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A.·.L.·.G.·.D.·.G.·.A.·.D.·.U.·. L.·.I.·.F.·.

R.·.L.·.S. “Custodios del Santo Grial” Nº73, G.·.L.·.B.·. EL SANTO GRIAL Y LOS CÁTAROS H.·.A.·. Ramiro Zalles Pinell

El conocimiento (la gnosis) no puede transmitirse, debe ser descubierto (anónimo) INTRODUCCIÓN En el inicio del segundo milenio de la e.·.v.·., y por el transcurso de dos siglos, floreció en el sur de Francia y el norte de España (en Occitana) uno de los fenómenos religiosos más importantes del viejo mundo. Los llamados “Buenos Hombres”, “Albigenses” o simplemente “Cátaros”, surgieron en diversas poblaciones ganando adeptos, y se convirtieron en poco tiempo en uno de los fenómenos religiosos más intrigantes de la historia de la cristiandad y de la baja edad media. Inevitablemente esta masiva conversión al “Catarismo” llamó la atención de Iglesia Católica, sobre todo por que se espació el rumor de que eran “Custodios del Santo Grial”. Esto derivó en la “Cruzada contra los Albigenses”, o como Otto Rahn, uno de los investigadores más reconocidos en el tema le llamó, la “Cruzada contra el Grial”. En poco tiempo el brazo armado del Vaticano y la Inquisición destruyeron los poblados y las fortalezas, usurparon las cuevas en las que se reunían, apresaron y torturaron a miles de cátaros. Muchos se suicidaron, probablemente para escapar de la tortura y de la hoguera, sin embargo la leyenda afirma que lo hicieron para proteger el Grial. Los pocos sobrevivientes fueron ayudados por los Templarios, que correrían la misma suerte años después. En la bruma del tiempo se perdió el recuerdo de estos “Buenos Hombres” que nunca hicieron daño a nadie, sus principales ocupaciones fueron los telares y el estudio, sin embargo todos sus textos fueron destruidos. A la fecha no ha sobrevivido más que la tradición oral y el vestigio arqueológico en los lugares que para ellos fueron sagrados, sin embargo su memoria ha trascendido a lo largo de los siglos por haber estado impregnada del misterio del Santo Grial. ANTECEDENTES GENERALES Para comprender cabalmente el fenómeno Cátaro debemos ubicarlo en el tiempo y en el espacio, los primeros datos sobre el origen del Catarismo son vagos, se habla sobre todo de dos leyendas surgidas a partir del año 1000 de la e.·.v.·. La primera hace referencia a un campesino de la región del Languedoc que habiendo recibido una revelación (¿divina?) mientras estaba en el campo, retornó a su casa, ordenó a su mujer que se

marchara jurando celibato de ahí en adelante, quemó sus posesiones materiales y emprendió camino hacia la iglesia de su pueblo, en donde destruyó una imagen del Salvador crucificado, una vez apresado señaló que el único camino de salvación era la pureza y pereció rehusándose a consumir alimento alguno (Rahn, 1933). La segunda fue relatada al mismo Otto Rahn al llegar a uno de los últimos bastiones Cátaros, Montsegur (Monte-seguro). Otro campesino, esta vez contemporáneo, le relató como en las ruinas de esa fortaleza se confinaron los “Buenos Hombres” pretendiendo proteger el Grial de las huestes de Lucifer, la resistencia fue grande, sin embargo los demonios consiguieron vulnerar las murallas de la fortificación, montados en cólera al no encontrar lo que buscaban, llevaron a los hombres, mujeres y niños que no se habían suicidado a una planicie cercana que hoy se conoce como el Camp des Crémats, (el Campo de los Cremados), más de doscientos cátaros perdieron la vida allí, hoy en día una modesta Cruz Paté y un altar en piedra reciben las flores que los visitantes dejan como ofrenda en el lugar de la masacre. La leyenda nos remonta a otro asedio que terminó en el suicidio masivo de Masada por parte de las legiones romanas. Con antecedentes como los relatados y en pleno oscurantismo, no es de extrañar que los Cátaros viesen el mundo como un infierno y le llamasen a su congregación la “Iglesia del Amor”. EL ESTILO DE VIDA DE LOS CÁTAROS “Cátaro” ante todo significa “Puro”, y esto fue precisamente lo que caracterizó el estilo de vida de los Buenos Hombres, sus influencias fueron el Cristianismo primitivo, la Iglesia Celta, el Paganismo Druida y el Mazdeísmo. Su concepción principal radicaba en un silogismo bastante sencillo. Su visión del mundo medieval les revelaba un eterno tormento, un “Valle de lágrimas”, y si D-os era el que profesaba Cristo en el Nuevo Testamento, este D-os de bondad, perdón y amor no podía ser el mismo que el D-os vengativo y colérico del antiguo testamento, el que destruye ciudades bajo fuego, demanda continuos sacrificios, juega con sus creyentes probando al extremo su tolerancia y su paciencia, y ordena saldar las deudas en el “ojo por ojo y diente por diente”, además de “apedrear a la adultera hasta morir”. Ese D-os para ellos, no podía ser otro que el mismo Lucifer, al cual consideraron un Demiurgo (genio malvado) que en rebeldía contra el D-os verdadero que era sobre todo “La Palabra y El Espíritu”, había creado esta cárcel material que llamamos Tierra, para atrapar en ella a todos los espíritus que le arrebató a D-os y torturarlos hasta el momento de su redención. Este principio dualista de la eterna lucha entre el bien y el mal los llevó a concebir que todo lo creado era un espejo, irreal e imperfecto de la verdadera creación de D-os que no estaba en este mundo material, una imitación en donde reinaban la codicia, la lujuria, la violencia, las pestes y el sufrimiento, encadenados en este infierno material los Cátaros sentían haber sido desterrados y anhelar el retorno al D-os verdadero de amor y bondad. Siendo esta cárcel el mundo material, el destierro se prolongaría en una serie de reencarnaciones hasta que el espíritu de ese hombre decidiese, ejerciendo su libre albedrio, renunciar al mundo material convirtiéndose en un “Puro”, en un Cátaro de verdad.

Profesaban la pobreza, el ayuno y el vegetarianismo, la oración, la lectura del nuevo testamento y la abstinencia sexual, pero sobre todo el Amor, por eso le llamaron a su congregación la “Iglesia del Amor”. Para ellos el pecado original fue el de la lujuria que llevo a Adán y Eva al mundo carnal, este era el peor pecado porque además prolongaba la vida y la reencarnación. Sobre Jesús, creían que su inmensa bondad y sacrificio ejemplificaban la vida correcta, para ellos él fue el Primer Cátaro, pero no fue un hombre, porque D-os no se habría permitido encarnar en la materia que Lucifer había creado, creían que fue un ángel, aquel que había remplazado a Luzbel luego de que D-os lo expulsara del Reino de los Cielos, y había sido enviado para liberar a los hombres, pero no por su sacrificio en la cruz, sino por el ejemplo de vida que representaba. Esta condición inmaterial, ya que no pertenecía al mundo material, le permitía caminar sobre las aguas y realizar otros milagros. Consideraron a María Magdalena como su compañera, y en ella encontraron el ejemplo de entrega y amor, la Minnie como la llamaron representaba un amor completamente puro y espiritual, de ella tomaron el ejemplo del amor romántico que los trovadores difundieron, un amor sin contacto carnal y de eterna devoción al amado o a la amada. También hubo Cátaros que consideraron a Jesús como un profeta mortal, quien delegó su ministerio a María Magdalena, portadora del Santo Grial cuando llegó a Marsella y se fundió con la dinastía de los Merovingios, esta otra versión cátara de Jesús fue influenciada por el cristianismo primitivo. Además la Magdalena representaba a la Sabiduría (Sofía) y creían que ella en persona llevó las verdaderas enseñanzas de Jesús y de la Iglesia Cristiana primitiva o la Iglesia de Jerusalén a Europa junto con el Santo Grial. El negar el sacrificio en la cruz como la base de su visión de Jesús los llevó a negar el crucifijo como símbolo de redención, negaban el mito del “sacrificio de amor”, adoptaron la Cruz Paté, fijar el momento del martirio (cruz-y-fijo) no aportaba en nada a su estilo de vida. El negar el sacrificio de Jesús también los llevó a negar el misterio de la Transubstanciación (creer que el pan y el vino se convierten en el cuerpo y la sangre de Cristo) que profesaba la Iglesia Católica. Practicaron una forma de bautizo completamente diferente, al cual llamaron Consolamentum, este “Consolamiento” era aplicado a todos los conversos por imposición de manos, sin embargo dividieron su congregación en dos. Los “Creyentes” (Impuros), que aspiraban al estilo de vida más recatado, recibían parte de las enseñanzas y participaban de los ritos, pero no estaban obligados a la vida dura que adoptaban los “Puros”. Es decir podían llevar el estilo de vida de Occitana sin restricciones para casarse, tener hijos, posesiones materiales y otras. Los verdaderos “Cátaros” o “Puros” debían renunciar a toda posesión material al momento de recibir el Consolamentum Spiritus Sancti (Consolamiento del Espíritu Santo), este solo lo recibían los Iniciados como “Cátaros” o los “creyentes” en su lecho de muerte. También implicaba la renuncia a todo contacto carnal, desde ese momento tanto varones como damas vestirían únicamente ropas de color negro (semejantes a las sotanas católicas) con una pata de oca en paño rojo cosida en el brazo, y eran considerados con igualdad de derechos y

podían convertirse en verdaderos “Cátaros”. Esta iniciación de los Cátaros es en donde comenzamos a encontrar ciertas semejanzas con la Masonería. El “Consolamiento del Espíritu Santo” implicaba la muerte al mundo material (Profano diríamos nosotros) y el renacimiento en el mundo espiritual. CATARISMO Y MASONERÍA La impartición de este “Consolamiento” tiene semejanzas interesantes con la iniciación masónica, implicaba una preparación larga y dura para ver si el neófito (candidato) podía superar las pruebas a las que sería sometido y la rigurosa vida de los “Puros”. Luego era llevado con los ojos vendados al lugar de la ceremonia, normalmente una cueva o un lugar al aire libre, pero lejos de las miradas curiosas (podríamos decir “A Cubierto”), numerosas antorchas rodeaban el recinto, los Cátaros se ubicaban en círculo alrededor del modesto altar cubierto con un paño blanco (Ara) en el cual se encontraba el Nuevo Testamento, antes de iniciar la ceremonia todos debían lavarse las manos en señal de pureza y para no profanar el lugar, el neófito se ubicaba a poca distancia del altar y al otro lado el “Perfectus” que oficiaba la ceremonia, luego de responder a varias preguntas relacionadas con la renuncia al mundo material, al pecado, a las posesiones e inclusive al matrimonio, le era preguntado: ¿Hermano, quieres abrazar nuestra fe?, si la respuesta era afirmativa, el neófito se arrodillaba tocaba el suelo con las manos y decía “bendíceme” en tres ocasiones, en cada una de las cuales se acercaba más al altar. Impartida la bendición el neófito prometía consagrarse al D-os verdadero, renunciar al mundo material, al contacto carnal, no viajar solo y no consumir alimentos de origen animal. En caso de fallar debía abstenerse de cualquier alimento durante tres días, y además estar dispuesto a aceptar la muerte antes que traicionar su fe o a sus hermanos. El “Perfecto” se aproximaba, le daba a besar el Nuevo Testamento, se aproximaban todos los demás, colocando sus manos sobre él, atándole un lazo trenzado a la cintura. Finalmente los “Perfectos” le daban al recién iniciado el “Beso de la Paz”. Terminada la ceremonia el recién iniciado permanecía 40 días en ayuno de pan y agua, este tiempo llamado “Endura” en algunas ocasiones concluía con la muerte del Hermano en un suicidio místico. A partir de entonces, si el Hermano sobrevivía, comenzaban sus estudios más profundos divididos en tres categorías; un Obispo, un Hermano Mayor y un Hermano Menor, antes de morir el Obispo revelaba los secretos al Hermano Mayor quien se convertía en Obispo, el Hermano Menor ascendía a Hermano Mayor y se recibía un nuevo Hermano Menor (¿Aprendiz?). El Ritual de los Cátaros también nos evoca imágenes familiares, no tenían iglesias y se reunían en cuevas, se decoraba el improvisado templo con solo una pequeña mesa al centro a manera de altar (Ara), en esta mesa cubierta con un mantel blanco se colocaba el Nuevo Testamento abierto en el Capítulo I de San Juan, alrededor se sentaban los “Puros” y los “Creyentes”, separados por supuesto, y se procedía con la lectura de un pasaje y su posterior análisis. El Rito concluía con una bendición impartida por los “Puros” hacia los creyentes. Toda comida en la que participaba un “Perfecto” era un “Ágape” en el cual se compartía el pan con una consagración muy sencilla que evocaba la última cena, pero sin el dogma de la transubstanciación, este pan bendito era llevado a todos los “creyentes” que se encontraban

distantes. Recordemos por un momento que Jesús también fue famoso por sus “Ágapes”, entre ellos las Bodas de Canaán, la Multiplicación de los Panes (y pescados) y por supuesto la Última Cena en el huerto de Getsemaní. Es evidente que si bien los rituales descritos se realizaban entre “Puros” y “Creyentes”, dadas las similitudes podríamos considerar que fue muy probable que existiese un otro ritual reservado únicamente para aquellos que habían recibido el Consolamentum Spiritus Sancti, y que por sus propias denominaciones, observamos que se consideraban “Hermanos”. Este ritual se conoce como la “Mansiola Cátara”, la cual era considerada como el máximo sacramento entre los “Puros”, sin embargo no han quedado registros del ritual ya que todos los “Perfectos” prefirieron morir antes que revelar sus secretos. EL SANTO GRIAL Y LOS CÁTAROS Luego de haber establecido una Teología básica de los Cátaros, llegamos al punto central de la leyenda, el Santo Grial. Sobre él debemos mencionar brevemente que existen tres concepciones básicas de lo que es el Grial. La primera, aceptada de manera oficial por la Iglesia Católica, es que fue el cáliz utilizado por Jesús durante la Última Cena, y en el que luego de la crucifixión, José de Arimatéa recolectó la sangre de Cristo, convirtiéndose en su primer Custodio. Desde allí viajó acompañado por la Magdalena hasta el sur de Francia en donde se pierde el rastro. Los Hermanos fundadores de nuestra R.·.L.·.S. “Custodios del Santo Grial” Nº 73, escogieron adaptar esta versión oficial y crear a partir de ella su propia leyenda, para nosotros el Santo Grial representa el Amor de Cristo (Sublime Rabí de Galilea) por la humanidad y la prueba más grande de este amor fue entregar su vida en la cruz. La segunda versión, ampliamente difundida por el “Código da Vinci” de Dan Brown, es que en realidad Santo Grial significa Sang Real (Sangre-Real), lo cual implicaría que Jesús tuvo descendientes sanguíneos con la Magdalena, dos hijos cuando menos (otros mencionan tres) y que en el sur de Francia (Languedoc) se unieron a la dinastía de los Merovingios, el último de ellos habría sido Dagoberto II, aun cuando la novela de Brown menciona que esta estirpe de Jesús seguiría en nuestros días bajo la protección de una sociedad secreta llamada el Priorato de Sión. La tercera leyenda sobre el Santo Grial es la más enigmática de todas, completamente diferente a las dos anteriores y la menos conocida de las tres. De acuerdo a la mitología Cátara el Santo Grial sería una gema, específicamente una esmeralda, la cual habría caído de la corona de Lucifer en el momento de su derrota y expulsión de los cielos. El primer y principal poeta del Grial fue Chrétien de Troyes, quien convivió con los Templarios, en el relato de Troyes se relata la historia de Percival y su búsqueda del Grial, leyenda que queda inconclusa a la muerte de Troyes y que retoma Wolfram Von Eschenbach, en cuyo extenso relato en verso sobre Percival desarrolla la Leyenda Luciferina de los Cátaros sobre el Grial. Sin embargo la leyenda inspirada en los Cátaros tiene matices mucho más intrigantes. Se inicia con la rebelión de Lucifer, hasta entonces el ángel preferido de D-os, el más bello y encargado de

custodiar el séptimo cielo y comandar a todo el ejército de ángeles. Lucifer se rebela junto con un tercio de los ángeles contra D-os, pierde la batalla y la esmeralda en su corona cae al romperse su corona, su luz deja de ser blanca y se vuelve rojiza, entonces es expulsado del cielo junto con los ángeles que lucharon a su lado. Fuera del Reino de los Cielos existían los cuatro elemento primigenios pero sin forma, aire, agua, tierra y fuego, Lucifer pide a D-os misericordia, promete reponer todo el daño causado, “Tenme paciencia, te lo devolveré todo” (Evangelio Apócrifo Cátaro del Pseudo Juan), D-os se apiada de su antes hijo predilecto y le da siete días para hacer lo que quiera con los elementos primigenios. Lucifer crea el mundo tal como lo conocemos, con su corona rota hace el Sol y la Luna, con las gemas las estrellas. También forma la Tierra, el cielo, las plantas, los peces, los animales y finalmente de barro moldea al hombre y a la mujer, quienes aún no tenían espíritu (conciencia), entonces los dos ángeles que comandaban el segundo y el tercer cielo sintieron curiosidad por ver lo que hacia Lucifer y pidieron permiso a D-os para visitar el universo material que su hermano mayor había creado, D-os se los concede con la advertencia de que no debían dormir durante su visita porque olvidarían el camino de retorno al Cielo, sin embargo Lucifer les infundió un profundo sueño y cuando despertaron estaban encarnados en Adán y Eva, de ellos Lucifer obtuvo todos los cuerpos necesarios para encarnar a todos los demás ángeles que habían caído con él y encarcelarlos en este universo material convertidos en hombres y mujeres. Estuvieron perdidos por mucho tiempo hasta que D-os, apiadándose de ellos envío a Jesús, el ángel que había ocupado el lugar de Lucifer al mando del Séptimo Cielo y del ejército de ángeles. Jesús nació de María pero sin cuerpo material, su apariencia fue un espejismo, por ser un “Ser de Luz” podía desobedecer las leyes del universo material de Lucifer, caminar sobre el agua y hacer todo tipo de milagros. Su mensaje fue incomprendido por el tema de la crucifixión, sin embargo algunos cristianos primitivos lo conservaron intacto para la posteridad, Jesús dejó la única ley del D-os verdadero, “El Amor a D-os por sobre todas las cosas y al prójimo como a si mismo”. También recuperó el Grial, la Esmeralda caída de la corona de Lucifer y se la entregó a la Magdalena y a José de Arimatéa. Desde entonces permanece oculto. Cumplida su misión Jesús retornó a D-os, desde entonces Lucifer busca recuperar el Grial para evitar que más ángeles caídos escapen de su cárcel material. Para los Cátaros, Jesús fue el primer Cátaro, ejemplo de vida cuyo mensaje fue incomprendido, Jesús no era la puerta al Reino de los Cielos de la manera en que la difundieron Pablo y sus otros discípulos, era mediante el ejemplo de vida que Jesús representaba que se podía romper la eterna reencarnación en el mundo material. EL GRIAL Y SUS IMPLICACIONES ESOTÉRICAS Si bien para los Cátaros la doctrina transmitida fue bastante simple, el hecho de difundirla llegó pronto a la Iglesia Católica que aplastó la Herejía Albigense con la Cruzada de Occitana en poco tiempo. Sin embargo en los registros del Santo Oficio solamente figuran las confesiones de los “Creyentes” bajo las interminables torturas, los “Puros” se suicidaron o murieron sin revelar ni sus rituales ni sus secretos, entre ellos la ubicación del Santo Grial. Los pocos sobrevivientes escaparon con ayuda de los Templarios ya que muchos de ellos venían de familias Cátaras. Así el

Santo Grial desapareció una vez más en la bruma del tiempo. Ecos del distante pasado medieval afirman que podría encontrarse en el Monasterio de Montserrat (Monte-aserrado), el cual se halla enclavado al norte de Catalunya, en un paraje montañoso, escarpado y singular, bajo la mirada de una excepcional Virgen Morena (la Morenatta). Sin embargo esta referencia al Grial como una gema de poder singular no es la única, además siempre estuvo ligada a un segundo objeto complementario del Santo Grial, la leyenda menciona que junto con la esmeralda cayó la espada de Lucifer, y esto marca una serie de objetos intrigantes relacionados a una gema preciosa y un báculo o una lanza. Se menciona en los tratados Herméticos que el Gran Hermes Trismegisto escribió su Tabla Esmeralda en la gema caída de la corona de Lucifer, es decir en el mismísimo Grial, recordemos que la Tabla Esmeraldina es la base sobre la cual se desarrolla posteriormente el Kybalion y va íntimamente ligada al Caduceo de Hermes, quien para los Helenos se convierte en Mercurio. Para los Alquimistas la Tabla Esmeralda fue la Piedra Filosofal, aquella capaz de convertir el plomo en oro, normalmente con la ayuda de una varita mágica. La mítica espada llamada Excalibur se hallaba incrustada en una piedra y poseía inmenso poder destinado a quien fuese capaz de retirarla, y de esto se rodeó la leyenda del Rey Arturo, los Caballeros de la Mesa Redonda y el mismo Parsifal de Von Eschenbach, quien visita tanto la Corte del Rey Arturo como el Castillo del Grial. También la versión oficial asocia al Cáliz Sagrado con la lanza del centurión Longinus, que atravesó el costado de Cristo para derramar su sangre. Y si vamos más atrás en el tiempo podríamos hablar de la roca del sacrificio de Abraham en el Monte Moria, muy ligado al cuchillo con el que pensaba sacrificar a Isaac, o a Moisés sosteniendo en una mano las Tablas de la Ley y en la otra su báculo. Esta imagen icónica de un objeto alargado (fálico) asociada a otro pétreo o un cuenco o recipiente (femenino) que lo recibe, es recurrente en los imaginarios esotéricos, y se repite con frecuencia probablemente en representación de la dualidad universal y los eternos complementarios. CONCLUSIONES La fascinación que produce en muchas personas el aspecto místico o esotérico que se asocia al Santo Grial ha desencadenado una búsqueda incesante del mismo en los parajes más recónditos del mundo. Recordemos que Hitler estuvo particularmente motivado por hallar los objetos místicos de la cristiandad pero sobre todo por dos de ellos, la Lanza de Longinus y el Santo Grial, esta obsesión lo llevó a enviar a sus agentes secretos por todo el mundo, uno de ellos fue Edmund Kiss, agente secreto de la SS que llegó hasta a Tiwanacu, y el mismo Otto Rahn, considerado el investigador más prolífico sobre los Cátaros, fue miembro del grupo élite del Fürer, la SS directamente bajo las ordenes de Heinrich Himmler. Como hemos visto, el Santo Grial ha sido interpretado de muchas maneras, pero sobre todo tiene dos características fundamentales que nos interesan por nuestras investigaciones masónicas en particular.

Primero, tradicionalmente se asume que el Santo Grial está escondido y muy bien resguardado por sus “Custodios”, a los cuales el mismo Grial escoge de acuerdo a la leyenda. Segundo, toda intención de asociar al Santo Grial con un objeto físico fue divulgada con una intención muy clara, esconder su verdadera naturaleza. En mi humilde opinión de H.·.A.·. he ahí el tan mentado “Secreto” del Grial y el inmenso poder que representa, por lo tanto cada uno deberá encontrar sus propias respuestas, o dicho de otro modo, cada uno deberá emprender su propia búsqueda del Santo Grial.

He cumplido V.·.M.·. S.·.F.·.U.·. v.·. de La Paz, 7 de julio de 2014 e.·.v.·.

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