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• Oswaldo Ramos

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El modelo neoliberal Mexicano El modelo de sustitución de importaciones en México a finales de la década de los setentas, tuvo una gran crisis estructural y de regulación; recordando que el modelo de sustitución de importaciones tenía el objetivo de reducir la dependencia del país respecto de lo exterior, así como el crecimiento industrial mediante nuevas industrias lo cual propiciaría una tasa de crecimiento en el sector industrial. Fue una crisis estructural porque afecto al sistema en su conjunto al reducir las tasas de ganancias y dejar de asegurar la reproducción del capital; y de regulación porque los aparatos gubernamentales se mostraron incapaces para detener la caída de la tasa de ganancias. Al principio de los años ochenta el sistema estatista aquellos hombre que creen tener el derecho a forzar, coaccionar, esclavizar, robar y asesinar a otros; se convirtió en una verdadera revuelta ideológica ya que surgieron del propio aparato gubernamental. Las reformas económicas de los gobiernos neoliberales se divide en 3 subgrupos que son los siguientes: Planes: Plan de inmediato de Reordenación Económica (PIRE), MDLM (1983), El Plan Nacional de desarrollo de los periodos, 1983-1988, 1989-1994, 19952000. Programas: Reconversión Industrial MDLM, Emergencia económica EZP, Pactos Sociales como el Pacto de Solidaridad Económica (PSE), Plan para la Estabilidad y el Crecimiento Económico (PECE), CSG y el Pacto para el Bienestar, la Estabilidad, y el Crecimiento Económico , CSG. Y por último los programas sociales “Programa Nacional de Solidaridad (PRONASOL) y el Programa para el Campo (PROCAMPO). Acuerdos Internacionales: Acuerdo general sobre Aranceles y Comercio (GATT) y el Tratado Libre de Comercio de América del Norte. (TLC). En este proceso estaba involucrado la economía mexicana durante la era Neoliberal. Pero el reflejo de los hechos fue hasta el sexenio de Miguel de la Madrid (1982-1988) cuando se inicie el proceso de ajuste estructural de orientación del mercado, se apresuró durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari y de manera empecinada con Ernesto Cedillo y concluir con Vicente Fox Quezada. La ruptura: el gobierno de Miguel de la Madrid Hurtado Miguel de la Madrid en su campaña electoral propuso cambiar la imagen del gobierno mexicano y de la política económica sustentada en la creciente intervención de los aparatos estatales. Pero es necesario recalcar que en su tesis sobresalía el cambio estructural que significaba un cambio en la disminución y control del gasto público, reducción del déficit transparencia en el

manejo de fondos públicos; así como la apertura de la economía y la renovación moral. Pero en el año 1983 en el momento de que Miguel de la Madrid asume la presidencia anuncia al pueblo la necesidad de modernizar al país, la consigna fue la renovación moral, con ello se terminaría el Estado Patrimonialista y corrupto que había sido por mucho tiempo. Por consiguiente Adelgazar al estado se convirtió en la nueva obsesión, así pues comienza la privatización de la banca, se impulsa la destrucción del sector público mediante la venta, cierre y liquidación del sector paraestatal “gracias a ello se desincorporaron 724 entidades”. (Bautista,199: 50-51). Por lo tanto la apertura de la economía se vio forzada a iniciarse de manera agresiva nos dice el autor después de un intento fallido durante el gobierno de López Portillo. Hasta el año 1985 México inicio las negociaciones formales. Programa Inmediato de Reordenación Económica (PIRE) Este programa lo puso en práctica Miguel de la Madrid desde su toma de posesión, con el buscaba combatir la inflación, mejorar el empleo y reordenar las bases del desarrollo dinámico. En el discurso de toma de posesión, expuso los puntos en qué consistía el programa, donde hablaba de parar el crecimiento del gasto público, mejorar el empleo, reforzamiento de normas, aumento de los ingresos públicos, cambios de administración, entre otras. La primera acción de este programa fue reducir el gasto público y aumentar las tasas impositivas, buscando una reducción del déficit primario y del operacional. En los próximos tres años se logró una estabilidad de la inflación. Sin embargo, el PIRE fracaso en su intención principal, que era recuperar el crecimiento económico y la normalidad de precios. Cuando aplico la reducción del gasto público afecto el gasto destinado a la inversión y esta tuvo una caída en 1983 y los dos años siguientes no tuvo un crecimiento nada notorio, creciendo así el índice inflacionario a más del 100 por ciento. Por último, las demás estrategias no funcionaron, lograr el crecimiento sostenido, de hecho, solo incrementaron el desempleo, causando el empobrecimiento de la población, trayendo la caída de los salarios reales y no lograron la reactivación de la economía. Después la estrategia propuesta por Carlos Salinas causo mucha inconformidad, por lo que surgieron ideas contrarias formando la corriente democrática, quien se opuso a esta estrategia económica y, además, a la falta de democracia en el partido. Pero a pesar de estas manifestaciones de inconformismo Miguel de la Madrid y sus grupos se impusieron con más fuerza. Pero en 1986 la reestructuración de la economía estadounidense que comenzó a finales de 1985, la disminución de petroprecios y de materias primas, y el poco ahorro externo, provocaron una caída de 3.5% del PIB y una inflación de más del 106 por ciento, haciendo relucir que el PIRE había fracasado.

Programa de Aliento y Crecimiento (PAC) Con la mala situación que vivían los países dependientes, en 1986 Estados unidos junto con los organismos financieros tomaron cartas en el asunto y en la Reunión Anual de Gobernadores, el Banco Mundial y el Fondo Monetario internacional propusieron (James Baker, Tesorero Norteamericano) un plan de mejor financiamiento hacia los países deudores, contando con 2º mil millones de dólares para esos países que tuvieran recursos para crecer, en el caso de México, se contaba con el petróleo. A esta propuesta se le llamo el “Plan Baker” que en México fue llamada Programa de Aliento y crecimiento. Este programa contenía algunas medidas con las que el gobierno pretendía combatir la crisis. Fue concertado al FMI junto con una Carta de Intención hecha por el gobierno mexicano, donde se pedía obtener recursos y otros apoyos para continuar con las reformas estructurales.