El Ser y La Nada Erick

EL SER Y LA NADA Es interesante este libro de, “el ser y la nada”, porque emprende un disponer al espíritu cognoscente p

Views 112 Downloads 0 File size 92KB

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD FILE

Recommend stories

Citation preview

EL SER Y LA NADA Es interesante este libro de, “el ser y la nada”, porque emprende un disponer al espíritu cognoscente para un afirmar o negar al ser dentro de sí, o fuera de sí, pero que a la vez es enriquecedor dar a conocer una gran variedad de conceptos para definir el ser y la nada. Primero que nada niega el dualismo del ser puesto que el ser es un conjunto de un todo y no se puede dividir o poner como algo indeterminado, pues el ser es, sin más ni más, de aquí se deriva, si es en sí, o si es en otro, pero lo interesante es que de él se desprenden los demás seres pues tiene la capacidad de dar el ser y me refiero al Ser Absoluto o al Acto Puro. En este libro, el autor también menciona, de lo finito e infinito, tratando de explicar que no debe de haber una sucesión de causas infinitas, porque aquí se caería en el error de llegar a la nada y dice que al llegar a esto, no es posible, porque la nada es vacio, es ausencia y por el solo hecho de ser nada, que es una expresión mal empleada, porque no se puede expresar, puesto que la nada es impensable, es indefinible y no se puede llegar a algo concreto pues no tiene ser, sino mas bien es la ausencia del ser. Hace referencia también que debe de haber una causa primera y una causa final y esta causa final y primaria es el Ser Puro, sin potencia, que mueve a los demás seres que de Él participan, y que él le da el ser en acto y el ser en potencia, dos realidades que el ser participante recibe del Ser Puro, ahora bien, ¿Por qué el ser en acto?, Primero que todo, porque recibe la existencia y de aquí es perfecto en acto, pero como participa del Ser Absoluto tiene potencia ya que solo hay un ser Puro sin Potencia, que hace que los demás seres sean, sino de otra forma se convertirían en seres puros o que es lo mismo dioses o seres infinitos con infinidad y no debe de haber contradicción, al ser y no ser, pues debe de haber un orden y de un Ser Ordenador, de todo lo creado, que haga que participen los demás seres. Ahora algo que también es importante, es lo que dice el autor, que lo se me presenta es el fenómeno y puedo ir mas allá o trascender al conocer, pues conozco el fenómeno y esto me lleva o me adentra a su escancia, aquí es preciso aclarar que son el ser en cuanto que todo compone y no hay que decir que son dos realidades muy diferentes a las que son para evitar así una dualidad del ser, puesto que el hombre y su escancia son el mismo ser pero con diferente categorías pero propias del mismo ser. Habla de la conciencia, que es parte del ser cognoscente y que ayuda a interpretar lo que acaece o se presenta a los sentidos, dándole un conocimiento a lo ya acecido pero no dándole una existencia, ya que esta de una forma, aunque el ser que presencia esta res puede percibir lo que ya existe sin que el hombre le haya dado la existencia, pues las cosas son aunque estemos o no estemos y un ejemplo de esto es un pino en lugares fríos, que aunque no sepamos donde están estos pinos sabemos que existen aquí está la percepción pero no por el hecho de pensar en el pino le vamos a dar la existencia, le daremos el ser solo en el intelecto porque lo imaginamos y con el solo hecho de imaginarlo es, pero no como ser en acto, a lo que refiero en existencia sino solo ser digamoslo asi ente de razón el cual solo existe en la mente y no traciende a la realidad pues la mente es la que le da la existencia solo en la inteligencia sin poser existir en la vida concreta o en la realidad pues el hombre no es capaz de crear por el pensamiento, lo que puede hacer el pensamiento es darle un orden a lo pensado y poder interpretar no completamente lo pensado sino solo una

referencia a este ente de razón y un ejemplo claro de ente de razón es el pegazo y es un caballo con alas, aquí se emplea la imaginación y llega a darle una ralidad solo mental. Una de las frases que me llamaron la atención es la siguiente: “saber es saber que se sabe”, algo que a lo mejor a simple lectura solo dice que se sabe, pero no es simplemente eso, mas bien es un englobar todo el proceso del ser que recibe este conocimiento, desde el intelecto se sabe, que se sabe, es decir el ser es capaz de recibir el objeto y aprehenderlo dando un saber más de la cosa, y que al decir lo anterior se afirma que se sabe porque es ser el que esta dotado con esta capacidad cognoscente que le permite saber y que a ningún otro ser se le ha sido dada, puesto que un animal no utiliza la razón y mucho menos una planta, esto solo le compete al ser humano que está dotado con esta capacidad racional que le permite saber. El autor agrega el “ser en potencia” aquí estamos hablando de un posible, que no tiene el acto o el hecho atómico, pero tiene una posibilidad de ser, además que este posible puede, o no, llegar a ser en acto, o en si mismo, dando lugar a un ser ya con su identidad propia a lo que le pertenece por ser digamos redundante en ser. El autor expresa también la conciencia del ser y dice que no significa en modo alguno que la conciencia sea el fundamento de su ser. Al contrario, hay una contingencia plena del ser de la conciencia. Por eso es preciso indicar que “Que nada es causa de la conciencia”; “Que ella es causa de su propia manera de ser”. Expresa también que la subjetividad absoluta no puede constituirse sino frente a algo revelado; la Inmanencia no puede definirse sino en la captación de algo trascendente o que Sartre llama Ser Trascendente o Puramente logico. Se creerá encontrar aquí algo así como un eco de la refutación kantiana del idealismo problemático. Porque no se puede definir lo que acaece de lo trascendente ya que es mayor a las capacidades humanas y esto a mi ver imposibilita al ser humano a captar con tal claridad y evidentemente lo que viene del Ser trascendente. “Creado de la nada”, esta frase es muy importante y la vez es muy extensa porque al emprender este tema es desplegar un vuelo hacia la dirección de la humanidad con fin de encontrar una vida realmente maravillosa a la que que yo llamo “el despegar hacia la verdad” pues en este vuelo inicia un proceso de conocimiento en el que el hombre cognocente emprende un acarcarse mas y mas a la verdad, porque a emprendido el viaje poniendose en dirección. El Creador por exelencia o podremos darle diferentes nombres según Santo Tomas al Ser que possee la acción creadorea de la nada, y uno de estos nombres es el “Motor Inmovil”, “Causa Incausada”, etc. Que realmente tiene su peso al ir encontrando la verdad, cuando ya se llega a estos nombres es importante y muy grato saber que no son solo nombres que se quedan en el aire que realmente tiene verdad lo que se dice y expresa. Y al decir que una res o cosa es creada de la nada, a simple apresiación es imposible porque empieza un juicio en donde el humano hace el intento de crear pero solo transforma lo ya creado y se ve imposibilitado de crear de la nada, es por eso que llega a la conclusión que tiene que haber un Ser Superior que crea de la nada, pues las cosas no pudieron acerce solas. Algo que también considero que es importante dentro del escrito y considero que creo que puede iluninar mas es lo que dice el tercer libro de metafisica de Aristoteles y dice la siguiente frase “si no hay nada eterno, la producción es imposible”, aquí puedo decir que es necesario un motor inmóvil, es decir algo que mueva a la causa, porque de otra manera el

movimiento se volvería infinito, y llegarías a afirmar que la nada existe algo completamente falso y lo reafirma el autor de este libro al decir “ ningún movimiento es infinito” puesto que no se llegaría a nada y para que una cosa se mueva es necesaria otra porque si no las cosas no se pueden mover por si solas, tiene que haber alguien que las mueva y puedo llegar al Motor inmóvil, que es el que se encarga de darle movimiento a las demás causas, por eso todo tiene un principio y tiene un fin porque sino caeríamos en el error de caer en la infinidad. Un ejemplo que podría dar para afirmar la frase “si no hay nada eterno, la producción es imposible” es el siguiente: había dos científicos uno que crea una maqueta del universo muy semejante a nuestro de tal manera que tuviera la forma mas trazada posible al universo que conocemos con el sol y la luna y los planetas. Ya realizado esto deja la maqueta el primer científico y el segundo científico queda admirado al ver la maqueta que estaba hecha perfectamente con todo lo que contiene nuestro sistema solar y le dice el segundo científico al primero “oye que bien hecho esta este sistema solar, ¿Quién lo hizo?, el primer científico dice “nadie lo hizo”, el segundo científico le dice “oye no estoy tonto, alguien lo tuvo que hacer, esto no se pudo hacer solo”, el segundo científico le dice: pues si tu crees que el sistema solar se hizo solo, Por qué no vas a creer que esta maqueta se hizo sola, pues esta mas pequeña comparada con el sistema solar. Al expresar lo anterior quise realtar que considero que la nada es ausencia y que hablar de la nada es imposible por la limitación humana y quise tambien realtar que hay un Ser Supremo que tiene un poder inigualable en Él que por si solo puede crear de la nada y más aun puede darse la vida a si mismo pues tiene un poser inigualable y supremo. Y al hablar de este Ser me refiero al Ser Trascendente pues posee en si mismo todo y dota a los demas seres de su participación. Ahora bien, precisamente esto es el ser, si, para aclarar ideas, lo definimos con relación a la conciencia: es el noema en la noesis, es decir, la inherencia a sí, sin la menor distancia. Desde este punto de vista, no debiera llamárselo «inmanencia», pues la inmanencia es, pese a todo, relación consigo; es la distancia mínima que pueda tomarse de sí a sí. Pero el ser no es relación consigo; él es sí. El ser pasa a la esencia; esto podría expresarse diciendo: "el ser presupone la esencia". Aunque la esencia aparezca, en relación con el Ser, como mediada, la esencia es empero el verdadero origen. El Ser retorna a su fundamento; el Ser se trasciende en la esencia.» Así, el ser, escindido de la esencia que es su fundamento, se convierte en «la simple inmediatez vacía». Y, en efecto, así lo define la Fenomenología del Espíritu, que presenta al ser puro, «desde el punto de vista de la verdad», como lo inmediato. El no ser se niega en su propio juicio. Cuando Hegel escribe: «El ser y la nada son abstracciones vacías y la una es tan vacía como la otra», olvida que el vacío es vacío de algo. Y el ser es vacío de toda otra determinación que no sea la identidad consigo mismo o la que llama el autor su ser es un ser mantenido; pero el no ser es vacío de ser. En una palabra, lo que aquí ha de recordarse, contra Hegel, es que el ser es y la nada no es. Así, aun cuando el ser no fuera el soporte de ninguna cualidad diferenciada, la nada sería lógicamente posterior, ya que supone al ser para negarlo, puesto que la cualidad irreductible del no viene a sobreañadirse a esa masa indiferenciada de ser para liberarla. Esto significa no sólo que hemos de negarnos a poder ser y no ser en el mismo plano, sino también que hemos de cuidarnos mucho de poner a la nada como un abismo originario del que surgiría el ser. El empleo que damos a la noción de nada en su forma familiar supone siempre una previa especificación del ser.

Podemos hablar de la nada, pero la nada, no es, no tiene ser, es ausencia vasio o lo que es lo mismo su ser es un ser mantenido y esa posibilidad del ser es un deber de ser mantenido. La nada como negación asi lo plantea el autor de este libro del ser y la nada, que a su vez es totalmente metafisico porque emprende el ser. Habla Sartre que cuando se constituye uno como comprensión de un posible en cuanto le pertenece, es menester que reconozca su existencia al cabo del propio proyecto y que lo capte como siendo yo mismo, allá, se aguardara en el porvenir, separado del proprio por una nada. En este sentido, me capto como origen primero de mí posible, y esto es lo que se llama ordinariamente la conciencia de libertad; esta estructura de la conciencia y sólo ella es lo que tienen a la vista los partidarios del libre albedrío cuando hablan de la intuición del sentido íntimo. Que esto es impostante en el libro del ser y la nada de Sartre. Algo que tambiem me queda claro en este libro y que me lleva a ir pensar que solo el tratar de comprender al Ser Puramente logico, no se puede captar al decir que es una irracionalidad sino una sobreracionalidad ya que supera nuestra pequeña razón a la inmensidad del Ser Metaempirico. Habla tambien de algo que es dificil comprender y alqgo que le da buen parte del trabajo y este tema es el de la angustia, aquí expone lo siguientedice que, ya no sería mi ser quien sería libre en tanto que ser, sino mi Yo que sería libre en el seno de mi conciencia. Ficción eminentemente tranquilizadora, ya que la libertad ha sido enclavada en el seno de un ser opaco: en la medida en que mi esencia no es translucidez, en que es trascendente en la inmanencia, en esa medida la libertad se tomaría una de sus propiedades. En una palabra: se trata de captar mi libertad en mi Yo como la libertad de un prójimo. Se ven los temas principales de esta ficción porque son confusos: mi Yo se convierte en origen de sus actos como en Prójimo de los suyos, a título de persona ya constituida. Ademas dice el autor que vive y le transforma; hasta se concederá que cada uno de sus actos pueda contribuir a transformarlo. Pero estas transformaciones armoniosas y continuas se conciben según ese tipo biológico. Se parecen a las que puedo comprobar en mi amigo Mario por poner un ejemplo cuando vuelvo a verlo después de un largo tiempo. A estas exigencias tranquilizadoras ha satisfecho expresamente Bergson cuando concibió su teoría del Yo profundo, que dura y se organiza, que es constantemente contemporáneo de la conciencia que de él adquiero y que no puede ser trascendido por ella; que se encuentra en el origen de nuestros actos, no como un poder cataclísmico sino como un padre engendra sus hijos, de modo que el acto, sin fluir de la esencia como una consecuencia rigurosa, sin siquiera ser previsible, mantiene con ella una relación tranquilizadora, una semejanza de familia: va más lejos que ella, pero en la misma vía; conserva, ciertamente, una indudable irreductibilidad, pero nos reconocemos y nos conocemos en él como un padre puede reconocer y conocerse en el hijo continuador de su obra. Así, por una proyección de la libertad que captamos en nosotros en un objeto psíquico que es el Yo, Bergson ha contribuido a enmascarar nuestra angustia, pero sólo a expensas de la conciencia misma. Lo que ha constituido y descrito de esa suerte no es nuestra libertad tal como se aparece a sí misma: es la libertad del prójimo. No quiere ver ese posible como sostenido en el ser por una pura libertad nihilizadora, sino que intentamos captarlo como engendrado por un objeto ya constituido, que no es otro que nuestro Yo, encarado y descrito como la persona de un prójimo.

Habla tambie este autor de un rompimiento de la conciencia y dice que es, lo negativo puro. La distancia, el lapso temporal, la diferencia psicológica pueden ser captados en sí mismos y encierran, como tales, elementos de positividad; tienen una simple función negativa. Pero la ruptura intraconciencial no es, fuera de lo que ella niega, nada, y no puede tener ser en mayor medida que no se la ve. Eso negativo que es nada de ser y poder nihilizador van unidos y esto según él, es la nada. En ninguna parte podríamos captarla con semejante pureza lo expone Sartre. Ahora en cualquier otra parte es preciso, de una u otra manera, conferirle el ser en sí, en tanto que nada, algo confuso a mí ver. Pero la nada que surge en el asunto o dentro de la conciencia no es. La creencia, por ejemplo, no es cercanía de un ser con otro ser; es su propia presencia a sí, su propia descompresión de ser lo expone Sartre que a mi ver esta mal porque la creencia te une a al Ser Supremo y no solo con el sino que tambien a los demas seres partisipados del Ser por Exelencia. Dice que la unidad del para sí se desmoronaría en dualidad de dos en sí, algo que realmente no sucede porque el Ser es y no deja de Ser por dar su participación. De este modo, el para sí debe ser su propia nada. El ser de la conciencia en tanto que conciencia consiste en existir a distancia de sí como presencia a sí, y esa distancia nula que el ser lleva en su ser es la Nada. Luego, para que exista un sí, es carente que la unidad de este ser comporte su propia nada como nihilización de lo idéntico. Pues la nada que se desliza en la creencia es su nada, la nada de la creencia como creencia en sí, como creencia ciega y plena. El para sí es el ser que se determina a sí mismo a existir en tanto que no puede coincidir consigo mismo. Es comprensible, entonces, que, al interrogar sin hilo conductor a ese cogito prerreflexivo, no se haya encontrado en ninguna parte la nada. No se encuentra, no se devela la nada a la manera en que se puede encontrar, develar un ser. La nada, es siempre un en otra parte dice Sartre que yo me confundo porque puede tener razón y no a la vez, se puede aceptar esta postura porque al momento de decir la nada se le da la existencia intelectual o en la mente solamente y aquí si aplica, pero estrictamente no sucede asi porqie la nada no es, porque si nos vamos a la nada no se hablaria de ella ni pensaria en ella por eso no tiene su existencia mental y mucho menos en la relaidad existencial. Ahora bien el para sí está obligado a no existir jamás sino en la forma de un en otra parte con respecto a sí mismo, a existir como un ser que se afecta perpetuamente de una inconsistencia de ser. Esta inconsistencia no remite, por otra parte, a otro ser; no es sino una perpetua remisión de sí a sí, del reflejo al reflejante, del reflejante al reflejo pero no se puede llegar a una infinidad de estas cosas sino que tiene que haber un inicio y fin porque sino se llegaria a la nada y como antes escribi “la nada no es”. Esta remisión no provoca en lo profundo del para sí un movimiento infinito; está dada en la unidad de un mismo acto: el movimiento infinito no pertenece sino a la mirada reflexiva que quiere captar el fenómeno como totalidad, y que se ve remitida del reflejo al reflejante y del reflejante al reflejo sin poder detenerse nunca. Así, la nada es ese agujero de ser, esa caída del en sí hacia el sí por la cual se constituye el para sí. Pero esa nada no puede a menos que su existencia prestada sea correlativa a un acto nihilizador del ser. Este acto perpetuo por el cual el en sí se degrada en presencia a sí es lo que llamaremos acto ontológico porque le comptete al ente en su hecho. La nada es la puesta en cuestión del ser por el ser, es decir, justamente, la conciencia o para sí. Es un acaecimiento absoluto que viene al ser por el ser y, que, sin tener el ser, está perpetuamente sostenido por el ser. Al estar el ser en sí aislado en su ser por su total positividad, ningún ser puede producir ser y nada puede llegar al ser por el ser, salvo la nada. La nada es la posibilidad propia del ser y

su única posibilidad. Y aun esta posibilidad original no aparece sino en el acto absoluto que la realiza. La nada, siendo nada de ser, no puede venir al ser sino por el ser mismo. Sin duda, viene al ser por un ser singular, que es la realidad humana. Pero este ser se constituye como realidad humana en tanto que no es sino el proyecto original de su propia nada. La realidad humana es el ser en tanto que, en su ser y por su ser, es fundamento único de la nada en el seno del ser. Para finalizar el escrito puedo decir que en este libro el autor da conocer un juego del lenguaje que es muy bueno al unir las palabras, es bueno tener en cuenta el ser y la nada porque creo yo que es un saber un poco del inicio y el fin de las cosas o en sus causas ultimas o primarias que nos remiten es Decir a llegar a la Causa Incausada, que realmente ayuda a despertar un querer saber mas de que es realmente la nada, el ser me queda claro que despues de haber leido esto es “lo que es” pero en el querer describir la nada me quedo sin palabras porque creo yo que es imposible de plantear o darle una definición porque no tiene una constitución ontologica y mucho menos una existencia concreta.