El Placer de Servir

EL PLACER DE SERVIR Toda naturaleza es un anhelo de servicio. Sirve la nube, sirve el viento, sirve el surco. Donde hay

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EL PLACER DE SERVIR

Toda naturaleza es un anhelo de servicio. Sirve la nube, sirve el viento, sirve el surco. Donde haya un árbol que plantar, plántalo tú; Donde haya un error que enmendar, enmiéndalo tú; Donde haya un esfuerzo que todos esquivan, acéptalo tú. Sé el que aparta la piedra del camino, el odio entre los corazones y las dificultades del problema. Hay una alegría del ser sano y la de ser justo, pero hay, sobre todo, la hermosa, la inmensa alegría de servir. Qué triste sería el mundo si todo estuviera hecho, si no hubiera un rosal que plantar, una empresa que emprender. Que no te llamen solamente los trabajos fáciles Es tan bello hacer lo que otros esquivan! Pero no caigas en el error de que sólo se hace mérito con los grandes trabajos; hay pequeños servicios que son buenos servicios: ordenar una mesa, ordenar unos libros, peinar una niña. Aquel que critica, éste es el que destruye, tu sé el que sirve. El servir no es faena de seres inferiores. Dios que da el fruto y la luz, sirve. Pudiera llamarse así: "El que Sirve". Y tiene sus ojos fijos en nuestras manos y nos pregunta cada día: ¿Serviste hoy? ¿A quién? ¿Al árbol, a tu amigo, a tu madre?.

GABRIELA MISTRAL.

Gabriela Mistral (1889-1957) Nacida en Vicuña, la maestra de escuela Lucila Godoy Alcayaga llegaría a convertirse en una de las más relevantes figuras de la literatura universal. Galardonada en 1945 con el Premio Nobel, su vida, su pensamiento social, político y su obra continúan siendo objeto de estudio y de controversia. Gabriela Mistral fue una de las poetas más notables de la literatura chilena e hispanoamericana. Se le considera una de las principales referentes de la poesía femenina universal y por su obra obtuvo en 1945 el primer Premio Nobel de Literatura para un autor latinoamericano. Nació el 7 de Abril de 1889 en Vicuña, ciudad nortina situada en el cálido Valle del Elqui, "entre treinta cerros" como ella misma gustaba de recordar. Fue bautizada como Lucila de María Godoy Alcayaga, según consta en los registros parroquiales de su ciudad natal. Su familia era de origen modesto. Sus padres fueron un profesor, Juan Jerónimo Godoy Villanueva, y una modista, Petronila Alcayaga Rojas.

En 1910 se trasladó a Santiago, donde trabajó en la Escuela de Barranca y aprobó los exámenes especiales en la Escuela Normal de Preceptores. A partir de ese momento empezó a trabajar en distintas escuelas alrededor del país, como las de las ciudades de Traiguén, Punta Arenas, Antofagasta y Temuco. En esta última conoció al joven Neftalí Reyes Basoalto (Pablo Neruda), a quien introdujo en la literatura rusa.

A comienzos de la década de 1920 Gabriela Mistral residía en México. En aquel país vio la luzLecturas para mujeres, publicado por la Secretaria de Educación Mexicana con un tiraje de 20 mil ejemplares. Lecturas para mujeres consistió en una selección de

prosas y poesías de escritores latinoamericanos y europeos reunidos por Gabriela Mistral, dedicados a la educación de las niñas. La poetisa incorporó textos inéditos suyos en esta obra, pensando particularmente en la enseñanza de niñas que asistían a una pequeña "escuela-hogar" en México, cuyo nombre era precisamente "Gabriela Mistral". Gabriela intuía que, desde un punto de vista pedagógico, era necesario distinguir entre la educación para niños y niñas. Estas últimas percibían de una forma distinta las letras y humanidades despertando en ellas sensaciones y conocimientos desiguales. Según la poetisa Lecturas para Mujeres era una invitación para aproximar a las niñas a la literatura, género al que difícilmente en los programas vigentes de la época tendrían acceso. Lecturas para mujeres fue organizado por medio de tres secciones: "Hogar", "Motivos Espirituales" y "Naturaleza". Mistral nunca ocultó su preferencia por la primera sección de la obra: "Hogar", que abordaba temas vinculados con el sentido de la maternidad y la familia. Ideas que inspiraron continuamente sus escritos y que tendrían un lugar especial en su historia personal. En la Introducción del texto ella misma confesó que había sido "... faena gozosa reunirle estas Lecturas en, las cuales la primera sección, hecha con más cariño que ninguna, está destinada a robustecer ese espíritu de familia ennoblecedor de la vida entera y que ha vuelto grandes a los pueblos mejores de la Tierra" (Mistral, Gabriela. Introducción a "Estas Lecturas para mujeres", p. 10). Ver más

Durante la década de 1930 Gabriela Mistral dictó numerosas conferencias y clases en Estados Unidos, Centro América y Europa.

En 1932 inició su carrera consular en Génova, Italia, pero que finalmente no logró ejercer al declararse abiertamente en oposición al fascismo. Hacia 1938 retornó a América Latina coronando este regresó con la publicación de Tala, libro editado en Buenos Aires a instancia de su amiga Victoria Ocampo. Posteriormente regresó a Estados Unidos con el respaldo de la Unión Panamericana.

n 1945 la Académica Sueca galardonó finalmente a Gabriela Mistral con el Premio Nobel de Literatura, premio que recibió el 10 de diciembre de aquel año. Años después de este reconocimiento de carácter universal en Chile se le otorgó el Premio Nacional de Literatura en 1951. Galardón que viene coronado a nivel nacional en 1954 con Lagar, que corresponde al primer libro de toda su producción publicado en Chile antes que en el extranjero El 10 de enero de 1957, luego de padecer y luchar largamente con un cáncer al páncreas, Gabriela Mistral falleció en el Hospital de Hemsptead, en Nueva York. De manera póstuma aparecieron libros que reunieron parte de sus prosas, rondas, cantos, oraciones y poemas, como Motivos de San Francisco en 1965, Poema de Chile en 1967 y Lagar II, entre otros. El Archivo del Escritor de la Biblioteca Nacional de Chile conserva actualmente el más importante fondo documental dedicado a su legado, compuesto por 563 piezas, que incluyen manuscritos, epistolarios, fotografías y otros documentos privados.

Nace en Vicuña y a los pocos días su familia se traslada a Pisco Elqui. Tres años más tarde, su padre abandona el hogar, y Gabriela entonces aún Lucila Godoy Alcayaga parte entonces con su madre a Montegrande, pequeño poblado del valle del Elqui, a vivir con su medio hermana, Emelinda Molina. Allí transcurre su infancia, fuertemente determinada por su entorno natural, y por las enseñanzas y la influencia de su hermana, quien ejerce como maestra rural. A los 11 años, es enviada a estudiar a Vicuña, pero rápidamente abandona la escuela, acusada injustamente de robar papel y hostigada por sus compañeras. Con esa experiencia concluyen sus estudios formales y, en adelante, toda su formación será autodidacta. Muy tempranamente, se dedica a las dos actividades que la ocuparían intensamente a lo largo de su vida: la enseñanza y la literatura. A los 14 años comienza a trabajar como maestra en una escuela de Compañía Baja, pequeño poblado de la cuarta región. Al año siguiente, publica sus primeros poemas y textos en prosa en el periódico Coquimbo, de La Serena. Se inicia, de ese modo, no sólo su carrera como escritora, sino también una vinculación con la prensa escrita que tendría larga duración. En 1905 ingresa a la Escuela Normal de La Serena, con el objetivo de obtener el título de maestra primaria, pero es expulsada, pues las ideas expuestas en sus escritos son consideradas ateas y liberales. Continúa trabajando en escuelas de la cuarta región, y en 1910 rinde en Santiago los exámenes que le confieren el título de maestra primaria. Prosigue entonces su vida itinerante, desempeñándose en Traiguén (1910), Antofagasta (1911) y luego en Los Andes (1912), donde finalmente se establece durante cinco años. Allí, continúa escribiendo y colaborando abundantemente con la prensa. En 1913, un poema y un cuento suyos son publicados en Paris, en una revista editada por Rubén Darío. En 1914, obtiene el primer lugar de los Juegos Florales de Poesía con "Los sonetos de la muerte", importante concurso de la época, con el que se consagra definitivamente su fama y su seudónimo literario, Gabriela Mistral. Al año siguiente, la obra es publicada por la revista Zig-Zag. En 1916, aún en Los Andes, conoce a Pedro Aguirre Cerda, futuro Presidente de la República, quien se vuelve su amigo y protector. Al año siguiente, escribe

cuentos y poemas para textos de enseñanza escolar (el famoso Piececitos, entre ellos) y es incluida en la primera antología de poesía chilena, Selva lírica. En 1918, instada por Aguirre Cerda, entonces ministro de Instrucción Pública, parte a Punta Arenas para asumir como directora del Liceo de Niñas de esa ciudad. Allí escribe poemas que formarán parte de su primer libro, "Desolación". En 1920 asume como directora del Liceo de Niñas de Temuco, ciudad donde conoce e incentiva al entonces estudiante Pablo Neruda. Luego de un año, parte a Santiago, asumiendo el que sería su último puesto en Chile, como directora del recién fundado Liceo de Niñas N 6. En 1922, el gobierno de México la invita a colaborar con actividades ligadas a la educación, labor que desempeña con gran dedicación durante dos años. En el mismo año de 1922, la primera edición de "Desolación", su primer libro, se publicada en Estados Unidos. En 1924, viaja por Estados Unidos y Europa, y publica en España su segundo libro, "Ternura". De regreso a Chile, pasa por distintos países latinoamericanos, donde le rinden homenaje. En 1926 comienza su carrera diplomática. Entre 1926 y 1930, reside en Francia, desempeñándose como consejera y delegada en el Instituto Internacional de Cooperación Intelectual (Paris). En ese periodo, se dedica intensamente a la escritura de artículos periodísticos, actividad que le provee de gran parte de su sustento, postergando la creación poética. Buena parte de esos textos conformarían más tarde el libro "Recados". Durante esos años, participa también en diversos congresos sobre la infancia y la educación. En 1929 es hondamente afectada por la muerte de su madre, hecho que se manifiesta en algunos de sus poemas más intensos, publicados más tarde en su libro "Tala". En 1930 enseña como profesora invitada en Barnard College, Estados Unidos, y en 1933 en la Universidad de Puerto Rico. Ese mismo año se inician sus actividades como cónsul de Chile: en 1933 asume en Madrid y, en 1935, luego de ser nombrada cónsul vitalicio por el gobierno chileno, parte a Lisboa. Entre 1937 y 1938 viaja por Brasil, Uruguay y Argentina, donde realiza charlas y lecturas de poesía, y finalmente regresa a Chile, siendo recibida con homenajes. En 1938 publica su tercera obra, "Tala", en Buenos Aires. En 1939 ejerce como cónsul en Italia y, entre 1940 y 1945, en Brasil, periodo en que continúa colaborando intensamente con artículos para medios de prensa latinoamericanos. En 1943, es fuertemente abatida por el suicidio de su sobrino Yin Yin (Miguel Ángel Godoy), a quien había criado desde los 4 años de edad. Recibe el Premio Nobel de Literatura en 1945. Al año siguiente, es invitada

oficialmente por distintos países europeos, donde recibe reconocimientos como la condecoración de Caballero de la Legión de Honor (Francia) y el título de doctor honoris causa de la Universidad de Florencia. A partir de ese año, se desempeña sucesivamente como Cónsul en Los Ángeles, USA (1946), México (1948), Nápoles (1949) y Nueva York (1952). A lo largo de esos años, realiza numerosas conferencias y actos públicos en diversos lugares, y comienza a trabajar en su obra "Poema de Chile". En 1951, recibe el Premio Nacional de Literatura, y en 1954 visita el país tras 16 años de ausencia. Ese mismo año, por primera vez una obra suya, "Lagar", es publicada originalmente en Chile. En los años siguientes, es invitada de honor en actos de las Naciones Unidas y de la Asociación Panamericana de Mujeres. En 1956 enferma de cáncer al páncreas, y muere al año siguiente en Nueva York. Cumpliendo con su voluntad testamentaria, sus restos fueron trasladados a Montegrande en 1960.