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Alberto Carlo Gutiérrez Ixta Psicología de la comunicación.

5/septiembre/2018

Psicoanálisis del Club de la Pelea El Club de la Pelea es una novela escrita en 1996 por Chuck Palahniuk y posteriormente (1999) adaptada a la gran pantalla por David Fincher (aquí solo nos enfocaremos en la película). Tanto en la novela como en la película se nos muestra la vida del narrador -nunca se nos revela su nombre-, interpretado por Edward Norton, quien sufre de un trastorno de identidad disociativo (TID). Esto significa que el sujeto alterna entre dos personalidades, él y Tyler Durden (interpretado por Brad Pitt). Sin embargo, no nos enfocaremos en este trastorno, sino en las posibles causas de este aplicando el psicoanálisis. Sigmund Freud propuso a principios del siglo XX que nuestra personalidad estaba formada por tres entidades en constante conflicto; Súper Yo, Yo y Ello. El Súper Yo es el resultado de las demandas del exterior sobre nosotros, demandas en forma de moral, ética y reglas impuestas por la cultura y la sociedad. El Yo es el mediador entre El Súper Yo y Ello, satisfaciendo los deseos del Ello, pero sin alejarse de las normas a las que responde el Súper Yo. El Ello es la parte que esta atrapada en nuestro inconsciente, que se expresa a través de deseos y sueños, para decirlo de otro modo, es la parte que rige nuestra conducta y que se formó desde nuestro nacimiento con los primeros estímulos y necesidades que recibió. El Ello, para Freud, se encuentra constantemente reprimido por las otras dos entidades, por lo que la forma más habitual en la que se expresa son los sueños. No obstante, esto no significa que El Ello este reprimido siempre, ya que nos podemos dar cuenta que las tres entidades están presentes en todo momento, solo que dependiendo de la situación una se expresara más que las otras. En la película del Club de la Pelea nuestro protagonista se nos muestra como alguien constantemente dominado por su Súper Yo, pues para encajar en la sociedad trata de seguir todas las reglas e ideales que se le imponen. Esto es visible desde la forma en la que sigue las ordenes de su jefe, siempre al pie de la letra, hasta como se ve obligado a comprar todo objeto que demuestre su estatus económico y social. Su infancia no se nos

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5/septiembre/2018

muestra, pero es de suponer que estaba llena de represiones. Esta constante presión lo lleva a una crisis en la que no puede dormir y, como ya se menciono anteriormente, en los sueños es donde Ello encuentra una válvula de escape. Al no poder dormir el Ello del narrador busca otra forma de salir y esta es tomando su cuerpo mientras el aún esta consiente. Como dice el protagonista: “con insomnio nada es real”, lo que significa que el Súper Yo pierde cada vez más contacto con el exterior. La falta de sueño del narrador obliga a su Yo a buscar otra forma de satisfacer sus deseos, por lo que termina asistiendo a grupos de auto ayuda que él no necesitaba, pero lo ayudaban a desahogarse. Por desgracia ,para él, esto termina cuando una chica llamada Marla Singer (interpretada por Helena Bonham Carter) aparece para hacer lo mismo, ocasionando que él pierda casi por completo en contacto con la realidad dándole más terreno a su Ello. Lo interesante es que en este caso el Ello del narrador toma el nombre de Tyler Durden y, al parecer, él es consciente de todo lo que hace mientras domina el cuerpo del narrador. Es interesante porque para Freud el inconsciente se encarga de almacenar recuerdos reprimidos y luego representarlos con imágenes oníricas, pero en este caso la imagen onírica se vuelve la realidad. La personalidad de Tyler Durden es todo lo que el narrador ha deseado ser, pero se encontraba reprimido. Tyler es valiente, irreverente, carismático, atractivo, seguro de si mismo y las reglas no le importan. Tyler es tan atractivo para el narrador que ambas personalidades terminan haciendo amistad en la mente de este ultimo. Es mientras que el narrador y Tyler interactúan que se puede notar otro punto descrito por Freud en su psicoanálisis, se trata de las pulsiones de vida y de muerte, Eros y Thanatos. Cada que el narrador se cuestiona acerca de Tyler este utiliza la violencia para mantener el control del cuerpo. Ejemplos de ello es cada que pelean o cuando Tyler le da lecciones filosóficas sobre la vida y la muerte al narrador causándole daño físico. Mientras las pulsiones de muerte perjudican al narrador le dan vida a Tyler o, por lo menos, es así hasta el final, cuando el narrador se lastima para acabar con Tyler. Aunque, para este

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5/septiembre/2018

punto el narrador ya es consciente de Tyler y de todo lo que él había hecho mientras controlaba su cuerpo. Aún y cuando la personalidad de Tyler dominaba el cuerpo del narrador posiblemente este no perdió todo contacto con el exterior, y una forma de castigarse para aliviar la culpa que sentía por lo que hacía Tyler era peleando hasta el punto de desfallecer. Tyler Durden es tan atractivo para el narrador y para nosotros porque representa todo lo contrario a los ideales que se nos han impuesto en la sociedad. Para este personaje no importan el dinero, la ropa o los objetos que aten a las personas al sistema, este personaje es algo que muchos desean ser. Pero esta personalidad no solo se queda en el aspecto social, ya que él también lo lleva al terreno sexual. Al perecer la personalidad de Tyler es completamente libre de prejuicios hacia su intimidad, prejuicios impuestos por Súper Yo y El Yo, por lo que en el sexo es completamente satisfactorio para él, pues satisface sus deseos inmediatos (aunque eso implique poner en riesgo su integridad fisica). A lo largo de la película se nos presentan 2 formas de ver el mundo o cosmovisiones; 1) el narrador ve el mundo como algo en lo que tiene que encajar, sigue las reglas y se enfoca en el futuro y luego 2) esta la visión de su Ello o Tyler Durden, que ve el mundo como algo que él tiene que adaptar a su gusto -de ahí su idea de una rebelión contra el sistema-, no le importan las reglas y vive totalmente en el presente. Sin embargo, se nos muestra que ninguno de ellos tiene la verdad absoluta por separado. Es solo al final, cuando se vuelven uno, que el narrador esta en paz consigo. Al final de la película se nos muestra que el narrador recupero el control de su cuerpo. Aunque quizá, la lección más importante que nos deja es que es que existe la posibilidad de alejarnos de las reglas impuestas por El Súper Yo, aunque eso signifique entrar en conflicto con nuestras creencias y modo de vida. Sin embargo, nunca hay que deshacerse por completo de la culpa y la normatividad social, pues entra en peligro nuestra integridad fisica.

Alberto Carlo Gutiérrez Ixta Psicología de la comunicación.

5/septiembre/2018