El Gran Torino

PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATOLICA DEL ECUADOR FACULTAD DE INGENIERIA ESCUELA DE CIVL ÉTICA PROFESIONAL ANÁLISIS FILME “EL

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PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATOLICA DEL ECUADOR FACULTAD DE INGENIERIA ESCUELA DE CIVL ÉTICA PROFESIONAL ANÁLISIS FILME “EL GRAN TORINO”

GEOVANNY RUIZ

SINOPSIS Si en la primera parte lleva los estereotipos de héroe eastwoodiano a un extraño lugar entre la autoparodia y la vindicación, en el tramo final bascula hacia la gravedad, la culpa y la confesión. El pasaje final, que sella con las palabras “tengo luz”, recogen una lúcida relectura del espacio moral del justiciero en la sociedad civil, al tiempo que establece una resonante metáfora de la colisión de la América de Obama con el imaginario fílmico de Eastwood, quien no duda en detonar su propia leyenda desde dentro. Frente a la tragedia que ha provocado el código de la vieja escuela, el mito toma conciencia de que el tiempo ha pasado por encima de él. En el transparente movimiento de regeneración ética de Gran Torino, donde la población multirracial toma por completo el destino del relato, resuena la metáfora de un país que se abre a una nueva y reconfortante era. A todo crepúsculo le sigue un amanecer.El día que decide intervenir en una pelea entre orientales que tiene lugar en su propio jardín marcará un punto de inflexión en su vida que ya no tendrá vuelta atrás.

ANALISIS DEL PERSONAJE PRINCIPAL En ‘Gran Torino’, Clint Eastwood se dirige a sí mismo en el papel de Walt Kowalski, un anciano que se queda viudo y que no se lleva bien con sus dos hijos ni con las familias de éstos. Es uno de los pocos norteamericanos que quedan en su barrio, poblado por asiáticos e hispanos, lo que choca con su forma de pensar, retrógrada y racista. Walt está cabreado con todo el mundo, o eso podría parecer porque, cuando alguien comienza a tratarlo como si fuese su familia, se verá que el problema no estaba en él. Desde el inicio del film, el personaje que interpreta Clint Eastwood remarca de forma algo exagerada su humor. A su cara de perro añade un gruñido característico de este animal, que puede parecer una sobreactuación. Sin embargo, considero que era necesario dar esta indicación al principio de la película para dejar muy claro el tono. Muchas veces, con las películas que podrían parecer serias o que vienen de la mano de directores que no han hecho mucha comedia, el espectador reprime sus ganas de reír

porque no piensa que sea eso lo que tiene que hacer. Por lo tanto, es conveniente hacer esa exageración cómica para decirle a quien la ve que se relaje y deje salir sus más instintivas carcajadas. Sólo de esta forma, la mayor parte del metraje que viene a continuación se verá con el temperamento adecuado. Y es que el propio Eastwood se está riendo. No se ríe de las personas de otras razas, pero sí de la tontería que existe hoy en día con la corrección política. Esta actitud que implica no ofender nunca con la palabra ni con los comentarios, pero guardarse para uno mismo las ideas xenófobas que se han tenido siempre, no es otra cosa sino hipocresía. El personaje está como pez fuera del agua, pero no por la cantidad de inmigrantes que le rodea (como podría parecer), sino porque no sabe comportarse de acuerdo a las costumbres de hoy en día. Es decir, la diferencia entre él y otros paisanos suyos es que éstos disimulan la incomodidad ante quienes son diferentes, no que éstos no la sientan.