El Camino de Los Dioses PDF

El camino de los dioses Me ha llegado una carta escrita con fémures y cráneos. Un peyote maduro y plano, una póliza de g

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El camino de los dioses Me ha llegado una carta escrita con fémures y cráneos. Un peyote maduro y plano, una póliza de garantía. -¿Así es como se despiden los años abuela rosa?, ¿así lo liquidan a uno de este juego?-. Algo raro está pasando: el cascarón de la palabra de la palabra se quiebra, quebrándose, queeebráaandooose... como cuuerda vocal. Disparo mi pistola de rayos equis en mi defensa, y en todos los retratos hay neblina... Algo raro está pasando. Un submarino viaja por las calles de mi cuerpo. Las voces de los pasajeros se retuercen sobre tonos esqueléticos. En la primera plana de los diarios anuncian el suicidio masivo de leyes y laboratorios. Eutanasia gratis para los lisiados, para los sin cariño, para los atormentados y los pobres. Para los que no podemos viajar al Tibet, ni a Huautla, ni a Real de catorce. Me siento increíble, Ganesha, Cosijopí, Abuelo venado. Me siento increíble, es sólo que estoy atrapado en una de siete dimensiones que antes no veía. Es que he acabo de matar a mi familia; dejé la escuela; mi novia me dejó por engañarla. Estoy increíble, es sólo que me encontré a mí mismo; y hubo un infierno que me consumía con su espuma roja, y hubo un cielo que me alimentaba con cánceres enlatados (porque el cariño se pudre con el tiempo). No era musgo, si no moho con que cubría los cuerpos de las mujeres. Pero yo mentía, tocaba a sus puertas con libras y canciones. Pero yo confabulaba arreolísmos todas las noches, antes de dormir. Nerudeaba y Borgía. Yo era otro, todos los hombres que admiro. Chocolate amargo por las cosas que hice sin saber porque era muy joven (e imbécil).

Me ha llegado una carta, un giro postal, un cheque en blanco. ¿De dónde será este sello, esta estampa de filatelias dactilares? Esto es todo: (un pedo) un perfume de muestra incendiario. Colgar los zapatos, tirar la toalla, estirar la pata, pie de página, nota al margen... Un pedazo de tierra y agua. “Esto es todo”-decía la carta-. Pues si esto es todo, yo escojo lo contrario. Agarro mi mochila, los hombros donde lloré, las tetas que me amamantaron. Las envuelvo con ésta sabana amarilla; con ésta misma carta. Me voy de regreso por las palabras rotas. Por las promesas que no se hicieron. Yo me voy cantando, por el camino de los dioses, las glorias de la nada. Saldré a la vida por el umbral de otro cuerpo, mejorado. Mineral, vegetal, acuoso. Jade, Madera, Yerba. En una lluvia de estrellas, viajaré como primavera errante, de planetas y cáscaras. En la carne de las flores estará mi carne, cada vez más joven, madurando otro cuerpo. En los papiros volcánicos de otra galaxia contaré la historia de los mortales. Les mandaré postales ultravioleta y microbuenasondas. No me esperen esta noche, no traeré serenata. No me esperen en la casa, si quiero estaré con ustedes, en el moho y en el salitre. Si se caen las cosas, si se tropiezan, si alguien los mira a los ojos como viajando... Yo estaré con ustedes, cantando las glorias de la nada, porque es lo único que me queda de esta carta.