El Eje Del Universo

El Eje del Universo Chamanes, sacerdotes y religiosidad en la cultura Jama Coaque del Ecuador Prehispánico Andrés Gutié

Views 220 Downloads 110 File size 6MB

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD FILE

Recommend stories

Citation preview

El Eje del Universo Chamanes, sacerdotes y religiosidad en la cultura Jama Coaque del Ecuador Prehispánico

Andrés Gutiérrez Usillos

www.mcu.es Catálogo de publicaciones de la AGE http://publicacionesoficiales.boe.es/

MINISTERIO DE CULTURA Edita: © SECRETARÍA GENERAL TÉCNICA Subdirección General de Publicaciones, Información y Documentación © Del texto y de las imágenes: sus autores

NIPO: 551-11-084-8

ISBN: 978-84-8181-498-9 Depósito legal: M-47543-2011

Imprime: Punto Verde Papel reciclado

MINISTERIO DE CULTURA Ángeles González-Sinde Ministra de Cultura Mercedes E. del Palacio Tascón Subsecretaria de Cultura Ángeles Albert Directora General de Bellas Artes y Bienes Culturales

Presentación

Existen ocasiones especiales y esta es una de ellas, en las que se pone de manifiesto la levedad de las fronteras que distancian las disciplinas humanísticas, y la inconsistencia de empeñarse en sutiles aislacionismos en aras de purezas académicas, pues en el fondo todas ellas tienen como fin último el conocimiento del ser humano, de su pensamiento, organización y producción. Este libro resulta ser un sugestivo paradigma del mestizaje de diferentes perspectivas históricas, arqueológicas, artísticas, iconográficas, científicas, para lograr ese objetivo final. Cuando se inicia su lectura probablemente se parte de un borroso o muy leve conocimiento de la cultura Jama Coaque del Ecuador Prehispánico, pero a medida que uno se sumerge entre sus páginas y se interna en sus descripciones, análisis y propuestas de interpretación, va dibujando y perfilando en su mente los rasgos nítidos de una cultura viva, el papel esencial que han cumplido hombres y mujeres en torno a la formación y desarrollo de uno de los aspectos inmateriales fundamentales y de mayor dificultad de análisis, que es el de la religiosidad. Y, además, como directora del Museo de América, me complace especialmente la presentación de este libro, porque sin lugar a dudas supone una revalorización, casi una reivindicación, del papel que pueden y deben cumplir los bienes custodiados en estas instituciones culturales en relación con el aporte sobre la comprensión del ser humano. Y es que el patrimonio material ubicado en museos carece en muchos casos de un contexto asociado que nos informe sobre su procedencia, datación y trayectoria, como sucede con los materiales arqueológicos de la cultura Jama Coaque objeto de este estudio. A pesar de ello, estos bienes tienen su voz propia, alta y clara, para relatar la historia de la sociedad que los produjo. Solo hay que saber

escuchar, entender y transmitir ese mensaje, que es lo que el autor de este libro ha hecho. Ahora, la voz de la cultura Jama Coaque resuena de nuevo entre las páginas de este estudio y clama por hacer oír su eco entre las vitrinas de los museos. Su autor deconstruye algunos de los mitos de la interpretación de las figuras cerámicas que frecuentan los museos, deduciendo nuevos significados razonados sobre la base de comparaciones con sociedades etnográficas de las que existen testimonios directos, pero también mediante la puesta en común de rasgos con otras culturas arqueológicas y la lectura de las fuentes documentales. El papel de la mujer en estas sociedades, el análisis de la indumentaria del chamán-sacerdote, la recuperación de los rituales y el significado de los mismos o el establecimiento de un corpus de divinidades Jama Coaque, por primera vez organizados para su comprensión como un sistema, son algunos de los admirables aportes de este estudio. La cultura Jama Coaque, y en general las culturas prehispánicas o precolombinas como se prefiera, del Ecuador, reviven por un momento en estas páginas. Del hilo de voz que reverbera entre sus líneas, casi puede escucharse la melodía que subyace sobre el conocimiento de las mismas. Y este libro supone un aporte esencial para la afinación de alguno de los instrumentos musicales de una orquesta que va a permitir interpretar esa música y posibilitará la comprensión de estas culturas. Entre todos, y los museos aquí juegan un papel esencial, es preciso continuar adelante con estas investigaciones para poder interpretar la sinfonía completa, para poder deleitarse con la voz y el sonido vivo de la América prehispánica. Concepción García Sáiz Directora del Museo de América

7

Agradecimientos

8

Para la culminación en esta publicación del proyecto de investigación que se inició hace algunos años, necesariamente ha sido indispensable la confluencia de apoyos y sinergias de diferentes índoles. Ellas han posibilitado su desarrollo y por tanto toca ahora, más que justificadamente, agradecer su intervención. En primer lugar, quisiera comenzar mostrando mi gratitud a Concha García Sáiz, directora del Museo de América (Madrid, España), no solo por presentar esta publicación, sino por haberme confiado su apoyo, posibilitándome la incorporación a la institución que dirige y poder culminar este trabajo de la mejor forma posible, en proximidad a las colecciones a las que en gran parte se refiere. A Ana Verde, responsable de las colecciones de arqueología del Museo y muy especialmente a Ana Castaño, que me ha acompañado con amabilidad y profesionalidad en las visitas a los almacenes y a Nuria Moreu, también del Museo de América, que con enorme celeridad y profesionalidad me ha ido procurando el incesante goteo de peticiones de imágenes de los bienes culturales de dicho Museo que aquí se muestran. A Marian del Egido del Instituto de Patrimonio Cultural de España y su equipo, especialmente a Marian García, por la eficaz labor de investigación que llevan a cabo para el conocimiento y salvamento del patrimonio cultural y en este caso la que se ha realizado para intentar extractar algo más de información adicional sobre lo visible de las vasijas y figuras Jama Coaque conservadas en el Museo de América. A Tomás

Calderón, del Laboratorio de Datación de la Universidad Autónoma de Madrid, que ayudó a situar temporalmente algunas de estas cerámicas. A Emilia Aglio, colega y amiga, que me ha comprendido en algunos difíciles momentos y me ha alentado constantemente a continuar con este trabajo, y sobre todo por su paciente y eficaz colaboración en la publicación de este libro, sus atinados consejos e incalculable experiencia. A la Subdirección General de Museos Estatales por su impulso para que el trabajo viera la luz. Al personal de la Subdirección General de Publicaciones, Información y Documentación por haber realizado un excelente trabajo. Al Archivo General de Indias y a la Subdirección General de Archivos Estatales por su cordialidad y celeridad en la cesión de las imágenes. Y en general, a los compañeros del Ministerio de Cultura y de los museos que realizan una labor día a día en el sostenimiento y difusión del patrimonio en España. En Ecuador también son muchas las personas a las que quisiera recordar y agradecer. En primer lugar, a Iván Cruz, por su apoyo en la realización de este estudio, por su generosidad y gentileza al facilitarme el acceso y la información necesarias sobre las colecciones del Museo de Arte Precolombino Casa del Alabado (Quito, Ecuador), a Jimena Lobo, directora del museo cuando comencé con este trabajo, y a Christian Mesía, su actual director, sin cuya aportación en relación con las imágenes de las colecciones que custodia su Museo, este estudio habría perdido una parte esencial.

Del Museo Nacional del Ministerio de Cultura del Ecuador, Quito, a Estelina Quinatoa Cotacachi y a su equipo, que me facilitaron el acceso a los fondos para poder revisar y fotografiar parte de las extensas y magníficas colecciones que allí se custodian. A Adriana P. Grijalva, por su apoyo. En la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, especialmente a Lupe Cruz, coordinadora del Museo Wielbauer, y a José María Jaramillo, director del Museo Jacinto Jijón y Caamaño, también en esta Universidad. A Paulina Terán, arqueóloga y amiga ecuatoriana que desde el comienzo de mi carrera me ha animado a continuar en este mundo de la arqueología americana y ha abierto las puertas de la investigación en Ecuador, que incluyeron las de su propia casa. Gracias por los comentarios profesionales y los cordiales ánimos sobre este trabajo. En Guayaquil, a Graciela García Ramos, quien me fue mostrando el camino de los museos en una ciudad que me era desconocida. A Mariela García Caputti, que como directora del Centro Cultural Libertador Simón Bolívar en 2009 me permitió el acceso a los fondos y ha continuado apoyándome para poder finalizar este trabajo, y a Carolina Jervis, así como a su equipo. A María Antonieta Funes Sánchez, directora del Museo de Arte Prehistórico Carlos Zevallos Menéndez de la Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión, Núcleo del Guayas, por su amabilidad

en la visita y su cordialidad al permitirme fotografiar los fondos. Y a los técnicos y científicos que han realizado los análisis de los restos vegetales, como Francisco Javier Aceituno Bocanegra de la Universidad de Antioquia (Colombia), y Ana Margarita Guachamín del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (Ecuador) que contribuyeron a resolver el enigma del contenido de la botella Jama Coaque, a través del análisis de sus almidones y de sus pólenes, respectivamente. Mi sincero agradecimiento a las personas y entidades que facilitan el flujo de imágenes entre instituciones, especialmente a aquellas que entienden que la difusión cultural está por encima de otro tipo de intereses mercantilistas, lo que cada vez resulta más difícil. A Ana Tomás del Museo Nacional de Antropología, a Ramón Gil del Museo Casa Colón de Las Palmas; a Jason Tomberlin de North Carolina Collection, Wilson Library, de la Universidad de Carolina del Norte; a Iván Boserup de la Biblioteca Real de Copenhague, Dinamarca; a Daisy Njoku de National Anthropological Archives de Smithsonian Institution; a Vicente Aupí del Observatorio de Torremocha del Jiloca. Y, por supuesto a todos aquellos profesionales de otras instituciones con las que he establecido contacto para la obtención de imágenes o la realización de consultas y que sería prolijo enumerar. Finalmente y sobre todo, a Jose, por apoyarme constantemente y por estar siempre cerca haciéndome la vida más sencilla.

9

Instituciones y abreviaturas

• AGI Archivo General de Indias, Sevilla, España

• MEG Museo de Etnografía de Ginebra, Suiza

• BPRM Biblioteca del Palacio Real, Madrid, España

• MUCAE Museo Universitario Colecciones de Arqueología y Etnología de América. Universidad Complutense de Madrid, Madrid, España

• BRCD Biblioteca Real de Copenhague, Dinamarca • MAAC Centro Cultural Libertador Simón Bolívar, Guayaquil, Ecuador • MAM Museo de América, Madrid, España • MBCQ Museo Nacional del Ministerio de Cultura del Ecuador, Quito • MBCE Museo Nacional del Ministerio de Cultura del Ecuador, Esmeraldas • MBCC Museo Nacional del Ministerio de Cultura del Ecuador, Cuenca • MBMS Museo Barbier-Mueller, Suiza • MCC Museo Casa Colón, Las Palmas de Gran Canaria, España • MCHAP Museo Chileno de Arte Precolombino, Santiago de Chile

• Museo del Alabado Casa del Alabado, Museo de Arte Precolombino. Quito, Ecuador • Museo Núcleo del Guayas Museo de Arte Prehistórico Carlos Zevallos Menéndez de la Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión, Núcleo del Guayas, Guayaquil, Ecuador • MFLG Museo Fundación Lázaro Galdiano, Madrid, España • MJJC Museo Jacinto Jijón y Caamaño, Quito, Ecuador • Museo Presley Norton Guayaquil, Ecuador • NCCWL North Carolina Collection, Wilson Library. The University of North Carolina at Chapel Hill, EEUU • PUCE Pontificia Universidad Católica del Ecuador, Quito

Índice

Pág.

INTRODUCCIÓN.................................................................................................................................................................... 16

JAMA COAQUE EN EL CONTEXTO CULTURAL PREHISPÁNICO.................................................................................................................................................. 19 1. El período del Desarrollo Regional.......................................................................................................................................20 2. La cultura Jama Coaque: rasgos para su definición...........................................................................................................25

Marco geográfico y cronológico de la cultura Jama Coaque........................................................................................... 25 Los subestilos de la cultura Jama Coaque......................................................................................................................... 27 Patrón de asentamiento y organización sociopolítica....................................................................................................... 27 El asentamiento principal a principios del siglo xvi: Coaque........................................................................................... 33 Las provincias en la costa norte de Ecuador..................................................................................................................... 35 La provincia de Pasao................................................................................................................................................... 35 Jama Coaque en la provincia de Esmeraldas.................................................................................................................... 36 San Martín de Campaces.............................................................................................................................................. 39 Las etnias en la región........................................................................................................................................................ 40 Las migraciones barbacoas........................................................................................................................................... 43 La disminución demográfica.............................................................................................................................................. 44 Militarismo y relaciones bélicas con culturas vecinas....................................................................................................... 45 Pactos y ligas....................................................................................................................................................................... 50 Santuarios y relaciones comerciales................................................................................................................................... 53 3. El ámbito geográfico y el régimen pluviométrico........................................................................................................ 55

El cambio climático / cambio cultural / cambio ideológico............................................................................................ 58 Alimentación y cultivos...................................................................................................................................................... 62 LA ICONOGRAFÍA DE LAS FIGURITAS JAMA COAQUE................................................................................................. 67 1. Interpretación de la función de las figuritas................................................................................................................. 67

Fabricación y policromía de las figuras............................................................................................................................. 71 Análisis iconográfico........................................................................................................................................................... 73 2. Chamanes y sacerdotes en la cultura Jama Coaque...................................................................................................... 77

Chamanes............................................................................................................................................................................ 78 La parafernalia del chamán.......................................................................................................................................... 81 Sacerdotes............................................................................................................................................................................ 82 La jerarquía de chamanes-sacerdotes................................................................................................................................ 83 3. Diferencias entre chamanes y sacerdotes...................................................................................................................... 85 4. Características de los chamanes‑sacerdotes Jama Coaque.......................................................................................... 86

La indumentaria de los chamanes-sacerdotes Jama Coaque............................................................................................ 87



Pág.

Los chamanes con tocados de caracoles o los sacerdotes de la lluvia............................................................................ 88 Los caracoles en la indumentaria del chamán........................................................................................................... 91 Chamanes sacrificadores.............................................................................................................................................. 96 Características comunes de los chamanes de caracoles.......................................................................................... 102 Chamanes y tubérculos............................................................................................................................................. 125 Chamanes y lateralidad.............................................................................................................................................. 127 El ritual de iniciación chamánica..................................................................................................................................... 128 Chamanes con tocados de aves....................................................................................................................................... 135 El tocado............................................................................................................................................................................ 136 Dos chamanes, dos estaciones......................................................................................................................................... 151 Otros chamanes................................................................................................................................................................ 151 Chamanes con crustáceos......................................................................................................................................... 152 Chamanes con serpientes.......................................................................................................................................... 154 Los chamanes y la música................................................................................................................................................ 155 Instrumentos de viento.............................................................................................................................................. 157 Instrumentos de percusión........................................................................................................................................ 161 Danzantes................................................................................................................................................................... 164 5. Las plantas sagradas y rituales en la iconografía Jama Coaque............................................................................... 177

Botellas y representaciones fitomorfas............................................................................................................................ 178 La identificación de la planta y su utilización................................................................................................................. 184 Le evidencia iconográfica................................................................................................................................................. 184 El maní: asociación paralela............................................................................................................................................. 189 La evidencia directa: análisis del contenido de una de estas botellas........................................................................... 193 Figuras antropomorfas con tocados en los que se representa el elemento vegetal..................................................... 194 Representaciones femeninas asociadas a la planta sagrada........................................................................................... 197 Asociaciones simbólicas con insectos, peces y aves....................................................................................................... 197 Insecto......................................................................................................................................................................... 198 Animal plano marino.................................................................................................................................................. 202 Significado simbólico y ritual de la planta...................................................................................................................... 204 6. Los chamanes y las sustancias alucinógenas en la cultura Jama Coaque................................................................ 204

Tipos de alucinógenos...................................................................................................................................................... 206 El uso de la coca en la costa de los Andes septentrionales........................................................................................... 207 Las espátulas para la cal y los colgantes de colmillo...................................................................................................... 209 Las lliptas, poporos y las ollitas para cal......................................................................................................................... 211 Consumo de bebida alucinógena. El vómito en la cultura Jama Coaque..................................................................... 213 Tabaco y ambil.................................................................................................................................................................. 218 Yagé o ayahuasca (Banisteriopsis caapi) y yocó (Paullinia yoco)................................................................................. 219 Yopo o vilca (Anadanthera colubrina) y virola (Virola sp.): polvos para esnifar........................................................ 219 Los hongos........................................................................................................................................................................ 222



Pág.

7. Las ceremonias y rituales............................................................................................................................................... 222

Rituales de nacimiento en la cultura Jama Coaque........................................................................................................ 224 Ritos de iniciación a la pubertad femenina..................................................................................................................... 226 Sacerdotisas y rituales femeninos: escarificaciones, tatuajes y pinturas corporales...................................................... 235 Rito de iniciación masculino............................................................................................................................................ 244 Ritos de matrimonio.......................................................................................................................................................... 246 Rituales de enterramiento................................................................................................................................................. 248 8. Los recintos ceremoniales y templos............................................................................................................................ 249

Los espacios naturales...................................................................................................................................................... 250 Las casas comunales......................................................................................................................................................... 251 Las casas de los caciques................................................................................................................................................. 251 Los templos....................................................................................................................................................................... 255 La función de los templos Jama Coaque: mezquita para desollar................................................................................ 258 Los fardos sagrados........................................................................................................................................................... 261 Otras figuras en el interior de los templos y espacios rituales...................................................................................... 265 Los centros ceremoniales de peregrinación y los oráculos............................................................................................ 266 Las cercas o recintos ceremoniales en la iconografía Jama Coaque.............................................................................. 269 9. El descubrimiento de las “otras realidades”. Sexualidad y religión......................................................................... 271

El contacto con la realidad homosexual.......................................................................................................................... 277 La homosexualidad en la región Jama Coaque............................................................................................................... 280 ¿Quién era el berdache?.................................................................................................................................................... 280 Tipos de berdache............................................................................................................................................................ 284 Las evidencias arqueológicas........................................................................................................................................... 286 SACRIFICIOS Y RITUALES EN LA CULTURA JAMA COAQUE....................................................................................... 293 1. La música y la canción.................................................................................................................................................... 294 2. El consumo de bebidas alcohólicas.............................................................................................................................. 295 3. Interpretación de la función de los chamanes de la lluvia....................................................................................... 299

Rituales de propiciación de la lluvia con anfibios.......................................................................................................... 299 Rituales con conchas........................................................................................................................................................ 304 Ritos de conjuración de las tormentas............................................................................................................................. 304 Rituales para conjurar el viento....................................................................................................................................... 305 Sacrificios de sangre para provocar la lluvia................................................................................................................... 305 Sacrificios humanos.......................................................................................................................................................... 308 Otras ceremonias con chamanes..................................................................................................................................... 314



Pág.

4. Gestos rituales................................................................................................................................................................. 317

Manos en horizontal: palmas abiertas con muñecas flexionadas.................................................................................. 320 Medio puño: dedos flexionados y pulgares extendidos................................................................................................. 320 Medio puño invertido....................................................................................................................................................... 322 Medio puño frontal........................................................................................................................................................... 322 Brazos en horizontal con dedos corazón y pulgar en contacto.................................................................................... 324 Otros gestos y posturas.................................................................................................................................................... 326 LOS DIOSES JAMA COAQUE.............................................................................................................................................. 329 1. Divinidades del panteón Jama Coaque......................................................................................................................... 331

Dios 1. Divinidad de la tierra........................................................................................................................................... 333 Dios 2. Divinidad del cielo nocturno y del agua del inframundo. El dios murciélago................................................ 334 Dios 3. Divinidad del inframundo................................................................................................................................... 337 2. Seres míticos.................................................................................................................................................................... 340

Mítico 1. Dragón Jama Coaque: el monstruo de la lluvia................................................................................................ 340 Mítico 2. Monstruo cornado............................................................................................................................................. 343 Mítico 3. Arpía (femenina + ave)..................................................................................................................................... 343 Mítico 4. Coxcoxtli (ave del amanecer)........................................................................................................................... 347 Mítico 5. Representación mítica del viento: cabeza de mono........................................................................................ 349 Mítico 6. Monstruo lunar.................................................................................................................................................. 353 Monstruo lunar Moche.............................................................................................................................................. 356 Monstruo lunar Chimú............................................................................................................................................... 357 Monstruo lunar Recuay.............................................................................................................................................. 358 Monstruo lunar Tolita................................................................................................................................................ 358 Monstruo lunar Jama Coaque.................................................................................................................................... 358 Interpretación de animal lunar.................................................................................................................................. 361 ¿Por qué una zarigüeya?............................................................................................................................................ 362 Simbología lunar y calendario................................................................................................................................... 363 Pachacamac................................................................................................................................................................ 364 Ciclo lunar Jama Coaque........................................................................................................................................... 365

Balance final......................................................................................................................................................................... 366

Bibliografía........................................................................................................................................................................... 368

Introducción

16

Afrontar el estudio de la religiosidad de las culturas ágrafas antiguas, sin duda, entraña una formidable complejidad, principalmente por causa de la insuficiencia de evidencias directas para su análisis, lo que a su vez deriva del carácter intangible de su expresión fundamental: creencias, mitos y rituales. Aún contando con los datos procedentes de excavaciones arqueológicas sistemáticas y procurando el rigor indispensable, parece una tarea inasequible determinar cuáles fueron esas creencias, el tipo de ceremonias, el lugar y, sobre todo, la forma en que estas se desarrollaban. Y, aunque el método arqueológico permita la reconstrucción del modo de vida de las culturas del pasado, a partir de la lectura en el registro estratigráfico de los objetos y materiales recuperados en su contexto, sin embargo, la mayor parte de las veces no resulta sencillo acceder a la interpretación del mundo simbólico y religioso sin recurrir a las analogías etnográficas o históricas. Solo estas otras vías paralelas posibilitan ciertas aproximaciones sobre el sistema de pensamiento1 en el pasado y su plasmación material en los objetos recuperados, que hoy custodian los museos. En cualquier caso, para comprender el sistema religioso de estas culturas, uno de los aspectos esenciales consiste, sin duda, en desentrañar quiénes fueron sus

protagonistas, es decir, quiénes ejercían como chamanes o sacerdotes y sacerdotisas, especialistas del mundo religioso. Sobre ellos también se hace complicado dilucidar cuáles fueron sus principales cometidos dentro de las sociedades a la que pertenecían, cuáles fueron sus prácticas y qué rituales dirigían. Así que, a las líneas anteriormente mencionadas, para ofrecer nuevas perspectivas de interpretación, podemos incorporar otra vía de análisis más, la de la iconografía2. Aunque el término alude a la mera descripción de las imágenes, en realidad a partir del conocimiento de los rasgos característicos de una imagen y su comparación con otras similares, pueden extraerse interesantes interpretaciones. El método posibilita describir, identificar, clasificar y localizar las fuentes de inspiración de las imágenes, un trabajo que permitiría establecer una secuencia cronológica de estilos, aunque no ha sido el objetivo principal en este caso. Y en todo caso, los artistas y artesanos reflejan en sus imágenes, un mundo real o simbólico propio, el que pertenece a su cultura y, por lo tanto, a partir de estas imágenes es posible remedar ciertos aspectos de la misma.

2

1

Helena Bonet, 2009: 11.

María Fernanda Ugalde (2009) describe con precisión el método de trabajo con la perspectiva iconográfica en el análisis de la cultura Tolita, por lo que para ampliar el concepto remitimos a su obra.

Así pues, en realidad, y a pesar de estas y otras muchas dificultades, en algunas ocasiones, es posible recomponer fracciones de un complejo entramado de creencias y mitos, dilucidándolas a través de la presencia de ciertas evidencias arqueológicas, bien mediante la localización de vestigios de determinados espacios ceremoniales y objetos asociados a contextos rituales, o bien mediante la interpretación iconográfica de ciertas representaciones figurativas, como chamanes o sacerdotes, divinidades o figuras míticas, maquetas de templos, entre otras. Si bien, es cierto que es preciso ser conscientes de la existencia de un evidente riesgo de subjetivización o interpretación de los datos desde la perspectiva del investigador, que deformen la realidad al aplicarle un prisma que no le corresponde. Aún con este riesgo, el esfuerzo merece la pena. Todo el resto de la reconstrucción del bagaje ideológico o ritual, como sucede con la antropología histórica, supone una fina labor de hilvanado cuya principal fuente de conocimiento ha de basarse en el análisis etnohistórico de las crónicas y las analogías con culturas contemporáneas de las que es factible conocer algo más y a partir de las que proponer inferencias o similitudes. Así todo, la mayor parte de las veces, se trata de interpretaciones de carácter deductivo que reconstruyen tan solo jirones simplificados de un tapiz de entramado mucho más complejo y rico al que, hoy por hoy, no es posible acceder.

La comparación de algunos rasgos aislados, para explicar ciertas características o símbolos concretos, procedentes de estudios realizados en otras culturas, en contextos cronológicos, espaciales o socio-culturales diferentes, es un tema controvertido. A lo largo de este estudio referimos mitos o costumbres mesoamericanas, norandinas o centroandinas, sin pretender establecer una conexión directa entre esas costumbres, ni establecer vínculos espaciales ni temporales entre las grandes áreas culturales, pese a que, realmente, en algunos casos suponen una clara evidencia de la existencia o pervivencia de sustratos comunes de pensamiento panamericano o de interrelaciones directas entre esas culturas. Mitos como el de los hermanos gemelos (Sol y Luna) que se enfrentan con otra divinidad monstruo caníbal, para salvar el mundo o recuperar determinadas plantas cultivables, no solo se encuentran en toda América, sino que recuerdan, incluso, el cuento de Hansel y Gretel, hermanos (generalmente Sol y Luna) que tras vencer diferentes pruebas derrotan finalmente a la bruja malvada, equivalente a la divinidad monstruo, que habitaba un espacio mágico donde los dulces representan el opuesto a la necesidad de alimentos… Muy probablemente un mito universal que ha rebasado las fronteras de lo simbólico y se ha convertido en un cuento clásico con una moraleja diferente, perdiendo parte de su sentido original de explicación del origen de la cultura o la superación de un ciclo, la obtención de los alimentos cultivables, y otras diversas interpretaciones.

17

Jama Coaque en el contexto cultural prehispánico

19

Con las múltiples limitaciones señaladas, y evidenciada ya una primera declaración de principios, en las páginas que siguen se va a procurar desgranar alguno de los aspectos simbólicos y rituales fosilizados en diferentes objetos arqueológicos atribuidos a la cultura Jama Coaque. Para ello, en primer lugar, es necesario comenzar con una contextualización de esta cultura, en relación con otras culturas vecinas de la costa del Ecuador y sobre todo en función de los datos históricos y arqueológicos disponibles hasta el momento, a fin de presentar un marco cultural en el que insertar los retazos simbólicos deducidos. En el mapa (fig. 1) se aprecia la extensión espacial de la cultura Jama Coaque, así como la de sus vecinas, tanto durante el período del Desarrollo Regional como en el de Integración, en el que pervive con rasgos que evidencian una clara continuidad. No resulta sencillo establecer los límites geográficos de estas culturas, y menos aún su rango cronológico, cuyo marco temporal se incluye como tabla 1. Los conquistadores españoles en la primera mitad del siglo xvi, en su desplazamiento a lo largo de la costa ecuatoriana o norandina, de norte a sur, fueron recalando en distintos puertos que correspondían

Tabla 1

Relación de las principales culturas y su cronología, en la Costa del Ecuador (según información del Museo Nacional del Ministerio de Cultura del Ecuador)* CULTURA

CRONOLOGÍA

Tumaco-Tolita

350 a.C.-400 d.C.

Tiaone

0-500 d.C.

Jama Coaque I

350 a.C.-400 d.C.

Bahía

450 a.C.-400 d.C.

Guangala

200 a.C.-1150 d.C.

Jambelí

50 a.C.-150 d.C.

Atacames

400 d.C.-1532 d.C.

Jama Coaque II

400 d.C.-1650 d.C.

Manteño Huancavilca

1100 d.C.-1530 d.C.

* La periodización de la secuencia cultural cerámica en Ecuador incluye tres grandes etapas (Formativo, Desarrollo Regional e Integración), a su vez subdivididas. Para indicar las fechas aproximadas, hemos seguido la cronología utilizada por el Museo Nacional del Ministerio de Cultura del Ecuador, Quito: http://museos-ecuador.bce.ec/bce/html/arqueologia/ default.htm?forma=3# [8 de febrero de 2010].

El Eje del Universo. Chamanes, sacerdotes y religiosidad en la cultura Jama Coaque del Ecuador Prehispánico

Caras, Cayapas o Colorados, Quilcas, Huancavilcas o Punáes1, esas grandes provincias parecen tener su correspondencia con los territorios de algunas culturas arqueológicas del final del período de Integración. Por lo tanto, para enmarcar cronológicamente el ámbito de este trabajo, la cultura Jama Coaque tiene su inicio en el período del Desarrollo Regional, su continuación en el período de Integración y una vez iniciado el período Virreinal, en la pervivencia étnicocultural reducida a los confines marginales de las nuevas áreas de coloniales desarrollo urbano.

1. El período del Desarrollo Regional2

20

Fig. 1. Mapa de la región de la costa de Ecuador, con indicación de las principales culturas del Desarrollo Regional (en amarillo) y del período de Integración (en azul). La cultura Jama Coaque (en naranja) se extiende por ambos períodos.

a territorios que, según sus anotaciones, no se encontraban bajo dominio de ningún gran imperio. Y, los describen entonces como provincias: provincia de Atacames, provincia de Cancebí o del Puerto Viejo, Tierras de Sumpe –península de Santa Elena–. Posteriormente, estas provincias comienzan a agruparse con variadas denominaciones tales como Capitanía General de Tumbes, Gobernación de Puná –o del río Amay o de la Culata o finalmente de Guayaquil–, o Gobernación de Puerto Viejo –o Charapotó–, etc. Y, respondiendo probablemente a agrupaciones étnicas o culturales que no entraremos a distinguir, ya sean

Durante el período del Desarrollo Regional convivieron algunas de las culturas prehispánicas cuyas manifestaciones artísticas han legado un auténtico testamento visual de su modo de vida. Los, o las, ceramistas y artistas de estas culturas plasmaron sobre la arcilla buena parte de su pensamiento, su cosmovisión, su modo de vida y costumbres, de tal manera que, hoy día, es absolutamente factible la identificación o reconocimiento de distintos estamentos sociales, indumentarias o adornos, actividades o enfermedades, divinidades y figuras mitológicas, entre otras representaciones del mundo circundante. Objetos que posibilitan una recontextualización de los patrones culturales, que complementa los exiguos datos que las investigaciones sistemáticas han aportado, hasta el momento, sobre el modo de vida y el pensamiento simbólico en esta cultura. La dificultad de establecer límites geográficos o cronológicos entre las culturas es recurrente en los trabajos arqueológicos. Son las mismas que se encontró Corinna Raddatz (1975), al igual que otros investigadores, al abordar sus estudios y que, en ese caso, motivaron la clasificación única de figuritas Tolita, Tiaone y Jama

1 2

Miguel Aspiazu, 1955: 34. Mantenemos esta denominación y la cronología oficial, si bien el final del período de Desarrollo y el inicio del de Integración quizá debería prolongarse hasta el año 700-800 d.C., pues son evidentes los cambios que surgen a partir de esta fecha en poblamiento, intensificación de cultivos y surgimiento de nuevos cacicazgos (Lippi, 2004: 263; Massucci, 2008: 490). Mercedes Guinea (1995: 49) distingue en el período del Desarrollo Regional dos fases, Tiaone I (1-500 d.C.) y Transición (500700 d.C.).

Jama Coaque en el contexto cultural prehispánico

Coaque, englobando todas ellas como figuritas de Esmeraldas. Evidentemente esto pone de manifiesto la proximidad estilística y cultural que existe entre todas ellas, al menos durante el período del Desarrollo Regional. Lo mismo sucede al sur de esta cultura, entre algunas figuritas Bahía y Jama Coaque, en las que se evidencian préstamos recíprocos y una complejidad en la clasificación y atribución a una u otra cultura. Sin embargo, la distinción entre ellas, aunque a priori complicada, no resulta del todo laboriosa, si nos atenemos a la combinación de varios criterios en relación con la composición y los rasgos estilísticos. Por ejemplo, en ocasiones, el barro de la cerámica de buena parte de las figuritas Tolita es de color gris claro, o gris/beige amarillento, a diferencia de un color beige más oscuro o marrón propio de otras culturas. Por otro lado, en las figuras antropomorfas, la presencia de ojos almendrados con un ribete realzado es común en Tolita (fig. 2a), mientras que los ojos en forma de D con la parte recta como base y el párpado superior curvo es una característica de Jama Coaque (fig. 2b). En ocasiones, los párpados superiores, que el artista de esta cultura diferencia con nitidez por algún motivo simbólico, se convierten en aplicaciones muy sobresalientes. En la clasificación tipología de las formas de representar los ojos establecida sobre figuritas de la provincia de Esmeraldas que publica D’Harcourt (1942: fig. 12), aquellas más propias de la cultura Tolita serían precisamente las cinco primeras, mientras que Jama Coaque tipificaría de manera preferente los números 6 y 7, así como 15 y 16 de la clasificación indicada. Además, tocados, faldellines, adornos y, sobre todo, algunas de las iconografías más características, se diferencian también con claridad entre las distintas culturas3. Los tocados que no forman parte de atuendos ceremoniales, por ejemplo, en la cultura Tolita son más sencillos y simples, a modo de gorros lisos (fig. 2a), mientras que los de la cultura Jama Coaque parecen alargarse por los laterales o por detrás de la cabeza, como si en algún caso se tratara de turbantes. Otra de las peculiaridades de cada cultura se refleja en las distintas posturas de los personajes retratados, como manifestación de una expresión corporal aprendida. Si bien es cierto que existen patrones

3

Fig. 2a. Cabeza antropomorfa. Cultura Tumaco-Tolita (12 x 10 cm). MAM 03491. (Fotografía de Joaquín Otero Úbeda).

En este sentido, son varias las publicaciones existentes, sobre todo para clasificar las figuritas Tumaco-Tolita, entre los que destacan autores como Emma Sánchez Montañés, Corinna Raddatz, Jean François Bouchard, Francisco Valdés, María Fernanda Ugalde, etc. Fig. 2b. Cabeza antropomorfa. Cultura Jama Coaque (8 x 7 cm). MAM 03639. (Fotografía de Joaquín Otero Úbeda).

21

El Eje del Universo. Chamanes, sacerdotes y religiosidad en la cultura Jama Coaque del Ecuador Prehispánico

22

Fig. 3a. Chamán sentado. Cultura Tumaco-Tolita. MBCE LT 1.56.69. (Fotografía de M.ª Fernanda Ugalde).

iconográficos que se repiten: la mujer con el niño en brazos, las parejas, el cacique sentado con la llipta en la mano, entre otros muchos, determinadas posiciones en las figuras reflejan singularidades culturales propias. Un ejemplo sería la figura femenina erguida con los brazos extendidos y las palmas de las manos vueltas hacia delante, representación característica de la cultura Jama Coaque, aunque también se observa en Tolita. Otro correspondería a la postura sentada con las piernas cruzadas en la posición del loto en Bahía, que se encuentra esporádicamente en Jama Coaque, o la mujer Jama Coaque sentada en el suelo con las con piernas juntas y extendidas, frente a la mujer Guangala que se representa arrodillada y sentada sobre sus piernas.

Finalmente, entre los rasgos que permiten la distinción de estas figuras y especialmente en lo que atañe a las representaciones Jama Coaque hay que destacar el intenso barroquismo que las caracteriza, con profusión de aderezos, detalles, pastillaje, tatuajes, incisiones, aplicaciones de color, y otros adornos, que posibilita también su apreciación como una de las cerámicas figurativas más atractivas y valoradas de la América Prehispánica. Cada una de estas culturas desarrolló un sistema religioso distinto, una forma diferente de concebir el universo circundante y las figuritas no dejan de ser una expresión o una manifestación de ese pensamiento. Tres expresiones artístico-culturales, de norte a sur, Tolita, Jama Coaque y Bahía, destacan en relación con una de las principales manifestaciones religiosas: el culto al agua. En cada una de ellas se deduce, según las evidencias iconográficas, el desarrollo de un sistema ceremonial diferenciado en el que se prioriza un elemento o icono ritual diferente. Todos ellos tienen en común esa aparente relación con el culto al agua y, por lo tanto, como cabía esperar, a la fertilidad, el sistema de cultivos o el calendario agrícola. Pero, aunque la esencia o el trasfondo de necesidad sea el mismo, la apariencia o la aproximación a aquella difieren sustancialmente. En esos diferentes sistemas se forjan diversos tipos de divinidades y consecuentemente de personajes especializados en lo sagrado, chamanes o sacerdotes, capaces de provocar o controlar las lluvias, marcar los hitos del calendario agrícola y dirigir el ciclo ritual de la comunidad. Estos especialistas fundamentan sus ceremonias y especialmente el control mágico de los distintos tipos de agua, a través de símbolos. Y estos símbolos se construyen, sobre todo, a partir de interpretaciones de especies faunísticas o vegetales concretas, que a su vez suponen un reflejo de las diferencias medioambientales y adaptaciones ecológicas de estas culturas. La cultura Tumaco-Tolita (fig. 3a)4 estuvo asentada en una zona de bosque tropical lluvioso y su princi-

4

Ha sido realmente complicado encontrar una imagen que sintetice o represente la figura del chamán antropomorfo en la cultura TumacoTolita. Esta cultura, a diferencia de sus vecinas del sur, parece preferir la representación de divinidades, o de personajes de elevado estatus social, músicos y danzantes, o individuos masculinos y femeninos en diferentes actitudes. Sin embargo, en un primer análisis superficial, no se ha identificado un grupo específico de chamanes reconocibles por

Jama Coaque en el contexto cultural prehispánico

pal santuario se encontraba ubicado en la isla de la Tolita. En este espacio geográfico, el control del agua posiblemente tenía mayor relación con la regulación de su exceso que con la necesidad de la misma y por ello parece haberse desarrollado de forma primordial el culto a diversas especies de felinos5, que se repite en otras regiones en las que el agua, en sus diversas manifestaciones, tiene también connotaciones destructivas en relación con los cultivos, como las tormentas de granizo. En la cultura Jama Coaque (fig. 3b), objetivo principal de este estudio, es donde se aprecian los últimos coletazos del culto al felino, aunque mucho más sosegado o menos violento que en su vecina septentrional. Aquí, sin embargo, despunta sin lugar a duda la figura del chamán antropomorfo que se representa asociado sobre todo a una indumentaria característica, adornada con conchas marinas o con ciertas especies de aves. Su clasificación permite distinguir dos tipos de chamanes principales, o bien dos conjuntos de indumentarias apropiadas para diferentes tipos de ceremonias, ambas igualmente relacionadas con las fases del ciclo agrícola. Finalmente, más al sur, en la cultura Bahía (fig. 3c), la serpiente y el reptil son, en líneas generales, las iconografías zoomorfas predominantes en relación con determinadas figuras de contenido ritual, asociándose tanto a un tipo de chamán con ofidios entre sus manos, abundantemente representado, como a las principales representaciones de seres mitológicos o de divinidades conformadas por las combinaciones de reptiles y seres humanos. Los problemas relacionados con la escasez de agua en esta región son reiterados una y otra vez en las fuentes históricas6, reflejando la necesidad de recoger, durante el invierno, el agua de lluvia en pozos excavados para ello. A pesar de todas las complejidades mencionadas, y de la ausencia de estudios de clasificación sistemáticos

5 6

para esta cultura, no cabe duda que el estudio de la religiosidad Jama Coaque a través del análisis iconográfico de estas figuritas, revela un considerable interés para el conocimiento general, ya que el pensamiento ideológico impregna de manera especial cada uno de los demás aspectos de las manifestaciones culturales. Y esto, de manera quizá más intensa que en el resto de sociedades vecinas, pues como refieren los cronistas en el siglo xvi, se trata de uno de los pueblos más dados a ceremonias y sacrificios de todo el Perú y, por lo tanto, en los que

23

su indumentaria o actitudes, como en Jama o en Bahía. Esta figura, a nuestro modo de ver, representa un chamán sentado en un banco, dentro del estilo habitual de representación de caciques o ancianos en esta misma posición, si bien la figura porta un tocado y adornos muy similares a los de los chamanes Jama, aunque evidentemente la posición, la construcción de la figura y el aspecto general son Tolitas. En todo caso, una prueba más de los evidentes contactos y préstamos entre ambas culturas. Véase Gutiérrez Usillos, 2003. Véase por ejemplo las referencias en 1571-72 del Licenciado Salazar de Villasante, en la descripción de la Ciudad de Quito (1991b: 90 y 91). Fig. 3b. Chamán erguido. Cultura Jama Coaque (16,9 x 9,6 x 6,3 cm). MAAC GA 2.2422.82.