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EL ESTADO MODERNO EN MÉXICO.

Autor: Pedro Salazar Introducción a la Administración Pública. Alumna: Guadalupe Parra Huchin. Resumen.

Introducción. En esta obra del estado moderno, el autor comienza por explicar cómo se empieza a formas el Estado mexicano, así como las causas por las cuales adquiere ciertas características, como y que es el estado moderno en el contexto mexicano. El proceso que llevó a cabo para su formación, asimismo los elementos que lo conforman, los principales retos y desafíos que enfrenta el Estado moderno mexicano y de qué manera los enfrenta, los factores interno y externos que influyen en el proceso. Como primera parte describe de los conceptos en el grado de lo más general a lo particular, empezando por que es el Estado moderno en su clásica definición así como su descripción del proceso de su formación, citando autores importantes que mucho tienen que ver con este tema. Explica los orígenes del estado moderno y como se fue transformando a través del tiempo y de los factores que influyen, así como la teoría del estado contractualista que en su estado de naturaleza pasa a ser el estado civil. Los retos que tuvieron que pasar para poder establecerlo, sin embargo al final de la lectura el autor menciona que aún quedan mucho por hacer para no volver a caer en el estado de la naturaleza.

Desarrollo: Max Weber define al Estado como “el monopolio de la fuerza legítima, o en otras palabras, la monopolización legitima del uso de la fuerza en un territorio determinado”. El autor analizando esta definición dice que reside en dos ejes, el primero es la concentración exclusiva de la fuerza en manos de una entidad, y el segundo, en la legitimidad de dicha concentración. En cuanto al origen del Estado moderno, los primeros surgieron en Europa entre los siglos XV y XVI, con relación a la definición anterior fueron afirmando a través de ella su soberanía, en dos direcciones: al interior, al expropiar los medios de poder a los particulares y hacia el exterior al afirmar su autonomía hacia otras entidades, Estados o potencias. Por esta causa se llevó a cabo un proceso político y de desarrollaron procesos jurídicos y administrativos; para poder tener una organización mejor establecida. De acuerdo a todo lo anterior, el concepto de soberanía está vinculado con el desarrollo del Estado moderno porque ha significado la capacidad de éste para imponer el orden al interior del mismo y garantizar su autonomía hacia el exterior. Siguiendo la teoría de Weber, se consideró que el Estado moderno tiene ciertas características: -

Una cierta entidad territorial. La existencia del poder central suficientemente fuerte como para garantizar

-

el orden interno y la seguridad exterior. La creación y desarrollo de una infraestructura administrativa, financiera,

-

militar y diplomática La consolidación de una unidad económica, fundamentalmente.

Sin olvidar, de acuerdo a Bobbio, la condición fundamental para que exista un Estado es el monopolio de la fuerza. El autor, menciona la teoría contractualista por la que ha pasado el desarrollo del Estado sobre su origen y legitimidad.

La teoría contractualista el estado tiene dos fases la primera es el estado de naturaleza, que es un estado no político, en donde los individuos, están en una sociedad natural, son libres e iguales unos respecto a los otros y son titulares de ciertos derechos naturales. Posteriormente, se transforma a la segunda fase que es el estado civil, que se da a través de pactos, contratos o convenciones. Y se va creando la legitimidad de la sociedad política a través de acuerdos realizados entre todos los individuos. El paso que ofrece legitimidad al Estado civil moderno es el pacto, contrato o convención que celebran los individuos que serán gobernados para dejar atrás el violento estado natural. Las Constituciones son la expresión

del pacto o contrato social que ofrece

legitimidad al Estado, esto es el Estado Constitucional. En México, el Estado constitucional se origina con la Constitución de 1857, sin embargo a pesar de su impronta liberal y de su contenido prometedor, había sido abandonada a su suerte. Aunque constituye una especie de “contrato social” en mitad del siglo XIX, dada su poca eficacia y la inestabilidad del orden político al que pretendió ofrecer sustento, no es posible decretar el surgimiento del Estado moderno mexicano. Para establecer el Estado en México se requirió de mucho esfuerzo. En el siglo XIX, se consumió en la búsqueda de la identidad nacional, la organización nacional y estatal. Surgieron diferentes ideologías, y enseguida se distinguieron dos que eran muy opuestas, dos bandos ideológicos e intelectuales que marcaron la historia cultural y social de la época: los conservadores y los liberales. Existen varias razones por las que consolidar el Estado mexicano trajeron muchos problemas y retos, la inestabilidad política, México padeció una fuerte tensión que impidió a los protagonistas de la época a encontrar un horizonte compartido, lo que se tradujo en rupturas permanentes que alteraron la paz interno. Otro de los problemas fue el peso político, económico y cultural de la iglesia católica. La separación entre la iglesia y el Estado, el sometimiento de las

primeras leyes seculares constituyó un paso decisivo hacia la construcción del Estado mexicano moderno. Ante esto las Leyes de Reforma fueron la respuesta liberal ante la intransigencia y la influencia de la iglesia

y en esa medida

abandonaron en la emancipación y autonomía del poder político. Por ello, en México la afirmación de laicidad y su institucionalización fueron una condición necesaria para el surgimiento del Estado. Durante el siglo XX, se resalta el gobierno de Porfirio Díaz, ya que fermentó las causas políticas y sociales que provocarían la Revolución, y contribuyó a la modernización del país y fue determinante en la edificación del Estado moderno mexicano. Desde 1867, durante todo el porfiriato y hasta el estallido revolucionario, México, había logrado consolidarse finalmente como un Estado con un territorio definido, una población con conciencia de una existencia común, una administración pública y económica más o menos estructurada, y sobre todo, un monopolio de la fuerza con legitimidad y proceso de juridificación. Sin embargo antes diversos problemas sobre diferencias en distintos factores, se volvió al estado de naturaleza. Así que los resultados políticos y jurídicos de conflicto, sentaron las bases para la recuperación del proyecto del Estado mexicano. Se repitió el proceso de un Estado constitucional, y la Constitución de 1917 fue la renovación del pacto social, que ratificó la apuesta por la forma de gobierno republicana, representativa, democrática y federal, quedó plasmado en el artículo 40. Esta Constitución, si representaba una fuente de legitimidad para el Estado en el proceso de reconstrucción. La pacificación y la institucionalización de la lucha por el poder fueron dos desafíos fundamentales para poder ofrecer sentido a la nueva etapa constitucional. La fundación del Partido Nacional Revolucionario en 1929, (el Partido Revolucionario Institucional, actualmente), fue un paso decisivo a esa

decisión. El largo régimen de partido hegemónico sentó, sin duda, las bases para la construcción de un Estado moderno en el país. En la segunda mitad del siglo XX, el mayor reto para México fue el de la democratización. Un tránsito a la democracia que se logró a lo largo de poco más de 30 años de reformas electorales y ajustes al diseño del Estado y que poco a poco permitió el sistema de partidos competitivos. Durante el siglo XXI, en el año 2000, se logró la alternancia en el Poder Ejecutivo Federal. El cual llevo al sistema político diversos cambios en el Congreso de la Unión, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que por esos cambios el presidente de México dejo de ser el personaje todo poderoso y perdió poder. Otros de los factores que enfrenta el Estado mexicano son la pobreza y la desigualdad, que debe enfrentar el país para garantizar la viabilidad del Estado y sus instituciones.

Conclusión. Para la conformación del Estado moderno mexicano hubieron muchos retos que hasta hoy en día aun no logra consolidarse completamente, existen muchos factores que intervienen para poder lograrlo, la pacificación del país, la institucionalización del gobierno, la organización y modernización de la vida social, cultural y económica, y posteriormente, la democratización del sistema político. A pesar de haber logrado todo lo anterior, no ofreció respuesta a un problema que creció a lo largo del tiempo y que se presenta ahora, al final de la primera década del siglo XXI, como el gran desafío para poder seguir hablando de un Estado moderno en el país: el rezago social.