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El extranjero, de existencialismo y nihilismo. Zamudio Pérez Jathzi Zurisadai La increíble obra que Camus nos regala en esta, no muy extensa, novela esta inunda de la filosofía existencialista y el nihilismo en un viaje que transita desde Sartre, hasta Heidegger, pasando por supuesto por Nietzsche y Kant e implementando una mezcla de sus filosofías con la interpretación personal del autor; lo que nos da por resultado un existencialismo “Camusiano”. La primera afirmación filosófica con la que el libro nos enfrenta es la muerte de Dios, establecida por Nietszche como la base más importante de todo su pensar y de su posterior acople con el nihilismo, esta debe ser entendida como la muerte de la estructura de valores establecida por la sociedad en tiempos anteriores, la desaparición de la posibilidad de certezas inmateriales para desempeñarse en la realidad. Esta muerte deja un vacío y vemos nacer al nihilismo; es decir, una falta de una verdad inquebrantable que pueda regir la vida. El lugar antes ocupado por Dios es un hueco que destina al hombre a la deriva. El sentido de desilusión al que el hombre se enfrenta podrá tener dos resultados, el primero será un movimiento positivo que generara la creación de nuevos valores de dirección para la vida, conocido como “transvaloración” en la filosofía de Heidegger. La segunda dirección será contraria, tras la devastación buscara de manera desesperada encontrar otra verdad eterna que podrá dar sentido a su vida, no existe una transvaloración solo la misión de llenar el hueco que causa decepción y agotamiento en la humanidad. Sera solo tras la muerte de Dios que se encontrara el autentico valor de la vida. Esta valoración es, en el existencialismo, un “eterno retorno” aunado únicamente a la voluntad de poder. La voluntad de poder corresponde a la conservación y la procuración del poder sobre todo. La voluntad tenderá a dar vueltas sobre sí misma buscando cada vez más aquello que desea. Esta es la instauración del eterno retorno, siendo el medio para afirma la eternidad de su propio querer; por lo tanto, la voluntad afirmara la vida misma. Nietzsche le otorga una reafirmación al valor de la vida en la tierra deseando volver a vivir esta vida en una repetición eterna. Acorde al existencialismo el hombre puede ser definido en base a dos posibilidades. El ser es concebido antes como esencia y luego como existencia (conceptos preestablecidos que ya definen lo que es, la existencia de Dios que crea la esencia del hombre) y viceversa, existencia y después esencia. Tras suprimirse la idea de Dios en el libro la existencia preceda a la esencia, es decir, que el hombre primero nace en la tierra y él mismo se define, es por esto que el protagonista encuentra su esencia sólo después de sus acciones, tal y como se ha hecho a si mismo. El hombre tiene una responsabilidad ante sus actos. En la obra de Camus el hombre vive con una angustia producida debido a su gran responsabilidad como agente actor. La angustia es una consecuencia de todas sus acción, cuando se eligen un acto este cobra su valor. Meursault elige el acto de la indiferencia y es 1

el mismo que definirá su esencia. Sartre incorpora un elemento existencialista explotado de manera profunda en El Extranjero, la existencia de situaciones en la vida de los hombres en las cuales no es posible intervenir. Dado que no hay Dios ni valores, el hombre se vuelve desinteresado, su esperanza se ve convertida en una desesperanza. Esto arroja una adoración de las acciones en el presente (sin lazo alguno al futuro). El sentido en la vida se construye por y en el acto mismo. Un valor se carga de sentido, con el sentido que cada uno elija (transvaloración). Meursault no tiene un Dios que lo resguarde y guíe este rige su vida por sí mismo con sus propias leyes, forjando sus propios valores. Bajo esta afirmación podemos reiterar que el protagonista ha escogido la indiferencia como valor rector de su existencia y pilar de su esencia. Las muestras de falta de interés se nota a lo largo de la novela, la muerte de su madre le resultó, no más, que un tramite, su inexistente amor a María, su falta de interés en el dolor de su vecino, o en su trabajo (cero aspiraciones) y por ultimo es este inexistente interés el que permite que el acto de matar a un hombre le de “lo mismo”. Existencialismo Camusiano Es en distintos aspectos del libro donde encontraremos la readaptación del existencialismo al pensar de Camus. En primera instancia, desde el nihilismo de Nietzsche es fundamental el desarrollo de una nueva estructura de valores que no llenara el vacío de Dios, sino que se establecerá como la versión renovada de la verdad que regirá al hombre. El filosofo definió una filosofía en la cual el ser no puede rendirse ante el vacío, por el contrario exige la superación de sí mismo y no una actitud de indiferencia general como la muestra nuestro protagonista. Meursault transforma el existencialismo de Sartre al no aunar su acciones individuales a una generalidad de las mismas hacia la humanidad, jamás se plantea una de las preguntas básicas hechas por Sartre “¿qué sucedería si todo el mundo hiciera lo mismo?”, en realidad experimenta una insensibilidad ante la naturaleza de sus actos. La idea del eterno retorno, instituida por Nietzsche, que establece la afirmación positiva de la vida terrenal siendo la forma en la que el ser desea tanto vivir cada momento, que no tiene inconvenientes en anhelar la repetición una y otra vez de los instantes padecidos esta presente en la obra de Camus, Meursault tras su estadía en la cárcel nos muestra que la indiferencia ante cualquier momento vivido permite que acepte la vida y que, finalmente, la anhele. Esta es otra de las variaciones establecidas por el autor sobre la filosofía de Nietzsche. Para el filosofo la aceptación gozosa de cada instantes es el camino para llegar al anhelo eterno de la vida, mientras que Camus elige el acto de sumirse en una mesura que le impide al hombre el placer de cualquier momento. El primero pretende superar al hombre más allá de sus posibilidades, mientras que el segundo reconoce los límites en la humanidad, admite con resignación todo lo que tiene que ocurrir, haciendo énfasis en la imposibilidad de cambiar de vida.

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Por ultimo y más importante debemos comprender y valorar la verdad absoluta que logra en la obra la transvaloración, que es la transformación de la muerte en la verdad eterna. Meursault como cualquier otro humano morirá y esta afirmación es certera y latente. En este sentido el hombre hace una fuerte referencia a Heidegger, ya que entiende al hombre como un “ser para la muerte” es la seguridad de la muerte la única gran verdad esta será la causa del eterno retorno, de la valoración de la vida terrenal. El personaje se entrega a la indiferencia resignada resultado de la profunda confianza de que morirá. El dialogo en el que Meursault nos muestra el carácter existencialista/nihilista de la obra es la respuesta a la pregunta de sí desea una vida distinta, a lo que el dice: “¡una vida en la que pudiera recordar ésta!” (Camus, 75). Dejando en claro que su deseo de repetición es muy fuerte y verdadero. En el existencialismo Camusiano el hombre pasara sus días uno tras otro sin que nada cambie, pero los aceptará, los confirmará y de esta manera le dará sentido a su vida, misma que se torna sin esperanzas y bajo la cual no hay nada que esperar, nada que el futuro depare más que la muerte; sin embargo, es aceptada hasta sus últimas consecuencias. El Extranjero es sin duda una novela que nace en el deseo de negar la existencia de certezas mediante el absurdo que se nos muestra desde las primeras paginas. La voluntad de poder llevara al hombre a estructurar un sistema de posible control sobre todo aunado también a la idea de generalizar las acciones individuales a una globalidad, generando así una persecución del poder sobre lo conocido. Camus realiza una critica a la opresión del ser, imponer un valor a un ser bajo determinados y absolutos patrones, no queda la posibilidad de ser y sino que se transforma en un objeto. En el libro encontramos un juicio sobre el delito y sobre su conducta, un juicio de sus actos y su indiferencia, concibiendo, finalmente, al crimen como aquello que no pertenece a una sociedad correcta, como lo absurdo de la sociedad. La sociedad trabaja con patrones ya preestablecidos e incuestionables, condenando tanto el azar, como la indiferencia y el crimen, catalogando estas características como lo raro o lo absurdo. El tribunal desea del protagonista el arrepentimiento y rendición total ante una verdad, unos valores impuestos. La obra desaprueba el sistema de leyes bajo el que se rige el hombre puesto que este marca la manera de moldear a hombre y dictarle sentencias. Camus enfatiza el lazo entre el hombre y la tierra no entre el hombre y su sistema de valores impuesto. Meursault entenderá finalmente su dicha como una relación de lo terrenal con el verdadero sentido de la vida. La obra representa un referente hacia los sentimientos de la sociedad actual cuyo desinterés puede notarse y cuya racionalidad pretender, más que cualquier otra cosas, guiar su vida y en ocasiones aniquilar su ser, la importancia de encontrar el verdadero sentido de nuestras vidas, apreciar el presenta y estar consientes de los limites humanos es la enseñanza oculta entre las líneas de este texto. Por ultimo es interesante capturar tras esta lectura la idea o reafirmación de un eterno retorno. Tras esto puedo concluir afirmando que somos eternos, eternos en la medida en que valoramos y anhelamos la vida misma, tanto como para volverla a vivir. No existe la necesidad de ser extranjeros o extraños a nosotros mismos y al mundo. 3

Bibliografía: Camus, Albert. El Extranjero. Santiago, Chile: Andrés Bello, 1991 Martin Heidegger, Ser y Tiempo, 1927 Jean Paul Sartre, El Existencialismo Es Un Humanismo, 1946

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