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• Javiera Andrea Cornejo Andrades

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Alumna: Javiera Cornejo Andrades Curso: 3ºB

El mundo y los estereotipos “Para comprender el mundo necesitamos usar estereotipos”. ¿En qué medida está de acuerdo con esta afirmación? Haga referencia a dos áreas de conocimiento. Antes que todo, debo definir qué es un estereotipo. Según la RAE, un estereotipo es una “imagen o idea aceptada comúnmente por un grupo o sociedad con carácter inmutable”. Esto quiere decir entonces, que los estereotipos son las impresiones personales sobre el otro, sin tener un conocimiento previo de cada individuo, ya que al ser una idea o imagen aceptada por un grupo, cada persona va fundamentando una clasificación o generalización sobre los seres humanos que cumplen con determinadas características, por ejemplo, en los comerciales de televisión al promocionar detergente para lavar, siempre se utiliza a una mujer como su promotora, interpretándose así, que la limpieza es una labor exclusiva de la mujer, pero que sin embargo, en la práctica no siempre se cumple esta regla. Las personas a su vez tienen su particularidad, algo que nos diferencia a todos. Son estas particularidades, las que a simple vista, nos permiten establecer un juicio respecto dicha persona, una opinión sobre ella, basándonos en actitudes, en comportamientos, en su forma de actuar y en la manera que afronta diversas situaciones de su diario vivir o incluso en cómo se viste. Estas observaciones, que podemos encontrar en una persona, a su vez pueden estar presentes en otras, estableciendo así una comparación o más bien una clasificación, que sería el denominado estereotipo.

¿Son entonces necesarios para comprender el mundo?, en alguna medida necesitamos de éstos para hacernos una idea sobre alguien o algo, pues eso despierta curiosidad y el deseo del saber en el ser humano, además tienen un efecto positivo para ciertas situaciones, por ejemplo, existía hace unos 20 años el estigma u estereotipo, de que las mujeres conducen mal y que hoy en día hay muchas mujeres que conducen incluso mejor que un hombre. En el arte, los estereotipos están muy arraigados a sí mismo, entre los cuales están los desfiles de moda. Éstos deben tener un patrón en lo que respecta a las modelos (no cualquiera puede ser una), tienen un prototipo de belleza que deben seguir para poder ser aceptadas, por lo tanto en ese contexto, es estereotipo tiene un efecto negativo, pues se entiende por modelo una mujer extremadamente delgada y alta (un patrón de belleza). Pero, por otro lado, ese esquema fue desacreditado con la tendencia de modelos extra-grande, con la llegada de la famosa “Barbie real” que reflejan, en gran medida el canon de belleza estándar de las mujeres, alrededor del mundo o al menos una mirada aún más real del cuerpo y belleza de una mujer. Sin embargo, son precisamente las modelos prácticamente anoréxicas, las que más peso tienen en el mundo de la moda y las más cotizadas, de hecho, los bocetos o “figurín de moda” de los diseñadores, plasmas sus creaciones en el dibujo de una mujer extremadamente menuda, pues sólo así se lograría lucir el traje y que a pesar de los perjuicios que esto puede traer en la salud tanto física como mental de esta “mujer molde, base y arquetipo”, no tiene mayor valoración que el sentir la admiración de jovencitas que las toman por ejemplo a seguir. En esta área entonces, de las artes, los estereotipos están fuertemente presentes, y personalmente, no necesito ese estereotipo de belleza para comprender al mundo, pues sé que hay (y me incluyo) muchas mujeres que escapamos de los requerimientos de un diseñador para vestir sus costosos trajes, la mayoría somos de baja estatura y de complexión gruesa, nuestros pasados étnicos también influyen en nuestros rasgos, por lo que no todos somos modelos y es el mundo entonces, el que debiese comprendernos a nosotros. Los estereotipos también puedo encontrarlos en la historia. Me voy a referir a la segunda guerra, en particular a los alemanes y su difícil pasantía en este período histórico. Pero para entender bien mi punto respecto a la historia, debo explicar primero algo que está relacionado: los prejuicios. Estereotipo y prejuicio van de la mano, pues los estereotipos influyen en los prejuicios (entiéndase por prejuicio, la idea negativa que se tiene de una persona o situación), y a modo de consecuencia, se recae en una discriminación. Ahora entonces, puedo retomar mi punto con respecto a historia como área del conocimiento y como están presentes en ella, los prototipos.

Los alemanes durante la segunda guerra mundial, pasaron por una situación bastante sobrecogedora que no deja indiferente a nadie: el nazismo, su política antisemita y sobre todo su responsabilidad en el caos. Como consecuencia de ello, Europa en general

vio

a

Alemania

con

malos

ojos,

incluso

actualmente

son

“pseudodiscriminados” y poco aceptados socialmente, debido a los resentimientos de la post-guerra (en especial los roces con los franceses posterior a la guerra francoprusiana). Se tiene entonces a un alemán responsable de la guerra y avergonzado de sus antepasados, sobre todo con la política antisemita, ya que a pesar que Stalin asesinó muchos más judíos que Hitler, el tener más evidencia de las aberraciones alemanas, les atribuye una responsabilidad demasiado marcada hace ya bastantes años, no obstante y paradójicamente, sí hubo alemanes en contra de los abusos y hoy, a los ojos del mundo, Alemania tiene una situación económica mucho mejor que pudo tener jamás, está muy preocupada de sí, reunificando a sus habitantes (recordar Alemania federal y democrática), desestimando el estigma de un país agresivo, dominante, sabelotodo y egocéntrico. Aquí, en este contexto histórico yo estoy demasiado a favor de los estereotipos, pues me producen una inquietud respecto a la veracidad del supuesto “alemán humillado” y necesito de una idea sesgada para inmiscuirme en el tema y resaltar puntos en contra del tipo de persona que habita dicho país. Para finalizar entonces, creo que los estereotipos al seguir una sola línea, son ideas demasiado simples y superficiales para ciertas áreas, como el arte, pero que abarcan mayor profundidad en otras, como historia. Se necesita tener un gran poder de convicción al traspasar esa concepción a otro para que tenga validez e importancia dentro de un grupo, no son malos en sí, sino que las interpretaciones definen su validez (como yo los interpreté en historia y artes) y no se dan de la nada, sino por precisamente descifrar su contexto y su implicancia dentro del conocimiento, su validez en el mundo y si son necesarios. Que el mundo deba comprenderse, no necesariamente se debe recurrir a estereotipos, sin embargo, sin ellos el ser humano no tendría una idea fundada como propia sobre alguien más y el milagro que se produce cuando nos damos cuenta que alguien no es como lo esperábamos es simplemente maravilloso, nos hace recordar lo poco significativos para el mundo y que a pesar de todo, buscamos entenderlo usando un recurso tan humano como los estereotipos.