritura jeroglífica. Ahora bien, estos sistemas de control se apoyaban en el analfabetismo de aquellos a los que controlaban. La alfabetización universal, en conjunción con el control de la palabra y la imagen, es el instrumento de control contemporáneo. Uno de los rasgos fundamentales de la máquina de control occidental es haber despojado al lenguaje de su carácter gráfico en toda la medida de lo posible, separando las palabras cuanto sea posible de los objetos o de los procesos observables. Oficina cutre del Supervisor del Distrito caída de la tarde círculos alrededor de sus ojos fríos y grises como una vieja rata sabia a la que le entregan una página mecanografiada desde el otro lado del escritorio Relaciones entre seres humanos que sexualizan la accesibilidad congruente ambivalente fecundar con orificios perspectivas creo que es suscita la cuestión de configuraciones latentes contributorias carentes recíprocamente de rumbo o vector por la reconocible rememoración humana de tales exasperaciones aproximadas una desesperada somnolencia amanerada sociable supina negación por un consenso informativo latente inherentemente al servicio de 88

técnicas humanas atávicas en correlato con re-estatutos de correspondencias necesarias interderivativas de interiorizaciones complementarias comunicadas confluentemente metáforas análogas recíprocas con esquema diagramático implacablemente triunfante yuxtaposiciones delictivamente reconocibles para traducir o transfigurar una vibrante multiplicidad de contradicciones inherentes a

compromisos

lingüísticos

azotando

grumosos

modismos

desproporcionadamente sazonados con indignación gramatical hirviendo bajo una concordancia indispensablemente interiorizada derivada en última instancia de genitales infantiles suburbanos despreciados o saqueados sexualizando

exasperaciones

en

una

multiplicidad

de

otreidad

diagramáticamente contrapuntual comunicada lingüísticamente intensificando los preparativos delictivos en concentrados de privatización concomitantemente banales de histeria irrelevante perspectivas de negación desinformadas contributorias ambivalentemente supinas entretejidas oposicionalmente con seres

humanos

analfabetos

desesperadamente

reconocibles

encargados

recientemente agitándose implacablemente traducirían o transfigurarían fecundar con orificios potenciales correspondencias supuestamente informadas de conseno social pese a las configuraciones estructurales complementarias implacablemente yuxtaposiciones interdependencia de consenso necesario y meticulosamente recíproco en última instancia dependientes de la concordancia lingüística comunicada de tales preparaciones infantiles indispensablemente análogas

contractualmente

correspondencias

o

relaciones

humanas

fecundamente accesibles entre concordancias humanas indispensablemente interiorizadas despojadas de rumbo o vector por exasperaciones concluyentes irrelevantes latentemente

aproximadamente desinformada

derivativas

inaccesibilidad

interiorizaciones

sociales

contingente comunicadas

preparaciones infantiles agitando una indignación hirviente desproporcionada a pesar de yuxtaposiciones contrapuestas estridentemente interdependencia en última

instancia

encargada

socialmente

reconocible

estructuralizada

recíprocamente desinformada indispensablemente congruente multiplicidad de perspectivas de otreidad concomitantemente banales concentrados irrelevantes con orificios intersticios grumosos rectilíneamente inaccesibles. Estas perlas provienen de una de las publicaciones que la CIA reconoce subvencionar. Si se considera la función de la palabra como una prolongación 89

de nuestros sentidos para presenciar y experimentar a través de la mirada del escritor entonces lo anterior puede ser prosa doblada para ciegos. No ve nada y el lector tampoco. En esta hormigonera cargada de pasta verbal no hay una sola imagen. Como ejercicio literario acudo a la traducción de Rimbaud publicada por Penguin y selecciono imágenes para ordenarlas en yuxtaposiciones congruentes al lado de esta prosa incolora y vampírica que al carecer de color propio tiene que robárselo al lector tales preparaciones estructuralizadas lingüísticamente contractualmente accesibles en las tardes azules descenderé soñador los senderos sintiendo el frío de mis pies privados de rumbo o vector por exasperaciones derivacionalmente confluentes las cinco de la tarde en el Albergue Verde gran jarra de cerveza espuma convertida en oro por un rayo de sol poniente perspectiva de seres humanos analfabetos traduciría o transfiguraría fecundar con orificios potenciales el Vigilante surca remando los cielos luminosos y de su red se desprenden estrellas fugaces y consenso latente minuciosamente recíproco del azote sociable estridentemente congruente de enmarañados pantanos de manglares vibrantes llenos de charcas y serpientes acuáticas contrapunto diagramático… iendo desesperadamente la pobreza de la imagen cor… en bronce de consenso despreciado o saqueado de configuraciones contributorias… como una bandada de palomas sobresaltadas por los estremeciemientos de persianas y el amanecer azul amarillento sexualizando la accesibilidad contingente informada naufragios espantosos en el fondo de golfos marrones en los que serpientes gigantes devoradas por ladillas caen de los árboles retorcidos entre negros perfumes reconstrucciones de orificios suburbanos comunicados de genitales infantiles contradicciones contributorias interiorizadas olas azules peces dorados cantores espuma de flores fantasmas traducirían o transfigurarían concentrados de privatización banal surgidos en última instancia de neblinas violetas a través del muro de un cielo rojizo supinamente ambivalente contractualmente inaccesible estanque frío y negro en donde un niño en cuclillas y lleno de tristeza hace zarpar un barquito frágil cual mariposa en mayo entre hambrientas exasperaciones confluentes privadas de derivaciones lineales comunicadas de compromisos recíprocos sangre escupida concomitantemente histeria irrelevante al pie de muros sombríos pegando a perros esqueléticos vectores interiorizados preparados desinformados llueve suavemente sobre la ciudad claro de luna al dar el reloj las doce concentrados de

90

otreidad con orificios amargas perspectivas la ruta silenciosa está blanca bajo la luna un leve pozo negro de sangre sucia grito infantil necesariamente penetrante interiorizado diagramáticamente en la oscura plaza sangre escupida confluentemente hiriente como la sal de las lágrimas de un niño sexualizando la interdependencia en última instancia supeditado a un barco inmóvil en aguas cenicientas perspectivas desinformadas concordantemente infantiles viento del norte sobre el barco naufragado perece el poder la justicia se esfuma humanos fecundamente supinos y ambivalentes hay hermanos oscuros extraños si empezáramos a hervir hirviendo bajo concentrados de privatizaciones indispensablemente banales soldados rubios de los escasos helechos la tierra salvaje los prados y horizontes se lavan hasta enrojecer en la tormenta columnatas oposicionales delincuentemente pulsantes bajo el viento de estaciones de trenes azul claro del cielo arrojaba capas de hielo sobre los charcos vector comunicó en última instancia la cuestión de la dirección interiorizada a las cuatro de la mañana de una mañana estival el sopor del amor el viento entra errante por el lecho reputablemente tal concordancia humana contractualmente accesible es creo yo plantear la pregunta entonces tendrán que habérselas con la horrible rata astuta el fuego fatuo llega como un disparo tras las configuraciones vespertinas de congruencias interiorizadas Azul casi sahariano en el que mil demonios azules danzan en el aire como flores de fuego supinamente oposicionales chacales inaccesibles saqueados aullando en medio de desiertos de tomillo preparados estridentemente mal informados comunican la cuestión del consenso saqueado llueve concordancia interiorizada el alba se levanta suavemente como una bandada de palomas sobre la ciudad sobresaltadas por persianas a las cuatro y el amanecer azul amarillo que empieza concentra el sueño del amor sobre orificios accesibilidad estival los perros esqueléticos flores de fuego interiorizadas. Cualquier cosa que ellos puedan hacer usted lo puede hacer mejor. Coja el Diccionario Oxford Abreviado mezcle sus propios concentrados de virus lingüísticos fuego quema y hierva la mezcla del caldero hierve hasta que se vuelva negra y fuerte gente de por aquí les han ofendido vuelvan confluentemente al complemento: e.

91

Élite erística impactado impostura limítrofe banal agitándose impotente gota eflúvico lechada lodo incumbente ME grumo abrasivamente africado íncubo

interposicional

inconsumado

lúbrico

investidura

decomisado

exteriorizado tosco anástrofe espesado mal informado ME palatograma epidémico

anfractuosidad

escatológico

obscurantista

reciario

desafecto

estibador sometido urubú anacrónico prologuista consensual nunca más hirviendo bajo innavegable diéresis inextricablemente desmesurada intersticios sociales

recíprocamente

ablativo

hipotecado

agitándose

contagonista

oposicional precativo ingrávido mentecato desobligado catóptrico zillah saqueado consenso de justiciable justiciar brega kava libando oponencia orificios adventicio hipotecado anacrónico histeria de vector su corazón desinformado pulpa irrefrangible desafectado equidna encuentro ineluctible obmutescencia aracnoide troglodita agitándose inoficioso efluvio desobligado investidura rectilínea desadhesión aditiva élite limítrofe impactada irrefrangible contagonista troglodita anacrónico sometido sexualizando inmediaciones ingrávidas

abrasivo

inocupación

congruentemente

desinteriorizadas

necesidades mal informadas pulpa extrapolando diagramático eferente prehensiones

obmutescentes

escatólogo

prefigurado

de

palatograma

sumisamente desobligado investidura nunca más hirviendo bajo efluvio innavegable vituperio impotente histeria irrefrangible tal desadhesión aditiva ineluctable irrefrangible limítrofe íncubo hirviendo sometido pulpa ablativo palatograma ingrávido precativo adhesión efluvial impactada agitaciones lúbricas sin consumar contagonista ingrávido reciario diéresis escatólogo erístico prefigurado, voici le temps des assassins14. La gallinita ciega cualquiera puede jugar… prosa ciega pero sin rumbo ni propósito. Uno de los propósitos es proteger una tesis camuflada contra la vergüenza de ser puesta a prueba. Si digo «Inglaterra es una isla» puedo aportar pruebas para sostener mi afirmación si alguien la pone en duda. Si escriben un artículo atacando a la Olympia Press 15 en tanto accesibilidad sexualizante congruente a su corazón de pulpa fecundar con orificios perspectivas en nombre de la intimidad humana han situado su tesis 14

En francés en el original: «He aquí el tiempo de los asesinos.» (N. del t.)

15

Editorial radicada en París y fundada en 1953 por Maurice Girodias que publicaba narrativa

sobre temas generalmente considerados tabú en la época: sexualidad, erotismo, drogas. Entre otros autores a los que publicó figuran, además de Burroughs, Nabokov, Bataille y Samuel Beckett. (N. del t.)

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más allá del ámbito de los hechos ya que las palabras utilizadas no se refieren a nada que pueda probarse. Las palabras utilizadas no se refieren a nada. No tienen referente. Las leyes de exclusión de los orientales contuvieron una influencia peligrosa y prepararon el terreno para futuros conflictos. El programa exige una serie de conflictos tales que demuestren la necesidad de una continua escalada de las medidas de control. Income Tax Laws (Leyes fiscales): Estas leyes benefician a los que ya son ricos. Cuanto más rico es uno, más fácil es reducir sus impuestos. En la práctica, los ricos han cerrado las puertas a la riqueza extrema. Es necesario para asegurar que no se enriquezca nadie que pudiera emplear el dinero en subvertir los intereses del dinero y los monopolios. No hay jerarquía más hermética que la de la riqueza extrema, y nadie que no esté consagrado a los intereses del dinero logra formar parte de ella. Controles de pasaportes y aduanas a partir de la Primera Guerra Mundial: la fórmula básica de la que depende el plan de control es la comunicación unilateral. Todo el mundo tiene que ser obligado a recibir comunicados de la máquina de control. Es fácil darse cuenta de que cualquier medida de control amplía las dimensiones de la comunicación obligatoria. ¿No tienen completamente en orden su pasaporte o visado? ¿Ha perdido su resguardo de control de divisas? ¿Cuántas veces tendrá que repetir compulsivamente la disculpa que ha preparado por si el funcionario de la aduana empieza a hacerle preguntas? Así es cómo las medidas de control hacen aparecer como por arte de magia interrogadores fantasmaque invaden y destruyen su libertad interior. Sin duda alguna, el hito más crucial del plan antisueño fue la Harrison Narcotics Act («Ley Harrison sobre narcóticos»). D. O.: La destrucción total, ¿le parece a usted un desenlace deseable? W. B.: Yo diría que quizá la destrucción total de las instituciones existentes, y de forma muy rápida, sea la única alternativa a una guerra nuclear que sería muchísimo más destructiva, y que me parece muy clara y evidentemente lo que

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pretende la gente que tiene el poder. En Estados Unidos no cabe duda de que pretenden iniciar una guerra atómica. Una bomba que cayera sobre Nueva York resolvería muchos de sus problemas. Recuérdese que la mayor parte de la oposición a la máquina se concentra en las grandes ciudades. Creo que están muy dispuestos a correr el riesgo de una guerra nuclear. Sin embargo, no podrán hacer ni eso si la estructura entera se desmorona. De esas dos posibilidades, yo desde luego prefiero la destrucción total del sistema social vigente a una guerra atómica, que sería el resultado inevitable de que éste siga en pie.

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3. Una nueva rana

DANIEL ODIER: ¿Desempeña la sexualidad un papel importante en su obra? WILLIAM BURROUGHS: Sí. D. O.: ¿Distingue usted entre lo erótico, lo sexual y lo pornográfico? W. B.: Todas esas palabras están cargadas de significados ocultos. Por ejemplo, la pornografía es una palabra de doble filo, la propia palabra tiene es implícitamente desfavorable. Así que dado el hecho de que las propias palabras son totalmente confusas, soy incapaz de hacer distinciones entre ellas. La distinción entre erotismo y sexualidad, por ejemplo, me parece otro caso del tercio excluso característico del pensamiento occidental: es o amor o sexo. Creo que a lo aquí no enfrentamos es en buena medida, a la confusión verbal implícita en estas palabras. D. O.: En su obra, el erotismo se ha convertido en una máquina gigantesca que se destruye a sí misma. ¿Conduce su erotismo hacia algo diferente, posee otro significado o es la expresión de la destrucción? W. B.: Bueno, podría responder a eso con otra pregunta… No sabemos lo bastante para saber; no sabemos qué es el erotismo, no sabemos qué es el sexo, no sabemos por qué es placentero, y la razón de que no sepamos estas cosas es que se trata de un terreno tan explosivo que nadie se atreve a mirarlo… La idea de realizar cualquier investigación científica provoca convulsiones puritanas en la gente. Sencillamente no hay objetividad posible. Yo diría que si de verdad entendiéramos algo sobre el erotismo —qué es el sexo, por qué es placentero (evidentemente se trata de un fenómeno electromagnético; de hecho Reich lo midió)—… y en lo tocante a dónde nos llevaría eso… posiblemente a algún reconocimiento fundamental. D. O.: ¿Qué autores eróticos o pornográficos le parecen interesantes? W. B.: Rechazo de nuevo las palabras «erótico» o «pornográfico». Me referiré, simplemente, a escritores que han tratado temas sexuales de forma más 95

o menos explícita o sincera. Pues Genet, sin duda. Me hago cargo de la importancia de Sade, pero me parece muy aburrido de leer. Sin duda, Joyce, Miller y D. H. Lawrence fueron muy importantes como pioneros y realizaron algunos avances importantes, de forma que hoy se puede publicar virtualmente cualquier cosa. D. O.: Existe un paralelo evidente entre su obra y la del Bosco. A nadie se le ocurriría decir que el Bosco es pornográfico. La gente más mojigata y «respetable» contempla los cuadros del Bosco con admiración inconsciente, mientras que una página de la obra de usted bastaría los escandalizaría. ¿Cuál es el origen de esta incongruencia a la hora de juzgar? W. B.: Tiene varios orígenes. En primer lugar, una persona respetable no se entera en absoluto de lo que el Bosco pinta. No se da cuenta de que las cosas que pasan en sus cuadros son precisamente las que yo describí en El almuerzo desnudo. No lo ven. Y también es antiguo, lo cual es muy importante. La gente respetable puede contemplar estatuas priápicas sin sobresaltarse, porque están en los museos. Son antiguas. Henry Miller, creo, lo señaló en un artículo. Es un ejemplo más de la esquizofrenia completamente irracional que caracteriza al pensamiento de la llamada gente respetable. Si algo está en un museo y es célebre y antiguo, está bien. Por supuesto, también hay que tener en cuenta las diferencias entre pintura y escritura. D. O.: En sus obras hay un rito sexual que, con frecuencia, desemboca en sacrificios humanos. ¿Ha suprimido la civilización los sacrificios y ritos de contenido sexual? W. B.: Bueno, sí, diría que no los han eliminado, simplemente han suprimido las manifestaciones explícitas de esos ritos. Ahora bien, los aztecas eran absolutamente explícitos en sus sacrificios humanos. Nosotros no lo somos, pero invadimos sus tierras y destruimos razas enteras, como hemos destruido a los indios, como los temibles Boers destruyeron a los bosquimanos, y los colonos australianos destruyeron a los aborígenes. La destrucción es más amplia. No posee significación ritual, pero equivale a una destrucción aún mayor en lo que al número de personas involucradas del que podría conseguirse mediante sacrificios humanos auténticos. Por otro lado, claro está que no

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insinúo ni por un instante que estos ritos repugnantes y estúpidos sean reinstituidos; ya nadie podría tomárselos muy en serio: son las cenizas de dioses muertos. D. O.: A menudo el acto sexual aparece en sus obras como un movimiento de fornicación universal en el que participan todas las cosas vivas, a veces incluso las de otros planetas. ¿Cuál es el significado y la importancia de esa concepción? W. B.: Bueno, respecto a su importancia no sabría qué decir. Simplemente se trata de la percepción de que el sexo es un fenómeno muy extendido en la interconexión de la materia viva, y también de la materia no viva. D. O.: En La máquina blanda, Carl es recubierto de gelatina y su cuerpo colocado en un molde femenino que lo transforma poco a poco. ¿Es aplicable esta transformación al hombre contemporáneo? W. B.: Estamos muy cerca, incluso a nivel científico, de poder realizar toda clase de alteraciones en el cuerpo humano. Ahora se pueden sustituir las partes, como en un coche viejo cuando se estropea. Lo siguiente será, por supuesto, el trasplante de cerebros. Suponemos que el ego, lo que nosotros llamamos el ego, el Yo o el Tú, está localizado en algún punto del centro del cerebro, así que no tardaremos mucho en poder transferir el ego de un cuerpo a otro. Los ricos podrán comprarse cuerpos jóvenes. Muchos de los pasajes de mi obra que eran puramente fantásticos en su momento, ahora están perfectamente dentro de la esfera de lo posible. D. O.: En los numerosos ahorcamientos que figuran en sus obras, muchas veces el orgasmo está ligado a la muerte. ¿Cuál es la conexión entre el orgasmo y la muerte? W. B.: Es un asunto muy opaco. Mucha gente que ha considerado las pruebas cree que hemos vivido otras vidas. La posible conexión sería que una persona muera en el mismo orgasmo en el que nace; muere en su propia concepción, por así decir, y ahí residiría la continuidad. Freud se refiere al orgasmo como la petite mort (la pequeña muerte). Es un momento de inconsciencia que, en algunos casos, se aproxima a algunas manifestaciones de

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la muerte. Por supuesto, el orgasmo puede producirse en el momento de la muerte, como en el ahorcamiento, el envenenamiento con cianuro y diversos estados convulsivos; también es causa bastante frecuente de muerte en los enfermos cardíacos. Es peor que subir corriendo seis pisos de escalera y muchas mujeres se han encontrado en embarazosa situación de encontrarse con que su viejecito adinerado exhaló encima de ellas su último suspiro. Ya sabe, «Murió en casa de fulanita de tal…» No quiero dar nombres, pero ya sabe, viene a ser como aquello de «Muerto mientras limpiaba su fusil» … D. O.: En La máquina blanda, dos personajes son partidos por la mitad y combinados para formar dos personas nuevas. ¿Qué simboliza esta unión? W. B.: Bueno, en realidad el cuerpo humano tiene dos mitades. Las dos mitades no son iguales. El lado izquierdo y el derecho no son similares, no sólo porque la mayoría de la gente utilice más la mano derecha. El lado derecho del cerebro, si uno es diestro, permanece prácticamente sin utilizar. Hay considerable diferencia entre el lado derecho y el izquierdo de la cara. Hace poco, alguien compuso fotografías duplicando el lado derecho de la cara y otras duplicando el lado izquierdo, y resultaban bastante distintas. Así que se podría coger a dos personas, partirlas por la mitad, componerlas intercambiando las mitades, y obtener por este procedimiento dos personas nuevas. No hay ningún simbolismo especial. Es una mera posibilidad que imagino que con el tiempo estará al alcance de la ciencia médica. Están convirtiéndose en unos mecánicos muy competentes, eso hay que reconocérselo. D. O.: El ahorcamiento también es una especie de alquimia que efectúa la transferencia de un pensamiento de un cuerpo a otro en el momento de la eyaculación. ¿Qué representa eso? W. B.: Quizá represente la transferencia del ego a otro cuerpo en el momento de la eyaculación. He explotado esta posibilidad de forma más amplia en La máquina blanda. Pero realmente hoy está caduca, puesto que la operación completa puede realizarse de forma quirúrgica. Se coge el cerebro… cójase el cerebro de Hearst y coloquémoslo en otro cuerpo; es lo que él siempre deseó. Todos esos viejos personajes que se resisten a morir… Puede entenderse como un intento bastante primitivo de trasplantar un ego de un cuerpo a otro.

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D. O.: ¿Cuál es la importancia del sadismo en sus obras? W. B.: No hay mucho sadismo en mis obras. Aunque tenga esa reputación, no creo que me recree demasiado en torturas con connotaciones sexuales. Desde luego, es algo que no me interesa personalmente; golpear a la gente o ser golpeado, a mí todo ese tipo de cosas me parece terriblemente aburrido y desagradable. D. O.: Los actos sexuales que usted describe parecen estar sujetos a leyes físicas precisas: una serie de contactos que liberan determinados mecanismos. A veces, incluso se acarician los nervios desnudos. ¿Concibe usted las relaciones sexuales de sus personajes como reflejos puramente mecánicos? W. B.: Es obvio que el cuerpo humano es una máquina muy compleja, lo que no significa que usted sea su cuerpo, porque un cuerpo no se mueve por impulso propio; está hecho de la mismísima materia que esta mesa, y no cabría esperar que esta mesa se moviera por sí misma. Es una máquina muy compleja ocupada por alguien en calidad de piloto muy incompetente. No cabe duda de que se puede lograr una estimulación sexual por manipulación eléctrica directa de los centros nerviosos, etc., igual que se puede manipular cualquier máquina: es una máquina. En particular, sabemos muy poco de los aspectos sexuales de la máquina por la sencilla razón de que no se investigan, ya que no se permite investigarlos. Éste es uno de los aspectos principales del monopolio de los intereses creados: pueden estimular el sexo y dificultar el acceso al sexo. En este sentido, tienen a la gente siempre pensando en él, siempre preocupada por él sexo, y eso les impide causar problemas. D. O.: La conexión entre el sexo y el color recurre varias veces y parece fascinarle. ¿Por qué? W. B.: Una vez más, como verá, lo que intento es derivar alguna aproximación entre las leyes y los hechos de la sexualidad: qué es el sexo y cómo funciona. No cabe duda de que hay una relación entre el sexo y los colores. Es decir, las fotografías sexuales en color son mucho más estimulantes que las fotos en blanco y negro. Ahora, por supuesto, están al alcance de cualquiera, gracias a las nuevas cámaras Polaroid. Me imagino a la gente sacándose fotografías a diestro y siniestro. No sin peligro… He conocido a personas que se ha puesto 99

muy enfermas de este modo. Equivale a lidiar con algo que no se conoce muy bien. Es un terreno espinoso. D. O.: En sus libros hay pocas mujeres. Cuando aparecen son como Mary, en La máquina blanda, que devora los genitales de Johnny, al que acaba de ahorcar…. O como la estreñida ama de casa americana que teme que la batidora se le meta bajo las faldas mientras espera a que termine el programa de la lavadora. ¿Qué piensa de las mujeres? W. B.: En palabras de uno de los grandes misóginos, un hombre vulgar, el Mr. Jones de Victoria, de Conrad: «Las mujeres son una maldición perfecta.» Yo creo que fueron un error básico y que todo el universo dualista ha evolucionado a partir de este error. Las mujeres ya no son necesarias para la reproducción como muestra este artículo: CIENTIFICOS DE OXFORD REPRODUCEN RANAS A PARTIR DE UNA SOLA CÉLULA, por Walter Sullivan.

Oxford, Inglaterra, New York Times, 8 de octubre. Los investigadores de la Universidad de Oxford creen haber disipado toda duda acerca de la validez de los experimentos a través de los cuales se han generado ranas a partir de células aisladas extraídas de otra rana. La experimentación en materia de lo que se conoce como reproducción vegetativa gira en torno a uno de los problemas fundamentales de la biología, a saber, qué es lo que pone en marcha y hace detenerse el material genético contenido en cada célula del cuerpo. En los experimentos se han reproducido ranas a partir de células que revisten el intestino, lo que ha demostrado que incluso células tan especializadas como éstas contienen, en su núcleo, la información necesaria para construir un nuevo individuo completo. Dicha información suele permanecer en estado aletargado, pero en los experimentos realizados en Oxford ha sido activada.

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Argumento de los escépticos Hasta ahora, algunos científicos habían creído que en esas células especializadas la información genética que no correspondía a la función de la célula quedaba erradicada para siempre. Quienes se mostraban escépticos ante los experimentos de Oxford, que llevan varios años realizándose, argumentaban que las ranas producidas procedían de células no especializadas que de alguna forma habían llegado hasta el intestino. Sin embargo, el doctor John Gurden, de Oxford, que dirige la investigación, dijo que ahora era evidente que no puede ser así, puesto que más del treinta por ciento de las células intestinales son susceptibles de desarrollarse por lo menos hasta alcanzar la fase de renacuajo. Esto, afirma, es incompatible con la idea de que dichos renacuajos procedan de células no especializadas poco frecuentes. Sólo el uno o dos por ciento de las células se desarrollan hasta llegar a ser ranas completas, maduras y fértiles, pero en opinión del doctor Gurden, esto se debe a daños sutiles que padece el núcleo celular durante la manipulación. Los experimentos han causado sensación porque suponen que al menos en teoría, sino en la práctica, debería de ser posible producir gemelos idénticos en masa a partir de personas dotadas de facultades o belleza excepcionales. El doctor Gurden se ha esforzado por mantenerse al margen de tales especulaciones. Su meta, dice, es comprender cómo se controla la información genética de las células corporales. Si bien las células que revisten el intestino de un ser humano contienen toda la información necesaria para generar un gemelo idéntico, sólo una mínima parte de tal información está activada. Esa información dice: «Eres un revestidor intestinal; debes desarrollarte de cierta manera y realizar determinadas funciones químicas.» Lo que el doctor Gurden y sus colaboradores han hecho es extraer este núcleo del intestino de un renacuajo e implantarlo dentro de un huevo de rana cuyo núcleo ha sido destruido. Algo del material del huevo —el citoplasma— le

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dice a ese núcleo: «Ya no eres el núcleo de una célula intestinal, eres el núcleo de una célula huevo; ponte en marcha.» El resultado, si todo va bien, es una nueva rana. D. O.: Para Antonin Artaud, la sexualidad es una barrera pora el acercamiento entre hombres y mujeres. ¿Qué piensa usted? W. B.: No me interesa esa aproximación. No la considero como una barrera; creo que toda la orientación antisexual de nuestra sociedad está fundamentalmente manipulada por intereses femeninos. Porque las mujeres tienen interés en mantener reprimida la sexualidad; éste es el método por el así es como retienen o pescan a un hombre, y a partir de ahí se supone que él ya no debe que hacer nada más. Esos son los intereses creados de las mujeres, que son antisexuales. D. O.: En sus libros no se dan emociones entre las personas que se unen sexualmente. W. B.: Yo no diría que no existen emociones entre la gente que se une sexualmente. En el libro que estoy escribiendo ahora hay abundante emoción. Creo que lo que llamamos amor es un fraude perpetrado por el sexo femenino, y que el objetivo en las relaciones sexuales entre hombres no es algo que pudiéramos llamar amor, sino más bien algo que podríamos llamar reconocimiento. D. O.: ¿Qué simbolizan las agentes lesbianas con penes injertados en la cara que beben líquido espinal? W. B.: Ah, un poco de ciencia ficción, nada más. D. O.: ¿Qué es lo que causa el miedo y la ansiedad que experimentan ciertas personas cuando se mienta a autores considerados «pornográficos»? W. B.: El temor generalizado a la sexualidad, por supuesto. Un temor cuidadosamente cultivado durante la crianza y la educación temprana, que fundamentalmente está en manos de mujeres. Si no tuvieran miedo a la sexualidad descubrirían más cosas al respecto, y si descubrieran más cosas sobre ella eso supondría una considerable amenaza para los intereses creados.

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D. O.: Usted ha dicho que la familia es uno de los principales obstáculos para cualquier progreso humano real. ¿Por qué? W. B.: En primer lugar, significa que los niños son criados por las mujeres. En segundo lugar, que cualquier clase de tara mental que padezcan los padres — sean neurosis o confusiones— se transmiten inmediatamente al indefenso niño. Todo el mundo parece creer que los padres tienen perfecto derecho a infligirles a sus hijos cualquier clase de tara perniciosa que padezcan ellos y que a su vez les transmitieron a ellos sus padres, de manera que toda la especie humana se la mutila durante la infancia, y todo esto lo hace la familia. No iremos a ninguna parte mientras esta ridícula unidad no sea disuelta. Hay varias formas de hacerlo. Por supuesto, la más obvia sería quitarles a los padres biológicos a sus niños en cuanto nacen y criarlos en una especie de guarderías estatales. Esto se ha propuesto muchas veces, pero claro, hay que tener en cuenta qué clase de formación y de entorno va a haber en las guarderías estatales. Otra propuesta, hecha por el señor Brion Gysin, es que se pague a los niños por ir a la escuela. En otras palabras, que cuanto más avancen en sus estudios más dinero obtendrán. Si esto se hiciera desde una edad muy temprana, empezaría a socavar su dependencia económica de los padres, y cuando el niño se licenciase de la universidad, por ejemplo, tendría dinero suficiente para iniciar su carrera sin recurrir a los padres. Lo que realmente mantiene a los hijos atados a sus padres es la dependencia económica, y hay que acabar con ella. D. O.: Ya ha habido varios intentos de acabar con la familia, pero no han dado resultado. ¿Por qué han fracasado? W. B.: Bueno, para empezar, no han llegado lo bastante lejos. Imagino que en China se habrán aproximado más que cualquier otro país, aunque no he tenido la ocasión de comprobar qué es lo que está sucediendo allí. En Rusia decían que iban a hacer algo al respecto y luego no hicieron absolutamente nada; por lo visto, en Rusia existe la misma familia burguesa de siempre que en el mundo occidental. Por supuesto, la gente que tiene intereses creados en la

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familia son las mujeres. Y evidentemente, cualquier intento de atacarla hace que echen espuma por la boca. D. O.: ¿Qué haría falta para reemplazar a la familia? W. B.: Nada. Nada. No veo en absoluto ninguna necesidad de familia. Por ejemplo, empezando así. Por supuesto, en la actualidad la inseminación artificial es completamente posible. Muy bien, se escogen a los donantes y a las mujeres, éstas quedan preñadas, y permanecen en el hospital hasta que nace a criatura: no conviene que anden paseándose por ahí, porque antes de nacer a un bebé puede pasarle todo tipo de cosas. Algo que también es muy importante es que no haya ningún ruido cuando nazca el bebé: nadie debe decir nada, porque en ese instante tan traumático las palabras dejan huellas permanentes. El señor L. Ron Hubbard, el fundador de la Cienciología, dice que durante cualquier período de inconsciencia es absolutamente criminal que nadie diga nada, porque esas palabras quedan impresas en el organismo y, si son reestimuladas o repetidas con posterioridad, volverá a experimentarse ese dolor, y son muy devastadoras. Muy bien, el bebé ha nacido; entonces se le traslada a una guardería, o lo que sea, para que lo críen. Eso es todo… Sin familia. D. O.: ¿Cree usted que llegaremos, o hemos llegado, al punto de crear seres artificiales sin recurrir a procesos reproductivos normales? ¿Le parece deseable? W. B.: Creo que al alcance de la tecnología moderna y, en efecto, a mí me parece muy deseable, porque supondría la eliminación de la familia. Sin embargo, la investigación en esa dirección está bloqueada, por supuesto, por los intereses creados del sexo femenino: el tema de los bebés es su monopolio. Ahora bien, si se pudieran producir seres artificiales, se podrían producir a una edad razonable y no existiría toda esa infancia. Sí, a mí me parece muy deseable. D. O.: ¿Qué relación hay entre las drogas y la homosexualidad? W. B.: Ninguna que yo sea capaz de ver. Quiero decir que cualquier organismo, sea humano o animal, se ve afectado por los efectos de las drogas. No parece haber ninguna relación entre las drogas y la homosexualidad, o la heterosexualidad.

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D. O.: ¿Afectan las drogas a la percepción de la experiencia sexual? W. B.: Depende de la droga de que se trate. Algunas de las drogas alucinógenas poseen ciertas propiedades afrodisíacas; aumentan la conciencia y, por tanto, pueden aumentar la conciencia de la experiencia sexual. Los opiáceos, desde luego, son completamente antisexuales. Las ideas procedentes de estúpidos relatos periodísticos sobre drogadictos que cometen violaciones… son incapaces de obtener una erección, no tienen interés alguno en el sexo: un heroinómano no tiene mayor interés en el sexo que en un nabo viejo… es una idea absolutamente errónea. La cocaína y la benzedrina poseen ciertas propiedades afrodisíacas. Todas las drogas sedantes son antisexuales: el alcohol, los barbitúricos, los tranquilizantes, todos reducen el impulso sexual. D. O.: A.J. se ve obligado a llamar a su guardaespaldas para que lo libere de las mujeres norteamericanas en celo que se tropieza. ¿Qué piensa usted de las mujeres estadounidenses? W. B.: Pienso que posiblemente son una de las peores expresiones del sexo femenino, porque se les ha permitido llegar más lejos. El culto a la mujer que floreció en el Sur y en los tiempos de la frontera, cuando no había demasiadas mujeres, sigue siendo fundamental en la vida norteamericana; y todo el culto sudista de la mujer y la preponderancia blanca siguen siendo la política de Estados Unidos. Perdieron la Guerra de Secesión, pero su ideario todavía domina América. Es un país matriarcal y supremacista blanco. Parece haber un vínculo muy marcado entre el matriarcado y la supremacía blanca. D. O.: La teoría del orgón del doctor Reich se menciona varias veces en su obra. ¿Qué importancia le atribuye usted? W. B.: Creo que se trata de un descubrimiento de una importancia tremenda, quizá no tan importante como creía el doctor Reich, pero desde luego algo que merece ser muy investigado. Y el hecho de que haya sido tan brutalmente suprimida por la Pure Food and Drug Administration federal es, creo yo, un indicio de su importancia. Prácticamente se puede juzgar la importancia de un descubrimiento por los esfuerzos realizados para suprimirlo. La teoría del orgón de Reich es un ejemplo de un descubrimiento brutalmente suprimido… el tratamiento de apomorfina para la drogadicción es otro. 105

4. Academia 23

DANIEL ODIER: ¿Cree que la creación de un centro de investigación sexual, práctica y teórica, podría ayudar a desentrañar las aún oscuras leyes de la sexualidad? WILLIAM BURROUGHS: Sin duda alguna. Creo que eso llevaría en muy pocos años a avances fundamentales… nunca ha habido ninguna investigación auténtica. Bueno, hubo un proyecto en St. Louis, Missouri, en el que se tomaron fotografías en color de personas de entre dieciocho y ochenta años manteniendo relaciones sexuales que me imagino que nadie podrá ver a menos que sea un investigador o algo por el estilo. Por lo que he podido colegir, descubrieron muy poca cosa. D. O.: ¿La resistencia al erotismo, que sigue siendo muy fuerte tanto en el arte como en la vida, supone de algún modo una manifestación del control de conciencia? W. B.: Oh, sin duda, es el eje de control fundamental. Si pierden el control de eso, entonces han perdido el control de verdad. Y están decididos a no perderlo. D. O.: ¿Cómo ve usted el futuro de las relaciones entre hombres y mujeres? W. B.: En La máquina blanda propuse la separación de los sexos, que todos los niños varones fueran criados por hombres, y que todas las niñas fueran criadas por mujeres. En mi opinión, cuanto menos tenga que ver un sexo con el otro mejor. D. O.: Bien, en ese caso, en cuanto todo se hiciera automáticamente, ya harían falta las mujeres, ¿no es así? W. B.: No, quizá presuponiendo que se pudieran tener úteros en botellas para que entonces las mujeres ya no hicieran ninguna falta…

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INSTITUTO DE ESTUDIOS SEXUALES SUPERIORES BOLETÍN DE LA ACADEMIA, Nº

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La eh finalidad del Instituto es examinar las eh manifestaciones sexuales con los mismos procedimientos experimentales y eh objetivos que tan destacados resultados han dado en las eh ciencias físicas. No podemos por menos que estar impresionados por la ineficacia del actual estado de cosas, el largo etapa de indefensión de la infancia durante la cual el niño está expuesto a toda clase de enfermedades físicas y psíquicas, con todas las influencias malsanas existentes. Nuestro objetivo es precisamente crear niños de una edad razonable, inmunizados hasta cierto punto contra las influencias nocivas que no podamos controlar directamente. Entre tanto, hay que hacer todos los esfuerzos posibles por disolver la unidad biológica familiar. No es ninguna exageración decir que la unidad familiar, con su cosecha deprimentemente previsible de traumas infantiles y tensiones perfectamente innecesarias que la vida moderna añade a estas heridas perfectamente innecesarias, es el más devastador de los factores

fundamentales

de

la

vida

moderna.

¿Cuántos

ciudadanos

potencialmente inteligentes y útiles apenas hacen otra cosa a lo largo de su vida entera que protestar contra sus condicionamientos infantiles? Se ha propuesto en muchas ocasiones que los niños fueran criados por el Estado. ¿Y qué es el Estado sino una simple extensión de la tribu que a su vez es una extensión de la familia? Transferir el cuidado de los niños de la familia privada a la familia estatal sería irrelevante. Eso supondría que nuestros hijos emergerían de ella encorsetados por una camisa de fuerza de formulaciones verbales dogmáticas igual que hace hoy día la familia biológica. El señor Brion Gysin ha hecho una de las sugerencias más prometedoras para la liquidación a largo plazo del problema familiar. Propone que a los niños se les pague por ir al colegio, y que su asignación aumente conforme avancen en sus estudios, con lo que poco a poco conseguirían emanciparse económicamente de la familia. Hay que considerar la solución del problema familiar como un requisito indispensable para cualquier estudio objetivo de las manifestaciones y fenómenos sexuales. Nuestra obra ha sido paralizada por el poder antisexual monopolista porque podría desembocar en una comprensión elemental de los mecanismos que implica acompañada de la liberación concomitante de los condicionamientos

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infantiles. El doctor pidió a sus pacientes que se pusieran ropa de plástico transparente y se fijó en si sus sueños eran explícitamente sexuales o no. Uno se pregunta hasta qué punto el contenido de los sueños podría dictarse intercalando determinadas palabras e imágenes a intervalos muy breves. Puesto que todos conocemos perfectamente los resultados de este experimento, baste con decir que tales experimentos se han llevados a cabo, en relación con factores tan básicos y eh previsibles… Me refiero a experimentos que no salieron eh como teníamos previsto. Ciencia, pura ciencia. En este negocio se aprende a tomar las cosas como vienen. —¿Cómo le va a la pareja que está en la doble cámara de emersión nº 187? —No mire, jefe; es demasiado horrible. Se están derritiendo y uno se está comiendo al otro desde dentro. —Selbstverstandlich —dijo bruscamente Herr Doktor—. ¿Y qué pensaba usted que pasarría, estúpido cerrdo americano? En este momento estalló una pelea lamentable en la sala de operaciones; se volcaron los tanques de alimentación, las jarras, los acuarios, salpicando el suelo de monstruoso ser larval los científicos resbalan mientras se dan tajos unos a otros con los escalpelos y los osteótomos y gritan. —En fin, recibimos las órdenes y yo hice el trabajo, con la mujer y a los niños encima. —Mira qué dummheit. —Doctor, huele por donde las letrinas. —Corran, muchachos. Están activas—. Visto por última vez nadando en aguas residuales erógenas. Se perdió el proyecto entero. ¿Quién es aquí el director? ¿Entiende lo que quiero decirle? ¡En manos equivocadas esos conocimientos podrían ser muy peligrosos!

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D. O.: Hablábamos del poder y de sus desastrosas consecuencias. Hablemos ahora de las drogas. ¿Son un dispositivo de poder? W. B.: A mí me parece que las drogas son uno de los dispositivos de poder ideales. El llamado problema de las drogas es un pretexto —muy traído por los pelos, y cada vez más— para ampliar el poder de la policía sobre áreas de oposición real o potencial. En los países occidentales, la oposición está concentrada en el grupo de edad de las personas comprendidas entre los dieciocho y los veinticinco años. Por tanto, apruébense más leyes sobre drogas, publicítense todas las noticias relativas a las drogas, y un gran porcentaje de la oposición se convertirá en criminal por definición legal. Según un artículo publicado en la revista Life (24 de julio de 1967) las autoridades estiman que unos diez millones de estadounidenses han probado la marihuana al menos una vez, y que el número de usuarios aumenta con rapidez. Por supuesto, no pueden encarcelar a diez millones de personas; eso sería exponerse demasiado. Si hay una cosa que no quieren hacer las autoridades occidentales es exponerse demasiado. Pero pueden mantener a la juventud bajo la amenaza constante de registros o intervenciones policiales y, al mismo tiempo, canalizar la rebelión hacia las vías muertas de la drogadicción y la delincuencia. En Occidente la autoridad jamás ha estado tan amenazada como ahora mismo, y fiel a los modos de su especie parasitaria reacciona con rabia histérica. La autoridad reaccionaria no vacila en tachar de criminal a cualquiera que se declare públicamente favorable a la legalización de la marihuana, e incluso a quien se atreva a señalar que la heroína y el cannabis no se pueden ubicar bajo la misma definición legal, ni siquiera farmacológica. Le pondré un ejemplo:

Un médico califica a Mick Jagger de criminal por pedir libertad para consumir drogas. Ginebra, 3 de agosto (U.P.I.) El doctor Paul Campell, médico canadiense, ha calificado de «criminales» a las personas que defienden la droga LSD. El doctor Campbell también atacó con dureza al cantante pop británico Mick Jagger, de los Rolling Stones, por haber declarado presuntamente que la gente debe ser libre de tomar drogas si así lo desea.

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El médico canadiense se dirigía a una asamblea del Moral Rearmament Group (Grupo de Rearme Moral) sobre la cuestión del consumo de drogas en su cuartel general de Caux.

D. O.: Creo que es necesario establecer las diferencias entre las distintas clases de drogas y alucinógenos. ¿Cómo se las puede clasificar en términos de sus efectos fisiológicos? W. B.: He aquí una cita de un discurso pronunciado ante la Sociedad Americana de Psicología en 1961: «Por desgracia, la palabra droga activa un reflejo de temor, desaprobación y lascivia en los sistemas nerviosos occidentales.» Droga, por supuesto, no es más que un nombre genérico para cualquier agente químico. El alcohol es una droga sedante, que actúa de manera similar a los barbitúricos; sin embargo, debido a asociaciones puramente verbales, no pensamos en el alcohol como una droga, porque es nuestra droga nacional. El Departamento Estadounidense de Narcóticos clasifica como narcóticos sustancias con efectos fisiológicos opuestos. La morfina es un antídoto contra para la intoxicación por cocaína; el cannabis es una droga alucinógena sin ninguna afinidad química ni fisiológica con la cocaína o la morfina. Sin embargo, la cocaína, la morfina y el cannabis están clasificados como drogas narcóticas. No cabe duda de que el término tiene impacto emocional; pero empleado de forma tan vaga, carece de una significación precisa y útil. Me gustaría delimitar, en principio, una clara distinción entre los agentes sedantes y los alucinógenos, entre las drogas que crean adicción y las que no la crean. ¿Qué es la adicción? El consumo de opio y sus derivados conduce a un estado que determina y describe la adicción. El adicto a la morfina o a la heroína ofrece un modelo y un ejemplo de adicción. El adicto funciona mediante la heroína: sin ella está tan indefenso como un pez fuera del agua, está fuera de su medio. Esa situación de dependencia total no existía con antelación al contacto con la heroína y la adicción subsiguiente. Un mes, más o menos, de consumo diario de la droga, sea por inyecciones o por vía nasal, y el adicto está «enganchado», es decir, es adicto para toda la vida. Incluso si el adicto se cura y

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permanece alejado de la droga durante años, puede volver a caer en la adicción con una o dos chutes… Como el alcohólico, ha adquirido una sensibilidad vitalicia ante la droga. Los investigadores siguen sin saber cómo se contrae la adicción a la heroína. El doctor Isbell, de Lexington, Kentucky, donde se trata a la mayor parte de los adictos estadounidenses, ha sugerido que la morfina actúa sobre los receptores celulares y que quizá modifique la estructura molecular de ciertos grupos de células del cuerpo. Mientras que la acción de la morfina no se conoce del todo, el alcohol y los barbitúricos son sin duda sedantes del lóbulo frontal del cerebro, y suelen necesitarse dosis cada vez más fuertes para obtener un efecto sedante. En realidad, puede decirse que todas las drogas sedantes actúan sedando, es decir, dejando fuera de juego alguna función del sistema nervioso al disminuir la conciencia del entorno y de los procesos corporales. La adicción no parece ser una prerrogativa de los sedantes, y quizá los opiáceos sean la única clase de drogas que realmente crea adicción. Los síntomas que se siguen a la abstinencia de barbitúricos pueden considerarse como reacciones mecánicas a la sedación masiva del lóbulo frontal del cerebro, más que una necesidad biológica de la droga. ¿Qué es un alucinógeno? Una droga que amplía la conciencia y aumenta la sensibilidad al entorno y a los procesos corporales. Propongo el término droga ampliadora de conciencia para sustituir al de alucinógeno, porque para empezar es muy difícil de pronunciar. Las auténticas alucinaciones son raras y no se ha formulado ninguna definición precisa de lo que es una alucinación. Bajo la influencia del LSD, la mescalina o el cannabis, el sujeto es muy consciente de los colores, los sonidos, los olores… y puede decirse que el efecto de la droga consiste en este fenómeno de ampliación de la conciencia, que puede ser agradable, o desagradable, dependiendo del contenido de esa conciencia. Los colores y ruidos adquieren un significado intenso, y buena parte de esta conciencia se mantiene aun después de pasado el efecto de la droga. Bajo la influencia de la mescalina tuve la experiencia de ver por primera vez un cuadro, y luego descubrí que podía ver el cuadro sin recurrir a la droga. La misma capacidad de percepción de la música, de la belleza de un objeto por lo común ignorado, se mantiene después, de tal forma que una sola dosis potente de una

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droga ampliadora de conciencia muchas veces aporta un ensanchamiento permanente del campo de la experiencia. La mescalina transporta al usuario a áreas psíquicas inexploradas, y a menudo es capaz de volver a ellas sin asistencia química. Describiré un simple experimento que aclarará mejor la distinción

entre

drogas sedantes

y ampliadoras

de conciencia.

Este

experimento, que yo sepa, no se ha realizado en detalle. He aquí el experimento que propongo: adminístrese una droga ampliadora de conciencia a la vez que una serie precisa de estímulos (música, fotografías, olores, sabores), cronometrados y registrados de forma que el conjunto de estímulos pueda repetirse en ese orden exacto. Algunos días después, cuando se hayan disipado por completo los efectos de la droga, sométase al sujeto a los mismos estímulos y en el mismo orden. ¿Hasta qué punto se reactiva la experiencia alucinógena? Todo el que ha tomado drogas que amplían la conciencia sabe que cualquier estímulo experimentado bajo la influencia de la droga puede reactivar la experiencia. Existen muchas razones para pensar que la experiencia de la droga podría repetirse en detalle mediante la repetición precisa de los estímulos asociados. Ahora realícese el mismo experimento con un adicto a la morfina: Adminístresele una dosis de morfina a la vez que una batería de estímulos. Aguárdese hasta que aparezcan los síntomas de abstinencia. Ahora repítanse los estímulos. ¿Se experimenta algún alivio del síndrome de abstinencia? Todo lo contrario, los estímulos asociados reactivan e intensifican la necesidad de la droga. Por supuesto, lo mismo sucede con el alcohol. Los estímulos asociados al consumo de alcohol reactivan la necesidad de éste y conducen a la recaída. El uso de drogas sedantes conduce a una dependencia creciente de la droga consumida. El consumo de drogas que amplían la conciencia podría enseñarnos cómo obtener los aspectos beneficiosos de la experiencia alucinógena sin recurrir a ningún agente químico. Cualquier cosa que pueda hacerse químicamente puede hacerse por otros medios si se tienen conocimientos suficientes de los mecanismos implicados. Hace poco, un dentista de Cambridge extrajo dientes sin otra anestesia que música a través de auriculares. La

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experiencia de ampliación de la conciencia puede inducirse con el flicker, es decir, destellos rítmicos de luz intermitente sobre la retina a una velocidad de entre diez y veinticinco destellos por segundo. (Cito del libro de Gray Walter The Living Brain): «Las series rítmicas de destellos parecen disolver ciertas barreras fisiológicas entre las distintas regiones del cerebro. Esto quiere decir que el estímulo del flicker, recibido a través de la proyección visual del área del córtex, estaba rompiendo límites: sus ondas se desbordaban y penetran en otras áreas.» Ahora bien, lo característico de las drogas que amplían la conciencia es precisamente este desbordamiento de las áreas cerebrales; oír colores, ver ruidos e incluso olores. Con el flicker, Gray Walters reprodujo muchos de los fenómenos asociados con las drogas alteradoras de la conciencia: «Los sujetos informaron de luces como cometas, colores sobrenaturales, colores mentales, no colores profundos y visuales.» La literatura de la mescalina y del LSD abunda en tales descripciones, lamentablemente vagas, acerca de la experiencia visionaria. Nuevas experiencias con dosis subliminales de mescalina —acompañadas de flicker administrado en grandes dosis y repetidos después— bien podrían desembocar en un método no químico de ampliar la conciencia y aumentar la sensibilidad. Hay muchas drogas que amplían la conciencia, cada una dotada de propiedades distintas, y los científicos apenas han comenzado a estudiar la química de esas drogas. Yo he tenido experiencias personales con la mescalina, el LSD, la banisteria caapi, la kava kava, la dimetiltriptamina, y varias otras en forma de preparados de hierbas cuya composición desconocía. Todas estas drogas me permitieron acceder a distintas áreas de la psique, algunas placenteras y otras no. Una sobredosis de droga ampliadora de conciencia puede ser una experiencia de pesadilla, debido al aumento de conciencia de los síntomas desagradables o peligrosos. Quiero mencionar una droga que no es estimulante del lóbulo frontal de cerebro —como la cocaína— ni un sedante, como la morfina y los barbitúricos, ni un tranquilizante, ni un excitante, ni un alucinógeno… una droga que actúa como útil agente estabilizador cuando se utilizan drogas que amplían la conciencia. Esta droga es la apomorfina. Cito de Anxiety and its Teatment, del doctor John Dent de Londres: «La apomorfina se fabrica a partir de la morfina 113

hirviéndola con ácido hidroclórico, pero su efecto fisiológico es completamente distinto. La apomorfina actúa sobre el hipotálamo de un modo que normaliza el metabolismo y regula el suero sanguíneo.» Administrada junto a una una droga que amplía la conciencia, la apomorfina estabiliza la experiencia y disminuye la ansiedad. He observado en otras personas, y experimentado personalmente, cómo una dosis de apomorfina alivia de forma espectacular la ansiedad resultante de las drogas que amplían la conciencia. No tiene propiedades sedantes ni crea adicción. No se ha registrado ningún caso de adicción a la apomorfina: sin embargo, está incluida en la Ley Harrison de Narcóticos por asociación puramente verbal y, en consecuencia, rara vez se receta en este país. La apomorfina es una droga singular, pues actúa como un regulador del metabolismo que estabiliza pero no anula las experiencias de ampliación de la conciencia. En conclusión, las drogas sedantes disminuyen la conciencia, y suelen ser necesarias dosis cada vez más grandes para alcanzar o mantener ese estado de conciencia disminuida. Las drogas que amplían la conciencia intensifican la conciencia, y el estado conciencia intensificada puede convertirse en permanente. Es una desgracia que el cannabis, que es una de las drogas alucinógenas más seguras, esté sujeto a las sanciones legales más duras. Sin duda alguna, es una droga muy útil para los artistas, pues activa series de asociaciones que de otro modo serían inaccesibles; debo muchas de las escenas de El almuerzo desnudo directamente al consumo de cannabis. Los opiáceos, por otra parte, al tener como efecto la disminución de la conciencia del entorno y los procesos corporales, sólo pueden ser una traba para un artista. El cannabis actúa como guía de áreas psíquicas a las que luego se puede regresar sin él. Hace ya algunos años que he renunciado al consumo de cannabis y soy capaz de obtener los mismos resultados por medios no químicos: mediante el flicker y la música a través de auriculares, a través de los cut-ups y fold-ins de mis textos, y sobre todo entrenándome para pensar en bloques asociativos en lugar de en palabras. Es decir, se puede abandonar el consumo de cannabis, como el de todos los alucinógenos, en cuanto el artista se haya familiarizado con las áreas abiertas por la droga. A veces en grandes dosis, el cannabis provoca ansiedad, y la apomorfina alivia enseguida dicha ansiedad. Yo diría que el cannabis y los demás alucinógenos nos aportan una de las claves del

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proceso creador, y una investigación sistemática de estas drogas abriría el camino hacia métodos no químicos de ampliación de la conciencia. D. O.: ¿Podría decirse que, en lo que respecta a las «alcohólicas» naciones occidentales los alucinógenos representan más un peligro para su sistema que como amenaza física concreta, como se nos induce a creer? W. B.: Como he señalado en mi respuesta a su última pregunta, la oposición oficial a las drogas es ambigua: se condenan las drogas en tanto peligro para la autoridad, pero ¿suponen las drogas un verdadero peligro para el Estado? ¿Cómo de peligroso es un consumidor de tripis? Improductivo quizá, pero el Estado no anda falto de mano de obra; al contrari0. ¿Son los consumidores de tripis amotinados en potencia? Sostengo que la oposición oficial a las drogas es una farsa, que todas las políticas del Departamento Estadounidense de Narcóticos —así como las de otros países que aplican esas políticas, como Inglaterra, que ahora sigue servilmente el mal ejemplo de Estados Unidos cual república bananera de última hora— están diseñadas deliberadamente para difundir el consumo de drogas, y la consiguiente legislación insensata contra el consumo de drogas. Se conduce deliberadamente a la juventud a estos callejones sin salida después convertidos en delitos por una ley aprobada en el congreso o el parlamento. Esta jugada de ajedrez elemental envía a la oposición en potencia a un campo de concentración de delincuentes, debilitada por los efectos de drogas tan asesinas como la metedrina (no hay excusa alguna para la fabricación de ninguna variante de la fórmula de la benzedrina), amansada por el LSD para que se entregue a estados malsanos de amor y comunión con todo el mundo y lo acepte todo, enganchada a la heroína que, al ser ilegal, ocupa todo el tiempo del adicto y lo vuelve bastante inofensivo. En resumen, las drogas son un excelente método de control estatal, pero esto jamás debe quedar de manifiesto por su legalización, contra la que lucharán hasta la muerte. Rusia, por otra parte, parece haber adoptado un punto de vista más realista. El motivo por el que se oponen al consumo del cannabis no se debe a que lo consideren dañino, sino porque hace que un país sea más difícil de industrializar.

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Los peligros tanto físicos como sociales del consumo de drogas han sido confundidos irremediablemente por la desinformación sistemática difundida por la prensa… mentiras sensacionalistas y estúpidas. Dicen que los morfinómanos mueren al cabo de unos años. Eso es absurdo. Un adicto a la morfina puede llegar a cumplir noventa años. Conozco el caso de uno que así lo hizo. La salud general de los morfinómanos es excelente. La heroína provoca más deterioros que la morfina, pero no tiene consecuencias inmediatamente letales si las dosis se mantienen dentro de límites razonables y si su consumo no se acompañado con el de cocaína. La prensa dice que el cannabis es adictivo. No lo es, y nunca se ha demostrado la existencia de consecuencias negativas derivadas de su consumo. En los países en los que su consumo está ampliamente difundido, la gente lo fuma durante toda su vida sin consecuencias negativas demostrables, salvo los que resultan del tabaco con el que se mezcla. Por el contrario, la cocaína, la metedrina y todas las variantes de la fórmula de la benzedrina son nocivas para la salud, más todavía que el alcohol. El problema de las drogas está camuflado, y como todos los problemas, no existiría si las cosas se hubieran hecho bien desde el principio, teniendo en cuenta el problema de drogas modelo de los Estados Unidos, donde el adicto es un delincuente por definición legal y la proliferación de leyes estatales que consideran delito vender, poseer o ser adicto a los opiáceos, la marihuana, los barbitúricos, la benzedrina, el LSD y nuevas drogas que se incorporan continuamente a la lista. Un clamor incesante en la prensa crea interés y curiosidad: la gente quiere probar esas drogas, así que hay más usuarios, más clamor y más leyes y más gente joven encarcelada. Hasta que incluso los senadores se preguntan lastimeramente —¿De verdad queremos enviar a la cárcel a un buen porcentaje de nuestra juventud? —¿Es esta nuestra única respuesta al problema de los narcóticos? El Departamento Estadounidense de Narcóticos dice con toda franqueza que sí, que el consumidor de drogas es un delincuente y ha de ser tratado como tal: la mejor cura para los toxicómanos es la cárcel. Los expertos dicen que las 116

leyes deben reflejar la desaprobación social ante el adicto. En el estado de Texas la posesión de un cigarrillo de marihuana le puede valer a uno quince años de desaprobación social reflejada en la mirada de personas decentes y temerosas de Dios. Cualquier intento serio de hacer cumplir realmente este maremágnum de legislación estatal y federal requeriría una invasión informatizada de la intimidad, un terror policial total, una maquinaria policial que atraería a toda la población hacia su órbita de infractores, policía, detención, tribunales, defensa y libertad condicional. Basta con ordenarle a la máquina que haga cumplir las leyes como sea y ella nos arrastrará hacia el desastre de un Estado policial informatizado. Sin duda, el cannabis es la más segura de las drogas alucinógenas más ampliamente difundidas; muchos habitantes de los países africanos y del Próximo Oriente lo fuman durante toda su vida sin consecuencias negativas aparentes. En cuanto a legalizarlo en los países occidentales no tengo una opinión. Si los médicos ingleses poseen la facultad de recetar heroína y cocaína, parece razonable que también tuviesen la facultad de recetar cannabis. Las drogas alucinógenas más potentes, el LSD, la mescalina, la psilobicina, dim-N, bannisteria caapi, sí presentan peligros más graves de los que están dispuestos a reconocer sus partidarios fanáticos. Los estados de pánico e incluso la muerte a raíz de una dosis «segura» de LSD no son algo inusitado. Recuerdo que cuando viajaba por la localidad putumaya de Macoa postrado en la cama durante una semana por una fiebre, me tropecé con la historia —contada por un hombre que había venido desde Cali, si la memoria no me falla— que era un joven alumno serio que creía en la telepatía y leía a Lorca y quería probar la «viña del espíritu», bannisteria caapi, los indios de por ahí lo llaman «yagué», así que el brujo16 preparó su dosis de brujo él mismo tomó hombre y niño cuarenta años y se la pasó al infortunado viajero: un grito de espantoso dolor y salió corriendo hacia la jungla. Lo encontraron en un pequeño claro que estaba despejando con sus convulsiones. No se presentó ningún cargo contra el brujo, el urbanita se había llevado su merecido. Aquel dulce y malvado anciano vivió para envenenarme a mí algunos años después. Ahora bien, teniendo presente la suerte de mi predecesor, me había provisto de seis cápsulas de nembutal y veinte tabletas de codeína labor de previsión a la que es muy posible que deba la 16

En español en el original. (N. del t.)

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vida. Aún así estuve tirado durante horas en el suelo delante de la choza del brujo, paralizado y agarrotado por el dolor y el miedo. Una tolerancia elevada se adquiere con el consumo y para un principiante la dosis cotidiana tomaba el brujo para aumentar su energía podía ser fácilmente letal. Dejando a un lado el factor tolerancia, la reacción ante estas drogas varía considerablemente de un individuo a otro una dosis segura para un psiconauta podría ser peligrosa para otro. El consumo prolongado de LSD puede suscitar en algunos casos una benevolencia demente malsana: el viejo psiconauta que te sonríe a la cara ve todos tus pensamientos y te ama y acepta de arriba abajo y de dentro a fuera. Es cierto que esas drogas pueden ser peligrosas y dar lugar a estados de ánimo deplorables. Para poner en perspectiva el consumo de drogas yo propondría que se fundaran academias en las que los jóvenes pudieran aprender a colocarse de verdad… a colocarse tanto como se coloca el maestro zen cuando su flecha acierta en un blanco en la oscuridad… tanto como se coloca el maestro de karate cuando destruye un ladrillo con el puño… colocado… ingrávido… en el espacio. Estamos en la era espacial. Ha llegado el momento de mirar más allá de este planeta agotado radioactivo e infestado de polis. Ha llegado el momento de mirar más allá de este cuerpo animal. Recordemos que cualquier cosa que pueda hacerse químicamente puede hacerse por otros medios. No necesitas drogas para colocarte, pero en determinadas etapas de la formación las drogas son útiles como atajo. Los alumnos recibirían un curso elemental de formación en las disciplinas no químicas del yoga, el karate, la abstracción sensorial prolongada, las luces estroboscópicas, la utilización constante de magnetófonos para disolver los canales de asociación verbal. Técnicas que en la actualidad se emplean para controlar el pensamiento podrían emplearse por el contrario para la liberación. Con magnetófonos informatizados y micrófonos de garganta sensibles podríamos penetrar en la naturaleza del discurso humano y lograr que la palabra se convirtiera en una herramienta útil en lugar de un instrumento de control en manos de una prensa desinformada y desinformadora. En la actualidad se están empleando técnicas verbales para obtener técnicas procesadas por ordenador más fiables destinadas al control de la opinión y la manipulación en la «guerra propagandística» como la denominan. 118

La CIA no regala dinero gratis. Da dinero para controlar la opinión canalizándola en ciertas direcciones. El control de las opiniones es una operación técnica que dura cierto número de años. Primero se condiciona a un segmento de población —«preparación de segmentos»— para que reaccione ante palabras en lugar de ante los referentes de esas palabras. En las revistas subsidiadas notarán ustedes una curiosa prosa sin imágenes. Si pronuncio la palabra «silla» usted verá una silla. Si digo «la somnolencia concomitante con la pedantería ambivalente del totalitarismo no reconocido» usted no verá nada. Esto es el condicionamiento del lector para que reaccione ante las palabras en estado puro. Las «preparaciones» así condicionadas reaccionarán de forma previsible ante las palabras. La «preparación» condicionada es totalmente impermeable a los hechos. El objetivo de la formación de la academia es precisamente el descontrol de la opinión, y se condiciona a los alumnos para que examinen los hechos antes de formular patrón verbal alguno. La formación inicial en métodos no químicos de ampliación de la conciencia duraría al menos dos años. Durante este período se solicitaría a los alumnos que se abstuvieran de consumir todo tipo de drogas incluido el alcohol ya que la salud corporal es fundamental para reducir al mínimo las perturbaciones psíquicas. Tras la formación básica se prepararía al alumno para excursiones psíquicas con drogas para acceder a áreas difíciles de explorar por otros medios en el estado actual de nuestros conocimientos. El programa propuesto es fundamentalmente una desintoxicación del miedo y del control interiores, una liberación del pensamiento y de las energías para preparar a una nueva generación para la aventura espacial. Con semejantes posibilidades abiertas ante ellos, dudo que fuesen muchos los jóvenes que quisieran drogas destructivas. Recordemos que el jaco lo mantiene a uno aquí en su cuerpo de yonqui en este planeta en el que la cadena de farmacias Booth está abierta toda la noche. No se puede llegar al espacio con una bombona de jaco. Queda por resolver el problema de quienes ya son adictos. Los que necesitan es tratamiento médico nada de cárcel ni oraciones. He hablado muchas veces del tratamiento de apomorfina como el método más rápido y eficaz de tratar a los adictos. Las variaciones y síntesis del tratamiento de 119

apomorfina podrían muy bien producir una droga milagrosa para la desintoxicación. La droga lomotil, que reduce enormemente la necesidad de opiáceos, pero que no es adictiva, podría ser útil. A través de la experimentación podría darse sin duda con una cura indolora. Lo que hace que una cura funcione es que el adicto encuentra algo mejor que hacer y se da cuenta de que no puede hacerlo enganchado al jaco. Las academias como la que he descrito darían a la juventud algo mejor que hacer y de paso reducirían el problema de las drogas a la insignificancia. D. O.: De su respuesta a la última pregunta parece deducirse que considera usted que la legislación antidroga es más peligrosa que las drogas. ¿Es esa de hecho su opinión? W. B.: Así es, rotundamente. ¿Qué ocurriría si toda esa legislación antidroga se cumpliera al pie de la letra? ¿Qué ocurriría si todas las leyes se cumplieran al pie de la letra?

Cúmplase la ley al pie de la letra. Todas las leyes de los Estados Unidos de Norteamérica…: Deténgase a todos los transgresores de cualquier ley tal como consta en todos sus códigos…: Deténgase a todos los transgresores sin tener en cuenta su raza, color, creencias religiosas, riqueza ni posición… —El caso es que la Poli nos obligó. Ponte en movimiento, Joe. Harry Bowers, cincuenta y dos años, propietario y gerente de un hotel. Era un buen hombre de negocios con los libros en regla. Hacía un caluroso día de junio en St. Louis un día como otro cualquiera desayuno en la Cafetería Waldorf bacón huevos tostadas café está a punto de volver a por otro café cuando tres polis de contabilidad de hombros estrechos ojos fríos grises sulfurosos y dientes picados se sentaron a su mesa.

Brad y Greg eran dos meticulosos maricones con el pelo cortado a cepillo que trabajaban en una oficina del gobierno oh nada secreto simples asuntos de educación tenían un elegante apartamento en Georgetown igual que Hempstead

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saben habían vivido juntos durante quince años y ahora la convivencia era puramente platónica y tenían mucho tacto en lo referente a sus aventuras respectivas cuando se iban de vacaciones a Tánger nunca nada local por supuesto eso lo habían decidido hace mucho y nada de bares gays desempeñaban puestos de responsabilidad se decían el uno al otro pues bien aquella noche en concreto después de tres martinis y un ragú de ternera cocinado por Greg que era el que cocinaba mientras Brad limpiaba tenían un horario rotativo por supuesto hablaron mucho sobre su relación y decidieron que había que adoptar un punto de vista realista y arreglar su vida en común día a día «nuestro día» lo llamaban en función de un plan preestablecido para evitar roces interpersonales durante el año laborable cuando los ánimos se crisparon ante la prohibición local que pesaba sobre las aventuras ilícitas esa noche después de cenar y Brad no se había tomado ni dos de más mientras hojeaba una revista de culturismo nueva. —¡Ese soy yo! —¡Dios mío, y ese soy yo! Se retiraron a la aparente intimidad de su dormitorio.

Jerry Wentworth era un fumador de marihuana enrollado que trabajaba en una agencia de publicidad. Tenía una habitación chula insonorizada con alta fidelidad y un pequeño maniquí no estoy dispuesto a arriesgar el pellejo para legalizarla prefiera tenerla mi trabajo y mi apartamento. Pues bien una noche en mitad de Green Onions17

—Hola, Harry. Me llamo Joe —dijo el agente mientras enseñaba la placa—. Sí, Harry, trabajamos para el loco gobierno de los Estados Unidos. ¿Podemos invitarle a otro café, Harry? —preguntó el agente mostrando sus dientes grises mortecinos—. Me llamo Joe Rogers, de Hacienda, me alegro de conocerle y no tengo inconveniente en decirle que algunas de las personas más agradables que 17

Célebre tema instrumental de rhythm and blues grabado en 1962 por Booker T and the MG’s.

(N. del t.)

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hay son infractores… el mobiliario del bar que vendió usted en negro cuando cerró el bar tras la guerra… la timba de póquer en casa de Marty… es usted bastante buen jugador de póquer, ¿no Harry?… un día en las carreras… el dinero se va acumulando con los años. —El agente dejó caer ruidosamente un cuaderno sobre la mesa y dejó de sonreír—. Durante los treinta últimos años, Harry, ha escamoteado usted más de diez mil dólares en sus libros de cuentas amañados —Los agentes empujan con frialdad los recibos de sus cafés hacia Harry Bowers —. Los reflectores les sacuden en una ráfaga plateada: —¿Qué hacen ustedes delante de gente honrada? La puerta se abrió de golpe y seis agentes defensas del Notre Dame cargaron con el hombro y entraron en su queo chulo enseñando placas y permisos de registro. Un agente mostró un porro: —Te van a caer veinte años fumeta. El esfuerzo por hacer cumplir las leyes existentes inspiró a los círculos elitistas. Los estados compitieron unos con otros y con Washington para promulgar leyes más estrictas… nuez moscada… diente de león… huertos sin autorización

expresa…

narcóticos

todavía

no

clasificados…

sanciones

retroactivas… libertad condicional permanente para los reincidentes. La libertad condicional estaba informatizada y los «candidatos» estaban en observación constante mediante pantallas de televisión colocadas en los lugares que se les permitía frecuentar. Si desaparecían durante un segundo de la pantalla la máquina escupía una orden de detención. —Así que no se le ocurra a ninguno de vosotros los «candidatos» pensar en un vaso de cerveza o algo así recordad que tenemos nuestras pantallas en todas los sitios a donde pudierais querer ir si pensáis claro y de manera decente y tenemos nuestras pantallas en los itinerarios más directos entre los sitios. Así que aprendeos vuestros laberintos y permaneced en pantalla. Puesto que la actividad de la policía estaba orientada en gran medida en torno a los narcóticos, los evasores de impuestos, la obscenidad y los delitos sexuales y puesto que ningún ciudadano en sus cabales se habría acercado a una

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comisaría, los delitos contra las personas y la propiedad prosperaron con casi total impunidad y muchos delincuentes a la vieja usanza ascendieron desde las filas de los chivatos a cargos policiales de alto rango. El ciudadano, abrumado por la escalada de los impuestos, asaltado por atracadores descarados, registrado e interrogado por la policía en todas las esquinas, se arrastró de nuevo a su apartamento desvalijado. El programa espacial cayó en el olvido. La defensa nacional se abandonó en beneficio de la «gran tarea norteamericana». —¿Qué pasaría si atacaran este país? —exigió saber el senador Bradly—. El noventa por ciento de los jóvenes entre los dieciocho y los veinticinco años están en la cárcel y el diez por ciento restante son policías. Fue denunciado en la prensa como «un blandengue, el abogado de los maricas, los criminales y los drogadictos». La máquina sobrecargada se está desmoronando. Los errores ya han alcanzado dimensiones pandémicas. El inocente padre de familia tiembla sabiendo que su azúcar puede muy bien analizarse como heroína cien por cien. A los ciudadanos que acuden a pagar una multa de aparcamiento los encierran en las celdas de los condenados a muerte conforme la máquina escupe frenéticamente leyes, órdenes de detención y condenas sin ton ni son. El número de internos aumenta de manera ominosa… diez millones, veinte millones, cuarenta millones. Estados Unidos es una concha cerrada en torno a un núcleo explosivo de lúgubres prisioneros. El senador Bradly se alza por última vez para decir: —¡Que Dios nos asista! La Enfermedad Moral Estadounidense se extiende a otros países. El temor a la policía ensombrece la tierra. En 1959 escribí: «La infección dedicada a traficar en el intercambio de narcóticos evidenció la existencia de una María

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Tifoidea18 que extenderá el problema de los narcóticos al Reino Unido 19.» El mismo año, el doctor John Dent conoció a un médico del Departamento Estadounidense de Narcóticos. El médico norteamericano le dijo: «Tengo la corazonada de que dentro de unos diez años ustedes los ingleses tendrán el mismo problema de narcóticos que nosotros.» Londres 1969: Los sabuesos delatores, entrenados para detectar la marihuana y ahora para detectar LSD, cocaína, heroína, opio, píldoras estimulantes y anfetaminas, olfatean por todas partes. En el aeropuerto los perros olfatean a los perros de los turistas en el banco oliendo cheques hundiendo el hocico en la entrepierna de un anciano en el East India Club abriendo bolsos con los dientes en Fortnum’s Fountain policías con perros cierran el acceso a cualquier manzana por ambos extremos y se obliga al ciudadano a permanecer en pie con la chaqueta abierta mientras un perro lo olisquea de pies a cabeza así que vuelve a su apartamento sin calefacción (ya sabe interrupciones generalizadas del suministro de energía) una mujer policía ante su botiquín vuelve a preguntarle si le importaría explicarle la presencia de esta jeringa rectal. Un químico forense declara sin rodeos: «Hablando en nombre de todos los chicos del laboratorio, estamos hartos de cenizas, basuras, papeleras, ropas, cortinas, alfombras, bolsas de aspiradora y agua sacada de las tazas de los wáteres que nos endilgan en los laboratorios forenses. Tenemos almacenes repletos de esta porquería y nos llevará años analizarla.» Hoscos murmullos dan paso a la rebelión abierta. Una multitud furiosa asalta el ministerio del Interior al grito de: “¡MUERTE A LOS PERROS DELATORES!”» En Hyde Park se le arrebatan seis perros policías a la mujer policía que los llevaba, los rocían con gasolina y los queman hasta morir ante una inmensa multitud entusiasmada. Brigadas de demolición atacan a la máquina norteamericana. En Sudamérica y África las unidades guerrilleras llaman a los infractores de todos los países a unirse a ellos en ejércitos de liberación. «Marcharemos sobre la maquinaria policíaca. La destruiremos en todas partes. 18

Mary Mallon alias “Typhoid Mary” (1869-1938). Emigrante irlandesa que se convirtió en la

primera persona identificada en Estados Unidos como portadora de los patógenos asociados a la fiebre tifoidea; permaneció en cuarentena durante casi tres décadas. (N. del t.) 19

Nova Express, Jonathan Cape, 1966, pág. 60. [ed. cast.: Expreso nova, trad. Enrique Pezzoni,

Minotauro, Barcelona 1989]

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Destruiremos la maquinaria y todos sus archivos, y destruiremos el órgano de la maquinaria policíaca conocida con el nombre de prensa conservadora.» Todo sacado de una película antigua se derrumbará nada más tocarlo. D. O.: ¿Son peores los efectos de las drogas que los del alcohol? W. B.: El alcohol actúa como un sedante sobre el lóbulo anterior del cerebro aliviando la ansiedad y el descontento y sin duda es uno de los factores que contribuyen a mantener el status quo en los países occidentales. De todas las drogas de amplio consumo, el alcohol es la que tiene las peores estadísticas en cuanto a daños físicos, psíquicos y morales, tanto para el individuo como para la sociedad. ¿Cuántos delitos directamente imputables al alcohol se cometen cada día bajo su influencia, delitos que no se hubieran cometido de haber estado sobria la persona responsable? Peleas, muerte y accidentes de circulación ocurridos bajo la influencia del alcohol. ¿Cuántos comportamientos reprochables, estúpidos y aburridos son imputables al alcohol? ¿A cuánta gente envilece su consumo? ¿Cuánto tiempo y dinero se invierte en él? ¿Cuánta ineficacia causa su consumo o los efectos secundarios de su consumo? ¿Y cuántas enfermedades pueden atribuirse directamente al alcohol? Cirrosis hepática, enfermedades renales, alcoholismo, psicosis de Korsokov, úlceras de estómago. No alcanzo a comprender cómo puede haber gente opuesta a la legalización del cannabis que no sean a la vez prohibicionistas militantes. D. O.: La adicción es una cárcel. ¿Cabe comparar la dominación ejercida por las drogas a la dominación que ejercen las imágenes y mitos creados nuestra civilización? ¿Es peor? W. B.: Es muy peligroso emplear la palabra «adicción» en sentido laxo, como adicción a las imágenes, los mitos, etc., aunque a veces eso suceda. La adicción remite a algo que causa malestar físico y psíquico agudo cuando no se tiene. Quizá el paralelismo más próximo sea lo que yo llamaría la adicción a tener razón, a estar en lo cierto; tales adictos —y son legión— experimenta una aguda molestia si se les priva de razón. Sin sus certezas no son nada y no pueden adaptarse al metabolismo normal, es decir, darse cuenta de que verdad y mentira son dos conceptos relativos que sólo tienen sentido con respecto a situaciones y propósitos concretos. Me acuerdo de un fascista francés que dijo: 125

«Je ne comprends pas ces dégénérés de la drogue comme William Burroughs.» (En ese momento yo no estaba bajo los efectos de las drogas.) « Moi, j’ai une seule drogue. C’est l’indignation. » C’est la pire…. Es la peor de todas. D. O.: ¿Cómo empezó usted a tomar drogas? W. B.: La adicción es una enfermedad que se contrae como consecuencia de la exposición. Me relacionaba con adictos y dado que tenía acceso a la morfina, de vez en cuando la tomaba y al final acabé enganchado. D. O.: ¿Cuántos adictos logran desengancharse con éxito del jaco utilizando métodos convencionales? W. B.: Muy pocos adictos han logrado desengancharse con éxito del jaco empleando métodos convencionales porque la necesidad fisiológica se queda atrás, como la cabeza de una tenia solitaria. Los he probado todos: desenganche lento, desenganche rápido, sueño prolongado, cortisona, antihistamínicos. Ninguno funciona. D. O.: ¿Qué ha supuesto en su vida descubrir la apomorfina? W. B.: El punto de inflexión entre la vida y la muerte. Jamás me habría curado sin ella. Jamás hubiera escrito El almuerzo desnudo.

ANTI-JACO

La adicción es una enfermedad metabólica y tiene tanto de problema policíaco

como

la

tuberculosis

o

el

envenenamiento

radioactivo.

El

Departamento Estadounidense de Narcóticos insiste en seguir considerando la adicción como un delito en sí misma, y, en consecuencia, hace más hincapié en el castigo que en la cura. Se nos dice que las leyes contra la adicción deben reflejar la repulsa social ante el adicto, que es tanto decir como decir causar la repulsa social ante el adicto. Hace poco, cuando se intentó establecer un centro de rehabilitación en Hoboken, los habitantes locales apedrearon el edificio al

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grito de: «¿Estáis colocados? ¿Habéis traído las jeringas? ¡Nunca aceptaremos delincuentes, hombres o mujeres en Hoboken!» En los años veinte, cuando yo estaba estudiando el bachillerato, no se conocía el consumo de otra droga que el alcohol. Cuando me hice heroinómano por primera vez, en los años cuarenta, aún se desconocía la existencia de adictos adolescentes. Hoy el número cada vez mayor de adictos adolescentes ha provocado la difusión de medidas de control que han dado resultados lamentables. La adicción es una enfermedad que se contrae por exposición. Las drásticas medidas del Departamento Estadounidense de Narcóticos, su insistencia vociferante de que la adicción es un problema policial y no de salud, han propagado la infección entre la juventud. En los años veinte y treinta, la heroína era mucho más fácil de conseguir para los que ya eran adictos que hoy. Los camellos vendían a los adictos y la mayor parte de sus ingresos procedían del hampa sórdida y de poca monta: timadores, ladrones, chulos y putas. Era un universo de calles cutres y pensiones muy alejado del universo de los estudiantes de bachillerato. En esa época era bastante fácil mantener un hábito de morfina a base de recetas médicas y muchos de los viejos estafadores itinerantes recurrían exclusivamente a esta vía. Cuando el Departamento Estadounidense de Narcóticos, temerariamente envalentonado por la Ley Parkinson, puso en marcha un programa de detenciones en masa y condenas desproporcionadas por tenencia, muchos de los antiguos adictos y camellos quedaron fuera de la circulación… Algunos de los veteranos, asqueados, lo dejaron. Hasta la Mafia decidió que había formas más seguras y más fáciles de ganar el dinero. En consecuencia, apareció una nueva generación de consumidores y camellos. Esa nueva generación de camellos se volvió hacia el mercado adolescente. Cualquier persona medianamente inteligente hubiera podido prever fácilmente esta evolución. ¿Estoy diciendo que el Departamento Estadounidense de Narcóticos difundió deliberadamente la enfermedad de las drogas entre la juventud? Que un agente actúe de forma deliberada o no viene a tener el mismo interés que especular sobre el sexo de los ángeles. Por sus frutos

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los conoceréis, y los frutos del Departamento Estadounidense de Narcóticos son deplorables. Esto nos lleva a la posibilidad de poner en cuarentena o contener la enfermedad de la adicción, que ha sido el sistema inglés. En Inglaterra, un médico puede recetar cualquier cantidad de heroína para un paciente adicto, pero no la receta hasta que no está convencido de que el paciente ya es adicto. Puesto que el adicto puede obtener heroína legalmente y a precios de farmacia, no necesita adquirirla en el mercado negro, si bien desde luego puede suceder que un adicto venda una o dos píldoras de su asignación a adictos estadounidenses. Últimamente Estados Unidos ha ejercido presiones tratan de sobre Inglaterra y se habla de cambiar el sistema. Los médicos ingleses se oponen al cambio, ya que piensan que otorgará a la policía el derecho a dictarle al médico lo que puede recetar o no. Ese derecho el Departamento Estadounidense de Narcóticos ya lo posee hace mucho tiempo, y un médico puede perder su título si hace recetas a un adicto. El pretexto de estar buscando narcóticos les confiere el derecho a registrar a cualquier persona o local en todo momento. El Departamento presiona continuamente para que se dicten más leyes antidroga y penas más duras. Muchas de las leyes aprobadas bajo esta presión son peligrosísimas para nuestra supuesta libertad. En Lousiana y California ser adicto es un delito grave (felony). Penalizar una forma de ser, al margen de cualquier acto ilegal demostrado, sienta un precedente que podría ampliarse a otras categorías de «delincuentes», incluidos aquellos que se opongan a la política oficial. Clasificar a toda oposición de criminal es, por supuesto, el sencillo procedimiento mediante el que un régimen fascista toma el poder y proclamarse mayoritario. En diciembre de 1964, cuando volví a los Estados Unidos, me retuvieron durante tres horas en la aduana mientras los agentes de narcóticos leían mis notas, mi correspondencia y mi diario. Como no encontraron narcóticos, me hicieron saber que había incurrido en penas de multa y prisión por no haberme inscrito en el Departamento al abandonar el país y por no haber informado a los aduaneros de mis antecedentes como toxicómano al regresar. La ley que exige el registro de toxicómanos sólo es aplicable a quienes hayan sido condenados por un tribunal federal, estatal o local, por quebrantar la Ley Harrison de Narcóticos 128

o la Ley de la Marihuana de 1937. Me han detenido dos veces en los Estados Unidos, una hace diecisiete años y otra hace veinte. En ninguna de las dos ocasiones me condenaron. En cualquier caso, esta ley parece convertir en delito incluso el hecho de haber sido toxicómano. ¿Y qué ofrece el Centro de Tratamiento de Lexington, Kentucky? Una cura de reducción en diez días con metadona, que genera recaídas casi unánimemente a la primera oportunidad, como admiten sin reparos los médicos de Lexington. El director del departamento de investigación de Lexington es el doctor Isbell. El doctor Dent, fundador de la English Society for the Study of Addictions, nunca logró que se interesara por el tratamiento con apomorfina, del que él había sido pionero y que había practicado con éxito durante cuarenta años. Sé de una ocasión en que el doctor Isbell habló con dos pacientes curados por el doctor Dent. Le dijo al doctor Dent que consideraba su tratamiento «demasiado peligroso». ¿Peligroso para quién? ¡Por lo visto, los experimentos realizados en Lexington están orientados a demostrar la capacidad adictiva de preparados caninos previamente descorticados! Sí, hasta un perro al que le han extirpado el cerebro puede engancharse. Es se lo hubiera podido decir yo antes de clavarle la aguja, doctor. En la actualidad el tratamiento de Lexington consiste en seis meses de encierro después de los diez días iniciales de reducción con drogas sustitutivas. Ahora los funcionarios del Departamento de Salud Pública quieren prolongar este período alegando que el confinamiento involuntario prolongado es necesario porque el adicto no «quiere» que lo curen. Por supuesto, los adictos no quieren que los curen, puesto que la droga se apodera precisamente del centro del «querer». Cuando comienzan a perder la necesidad de morfina en el curso del tratamiento con apomorfina, muchos «querrán» continuar con el tratamiento y prescindir de las drogas. El tratamiento con apomorfina dura de ocho a diez días. Después del tratamiento, el adicto curado descubre que es capaz de resistirse a la recaída. La apomorfina activa precisamente los centros de resistencia. Si, dicho honradamente, las instituciones oficiales no han logrado resolver el problema de los narcóticos, a las instituciones no oficiales tampoco les ha ido mucho mejor. Últimamente han aparecido centros de tratamiento donde la 129

única medicina que reciben los adictos es la oración. Este método de tratar una enfermedad metabólica, poco menos que religioso y basado en la sugestión, es imprudente. Sería igualmente lógico recetar oraciones contra la malaria. Hace poco se ha autorizado a los médicos de Nueva York a recetar metadona a los heroinómanos. En el transcurso de este tratamiento, los adictos van perdiendo el deseo de consumir heroína. A lo largo de un período de cinco años, los médicos esperan reducir la dosis de metadona. La metadona es un opiáceo más fuerte que la morfina y es casi igual de adictiva. Decir que un adicto se ha curado de la heroína gracias al consumo de metadona es como decir que un alcohólico se ha curado del whisky gracias a la ginebra. Si los adictos pierden el deseo de consumir heroína es porque la dosis de metadona es más fuerte que la heroína adulterada que les proporcionan los camellos. Jaco es un término genérico de todos los preparados y opiáceos que crean hábito, incluyendo los sintéticos20. También existen preparados y opiáceos que no crean hábito. La papaverina, que se encuentra en el opio en bruto, no crea hábito. La apomorfina, que es un derivado de la morfina, no crea hábito. Sin embargo, en los Estados Unidos ambas sustancias están clasificadas como narcóticos según la Ley Harrison de Narcóticos. Cualquier forma de jaco puede crear adicción. Tampoco importa demasiado que se inyecte, se esnife o se ingiera oralmente. El resultado es siempre el mismo: adicción. El adicto necesita el jaco para funcionar. Igual que un buzo depende de su suministro de aire, el adicto depende de su suministro de jaco. Cuando se le corta el suministro, padece síntomas de abstinencia horrorosos: ojos llorosos e inflamados, fiebre ligera, escalofríos, calambres en las piernas y en el estómago, diarrea, insomnio, postración, y en algunos casos muerte por colapso circulatorio y shock. Los síntomas de abstinencia se distinguen de cualquier otro síndrome de gravedad semejante en que desaparecen inmediatamente en cuanto se administra una cantidad suficiente de algún opiáceo. Los síntomas de abstinencia llegan a su punto culminante al cuarto día y después desaparecen gradualmente, a lo largo de un período de

20

En el original Burroughs denomina junk a lo que en el argot español suele denominarse

«jaco». No obstante, aquí aclara su definición del término. (N. del t.)

130

entre tres y seis semanas. Las fases posteriores de la abstinencia se caracterizan por una profunda depresión. El tiempo necesario para que alguien se convierta en adicto varía con la susceptibilidad individual y la fuerza adictiva del preparado empleado. Normalmente, cualquier persona que se inyecte a diario durante un mes dosis que no excedan en total a un grain21 de morfina, experimentará grandes molestias si se interrumpen esas inyecciones. Bastan de cuatro a seis meses de consumo para que alguien se vuelva adicto por completo. La mayoría de las veces, se convierten en adictos quienes tienen acceso al jaco. En Irán, donde el opio se vendía libremente en las tiendas, había tres millones de adictos. La personalidad adictiva no existe en mayor medida que la personalidad propensa a la malaria, pese a todas las sandeces que puedan decir los psiquiatras en sentido contrario. (En mi opinión nueve de cada diez psiquiatras deberían ser degradados a veterinarios y sus libros deberían convertise en pasta para la fabricación de papel nuevo.). Dicho en plata: a la mayor parte de la gente le gusta el jaco. Una vez experimentado este placer, el organismo humano tenderá a repetirlo una y otra vez. La enfermedad del adicto es el jaco. Llámese a cualquier puerta. A quienquiera que responda désele cuatro pinchazos de medio grain de la Medicina del Mismísimo Dios todos los días durante seis meses y aparecerá la llamada «personalidad del adicto» … un viejo yonqui que vende postales navideñas en North Clark Street, el «cura» le llaman, sórdido y con ojos de pez fríos y furtivos que parecen estar mirando algo que los demás no pueden ver. Lo que está mirando es el jaco. La personalidad adictiva se puede resumir en una sola frase: el adicto necesita jaco. Hará muchas cosas por conseguir jaco igual que usted haría muchas cosas para conseguir agua si tuviera sed suficiente. Verá, el jaco es una personalidad: un sórdido hombre gris no puede ser otra cosa que jaco pensión una calle sórdida habitación en el último piso estas escaleras tose el «Cura» allí aferrándose a la barandilla cuarto de baño y paneles de madera amarilla objetos de aseo empapados apilados bajo el lavabo de vuelta a su habitación ahora preparando una dosis sombra gris sobre un muro lejano que antes fui yo señor. Estuve enganchado al jaco durante casi quince años. Durante ese tiempo me 21

Unidad inglesa de peso equivalente a 0,064 grs. (N. del t.)

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sometí a diez curas. He estado en Lexington: al día siguiente de salir, vestido con mi traje de banquero y con el Wall Street Journal bajo el brazo, compraba paregóricos: —Se trata de mi mujer ella eh… —Entiendo perfectamente, señor. ¿Le parece bien el tamaño familiar de dos onzas? —Pues sí creo que sí. Me he sometido a tratamientos de abstinencia radical y de abstinencia prolongada, cortisona, tranquilizantes, antihistamínicos y también a la cura de sueño prolongado. En todos los casos recaí a la primera oportunidad. ¿Por qué se someten voluntariamente los toxicómanos a tratamiento y luego reinciden? Creo que a nivel biológico profundo la mayoría de los adictos quiere curarse. El jaco es la muerte y el cuerpo lo sabe. Yo recaía porque nunca estuve fisiológicamente curado hasta que me sometí al tratamiento con apomorfina. La apomorfina es el único agente químico que conozco capaz de desalojar a la «personalidad adictiva», mi viejo amigo Opium Jones. En 1957, en Tánger, estábamos muy unidos; nos inyectábamos quince grains de metadona cada hora todos los días lo que equivale a treinta grains de morfina y eso es mucha Medicina del Mismísimo Dios. Nunca me cambiaba de ropa. A Jones le gustaba dejar macerar su ropa en carne rancia de pensión hasta que pudiera uno darse cuenta por el sombrero colocado sobre la mesa o la chaqueta colgada de una silla que Jones vivía ahí. Nunca me bañaba. Al viejo Jones no le gusta la sensación del agua sobre la piel. Me pasaba días enteros mirándome la punta de los zapatos conversando sólo con Jones. Luego un día me di cuenta de que Jones no era un amigo de verdad y que en realidad nuestros intereses eran divergentes. Así que cogí un avión para Londres y encontré al doctor Dent fuego de carbón en la chimenea terrier escocés taza de té. Me habló del tratamiento e ingresé en la clínica al día siguiente. Era uno de esos edificios de cuatro plantas de Cromwell Road habitación con empapelado rosa en el tercer piso. Tenía enfermera de día y enfermera de noche y recibía una inyección de apomorfina de un veinteavo de grain cada dos horas día y noche. El doctor Dent me dijo que podían administrarme morfina si la necesitaba, pero que la cantidad sería pequeña, una doceava parte de lo que venía consumiendo, con un recorte considerable al día siguiente. 132

Ahora bien, cada adicto tiene un síntoma particular que le golpea con su máxima fuerza cuando se queda sin jaco. En mi caso fue sentir la muerte lenta y dolorosa de Mr. Jones. Escuche a los veteranos de Lexington hablando de sus síntomas: —Pues para mí lo peor es potar. —Yo no poto nunca. A mí lo que me hace subirme por las paredes es la sensación de ardor frío en la piel. —Mi problema son los estornudos. —Yo me siento encerrado en el cadáver gris de Mr. Jones. No hay otra persona en el mundo a la que quiera ver. No quiero nada salvo resucitar a Mr. Jones. Tercer día una taza de té al amanecer milagro tranquilo de la apomorfina iba aprendiendo a vivir sin Jones leía periódicos escribía cartas, la mayor parte de las veces soy incapaz de escribir una carta durante un mes y aquí estaba escribiendo una carta al tercer día y deseando charlar con el doctor Dent que no es Jones en absoluto. La apomorfina se había ocupado de mi síntoma especial. Siete días después de internarme en la clínica recibí mi último chute de ocho grains. Tres días después dejé el hospital. Volví a Tánger, donde el jaco era siempre fácil de obtener. No tuve que recurrir a la fuerza de voluntad, sea lo que sea eso. Simplemente no quería jaco. El tratamiento de apomorfina me había ofrecido una visión reposada y larga de mi pasado gris de yonqui, una visión reposada y amplia de Mr. Jones ahí de pie con su raído traje negro sombrero de fieltro carne rancia de pensión fríos ojos submarinos. Así que lo herví en ácido hidroclórico. La única manera de limpiarlo me entiende capas y capas de ese olor gris a pensión yonqui. La apomorfina se obtiene a partir de la morfina hirviéndola en ácido hidroclórico, pero su acción fisiológica es completamente distinta. La morfina actúa como sedante del lóbulo frontal del cerebro. La apomorfina estimula el lóbulo posterior del cerebro y los centros del vómito. Una inyección de un doceavo de grain de apomorfina inducirá vómitos en pocos minutos, y durante

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muchos años esta droga se utilizó exclusivamente como emético en casos de envenenamiento. Cuando el doctor Dent comenzó a utilizar el tratamiento con apomorfina, hace cuarenta años, todos sus pacientes eran alcohólicos. Dejaba una botella de whisky junto a la cabecera de la cama e invitaba al paciente a beber cuanto le viniese en gana. Pero cada vez que bebía el paciente recibía una inyección de apomorfina. Al cabo de pocos días el paciente desarrollaba tal repugnancia por el alcohol que pedía que se llevaran la botella del cuarto. Al principio el doctor Dent pensó que se debía a una aversión inducida, ya que el alcohol estaba asociado con una dosis de apomorfina que con frecuencia producía vómitos. Sin embargo, observó que algunos de los pacientes no experimentaban náusea alguna como consecuencia de la dosis de apomorfina. Y, no obstante, estos pacientes experimentaban la misma repugnancia por el alcohol y dejaban de beber voluntariamente al cabo de unos pocos días de tratamiento. Llegó a la conclusión de que los pacientes desarrollaban repugnancia por el alcohol porque ya no lo necesitaban, y de que la apomorfina actúa sobre los lóbulos posteriores del cerebro regulando el metabolismo, de forma que el cuerpo ya no necesita un sedante al que se ha habituado. A partir de entonces, subrayó el hecho de que la apomorfina es un regulador del metabolismo, la única droga conocida que actúa de este modo para normalizar un metabolismo alterado. La apomorfina no es un tratamiento por aversión. Si se presenta correctamente un programa, muchos toxicómanos acuden voluntariamente a tratarse. Los que se presentan voluntarios son los que mejores perspectivas de éxito tienen y pueden proporcionar un número cada vez mayor de testimonios de su éxito. Si al adicto se le informa de que recibirá jaco si lo necesita, estará mucho más dispuesto a someterse al tratamiento. Al cabo de un mes, los pacientes podrían ser dados de alta y en caso de recaída se les entregaba una receta para tabletas de apomorfina por vía oral. La apomorfina no crea el menor hábito, y no se ha registrado jamás un solo caso de adicción. Como un buen policía, la apomorfina hace su trabajo y se marcha. Lo fundamental es que no se trate de una droga adictiva que actúe como sustituto. En cualquier cura de reducción, el adicto sabe que sigue recibiendo narcóticos y

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siente terror a que se pasen los efectos de su última dosis. En el tratamiento con apomorfina, el adicto sabe que se está poniendo mejor sin morfina. Yo pienso que cualquier forma de la llamada psicoterapia está completamente contraindicada para adictos. Los adictos no deben ser inducidos a obsesionarse con la experiencia de la adicción o a revivirla, porque eso conduce a la recaída. La pregunta: «¿Por qué empezó a tomar narcóticos en un principio?» nunca debe hacerse. Es tan irrelevante para el tratamiento como lo sería preguntarle a un enfermo de malaria por qué fue a un área con malaria. La apomorfina ha demostrado ser útil en el tratamiento de otras adicciones e intoxicaciones crónicas. En los Estados Unidos hay miles de adictos a los barbitúricos, y tratar esta adicción es aún más difícil y cuesta más tiempo que el de la adicción a la heroína. La interrupción del suministro de barbitúricos debe realizarse con mucha lentitud y bajo supervisión continua. De lo contrario el adicto sufre convulsiones que pueden ocasionarles lesiones graves. Los adictos a los barbitúricos tratados con apomorfina pueden de dejar de tomar barbitúricos inmediatamente sin sufrir convulsiones u otros síntomas graves. Los adictos a los barbitúricos sufren insomnio severo durante la abstinencia, y a veces tardan varias semanas en recuperar el ciclo normal de sueño. Si se les trata con apomorfina, duermen con normalidad. Los consumidores de anfetaminas, por el contrario, suelen caer en un tan sueño profundo que cuando se les priva de la droga no se les puede despertar para comer. Si son tratados con apomorfina, duermen con normalidad y pueden ser despertados fácilmente. Esto nos conduce una vez más al valor único de la apomorfina como droga normalizadora del metabolismo, lo que prescribiría su uso en otras enfermedades distintas de la adicción. El doctor Feldman, de Suiza, ha señalado que en casos que presentan exceso de colesterol en la sangre, dicho estado desapareció después del tratamiento con apomorfina. El doctor Xavier Coor, de París, me dijo recientemente que consideraba la apomorfina como una droga extremadamente útil en medicina general. La receta contra la ansiedad, la aflicción, el nerviosismo, el insomnio, en una palabra, para todas las situaciones en las que normalmente se recetan barbitúricos y tranquilizantes. Desde luego, es una droga mucho más segura, puesto que no hay peligro de adicción, ni siquiera de 135

dependencia. Cuando uno toma apomorfina debido a un estado emocional intenso, se ha enfrentado al problema, no lo ha eludido. La apomorfina normaliza el metabolismo, siempre perturbado en cualquier trastorno emocional, de manera que uno pueda enfrentarse al problema con calma y cordura. En Estados Unidos, la apomorfina está incluida en la lista de narcóticos, y sometida a la misma normativa que la morfina y la heroína en lo que respecta a las recetas y el consumo. La apomorfina no está en la lista de drogas peligrosas ni en Francia ni en Inglaterra. Se precisa receta médica, pero la prescripción puede repetirse cuantas veces se desee. Es difícil evitar la conclusión de que en Estados Unidos se ha realizado un intento deliberado de confundir a la opinión médica y minimizar el valor del tratamiento con apomorfina. Jamás se ha elaborado ninguna variante de la fórmula de la apomorfina, ni se ha sintetizado tampoco dicha fórmula. Sintetizándola y modificándola, seguramente se podría eliminar el efecto secundario de los vómitos, y se podrían desarrollar drogas diez o cincuenta veces más potentes en su acción reguladora que el preparado actualmente existente. Estas drogas podrían extirpar del planeta eso que llamamos ansiedad. Puesto que todos los sistemas monopolistas y jerárquicos se originan fundamentalmente en la ansiedad, no es de extrañar que la utilización del tratamiento con apomorfina o la síntesis de la fórmula de la apomorfina hayan tropezado constantemente con la firme oposición de ciertos sectores tristemente previsibles. D. O.: ¿Cómo le introdujeron a usted a este antídoto? W. B.: Mi médico de Palm Beach me derivó a un médico inglés que a su vez me derivó hacia el doctor Dent. D. O.: ¿Se ha sometido usted al tratamiento con apomorfina en más de una ocasión? W. B.: Sí. El tratamiento no garantiza que no se produzcan recaídas; hace que sean menos probables. Con los tratamientos convencionales la recaída es casi inevitable. La apomorfina en cambio puede evitar una recaída. Si el adicto

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se ha chutado unas cuantas veces, la administración inmediata de apomorfina puede evitar una recaída completa. D. O.: ¿Cómo puede ser que una cura en apariencia tan eficaz no sea de uso corriente? W. B.: La Asociación Americana de Médicos y el Departamento Estadounidense de Narcóticos se han opuesto reiteradamente a su uso. Desde que escribí este artículo he recibido numerosas cartas de adictos y alcohólicos que necesitaban y ansiaban ayuda desesperadamente. Respondí a esas cartas. Cito algunas respuestas:

«A petición mía, mi médico de cabecera ha intentado encontrar más información sobre la droga y el tratamiento en este país. Desgraciadamente no hemos tenido éxito.» «Por desgracia, he tenido que desistir por varios motivos de las investigaciones que iba a realizar con antiguos pacientes del doctor Dent.» «La Asociación Americana de Médicos parece temer a esta droga.»

En pocas palabras, la gente que necesita desesperadamente este tratamiento no consigue obtenerlo. D. O.: Sus esfuerzos por darle publicidad a la apomorfina han sido muchos. ¿Cuáles han sido sus relaciones con las personas capacitadas para recetar apomorfina en los hospitales que tratan a toxicómanos? W. B.: También he recibido muchas cartas de agentes de libertad vigilada, y de médicos dedicados al tratamiento y rehabilitación de adictos. Hasta la fecha los resultados han sido negativos en todos los casos. Han sido objeto de presiones y algunos han perdido su trabajo de resultas… El doctor Isbell, que es el director de investigaciones en el Centro de Narcóticos que el gobierno de los Estados Unidos tiene en Lexington, dice que la apomorfina es «demasiado peligrosa». ¿Peligrosa exactamente para quién? Peligrosa para quienes desean

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que la adicción siga sin ser contenida por un tratamiento efectivo, y por tanto aiga siendo un «problema insoluble». D. O.: ¿No podría la prensa, siempre a la caza de escándalos, dar publicidad a la apomorfina? W. B.: No. La prensa actúa en conjunción con el Departamento de Narcóticos para publicitar y extender el problema de las drogas. No les interesa acabar con esta fuente de venta de periódicos abogando por medidas capaces de controlar la toxicomanía y reducirla a un problema de salud menor. ¿Qué está vendiendo la prensa? Violencia, sexo y drogas. Estos artículos suponen ventas seguras. Lo que quiere decir que las medidas eficaces para eliminar la criminalidad o el consumo de drogas no venden periódicos. D. O.: ¿Qué opinan los investigadores farmacéuticos sobre la apomorfina? W. B.: Son intereses creados los que dictan a los investigadores lo que han de investigar, y también dan órdenes al Departamento Estadounidense de Narcóticos. Miles de millones para variantes de la fórmula de la bencedrina, para tranquilizantes de dudoso valor, pero ni diez céntimos para una droga de posibilidades ilimitadas, no sólo en el tratamiento de la adicción, sino en todo lo referente al problema de la ansiedad. D. O.: Si se utilizara en toda su amplitud, la apomorfina podría ser una fuente de ingresos considerable para las compañías farmacéuticas. ¿Por qué no les interesa? W. B.: En cualquier caso, venden todos los productos que producen. O olvidemos que estas compañías farmacéuticas tienen intereses creados en la enfermedad. Las drogas que atacan la enfermedad de raíz son «peligrosas». D. O.: ¿Se debe a intereses financieros el bloqueo de la apomorfina? W. B.: Intereses financieros y políticos. Como he indicado, las drogas son una de las armas potenciales más eficaces contra la rebelión del grupo de edad comprendido entre los dieciocho y los veinticinco años.

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D. O.: ¿Comparte el Estado los ingresos procedentes del tráfico de drogas? ¿Es ésta una de las razones de la campaña de silencio en torno a la apomorfina? W. B.: Sólo de forma indirecta. El tráfico de drogas da empleo a miles de agentes y es un pretexto para incautaciones prácticamente ilimitadas. D. O.: ¿Se puede utilizar la apomorfina para tratar a otra gente además de los adictos? W. B.: Desde luego que sí. El médico francés Xavier Coor dice haber descubierto en la apomorfina una de las drogas más útiles para la medicina general, y la receta contra el insomnio, la aflicción, el nerviosismo, la ansiedad generalizada, o sea, para todas las situaciones en las que ahora se recetan tranquilizantes. La apomorfina no es adictiva y no crea hábito de ninguna clase. Nadie la utilizaría a menos que la necesitara. Hace su trabajo y desaparece. D. O.: ¿Crece rápidamente la adicción a escala mundial? W. B.: Sin duda la adicción está creciendo en todo el mundo occidental, es decir, en áreas donde antes su presencia se reducía a relativamente pocos casos. Por el contrario, en China ha sido eliminada. Probablemente se encuentre en estado estacionario en países como la India y Persia, donde el consumo de opio es endémico desde hace cientos de años, quizá miles. D. O.: ¿Es fisiológicamente perjudicial la mescalina? W. B.: La mescalina podría muy bien ser peligrosa: induce náuseas y puede llegar a provocar gran ansiedad y perturbaciones mentales. D. O.: ¿Cree usted que la utilización de ciertos alucinógenos puede hacer conscientes a las masas de problemas fundamentales? W. B.: No. En los países donde el cannabis es legal, o por lo menos puede consumirse sin la oposición de las autoridades, no hay ninguna evidencia de conciencia sobre los problemas fundamentales. ¿Qué pasaría si el cannabis fuese legal? Nada de particular.

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D. O.: ¿El «fumar» o los «viajes» permite acceder a la verdad, hace que las preocupaciones humanas parezcan insignificantes o revela la cómica vanidad del poder y la posesión? W. B.: Estas drogas pueden permitirnos acceder a las realidades básicas y la vanidad de las pretensiones humanas. Sin embargo, la lucidez obtenida puede no ser permanente y, en muchos casos, ve distorsionada. D. O.: En Las cartas de ayahuasca describe usted las aventuras que le condujeron a Putamayo, en el alto Amazonas, en busca del yagué. ¿Fue un descubrimiento importante? W. B.: El yagué es uno de los alucinógenos más interesantes y se ha investigado muy poco sobre él. D. O.: ¿Ha escrito usted mucho bajo la influencia de las drogas? ¿Con qué resultados? ¿Pueden compararse estos resultados con los que se obtienen mediante cut-ups? W. B.: Es absurdo clasificar en una categoría especial la literatura escrito bajo la influencia de las drogas. La escritura es escritura; buena o mal, con éxito o sin éxito. Yo he escrito mucho bajo la influencia del cannabis; es el caso de muchas partes de El almuerzo desnudo. A menudo he oído decir que lo que se escribe bajo la influencia de las drogas le parece muy valioso al autor en ese momento, mientras que, examinado cuando se disipan los efectos de la droga, resulta ser un disparate pretencioso. Lo mismo podría decirse de la literatura en su conjunto. Muchas veces he redactado en estado normal un pasaje que me pareció maravilloso; releído al día siguiente, acababa en la papelera. Por el contrario, pasajes escritos bajo los efectos del cannabis superaron la prueba de la revisión crítica. Unos sí y otros no. He intentado escribir después de tomar mescalina, pero me lo impidieron las náuseas y la falta de coordinación. Por otro lado, una vez disipados los efectos de la droga, fui capaz de describir las áreas psíquicas que la droga me reveló. Las anfetaminas y la cocaína son completamente estériles para escribir y no dejan atrás nada de valor. Nunca he podido escribir una sola línea bajo la influencia del alcohol. Bajo la influencia de la morfina se puede redactar, mecanografiar y organizar los materiales con eficacia, pero, dado que la droga actúa disminuyendo la conciencia, el factor 140

creativo se ve atenuado. Yonqui es el único libro que he escrito bajo la influencia de los opiáceos. Los demás nunca los hubiera podido escribir de haber sido morfinómano en ese momento. D. O.: ¿Qué piensa de los textos que intentan describir las visiones que ofrecen las drogas? W. B.: La mayoría son aburridos. El escritor se olvida de que es escritor. Cree que su visión es interesante en sí misma, y no suele ser ese el caso. D. O.: ¿Puede el uso del magnetófono reemplazar eficazmente el de las drogas para derribar las barreras de la conciencia y ampliar el campo de la percepción? W. B.: Sí. Los experimentos con magnetófonos, tal y como los he descrito en «La generación invisible», sin duda colocan y ensanchan el campo de la percepción…

LA GENERACIÓN INVISIBLE

lo que vemos está determinado en gran medida por lo que oímos puede verificar esta proposición con un simple experimento quite el sonido del televisor y sustitúyalo por una banda sonora arbitraria grabada con anterioridad en el magnetófono sonidos callejeros música conversaciones grabaciones de otros programas de televisión descubrirá que la banda sonora arbitraria parece apropiada y que de hecho determina la interpretación de la imagen en pantalla gente corriendo a coger el autobús en picadilly con la banda sonora de una ametralladora disparando se parece a petrogrado 1917 el experimento puede ampliarse utilizando sonido más o menos apropiado al metraje por ejemplo tome el discurso de un político en la televisión quite el sonido y sustitúyalo por otro discurso pregrabado apenas se notará la diferencia no hay mucha ponga la banda sonora grabada de un programa de un programa de espías danger el agente de CIPOL en lugar de otra y compruebe si sus amigos notan la diferencia todo se hace con magnetófonos reflexione sobre esta máquina y lo que puede

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hacer puede grabar y reproducir activando un tiempo pasado fijado por asociación exacta una grabación se puede reproducir tantas veces como se desee se pueden analizar y estudiar todas las pausas e inflexiones de una conversación grabada por qué dijo fulano precisamente esto o aquello o esto de aquí reproduzca la grabación de fulano y descubrirá lo que pone al corriente a fulano de tal puede editar una conversación grabada conservando material incisivo ingenioso y pertinente puede editar una conversación grabada conservando comentarios aburridos sosos y bobos un magnetófono puede reproducir rápido lento o al revés puede aprender a hacer estas cosas grabar una frase y acelerarla ahora intente imitar su voz acelerada reproduzca una frase al revés y a aprende a desdecir lo que acaba de decir… semejantes ejercicios aportan una liberación de viejos bloqueos asociativos pruebe la técnica del inching este sonido se logra tomando un texto grabado para obtener los mejores resultados un texto pronunciado en voz alta y clara y frotando la cinta hacia delante y hacia atrás sobre los cabezales el mismo sonido se puede obtener en una grabadora de casetes philips reproduciendo una cinta y encendiendo y apagando el micrófono a intervalos breves lo que crea un efecto de tartamudeo coja cualquier texto acelérelo ralentícelo reprodúzcalo al revés «ínchelo» y escuchará palabras que no estaban en la grabación original palabras nuevas fabricadas por la máquina gente distinta desubrirá palabras diferentes por supuesto pero algunas de ellas están claramente ahí y cualquiera puede oírlas palabras que no estaban en la grabación original pero que en muchos casos tienen relevancia para ella como si las propias palabras hubieran sido interrogadas y forzadas a revelar sus significados ocultos es interesante grabar estas palabras palabras literalmente fabricadas por la propia máquina puede llevar este experimento más lejos utilizando como material grabado original el suyo propio que no contenga palabras sonidos animales por ejemplo grabe a un abrevadero de cerdos comiendo los ladridos de unos perros vaya al zoo y grabe los bramidos de Guy el gorila los grandes felinos riñendo por la carne a las cabras y los monos ahora reproduzca a los animales al revés acelérelos ralentícelos e «ínchelos» y vea si aparece alguna palabra clara compruebe lo que tienen que decir los animales cómo los animales reaccionan ante la reproducción de la cinta procesada la variedad más sencilla de cut-up grabado se puede hacer con una máquina como ésta grabe cualquier texto rebobine hasta el principio ahora 142

reprodúzcala y a intervalos arbitrariamente elegidos detenga el aparato y grabe un texto breve adelante la cinta deténgase grabe por encima de donde del texto original las palabras se borrarán y serán sustituidas por palabras nuevas haga esto varias veces creando yuxtaposiciones arbitrarias notará que en muchos casos los fragmentos intercalados arbitrariamente son apropiados y su cinta de cut-ups tienen sorprendente sentido las cintas de cut-ups pueden ser hilarantemente cómicas hace veinte años escuché una cinta llamada el presentador del telediario borracho preparada por jerry newman de nueva york mediante cut-ups de telediarios no recuerdo las palabras a esta distancia pero sí recuerdo haberme reído hasta caerme de una silla paul bowles llama al magnetófono el juguetito de dios puede que su último juguete devaneciéndose en el fresco aire primaveral plantea una pregunta incolora puede jugar cualquiera sí puede jugar cualquiera cualquiera que tenga un magnetófono que controle la banda sonora puede influenciar y crear acontecimientos el experimento con magnetófono que aquí se describe le mostrará cómo esa influencia puede ser prolongada y puesta en correlación con una operación precisa esta es la generación invisible parece un ejecutivo publicitario un estudiante universitario un turista norteamericano no importa cuál sea su coartada mientras le sirva como tal y le dé libertad de acción necesita una grabadora de cassettes philips compacta una máquina práctica para grabar en la calle y reproducir lo grabado puede llevarla bajo la chaqueta para grabar parece igual que una radio de para reproducir la reproducción en la calle le mostrará la influencia de su banda sonora en directo por supuesto las reproducciones más indetectables son las grabaciones callejeras la gente no se entera del ayer de las voces coche fantasma agujeros en el tiempo accidentes del pasado reproducidos en tiempo presente chillidos de frenos bocinazos fuertes de una bocina ausente pueden ocasionar un accidente viejos fuegos todavía prenden los edificios viejos todavía se derrumban o llévese una banda sonora pregrabada a la calle cualquier cosa que quiera poner en la sublime eire reproduzca dos minutos grabe dos minutos mezclando su mensaje con la atmósfera de la calle traslade su pequeño mensaje directamente hasta un oído digno algunos mensajeros son muchos mejores que otros ya sabe los que mueven los labios murmurando

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llevan mi mensaje por todo londres en nuestro submarino amarillo trabajando con reproducciones callejeras verá cómo su reproducción encuentra el contexto apropiado por ejemplo estoy reproduciendo algunas de mis cintas con las últimas palabras de dutch schultz en la calle cinco alarma contraincendios y un camión de bomberos pasa justo en ese momento como si le hubieran dado entrada aprenderá a dar entrada aprenderá a plantar acontecimientos y conceptos después de analizar conversaciones grabadas aprenderá a guiar una conversación hacia donde usted quiera que vaya la liberación fisiológica obtenida al cortar las líneas verbales de asociación controlada le hará más eficiente de cara a lograr sus objetivos cualquier cosa que haga la hará mejor grabe a su jefe y a sus colaboradores analice sus pautas asociativas aprenda a imitar sus voces oh será un hombre popular en la oficina pero con el que no será fácil competir el procedimiento habitual grabe los ruidos de sus cuerpos con micrófonos ocultos el ritmo de la respiración los movimientos intestinales después del almuerzo el latido de los corazones ahora superponga sus propios ruidos corporales y conviértase en palabra viviente y corazón palpitante de esa organización conviértase en esa organización los hermanos invisibles están invadiendo el presente y cuanta más gente podamos poner a trabajar con magnetófonos más experimentos y ampliaciones útiles aparecerán por qué no celebrar fiestas de magnetófonos cada invitado llega con su magnetófono y graba cintas con lo que piensa decir en la fiesta grabando lo que los demás magnetófonos le dicen a él sería el colmo de la mala educación no grabar cuando se dirige a uno directamente otro magnetófono y no se puede decir nada directamente tiene que grabarlo antes meterse las viejas tenias solitarias 22 más chulas nunca hablan directamente cómo fue la reunión ponga en marcha la reproducción que sucedió en el almuerzo ponga en marcha la reproducción ojos viejos a los que no se puede engañar ilegibles no ha dicho una palabra de forma directa en diez años y conforme usted oye cómo fue la fiesta y lo que sucedió en el almuerzo empezará a ver con agudeza y claridad que había un velo 22

Juego de palabras intraducible. En inglés tenia solitaria es tapeworm; tape significa cinta o

grabación, y worm es gusano. Asimismo, se denomina bookworm a lo que en España se conoce como «rata de biblioteca». (N. del t.)

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gris entre usted y lo que veía o más a menudo no veía ese velo gris eran las palabras pregrabadas de una máquina de control una vez retirado el velo verá con mayor claridad y agudeza que los que están detrás del velo haga lo que haga lo hará mejor que los que están detrás del velo esta es la generación invisible es la generación eficiente ponga manos a la obra y vaya a ver algunos resultados interesantes cuando se presenten en una concentración política o una marcha por la libertad varios cientos de magnetófonos imagine que graba a los peores policías sudistas varios cientos de magnetófonos regurgitándolo sin cesar como una vaca con fiebre aftosa ahora tiene usted una banda sonora capaz de convertir a cualquier vecindario en poco atractivo varios cientos de magnetófonos haciéndose eco de los lectores podrían infundir magia imprevisible a una lectura de poesía y piense en lo que podrían hacerle al estadio shea cincuenta mil fans de los Beatles armados con magnetófonos varios cientos de personas grabando y reproduciendo con magnetófonos en la calle eso sería un happening de cuidado ahí mismo el diputado conservador habló acerca de la amenaza cada vez mayor representada por bandas de jóvenes irresponsables que reproducen sonidos de tráfico con magnetófonos que confunden a los automovilistas que llevan los insultos grabados en algún oscuro club underground a mayfair y picadilly esta amenaza creciente contra el orden público ponga a un millar de jóvenes grabadores con motines grabados en la calle el rumor se oye cada vez más fuerte recuerde que esta es una operación técnica paso a paso este es un experimento que puede realizar cualquiera equipado con dos máquinas conectadas por una alargadora para poder grabar directamente de una máquina a la otra puesto que el experimento puede provocar una marcada reacción erótica es más interesante seleccionar como compañero a alguien con quien se tengan relaciones íntimas tenemos a dos individuos b. y j. b. graba en el magnetófono 1 j. graba en el magnetófono 2 ahora alternamos las dos pistas de voz el magnetófono 1 reproduce dos segundos el magnetófono 2 graba el magnetófono 2 reproduce dos segundos el magnetófono 1 graba alternando la voz de b. con la voz de j. a fin de obtener cierto grado de precisión las dos cintas deben cortarse con tijeras y alternarse trozos empalmados este es un proceso largo que puede abreviarse considerablemente si tiene usted acceso a una sala de montaje y utiliza película cinematográfica que es mucho más grande y fácil de manejar puede llevar más

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lejos el experimento tomando metraje sonoro de b. y metraje sonoro de j. y empalmando las bandas de imagen y sonido a veinticuatro alternancias por segundo como ya he sugerido conviene escoger con cierto cuidado al compañero para tal experimento ya que los resultados pueden ser muy drásticos b. se encuentra a sí mismo hablando y pensando igual que j. j. ve la imagen de b. en su propio rostro están constantemente conscientes del otro cuando están separados presencia invisible y persistente de hecho se están convirtiendo en el otro verá b. retroactivamente era j. por el hecho de estar grabado en las bandas de imagen y sonido de j. los experimentos con cintas empalmadas pueden dar lugar a relaciones explosivas bien manejados por supuesto hasta alcanzar un alto grado de cooperación eficaz comenzará a ver las ventajas que obtendría j. si realizara tales experimentos sin que b. lo supiera se le ocurrirán por sí solo al lector atento tantas aplicaciones del principio de la cinta empalmada imagine que es usted un baboso en traje de franela gris quiere presentarle una nueva idea publicitaria al viejo es publicidad creativa así que antes de enfrentarse al viejo graba la voz del viejo y empalma su propia voz exponiendo su nuevo concepto y colóquelo encima del aparato de aire acondicionado de la oficina empálmese con sus cantantes pop favoritos empálmese con presentadores del telediario primeros ministros presidentes por qué dejarlo ahí por qué dejarlo en ninguna parte todo el mundo a empalmarse con todos los demás sí muchachos ahí estoy yo junto a la hormigonera el paso siguiente y les advierto que será caro son los magnetófonos programados una máquina plenamente programada estaría preparada para grabar y reproducir a intervalos escogidos a rebobinar y volver a empezar después de un intervalo elegido permaneciendo automáticamente en funcionamiento constante supongamos que tiene tres máquinas programadas el magnetófono 1 reproduce cinco segundos el magnetófono 2 graba el magnetófono 2 reproduzca tres segundos mientras el magnetófono 1 graba ahora digamos que está discutiendo con su novio o novia recordando lo que se dijo la última vez y pensando en cosas que decir la próxima vez dándole vueltas y vueltas y no puede callarse simplemente grabe todos sus argumentos y quejas en el magnetófono 1 y llame al magnetófono 1 por su propio nombre en el 146

magnetófono 2 ponga todas las cosas que él o ella le dijo o podría decirle cuando la ocasión se presente venga a darle vueltas sin parar sencillamente no puede callarse introduzca todos sus argumentos o quejas en el magnetófono 1 y llame al magnetófono 1 con su propio nombre en el magnetófono 2 introduzca todo lo que él o ella le dijo a usted podría decirle cuando la ocasión se presente fuera de los magnetófonos ahora que hablen las máquinas magnetófono 1 reproduzca cinco segundos magnetófono 2 grabe magnetófono 2 reproduzca tres segundos magnetófono 1 reprodúzcalo quince minutos media hora ahora intercale intervalos utilizando el interruptor del magnetófono 1 en el magnetófono 2 el interruptor de intervalos puede ser tan importante como el contexto escuche cómo las máquinas la lían ahora en el magnetófono 3 puede usted introducir el factor de respuesta irrelevante así que ponga cualquier cosa en el magnetófono 3 un chiste viejo una vieja canción un fragmento del ruido de la calle la televisión la radio e introduzca el magnetófono 3 en la discusión magnetófono 1 te estuve esperando anoche hasta las dos en magnetófono 3 lo que queremos saber es quién echó arena a las espinacas la utilización de respuestas irrelevantes resultará efectiva para quebrar pistas de asociación obsesivas todas las pistas de asociación son obsesivas sáqueselas de la cabeza e introdúzcalas en las máquinas deje de discutir deje de quejarse deje de hablar deje que las máquinas discutan se quejen y hablen un magnetófono es una sección exteriorizada del sistema nervioso humano puede averiguar más sobre el sistema nervioso y obtener un mayor control sobre sus reacciones utilizando el magnetófono que sentándose veinte años en la postura del loto o desperdiciando su tiempo en el diván analítico. escuche sus pistas de tiempo presente y comenzará a descubrir quién es y qué hace aquí mezcle el ayer con el pasado y oirá el mañana su futuro surgiendo de viejas grabaciones es usted un magnetófono programado preparado para grabar y reproducir quién le programa quién decide qué cintas reproducir en el presente

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quién reproduce sus viejas humillaciones y derrotas manteniéndole encerrado en el tiempo pregrabado prefijado no tiene que escuchar ese sonido puede programar su propia reproducción puede decidir qué pistas quiere reproducir en tiempo presente estudie sus pautas de asociación y descubra qué casos en qué grabaciones previas para reproducir programe esas viejas cintas hasta acabar con ellas todo se hace con magnetófonos hay muchas cosas que puede hacer con magnetófonos programados actuaciones en escena programadas a intervalos arbitrarios de manera que cada una de ellas sea imprevisible y única permitiendo cualquier grado de participación del público lecturas conciertos los magnetófonos programados pueden crear un happening en cualquier sitio por supuesto los magnetófonos programados son fundamentales en cualquier fiesta y ningún anfitrión contemporáneo aburriría a sus invitados con una fiesta estrictamente en tiempo presente en una casa moderna hay micrófonos ocultos en todas las habitaciones los magnetófonos graban y reproducen desde micros y altavoces ocultos las voces fantasma murmuran por los pasillos y habitaciones palabras visibles como una bruma los magnetófonos del jardín se responden unos a otros como perros que ladran la banda sonora lleve el estudio por ahí usted puede cambiar el aspecto de una ciudad poniendo su propia banda sonora en la calle ahí van algunos experimentos rodando una banda sonora en exteriores encuentre un vecindario con tejados de pizarra y chimeneas de ladrillo rojo banda sonora fría y gris sirenas silbidos de trenes lejanos ranas croando música atravesando el campo de golf grabaciones azules y frías en un mercado de adoquines con persianas azules todos los tristes showmen están ahí en un crepúsculo azul un rumor de noche y cables cuando varios miles de personas trabajando con magnetófonos y filmando las acciones subsiguientes seleccionan sus mejores bandas sonoras y metraje de película y lo empalmen verá usted algo interesante ahora piense en el daño que podría hacerse y se hace al grabar y reproducir de manera experta de tal forma que las personas afectadas no saben lo que está pasando el pensamiento los sentimientos y las impresiones sensoriales aparentes pueden ser manipulados y controlados con precisión y motines y manifestaciones al gusto por ejemplo en indonesia utilizan antiguas grabaciones antisemitas contra los chinos tienen tiendas y se enriquecen y siempre pasan los negocios a otro que se dedica a hacer puñetas les suena 148

verdad suponga que quiere hundir ese vecindario vaya allí y grabe todos los diálogos más estúpidos más feos la banda sonora más fea que pueda encontrar y reprodúzcala una y otra vez lo que suscitará más diálogos feos y estúpidos grabados y reproducidos una y otra vez seleccionando siempre los materiales más feos las posibilidades son ilimitadas quiere usted desencadenar un motín saque sus máquinas a la calle con grabaciones de motines muévase lo bastante rápido para ir un paso por delante del motín nosotros lo llamamos hacer surf no hay margen de error acuérdese del pobre burns atrapado en un motín dentro de un mercado persa con las grabaciones escondidas bajo la chilaba y lo despellejaron vivo pelado en crudo retorciéndose ahí al sol de la tarde y nosotros captamos la imagen capta usted la imagen las técnicas y experimentos descritos aquí se han utilizado y están siendo utilizados por organismos oficiales y no oficiales sin que usted lo sepa y muy en perjuicio de usted cualquiera puede jugar Wittgenstein dijo ninguna proposición puede contenerse a sí misma como argumento lo único que no está pregrabado durante un rodaje pregrabado es la misma grabación previa es decir con cualquier grabación callejera en la que opera un factor de azar puede usted pregrabar su futuro y su futuro puede usted oír y ver lo que quiera oír y ver los experimentos descritos aquí me los explicó y demostró ian somerville de Londres en este artículo escribo en su nombre mire a su alrededor verá una máquina de control programada para seleccionar los sonidos más estúpidos más feos y más vulgares y viles para grabarlos y reproducirlos lo que provoca sonidos más estúpidos más feos más vulgares y más viles para grabarlos y reproducirlos degradación inexorable ansia de callejón sin salida ansia de reproducciones ansia de reproducciones feas y vulgares mañana y mañana y mañana qué hacen los periódicos más que seleccionar los sonidos más feos para grabarlos en líneas generales si es feo es noticia y si con eso no basta citaré del editorial del new york times podemos ocuparnos de china y si rusia interviene también podemos ocuparnos de ese país el único comunista bueno es un comunista muerto ocupémonos del negrero castro a continuación a qué estamos esperando bombardeemos china ahora y permanezcamos armados hasta los dientes durante siglos ese rebuzno feo y 149

vulgar difundido para su reproducción en masa quieren difundir histeria graben y reproduzcan las reacciones más estúpidas e histéricas marihuana marihuana por qué es más letal que la cocaína convierte a los hombres en maníacos homicidas dijo él con un tono impasible mirada fría mientras pensaba en los vampiros que chupan riquezas del vil tráfico de maría literalmente rebosantes de sangre humana meditó con voz grave y decidida a los camellos deberían enviarlos a la silla eléctrica poner en pelota a esos hijos de puta venga a ver esos brazos o en las mortales palabras de harry j. anslinger deben reflejar la desaprobación social del adicto sería difícil encontrar una reflexión más fea que la desaprobación social la mirada fría y mezquina de mujeres estadounidenses decentes labios apretados y no gracias por parte del tendero polis mostrando los dientes ojos claros de asesinos de negros que reflejan la desaprobación social putos maricones yo los fusilaba a todos por otra parte puede usted seleccionar reacciones sensatas y sosegadas para grabarlas y reproducirlas difundirá usted sosiego y sensatez se está haciendo tal cosa evidentemente no la única forma de interrumpir la inexorable espiral descendente de la grabación y reproducción fea más fea colmo de lo feo es contragrabando y reproduciendo el primer paso es aislar y cortar las líneas de asociación de la máquina de control lleve un magnetófono encima y grabe todas las cosas más feas más estúpidas intercale sus cintas feas acelérelas ralentícelas reprodúzcalas al revés utilice la técnica del inching oirá una única voz fea y verá que un espíritu feo se compone de viejas pregrabaciones feas cuanto más reproduzca las cintas y haga cut-ups con ellas menos poder tendrán corte las grabaciones previa hasta que se desvanezcan hasta que se esfumen *

*

El tiquet que explotó, trad. Marcelo Cohen, Minotauro, Barcelona 1998. (N. del t.)

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Como he indicado en «La generación invisible», la técnica de dirigir el pensamiento y producir acontecimientos a gran escala está al alcance de cualquiera que posea un magnetófono portátil o un coche para transportar magnetófonos. La base de esta técnica es la sugestión en estado de vigilia, empleada por primera vez por el doctor John Dent, de Londres, que también fue el pionero del tratamiento de apomorfina para el alcoholismo y la drogadicción. La sugestión en estado de vigilia, tal como la practica el doctor John Dent: Se le pide al paciente que lea en voz alta de un libro mientras concentra la atención en lo que lee, como si leyera para una persona imaginaria sentada delante de él. El doctor permanece de pie detrás del paciente y repite con el mismo volumen de voz que el paciente ciertas sugestiones previamente convenidas entre el doctor y el paciente: («Podrás dormir. No recaerás en el consumo de alcohol, etc.»)… El paciente, como está leyendo en voz alta y concentra su atención en lo que lee, no oye conscientemente las sugestiones, y por esta razón actuán directamente sobre la mente inconsciente o reactiva. No se trata de sugestión subliminal. Subliminal significa por debajo del nivel consciente de visión o audición. Incluso si el sujeto estuviera concentrando toda su atención en la fuente del sonido o de las imágenes subliminales no vería ni oiría nada. La sugestión en estado de vigilia consiste en sonidos o imágenes que no se perciben conscientemente porque la atención del sujeto está concentrada en otra cosa. Si su atención se dirigiera hacia la fuente podría verlos u oírlos de inmediato. La sugestión en estado de vigilia, no la sugestión subliminal, es la técnica que utilizada para reproducir cintas pregrabadas en la calle, en fiestas, en bares, en estaciones de tren, en aeropuertos, en parques, en el metro, en concentraciones políticas, en entreactos de teatro, etc. La gente no oye conscientemente las sugestiones grabadas porque su atención está concentrada en otra cosa: cruzar la calle, tomar el tren, esperar que se les notifique la salida de su vuelo, escuchar al orador, ver la tele, hablar con los compañeros… El volumen de la cinta se adecua a los sonidos callejeros, al volumen de la conversación, etc. Una cinta de sugestiones bien construida contendrá sonidos callejeros pregrabados o lo que sea intercalado de acuerdo con el lugar.

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Cualquier cinta de sugestiones se vuelve mucho más eficaz cuando contiene órdenes contradictorias. Órdenes tales como «Quedarse aquí quedarse allí, parar empezar, hacerlo ahora hacerlo luego girar a la derecha girar a la izquierda, quedarse en casa salir, desacelerar acelerar, permitido prohibido, tener razón estar equivocado, estar presente en el momento estar ausente en el futuro en el pasado en las películas fantásticas, darse prisa esperar etc.» El entorno impone constantemente estas órdenes. Si, por ejemplo, su cinta de sugestiones contiene la frase: «Fíjese en esa luz de ahí delante… STOP… Quédese aquí… Esté allí…» y la reproduce ante personas que esperen ante una luz de STOP se verán obligadas a obedecer su sugestión. Además, a nivel inconsciente cualquier sugestión contradictoria provoca un instante de desorientación durante el cual sus sugestiones surten efecto. Las cintas de sugestiones que contienen órdenes contradictorias poseen mucha más fuerza que las que no. Las cintas de insultos mezclados con órdenes contradictorias son especialmente efectivas. Los efectos se obtienen mediante la constante reproducción de cintas cuidadosamente preparadas. Todos los trucos de magnetófono son útiles: cámaras de eco para las estaciones y terminales aéreas, superposiciones, aceleraciones, ralentíes, oscilaciones, etc. Conseguir buenos resultados es cuestión de constancia y experimentación. Para una cobertura de gran alcance utilice un automóvil e intercale las sugestiones con canciones populares y sonidos callejeros. Ciertas situaciones sólo pueden cubrirse a pie. Cuando reproduzca bandas con insultos se aconseja al operador que se mueva rápido y que se mantenga alejado. D. O.: Para usted las drogas son el problema médico más importante de nuestra época y subraya constantemente sus horrores. «Cualquier cosa que pueda hacerse químicamente puede hacerse por otros medios.» W. B.: En lo que se refiere a métodos no químicos de intensificar la conciencia,

ya

he

descrito

algunos

experimentos

con

magnetófonos.

¿Respuestas adicionales a esta pregunta? Me remito a un artículo de Brion Gysin sobre la Máquina de Soñar, otro artículo sobre el uso de los jeroglíficos

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titulado “Scribe Street” y otro más sobre el uso de las proyecciones que se titula “Cómo ser Humphrey Bogart”. Los dos últimos los escribí yo.

La Máquina de Soñar, desarrollada por Brion Gysin e Ian Somerville, consta de un cilindro horadado que gira alrededor de una fuente luminosa y produce flickers (destellos) estroboscópicos sobre los párpados cerrados del sujeto. A ritmos precisos por segundo, el flicker provoca cambios radicales en las

ondas

cerebrales

alfa,

como

demuestra

la

investigación

electroencefalográfica. Los sujetos que se someten al experimento informan de luces fugaces de brillo y color sobrenaturales, cuya magnitud y complejidad de patrones evoluciona mientras dura el estímulo. Cuando el flicker está en fase con las ondas alfa del sujeto, éste ve áreas de patrones de colores que se expanden y evolucionan dentro del campo visual completo, trescientos sesenta grados de visiones alucinantes en las que aparecen constelaciones de imágenes. A partir de mosaicos multidimensionales se acumulan construcciones geométricas de una complejidad asombrosa hasta que se convierten en bolas de fuego a semejanza de los mandalas del misticismo oriental o se resuelven en imágenes aparentemente individuales y escenas espectaculares, como si se tratara de sueños de colores vivos. Nuestros antepasados vieron a las criaturas de las constelaciones en la distribución aparentemente desorganizada de las estrellas. Se ha demostrado experimentalmente, mediante la visión de puntos blancos distribuidos al azar en una pantalla, que los seres humanos tienden a ver pautas e imágenes allí donde objetivamente no hay nada: sus procesos psíquicos conforman lo que ven. Los ritmos alfa, a unos trece por segundo, son nuestra velocidad de percepción, que puede variar de un individuo a otro de acuerdo con la edad y posiblemente la cultura. Cuando mayor fuerza tienen es cuando el cerebro está ocioso, buscando pautas que pueden ser auditivas, desplazándose a la velocidad de la luz. Los sonidos rítmicos, las películas y la televisión imponen ritmos exteriores a la mente, alterando las ondas cerebrales que de por lo demás han sido al menos tan individuales como las huellas digitales. Es perfectamente posible que los electroencefalogramas (EEF) de una generación de televidentes sean similares, incluso idénticos. 153

Una sociedad oral, que se desplaza a la lenta velocidad del sonido, podría funcionar en la oscuridad. En un principio fue el verbo y el verbo se hizo carne en la oscuridad, pero con la invención de la escritura en cualquiera de sus formas, la luz se hizo necesaria para ver la imagen, que se convirtió en otra forma de proliferación cuyo límite es la velocidad de la luz. La única cosa que no se puede eliminar de una imagen es la luz; cualquier otra cosa puede ser trasmutada completamente o desaparecer. El cambio es una función del número, y hoy, en la era electrónica, nuestra única constante interesante es trescientos mil kilómetros por segundo, la velocidad de la luz, que la velocidad de la electricidad es incapaz de alcanzar ni mucho menos superar. Así, la palabra se halla en su velocidad mínima cuando es hablada, trescientos cuarenta metros por segundo; la velocidad del sonido llega a su máximo cuando es vista o proyectada como una imagen a la velocidad de la luz. Pero cuando más débiles son nuestros ritmos alfa, o velocidad de percepción, es cuando pensamos deliberadamente, con los ojos abiertos, estudiando patrones, y cuando más lentos son es durante la lectura, que consiste en el desciframiento de series de patrones significativos. El flicker es una experiencia en el umbral inducida mediante la alteración de la velocidad de la luz para adaptarse a la gama máxima de nuestros ritmos alfa; crea una multiplicidad deslumbrante de imágenes en relaciones constantemente cambiantes que hace que los collages y «montajes» del llamado arte «contemporáneo» parezcan completamente ineficaces y estúpidos. La historia del arte ya no se está creando. La historia del arte como enumeración de imágenes individuales se acabó con la introducción directa de la luz como agente principal en la creación de imágenes que se han vuelto infinitamente múltiples, complejas y omnipresentes. El cometa es Luz.

La revolución electrónica 1970-1971 En «La Generación Invisible» publicada por primera vez en IT y en el Los Angeles Free Press en 1966, reflexionaba acerca del potencial de miles de personas con grabadoras, portátiles y fijas, mensajes difundidos como si se tratara de redobles de aviso, una parodia del discurso del presidente de un lado 154

y otro de los balcones, dentro y fuera de ventanas abiertas, a través de las paredes, por los patios, adoptado por perros ladrando, vagabundos que farfullan, música, tráfico en calles ventosas, en parques y campos de fútbol. El espejismo es un arma revolucionaria. Indiquemos algunos usos concretos de cut-ups de cintas pregrabadas reproducidas en la calle como arma revolucionaria: Para difundir rumores Coloque a diez operadores con grabaciones cuidadosamente preparadas en hora punta y observa la rapidez con la que se difunden las palabras. La gente no sabe dónde lo escuchó, pero lo escuchó. Para desacreditar a los adversarios Coja un discurso grabado de Wallace, introduzca tartamudeos toses estornudos hipos gruñidos gritos de dolor gimoteos de miedo balbuceos apopléjicos ruidos de idiota total babeante efectos de sonido de sexo y animales y reprodúzcalo en la calle, en las estaciones de metro en los parques en los mítines políticos. Como arma de primera línea para producir y desencadenar tumultos Esta operación no tiene nada de místico. Los efectos de sonido de tumultos podrían producir tumultos reales en una situación de tumulto. Los pitidos de policía grabados atraerán a policías. Los sonidos de disparos grabados les harán sacar las armas. —AY DIOS MÍO, NOS ESTÁN MATANDO. Un vigilante dijo luego «Oí los disparos y vi caer a mi compañero con la cara cubierta de sangre (resulta que fue alcanzado por una piedra disparada por un tirachinas) y pensé “Bien, esto se acabó”.» MIÉRCOLES SANGRIENTO. ESTADOS UNIDOS, ATÓNITO, HACE EL RECUENTO DE 23 MUERTOS Y 32 HERIDOS, 6 DE ELLOS EN ESTADO CRÍTICO. Esta una situación que precede a un amotinamiento común y corriente. A los manifestantes se les ha instado a manifestarse de forma pacífica, a la policía y a los vigilantes que se contengan. Diez grabadoras bien ajustadas debajo de

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sus abrigos reproducen y graban activadas por el botón de solapa. Contienen motines pregrabados de Chicago, París, México D. F., Kent, Ohio. Si ajustan el volumen de sonido de las grabaciones con los niveles de los sonidos del entorno, no serán detectados. La policía se enfrenta con los manifestantes. Los operadores convergen. Pongan la grabación de Chicago, reprodúzcanla, pasen a los siguientes enfrentamientos, graben, reproduzcan y sigan moviéndose. Las cosas se están calentando, hay un policía gimiendo en el suelo. Coro estridente de chillidos de cerdo y gruñidos paródicos grabados. ¿Se podría detener un tumulto grabando al poli más tranquilo y al manifestante más razonable? ¡Tal vez! Sin embargo, es mucho más fácil armar alboroto que detenerlo. Sólo estoy señalando que los cut-ups en las grabaciones podrían utilizarse como armas. Verá cómo que los operadores van haciendo un cut-up según avanzan. Van mezclando Chicago, París, México D. F., Kent, Ohio, con los efectos sonoros presentes al azar, y eso un cut-up. Como arma de largo alcance con la que codificar y anular líneas de asociación establecidas por los medios de comunicación. El control de los medios de comunicación depende del establecimiento de líneas de asociación. Cuando esas líneas se cortan las conexiones asociativas se interrumpen. El presidente Johnson irrumpió ayer en un apartamento pijo retuvo a tres criadas a punta de pistola a cuarenta y un kilómetros de Saigón. Podría usted cortar la mutter-line23 de los medios de comunicación y sacar la mutter-line alterada a la calle con una grabadora. Considerad la mutter-line de la prensa diaria. Se levanta con la prensa matinal, millones de personas leyendo las mismas palabras, eructando masticando blasfemando jurando carcajeándose ante las mismas palabras. Por supuesto, de formas distintas. Una moción alabando la iniciativa del señor Callaghan de prohibir la gira del equipo de críquet sudafricano ha echado a perder el desayuno del coronel. Todo el mundo reacciona de un modo u otro ante el mundo de acontecimientos de papel 23

La expresión mutter-line parece referirse a aquello que la gente ve en los anuncios y lee en la

prensa, y que constituye por tanto el fundamento de su realidad cotidiana y del grueso de las conversaciones que mantiene consigo misma y con su entorno. (N. del t.).

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no vistos que se convierte en parte integral de su realidad. Comprobarán que este proceso está constantemente sujeto a yuxtaposiciones azarosas. ¿Qué señal vio usted en la estación de Green Park al levantar la vista de la revista People? ¿Quién llamó mientras estaba leyendo la carta que envió al Times? ¿Qué estaba usted leyendo cuando su mujer rompió un plato en la cocina? Un mundo irreal de papel y no obstante completamente real, porque está sucediendo. Mutterline del noticiario televisado del Evening News. Fíjese en millones de personas todas viendo Jessie James o El virginiano24 a la vez. Mutter-line internacional de las revistas semanales siempre con fecha de una semana antes. ¿Se ha fijado que estar en la portada de Time es el beso de la muerte? Madam Nhu estaba ahí cuando mataron a su marido y cayó su gobierno. Verwoerd estaba en la portada de Time cuando una tenia demoníaca ordenó su muerte a través de un mensajero de este medio. Leía la Biblia, le gustaba estar solo, no tenía vicios, ya saben. El fiel escudero, léanlo todo sobre él. Así pues, eche nuevas historias, obras de teatro de tele, cotizaciones de bolsa, anuncios publicitarios y saque el mutter-line alterado a la calle. La prensa underground funciona como el único contrapeso eficaz a un poder creciente y a las técnicas más sofisticadas empleadas por los medios de comunicación

institucionales

para

falsificar,

tergiversar,

parafrasear

incorrectamente, excluir como ridículo a priori, o simplemente hacer caso omiso y borrar de la existencia: información, libros, descubrimientos que ellos consideran perjudiciales para los intereses del orden constituido. Sugiero que la prensa underground podría realizar esta función de forma mucho más efectiva sirviéndose de técnicas de cut-up. Por ejemplo, prepare cutups de las peores declaraciones reaccionarias que pueda encontrar y enmárquelas con las imágenes más feas. Ahora sométalas al tratamiento de babeo y ruido de animales y difúndalas por el mutter-line con la grabadora. Recurra a una página mezclada en cada edición de cut-up de una cinta transcrita de noticias, radio y televisión. Coloque las grabaciones en el mutterline antes de que el periódico llegue a los kioscos. Ver un titular que ha estado 24

Dos series televisivas estadounidenses de la época, la primera, inspirada en la vida del mítico

forajido del Far West, y la segunda, en el día a día de un vaquero sin nombre apodado «el virginiano» (N. del t.).

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dando vueltas en su cabeza le proporciona una sensación divertida. La prensa underground podría insertar un mutter-line en sus anuncios publicitarios y así ofrecer un servicio publicitario único. Intercale el producto con melodías pop, con eslóganes publicitarios, y cascabeles de otros productos, y desvíe las ventas. Cualquiera que dude sobre la eficacia de estas técnicas no tiene más que probarlas. Las técnicas aquí descritas las utilizan la CIA y los agentes de otros países. Hace diez años estuvieron realizando grabaciones sistemáticas en las calles de todos los barrios de París. Recuerdo al hombre de la Voz de América en Tánger y una habitación llena de grabadoras y se oían ruidos extraños a través de las paredes. Era un solitario, saludaba en el vestíbulo. Nadie pudo entrar nunca en esa habitación, ni siquiera una Fátima. Por supuesto, hay muchas sofisticaciones técnicas, como los micrófonos direccionales de largo alcance. Cuando intercalas gruñidos de cerdo en la llamada a la oración no conviene ir caminando por el mercado con una grabadora portátil. Un artículo de Richard C. French del New Scientist del 4 de junio de 1970 (página 470) titulado “Electronic Arts of Noncommunication” nos proporciona instrucciones técnicas más precisas. En 1968, con la ayuda de Ian Sommerville y Anthony Balch, cogí un pequeño fragmento de mi voz grabada y lo intercalé a intervalos de aproximadamente un vigésimocuarto de segundo en una película de largometraje en (la película de largometraje es más larga y más fácil de empalmar) y reajusté el orden de los intervalos de vigésimocuarto de segundo del discurso grabado. Las palabras originales son prácticamente ininteligibles, pero emergen nuevas palabras. La voz sigue ahí y podría usted reconocer inmediatamente quién habla. También se mantiene el tono de la voz. Si el tono es amigable, hostil, sexual, poético, sarcástico, inane, desalentado, eso resultará evidente en la secuencia alterada. No me di cuenta en ese momento de que estaba utilizando una técnica que existía desde 1881… cito el artículo del señor French: «el proyecto de codificar el habla se remonta a 1881 y el deseo de que las comunicaciones telefónicas y de radio sean ininteligibles para terceros nos acompaña desde entonces» … El mensaje se codifica durante la transmisión y se descodifica del otro lado. Existen muchos dispositivos de codificación del habla basados en diferentes 158

principios… «Otro dispositivo utilizado durante la guerra es el codificador de división de tiempos. La señal se corta en elementos de 0,005 centímetros de longitud. Se toman estos elementos por grupos o periodos y se reorganizan en una nueva secuencia. Imaginémonos que el discurso está grabado en una cinta magnética cortada en fragmentos de 0,02 de longitud y que los fragmentos se reorganizan en una nueva secuencia. Esto se podría hacer y ofrece una buena idea de cómo suena el habla cuando se codifica de esta forma.» Esto lo hice en 1968. Y esta es una ampliación del método del cut-up. El más fácil de cut-up divide una página por la mitad en cuatro secciones. La sección 1 se coloca junto con la sección 4 y la 3 con la 2 para formar una nueva secuencia. Llevándolo más lejos podemos descomponer la página en unidades cada vez más pequeñas de secuencias alteradas. El objetivo originario de los dispositivos de codificación era que el mensaje fuera ininteligible sin un descodificador. Otro uso del discurso codificado podría ser la imposición del control sobre el pensamiento a gran escala. Consideremos el cuerpo humano y el sistema nervioso como dispositivos de descodificación. Un virus sencillo, como el herpes labial, podría hacer sensible al sujeto a mensajes de descodificación. Drogas como el LSD y el dim-N también podrían actuar como dispositivos de descodificación. Es más, los medios de comunicación podrían sensibilizar a millones de personas para que reciban versiones codificadas del mismo conjunto de datos. Recuerde que cuando un sistema nervioso humano descodifica un mensaje codificado al sujeto le parecerán sus propias ideas que se le acaban de ocurrir, como en efecto ocurre. Elija una carta, cualquiera. En muchos casos él no sospechará de su origen ajeno. Ese es el lector de prensa común que recibe mensajes codificados sin sentido crítico y piensa que reflejan sus propias opiniones, a las que ha llegado por su cuenta. Por otro lado, el sujeto podría reconocer o sospechar el origen ajeno de las voces que literalmente se están incubando en su cabeza. Luego, tenemos el clásico síndrome de psicosis paranoica. El sujeto oye voces. A cualquiera se le podría hacer escuchar voces con técnicas de codificación. No es difícil exponerle al mensaje codificado concreto, cualquier parte del cual podría hacerse ininteligible. Esto se podría hacer con grabadoras de calle, grabadoras en los coches, dispositivos de radio y televisión manipulados. Es posible hacerlo 159

en su propio piso y si no, en algún bar o restaurante que frecuente. Si no habla consigo mismo, no tardará en hacerlo. Colocas una escucha en su piso. Ahora está realmente desquiciado al oír su propia voz surgiendo de emisiones de radio y televisión y escuchando las conversaciones de extraños al pasar. ¿Se dan cuenta de lo fácil que es? Recuerden que el mensaje codificado es parcialmente ininteligible y que de todas formas capta el tono. Blancas voces hostiles descodificadas por un negro también activarán por asociación todas las ocasiones en las que fue amenazado o humillado por blancos. Para llevarlo más lejos se podrían utilizar grabaciones de voces que conoce. Se le podría volver en contra de sus amigos mediante mensaje hostiles codificados en una voz amiga. Eso activará todas sus desavenencias con ese amigo. Se le podría condicionar a que le gusten sus enemigos mediante mensajes amigables codificados en voces enemigas. Por otro lado, las voces podrían ser amigables y tranquilizadoras. Él trabaja ahora para la CIA, la GPU, o lo que sea y esas son sus órdenes. Ahora ellos disponen de un agente que no tiene información que darles y al que no habrá que pagar. Y ahora está completamente bajo control. Si no obedece las órdenes podrían aplicarle le tratamiento de voces hostiles. No, «Ellos» no son Dios ni unos supertécnicos extraterrestres. Sólo son técnicos que operan con aparatos bien conocidos y que utilizan técnicas que podrían ser copiadas por cualquiera que pueda comprarse esos aparatos y hacerlos funcionar. Para ver cómo las técnicas de codificación podrían funcionar a escala de los medios de comunicación de masas, imagínese que una revista como Time sacase un número una semana antes de su publicación y la llenara de noticias basadas en pronósticos que siguen una cierta línea, sin rozar lo imposible, dándole ánimos a nuestros muchachos en cada historia y a los rojos el mayor número de derrotas posibles, todo un número de Time basado en pronósticos sesgados de noticias futuras. Ahora imagine esta mezcla codificada en los medios de comunicación. Con unas herramientas mínimas se podría hacer lo mismo a escala más pequeña. Se necesita un dispositivo de codificación, una televisión, una radio, dos videocámaras, una estación de radio para aficionados, un laboratorio fotográfico sencillo con algo de decorado y pocos actores. Para empezar se 160

codifican todas las noticias, y se emiten de todas las formas posibles mediante la estación de radio y las grabadoras de calle. Se construyen falsos noticiarios con la cámara de video. Para las imágenes se podrían usar metraje antiguo. México D. F. vale para un tumulto en Saigón y viceversa. Para un tumulto en Santiago de Chile, se podrían utilizar imágenes de Londonderry. Nadie percibe la diferencia. Se podrían cambiar de sitio incendios, terremotos y accidentes aéreos. Por ejemplo, aquí tenemos un accidente aéreo, ciento doce muertos al norte de Barcelona, y aquí un accidente aéreo en Toronto, ciento ocho muertos. Así que traslademos la imagen del accidente aéreo de Barcelona a Toronto, y la de Toronto a Barcelona. Luego intercale sus noticias falsas con emisiones de noticiarios reales. Usted goza de una ventaja de la que no goza su adversario. Él tiene que ocultar sus manipulaciones. Usted no tiene por qué hacer tal cosa. De hecho, usted podría anunciar el hecho de que está escribiendo las noticias con antelación y está tratando de hacerlas realidad a través de técnicas que están al alcance de cualquiera. Y esto le convierte en NOTICIA. Y en personaje televisivo, si lo hace bien. Quiere la circulación más amplia posible para sus películas de video manipuladas. Las técnicas del cut-up podrían saturar los medios de comunicación con un espejismo total. Diarios de ficción cancelaron retroactivamente el terremoto de San Francisco y la explosión de Halifax tildándolos de fraudes periodísticos y generaron dudas liberadas de la piel ley prorrogable y voraz, consumieron todos los hechos históricos. El señor French concluye así su artículo… «La utilización de los circuitos microelectrónicos integrados contemporáneos podría reducir el coste de los dispositivos de codificación del habla lo suficiente como para que los empleen ciudadanos particulares. Los códigos y las claves siempre han ejercido un poderoso atractivo sobre la mayoría de las personas y creo que los dispositivos de codificación también lo harán.» Suele suponerse que para que un discurso surta efecto debe ser comprendido conscientemente. Los primeros experimentos con imágenes subliminales han demostrado que esto no es cierto. Se podrían basar muchos

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proyectos de investigación en los dispositivos de codificación del habla. Todos hemos visto el experimento en el que alguien que está hablando escucha su voz grabada pocos segundos después. Muy pronto es incapaz de seguir hablando. ¿Tendría el discurso codificado el mismo efecto? ¿Hasta qué punto descodifican realmente los sujetos experimentales los mensajes codificados? ¿Hasta qué punto actúa una lengua como un dispositivo descodificador, dado que las lenguas occidentales tienden a descifrar en términos de tercio excluso? ¿Hasta qué punto el tono de voz utilizado por un hablante impone una determinada secuencia de descodificación al oyente?

Muchas cintas de cut-up serían entretenidas, y de hecho el ámbito del entretenimiento es el más prometedor para la aplicación de las técnicas de cutup. Imagínese un festival pop como el de Phun City, previsto para los días 24, 25 y 26 de julio de 1970 en Ecclesden Common, Patching, cerca de Worthing, Sussex. El recinto del festival se compone de un aparcamiento, una zona de acampada, un auditorio de rock, una aldea con casetas y cine, y una amplia superficie arbolada. Hay cierto número de grabadoras colocadas en la arboleda y en la aldea. Todos los que se pueda, para crear una red de sonido que abarque todo el festival. En las grabadoras hay cintas con material pregrabado, música, noticiarios, grabaciones de otros festivales, etc. Algunas grabadoras estarán reproduciendo y otras estarán grabando en todo momento. Las grabadoras que están grabando en cualquier momento están grabando, por supuesto, a la multitud y a las demás grabadoras que están reproduciendo sus grabaciones a diversas distancias. Así se intercala a la multitud, que estará escuchando la reproducción de sus propias voces. La reproducción, el rebobinado y la grabación podrían controlarse electrónicamente a intervalos varios. O bien podrían ser activados manualmente y entonces el operador decide a qué intervalos grabar, reproducir y rebobinar. El gran número de asistentes al festival que anda por ahí con grabadoras portátiles reproduciendo y grabando mientras caminan intensifica enormemente el efecto. Podemos llevarlo todo más lejos con pantallas de proyección y cámaras de video. Parte del material proyectado está ya preparado, películas pornográficas, películas de otros festivales, y en este material se intercalan noticiarios de televisión y fotografías

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de la multitud. Por supuesto, el festival rock también se intercalará en la pantalla, mientras miles de fan con grabadoras portátiles graban y reproducen, el cantante podría dirigir la reproducción y la grabación. Instalen un área para artistas ambulantes, malabaristas, espectáculos con animales, encantadores de serpientes, cantantes, músicos e intercalen estos espectáculos. La película y las grabaciones del festival, editadas para seleccionar el mejor material, podrían utilizarse luego en otros festivales. Hacen falta muchas herramientas e ingeniería para montarlo. El festival sin duda podría ser mejorado si el mayor número posible de asistente trajera grabadoras para reproducir y grabar durante el festival. Cualquier mensaje, música, conversación que uno quiera hacer circular, lo trae pregrabado en la cinta, de modo que todo el mundo se lleve a casa fragmentos de su cinta. Proyecto de investigación: para descubrir hasta qué punto los mensajes codificados se descodifican, es decir, analizados por sujetos experimentales. El experimento más sencillo consiste en reproducir un mensaje codificado ante el sujeto. El mensaje podría contener órdenes sencillas. ¿El mensaje codificado contiene algún valor de orden comparable al de la sugestión poshipnótica? ¿Se recibe el contenido real del mensaje? ¿Qué tipo de drogas, en el supuesto de que haya alguna, aumentan la capacidad de descodificar mensajes? ¿Hay muchas diferencias entre los sujetos en lo que se refiere a esta capacidad? ¿Son más eficaces los mensajes codificados en la propia voz o los que se graban con otras voces? ¿Son más fáciles de descodificar para sujetos concretos los mensajes codificados con determinadas voces? ¿Es más eficaz un mensaje codificado tanto con palabra como con imagen en una película de video? Ahora utilicemos, por ejemplo, un mensaje en una película de video con un contenido emocional unificado. Digamos que el mensaje es el miedo. Para ello cogemos todas las fotografías de miedo del pasado del sujeto que podamos recopilar o evocar. Intercalamos en ellas palabras e imágenes que inspiren temor, amenazas, etc. Todo ello se interpreta y en cualquier caso resultará bastante molesto. Ahora intentemos codificarlo y ver si surte un efecto aún más intenso. La presión arterial del sujeto, el ritmo cardíaco, y sus ondas cerebrales se graban mientras reproducimos ante él la película manipulada. Fotografiamos su rostro y puede 163

verlo en todo momento en la videocámara. La verdadera codificación de la película se puede hacer de dos formas. Puede ser una operación completamente azarosa, como sacar fragmentos de un sombrero, y si se hace esto pueden aparecer varias unidades seguidas, y producir así una imagen identificable o una palabra inteligible. Ambos métodos, por supuesto, podrían utilizarse a intervalos distintos. La presión arterial, el ritmo cardíaco, y las ondas cerebrales grabadas mostrarán al operador qué material produce la reacción más intensa, y por supuesto, dirigirá su atención hacia allí. Y recordemos que el sujeto puede ver su cara en todo momento y que su cara está siendo fotografiada. Como dijo el Mirón lo más aterrador es ver el miedo en su propia cara. Si el sujeto se trastorna demasiado, tenemos películas de paz y seguridad preparadas. Ahora una película de sexo: ésta consiste en una escena de sexo realizada por el objeto sexual ideal del sujeto y su propia imagen idealizada. Proyectada de forma directa podría resultar bastante excitante; ahora codifiquémosla. Se tardan unos segundos en preparar una película codificada, y ¿luego? ¿Pueden las películas de sexo codificadas enfocadas a las reacciones y las ondas cerebrales del sujeto desencadenar un orgasmo espontáneo? ¿Se podría ampliar este efecto a otras funciones corporales? Un micrófono encubierto en el inodoro y todas sus defecaciones y pedos grabados y mezclados con voces de niñeras severas ordenándole que cague, y el joven liberal se caga en los pantalones en la plataforma que está justo debajo de «Old Glory», la enseña nacional. ¿Podrían las grabaciones de risas, estornudos, hipos, toses, producir risas, estornudos, hipos y toses? ¿Hasta

qué

punto

podrían

inducir

enfermedades

películas

de

enfermedades codificadas? Tómese, por ejemplo, una película en color y con sonido de un sujeto resfriado. Más tarde, cuando el sujeto se haya recuperado por completo, grabamos un video sonoro y en color del sujeto recuperado. Ahora intercalamos las imágenes y la banda sonora del resfriado con las imágenes y la banda sonora actuales. También proyectamos las imágenes del resfriado sobre las imágenes actuales. Ahora probamos a utilizar algunas de las frases de la mente reactiva del señor Hubbard que se supone que provocan enfermedades por sí solas. Ser yo, ser tú, quedarse aquí, quedarse ahí, ser un cuerpo, ser cuerpos, permanecer en el presente, permanecer en el pasado. Ahora

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mezclamos todo esto y se lo mostramos al sujeto. ¿Podría propiciar un ataque del virus del resfriado el hecho de ver y escuchar estas imágenes y esta banda sonora, codificadas hasta reducirlas a unidades muy pequeñas? Si semejante película de resfriado produce realmente un ataque del virus del resfriado, no podemos decir que hemos creado un virus, pues tal vez sólo hemos activado un virus latente. Como sabrán ustedes, muchos virus están latentes en el cuerpo y pueden ser activados. Podemos probar a hacer lo mismo con el herpes labial o con la hepatitis, recordando siempre que podríamos estar activando un virus latente y no creando un virus de laboratorio. Sin embargo, podríamos estar en posición de hacerlo. ¿Quizá un virus consista sólo en unidades de imagen y sonido muy pequeñas? Recuerda que la única imagen que tiene un virus es la imagen y la banda sonora que puede imponerle. Ojos amarillos de ictericia, pústulas de viruela, etc., impuestas a usted en contra de su voluntad. Lo mismo vale, desde luego, para la imagen y la palabra codificadas, su existencia son la palabra y la imagen que pueden forzarle a usted a descifrar. Escoja una carta, cualquiera. Esto no significa que en realidad se trate de un virus. Tal vez, para construir un virus de laboratorio necesitaríamos un equipo de cámara y otro de sonido, además de un bioquímico. Cito de un artículo del International Paris Tribune acerca del gen sintético: «El doctor Har Johrd Khorana ha fabricado un gen sintético.» «Es el comienzo del fin.» Esa fue la reacción inmediata ante esta noticia del agregado científico de una de las principales embajadas de Washington. «Si se pueden fabricar genes, se acabará pudiendo fabricar nuevos virus para los que no haya cura. Cualquier país pequeño con buenos bioquímicos podría fabricar un arma biológica semejante. Lo único que haría falta sería un pequeño laboratorio. Si se puede hacer, alguien lo hará.» Por ejemplo, se podría fabricar un virus de la muerte portador del mensaje codificado de la muerte. Una película de muerte. A decir verdad. Sin duda alguna, los detalles técnicos son complejos y quizá un equipo de de cámara y sonido trabajando con bioquímicos podría darnos la respuesta. Y ahora preguntémonos si las técnicas de codificación podrían utilizarse para difundir mensajes amables y placenteros. Tal vez. Por otro lado, las palabras y la película codificadas actúan como un virus en la medida en que

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imponen algo al sujeto en contra de su voluntad. Sería más pertinente descubrir cómo las viejas pautas de percepción podrían ser modificadas para que el sujeto genere sus propias pautas de percepción. 2 de Julio de 1970, New Scientist… La teoría de la memoria contemporánea postula la existencia de un «depósito» de memoria provisional de siete segundos que precede al depósito principal: un golpe en la cabeza elimina del recuerdo cierta cantidad de tiempo anterior porque borra el contenido del depósito provisional. Daedalus 25 observa que la noción del presente abarca sólo este intervalo y da a entender así que de hecho nuestro input sensorial está grabado en un bucle temporal infinito y nos proporciona unos siete segundos de plazo para la percepción y asimilación antes de ser borrado. En ese lapso de tiempo el cerebro edita, asimila, y selecciona elementos fundamentales para almacenarlos. La extraña sensación de déjà vu de que el «ahora» ya ha tenido lugar en el pasado se debe claramente a un fugaz fracaso de borrado, de modo que vuelven a aparecer datos de la memoria ya almacenados. La prolongación o aceleración del tiempo deben reflejar la velocidad de la cinta. Un sencillo experimento demostrará cómo opera este proceso de borrado. Al realizar grabaciones en la calle y reproducirlas, escuchará cosas que no recuerda, tal vez pronunciadas con voz clara y enérgica, que deben de haberse producido muy cerca de usted, ni tampoco las recordará necesariamente al escuchar la grabación. El sonido ha sido borrado obedeciendo a una pauta de percepción y asimilación automática. Eso significa que lo que observa y almacena en la memoria mientras camina por la calle procede de una selección de datos mucho más amplia que luego se borra de la misma. Para el peatón, las señales con las que se cruza, la gente con la que se cruza, se borran del recuerdo y dejan de existir. Ahora bien, para convertir este proceso de percepción y asimilación en un proceso consciente y controlable, pruebe lo siguiente: Camine por una manzana de la ciudad con una cámara y grabe lo que observe moviendo la cámara a su alrededor lo más cerca posible para seguir la dirección de su mirada. De lo que se trata es de hacer que la cámara sean sus ojos y grabe lo que sus ojos seleccionan en el panorama de conjunto. Al mismo 25

Pseudónimo del químico y autor británico David E. H. Jones (N. del t.)

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tiempo tome una panorámica de la calle desde una serie de posiciones paradas. La calle del operador es, por supuesto, la calle tal y como la ve el operador. Es distinta de la calle vista en una panorámica. De hecho, gran parte de ella está ausente. Ahora podría usted aplicar unas pautas de percepción arbitrarias, es decir, cubrir primero un lado de la calle, y luego el otro de acuerdo con un plan preconcebido. Así estará desmontando las pautas de percepción automáticas. También podría usted crear pautas de percepción de colores, es decir, percepción del verde, del azul, del rojo, etc., en la medida en que su cámara se lo permita. Esto es, estará utilizando un plan arbitrario y preconcebido de percepción, para desmontar las pautas de percepción automáticas. Varios operadores lo hacen y luego codifican todo el metraje y le agregan tomas panorámicas. Esto podría entrenar al sujeto para que mire desde un ángulo más amplio y también para que haga caso omiso y borre a voluntad. Ahora bien, todo esto es fácilmente susceptible de verificación experimental en sujetos de control. El equipo no tiene que ser muy complicado. Les he mostrado cómo podría funcionar con reacciones de las ondas cerebrales y respuestas viscerales y fotos de video del sujeto mientras está viendo y oyendo la película, simplemente para demostrar su eficacia óptima. Se podría empezar con dos grabadoras. Las herramientas de codificar más sencillas son unas tijeras y un equipo para hacer empalmes. Se puede empezar a combinar palabras, hacer cualquier tipo de cinta y combinarlas, y luego observar el efecto que tiene sobre sus amigos y en usted mismo. El siguiente paso son las películas sonoras y luego la videocámara. Por supuesto, los resultados de experimentos particulares podrían llevar a experimentos de masa, películas de miedo de masa, películas de peleas, etc. En este terreno las posibilidades de investigación y experimentación son poco menos que infinitas y yo sólo he hecho algunas sugerencias sencillas. «Los virus están caracterizados y limitados por su parasitismo celular forzoso. Todo virus debe parasitar células vivas para reproducirse. Para cualquier virus el ciclo de infección abarca la entrada en la célula huésped, la reproducción intracelular, y la salida del cuerpo del huésped para iniciar un nuevo ciclo en un nuevo huésped.» Estoy citando de Mechanisms of Virus Infection editado por el doctor Wilson Smith. En su estado salvaje el virus no ha demostrado ser un organismo muy adaptable. Algunos virus se han extinguido

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ya que eran cien por cien letales y carecían de huéspedes. Cada cepa del virus está estrictamente programada para cierto tipo de ataque a determinados tejidos. Si el ataque fracasa el virus no obtiene un nuevo huésped. Por supuesto, existen mutaciones en los virus, y el virus de la gripe ha demostrado ser bastante versátil. Generalmente se repite el mismo método de entrada, y si ese método es bloqueado por cualquier cuerpo o cualquier otro agente como el interferón, el ataque fracasa. En líneas generales, nuestro virus es un organismo estúpido. Ahora podemos pensar por el virus, concebir muchos métodos alternativos de entrada. Por ejemplo, es huésped es atacado simultáneamente por un virus aliado que le indica que todo está bien y por un virus de dolor y miedo. De esa forma, el virus está utilizando un viejo método de entrada, a saber poli bueno poli malo. Hemos considerado la posibilidad de que un virus pueda ser activado o incluso creado por pequeñas unidades de sonido e imagen. Así concebido, el virus podría ser fabricado por encargo en el laboratorio. Bien, pero para que las tomas sean efectivas, también hay que disponer del virus real, ¿y qué es el virus real? De vez en cuando surgen nuevos virus, ¿pero de dónde salen? Pues bien, veamos cómo podríamos lograr que apareciera un virus. Tramamos ahora los síntomas de nuestro virus y preparamos una cinta codificada. Los sujetos más susceptibles, es decir, aquellos que reproduzcan algunos de los síntomas deseados, serán introducidos a continuación en otras cintas, hasta que nuestro virus cobre vida a fuerza de codificarlo. Este nacimiento de un virus ocurre cuando nuestro virus es capaz de reproducirse en un huésped y transmitirse a otro. Quizá, también, cuando el virus esté controlado por el laboratorio, pueda ser domesticado para fines útiles. Imaginemos, por ejemplo, un virus del sexo. Inflama los centros sexuales de la parte posterior del cerebro hasta tal punto que el huésped se vuelve loco por culpa del sexo, cualquier otra consideración queda anulada. Parques llenos de gente desnuda, frenética, cagando, meando, eyaculando y gritando. De manera que el virus podría ser maligno, anular cualquier norma y acabar en agotamiento, convulsiones y muerte. Ahora intentemos lo mismo con una película. Organizamos un festival de grabaciones de sexo. Cien mil personas traen sus cintas de sexo codificadas, y también películas de video, para combinarlas todas. Proyectada en enormes

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pantallas, murmurando sobre la multitud, a veces se ralentiza, de forma que se ven unos segundos, luego se codifica de nuevo, se ralentiza, se codifica. Pronto los codificará a todos desnudos. La poli y la Guardia Nacional se están desnudando. PONGÁMONOS ROPA DE PAISANO. En fin, algo semejante podría ser un caos, pero los que sobrevivan se recuperan de la locura. O supongamos que un pequeño grupo de personas realmente afines se reúne con sus películas de sexo; como pueden ver, ahora el proceso está siendo sometido a control. Y el hecho de que cualquiera podría hacerlo es en sí mismo un factor limitante. Aquí está el señor Hart, que quiere infectar a todo el mundo con su propia imagen y convertirlos a todos en sí mismo, así que se codifica a sí mismo y sale a buscar vehículos dignos. Si nadie más sabe de técnicas de codificación, podría hacer bastantes copias de sí mismo. Pero cualquiera puede hacerlo. Así que venga, codifique sus palabras de sexo y encuentre parejas apropiadas. Si quiere, codifíquese por ahí: cada chiste manido, pedo, mascada, estornudo y rumor de estómago. Si su truco no funciona, más vale que corra. Todo el mundo haciéndolo, se codifican todos juntos, y los pueblos de la tierra se estabilizan en un moreno equilibrado y agradable. La codificación es la vía democrática, el camino de la plena representación celular. La codificación es el modo de vida estadounidense. He sugerido que el virus podría ser creado por encargo, en un laboratorio, a partir de pequeñas unidades de palabra e imagen. Dicha elaboración no es en sí biológicamente activa, pero podría activar o incluso crear virus en sujetos susceptibles. Una película de ictericia cuidadosamente preparada podría activar o crear el virus de la ictericia en células hepáticas, sobre todo en los casos en los que el hígado ya está dañado. De hecho, el operador está dirigiendo una revolución vírica en las células. Ya que la DOR parece atacar el punto más débil de los que se exponen a ella, la liberación de esta fuerza podría coincidir con el ataque vírico. Las frases de la mente reactiva podrían servir al mismo propósito de volver el sujeto más susceptible al ataque vírico. Se podrá comprobar que el discurso codificado ya posee muchas de las características del virus. Cuando el discurso arraiga y se descodifica, esto ocurre

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de manera compulsiva y en contra de la voluntad del sujeto. Un virus debe recordarle que está ahí. Tanto si es la molestia de un herpes labial como si se trata de los espasmos de la rabia, el virus le recuerda su indeseada presencia. —AQUÍ YO ESTOY. Lo mismo hacen la palabra y la imagen codificadas. Las unidades se descodifican compulsivamente, presentando determinadas palabras e imágenes al sujeto y esta presentación repetitiva irrita determinadas áreas corporales y neutrales. Las células así alteradas pueden producir a lo largo de cierto periodo de tiempo las unidades víricas biológicas. Ya tenemos un nuevo virus que puede transmitirse; es más, el sujeto podría estar desesperado por transmitir eso que está estallando en su interior. Le pesa la carga. ¿Podría ser agradable y hermosa? ¿Es posible crear un virus que transmita una calma dulce y razonable? Un virus tiene que parasitar a un huésped para sobrevivir. Utiliza el material celular del huésped para reproducirse. En la mayoría de los casos eso perjudica al huésped. El virus consigue entrar mediante el fraude y se mantiene mediante la fuerza. Un huésped no deseado que hace que mirarle provoque náuseas nunca podría ser bueno o hermoso. Además, es un huésped que se repite a sí mismo palabra por palabra toma por toma. Recuerde el ciclo vital de un virus… penetración en la célula o activación en ella, reproducción dentro de la célula, salida de la célula para invadir otras células, salida del huésped para infectar un nuevo huésped. La infección puede producirse de muchas formas, y quienes descubren que soportan la carga de un nuevo virus, suelen utilizar una técnica de choque para cubrir una amplia gama de vías de contaminación… tosan, estornuden, escupan y tírense pedos cada vez que puedan. Acumulen mierda, pis, mocos, postillas, ropa sudada y todo tipo de secreciones corporales producida. El polvo compuesto puede ser discretamente diseminado por un fuelle en el metro, tirado por la ventana en una bolsa o esparcido por un fumigador… Lleve siempre encima un surtido de vectores… piojos, pulgas, chinches, y pequeños nidos de mosquitos, así como tábanos llenos de su sangre… No veo belleza alguna en ello. Existe un solo caso de una influencia vírica favorable que beneficia una oscura raza de ratas australianas. Por otro lado, si un virus no produce síntomas

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nocivos no hay forma de verificar su existencia y eso sucede con las infecciones víricas latentes. Se ha dicho que la raza amarilla fue el resultado de un virus tipo ictericia que produjo una mutación permanente no necesariamente perjudicial, que fue transmitido por vía genética. Lo mismo podría ser cierto respecto de la palabra. La palabra podría ser un virus que ha alcanzado un estatus permanente dentro del huésped. Sin embargo, ninguno de los virus hasta ahora conocidos actúa de esta forma, así que la cuestión de un virus benéfico sigue abierta. Parece aconsejable centrarse en una defensa general contra todos los virus. El fundador de la Cienciología, Ron Hubbard, sostiene que determinadas palabras y combinaciones de palabra pueden producir enfermedades graves y trastornos psíquicos. Creo que puedo atribuirme cierta habilidad en el oficio de escriba, pero no puedo garantizar que pueda escribir un fragmento capaz de hacer enfermar físicamente a alguien. Si la afirmación del señor Hubbard es cierta, desde luego es algo que habría que seguir investigando, y sería fácil averiguar si su afirmación se sostiene o de forma experimental. El señor Hubbard fundamenta el poder que atribuye a las palabras en su teoría de los engramas. El engrama se define como una palabra, sonido o imagen grabada por el sujeto durante un periodo de dolor e inconsciencia. Parte de ese material puede ser tranquilizador: «Creo que se pondrá bien.» El material tranquilizador es un engrama aliado. Los engramas aliados, según el señor Hubbard, son tan malos y como los engramas de dolor hostiles. Cualquier parte de esta grabación reproducida al sujeto más tarde reactivará el dolor; podría realmente desarrollar dolor de cabeza y sentirse deprimido, ansioso o tenso. Pues bien, es muy fácil someter la teoría de los engramas del señor Hubbard a verificación experimental. Se toman diez voluntarios y se les somete a estímulos de dolor acompañados de determinadas palabras, sonidos e imágenes. Podría usted representar pequeñas comedias:

—Rápido, enfermera, antes de que pierda a este negrito —grita el cirujano sureño, mientras estampa una musculosa blanca mano en el frágil hombro negro— Sí, se pondrá bien. Saldrá de esta.

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—Si de mí dependiera, dejaría morir a estos animales en la mesa de operaciones. —No depende de usted, tiene deberes como médico, tenemos que hacer todo lo que esté en nuestras manos para salvar vidas humanas.

Y así sucesivamente. Es el poli malo y el poli bueno. El engrama aliado es ineficaz sin el engrama del dolor, igual que el brazo del poli bueno en torno a su hombro y su voz suave y persuasiva en su oído, no son más que dulces palabritas sin la porra del poli malo. Ahora bien, ¿hasta qué extremo las palabras grabadas durante la inconsciencia clínica pueden ser evocadas durante los procedimientos hipnóticos o de la cienciología? ¿Hasta qué punto la reproducción de este material afecta de manera desagradable al sujeto? ¿Se intensifica el efecto si codificamos el material, dolor y aliado, a intervalos muy breves? Se diría que la imagen de un engrama mezclado podría poco menos que echar una escena de quirófano directamente en el regazo del sujeto. El señor Hubbard ha descrito su versión de lo que llama mente reactiva. Es bastante parecido al ello de Freud, una especie de mecanismo contraproducente intrínseco. Según lo expuesto por el señor Hubbard, se trataría de cierto número de frases bastante corrientes. Sostiene que leer esas frases o escucharlas puede provocar enfermedades, y esa es la razón que aduce para no publicar dicho material. ¿Estará diciendo, tal vez, que se trata de palabras mágicas, de hechizos, a decir verdad? Si así fuera, podrían ser un arma bastante formidable si se codificasen con películas imaginativas de imagen y sonido. Aquí tenemos la magia que convierte a los hombres en cerdos. Ser un animal: un cerdo solitario caga, chilla y come porquería. Ser animales: un coro de mil cerdos. Codifiquémoslo con películas de video de policías, reproduzcámoselas y veamos si obtenemos una reacción de esa mente tan reactiva. Aquí tenemos otro. Ser un cuerpo: pues es un cuerpo atractivo, ya lo creo, captemos los rasgos. Acompañémoslo por una hermosa sinfonía corporal, latidos cardíacos rítmicos, sonidos de estómago satisfecho. Ser cuerpos: grabaciones

e

imágenes

de

cuerpos

horribles,

envejecidos,

enfermos 172

pediéndose, meándose, cagándose, gimiendo, muriéndose. Para hacerlo todo: un hombre en un piso que está asqueroso, rodeado de facturas pendientes de pago, correo por contestar, se levanta de repente y empieza a fregar platos y a responder al correo. Para no hacer nada: desplomado en un sillón, se levanta de golpe, se desploma, se levanta de golpe. Finalmente se desploma, babeando de impotencia idiota mientras contempla el desorden que le rodea. Las órdenes de la mente reactiva también pueden utilizarse provechosamente con películas de enfermedad. Mientras se proyectan herpes labiales pasados sobre la cara del sujeto y se le reproduce una película de enfermedad pasada, se le puede decir: ser yo, ser tú, quedarse aquí, quedarse ahí, ser un cuerpo, ser cuerpos, quedarse dentro, quedarse fuera, permanecer presente, permanecer ausente. ¿Hasta que punto estas frases, si se codifican, son eficaces de cara a provocar síntomas desagradables en sujetos de control voluntarios? En lo que se refiere a las afirmaciones del señor Hubbard sobre la mente reactiva, sólo la investigación puede darnos la respuesta. La M.R. (mente reactiva), pues, es un artefacto diseñado para limitar y embrutecer a gran escala. Para que pueda lograr ese efecto tiene que ser ampliamente implantada. Esto se puede hacer fácilmente a través de los modernos equipos electrónicos y las técnicas descritas en este tratado. La M.R. se compone de órdenes que parecen inocuas y de hecho inevitables… Ser un cuerpo… pero que pueden tener las consecuencias más espantosas. Aquí tenemos algún ejemplo de efectos de pantalla de la M.R.… Cuando el teatro se queda a oscuras, aparece una luz brillante en el lado izquierdo de la pantalla. La pantalla se ilumina Ser nadie… En la pantalla la sombra de una escalera y un soldado incinerados por la explosión de Hiroshima Ser todo… Multitudes en la calle, tumultos, pánico Ser yo… Una muchacha hermosa y un joven hombre guapo señalándose a sí mismos Ser tú… Señalan al público…

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Horribles brujas y hombres ancianos, leprosos, idiotas que babean señalándose a sí mismos y al público mientras recitan… Ser yo Ser tú Orden nº 5… Ser yo mismo Orden nº 6… Ser otros En la pantalla un agente de narcóticos se dirige a un público de escolares. Dispuestas en una mesa antes de él hay jeringuillas, pipas de kif, muestras de heroína, hachís, LSD. El agente: —Cinco viajes con una droga pueden ser una experiencia agradable y excitante… En la pantalla unos jóvenes volados…: —Realmente soy yo mismo por primera vez ETC viajes felices… Ser yo mismo… nº 5… El agente: —EL SEXTO PROBABLEMENTE OS VOLARÁ LA CABEZA Una imagen muestra a un hombre volándose la cabeza con una escopeta metida en la boca… El agente: —Como un muchacho de quince años al que conocía hasta hace poco. Podríais muy bien acabar muriendo ahogados por vuestros propios vómitos… Ser otro nº 6… Ser un animal…Un Wolf Scout solitario… Ser animales… Se suma a otros Wolf Scouts que están jugando, riéndose, gritando Ser animal… Comportamiento humano feo y bestial… peleas, repugnantes escenas de sexo y de gente comiendo Ser animales… vacas, ovejas y cerdos conducidos al matadero

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Ser un cuerpo Ser cuerpos Un cuerpo hermoso… una pareja copulando… Pasar de una escena a otra y dejarla correr siete segundos en bucle durante varios minutos… codifícala a diferentes velocidades. El público tiene que comprender que ser un cuerpo es ser cuerpos… Un cuerpo existe para ser otros cuerpos Ser un cuerpo… Escenas y grabaciones de muerte… una codificación de últimas palabras Ser cuerpos… Vista de cementerios… Hacerlo ahora… Una pareja se abraza cada vez más excitada Hacerlo ahora… Una celda de condenado… El condenado es el mismo actor que el amante… Los guardias se lo llevan gritando y forcejeando. Pasar varias veces de una escena sexual al hombre al que se llevan para ejecutarlo. La pareja de la escena de sexo tiene un orgasmo mientras al condenado lo ahorcan, lo electrocutan, lo gasean, lo agarrotan, le disparan en la cabeza con una pistola Hacerlo luego… La pareja se separa. Uno de los dos quiere salir a comer e ir a ver un espectáculo o algo… Se ponen los sombreros… Hacerlo luego. Un guarda llega a la celda del condenado para decirle al preso que se ha aplazado la ejecución Hacerlo ahora… Rostros adustos en el Pentágono. La fuerza estratégica está en camino… En fin, SE ACABÓ… Esta secuencia intercalada con escenas de sexo y con la escena del condenado conducido a su ejecución, culmina en ejecución, orgasmo, explosión nuclear… El amante condenado es un superviviente horriblemente quemado Hacerlo luego… secuencia de huelga de 1920 que pasa a “The Sunny Side of the Street26”… Un general defraudado se aparta del teléfono para decir que el presidente ha iniciado conversaciones telefónicas de último momento al 26

Sunny Side of the Street película de humor del año 1951 dirigida por Richard Quine y

protagonizada por Frankie Laine y Billy Daniels (N. del t.).

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máximo nivel con Rusia y China… El hombre condenado obtiene otro aplazamiento de la ejecución Ser un animal… Un lemming ocupado comiendo líquenes… Ser

animales…

Hordas

de

lemmings

pululando

cada

vez

más

histéricamente unos encima de otros… Un montón de lemmings ahogados frente a una bonita casita de campo al lado de un lago finlandés donde un hombre va pasando metódicamente por distintas posiciones sexuales con su novia. Se despiertan entre el olor de los lemmings muertos Ser un animal… Niño pequeño fumado Ser animales… Bebé indefenso cagando devorado vivo por ratas Permanecer quieto… Un hombre acaba de ser ahorcado. El médico se acerca con un estetoscopio No erguirse… Sacan fuera el cuerpo con la cuerda alrededor del cuello… Cadáver desnudo en la mesa de autopsia… Cadáver enterrado en cal viva Erguirse… Falo erecto No erguirse… Hombre blanco achicharra los genitales de un negro con un soplete… La sala se oscurece hacia el soplete situado en el lado izquierdo de la pantalla… Estar presente Estar ausente Estar presente… Un chico se masturba con imágenes sexuales… Cambiar a cara de hombre blanco que está achicharrando genitales negros con un soplete Estar ausente… Fantasías sexuales del chico… El negro cae muerto con los genitales achicharrados y los intestinos saliéndose Estar presente… Chico mira striptease concentrado, fascinado… Un hombre está parado encima de la trampilla a punto de ser ahorcado

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Estar presente… Fantasías sexuales del chico… —Declaro cadáver a este hombre Estar presente… Chico silba a chica en la calle… El cuerpo de un hombre se retuerce en una silla eléctrica, los pelos de la pierna chisporroteando bajo una llama azul Estar ausente… Chico se ve a sí mismo en una cama con chica… Hombre cae muerto en la silla sale humo en espirales por debajo de la capucha saliva chorreando por la boca Las luces del teatro se encienden. En el cielo un avión sobre Hiroshima… aparece Little Boy27 Estar presente… El avión, el piloto, la bandera norteamericana Estar ausente… El teatro oscurece y da paso a la explosión atómica en la pantalla Aquí vemos hombres y mujeres comunes yendo hacia sus trabajos y diversiones cotidianas… Metros, calles, autobuses, trenes, aeropuertos, estaciones, salas de espera, hogares, pisos, fábricas…trabajando, comiendo, jugando, defecando, haciendo el amor Un coro de voces intercala frases de la M.R.. Erguirse No erguirse Ascensores, aeropuertos, peldaños, escaleras Quedarse dentro Quedarse fuera Señales callejeras, carteles en puertas, gente en primera fila admitida en restaurantes y teatros Ser yo mismo 27

Nombre de la primera bomba atómica lanzada sobre Hiroshima (N. del t.).

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Ser otros Funcionarios de aduana comprueban pasaportes, un hombre se identifica en un banco para cobrar un cheque Estar presente Estar ausente Gente viendo películas, leyendo, viendo televisión… Una película compuesta de esta pista de sonido e imagen se proyecta ahora durante varios minutos a intervalos de siete segundos sin cambios… Ahora intercálense las imágenes de horror Erguirse No erguirse Ascensores, aeropuertos, escaleras, ahorcamientos, castraciones Quedarse adentro Quedarse fuera Carteles en las puertas, escenas de operaciones… Médico arroja amígdalas ensangrentadas, adenoides, apéndice a un receptáculo Estar presente Estar ausente Gente viendo una película… Máscara de éter, vértigo de éter… triángulos, esferas, rectángulos, pirámides, prismas, espirales que se alejan y se acercan en sucesión regular. Se acerca una espiral, se acercan dos, se acercan tres. Una espiral se aleja, se alejan dos, se alejan cuatro Una espiral que está justo enfrente se aleja, se alejan dos espirales a izquierda y derecha. Tres espirales se alejan a la izquierda, a la derecha y al centro, cuatro espirales se alejan a la izquierda, a la derecha, al centro y a detrás

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Se acerca una espiral, se acercan dos, se acercan tres, se acercan cuatro… Espirales de luz… giran cada vez más rápido, bebé devorado por ratas, ahorcamientos, electrocuciones, castraciones… Se puede intercalar la M.R. con las escenas más ordinarias y cubrir el planeta con una bruma de miedo… La M.R. es una fuerza policíaca electrónica intrínseca armada con horribles amenazas. ¿No quieres ser un lindo cachorro de lobo? Pues vale, ganado al matadero carne en un gancho. Aquí tenemos una reconstrucción nostálgica de los viejos métodos mayas. A los malos trabajadores que tienen malos pensamientos se les tortura hasta morir en estancias situadas debajo de la pirámide… A un obrero joven se le ha administrado un poderoso alucinógeno y estimulante sexual… Lo desnudan, lo maniatan y lo despellejan vivo… Los oscuros Dioses del dolor emergen de la inmundicia inmemorial del tiempo… El pájaro Ouab está ahí parado mientras chilla y observa a través de sus enloquecidos ojos azules. Otros son cangrejos de cintura para arriba y van chasqueando sus pinzas extasiados, bailan e imitan al hombre despellejado. Los escribas están ocupados con bosquejos… Ahora atan al hombre a un ciempiés segmentado de cobre y lo colocan cuidadosamente sobre un lecho de brasas encendidas… Pronto los sacerdotes extraerán la suave carne del caparazón con sus garras doradas… Aquí tenemos a otro joven empalado sobre un hormiguero con los ojos y los genitales embadurnados con miel… Otros con cargas pesadas en la espalda son arrastrados lentamente por abrevaderos de madera en los cuales se han clavado esquirlas de obsidiana… De manera que los sacerdotes son los señores del dolor del miedo y la muerte… Hacer el bien… Obedecer a los sacerdotes… ¿Hacer el mal? La sola presencia del sacerdote y una cuantas palabras banales… Los sacerdotes postularon y establecieron un universo hermético que ellos controlaban axiomáticamente. Al hacerlo se convirtieron en Dioses que controlaban el universo conocido de los artesanos y trabajadores pobres. Se convirtieron en Miedo y Dolor, Muerte y Tiempo. Al convertir la oposición en algo aparentemente imposible no tomaron medidas para hacer frente a oposición alguna. Existen indicios de que este sistema de control se había

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venido abajo en algunas zonas antes de la llegada del Dios Blanco. Se han hallado estelas pintarrajeadas y volcadas, mudos indicios de una revolución de artesanos y trabajadores pobres. ¿Cómo sucedió esto? La historia de los movimientos revolucionario demuestra que suelen ser encabezados por desertores de la clase dominante. El dominio español en Sudamérica fue derrocado por revolucionarios españoles. Los franceses fueron expulsados de Argelia por argelinos educados en Francia. Quizá uno de los sacerdotes-dioses desertó y organizó una revolución obrera… Los sacerdotes-dioses en el templo. Se mueven con gran lentitud, y sus rostros están devastados por la edad y la enfermedad. Gusanos parasitarios infestan su carne mortecina y fibrosa. Están realizando cálculos con los libros sagrados. —Hoy hace exactamente cuatrocientos millones años sucedió algo terrible… Llueven calaveras de caliza a través de los pórticos. El Joven Dios del Maíz encabeza a los trabajadores mientras irrumpen en el templo y sacan a rastras a los sacerdotes. Hacen una enorme hoguera con ramas, arrojan a ella a los sacerdotes y tras ellos a los libros sagrados. El tiempo cede y se desploma. Los viejos Dioses, emergiendo desde las profundidades inmemoriales del tiempo, estallan en el cielo… el señor Hart está ahí de pie contemplando las estelas rotas…: —¿Cómo sucedió esto? Su sistema de control ha de ser absoluto y de ámbito mundial. Porque un sistema de control semejante es aún más vulnerable a los ataques desde el exterior que la revuelta interna… Aquí está el obispo de Landa quemando los libros sagrados. Para hacerse una idea de lo que sucede, imagínese nuestra civilización invadida por unos patanes procedentes del espacio exterior… —Traigan unas excavadoras. Limpien toda esta mierda… Las fórmulas de todas las ciencias naturales, los libros, los cuadros, todo, se amontona y se quema. Y se acabó. Nadie oyó jamás hablar de ello… Tres códices sobrevivieron al vandalismo del obispo Landa y sus bordes están quemados. No hay manera de saber si aquí tenemos los sonetos de 180

Shakespeare, la Mona Lisa o los restos de un catálogo de Sears Roebuck después de que el viejo cobertizo ardiera en un incendio forestal. Toda una civilización convertida en humo… Cuando llegaron los españoles, encontraron a los aristócratas mayas apoltronados en hamacas. En fin, había llegado la hora de mostrarles quién era quién. Cinco trabajadores prisioneros atados y desnudos fueron castrados en el tocón de un árbol. Los cuerpos sangrantes, sollozando y gritando, fueron amontonados en una pila… —Y ahora meteos esto en vuestros melones amarillos. Queremos ver una pila de oro así de gorda, y queremos verla pronto28. El Dios Blanco ha hablado. Consideremos ahora la voz humana como arma. ¿Hasta que punto podría la voz humana duplicar ella sola los efectos que pueden obtenerse con una grabadora? Aprender a hablar con la boca cerrada, desubicando así el discurso, es relativamente fácil. También se puede aprender a hablar hacia atrás, lo cual es bastante difícil. He visto a gente repetir lo que uno está diciendo y acabar al mismo tiempo. Es un truco de lo más desconcertante, sobre todo si se practica a gran escala en un mitin político. ¿Es realmente posible codificar el habla? Se puede forjar un arma biológica de consecuencias trascendentales a partir de un idioma nuevo. De hecho, ese idioma ya existe. Se trata del chino, una lengua total más próxima a la estructuración de la experiencia en niveles múltiples, cuya escritura procede de los jeroglíficos, y más estrechamente relacionada con los objetos y áreas descritos. La ecuanimidad de los chinos se debe sin duda a que su idioma está estructurado de cara a una mayor cordura. Me he fijado en que los chinos, allí donde estén, conservan su lengua escrita y hablada, mientras que otros inmigrantes pierden su idioma al cabo de dos generaciones. El objetivo de este proyecto es construir una lengua en la que sea imposible formular determinadas falsificaciones inherentes a todos los idiomas occidentales existentes. Las siguientes falsificaciones serán canceladas de la lengua propuesta. El ES de la identidad. Eres un animal. Eres un cuerpo. Ahora bien, independientemente de lo que puedas ser no eres un «animal» no eres un 28

En castellano en el original (N. del t.)

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«cuerpo» porque estas son etiquetas verbales. El ES de la identidad conlleva siempre esa implicación y nada más, y también comporta la asignación de un estado permanente. Permanecer así. Todo nombrar presupone el ES de la identidad. Este concepto es innecesario en una lengua jeroglífica como el egipcio antiguo y de hecho a menudo se omite. No hay ninguna necesidad de decir el sol ESTÁ en el cielo, sol en cielo basta. Cualquier lengua podría prescindir fácilmente del verbo ser y los seguidores del conde Korgybski lo han hecho al suprimir el verbo ser del inglés. Sin embargo, es difícil reorganizar el idioma inglés mediante la exclusión arbitraria de conceptos que siguen vigentes mientras se siga hablando el mismo idioma inalterado. El articulo determinado El. El contiene la implicación de único e irrepetible: EL Dios, EL Universo, EL Camino, EL Bien, EL Mal. Si existe otro, entonces, ESE universo, ESE camino ya no son EL universo ni EL camino. El artículo determinado EL será borrado y sustituido por el artículo indeterminado UN. El concepto del tercio excluso en su totalidad. Correcto o incorrecto, físico o mental, verdadero o falso, todo el concepto de «esto o lo otro» será suprimido de la lengua y reemplazado por «y». Eso sucede hasta cierto punto en cualquier lengua pictórica en la que los dos conceptos están literalmente el uno al lado del otro. Estas falsificaciones inherentes al inglés y a otros idiomas alfabéticos occidentales suministran a las órdenes de la mente reactiva su fuerza abrumadora en las lenguas. Consideremos el ES de la identidad. Cuando digo ser yo, ser tú, ser yo mismo, ser otros —cualquiera cosa que se me llame a ser o decir que soy— no soy la etiqueta verbal «yo mismo». No puedo ser y no soy la etiqueta verbal «yo mismo». En inglés la palabra SER contiene, al igual que un virus, su mensaje de peligro precodificado, el imperativo categórico de un estado permanente. Ser un cuerpo, no ser ninguna otra cosa, permanecer un cuerpo. Ser un animal, no ser ninguna otra cosa, permanecer un animal. Si uno ve la relación del Yo con el cuerpo como la de un piloto con su nave, verá la fuerza devastadora de la orden de la mente reactiva de ser un cuerpo. Si se le dice al piloto que sea la nave, entonces ¿quién pilotará el avión? El ES de la identidad, al asignar un estatus rígido y permanente, se vio enormemente reforzado por los controles de aduanas y de pasaportes que 182

entraron en vigor tras la Primera Guerra Mundial. Sea usted lo que sea no es usted la etiqueta verbal en su pasaporte más de lo que es usted la palabra «yo mismo». Así que tiene que estar preparado para demostrar en todo momento que es lo que no es. Gran parte de la fuerza de la mente reactiva también depende de la falsificación inherente al artículo determinado categórico EL. EL ahora, EL pasado, EL tiempo, EL espacio, LA energía, LA cuestión, EL universo. EL artículo determinado EL contiene la implicación de que no hay ningún otro. EL Universo lo encierra a uno en EL, y niega la posibilidad de que exista cualquier otro. Si otros universos son posibles, entonces el universo ya no es EL se convierte en UN. El artículo determinado EL se suprime de la lengua propuesta y se sustituye por UN. A decir verdad, muchas de las órdenes de la M.R. son, de hecho, órdenes contradictorias y la fuerza de una orden contradictoria reside en el concepto aristotélico del tercio excluso. Hacerlo todo, no hacer nada, tenerlo todo, no tener nada, hacerlo todo, no hacer nada, erguirse, quedarse fuera, quedarse dentro, quedarse fuera, estar presente, estar ausente. Se trata de proposiciones del tipo tercio excluso. Hacer nada o todo, tener todo o nada, estar presente o estar ausente. Es más difícil formular el tercio excluso en una lengua escrita en la que ambas alternativas estén representadas pictóricamente y pueden suprimirse por completo de la lengua hablada. A decir verdad, la mente reactiva en conjunto puede reducirse a dos pequeñas palabras: ser «EL». Esto es ser lo que uno no es, fórmulas verbales. A menudo he hablado de la palabra y de la imagen como un virus o como que actúan como los virus, y no se trata de una comparación alegórica. Se comprobará que las falsificaciones en las lenguas silábicas occidentales son en realidad mecanismos víricos. El ES de la identidad es de hecho el mecanismo vírico. Si cabe deducir los objetivos a partir del comportamiento, entonces el objetivo de un virus es SOBREVIVIR. Sobrevivir como sea a costa del huésped invadido. Ser un animal, ser un cuerpo. Ser un cuerpo animal que el virus pueda invadir. Ser animales, ser cuerpos. Ser más cuerpos animales para que el virus pueda moverse de un cuerpo a otro. Estar presente como un cuerpo animal, estar ausente como un anticuerpo o una resistencia a la invasión del cuerpo. El EL categórico también es un mecanismo vírico que lo encierra a uno en EL universo vírico. El tercio excluso es otra fórmula vírica. Siempre se trata de

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uno mismo O del virus. Esto o lo otro. Esta es, a decir verdad, la fórmula conflictiva que se considera como el mecanismo vírico arquetípico. La lengua propuesta suprimirá estos mecanismos víricos y hará que formularlos sea lingüísticamente imposible. La lengua será una lengua tonal como el chino, también tendrá una escritura jeroglífica lo más pictórica posible, sin ser demasiado engorrosa o difícil de escribir. Esta lengua le brindará a uno la opción del silencio. Cuando no esté hablando, el usuario de esta lengua podría asimilar las imágenes silenciosas de las lenguas escrita, pictórica y simbólica. He descrito aquí algunas armas y tácticas del juego de la guerra. Las armas que cambian la conciencia podrían poner en entredicho el juego de la guerra. Todos los juegos son hostiles. Fundamentalmente sólo existe un juego y ese es el juego de la guerra. Es el viejo juego militar de aquí a la eternidad. El señor Hubbard dice que la cienciología es un juego en el que todo el mundo gana. No hay juegos en los que todo el mundo gana. El sentido de los juegos es ése, que alguien gane y que alguien pierda… El Tratado de Versalles… Hitler baila la giga de la Ocupación… Criminales de guerra ahorcados en Nuremberg… Una regla de este juego es que no puede haber victoria final ya que eso supondría el fin del juego de la guerra. Sin embargo, cada jugador debe creer en la victoria final y esforzarse con todas sus fuerzas por lograrla. Enfrentado a la pesadilla de la derrota final, no tiene otra alternativa. Así que todas las tecnologías, cada vez con mayor eficacia producen más y más armas totales hasta que llegamos a la bomba atómica que podría poner fin al juego destruyendo a todos los jugadores. Ahora imaginemos un milagro. Los jugadores más estúpidos deciden salvar el juego. Se sientan en torno a una mesa y bosquejan un plan para la desactivación inmediata y la destrucción final de todas las armas atómicas. ¿Por qué detenerse ahí? ¿Las bombas convencionales son innecesariamente destructivas si no las tiene nadie más? Echemos atrás el reloj bélico atrás, a 1917: Mantengan los fuegos de los hogares encendidos Aunque los corazones sigan anhelando29 Hay un largo, largo sendero serpenteando…30 Hacia atrás, hacia la Guerra de Secesión Americana… 29

Keep the home fires burning, though the hearts are yearning. Fragmento de la letra de una

canción patriótica del mismo título de gran popular en el Reino Unido durante la Primera Guerra Mundial (N. del t.).

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«Ha desenvainado el rayo letal de Su terrible y fulminante espada 31.» Su rayo fatal no costaba mucho en esos días. Se ahorra mucho en el presupuesto de defensa volviendo a los mosquetes, trabucos, espadas, armaduras, lanzas, arcos y flechas, hachas de piedra y garrotes. ¿Por qué detenerse ahí? ¿Por qué no criar dientes y zarpas, colmillos con veneno, aguijones, espinas, púas, picos y ventosas y glándulas de olores pestilentes y luchar en el barro? De eso trata esta revolución. Final de partida. ¿Partidas nuevas? No hay partidas nuevas de aquí a la eternidad. FIN DEL JUEGO DE LA GUERRA.

SCRIBE STREET

Boletines básicos de la academia formulado en 1899: «La escuela mixta no educa. No hay academias mixtas.» «Nunca debe despertarse a los estudiantes con ruidos fuertes y discordantes. Puede utilizarse música a un volumen que no sea excesivo o delegarse a un alumno para que despierte a los demás alumnos de su sección.» «Un alumno que emprenda simultáneamente el estudio de una amplia diversidad de materias no relacionadas entre sí no adquirirá ningún conocimiento útil de ninguna de esas materias. Debe estudiarse una materia a la vez hasta que sea completamente comprendida y dominada tanto en la teoría como en la práctica. Ninguna materia puede estudiarse mientras el alumno no posea las herramientas necesarias y sepa cómo emplearlas. La primera herramienta que debe aprender a utilizar el alumno es su propio cuerpo. En el curso inicial se hace hincapié en los ejercicios físicos, puesto que el control del cuerpo conduce al control de la mente.» 30

Fragmento de la letra de “There’s a Long, Long Trail”, otra canción popular de la Primera

Guerra Mundial (N. del t.). 31

He hath loosed the fateful lightning of His terrible swift sword. Fragmento de la letra de “The

Battle Hymn of the Republic”, canción cuya letra fue escrita por la abolicionista Julia Ward Howe en 1861, al comienzo de la Guerra de Secesión Americana, usando la melodía de la canción “John Brown’s Body”, compuesta en torno a la misma época. (N. del t.).

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«Todos los alumnos aprenden una forma de escritura jeroglífica simplificada y el estudio de esta forma de escritura comienza inmediatamente después de su ingreso. Los alumnos aprenden a leer y escribir con esta escritura y a hablar transliterándola. La finalidad es descondicionar a los alumnos de las reacciones verbales automáticas enseñándoles a pensar en imágenes. El alumno aprende a mirar antes de hablar. Cuando aprende a utilizar las palabras en vez de ser utilizado por ellas, el dominio de cualquier materia resulta fácil.» Extractos del diario de un alumno: 17 de septiembre de 1969 «… Los silbidos del tren me despertaron a las 6:30. Hay cierto número de efectos sonoros utilizados con este fin. Nos levantamos, nos lavamos, nos vestimos y nos presentamos en el gimnasio, donde pasamos media hora haciendo ejercicios de karate. El instructor insiste en que aprendamos cada ejercicio perfectamente antes de pasar a otro, y como algunos aprendemos más deprisa que otros, la clase de karate está dividida en varias secciones. Después del desayuno y de un período de lectura de media hora, nos presentamos a estudiar. Hay seis alumnos en cada grupo de estudio. El instructor nos entregó a cada uno un ejemplar del siguiente boletín:

«Boletín “Scribe Street”: Está usted a punto de aprender una escritura jeroglífica simplificada derivada del sistema jeroglífico egipcio. La finalidad es acostumbrarle a pensar en imágenes sin palabras y luego transliterarlo en formulaciones

de

palabras

arbitrarias.

Los

sonidos

vocálicos

están

arbitrariamente insertados para componer palabras pronunciables y eso constituye el lenguaje hablado que también aprenderá. En 1959 el señor Brion Gysin dijo: “He encontrado el medio de eliminar las palabras.” Ese medio consisía en sustituir las palabras de una frase por símbolos arbitrarios de la máquina de escribir —%£&”…7— y la permutación subsiguiente de estos símbolos. «Llevando más lejos el postulado del señor Brion Gysin, hemos de tener en cuenta las cuestiones gramaticales y de estructura. Por ejemplo, tómese la siguiente frase: «Vosotros: decidle vuestros nombres a este escriba.» Considerada como frase en inglés (o en castellano) son posibles varias 186

permutaciones que todavía conservan perfecto sentido::::: «Decidle vuestros nombres a este escriba, vosotros», «Decidle vosotros vuestros nombres a este escriba también», «Vosotros decidle a este escriba vuestros dos nombres», «Vuestro escriba decidle vuestros nombres», etc. Ahora considérese esta misma frase escrita en jeroglíficos egipcios simplificados:

«Una frase en lenguaje pictórico es una relación de sucesos en un cierto orden temporal. El orden de las palabras es fijo, ya que en una lengua pictórica el significado depende de la yuxtaposición y de una yuxtaposición que no cambia. Si se permuta esta frase no se obtendrán significados nuevos ni alterados. No se obtendrán significados de ninguna clase. El pronombre vosotros es en este caso un pronombre sufijo y nunca puede ir delante del verbo. El complemento nombre sigue al pronombre y va seguido por el pronombre sufijo de genitivo vuestro (literalmente de vosotros). La preposición a nunca puede significar ha o ah32. El demostrativo este, tal como se utiliza aquí, siempre debe seguir a su sustantivo. Si se permutara la frase y luego se la mostrara a una persona que supiera leer jeroglíficos, ésta llegaría simplemente a la conclusión de estar leyendo una lista de palabras sin relación entre sí. El orden de las palabras es el significado. Supongamos ahora que se desarrollase una escritura pictórica diseñada para producir los acontecimientos escritos (los llamados “Libros de Tablas”). Es obvio que las mismas consideraciones serían válidas y que cualquier alteración del orden simbólico destruiría la intencionalidad: los sucesos no se producirían o se producirían de forma distinta.

32

En el original: “The preposition to can never mean two or in addition to”. La preposición

inglesa to es homófono de two («dos») y de too («también»). Estas variaciones fonéticas se han cambiado por otras que producen el mismo efecto en el texto de la traducción. (N. del t.)

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Fue él a esquina aquella 4 p.m. =&=+

: 16 p.m.

«Cualquier alteración del orden simbólico alteraría el significado, es decir, no lo colocaría a él en una determinada esquina a las 4 p.m. Él fue le ofrece una opción. A debe tener el significado de dirección. Aquella esquina debe ponerlo delante de la esquina. 4 p.m. debe poner fin a la frase para indicar su llegada allí a esa hora. «Los sistemas de control maya y egipcio estaban basados en el hecho de que sólo la casta dominante sabía leer la lengua escrita. Se plantea ahora el supuesto de que el sistema de control actual que intentamos derrocar se base precisamente en la misma idea: sólo la elite autoescrita tiene acceso a los “Libros de Tablas”. Las frases de control que colocan en las revistas, periódicos y canciones populares corresponden exactamente a un lenguaje pictórico secreto. Por esta razón, en estas frases de control es fundamental un cierto orden de las palabras. La intención de la máquina de control es, por supuesto, mantener la palabra y su significado tan separados como sea posible a fin de desviar la atención de los Libros de Tablas ilativos. «Cabe señalar que la gramática de los virus tiene el mismo orden inalterable. He aquí el ciclo de acción del virus de la gripe: exposición— (ACHOO)—::: huésped susceptible::: fijación del virus en la pared de una célula::: fijación en otras células::: duplicación dentro de la célula::: duplicación dentro de otras células::: liberación de otras células::: liberación del huésped para invadir a otro huésped susceptible. Cualquier alteración o permutación de este orden, y se pierde la intencionalidad: la infección no se produce o se detiene. El señor L. Ron Hubbard nos ha dado una excelente definición de la comunicación: causa, distancia, efecto, con intención, atención y duplicación. Dicho de forma más completa: “La comunicación es la consideración y la acción de impulsar un impulso o partícula desde un punto de origen a través de una distancia hasta un punto receptor, con la intención de dar lugar en el punto receptor a una duplicación de lo que emanó del punto de origen.” Si se aplica esta definición se verá que el virus ha alcanzado una precisión comunicativa con 188

particular referencia a lo que emana del punto de origen mucho más avanzada que la del lenguaje humano. Esta precisión depende de un orden de programación a nivel celular rígido e invariable. Estudiará usted con detalle el lenguaje de los virus en un curso posterior. «Para destruir en su sistema nervioso el efecto de una formulación verbal —y todas las aberraciones están basadas en formulaciones verbales— sólo tiene que traducir las palabras a jeroglíficos y después permutar el orden de los símbolos. No obstante, esta operación no dará resultado mientras no se haya familiarizado completamente con un lenguaje pictórico. Ahora fíjese de nuevo en la frase

«Léala varias veces hasta que identifique los símbolos con las palabras. Tape la traducción. Notará que ahora puede leer sin habla subvocal. También notará que mientras que aunque el orden de los signos sea de izquierda a derecha, como en nuestra lengua escrita, no tiene por qué ir leyéndolos símbolo por símbolo de izquierda a derecha. De hecho, puede ver y leer la frase como un todo, viendo al mismo tiempo su principio y su final. En cuanto haya aprendido un lenguaje pictórico podrá leer con mucha más rapidez. De hecho, podrá absorber una página entera en cuestión de segundos… «Se nos mandó leer este boletín repetidas veces, hasta que estuviéramos seguros de que entendíamos lo que significaba, y que consultáramos en el diccionario cualquier palabra que no comprendiéramos. El instructor nos dio a cada uno un ejemplar del alfabeto. «Llévenlo consigo y estúdienlo en su tiempo libre. Para aprendérselo de memoria, treinta exposiciones de un minuto son más efectivas que treinta minutos de estudio continuado. La memoria no es cuestión de esfuerzo. Los primeros jeroglíficos que aprenderán son las órdenes para los ejercicios que van a realizar esta tarde.

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«En pie. Acérquese a esa silla. Siéntese. Quítese los zapatos. Quítese los calcetines. En pie. Quítese la camisa. Póngala en el respaldo de la silla. Quítese los pantalones. Dóblelos sobre la silla. Quítese los calzoncillos. Póngalos sobre los pantalones. Póngase los calzoncillos. Póngase la camisa. Póngase los pantalones. Siéntese. Póngase los calcetines. Póngase los zapatos. En pie. Acérquese a esa silla. Siéntese.» «El instructor escribió estas frases en glifos con traducción en la pizarra y las dejó ahí durante treinta segundos. Luego se nos pidió que cada cual escribiera la frase en grifos y con su traducción. Repasó las frases una y otra vez. Este ejercicio duró cuatro horas, con una pausa de quince minutos. Al final del período de estudio se nos entregó a cada uno una camisa, unos pantalones, unos zapatos, unos calcetines, unos calzoncillos, cada prenda marcada con el glifo correspondiente: la camisa de yo, los pantalones de yo, etc. Se nos mandó volver vestidos con estas ropas después del período de lectura de la sobremesa. Al volver al estudio recibimos otro boletín: «Boletín. “Ponerse una camisa limpia y salir.” ::: Ahora van a aprender cómo vestirse y desnudarse. Quizá piensen que ya saben hacerlo. Lo más probable es que no. Puede que hayan oído hablar del hombre que mencionan en las cartas de Lord Chesterfield que se suicidó porque no soportaba vestirse y desnudarse lavarse y afeitarse. No fue la monotonía de estas operaciones lo que le mató. Fue el hecho de no saber llevarlas a cabo como se debe. Cualquier acción que no se lleva a cabo como se debe se hace cada vez más dolorosa. No realizaba como se debe estas sencillas operaciones porque no estaba en ellas. Consideraba a estas acciones carentes de importancia así que pensaba en otra cosa mientras las realizaba. Si piensan en otra cosa mientras hacen algo no lo harán bien. Esta es la razón por la que resultan torpes con los zapatos y los calcetines. Esta es la razón por la que dejan la camisa a medio abotonar para ocuparse de la corbata y los gemelos. Esta es la razón por la que deambulan por el hall con un zapato puesto para ver si tienen correo. En vestirse como en cualquier otra operación completen siempre un ciclo de acción. Cuando comiencen a abotonarse la camisa terminen de abotonársela. «Acaban de aprender ejercicios de karate y de realizar movimientos a los que no están acostumbrados. Como habrán notado, al principio es muy 190

doloroso. Pronto serán capaces de realizar estos ejercicios sin esfuerzo y con considerable placer. Cuando aprenden una nueva habilidad, son conscientes de la necesidad de concentrarse en lo que están haciendo. No obstante, que realizan todos los días, como vestirse, a menudo se realizan de forma chapucera precisamente porque parecen desprovistas de importancia y creen saber cómo hacerlas, y en consecuencia se vuelven cada vez más penosas y monótonas. De manera que personas capaces de realizar proezas de coordinación bastante complicadas pierden el equilibrio mientras se ponen los pantalones, se cortan al afeitarse o se chafan el sombrero al salir de un taxi. De manera que el tiempo presente se hace insoportable. Sin embargo, una acción realizada como es debido y sin movimientos inútiles, utilizando la cantidad exacta de esfuerzo requerida y no más, nunca es una fuente de dolor. Coloque varios objetos de distintos pesos encima de una mesa. Vaya cogiéndolos por turno. Note que necesita hacer mayor esfuerzo para coger los objetos más pesados. Ejerza exactamente el grado de esfuerzo necesario para coger cada objeto. Los pantalones pesan más que las camisas. No utilice la fuerza que precisa para coger los pantalones al coger la camisa. Cuando lo hace así, está utilizando una fuerza arbitraria sin consideración por el objeto real. No coja los pantalones con la misma fuerza que la camisa. Se le caerán de los dedos. «Ya han completado un curso en la academia de Cienciología. Reconocerán en estos ejercicios una extensión de los ejercicios, que ya aprendieron, destinados a ponerles en contacto con los objetos de su entorno para que aprendan a controlar esos objetos y controlar los movimientos e intenciones de su propio cuerpo.

«Después de haber leído el boletín y que el instructor se hubiera asegurado de que lo habíamos comprendido, nos ordenó que alineáramos seis sillas contra una pared, cada alumno colocado delante de una silla vacía. El instructor dio las órdenes en traducción de los glifos a la vez que cada orden aparecía en una pantalla de televisión. «Alumno 1, en pie. Acérquese a esa silla. Siéntese en esa silla. Quítese los zapatos. Quítese los calcetines. En pie. Quítese la camisa. Ponga la camisa sobre

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la silla. Quítese los pantalones. Quítese los calzoncillos. Póngase los calzoncillos. Póngase la camisa. Póngase los pantalones. Siéntese. Póngase los calcetines. Póngase los zapatos. En pie. Acérquese a esa silla. Siéntese. Alumno 2», y así sucesivamente. «Las órdenes y sugestiones que no habíamos aprendido en glifos y en transliteraciones se nos daban en inglés: “No traten de ir de prisa. Traten de ser exactos. Nada de movimientos inútiles. Nada de torpezas. Completen cada ciclo de acción. Hagan contacto con cada prenda. Háganla suya. Identifíquenla con su símbolo. Hagan que haga lo que quieren que haga.” «Después de habernos desnudado y vestido unas cuantas veces siguiendo las órdenes del instructor, nos dijo que repitiéramos el ciclo inmediatamente, sin aguardar órdenes, de manera que estuviésemos continuamente en movimiento. Dedicamos una semana a los ejercicios de desnudarnos y vestirnos, añadiendo más prendas —chaquetas, corbatas, sombreros, bufandas, abrigos, jerséis— aprendiendo siempre el glifo de cada artículo y operación a realizar, en glifo y en transliteración. Al cabo de la primera semana, la ropa parecía deslizarse sobre mi cuerpo por sí sola. Podía vestirme y desnudarme con increíble suavidad y rapidez. Los ejercicios se ampliaron. Doblábamos la ropa y la guardábamos en armarios y estantes. Vaciábamos bolsas de lavandería, hacíamos listas de lavandería, metíamos la ropa dentro otra vez, vaciábamos de nuevo las bolsas y hacíamos nuevas listas. Hacíamos y deshacíamos camas. Hacíamos y deshacíamos maletas. Realizábamos varias acciones en serie que incluían llaves, pasaportes, relojes, maletines, billetes, maletas. A medida que las acciones a realizar se iban haciendo más complejas, escribíamos en glifos y en transliteración el orden preciso de las acciones a ejecutar. Organizamos restaurantes ficticios en los que los alumnos eran los camareros, los clientes y los cajeros. Aprendimos a manejar dinero y a cambiarlo. Para intensificar el entrenamiento, los alumnos camareros y cajeros siempre intentaban cobrar más de lo debido y quedarse cortos en el cambio. “No permitan nunca que les cobren más de lo debido, les estafen o les engañen en el cambio. El fracaso total en la vida se compone de muchos fracasos pequeños.” «Al cabo de dos meses somos capaces de pensar completamente en glifos y conversar en transliteraciones. Las palabras que utilizo ahora se refieren a 192

auténticos objetos y operaciones que yo he controlado y hecho propios. Ahora estamos preparados para los ejercicios más avanzados. Aprenderemos a redactar en glifos las acciones de todo un día, y a llevarlas a cabo con precisión. Aprenderemos a confundir a los adversarios sosteniendo una conversación “amistosa” y banal mientras pensamos en glifos insultantes y hostiles y les comunicamos esas imágenes.»

CÓMO SER HUMPHREY BOGART

La escena es el escenario de una sala de proyecciones frente a un púbico compuesto por doce hombres fríos e impasibles sentados en mullidos sillones de cuero. B. J. está sentado a la derecha del escenario junto a un cuadro de control. Puede ver tanto el escenario como al público. —Es lo mejor que ha pasado en el mundo del espectáculo desde que el Viejo extrajo a Eva de Adán y justo delante de nuestras narices desde la primera linterna mágica. Un joven saca una silla al escenario y se sienta delante de la pantalla de cara al público. Sobre su rostro se proyecta una foto coloreada de Jesse James enfocada para ajustarse a él de manera exacta. —¿Entiende lo que quiero decir? Una imagen proyectada sobre carne es carne. Ahora démosle a J. J. un poco de ambientación. En pantalla la reconstrucción de una habitación de casa campesina en Missouri en 1882. La muerte de Stonewall Jackson en una pared. El cuadro está polvoriento. —Lo que acaban de ver está hecho con dos linternas mágicas, una proyectando sobre la cara del actor, la otra sobre el telón de fondo… las fotos fijas muestran la aplicación más simple.

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Stonewall Jackson, Daniel Boone y Danier Webster suceden a Jesse James en el escenario. —Hablando de inspirarse en los grandes estadounidenses como modelos de conducta… ahora una película sonora en color. Otro joven saca una silla al escenario y se sienta delante de la pantalla. Tienen la misma altura y constitución, y van vestidos con trajes blancos idénticos. Uno es rubio, el otro moreno. —Yo soy Joe— dice el rubio. —Yo soy John— dice el chico moreno. Se proyecta una foto en color de John sobre Joe. La cara dice «Yo soy John». Se proyecta una foto en color de Joe sobre John. La cara dice «Yo soy Joe». —Lo que ahora están viendo y oyendo es película y banda sonora pregrabada. En esta escena los actores guardan silencio. Ahora Joe y John cambian lentamente de asiento. —Fíjense en cómo el proyector los coge y los lleva de un asiento al otro. Incluso en las fotos fijas pueden notar cómo se adueña de sus rostros y los moldea. Si el proyector se mueve lentamente hacia la izquierda les hará volver la cabeza hacia la derecha. Muy bien, cámbiense. Cambian de asiento, esta vez más rápidamente. —Yo soy Joe —Yo soy John —más deprisa, más deprisa, sin parar —Yo soy Joe yo soy John —más deprisa, más deprisa —YosoyJoeyosoyJohn

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Ahora están en el borde del escenario y hacen una reverencia con sus caras proyectadas. —¿Alguien sabe quién es Joe y quién es John? Otra cara hablando sobre su cara le produce la sensación de ser esa persona. Ahora veamos lo que Joe y John son capaces de hacer sin proyectores. Se sientan uno junto al otro. Joe dice «Yo soy John» con la voz de John. John con la voz de Joe dice «Yo soy Joe». —Noten que pueden ver a Joe en la cara de John y a John en la cara de Joe. Adelante muchachos. Joe se pone en pie en proyección de cuerpo entero de un cantante pop y canta un número de rock and roll. John se le une como otro cantante pop y hacen un dueto intercambiando las caras las letras y dando caderazos sin parar. —Les produce una sensación extraña, ¿no? Un hombre se saca el puro de la boca la ceniza en un delicado cono gris como sucede con los puros realmente caros: —Quizá demasiado extraña, B. J. —El proyector da vueltas y más vueltas y nadie sabe dónde va a parar. Los proyectores se apagan. —Veamos ahora cómo les va sin proyectores. Los muchachos cantan e imitan casi a la perfección a las estrellas pop. —¿Ven por dónde van los tiros? Sacamos al mercado unidades de proyección con banda sonora sincronizada. Sea su estrella pop favorita. Sea su actor favorito, vivo o muerto. Joe y John sentados ante una mesa de café al fondo se ve un mercado árabe. John es el andrajoso católico descarriado de una novela de Graham Greene embarcado en una misión peligrosa en la que en realidad no cree. Joe es

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un joven marinero estadounidense de ojos de color gris claro. No sabemos lo que va a pasar. Tampoco lo saben Joe ni John. Lo descubren conforme se desarrolla la acción. —Una prueba sobre el terreno en la fase experimental… El mayor de los dos hombres mira al otro lado de la plaza: un plano relámpago de coches ardiendo, cuerpos ennegrecidos «Quiero decir que si la prueba solo tuviera éxito parcialmente…» Palpa distraídamente un anillo de cianuro. El marinero parece estar mirando hacia algún punto lejano desde hace ya rato. —El éxito siempre es parcial. —Uno no se limita a contemplar la acción participa. Por supuesto esto revolucionará las películas porno. Desnúdense y zambúllase en… Advertencia del Departamento de Salud: «La proyección de películas sexuales sobre la carne puede provocar enfermedades venéreas todavía desconocidas. Se recomienda enérgicamente que experimentos tales como las proyecciones de desnudos de cuerpo entero se archiven en espera de datos más precisos obtenidos mediante experimentos menos peligrosos.» Las unidades de proyección demostraron ser un método idóneo para aprender idiomas. Cualquier profesor que desee muchas fotos entre las que escoger ponga algo de trasfondo con el otro proyector y ahí le tenemos café del barrio latino cotorreando en francés porque sabía el idioma. Relájese y escuche a su piel docente hablar. Pronto entenderá lo que su piel dice y pronto podrá decirlo usted. Hay un momento en que siente que arraiga. En realidad las proyecciones demostraron ser un método acelerado para adquirir cualquier conocimiento: hablar en público, vender, estafar, seducción, hipnotismo, interpretación, yoga, elegancia perfecta. Cualquier adaptación verbal o facial que le apetezca basta con comprar el equipo de proyección adecuado. ¿Quiere parecer más joven? Compre un Kit de Juventud. ¿Quiere parecer honorable? Compre un Kit de Honorabilidad. ¿Quiere parecer feliz? Compre un Kit de Sonrisas. ¿Quiere parecer seductor? Compre un Kit de Seducción. ¿Quiere parecer confuso? Compre un Kit Revuelto que alterna expresiones veinticuatro

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veces por segundo. ¿Quiere parecer santo? Compre un Kit de Santidad. ¿Quiere parecer inescrutable? Compre un Kit de Inescrutabilidad. ¿Quiere parecer valiente? Compre un Kit de Valentía. ¿Quiere avergonzar a su enemigo? Compre un Kit de Fealdad-Torpeza y proyéctelo sobre él. ¿Quiere desprestigiar a un orador? Compre un Kit de Tartamudeo-Tropiezo-Lengua Trabada-Voz-de-Pito-Nerviosismo-Tic Estúpido. ¿Quiere poner enfermo a su enemigo? Hay un Kit para cada enfermedad conocida. ¿Quiere matarlo? Compre un Kit de Muerte. Todas las variedades de fusil proyector desde la pistola de 8 mm. para uso a quemarropa hasta el láser con mira telescópica Questar. A los agentes secretos les proyectaban sus tapaderas encima hasta que arraigaban. Cualquiera que desee cambiar su vida puede elegir entre los muchos Kits de Identidad Nueva. Aparecieron grupos pop de proyector por doquier incorporando a sus fans a sus actuaciones pasaban de cientos a miles con camiones de transporte y cocinas de campaña desafiando todos los controles de inmigración y de aduanas. Nadie quería discutir con los cantantes errantes. Por no mencionar más que a unos pocos: Los Spactics Swans dejaron una estela de bandejas y vasos volando por el aire, rodillas, codos y pies incontrolados pateando los escaparates de los grandes almacenes y atravesándolos. Los Buful Peoples sacaron un tema horrible llamado «Aquí yo estoy». Por lo visto el hijo pequeño de Buful Bradly se escondía detrás de un sofá o bajo un escritorio y de repente se asomaba y decía «Aquí yo estoy» y eso le dio la idea. El escenario es una habitación vacía y de pronto empiezan a asomar los Buful People con caras de bebé diciendo «Aquí yo estoy» y disparándole al público con pistolas proyectoras. Miles de fans enloquecieron, se pusieron pañales y salieron corriendo a la calle cagándose y meándose encima mientras chillaban: —AQUÍ YO ESTOY. AQUÍ YO ESTOY. AQUÍ YO ESTOY. El Departamento de Salud lanzó una advertencia redactada en términos muy enérgicos relativa al «peligro que para la salud mental moral y física conlleva la espantosa práctica de hablar como niños o todavía peor de adultos que cantan como niños».

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Los Rolling Bones mataron a diez mil fans en sus asientos con una impactante versión de «Good Little Bad Little You» alternando ternura y crueldad veinticuatro veces por segundo. Las proyecciones fueron realizadas por actores profesionales al principio, pero no hay nada como la autenticidad: auténticos rostros felices, rostros tristes, rostros muertos. Camiones estudio trucados recorren las calles listos para saltar sobre cualquiera. El cadáver del joven terrorista ejecutado por un pelotón de fusilamiento en Vietnam apenas se había enfriado ante de que un millón de reinonas locas se estuvieran empapando de su muerte. Van por ahí con aspecto más joven durante unos días y luego necesitan MÁS MÁS MÁS. Todo aquello se parecía bastante a los aztecas en cuanto la gente olía a sangre no había forma de contenerla y dicho con toda franqueza enseguida matan a la gente por las fotos y aniquilan comunidades enteras como una plaga de langosta. Hoy el representante soviético en la ONU denunció lo que calificó de «viles vampiros que chupan la sangre a la juventud del mundo mediante proyectores». El viejo millonario tiene un estudio cinematográfico en su lecho de muerte para registrar sus últimas palabras y los herederos tienen que posar para las fotos de la muerte del viejo en cada aniversario para que no olviden de dónde salió el dinero. Los presidentes de las empresas se proyectan sobre todos sus empleados. Los personajes políticos pueblan países enteros con la proyección de sus imágenes. Y nunca se sabe cuándo algún espabilado está proyectándose sobre uno desde el otro lado de la ciudad a través de su telescopio. Es una competición a muerte en la que vale todo y eso es algo que sólo puede acabar de una manera. El fin es una cara: ¿¿el señor Quién?? La primera utilización de la proyección en el mundo del espectáculo tal y como se describe aquí fue una performance realizada por Brion Gysin e Ian Somerville en el Centro Americano, rue Dragon, en París, Francia, en enero de 1962. El público no podía creer lo que estaba viendo. Pensaban que la secuencia completa había sido fotografiada con antelación. En esa ocasión se usaron proyectores de diapositivas. Para obtener buenos resultados utilice sólo fotografías en color. Lo más importante es que la proyección se ajuste con exactitud a una cara. Con fotos

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fijas es fácil de hacer. Las fotografías en movimiento exigen más precisión en la preparación de las secuencias a proyectar. D. O.: Usted ha dicho que la «serie de la academia» ofrece una solución al problema de la juventud insatisfecha, y también a otros muchos problemas. ¿Le importaría explayarse al respecto? W. B.: Las primeras academias se fundaron en septiembre de 1899: una en un cerro al norte de Santa Fe, Nuevo México, otra en las afueras de St. Louis, Missouri, y otra en Hudson, en los alrededores de Nueva York. Dado que formaban parte de la enseñanza sistemas orientales como el yoga, el judo, el karate, el aikido y el zen, se invitó a instructores orientales, y acudieron alumnos orientales a estudiar técnicas occidentales. El objetivo fundamental de las academias era sintetizar los aspectos más funcionales la enseñanza oriental y occidental. Al incorporarse de nuevo a sus diversas profesiones, los licenciados en las academias resultaron ser incomparablemente más eficientes que quienes no habían sido formados en ellas, así que se fundaron cada vez más academias. Otros países siguieron la iniciativa estadounidense de fundar academias en las que el intercambio constante de alumnos e instructores tendía a derribar las fronteras nacionales. A finales de los años veinte había academias por todo el mundo dirigiendo todas las investigaciones, la enseñanza, la actuación policial y las fórmulas políticas. Las academias se emplazaron en parajes de gran belleza y adaptaban su arquitectura al paisaje. La academia de Marrakech se construyó en torno a un gran patio con jardines y árboles, estanques, fuentes y pórticos. Había varias academias en los bosques tropicales del Amazonas: intricadas estructuras de pesadas vigas de madera y bambú cortado conectadas por pasarelas y escaleras. Aquí el entrenamiento físico se llevaba a cabo mediante viajes en canoa, la caza, la pesca y la agricultura el programa de entrenamiento se adaptaba al país y al paisaje. Las academias orientales solían utilizar templos y monasterios existentes, y una de las academias más espectaculares se levantó sobre las ruinas restauradas de Samarcanda. Para la academia griega se reunieron todas las antigüedades griegas diseminadas por los museos de todo el mundo. En todas partes los fragmentos muertos de la curiosidad dominical se moldearon para transformarlos en estructuras vivas. Se reconstruyó la ciudad de canales de México, y las ruinas mayas hacían eco a la antigua lengua que

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todos los alumnos de esta academia estaban obligados a dominar (el maya tiene mucho de lengua viva, y en los remotos poblados del Yucatán no se habla ninguna otra). Siempre se ponía el acento en la interacción entre culturas, lenguas y métodos de formación. La academia de St. Louis era un gran edificio de ladrillo rojo lleno de rincones y recovecos construido sobre un peñasco por debajo del cual discurría el río. Una polvareda azul como el atardecer estaba asentándose sobre el río cuando Bill Harper un alumno de primer año descendió del coche de caballos un domingo remoto con viento fresco del Sur hace mucho tiempo habitación empapelada rosa palangana lustrosa de cobre un muchacho indio se levantó de una de las camas de latón y se presentó a sí mismo. —Soy Johnny Bufeo de los Ucyalli. Asistiré a la escuela de medicina puesto que soy hijo de brujo. Él tenía muchos remedios y sólo algunos eran buenos. Podía provocar la lluvia y podía llamar a los animales y a veces podía matar a un enemigo enfermo. Le he visto asustar con sus sucias manos a un paciente tantas veces tuve que decirles a los pacientes «lo siento mucho el brujo está borracho33 perdido». Muere hace muchos años. Los médicos estadounidenses podrían aprender de él. Estoy aquí para enseñar y para aprender. Aquí se hace uno muy fuerte y muy duro. Luego se pasa a las habitaciones de silencio para aprender dejar ir cuerpo e ir dondequiera que desee. ¿Viene conmigo Mister William? Los compañeros de habitación cambiaban cada mes pues la rotación era un principio fundamental de las academias. Muchos alumnos occidentales optaban por asistir a las academias orientales donde aprendían la lengua y las disciplinas locales. Algunos alumnos cambiaban de academia cada tres meses y los instructores también rotaban de Marrakech a los fiordos de Noruega y de Missouri a Samarcanda. Los instructores y los alumnos avanzados de las academias especializadas volvían al curso básico de la academia para revigorizarse con ejercicio físico e impartir sus conocimientos a los alumnos principiantes mediante el contacto directo. Todas las academias intercambiaban boletines semanales sobre investigación, experimentos y nuevos métodos de formación. Con el advenimiento de los magnetófonos y las cámaras cinematográficas, se intercambiaron constantemente películas y cintas. 33

En castellano en el original. (N. del t.)

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Alumnos con cámara y magnetófonos se desplazaban de una academia a otra, y se instalaron habitaciones de huéspedes para albergar a los alumnos itinerantes. Mientras que la instrucción variaba de una academia a otra, determinados cursos de formación eran comunes a todas ellas: karate, judo, aikido, zen, ejercicios de respiración para obtener una salud perfecta y el control del cuerpo, ejercicios de silencio en cámaras de abstracción sensorial y tanques de inmersión, así como el dominio de una escritura jeroglífica simplificada que enseñaba a los alumnos a pensar en imágenes silenciosas. El curso básico de la academia duraba cuatro años. Después de graduarse en la academia básica, los alumnos podían solicitar una formación avanzada en una de las academias especializadas. En las escuelas de medicina, además de las técnicas occidentales estándar, los alumnos aprendían toda clase de modalidades de masaje, osteopatía, dietas y ejercicios curativos. Estudiaban las técnicas de los hechiceros y curanderos, y examinaban muestras de todos los remedios de herbolario y selváticos para aislar los principios activos y aplicarlos en la terapia. En la época en que se fundaron las primeras academias, la heroína, la cocaína y la morfina se vendían libremente en las farmacias. Un sondeo reveló que en Estados Unidos había doscientos mil adictos, muchos de los cuales se habían enganchado a través del consumo de preparados patentados. La mayor parte de ellos eran personas de mediana edad o ancianos que padecían diversas enfermedades crónicas. Por recomendación de las academias, los opiáceos, a excepción de la codeína, sólo se distribuían con receta médica. Una vez sintetizada la novocaína, se interrumpió la extracción de cocaína y esta droga desapareció de la farmacopea. A los toxicómanos reconocidos se les permitía una dosis de mantenimiento de opio y morfina, y el consumo de heroína quedó restringido a aplicaciones médicas para el alivio de dolores agudos. Se emprendió un programa de estudios para determinar el tratamiento más eficaz para la adicción, sobre todo en el caso de adictos jóvenes. Se utilizó el tratamiento con apomorfina y durante los años treinta se sintetizó la fórmula y se elaboraron muchas variantes. La acción reguladora de la apomorfina condujo al concepto de medicina preventiva con énfasis en mantener la salud antes que en curar enfermedades. «Cualquier cosa que pueda hacerse químicamente

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puede hacerse por otros medios. Lo que se pasa por alto en la abstinencia es una determinada frecuencia.» Boletín de la Academia, 19 de junio de 1922 La frecuencia de los opiáceos resultó ser una oscilación especial de ultrasonidos. La frecuencia era casi tan adictiva como la morfina, pero podía reducirse gradualmente a lo largo de un período de varios meses lo que tenía como consecuencia una cura indolora. Puesto que era norma en las academias que todos los alumnos principiantes debían abstenerse de consumir cualquier droga alcohol y tabaco incluidos y todos los jóvenes aspiraban a graduarse en las academias era fácil condicionarlos para que evitaran las drogas adictivas una vez curados. Descubrir que los efectos de la apomorfina podían obtenerse mediante frecuencias sonoras hizo comprender que los efectos de cualquier droga podían obtenerse con este procedimiento, y la terapia de frecuencia sustituyó a la terapia con drogas. Las academias llevaban a cabo el entrenamiento de toda la policía, y sólo los graduados en las academias de policía podían ser agentes. A los agentes cadetes se les enseñaba a prevenir el crimen y mantener a la gente fuera de la cárcel. Detengan a este estafador de Toronto antes de que emita más acciones mineras sin valor. Ese hombre con temperamento de asesino no debería de llevar un bar. Los padres que no quieran tener hijos deben ser apartados de los niños antes de que se produzcan malos tratos. Todos los casos de crueldad con los niños eran objeto de especial atención, y se esperaba que todo patrullero estuviera informado de las infracciones en su distrito. La protección de los niños era una medida cautelar mientras se llevaba a cabo la lenta abolición del viejo sistema familiar, tras lo cual la crianza de los niños desde su nacimiento iba a estar al cuidado de centros especiales fundados por las academias. Tales centros ya existían a fin de ocuparse de los niños abandonados o no deseados. El distintivo de un país bien gobernado es la escasez de policía y de leyes pero que esas leyes se hagan cumplir realmente y que la policía sea realmente eficaz. Todo el sistema de legisladores estatales fue abolido y se redactó un código legal uniforme que comprendía los delitos contra las personas y contra la propiedad. Todos los llamados delitos referentes al comportamiento sexual privado, las drogas y el juego fueron eliminados del código penal.

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A.S. —Academy Security (Policía de la Academia)— era la institución policial de máxima categoría y se ocupaba de todas las influencias malsanas que impidieran el buen funcionamiento de las academias. A. S. no logró impedir la Primera Guerra Mundial, pero sí consiguió mantener a Estados Unidos al margen. Después de la guerra, su posición les permitió evitar la debacle del prohibicionismo y la concomitante infiltración de la Mafia «Una organización pestilente que debe ser destruida de raíz» A.S. se movilizó para reducir la influencia de la prensa diaria mediante la eliminación de toda cobertura de delitos y accidentes «La prensa diaria es en gran medida responsable de los deprimentes sucesos que describe… Recomendamos que se suspenda la publicación de todos los diarios.» Se informaba de los descubrimientos de las academias en boletines semanales de manera que un descubrimiento hecho en cualquier parte del planeta se ponía inmediatamente al alcance de todo el mundo. No había nada secreto en lo tocante a las investigaciones de las academias. «Ciertamente, se pueden cometer abusos con cualquier descubrimiento importante. Ahora bien, si se mantiene en secreto el potencial destructivo de cualquier descubrimiento, el monopolio y abuso por un grupo pretendidamente elitista supone una amenaza más peligrosa que la posibilidad de que algún individuo pueda hacer mal uso del descubrimiento cuando este es del dominio público. Por ejemplo, la capacidad destructiva de los infrasonidos ha sido abiertamente descrita en nuestros boletines, y creemos que esta política de puertas abiertas es el mejor seguro contra el abuso del saber, ya que cualquiera que utilizara infrasonidos para fines indignos sería inmediatamente detectado.» La Segunda Guerra Mundial se evitó fácilmente gracias a los esfuerzos mediadores de las academias francesa, alemana e inglesa y por tanto no se desarrollaron armas atómicas «No se permitirá emisión radioactiva alguna.» Boletín de la Academia, 4 de agosto de 1943

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El Instituto Lingüístico realizó experimentos con sonido y con el lenguaje humano para descubrir qué eran las palabras. Se estudió el habla subvocal con micrófonos de garganta sensibles. Se prestó especial atención a los pacientes esquizofrénicos ya que entre quienes padecen esquizofrenia los movimientos involuntarios del aparato vocal son muy acentuados y dan lugar a la «voz» característica de estos enfermos. Estas «voces» se grababan y se reproducían ante los pacientes con cut-ups, ralentizadas, «inchadas», aceleradas. Con frecuencia las reproducciones daban lugar a una mejoría notable. Los pacientes eran sometidos después a ejercicios de silencio. Ante la perspectiva del silencio muchos se ponían histéricos es decir las «voces» se volvían histéricas y eran más fáciles de grabar. —¡NO PUEDES! ¡NO PUEDES! ¡NO PUEDES! — gritan. En estos casos se administraban inyecciones de curare para paralizar el aparato vocal mientras el paciente estaba dentro de un pulmón artificial. A menudo el silencio producía la remisión completa de la enfermedad. «Los patrones verbales compulsivos son en realidad virus verbales que se mantienen en el sistema nervioso central mediante la manipulación de los centros del lenguaje, los músculos de la garganta y las cuerdas vocales.» Se analizó el estilo peculiar del lenguaje esquizofrénico. Se observó que la verbalización que se produce durante los sueños, y sobre todo entre el sueño y el despertar, participa del mismo estilo y de hecho es un lenguaje especial que probablemente opera en todo momento en los llamados individuos normales. El Instituto Lingüístico se propuso aislar este lenguaje y estudiarlo. Los alumnos guardaban magnetófonos junto a sus camas dado si no se graban o anotan inmediatamente las verbalizaciones de este tipo suelen olvidarse. Este lenguaje no posee rasgos que permitan recordarlo como si un residente de la psique hablara en una lengua desconocido no desconocido en lo que se refiere a las propias palabras sino en lo tocante a la construcción y la sintaxis. El Instituto Lingüístico también llevó a cabo cursos superiores de entrenamiento de silencio. Estas instalaciones estaban situadas en áreas de silencio natural los desiertos del Sahara y el Gobi, las cordilleras del Tibet y Sudamérica. El silencio es un medio en el que los alumnos aprenden a respirar 204

con lentitud hasta que pueden permanecer allí durante horas sin mover los músculos de la garganta ni las cuerdas vocales. Se desarrolló una frecuencia silenciosa de infrasonidos que hace vibrar las palabras hasta desprenderlas del cuerpo y este aparato se utilizó en las últimas etapas del entrenamiento una lenta resonancia que crece en el cuello y la columna vertebral y penetra profundamente en los órganos internos haciendo vibrar todo el cuerpo haciendo que las palabras se desprendan visibles como una neblina. En este punto, muchos alumnos sienten como si ha desprendido de su cuerpo un ser parasitario que a continuación se disuelve de mala gana en el aire. Después del bautismo de silencio el alumno se mueve a sus anchas en el medio insonoro pero las palabras están a su disposición cuando las necesita y puede utilizarlas con absoluta precisión. Durante los primeros tiempos de la aviación las academias fundaron centros de formación de pilotos y cuando se hizo posible viajar en el espacio se hicieron con la dirección del programa espacial. El objetivo del programa espacial de la academia no era el espacio ligado por los tubos de una bombona de oxígeno a esposas y madres. «Enviar a individuos comunes al espacio con un coste enorme es irrelevante. Cualquier licenciado de la academia podía aprender más acerca de las condiciones del espacio y de adentrarse más en él tras una hora de silencio ingrávido que equipos enteros de astronautas en órbita que no sueñan en el espacio. El espacio es soñar. El espacio es ilusión. ¿Para qué trasladar a la luna un gran almacén con todas vuestras deprimentes ideas preconcebidas? Los astronautas eran todos solteros porque están entrenados para existir con total independencia y soledad mientras que el matrimonio condiciona a la dependencia. —Para viajar en el espacio hay que aprender a deshacerse de la anticuada basura verbal: que si Dios, que si el cura, que si la madre, que si la familia, que si el amor, que si el partido, que si la patria. Hay que aprender a vivir sin religión ni patria ni aliados. Hay que aprender a ver lo que uno tiene delante sin ideas preconcebidas.

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Ahora contrastemos las posibilidades abiertas por tales academias con lo que vemos en el mundo actual. Investigaciones que podrían usarse para liberar al espíritu humano están siendo monopolizadas por intelectos mezquinos en nombre de la «seguridad nacional» ¿Qué saca usted de la «seguridad nacional»? Una sola academia podría devolver la esperanza a calles mortecinas radioactivas y desgarradas por motines a este planeta superpoblado contaminado y mal administrado. ¿Van a daros ellos esa esperanza? A juzgar por su actuación en el pasado no van a daros otra cosa que mentiras, blancos y negros os han vendido. Si queréis el mundo que podríais tener en términos de los descubrimientos y recursos ahora existentes preparaos para luchar por él. Para luchar por él en la calle. William S. Burroughs 15 de octubre de 1968 Londres

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