El Masaje Sensual

El masaje sensual… & …la relación de pareja “Si tu amor hacia otra persona, ha sido inversamente proporcional a tu baja

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El masaje sensual… & …la relación de pareja

“Si tu amor hacia otra persona, ha sido inversamente proporcional a tu baja autoestima, entonces y solo entonces podéis decir que habéis amado…” Alex Porras

Elaborado por: Alex Porras Curso:

Auxiliar de Spa y terapias manuales para el sector hotelero

Fecha:

Miércoles, 20 de abril del 2011

Introducción El masaje no es solo algo relajante, sino que puede constituir una curación completa. Sus beneficios sobre la salud son numerosos, ayuda al organismo a fortalecerse y a luchar con mayor eficacia contra las enfermedades. Parte del proceso de liberación de la energía sexual consiste en preparar el cuerpo para los contrapuntos de tensión y relajación que tendrán lugar después de un acto amoroso prolongado. El masaje es parte de esa preparación. Existen muchas técnicas magnificas que pueden utilizarse; con algunas tu cuerpo se electrizara y otras te ayudaran a liberar tensiones y preocupaciones además de que prepararan tu cuerpo para el placer. Cualquier masaje es sensual. Pero, como diría George Orwell, algunos son más sensuales que otros. Ciertas partes del cuerpo se excitan rápidamente y algunos ambientes decididamente intensifican la sensualidad. Con un buen masaje se estimulan y activan las zonas del cuerpo con un objetivo, sea cual sea este, debemos reflexionar sobre si cualquier persona es capaz de dar un masaje indistintamente de cuál sea su fin y mucho más aun si son capaces de emplear el instinto para transmitir sus sentimientos, energía y paz espiritual, así como cualquier otra sensación necesaria para lograr el resultado esperado en cada sesión. Un buen masaje debe ser un placer tanto para el que lo recibe como para el que lo otorga y cuando hablamos del masaje sensual intervienen muchos más factores que hay que tener en cuenta para lograr el éxito. Un masaje sensual entre dos personas que se aman será una experiencia única, satisfactoria e insuperable si se realiza correctamente y para ello es necesario documentarse y conocer a fondo a vuestra pareja. A lo que viene mencionar un dato curioso; “la mayor causa de separación, es el fracaso en las relaciones sexuales” , fracaso que se da por la falta de comunicación en la mayoría de los casos. Lo que quiero establecer con esto es la importancia de conversar con vuestra pareja, conocer sus necesidades, lo que le gusta, cuando le gusta y como le gusta, para así poder consentirla,

amarla y satisfacerla, empleando a fondo todas las herramientas a

vuestra disposición “las caricias bien hechas pueden desencadenar sentimientos

maravillosos” y que estén bien hechas dependerá de saber comunicarle a vuestra pareja todo lo necesario para que se emplee al máximo contando con toda la información posible y con el mayor afrodisiaco existente que es “el amor”. En la presenta investigación se mostraran datos claves, técnicas y pases que os

encaminaran hacia una relación de pareja más amena y satisfactoria, pero recordad que cada cabeza es un mundo, cada persona es diferente y que no todas las técnicas cubrirán a plenitud las necesidades de todos. Por ello y sin temor a resultar pesado os invito a comunicaros con vuestra pareja, sin miedo, sin vergüenza, sin tabúes y descubrid lo interesante, divertido y placentero que puede resultar explorar, recorrer y amar cada centímetro su cuerpo.

El masaje El masaje es una forma de estímulo físico, de preferencia, manual sobre el organismo

que

provoca

reacciones

biológicas,

metabólicas

y

psicológicas.

Probablemente es la herramienta terapéutica más antigua que el ser humano utilizó para proporcionar/se un recurso natural contra el dolor o el placer. Su evolución y uso ha sido parejo al de la sociedad, hasta convertirse en la técnica de "tacto estructurado" que hoy conocemos. Existen muchas afirmaciones de cuando nació el masaje, pero esto no es mas sencillo y simple que decir, que nació el primer día en que se emplearon las caricias y muestras de afecto, incluso el empleo del masaje por multitud de seres vivos, sobre todo los mamíferos permitió al ser humano observarlo y desarrollarlo. En esta evolución del masaje han surgido diversos tipos, desde el de relajación hasta el afectivo o sensual, la diferencia entre cada uno de ellos no radica en los pases sino principalmente en el objetivo que se persiga, ya que un mismo pase puede ser aplicado en diferentes técnicas, pero su ejecución dependerá básicamente de tener claro que se desea provocar con cada uno de ellos. El masaje erótico es el uso de las técnicas del masaje con el propósito de proporcionar placer y liberar la energía sexual. Dentro de las relaciones sexuales, da protagonismo al resto del cuerpo y no solo a los genitales, que son por excelencia los órganos que más se relacionan con el placer. Descubrir y disfrutar los placeres del masaje erótico dentro de la práctica sexual, puede ser algo muy excitante y placentero. Se utiliza la técnica de manera que aumente el despertar sexual, las técnicas se aplican para estimular la libido, o aumentar la capacidad de respuesta al estímulo. Consiste en estimular la piel para provocar sensaciones de placer y excitación. Se utiliza una intensidad mínima, propia de caricias y pases largos. Se puede utilizar como parte del juego erótico de la pareja, dentro de los preliminares, para ello se pueden utilizar además de las manos, objetos como una pluma, un cubito de hielo, el cabello, los labios, el rostro, los brazos, las piernas y en fin toda parte del cuerpo, textura u objeto que pueda provocar sensaciones placenteras y así despertar las innumerables terminaciones nerviosas que posee nuestra piel. El preludio amoroso Tomate tu tiempo cuando hagas el amor, aprende a prolongar la experiencia y a disfrutarla al máximo. Los maestros taoístas y tántricos de las antiguas China e India

creían que nuestro cuerpo está inmerso en una rica e infinita fuente de energía que encuentra su manifestación máxima en el acto amoroso prolongado. Enseñaban que la liberación de la energía sexual debe ser gradual y debe conducir a la satisfacción sexual y al desarrollo personal pleno. Para despertar el deseo de manera gradual es fundamental no tratar de hacer el amor de inmediato. Los preliminares sensuales, desde las caricias provocativas hasta los besos y caricias delicadas, comenzaran por excitar poco a poco al otro. Usa las manos, los labios y la lengua para explorar y disfrutar de cada centímetro del cuerpo de tu pareja y descubrir las zonas más erógenas. Acaricia y besa despacio el cuerpo de tu pareja. Tómate tu tiempo: Excita a tu pareja explorando cada centímetro de su cuerpo y descubre las caricias, besos y roces que le son más placenteros. Toques provocativos: Cuando comiences a estimular el área alrededor de los genitales, despertarás de inmediato el deseo sexual de tu pareja, nunca vayas directamente a ellos, déjalos para el final. En toda relación el éxito se deberán emplear todas las técnicas a nuestro alcance para producir el estimulo adecuado en el momento oportuno, saber reconocer las reacciones a cada una de ellos y por supuesto en la comunicación con vuestra pareja, para así tener bien claro lo que le quiere, como le quiere y cuando lo quiere. Las innumerables diferencias entre un amante y otro, se deben a muchos factores, el principal; la disposición de los dos a entregarse el uno al otro, sin tabúes y con el objetivo claro de satisfacerle, proporcionándole sensaciones llenas de amor, pasión, lujuria y sensualidad. Posteriormente esta la comunicación, ya que debemos entender que cada persona posee su particular manera de expresar sus sentimientos, de amar y de sentir, por lo que será primordial tener en cuenta la importancia de no generalizar. El éxito de los preliminares y el logro del objetivo final dependerán de ello.

“Toda puerta se abrirá, si inteligentemente a ella habéis sabido llamar” Alex Porras

Una unión excitante Para lograr el verdadero éxtasis sexual, debes estar plenamente identificado con tu pareja. Dedicad tiempo a exploraros y disfrutaros mutuamente; descubrid la carne, los besos y el tacto y acariciaos plenamente; sentid la energía electrizante que envuelve vuestro cuerpo y mente antes de empezar el acto amoroso, lograreis la máxima intimidad y placer. Empatía con la pareja Esta antigua técnica china de visualización ayuda a los amantes a unir su energía sexual. 1. Visualiza el cuerpo desnudo de tu pareja. Imagina que de sus poros emanan pequeñas llamas. Su piel está envuelta en un fuego que pronto se hace transparente, como niebla de verano. 2. Pon las manos sobre tu pareja. Tus manos absorben las pequeñas llamas invisibles, suben por tus brazos y salen por tus hombros. En un momento toda tu piel y la de tu pareja está en un fuego devorador que no quema. Volverse uno Después de pasar un tiempo identificándote con tu pareja, disfrutareis de una experiencia sexual realmente íntima y especial. Besos: Un beso puede representar muchas cosas diferentes: un saludo, una muestra de amor o una parte esencial de los preliminares y el acto amoroso en general. Como los labios y la lengua son muy sensibles, los besos suaves y tiernos, y los apasionados,

pueden ser tan eróticos como el sexo mismo. Nunca subestimes el poder y la importancia de los besos en tus relaciones intimas. Intimidad: Los besos en el momento culminante del acto amoroso son íntimos y conmovedores, tan privados y especiales como cualquier otro aspecto de la sexualidad. Besa con confianza: Los besos bien dados exaltaran vuestras emociones y harán que tu pareja se sienta más confiada y excitada. Las zonas erógenas Las zonas erógenas son las partes del cuerpo humano con mas sensibilidad y cuyo estimulo tiene como finalidad activar sexualmente a una persona. El área correspondiente a la zona de los órganos genitales se podría considerar el centro erógeno del ser humano, pero no caigáis en el error de menospreciar esas otras zonas que a pesar de no estar consideradas como tal, pueden llevar al clímax. Cada persona es un mundo, por lo que: 

Las zonas erógenas de una persona no tienen porque ser las de otra



Una zona que antes era erógena puede ya no serlo y viceversa



Habrá quien desee que una zona sea tratada con mas delicadeza y quien no



La relación de pareja es trabajo de dos, para lograr un objetivo; objetivo que no se logrará jamás a menos que el esfuerzo provenga de ambos lados. Por todo esto es esencial conversar con vuestra pareja y explorar cada

centímetro de su cuerpo respetando las señales e indicaciones, que es deber de ella haber dejado, así como cuidar de no caer en la rutina, la cual es muy perjudicial en cualquier relación por muy sólida que sea. Anatomía Las zonas erógenas se pueden clasificar de dos maneras: “no especifica” y “mental”. 

No especifica: La piel se compone de infinidad de terminaciones nerviosas y folículos pilosos, las áreas más proclives a ser clasificadas como erógenas están situadas a los lados del cuello y su parte posterior, en las axilas y ambos lados del tórax. Acariciar la zona y el nerviosismo previo cuando se produce el acercamiento para realizarla son síntomas de que hay respuesta sensual.



Mental: Con la mente se puede llegar a sitios insospechados siempre que se acompañe de una buena imaginación trayendo imágenes eróticas y un gran poder de concentración. Tanto el hombre como la mujer deben centrarse en su objetivo, en vivir cada sensación, cada caricia; además de documentarse, esforzarse y entregarse al máximo en cuerpo y mente.

Específica y común Estas áreas producen una fuerte sensación e incluyen las siguientes zonas: cuero cabelludo, ojos, oídos, labios, lengua, cuello, axila, pezón, espalda, cintura, ombligo, muslos y pies. 

Cuero cabelludo: Dar un masaje en el cuero cabelludo, además de producir mucha relajación a quien se deja hacer puede también servir para estimular a la pareja mientras se acompaña con otras caricias o palabras que conduzcan a la excitación, situación favorable para realizar el acto.

 Ojos: Besar la parte de los párpados de los ojos además de ser una demostración de cariño y confianza el uno en el otro resulta muy estimulante por los nervios que confluyen en él.  Oídos: A mucha gente le gusta susurrar al oído cosas sensuales, resulta muy excitante debido a la cantidad de terminaciones nerviosas existentes. Si se acompaña con un movimiento leve del delicado lóbulo de la oreja lamiéndolo, soplándole o mordisqueándolo, siempre con cuidado, puede producirse una gran excitación. Hay que tratar estos puntos con suma delicadeza debido a su extrema suavidad.  Labios: Los labios (de la boca) son los primeros órganos que pueden ser excitados (con besos y caricias) para continuar con el resto de zonas de la piel, si la estimulación de estos labios es acompañada con la estimulación de los labios vaginales se llega a un punto de no retorno cuando se está predispuesto a mantener una relación sexual.  Lengua: En la boca se ubica otro órgano retráctil que es la lengua, llena de sensibles glándulas y da mucho juego a la hora de estimular sensualmente cualquier zona erógena de la piel. También se acostumbra usar mordidas leves en la lengua.

 Cuello: El área del cuello y de la clavícula es una región muy sensible. Besarlo y lamerlo, incluso soplarle o acariciarlo sin llegar a tocarlo produce una sensación tan cercana al placer que incluso llega a erizar el vello en la piel. Al mismo tiempo el cuerpo reacciona encendiendo la pasión siempre que la caricia esté correctamente hecha. La zona está llena de vasos sanguíneos, así que hay que tener mucho cuidado porque si se trata con brusquedad pueden quedar contusiones conocidas como “mordeduras del amor o chupones”. La nuca también es muy propensa a producir excitación al tiempo que es tratado con dulzura.  Pezón: El área que forma el pezón y la areola que conlleva tiene infinidad de terminaciones nerviosas que se excitan con una caricia, una lamida o un soplo de aire procedente de una boca.  Ano: La excitación del ano viene desde atrás del escroto empezando por el perineo y acabando en el mismo esfínter donde se acumulan las terminaciones nerviosas que producen la excitación que se pretende. La mayoría de las personas consideran esto como asqueroso o inapropiado.  Interior de los muslos: Es una zona muy sensible cuando la mujer ya está suficientemente excitada, responde al más mínimo roce, debido al fluir de la sangre acumulada que produce un efecto muy particular. La sangre se desvía hacia el interior de los muslos, por lo que la temperatura aumenta bastante y la parte exterior se va enfriando. A esto se le añade la proximidad del sexo y todo el oportuno juego (con lengua o la yema de los dedos) que se puede realizar en conjunto.

También se pueden acompañar estas caricias con otras caricias añadidas en otros lugares erógenos del cuerpo que estén al alcance de la mano, de la boca, de la nariz. En ocasiones resulta desproporcionado el hecho de dejar las manos quietas mientras se ejecuta otra acción, como por ejemplo al dar un beso, hay quienes suelen dejar las manos estáticas “no lo hagáis”, pero ojo con lo que hacéis, debéis ir atendiendo a las señales y/o peticiones.

Zonas erógenas Órganos genitales masculinos Los externos están compuesto por el pene (compuesto por “tronco” y glande) y el escroto, los internos son los que hacen de autopista de inseminación: los testículos, el epidídimo, la próstata (y glándulas de Cooper), el conducto deferente, el conducto eyaculador y la vesícula seminal. 

El pene: El pene está compuesto de terminaciones nerviosas en todo lo largo y ancho pero particularmente en la zona superior, su simple caricia suele ser por norma motivo de excitación.



El glande y el prepucio: El prepucio al igual que el glande está repleto de terminaciones nerviosas que resguardan el glande, o cabeza del pene, del exterior haciéndole conservar toda su sensibilidad. En muchas culturas, ya sea por tradición, por higiene o por religión, el prepucio es sesgado justo al nacer el niño o a los pocos años de vida, lo que se conoce como circuncisión. El prepucio es la cobertura de piel fina que poseen los hombres que no están circuncidados. No es muy considerado a la hora de mantener una relación sexual pero si se manipula con prudencia se puede encontrar una mina de placer masculina.

Órganos genitales femeninos Los externos están compuestos por la vulva, el clítoris, los labios mayores y

menores. Los internos incluyen las trompas de Falopio, el útero, la vagina y los ovarios. Cuando la mujer esta en estado de excitación sexual, la vulva se satura de sangre (de manera similar al pene durante una erección) y las glándulas de Bartoleno secretan un liquido transparente que lubrica la vagina preparándola para el coito. 

La vulva: Es lo que está más al alcance de la pareja sexual y más extensión tiene refiriéndonos a la zona sexual, siendo acariciada tanto por la mano como por la boca produce en la mujer una sensación muy placentera que puede llevar a conseguir que se comience a humedecer la zona vaginal. La lengua también produce cierto estado de bienestar y placer.



El clítoris: Este es el único órgano del cuerpo humano que no tiene otro propósito que el de dar placer. Tiene más terminaciones nerviosas que cualquier otra zona del cuerpo y su estimulación correcta produce una gran excitación que puede llegar al orgasmo. Un alto porcentaje de las mujeres que se masturban lo hacen acariciándose exclusivamente el clítoris.

Los músculos del amor Se dice que en algunos países del lejano oriente, las mujeres tienen una rara habilidad que, según dicen, aprenden desde niñas y que las hacen las amantes más apetecibles del mundo. Ciertamente todos los hombres que hayan mantenido relaciones con una experta en estas artes del amor, quedan fascinados para el resto de su vida. Da lo mismo que sea fea o que tenga mas carácter; todo se perdona ante el banquete de delicias sexuales que estas damas son capaces de ofrecer. Una de las razones de su éxito como amantes expertas se debe a la fuerza de sus músculos pubococcígeos, esos que están a la entrada de la vagina y que se contraen cuando se intenta controlar una micción. Ellas tiene tan fortalecidos esos músculos que, existen espectáculos “X” en los que hay varios números donde una mujer joven, colocada en cuclillas sobre un escenario a la altura de la vista de los clientes, absorbe con su vagina desde cerezas hasta pelotas de golf y después; tras unos minutos bailando a un lado y a otro del escenario, arquea el cuerpo hacia atrás, separa las piernas y comienza a expulsar uno por uno y con una fuerza apreciable, todos los diversos objetos que retiene en su interior.

Nadie pide que se llegue a este grado de fortaleza muscular por supuesto, pero si seria conveniente que se practicaran estos ejercicios que harán que los orgasmos sean fantásticos y todo lo rápidos que deseen. Además, practicar estos ejercicios puede prevenir problemas de incontinencia urinaria en las mujeres, sobre todo si han tenido hijos y por otra parte contribuir a tener orgasmos múltiples y más intensos. Para ejercitar estos músculos lo primero que hay que hacer es localizarlos, son esos que se aprietan para detener la orina y mantenerlos apretados durante tres segundos. Luego se relajan durante otros tres segundos. Se vuelven a tensar aumentando un segundo y se relajan añadiendo el mismo tiempo. Hay que apretar y relajar de esta manera hasta que se lleguen a los diez segundos y una vez conseguido este primer paso, practicar siempre que se recuerde. Lo bueno de este ejercicio es que se puede hacer en todo lugar y en cualquier momento, exceptuando cuando se conduce en coche porque al tensar esos músculos la vagina empieza a despertarse y el clítoris comienza a enviar señales a todo el cuerpo. Para volver loco a un hombre se puede emplear este truco: relajar los músculos cuando se produzca la penetración y apretarlos cuando salga. Si se sigue el ritmo, el notará una sensación de ventosa alrededor del pene que le hará experimentar una relación maravillosa, también se podrá permanecer en una posición estática y apretar y soltar dicho musculo; por otra parte, si se quiere acelerar el orgasmo de la mujer, se debe apretar con fuerza y girar la cintura como si se estuviera bailando la danza del vientre En el hombre es un aprendizaje que comienza por educar los músculos de la pelvis, el coxis y especialmente el perineo. Utilizando la bomba interior, el hombre aprenderá a elevar su energía desde el perineo hasta el vientre, luego hacia el pecho y finalmente, hacia la cabeza. Deberá detenerse cada vez que sienta que el orgasmo esta a punto de llegar para retomar el movimiento invirtiendo la respiración. Todo esto para lograr controlar el orgasmo y llegar si se lo propone a lo que la enseñanza tántrica conoce como “el orgasmo sin eyaculación”. Este principio parece inaccesible a la mayoría de los hombres, que no pueden disociar ambos conceptos y creen que si no eyaculan no tendrán sensación de placer sexual. El hombre tántrico regala su esperma como un don precioso que ha estado guardando en su interior. En el mundo occidental suele pensarse erróneamente que los

taoístas propugnan la abstinencia de eyacular. El semen del hombre se considera una esencia vital. El taoísmo enseña a controlar la cantidad de eyaculaciones, pero los hombres pueden eyacular, siendo lo más recomendable dos o tres veces cada diez encuentros sexuales. El origen de la creencia de que el orgasmo masculino y la eyaculación son cosas distintas procede del taoísmo. La finalidad no es castigarle, sino enseñarle a disfrutar del placer del orgasmo sin necesidad de eyacular siempre. Al parecer, el control eyaculatorio preserva su energía, mejora las relaciones sexuales, estimula el sistema inmunológico y aumenta el amor que siente por su pareja.

Energía de las manos Se cree que la fricción de las manos en el cuerpo crea energía. Realmente genera calor. La sensación del tacto resulta muy gratificante, pero si se hace con sensualidad es también muy excitante. Si visualizas el cuerpo como una gran batería sexual, las manos serian el principal catalizador.

“Unas manos expertas son imprescindibles para mantener relaciones sexuales satisfactorias” Los afrodisíacos Brebajes,

comidas,

objetos,

ambientes

especiales... Los afrodisíacos recorren todas las culturas y son muy efectivos cuando son utilizados como parte de la seducción. Naturalmente no existen alimentos específicos que obren milagros y de pronto nos conviertan en seductores irresistibles, ni existen recetas para volver a alguien que era indiferente en un loco enamorado, pero si es verdad que algunas comidas estimulan el apetito sexual o forman parte de un proceso de seducción mas elaborado. Bien porque sus componentes naturales sean energéticos o porque de un modo psicológico se relacionan desde antiguo con la potencia sexual, algunos alimentos nos

serán de gran ayuda a la hora de practicar sexo. En la conocida novela Como agua para chocolate, de Laura Esquivel, se trata de forma exagerada lo que queremos decir: aprendamos a preparar platos exquisitos que combinen con el amor sexual. Los afrodisíacos son tan viejos como el pecado y tan universales como la necesidad con la que se los asocia. En su definición entran todos aquellos brebajes, pócimas, comidas, formulas misteriosas, objetos, escenarios y ambientes cuyo objetivo es estimular y potenciar el instinto sexual. En buena parte de los casos no esta demostrada su capacidad efectiva de estimulación sexual, pero se considera que, en ultima estancia, pueden servir como placebos, es decir; que convencidos de sus efectos, tratamos de actuar en consecuencia, quizá no para vivir en la frustración de pensar que ni siquiera con esa ayuda podamos ser capaces. Sin embargo, mas allá de la ciencia o la sugestión, es cierto que el hecho mismo de crear ambientes, seleccionar olores y colores y preparar alguna comida con velas de las que amáne un perfume embriagador; supone una dedicación hacia el otro digna de ser premiada. El mundo esta plagado de referencias a los afrodisíacas. Los consejos y las recetas aparecen abundantemente con solo reclamarlos en cualquier medio. Contra toda mala prensa, por imperio del alfabeto, el primero en las listas suele ser el ajo, que puede constituir una excelente ayuda para la vitalidad y salud, ingredientes indispensables para obtener un excelente rendimiento sexual. Lo que esta claro es que aquello que a vosotros os guste será el mejor afrodisíaco que podáis tomar.

Beneficios del masaje en la relación de pareja El tiempo pasa y la mentalidad cambia, evoluciona, hoy día nos atrevemos a hacer cosas o a decir que en tiempos atrás ni soñábamos hacer, pero que pasa con las personas, cada día se pierde la virginidad con menos edad, lo que podríamos decir que otorga mas experiencia sexual, pero nada mas incierto, porque si fuese así no seguiría siendo la principal causa de divorcio “el fracaso en las relaciones sexuales”. Es

prudente reflexionar sobre cuantas personas dedican parte de su tiempo a documentarse y aprender el arte de amar y no solo eso, sino también ser capaces de transmitir sus sentimientos con sinceridad y entrega. La relación de pareja es y siempre será de dos, ya que de no ser así estará siempre destinada al fracaso.

Esta integración debe perdurar en el tiempo,

alimentándose el uno al otro cada día con detalles, sorpresas, esmero, comunicación, entrega. Se ha de comunicar siempre todos esos bellos sentimientos que tengamos dentro, sin tabúes, sin miedos, como si no hubiese un mañana. Cuando damos un masaje sea cual sea debemos concentrar nuestra energía en transmitir lo que deseamos, como ejercicio; podemos cerrar los ojos cuando realizamos un pase e imaginar nuestras manos, el cuerpo de la persona que lo recibe y como fluye nuestra energía, a través de nuestra piel. Texturas Sensuales A mediados de los setenta, se probaban innumerables alternativas; se usaban muchas cosas. Un guante para masaje, por ejemplo: un lado de terciopelo rojo; el otro, de piel de conejo, braguitas comestibles rojas que, han de ser arrancadas con los dientes, rodillo para los pies y una especie de estropajo de grandes cuentas de madera que giran.

Opciones para masaje  Seda  Satén  Terciopelo  Gasa  PVC lustroso  El cabello largo y sedoso es una excelente ayuda para el masaje cuando se

desliza por el cuerpo. ¿Áspero o suave? Todos disfrutamos con diferentes sensaciones. Conoce las preferencias de tu pareja. Cambio de texturas Después de dar un masaje de presión profunda para que el cuerpo se relaje y esté receptivo se podrán utilizar distintas texturas. Cuando uses telas evita aplicar aceite, pues se empaparan y echaran a perder. Sensaciones diferentes Cada tela se percibe de manera diferente y personalmente prefiero graduar las texturas de tal forma que las más ásperas, como las de PVC, se usen primero y las más suaves y eróticas, como el cabello largo, al final. Frótalas con suavidad, provocativa y sobre todo lentamente; cuando funciona, ¡caramba!, conoces el verdadero masaje. La atmósfera idónea Tal vez parezca extraño que la apariencia de la habitación donde se da masaje influya en el cuerpo, pero es verdad. El viejo modelo de los setenta funcionaba: vestidos orientales exóticos, olor a pachulí y jazmín, palmeras por toda la habitación y horas de música armoniosa. El entorno influye en lo que pensamos de la experiencia, se registra en el cerebro y afecta a todas nuestras percepciones sensoriales de forma que sentimos mas placer. La comodidad es básica La decoración perfecta y el sonido, la iluminación y las fragancias sensuales crean un estado de ánimo receptivo para el masaje, pero además es necesario estar físicamente cómodo. Apila varias toallas suaves de colores en la habitación como toque final. Entorno armónico Las velas, el incienso y los aceites aromáticos nos ayudan a sentirnos mejor. Crea la atmósfera 

Compra velas aromáticas y enciéndelas por toda la habitación. No uses ninguna

otra luz 

Enciende la calefacción para que la habitación parezca un baño turco

Áreas sensuales Muchas partes del cuerpo son muy sensibles y responderán a un masaje adecuado y sensual. No hay que concentrarse solo en los puntos eróticos. Habla con tu pareja de sus gustos, prueba caricias lentas y sensuales y procura que el masaje sea lo más suave, continuo y fluido posible. Puntos calientes Todos tenemos puntos calientes. Pregunta cuales son antes de comenzar el masaje. Áreas sensibles Por lo general, las zonas corporales más sensibles son: 

Cabeza y cuello



Orejas



Costados (de la axila a la cadera)



Parte interna de los muslos



Dedos de pies y manos



y claro, los genitales

Siente el calor Para que un masaje energizante genere calor y placer, concéntrate en tu objetivo. Trata de sentir, con el tacto, como aumenta la carga eléctrica del cuerpo – la tuya y la del otro -, y luego concéntrate en ese sentimiento durante el masaje. Disfruta de la sensación Cierra los ojos y disfruta al frotar con las manos el cuerpo de tu pareja. Siente

cómo tus manos van desprendiendo calor. Tu pareja, a su vez, debe concentrarse en tus caricias y juegos y ver cómo su cuerpo se carga de energía lentamente. Visualiza esa energía mentalmente. Siente la fuerza Deja que se cree un campo energético entre tus manos y el cuerpo del otro; ve la energía como calor y luz. Visualiza tu energía La energía rodea el cuerpo como una tenue bruma. Todos estamos llenos de energía pura. Palpita en nosotros, forma parte de todas las facetas de nuestra existencia, de nuestro bienestar emocional y físico. Si somos conscientes de ella en nuestras relaciones amorosas, podremos sentir mayor satisfacción. Caricias sensuales Existen muchos masajes diferentes con un sinfín de usos, desde la relajación de los músculos cansados hasta la liberación del estrés de la vida cotidiana. La mayoría también funciona como un maravilloso preludio o como alternativa al acto amoroso. Aplicación de diferentes técnicas El masaje en círculos sigue siendo el principal masaje sensual, pero lo más importante es cómo se hace, su profundidad y la presión ejercida. Prueba con: 

Círculos con las yemas de los dedos



Círculos con las uñas



Suaves arañazos



Caricias con el cabello



Caricias con telas

Áreas sensibles El pecho y los pezones del hombre son en muchos casos tan sensibles como los de la mujer.

Cambia el ritmo Un buen masaje sensual incluye distintas técnicas de masaje circular y con las uñas, varia la presión de los dedos y sé siempre tierno, por lo general los pezones son una de las partes mas sensibles. El efecto de la presión La presión fuerte es una sensación saludable y tranquilizadora; la presión media es agradable y sensual y la leve ya empieza a ser erótica. El secreto para aplicar de forma efectiva las diferentes técnicas de masaje radica en ejercer la cantidad adecuada de fuerza física el ritmo indicado. Regula la presión Para una mayor estimulación, alterna la presión: de una caricia con el cabello pasa a la presión firme con la mano. Manos que curan La variación de la presión con las manos tibias y suaves provocara sentimientos eróticos y agradables.

Recorre eróticamente el cuerpo de tu compañero con el cabello. Técnicas de Masaje Deslizamiento Éste es un masaje rudo, pues literalmente te tumbaras sobre tu pareja. Tu compañera se sentirá oprimida, como si una ola se estrellara directamente contra su espalda.

Creo que este es el movimiento más espectacular de cualquier masaje. Solo se aplica en la espalda. Pon las manos en los glúteos de tu pareja, con las palmas bien asentadas y los dedos hacia su cabeza. Luego, con el peso de tu cuerpo dirigido desde el plexo solar, empieza a recorrer la columna con ambas manos, el tiempo que quieras. Cuando llegues a los hombros y el cuello, bájalas lentamente hacia las caderas y vuelve a empezar. El deslizamiento es otro movimiento efectivo de presión profunda que libera la tensión de la columna y ayuda a sacarla por el dorso. Círculos con las palmas Los movimientos circulares son básicos en el masaje y pueden aplicarse con distintos grados de presión. En general, nunca hay que dar masaje sobre los huesos. Coloca ambas palmas sobre el cuerpo de tu compañera y muévelas en círculo, firmemente, hacia arriba y hacia afuera y lejos de la espina dorsal. Esta es una técnica mas firme que si solo se usaran las yemas o las uñas. Corrientes cruzadas El movimiento de natación también se conoce como de corrientes cruzadas porque supone mover las manos a diferente ritmo. Las manos, con las palmas hacia abajo, se mueven en círculos, juntas pero en sentidos opuestos, como si se estuviera nadando. Se pueden recorrer los distintos grupos musculares de arriba abajo, incluidos los glúteos. Masaje con los pulgares Coloca ambos pulgares en la parte baja de la espalda y haz movimientos cortos, rápidos y alternados con ambos dedos, hacia arriba y a lo largo de las nalgas hasta la cintura. Recorre el lado derecho del cuerpo hasta los hombros; haz lo mismo en el lado izquierdo y vuelve a las nalgas. (Presiona ligera pero firmemente con los pulgares y da masaje al musculo mas que frotar la piel). Masaje con las uñas Sólo con las yemas de los dedos, recorre firmemente un lado del cuerpo con ambas manos y luego haz lo mismo en el otro lado. Intenta que el masaje sea lo mas prolongado y continuo posible.

Nota: Cuidado con las uñas, si tienes las uñas largas, procura no arañar. No se trata

de lastimar a tu pareja. Nota: Para aplicar mas aceite, apoya el dorso de la mano en el cuerpo de tu pareja,

ahueca la mano y vierte el aceite. Masaje de Barrido Cuando des masaje en áreas relativamente grandes, como la espalda, haz un barrido prolongado y sensual. Procura que las sensaciones del otro sean lo mas continuas posible. Nota: Hay que dar masajes firmes, largos y continuos con las manos para que la

técnica sea efectiva. Masajes breves Da masajes breves y firmes a las partes del cuerpo más difíciles, como los brazos, las manos y los pies. Evita las zonas donde los huesos estén cerca de la piel. Tonifica la espalda Antes de que el cuerpo humano pueda generar energía sensual, necesita liberarse de la tensión cotidiana, lo cual es paradójico, pues la tensión física es la que nos excita y nos lleva al clímax. Dicho de otra forma: parece que hay tensión buena y mala. Por tanto, los primeros masajes que se den en la espalda deben ser firmes, para aliviar la tensión de la columna vertebral. Cuando tu pareja se sienta relajada, su cuerpo comenzara a estar receptivo a los masajes superficiales, que son más claramente eróticos que las demás sensaciones.

Nota: Tensión buena y mala; la tensión diaria a la que sometemos a nuestro cuerpo, en

especial a la espalda, se considera como mala. Nota: Relajación de la columna; tu pareja sentirá que la tensión pasa de la columna a los costados y luego desaparece. Presión Corporal Sentado junto a tu pareja, coloca las manos a ambos lados de la columna, justo por debajo de la cintura. Apóyate con firmeza sobre las manos y aplica la presión de manera uniforme; deja que la fuerza de tu cuerpo separe tus manos y baja hacia las caderas lo más lentamente posible. Tus manos se separarán al deslizarse. Bájalas lentamente por la espalda y repite el movimiento varias veces, desde la cintura hasta un poco mas arriba del coxis. Masaje en la columna Oprime con los pulgares los huecos que se forman en la columna de tu pareja; comienza en el cuello y baja lentamente hasta la base de la columna. Repite y varía la presión. Nota: Presión correcta; evita presionar la columna con fuerza, pues puede ser muy doloroso. Masaje con los pulgares En esta otra versión de masaje en la columna, oprime firmemente ambos lados de la misma con los pulgares, desde la base de la nuca. Repite y varía la presión. Nota: Cuando deslices los pulgares por la espalda de tu pareja, trata de tocarla solo con los dedos. Balanceo corporal Arrodíllate a la derecha de tu pareja, extiende la mano izquierda y pasa los dedos por debajo de su cuerpo. Levántala para alzarlo un poco y suéltalo. Desliza la mano derecha por debajo del mismo lado y repite. Hazlo con movimientos rítmicos, una mano cada vez, para que el cuerpo se balancee. Luego repite la técnica en el otro lado. Nota: Cuidado; el balanceo corporal puede resultar difícil con una persona corpulenta. Si tu pareja es demasiado robusta para alzarla, evita hacerlo, pues te podrías lastimar la espalda. Nota: Manos firmes; cuando hagas este movimiento, sostén a tu pareja firme pero delicadamente para que se sienta segura.

Levantamiento de cadera Desliza las manos desde los hombros hasta los glúteos de tu pareja, luego pásalas por debajo de su cadera y tira hacia arriba de manera que levantes un poco su cuerpo. Repite. Repetición de movimientos Una vez hechos estos movimientos para liberar la tensión, se puede dar el masaje básico de una forma relajada para acariciar la piel y elevar los niveles de energía. Siéntete libre para improvisar y hacer lo que te pida tu pareja. Recuerda: cuanto mas lento sea el masaje, mejor será su efecto. Nota: Actúa con cuidado; Sostén con firmeza a tu pareja y levántala lenta y suavemente, asegurándote de que no se te resbalen las manos. Un masaje reconfortante no incluye pellizcos. Fin del masaje de espalda Después de veinte minutos de masaje de espalda, es posible que tu pareja se sienta bastante excitada, por lo que es bueno terminar con una rutina que sea firme, pero que elimine parte de la energía generada hasta entonces. El final El objetivo de esta técnica es tranquilizar a la pareja y prepararla para el final del masaje. Aunque es necesario disipar parte de la energía generada durante la sesión, hay que tener cuidado de no echar por tierra todo lo hecho en los últimos veinte minutos. 1 De rodillas al lado de tu pareja, junta los antebrazos con la parte de fuera sobre el centro de su espalda. Luego, abre con lentitud los brazos y gíralos suavemente hacia adentro. 2 Cuando un antebrazo llegue al cuello y el otro a las nalgas, el dorso de los mismos estará en contacto con sus hombros y glúteos. Levanta los brazos y repite el movimiento. Masaje de frente Muchos de los que se inician en el masaje titubean cuando ven de frente a su pareja. Ambos sexos tienen dudas de acerca de cómo tratar los genitales. Se ponen

nerviosos. Afortunadamente, la necesidad de tomarnos el masaje con calma nos permite sentirnos más cómodos. Deslizamientos En el masaje de espalda, los movimientos circulares son básicos. En el de frente es mejor comenzar con deslizamientos. Arrodíllate junto a la cabeza de tu pareja y ponle las manos, con las palmas hacia abajo, sobre el pecho, junto a sus axilas. Inclínate hacia adelante y deslízalas lentamente por su cuerpo hasta que ya no puedas avanzar más. Repite dos o tres veces. Si tu pareja es mujer, reduce la presión cuando pases los dedos por los pechos. Nota: Tengamos en cuenta la vulnerabilidad: Es esencial que tu pareja se sienta cómoda cuando esté tumbada boca arriba. El masaje siempre tiene que ser suave. Solo se podrán tocar los senos si la mujer lo permite y por el momento habrá que excluir a los genitales. Masaje en la cabeza Cuando la tensión se acumula en el cuerpo, por lo general lo hace en los hombros, el cuello y la nuca. Quienes sufren de estrés se quejan de este síntoma más que de ningún otro. Pero hay una solución: un buen masaje lento en la cabeza y los hombros puede aliviar la tensión e incluso relajar la zona. Alzamiento de cabeza y hombros: Coloca las manos bajo los hombros de tu pareja, luego tira de ellos levantándolos un poco al hacerlo. Una variación consiste en pasar las manos por la parte inferior de su cabeza, recorriendo la nuca con los dedos. Reduce la presión: Sostén la cabeza de tu pareja y recórrela varias veces con cada mano desde la base del cuello hasta la coronilla. Masajea la cabeza: La cabeza es una parte muy sensible del cuerpo humano. En el cuero cabelludo existen muchas terminaciones nerviosas que lo hacen especialmente sensible al masaje y las caricias suaves. El masaje en la cabeza puede ser muy relajante. Masaje en los senos Cuando des un masaje a tu compañera, no debes ponerte nervioso si incluyes sus senos en la rutina. (Si no lo haces, tal vez ella sienta que el masaje no fue concluido

correctamente). El conocido masajista californiano Ray Stubbs fue quien creó este masaje de cuatro pasos, sencillo pero sensual, que se explica a continuación. Hazlo suavemente: Los senos de tu compañera son muy sensibles, por lo que siempre deberás tocarlos con suavidad. Acaricia en círculos los pezones de tu pareja Placer saludable: Además de ser una experiencia muy agradable para quien lo recibe, el masaje de senos estimula las terminaciones nerviosas y la circulación. La técnica de Ray Stubbs (Masaje de Senos) 1.- Desliza la palma de tu mano izquierda por el seno izquierdo de tu pareja, con movimientos lentos, hacia el hombro derecho, trazando una diagonal. Luego pasa la mano derecha por su seno derecho. Repite este movimiento alternativamente: unas seis o siete veces por lado. 2.- Con la punta del dedo bien aceitada y lo mas suavemente posible, traza un circulo en uno de los senos de tu compañera. Comienza en la parte externa y forma una espiral de manera lenta y gradual hasta llegar al pezón; repite el movimiento en el otro pezón. 3.- Con suavidad, aprieta un poco de piel a cada lado del pezón y desliza con cuidado los dedos hacia los lados de los pechos, como si siguieras de dentro afuera los radios de una rueda. 4.- Aprieta con suavidad el pezón con el índice y el pulgar bien aceitados y deslízalos hacia arriba y hacia afuera. Para

mejores

resultados,

usa ambas

manos

alternativamente a fin de que los movimientos y sensaciones sean continuos. Haz lo mismo con el otro pezón. Masaje de Senos: Cuando des masaje a los senos, es importante recordar que son glándulas, no músculos, por lo que no podrás ejercer presión sobre ellos. Y sobre todo no trates los pezones como que si los fueses a arrancar, trátalos con delicadeza que no

son de goma. 1.- Comenzando con las yemas de los dedos de ambas manos en el esternón, forma pequeños círculos en todo el tórax, excepto en los senos. 2.- Ahora cubre los senos con tus manos y recórrelos suavemente varias veces con las palmas y las yemas de los dedos. 3.- Finalmente, excita mas a tu compañera acariciando suavemente las puntas de los pezones con las yemas de los dedos. Masaje Abdominal Esta forma de masaje puede estimular la digestión y es muy agradable. Si tu pareja siente muchas cosquillas en esta parte del cuerpo, intenta que el masaje sea firme y lento. No la sorprendas. La delicadeza es clave: Con los dedos de una mano, forma pequeños círculos cuando des masaje al abdomen. Hazlo en sentido de las manecillas del reloj (en esa dirección se mueve el colon) y usa toda la palma para dar masaje en un gran círculo en la parte externa del abdomen. Nota: Presiona firme pero delicadamente con los dedos. Suavidad y cuidado. El masaje en el estomago es muy agradable, pero debe hacerse con suavidad porque los músculos aquí son sensibles y delicados. Usa ambas manos: Varía los movimientos circulares en el abdomen usando ambas manos. Forma semicírculos con las dos manos en ambos lados de la cadera, en la misma dirección. Pellizcos Ligeros Este masaje solo se podrá dar con ambas manos en la parte frontal del cuerpo y en los músculos del área de la cintura y las caderas.

Usa ambas manos simultáneas o alternativamente, y cuando hayas cubierto todos los músculos, varia las sensaciones haciendo movimientos circulares con las yemas de los dedos. No abarques áreas donde sobresalgan huesos, pues puedes causar dolor. Continuidad: Recorre con todos los dedos el cuerpo de tu pareja para que experimente toda una gama de sensaciones. Giros de mano Continúa masajeando en la dirección de las manecillas del reloj con una mano y gírala parcialmente de tal forma que el masaje sea con el dorso. Flexiona los dedos y el dorso de la mano sobre el torso de tu pareja, sin presionar demasiado pero variando las sensaciones lo mas que puedas. Si tienes las uñas largas, evita arañarle. Presión con los nudillos: Usa los nudillos para variar la presión y las sensaciones del masaje cuando recorras el torso de tu pareja con el dorso de la mano. Deslizamiento Abdominal Este es un masaje muy agradable, pero que también da energía y vigor. Ante de comenzar, ponte a horcajadas sobre la cintura de tu pareja, distribuyendo tu peso para no incomodarla antes de empezar el masaje. Desliza las manos suavemente pero con firmeza por el abdomen de tu pareja, desde las ingles hasta las costillas. Coloca las palmas de ambas manos en la parte baja del abdomen, con los dedos apuntando hacia la cabeza. Luego, empuja (no te apoyes mucho porque el peso seria excesivo) hacia arriba hasta llegar a las costillas y baja por los costados, hacia ti. Repite las veces que quieras. La comodidad primero: Asegúrate de que tu pareja se sienta cómoda y contenta contigo encima antes de comenzar el masaje. Presiona firmemente con los dedos antes de empezar a deslizar las manos hacia el torso. Manos que curan: El masaje abdominal puede provocar sensaciones de bienestar y favorecer realmente la salud de la pareja estimulando la digestión. Ponte en una

posición segura y no te muevas durante el masaje. Giro en el abdomen Para variar la técnica del deslizamiento abdominal, coloca ambas manos con los dedos apuntando hacia el centro del cuerpo y junta las yemas de los dedos en el abdomen de tu pareja. Sepáralas debajo de la caja torácica y toca las costillas inferiores con las yemas.  Como en las otras técnicas, quítate los anillos antes de empezar.  Asegúrate de no arañar a tu pareja.  Durante el masaje, presiona el abdomen de tu pareja con firmeza, pero delicadamente. El toque indicado Es muy importante eliminar las tensiones con masaje pues pueden impedir el flujo de la energía sexual y vital que debe liberarse para que las relaciones íntimas sean satisfactorias.  Cuanto más suave sea el masaje, mejor podrá la pareja eliminar las tensiones emocionales y físicas.  Repite cuantas veces desees los masajes que resulten más agradables a tu pareja. Haz mas movimientos superficiales que profundos, pues estos generan niveles altos de energía. Contacto continuo Una regla importante del masaje es que sea completo; siempre hay que procurar tocar la piel de la pareja al menos con una mano. Es fundamental que haya contacto permanente entre las manos y el cuerpo del otro con el fin de generar la energía necesaria para que el masaje sea bueno y agradable para el que lo recibe. Masaje de piernas Terminar una tarea es tan importante como empezarla, y la forma de concluir las cosas muchas veces refleja nuestra personalidad. Si somos impacientes, tal vez

omitamos el final para terminar rápido. No obstante, si somos cuidadosos quizá concluyamos tan lenta y minuciosamente como empezamos y esa es la forma en que se debe actuar cuando se da masaje a las piernas, que es la fase final de un masaje completo. Tomate tu tiempo: Las piernas son tan importantes como cualquier otra parte del cuerpo; por tanto, hay que tratarlas con el mismo respeto. La presión suave con los muslos hará aun mejor todo el masaje. Presión con las manos: “Pellizca” suavemente con ambas manos los músculos de las piernas, desde los muslos hasta las pantorrillas. No toques la parte de atrás de las rodillas. Haz presión con los dedos empujando firmemente con las yemas. Contacto corporal Cuando hayas terminado de dar un masaje a tu compañero en la espalda, la cabeza y los hombros, la parte frontal y las piernas, será el momento de pasar de la relajación a la excitación. Caricias corporales Acuéstate sobre tu compañero y frota tu cuerpo sensualmente contra el suyo. Roza su espalda con los senos y oprime los genitales contra sus glúteos, a la vez roza su cuerpo con el cabello. La sensación del contacto corporal completo crea fuertes sentimientos de unión. Cara a cara: El contacto de frente proporciona otra dimensión. Los genitales se juntan y el contacto visual intensifica la experiencia. Contacto intimo Ningún masaje sensual seria completo si no se prestara suficiente atención a las zonas más erógenas del cuerpo y en especial, a los genitales. Hay que prepararlos para el acto amoroso como a cualquier otra parte del cuerpo, y todo el proceso de intercambio de energía sexual será más completo si tenemos una sesión prolongada y lenta de caricias íntimas antes de hacer el amor.

¿Qué es el erotismo? El erotismo es cuando él te toca los dedos y enciende tu pasión. El erotismo es cuando ella te besa con suavidad y te hace sentir fuego en las extremidades. Siempre nos toma por sorpresa. Es la combinación de las palabras dulces y seductoras, la emocionante culminación de juegos y caricias sensuales. Es pensar y descubrir, maravillados, que nuestras neuronas están conectadas de manera directa con los dedos del otro. Para el placer de ella Este masaje y el siguiente se basan en las técnicas desarrolladas por Ray Stubbs y los titulados en el Instituto para el estudio avanzado de la sexualidad humana, en San Francisco. Es interesante observar que, mientras que a todos los masajes que debe dar el hombre se les conoce con un nombre, ninguno de los que debe dar la mujer lo tiene. Hay que preguntarle Cuando acaricies sus genitales, pregunta a tu compañera sobre sus preferencias. Primero acaricia la parte interna de los muslos. Caricias vaginales: Comienza con uno de los labios externos. Con las dos manos al mismo tiempo, tira de él suavemente y suéltalo. Manipulación del clítoris: Con mucho cuidado, muy superficialmente y con los dedos bien lubricados, recorre la punta y luego acaricia hacia arriba y hacia abajo el cuerpo del clítoris. Masaje genital femenino 

Si no lo lleva depilado, acaricia el vello púbico



Acaricia los labios mayores con movimientos sutiles, largos y circulares

realizados con las puntas de los dedos. Dobla uno o dos dedos y masajea de arriba

abajo los labios mayores y menores con el espacio que queda entre los nudillos y la articulación de la mano. Masajea los labios entre tus dedos hasta llegar al ano. 

Alterna esta caricia con otra en la que utilices solo el pulgar o el dedo índice.



Estimula el clítoris con un movimiento giratorio de los dedos. Presiona ambos

lados del clítoris con un dedo. Realiza un movimiento giratorio y vuelva a presionar. 

Si tu pareja se siente cómoda con la estimulación directa del clítoris, tómalo

entre tus dedos y realiza un suave movimiento giratorio. Si, como muchas mujeres, no soporta esta intensidad, pasa las puntas de los dedos en círculos por encima del clítoris (en la posición de las doce en punto). 

Incluye la estimulación del punto G. Sin abandonar la rotación de las doce en

punto, introduce un dedo o dos en su vagina y masajea el punto G con un movimiento ascendente en dirección al ombligo. 

Mientras masajeas el punto G, acaricia el clítoris rápidamente con un

movimiento circular. No te sorprendas si tu pareja eyacula con este orgasmo. Cunnilingus No podemos hablar de masaje genital femenino y dejar de mencionar el cunnilingus, que es la practica del sexo oral en la mujer. Cuando realizamos un cunnilingus estamos masajeando la vagina de nuestra pareja con nuestra lengua y por supuesto se deben seguir muchas pautas. A muchos hombres les gusta practicar el cunnilingus casi tanto como que les hagan una felación. De hecho, muchos se quejan de que quieren practicarlo pero sus parejas se niegan por vergüenza. Paradójicamente, en general las veinteañeras se muestran menos firmes acerca de sus necesidades orales que las mujeres de más edad. Dan por sentado que deben practicar sexo oral pero no necesariamente recibirlo. Sin embargo, dar y recibir sexo oral son dos prácticas imprescindibles. Para complacer oralmente a tu compañera deberás tener en cuenta tres aspectos. En primer lugar, realiza movimientos suaves y sutiles, prestando atención a sus señales para averiguar si prefiere más (o menos) presión. En segundo lugar, no imites los movimientos rápidos de las películas porno; son menos efectivos de lo que parecen. Y por ultimo, no vayas directamente al clítoris. Técnicas Básicas

Un descenso elegante Empieza por arriba. Acaricia, masajea, mordisquea, chupa, besa y lame, o provócala y atorméntala evitando los genitales hasta que este excitada. 

Presta una atención especial a los pechos. Masajea la areola con las palmas

abiertas y juega con los pezones mientras lames y besas la zona situada entre el ombligo y el borde del vello púbico. 

Lame la franja de carne entre la pelvis y los músculos. Besa y lame de arriba

abajo la parte interior del muslo hasta la rodilla, una pierna cada vez. 

Adopta una posición cómoda para ambos. Ella puede ponerse apoyada sobre la

almohada con las piernas abiertas, las rodillas dobladas, plana o con las piernas extendidas en forma de V. Tú puedes tumbarte o arrodillarte entre sus piernas o ponerte a su lado y rodear tu hombro con una de sus piernas. Ella también puede ponerse a horcajadas y situar el clítoris a la altura de la boca. Muchas mujeres prefieren esta ultima postura porque les permite controlar la situación. 

Lame la delicada piel de ambos lados, así como las zonas superior e inferior del

clítoris, con lametazos largos, anchos y lentos. 

Prueba distintos movimientos con la lengua.



Rodea el contorno del clítoris con los labios. Mantenlos fruncidos mientras

chupas suavemente. Chupa y lame en alternancia la piel de alrededor. 

Si tu pareja le gusta la estimulación directa del clítoris, lámelo y chúpalo.



Cuando este a punto de alcanzar el orgasmo, tapa la zona del clítoris con la

boca. Chupa alrededor del contorno del clítoris. Estimula los labios con la mano, acaricia la cara interna de los muslos y juega con sus pezones, o bien intercala estos tres tipos de caricias. No muevas la boca hasta que llegue al orgasmo, excepto si quiere que lo hagas a través del coito. Para el placer de él Cuando toques los genitales de tu compañero, recuerda que la intención no es que tenga un orgasmo. Si eso sucede, no le importara, pero si no, en realidad será lo de menos, porque aun así habrá experimentado sensaciones maravillosas. Son dos de los movimientos más básicos que me enseñaron, pero nada te impedirá inventar los tuyos con un poco de práctica e imaginación.

El exprimidor de limones: Sostén el pene con una mano y con la palma ahuecada de la otra, frota el glande como si exprimieras un limón. Una mano tras otra: Pon la mano en el glande y deslízala a lo largo del pene. Antes de llegar a la base, sube la otra mano hasta la punta y repite el movimiento. Explora: Acariciar los genitales del compañero es un paso natural después de los besos y los abrazos. Averigua que técnica prefiere. Masaje genital masculino 

Monta a horcajadas sobre tu pareja sin que haya penetración. Acerca los pechos

a su cuerpo y frota tus pezones contra los de el. También puedes sujetar los pezones con la mano y rozarlos sobre los de él. 

A horcajadas, ve bajando el cuerpo hasta quedar de rodillas entre sus piernas.

Toma suavemente los testículos, primero uno y después el otro, entre el pulgar y los demás dedos. Luego coloca un testículo sobre la palma de la mano y acarícialo con las yemas de los dedos. Haz lo mismo con el otro. 

Sujeta la base del pene con una mano y realiza un movimiento circular hacia el

glande con la otra. Con la palma de esta mano, acaricia el glande. 

Partiendo de la base, acaricia el pene con movimientos rotatorios con ambas

manos, como si intentaras hacer fuego. Cuando llegues al glande, vuelve a bajar hasta la base sin dejar de sujetar el pene entre las palmas de las manos. Empieza lentamente pero aumenta la velocidad y la presión a medida que llegue al orgasmo. 

Inclínate hacia adelante para que él pueda eyacular sobre tus pechos.

Felación A los hombres les encanta recibir sexo oral y agradecen prácticamente todos los esfuerzos de su compañera por pequeños que sean. Sin embargo, toda mujer debe saber hacer una felación que consiga satisfacer al máximo a su compañero. Aunque a la mujer no le atraiga especialmente la idea de practicarla y el sea poco exigente, le sorprenderá el poder erótico que puede llegar a tener al ver la medida en que esta practica afecta al hombre.

Las dos reglas de oro de la felacion: nmo balancear la cabeza y mover la lengua sin parar. Técnicas básicas El abecé de la felación 

Besa y lame la cara interior de los muslos mientras tiras con cuidado del escroto

hacia abajo. Aprieta suavemente los testículos con las yemas de los dedos. Póntelos en la boca de uno en uno y acarícialos con la lengua. De nuevo con sumo cuidado, tira de ellos hacia abajo con la boca. 

Mientras acaricias los testículos, desliza lentamente los dedos a lo largo del

tronco del pene. 

Adopta una posición cómoda, arrodillándote al lado de tu compañero en la cama,

en Angulo recto con relación a su cuerpo o de rodillas entre sus piernas. También puedes pedirle que se ponga en el borde de la cama y arrodíllate en el suelo. Humedécete los labios y cubre con ellos los dientes. Pasa la lengua por la cabeza del pene para humedecerlo. 

Sujeta la base del pene firmemente con una mano. Con la otra puedes formar un

circulo con el pulgar y el índice – una posición que el experto en sexo Lou Paget denomina - para poder deslizar la boca y evitar que tu compañero llegue al clímax. Mueve esta mano con un movimiento giratorio mientras realizas la felación. Si la erección no es completa, mueve ambas manos (dispuestas alrededor del tronco) en un movimiento giratorio ascendente. 

Rodea el glande con la lengua mediante movimientos en espiral y después

recorre el tronco con largos lametones hacia abajo y hacia arriba. Ahora vuelve al glande. 

Recorre el relieve de la corona con la lengua mientras acaricias el tronco entre

ambas manos, siempre y cuando quieras mantener el anillo y el cierre en su sitio. 

Acaricia el frenillo con la lengua.



De vez en cuando, establece contacto visual con tu compañero.



Introduce el pene en la boca y luego retíralo mientras lo succionas y acaricias

con la lengua. Repite ese movimiento entre diez y veinte segundos como mínimo.



Vuelve al glande. Acarícialo con la lengua mediante movimientos giratorios.

Lame la corona. Chupa el glande y repite esta acción varias veces. 

En este momento puede que tu compañero decida que dejes de estimularle para

evitar llegar al orgasmo. Toma su mano y ponla sobre tu vagina. Deja que la estimule hasta que su estado de excitación disminuya un poco. 

Si, por el contrario, quieres que llegue al orgasmo, presiónale suavemente el

perineo con el pulgar o el dedo. Masaje de glúteos El masaje de glúteos resulta muy agradable pero recuerde actuar con firmeza y siempre en dirección a la región lumbar y los muslos. 

Arrodíllese en paralelo a vuestra pareja y ponga con suavidad las manos sobre

la parte superior de los glúteos. Efectué effleurages circulares. 

Deslice las manos hacia los costados y hacia abajo.



Imprima un masaje de forma superficial sobre ambos glúteos dirigiéndose hacia

la parte baja de la espalda. Efectué los movimientos rápidamente y de forma simultanea o alterna. 

Colóquese perpendicular a vuestra pareja y con las manos sujete la parte

carnosa del glúteo opuesto. Masajee con profundos movimientos alternados de las manos (Pétrissage), evitando las zonas huesudas. 

Mantenga la misma posición. Sitúe la mano en cuña sobre el glúteo; con la otra,

estabilice y sujete la parte baja de la espalda. Ejecute presiones profundas y circulares en diferentes puntos de los músculos de los glúteos. 

Presiona el centro del glúteo con el codo, con el brazo flexionado, presionaremos

y rotaremos en el sentido de las agujas del reloj, con fuerza pero delicadamente, sin que por ello se separen los glúteos. Para evitarlo, se recomienda colocar la otra mano en la cadera opuesta, para mantener los glúteos cerrados. 

Con los nudillos del puño cerrado, presionaremos el pliegue existente entre el

glúteo y la pierna, hacia arriba y con fuerza. Debemos sentir el hueso bajo la carne. Éste es el punto de la ciática y resulta muy eficaz para aliviar esta dolencia. También se llama “punto del culo bonito”, porque contribuye a que se tenga una bonita forma redonda.

Masaje erótico Uno de los principios de un buen masaje es que el masajista sea de total confianza, es decir, que estés seguro de que no tiene intenciones sexuales (sensual no es sexual). Pero cuando damos masaje a nuestra pareja, las reglas cambian. El masaje sexual te ofrece la posibilidad de convertirlo en una forma de arte. Forma parte de las técnicas de “masaje a tres manos” que se incluyen en esta sección. Es obvio que las caricias genitales son una parte importante del masaje erótico, pero es importante recordar que sólo funcionan una vez se han masajeado las demás partes del cuerpo. Excitación general: Usa las manos, los labios y la tibieza de tu cuerpo para electrizar la piel de tu pareja antes de acariciar sus genitales. El toque final: Proporciona un masaje íntimo a tu pareja como final sensacional a toda la atención previa. Es una forma de juego preliminar muy excitante y disfrutaras tanto al darlo como al recibirlo. Masaje a tres manos para el El maestro estadounidense del masaje Ray Stubbs es el creador del masaje a tres manos. Su intención era combinar la relajada sensualidad del masaje con las suaves caricias del acto amoroso. Los antiguos chinos creían que el pene y la vagina tienen ciertos puntos meridianos (o de energía). Ray aplico esta idea para reactivar la electricidad corporal interna. En el siguiente ejercicio hay que turnarse. La persona que reciba el masaje no tratara de corresponder al mismo tiempo porque sus esfuerzos bloquearan la calma interior que ambos deben lograr. Deslizamiento sensual: Frota con las piernas bien lubricadas en las nalgas y muslos de tu pareja antes de penetrarla. Inicio del masaje

1 Da a tu pareja masaje corporal con las manos durante quince minutos, con las técnicas ya descritas, antes de tocar los genitales. Tómalo con calma. Haz movimientos lentos y no busques el orgasmo – para ninguno de los dos -. Al terminar, procede con el segundo paso. 2 Da a tu pareja masaje en la espalda y siéntate a horcajadas sobre ella. Para que tu cuerpo se deslice libremente, unta con mucho aceite tu propio abdomen, genitales y muslos. 3 Sin interrumpir el masaje sensual se su cuerpo, desliza las piernas bien aceitadas hacia arriba y hacia abajo por sus muslos y nalgas de tal forma que toques su piel con los genitales y además le des masajes. 4 Sin detenerte, deja que el pene encuentre su resbaladizo camino entre sus piernas entreabiertas y que le toque la vagina. Penétrala muy lentamente y acaríciala con las manos al mismo tiempo. Masaje a tres manos para ella El masaje a tres manos también funciona con la mujer, es decir: ella realiza el ejercicio. Lo maravilloso de esta técnica es que puede ser tan placentera para quien la aplica como para quien la recibe. Como puede ella darle placer a él 1 Siéntate a horcajadas sobre el abdomen de tu compañero. Comienza dándole masaje en el torso; luego, inclínate hacia atrás cuanto puedas y dale un masaje en los muslos. Después

de

hacerlo

durante

quince

minutos,

acuéstate

sobre

él

y

frota

provocativamente los senos contra su pecho, de arriba abajo y de un lado a otro. Cuanto más aceite uses, más sensual será el movimiento. Placer total: El masaje a tres manos te permite proporcionar a tu pareja toda una serie de sensaciones maravillosas.

2 El siguiente paso es frotar el pene con tu pelvis lenta y suavemente. Demuestra tu amor besando y acariciando a tu pareja mientras lo haces. Cuando su pene reaccione y empiece a ponerse rígido, deslízate muy lentamente, de tal forma que tu vagina poco a poco se encuentre con el pene y haya contacto genital sin penetración. Frótate suavemente mientras le das masaje con las manos con movimientos continuos y sensuales. El secreto de estos masajes especiales es disminuir el ritmo lentamente. (Mueve las manos lenta y provocativamente sobre su cuerpo). Las series de nueve Los reflexólogos creen que estimular las terminaciones nerviosas del pie puede llenar de energía los órganos relacionados. El pene y la vagina tienen terminaciones similares, llamadas “zonas de reflexología”. El de las series de nueve es un ejercicio taoísta concebido para dar masaje a dichas zonas genitales de reflexología y beneficiar el resto del cuerpo. Las partes del organismo involucradas, “las siete glándulas”, son: la pineal, la pituitaria, la tiroides, el timo, el páncreas, las suprarrenales y las sexuales (próstata y testículos en el hombre y ovarios en la mujer). Masaje interno: Los pliegues del canal vaginal y la forma irregular del pene impiden dar un masaje uniforme al pene o la vagina durante las relaciones normales. Con el ejercicio de las “series de nueve”, donde una serie de nueve consta de noventa movimientos, se pretende evitar este problema. Los estudiantes aplicados deben hacer más de una serie, aunque se requiere mucha práctica para dominar la técnica sin eyacular. No eyaculación: La técnica taoísta de la no eyaculación que se aplica en el punto jenMo se puede usar junto con las series de nueve, por su efecto benéfico en la salud del hombre y porque ayuda a prolongar el acto amoroso. Como hacer las series de nueve

Es importante saber que el acto amoroso no se hace solo por placer. Tal vez el hecho en si sea excitante, pero aquí el objetivo consiste en adoptar medidas de salud preventivas para tonificar las “siete glándulas”. Probablemente, el preliminar más importante para una sesión amorosa prolongada sea que te sientas bien mientras la llevas a cabo. Para ello, debes seleccionar el lugar más cómodo y asegurarte de que no haya interrupciones. Descuelga el teléfono, cierra la puerta con llave y asegúrate de tener a mano todo lo que puedas necesitar. Las series de nueve El movimiento es esencial en este ejercicio y hay que llevarlo a cabo con mucho control corporal. Por lo tanto, las series de nueve se hacen mejor cuando el hombre se coloca encima. Es necesario seguir por orden los siguientes noventa movimientos profundos y superficiales. 1 Introduce solo el glande en la vagina y retírate. Haz este movimiento poco profundo nueve veces y luego introduce todo el pene una sola vez. 2 A continuación haz ocho movimientos superficiales (introduce solo el glande) y dos profundos con todo el pene. 3 Luego haz siete movimientos superficiales y tres profundos. 4 Seis movimientos poco profundos seguidos por cuatro profundos. 5 Cinco movimientos superficiales y cinco profundos. 6 Cuatro movimientos poco profundos y seis profundos. 7 Tres movimientos superficiales y siete profundos. 8 Dos movimientos poco profundos y ocho profundos.

9 Finalmente, el hombre hace un movimiento superficial seguido de nueve profundos. Un consejo: Si deseas hacer series adicionales, primero pregunta a tu pareja si está de acuerdo. Es posible que sea importante moverse, pero también se pueden cometer excesos. Hay que aplicar el sentido común. Reglas de Oro Con los dedos se puede provocar una sensación exaltadora en todo el cuerpo, pero para sentir el máximo placer con esta experiencia, hay algunas reglas de oro que siempre se deben cumplir.  Conoce a tu pareja, debes saber que tocar, como tocar y cuando tocar, además de su aroma preferido, lo que le gusta comer, con que sueña, sus fantasías,… TODO !!!  Asegúrate de que la habitación este caldeada.  Procura mantener calientes las manos y el aceite para masaje.  Busca un lugar donde nadie os interrumpa.  Da masaje sobre el suelo (cubierto con toallas) o en una mesa de masaje, no en la cama.  Recuesta la cabeza en una almohada baja.  Compra un aceite para masajes que huela bien (no uses aceite para bebe).  Lávate muy bien las manos; la suciedad puede dañar la piel.  Vierte un poco de aceite y úntalo en tus manos antes de aplicarlo a tu compañera (o); no lo pongas directamente en el cuerpo.  Aplícalo con movimientos rápidos y firmes.  Una vez que empiece el masaje, disminuye el ritmo y nunca dejes de tocar a tu pareja hasta que termine. Cambia las reglas: Una variante para el masaje consiste en tocar la piel con diferentes fibras. Escoge materiales sensuales como pieles, plumas, o terciopelo y cuida de que el cuerpo esté seco siempre que comiences; además, asegúrate de que tu pareja esté cómoda.

Algunos tips

Una buena vida sexual activa con vuestra pareja puede cambiar radicalmente la forma de ver las cosas, es decir, si deseáis funcionar bien con vuestra pareja, debéis considerar que en una relación sexual placentera el cuerpo liberará endorfinas, que son muy bien llamadas “hormonas de la felicidad” y son las responsables de generar bienestar,

vitalidad

y

energía

dentro

del

cuerpo,

todo

esto

contribuirá

considerablemente a ver los inconvenientes de la vida en pareja de una manera diferente, con una visión mas positiva. Hoy en día cualquier excusa es buena para justificar la falta de interés y disposición; el exceso o falta de trabajo, las obligaciones, el estrés llevan difícilmente a lograr una relación sexual satisfactoria, ya que se cae en el aburrimiento, la monotonía, no se deja lugar a la imaginación, la creatividad, para finalmente dejar de gozar de un exquisita relación amorosa, donde la espontaneidad, el juego, las caricias y los besos tomen vida para hacer de cada sesión una experiencia inolvidable. Por ello os invito a huir de la rutina, a dejaros llevar, a divertiros y aclaro que no estoy en contra de uno rapidito y espontáneo, porque hasta estos llevaran incluidos preliminares y por otra parte agregan el factor sorpresa y lujurioso.

Bibliografía Anne Hooper, Guía del placer sexual Ediciones B, Grupo Z A. L'Hermite – S. Koniecpol, El masaje De Vecchi Sofia Capablanca, 101 Posturas sexuales Libsa Sofía Capablanca, 101 Trucos sexuales Libsa Claire De Lys, El masaje tantrico o el despertar de los sentidos Ediciones Obelisco Susan Crain Bakos, La biblia del sexo Evergreen