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• Paco Rojas Rodríguez

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BALANCE DEL PENSAMIENTO MEDIEVAL (S. XIV). 2. EL RENACIMIENTO (SS. XV-XVI).

LA TRANSICIÓN DE LA EDAD MEDIA A LA EDAD MODERNA. 1. UN BALANCE DEL PENSAMIENTO MEDIEVAL: EL SIGLO XIV, LA CRISIS DE LA ESCOLÁSTICA. Las dos características predominantes que resumen las líneas generales de la filosofía medieval hasta el siglo XVI son el realismo (la confianza total en la existencia del mundo exterior al sujeto) y el intelectualismo (la realidad es racional o inteligible y, por lo tanto, susceptible de conocimiento racional). Estos dos rasgos principales alcanzaron, ya en la Antigüedad, su formulación más perfecta en la filosofía de Aristóteles. De ahí que, a partir del siglo XIII, Aristóteles fuera la máxima autoridad, que se extendía desde la Filosofía a las demás ciencias, sobre todo a la Física y la Astronomía. Pero tras este siglo de síntesis filosófica, dentro de la diversidad presente en él, el siglo XIV representa un momento de ruptura, más que de continuidad con el pasado. A partir de este siglo comienza un progresivo derrumbamiento del pensamiento medieval en todos los órdenes (religioso, político, económico, cultural y filosófico), hasta llegar al comienzo de la Edad Moderna. La crisis de la Escolástica en el siglo XIV lleva a cabo una ruptura con la tradición filosófica griega. Esta crisis se caracteriza por: 1º. La reclamación de una radical separación de la razón y de la fe; se resquebraja la síntesis razón-fe que significó el triunfo de la filosofía del tomismo. La filosofía de Duns Scoto y sobre todo la obra de Guillermo de Ockham significan la disolución de aquel equilibrio. 2º. Ockham sitúa el problema del conocimiento en el primer plano de la preocupación filosófica, antes que el problema del ser mantenido por toda la metafísica anterior. La intuición se convierte en el medio privilegiado de conocimiento, frente a la razón discursiva. 3º. La valoración de lo singular sustituye a la universalidad abstracta por la comunidad de rasgos entre objetos afines (nominalismo). Esto es, se niegan los universales y se le da prioridad al individuo concreto. Esta negación de las esencias, o universales, se basa en la afirmación de que éstas no son sino puros nombres. 4º. Se da paso a la lógica inductiva y anunciando el camino de la ciencia moderna, basada en la experiencia. Esta vuelta al empirismo, es decir, a la experiencia sensible como modo de acceso al conocimiento, permite superar el intelectualismo dominante (que valoraba la razón a sobre la experiencia). Experiencia y razón se consideran a partir de ahora igualmente importantes. 5º. Se impone el pragmatismo, es decir, la búsqueda de resultados apreciables del conocimiento que permitan una mejora de la calidad de vida. 6º. Por último, se aportan nuevos conceptos filosóficos (por ejemplo, el de “intencionalidad”). Así, la crisis de la Escolástica constituyó un preparación muy importante para el Renacimiento. 2. EL RENACIMIENTO (SIGLOS XV Y XVI). 2.1. Introducción. El largo período que va desde el siglo XIV al siglo XVII conlleva una serie de profundos reajustes sociales e intelectuales. En él se sitúan el final de la Edad Media y el comienzo de la Edad Moderna, a través del llamado Renacimiento. Es ésta época de reformadores. Los hechos históricos más relevantes de esta etapa podrían resumirse así: 

SOCIEDAD. Se caracteriza por el hundimiento del feudalismo y el triunfo del llamado “espíritu burgués”, el resurgimiento de la ciudad como centro de la vida económica y social, tras un período de “retracción” económica, y la ruptura del sistema organicista que prevaleció durante gran parte de la llamada “Edad Media”. Tres pilares fundamentales del Medioevo se conmueven: el Papado, con el destierro de Avignon y el Cisma de

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Occidente; el Imperio, que se descompone en multitud de Estados nacionales; y las Universidades, formándose centros académicos independientes de su obediencia. 

DESCUBRIMIENTOS E INVENTOS. La ampliación del horizonte geográfico (“descubrimiento” de América, viajes de los portugueses por África) crea problemas nuevos al romperse el marco de seguridad heredado. En el este de Europa, el ámbito cristiano se recorta tras la caída de Constantinopla (1453) en manos turcas. La llegada de los sabios bizantinos a Occidente procuró nuevos conocimientos. Inventos importantes: imprenta de Gutemberg (1445), brújula, pólvora.

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ECONOMÍA. Se caracteriza por la aparición de una burguesía capitalista (capitalismo mercantil, principalmente en las ciudades del Mar del Norte y de la Italia del Norte, con el surgimiento de nuevas estructuras como bancos e industrias) que ejerce un papel cada vez más preponderante en la sociedad y en la política. Banqueros como los Fugger sostienen con sus préstamos a emperadores como Carlos V. Surgen valores relacionados con esas estructuras: utilitarismo, individualismo, racionalismo.

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CULTURA. Este período aporta una serie de intentos de bosquejar una concepción de la realidad –Dios, Hombre, Mundo- que sin desmentir radicalmente la anterior, la modificase desde una perspectiva nueva, el antropocentrismo.

2.2. Rasgos característicos del Renacimiento. El Renacimiento es un momento histórico de ruptura con el pensamiento medieval que lleva a considerar a la Edad Media como una época oscura y de retraso de la Humanidad. Este prejuicio se mantendrá hasta bien entrado el siglo XIX, donde se instaurará una visión más acorde con una idealización coherente con el pensamiento idealista de dicho siglo. La Edad Media arrastrará el sambenito creado en el Renacimiento (el estereotipo de época supersticiosa y que no aporta nada a la Historia) hasta el siglo XX. Los principales rasgos característicos de esta etapa son: 1) Vuelta a los orígenes clásicos: La recuperación de la tradición clásica greco-latina lleva a la reivindicación del ideal clásico. Rasgos importantes de éste son: •

Humanismo. Redescubrimiento del interés por el ser humano que lleva a la reivindicación de su dignidad y su valía. Se pasa del teocentrismo medieval al antropocentrismo moderno (Ver más abajo I).

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Naturalismo. Redescubrimiento del interés por la Naturaleza y las explicaciones “naturalistas”. Se intenta olvidar lo sobrenatural. Nacimiento de una nueva ciencia (Ver III y IV).

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Escepticismo. El redescubrimiento del filósofo romano Sexto Empírico de tendencia escéptica pondrá de moda esta concepción durante los siglos XV y XVI, llegando su influencia hasta el siglo XVII (ver el tema de Descartes). Su representante más importante es Michel de Montaigne (ver III).

2) Secularización del pensamiento. Búsqueda de la autonomía del pensamiento y del individuo respecto de la Iglesia. Se hace una crítica de la jerarquía (Erasmo de Rotterdam) y, en consecuencia, se interpreta filológicamente la Biblia, abriéndose, con esta nueva libertad interpretativa, el camino a la Reforma religiosa del siglo XVI (ver II). I. EL HUMANISMO. El humanismo renacentista es una corriente de pensamiento que propugnando la restauración del clasicismo grecorromano, pretende ahondar en el concepto de hombre y en la valoración de todo lo humano, frente a la visión teocéntrica de la Edad Media y contra el sometimiento al criterio de autoridad. Florecen la literatura, las artes y una nueva filosofía política. El término humanitas, entre los romanos, era la paideia (cultura, civilización) de los griegos. En el Renacimiento se dan los siguientes hitos centrados en el ser humano: 

Los studia humanitatis sustituyeron al trivium medieval. Se hace especial hincapié en las lenguas clásicas –griego, latín, hebreo- y la literatura antigua –textos clásicos-.

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Revalorización del ser humano y de su medio, la ciudad (civitas, de donde ciudadano) humana, en contra de la visión negativa y pesimista de la Edad Media (“el valle de lágrimas”). Pico Della Mirandola (1463 –1494): “Discurso sobre la dignidad humana”.

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Aparición de una nueva moral, cuyo motor es el placer (hedonismo). Lorenzo Valla (1407 – 1457).

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Aparición de un nuevo arte -con acento en los elementos formales y descubrimiento de la perspectiva- y una nueva poesía, seculares e independientes.

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Aparición de un nuevo modelo humano: ya no es el caballero medieval, sino el hombre total.

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Recuperación del lenguaje:  A través de la crítica: el mal uso de la palabra lleva al desconocimiento de la realidad.  A través de las traducciones (revisión de las Sagradas Escrituras a la luz de la nueva mentalidad). Se desarrolla una filología, basada en una crítica metódica, como instrumento del conocimiento histórico (L. Valla fundó la gramática y la critica histórica).  Abandono de la terminología purista medieval, valorando la circunstancia, la historia (ejemplo: la invención del término “edad media”).

La expansión del humanismo contó con el invento de la imprenta, que facilita la circulación de los libros. Además, los humanistas mantuvieron intercambios permanentes entre ellos. Contaron con centros de enseñanza, e incluso algunas universidades (como la de Viena) se pasaron íntegramente a sus filas. II. LA REFORMA PROTESTANTE. El siglo XVI fue una época de acrecentamiento de la sensibilidad religiosa. Ya desde mucho antes fermentaban en toda Europa corrientes de carácter espiritualista y deseos de reforma de la Iglesia y vuelta a los orígenes. También los humanistas (Erasmo de Rotterdam) habían criticado a la Iglesia. La Reforma protestante es el movimiento religioso de búsqueda de la pureza espiritualista, de vuelta a los orígenes del mensaje cristiano, y lucha contra la corrupción de la Iglesia de Roma (indulgencias, bulas). Fue puesto en marcha por Lutero, Calvino, Zwinglio, y otros. Supuso la ruptura del monopolio religioso ejercido por el cristianismo romano. Con su fuerte presión sobre las estructuras políticas y morales de la sociedad occidental, la nueva forma de vida cristiana propugnada por la Reforma impuso la independencia de la vida ético-religiosa frente a toda metafísica y a todo ordenamiento eclesiástico (creación de un ámbito civil separado del eclesiástico y relación directa del individuo con Dios, sin intermediarios religiosos). Un teísmo religioso universal fue desarrollado por Erasmo de Rotterdam, que valoraba ante todo la tolerancia para con los que no son de la misma ortodoxia. En las Iglesias reformadas el impulso más fuerte del movimiento espiritual arrancó del principio de comunidad. De la unión del espíritu reformado y de la concepción de la vida política que inspiró la filosofía estoica y la jurisprudencia romana, surgió en los Países Bajos la filosofía de Hugo Grocio (ver III), y en Inglaterra llegó a dominar la doctrina de la soberanía popular bajo la influencia de los independientes, siendo así que hasta entonces no había sido más que una teoría erudita particular. La Reforma aún tuvo más amplias repercusiones políticas (apoyo a los príncipes alemanes; oposición al emperador Carlos V; el rey de Inglaterra como cabeza de la Iglesia anglicana) y sociales (guerra de los campesinos en Alemania: Thomas Münzer y su rebelión comunista), y provoca continuos conflictos (guerra contra los hugonotes en Francia, división confesional en los Países Bajos, etc.).

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Como reacción del catolicismo, se produjo la Contrarreforma (Concilio de Trento, 1545 – 1563) y la fundación de la Compañía de Jesús (1534) consiguieron conservar para el catolicismo romano los países del sur de Europa. III. EL PENSAMIENTO FILOSÓFICO. Con esta renovación de la Antigüedad se restauran los diversos sistemas antiguos según la relación que guardan con los impulsos y necesidades de la época. A.

Hay una renovación de las escuelas filosóficas de la Antigüedad. •

Cosme de Médicis fundó en Florencia la Academia platónica, en la cual enseñó Marsilio Ficino (1433 –1479), que tradujo a Platón y al neoplatónico Plotino. Con él y el humanista Pico della Mirandola (1463-1494), éste más místico, Florencia se convierte en la sede del platonismo renacentista.

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En conexión con los estudios de la ciencia natural descriptiva y comparada dominó en Padua la escuela aristotélica, primero con dirección averroísta, más tarde bajo la de Piero Pomponazzi (1462-1525).

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En los Países Bajos, Hugo Grocio renueva el estoicismo en conexión con la ética y la ciencia política.

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También hay impugnadores de Aristóteles, como el valenciano Luis Vives (14921540).

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Y escépticos, como Michel de Montaigne (1533-1592), Charron (1541-1603) o el español Francisco Sánchez (1561-1632); toda una serie de escépticos hasta llegar a Pedro Bayle (1647-1706); este escepticismo prepara la Ilustración y constituye el fondo de donde emerge la filosofía del francés Descartes.

B. Hay también un inicio de una filosofía natural vinculada a la nueva ciencia del mundo exterior (ver IV). •

Con Nicolás de Cusa (1401-1464) se amalgama la filosofía occidental con la árabe y con el Renacimiento griego. Es un iniciador de la nueva época y en él encontramos los conceptos fundamentales de la nueva visión panteísta del mundo: la infinitud de Dios, y la coincidencia en Él de los antagonismos que el mundo contiene.

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Giordano Bruno (1548-1600) es el filósofo clásico del Renacimiento. Propone una visión panteísta del Universo y postula la infinitud de éste. Amplia la visión heliocentrista de Copérnico echando mano de la teoría de Lucrecio (un seguidor romano de Demócrito el atomista) acerca de la pluralidad de mundos homogéneos y cambiantes.

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También tuvo lugar una renovación del atomismo antiguo y la formación de sistemas corpusculares independientes. Se originó el afán de poderse imaginar los cambios de la materia que se ofrecían en hechos como la condensación y la rarefacción y las combinaciones químicas. Este movimiento comienza simultáneamente en diferentes naciones (un renovador del atomismo epicúreo, Pierre Gassendi –1592 a 1652- será adversario de Descartes en París).

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Francis Bacon (1561-1626) defiende el carácter práctico de la ciencia nueva que debe actuar como un instrumento para la acción humana. Propondrá como método científico la inducción, que parte de la observación empírica, formula hipótesis y, una vez verificadas, permite formular una ley de valor universal. Denunció los ídolos (impedimentos contra los cuales debe luchar la ciencia) como prejuicios interesados de los hombres e hizo una crítica de las filosofías anteriores que frenaron la ciencia experimental.

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C. Hay un inicio de una filosofía de la sociedad. •

Nicolás Maquiavelo (1469-1527), autor de El príncipe, estudia las relaciones de poder en la sociedad renacentista y basa la legitimidad del príncipe en la persuasión y la fuerza.

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Tomás Moro (1480-1535) escribe su Utopía en la que reclama tolerancia e igualdad de la propiedad.

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Hugo Grocio (1583-1641), basándose en el humanismo de la época y el estoicismo romano, establece un sistema de derecho natural con pretensiones universales.

IV. LA CIENCIA MODERNA. Toma como punta de lanza a la astronomía. Está influida por la técnica (relojes) y las matemáticas. Busca propiedades mensurables y rechaza las cualidades esenciales. Copérnico, Kepler, Galileo, Bacon, y más tarde, Newton, trastocan la concepción geostática y geocéntrica del mundo, la perfección y trascendentalidad de las esferas celestes, el sistema aristotélicoptolemaico, diseñando y haciendo fecundo el método experimental. Se dan tres períodos: 

Período inicial, primera mitad del siglo XVI: Nicolás Copérnico (1473 – 1543). Este monje polaco, interesado en la astronomía, aunque mantiene postulados correspondientes al sistema de Ptolomeo –el movimiento uniforme y circular, la existencia de las esferas celestes-, inicia con su obra De revolutionibus orbium coelestium una nueva ciencia sobre los astros, cuyas innovaciones principales fueron: el heliocentrismo, el triple movimiento de la Tierra y el inconmensurable tamaño del universo.

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Período intermedio, de consolidación , final del siglo XVI y primera parte del XVII: Johannes Kepler y Galileo Galilei. Kepler (1571 - 1630), alemán, avanza en la consolidación de la ciencia astronómica, ayudado por las matemáticas. Formula sus tres famosas leyes sobre el sistema solar y el movimiento de los planetas: sus órbitas no son circulares, sino elípticas, con el Sol en uno de sus focos; la velocidad de los planetas no es uniforme, sino uniformemente acelerada en proporción a su distancia del Sol, barriendo áreas iguales en tiempos iguales. Se refuta la viejísima creencia en el movimiento circular, se reafirma el descentramiento e inmovilidad del planeta Tierra, se eliminan los recursos geométricos de Ptolomeo para explicar y predecir los movimientos aparentes de los planetas, y queda abierta la imagen del mundo de la modernidad: un maravilloso mecanismo de relojería, regido por leyes inmutables y extrínsecas a los cuerpos. Galileo (1564–1642), italiano, perseguido por los tribunales pontificios del Papa, consolida definitivamente la ciencia moderna, insistiendo en la matematización de los descubrimientos científicos, atacando el sistema aristotélico-ptolemaico punto por punto, en astronomía (los cuerpos celestes no son perfectos ni inalterables; el universo no tiene por qué ser finito, etc.), en física (distinguiendo entre el movimiento uniforme, el movimiento en caída libre o movimiento uniformemente acelerado, el movimiento de los proyectiles,...), y en la puesta apunto del método científico, “resolutivo-compositivo” o hipotético-deductivo, que rechaza el criterio de autoridad, proclama la observación rigurosa de los fenómenos de la naturaleza, establece la repetición de experiencias para separar lo esencial de lo accidental, postula la formulación de hipótesis que deben ser corroboradas por los hechos (experimento), llegando a leyes científicas que deben formularse matemáticamente.

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Período de sistematización: Isaac Newton (1642 – 1727), inglés, uno de los más importantes científicos de todos los tiempos, descubre la ley de la gravitación universal, establece las bases de la física moderna y señala las trece fases del método científico, perfeccionando el método de Galileo.

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