El Derrame Del Golfo de México_daños Irreparables

NUESTRA VIDA Y LA CIENCIA El derrame del Golfo de México: daños irreparables Esta columna comenzó a publicarse en el año

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NUESTRA VIDA Y LA CIENCIA El derrame del Golfo de México: daños irreparables Esta columna comenzó a publicarse en el año 2011 antes de que se cumpliera un año de la catástrofe de la plataforma petrolífera Deepwater Horizon de la British Petroleum, en el Golfo de México, frente a las costas de Louisiana. El vertido de petróleo, que se inició el 20 de Abril de 2010, se dio oficialmente por terminado el 19 de Septiembre del mismo año. Pero el tremendo daño que causaron los meses de fuga ininterrumpida de petróleo .no se acabó con el vertido y aún sigue siendo objeto de investigaciones. El estudio recientemente publicado por la revista Scientific Reports: “Los umbrales en la resiliencia de los pantanos al derrame de petróleo del Deepwater Horizon” (“Thresholds in marsh resilience to the Deepwater Horizon oil spill”) indican la posibilidad de que éstos hayan sido llevados más allá de los límites dentro de los cuales pueden regresar a su estado inicial. Como un resorte que ha sido estirado demasiado, puede ser que ya nunca recuperen su condición previa a la catástrofe. En general los ecosistemas pueden recuperarse después de un daño, volviendo a su estado previo a la catástrofe, como si se tratara de un resorte que después de ser estirado, regresa a su condición inicial. A los daños a las distintas especies que han sido afectadas directamente y que han disminuido su capacidad reproductiva, se agrega la erosión causada por el derrame en los pantanos. Los pantanos de las costas de Alabama, Luisiana y Mississippi pueden haber sido dañados irreversiblemente. El resorte puede haberse estirado más allá del límite donde el regreso es posible. Según los científicos estos pantanos filtran la contaminación y, al absorber nutrientes antes que lleguen al mar, controlan la proliferación de algas. Funcionan como rompeolas y amortiguan la erosión. También absorben carbono en una proporción mayor que la de los bosques tropicales. Unos dos mil kilómetros de zona costera del sur de Estados Unidos han sido afectados. Según la NOAA (National Oceanic and Atmospheric Administration): “Los hábitats costeros son importantes para la captura de carbono, y su destrucción, supone un grave riesgo. Cuando estos hábitats están dañados o destruidos, no es sólo su capacidad de captura de carbono la que se pierde. El carbono almacenado en los hábitats también es liberado, aumentando los niveles de gases de efecto invernadero en la atmósfera.” Como ocurre con todas las afectaciones causadas por desastres medioambientales, en las que se sabe cuándo comienzan pero nunca cuándo terminan, el vertido de petróleo del 2010 sigue impactando a la vida. Los efectos múltiples que se producen no alcanzan los titulares de la prensa, pero siguen estando ahí, tozudamente, aun cuando no se hable de ellos. El desastre del Golfo sigue actuando y afectándonos a todos. Rubén Costiglia [email protected]